Modelo Socio-Comunicativo y de Desarrollo Humano Integral

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El modelo socio-comunicativo y de desarrollo humano integral es un enfoque

teórico que se utiliza para comprender y abordar el desarrollo humano desde una
perspectiva holística e interdisciplinaria. Este modelo reconoce que el desarrollo
de una persona no solo está determinado por factores biológicos y psicológicos,
sino también por el contexto social y cultural en el que se encuentra inmersa. Este
modelo considera que el desarrollo humano es un proceso dinámico y
multidimensional que abarca diferentes aspectos, como el desarrollo cognitivo,
emocional, social y moral. Además, enfatiza la importancia de la comunicación y
las interacciones sociales en el desarrollo de las personas.
En este enfoque, se reconoce que las relaciones sociales y las interacciones
comunicativas son fundamentales para el desarrollo de habilidades cognitivas,
emocionales y sociales. Las interacciones con los demás proporcionan
oportunidades para el aprendizaje, la adquisición de conocimientos, la
construcción de significados y la formación de identidades. Además, estas
interacciones influyen en la formación de valores, normas y actitudes, así como en
el desarrollo de habilidades de comunicación y resolución de conflictos.
El modelo socio-comunicativo y de desarrollo humano integral también pone
énfasis en la importancia de los contextos sociales y culturales en el desarrollo.
Reconoce que cada individuo se desarrolla dentro de un entorno social y cultural
específico, que influye en sus experiencias, creencias, valores y perspectivas. Por
lo tanto, se considera esencial tener en cuenta el contexto sociocultural al analizar
el desarrollo humano.
En resumen, el modelo socio-comunicativo y de desarrollo humano integral es un
enfoque que integra la comunicación, las interacciones sociales y los contextos
socioculturales en la comprensión y promoción del desarrollo humano. Reconoce
la importancia de abordar el desarrollo de manera holística e interdisciplinaria, y
destaca la influencia de las relaciones sociales y la comunicación en la formación
de habilidades, valores y identidades de las personas.
Modelo socio-comunicativo
El modelo Socio-comunicativo de la enseñanza pretende comprender y desarrollar
la práctica docente como una actividad comunicativo-contextualizada, coherente
con las finalidades formativas y abierta a la interpretación ecológica de las
múltiples interacciones que acontecen en el marco del aula y la comunidad
educativa.
Desarrollo humano integral
Objetivo: El objetivo del Desarrollo Humano Integral es brindar herramientas para
fortalecer las habilidades necesarias para un pleno desarrollo personal que resulta
en la construcción de una comunidad armónica libre de violencias, con niños,
niñas y adolescentes que vivencian sus proyectos de vida. De este modo,
fomentar una cultura de paz basada en la prevención para la garantía de derechos
en las instituciones educativas.
Importancia: Promueve el bien de cada persona y de todas las personas, el cual
es cultural, económico, político, social y espiritual. El concepto de DHI señala tanto
la meta que queremos promocionar como el proceso para avanzar juntos en
solidaridad hacia esta meta.
Beneficios: La educación integral otorga las herramientas necesarias para que
los niños tengan la mejor formación, ya que no sólo es importante desarrollar el
aspecto cognitivo sino también el área emocional y las habilidades físicas.
Teoría socio-comunicativa
La construcción del saber y la práctica comunicativa, como realidad
multidireccional de las relaciones sociales y de un mundo en emergencia de la
información, es el referente más analógico para entender y mejorar la práctica y la
concepción de la enseñanza, dado que esta es básicamente un «proceso
interactivo-comunicativo» que orientado por las intencionalidades formativas
pretende la formación intelectual y humana de los participantes, a la vez que
genera un conjunto creativo-transformador de decisiones para responder a los
hondos desafíos sociales y personales a los que han de dar respuesta estudiantes
y profesorado.
Teorías de la comunicación qué facilitan la comprensión de la enseñanza:
Consideramos entre otros trabajos los de Rodríguez Diéguez (1985, 2000) y
Titone (1986), a la vez que algunos de los que hemos realizado personalmente y/o
en equipo (Medina, 1988, 1993, 1995, 2006) nos aportan datos adecuados para
entender el valor y la proyección de esta concepción en la mejora de los procesos
de enseñanza-aprendizaje.
La comunicación se basa en la reflexión y acción en común tanto existencial como
lingüística entre los seres humanos, quienes comparten puntos de vista, imágenes
y concepciones del mundo y de sí mismos, aportando los estilos de aceptación
mutua y avance en el saber, personal y colaborativo. El núcleo de la comunicación
es el discurso, los objetos a compartir y el sentido que los seres humanos otorgan
a los modos peculiares de vivir e intercambiar símbolos y significados de su
realidad.
La teoría de la comunicación ha caracterizado los emisores y receptores de tal
interactividad, requerida de actitudes de apertura y de la toma de conciencia de los
diferentes modos de percibir el mundo y de sentirse a sí mismo en esta fecunda
pluriculturalidad. Los principales actos en la comunicación educativa se han de
realizar desde los contextos sociolingüísticos en los que se genera el saber y las
prácticas comunicativas, dado que cada comunidad configura su cultura y modos
de interacción-discurso entre los participantes, quienes se consideran a sí mismos
como promotores de una perspectiva propia y vivenciada.
Fernández (1996) considera que el objeto de la Didáctica es el acto formativo
comunicativo, que relaciona el profesorado y el alumnado al trabajar un sustrato
cultural-intercultural, esencialmente innovador, cargado de valores,
contextualizado y generador de estilos cada vez más implicados con la mejora
personal y comunitaria de todos los participantes en la acción educativa.
La comunicación en su especificidad lingüística es elaborada por cada persona en
interacción con las demás, siendo necesario que sea comprendida y asumida por
cada participante para que tenga lugar, si no es una situación de incomunicación,
al darse la ausencia de bidireccionalidad y reciprocidad en los mensajes y en su
interpretación. La teoría de la comunicación aporta los conocimientos y la
modalidad de respuesta más ajustada entre los intervinientes para que tenga lugar
aquella, dado que su colaboración no se lleva a cabo sin el acto comunicativo.
El acto comunicativo es la interactividad existencial entre las personas que desean
intercambiar ideas, problemas, formas de percibir la realidad, etc. Las teorías y los
condicionantes de la comunicación han de ser entendidos e interiorizados por los
docentes para generar un ecosistema de aula coherente con las finalidades
educativas. La enseñanza no es sólo un acto comunicativo, sino intencional y
transformador, comprometido con la creación de los ecosistemas humanos e
interculturales más valiosos, adaptando el saber académico y afianzando los
valores más representativos en el aula y centro, a través de un óptimo desarrollo
intelectual y actitudinal de los estudiantes y el más amplio compromiso profesional
de los docentes.
La tarea de enseñanza requiere el conocimiento de alguna de las teorías
comunicativas, en las que la reflexión y la empatía son el eje de su elaboración,
pero supera este requisito, a fin de entender la práctica docente como una
complicación socio comunicativa e intencional que desarrolla una instrucción
formativa y sienta las bases de los valores humanos para una nueva intercultural.
La teoría socio-comunicativa de la enseñanza pretende comprender y desarrollar
la práctica docente como una actividad comunicativo-contextualizada, coherente
con las finalidades formativas y abierta a la interpretación ecológica de las
múltiples interacciones que acontecen en el marco del aula y la comunidad
educativa, a fin de conseguir que los docentes y estudiantes realicen un óptimo
aprendizaje profesional y un proyecto personal instructivo, autónomo y
colaborativo.
La concepción socio-comunicativa de la enseñanza aporta una visión de la
práctica docente basada en la calidad del discurso, el sistema de relaciones
sociales y las acciones más pertinentes para configurar un clima de aula más
empático y colaborativo, que propicie un intercambio interactivo-formativo entre los
estudiantes y el profesorado. La teoría comunicativa describe e interpreta las
claves para configurar un discurso deliberativo y vivenciador de los valores más
representativos de una escuela innovadora y una comunidad abierta a la mejora
integral de los participantes y de las comunidades, próximas y virtuales. Una visión
de la enseñanza generadora de vida y transformadora de saber necesita apoyarse
en la perspectiva socio-comunicativa para valorar positivamente las múltiples
visiones integrantes de las escuelas, implicándolas en una cultura de la
colaboración y la participación comprometida con el pleno desarrollo humano y
sostenible.
La enseñanza en el aula configura un ecosistema socio-comunicativo al emerger
un discurso que respete la identidad personal y singular de cada participante y su
cultura, a la vez que propicia una apertura a múltiples formas de vivenciación y
reelaboración de la realidad intercultural y emergente de las pluricomunidades, los
estilos indagadores y los programas de avance con sentido universal, acordes con
la naturaleza humana en la aldea Global.
La enseñanza es comprendida como una actividad generadora de interacciones,
promovedora de inteligencia socio-afectiva y actitudes singulares, a la vez que
crea valores de colaboración y comunidad, tolerante y en esfuerzo compartido,
que afecta a modelos de acción ligados a la adaptación del discurso, apoyado en
un estilo de organización significativo y de plena participación de todas y cada una
de las personas.
Este enfoque de la enseñanza es el de una práctica socializadora, empática y
promovedora de interacciones abiertas, responsables de las auténticas formas de
vida, valoración y avance en comunidad, ampliando los estilos docentes en una
línea más comprometida y generadora de saber, conscientes de la diversidad de
cada persona y de la pluralidad cultural que caracteriza nuestros centros.
La interrelación más fecunda de la visión socio-comunicativa radica en el reto de
un escenario instructivo-formativo liberador e intercultural. ¿Qué aporta esta
concepción interactiva de la enseñanza a la emergencia de procesos
interculturales? La concepción interactiva de la enseñanza evidencia los núcleos
de relación, inhibiciones y la explicitación de los procesos socio-comunicativos que
se configuran y desarrollamos entre las personas de diferentes comunidades y las
reacciones más significativas que experimentan. La enseñanza es esencialmente
interactividad-sostenida entre todos los participantes, multi y plurilenguaje, que
remite a cada persona a su identidad cultural y lingüística, requerida de proyecto,
que afecten a varias culturas, posibiliten el verdadero reconocimiento de lo
diverso, pero que promuevan el acercamiento sincero en la colaboración
intercultural, avalado por el encuentro en el reconocimiento y cumplimiento de los
derechos humanos más representativos.
La pluriculturalidad requiere el reconocimiento de diversos estilos, códigos y
valores de comunicación, entendidos en su singularidad, pero desde el respeto
más profundo hemos de buscar las claves y los códigos de mejor acercamiento al
a vida y procesos más valiosos para las comunidades, consiguiendo el dominio y
el avance compartido, estimando positivamente el valor de cada
comunidad/singularidad-cultural, que se expresa con símbolos propios, rasgos y
mediante su riqueza semántica y pragmática, específica de cada micro-cultura.
Este enfoque sitúa al profesorado en una nueva visión y actitud de apertura en
colaboración con otras culturas y valores reconsiderando su ecosistema e
iidentidad cultural, necesitada de dar nuevas y transformadoras repuestas a los
problemas y retos de la interculturalidad universalizadora, coherente con un marco
de fecunda humanización, que devuelva a la tarea de enseñanza su valor más
genuino «inter y Pluricomunicativo» en la comunidad de la reflexión y co-
responsabilidad. La teoria sociocomunicativa facilita el conocimiento y la práctica
del proceso de enseñanza-aprendizaje, pero el desarrollo de la misma adquiere
una singular importancia en la era digital. Diversos autores evidencian el valor del
diálogo reflexivo y de la potencialidad de los medios, como las autopistas de la
información en la sociedad del conocimiento. Wegerif (2007), Nelson (2008) y
Leak (2000) plantean la gran potencialidad de las TIC para mejorar la interacción y
facilitar la comunicación entre el profesorado, constituyendo comunidades de
profesionales y entre estudiantes y docentes, y de las diversas culturas y grupos
humanos entre sí.
DESARROLLO INTEGRAL HUMANO
La forma específicamente humana de aprendizaje es siempre un proceso
interactivo, mediado por la existencia de una cultura que se va haciendo propia, la
existencia de los otros y de uno mismo. Existe una unidad dialéctica entre
aprendizaje y desarrollo. El aprendiz facilita, propicia y se manifiesta como fuente
de desarrollo, va delante y abre el camino. Cada nuevo nivel de desarrollo es el
resultado y punto de partida para los continuos aprendizajes que el sujeto realiza
en su vida. Generalmente, en la literatura se recoge un gran número de trabajos
donde suele entenderse como aprendizaje aquellos cambios relativamente
estables, expresados en la conducta o inferidos en las estructuras de
conocimientos de los sujetos (Delval, J: 1992, Flavell, J: 1984, González, O: 1993).
Para algunos autores, aprender se concibe en términos de adquisición y
modificación de conductas y el énfasis descansa en el ambiente y en la
organización de influencias externas. Para otros, consiste en un proceso en el que
se desarrollan conocimientos, perspectivas y formas de pensar, el énfasis se
encuentra en la actividad mental que organiza y construye. Estos modelos de
aprendizaje, a pesar de los resultados que han ofrecido a la Psicología Educativa,
limitan el proceso, en tanto maximizan los elementos conductuales o cognitivos,
restringiendo el aprendizaje a un desarrollo del saber, a un proceso de adaptación
a la vida.
El aprender es un proceso permanente de cambios dados en el devenir histórico,
en nuestra historia individual, el aprendizaje puede ser concebido como un
proceso activo, personal, de construcción y reconstrucción de conocimientos, de
descubrimientos del sentido personal y de la significación vital que tiene ese
conocimiento. La manera en que se asume la lógica expresada hasta el momento,
conduce a la comprensión del sentido de la enseñanza y el aprendizaje junto al
desarrollo personal, lo cual demanda la búsqueda de acciones de intervención
promoviendo la participación activa del estudiante y la integración consciente de
su proceso de desarrollo integral en el proceso de enseñanza-aprendizaje,
orientado hacia la formación de una valoración de la vida, el fortalecimiento de sus
capacidades, la expresión de las libertades civiles, en resumen, se trata en última
instancia de su constitución como sujeto.

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