Un cóndor engañó a una pastora para llevarla a su cueva en las montañas. La pastora se negó a comer la carne que el cóndor le traía hasta que tuvo mucha hambre, lo que hizo que le salieran plumas. Un zorro ayudó a la pastora a pedirle a su hermano que la rescatara. El hermano escondió a la pastora de vuelta en su casa, pero se sorprendió al descubrir que se había convertido en un cóndor.
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Un cóndor engañó a una pastora para llevarla a su cueva en las montañas. La pastora se negó a comer la carne que el cóndor le traía hasta que tuvo mucha hambre, lo que hizo que le salieran plumas. Un zorro ayudó a la pastora a pedirle a su hermano que la rescatara. El hermano escondió a la pastora de vuelta en su casa, pero se sorprendió al descubrir que se había convertido en un cóndor.
Un cóndor engañó a una pastora para llevarla a su cueva en las montañas. La pastora se negó a comer la carne que el cóndor le traía hasta que tuvo mucha hambre, lo que hizo que le salieran plumas. Un zorro ayudó a la pastora a pedirle a su hermano que la rescatara. El hermano escondió a la pastora de vuelta en su casa, pero se sorprendió al descubrir que se había convertido en un cóndor.
Un cóndor engañó a una pastora para llevarla a su cueva en las montañas. La pastora se negó a comer la carne que el cóndor le traía hasta que tuvo mucha hambre, lo que hizo que le salieran plumas. Un zorro ayudó a la pastora a pedirle a su hermano que la rescatara. El hermano escondió a la pastora de vuelta en su casa, pero se sorprendió al descubrir que se había convertido en un cóndor.
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EL CONDOR Y LA PASTORA
Una pastora alimentaba a las llamas
cuando un joven la invitó a dar un paseo. Ella aceptó sin saber realmente quién era ese misterioso hombre: nada menos que un cóndor que la llevaría a una cueva en las montañas. Todos los días el cóndor bajaba y traía carne que la pastora se negaba a comer, hasta que no pudo más con el hambre y la probó. Bebido a esto, le comenzaron a salir plumas en los brazos. Un zorro que pasaba por la cueva vio a la pastora y ella le pidió que fuera a buscar a su hermano, que iba en caravana, para que la rescatara. Siguiendo los dibujos en las montañas, el zorro encontró al hermano de la pastora y lo llevó al lugar para que la rescatara. De vuelta en su casa, el hermano la escondió del cóndor, que sobrevoló los cielos en busca de su pastora, mientras lloraba lágrimas de sangre y sal. Grande fue la sorpresa del hermano al ver que la pastora se había convertido en un cóndor que finalmente emprendió el vuelo al encuentro de su captor.