9 26 Evangelista Juan
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26 DE SEPTIEMBRE - LA DORMICIÓN DEL APÓSTOL EVANGELISTA JUAN EL TEÓLOGO
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zarza sin consumirse, así también, píritu de Dios: Todo espíritu que
Tú, siendo virgen, diste a luz y confiesa a Jesucristo, venido en
permaneciste virgen; Y en lugar de carne, es de Dios; 3Y todo espíritu
la columna de fuego, brilló el Sol de que no confiesa a Jesús, no es de
la Justicia; Y en lugar de Moisés, Dios; Ese es el del anticristo. El cual
Cristo Dios, el Salvador de nuestras habéis oído que iba a venir; Pues
almas. bien, ya está en el mundo.
4Vosotros, hijos míos, sois de Dios,
EL ISODÓN y los habéis vencido. Pues el que
La Entrada con el incensario y el canto de
“Oh Luz Radiante de la Gloria Santa...” está en vosotros es más que el que
está en el mundo. 5Ellos son del
EL PROKÍMENON Y LECTURAS
mundo; Por eso hablan según el
(El Prokímenon es del día. Refiérase al Oficio de
las Vísperas)
mundo y el mundo los escucha.
6Nosotros somos de Dios. Quien
Diácono o Sacerdote: “Sabiduría”,
conoce a Dios nos escucha, quien
Lector:
Primera Lectura de la Carta Católica del
no es de Dios, no nos escucha. En
Apóstol Juan esto conocemos el espíritu de la
[1ª Juan Católica 3: 21 - 4: 6] verdad y el espíritu de error.
21Queridos, si la conciencia no
Segunda Lectura de la Carta Católica del
nos condena, tenemos plena con- Apóstol San Juan
fianza ante Dios; 22Y cuanto pida- [1ª Juan Católica 4: 11 - 16]
11Queridos, si Dios nos amó de
mos lo recibimos de Él, porque
guardamos Sus Mandamientos y esta manera, también nosotros de-
hacemos lo que Le agrada. 23Y éste bemos amarnos unos a otros. 12A
es Su Mandamiento: Que creamos Dios nadie Le ha visto nunca. Si
en el Nombre de su Hijo, Jesucristo, nos amamos unos a otros, Dios
y que nos amemos unos a otros tal permanece en nosotros y Su Amor
como nos lo mando.24Quien guarda ha llegado en nosotros a su pleni-
Sus Mandamientos, permanece en tud. 13En esto conocemos que per-
Dios, y Dios en él; En esto conoce- manecemos en Él, y Él en nosotros:
mos que permanece en nosotros: En que nos ha dado de Su Espíritu.
14Y nosotros hemos visto y damos
por el Espíritu que nos dio.
4:1Querido, no os fiéis de cualquier testimonio de que el Padre envió a
espíritu, sino examinad si los espí- Su Hijo, como Salvador del mundo.
15Quien confiese que Jesús es el
ritus vienen de Dios, pues muchos
falsos profetas han salido al mun- Hijo de Dios, Dios permanece en él
do. 2Podréis conocer en esto el Es- y él en Dios. 16Y nosotros hemos
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Como eres un testigo ocular de los Luz verdadera que ilumina a todo
Misterios Inefables, exclamaste con hombre que viene a este mundo.
alta voz: “La Palabra es Eterna, Ella Cristo Dios y Salvador de nuestras
estaba en el principio con Dios y almas.”
Ella es Dios.” Oh beatísimo orador Ahora… Para la Soberana
de la Divinidad, Intercede, para con Cuando quiso crear nueva-
el pueblo que siempre celebra tu mente a Adán el primer creado, el
conmemoración con fe, que sea sal- Hijo Glorificado por los querubines
vado de los enemigos hipócritas, junto al Padre y al Espíritu; En Tu
los carnales y los racionales. Vientre, Oh Alabadísima Madre de
Tono Segundo - Por Teófanes Dios, se despojó enteramente de Si
Venid, Oh fieles, alabemos al Mismo, en una manera indescripti-
primero de los Apóstoles, la trom- ble. Y brillando de Ti, iluminó al
peta de la teología y el líder espiri- mundo entero con Su Divinidad,
tual quien subyugó el mundo a salvándolo de la epidemia de la
Dios, el de perpetua conmemora- idolatría. Y siendo Dios en Si Mis-
ción Juan, siendo trasladado de la mo, lo elevó consigo a los cielos; Y
tierra sin separarse de ella, sino es- Él es el Cristo Dios, Salvador de
tá vivo y permanecerá hasta la te- nuestras almas.
mible Segunda Venida del Señor.
Concédenos, pues, Oh elegido de LAS APOSTÍJAS
Los siguientes Prosómios
Cristo y Su amigo, que te recostaste Tono Cuarto
en Su Pecho, que Lo recibiremos Habías hablado, Oh amado, de
sin condenación, nosotros que con la Teología del Hijo del Altísimo;
anhelo, celebramos tu conmemora- Que Él es Eterno con el Padre y que
ción. Le iguala en la Esencia. Que es Luz
Gloria… Tono Cuarto - Por Eusendio de Luz y que no es diferente de
Oh discípulo amado del Señor; Ella. Que Él es la Imagen de la Per-
En la Cena del Señor te habías re- sona del Padre, Brillándose de Él
costado en el Pecho de Cristo el sin dolor desde la eternidad; y Él es
Maestro; Y de allí conociste los Mis- el Señor y Creador de todos los si-
terios Inefables; Y para todos, tro- glos. Lo predicaste, pues, al mun-
naste con la voz celestial diciendo: do, que Él es el Cristo nuestro Dios,
“En el principio existía la Palabra y Quien, de las tinieblas hizo brillar
la Palabra estaba con Dios, y la Pa- la luz. Suplícale, pues, que salve e
labra era Dios. La Palabra era la ilumine nuestras almas.
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dad, como a peces, a todas las na- 02Los cielos celebran, Oh Señor, Tus
ciones. Porque te manifestaste, co- Maravillas. (Salmo 88 “89”: 5)
mo te dijo Cristo, un pescador de 03En lugar de tus padres tendrás
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20Decid entre las gentes: ¡El Señor guntaste diciendo: “Señor, ¿Quién
es Rey! (Ídem: 10) es él que Te entregará? y como eres
21Por toda la tierra se adivinan los amado Suyo Oh glorioso, por el
rasgos. Y sus giros hasta el confín pan te lo reveló claramente. Por
del mundo. (Salmo 18 “19”: 4) consiguiente, te has devenido en
22Entre ellos Sus Señales Anuncia- confiado de los Misterios Inefables
das. (Salmo 104 “105”: 27) y enseñas en todas las regiones,
23Y las tierras les dio de las nacio- acerca de la Encarnación del Verbo.
nes; El trabajo de las gentes here- Intercede, pues, ante Cristo Dios
daron. (Ídem: 44) que otorgue el perdón de las trans-
24Dios se levanta en la asamblea gresiones a los que con anhelo ce-
divina; En medio de los dioses lebran tu santa conmemoración.
juzga. Gloria… Ahora… - Mismo Tono
(Salmo 81 “82”: 1) Para la Soberana Madre de Dios
25¡Rendid al Señor, hijos de Dios,
A Ti suplico Oh Santísima Vir-
rendid al Señor, gloria de Su
gen Madre de Dios: Sana las dolen-
Nombre. (Salmo 28 “29”: 1 - 2)
26Él somete a nuestro yugo los pue-
cias de mi alma miserable y
otórgame el perdón de los delitos,
blos, y a las gentes bajo nuestros
que he cometido con necedad; Pro-
pies. (Salmo 46 “47”: 4)
27Grande es nuestro Señor, y de
fanando mi alma y cuerpo yo mise-
rable, Pues, ¡Ay de mí! ¿Qué haré
gran fuerza. (Salmo 146 “147”: 5)
28Él es Quien da poder y fuerza a
en aquella hora, cuando los ángeles
separan mi alma de mi desgraciado
Su pueblo. ¡Bendito sea Dios! (Salmo
67 “68”: 36) cuerpo? Entonces, sé para me una
ayuda y ferviente auxiliadora, por-
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
que Te he tomado por mi esperan-
Santo. Ahora y siempre y por los siglos
de los siglos. Amén. za, yo Tu siervo.
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Ti, EL ANÁVTEMI
Oh Dios (Tres veces) Oh Dios nuestro y El Anávtemi es de la Primera Antífona del
Esperanza nuestra, Gloria a Ti. Tono Cuarto de la Resurrección.
Después del Poliólion, PEQUEÑA LETANÍA y la Desde mi juventud muchas
TERCERA KATÍSMATA - Tono Octavo pasiones han batallado contra mí,
Cuando te recostaste en el Pe- pero Tú, Oh Salvador, Sostenme y
cho de Jesús y llegaste a la intimi- sálvame. Se repite
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ñor, escuchaste del Creador: “Mu- 6- Alabadle con címbralos sonoros, ala-
jer, ¡Ahí tienes a tu hijo!” Y también badle con címbalos de aclamación.
¡Todo cuanto respira alabe al Señor!
dijo al discípulo: “¡Ahí tienes a tu (Ídem. 5 - 6)
madre!”. Pues junto a él, todos Te Cuando te recostaste en el Pe-
alabamos, Oh Purísima Madre de cho, Oh tú de mucho mérito Juan,
Dios. absorbiste de la Sabiduría las aguas
EL AÍNOS de la oratoria de la Divinidad, y
“Las Alabanzas” saciaste al mundo del conocimiento
Serán retenidos Cuatro Stíjos y serán cantados
de la Trinidad; Secaste la mar de la
los siguientes Cuatro Prosómios incredulidad, deviniéndose en pilar
Tono Octavo y en una nube viva, guiándonos
¡Todo cuanto respira alabe al Señor! (Sal- hacia la herencia celestial.
¡Alabad al Señor desde los cielos;
mo 150: 6)
7- ¡Levántate, Señor, alza Tu Mano, Oh
Alabadle en las alturas! (Salmo 148: 1) A Ti
Dios! ¡No Te olvides de los desdichados!
se debe la alabanza, Oh Dios. (Salmo 64 ‘65’ (Salmo 10: 12)
2)
Con los cánticos espirituales,
¡Alabadle, ángeles Suyos todos; todas
Sus huestes, alabadle! (Salmo 148: 2) A Ti se
alabemos a la flor de la virginidad,
debe la alabanza, Oh Dios. (Salmo 64 ‘65’ 2) el tabernáculo recibidor de las vir-
1- Esta gloria es para todos Sus justos. tudes honorables, el instrumento
2- Alabad a Dios en Su Santuario, de la Sabiduría, la cámara del Espí-
alabadle en el firmamento de Su Fuerza. ritu, la boca de la Gracia portadora
(Salmo 150: 1)
de la luz y el ojo muy iluminado de
3- Alabadle por Sus Grandes Hazañas, la Iglesia; Es decir a Juan el minis-
alabadle por Su Inmensa Grandeza. (Ídem.
2) tro de Cristo.
4- Alabadle con clangor de cuernos, 8- Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
alabadle con arpa y con citara. (Ídem. 3) cantaré todas Tus Maravillas.
5- Alabadle con tamboril y danza, Has brillado en el mundo pre-
alabadle con laúd y flauta. (Ídem: 4 - 5) dicando la Fuente de las bondades,
Apareciste, Oh bienaventurado el Reino inconmovible, la vida eter-
lleno de sabiduría Juan, amado más na, la indescriptible alegría, el gozo
que todos los discípulos por el Ver- de la contemplación divina y los
bo, Que todo lo conoce y el Juez del Dones de Cristo otorgados con
mundo con la Justa balanza. Y con abundancia, los que superan las
las hermosuras de la pureza y la mentes y pensamientos de los hom-
virginidad, fuiste iluminado de bres. Oh maravilloso Evangelista
cuerpo y de mente, Oh bienaventu- hijo del trueno.
rado de Dios. Gloria… - Tono Octavo
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