Adopcion en Mex
Adopcion en Mex
Adopcion en Mex
La adopción como la conocemos hoy se ha ido configurado a través de los tiempos. Varias
han sido las civilizaciones que la reconocieron y utilizaron, uno de los antecedentes más
remotos lo encontramos en la antigua civilización egipcia, incluso en el Imperio Romano
de Justiniano (527 – 565 d. C.) se establecieron dos clases de adopción: adoptio plena,
cuando el adoptado ingresaba como un nuevo miembro de la familia con todos los
derechos y obligaciones; y la adoptio minus plena, que no desliga al adoptado de su propia
familia. Algo muy similar a lo que hasta hoy en día en algunos estados de la república se
conoce como Adopción Plena y Adopción Simple respectivamente.
En México, la figura no fue regulada claramente sino hasta 1917, cuando el presidente
Venustiano Carranza promulgó la Ley sobre Relaciones Familiares, señalando en su
artículo 20 que “Adopción es el acto legal por el cual una persona mayor de edad, acepta a
un menor como hijo, adquiriendo respecto de él, todos los derechos que un padre tiene y
contrayendo las responsabilidades que el mismo reporta, respecto de la persona de un
hijo natural”, sin embargo la adopción reconocida por esta ley no establecía relaciones de
parentesco entre el adoptado y la familia del adoptante.
El Código Civil para el Distrito y Territorios Federales en Materia Común y para toda la
República en Materia Federal de 1928 incluyó ya la figura de la adopción. Sin embargo,
prevalecía una tendencia que hoy consideraríamos un tanto denigrante hacia quienes
adoptaban y hacia los que eran adoptados. Esta legislación sufrió varias modificaciones a
lo largo de los años, pero es hasta 1970 se permite a los adoptantes dar el nombre a los
adoptados.
El hecho de que sea facultad exclusiva de los estados de la república, el legislar sobre esta
materia, se ha traducido en más de 30 leyes diferentes vigentes en el país que regulan la
misma figura, en adición a esto, el procedimiento se ventila ante distintas instancias de
gobierno municipales y estatales, adicionalmente cuando se trata de adopciones
internacionales interviene también la autoridad federal, sin contar que también habrá que
acudir al juez de lo familiar, lo cual implica que en su conjunto y si no se cuenta con la
asesoría adecuada, podría tardar más de lo que muchas personas estarían dispuestas a
esperar, dando pie al abandono del procedimiento o a hacerlo por medios contrarios a la
ley, aun cuando en muchos casos la finalidad es genuinamente humanista.
Si bien es verdad que algunos de los requisitos de fondo pueden variar, como el caso de
los matrimonios entre personas del mismo sexo, que en el Distrito Federal está permitido
y en el resto del país no, lo cierto es que existen varios esfuerzos en México por unificar
criterios a efecto de facilitar el procedimiento de la adopción. A diferencia de otras
épocas, el enfoque que se le da a la adopción hoy en día es el de buscar proteger el
interés superior del niño y bajo este principio se han regido los cambios que se han dado a
lo largo y ancho de la república, que esperamos culminen en una armonización y
unificación clara en este procedimiento, que se traduzca al final del día, en menos niños
sin hogar y más niños con posibilidades de una vida mejor, niños con esperanza.