Manual para Sociedad de Socorro

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Sociedad de Socorro
Tomado del Manual General de la Iglesia
Sociedad de Socorro
9.1

Propósito y organización
La Sociedad de Socorro ayuda a los hijos de Dios a prepararse para volver a Su
presencia. Como hijas de padres celestiales, las miembros de la Sociedad de
Socorro “explica[n] las Escrituras”, “exhorta[n] a la iglesia”, elevan los corazones
y se “adhi[eren] a los convenios que ha[n] hecho” (Doctrina y Convenios 25:7, 13).

9.1.1
Propósito
La Sociedad de Socorro es una organización divinamente instituida para todas las
mujeres adultas de la Iglesia. El profeta José Smith enseñó que el propósito de la
Sociedad de Socorro es salvar almas y aliviar el sufrimiento, y declaró que la
Iglesia de Jesucristo no estaba plenamente organizada hasta que las hermanas se
hubieron organizado de esa manera.
Las miembros de la Sociedad de Socorro trabajan juntas para ayudar a llevar a
cabo la obra de salvación y exaltación. Prestan servicio a los demás, cumplen con
las responsabilidades de sus convenios, cultivan la unidad y aprenden y viven la
doctrina.
El lema de la Sociedad de Socorro es: “La caridad nunca deja de ser” (1 Corintios
13:8). Este lema se refleja en el sello de la Sociedad de Socorro.

9.1.2
Las miembros de la Sociedad de Socorro
La Sociedad de Socorro es una hermandad que dura toda la vida. Todas las
hermanas adultas, a partir de los dieciocho años, son miembros de la Sociedad de
Socorro. Son miembros, aunque no puedan asistir a las reuniones de la Sociedad
de Socorro.
Una joven puede empezar a asistir a la Sociedad de Socorro al cumplir dieciocho
años. Ella consulta con sus padres y con el obispo en cuanto al momento en que
deba hacerlo. Al cumplir diecinueve años, o si se marcha de casa, por ejemplo,
para ir a la universidad o servir en una misión, ella debe participar en la Sociedad
de Socorro.
Las mujeres casadas menores de dieciocho años también son miembros de la
Sociedad de Socorro.
Para obtener información sobre los padres y las madres menores de dieciocho años
que no están casados, véase 38.1.5.
9.1.3

Adaptar a las necesidades locales


Algunos barrios cuentan con un número muy grande de mujeres adultas activas.
En esos barrios, el obispo y el presidente de estaca pueden autorizar la organización
de más de una Sociedad de Socorro de barrio. Cada Sociedad de Socorro tiene su
propia presidencia. Si es posible, cada Sociedad de Socorro debería tener
miembros de diversas edades y experiencia.
9.2

Participar en la obra de salvación y exaltación

Dios invita a todos a venir a Cristo y a participar en la obra de salvación y


exaltación de las maneras siguientes:
 Vivir el evangelio de Jesucristo.
 Cuidar de los necesitados.
 Invitar a todos a recibir el Evangelio.
 Unir a las familias por la eternidad.
Las líderes de la Sociedad de Socorro planifican las reuniones dominicales, las
actividades, la ministración, el servicio y otras interacciones con el fin de ayudar a
las mujeres a participar en la obra de salvación y exaltación. Los miembros de la
Sociedad de Socorro y del cuórum de élderes trabajan en unidad para llevar a cabo
esta obra.
Para obtener más información acerca de la obra de salvación y exaltación, estudie
el capítulo 1.

9.2.1
Vivir el evangelio de Jesucristo
Las líderes de la Sociedad de Socorro dan apoyo a los miembros para que vivan el
evangelio de Jesucristo. Hacen hincapié en el ejercicio de la fe, el arrepentimiento,
el aumento de la autosuficiencia y la realización de convenios con Dios por medio
de la recepción de ordenanzas. Entre estas ordenanzas se incluye la investidura en
el templo, véase 1.2.1.
9.2.1.1
El aprendizaje del Evangelio en el hogar
Cuando los miembros aprenden y viven el Evangelio en su hogar, se profundiza su
conversión al Padre Celestial y a Jesucristo. Las líderes de la Sociedad de Socorro
animan a las hermanas a estudiar las Escrituras y las palabras de los profetas
vivientes, individualmente y con su familia. Ven, sígueme — Para uso individual
y familiar y otros recursos pueden complementar su estudio.
Las noches de hogar son un medio importante de aprender el Evangelio en el hogar.
Por lo general, se llevan a cabo todas las semanas, el domingo, el lunes por la noche
o en otro momento. Podrían incluir oraciones, estudio del Evangelio, testimonios,
cantos y actividades divertidas.
9.2.1.2
El aprendizaje del Evangelio en las reuniones de la Sociedad de
Socorro

La Sociedad de Socorro se reúne los domingos con los fines siguientes:


 Fortalecer la fe.
 Crear unidad.
 Fortalecer las familias y los hogares.
 Hacer planes para ayudar a llevar a cabo la obra de salvación y exaltación.
Las reuniones tienen lugar el segundo y el cuarto domingo del mes y duran
50 minutos. La presidencia de la Sociedad de Socorro planifica estas reuniones y
una miembro de la presidencia las dirige.
La reunión comienza con la presentación de asuntos por parte de una miembro de
la presidencia. Por ejemplo, las hermanas podrían deliberar en consejo sobre
aspectos de cómo llevar a cabo la obra de salvación y exaltación. Luego se debe
dedicar suficiente tiempo a la enseñanza del Evangelio y a su análisis de forma
significativa.
Las reuniones de la Sociedad de Socorro se centran en temas de uno o más
discursos de la conferencia general más reciente. La presidencia de la Sociedad de
Socorro, con espíritu de oración, selecciona los mensajes que se vayan a analizar
de acuerdo con las necesidades de las hermanas. Se pueden cantar himnos para
reforzar una lección. Las reuniones deben finalizar con una oración.
Para obtener más información, véase ComeFollowMe.ChurchofJesusChrist.org.
9.2.1.3
Las actividades

Las presidencias de la Sociedad de Socorro pueden planificar actividades. Dichas


actividades fortalecen a las hermanas y les brindan oportunidades de servir juntas.
En su mayor parte, las actividades no se llevan a cabo los domingos ni los lunes
por la noche.
La presidenta de la Sociedad de Socorro supervisa esas actividades y puede pedir
a una consejera o a otra hermana que tome la iniciativa para planificarlas y llevarlas
a cabo (véase 9.3.4). Las presidencias analizan las actividades con el obispo como
parte de su planificación.

9.2.2
Cuidar de los necesitados

Como seguidoras de Jesucristo, las hermanas tienen la responsabilidad de extender


la mano con amor a las personas necesitadas. De forma individual y como Sociedad
de Socorro, buscan formas de servir a otras personas del barrio y de la comunidad.
Allí donde esté disponible, SirveAhora.org brinda oportunidades de servicio en la
comunidad.
Para obtener más información sobre la forma en que los miembros de la Sociedad
de Socorro y del cuórum de élderes cuidan de los necesitados, véase 22.6.2.

9.2.2.1
La ministración

Ministrar es cuidar de los demás como el Salvador lo haría. Las hermanas reciben
asignaciones de ministración de la presidencia de la Sociedad de Socorro. Para
obtener más información, véase el capítulo 21.

9.2.2.2
Las necesidades a corto plazo

Las hermanas ministrantes procuran entender las necesidades de las personas a


quienes sirven y responder a esas necesidades. Los miembros podrían necesitar
ayuda a corto plazo cuando ocurren enfermedades, nacimientos, fallecimientos,
pérdida de trabajo y otras circunstancias.
Cuando es necesario, las hermanas ministrantes piden ayuda a la presidencia de la
Sociedad de Socorro. La presidencia puede recomendar que se llame a una
coordinadora de servicio para que organice esta labor (véase 9.3.4).
La Sociedad de Socorro y el cuórum de élderes coordinan los esfuerzos para tratar
las necesidades a corto plazo (véase 22.3.2). El obispo podría proporcionar ayuda
mediante ofrendas de ayuno, si fuera necesario.
En algunos lugares, los obispos tienen la opción de proporcionar a los miembros
necesitados un pedido del obispo de alimentos y otros artículos básicos. Por lo
general, el obispo asigna a la presidenta de la Sociedad de Socorro que se reúna
con los miembros y llene el formulario de pedido. Sin embargo, también podría
asignar al presidente del cuórum de élderes. Si la presidenta o el presidente no
estuvieran disponibles, se podría asignar a una consejera de la Sociedad de Socorro
o a un consejero del cuórum de élderes. Una vez llenado, el líder asignado presenta
el formulario al obispo para que lo apruebe.
Para obtener más información, véanse 22.6.2 y “Recursos de bienestar” en Fuentes
de recursos para líderes y secretarios.

9.2.2.3
Las necesidades a largo plazo y la autosuficiencia

Bajo la coordinación del obispo, las presidencias de la Sociedad de Socorro y del


cuórum de élderes ayudan a los miembros con sus necesidades a largo plazo y la
autosuficiencia. Enseñan principios de autosuficiencia temporal y espiritual.
Véanse el capítulo 22 y “Autosuficiencia” en la aplicación Biblioteca del
Evangelio.
Si una persona o una familia necesitaran ayuda, la presidenta de la Sociedad de
Socorro y el presidente del cuórum de élderes deliberan en consejo, bajo la
coordinación del obispo, sobre cómo ayudar (véase 22.4.3).
La presidenta de la Sociedad de Socorro, el presidente del cuórum de élderes u otro
líder ayudan a la persona o la familia a elaborar un Plan de autosuficiencia. Las
hermanas o los hermanos ministrantes también pueden ayudar con el plan. Con
frecuencia, otros miembros de la Sociedad de Socorro o del cuórum de élderes
tienen habilidades o experiencias que pueden servir de ayuda. Todas las personas
que ayudan tratan la información de manera confidencial. Para obtener más
información, véanse 22.3.3 y 22.8.
9.2.2.4
Cuando un miembro del barrio fallece

Cuando fallece un miembro del barrio, las presidencias de la Sociedad de Socorro


y del cuórum de élderes brindan consuelo y ayuda. Bajo la guía del obispo, pueden
ayudar con el funeral.
Siempre que sea posible, las miembros investidas que fallezcan son sepultadas o
cremadas con la ropa del templo puesta. El esposo o una pariente que haya recibido
la investidura pueden vestir a la difunta. Si no hay una pariente disponible, o si la
hay, pero prefiere no hacerlo, el obispo puede pedirle a la presidenta de la Sociedad
de Socorro que invite a una hermana que haya recibido la investidura para vestir a
la fallecida o para supervisar el proceso. Para obtener más información,
véase 38.5.8.
Después del funeral, las presidencias de la Sociedad de Socorro y del cuórum de
élderes, los hermanos y las hermanas ministrantes y otras personas continúan
brindando consuelo y ayuda.
9.2.3
Invitar a todos a recibir el Evangelio

Las miembros de la Sociedad de Socorro tienen la responsabilidad de invitar a


todos a recibir las bendiciones del evangelio de Jesucristo (véase Mosíah 18:9). Lo
hacen al compartir el Evangelio, al fortalecer a los miembros nuevos y al tender la
mano a las personas menos activas.
En las reuniones de presidencia y de la Sociedad de Socorro, la presidencia de la
Sociedad de Socorro analiza las formas en que las hermanas pueden invitar a todos
a recibir las bendiciones del Evangelio.
La presidenta de la Sociedad de Socorro asigna a una miembro de la presidencia a
ayudar a dirigir la obra misional de los miembros en el barrio, quien trabaja con el
miembro asignado de la presidencia del cuórum de élderes para coordinar esa labor
(véase 23.5.1).
La miembro asignada de la presidencia de la Sociedad de Socorro participa en
reuniones de coordinación para coordinar cómo invitar a todos a recibir las
bendiciones del Evangelio. El líder misional del barrio, quien podría ser un
miembro de la presidencia del cuórum de élderes, dirige las reuniones de
coordinación semanales. El propósito de estas reuniones es coordinar cómo invitar
a todos a recibir las bendiciones del Evangelio. Asimismo, participan los
misioneros de barrio, un ayudante del cuórum de presbíteros, una miembro de la
presidencia de la clase de las jóvenes mayores de las Mujeres Jóvenes y los
misioneros de tiempo completo.
9.2.4
Unir a las familias por la eternidad

Las miembros de la Sociedad de Socorro dan apoyo a los miembros en la obra de


unir a las familias por la eternidad. Esto comprende:
 Hacer convenios con Dios al recibir ordenanzas, incluso la investidura en el
templo.
 Hacer la obra del templo y de historia familiar (véase 1.2.4).
En las reuniones de presidencia y de la Sociedad de Socorro, la presidencia de la
Sociedad de Socorro analiza las formas en que las hermanas pueden participar en
esta labor.
La presidencia anima a las hermanas a aprender acerca de su historia familiar y
acerca de los convenios y las ordenanzas del templo. También insta a las hermanas
a asistir al templo con regularidad, cuando sea posible.
La presidenta de la Sociedad de Socorro asigna a una miembro de la presidencia a
ayudar a dirigir la obra del templo y de historia familiar en el barrio, quien trabaja
con el miembro asignado de la presidencia del cuórum de élderes para coordinar
esa labor (véase 25.2.2).
La miembro asignada de la presidencia de la Sociedad de Socorro participa en
reuniones de coordinación para coordinar la obra del templo y de historia familiar.
Estas reuniones tienen lugar con regularidad. El líder de templo e historia familiar
de barrio, que puede ser un miembro de la presidencia del cuórum de élderes, dirige
las reuniones de coordinación de templo e historia familiar (véase 25.2.7).
Asimismo, participan un ayudante del cuórum de presbíteros, una miembro de la
presidencia de la clase de las jóvenes mayores de las Mujeres Jóvenes y los
consultores de historia familiar.
9.3

Las líderes de la Sociedad de Socorro


9.3.1
El obispo

Por lo general, el obispo se reúne con la presidenta de la Sociedad de Socorro todos


los meses. Hablan de la obra de salvación y exaltación, incluso el servicio de las
hermanas ministrantes. Asimismo, analizan (1) el progreso y las necesidades de
las hermanas del barrio; y (2) las reuniones, la instrucción y las actividades de la
Sociedad de Socorro.

9.3.2

La presidencia de la Sociedad de Socorro

9.3.2.1
Llamar a una presidencia de la Sociedad de Socorro

El obispo llama a una mujer para que preste servicio como presidenta de la
Sociedad de Socorro de barrio. Si la unidad es lo suficientemente grande, ella
recomienda al obispo a una o dos mujeres para que presten servicio como sus
consejeras. El obispado considera su recomendación y extiende los llamamientos.
Un miembro del obispado presenta a las miembros de la presidencia en una reunión
sacramental para un voto de sostenimiento. El obispo aparta a la presidenta de la
Sociedad de Socorro; un miembro del obispado aparta a sus consejeras.
En una reunión de la Sociedad de Socorro, el obispo o uno de sus consejeros
presenta a las hermanas llamadas a desempeñar otros llamamientos de la Sociedad
de Socorro para que se exprese un voto de sostenimiento, véanse 9.3.3 y 9.3.4.
Es posible que algunas unidades pequeñas no tengan presidenta de las Mujeres
Jóvenes o de la Primaria. En esas unidades, la presidenta de la Sociedad de Socorro
podría ayudar a los padres a planificar la instrucción de los jóvenes y los niños.
9.3.2.2
Responsabilidades

La presidenta de la Sociedad de Socorro tiene las responsabilidades siguientes y


sus consejeras la ayudan.
 Prestar servicio en el consejo de barrio. Presta servicio (1) como miembro del
consejo que ayuda a tratar las necesidades del barrio y buscar soluciones; y
(2) como representante de la Sociedad de Socorro (véase 7.6.1).
 Dirigir los esfuerzos de la Sociedad de Socorro para participar en la obra de
salvación y exaltación (véase el capítulo 1).
 Organizar y supervisar el servicio de las hermanas ministrantes. Coordinar las
asignaciones de ministración con la presidencia del cuórum de élderes, con quienes
se reúnen, como mínimo, cada trimestre. Procurar la aprobación del obispo para
las asignaciones de ministración. Realizar entrevistas de ministración, como
mínimo, cada trimestre, véase el capítulo 21.
 Bajo la guía del obispo, deliberar en consejo con los miembros adultos del barrio.
Solo el obispo delibera en consejo con los miembros del barrio sobre asuntos
relativos a la dignidad, el abuso o maltrato y la aprobación para usar fondos de las
ofrendas de ayuno, véase Recursos para orientar.
 Con la presidencia del cuórum de élderes, ayudar a dirigir los esfuerzos del barrio
para invitar a todos a recibir las bendiciones del Evangelio (véanse 8.2.3 y 9.2.3).
 Con la presidencia del cuórum de élderes, ayudar a dirigir la obra del templo y de
historia familiar en el barrio (véanse 8.2.4 y 9.2.4).
 Coordinar la labor de la Sociedad de Socorro para fortalecer a las hermanas jóvenes
adultas del barrio, tanto las solteras como las casadas (véase 14.3.3.2).
 Reunirse con cada miembro de la Sociedad de Socorro individualmente, al menos
una vez al año. Analizar el bienestar de la hermana y de su familia.
 Enseñar a las hermanas las responsabilidades de sus convenios.
 Supervisar y ayudar a mejorar la enseñanza en la Sociedad de Socorro (véase
el capítulo 17).
 Planificar y dirigir las reuniones de la Sociedad de Socorro.
 Supervisar las actividades de la Sociedad de Socorro (véase 9.2.1.3).
 Ayudar a las jóvenes a prepararse para participar en la Sociedad de Socorro
(véase 9.4).
 Supervisar los registros, los informes y las finanzas de la Sociedad de Socorro
(véase LCR.ChurchofJesusChrist.org). Una secretaria podría ayudar en esta labor
(véase 9.3.3).
La presidencia de la Sociedad de Socorro de estaca enseña a la presidencia de la
Sociedad de Socorro de barrio acerca de estas responsabilidades. Podría hacerlo
durante las reuniones de líderes de estaca y al asistir a las reuniones de la
presidencia de la Sociedad de Socorro de barrio (véase 29.3.4).
Por medio de su servicio, la presidenta de la Sociedad de Socorro de barrio brinda
apoyo al obispo para que él pueda enfocarse en los jóvenes y en sus
responsabilidades singulares.

9.3.2.3
La reunión de la presidencia

La presidencia de la Sociedad de Socorro y la secretaria se reúnen con regularidad.


La presidenta dirige estas reuniones. La agenda podría incluir los puntos
siguientes:
 Planificar las formas de fortalecer a las hermanas y sus familias.
 Planificar las formas de llevar a cabo la obra de salvación y exaltación.
 Coordinar la obra misional y la obra del templo e historia familiar.
 Responder al consejo y las asignaciones del obispo.
 Responder a las asignaciones de las reuniones del consejo de barrio.
 Con espíritu de oración, meditar sobre las asignaciones de ministración.
 Revisar la información de las entrevistas de ministración. Planificar formas de
determinar los puntos fuertes y ayudar a satisfacer las necesidades (véase
el capítulo 21).
 Considerar a hermanas para que presten servicio en llamamientos y asignaciones
de la Sociedad de Socorro.
 Planificar las reuniones y actividades de la Sociedad de Socorro.
9.3.3
La secretaria

La presidencia de la Sociedad de Socorro puede recomendar a una hermana para


que preste servicio como secretaria de la Sociedad de Socorro. Un miembro del
obispado la llama, la presenta para un voto de sostenimiento en una reunión de la
Sociedad de Socorro y la aparta.
Entre las responsabilidades de la secretaria se podrían encontrar las siguientes:
 Preparar la agenda de las reuniones de presidencia y de las reuniones de la
Sociedad de Socorro.
 Tomar notas en las reuniones y llevar un registro de las asignaciones.
 Programar las entrevistas de ministración (véase 21.3).
 Preparar y presentar informes trimestrales de asistencia y del número de entrevistas
de ministración realizadas.
 Ayudar a preparar un presupuesto anual y llevar un registro de los gastos
(véase 34.7).

9.3.4
Llamamientos adicionales

Los llamamientos adicionales siguientes podrían resultar útiles. El obispo y la


presidenta de la Sociedad de Socorro analizan si son necesarios o no.
 Maestras de la Sociedad de Socorro para que enseñen en las reuniones dominicales.
 Una coordinadora de servicio para que ayude a planificar y llevar a cabo el servicio
a las personas necesitadas (véase 9.2.2.2). También se podría llamar a ayudantes y
miembros del comité.
 Una coordinadora de actividades para que ayude a planificar y llevar a cabo las
actividades de la Sociedad de Socorro (véase 9.2.1.3). También se podría llamar a
ayudantes y miembros del comité.
 Secretarias auxiliares para que ayuden a la secretaria de la Sociedad de Socorro.
 Secretarias de ministración para que organicen las entrevistas de ministración y
ayuden a preparar los informes trimestrales.
Si se necesitaran estos u otros llamamientos, la presidencia de la Sociedad de
Socorro recomienda a hermanas para que presten servicio y presenta esas
recomendaciones al obispado. Si el obispado las aprueba, un miembro del obispado
llama a las hermanas, las presenta para un voto de sostenimiento en una reunión
de la Sociedad de Socorro y las aparta.
Según resulte necesario, la presidencia de la Sociedad de Socorro podría asignar a
hermanas para que ayuden con las labores de la Sociedad de Socorro de otros
modos. No es necesario que se llame ni aparte a las hermanas que tengan
asignaciones a corto plazo.

9.4

Ayudar a las mujeres jóvenes a prepararse para


participar en la Sociedad de Socorro

La presidencia de la Sociedad de Socorro trabaja con las jóvenes, sus padres y las
líderes de las Mujeres Jóvenes con el fin de ayudar a las jóvenes a prepararse para
participar en la Sociedad de Socorro.
Asimismo, las líderes proporcionan continuamente oportunidades para que las
jóvenes y las hermanas de la Sociedad de Socorro entablen vínculos. El servicio
conjunto como hermanas ministrantes es una forma valiosa de establecer
conexiones.
Las líderes ayudan a las jóvenes a entender las responsabilidades de sus convenios.
Cuando se considere útil que una joven ministre a una hermana en particular, se la
podría asignar como hermana ministrante, siempre que esté dispuesta y sea capaz
y madura. Se le podrá extender la asignación a partir del año en que cumpla catorce
años. Las jóvenes sirven como compañeras de las hermanas de la Sociedad de
Socorro (véase 21.2.2).
Cuando las jóvenes adultas se unen a la Sociedad de Socorro, la presidencia de la
Sociedad de Socorro les da oportunidades de servir y compartir sus fortalezas.
Asimismo, la presidencia las ayuda a prepararse para hacer y cumplir convenios
sagrados en el templo (véase 27.1.1).

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