Bibliodiversidad, Modelo Editorial en Chile
Bibliodiversidad, Modelo Editorial en Chile
Bibliodiversidad, Modelo Editorial en Chile
C 2017 Southeastern Council on Latin American Studies and Wiley Periodicals, Inc.
DOI: 10.1111/tla.12104 93
The Latin Americanist, March 2017
94
Nancy Tille-Victorica
95
The Latin Americanist, March 2017
96
Nancy Tille-Victorica
97
The Latin Americanist, March 2017
98
Nancy Tille-Victorica
anticipos ofrecidos por estos grupos, mucho más altos que los que podían
pagar las editoriales nacionales como Cuarto Propio, y también por la
promesa, a menudo incumplida, de publicación de los libros en el conti-
nente latinoamericano y en España” (34). Pedro Lemebel y Diamela Eltit
por ejemplo, quienes al principio publicaron con Cuarto Propio y Edi-
ciones del Ornitorrinco respectivamente y a pesar de estar abiertamente
en contra de las nuevas políticas neoliberales introducidas por el régimen
militar, se asociaron al final con Planeta (Griffin Labor 15). Para el 2002, las
siete grandes editoriales multinacionales, a saber Santillana/Alfaguara,
Ediciones B, Random House-Mondadori, Planeta, Océano y Fernández de
Castro, controlaban casi el 80% del mercado editorial chileno. De sus pub-
licaciones, sólo el 20% de los títulos a la venta eran de producción chilena,
menos que durante la dictadura (Mertin y Schwermann 35). Estos gru-
pos se dedicaron también a comprar los catálogos de editoriales locales y
varias obras importantes publicadas por editoriales independientes bajo la
dictadura pasaron a ser propiedad de las multinacionales. En su estudio,
Griffin cita las novelas Lumpérica (1983) de Diamela Eltit y Silendra (1986)
de Elizabeth Subercaseaux, originalmente publicadas por las Ediciones del
Ornitorrinco y compradas por Casa de las Américas y Alfaguara en los
años 2000 (Labor 15).
Con el regreso a la democracia en 1990, se podría haber esperado un
auge del sector de la publicación de libros con la aparición posible de
varias nuevas editoriales. Sin embargo y como explica Paulo Slachevsky,
editor de LOM: “En Chile no se produjo el destape que se manifestó
en otros países que vivieron regímenes dictatoriales; no hubo por tanto
una explosión de curiosidad en casi ningún aspecto, tampoco hubo un
crecimiento explosivo en las publicaciones y lectores al final de la dic-
tadura” (n. pag.). En una entrevista, Vera menciona lo deprimente que
fue para ella la transición ya que muchas de las expectativas que se había
hecho para su editorial y para el mundo cultural no se cumplieron. Es-
peraba por ejemplo que el Estado estableciera una política cultural que
apoyara la lectura y la bibliodiversidad. Explica que, desgraciadamente,
en cuanto a la cultura, “todo se le entregó al mercado” (May n. pag.). Los
años de transición y el nuevo milenio son entonces periodos desafiantes
para las editoriales independientes chilenas. Por un lado se enfrentan a
un público local que, en parte por la censura y los cambios en la edu-
cación nacional impuestos por el régimen militar, se acostumbró a leer
muy poco,14 a un estado que todavía impone 19% de IVA al libro, una de
las tasas más altas del mundo, a unos espacios de venta escasos, y a unas
editoriales multinacionales que negocian superficies de venta para sus
bestsellers y otras publicaciones en librerías, grandes almacenes y super-
mercados y que, como explica Alejandro Herrero-Olaizola, buscan para el
lector contemporáneo “productos que puedan circular en amplios merca-
dos a pesar de su potencial etiquetado como locales o autóctonos, siempre
y cuando estos funcionen dentro de las dinámicas de la promoción del
multiculturalismo global” (291). Además, la situación no ha mejorado en
99
The Latin Americanist, March 2017
los últimos años ya que como deploró la revista cultural chilena Intemperie
en el 2014:
Agente de la bibliodiversidad
Frente a esta realidad, ¿qué publica Cuarto Propio hoy en día? ¿Cómo
cumple con sus funciones de difundir obras creativas y de reflexión crítica
desde y hacia la mujer y de promover la circulación de ideas, teorías y
literaturas, especialmente sobre género, dentro y fuera de Chile? ¿Qué
mecanismos económicos posibilitan hoy en día el trabajo de la editorial
dado que produce a pequeña escala y en círculos limitados? En primer
lugar, Vera sigue siendo la persona que decide qué libros editar y las pub-
licaciones de Cuarto Propio se dirigen en gran parte a un público selectivo
y fiel que como explica la directora “se compone principalmente de inves-
tigadores, jóvenes estudiantes, escritores, artistas, lectores y lectoras que
comparten el interés de nuestros enfoques” (Castro n. pag.). Es precisa-
mente este público más selecto el que busca incluir el proyecto editorial y
cultural de Cuarto Propio dentro del contexto regional e internacional ya
que esta editorial es uno de los pocos espacios de publicación de obras van-
guardistas en términos de la discusión de género, la homosexualidad, la
poesía, los estudios culturales y el análisis literario en el ámbito intelectual
y académico de habla española en las Américas.
100
Nancy Tille-Victorica
101
The Latin Americanist, March 2017
en América Latina (2003) de Julio Ramos, Tramas del mercado (2007) de Luis
Cárcamo-Huechante e Inscripciones críticas (2014) de Mabel Moraña, es
un aporte irrefutable a los esfuerzos de diálogos y debates sobre diversos
temas de fuerte gravitación en la escena sociocultural chilena y latinoamer-
icana.
Se fomenta igualmente el diálogo con obras y autores internacionales a
través de la publicación de una variedad de géneros y textos relacionados
con los temas predilectos de la editorial. Algunos ejemplos incluyen las
novelas El columpio del Rey Spencer de la escritora cubana Marta Rojas y la
segunda edición de La Rompiente de la argentina Reina Roffé, el conjunto de
ensayos Marcar diferencias, cruzar fronteras de Jean Franco, las traducciones
de Un cuarto propio de Virginia Woolf y Sentido y sinsentido de la rebeldía de
Julia Kristeva. Finalmente, en los últimos años, la editorial se ha esforzado
en diversificar su catálogo al publicar obras que se dirigen a un público
más amplio en colecciones tales como Artes Escénicas y Audiovisuales,
Camino de la conciencia, e Infantil y Juvenil.
En segundo lugar, en cuanto a la difusión y la distribución de sus pub-
licaciones, Cuarto Propio concentra sus esfuerzos en llegar a sus públicos
objetivo. Algunas de sus estrategias de venta siguen modelos tradicionales
usados por las grandes editoriales internacionales como por ejemplo la
venta directa a través de su propia página web, reseñas en revistas espe-
cializadas y la participación en las ferias del libro de Chile y de otros países.
Otras estrategias sin embargo le permiten a la editorial desarrollar su in-
terés en crear un espacio cultural independiente más amplio y significativo
que fomenta el diálogo, la bibliodiversidad y la lectura. Con frecuencia,
Vera participa en mesas de discusión, asiste a encuentros nacionales e in-
ternacionales como LASA, y recientemente abrió una librería en el centro
de Santiago con el objetivo de visibilizar no sólo la producción de Cuarto
Propio, sino la de otras pequeñas editoriales nacionales y regionales que
aumentan el registro creativo y de reflexión crítica. Finalmente, Cuarto
Propio expandió su catálogo y su función de mediadora cultural en los
últimos 15 años, al generar investigaciones propias “sobre todo acerca
del papel y el estado de las políticas culturales en dictadura y en la tran-
sición democrática” y al unirse a otras editoriales independientes en varios
países de la región para co-editar ciertas obras y distribuir sus publica-
ciones (Vera en Castro n. pag.). Asimismo, tres títulos de Cuarto Propio
fueron seleccionados para ser parte de los 400.000 maletines literarios que
fueron financiados por el gobierno de Michelle Bachelet y entregados en
el 2008 y el 2009 a escolares de familias indigentes, lo que generó fondos y
reconocimiento para la editorial.
En último lugar, es preciso resaltar el papel decisivo que la editorial
ha jugado como socio fundador de la Asociación de Editores de Chile
creada en el año 2000 para impulsar políticas del libro que resguarden el
desarrollo de propuestas independientes, un modelo que según Vera se
usó para organizaciones similares en el continente y luego como eje central
de la Asociación Internacional de Editores Independientes en el mundo
102
Nancy Tille-Victorica
Endnotes
1
Véase “Fundar la Asociación de Editores Independientes de Chile: una
estrategia de resistencia colectiva”(2013) de Constanza Symmes Coll, “Los
editores independientes y la constitución de un capital simbólico transna-
cional: condiciones sociales del ingreso de la diversidad cultural en Chile”
(2013) de Mauricio Bustamante Fajardo y Symmes Coll, y “El mercado
editorial chileno: entre la lógica del bestseller y la bibliodiversidad” (2004)
de Ray-Güde Mertin y Michaela Schwermann.
103
The Latin Americanist, March 2017
2
Véase The Labor of Literature: Democracy and Literary Culture in Modern Chile
(2016) y “Animita Cartonera: The Body and Soul of Literary Production
in Contemporary Chile” (2009) de Jane Griffin, y “La rumba y el rumbo:
Editoriales cartoneras y edición independiente en Latinoamérica” (2009)
de Jaime Vargas Luna.
3
En una entrevista en el 2011, el famoso editor André Schiffrin explicó
el concepto de “bibliodiversidad” y su aparición de la manera siguiente:
“There is an attempt to get the green idea of biodiversity to extend to
ideas – they call it ‘bibliodiversity.’ For instance, in Chile, around forty
independent publishers got together under that label about ten years ago,
and they have managed to preserve the necessary diversity of the edi-
torial output available to readers over there” (Pouliquen n. pag.). Cabe
mencionar también la definición de la editora Susan Hawthorne: “Bib-
liodiversity is the production of local and marginal knowledges out-
side the mainstream. The producers of bibliodiversity inhabit the mar-
gins: socially, politically and often geographically and linguistically”
(21).
4
De las editoriales “disidentes” que publicaron bajo dictadura, sólo Cuarto
Propio, Pehuén Editores y CESOC (Centro de Estudios Sociales) perdu-
raron en la transición a la democracia y siguen publicando hoy en día
(Griffin Labor 10).
5
Ya existían centros de estudios independientes tales como La Casa de
la Mujer La Morada, creada en 1983 por un grupo de mujeres cuyo ob-
jetivo era promover la organización y dar visibilidad a las propuestas
del feminismo, y el Centro de Estudios de la Mujer (CEM), fundado en
1984 por un grupo multidisciplinario de investigadoras en ciencias so-
ciales y económicas. Sin embargo, en 1993 el CIEG (Centro Interdisci-
plinario de Estudios de Género) de la Universidad de Chile fue el primer
centro académico del país dedicado exclusivamente a la investigación y
enseñanza de temas de género.
6
Según la Asociación Internacional de Editores Independientes, una ed-
itorial independiente es una editorial que no recibe fondos ni apoyo de
cualquier tipo de parte de instituciones tales como las agencias guberna-
mentales, los partidos políticos, las organizaciones religiosas, las grandes
corporaciones y las universidades (Hawthorne xi).
7
La censura previa era la censura materializada en la facultad de aprobar
o prohibir determinado material o expresión antes de hacerse público.
El bando militar 107 de 1977 por ejemplo “establece que solo el Jefe de
Zona de Emergencia puede autorizar la fundación, edición y circulación
de nuevas publicaciones” (Subercaseaux 201).
8
Esta tasa sólo ha bajado un 1% en los últimos 40 años. Hoy en día Chile
tiene uno de los IVA al libro más alto del mundo.
9
Después del golpe militar de 1973, el gobierno militar introdujo un nuevo
modelo económico basado en el libre mercado. Este plan económico cono-
cido hoy en día como neoliberalismo consistió en una reducción dramática
104
Nancy Tille-Victorica
Obras Citadas
Avelar, Idelber. Alegorías de la derrota: La ficción postdictatorial y el trabajo del
duelo. Santiago: Cuarto Propio, 1999. Impreso.
Berenguer, Carmen. A media asta. Santiago: Cuarto Propio, 1988. Impreso.
Brito, Eugenia. “Introducción”. Escribir en los bordes: Congreso Internacional
de Literatura Femenina Latinoamericana, 1987. Ed. Carmen Berenguer.
Santiago: Cuarto Propio, 1990. 7–10. Impreso.
Bustamante Fajardo, Mauricio, y Constanza Aída Symmes Coll. “Los edi-
tores independientes y la constitución de un capital símbolico transna-
cional: Condiciones sociales del ingreso de la diversidad cultural en
Chile.” Revista del Museo de Antropología 6.1 (2013): 91-106. Red. 23 mayo
2016.
Cáceres, Ana. Más allá del umbral. Santiago: Cuarto Propio, 1988. Impreso.
Cárcamo-Huechante, Luis E. Tramas del mercado: Imaginación económica,
cultura pública y literatura en el Chile de fines de Siglo veinte. Santiago:
Cuarto Propio, 2007. Impreso.
Casanova, Cecilia. Vesania. Santiago: Cuarto Propio, 1988. Impreso.
105
The Latin Americanist, March 2017
106
Nancy Tille-Victorica
107
The Latin Americanist, March 2017
Solimano, Andrés. Chile and the Neoliberal Trap. New York: Cambridge UP,
2012. Impreso.
Subercaseaux, Bernardo. Historia del libro en Chile. Santiago: LOM, 2010.
Impreso.
Subercaseaux, Elizabeth. Silendra. Santiago: Ediciones del Ornitorrinco,
1986. Impreso.
Symmes Coll, Constanza. “Fundar la Asociación de Editores Independi-
entes de Chile: una estrategia de resistencia colectiva”. Comunicación y
Medios 27 (2013): 129–146. Impreso.
Urriola, Marilú. Piedras rodantes. Santiago: Cuarto Propio, 1988. Impreso.
Vargas Luna, Jaime. “La rumba y el rumbo: Editoriales cartoneras y edición
independiente en Latinoamérica”. Akademia Cartonera: A Primer of Latin
American Cartonera Publishers. Ed. Ksenija Bilbija, and Paloma Celis
Carbajal. Madison: Parallel Press, 2009. 111–129. Impreso.
Vera, Marisol. “Desde LASA”. Debate Feminista 24.48 (2013): 187–
194. Impreso.
Woolf, Virginia. Un cuarto propio. Trad. Edmundo Moure y Marisol
Moreno. Santiago: Cuarto Propio, 1993. Impreso.
108