Mitología Griega
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2. EL REINADO DE URANO
A. Los hijos de Urano.
Urano se unió a su madre Gea y la fertilizó, engendrando a los Hecatonquiros, gigantes
de cien manos y de cincuenta caras: Giges, Coto y Briareo. Después tuvieron a los tres
Cíclopes, gigantes de un solo ojo que guardaban los secretos de la herrería: Brontes,
Estéropes y Arges. Horrorizado de los engendros que había parido Gea, Urano arrojó a
sus hijos al Tártaro, enorme abismo sito en lo más profundo de las entrañas terrestres.
Urano y Gea volvieron a unirse, engendrando a nuevos hijos: los Titanes y las
Titánides.
B. Titanes y Titánides.
Viviendo todos en el Monte Otris, Cronos (Tiempo) y Rea (Nacimiento) constituyeron la
pareja más joven e importante de dioses. Otras fueron las formadas por Océano (Mar
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B. Derrota de Urano.
Gea, que guardaba gran rencor hacia su hijo Urano por repudiar a sus primeros hijos,
incitó a los Titanes para que atacaran a su padre. Cronos, el más joven de todos, fue
armado por Gea con una hoz de pedernal y, mientras su padre Urano dormía, lo castró.
Cronos lanzó los testículos de su padre al mar, generando gran cantidad de espuma de
la que surgió la bella Afrodita (Amor), quien montada en una concha arribó en Chipre.
A su vez, la caída de gotas de sangre sobre Gea originó los Gigantes, habitantes de la
isla de Rodas; las Melíades (Ninfas de los fresnos) y las Erinias (Venganza humana),
diosas que castigan los delitos de sangre, los delitos morales y todas las infidelidades.
3. EL REINADO DE CRONOS
tuvo a Faetón. Ceo y Febe tuvieron a Asteria (Estrellas), madre de Hécate (Brujería); y
a Leto (Olvido), diosa del río infernal Leteo y madre junto a Zeus de Artemisa y Apolo.
4. LA CAÍDA DE LOS TITANES
A. Los hijos de Cronos.
Según avanzaba el reinado de Cronos, este se obsesionó con la profecía de Urano.
Primero, volvió a encerrar a los Hecatonquiros y a los Cíclopes en el Tártaro. Después,
conforme su esposa Rea paría, este fue devorando vivos a todos sus hijos, uno a uno.
En orden, nacieron Hestia (Hogar), Deméter (Agricultura), Hera (Matrimonio), Hades
(Inframundo) y Poseidón (Mares). A todos estos les siguió su último hijo, Zeus (Cielos).
B. La derrota de Cronos.
Tras parir a su último hijo en Arcadia, Rea entregó a Zeus en secreto a su madre Gea y
le dio a Cronos una piedra envuelta en pañales, la cual devoró engañado. Gea escondió
a su nieto en Creta, cuidado por la melíade Adrastea y por la náyade-cabra Amaltea,
quien lo amamantó y protegió junto a su hermano adoptivo, el dios-chivo Pan, ser de
origen incierto y dueño del don de la profecía. Jugando, Zeus le arrancó un cuerno a
Amaltea, siendo el origen de la Cornucopia o cuerno de la abundancia. Al descubrir
Cronos el engaño, buscó a Zeus por toda la Tierra, hallando a una oceánide con la que
copuló transformado en caballo, origen del centauro Quirón. Ya adulto, la oceánide
Metis ayudó a Rea a preparar una pócima que Zeus le hizo beber a Cronos, vomitando
a sus hermanos en orden descendente. Para conmemorar su triunfo, Zeus instituyó los
Juegos Olímpicos, origen de la ciudad de Olimpia. A su vez, este agradeció los cuidados
prestados por Amaltea transformándola en la constelación de Capricornio. Además,
por su ayuda prestada, Zeus se enamoró de Metis y la convirtió en su primera esposa.
C. La Titanomaquia.
La liberación de los hijos de Cronos inició la Titanomaquia, una larga guerra entre los
Dioses Olímpicos, liderados por Zeus desde el Monte Olimpo; y los Titanes, liderados
por Atlas desde el Monte Otris. Después de diez años de dura batalla, Gea aconsejó a
su nieto que liberase a los Cíclopes y a los Hecatonquiros del Tártaro. Agradecidos por
el gesto, los Cíclopes forjaron el casco de invisibilidad para Hades, el tridente para
Poseidón y el rayo para Zeus. Hades se hizo invisible y le robó a Cronos su guadaña, al
tiempo que Poseidón le despistaba con su tridente y Zeus lo remataba con su rayo. A
su vez, los Hecatonquiros arrojaron rocas al resto de Titanes hasta derrotarlos. Zeus
encerró a los Titanes en el Tártaro bajo la vigilancia de los Hecatonquiros, mientras que
a Atlas, por liderar a todos, le condenó a sujetar el firmamento encima de sus espaldas.
ayuda y, tras abrirle el cráneo con la ayuda de un hacha, de su interior surgió Atenea
(Sabiduría) con aspecto adulto y totalmente armada, mientras emitía un potente grito.
B. Encuentros extramatrimoniales.
Disuelto su primer matrimonio, Zeus mantuvo nuevas relaciones con otras diosas. Con
la titánide Temis engendró a las Horas (Orden Natural): Eunomía (Ley), Dice (Justicia) e
Irene (Paz); y con la oceánide Eurínome engendró a las Gracias o Cárites (Fertilidad):
Aglaya (Belleza), Eufrósine (Alegría) y Talia (Abundancia); las seis sirvientes de Afrodita.
Finalmente, con su hermana Deméter engendró a su hija Perséfone, esposa de Hades;
y con la titánide Mnemósine engendró a las nueve Musas (Inspiración): Calíope (Poesía
épica), Clío (Historia), Erató (Poesía lírica), Euterpe (Música), Melpómene (Tragedia),
Polimnia (Poesía sagrada), Talía (Comedia), Terpsícore (Danza) y Urania (Astrología).
5. EL REINADO DE ZEUS
A. Humanos de la Edad de Plata.
El inicio del reinado de Zeus puso fin a la Edad de Oro, por lo que los humanos creados
por Cronos fueron convertidos por el propio Zeus en espíritus protectores (démones) y
sustituidos por los humanos de la Edad de Plata. Zeus creó a hombres mortales, pero
que podían vivir hasta los cien años de edad. Y, aunque no se hacían entre sí la guerra,
estos mostraban ser pendencieros, ignorantes y jamás ofrecían sacrificios a los dioses.
A fin de educar a estos humanos, algunos dioses engendraron héroes que los guiasen.
Finalmente, Hermes engendró con una oceánide a Eleusis, el primer rey de Eleusis y
padre del rey Céleo, quien a su vez fue padre de los jóvenes Demofonte y Triptólemo.
D. La Gigantomaquia.
El rencor de los Gigantes contra Zeus por haber encerrado a sus hermanos los Titanes
en el Tártaro fue creciendo gradualmente, hasta que decidieron rebelarse e iniciar la
Gigantomaquia. Estos comenzaron a lanzar piedras contra el monte Olimpo hasta
crear una gran pirámide. Hera profetizó que sólo podría vencerlos un mortal con piel
de león. Zeus consultó a Atenea y esta dedujo que se trataba de Heracles, por lo que lo
fue a buscar mientras los gigantes escalaban la pirámide de rocas y entraban en el
monte Olimpo. Todos los dioses participaron en la lucha, excepto Hestia y Démeter,
que amantes de la paz, estaban aterradas. Mientras Heracles mataba con su maza al
líder gigante Alcioneo, Atenea aplastaba con una piedra al gigante Palas, por el que se
le conoce como Palas Atenea. el gigante Porfirión escaló la pirámide de rocas y saltó
sobre el Olimpo, estrangulando con sus manos a Hera. Eros hirió al gigante en el
hígado con una flecha, haciendo que este se enamorase de la diosa madre, rasgándole
sus vestiduras. Zeus defendió a su esposa derribando a Porfirión con un rayo, lo que
permitió a Heracles rematarlo de un flechazo. Mientras tanto, el gigante Efialtes venció
a Ares y le hizo arrodillarse, hasta que Apolo le hirió en su ojo izquierdo y Heracles lo
remató con otra flecha en el ojo derecho.
E. La Tifonomaquia.
Aunque Gea había ayudado a Zeus, esta entró en cólera al saber que había encerrado a
los Titanes en el Tártaro, por lo que liberó en venganza al monstruo Tifón. Todos los
Dioses Olímpicos tuvieron que huir a Egipto y a Mesopotamia, adoptando las formas
por las que son adorados en esas regiones. En concreto, Afrodita y Eros se escondieron
en el río Éufrates transformados en peces, artimaña que surtió efecto, por lo que Zeus
decidió conmemorarla creando en los cielos la constelación de Piscis.
- Afrodita: Zeus la dio en matrimonio a Hefesto, pero el verdadero padre de sus hijos
era Ares: Fobos, Deimos y Harmonía. Una noche, los amantes se quedaron dormidos,
Helios los pilló y se lo contó a Hefesto. Este forjó una red irrompible de bronce que
instaló en la cama y, fingiendo que se marchaba a Lemnos, su isla favorita, esperó a
que la pareja quedase enredada y llamó a todos los dioses, aunque las diosas se
negaron a ver desnuda a la pareja. Hefesto exigió a Zeus que le devolviese los regalos
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de boda, pero este se negó al estar disgustado de que aquel hubiese hecho pública la
infidelidad. Hermes confesó entre risas a Apolo que envidiaba ser Ares. Al final,
Hefesto liberó a Afrodita por estar locamente enamorado, huyendo Ares a Tracia y
renovando Afrodita en Pafos su virginidad en el mar. En agradecimiento, con Hermes
tuvo a Hermafrodito. Más tarde, Afrodita tuvo con Dionisos a Príapo, convertido por
Hera en un feo niño de enormes genitales. Zeus decidió humillar a Afrodita haciéndole
enamorarse del bello Anquises, rey de los dárdanos y nieto de Ilo. Una noche, cuando
este dormía en su choza de pastor en el monte Ida de Troya, Afrodita le visitó
disfrazada de princesa y se acostó con él. Al amanecer, ella le reveló su identidad y le
hizo prometer que no lo contase. Finalmente, Anquises borracho con sus amigos
confesó la hazaña, por lo que Zeus le lanzó un rayo que Afrodita desvió con su
cinturón, cayendo a los pies de Anquises. Su impactó lo debilitó tanto que nunca más
pudo ponerse en pie y, Afrodita, tras dar a luz a su hijo Eneas, se desenamoró. Un día,
la esposa del rey Cíniras de Chipre afirmó que su hija Esmirna era más bella que
Afrodita, por lo que esta hizo que Cíniras y Esmirna se enamorasen, pero cuando el
padre descubrió la verdad, persiguió a su hija colina arriba, hasta que la propia
Afrodita la convirtió en un árbol de mirra y la espada del rey se partió en dos,
surgiendo dentro del árbol el bebé Adonis. Afrodita lo ocultó en un cofre que confió a
Perséfone, pero esta lo abrió y lo hizo su amante. Cuando Afrodita se enteró, también
enamorada del niño, acudió al Inframundo a reclamarlo. Zeus ordenó que la musa
Calíope decidiese, quien dividió el año en tres partes: una debería yacer con Perséfone,
otra con Afrodita y la tercera solo, descansando de sus amantes. Pero Afrodita
convenció a Adonis para que pasase todo el año con ella, por lo que Perséfone reclamó
a su benefactor Ares en Tracia una solución. Este, disfrazado de jabalí, mató a cornadas
a Adonis mientras este cazaba en el monte Líbano, frente a los ojos de Afrodita,
convirtiéndose en anémonas. Esta le suplicó a Zeus que Adonis floreciese en forma de
estas plantas en los meses de verano.
- Pan: vivía en Arcadia como dios de la fertilidad por no ser bien recibido en el Olimpo,
allí guardaba manadas, rebaños y colmenas, ayudaba a los cazadores a encontrar
presas y participaba en las orgías de las ninfas de las montañas (oréade). Era tranquilo
y perezoso, amante de echarse la siesta y famoso por su grito fuerte y súbito. Sedujo a
varias oréades: Eco. Y a las ménades o ninfas poseídas por Dioniso. Los dioses
olímpicos despreciaban a Pan por su simplicidad y alboroto. Apolo le sonsacó el arte de
la profecía y Hermes copió su flauta.
- Hestia: nunca interviene en guerras o disputas. Junto a Atenea y Artemisa son las tres
únicas diosas vírgenes. Príapo borracho intento violarla, pero un asno rebuznó y esta
se despertó.
- Deméter: Hades se enamoró de su hija Coré y pidió a Zeus permiso para casarse,
pero este ni afirmó ni negó. Esto animó a Hades a raptar a Coré mientras recogía flores
en una pradera en Eleusis. Durante nueve días y noches, Deméter buscó a su hija sin
descanso, llamándola sin comer ni beber. Hécate le contó que había oído a la niña
gritar “¡Un rapto, un rapto!”, pero que no llegó a tiempo de salvarla. El décimo día,
llegó a Eleusis, donde el rey Céleo y su esposa la invitaron a quedarse como nodriza de
su hijo Demofonte, a quien hizo inmortal sosteniéndolo sobre el fuego para quemar su
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- Poseidón: Poseidón era igual que Zeus en dignidad, pero no en poder, se construyó
un palacio submarino junto a la isla Eubea. En sus espaciosos establos tenía caballos
blancos con cascos de bronce y crines de oro y un carro de oro. Como necesitaba una
esposa, cortejó a la nereida Tetis, pero la titánide Temis le profetizó que cualquier hijo
nacido de esta le arrebataría el trono, por lo que la casó con el mortal Peleo. Se acercó
entonces a la nereida Anfítrite, quien le repugnó y huyó al monte Atlas. Le mandó
como mensajero a Delfino, quien la convenció y arregló el casamiento, en
compensación lo ascendió al cielo y se creo la constelación del Delfín. Con Anfítrite
tuvo a Tritón. Poseidón codicia los reinos terrenales, teniendo muchas disputas con el
resto de dioses por su control. Se jactó de haber creado el caballo y de haber instituido
la carrera de caballos. Esto se debe a que, cuando Démeter buscaba a su hija
Perséfone, Poseidón se transformó en un caballo semental y persiguió a Démeter,
transformada en yegua, dando a luz al caballo salvaje Arión.
- Hera: Zeus y Hera se peleaban continuamente por las infidelidades del marido, por lo
que esta intrigaba contra este. Como esta temía la ira de su marido, intrigaba a sus
espaldas. Una vez, Hera junto a Poseidón y Apolo, coaccionaron al resto de olímpicos,
excepto a Hestia, para rodearlo cuando dormía y atarlo con correas de cuero y se
rieron de él. Mientras se discutía quien sería su sucesor, la nereida Tetis temió una
nueva guerra civil y buscó al hecatonquiro Briareo, quien desató las correas. Zeus, en
castigo colgó a su esposa del firmamento, con un yunque en cada tobillo. E hizo jurar al
resto que no volverían a rebelarse contra él. En castigo, Zeus envió a Poseidón y Apolo
como siervos del rey Laomedonte para construir la ciudad de Troya y perdonó a los
demás.
- Ares: Atenea es una guerrera más hábil que este, venciéndolo dos veces en combate.
En una ocasión, dos gigantes hijos de Poseidón lo encerraron en una vasija de bronce
durante trece meses, hasta que lo liberó Hermes medio muerto. En otra ocasión,
Heracles lo hizo huir muerto de miedo al Olimpo. Una vez fue acusado del asesinato de
Halirroto, hijo de Poseidón. Este se justificó afirmando que había salvado a su hija
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Alcipe de ser violada. Ante la falta de pruebas, el tribunal lo absolvió en la colina que se
conoce como Areópago.
- Hefesto: este se reconcilió con su madre, siendo el único que la defendió al ser
colgada del cielo tras su rebelión, hecho por el que Zeus le arrojó una segunda vez,
cayendo contra la isla de Lemnos, donde se rompió ambas piernas y mantuvo una
cojera permanente toda su vida, debiendo ir con muletas de oro.
- Apolo y Artemis: Apolo retó al sátiro Marsias, quien recorría Frigia con el séquito de
Cibeles, presumiendo de tocar mejor que Apolo. Las musas eran el jurado, afirmando
empate. Entonces, Apolo le retó a Marsias a hacer con su intrumento lo mismo que
con el suyo, así Apolo giro su lira al revés y tocó mientras cantaba, al no poder hacerlo
Marsias, perdió el certamen y fue desollado. Más tarde, Apolo venció a Pan en un
certamen en el que el rey Midas participó como jurado. Apolo tuvo con una humana a
Asclepio. Una vez persiguió a la oriade Dafne, esta pidió ayuda a Gea en su huida,
quien la convirtió en laurel. Apolo también se enamoró del príncipe espartano Jacinto,
a quien cortejó. Pero el viento del oeste también se había enamorado, así que un día
que Apolo estaba enseñando a Jacinto a lanzar un disco, este reventó su cráneo y lo
mató, de su sangre brotó la flor del Jacinto. Su hijo Asclepio, el médico, resucitó a un
muerto, lo que llevó a Hades a presentar una queja ante Zeus. Este mató a Asclepio
con un rayo, por lo que Apolo mató a los cíclopes. Zeus iba a encerrar a Apolo en el
Tártaro, pero Leto le suplicó que no lo hiciese, por lo que fue condenado a un año de
trabajos forzados. Desde entonces, predicó la moderación y trasladó la residencia de
las Musas del monte Helicón a Delfos. En el caso de Artemisa, cuando Zeus sedujo a su
ninfa Calisto y descubrió que estaba encinta, la transformó en una osa que fue
despedazada por sus perros. Zeus la transformo junto a su hijo en la Osa Mayor y la
Osa Menor.
- Atenea: La égida que portaba era la piel de la górgona Medusa, a la que degolló
después de que Perseo la decapitase. En una ocasión, Poseidón pretendió poseer el
Ática clavando su tridente en la Acrópolis de Atenas, donde brotó un pozo de agua
marina en el que aún se oye el oleaje. Durante el reinado de Cécrope, Atenea fue a
tomar posesión del Ática plantando el primer olivo junto al pozo. Poseidón, furioso, la
desafió a combate singular, pero Zeus les ordenó que sometiesen la disputa a arbitraje,
con Cécrope como testigo. Los dioses apoyaron a Poseidón, salvo Zeus que no se
pronunció; y las diosas apoyaron a Atenea. Por mayoría de un voto, Atenea fue
nombrada diosa de Atenas por darles su mejor don. Aunque es diosa de la guerra, no
le agrada la batalla, sólo la hace por medios justos, pero una vez que interviene en la
batalla, nunca es derrotada. Durante la guerra de Troya, Poseidón engañó a Hefesto
afirmando que Zeus le había dado permiso para violar a Atenea, la diosa se apartó
rápidamente y el semen cayó en su muslo, que esta limpió con lana y arrojó a la tierra:
de allí surgió Erictonio, niño con cola de serpiente. Atenea ocultó al niño en una cesta
que entregó a Aglauro, la hija de Cécrope, primer rey de Atenas. Se le pidió que no
abriese la cesta, Aglauro la abrió en la acrópolis y al ver al monstruo, se arrojó desde lo
alto, justo cuando Atenea transportaba una enorme roca como fortificación adicional
de la Acrópolis, que al enterarse dejó caer, formando el Monte Licabeto. Más tarde,
Erictonio se convirtió en rey de Atenas. El espartano Tiresias sorprendio
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accidentalmente a Atenea bañándose, por lo que esta lo cegó pero le dio el don de la
adivinación. Aracne, una princesa de Lidia, era muy hábil con el arte de tejer, siendo
transformada por Atenea en una araña en venganza.
- Dionisos: Zeus dejó embarazada a Sémele, hija del rey Cadmo de Tebas. La celosa
Hera, disfrazada de vecina anciana, le aconsejó que se le manifestara en su verdadera
naturaleza. Zeus rechazó su súplica y Sémele le negó el lecho, por lo que el dios se
encolerizó y, apareciéndose en la forma del rayo, la fulminó. Hermes salvó la vida del
hijo seismesino al coserlo en el muslo de Zeus, donde maduró lo últimos tres meses y
Hermes lo asistió al parto. Por eso Dionisos es el nacido dos veces. Por orden de Hera,
los titanes se apoderaron de Dionisos, lo desmembraron y lo hirvieron en una caldera.
Salvado y reconstruido por su abuela Rea, volvió a la vida. Zeus lo entregó a Perséfone,
quien lo ocultó vestido de niña en la corte del rey Atamante de Tebas. Pero Hera se dio
cuenta y enloqueció a Atamante, quien mató a su hijo e hijo que el resto de su familia
se arrojase al mar. Luego, Zeus lo convirtió en chivo y lo escondió en el monte Nisa,
donde cuidado por las ninfas, inventó el vino. Ya adulto, era un ser afeminado y loco,
recorriendo el mundo junto a su preceptor Sileno y un ejército salvaje y terrible de
sátiros y ménades. Primero marchó a Egipto, donde derrotó a los titanes. Después se
fue a la India, donde ayudado por tigres y elefantes, conquistó el país, enseñó la
viticultura y fundó numerosas ciudades. A su regreso, su abuela Rea-Cibeles le purificó
en Frigia de sus muchos asesinatos durante su locura y le inició en sus misterios. Luego
continuó sembrando el caos por la Grecia continental, enloqueciendo o asesinando a
todos sus opositores con ayuda de las furiosas ménades. Tras ser reconocido como
dios por todos, navegó por las islas del Egeo hasta Icaria, donde fue secuestrado por
unos piratas, pero Dionisos hizo brotar en la cubierta una vid y hiedras que envolvieron
la nave, transformando los remos en serpientes y él mismo en león, haciendo que los
piratas se arrojasen por la borda, convertidos en delfines por el dios. En Naxos halló a
la bella Ariadna, abandonada allí por Teseo, a la que tomó como esposa. De allí llegó a
Argos, donde atacó la ciudad mientras era defendida por Perseo, a quien derrotó y
obligó a alzarle un templo en su honor. Establecido su culto en todo el mundo, Hestia
le cedió su puesto, ya que deseaba eludir las reyertas de su familia y sabía del amor
que los griegos le profesaban; y Dionisos se convirtió en uno de los dioses olímpicos.
Este descendió al Inframundo donde sobornó a Perséfone para recuperar a su madre
Sémele, quien ascendió junto a él junto a los dioses, frente a la resignación de Hera.