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¿Quien Enseña?

El documento discute el rol del docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cita teorías como las de Gardner, Bruner y Ausubel que enfatizan la importancia del conocimiento previo del estudiante y la habilidad del docente para activar y construir sobre ese conocimiento. También discute la teoría del aprendizaje social y cómo la participación de los estudiantes está influenciada por el contexto y clima creados por el docente. Concluye que es fundamental reconsiderar el rol del docente para estimular el deseo de aprender en los

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¿Quien Enseña?

El documento discute el rol del docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cita teorías como las de Gardner, Bruner y Ausubel que enfatizan la importancia del conocimiento previo del estudiante y la habilidad del docente para activar y construir sobre ese conocimiento. También discute la teoría del aprendizaje social y cómo la participación de los estudiantes está influenciada por el contexto y clima creados por el docente. Concluye que es fundamental reconsiderar el rol del docente para estimular el deseo de aprender en los

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¿Quién enseña?

“El saber genuino estaba instaurado en el alma humana desde el nacimiento.


La enseñanza era traer a la consciencia el saber innato.” (Gardner, 1985, p. 2)
(1).

Considero oportuno citar esta reflexión con base filosófica que expresa
Gardner en donde reconoce el aporte de la filosofía al fenómeno del proceso
enseñanza-aprendizaje, ya que de todo lo que fui recibiendo de la maestría en
relación a dicho fenómeno y del análisis de los trabajos de los demás grupos
uno, de los tantos aspectos que me generó mayor interés está ligado al
docente, a la motivación y características de quien “trae a la conciencia el
saber innato”. Es decir ¿Qué motiva a un profesor a cambiar su nivel de
perspectiva sobre la enseñanza? (2).Y me resulta necesario también, plantear
el siguiente interrogante, relacionándolo con el diseño de un curriculum, ya que
en el mismo se pone mucho énfasis en cuestiones como: ¿Qué enseñar?,
¿Cómo enseñar? y ¿Cuándo enseñar? Y, viceversa en relación a la evaluación
de lo que se aprende. Pero, todos estos interrogantes alimentaron aun mas un
planteamiento puntual, si bien la mayoría de las teorías del aprendizaje, sobre
todo las cognitivas, plantean el rol del educador como determinante en el éxito
o no del aprendizaje, ¿Qué tanto se sabe o se conoce de las características
personales y motivacionales de quienes enseñan a aprender?, dentro de un
curriculum la pregunta que guía al perfil del educador sería ¿Quién enseña? Si
bien Bain define, en su primer capítulo a “los mejores” desde 6 cuestiones
generales sobre los profesores que ellos examinaron (3), podría resultar útil e
interesante definir “los mejores” pero en nuestra idiosincrasia, al menos en la
mía. La teoría de Bruner contempla que la estructura mental previa del alumno
es uno de los factores que determina el aprendizaje. Ya que para adquirir
nueva información se debe contextualizar la misma (4) (5). A su vez Ausubel
dijo que: "Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio,
enunciaría este: El factor más importante que influye en el aprendizaje es lo
que el alumno ya sabe. Averigüe esto y enséñele consecuentemente” (6).
Ambos dejan en claro la importancia del conocimiento previo pero ¿Qué o
quién determina las cualidades necesarias que debe reunir un docente para
“enseñar consecuentemente”? Es el docente quien, dueño de un saber,
organiza, administra y ofrece dicho saber para que los estudiantes o, con
quienes se relacione en algún momento de la vida, acojan un mensaje
ordenado y expresado con el rigor exigido, que tenga significado y validez.
Acaso, todo lo que realiza el docente para enseñar a aprender y que además,
esto resulte significativo ¿no representa una complejísima y ardua labor?
Podría considerarse que el rol del docente en la instrucción de profesionales,
se sintetiza en la acción de un acto comunicativo que tiene como propósitos,
entre otros tantos, elaborar un contexto referencial que alcance y aborde su
objeto de estudio como parte integral de la realidad; verbalizar las
proposiciones que reproduzcan al objeto en un ambiente de pares y expertos
de manera que logre, por lo menos, un debate académico que aguce y aclare y
genere conocimiento, o que pueda expresarlas a grupos de personas que no
son pares ni expertos, pero que desean ingresar al mundo de ese conocimiento
y por último, indagar e investigar para enriquecer y recrear su saber. Además el
mensaje expresado, al mismo tiempo, debe ser expresado en términos que
sean válidos en un contexto determinado. Todo ésta constelación de
habilidades las debe llevar a cabo per se pero también se debe contemplar las
implicaciones pedagógicas de la teoría de Bruner, que llevan al maestro a
considerar múltiples elementos como la actitud estudiante, compatibilidad,
motivación, práctica de las habilidades y el uso de la información en la
resolución de problemas, y la capacidad para manejar y utilizar el flujo de
información en la resolución de los mismo (5). Frente a todos estos
requerimientos me pregunto: ¿Los docentes/tutores son preparados para
considerar todos estos elementos? Según Bruner la instrucción consiste en
conducir al aprendiz por medio de una secuencia de definiciones y
redefiniciones acerca de un problema o cuerpo de conocimientos que aumenta
su habilidad para captar, transformar y transferir lo que ha aprendido, pero para
que esto sea efectivo deben considerarse ciertos aspectos y el principal es: la
activación el cual considera el primer paso para un aprendizaje significativo y
se trata nada más ni nada menos que de lograr que el alumno esté motivado y
según Bruner esto depende en gran medida de la activación que el educador
logre despertar en sus estudiantes, mediante una planificación cuidadosa, con
originalidad, imaginación, con integración de la información nueva con la ya
conocida, partiendo del conocimiento previo del estudiante y la capacidad de
modificar la estrategia cuando se requiera (4).

Aprender para Bruner, es desarrollar la capacidad para  resolver conflictos y


pensar sobre una situación que se enfrenta. Aprender algo, es conocer ese
algo (5). Todo lo aquí descripto no hace más que reforzar la idea de que el
docente debe desarrollar o construir cualidades que le permitan enseñar a
aprender con éxito. A su vez la teoría del andamiaje de Bruner propone un
método donde el profesor ofrece conocimientos de una manera natural, sin
forzar las sesiones educativas. De este modo, se fomenta el aprendizaje activo
(5). Pero para que esto sea significativo el docente debe elaborar
cuidadosamente la información y el contexto y en este punto considero
importante traer otro concepto que me generó interés que tiene que ver con el
aprendizaje social. La “teoría social del aprendizaje”, se basa en los supuestos
de que somos seres sociales que nos comprometemos de manera activa en el
mundo que nos rodea, por tanto el principal interés de esta teoría reside en el
aprendizaje como participación social (7). El aprendizaje social entonces,
puede entenderse como el aprendizaje que surge gracias a la interacción que
se da con otros como el aprendizaje entre iguales en donde los alumnos se
enseñan entre si. Sea como sea lo fundamental es que cuando el aprendizaje
es social es mucho más eficaz, productivo y beneficioso y a la hora de
producirse y formarse el conocimiento la figura del profesor como mediador y
orientador resulta indispensable. En este sentido considero crucial que para
que la participación se dé como tal es necesario que las personas implicadas
decidan participar. Esta decisión implica dejar de ser objeto de decisiones
tomadas por otros para transformarse en sujetos y protagonistas del proceso.
Esto supone una mayor responsabilidad, en la medida en que la persona que
interviene procura influir en todo aquello que le concierne y que repercute en su
ámbito vital (8). Esto señala que decidir participar está influenciado
directamente con el contexto y el clima que se genere, ambos aspectos en su
mayoría están influenciados nuevamente por la figura del docente. Como
conclusión final considero que es el rol docente el que se debe examinar, no
desde una perspectiva que lo ponga como centro pero si desde una que lo
renueve, para estimular la representación de quién enseña en el sentido de
suscitar el deseo de aprender. Si bien, tanto el aprendizaje como quien
aprende son figuras centrales en los diferentes contextos, muchas veces
mediado por tecnologías, es a su vez el rol de quien enseña la que tendría que
resignificarse. La función del docente no solo es de guía o acompañar los
aprendizajes. El docente es quien reflexiona, crea, traza, organiza, dispone los
trayectos de aprendizaje que llevaran a cabo sus alumnos. Todas estas
representan funciones mucho más activas que solo acompañar. Es un hacer
intelectual que precisa de mucha formación disciplinar específica y además
requiere de didáctica y uso de tecnologías. Además es él quien evalúa desde el
discernimiento pedagógico, cultural y disciplinar, los contenidos, los materiales
con los que cuenta, los contextos para poder adaptarlos a las necesidades y
realidades para que a su vez resulten también interesantes y posibles de
recorrer por sus alumnos.

Si pensamos la educación en términos de red productiva de saberes y no en


términos de un modelo de transmisión de información de un emisor a un
receptor, el rol docente se revela fundamental porque es quien, en esa red
infinita de los conocimientos, va trazando las coordenadas, los momentos de
tránsito y las paradas, la intensificación de la marcha y los descansos, para que
ese viaje sea un aprendizaje y no un mero divagar (9).

Maestrando: Noelia Silvina Taborda.


Bibliografía:

1)- Gardner, H. (1996). La nueva ciencia de la mente. Ediciones Paidós Ibérica

2)- Biggs, J. (2006). Calidad del aprendizaje universitario. Narcea, S.A. De


ediciones. España. Capítulo 1 y 2.

3)- Bain K. (2007). Lo que hacen los mejores profesores universitarios.


Valencia: PUV. Capítulos 2 y 4.

4)- Camargo uribe, á., & hederich martínez, c. (2010). Jerome bruner: dos
teorías cognitivas, dos formas de significar, dos enfoques para la enseñanza de
la ciencia. Psicogente, 13(24),329-346.[fecha de consulta 25 de junio de 2023].
Issn: 0124-0137. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=497552357008
5)- Bruner, J. (2011). Aprendizaje por descubrimiento. NYE U: Iberia.
6)- Ausubel, D. (1983). Teoría del aprendizaje significativo. Fascículos de CEIF,
1, 1-10.
7)- Wenger, E. (1998). Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e
identidad. Editorial Paidós. Reino Unido.

8)- Pasek de Pinto, Eva, Ávila de Vanegas, Nelly, & Matos de Rojas, Yuraima.
(2015). Concepciones sobre participación social que poseen los actores
educativos y sus implicaciones. Paradígma, 36(2), 99-121. Recuperado en 26
de junio de 2023, de http://ve.scielo.org/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1011-22512015000200006&lng=es&tlng=es.

9)- Da Porta, E. (22 de abril de2021). El rol docente se revela fundamental


porque es quien va trazando las coordenadas para que el viaje sea un
aprendizaje y no un mero divagar”. Miscelaneas educativas.
https://pedagogia.ubp.edu.ar/2021/04/22/el-rol-docente-se-revela-fundamental-
porque-es-quien-va-trazando-las-coordenadas-para-que-el-viaje-sea-un-
aprendizaje-y-no-un-mero-divagar/

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