La Envidia Enemigo Silencioso
La Envidia Enemigo Silencioso
La Envidia Enemigo Silencioso
Lo más sano para nuestro corazón en vivir a la luz de todos, las cosas ocultas
destruyen nuestra espíritu, alma y cuerpo, es necesario vivir con
transparencia para vencer.
QUE ES LA ENVIDIA.
1. Enfermedades en el cuerpo.
Pro 14:30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los
huesos.
Una forma de tener salud es tener un corazón tranquilo. Por eso las mujeres
se enferman mas que los hombres porque no controlan sus emociones. La
envidia trae problemas a los huesos de una persona. Es impresionante como
un pecado que no es tangible afecta a algo que es tangible como huesos.
2. Cancela el amor.
Cuando hay envidia no hay amor. Una persona envidiosa esta imposibilita
para amar a otro. No se puede tener amor por uno y envidia por otros
porque es el mismo corazón y el mismo amor adaptado.
3. Desenfocar un ministerio.
Caín mato Abel por envidia, Abel presento una ofrenda al señor y el señor
la acepto, Caín presento lo dañado y Dios no la acepto, entonces Caín se
lleno de envidia en lugar de corregir el error.
En estos días hablar mal es igual que matar a alguien, cuando uno habla
mal de alguien es porque le aborrece y eso es un homicidio para la biblia.
La envidia es la causante numero uno de los que hablan mal.
Todos los que critican a los ricos, a los pastores exitosos lo hacen de envidia.
Porque en el fondo de su corazón quieren tenerlo lo que ellos tienen, pero
como no pueden lo único que queda es desvirtuar a las personas.
1Sa 18:6 Cuando el ejército de Israel regresaba triunfante después que David
mató al filisteo, mujeres de todas las ciudades de Israel salieron para recibir
al rey Saúl. Cantaron y danzaron de alegría con panderetas y címbalos.*
1Sa 18:7 Este era su canto: «Saúl mató a sus miles, ¡y David, a sus diez miles!».
1Sa 18:8 Esto hizo que Saúl se enojara mucho. «¿Qué es esto? —dijo—. Le
dan crédito a David por diez miles y a mí sólo por miles. ¡Sólo falta que lo
hagan su rey!».
1Sa 18:9 Desde ese momento Saúl miró con recelo a David.
1Sa 18:10 Al día siguiente, un espíritu atormentador* de parte de Dios abrumó
a Saúl, y comenzó a desvariar como un loco en su casa. David tocaba el
arpa, tal como lo hacía cada día. Pero Saúl tenía una lanza en la mano,
Las personas no se enloquecen por sus malas experiencias en la vida sino
por la envidia en su corazón, a Saul ya lo estaba atacando los espíritus desde
que Dios lo desecho por desobediente. Pero cuando permitió la envidia en
su corazón, vino espíritu de locura.
a. Uno se compara.
b. Se enoja.
c. Mira mal a una persona.
EL ENEMIGO OCULTO.
Hch 8:9 Un hombre llamado Simón, quien por muchos años había sido
hechicero allí, asombraba a la gente de Samaria y decía ser alguien
importante.
Hch 8:10 Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, a menudo se
referían a él como «el Grande, el Poder de Dios».
Hch 8:11 Lo escuchaban con atención porque, por mucho tiempo, él los
había maravillado con su magia.
Hch 8:12 Pero ahora la gente creyó el mensaje de Felipe sobre la Buena
Noticia acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo. Como
resultado, se bautizaron muchos hombres y mujeres.
Hch 8:13 Luego el mismo Simón creyó y fue bautizado. Comenzó a seguir a
Felipe a todos los lugares adonde él iba y estaba asombrado por las
señales y los grandes milagros que Felipe hacía.
Hch 8:14 Cuando los apóstoles de Jerusalén oyeron que la gente de
Samaria había aceptado el mensaje de Dios, enviaron a Pedro y a Juan
allá.
Hch 8:15 En cuanto ellos llegaron, oraron por los nuevos creyentes para
que recibieran el Espíritu Santo.
Hch 8:16 El Espíritu Santo todavía no había venido sobre ninguno de ellos
porque sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hch 8:17 Entonces Pedro y Juan impusieron sus manos sobre esos
creyentes, y recibieron el Espíritu Santo.
Hch 8:18 Cuando Simón vio que el Espíritu se recibía cuando los apóstoles
imponían sus manos sobre la gente, les ofreció dinero para comprar ese
poder.
Hch 8:19 —Déjenme tener este poder también —exclamó—, para que,
cuando yo imponga mis manos sobre las personas, ¡reciban el Espíritu
Santo!
Hch 8:20 Pero Pedro le respondió: —¡Que tu dinero se destruya junto
contigo por pensar que es posible comprar el don de Dios!
Hch 8:21 Tú no tienes parte ni derecho en esto porque tu corazón no es
recto delante de Dios.
Hch 8:22 Arrepiéntete de tu maldad y ora al Señor. Tal vez él perdone tus
malos pensamientos,
Hch 8:23 porque puedo ver que estás lleno de una profunda envidia y que
el pecado te tiene cautivo.
Hch 8:24 —¡Oren al Señor por mí! —exclamó Simón —. ¡Qué no me
sucedan estas cosas terribles que has dicho!
Hay personas que sirven a Dios es por envidia para que nadie les quite el
lugar. Hay otros que quieren el lugar de otros, porque lo digo, porque
cuando lo tienen no hacen nada.
La envidia hace a los hombres y mujeres cada día más egoístas. Simón
quería ponerle competencia a Felipe.
Romanos 12:15-16.
Rom 12:15 Alégrense con los que están alegres y lloren con los
que lloran.
Desear el bien, a los demás, alegrarnos por los éxitos de los demás. Yo soy
único, cuando recupero mi identidad, me libero de la envidia.