LA CONDUCTA DEL BUEN ABOGADO ANTE LA SOCIEDAD Final
LA CONDUCTA DEL BUEN ABOGADO ANTE LA SOCIEDAD Final
LA CONDUCTA DEL BUEN ABOGADO ANTE LA SOCIEDAD Final
CURSO PROPEDEUTICO
TEMA:
“LA CONDUCTA DEL BUEN ABOGADO ANTE LA SOCIEDAD”
ESTUDIANTES:
DAISY DEL CARMEN QUIROZ SUIRA
Cédula: 4-276-594
KATHIA L. SANTAMARIA V.
Cédula 4-754-2484
GRUPO:
DER #4-23
(DEL 10 DE MAYO AL 31 DE MAYO)
FECHA DE ENTREGA:
24 DE MAYO DE 2023.
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ÍNDICE
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INTRODUCCIÓN
El abogado debe ser activo defensor de los Derechos Humanos y propulsor del
principio del Imperio de la Ley, como base necesaria para el logro y preservación
de una sociedad libre y justa.
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OBJETIVO GENERAL
OBJETIVO ESPECÍFICO:
1- Definir el concepto de Abogado y deontología jurídica en el desempeño de
la profesión.
2- Comparar El Código de Ética Profesional del Abogado de Panamá con el
de Colombia y señalar si existe similitud o diferencias.
3- Mencionar brevemente la importancia del Abogado en los Derechos
Humanos y la sociedad.
ALCANCES:
La conducta del Buen Abogado debe coadyuvar en la lucha contra la corrupción
en compromiso conjunto con los jueces y demás empleados judiciales, lo que es
fundamental para dignificar la profesión como un aporte en el camino hacia un
verdadero Estado social y de Derecho.
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GLOSARIO
1. Abogado:
2. Defensor:
3. ética profesional:
4. lógica:
5. respeto:
6. a priori:
7. conducta:
8. dignidad:
9. honor:
10. decoro:
11. negligencia:
12. principios morales:
13. corrupción:
14. honestidad:
15. integridad:
16. justicia:
17. legalidad:
18. cliente:
19. deontologia juridica:
20. conciencia:
21. disciplina:
22. libertad:
23. conducta:
24. sentido común:
25. política:
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26. valores:
27. seguridad jurídica:
28. gobernantes:
29. eficacia:
30. tolerancia:
Uno de los retos a los que se enfrentan los abogados como defensores de la
justicia, es el que resulta del marco normativo al que deben estar sometidos y por
el que se apuesta desde la ética profesional. Cuando hacemos referencia a una
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conducta ética dentro del ámbito jurídico, nos referimos al comportamiento lógico y
exigible que deben respetar los abogados como profesionales al servicio de la
Administración Pública de Justicia.
La figura del abogado, en este sentido, juega uno de los papeles más importantes
en el escenario jurídico, puesto que garantiza la información, actúa como asesor,
representa el derecho de defensa, entre otros. Por tanto, el abogado no se puede
concebir tan solo, como un representante del justiciable, sino que también como
un auxiliar del sistema jurídico, que tiene como objetivo el buen funcionamiento de
la Administración de justicia, y que por ende deberá aplicar valores de ética, moral
y respeto tanto en su vida profesional como en lo personal.
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responsabilidad cuando resultare de negligencia, error inexcusable o dolo,
allanándose a indemnizar los daños y perjuicios ocasionados.
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deberá mantener en todo momento los estándares más altos de honestidad,
integridad y justicia hacia los clientes, los tribunales, colegas y todos aquellos con
quienes el abogado entre en contacto profesional. Dentro de la buena reputación
del abogado está el mantener una conducta que ofrezca certeza al usuario de su
comportamiento ético y de que actúa alejado del ejercicio de cualquier influencia
sobre autoridades, como policías, fiscales, jueces o peritos, y que no es capaz de
usar a los políticos como intermediarios para conseguir los fines que se pretenden
con el proceso.
CONCEPTO DE ABOGADO
Definición Técnica
Un abogado es una persona que se encarga de defender jurídicamente a otra en
un juicio teniendo en cuenta los intereses del cliente. Se compromete a prestar
diligentemente y con eficacia sus servicios profesionales.
Para entender mejor la misión social del Abogado es oportuno recordar la función
que se le asignó en la época de auge del Derecho y/o del Imperio Romano cuando
se adoptó la terminología de Jurisconsulto, que era aquel Abogado destacado
dentro de la sociedad que como profundo y especializado conocedor del Derecho,
era a quien se consultaba los más importantes asuntos de interés de la sociedad
de aquel entonces y su versada opinión era considerada como un criterio
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irrefutable e inapelable que debía ser respetado por todos, por eso en los textos
de la Historia del Derecho se sostiene que la opinión de un Jurisconsulto en
aquella época tenía la fuerza de una sentencia o cosa juzgada.
DEONTOLOGÍA JURÍDICA
La Deontología Jurídica comprende las reglas del deber y, como tal, tiene la
misión de regular el proceder correcto y apropiado del abogado en su ejercicio
profesional. Esta función la realiza desde el ámbito de los llamados Códigos
Deontológicos que regulan toda la actividad de la Abogacía, los que a su vez se
nutren, indiscutiblemente, de la Moral y la Ética. La deontología no es más que la
ética profesional aplicada, donde sus contenidos normativos son de acatamiento
obligatorio para todos los abogados a los cuales se dirigen. Existen muchos
principios rectores de la Deontología Profesional, entre los más importantes
encontramos la justicia, la independencia profesional, la libertad profesional, la
ciencia y conciencia, así como la probidad profesional. Estos principios brindan
contenido y vigencia práctica a la Deontología Jurídica, desde su eminente
carácter preventivo, el cual algunas veces se muestra vulnerado por actuaciones
indebidas de los abogados y surge, irremediablemente, la posibilidad extrema de
imponer sanciones disciplinarias a éstos.
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La deontología jurídica vela por el comportamiento ético del abogado a la hora de
acusar o defender, pero también por el comportamiento de jueces y otros
servidores públicos de la justicia, encargados de mantener el proceso lo más
limpio, objetivo y digno posible.
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Lo ideal sería que lo justo y lo legal coincidieran, pues las leyes deben responder
al sentido de lo correcto y lo justamente necesario. El abogado posee las armas
para demandar la aplicación de la justicia.
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Este valor intenta proteger la lealtad y prohíbe el acaparamiento de clientes por
medios ilícitos, fanfarroneo, simulaciones, utilización de declaraciones de testigos
manipulados por él, o por haber ejercido presión o coacción sobre ellos. Todo ello
indica un deterioro moral que termina degradando al abogado.
Además de ser digno como persona, debe mostrar respeto y consideración por su
profesión, de modo que ese respeto exige que ni por sí mismo, ni por su cliente, ni
por terceros debe el abogado dedicarse a ejercer influencias sobre las personas,
ya sean testigos para que declaren lo que no ocurrió, o aportar documentos a
sabiendas de que son falsos o usar ardides para modificar el sentido de la justicia.
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a su contradictor, existe igualmente el caso de los llamados Defensores de Pobres
que tradicionalmente han permitido tener una asesoría legal en casos o procesos
judiciales, en que la persona por su precaria situación económica no estuviese en
capacidad de contratar por sus propios medios a un profesional de la abogacía.
El Abogado y la política
De precisar lo que la política es, todos sabemos a qué nos estamos refiriendo:
Tener militancia en un partido político, servirlo, defender sus ideales, vocearlos,
tener una actitud critica frente a un régimen determinado o, por el contrario,
defenderlo en forma leal y coherente, es indudable que es todo un repertorio de
actitudes que son políticas y no pueden ser calificadas de otra manera. Con el
propósito de presión y de actuar sobre el Estado, con el fin de que éste, que es el
más alto organismo de cooperación social, se incline en el sentido que el
pensamiento de quién actúa en política estima como el mejor especialmente al
abogado.
Hay una fuerte proporción de abogados que tienen una definición política y que
buscan una actuación permanente en ella.
Azorin, en el libro de los oradores hace un elogio al abogado y la política dice:
“que mientras mas abogado es, mientras mas adentrado esté en el foro, mientras
más sincero y profesionalmente abogado sea, mejores condiciones tiene para el
ejercicio político”.
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a una realidad dada, a una realidad existente, que estamos mirando, sufriendo o
criticando, se le vayan agregando valores que signifiquen su purificación.
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todo tiene encuentro, todo conduce a una convergencia. Hay instantes en que la
tolerancia, más que una virtud, pasa a ser una obligación.
Creo que esto es, más o menos, lo que el abogado está llamado hacer en el
campo de la política. Eso porque, si analizamos los otros valores, es indudable
que estos que he mencionado son los que deben requerir de manera principal e
inmediata nuestra atención y nuestra adhesión.
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c. Al hacerse cargo de la causa de un cliente, le aconseje la iniciación de un pleito
evidentemente temerario,
d. Retenga dinero, bienes o documentos suministrados en relación con las
gestiones
realizadas;
e. Utilice para beneficio personal los dineros aportados por su cliente;
f. No rinda a su cliente las cuentas de la gestión o manejo de bienes;
g. Divulgue, violando el secreto profesional, cualquier confidencia que su cliente o
terceros le hagan, salvo que ello sea autorizado por éste o aquél o que lo haga
con mira directa a su propia defensa;
h. Solicite o reciba compensación, comisión, descuento y otras ventajas de
terceras personas en una causa, sin el consentimiento de su cliente;
i. Personalmente o por interpuesta persona, patrocine o represente, a quienes
tengan
intereses contrapuestos en el mismo caso;
j. Maltrate de hecho o de palabra o amenace a un testigo o perito;
k. Incluya o permita que se incluya en una sociedad de la cual forma parte, para el
ejercicio de la abogacía, el nombre de una persona no autorizada para ejercer la
profesión;
l. Permita que sus servicios profesionales sean controlados o explotados por
alguna persona natural o jurídica;
m. Negocie directamente con la contraparte, sin la intervención del abogado de
ésta;
n. Permita que persona natural o jurídica no idónea, utilice su nombre o servicios
profesionales para ejercer la abogacía;
o. Al entrevistar a los testigos le induzca a desviarse de la verdad;
p. En sus gestiones ante funcionarios públicos los ofenda;
q. Ejerza influencia sobre los juzgadores o Representantes del Ministerio Público
valiéndose de su posición social, política o económica, o se jactare públicamente
de ello;
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r. Antes de aceptar el poder, no revele, al cliente cualquier interés que tenga en la
controversia, si el mismo puede influir en el ánimo de éste para no conferirle el
poder;
s. Descubra algún fraude o engaño que afecte al Tribunal o una de las partes sin
rectificarlo o tratar de rectificarlo;
t. Directa o por interpuesta persona realice gestiones encaminadas a desplazar o
sustituir a un colega en un asunto profesional del que éste se haya encargado, u
ofrezca sus servicios por un precio menor para que se le confiera poder o
encargue de la gestión;
u. Propicie la elusión o retardo del pago de honorarios debidos a un colega;
v. Por cualquier medio de comunicación social publique o haga declaraciones en
relación con litigios pendientes o futuros;
w. Se anuncie por medios publicitarios en términos que no armonicen con la
sobriedad de la profesión, dirección cargos desempeñados o afirme tener una
especialización sin que la
misma esté respaldada con un título o grado universitario;
x. Haya representado a un cliente conjuntamente con otros abogados, y no haga
una justa
distribución de honorarios y costas;
y. Profiera expresiones o aluda a antecedentes personales, ideológicos, políticos o
de
cualquier naturaleza contra otro colega;
z. Tenga cualesquiera de las actuaciones citadas en el numeral anterior contra un
funcionarios del Órgano Judicial, del Ministerio Público o de cualquier otra entidad
EL ABOGADO Y EL CLIENTE
La relación entre el abogado y el cliente se basa en la confianza, se exige al
abogado una conducta eficiente, integra, leal y diligente, debe el abogado
defender los intereses de su cliente.
El secreto profesional o la confidencialidad, incluye las propuestas y todos los
documentos de los que el abogado tenga constancia, esto permanece aún el caso
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haya finalizado. Salvo expresa autorización del cliente, tampoco puede mostrar a
los tribunales ni a su cliente las notas que reciba o comunicaciones de el abogado
contrario.
Los conflictos de interés, cuando surjan discrepancias con el cliente, el abogado
puede cesar su intervención. Y antes de firmar el poder debe revelar al cliente las
circunstancias que existen en relación.
El abogado debe ser honesto al momento de aceptar un caso, debe considerarse
competente para dirigirlo.
La transparencia de las partes tanto de abogado y cliente son claves para sacar
un caso adelante, también este valor es de importancia al momento de cobrar los
honorarios, en los que ambas partes deben estar de acuerdo desde el principio y
ademas se debe tomar en cuenta el código de ética y de competencia desleal.
El abogado debe ser puntual al llevar a cabo las diligencias y debe obtener
conocimiento integral de la causa del cliente para poder aconsejarlo, además, su
opinion debe ser franca y el resultado posible del litigio y debe usar todos sus
conocimientos en la defensa de quien este representando. En caso de renuncia
por parte del abogado debe ser con tiempo razonable.
El abogado debe defender su honor y decoro y no debe actuar de forma inmoral.
Evolución Histórica
En la evolución de la abogacía es decir del abogar, hablar o interceder por alguien,
existe acuñada en el campo del Derecho la expresión "Abogado del Diablo" que es
aplicable a aquella persona que sin ser entendida en el Derecho o siendo
conocedor del mismo lo utiliza para convertirse en un necesario u oficioso, según
el caso, cuestionador de asuntos que requieren el conocimiento honesto y sabio
del abogado probo y docto, convirtiéndose en un emisor, que justamente haciendo
abstracción de lo que conviene a una de las partes, emite opiniones que buscan
contribuir a encontrar el justo medio o el fiel de la balanza para que lo que se
resuelva sea lo adecuado y justo, aunque hay quienes abrogándose esta postura
no buscan superar problemas o conflictos sino que los atizan con el fuego de su
retórica infundada y perniciosa para confundir a las personas y a la sociedad,
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sembrando desconcierto y desasosiego, haciendo que el Derecho deje de estar al
servicio de lo bueno y colocarlo al servicio de lo negativo y malo, también el
término "Abogado del Diablo" se lo usa para que se den opiniones sin objetivos
concretos y sin meditar si aquellas opiniones son para bien o para mal de una
determinada causa, para una persona o para la propia comunidad.
Se hace referencia al término "Abogado del Diablo" no hay que olvidar que esta
expresión fue creada o nació para que sirviera de crítico de quienes procuraban
ser canonizados como santos y este "Abogado" era el encargado de encontrar o
rebuscar todos los defectos del aspirante a los altares, a efectos de evitar errores
en el escogimiento del nuevo santo y quien sea escogido realmente exhiba una
vida pura y nítida. En definitiva, el Abogado no está destinado para ser un
promotor de litigios, su rol es el de asistir con sus conocimientos a todos los
sectores sociales y sobre todo a los más vulnerables de la sociedad, a los
huérfanos de influencia, a quienes desconociendo o ignorado derechos necesitan
ayuda profesional, siendo en consecuencia un contribuyente de la paz y la –
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cklczp9,xdlkoarmonía social, es alguien que promueve la superación de conflictos
utilizando el único instrumento idóneo para superarlos: la ley, cuyas insustituibles
ventajas quedan demostradas cuando aún en el imperio de gobiernos dictatoriales
que obran al margen de la ley, no dejan de declarar la vigencia de una norma
constitucional de carácter jurídico poniendo a salvo en la absorción por la fuerza
del poder, de que la misma no contravenga los intereses y afanes de la dictadura.
Sin embargo, hay que anotar que en una sociedad donde coexisten lo bueno y
malo del ser humano, existen los llamados "tinterillos" que son los que juegan a
desenvolverse como abogados con título o sin título, son los que utilizan la ley
para interpretarla a su manera, convirtiéndose en agentes de la confusión, de la
generación de problemas, de artificiosa controversia, pues justamente usan un
seudo conocimiento del Derecho para tratar de forzar con las peores prácticas la
solución de los problemas entre personas o de estas y la sociedad, aunque en el
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fondo siempre los agravan, se explica la lógica repulsa a este tipo de actitudes o a
esta especie de agentes de lo dañino y mal intencionado que la sociedad rechaza,
son los
que hacen que finalmente se afecte la imagen del Abogado, pues el tinterillo es
normalmente un mal conocedor del Derecho o un seudo profesional, un sujeto
inescrupuloso que se presenta como un profesional de la abogacía y utiliza su
ejercicio con fines torcidos, sin respetar los cánones del ejercicio de esta profesión
y verdadera misión social del Abogado.
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La interrogante lógica: qué es lo que se protege a través de la promoción o
defensa de los derechos fundamentales de las personas; y la respuesta es que
son verdaderos bienes jurídicos y sociales que siendo intangibles por una
inexistencia material, protegen efectivamente valores que son inherentes a la
personalidad humana, que son los que le dan sentido a la vida, pues sin su pleno
ejercicio, simple y llanamente la vida humana no valdría nada, de tal manera
que no es exagerado afirmar que el Derecho es el que socialmente protege la
existencia de los seres humanos como ya lo referimos en líneas anteriores.
Lo antes afirmado explica por qué el Derecho a través de la ley tiene incorporado
implícitamente un poder coercitivo que le permite ser eficaz en su rol sancionador
contra quienes violan valores intrínsecos de la persona, por eso son los derechos
humanos los que impiden se atente contra la inviolabilidad de la vida, son los que
permiten que la persona no sea objeto de crueldades y torturas degradantes que
impliquen violencia física, sicológica, sexual y moral, son estas garantías
establecidas por la legislación de todos los países civilizados y democráticos del
mundo, las que nos permiten gozar de una igualdad ante la ley sin ningún tipo de
discriminación por cuestiones de lugar de nacimiento, edad, sexo, etnia, color,
idioma, religión, filiación política, posición económica, discapacidad o cualquier
otra diferencia, el Derecho es el que nos permite ser libres e impide la esclavitud y
el tráfico de seres humanos. Permite desarrollar libremente nuestra personalidad
sin otra restricción que
no sea la que establece la propia ley.
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hacen posible nuestro derecho para transitar libremente por el territorio nacional y
entrar y salir del país, nos franquea el derecho a dirigir
quejas y peticiones a las autoridades con la única prohibición de no utilizar el
nombre del pueblo, son estas garantías las que nos permiten emprender en la
actividad económica que deseemos, trabajar en lo que sea de nuestro agrado,
realizar contratos con sujeción a la ley, asociarnos o reunirnos siempre que sea
con fines pacíficos, no ser obligados a revelar nuestras
convicciones políticas o religiosas, ser dueños de bienes o propiedades
lícitamente adquiridas, tener derecho a la seguridad jurídica y a una calidad de
vida que nos asegure salud, alimentación, educación, trabajo, recreación, vivienda
y otros servicios sociales, y en
especial nos garantiza el derecho al debido proceso, es decir, a ser juzgados por
jueces naturales y únicamente por acciones u omisiones que estén previamente
tipificadas en la ley, son las normas jurídicas las que nos permiten el derecho a la
defensa, en resumen, son garantías que hacen viable una vida digna y sin ningún
tipo de temores, coacciones o angustias, ese es el conjunto de atribuciones que
podemos disfrutar gracias a la vigencia del Derecho y al patrocinio pertinente y
asesoría que puedan prestar los Abogados, de ahí la importancia social de este
profesional y la natural atracción que entre los jóvenes y dentro de la sociedad
provoca el dedicarnos al estudio del Derecho y a la obtención del título de
Abogados.
Generalmente se piensa que un Abogado es un simple intermediario,
patrocinador, defensor e incluso un promotor de casos o situaciones litigiosas,
tomándose para tener este criterio, la actitud de quienes abusan o usan indebida e
incorrectamente el título y se dedican a impulsar
conflictos y no defienden los casos que asumen en base a la ley sino en base a
sus particulares criterios, o lo que es más grave a través de artimañas, lo cual está
muy lejos de acercarse a lo que debe ser la gestión de un jurisconsulto, aquellos
comportamientos son los que deforman y denigran la altísima y nobilísima
contribución social que puede entregar un abogado, olvidándonos que es el
Derecho y con él los abogados, los que hacen posible que se protejan y se hagan
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efectivas las garantías fundamentales que históricamente ha conquistado el ser
humano y que están consagradas específica y detalladamente en la Declaración
de los Derechos Humanos.
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CONCLUSION
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
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- Abogado - Wikipedia, la enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org
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