Las Preciosas Promesas de Dios
Las Preciosas Promesas de Dios
Las Preciosas Promesas de Dios
Dios limita las pruebas y las tentaciones (1 Co 10.13) No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. No permitirá que seamos tentados más allá de
lo que podemos soportar. Cuando sintamos que no podemos resistir más, el Señor proveerá una vía de
escape para que perseveremos.
Dios nos da sabiduría (Stg 1.5) Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.. Ante cualquier decisión nos da sabiduría para ver la vida
desde su perspectiva, si pedimos con fe y sin dudar. Pero el pecado puede impedir que nos acojamos a
su promesa si menospreciamos su importancia, actuamos con incertidumbre y tomamos decisiones
equivocadas.
Dios le da descanso a nuestra alma (Mt 11.28, 29) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo
os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas;. Cuando nuestro corazón se siente cargado, Cristo nos da el descanso
físico y emocional que tanto necesitamos.
Dios nos ofrece su paz (Fil 4.6, 7) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús . Si llevamos nuestras ansiedades a Dios
en oración, Él nos da su paz y levanta una muralla impenetrable que nos separa de todas nuestras
preocupaciones.
Dios promete que, incluso en la vejez, seremos fuertes y fructíferos (Sal 92.12-15) El justo florecerá
como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.13 Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios
florecerán.14 Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, 15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es
recto, Y que en él no hay injusticia. La jubilación puede ser una de las etapas espirituales más fructíferas de
la vida si permanecemos firmes y fieles al Señor.
Dios nos concede las peticiones de nuestro corazón si nos deleitamos en Él (Sal 37.4) Deléitate
asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Esta promesa también incluye deleitarnos en
adorarlo, servirle y vivir para Él.
Dios es nuestra ayuda en medio de los problemas (Sal 46.1-3) Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar; 3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su
braveza. Selah El Señor es nuestro refugio en tiempos de incertidumbres y peligros. Siempre está disponible
para ayudarnos, pues mora en nuestro corazón.
Dios dirige nuestra vida (Sal 32.8) Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré
mis ojos. Nuestro Padre celestial conoce los peligros que enfrentaremos y, por tanto, ha prometido
enseñarnos el camino en que debemos andar.
Dios nos sana en tiempos de enfermedad (Sal 103.1-3). Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser
su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.3 Él es quien perdona todas tus
iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
Puesto que Él nunca cambia, podemos buscarlo para ser sanados, como sucedía en tiempos bíblicos. Nuestro
Padre celestial lo hacía en aquellos tiempos, y hoy sigue dispuesto a hacerlo.
Nada puede separarnos del amor de Dios (Ro 8.38, 39) Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la
vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna
otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. . Su amor incondicional
es una posesión que nada ni nadie podrá arrebatarnos.
Dios nos asegura la salvación eterna (Jn 20.27-30) Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos;
y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.28 Entonces Tomás respondió y le dijo:
¡Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y
creyeron.. Cristo prometió vida eterna a todos sus seguidores, por lo que al morir, inmediatamente iremos
a estar con Él.
Tenemos un hogar en el cielo (Jn 14.1-3) No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En
la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.. Antes de que el Señor Jesucristo muriera y resucitara, prometió a sus discípulos
que iría a preparar un lugar para ellos y un día regresaría para llevarlos a morar con Él.
REFLEXIÓN
¿Por qué será que con frecuencia nos olvidamos de las promesas que Dios nos ha hecho, a pesar de que
la Biblia nos enseña que nuestro Señor es fiel?
¿Cuál promesa, de las que Dios le ha hecho, ha atesorado usted en su corazón de manera especial?
En medio de las dificultades que usted ha enfrentado, ¿cuáles son las promesas de la Biblia que más
consuelo y apoyo le han ofrecido?