INMIGRACIÓN

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El impacto de la

inmigración en
Razonamiento Verbal
Colegio de Ciencias

el Perú
Lord Kelvin

Introducción

La pandemia ha vuelto a poner ‘la inmigración como problema’ en los discursos públicos y medios de
comunicación. Hoy en día se menciona a la población inmigrante al hablar de hacinamiento, enfermedad,
informalidad y diversos otros temas. Todos tenemos conocimiento de que la inmigración es definida como
un tipo de desplazamiento humano en el que individuos provenientes de otro país u otra región ingresan
a una sociedad determinada. Como consecuente, se convierte en un evento sumamente usual en la
historia de la humanidad, que se ha dado desde tiempos inmemoriales, y que a pesar de que pueda ser un
evento polémico o generar malestares en los ciudadanos locales, en realidad es una de las más
importantes fuentes de variación y diversidad cultural, genética y económica de la civilización de los
cuales se pueden abordar. Los inmigrantes pueden abandonar su tierra originaria por diversos motivos,
pero generalmente ocasionan diversos cambios en su lugar de destino. Es por eso que el día de hoy
abarcaremos diversas posturas (a favor y en contra) respecto a esta temática tan controversial y su
impacto generado en nuestro Perú. ¿Debemos permitir la inmigración?

Postura a favor
Las fronteras tienen guardias y los guardias tienen armas. Éste es un hecho obvio de nuestra vida
política, pero puede ser fácilmente apartado de nuestra vista -al menos para quienes somos
ciudadanos de las ricas democracias occidentales. Para los haitianos en pequeñas lanchas
zozobrantes, para los salvadoreños que mueren de calor y falta de aire, para los guatemaltecos que se
arrastran por las alcantarillas infestadas de ratas para pasar de un país a otro, para todas estas y otras
muchas personas, las fronteras, los guardias y las armas son del todo aparentes. ¿Qué justifica el uso
de la fuerza contra estas personas? Quizá los guardias y las armas pueden justificarse como medios
para contener a criminales, a insurrectos o a invasores armados. Pero la mayoría de estas personas no
están tratando de hacer eso. Se trata de gente común, pacífica, que busca la oportunidad de
construir una vida decente y segura para ellos y sus familias. ¿Sobre qué base podemos mantenerlos
fuera?, ¿qué nos da el derecho de apuntar armas hacia ellos? Para la mayoría de las personas la
respuesta a esta pregunta parecerá obvia. El poder para admitir o excluir a los extranjeros es
inherente a la soberanía, y es esencial para cualquier comunidad política. Todo Estado tiene el
derecho moral y jurídico para ejercer ese poder en su propio interés nacional, incluso a costa de
negarle la entrada a extranjeros pacíficos y necesitados. Los Estados pueden elegir ser generosos al
admitir inmigrantes, pero no tienen obligación de hacerlo.
Al cuestionar esta visión hemos obtenido diversos argumentos correctamente fundamentados. Los
inmigrantes benefician a las sociedades a las cuales se integran. Aquellos países que acogen una
gran variedad de inmigrantes se hacen más ricos, más productivos y más innovadores. Las regiones
que reciben el mayor número de inmigrantes crecen más rápidamente. La percepción de la
migración es, en gran medida, negativa, debido al temor a que se distribuyan los costos y beneficios
de forma desigual, es decir, a que los migrantes "quiten" puestos de trabajo o generen contención
salarial. Sin embargo, la evidencia muestra una imagen más matizada. La migración puede propiciar
un aumento de la tasa de crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto)en los países de destino, el
incremento de los salarios de los migrantes, y la expansión de los beneficios indirectos de las
remesas para los países de origen.
Los migrantes colman las lagunas existentes en el mercado laboral y en la disponibilidad de
conocimientos, de forma que refuerzan la competitividad y el crecimiento. La migración es
beneficiosa para los países que se enfrentan a una reducción de la población en edad de trabajar y
también podría contribuir a solventar los problemas que plantea el aumento de la población joven en
algunos países de la región. El primer grupo de países son generadores de demanda, mientras que
los segundos podrían constituir centros dinámicos que ofrecen mano de obra, siempre que se
promuevan adecuadamente sus aptitudes.
En la era del desarrollo sostenible, los efectos de la migración en el desarrollo deben aprovecharse
de manera sistemática mediante políticas de cooperación regional, en las que los países de origen y
los países receptores colaboren para garantizar la dignidad de los migrantes, eliminar los obstáculos a
la movilidad, mejorar las bases de conocimientos y reducir los costos de las transacciones de
remesas. junto con esta labor normativa también debemos cambiar el discurso actual de la migración.
Debemos rebatir las percepciones negativas erróneas para promover los derechos de los migrantes y
crear el espacio político necesario para tomar medidas con el fin de mejorar su protección y
productividad. La migración no es un problema que deba resolverse y los migrantes no son el
enemigo. Si los tratamos como tal, solo conseguiremos quedarnos atrás y traicionar nuestros propios
valores.

Postura en contra
Establece porque reduce la presión de la fuerza laboral y ocasionan pérdida de la mano de obra y
afecta la capacidad de producir bienes y servicios a las personas del origen el efecto está grabado si
los migrantes cuentan con altos niveles de formación pues el costo de perderlos es mayor.
Asimismo los que emigran ambiente mesas y mediante estos recursos pueden aumentar la renta de
familiares en su país de origen. No hay duda de que la migración genera procesos de movilización
cultural a nivel internacional mediante el intercambio de los países a sectores adoptan costumbres y
patrones de consumo de tal manera que se plantea una relación bidireccional entre migración y
comercio a medida que la integración comercial se profundiza hay movilidad de factores como el
trabajo que conlleva a convergencia de salarios de los trabajos entre los países.
Por otro lado, la pérdida de población puede mermar el potencial productivo de las comunidades de
origen, ya que su salida, temporal o definitiva, genera escasez de fuerza de trabajo en ciertos sectores
o industrias específicas y, por ende, tiende a desincentivar el crecimiento económico.
Entre las más resaltantes encontramos: problemas socioeconómicos, falta de trabajo, daños en la
búsqueda de desarrollo individual o familiar, inseguridad aumentada producto de la violencia que
prevalece, etc. La presencia de inmigrantes puede distorsionar la identidad nacional de la población nativa. Los
inmigrantes pueden aislarse en sus propias comunidades, formando comunidades auto-organizadas, guetos o
sociedades paralelas donde viven de acuerdo a su propia cultura, en lugar de asimilarse a la cultura nativa con un
contacto espacial, social y cultural reducido o mínimo con la sociedad mayoritaria a la que han
inmigrado. Finalmente existe un deterioro en El espacio medioambiental, la calidad y la escasez de recursos.
De igual forma , se presenta comúnmente un esfuerzo conjunto de cada uno de los países y de la
comunidad internacional para que se asegure a todos el derecho a no tener que inmigrar, es decir, la
posibilidad de vivir en paz y con dignidad en la propia tierra.

Postura personal
La inmigración internacional llega, por definición, del «exterior». Al coincidir la procedencia de
otros países o continentes, en muchos casos, con diferencias en cuanto a fenotipo, religión,
idioma y otros rasgos más de las personas inmigradas. De alguna u otra forma genera un
cambio político, social y económico. Al verlo desde dos visiones diferentes... Inmigración
personal que me conlleve a un futuro mejor sería totalmente válida y beneficiosa para mí
(siempre y cuando sea realizada bajo la aprobación del estado y de manera legal y
autorizada). Debido a que me permite de una forma u otra obtener beneficios familiares,
personales, laborales y sociales. Por otro lado, cuando se habla de migrar por necesidad
política del país como por ejemplo hoy en día se observa que nuestros hermanos
venezolanos se han visto obligados a inmigrar a otros países debido a la crisis económica,
política y social que su país está atravesando. Aquello nos da como consecuencia muchas
desventajas mencionadas anteriormente.

Autor a favor
Al desarrollar mi argumento tomo ideas de tres aproximaciones contemporáneas a la teoría política:
primero la de Robert Nozick; segundo la de John Rawls, y tercero la de los utilitaristas. Encuentro la
teoría de Rawls la más iluminadora de las tres. Sostendré que las tres teorías conducen a la misma
conclusión básica: hay pocas justificaciones para restringir la inmigración. Cada una de estas teorías
inicia con alguna asunción acerca del igual valor moral de los individuos. De un modo u otro, las tres
dan prioridad a los individuos frente a la comunidad. Este presupuesto deja poco espacio para trazar
distinciones fundamentales entre ciudadanos y extranjeros que procuran convertirse en ciudadanos.
El hecho de que las tres teorías converjan en el mismo resultado básico en lo referente a la
inmigración, fortalece el argumento a favor de la apertura de fronteras. 
Consideremos la posición de Robert Nozick como una representación contemporánea de la tradición
de los derechos de propiedad. Siguiendo a Locke, Nozick asume que los individuos en el estado de
naturaleza tienen derechos, incluido el derecho a adquirir y usar propiedad. Todos los individuos
tienen los mismos derechos naturales -ésta es la asunción acerca de la igualdad moral que subyace
a esta tradición-, aunque el ejercicio de estos derechos conduzca a la desigualdad material. Los
"inconvenientes" del estado de naturaleza justifican la creación de un estado mínimo, cuya función
es la de proteger a las personas dentro de un territorio determinado frente a la violación de sus
derechos. Nos da a entender que no se posee argumento válido por parte del Estado para limitar la
inmigración. En resumen su teoría nos plantea «El principio completo de justicia distributiva diría
simplemente que una distribución es justa si cada uno tiene derecho a las pertenencias que posee
según la distribución. Una distribución es justa si surge de otra distribución justa a través de medios
legítimos.»

Autor en contra
Las prácticas discursivas son la base de las construcciones simbólicas de los individuos, y mediante su
análisis podemos acceder a la comprensión que ellos tienen de la realidad. O, dicho en otras
palabras, el estudio de las estructuras ideológicas. Este autor llamado “Antonio Morell Blanch “
propone un análisis que se ocupe de las configuraciones discursivas dominantes en la representación
social de los inmigrantes, con el fin de detectar los ejes estructuradores de las actitudes de rechazo
que su presencia genera en la población autóctona, con el fin de lograr una mejor comprensión de la
génesis de los discursos que sustentan la visión de «la inmigración como problema». En su escrito nos
menciona que la convivencia entre ambos colectivos resulta difícil, incluso imposible, cuando se
asigna al colectivo inmigrante unos atributos culturales que se señalan como incompatibles con los
autóctonos. Aquellos orientan su vida en función de un sistema de valores incompatibles con nuestro
sistema social. Dicha explicación sirve tanto cuando se aborda la cuestión de la delincuencia (que en
los autóctonos se explica como una «anomalía» o «desviación» y en los inmigrantes como una cuestión
cultural, la incorporación al mundo del trabajo asalariado o el acceso a los recursos de bienestar. De
este modo, la integración de los inmigrantes en la sociedad de acogida deviene prácticamente
imposible.

Conclusión o exhortación

La migración, por sí misma, representa importantes cambios en la dinámica de población ya sea de


tipo demográfico, económico, social y familiar. La inmigración se ha convertido en uno de los temas
centrales de la agenda política del nuevo siglo. Por un lado, un gran número de países
industrializados necesita importar mano de obra, con el fin de cubrir puestos de trabajo para los
cuales no hay oferta doméstica (cualificada o no cualificada), y de financiar sus costosos sistemas
de protección social. Por otro lado, en las sociedades desarrolladas, para algunos sectores de la
opinión pública, los inmigrantes aparecen como una amenaza para las oportunidades de empleo
de sus trabajadores menos cualificados, e incluso para la pervivencia de su cultura y de su
identidad. Entre esos dos extremos se mueve el debate sobre la inmigración.

-2023-

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