Ensayo Delincuencia Juvenil-S4

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Nombre de la licenciatura

Criminología

Nombre del alumno


Libia Palmira Graus Dionicio

Matrícula
240567747

Nombre de la tarea
ENSAYO: DELINCUENCIA JUVENIL

Nombre del Profesor


Fanny Rubí Cruz Trinidad

Fecha
30/05/23
LA DELINCUENCIA JUVENIL
 Es la denominación general que reciben aquellos delitos que son perpetrados exclusivamente por individuos
que no han alcanzado la mayoría de edad, generalmente establecida en los 18 años.
 I.INTRODUCION:
Este presente ensayo trata de explicar los problemas que ocasiona la delincuencia juvenil ylos motivos que
llevan a los jóvenes de entre 10 años a 18 a formar parte de esa violenta y problema de la sociedad.
Mi ensayo está dividido en tres partes tiene una introducción, un desarrollo que trato de explicar los motivos que
llevan a los jóvenes a desviarse de un buen camino y por ultimo una conclusión donde doy mi punto de vista u
opinión acerca de lo que es la delincuencia juvenil sus causas y consecuencias.
En nuestro país a la mayoría de jóvenes les enseñan valores buenos en sus hogares, los cuales ponen en
práctica en los lugares en donde se encuentran desarrollando sus actividades, mostrándose así de una manera
adecuada (con una presentación formal, con el corte de cabello adecuado los cual lo hace distinguir de las
personas quienes solo les gusta la vida fácil ).
Los jóvenes quienes les gusta la vida fácil son aquellos a quienes en sus hogares les han dado malas
enseñanzas los padres han sido delincuentes, alcohólicos, drogadictos y les han enseñado a ellos que la vida es
mucho más fácil robando, matando o formando parte de lugares en donde solo les enseñan cosas malas .
II.Metodología
Para realizar este ensayo se utilizó el método analítico deductivo con respecto a diferentes artículos donde se
daban a conocer diferentes puntos de vista sobre la delincuencia juvenil, basándose específicamente desde la
práctica de Terapia Ocupacional en la manera como esta ocupación afecta a otras ocupaciones, teniendo en
cuenta todos aquellos factores que influyen en esta comunidad de jóvenes y qué circunstancias llevan a que
estas personas desarrollen dicha actividad y afecten su contexto.
III.DESARROLLO:
La violencia no es producida aleatoriamente, sino que parte de una cultura de conflictos familiares, sociales,
económicos y políticos, y en general, del sistema globalizado que a su vez permea las diferentes formas de vida
en la sociedad, donde los estilos de vida de los jóvenes son catalogados como formas de delincuencia. El
objetivo de esos estilos de vida, sin embargo, sólo consiste en distanciarse culturalmente de una sociedad que
los jóvenes no han fabricado. Víctimas de la discriminación social y excluidos de las decisiones importantes ,
muchos jóvenes carecen de planes o proyectos de vida, y son considerados incapaces
deadaptarse al medio social, por lo cual toman la delincuencia como alternativa de sobrevivencia.
Apreciación personal: La delincuencia juvenil es mayormente una consecuencia de la violencia ya sea familiar,
social. También podemos confundir a la delincuencia juvenil como estilos los de vida de muchos jóvenes en la
actualidad por su forma de vestir, de actuar, de pensar y de las personas con quien se relacionan. Muchas veces
los jóvenes se reniegan de la vida ya sea porque fueron víctimas de discriminación, o su falta de integración a la
sociedad.
Pandillas:
 Uno de los fenómenos que más ha llamado la atención de los investigadores es la formación de pandillas
juveniles. La literatura sobre pandillas es vasta y muy diversa; sin embargo, muestra algunos aspectos
recurrentes en varios lugares del mundo. Dentro de estos aspectos recurrentes, un primer elemento que aparece
es la relación del fenómeno con las grandes ciudades. Crecimiento urbano, inmigración y tugurización parecen
augurar la aparición de pandillas en los espacios urbanos. Se advierte una secuencia de eventos que terminan
en la formación de pandillas. Mencionaremos esta secuencia antes de entrar a las características específicas
que pueden adoptar. Las pandillas suelen surgir en áreas
urbanas periféricas, normalmente habitadas por poblaciones de reciente inmigración. En estosespacios, los
jóvenes establecen relaciones en las cuales su grupo de pares se convierte en una gente para participar de
actividades lúdicas y también en un sustituto de la familia. Se
hasugerido que los jóvenes provenientes de familias desorganizadas tendrían una mayor   posibilidad de
insertarse y permanecer en estos grupos. Apreciación personal: las pandillas es un grupo de jóvenes que se
juntan, hay bastantes pandillas dispersas por todo el mundo,
mayormente en las ciudades grandes. Esto se debe a los diferentes factores, como el crecimiento urbano, la
inmigración, sin pensarlo nos afecta bastante debido a las diferentes costumbres, ideales y los valores con que
se han criado, esas pandillas de jóvenes puede llegar a ser un gran número de
jóvenes muchas veces renegados de la vida, es muy probable que en su casa hay violencia, o en su colegio o ya
sea en el barrio donde vive o de acuerdo a las personas con quien se relacionan, muchas veces
algunos jóvenes son forzados hacer eso a veces por sus propios padres , amigos ya sea por querer formar parte
de un grupo, o por querer agradar a alguna persona. En relación al perfil del delincuente juvenil, encontramos
que son los varones los que más delitos cometen, tal y como podemos observar en diferentes estudios en los
que se han recogido datos acerca de las tasas de delincuencia juvenil. En cuanto a la edad, existe suficiente
evidencia empírica que demuestra lo que se ha denominado la curva de la edad. Si distribuimos gráficamente los
delitos según la edad de sus autores, podremos observar dicha curva, la cual comienza a ascender
marcadamente desde edades tempranas hasta los 20 años aproximadamente. A partir de los 20 años, la curva
comienza a descender, también de manera vertiginosa Esto nos indica que a medida que los adolescentes
maduran y se acercan a la edad adulta, dejan de delinquir. Respecto a los tipos de delitos que se dan con más
frecuencia entre los jóvenes, encontramos que es el robo con fuerza en las cosas el más cometido, seguido de la
sustracción de vehículos a motor, hurtos, robos con intimidación, sustracciones 
en el interior de vehículos y, por último, atentado contra agentes de laautoridad y pequeño y mediano tráfico de
estupefacientes. Apreciación personal: la mayoría de jóvenes que conforman la delincuencia juvenil son varones.
Los jóvenes participes de la delincuencia son mayormente menores de 20 años y mayores de 10 años. A partir
de los 20 años ya empiezan a madurar y pensar mejor las cosas que les van a llevar a algo mejor y a
diferenciarlas cosas que solo les traerán problemas, dolor y empiezan a alejarse. Los delitos que mayormente
cometen estos jóvenes son la sustracción de vehículos a motor, hurtos, agresiones contra los miembros de
seguridad, y también pueden llegar a formar algunos pequeños y mediano tráfico de cosas robadas.
La delincuencia juvenil femenina:
 Su estudio comenzó a finales de los 60 cuando,
a raíz del movimiento de liberación de la mujer, la delincuencia juvenil se hizo másvisible. Por tanto, en
la actualidad, el estudio de la delincuencia juvenil femenina se basa
enlos denominados estudios de género, los cuales tratan de explicar dicha delincuencia partiendo de la diferenci
ación entre géneros, teniendo en cuenta factores psicológicos, deaprendizaje social, ambientales, etc. La tasa de
delincuencia juvenil femenina, a pesar
dehaber aumentado levemente, sigue siendo muy baja en comparación con la tasa de delincuencia juvenil
masculina.
Apreciación personal: con la liberación femenina también trajo la delincuencia en las mujeres muchas veces
ocurre la delincuencia en las mujeres por defender la ideología o también por hacerse respetar porque dicen que
las mujeres son el sexo débil, a pesar de eso la delincuencia juvenil femenina aún sigue siendo menor a la
delincuencia juvenil masculina.
También podremos decir que en la actualidad es común escuchar sobre la delincuencia juvenil que bombardea a
la sociedad, un problema de orden multicausal que genera violencia y que afecta a varias personas. Para ello, se
aborda desde una perspectiva explicativa, el concepto de delincuencia, una definición centrada en delitos y faltas
contra la ley. La delincuencia es un término poco preciso. Su significado es vago, no solo desde el punto de vista
legal, sino también desde el psicológico y sociológico (McCord, 1993; Clarizio y McCoy, 1981). Incluso entre los
psicólogos se le ha dado a este término una gran variedad de significados, para algunos, la delincuencia es una
deficiencia moral, para otros, una subactividad del sistema nervioso central, según clasificaciones en una prueba
de personalidad (Clarizio y McCoy, 1981; Angenent, 1996). “La delincuencia es un fenómeno social, dado que
afecta directa o indirectamente a toda la sociedad, está asociada a la dialéctica entre determinantes
socioculturales y económicos, familiares e individuales” (Araya y Garat, 1998). De este modo, se puede decir que
la delincuencia es un fenómeno de nuestra sociedad que estaría afectando a una parte importante de la
población, tanto desde la percepción que se tiene de la misma como desde quienes se ven afectados directa o
indirectamente, dada por la pobreza, la salud, la educación y el empleo, temas que en la sociedad muchas veces
presentan demasiadas circunstancias, que obligan al individuo a tomar decisiones erróneas. También es
importante distinguir la edad en la que se inicia la actividad delincuencial, en este caso en jóvenes, una de las
etapas que presentan cambios rápidos tanto físicos, sexuales e intelectuales y cambios ambientales, donde la
sociedad impone exigencias a su desarrollo, dando paso a que muchos de los jóvenes, ante estas exigencias
que impone la sociedad, no logran tomar buenas decisiones, lo cual genera, en ellos, varios interrogantes con
respecto a su proyecto de vida para ser aceptados ante la sociedad; según el Sistema de Responsabilidad Penal
para Adolescentes consagrado en el Código de Infancia y Adolescencia de Colombia, se decidió que los
menores de 14 años no pueden ser judicializados; entre 14 y 16 años pueden ser responsables penalmente,
pero no se les puede imponer medidas de encarcelamiento y, la aplicación del principio de oportunidad será la
regla; los adolescentes entre 16 y 18 años deben ser penalizados como adultos, pero con la posibilidad de
sustituir gran parte de la pena privativa de la libertad por medidas resocializadoras. Entendiendo que, el menor
infractor lo podrá ser hasta los 14 años de edad, a partir de este límite, deberá ser considerado como delincuente
juvenil con los grados de responsabilidad ya apuntados. Alrededor del 50% de la delincuencia juvenil es
ocasional y se cometen delitos graves. El otro 50% es delincuencia de transición que se inicia sobre los 12 años,
con delitos de apoderamiento, se mantiene en la adolescencia y suele reincidir a los 20 años, según datos
recogidos por Enrique Orts (Coord.). Desde este punto de vista, la delincuencia en jóvenes cada vez es de
mayor preocupación en nuestra sociedad, por ello, fue necesario crear una ley donde personas que aún están en
una etapa de desarrollo, se priven de su libertad con tan poca edad.
El ser humano desarrolla tantas conductas positivas o negativas que hacen que su actividad sea o no aceptada
ante una sociedad. En este caso, la conducta es de forma negativa y, se refiere al comportamiento que presenta
el joven, influyendo ante los demás de manera negativa, teniendo en cuenta que el ser humano es un ser social
por naturaleza. Por esta razón, se puede decir que la formación tanto en valores como en normas para una
buena conducta en la juventud, se ve reflejada en la adecuada educación que una persona recibe, donde tiene
influencia en el medio social con un efecto positivo, pero si no ha sido así, dará lugar a que existan tensiones y
problemas en el contexto en el que se encuentre la persona, a esto se le denomina comportamiento antisocial al
conjunto de acciones y reacciones de una persona que repercuten negativamente en la sociedad, siendo en sí
una conducta negativa. Los comportamientos delictivos dan paso a una actividad ilícita fuera de una norma o ley
establecida según nuestra sociedad, (Espuny, 2003). Según diferentes estudios que se ha realizado desde el
sentido que constituye la Ecología del desarrollo humano de Bronfenbrenner (1987), se comprende la conducta
humana como una relación funcional ente la persona y su contexto; según el autor, este espacio ecológico está
constituido por cuatro dimensiones fundamentales: microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema,
donde se identifica el microsistema en relación con el ámbito individual-familiar, siendo el nivel con mayor
proximidad para el sujeto. El segundo nivel, denominado exosistema, se compone por la comunidad más
próxima al sistema familiar, incluyendo instancias como la escuela, la iglesia, las instituciones recreativas y los
organismos de control social. Finalmente, al macrosistema lo conceptualiza entorno a los sistemas de creencias
y estilos de vida de una sociedad en particular, que afectan al individuo, aunque no se encuentre presente. Los
resultados arrojan que el microsistema es el único contexto ecológico que presenta un efecto directo en la
conducta infractora, reafirmándose asimismo la relación de mutua influencia entre los diversos contextos, los que
repercuten a través de esta relación de modo indirecto en dicha conducta infractora (Frías, López y Díaz, 2003).
Con respecto a lo anterior, se deduce que el microsistema es una de las principales dimensiones que influye en
el individuo, debido a que desde la parte familiar se da a conocer a sus hijos los principios correctos que se
deben seguir para poder ser aceptados ante una sociedad libre de problemas, formando a estas personas en
valores para lograr un significado positivo en la existencia del individuo con respecto al comportamiento correcto
que deben llevar para estar dentro de lo normal, ya que muchas veces en un entorno familiar donde se realiza
dichos delitos o presentan demasiadas dificultades, lo más probable es que el hijo refleje estas circunstancias de
manera negativa para el desarrollo en su proyecto de vida, ya que al crecer puede aprender algunos
comportamientos de sus padres y muy posiblemente, los realice en un futuro, lo que en un origen se tomó como
rutinario, luego se convierta en un ámbito para ellos. Tal como lo menciona Bronfenbrenner (1987), la familia
puede funcionar como un contexto efectivo de desarrollo del niño; sin embargo, los conflictos familiares, la
pérdida de los padres y la falta de habilidades de crianza son los factores que pudieran intervenir en el desarrollo
de la delincuencia o de la conducta antisocial en los menores (Juby y Farrington, 2001; Wells y Rankin, 1991).
En la parte del exosistema se encuentra el sujeto, pero puede ser que no pertenezca a este contexto, debido a
que muchos de ellos no se sienten gratos con lo que hacen, pero diferentes situaciones como la parte
económica, la falta de estudio, la violencia intrafamiliar, la falta de afecto, los fracasos estudiantiles, el
desempleo, etc., hacen que el joven cometa errores como el consumo de alcohol y drogas y, empiece a delinquir
desempeñando una actividad poco significativa para los demás, pero para el individuo puede tener un significado
muy valioso, ya sea para ayudar a su familia o para satisfacer sus necesidades. La escuela también está incluida
en el ecosistema, debido a la problemática que puede estar presentando dicha comunidad que rodea al
individuo, en este caso, al joven delincuente, quien puedo adquirir los conocimientos sobre delincuencia en su
familia o en la comunidad; en estos casos, las amistades se incitan unos a otros para emprender aquel camino;
en este tema, es importante aprender a tomar nuestras propias decisiones, porque la fuerza de voluntad o el
saber decir no, depende de la enseñanza recibida por los padres, pero también de las situaciones que se estén
viviendo en el momento. Y en el macrosistema se define la normativa que evita que muchos de los jóvenes
incurran en estos delitos, primero hay que informarles e instituir sobre las conductas prohibidas por la ley, en
este caso, la Ley Estatutaria 1622 de 2013, Título 1 - Artículo 5, junto con el Sistema de Responsabilidad Penal
para Adolescentes consagrado en el Código de Infancia y Adolescencia (Libro II, Título I), expedido mediante la
Ley 1098 de 2006 del 8 de noviembre del 2006: Artículo 139, 140, 141; los cuales logran que el acto delictivo en
jóvenes no se repita en un futuro, si se llega a fallar en esta normativa, esto se consigue a través de acuerdos o
centros correccionales que los privan de su libertad, donde se les brindan ayudas psicológicas, formas para
educarse o la misma situación que están pasando estos jóvenes, hacen tomar más conciencia del
comportamiento inadecuado que han realizado con dicha actividad y que su ocupación negativa, lo único que
puede traer es más problemas tanto para su familia como para él mismo. Dependiendo de lo anterior, se
determina cómo una ocupación se ve afectada por otra y se deriva los factores que pueden influir en este caso:
Factores escolares:
Fracaso escolar, baja vinculación, ausencia escolar, cambios frecuentes de colegios, etc. Esto se debe a los
padres que, muchas veces, no les exigen a sus hijos una educación o ellos mismo les prohíben asistir a un
colegio, obligándolos o enseñándoles a delinquir.
Factores sociales y comunitarios:
Amigos delincuentes, pertenencia a una banda, pobreza, acceso a armas de fuego, desigualdades sociales,
racismo, desintegración familiar, consumo de drogas y alcohol, relaciones interpersonales de los jóvenes con su
familia, amigos y compañeros, las cuales también pueden influir mucho en el comportamiento agresivo, violento
y delictivo, además, programas de ciertos medios de comunicación o videojuegos que favorecen el crecimiento
de la delincuencia.
Factores familiares:
El cometimiento del delito por parte de los adolescentes pone de manifiesto los conflictos familiares presentes en
el interior del hogar, los cuales se convierten en factores precipitantes. Entre ellos se puede citar: la falta de
reconocimiento de los adolescentes, la ausencia de espacios para compartir en familia, la violencia intrafamiliar,
padres delincuentes, el abuso sexual, la violencia psicológica y física, los conflictos legales, la disfunción familiar
y la pérdida de valores, como la autoestima. Por otro lado, se hace evidente la tensión que vive la familia con la
conducta delictiva del adolescente, que lo señala y a su vez lo impulsa a salir de su hogar, lo cual lo deja en un
estado de desamparo y expuesto a situaciones de la calle.
¿Qué tanto afecta la ocupación de los padres a la ocupación de sus hijos?
La delincuencia juvenil según algunos autores, es una de las consecuencias negativas predecibles de
condiciones familiares inadecuadas como ocurre en el caso de la violencia familiar. Algunos estudios indican
que, los niños que son testigos de la violencia o que reciben el maltrato directamente, pueden desarrollar una
conducta antisocial o delictiva (McCord, 2001; Morrison y Cherlin, 1995; Widom y Ames, 1994). En muchas
ocasiones, se evidencian casos en donde los padres siempre se han dedicado a la actividad de delinquir y son
ellos, quienes enseñan a sus hijos a que se desenvuelvan en la delincuencia, sin saber el daño que les pueden
causar en un futuro; el ejemplo de los padres muchas veces no es el mejor, no brindan una vida armónica libre
de drogas, robos, bandas, matanzas y problemas, a sus hijos, al contrario, los obligan a robar y les prohíben que
asistan a un colegio; de manera que, la ocupación negativa que desarrollan los padres puede influir en la
adquisición de la ocupación de su hijo de forma negativa o poco significativa para su proyecto de vida. La
ocupación de un padre puede perjudicar la relación amena con sus hijos, justificando la delincuencia juvenil que
hace parte de la realidad de la sociedad; analizando desde el punto de la ocupación positiva, padres que tienen
un estrato socioeconómico alto y un puesto de trabajo muy bien remunerado, pero que descuidan a sus hijos por
los horarios que suelen llevar en sus trabajos, dejando el cuidado de sus hijos a una niñera o a personas que tal
vez no les importa si los comportamientos del joven a su cargo son los correctos, por esta razón, muchos de los
jóvenes se ven afectados emocional y afectivamente al sentirse solos, y es ahí, cuando pueden irse por
senderos inapropiados como la delincuencia, drogas o fracasos, que se presentan durante su desarrollo de
adquirir experiencias vivenciales; también se tiene en cuenta la ocupación negativa de los padres que realizan
actividades no significativas para la sociedad pero sí para el mismo, que afectan a sus hijos sin una buena
enseñanza basada en valores, que les ayuden a crecer positivamente en sus conocimientos, puesto que los
jóvenes pueden tomar ese ejemplo no significativo e intentar desenvolverse en ese mundo, donde se toman
aspectos negativos, problemas o dificultades que hacen de una ocupación sana, algo poco prospero para la
persona; cabe decir que, quienes educan desde pequeños a su hijos para que roben, le quitan la posibilidad de
llevar una vida normal, libres de peligros y problemas .
La ocupación en el inadecuado uso del tiempo libre afecta a la ocupación de sus padres.
Muchas veces los jóvenes en su tiempo libre se dedican a realizar actividades que pueden traer consecuencias
negativas, entre ellas, los problemas con sus padres, debido a que los jóvenes de hoy en día, pasan más tiempo
con sus amigos o frente a un celular o computador, medios que influyen en el camino hacia la delincuencia,
afectando la ocupación de sus padres, ya que al ver que un hijo se involucra en algún problema, inmediatamente
los padres abandonan las actividades del momento para hacerse cargo del problema; y en otros casos, padres
que no le dan importancia a los problemas de sus hijos y simplemente, omiten el tema o tratan de buscar
soluciones, pero no inculcan los valores o normas que debe seguir el joven para que no vuelva a cometer dichos
delitos. El incongruente uso del tiempo libre por parte de los jóvenes, quienes no encuentran actividades
atractivas, formativas y/o productivas que pudieran desarrollar en sus contextos cotidianos, acelera el
incurrimiento de actividades delictivas (Suárez, 2015). De lo anterior se concluye que, los jóvenes que incurrieron
en actividades delictivas, lo hacen por el inadecuado uso del tiempo libre, porque en muchas ocasiones, los
jóvenes suelen realizar actividades no significativas que afectan a otras personas, en este caso a sus familiares;
la utilización y el buen manejo de un tiempo libre en la persona, puede ayudar a un crecimiento significativo para
el individuo, ya que los jóvenes suelen tener pensamientos de frustración, estrés o las mismas situaciones
familiares, conllevan a que estos jóvenes cometan delitos que pueden estar perjudicando a nivel grupal como
individual; a nivel grupal en el momento en el que la familia puede verse en apuros o situaciones incómodas con
la ley, donde al reprender a su hijo puede ocasionar más problemas y, muchas veces, los padres suelen
abandonar sus rutinas para dedicar más tiempo a sus hijos, con el fin de evitar que no incurran nuevamente en
actos de delincuencia, o muchos de ellos pasan por desapercibido el tema y no les dedican tiempo o a veces no
les brindan las suficientes bases para evitar este tipo de inconvenientes.
Participación social:
una ayuda para mejorar ocupaciones no significativas para la sociedad. El hecho de participar en actividades
delictuales implica pautas relacionales que se potencian con el modelo económico dominante. Debido a esta
razón se ve jóvenes que se caracterizan por la búsqueda del éxito, inmediatismo, competencia e individualismo.
Las intervenciones deben contemplar el abordaje de estas formas de interacción, tras la comprensión de los
procesos sociales. Una estrategia que facilita lo anterior, es la generación de espacios grupales con los jóvenes,
que fomenten la creación de proyectos colectivos, con replicabilidad en contextos comunitarios en donde
habitan. Dichos proyectos deben potenciar el trabajo en equipo antes que la competitividad y el individualismo.
Dicha propuesta favorecería el desarrollo de distintos componentes del desempeño ocupacional (Poblete, 2014).
“La promoción de un cambio social y económico para incrementar la conciencia individual, comunitaria y política,
los recursos y la igualdad de oportunidades para el desarrollo de ocupaciones que permitan a las personas
alcanzar su potencial y experimentar bienestar” (Wilcock y Townsend, 2004, p. 80). La opinión del aporte anterior
es positiva, ya que la participación social nos puede llevar a un objetivo común, donde se puede involucrar
responsabilidades y compromisos a nivel grupal para disminuir la delincuencia, porque no solo se trata de
trabajar con los familiares sino con todas las personas; o si la sociedad en la que se encuentra el joven
realizando la actividad delincuencial, permite vivenciar el éxito o fracaso como experiencias válidas ante los
demás, dando a que esta persona tome conciencia y se dé cuenta que la delincuencia es una forma de fracaso,
que únicamente quedará en una experiencia más para la vida, que le permita comprender que las conductas
realizadas lo único que le trajeron fueron problemas con su sociedad en todos los aspectos, tratando que todos
busquemos una solución donde evitemos disminuir los casos de delincuencia juvenil que privan a estas
personas de su libertad, a través de proyectos que se trabajen con las diferentes comunidades, para
promocionar un mejor estilo de vida con respeto a la parte ocupacional en el ámbito laboral que el individuo
realiza a diario. Basándose en un sentido colectivo de los diferentes contextos comunitarios en donde habitan los
jóvenes dedicados a la delincuencia, se intervienen de forma individual y grupal aspectos psicosociales
dinámicos asociados a la delincuencia, como la asociación a pares infractores, identidad delictual, resolución de
conflictos, comunicación efectiva, control de impulsos, entre otros. Estas instancias permiten generar la
autonomía grupal e individual, siendo el Terapeuta Ocupacional un facilitador de procesos (Poblete, 2014). Con
lo anterior, se da a conocer la forma de intervención en los jóvenes delincuentes, lo cual es pertinente, porque se
incluye a la comunidad como uno de los factores importantes para disminuir esta problemática que afecta a nivel
grupal e individual, tomando la ocupación como fuente de sentido, significado y propósito en todo ser humano,
permitiéndole al joven incorporar la ocupación como un medio terapéutico o como un fin en sí mismo y, por
supuesto, que el joven incorpore un proyecto de vida que sea adaptativo y reconocido socialmente. Debido a que
en la sociedad muchas veces se genera exclusión, que no permite explorar diferentes actividades ni acceder a
ocupaciones significativas, se vulnera los derechos de los jóvenes en la manera de participar en todas las áreas
de su vida y de la sociedad. Limitando el desenvolvimiento de los seres humanos como ser social influyente en
sus propios cambios y en las decisiones que les afectan, manifestándose situaciones de injusticia social y, por
esta razón, tratan de buscar los caminos más fáciles para ellos, y es ahí, en donde los terapeutas ocupacionales
deben intervenir.
Educación y trabajo:
Riesgos para desarrollar ocupaciones negativas. Algunas investigaciones apuntan a que la educación
promovería el desarrollo moral y la maduración del individuo, generándose ideas respecto al “bien y el mal”, que
se asocian posteriormente a un cambio actitudinal o conductual (Mackenzie, 2006). La parte académica permite
acceder a nuevos trabajos, a través de la obtención de destrezas necesarias para realizar una labor y de
conocimientos necesarios para poder desenvolverse en este ámbito. Por esta razón, los delincuentes juveniles
son personas que muchas veces no han culminado sus estudios, muchos de ellos no tienen conocimiento sobre
una escuela, un colegio, una universidad, etc., porque sus padres simplemente los obligan a trabajar o a
desenvolverse en la actividad delincuencial, o simplemente no les exigen que hagan parte de una educación,
permitiendo que se desarrollen conductas que van en contra de los principios establecidos por la sociedad,
aunque en la actualidad, nuestro país le da la oportunidad a todos de hacer parte de una educación gratuita,
siendo una obligación para los padres, buscarles una institución para educarlos, tanto en adquirir nuevos
conocimientos, desarrollar habilidades, aprender valores y principios, que hacen a la persona más consciente de
lo que está bien y mal, previniendo que tomen malas decisiones para su vida. El trabajo constituye un pilar
fundamental en el desarrollo de las personas, ya que permite ocupar el tiempo en actividades productivas y
generar relaciones con pares dedicados a actividades similares, con quienes es posible llegar a formar vínculos
sociales de gran importancia. Constituye además, un instrumento socialmente legítimo, para generar ingresos
económicos (Garrido, Strangeland y Redondo, 2006; Petersilia, 2005). En jóvenes, no existe evidencia robusta
que apoye una intervención basada sólo en el área laboral en usuarios menores de 26 años, pues a esa edad
tendrían mayor efecto intervenciones orientadas a fortalecer los lazos establecidos con la familia, la pareja y las
instituciones educacionales. Sí pudiese tener algún efecto en la medida en que contribuyese a un cambio de
rutina en los jóvenes y una asociación con pares prosociales (Kazemian y Maruna, 2009). Después de haber
adquirido un ciclo estudiantil correcto, la persona podrá desenvolverse en la parte laboral, siempre y cuando
tenga unos conocimientos previos y destrezas necesarias para poder realizar la actividad que se encuentre en
los diferentes sitios de trabajo, siendo una ocupación significativa para la persona, al lograr que el individuo
satisfaga necesidades y prioridades que durante su diario vivir se presentan; hay personas que tal vez no
culminan sus estudios, pero pueden ocuparse en otras cosas de manera positiva. Las personas que se
encuentran en un estrato socioeconómico regular tienden a irse por la parte delincuencial, siendo la solución
más fácil, pero la más perjudicial, tanto para el individuo que la realiza como para las personas que se
encuentran en su entorno. Una vez construidos los significados, las personas se desenvuelven desde su mapa
significativo propio (Molinas, 2007); a partir de ello, se puede decir que los jóvenes delincuentes, al realizar la
actividad delincuencial, se sienten eficaces con lo que han realizado, ya que se les ha permitido poner en
práctica sus habilidades y desarrollar con éxito las acciones que llevan a cumplir sus propios objetivos. En este
caso, la autoeficacia ejerce gran influencia en la elección de las acciones a realizar, siendo una oportunidad para
seguir ejecutando dicha actividad, formando una identidad personal y social vinculada a la delincuencia. Debido
a que estos individuos tienen varias necesidades que atender y situaciones problemáticas que tratar, siendo para
ellos desde su punto de vista lo que realizan o en lo que se ocupan algo correcto; lo principal para estas
personas es cumplir con sus necesidades y motivaciones, o simplemente lo hacen porque los valores que les
inculcaron desde su familia no son los más correctos, deduciendo que este trabajo que ellos realizan es un
trabajo negativo que se ha generado por muchos factores, entre ellos, el desempleo de la familia. Todo lo que
traiga problemas o situaciones de conflictos, da como resultado una ocupación no significativa para los demás,
pero una ocupación significativa para ellos, desde su propia manera de pensar, alcanzar, lograr y satisfacer
necesidad como todo ser humano.
IV.Conclusiones
Somos espectadores de vidas que sobreviven a las inclemencias del sistema socioeconómico dominante en
nuestro país, las injusticias y las pocas posibilidades de empleo, educación y salud con respecto a la escasa
posibilidad de explorar-participar en actividades de autocuidado, productivas, de ocio y distracción, y de
participación social que impiden al ser humano llevar un buen desempeño ocupacional; en este caso, podemos
hablar de la delincuencia juvenil, una de las situaciones que en cualquier lugar puede existir, para muchos es un
tema que pasa desapercibido o simplemente las personas tratan de evitar ser víctima de estos jóvenes
delincuentes, pero nunca nos centramos en lo que nosotros como sociedad podemos hacer para ayudar a
terminar con esta situación, que muchas veces causa la muerte de varias personas; esta situación es una
dificultad en donde todos estamos incluidos, puesto que la ocupación que realizan los jóvenes pueden perjudicar
las ocupaciones en el momento de la inseguridad, el miedo, muertes o lesiones que nos pueden impedir
desempeñarnos de la mejor manera en cada ocupación que el ser humano realice. Se debe tener en cuenta que
por el hecho de que un joven cometa un acto delictivo, no se debe deducir que sea el inicio de una futura carrera
delictiva. Puede tratarse de un hecho aislado que puede no volver a repetirse, siempre y cuando, la familia
inculque las normas de disciplina, condición y no se impida a sus hijos hacer parte de una educación digna para
ellos; en esa medida, los colegios y las universidades deben mejorar los comportamientos que no se ven
normales ante los demás, como la localización de actitudes violentas y que estén fuera de las normas, las
amistades ya que el contacto con malas influencias aumenta el riesgo; todos estos aspectos son vitales para
evitar o disminuir las diferentes actividades delincuenciales.
También es importante mencionar la tecnología, una gran herramienta en la vida diaria, siempre y cuando se
haga un uso positivo, también puede ser una traba para la futura formación del menor, debido a sus contenidos
que influyen en la toma de decisiones para los jóvenes. De igual manera, es importante la participación social,
porque si la persona se siente excluida o sin apoyo de su mismo contexto, resulta complejo para el sujeto
alcanzar la participación social plena, si se ha sentido siempre fuera del sistema social en el cual se encuentra
inmerso, y en lo que respecta a la vida ocupacional no ha sido significativa por las dificultades para acceder a las
oportunidades de protección y desarrollo. Es fundamental que los sujetos logren un sentido de pertenencia,
entendiendo que las razones de la exclusión social de sí mismo es parte del proceso de sentirse incluido, al
tratar de cambiar conductas que afectan a los demás, por lo tanto, es de vital importancia el acceso a las
oportunidades de participación ocupacional, ya que permite el desarrollo integral de los jóvenes con la
consecuente adquisición de herramientas necesarias para la toma de decisiones que favorecen cambios a nivel
personal y colectivo, promoviendo de esta forma, el proceso de autonomía continua en esto jóvenes. También es
correcto mencionar que una de las partes más importante para resaltar en el ensayo, los valores son los
principales en todo este asunto, ellos nos pueden ayudar a desenvolver mejores actividades y ocupaciones
significativas para nuestras vidas. En la actualidad, a mucha gente se le ha olvidado los valores o virtudes, en la
manera de no considerar a la vida como un gran valor, cuando no se enseñan virtudes como la honradez, la
laboriosidad, el estudio, la responsabilidad, el respeto, la solidaridad, etc., muchos jóvenes se encuentran ante la
tentación y, ya sea por rebeldía, por necesidad, por curiosidad, por afán de conocer nuevas cosas, comienzan a
verse inmersos en un ambiente que los jalará cada vez más, que los absorberá necesariamente, perjudicándolos
tanto individualmente, en el modo de no adquirir unas bases necesarias como son los valores y, grupal, en la
manera de ocasionar dificultades en la ocupación de otra persona, afectada por dichas conductas y
consiguiendo que su participación social no sea la mejor, que el trabajo que llevan puede ser significativo para
ellos, pero se debe buscar otro tipo de caminos para resolver sus necesidades y alcanzar los objetivos con un
buen desempeño ocupacional, donde los terapeutas ocupacionales logren a través de la promoción, mejorar el
estilo de vida mediante actividades psicoeducativas que se dirigen a jóvenes en riesgo de delincuencia o
personas que ya hacen parte de la delincuencia juvenil, logrando en estos jóvenes tomar conciencia acerca del
tema y, buscando mejores oportunidades de proyectos de vida, tanto en la parte laboral como en la educación,
para no afectar a la sociedad negativamente ni alterar las ocupaciones de otras personas.
La habituación de la actividad delictiva puede estar influenciada por la misma sociedad. El factor primario es el
círculo más cercano al individuo, donde se desarrollan vínculos afectivos y directos como la familia donde
empieza todo el proceso de normas y valores que hacen a la persona. El factor secundario es el círculo más
extenso con relaciones menos afectivas e impersonales como los amigos, las relaciones de pareja, vecinos, en
sí, la comunidad que rodea al individuo, que en parte influyen para que el joven tome decisiones erróneas. Que
hacen que las ocupaciones que realizan todos los seres humanos afecten a otras ocupaciones, dependiendo de
que estas estén dentro de la normalidad en la que la sociedad determina.

V.Bibliografía
(Gracia, F. &. (s.f.).Aizpurúa, E. y. (2011).
delincuencia juvenil.
 Cámara, S. (. (s.f.).Fernández, E. y. (2010)
McCord, J. (1993). Trastornos de la Conducta en el Nino. Editorial El Manual Moderno
Petersilia, J. (2005). Hard Time: Ex-Offenders returning Home after Prison. Corrections Today, 64(2).
Espuny, F. (2003). Violeta sí, violencia no. Sigüenza: Ed. Rayuela.
VI.Linkografia:
https://www.redalyc.org/pdf/112/11204310.pdf http://crimina.es/crimipedia/wp-content/uploads/2016/06/
Crimipedia-Delincuencia-Juvenil..pdf
Recuperado de http:// www.aca.org/fileupload/177/prasannak/Petersilia_web.pd

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