Museo Altamira. ARQUA

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3.22.

EL MUSEO DE ALTAMIRA: LA PROTECCIÓN Y GESTIÓN DE UN


BIEN PATRIMONIO MUNDIAL. LA PROTECCIÓN E INVESTIGACIÓN DEL
PATRIMONIO SUBACUÁTICO EN ESPAÑA: EL MUSEO NACIONAL DE
ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA. ARQUA.

MUSEO DE ALTAMIRA
La historia del museo tiene su origen en la creación de una Junta de Administración en
1924. Este fue el primer órgano colegiado de investigación.

El primer edificio al servicio de la cueva de Altamira fue una casa montañesa construida
para exponer y conservar los objetos hallados en las excavaciones y para servir de
vivienda a su primer guarda.

El creciente número de visitantes desde mediados del s. XX hizo necesaria la


construcción de una nueva sede y en los años 70 se construyeron tres pabellones para la
recepción de visitantes y servicio como cafetería. Fue en 1979 cuando se creó el Museo
Nacional y Centro de Investigación de Altamira por parte del Ministerio de Cultura. El
fin fue constituir un instrumento científico y administrativo para la mejor gestión y
conservación de la cueva de Altamira.

La sede actual se inauguró en 2001, en un edificio proyectado por el arquitecto Juan


Navarro Baldeweg. La protección de la cueva de Altamira fue el principal
condicionante para su ubicación, concepción y construcción.

El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira es un museo de titularidad


estatal, integrado en la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y
Deporte.

La misión del Museo de Altamira es gestionar el patrimonio cultural que tiene


encomendado -la cueva de Altamira y su arte rupestre- conservándolo y haciéndolo
accesible de modo adecuado a los ciudadanos. Para esto debe generar su conocimiento
científico y el de su contexto – la Prehistoria y el Arte – y divulgarlo facilitando el
acceso intelectual a sus valores y a su disfrute. El conocimiento debe ser generado por
investigaciones pluridisciplinares propias o ajenas, y la información e interpretación de
este realizada por expertos del museo o en colaboración con los de otras entidades.
Es parte de la misión fomentar la actividad intelectual, la reflexión y el deseo de
conocer como fuente de satisfacción y de enriquecimiento personal, y desarrollar
experiencias singulares como clave de mediación entre cada ciudadano y este
patrimonio. Esta misión reconoce que Altamira es un referente para la Prehistoria y el
Arte universal, y para el primer Arte y el arte rupestre en particular. Por tanto, el Museo
de Altamira velará por la conservación, estudio y difusión del conjunto del Arte
paleolítico de España, y establecerá redes de colaboración a nivel regional, nacional e
internacional. El museo debe actuar positivamente en toda la cadena de valor del
patrimonio encomendado, de la cueva de Altamira en particular.

MUSEO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA – ARQUA


A lo largo de la década de los años 60 del s. XX se producen en el litoral de la provincia
de Murcia una serie de hallazgos subacuáticos por parte, principalmente, de buzos
aficionados y de la Armada. Ello motiva que, en 1970, la Dirección General de Bellas
Artes, del Ministerio de Educación y Ciencia, cree el “Patronato de Excavaciones
Arqueológicas Submarinas de la Provincia Marítima de Cartagena”.

Aquel Patronato necesitaba de unas instalaciones fijas y de una infraestructura mínima,


lo que se producirá tres años después con la creación del “Centro de Arqueología
Submarina de Cartagena” como brazo ejecutor del Patronato. Se instaló en un viejo
pabellón de la Armada, ubicado en el Dique de Navidad de Cartagena.

El 5 de julio de 1980 se publica la O.M. 14469 de 9 de junio de 1980 que crea el Museo
y Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas. Esta Orden
Ministerial confirió una nueva entidad a la institución, a lo cual sigue que en 1982 el
Ministerio derribó el pabellón en el que estaba instalado el Patronato y en su mismo
solar edificó el que fue el edificio del Centro Nacional de Investigaciones
Arqueológicas Submarinas, dotado ya de suficientes despachos, de biblioteca,
laboratorios de fotografía y de restauración, de almacenes, etc.

El Museo y Centro, dotado ya con su nueva sede, se inaugura en 1982. Desde la


Subdirección General de Arqueología se organiza en Cartagena el VI Congreso
Internacional de Arqueología Submarina. Así, aquel año de 1982 supone la verdadera
creación del Centro.

En 1983, el Ministerio de Cultura decide dar un nombre específico al Museo y ampliar


su campo de actuación. La O.M. 11344 de 23 de febrero de 1983 dispone que el Museo
pase a denominarse Museo Nacional de Arqueología Marítima. Siguiendo esta OM, el
Museo-Centro Nacional es, desde su creación, el vehículo legal del Ministerio de
Educación y Cultura para ejercitar su acción en el campo de la arqueología subacuática.

En 1992, la Junta de Obras del Puerto de Cartagena, hoy Autoridad Portuaria,


cumpliendo unas directrices generales del Ministerio de Fomento para todos los Puertos
del Estado, decide desmantelar los tinglados del puerto y devolver esos terrenos a la
Ciudad, que había estado privada de acceso directo al mar desde que aquellos terrenos
se ganaron al agua a finales del s. XIX. En la enorme extensión resultante, la misma
Junta de Obras del Puerto decide donar una parcela al Ministerio de Cultura para la
construcción de una nueva sede para el Museo-Centro.

Se trataba de una necesidad imperiosa debido a que la sede actual tenía carencias como
la falta de espacio para las funciones básicas, o el almacenamiento y exposición de los
objetos, así como de espacios necesarios para un Museo, como sala de exposiciones
temporales o de actividades didácticas. El centro adolecía también de una gran falta de
personal. Así pues, en 1995 se encargó el anteproyecto de Museo al arquitecto
Guillermo Vázquez Consuegra y, en 1999, se adjudicó el proyecto a la empresa
constructora “Fomento de Construcciones y Contratas”.

Tras una serie de problemas que obligaron a disminuir en extensión el proyecto inicial
del edificio, la nueva sede del Museo fue inaugurada en el año 2008.

Desde la creación del Museo hasta la actualidad se han producido importantes cambios
en la gestión y metodología aplicada a la conservación y difusión del patrimonio
arqueológico. Al mismo tiempo, el desarrollo de las Administraciones Públicas en esta
materia supuso una reformulación de su ámbito de actuación.

En el año 2008, mediante el RD 1508/2008 de 12 de septiembre de regularización del


Museo, se regularizan sus áreas de trabajo, con la creación de diversos departamentos y
competencias.

Colecciones
El Museo cuenta con unas amplias colecciones que empiezan en época fenicia con los
pecios Mazarrón 1 y 2 y el yacimiento del Bajo de la Campana y llegan hasta el s. XIX
con el cargamento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.
Las colecciones se han formado a lo largo de cincuenta años de investigaciones
arqueológicas y campañas de prospección y excavación de yacimientos subacuáticos, en
el litoral de la Región de Murcia. En los últimos años, también hemos incrementado
estos fondos con donaciones y depósitos, tanto estatales como de las Comunidades
Autónomas, gracias a la colaboración que el centro realiza con otros organismos.
Además, y como última incorporación, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
ha adscrito el cargamento del pecio Nuestra Sra. De las Mercedes a la colección estable
del mismo.

Patrimonio cultural subacuático


El PCS es, según la definición de la Convención de 2001 de la UNESCO para la
Protección del PCS: todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter
cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente,
de forma periódica y continua, por lo menos durante 100 años, tales como:
- Los sitios, estructuras, edificios, objetos y restos humanos, junto con su contexto
arqueológico y natural;
- Los buques, aeronaves, otros medios de transporte o cualquier parte de ellos, su
cargamento u otro contenido, junto con su contexto arqueológico y natural; y
- Los objetos de carácter prehistórico.
Se trata de un patrimonio extremadamente rico, pero a la vez frágil y vulnerable, que
debe ser protegido de cara a su conservación por las futuras generaciones.

El Libro Verde fue elaborado en el año 2009 por una comisión de expertos formada por
representantes del Ministerio de Cultura, a través de la Subdirección General de
Protección del Patrimonio Histórico y el ARQUA, las CCAA y las Universidades, con
el fin de analizar la situación de la arqueología subacuática en España y establecer
directrices y programas para la gestión de este patrimonio. Así, el Libro Verde da las
herramientas para el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional que prevé un
decálogo de medidas que van desde la documentación e inventario del patrimonio
arqueológico subacuático a la protección física y jurídica de las zonas arqueológicas
subacuáticas más emblemáticas de nuestro litoral, pasando por la formación en este
campo, y acuerdos de colaboración con los Ministerios de Defensa, Interior y
Exteriores.

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