ORACION DE SANACION SEXUAL Def
ORACION DE SANACION SEXUAL Def
ORACION DE SANACION SEXUAL Def
¡oh maría concebida sin pecado rogad por nosotros que recurrimos a vos!
Santísima Trinidad, Dios uno y Trino, hoy necesito de tu ayuda y bendición, por eso con
total confianza en tu misericordia, te pido permiso para estar en tu divina presencia, yo
N.N, postrado ante ti, suplicando me sean impuestas las manos del Padre Omnipotente y
las manos del Hijo Redentor junto con la efusión del Espíritu Santo, para que tomen
control sobre mi consciente, inconsciente, subconsciente y mi voluntad, sanando,
limpiando, liberando y purificando mi vida de todos los caminos profundamente surcados
por los pecados sexuales cometidos por mis antepasados, por mis familiares aún vivos y
mis parientes cercanos o lejanos, por mis anteriores parejas afectivas así como las
desviaciones y la contaminación que haya llegado a mi vida por una participación directa y
culposa, ahora ruego que todo mi ser sea inundado en este momento con toda la fuerza,
el amor y el fuego del Espíritu Santo.
Padre Eterno, te suplico que por los méritos, de la santísima sangre de nuestro Señor
Jesucristo y con la intercesión del inmaculado corazón de la virgen maría, de San José y de
San Rafael Arcángel, y los santos mártires que han entregado su vida por conservar la
castidad y la pureza, borres, arranques, transformes y purifiques en mi toda imagen
impúdica y morbosa, también toda aberración y vejación sexual; así como todo afecto,
placer, instinto, emoción, concupiscencia y toda tendencia de desenfreno, adicción y
vicio sexual que este en mi desde el momento de mi concepción, poniendo fin a todo
impulso y deseo desordenado de mi personalidad causado por traumas sexuales.
Oh padre celestial, de ti procede toda bendición en el cielo y en la tierra por eso, con
arrepentimiento y con dolor, necesitado de TI en el nombre Santo de Jesús y por los
méritos de sus Santas y Gloriosas Llagas, por la autoridad de mi bautismo sacramental yo,
N.N renuncio, rechazo, arranco, someto, reprendo y expulso fuera de mi cuerpo, alma y
espíritu, toda alma condenada o cualquier espíritu de lujuria morbosidad y perversión de
cualquier nombre, jerarquía, rango, grado o potestad que haya llegado a mí, por
cualquier medio y en cualquier lugar y que este causando en mí, fornicación, adulterio,
infidelidad, masturbación, onanismo, lascivia, violación y concupiscencia, exhibicionismo,
prostitución, morbosidad, sodomía, zoofilia, madre-solterísimo, unión libre, paternidad no
responsable, homosexualismo y aborto, como también los espíritus que causan las
aberraciones, las parafilias y las desviaciones sexuales, así como lenguaje sucio y obsceno.
Con el poder de Dios Padre de Dios hijo y de Dios Espíritu Santo, Con la autoridad Divina y
en el nombre poderoso de Jesús el mesías por los méritos de la sangre Preciosísima de
Nuestro Señor Jesucristo y por los méritos de la castidad y pureza de la Virgen María y de
San José y con la intercesión de San Rafael Arcángel, con el hígado y el corazón del pez
que le fue entregado a Tobías, ahora en mi mano: Rompo, Deshago, Desbarato, Disuelvo,
Pisoteo, Aniquilo, Derrito, Pulverizo, Desautorizo, Quito, Desenredo, Arranco y Extirpo de
mi sexualidad consiente e inconsciente, de mi voluntad y de mis órganos genitales y mi
sistema reproductor todo espíritu pitonico, todo espíritu de impureza y desorden sexual
así como todo pacto, sello, filtro, alianza, consagración, formula, reto, encantamiento,
sortilegio, alquimia, marca y secreto satánico, también toda maldición, ligadura, atadura,
compromiso, información, vinculo, esclavitud, y sometimiento, maleficio y hechizo de
propiedad, como también toda cadena, cuerda, pacto y matrimonio espiritual satánico,
que se haya configurado en mi contra por la práctica y permisión de cualquier pecado
sexual, cometidos por mi o por toda mi parentela y familiares o parientes vivos, por eso
en tu nombre poderoso señor Jesús de nazareth, con el poder de atar y desatar que tiene
la santa iglesia católica, y en el eterno presente de nuestro Padre Yahvé renuncio, acabo
rechazo, reprendo, extirpo y rompo todas las enfermedades sexuales físicas, somáticas y
psicológicas, que estén en mi como impotencia, infertilidad, frigidez, eyaculación precoz o
ante portas, neurastenia sexual, y desordenes hormonales y cualquier otra que no se haya
mencionado.
Padre Yahvé, me siento agobiado(a) en esta batalla, porque mi voluntad es débil y a pesar
de intentar dejar este pecado que me aparta de ti, a veces se me hace insoportable y
recaigo en las redes de la lujuria y sus malas inclinaciones y atracciones, por eso, Señor
reconociéndome pecador, clamo a ti, para que con tu Poder y Autoridad ordenes que por
los méritos de la flagelación del señor Jesús el mesías Tu hijo, que toda magia roja,
blanca, negra o de cualquier color, alquimia sexual, brujería, hechicería, santería, vudú,
dominación, clavamiento, rezo, conjuro, encantamiento, invocaciones con grimorios, rito
chamánico o ancestral indígena, maleficio de intención con acrósticos u oraciones
invertidas, decretos y declaraciones satánicas hechos con mi nombre, con objetos o ropa
que yo haya tocado o utilizado en algún momento de mi vida, inclusive con fotografías y
que estén interfiriendo o causando que me desvié del camino de salvación a través de los
pecados sexuales por eso como bautizado católico ordeno que queden todos desatados,
rotos, clausurados, derrotados, destruidos, quemados, pulverizados, disueltos,
desautorizados, cancelados, ahogados, sometidos, vencidos y desarmados sin fuerza, sin
efecto, sin consecuencias, sin poder, sin derecho y control de hacerme daño en ningún
área de mi vida, desde hoy y para siempre.
Pongo en tus manos, señor los impedimentos vocacionales, barreras, bloqueos afectivos y
emocionales o de establecimiento de la pareja matrimonial, junto con toda situación de
ruina económica, pobreza, escases, miseria, indigencia o mendicidad que hayan llegado a
mí por el desorden sexual que involucre cualquier causa mencionada anteriormente o que
falte por mencionar para que queden libres, deshechos, quemados, pisoteados,
cancelados, nulificados, purificados y disueltos en todas las áreas y aspectos de mi ser y
pueda alcanzar así la libertad de esta prisión y esclavitud.
Padre Amado, Padre Bueno, por los méritos de la castidad y la pureza de tu divino hijo, de
la virginidad perpetua de la Santísima Virgen María y los votos de castidad del patriarca
San José, la intercesión de San Juan bautista, san Juan evangelista, San Bernardo y San
Basilio y todos los santos y mártires que te han entregado su vida por conservar la
castidad y la pureza, por tu infinita misericordia y compasión sana por favor mi
imaginación, mis funciones psicológicas y mis funciones sexuales, y permíteme consagrar
a la Preciosa sangre de Jesús a través del Corazón Inmaculado de la Virgen María, todo mi
cuerpo con mis instintos, pasiones y deseos, concédeme Señor a mí, y a todo mi linaje, la
gracia de la pureza, una sexualidad pura, sana y digna, para que toda expresión sexual y
afectiva en mi genealogía sea agradable a ti, en tu nombre Santo por Cristo, con Cristo y
para Cristo Jesús Nuestro Señor. Amen
San Rafael, Ángel patrono de la juventud, te pido invocar a Dios por mí, para que siempre
guarde mi vida pura y santa. Así como guardaste al joven Tobías de los peligros de alma y
cuerpo en su viaje hacia un país extraño, protégeme de los peligros que afronte en mi
vida. Fortaléceme contra las tentaciones del mundo, la carne y del demonio. Te pido e invoco,
glorioso San Rafael, para que seas mi Ángel patrono de la pureza. Por tu gran amor hacia Jesús,
Rey delos Ángeles, y hacia María, Reina de los Ángeles, guárdame de toda impureza y
ayúdame a mantener mi mente sin mancha, mi corazón puro y mi cuerpo casto. Que reciba
yo el “Pan de los Ángeles” frecuentemente en la Santa Comunión, que sea un remedio
efectivo y protección contra las tentaciones que me acechan, y selle mi corazón para siempre
contra las sugestiones de placeres pecaminosos. Ayúdame siempre a servir a Jesús y a María en
castidad perfecta, para que un día pueda merecer estar entre aquellos de quienes Jesús decía:
Bienaventurados los de corazón puro, porque verán a Dios.
Amén.
¡Oh Corazón Sacratísimo de Jesús, corazón de amor, en Tí pongo toda mi confianza, pues todo lo
temo de mi fragilidad, más todo lo espero de Tu bondad!