Trabajo de Pavimentos Ambar Tuesta Gratelli
Trabajo de Pavimentos Ambar Tuesta Gratelli
Trabajo de Pavimentos Ambar Tuesta Gratelli
CURSO: PAVIMENTOS
CICLO: VIII
SEDE: PUCALLPA
FECHA: 19/05/2022
2022
Fuerza y Presión en los Fluidos
Los tres estados comunes, o fases, de la materia, son sólido, líquido y gaseoso.
El sólido mantiene una forma y un tamaño fijo; aún cuando se le aplica una gran
fuerza, un sólido no cambiará con facilidad de forma ni de volumen. Un líquido no
mantiene una forma fija, sino que toma la de su recipiente; al igual que los sólidos, no
se comprime con facilidad, pero su volumen puede cambiar apreciablemente si se le
aplica una fuerza muy grande. Un gas no tiene forma ni volumen fijos; se expande y
llena su recipiente.
Por ejemplo, cuando se bombea aire a un neumático de automóvil, el aire no se
concentra en el fondo, como lo haría un líquido, sino que llena todo el volumen del
neumático. Puesto que los líquidos y los gases no mantienen una forma fija, tienen la
capacidad de fluir; es por ello que se les llama genéricamente fluidos.
Densidad y gravedad específica
La densidad es una propiedad característica de cada sustancia y da idea de lo pesado
de los átomos que la forman y de lo juntos que están: una misma masa de distintas
sustancias ocupa distinto volumen.
d = M/V
La gravedad específica de una sustancia se define como la relación entre la densidad y
la densidad del agua a 4.0ºC. La gravedad específica (GE) es un número puro, sin
dimensiones ni unidades. Puesto que la densidad del agua es 1.00 g/cm3 = 1.00 x
103 kg/m3, la gravedad específica de cualquier sustancia es exactamente igual a su
densidad en g/cm3 o 10-3 multiplicada por su densidad expresada en kg/m3.
Presión
Un sólido al entrar en contacto con otro ejerce una fuerza en su superficie tratando de
penetrarlo. El efecto deformador de esa fuerza o la capacidad de penetración depende
de la intensidad de la fuerza y del área de contacto. La presión es la magnitud que
mide esa capacidad.
P = F/S
Su unidad en el Sistema Internacional es el Pascal (Pa=1N/m2)
En el caso de los sólidos y en los fluidos, al aplicar una fuerza externa a una pared
móvil de un recipiente que contiene un fluido, crea una presión que lo comprime. La
fuerza repartida sobre la superficie de la pared móvil da el valor de la presión. El
volumen que ocupa el fluido disminuye al aumentar la presión.La comprensibilidad es
casi nula en los líquidos.
Aún sin fuerza externa, el peso del líquido ejercerá una presión hidrostática sobre sus
capas inferiores. Esta presión engendra una fuerza que actúa desde el interior del
líquido hacia fuera y perpendicularmente a todas las paredes del recipiente.
La presión es un escalar, no tiene dirección ni sentido, pero la fuerza que crea contra
las paredes es un vector, tiene dirección perpendicular a la superficie y sentido hacia
fuera.
El concepto de presión tiene especial utilidad en el estudio de los fluidos. Es un
hecho experimental que un fluido ejerce una presión en todas direcciones. Esto lo
saben muy bien los nadadores y los buzos que sienten la presión del agua en todas las
partes de su organismo. En determinado punto de un fluido en reposo, la presión es la
misma en todas direcciones. Si no fuera así, la fuerza neta no sería cero y se movería
hasta que la presión sí fuera igual. Si el fluido no fluye, entonces las presiones deben
ser iguales.
Otra propiedad importante de un fluido en reposo es que la fuerza debida a su
presión siempre actúa perpendicular a cualquier superficie que esté en contacto con
él. Su hubiera un componente de la fuerza paralelo a la superficie, según la tercera ley
de Newton, la superficie ejercería una fuerza opuesta a la del fluido, que, por su parte,
también tendría un componente paralelo a la superficie. Este componente haría que el
fluido fluyera, lo cual contradice nuestra hipótesis de que el fluido se encuentra en
reposo. Así pues, la presión es perpendicular a la superficie.
Presión atmosférica, presión hidrostática y presión manométrica
La presión de la atmósfera terrestre, presión atmosférica, como en cualquier fluido,
disminuye conforme disminuye la profundidad (o aumenta la altura). Pero la atmósfera
terrestre es algo más complicada, porque no sólo varía la densidad del aire con la
altitud, sino que no existe una superficie exterior definida, a partir de la cual se pueda
medir la altura “h” para la ecuación siguiente:
P = dgh
Sin embargo, podemos calcular la diferencia de presión aproximada ente dos altitudes
con la ecuación siguiente:
La presión del aire en un determinado lugar varía ligeramente de acuerdo con el clima.
Al nivel del mar, la presión de la atmósfera, en promedio, es de 1.013×10 5N/m2. Este
valor se usa para definir otra unidad de presión de mucho uso: la atmósfera (que se
abrevia atm).
Otra unidad de presión que a veces se usa es el bar, que se define como
1.00×105N/m2=100kPa. Así, la presión atmosférica normal es ligeramente mayor que 1
bar.
La Hidrostática trata los líquidos en reposo. Un líquido encerrado en un recipiente
crea una presión en su seno y ejerce una fuerza sobre las paredes que lo contienen.
La presión hidrostática en un punto del interior de un líquido es directamente
proporcional a la densidad del fluido, d, a la profundidad, h, y a la gravedad del lugar,
g.
P = dgh
Los fluidos ejercen también una presión sobre cualquier cuerpo sumergido en ellos. La
presión será tanto mayor cuanto más denso sea el fluido y mayor la profundidad.
Todos los puntos situados a la misma profundidad tienen la misma presión.
Podemos comprobar que la presión hidrostática aumenta al descender dentro de un
líquido viendo que la velocidad con la que sale el líquido es mayor cuanto más abajo
esté el agujero efectuado en la pared lateral del recipiente, ya que:
La presión sobre las paredes aumenta hacia abajo y por tanto también lo hace la fuerza
sobre las mismas. Si perforamos agujeros a distintas profundidades, la velocidad de
salida se hace mayor al aumentar la profundidad.
La presión debida al peso de la atmósfera se ejerce sobre todos los objetos sumergidos
en este gran océano de aire, incluyendo nuestros cuerpos. ¿Cómo es que un
organismo humano puede resistir la enorme presión? La respuesta es que las células
vivas mantienen una presión interna que equilibra exactamente la presión externa. La
presión dentro de un globo equilibra igualmente la presión fuera de él, debida a la
atmósfera. Por su rigidez, un neumático de automóvil puede mantener presiones
mucho mayores que la presión externa.
Sin embargo, se debe tener cuidado, al determinar la presión de un neumático,
porque todos los manómetros, incluyendo los de los neumáticos, miden la presión que
excede la presión atmosférica. A esta presión se le llama presión manométrica. Así,
para obtener la presión P absoluta se debe sumar la presión atmosférica P A a la presión
manométrica PM:
El Principio de Pascal
La atmósfera ejerce presión sobre todos los objetos con los que está en contacto,
incluyendo los otros fluidos. La presión externa que actúa sobre un fluido se transmite
a través del mismo. El principio de Pascal establece que “la presión aplicada a un
punto de un fluido estático e incompresible encerrado en un recipiente se transmite
íntegramente a todos los puntos del fluido”.
Si se ejerce una fuerza F exterior sobre un émbolo de sección S, se origina una
presión en toda la masa líquida.
P = F/S
La presión, como ya hemos comentado antes, es una magnitud escalar, no tiene
dirección definida, pero la fuerza interior que origina es un vector perpendicular a la
superficie sobre la que actúa. Por lo tanto dentro de una espera es perpendicular, en
cada punto, a la superficie interior.
El chorro de líquido no sale con más fuerza por el agujero interior, como podría
pensarse al empujar la fuerza externa el émbolo en esa dirección, sino que sale por
todos los orificios con igual velocidad.
Hay varios dispositivos que usan el principio de Pascal, por ejemplo, los frenos
hidráulicos de un automóvil y la rampa hidráulica o el tan conocido “gato hidráulico”.
El gato hidráulico es empleado en los talleres para elevar coches. Es un depósito con
dos émbolos de distintas secciones S1 y S2 conectados a él. La presión ejercida por el
émbolo al presionar en la superficie del líquido se transmite íntegramente a todo el
líquido. La presión es la misma en los puntos próximos a los dos émbolos. P 1=P2.
La fuerza F1 aplicada en el émbolo pequeño se aplica en un factor amplificado k tal
que: F2 en el émbolo grande es k·F1. Además de amplificar el valor de F1 cambia su
dirección de utilización, pues F2 estará dónde conectemos al depósito del segundo
émbolo.
Como la masa desalojada es igual al volumen sumergido del cuerpo por la densidad (m = V·d):
CÁLCULO DE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES
En los últimos años, los métodos de diseño empírico-mecanicistas de pavimentos se han ido
extendiendo cada vez más en su aplicación. Esto ha sido posible gracias a la disponibilidad del
equipamiento para efectuar pruebas en campo y laboratorio, la caracterización de los materiales y
programas de cómputo. Los métodos empírico-mecanicistas tienen dos pasos, de los cuales el
primero consiste en calcular la espuesta del pavimento, es decir, los esfuerzos, las
deformaciones y las deflexiones que se presentan en cada capa del pavimento para todas las
combinaciones importantes de la carga y condiciones ambientales. El segundo paso consiste en la
predicción del desempeño del pavimento a través de relaciones empíricas entre la respuesta y el
modelo o tasa de deterioro.
En el caso más simple, que es el utilizado en la actualidad, se asume que la carga es estática y el
material se supone como elástico lineal. El pavimento se modela como una estructura de múltiples
capas de material, sometido a una carga circular uniformemente distribuida.
Sin embargo, a pesar del auge que han cobrado en la actualidad los métodos empírico-
mecanicistas, estos se basan en desarrollos efectuados principalmente en la década de 1940
cuando surgió la teoría elástica en capas (LET). La teoría precedente a la LET en la que se sentaron
las bases de análisis es la de Boussinesq (1885), que asume al pavimento como una capa con un
solo espesor elástico, homogéneo e isotrópico. Esta misma consideración se toma en cuenta en el
modelo desarrollado por Ahlvin & Ulery (1962).
En 1943, Burmister desarrolló una solución para un medio homogéneo elástico-lineal de dos capas,
que se amplió posteriormente a un sistema de tres capas. Desde entonces, y con los avances en la
tecnología, la teoría se ha ampliado para hacer frente a los sistemas multicapa, y un gran número
de programas computacionales se han desarrollado y empleado fuera del ambiente académico o
de investigación. A comienzos de la década de 1970, comenzaron a surgir diferentes programas
computacionales para predecir el estado de esfuerzos en un pavimento bajo las condiciones del
pavimento y de carga impuestas. Los programas con mayor popularidad para el análisis de
pavimentos flexibles están basados en la Teoría Elástica por Capas. Dos buenos ejemplos son el
EVERSTRESS y el MnPAVE; el primero fue desarrollado por el Departamento de Transporte del
Estado de Washington (Washington State Department of Tra spo tatio W“DOT , su p i e a
versión fue completada en 1989 pero fue implementado varios años después. La primer versión del
segundo ejemplo fue completado en 1998 por el Departamento de Transporte de Minnesota
(Minnesota Department of Transportation M DOT .
En general existen tres enfoques mecanicistas que pueden ser utilizados para determinar la
respuesta del pavimento: Teoría Elástica por Capas (LET) en los que pueden considerarse
materiales visco-elásticos o anisotrópicos, modelación mediante el Método del Elemento Finito en
dos dimensiones (FEM-2D) y en tres dimensiones (FEM-3D), con cuya metodología pueden
considerarse características no lineales, cargas dinámicas y diferentes criterios de desempeño
como los medioambientales, pero aún en este modelo los materiales son básicamente tratados
como sólidos . Existe un cuarto enfoque denominado Método de los Elementos Distintos (DEM)
que es prometedor para la modelación de materiales granulares, pero incluso con este método es
necesario hacer simplificaciones respecto a la realidad. La Tabla 3.1 muestra algunos de los
programas de cómputo empleados para predecir la respuesta del pavimento.
En todo caso debe tomarse en cuenta que, si bien los modelos son herramientas de gran ayuda
para simular la respuesta del pavimento, la fenomenología que envuelve al análisis estructural de
pavimentos resulta tanto compleja como variable, por lo que los diseñadores deben tener la
sensibilidad y buen juicio ingenieril para discernir los resultados obtenidos.
Tabla 3.1. Ejemplos de Programas empleados para el análisis y diseño de pavimentos flexibles.
No. de No. de
Teoría
Programa Capas Cargas Desarrollador Observaciones
Base
(máx.) (máx.)
CHEV
BISAR
El programa BISTRO fue precursor de este
MLE 5 10 Shell International programa. Incorpora cargas horizontales y
(De Jong et
verticales.
al.,1973)
PDMAP
Incluye consideraciones en el proceso de
MLE 5 2 NCHRP Project 1-10 análisis para reflejar la respuesta no lineal en
(Finn et al.,
capas de agregado no tratado
1977)
VESYS MLE o
FHWA (Federal Highway Puede utilizarse para analizar tanto
5 2
Administration) materiales elásticos como viscoelásticos.
(Kenis, 1978) MLVE
ELSYM5
FHWA (University of Programa de teoría MLE ampliamente
MLE 5 10
(Kopperman et California, Berkeley) utilizado
al., 1986)
VEROAD
15 (medio
Respuesta viscoelástica a cortante; respuesta
MLVE semi- Delft Technical University
(Nilsson et al., elástica por cambio de volumen.
infinito)
1996)
Incorpora las aportaciones de la primera
aplicación del FEM para el análisis de
pavimentos flexibles (Duncan et al., 1968). Sin
ILLI-PAVE embargo, debido al gran consumo en tiempo
para realizar los cálculos, el programa no se
FEM 1 University of Illinois
(Raad and empleó como rutina de diseño, por lo que,
Figueroa, 1980) ante tal complejidad computacional,
Thompson & Elliot (1985) desarrollaron
ecuaciones de regresión para predecir la
respuesta de secciones típicas de pavimento.
FENLAP
Desarrollado específicamente para considerar
(Brunton &
FEM 1 University of Nottingham propiedades de materiales resilientes no
D’Almeida,
lineales.
1992)
El material alrededor de un punto se denomina isótropo si los parámetros que lo definen son los
mismos en todas las direcciones que provienen desde ese punto. La isotropía reduce el número de
parámetros elásticos en dicho punto a dos: E, el módulo de elasticidad, y , el coeficiente de
Poisson. Si los parámetros elásticos son las mismas en todos los puntos dentro de una región de un
cuerpo del suelo, esta región se dice que es homogénea(7).
Si un elemento cilindro es sometido a una presión uniforme en la dirección z (vertical), σz, como se
muestra en la Figura 3.1, se generará un cambio de longitud en los costados. Cuando las
deformaciones son muy pequeñas comparadas con las dimensiones del cilindro, las deformaciones
unitarias serán iguales al cambio relativo de la longitud(25).
Figura 3.1. Parámetros elásticos para el esfuerzo uniaxial.
(3.1)
donde:
E = Módulo de elasticidad,
σz = Esfuerzo vertical, y
= Deformación vertical
z
Las deformaciones axiales para una material ideal, elástico e isotrópico, generadas por una carga
aplicada a un elemento tridimensional del medio (Figura 3.2) en términos de las componentes de
esfuerzo, son dadas por la ley de Hooke mediante las ecuaciones siguientes:
(3.2)
[ ( )]
[ ] (3.3)
[ ( )] (3.4)
De las relaciones dadas por las ecuaciones (3.2), (3.3) y (3.4), las componentes de esfuerzo pueden
ser expresadas como:
(3.5)
( )
(3.6)
( )
( ) (3.7)
(3.8)
(3.9)
(3.10)
(3.11)
Figura 3.2. Notación para los esfuerzos normales y cortantes en sistema de coordenadas rectangulares.
La Figura 3.2 muestra los esfuerzos en un elemento del medio. Si τij es un esfuerzo cortante,
significa que el esfuerzo está actuando en un plano normal al eje i, y su dirección es paralela al eje
j. Un esfuerzo cortante τij se considera positivo si se orienta en la dirección j negativa mientras
actúa sobre un plano cuya normal es la dirección positiva i. Por ejemplo, en la Figura 3.2 todos los
esfuerzos cortantes son positivos(18).
La forma más simple de caracterizar el medio de un pavimento flexible sometido a las cargas
inducidas por las llantas de los vehículos, es considerarlo como un medio homogéneo o sistema
unicapa. El sistema tiene un área infinitamente grande y una profundidad infinita con un plano
superficial en el cual las cargas son aplicadas. La Figura 3.3 muestra un medio homogéneo sujeto a
una carga circular con un radio a y una presión uniforme q. El medio tiene un módulo elástico E y
una relación de Poisson . Se indica un elemento cilíndrico pequeño cuyo centro se encuentra a
una distancia z debajo de la superficie y a una distancia r a partir del eje de simetría. Debido a la
axisimetría, se presentan solo tres esfuerzos normales σz, σr y σθ, y un esfuerzo cortante, τrz, que
es igual a τzr. Estos esfuerzos son función de q, r/a y z/a.
Figura 3.3. Componentes de esfuerzo bajo una carga circular uniformemente distribuida.()
Una carga vertical concentrada, aplicada sobre la superficie horizontal de cualquier medio, un
pavimento por ejemplo, produce una respuesta del sistema en todo punto dentro del mismo.
Resulta lógico pensar, sin la necesidad de ningún cálculo, que la respuesta sea máxima
inmediatamente debajo de la carga, llegando a un valor cero a una gran distancia de dicho punto.
Una distribución de esfuerzos verticales de este tipo, puede representarse por una superficie en
forma de campana invertida, como lo indica la Figura 3.4. Como el esfuerzo ejercido por la carga se
distribuye en profundidad sobre una superficie cada vez mayor, la presión máxima sobre una
superficie dada, representada por la altura máxima de la campana, disminuye con la profundidad.
Tanto la teoría como la experiencia indican que la forma de la campana de presiones es
prácticamente independiente de las propiedades físicas del medio cargado. Por ello, es justificable
calcular la respuesta del sistema suponiendo que el material es elástico, homogéneo e isótropo (25).
Con estas hipótesis surgieron las ecuaciones de Boussinesq que se muestran a continuación.
Figura 3.4. Distribución de esfuerzos en pavimento flexible.
En 1885 Boussinesq(25) resolvió el problema de los esfuerzos dentro de una masa semi-infinita
debida a una carga puntual actuando en la superficie (Figura 3.5). En coordenadas cilíndricas los
esfuerzos pueden ser expresados como se muestra enseguida:
(3.12)
[ ] (3.13)
[ ] (3.14)
donde:
P = carga puntual
(3.15)
r=√
R=√
(3.16)
Figura 3.5. Esfuerzos en un medio elástico causados por una carga puntual (coordenadas cilíndricas).()
(3.17)
[ ] (3.18)
[ ] (3.19)
(3.20)
La deflexión vertical (dz) en un punto ubicado a una profundidad z, debida a una carga puntual
actuando en la superficie, en coordenadas polares y cilíndricas es, respectivamente:
(3.21)
[ ]
[ ] (3.22)
(3.23)
(3.24)
(3.25)
Estas ecuaciones muestran una diferencia importante entre la variación con la profundidad del
esfuerzo y la deformación, por un lado, y en los desplazamientos por el otro. Donde el
desplazamiento es inversamente proporcional a la profundidad, y el esfuerzo y la deformación son
inversamente proporcionales al cuadrado de la profundidad.
Una de las consecuencias de esta diferencia es que la deflexión superficial en un sistema de capas
está poco correlacionada a los esfuerzos y deformaciones en las capas individuales. La deflexión
superficial es, por lo tanto, un mal sustituto de los esfuerzos y deformaciones. Puesto que el
deterioro del pavimento está relacionado con los esfuerzos o deformaciones en las capas
individuales, es desafortunado que la deflexión superficial sea todavía bastante usada para la
evaluación de la capacidad estructural de un pavimento.
(3.26)
Las ecuaciones de Boussinesq para una carga puntual son bastante útiles. La distancia de la carga
no necesita ser muy grande para que una carga puntual produzca casi la misma respuesta de una
carga distribuida en un área. En la Figura 3.6 la deflexión superficial en un medio semi-infinito
calculada usando ELSYM5 es comparado a la deflexión obtenida con la ecuación 3.26. El módulo y
la relación de Poisson fueron 100 MPa y 0.35, respectivamente. La carga fue de 10 kN
uniformemente distribuida sobre un área circular con radio de 150 mm. A una distancia de
solamente un diámetro, la deflexión producida por una carga puntual es muy cercana a la
deflexión correcta(25).
Figura 3.6. Comparación carga puntual con carga circular (a = 150 mm) uniformemente distribuida. ()
Cuando la carga es aplicada sobre un área circular simple (Figura 3.3), la deflexión, esfuerzos,
deformaciones más críticas ocurren bajo el centro del área circular en el eje de simetría (14), donde:
τrz = 0 y σr =σθ, de forma que σz y σr son los esfuerzos principales.
La carga aplicada por una llanta al pavimento es similar a una placa flexible de radio a y presión
uniforme q. Los esfuerzos bajo el centro de la placa pueden ser determinados con las siguientes
expresiones:
(3.27)
[ ]
(3.28)
[ ]
{ [ ]} (3.29)
(3.30)
(3.31)
Al igual que el caso de la carga puntual, se resalta el hecho de la independencia de los esfuerzos
respecto a los parámetros elásticos, por tanto, el modulo elástico no influye en ninguno de los
esfuerzos.
Pudiera parecer extraño que, con los grandes avances computacionales con los que actualmente
contamos, la técnica mostrada en este apartado no está ya vigente o que es arcaica, sin embargo,
la determinación del método involucra funciones elípticas realizadas mediante el uso de valores
tabulados por Legendre en 1826. Como se mostrará en el Capítulo 5, este método brinda una gran
versatilidad en el cálculo de la respuesta en pavimentos flexibles.
Refiriéndose a la Figura 3.3, las relaciones simplificadas que combinan los valores tabulados y la
relación de Poisson para calcular esfuerzos, deformaciones y deflexiones se muestran en la Tabla
3.2.
Tabla 3.2. Resumen de ecuaciones elásticas para sistemas unicapa (después de Ahlvin y Ulery)
Ver Tablas del Anexo A para obtener los valores de las funciones A, B, C, D, E, F, G y H.
Signo positivo (+) indica valores de compresión.
Em = Módulo elástico del material.
3.2.3 Introspección de las suposiciones en la teoría de la elasticidad respecto a la realidad
Las suposiciones en las cuales la teoría de la elasticidad está basada, nunca han satisfecho
completamente a los materiales reales para pavimentos o sus estructuras (25). Las cargas no son
estáticas si no dinámicas. En materiales que contienen fisuras u otras discontinuidades las
deformaciones no son compatibles, y es muy probable que eso suceda en el caso de los materiales
granulares, al menos para los niveles de esfuerzos que causan deterioros en el pavimento (y
precisamente a la escala del tamaño de las partículas). Pocos materiales son homogéneos, muchos
son anisótropos (al menos anisótropos en esfuerzos) y la mayoría tienen relaciones no lineales muy
complejas entre los esfuerzos y las deformaciones. Además, los esfuerzos o deformaciones no son
solamente elásticas sino también plásticas, viscosas o viscoelásticas. Las deformaciones o tasas de
deformación plásticas, viscosas o viscoelásticas también se relacionan de manera compleja con los
esfuerzos.
El esfuerzo tangencial, σθ, calculado usando la ecuación de Boussinesq (3.19) será 0 (cero) si la
relación de Poisson es 0.5, y para relaciones de Poisson menores a 0.5, el esfuerzo tangencial será
negativo cuando el ángulo θ sea menor a 52°. De acuerdo con el criterio de Mohr-Coulomb la falla
ocurrirá en un material granular cuando la relación entre del esfuerzo principal menor con el
mayor sea menor que tan2(45°–φ/2), donde φ es el ángulo de fricción del material. Con un
esfuerzo principal menor negativo la falla podría esperarse en gran parte del semi-espacio.
Si la mayoría de las suposiciones en las cuales se basan las ecuaciones diferenciales son
incorrectas, ¿pueden ser correctas las soluciones de las ecuaciones diferenciales?, probablemente
no, pero eso dependerá de la importancia que tengan para el resultado final estas desviaciones
con respecto a las suposiciones. Quizá la no linealidad, o los efectos dinámicos, solamente causan
pequeños cambios en los esfuerzos y deformaciones. Es ese caso la teoría de la elasticidad es un
modelo útil para determinar la respuesta del pavimento. La única manera de averiguarla es
midiendo los esfuerzos, las deformaciones y los deflexiones en pavimentos reales, y comparar los
valores medidos con los predichos teóricamente. Sin embargo, medir esfuerzos y deformaciones
no es un asunto trivial.
Las primeras mediciones de los esfuerzos (Frölich 1934, Kogler & Scheiding 1938) mostraron que la
teoría de la elasticidad no era totalmente satisfactoria. Frölich sugirió una concentración de
esfue zos o pa ados con la teoría de la elasticidad. Esto puede ser logrado con un módulo de
elasticidad que varía en función de coordenadas polares. Boussinesq (1876) también desarrollo
una teoría de esfuerzos en un medio granular, asumiendo que el módulo de cortante es
proporcional al esfuerzo hidrostático. Un gran número de modelos se han desarrollado desde
entonces, a fin de lograr una descripción más correcta de los esfuerzos y deformaciones en
materiales reales, a pesar de ello las simplificaciones respecto a la realidad seguirán siendo
requeridas.
Mucho métodos se han desarrollado a través de los años para estimar lo parámetros de respuesta
en sistemas multicapa, que son los que en realidad se apegan a las estructuras de nuestros
actuales pavimentos. La Figura 3.7 muestra un sistema de n–capas en coordenadas cilíndricas, la
enésima capa tiene espesor infinito. El módulo de elasticidad y la relación de Poisson de la iésima
capa son Ei e μi, respectivamente.
En 1943 Burmister presento una solución para las ecuaciones diferenciales de la teoría de la
elasticidad, para las condiciones de frontera de un sistema bi-capa. Otros investigadores
desarrollaron tablas y gráficos para simplificar el proceso de cálculo. Los detalles de las distintas
soluciones son dadas por Yoder y Witczak (1975) y Huang (1993). Desde entonces se han
desarrollado un gran número de programas de cómputo para calcular esfuerzos, deformaciones y
deflexiones en sistemas de capas elásticas. Algunos de los programas más conocidos han sido
desarrollados por Shell (Bistro y Bisar), por Chevron (Elsym5), La Estación Experimental de Vías
Navegables (WES5), El Laboratorio Central de Puentes y caminos (Alize III) y La Organización de
Investigación Industrial y Científica de la Commonwealth (Circly). Este último inclusive consideraría
materiales anisótropos(25).
El método de elementos finitos aún supone que las deformaciones serán compatibles, excepto
para elementos especiales que puedan permitir discontinuidades. Está en duda si esto puede ser
usado para describir correctamente los materiales granulares, donde los esfuerzos se substituyen
por las fuerzas de contacto entre las partículas, y donde la mayor parte de la deformación se deriva
del desplazamiento y movimiento entre las partículas. Para describir los materiales granulares
Cundall (1978) desarrolló el Método del Elemento Distinto (o Discreto). Este método requiere de
una solicitación más exigente a las computadoras, pero permite la descripción de las
deformaciones plásticas y elásticas en el mismo proceso.
Incluso cuando un modelo, finalmente, ha sido desarrollado para que pueda predecir
correctamente los esfuerzos, las deformaciones tanto elásticas como plásticas, y la falla en los
materiales del pavimento, seguirá habiendo la necesidad de un modelo simplificado para los
Sistemas de Gestión de Pavimentos (PMS). En los PMS el deterioro de un gran número de
secciones de carretera, durante 20 años o más, con un gran número de diferentes estrategias de
mantenimiento, necesita ser calculado. Con el enfoque analítico-empírico, los esfuerzos y las
deformaciones necesitan calcularse millones de veces, y esto es solamente posible con un
algoritmo muy rápido. Esto es los que el método de Odemark (1949) proporciona.
El método Odemark está basado en la suposición de que los esfuerzos y deformaciones debajo de
una capa dependen de la rigidez de esa capa solamente. Si el espesor, el módulo y la relación de
Poisson de una capa son cambiados, pero la rigidez permanece sin cambio, los esfuerzos y las
deformaciones debajo de la capa tendrían que permanecer (relativamente) inalterados. La rigidez
de una capa es proporcional a:
(3.37)
√ (3.38)
donde he, es conocido como el espesor e uivale te , de ahí que este método es también llamado
el Método de Espesores Equivalentes o MET.
El sistema transformado en la Figura 3.8 es un espacio semi-infinito en el cual pueden ser usadas
las ecuaciones de Boussinesq o las tabulaciones de Ahlvin y Ulery, pero solamente para el cálculo
de esfuerzos, deformaciones y deflexiones en o por debajo de la interface.
Razonablemente se obtiene una buena concordancia con la teoría de la elasticidad con un factor
de corrección de 0.8, excepto para la primer interface donde un factor de 0.9 es usado para un
sistema de dos capas, y 1.0 para un sistema multicapa. Si el espesor de la primer capa, h1, es menor
que el radio del área cargada, a, entonces el factor de 1.1(a/h1)0.3 proporcionará la deformación
horizontal por tensión en la fibra inferior de la primer capa, bastante aproximada a la obtenida con
la teoría de la elasticidad.
Para un sistema multicapa el espesor equivalente de las capas superiores n–1 con respecto al
módulo de la capa n, puede ser calculado con la siguiente expresión:
, ∑ √ ,
(3.40)
, { [ √ √ ] } √ (3.41)
donde ésta última es una ecuación recursiva conveniente para propósitos de programación. Se
asume que las capas debajo de la capa n tienen el módulo En en el sistema transformado. Sin
fricción en las interfaces, el espesor equivalente puede encontrarse con la siguiente expresión:
, √∑ ( ) (3.42)
Las deflexiones se calculan como la suma de las compresiones de las capas, más la deflexión del
terreno. La compresión de cada capa individual se encuentra como la diferencia en la deflexión
entre su parte superior y su parte inferior de dicha capa en el sistema transformado. Para las capas
superiores el sistema transformado es un medio con módulo E1.
Si éste no es el caso (o si se desea un mejor ajuste) los factores de corrección debe ser cambiados,
y posiblemente expresarse en función del espesor y del módulo.
Las soluciones para sistemas elásticos multicapa bajo una carga simple pueden ser extendidas a
casos que involucran cargas múltiples, mediante la aplicación del principio de superposición (14). La
Figura 3.9a muestra la configuración en planta de un arreglo de llantas en sistema dual-tandem. El
esfuerzo y deflexión vertical bajo el punto A debido a las cuatro cargas, pueden ser fácilmente
obtenidos mediante la suma de los correspondientes a cada una de las cargas, debido a que todos
ellos (esfuerzos y deflexiones) están en la misma dirección vertical, o z. Sin embargo, el esfuerzo
radial σr, el esfuerzo tangencial σθ, y el esfuerzo cortante τrz, debidos a cada carga no pueden ser
sumados directamente, porque no están en la misma dirección, como está indicado por las cuatro
diferentes direcciones radiales en el punto A. Por consiguiente, σr, σθ y τrz, deben ser resueltos en
base a componentes en las direcciones x e y, como se muestra en la Figura 3.9b para esfuerzos en
el punto A debidos a la carga en el punto B. El uso del punto A tiene para propósitos ilustrativos, y
cualquier otro punto también puede considerarse para encontrar los esfuerzos máximos.
a)
b)
(3.43)
(3.44)
(3.45)
(3.46)
(3.47)
Después de resolver los esfuerzos debidos a cada carga en las componentes σx, σy, τxy, τyz y τxz, las
componentes debidas a las cargas múltiples pueden obtenerse mediante superposición. Durante la
superposición debe tenerse precaución en determinar correctamente el signo de cada esfuerzo.
Después de obtener mediante superposición σx, σy, τxy, τyz y τxz, los tres esfuerzos principales σ1,
σ2, y σ3, pueden obtenerse resolviendo la siguiente ecuación cúbica:
( ) ( )
(3.48)
( )
√ (3.49)
[ ( )] (3.50)
[ ] (3.51)
(3.52)
MODELOS DE DETERIORO EN PAVIMENTOS FLEXIBLES
Como se ha mencionado, los métodos empírico-mecanicistas tienen dos fases de análisis primarias,
de las cuales, la primera consiste en calcular la respuesta del pavimento asociada a las
combinaciones y repeticiones de carga, así como las condiciones ambientales. El segundo paso
consiste en la predicción del desempeño del pavimento a través de relaciones empíricas entre la
respuesta y el modelo o tasa de deterioro.
Generalmente, el agrietamiento por fatiga y la deformación permanente son los dos principales
modos de deterioro considerados para el diseño de pavimentos flexibles. El agrietamiento por
fatiga es causado por la deformación horizontal por tensión repetida, cuyo máximo se presenta en
la fibra inferior de la capa de concreto asfáltico o cualquier capa con algún tipo de ligante. Una vez
que se presentan las grietas, se propagan de forma ascendente hasta la superficie resultando en un
deterioro gradual del pavimento. La deformación permanente es causada por la deformación
vertical por compresión acumulada en la superficie de la capa de apoyo, aunque en realidad la
deformación permanente puede ocurrir en todas las capas sobre todo en materiales granulares, sin
embargo el análisis de pavimentos típicos muestran que la mayor parte de la deformación ocurre
en el terreno de cimentación porque es más débil en comparación con los otros materiales(24).
La vida de servicio del pavimento se estima mediante los modelos de deterioro, conocidos también
como funciones de transferencia, que relacionan la respuesta del pavimento con los diferentes
tipos de deterioro. Como los materiales tienden a fallar al aplicárseles repetidamente un
determinado número de solicitaciones, el modelo analítico para establecer la condición de falla
está basado en la Ley de Miner que relaciona el número de repeticiones de carga permisible,
determinada con el modelo de deterioro, con el número de repeticiones esperadas. Esta ley se
utiliza para determinar la acumulación de daños del pavimento respecto a la acumulación de
cargas en el tiempo, de forma que se correlacionan las deformaciones inducidas al pavimento por
las cargas vehiculares con los modelos de deterioro característicos, cada uno dirigido a especificar
un tipo de daño.
Los modelos de deterioro son el eslabón clave en los métodos empírico – mecanicistas para
predecir el número de repeticiones de carga antes de que ocurra la falla, por lo tanto, su correcta
calibración en campo y/o laboratorio es esencial para una predicción confiable de la vida de
servicio del pavimento.
4.1 DESARROLLO DE DETERIOROS EN PAVIMENTOS FLEXIBLES
La pérdida de serviciabilidad puede ocurrir como resultado de un solo tipo de deterioro o como
una combinación de diferentes tipos. Determinados tipos de deterioros por si solos no causan la
falla del pavimento, sin embargo, pueden combinarse con otros tipos de deterioro como la
desintegración para causar un nivel de servicio inaceptable.
Como fue explicado por Hudson, et al(20), la relación entre los deterioros y el desempeño tiene al
menos tres componentes: primaria, secundaria, y dependiente del tiempo. El deterioro primario
incluye aquellos que tienen un efecto directo e inmediato en la serviciabilidad. El deterioro
secundario es aquel que ocurre como consecuencia de ciertos tipos de deterioro primario. Por
ejemplo, el agrietamiento por fatiga debido a las cargas vehiculares es un deterioro primario, sin
embargo, la infiltración de agua puede debilitar el material subyacente pudiendo dar como
resultado deformaciones permanentes que redicen la serviciabilidad. En este caso, la deformación
es un deterioro secundario.
El deterioro dependiente del tiempo puede no tener efecto inmediato en la serviciabilidad del
pavimento, pero dado un periodo de tiempo adecuado conducirá a una reducción a la
serviciabilidad. Por ejemplo, si un pavimento se ve afectado con un agrietamiento longitudinal
severo, con el tiempo durante la vida de servicio del pavimento, estas grietas evolucionan en
agrietamiento tipo piel de cocodrilo y baches causando una caída del nivel de serviciabilidad
debajo de un rango aceptable.
Los pavimentos flexibles con una o más de las siguientes condiciones continuarán con el proceso
de daño favoreciendo al deterioro acelerado antes de la rehabilitación, sino se toman las medidas
de remediación adecuadas(5):
a) Pavimentos flexibles con altas deflexiones y capa de concreto asfáltico frágil (alto módulo,
baja resistencia a las deformaciones por tensión)
b) Superficie débil o capas de suelos saturadas pobremente compactadas.
c) Suelos expansivos sujetos a ciclos con variación de humedad.
d) Suelos susceptibles al congelamiento sometidos a temperaturas de congelación.
e) Carpeta de concreto asfáltico y bases susceptibles al daño por humedad y desintegración.
f) Mezclas asfálticas frágiles (baja adherencia o resistencia) con agrietamiento severo en
bloque, longitudinal y transversal.
g) Carpetas de concreto asfáltico con roderas o distorsión superficial severa.
En resumen, desafortunadamente muchos de los deterioros en los pavimentos son causados por
deficiencias en la construcción, materiales y mantenimiento inadecuado, e incluso por un mal
proyecto de estructuración, por ello es importante conocer los diferentes tipos de deterioro y sus
causas (tabla 4.1). Más aún, la evaluación de los deterioros de pavimentos es una parte
fundamental para los sistemas de administración de pavimentos mediante los cuales pueden
desarrollarse estrategias de conservación más efectivas(14).
Deterioros
Bombeo Carga, materiales, clima, construcción
diversos
Notas:
1. Se advierte que la severidad de los deterioros enlistados se agrava por condiciones rigurosas de
clima y la carencia de un drenaje adecuado.
2. La mayoría de los deterioros enlistados influencian la funcionalidad del pavimento el cual es
típicamente caracterizado por la uniformidad y fricción en la superficie.
3. Algunos deterioros como el agrietamiento por reflexión y roderas tienen múltiples causas.
Además de obtener los módulos elásticos es necesario enlazar la respuesta del pavimento, que
depende de las características físicas y geométricas del pavimento, así como de las cargas
aplicadas, con modelos de deterioro característicos de los materiales. Este enlace permite predecir
el desempeño del pavimento, y por tanto su vida remanente, por ello es fácil advertir dos aspectos:
1) que cada modelo es particular para cada material analizado, 2) que de su correcta
determinación depende una predicción más certera en la vida remanente del pavimento.
Dada las dificultades que significa el hacer caracterizaciones particulares, se ha aceptado el uso de
los modelos generales disponibles para efectuar los análisis de vida remanente. Algunos de estos
modelos han sido generados por las siguientes instituciones:
La mayor diferencia entre los diversos métodos de diseño son las funciones de transferencia o
modelos de deterioro, los cuales relacionan la deformación por tensión de la mezcla asfáltica con
el número de repeticiones permisibles(14). En el método del Instituto del Asfalto y el de Shell el
número de repeticiones permisibles Nf para causar el agrietamiento por fatiga, está relacionado
o la defo a ió po te sió εt en la fibra inferior de la carpeta y el módulo de la mezcla E1 que
la conforma, mediante la siguiente expresión:
(4.1)
Para la mezcla estándar utilizada en el diseño, la ecuación del Instituto del Asfalto para un 20% de
área agrietada es:
(4.2)
Y la ecuación Shell es:
(4.3)
Debido a que el exponente f2 es mucho mayor que f3, el efe to de εt en Nf es mucho mayor que el
de E1. Por consiguiente el módulo E1 puede ser descartado(14), de forma que la ecuación 4.1 se
simplifica de la siguiente forma:
(4.4)
Los parámetros de fatiga f1 y f2 se han determinado para condiciones de mezcla de diseño variadas,
estos dependen de muchos factores tales como: tipos de agregado, contenido de asfalto,
temperatura y tipo de prueba. Debido a las diferencias en los materiales, métodos de prueba,
condiciones en campo y modelos estructurales, puede determinarse una gran variedad de modelos
de deterioro, por ello es de suma importancia la calibración de la función, de forma que el
deterioro predicho coincida con las observaciones en campo y/o laboratorio. En la tabla 4.2 se
muestran varios de los parámetros de los modelos de agrietamiento por fatiga utilizados por
diferentes instituciones.
La deformación transitoria es aquella que desaparece cuando la carga que la produce es retirada.
En la deformación viscoelástica, existe un determinado lapso de tiempo entre el momento en que
se retira la carga y la recuperación completa de la deformación. En la deformación elástica, la
recuperación ocurre inmediatamente después de retirar la carga. Este último caso es en el que nos
concentraremos.
En general, dos procedimientos han sido utilizados para limitar las deformaciones permanentes o
roderas: uno limita las deformaciones unitarias por compresión en el terreno y el otro limita la
deformación permanente acumulada en la superficie del pavimento en base a la deformación
permanente de cada capa. En los métodos de diseño del Instituto del Asfalto y Shell, el número de
repeticiones admisibles Nd para limitar la deformación permanente están relacionadas con la
defo a ió po o p esió ve ti al εz en la fibra superior del terreno mediante la siguiente
ecuación:
(4.5)
La ecuación 4.5 es también utilizada por varias agencias con los valores de los factores de
deformación mostrados en la tabla 4.3.
Como puede observarse en la tabla 4.3, el exponente f5 se encuentra dentro de un rango estrecho,
pero el parámetro f4 varía de forma considerable. Ambos factores de deformación deben ser
calibrados mediante la comparación del desempeño predicho con las observaciones en campo.
Shell (1985)
Desde el punto de vista operativo, los pavimentos asfálticos están sujetos a una diversidad de
cargas tanto en magnitud como en forma a lo largo de su vida de servicio. El daño acumulado es
evaluado mediante el concepto definido por Miner, 1945, cuya ley de falla es definida por la
siguiente ecuación:
∑ (4.6)
Donde:
ni = número de repeticiones de carga aplicadas
Ni = número de repeticiones permisibles antes de llegar a la falla
r = número de condiciones de carga consideradas
Para tener en cuenta las variaciones tanto en las cargas del tráfico, como en el estado de respuesta
del pavimento, sea dij el daño inducido al pavimento por una aplicación de la i-ésima carga
mientras el pavimento se encuentra en el j-ésimo estado de respuesta. Si esa carga en particular es
aplicada al pavimento en dicho estado hasta que el pavimento falle, y si Nij representa el número
de repeticiones permisibles antes de la falla, entonces dij puede calcularse con la siguiente
ecuación:
(4.7)
Por lo tanto, la falla ocurre cuando el daño total acumulado D es igual o mayor a 1.0. El daño
acumulado D durante el periodo de diseño se determina con la siguiente ecuación.
∑ ∑ ∑ ∑ (4.8)
Donde:
nij = número de repeticiones para cada tipo de eje i y nivel de carga j
Nij = número de repeticiones admisibles para cada tipo de eje i y nivel de carga j
Distress Prediction
DISTRESS MODELS
Distress Prediction
FATIGA DE MEZCLAS ASFÁLTICAS
()
PERMANENT DEFORMATION
FATIGUE CRACKING MODELS
Distress Survey
ENSAYOS DE LABORATORIO
Preparación de las muestras
Las muestras de puzolana, como la arcilla utilizada para la realización de los ensayos de
laboratorio, debieron de ser preparadas con anticipación para que pudieran ser
trabajadas de manera adecuada y con apego a cada una de las normas especificas para
cada procedimiento.
El primer paso consistió en el secado de las puzolanas para obtener una muestra lo mejor
seca posible, se utilizó secado al sol.
El siguiente paso consistió en la trituración del material seco, hasta llevarlo a una
condición óptima. Posteriormente cada una de las muestras fue tamizada para su
utilización.
Este proceso fue necesario para la realización de los ensayos, exceptuando el análisis
granulométrico, para el cual se tomó una muestra representativa de cada material en el
estado en que fue extraído. Teniendo el material seco, triturado y tamizado, se procedió a
la realización de los ensayos de laboratorio en muestras de puzolana sin adición de cal, y
en muestras mezcladas con cal, de igual forma con la arcilla utilizada, en proporciones
determinadas como porcentajes del 1%, 2% y 3% del peso seco de la muestra.
Análisis granulométrico
Norma AASHTO T-27
El análisis granulométrico de un suelo consiste en separar y clasificar por tamaños los
granos que lo componen. Los resultados son representados en forma gráfica por medio
de una curva de distribución granulométrica, determinando de este modo la cantidad de
porcentaje de gravas, arenas y finos presentes en la muestra de suelo.
Para el presente estudio las muestras de suelo se sometieron durante 12 horas a secado
al sol para obtener su condición seca; a lavado previo al tamizado para eliminar los
finos, y secado antes de tamizar. Se determinaron únicamente los análisis
granulométricos de las muestras, por lo que sólo se presentan los resultados de las
muestras sin adición de cal.
Figura 4. Curva granulométrica
Límites de Atterberg
Normas AASHTO T-146, ASTM D-4318, AASHTO T-89, T-90
Los límites de Atterberg o límites de consistencia se basan en el concepto de que
los suelos finos pueden encontrarse en diferentes estados, dependiendo del contenido
de agua. De este modo un suelo se puede encontrar en estado sólido, semi-sólido,
plástico, semi-líquido y líquido; cambiando gradualmente al agregarle agua. De acuerdo
con lo anterior se consideran tres límites o estados de consistencia: el límite de
contracción (LC), que es la frontera convencional entre los estados sólidos y semi-
sólidos; el límite plástico (LP), que es la frontera entre los estados semi-sólido y plástico; y
el límite líquido (LL), que es la frontera entre los estados plástico y semi-líquido.
Tabla V. Límites de consistencia
ANÁLISIS GRANULOMÉTRICO %
Puzolana
Grava 56
Arena 23,4
Finos 20,6
CLASIFICACIÓN
Sistema unificado SCU GC-GM
Sistema P.R.A. A-1-b
LÍMITES DE
ENSAYO DE COMPACTACIÓN
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
Puzolana
GRANULOMÉTRICO %
Grava 52
Arena 27
Finos 21
CLASIFICACIÓN
Sistema unificado SCU GC-GM
Sistema P.R.A. A-1-b
LÍMITES DE ATTERBERG %
Límite líquido 15,5
Límite plástico 13,7
Índice de plasticidad 1,2
ENSAYO DE COMPACTACIÓN
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
Puzolana
GRANULOMÉTRICO %
Grava 59
Arena 19
Finos 22
CLASIFICACIÓN
Sistema unificado SCU GC-GM
Sistema P.R.A. A-1-b
LÍMITES DE ATTERBERG %
Límite liquido 15,5
Límite plástico 10,8
Índice de plasticidad 2,9
ENSAYO DE COMPACTACIÓN
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
Humedad óptima % 17
(PUS) 1 379,25 86,1
ANALISIS GRANULOMÉTRICO %
Arcilla
Grava 51
Arena 21
Finos 28
CLASIFICACIÓN
Sistema unificado SCU GC
Sistema P.R.A. A-1-b
LÍMITES DE ATTERBERG
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
ENSAYO DE COMPACTACIÓN m1
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
(PUS)
Humedad óptima % 1 423,2
17,8 87,3
ENSAYO DE COMPACTACIÓN m2
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
(PUS)
Humedad óptima % 1 417,33 88,5
15,5
ENSAYO DE COMPACTACIÓN m3
Kg/m3 lb/p3
Densidad seca óptima
(PUS) 1 379,25 86,1
Humedad óptima % 17
Las muestras presentan características muy similares, la mayoría de puzolanas del país
muestran cambios no significativos, como se muestra en las figuras 6, 7 y 8.
Figura 6. Ensayo de compactación M1
Figura 7. Ensayo de compactación M2
En las figuras 6, 7 y 8 se puede visualizar que en las tres muestras se tienen porcentajes de
humedad aceptables, y muy similares, los cuales pueden mejorar con la adición de cal.
Tabla XI. Resumen resultados de compactación M1, M2 y M3
ENSAYO DE COMPACTACIÓN M1
PUS
%CAL Kg/m3 lb/p3 %H óptimo
1 1 449,81 90,5 15,3
2 1 469,03 91,7 14,9
3 1 481,85 92,5 14,5
ENSAYO DE COMPACTACIÓN M2
PUS
%CAL Kg/m3 lb/p3 %H óptimo
1 1 461,20 91,2 16,1
2 1 499,30 93,6 15,6
3 1 486,65 92,8 14,6
ENSAYO DE COMPACTACIÓN M3
PUS
%CAL Kg/m3 lb/p3 %H óptimo
1 1 417,77 88,5 16,5
2 1 435,40 89,6 16,1
3 1 459,25 91,1 15,9
PUS
%CAL Kg/m3 lb/p3 %H óptimo
1 1 593,99 99,5 12,5
2 1 642,05 102,5 11,5
3 1 683,70 105,1 11,5
ENSAYO DE COMPACTACIÓN M2 + Suelo
PUS
%CAL Kg/m3 lb/p3 %H óptimo
1 1 621,22 101,2 13,5
2 1 624,00 101,4 11,9
3 1 658,65 103,5 11,9
ENSAYO DE COMPACTACIÓN M3 + Suelo
PUS
%CAL Kg/m3 lb/p3 %H óptimo
1 1 600,39 99,9 13,9
2 1 631,00 101,5 14,1
3 1 642,05 102,5 14,0
Se puede visualizar una mejora en las tres muestras en el momento de reacción con el suelo
arcilloso en estos ensayos, lo cual se detalla en las gráficas 12,13 y14.
Figura 12. Ensayo de compactación M1 + 3% cal + suelo arcilloso
Figura 13. Ensayo de compactación M2 + 3% cal + suelo arcilloso
En estos primeros ensayos en comparación de las muestras M1, M2 y M3 se puede ver una
leve mejora de las puzolanas con sus porcentajes de cal respectivos, en el análisis de la
muestra final con el suelo arcilloso, se observa, que tanto la densidad máxima seca, como la
humedad óptima, tuvieron relativamente buenos resultados, por lo que, cuando se combina
la puzolana, cal y arcilla la variación en aumento de cal no es significativa, pero, con base en lo
que se observa, el comportamiento de la arcilla combinada con cal es bueno, ya que la arcilla
es más plástica que la puzolana.