Guía Prevención Consumo en Ambito Laboral UPCN
Guía Prevención Consumo en Ambito Laboral UPCN
Guía Prevención Consumo en Ambito Laboral UPCN
TRABAJO GREMIAL EN
PREVENCIÓN DE ADICCIONES
FUNDACION UNION
- 2020 -
1
SE TRABAJARÁ ESPECIFICAMENTE SOBRE EL
CONSUMO PROBLEMÁTICO DE SUSTANCIAS
PSICOACTIVAS Y LA ADICCION A LAS DROGAS
PROPIAMENTE DICHA.
REFLEXION
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INDICE
PAG.
4
I INTRODUCCIÓN
II DESARROLLO 7
NOCIONES BÁSICAS 7
III CONCLUSIONES 21
3
I INTRODUCCIÓN
Esta “Guía” contiene algunos conceptos básicos, junto con distintas orientaciones y
sugerencias, e incorpora un modelo marco de intervención, con capacidad para
ajustarse a diferentes realidades, para tener en cuenta a la hora de dar respuesta
cuando un/a trabajador/a atraviesa alguna situación de consumo problemático,
considerando que cada lector/a tendrá sus propias posibilidades de acción e
intervención de acuerdo a sus capacidades intrínsecas, su formación, sus prácticas y
según cual sea su rol. No obstante ello, la presente tiene la pretensión de contribuir a
perfeccionar y ampliar la capacidad de análisis, acción y el nivel de intervención de l@s
delegad@s en materia de prevención del consumo problemático de sustancias
psicoactivas en el ámbito laboral, en el colectivo de l@s trabajador@s públic@s.
La misma se inscribe dentro de los procesos realizados por el Centro Preventivo Laboral
(CPL), cuyo desarrollo de actividades comenzó en el año 2001. El CPL de la Fundación
Unión de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), determinó siempre mantener
una formación permanente para nuestr@s compañer@s trabajador@s, haciendo
especial hincapié en la formación de nuestr@s delegad@s frente al consumo
problemático de sustancias psicoactivas en el mundo laboral, bregando para que este
abordaje del consumo, se trate de igual manera que otros que conllevan deterioro y
pérdida de salud.
visibilizar la problemática,
prevenir riesgos y daños,
promover la defensa de sus derechos laborales,
y contener y acompañar a l@s trabajador@s con uso problemático de sustancias
psicoactivas a través de todo el proceso de recuperación y reinserción laboral.
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El Centro Preventivo Laboral (CPL): en su rol preventivo, se constituye en factor
fundamental de protección de la vida y la salud de l@s trabajador@s.
Ahora, ¿Qué hacemos cuando el/la trabajador/a ya está enferm@ o tiene un consumo
problemático?, básicamente, acercarnos al compañero/a, ayudarl@ a que reconozca y
acepte que tiene un problema. Derivarl@ a un tratamiento adecuado. Realizar el
seguimiento y acompañamiento durante todo el proceso de recuperación y reinserción
al lugar de trabajo (si ello fuese posible).
En las capacitaciones a delegad@s, una frase que suelo citar regularmente es la que
dice: “El camino al infierno está lleno de buenas intenciones”. Fuera del contexto
religioso (en el que pudo haber sido concebida la misma), la verdad que subyace en ella
resulta innegable, si al día de hoy entendemos por “infierno” las consecuencias funestas
en las que pueden desembocar muchos buenos propósitos. Soy consciente que la
misma es bastante fuerte y contundente, sin embargo, la elijo por considerarla valida en
tanto señala, rápidamente y de manera categórica, que determinados desempeños,
requieren una formación en la materia, ya que el riesgo de no contar con ello, no es ser
neutral sino generar daño. Por ello entiendo que es fundamental que él o la delegada
gremial tenga una formación básica que involucre, de mínima, que hacer y que no, frente
a las situaciones complejas que plantea la irrupción de un/a compañer@ trabajador/a
con un consumo problemático o una adicción propiamente dicha.
En tiempos de pandemia, como el que nos toca vivir actualmente, con la irrupción de
este virus Covid 19, la premisa citada de “No Dañar”, adquiere una contundencia aun
mayor, puesto que estamos atravesando un periodo de dificultad doble, por un lado,
lidiar con la presencia comunitaria de este virus, (con todas las consecuencias que ello
conlleva), y por otro, cumplir con el aislamiento social, preventivo y obligatorio que, hasta
ahora, es la única manera efectiva de afrontar la situación e intentar evitar no
contagiarnos. En consecuencia, vemos que tod@s estamos atravesando una situación
muy difícil, con incremento de incertidumbre, angustia, ansiedad, estrés, perdida de
hábitos y rutinas, que nos enfrenta a un malestar emocional y físico.
Respecto al tema de la Salud Mental, hay que considerar que cada un@ tiene un nivel
emocional de sufrimiento determinado. Muchas personas están sufriendo trastornos de
ansiedad, de sueño, por primera vez. Sabemos que disminuye el nivel de ansiedad saber
que esto es finito, que tiene fin. A l@s niñ@s, sería importante bajarles la ansiedad,
preguntarles que sienten con este encierro, explicarles que esto es una enfermedad, que la
misma puede sucederle a alqun@s, pero no a tod@s; respecto al uso de dispositivos como
celular, tablet y computadoras, debemos considerar que en esta coyuntura, la pantalla es
el contacto con lo escolar, con l@s amig@s, con lo familiar, por tanto debe permitirse, pero
obviamente con ciertos límites (por ejemplo por la noche, es importante limitar su uso, ya
que tener tal nivel de estímulo, dificulta la posibilidad de conciliar el sueño). En relación a
las salidas, algun@s chic@s no quieren hacerlo porque tienen miedo, otr@s quieren salir
a encontrarse con sus amig@s, al shopping, a la plaza a jugar con otr@s niñ@s, como
antes; pero ir a “dar una vuelta”, a caminar unas pocas cuadras y enseguida regresar, por
lo general, enseguida l@s aburre. De todos modos, la gente mayor es la que más
complicada está, no solo porque la pandemia provoca una tasa mayor de mortalidad en
este grupo, sino también porque, gran parte, tiene dificultades con el uso de la tecnología,
y a partir de ello, van a comprar cosas de a poco, y salen en diversas ocasiones, ya que
ello representa su mínimo y único contacto social.
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Desde el CPL consideramos que el conocimiento y la formación, para nuestro trabajo
sindical en la prevención de la problemática adictiva, siempre han sido necesarios; y en
este momento tan particular, de mayor vulnerabilidad, proseguimos llevando adelante la
continuidad de la política de salud desarrollada y, en este marco, resulta esencial el
accionar del delegad@ gremial, puesto que, el poder intervenir, el estar presente y dar
una respuesta y tender una mano solidaria a aquel compañer@ que la necesite, es más
necesario que nunca.
En medio de la pandemia, el Santo Padre envió un mensaje de aliento a los trabajadores informales:
“Ustedes son un verdadero ejército invisible en las más peligrosas trincheras contra el COVID-19”.
Francisco también se mostró preocupado por la forma en que los distintos sectores sociales tienen
que llevar adelante la cuarentena total.
“Qué difícil es quedarse en casa para aquel que vive en una pequeña vivienda precaria o que
directamente carece de un techo. Qué difícil es para los migrantes, las personas privadas de libertad
o para aquellos que realizan un proceso de sanación por adicciones. Ustedes están ahí, poniendo el
cuerpo junto a ellos, para hacer las cosas menos difíciles, menos dolorosas. Los felicito y agradezco
de corazón”.
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II DESARROLLO
NOCIONES BÁSICAS
Comprender:
Que hay distintos tipos de adicciones. Se puede ser adict@ a casi cualquier objeto.
Por ejemplo: a la tecnología (dentro de esta podemos encontrar la adicción a los
videojuegos, a Internet, a las redes sociales, al celular (esta última recibe el nombre
de nomofobia), al juego (ludopatía), al sexo, al trabajo, a las compras, a otra persona,
a las sustancias psicoactivas o drogas, etc.
Que, como toda enfermedad, debe ser atendida por especialistas en la materia.
Por ello es importante pensar en términos de Conductas Adictivas, esto quiere decir
que, en ocasiones, el objeto puede cambiar, pero lo importante es que el/la delegad@,
contenga y acompañe a él o la trabajadora en cuestión, acercándol@ a profesionales
de la salud (de ser posible, especialistas en adicciones) que trabajen en el Centro
Preventivo Laboral Local (de existir en su Organismo) o, al Centro Preventivo Laboral
Central (CPL), que funciona en la sede de Capital de nuestro gremio (Misiones 55,
CABA); de igual manera, máxime si existe una buena relación y se trabaja bajo el mismo
“paradigma”, recurrir al servicio de Medicina Laboral del Organismo, al que el o la
trabajador/a pertenezca. En este punto, debe considerarse que, cada organización
laboral tiene su propia cultura organizacional y, en consecuencia, es muy probable que
cada institución laboral cuente con un protocolo o una modalidad de intervención distinta
frente a un consumo problemático de un trabajador/a cuyas consecuencias impacten en
su lugar de trabajo. Por tanto, es posible que intervenga el departamento de Medicina
Laboral, si lo hubiere; o Recursos Humanos; por esta razón, es importante que la
delegación gremial interna o el cuerpo de delegad@s intervinientes, actúen respetando
lo que establezca la normativa interna o la política de cada organización. No obstante,
si bien la derivación y el seguimiento, en ocasiones, la realiza alguna de estas áreas,
muchas veces, la realidad es que la misma se vehiculiza a partir de nuestra intervención
sindical, por eso resulta trascendental que nosotr@s también hagamos el
acompañamiento y el seguimiento pertinente.
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acontecimiento dañoso. Pueden prevenirse enfermedades, riesgos, daños, accidentes,
delitos, etc. Como la propia naturaleza del acto de prevenir es la anticipación, esto nos
lleva a adentrarnos en las causas del problema que queremos evitar. Las causas de la
drogadependencia están relacionadas siempre con las personas que consumen, con la
sustancia y con el contexto personal, social y laboral donde se va produciendo el
problema.
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DERIVACIÓN
(Connotación para la palabra derivación en medicina).
ASISTENCIA.
Ayuda, auxilio o colaboración que se brinda a quien está en problemas o necesita algún
apoyo. Es el servicio, público o privado, que se presta a los ciudadanos para prevenir y
tratar enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, la asistencia sanitaria
abarca todos los bienes y servicios diseñados para promover la salud, incluyendo
"intervenciones preventivas, curativas y paliativas, ya sean dirigidas a individuos o a
poblaciones". La asistencia médica es el auxilio en el ámbito de la salud donde se
requiere conocimientos médicos para aliviar, recuperar o contener una persona en
situaciones donde la salud está en riesgo. L@s trabajador@s afectad@s están
enferm@s y como tal, tienen derecho a acogerse a un tratamiento. En este punto, si
bien obviamente la asistencia propiamente dicha la realizará algún/a profesional de la
salud, el o la delegada interviniente no debe perder de vista dos cuestiones
fundamentales:
REINSERCION
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necesarias para conducir, sus repercusiones van más allá de los daños individuales, pues
ocasionan graves consecuencias sociales y económicas.
En estudios realizados en personas que consumen alcohol han encontrado déficit en la
inteligencia, memoria, aprendizaje verbal y no verbal, coordinación visomotora, flexibilidad
cognitiva, resolución de problemas, razonamiento verbal y no verbal, percepción,
habilidades visuo-perceptivas y velocidad de procesamiento de información. Todas estas
áreas pueden afectarse de forma unitaria o plural, y en mayor o menor grado en l@s
enferm@s alcohólic@s.
Por tanto, conducir bajo los efectos del alcohol aumenta el riesgo de un accidente y las
probabilidades de que éste ocasione la muerte o traumatismos graves, (el riesgo de un
accidente de tránsito aumenta considerablemente cuando la alcoholemia pasa de los
0,004 g/dl).
El uso de bebidas alcohólicas produce efectos tóxicos en general graves e irreversibles,
especialmente en la conducción, su acción se dirige, una vez absorbida por el estómago
y el intestino, directamente al sistema nervioso, desorganizando su funcionamiento con
las siguientes consecuencias: Crea un falso estado de euforia y sobrevaloración de las
capacidades asumiendo mayores riesgos. Disminuye los reflejos aumentando los tiempos
de reacción. Reduce la visión periférica y provoca visión doble y problemas de
acomodación a los cambios de luz, colores y deslumbramientos, provoca una
descoordinación entre órganos sensoriales y motrices. Falsea la apreciación de distancias
y velocidades. Se estima que el 35% de accidentes de tránsito se debe al consumo de
alcohol, así mismo el nivel de productividad laboral; dos veces más ausentismo y cuatro
veces más de accidentes que la población en general.
Síntomas de Embriaguez: Altera la capacidad para coordinar movimientos sobre todo los
que requieren mayor precisión, disminuye la capacidad para reaccionar ante un peligro
inesperado. Con cantidades superiores a una unidad alcohólica (En general, se define
como unidad de alcohol un volumen de 10 mililitros, o aproximadamente unos 8 gramos,
de etanol, alcohol etílico. Una unidad de bebida es equivalente a una copa de vino, un
vaso de cerveza de tamaño medio, o una medida de bebida alcohólica de 70 grados), se
disminuye la agudeza visual, auditiva, aumenta la sensibilidad al deslumbramiento, los
movimientos oculares se hacen más lentos, disminuye la capacidad para calcular
distancias y presenta dificultad para la concentración. Con mayores cantidades presenta
vista doble, actitud titubeante y somnolencia hasta llegar al coma.
Las personas con altos grados de embriaguez tienden a presentar las siguientes
infracciones: Velocidades irracionalmente altas. Cambios de carril inesperados o
detenerse de manera inesperada. Adelantamiento indebido, manejo lento, virajes
excesivos al alcanzar o pasar. Desobedecer las señales de tránsito. Excitación y sobre
estimulación de las propias capacidades.
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SÍNTESIS: OBJETIVOS Y ACTIVIDADES EN LAS DISTINTAS ETAPAS.
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y asesoramiento sobre las
distintas alternativas de
tratamiento.
o Gestionar y controlar la
atención y el tratamiento del
trabajador/a.
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INTERVENCION PROPIAMENTE DICHA
En este punto tener en cuenta que, en muchos casos, debe disponerse de un tiempo
considerable, de una hora aproximadamente, ya que es habitual que él o la compañera
no reconozca la situación, la niegue o presente ciertas “resistencias”, y debemos hacer
un “cierto recorrido” para conseguir que lo haga o, por lo menos, que acepte asistir a una
entrevista con un profesional con experiencia en la materia. Ejemplo: una situación típica
es que al principio de la charla el/la compañero/a niegue que tiene un problema de
consumo y cuando comenzamos a marcarle las distintas situaciones que viene
atravesando, problemas con sus superiores, con sus compañer@s de oficina, el mal clima
laboral, sus inasistencias reiteradas o su incumplimiento laboral, su reciente separación,
etc., termina cambiando su posición de inicio y comienza cierto grado de aceptación, con
todo lo que ello conlleva (la aparición del miedo a no poder superar la situación, la culpa,
vergüenza, etc.). Un punto esencial a tener en cuenta es que, en el momento elegido, la
persona no se encuentre bajo los efectos del consumo de sustancias. En el caso que se
presente una situación de urgencia, por intoxicación o abstinencia, evidentemente se
indica no intentar dialogar en ese momento, ya que la intervención es otra, y básicamente
consistirá en realizar las gestiones necesarias para atender de inmediato la emergencia.
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Como se indicó reiteradamente, cuando hayamos decidido acercarnos a un/una
compañer@ con problemas de consumo, es normal que nos encontremos con que el
trabajador o la trabajadora, no acepte que tenga ningún problema, y si lo acepta, no crea
que tenga solución. Por tanto, nosotr@s colaboraremos con él o ella en la aceptación
del problema y en las soluciones que hay para modificar su situación de dependencia.
En este punto es importante considerar que distintos dispositivos de tratamiento, que
el/la trabajador/a pueda necesitar, va a tener distintas implicancias.
También puede ocurrir que entre en un tratamiento, como hospital de día, que no
implique ausencia total del puesto de trabajo, pero si modificación horaria y/o ajustes o
cambios en su trabajo.
Y otra opción sería que sea necesario un dispositivo de internación, que implique la
ausencia completa del puesto de trabajo.
Su conducta (que debe tener procederes claros y transparentes) y su capacidad, son las
dos cualidades que el/ la delegad@ debe poner al servicio de su acción, que es la
militancia.
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La planificación de medidas articuladas de información y formación que
contemplen el análisis de las condiciones y ambiente de trabajo que puedan
incidir en el consumo.
El derecho a preservar el puesto de trabajo cuando el tratamiento requiera que
el/ la trabajador/a se ausente de su lugar de trabajo.
Facilitar el tratamiento a las personas afectadas.
Al concluir con el tratamiento, facilitar la reinserción en el puesto de trabajo.
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Sostener siempre la Confidencialidad y el anonimato.
Incentivar las Interacciones entre los distintos Actores y el Trabajo en Red con
las distintas organizaciones, incluyendo las Organizaciones de la Sociedad Civil
(OSC).
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La normativa y reglamentos internos (si los hubiere).
Los riesgos que tiene el consumo de sustancias psicoactivas para la salud (aun,
en ciertas circunstancias y con determinados consumos y dosis, en la
experimentación de una sola vez), las relaciones interpersonales en general y el
trabajo en particular.
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III CONCLUSIONES
La realidad social que vive actualmente el mundo del trabajo requiere una acción sindical
que favorezca la articulación social, la solidaridad y la inclusión. De igual manera, los
tiempos que corren, imponen la necesidad de pensar en un/una delegad@ activ@,
generador/a de ideas y proyectos innovadores, con un espíritu de trabajo constructivo,
en un marco democrático y de participación. El trabajo de l@s delegad@s en la
prevención del consumo de sustancias psicoactivas es fundamental en nuestra practica
sindical. También destaca al delegado/a su calidad de corresponsable en la confianza
que se establece entre l@s trabajadores/as y el sindicato.
(Habitualmente, las opiniones que pueden tener l@s compañer@s sobre la organización
gremial se basan, en gran medida, en la actuación de éste/esta representante de base).
Recordando siempre que nuestro accionar se debe sustentar en ciertos pilares, a saber:
LA ORGANIZACIÓN
LA REPRESENTACIÓN
LA UNIÓN
LA PARTICIPACIÓN
LA SOLIDARIDAD
Y EL COMPROMISO
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En materia de Prevención: continuar con la tarea de sensibilización, información,
formación y multiplicación.
Hoy en día la realidad que nos rodea está inmersa en los estereotipos, encontrándolos
en diferentes medios de difusión como la televisión, la prensa, la publicidad, etc. Es
importante recordar que los estereotipos representan generalizaciones que encarnan
diferentes grupos sociales. Representando creencias sistematizadas, interiorizadas por
todos inconscientemente, que ocultan diferentes juicios de valor. Una serie de “lugares
comunes” en los discursos sobre las drogas muestran los estereotipos ligados al
consumo. Se analizarán a continuación algunos de ellos. Cuando se habla de “la droga”
como causa de muchos de los males sociales se está concibiendo a una sustancia, es
decir, a una “cosa” como protagonista de un proceso, sin advertir que el consumo de
drogas es una consecuencia de una serie de influencias que llevan a que las personas
incurran en esa práctica. Por otra parte, hablar de la droga en singular lleva a no tener en
cuenta las diferencias entre los tipos de sustancias y sus efectos, así como a ocultar la
importancia del consumo de las drogas cuyo uso está legalizado, especialmente el
alcohol. Además, “la droga” no existe como algo único e independiente de las variadas y
diferenciadas formas de su uso, las cuales no siempre responden al estereotipo que
circula tanto en los discursos formales como en los del sentido común. En este sentido,
lo determinante no es el producto, sino la relación con el producto y el modo de vida en
que se inscribe. Cuando se habla del “flagelo” de la droga se establece una relación entre
por un lado el castigo divino, la droga como castigo por una sociedad pecadora, y por otro
se habilita una respuesta igualmente agresiva: al flagelo hay que “combatirlo” con
medidas drásticas que depuren a la sociedad de este “mal”. Cuando se asocia el consumo
de drogas a l@s jóvenes se limita el análisis del tema a la adopción de conductas por
parte de un determinado grupo etario, ocultándose las raíces sociales que están
influyendo para que ese grupo adopte tales conductas. Se niega así la responsabilidad
de los adultos en la construcción del mundo que se les ofrece a l@s jóvenes, parte de
l@s cuales pueden no encontrar cabida en él y, asimismo, se ocultan los consumos de
drogas que llevan a cabo las personas adultas.
Cuando se habla de la “escalada del consumo de drogas” se introduce un esquema
determinista y unicausal en el que nuevamente “la droga” es el agente activo: el sujeto
nada puede hacer frente al poder de la sustancia, que lo/a conduce a consumos cada vez
más perjudiciales para sí mism@ y para l@s demás. Cuando se habla del vínculo causal
entre consumo de drogas y criminalidad, como si las drogas llevaran a cometer actos
delictivos, se establece una relación espuria, dado que las dos variables están a su vez,
en muchos casos, asociadas con marginalidad. No hay nada que pruebe que un acto
criminal no hubiera tenido lugar si el individuo no hubiera estado bajo el efecto de una
droga. Por otra parte, si las drogas fueran “criminógenas”, ¿cómo explicar que la mayoría
de l@s usuari@s de drogas tanto ilícitas como lícitas no cometen crímenes o actos
violentos?
Estos y otros estereotipos vinculados al consumo de drogas pueden dar lugar a la
discriminación de l@s usuari@s, es decir, a su descalificación como sujetos de derechos.
Una forma de la discriminación es la estigmatización, que implica las siguientes
operaciones: generalización, por ejemplo: tod@s l@s drogadict@s son delincuentes;
descalificación, por ejemplo: l@s consumidor@s de drogas son vag@s e inútiles;
segregación, por ejemplo: es mejor que l@s usuari@s sean recluid@s en comunidades
aisladas; quitar derechos, por ejemplo: no vale la pena intentar recuperar a l@s adict@s
porque recaen en el hábito o porque no tienen "cura"; impedir el ejercicio de los derechos,
por ejemplo: l@s adict@s no pueden tratarse en los servicios de salud comunes; negar
la capacidad de elección de l@s usuari@s, por ejemplo: l@s adict@s no pueden elegir el
tratamiento que consideren más apropiado a su estilo de vida porque han perdido la
capacidad de discernir entre lo que está bien y lo que está mal.
También resulta necesario crear más CPL’s o espacios destinados a tal fin: en
organizaciones públicas, barriales, escolares, sector empresarial, sindical. En este
último caso, fomentar lo que podría denominarse, “Responsabilidad Social Gremial o
Sindical”: como la respuesta social del movimiento sindical, como organización
representante de l@s trabajador@s, para contribuir a la instauración de Políticas de
Salud en el ámbito laboral que incluyan la problemática de Adicciones.
Las organizaciones sindicales tienen principios y valores (ideología y doctrina) y una política y
estrategia producto del análisis de la realidad y de los objetivos que se persiguen. La concepción de
la que partimos es la del Movimiento de l@s Trabajadores/as. Ella parte del humanismo que
presupone un conjunto de ideas que básicamente toman al hombre y a la mujer como eje
protagónic@ y destinatari@ de los más altos y nobles fines. El hombre y la mujer, concebidos como
persona, cuya naturaleza, situación y destino en el universo determinan su primacía y la de sus
derechos fundamentales sobre cualquier otro valor, ya sea económico, político o cultural que
pretenda menoscabarlo. Pero el hombre y la mujer deben ser pensados no como la expresión de lo
individual, sino el hombre/ la mujer social. El hombre y la mujer inmersos en la comunidad,
comprendiendo y asumiendo los problemas colectivos para cambiarlos, en busca de una realidad
superadora, nueva, justa y humana. Este punto de partida fomenta una idea organizativa que incluye
la participación por igual de tod@s l@s trabajadores/as.
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