Barylko Sócrates

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-

"Cada hombre se siente vitalmente -no


como nosotros,
idea lmen te- parte del cuer po público. No
sabr ía vivir por sí
y para sí. El griego de este tiempo hubi
era senti do su prop ia
individualidad como una soledad trágica
y violenta, como
una amputación que conlleva ~l dolo r y la
muerte#.
El hombre se vuelve individual cuan do se
desp rend e de
esa totalidad abarcadora que es el cuerpo
público. Ese cuer-
po se desintegra y nace entonces el individu
o, el ser en cri-
sis, el ser originado a part ir de aquella rupt
ura de· la totali-
dad y que, por lo tanto, piensa.
'
En los pueblos antiguos pen sar significa
ba repe tir fór-
SOCRATES O EL ALUMBRAMIENTO mulas tradicionales, inmemoriales. Todo
en el arte y en la
.. DE LA VERDAD cultura consistía en reproducir, y el auto r
-:·· -. ?--~-~ t :r _f .
. era auctor, agrega-
ba, añadía. El pens ami ento filosófico naci
~~ ó de la rupt ura y
~
- :.:-- = - ~ ~ .
l...
Los hom bres se han plan tead o interrogante aYl,ldó, precisamente, a pon er en claro que
s desde el co- la vieja trad ició n
;º?!:] ! ~ - , ·-=· .
mie nzo de los tiempos, es part e de la esen
pue de decirse que la filosofía, com o actit
tica, naci ó en el siglo VI a C., en ias cost
cia hum ana. Pero
ud critica sistemá- l
estaba disuelta o en tren cie d.isolúción. Pen
nir. Eso hizo Sócrates. Eso hace el fi.los
. frente a lo ya dado y establecido.
sar es revolucio-
cfar com o acti tud
::_-;::=.:::.. :
¡.,...._
- as de Asia Menor. . .
Los prim eros filósofos, los joni os,* eran Sócrates promovió la catástrofe: hab ía que
principalmente cos- . pen sar cómo
mólogos. Más adelante, con Sócrates, el pens den umb ar lo ya pensado. O como lo expl
ami ento adqui- ica Orteg~:
rirá una orie ntac ión diferente: de las espe
lógicas se pasa rá al tem a del hom bre.
culaciones cosmo- 1 "Sóc rates pone al hom bre griego de espaldas al universo
.y

l
frente a frente consigo mism o ... En adela
nte, cuando se pro-
Sócrates era hijo de una part era. De su mad nuncie en Grecia la pala bra 'ciencia' se enten
re, decía, ha- derá prim aria-
bía apre ndid o el oficio del pens ami ento mente 'étic a'[ ... ] Perd ida la confianza en
. Porque pensar, en , la vida espo ntán ea
que se apoya en lo externo, es preciso reco
efecto, consiste en dar a luz, y esto involucr nstru ir artificial-
a cier ta dosis de ¡ mente una vida más sólida, invulnerable,
hech a de no-vida,
sufr imie nto. \ de desinterés por todo, de renu ncia, de nega
ción, que es la li-
Seg ún dijin1os ya, el pens ami ento brot a beración".
a part ir de la cri-
sis. Sócrates es griego, ateniense, y la crisi
s se dio en el centro El gran invento de Sóc rate s fue la: libertad
mis mo de la vida griega: en la polis, la ciud íntim a. La li-
ad. Allí se centra- bert ad es el pens ami ento del individuo.
ba la vida del hombre, en la cosa pública, Pen sar en qué consiste vivir y cómo hace
en la plaza o ágora.
Allí se encontraban, discutían, analizaban r para logr ar
qué era mej or para . una existencia feliz. Olvidarse de las verd
todos. Porq ue la ciudad era de todos, todo ades apre ndid as y
s eran de la ciudad, busc ar la razó n de ser dent ro de uno mism
y por ella y para ella vivían. En esa form o. Eso ense ñó Só-
a de existencia encon- crates. No ense ñó a saber. Ens eñó a pens
trab an la felicidad, la del hom bre perfecta ar.
mente integrado e
inse rtad o en su ciudad, cual quie ra fuera
su ocupación o cas-
ta social. Así describe Ortega y Gasset en
el Espíritu de la letra SóCRATES Y SU MUJER
la sociedad ateniense en tiempos de Sócr
ates:
Sócrates era un sujeto extraño: no se som
" Todos los términos en negrita se encuentra
n explicados en el Glosario.
etía a las con-
venciones de la mayoría y pen saba con
su prop io cerebro.
16
17

1
f,
Por eso lo matar o p
. n. or eso tambi en,
erenc1 a en este Iibr0 A
él · · mente Sóc
'
· unque much
t h.
-
es nuestr a primer a re-
os otros filosof aron antes
El que bebe agua no piensa en el _agua. Piensa en el :i.gu ~
quien tiene sed, y no ve más que desier to.
1
que , unica 1~0 de la filosofía una ciencia
ra e~
del vivir y del morir.. y esa c1enc1a . . . .' r
- h siendo indisp ensabl e
aun oy. Sobre todo hoY, en estos sigue tie
comp utado ras sofisti·c a d as y casas . tmpos posmo dernos , de

nes en Intern et y otr . m e igente s, de navegacio- y usted, lector, ¿cuál es su sed? Porque algo debe faltarle ,
os Jugue tes cibe me-t1cos.·
por un instan te se d b Si uno los aleja
. por algún motivo debe caer en dudas, en _cri~is. Aprov ech: l~
re desnu do E t
yan
'
- d onos en Sócra t escu · n onces piensa . Apo- circunstancia desfavorable: piense. Es revitalz zante. No sera fi-
. es, nuestr o conte mpora-neo, pod emos lósofo, ni es necesario que lo sea, pero en el pensa miento se en-
pensa r mejor :
j ¿Qué fue lo que in cen t·ivo- a Sócrat es? o ·quién ? Su mu- . contrará a usted mismo . Y eso no es poco.
. - . ' e ·
u Jer, segun dicen.
En efecto , Xanti pa _ as1- se ll amab a- era arisca de pé-
.
suno humo r, Y le amarg aba la vida a su marid o. Co~o mu-
homb res • a Sócra tes le result aba difíc1·1 VIvir · · con su mu-
chos
. PENSA R EN LA CALLE Y EL ARTE DE GOBER NAR
Jer, pero no podía vivir sin ella; de modo que hizo de ese
probl ema cotidi ano un apren dizaje filosóf ico: "Si logro que -_;"::,, . Pensa r es un acto indivi dualis ta. Yo pienso , tú piensa s.
Xanti pa no influy a en mi ánimo , alcanz aré la máxim a de la Pero Sócrat es no conceb ía el pensa r como una actitu d de
sabid uría: gober narse a sí mismo ". aislam iento, el pensa dor no debía mante nerse encerr ado en
Fue así como ese mal -el de la mujer gruño na, irritab le su casa, en s_u gabine te. El se crió en.la calle, en la plaza pú-
e irrita nte-- se le volvió un bien: tuvo que pensar , y de ese mo- blica, y allí iba a encon trarse con la gente y a pensa r con
do se tomó filósof o_ Por otra parte, aquell o de andar por la ca- ellos, en discus ión, en confro ntació n de ideas, en diálog o.
lle medit ando, en la plaza y en otros lugare s públic os, conlle- Hemo s dicho que Sócrat es asegu raba haber apren dido
vaba dos placer es: uno, el del diálog o; el otro, no estar en casa. el oficio de pensa r de su madre , que era parter a. El buen fi-
Pero, a decir verda d, no solo el mal caráct er de su mujer fue lósofo es como una parter a que puede ayuda r al otro a ex-
traer la verdad que guard a dentro de sí. ¿Cómo ? A través del
lo que incen tivó a Sócra tes a pensar . Sócrat es ~e test!g~ del
diálogo. Porqu e el hombr e más ignora nte e inculto guard a
esple ndor de Atena s, y tambi én de su decade ncia. El reg1:11en
en su interio r la verdad , solo hay que ayuda rlo a darla a luz.
de los tirano s, poste rior a la guerra del Pelopo neso, habna de
Dialog ando con él, condu ciéndo lo con pregu ntas a la movi-
provo car contin genci as social es y polític as advers as y con-
lizació n, a la introsp ección , hasta que, finalm ente, pueda ex-
al filósof o. ·
denar ia a muert e
os. y los filósof os no na_cen i traer fuera de sí la verdad que perma necía adorm ecida en su
La filoso fía es cosa de filósof
.- pontá nea o por espon tánea volunt ad, smo, l interio r. .
ac1on ~s stanci as de la vida que los arroja n a la l Esta y no otra es la idea básica de la educa ción: la fun-
por gener . la
-
1
ien por circun . s homb res, no tuviér amos ¡ . ción del maest ro consis te en ayuda r al alumn o a gestar
mas o , 1 h ,
. - Porqu e s 1 nosotr os, te o
amen como· las planta s.d Nos a- verdad , a produ cirla. Esta noción fue luego retom ada por su
re fl ex10n . . fr
seríam os. anc f ll la circun stanci • l
a o orosa, discíp ulo Platón , quien la desarr olló en sus prime ros diálo-
pro bl emas, 1 1
gos, de influen cia socrát ica. ·
ce homb res el confh~dto, ª1 a e:esid ad de supera rlos; el de- 1
- l de la .vi a Y a ,n d pensa mient o, la creatrv1- · · Platón ubicab a a Sócrat es como interlo cutor, a fin de
los obsta cu os 1 hacerl e decir aquell o que él quería enseña r. En uno de los
!
seo de llegar más leJOS a traves e i
dad, la fantas ía. 19 B
18 J.,:
r
diálogos, Sócrates se encuentr a con el esclavo Menón. Se practican do la piedad, abstenién donos de realizar nuestra
trataba de un hombre ignorante y, dialogan do con él, Sócra- espontáne a voluntad , frenando nuestros impulsos . Esas le-
tes le "extrae" los principio s de la geometrí a de Euclides. yes van en contra de lo natural. Por lo tanto, concluye Cali-
Con este caso extremo, Sócrates le demuestr a que pensar no cles, no son buenas, no son correctas . "¿Y cómo es que lle-
es adoptar ideas ajenas, sino hacerlas emerger desde nuestro gamos a tener esas leyes?", se pregunta . Las impusier on los
interior, ayudados por algo o alguien. Sócrates confiaba en débiles, los flojos, los pobres, los desampa rados, los que es-
este método, confiaba en el hombre y en su poder de pensar tán llenos de miedo. Esas leyes nacieron de la miseria de
y alcanzar ideas correctas siempre y cuando se tomara el ca- ciertos hombres que necesitan poner una valla a la naturale-
mino adecuado . za para poder subsistir.
En griego, methodos significa "camino". Hay que tener
"Pero que aparezca un hombre tan felizmente dotado co-
método. El camino adecuado para el objeto adecuado . Para mo para sacudir, para.romp er, para arrojar lejos de sí todas
obtener leña correspo nde talar árboles o ramas con un ins- estas cadenas, y seguro estoy de que, pisoteando todo cuan-
trumento llamado sierra u otro semejant e. Usar una lima se- to se ha escrito, sortilegios, encantami entos y hasta las leyes
ría un método inadecua do. mismas, por contrarias a la naturaleza , se rebelará, se erigi-
rá en amo por cuanto no es nuestro esclavo, y entonces bri-
llará en todo su esplendor el derecho de la naturaleza. n
Acerquém onos a Sócrates, que ahora está discutien do
en la calle con un señor llamado Calicles. Dialogan acerca de Como no podía ser de otro modo, Sócrates se opone a
quiénes deben gobernar . Sócrates lo conducir á a través del · las ideas de Calides. Pero atendamo s ante todo al arte de
diálogo a ciertos errores que Calicles no había advertido en Platón (que fue quien redactó estos Diálogos) para poner en
su razonami ento. Luego, una vez que ambos reconozc an la · la boca del enemigo, es decir del interlocu tor, argumen tos de
propia ignoranci a, saldrá a la luz el verdader o saber. una maravillo sa lógica, a tal punto que uno fácilment e que-
Calicles mantiene una teoría muy interesan te: en la na- daria atrapado por ellos. La grandeza de Sócrates no consis-
turaleza, explica, los grandes dominan a los pequeños , los ti- te en refutar argumen tos endebles, sino justamen te en tomar
algo que pasa por verdad, y que resulta casi inexpugn able, y
burones se comen a los pececillo s de colores, los fuertes
demostrar, sin embargo, su falsedad.
aplastan a los débiles. Eso es natural. Nadie se asombra. Nos
Usted, ¿cómo responde ría a un contrinca nte? Con furia,
asombrar íamos si no sucediera así, si el tigre no acosara al
segurame nte, con pasión, diciéndole: "¡No tienes razón, es-
cervatillo e intentara devorarlo .
tás diciendo barbarida des!".
Lo mismo, sostiene Calicles, deberíam os aplicar a nues-
Es nuestro modo de reaccionar. No el de Sócrates. Só-
tra vida -la de los hombres -, la ley de la naturalez a. Los
crates no se enoja. Según hemos visto, su tarea es pensar pa-
mejores, que son los más fuertes, deberían dominar y some-
ra que el otro piense. Debe conducir al contrinca nte con sua-
ter a todos los demás, y hacer con ellos lo que les plazca. Pe- vidad,
sin ofender, de manera tal que el otro tome concienci a
ro la realidad, se lamenta Calicles, es otra; los hombres tene- de su error
por sus propios medios. Porque si yo le grito:
mos leyes propias, las de la moral, las de la sociedad, que nos "¡Estás equivocad
o!", de nada servirá. Persistirá en su error.
impiden poner en práctica esta teoría. Si alguien golpea a Y debe ser él mismo quien refute
su propio error. Sócrates,
otro porque es más fuerte que él, es reprendid o. Si alguie11, el partero de la verdad, le extraerá de los
intestinos de su
por disponer de los medios, le quita a una persona sus bie- pensamie nto la verdad que acabe con la equivocac
ión..
nes, porque ese pobre sujeto no puede o no sabe defenders e, Algo más. Sócrates, en su conversación, ~n su d.ehcado
recibe un castigo. decir, en sus pregunta s, desliza la ironía. Iroruzar q~uere ?_e-
Nos regimos por leyes contraria s a las de la naturalez a cir afirmar algo sugiriend o, no obstante, que esa afumacw n

20 21
j
or ella. La definic ión de
oculta otro signific ado, y que debe ser revisada . La ironía siempre según su volunta d y .solo p le de la natural eza.
Sócrate s contrad ice • para Cahcles , la tos Y
consiste en hace~ compre nder al otro, de un modo muy es- que son p 1aceres1
Sócrate s le hace ver que esos gus '
peci~l, 1~. con~ o de l? que se está afirman do. Si le digo a momen táneos y pasajer os, nunca son satisfe chot Y q~e ~
alguien : ¡Qué hndo pemado ! ¿Dónde te lo hiciste? e:.•Me re- hombre que se sujeta a ellos vive caótica mente Y era enos ª
- ese pe1uquero.,.., p odría tratarse de una afirma- · h s de los deseos d
comend anas . c1a. .
. Las pas1ope s y 1os capnc O
ción veraz de lo que pienso o siento. Pero dicho con tono iró-
nico, con cierta leve y sutil sonrisa (visible O conteni da) mi
intehgen
conduc en a una vida sin sentido , nos coloca n a la espera e
'!
.
~
que alguien o algo apague nuestra sed. Lejos de ser libres J
a~aci ón seguram ente lo ~yudará a darse cuenta de qu~ su poderos os, somos, entonce s, esclavo s y depend ientes. lnt.eh-
JI

pemado es todo lo contrar io de lo que yo digo que es. Así


funcion a la ironía como método para "desper tar" al prójimo
en diversa s situacio nes vitales. Y Sócrate s la usa profusa -
mente en el diálogo . En Gorgias, leemos: "-Sea, oh inteli-
gente, en consecu encia, es el hombr e libre, el que se gobier -
na, y solo él, por tanto, puede gobern ar a los demás , es decir
educarl os y hacerlo s intelige ntes en ese autogo bierno que
l!
produc e la verdade ra libertad .

1
¡:1-
gentísim o Calicles -respo nde Sócrate s-; ¿es esto lo que tú
querías decir? Tú sostien es que 'mejor' es igual a 'el más
fuerte', dime ahora qué entiend es tú por 'mejor' ".
Ha comenz ado la tarea de ataque de Sócrate s. Ha elogia-
Sabio, le explica Sócrate s, es quien sabe vivir y no quien
sabe cosas, quien tiene mucho s conoci miento s. Sabio, en es-
te context o, es quien sabe control arse aspiran do a los bienes
verdade ros: la in-depe ndencia y la liberta d. De allí, la máxi-
li
do su intelige ncia, para tranqui lizarlo, ahora puede empeza r
ma socrátic a Conóce te a ti mismo . Es decir, conóce te en tus
a interro gar a Calicles .
debilida des, para aprend er a domina rlas y a ser sabio de esa
ª -¿Quién es son los mejores? ¿Son los más sabios, o son manera .
otros individu os?
,.-Los más sabios, obviame nte -replica Calicles.
Platón ~erirá ~ue ese gobiern o de sí mismo debe apli-
ª -Luego , según tú -dice Sócrates --, con frecuenc ia un carlo el sabio al gobiern o de la ciudad . Los gobern antes tie-
hombre razonabl e es más poderoso que millares de hombres nen'. pues, la ~ción de ser maestr os, filósofo s, de procur ar
irrazona bles; a él le correspo nde mandar y a los otros, obe- el bien de l~s cmdada nos, enseñá ndoles a "modif icar los de-
decer." seos de!~ cmdad y a resistir a ellos, y de llevar a esta, ·o rla
- ~
Calicles está de acuerdo , dice que eso es exactam ente lo persuas 1on o la. autorid ad ' a las med"d 1 as mas conven ientes
que él venía expresa ndo. Ahora Sócrate s quiere saber si los para vo1ver meJores a los ciudad anos".
Pero los goberna ntes, esos hombr al -.
que han de gobern ar tambié n han de goberna rse a sí mismos . cotidian a, los del pasado y los d 1 es re es ~e la poli t1ca
"-¿Qué quieres decir con esto? -Calicle s no ha com- "N _ e present e, ¿a que se dedica n'.
av1os, muralla s arsenal
prendido . eso es lo que procur ~ creyen ;~ Yu:t::\Ocosa~ por el estilo" ,
ª -Quiero decir que cada uno de ellos es dueño de si mismo. me3or para la ciu-
dad. Y no lo es Lo que co rresponqd e es mejo
¿A menos que tú creas que no vale la pena ser dueño de sí mis- . 1
d e ese modo mejora r la vida N _ rara a gente, y
mo v que lo único que importa es mandar sobre los demás?
• .::_¿Cóm o entiende s tú ese dominio sobre sí mismo? otras constru cciones mejora n ·a-1 a~osd, murall as, puente s y
-preten de saber Calicles. bitantes . ª
ciu ad, pero no a sus ha-
,.-Pues de un modo muy sencillo --{;ontes ta Sócrate s-,
en ser sabio y dominar se, en ser el dueño absoluto de sus "En los cuidado s relativos tanto 1
hay dos tratamie ntos distintos · a cu~rpo como al alma
pasiones y capricho s.ª cual es posible procurar nos si n, uno servil, y por medio del
· ha mbre
A Calicles esto ya no le gusta. Al contrar io; él entiend e ali mentos; si sed, bebidas· si• frí uestro. cuerpo tiene
L · º· vesndos m
. antas, calzado
,
por hombre grande , podero so e intelige nte a aquel que obra os que procuran estos element o son vendedo
s res art . ..
, esa-
22 23
nos, panaderos, cocineros, tejedores ... Cuidan el cuerJ>o des- Releamos el párrafo, porque merece ser saboreado. Si
de afuera. Pero los que verdaderamente cuidan el cuerJ>O en se me permite la digresión, la filosofía -y quizá todo lo que
sí son los que practican el arte de la gimnástica y de la medi-
cina ...•
es producto humano de valía- tiene su estética en la ex-
presión, y su belleza merece ser apreciada. No basta con te-
Es como calmar con juguetes a un niño que está enfer- ner o repetir ideas. Lo verdadero -y esto lo percibieron Só-
mo y triste. Lo importante no es envolverlo en consuelos ex- crates y Platón, su discípulo, antes que el poeta John Keats
teriores, sino curar su cuerpo. Si le duelen los pies, no por- y tantos otros- es bello. En la belleza suele hallarse un in-
que se le den zapatos nuevos caminará mejor. Un~ cosa son dicador de lo verdadero. Y belleza es el sabor, el deleite que
los paliativos, y otra, los remedios. Los paliativos son las nos produce una verdad. Según esta concepción , entonces,
apariencias ; los remedios, la disciplina gimnástica, son la lo bueno, lo bello, lo verdadero, conforman una noción in-
verdad, el conocimien to de la verdad y los únicos, por tan- tegrada. La verdad, al expresarse, es belleza; la belleza ex-
to, que modifican la realidad. Del mismo modo, explica Só- presa la verdad, y seguir el camino de la verdad es realizar
crates a Calicles, los gobernante s pueden engolosinar al el bien.
pueblo, o realmente gobernarlo, es decir, educarlo; es decir, Disfrutemos pues del texto, del razonamien to que Sócra-
mejorarlo. tes propone a Calicles:
Claro que conocemos pueblos y sociedades que se· rebe-
lan contra sus gobernante s. Y los gobernante s se indignan
• Los mejores son los que deben gobernar.
profundam ente, se ofenden, gimen de dolor por la ingratitud
de su gente. Platón pone en boca de Sócrates: • Los mejores son los que poseen la inteligencia , la lógi-
•-Cuando una ciudad enjuicia, cualquiera sea el motivo, ca, y se autogobier nan y buscan que los otros, los goberna-
a uno de sus hombres públicos, veo a los acusados indignar- dos, sean mejores.
se, revolverse contra la injusticia que se comete con ellos Y
gritar a voz en cuello que es un crimen querer perderlos~ • Porque el que gobierna es gobernado r y gobernado a la
tanúsimos servicios como han prestado al Estado. ¡Todo no vez. Gobierna a los demás porque se gobierna a sí m ismo.
es más que mentira! Un jefe de Estado jamás seria tratado in-
• En consecuenc ia, al gobernar oficia de maestro, de
justamente por la ciudad que preside... ¿Habrá algo ~ás iló-
gico que su proceder y que sus quejas? ¿Cómo es posible que guía, Y hace de los ciudadanos mejores ciudadanos , es decir
una vez que han llegado a ser buenos y justos gracias a un ! más sabios en sus respectivas vidas.
maestro que les ha librado de la injusticia, puedan perjudicar f
a sus maestros en virtud de aquello que gracias a ellos ya no ¡ • Si eso hace, si los educa, él no deberia luego, cuando
tienen? ¿No te parece esto extraño, amigo mío? Y considera, l ellos se rebelan contra él, ofuscarse ni enojarse. Porque a
·1
Calicles, que con tu negativa a responderme me has obligado esos ciudadanos, ¿no los educó él, el jefe de Estado? E n con-
a hacer este verdadero discurso, digno de un político. secuencia, ellos obran según el bien que él les transm itió
"-¿Es que no puedes hablar sin que se te responda? -se aunque obren en su contra. '
fastidia Calicles. 1
"-Tal vez; en todo caso aquí me tienes entregado a larguí- f • Por otra parte, si lo que les transmitió no es la edu ca-
simas disertaciones por negarte a responderme . Pero, por el '
1
l c~~n para el bien sino para el m al, si el modelo q u e les ofre-
dios de la amistad, dime si no te parece absurdo sostener que 1
c10 no es la justicia sino la injusticia, tampoco h a de enojar-
se ha hecho bueno a un hombre, para reprocharle luego, una
vez que lo es y se enorgullece de ello, qúe ·obra como un per- se, ya que ellos obran exactamen te con la educa ción y el
verso. modelo que el jefe de Estado les presen tó.
"-Así me parece -afirma Calicles".

24
25
_En_l~s palabras de Sócrates subyace cierto escepticismo LAS DOS CÁRCELES

r del md1v1duo frente a la buena volunt d d 1


d d
d •
h bl
. . ª e os gobernantes,
y una segun a u-onia: s1 Calicles no responde S .
, ocrates se ve
c1-ºt_n ena o a a ar solo, y largamente ... como hacen los po- !
Por cierto que Sócrates era muy admirado por muchos
uy odiado por muchos otros. Los dueños del poder, cual-
l ICOS.
ym
uiera fuera este, o son mejores que 1os d emá s, o no mere-
En resumen, dice Sócrates todos los h b qen ser dueños de nada ni tener poder alguno. El poder es d_e
fu · · om res que po-
seen nc1ones superiores en la socied d
a - fu nc1ones
.
que ela intehgenc1a,
. . de la moral , d e 1a razon,
· del eJ·emplo_educatl-.
d
son, ante to o, educativas por esencia "no t·
- 1enen d erech o l meJ·or gobernante es aquel que mejor se gobierna a si
a censurar a aquellos a quienes han educado vo. E d . d
d d , ya que no pue- mismo, y por tanto solo él puede gobernar, es ecrr e ucar,
_en acusar a sus iscípulos de perversidad respecto de ellos
sin condenarse a sí mismos". ' a los demás.
En consecuencia, gran parte de Atenas odiaba a Sócra-
Y le pregunta a Calicles: tes, porque los desnudaba sin piedad, y hasta se burl~~a de
"-¿N o te parece?
ellos y de su falso poder. Un día se cansaron de ese filosofo
! "-Sí -responde el pobre de Calicles". que andaba por las calles haciendo preguntas, haciendo pen-
j
sar a la gente por medio de la "ironía", tal como hizo con Ca-
l La trama entretejida del pensamiento de Sócrates es co- i licles, según vimos. Decidieron que había que suprimirlo,
l mo una prisión; una vez que uno cae dentro de ella, no tiene q~e era un peligro público.
L manera de huir. Esta es la dialéctica, el razonamiento que _.-,_ Dijeron, y de eso lo acusaron, que pervertía a la juven-
r
p.
va de un extremo al opuesto con una lógica férrea que impi- tud. Los gobernantes de Atenas tenían razón, su acusación
:.· de cualquier evasión. La dialéctica opera a través de concep- no carecía de lógica: Sócrates pervertía a la gente en cuanto
l.i. tos opuestos que provocan la necesidad de "nuevas ideas", los hacía pensar, y de esa manera los compelía a tomar con-
de esa manera el devenir del pensar nunca concluye; como ciencia de que sus gobernantes eran todo lo contrario de lo
la vida, nunca deja de fluir. que debían ser.
En nuestro tiempo, el filósofo Paul Feyerabend sostiene, Siempre ha sido así: si alguien no piensa como los go-
en ¿Por qué no Platón?, que el pensamiento nunca debería bernantes de turno, es una mala persona, es un perverso. ¿Y
dejar de ser diálogo para ser viviente. En los diálogos los per- quién causaba esa perversión? Sócrates. Por tanto lo juzga-
sonajes que hablan confrontan puntos de vista diferentes, Y ron y condenaron a la prisión y a la muerte. El juicio, sus de-
así es como se da lugar a la duda, y de ella surge el pensa- talles y la muerte de Sócrates en prisión están narrados en la
miento. Apología de Sócrates y en otros diálogos también escritos por
Du-da tiene la raíz dos. Quien tiene una idea no pien- Platón, su dilecto alumno.
sa, porque no du-da. Y si no tiene dos ideas q':1e se c?:1tra- Sócrates pudo haber huido de la prisión. Los amigos se
pongan, lo mejor que puede hacer es recurnr al dialogo lo ofrecieron y el gobierno ateniense estaba dispuesto a
con otro. aceptar esa fuga casi como algo legal. Pero él se negó. Por
Eso aprendemos con Sócrates: si nos quedamos con encima de la justicia o injusticia momentánea, de ciertos
nuestra propia idea, esta se nos vuelve una cárcel y no cre- jueces, estaba la ley de la polis, y ella debía ser respetada co-
cemos. Debemos abrirnos al otro. Al otro humano, y al otro mo modelo para los demás, predicaba Sócrates.
Critón, uno de sus amigos más cercanos, visitó a Sócra-
concepto.
tes en la cárcel. Le propuso la fuga. El, junto con otros dis-
cípulos, le ayudaría a escapar a la libertad, a otro luoar a
;:, '
27
26

1
otra ciudad. Aun en este tema tan trágico, la pluma de Pla- Nuestra naturale za, la humana , es natural eza legislad a,
tón no p~ede eludir la ironía. En el diálogo Critón escucha - º:denad a por normas , leyes, principi os, modelo s de autogo-
mos decir a este amigo de Sócrate s:
L
. , s no accedió
b1emo. Sócrate a perder las riendas d e s1- mis-
· · · ·
·
i
-Todavía tienes tiempo de obedecer me y de salvarte. Pien- mo. . .a pas10n ordena vengars e , comete r lilJUS 1c1a contra in-

sa que, si mueres, seré dobleme nte desgracia do, pues además justicia. La razón ordena acatar las leyes , a unque d e b amos J
de quedar privado de un amigo de tal condició n que jamás pagar con nuestra vida.
tendré otro semejan te, muchos hombres que no nos conocen
sufic!en temente a ti y a mí creerán que fui negligent e, con- " , El ,;uerpo , ~orna (en griego), es serna, que signific a
vencidos de que te habría salvado si no hubiera mediado di- car~el . Al monr, Sócrate s abando naba dos cárceles : la de
nero de por medio. Y en verdad, ¿qué fama puede ser más los tiranos ,de Atenas ' por un lado, y la car'ce1 d e 1 cuerpo
vergonzo sa que la del hombre que, según la opinión general, por. otra. Socrate s solía decir que la filosofi a es una prepa-'
prefiere el dinero a los amigos? " ración para la muerte. Sabio es quien sabe vivir ·
· , quien sa-
.
b e morir.
¿Por quién luchaba Critón? ¿Por la vida de Sócrate s o
por sí mismo? Critón se preocu paba por lo que la gente po-
dria pensar de él si Sócrate s morfa. Triste la prisión, triste la
EL GALLO DE Só~RAT ES
muerte y más triste los amigos que velan, mientra s la trage-
dia le sucede al otro, por el qué dirán. Triste argume nto_pa-
ra salvar al otro. ~\ ';"Serenam e~te tomó el vaso de cicuta y bebió. Antes de que
Critón hablaba de conven iencias, de interese s. Sócrate s ~!•venen o surtiera _su efecto, pidió un gallo para Esculap io.
alias "Clann'" , escn·b·10- a
respon dió en nombre de la razón, del deber, demost rando
· El . autor espanol Leopold o Alas ,
que siempr e había sido sabio y que supo goberna rse a sí mis- p~rr de este episodio un cuento que se llama, precisam en-
mo mientra s vivía: ;,He aquí lo que debemo s reflexio nar: si te, El gallo de Sócrate s". En ese relato, quien recibe la or-
den_ de_ hacer ese sacrific io al dios de la salud, Esculap io, es
es justo que yo trate de salir de esta cárcel sin la anuenc ia de el disc1pul o Critón.
los atenien ses, o si no lo esn.
Critón no piensa, se limita a cumplir con la orden de Só-
La ética de Sócrate s resulta un ejemplo válido hasta el
crates. Toma literalm ente las palabra s del maestro y las eje-
día de hoy. Si él escapab a, le haría un daño a la ciudad, por-
cuta. En _s':1 camino avizora un gallo. Procura alcanza rlo, y el
que estarla atacand o el sistema de su justicia , de sus leyes.
gallo, ad1vma ndo sus intencio nes, huye. Se produce la perse-
No olvidem os que la polis no solo era un lugar físico, una en-
cución. En ella se enfrent an el hombre y el gallo. Pero ese ga-
tidad abstrac ta para el griego, sino su hogar, su patria, su
llo se había criado en la casa de Gorgias , un sofista y un re-
queren cia más íntima y su ideal suprem o.
tórico, es decir, un hombre que sabía darle a la lengua
En el proceso , a Sócrate s se le dio la oportun idad de des-
armand o y desarm ando argume ntos. En consecu encia, este
terrarse , de ir a otra ciudad. El desechó esa salida. Era peor
gallo sabe hablar y razonar , y le dice a Cotón: "Yo te conoz-
que la muerte . Era una forma de muerte: quedars e sin nadie,
co a ti. Eres una sombra . La sombra de un muerto. Es el
sin nada para qué vivir. destino de los discípu los que sobrevi ven a los maestro s.
En el final de Apolog ía de Sócrates, Platón imagin a que
Perman ecen aquí, a manera de larvas, para asustar a la
las leyes de la ciudad le hablan a Sócrate s y le dicen: "-Si es gente menuda . Muere el soñado r inspirad o y quedan los
que vas a morir, lo harás víctima de una injustic ia que te han discípu los alicorto s ... ".
ocasion ado los hombre s, no nosotra s, las leyes ... ". Profund a reflexió n la del gallo socrátic o. Se van los
Sócrate s no huyó ni se salvó, fue conden ado y murió. creador es y quedan los repetido res, los "literali stas", inca-
Por amor y respeto a las leyes de la polis.
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paces de pensar por sí mismos. Critón es una sombra de d es p o r no preo c u -
chenselo, co mo yo lo he h echo c on u ste . m e recer a lgo
Sócrates. En Sócrates la frase "un gallo para Esculapio" te- parse po r las cosas q u e deben, Y porque craen
nía un sentido vital, irónico, una moraleja oculta. Critón la que no mer ece n ". .
toma al pie de la letr a, y hasta el gallo supera su corta inte- . · · ntre apane.n-
La filosofía enseña a pensar, a d 1stmguir e
ligencia. Critón, incapaz de otra cosa, le explica:
cia y verdad. Nos enseña que la fortuna, l os bienes mate na-
N-Sócrate_s, al mor_ir, me encargó que sacrificara un ga- 1 1
les, las riquezas, los honore~, todo aquello po_r _lo cua f~ -
llo a Esculap10 en acción de gracias, porque el dios le daba
la salud verdadera librándole por la muerte de todos los
hombre se des-vive, son solo Juguetes qu e nos d1V1erte n,
males. · sas máscaras del ser.
"-¿Dijo Sócrates todo eso? El verdader o ser busca su perfección interior, el autog_o -
"-No; dijo que debíamos un gallo a Esculapio. biemo, el aprendizaje continuo. En eso y solo en eso cons i s -
"-De modo que lo demás te lo figuras tú . .. Aprende que
te el bien.
Sócrates habló con ironía, con la ironía serena y sin hiel del
genio. Su alma grande podía, sin peligro, divertirse con el
juego sublime de imaginar la armonía entre la razón y los
ensueños populares ... N:

Un juego sublime. Cuando la ironía juguetona desapa-


rece, y tornamos las palabras del maestro sin su ambigü-
edad, corno órdenes absolutas, ahí comienza la muerte del
pensamiento, y la persecución de gallos inocentes. Leopol-
do Alas hace decir a su gallo:
N-Hacéis del muerto una momia para tener un ídolo.
Petrificáis la idea y el sutil pensamiento lo utilizáis como fi-
lo que hace correr la sangre. Sí. eres símbolo de la triste hu-
manidad sectaria. De las últimas palabras de un santo y de
un sabio sacas por primera consecuencia la sangre de un
gallo . .. Sócrates no creía en Esculapio, no era capaz de ma-
tar una mosca, cuánto menos un gallo ...".
Critón sacrificó al gallo. Pero el cuento de Alas pervive
y, al mejor modo socrático, nos deja pensativos.

CUANDO MIS HIJOS CREZCAN .. .


i.¿
En el final de su discurso ("apología" significa "defen-
sa") dice el filósofo ante sus jueces:
"-Solo les pido esto: cuando mis hijos crezcan, casti-
guenlos, señores, afligiéndolos del mismo modo en que yo
los he afliaido a ustedes, si les parece que se preocupan por
la fortuna"'o por cualquier otra cosa antes que por su perfe:-
ción. Y si aparentan ser algo que en verdad no son, repro-

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