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Ritual Funebre

Este documento resume partes clave del ritual funerario masónico, incluyendo la decoración simbólica del templo, los tres golpes para abrir los trabajos representando las tres edades de la vida, la cadena de unión rota representando la muerte, la pérdida de la palabra, y las honras fúnebres rindiendo tributo a los cuatro elementos a través de símbolos como el árbol, las flores, el agua y el incienso. Finalmente, se realiza una triple llamada al nombre del difunto y se enciende una ant

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Ritual Funebre

Este documento resume partes clave del ritual funerario masónico, incluyendo la decoración simbólica del templo, los tres golpes para abrir los trabajos representando las tres edades de la vida, la cadena de unión rota representando la muerte, la pérdida de la palabra, y las honras fúnebres rindiendo tributo a los cuatro elementos a través de símbolos como el árbol, las flores, el agua y el incienso. Finalmente, se realiza una triple llamada al nombre del difunto y se enciende una ant

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Valle de Quillota, 22 de agosto de 2023

R.L:. Eduardo de La Barra Nº70

**
*

A.L.G.D.G.A.D.U:.

EL RITO FUNEBRE

“La muerte es el último viaje, el más largo y el mejor”


Tom Wolfe
La muerte es el único hecho del cual tenemos la certeza absoluta que
ocurrirá, en algún momento, y esta certeza la recogemos desde que nacemos
pero no reflexionamos de lo que implica este hito en nuestras vidas, pues las
vicisitudes del día dia nos distraen de poder razonar de lo que implica este suceso.
Quizás, siempre anteponemos las consecuencias de este hecho respecto de
nuestro circulo intimo hasta nuestro ámbito social, pero, tal vez, pocas veces
hemos mirado las consecuencias del fin de este camino para con nosotros
mismos.
Dada la importancia social y emotiva que representa la muerte para el ser
humano, siempre está envuelta en ceremonias y tributos que congregan a la
familia, amistades o circulo íntimo del que ha partido. Pero esta romería profana
está desprovista del misticismo propia de nuestra orden.
Nuestro rito fúnebre está provisto de una rica y abundante simbología que
no solo conmemora la partida del hermano fallecido, sino que además,
representativa para los hermanos que nos quedamos en este plano de la
existencia.
Me gustaría esta noche QQHH, compartir de manera sucinta y general, con
Uds. algunas de las fases más relevantes para mí del ritual fúnebre masónico.
I.- La decoración del templo.

La Logia se encuentra de luto.

En la preparación del Templo para la Tenida Fúnebre, este se debe tapizar


de negro con franjas blancas. Las franjas blancas sobre el fondo negro es un
símbolo mortuorio, representa restos humanos (huesos) en medio de la nada
(oscuridad absoluta). Los sitiales, el Ara y las columnas están cubiertos con paños
negros sin adornos.
En medio del Templo se erige un catafalco que puede simular un ataúd. A
sus pies se colocan 3 cazoletas fúnebres, estas en la antigüedad eran excavadas
en roca y usadas como receptáculo para libaciones o sacrificios.
Delante del catafalco se coloca vino, leche y agua. Tambien deberá estar
disponible un recipiente con agua para que el VM:. Haga la ablución de manos.

La Columna truncada.

Se coloca a continuación del catafalco, por el lado occidente. En ella se


inscriben los nombres de los Hermanos según el orden de su fallecimiento.
Las columnas son símbolo de “fuerza” y “estabilidad” en una construcción,
destruirlas es simbólicamente amenazar el edificio completo.

El Catafalco.

Habitualmente simula un ataúd al interior de nuestros Templos, cuando es


asi siguiendo antiguas tradiciones es colocado con los pies hacia el Oriente.
Sobre e catafalco, durante los 3 viajes misteriosos, serán depositadas las
ofrendas consistentes en hojas de “Acacia” y pétalos de flores, prefiriendo los de
color blanco por simbolizar la pureza y la luz. Estas ofrendas son recogidas desde
el canastillo que, para estos efectos, presenta el Oficial de Ceremonias Adjunto.

II.- Apertura de los Trabajos.

Los 3 Golpes

En el Ritual Fúnebre la especial forma de abrir los trabajos, evoca


precisamente las tres edades de nuestra existencia: la infancia, la edad viril y la
ancianidad.
La intensidad de estos golpes varía, es así como el primer golpe el VM:. Lo
da suavemente pues este recuerda nuestra infancia. El segundo golpe que el 1V:.
da lo hace de manera energica, pues evoca nuestra edad viril. Y el tercer golpe
que da el 2V:. da, apenas es perceptible pues representa la ancianidad.

La duración de los Trabajos.

En el Ritual Fúnebre los trabajos se realizan de Medio noche hasta que el


alba aparece en el horizonte. En la apertura de los trabajos, se ejecuta solo el
Signo, pues la solemnidad del día y la prescencia de los símbolos del duelonos
prohíben toda aclamación”

III.- La Cadena de unión.

Simbolismo de la Cadena.

La cadena de unión, se rompe cuando uno de los eslabones muere, es


decir, deja de existir en este plano físico y pasa a otro plano que nos es
desconocido. La Cadena abierta representa precisamente el tránsito entre uno y
otro, un momento especial en el que nuestros QQHH recorren caminos
desconocidos. “los lugares que le conocían ya no le conocen, y los lugares que
ahora recorre no los conocemos”.

IV.- Memoria y Recuerdo.

Estando la Cadena de unión abierta se hace recorrer la palabra “Recuerdo”


desde el VM:. en sentido a cada uno de los Vigilantes.
En este sentido, cuando hacemos circular la palabra “Recuerdo”, estamos
participando del proceso a través del cual nuestra alma comprende y reconoce, en
los aspectos sensibles, la esencia misma del QH que ha partido. Proceso que se
realiza gracias a la “Memoria” definida en masonería como “Una de las potencias
del alma que sirve para retener y recordar el pasado”.

V.- La Palabra perdida.

“VM:., la cadena de unión se roto; uno de nuestros anillos ya no existe; la palabra


se ha perdido”.
Así la pérdida de la Palabra es un símbolo de las virtudes que desaparecen
con la pérdida del anillo que ya no existe. La tradición bíblica une “la palabra” a
la “sabiduría”, por lo que su pérdida equivaldría a perder la Luz que en vida un
iniciado puede dar a sus Hermanos. Simbólicamente, la pérdida de un
manantial de “Verdad” del que se alimentaban sus Hermanos.

La alusión al anillo

El anillo en Masonería encierra un importante simbolismo. Para percibir que


idea busca representar esta alegoría, debemos partir por comprender este
símbolo en el contexto del Ritual Fúnebre.
Simbólicamente, se puede interpretar que los lazos que nos unieron con
el Querido Hermano, no se rompen. Después de su muerte su legado
permanecerá con nosotros, en nuestra Memoria, a través del Recuerdo de su
nombre y de las virtudes que lo adornaban.

VI.- Las Honras Fúnebres.

El Cuaternario.

El cuatro, símbolo del plano material, designa lo terrenal. La cuarta carta del
Tarot, el Emperador, autoridad que rige todo lo concreto, y de existencia
corpórea. La Tetraktys pitagórica (1+2+3+4=10) simboliza la totalidad de lo
creado. El cuadrado, simboliza la Tierra (por eso nuestras Aras son cuadradas).
Los 4 elementos en esta parte del ritual son representados.
“¿Qué debemos a los restos mortales de nuestro Querido Hermano? Las nacientes
hojas del árbol masónico…”
La Tierra. simbolizada por el árbol masónico que brota de su seno. El árbol es un
símbolo del carácter cíclico de la naturaleza, muerte y regeneración. También
simboliza en su verticalidad la ascensión al cielo. Y muy importante, establece
comunicación entre tres niveles del Cosmos; el subterráneo con sus raíces
hurgando las entrañas de la Tierra, la superficie de la Tierra simbolizada en su
tronco, y las alturas simbolizada en sus ramas superiores que son atraídas por la
luz del cielo.
“¿Qué debemos a los restos mortales de nuestro Querido Hermano? … el perfume
de las primeras flores…”
El Aire, simbolizado por el perfume de las primeras flores que lo impregnan con su
fragancia. El perfume simbolizaría así la memoria y, tal vez, sería uno de los senti-
dos de su empleo en los ritos funerarios”.
El Agua, está simbolizada por la ablución masónica.
La ablución en masonería tiene dos simbolismos diferentes dependiendo del
ritual que se realice, en la Iniciación corresponde a una de las purificaciones,
mientras que en el Ritual Fúnebre es una preparación a la plegaria que
vendrá.
El Fuego está simbolizado en el fuego que “quema religiosamente el incienso de
una fraternidad tan leal como piadosa”.

SEGUNDA PARTE

La triple llamada.

De la misma forma que la ablución es una preparación a una plegaria, el


incienso es “el encargado de elevar dicha plegaria hacia el cielo y es, en este
sentido, un emblema de la función sacerdotal”.
Es por esta razón que el Venerable Maestro toma la Espada Flamígera,
cuya hoja flameante recuerda una lengua de fuego, y la apunta hacia el cielo, para
luego pronunciar la plegaria:

“¡Oh, Gran Arquitecto del Universo!

¡Potencia infinita!

¡Fuego sagrado que fecundiza cuanto existe!

Todo vive y respira en ti y por ti: la luz y las tinieblas te son iguales. Tú ves nuestra
muerte como has visto nuestro nacimiento. Los secretos de la tumba te son
conocidos.
¡Ojalá que nuestro Querido Hermano… viva por siempre contigo, como vivió con
nosotros”.
El Venerable Maestro baja de su sitial acompañado de los hermanos del Oriente,
todos cruzando los antebrazos, izquierdo sobre derecho y poniendo sus manos
sobre el pecho, sin cruzar el espacio entre el Ara y el sitial del Venerable Maestro.
A continuación se realiza la Triple Llamada. “Los antiguos consagraban el
número 3 a las almas de los muertos, lla mándolos por tres veces por su
nombre en el sitio de su sepultura. El número 9 fue dedicado también a los
difuntos, como el último término de la progresión numérica, que miraba como
símbolo del último momento de la vida. Los masones, en sus ceremonias,
permanecen siempre fieles a las tradiciones de la antigüedad”. De esta forma
tanto el tres como el nueve, tienen una gran importancia simbólica en el Ritual
Fúnebre.

La antorcha

La antorcha que deberíamos usar en nuestros rituales masónicos difiere de


la imagen tradicional que tenemos de ella. No es correcto, en rigor, sustituirla
por una vela como se hace en la mayoría de las Respetables Logias, pues se
pierde el sentido simbólico de la misma. Se habla de antorcha en nuestros
rituales, que esotéricamente es diferente a las velas comunes, porque la antorcha
debería ser alimentada por aceite (primitivo símbolo de eternidad)
El Venerable Maestro levantando la antorcha dice “Como esta llama… Le
vimos lleno de vida; como ella alumbraba y mostraba la Luz al que la buscaba”.
Luego la apaga de un soplido y dice: “Pero, así como ella se ha apagado con mi
aliento, un soplo del Gran Arquitecto del Universo le ha extinguido y sepultado en
las tinieblas de la muerte”.

I.- Primer Viaje Misterioso.

El Primer Viaje lo ejecuta el Venerable Maestro acompañado de los


Hermanos del Oriente, realizando tres circunvalaciones “levógiras” (en el
sentido contrario a las agujas del reloj).
En masonería los movimientos regulares son “dextrógiros” porque
representan, visto desde el hemisferio norte (que es donde se originó la
masonería), el movimiento del Sol, símbolo por excelencia de vida.

El Sol nace en el Oriente (V...M...), en su trayectoria diaria avanza por el Sur

donde alcanza su máxima altitud aparente (S. ..V...), para finalmente ocultarse por el

Occidente (P...V...), que significa “donde cae o se pone el Sol”.


Es el sentido en que se realizan los tres viajes misteriosos de la Iniciación,
que dan origen a la “nueva vida” del recién iniciado. Por eso en el Ritual Fúnebre
los viajes misteriosos son en “sentido levógiro”, porque representan el camino de
la muerte opuesto al camino de la vida. Al término del Primer Viaje el Venerable
Maestro purifica sus manos en el recipiente de la ablución.
Este viaje, como se ha dicho, se hace con los brazos cruzados, pero no
cruzados de cualquier forma, se hace con la humildad de quien reconoce su
propia mortalidad. A diferencia de la postura del faraón (brazo derecho sobre
izquierdo) (Imagen 09), que simboliza el poder soberano, los masones lo hacen
con el brazo izquierdo sobre el derecho, lo que algunos llaman la postura del
“Buen Pastor” que simboliza la humildad.

Las tres aspersiones.

Tanto el tres como el nueve (tres veces tres) tienen relación con el ciclo
de eterno retorno, la vida nace de la muerte.
El Vino. Por su color es asociado a la sangre, y en consecuencia a la fuerza,
simbólicamente se le relaciona al elixir de vida o de inmortalidad. Una forma de
realizar las aspersiones es por medio de un “hisopo” o “aspersorio”, una varilla
dotada en su extremo de una esfera metálica hueca, rellena de un material capaz
de retener el agua, en ausencia de este elemento es correcto hacerlo usando ramas
de Acacia. Realizadas las tres aspersiones el Venerable Maestro dice: “Que la
fuerza que brotaba para vos de la Madre Tierra os sea devuelta y torne con
vuestros despojos a los manantiales de la vida material, para que continúe
sirviendo a los designios del Gran Arquitecto del Universo”.
La Leche. Es el símbolo por excelencia del alimento espiritual. Luego de hacer las
aspersiones el Venerable Maestro dice: “Más feliz que nosotros, os encontráis
libre de las redes de la duplicidad, del adulo, de la intolerancia, de la hipocresía y
de la mentira. Que la verdad brille para vos con todo su esplendor y os
consuele de los torpes extravíos de la humanidad”.
El Agua. Es un símbolo de purificación que, en masonería, ha sido usado desde
la antigüedad en las iniciaciones, donde, a diferencia de hoy que realizamos
una ablución a las manos del profano, antes se sumergía todo el cuerpo del
candidato.

Hoy nuestro ritual nos dice: “¡Sed purificado por la muerte! Que el recuerdo de
vuestras debilidades se pierda en las aguas de la tolerancia y que en presencia de la
tumba en que reposáis no pensemos sino en las virtudes que os adornaban”.
El orden en que se realizan las aspersiones no es antojadizo y
esotéricamente se relaciona con la retrogradación; primero el Vino que representa
la sangre, el vigor y la fuerza que alcanzamos en la plenitud de nuestra vida, la
Leche el alimento que recibimos en nuestra infancia cuando aún éramos
débiles y el Agua, forma substancial de la manifestación, origen de la vida y
elemento de regeneración corporal y espiritual.
Tres aspersiones, realizadas de forma triple cada una, nos evocan al
simbolismo del número nueve, que es sin disputa uno de los tienen el papel más
importante en el simbolismo masónico.

La quema del Incienso.

Con ella se invita al espíritu del Que- rido Hermano que nos ha dejado, a
que ascienda, para ser recibido con bondad por el Gran Arquitecto del
Universo y recibir la recompensa de los justos.
“¡Que el espíritu de nuestro Hermano remonte hasta la patria de las almas
como el perfume de este incienso sube al cielo!
¡Que el Gran Arquitecto del Universo lo haya recibido con bondad y le haya
acordado la recompensa de los justos!”.
El Incienso se quema al interior de un pebetero moviéndolo tres
veces.

II.- Segundo Viaje Misterioso.

El cortejo es encabezado por el Maestro de Ceremonias, quien recoge al


Primer Vigilante en su sitial, a continuación, se dirigen al Sur donde se suman a los
Hermanos de la Columna Sur.
Al finalizar las tres circunvalaciones levógiras, lo QQHH retornan a sus lugares,
sin cruzar el espacio entre el Ara y el sitial del VM:.
III.- Tercer Viaje Misterioso.

El cortejo es encabezado por el Maestro de Ceremonias, quien recoge al


S2V:. en su sitial, a continuación, se dirigen al Norte cruzando entre el catafalco y
el Ara, donde se suman a los Hermanos de la Columna Norte.
Al finalizar las tres circunvalaciones levógiras, lo Hermanos retornan a
sus lugares, con las prevenciones ya indicadas.

IV.- Más felices que a la apertura de nuestros trabajos.

Con el termino de los tres Viajes Misteriosos, se inicia un camino de retorno


a un estado más feliz, pues hemos dado cumplimiento a un acto de justicia
masónica al tributar a nuestro Querido Hermano los honores fúnebres, honores
debidos a sus méritos personales, tanto al interior de la Orden como en el mundo
profano.
Concluidos los Tres viajes misteriosos se incrementa la luminosidad del
Templo hasta su estado habitual, con lo que empezamos a abandonar el estado
lúgubre y sombrío en que nos encontramos
V.- La Fuerza Vital.

La espada simboliza un medio de comunicación con la divinidad, es


sostenida en el Ritual Fúnebre con la mano izquierda por el VM:. y apuntada al
cielo, para pronunciar: “Gran Arquitecto del Universo, tu sabiduría lo ha combinado
todo de modo que nada perezca; nuestro cuerpo se transforma y nuestra FUERZA
VITAL escapa al aniquilamiento… ¡Que la tierra y los elementos utilicen, según
sus leyes, los restos perecederos de nuestro Hermano!”
En las intervenciones en homenaje al Hermano podemos reconocer sus
virtudes y con ello, simbólicamente, hacer “más liviano” su corazón. A
continuación, este simbolismo será reforzado mediante el Juramento de
olvidar las injurias y ofensas. En algunas versiones extranjeras del Ritual
Fúnebre los Hermanos hacen la posición al Orden sentados, ya que por su
dignidad de jueces del difunto deben permanecer sentados.

VI.- El juramento.

Circulado el Tronco de Pobres entre los Hermanos, sagrada tradición de


“caridad” que debe realizarse en toda ceremonia de Primer Grado, el Venerable
Maestro nos invita a formar nuevamente la Cadena de Unión diciendo: “Más
felices que a la apertura de nuestros trabajos, no nos separemos sin formar antes,
nuestra Cadena de Unión”.
Esta vez la cadena se cierra y en ella se hace uno de los actos más
solemnes y profundos, “jurar olvidar las injurias y ofensas”, y permitir con ello el
libre tránsito del Alma del Hermano a diferentes planos de la existencia, sin que
permanezca ligado a “deudas” con nuestro plano. Al jurar olvidar las injurias y
ofensas estamos simbólicamente declarando nuestro veredicto respecto al espíritu
de nuestro Hermano, olvidando sus errores, disminuimos el peso de su corazón
permitiéndole a nuestro Hermano, “ir para siempre en paz”.

VII.- Cierre de los trabajos.


El alba aparece en el horizonte. Los trabajos se abren en la masonería
simbólica a Medio Día, pues es la hora cuando el sol se encuentra a mayor
altura en su elevación horizontal.

VIII.- La batería del duelo.

Los trabajos fúnebres se cierran con la invocación que hace el Venerable Maestro
A La Gloria Del Gran Arquitecto del Universo y con la Batería de Duelo. Tras ello el
VM:. declara que la Tenida Fúnebre ha terminado y que podemos retirarnos en
Paz. Si bien nos encontramos mucho más felices que al inicio, esta sigue siendo
un Tenida Fúnebre y por ello debemos guardar en todo momento el decoro
correspondiente. A diferencia de las Tenidas normales, la Fúnebre no finaliza
con el acostumbrado ágape, porque el ágape en si corresponde a un banquete
fraternal con que “celebramos” el termino de nuestros trabajos.
Así, podemos observar, que, al contrario de las baterías de júbilo que son
manifestaciones que pueden incluir vocalizaciones para exteriorizar nuestra
alegría, la Batería de Duelo en cambio busca interiorizar una emoción. Los
golpes mudos sobre el antebrazo izquierdo representan la vibración muda de las
venas sanguíneas, que conectan el acto mismo que realizamos con las emociones
que simbólicamente brotan de nuestro corazón. La Batería de Duelo, en la
Ceremonia Fúnebre, no puede llevar aclamaciones porque rompería un proceso
íntimo y personal, realizado en comunidad al interior de nuestros Templos.
La Batería de Duelo debe ser ejecutada sólo al finalizar la Ceremonia, porque
desde que retorna la Luz al Templo y la cadena vuelve a cerrarse, nuestros
corazones se ven tranquilizados experimentando una sensación muy diferente
a la del inicio de la Ceremonia cuando abrimos los trabajos ejecutando solo el
Signo “ya que la solemnidad del día y la presencia de los símbolos de duelo nos
prohibían toda aclamación”.
Nuestra sociedad occidental esta marcada por el culto a la vida, pero el
ciclo vital esta incompleto si no se comprende a cabalidad las dos caras de la vida
en si: la creación y la extinción. Solo con la muerte podemos entender la
inmortalidad, la que se materializa con el concepto de trascendencia pues
seguiremos vivos en la memoria de los círculos a los que hemos pertenecido una
vez que partimos al otro plano sea lo que sea que ocurra en aquel desconocido
plano dimensional.

“La muerte es una vieja historia y, sin embargo, siempre resulta nueva para
alguien”
Ivan Turgueniev.

S.F.U

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