Marco Teórico Dependencia Emocional

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Dependencia

Emocional
(Marco Teórico)

oCurso: Elaboración de Instrumentos


oIntegrantes:
1. Dana Reyes Inquiltupa
2. Álvarez Díaz Piero Manuel
3. Guardapuclla Luque Rodrigo Franco
4. Huambo Orue Saralucia Andina
Marco Teórico:

1.Formulación del problema

Castelló tiene una gran trayectoria profesional. Lleva 18 años de


experiencia atendiendo casos de dependencia emocional, dicta clases de
post grado en España, ha sido invitado a distintos congresos e incluso
sus artículos y libros han sido utilizados por algunas Universidades
Españolas (J. Castelló, comunicación personal, 02 de febrero, 2016).
Asimismo, este autor es el único que ha propuesto un modelo
explicativo completo respecto a la dependencia emocional en el cual
plantea desde las causas hasta el tratamiento de dicha patología, siendo
el más reconocido en los últimos tiempos

Según Castelló (2005) la ausencia de un modelo al respecto se debe al


descuido de las ciencias de la salud (psicología y psiquiatría) sobre el
estudio de los sentimientos negativos o positivos que tiene el hombre
hacia los demás. De la misma manera, Sirvent y Moral (2008) afirman
que esto se debe a que la conducta amorosa suele considerarse un tema
de menor importancia e incluso se puede considerar sólo como un mal
amoroso pasajero.

Por otro lado, es importante estudiar este constructo ya que este es un


problema que se presenta con regularidad en nuestro contexto por lo
que desde el año 2004, ya en algunos hospitales del estado, existía una
gran afluencia de pacientes mujeres con dependencia emocional (Cubas
et al. 2004). Al ser este un problema que se encuentra en nuestra
sociedad, es sustancial que los profesionales de la salud estén
informados (rasgos de personalidad, conductas, pensamientos, posibles
causas y consecuencias, etc.) para poder diagnosticarlo en la práctica
clínica (Sirvent, 2004) y empezar a tomarle la importancia que merece
(Moral, 2006). Inclusive, la desinformación de los profesionales
ocasiona que se traten en estos pacientes únicamente los trastornos
asociados a este problema (trastornos depresivos o de ansiedad) cuando
en realidad el problema de fondo es la dependencia emocional
2. Dependencia Emocional:

Para Vargas (2007) la dependencia emocional: Es una actitud obsesiva


y compulsiva hacia el control de otras personas y las relaciones, fruto de
la propia inseguridad y es condición necesaria que el trastorno o la
enfermedad de la otra persona sea crónica, pero llevando asociada la
esperanza de que puede ser curada (como se citó en De La Cruz,
Luviano & Gonzales, s.f, p. 11.).

Asimismo, Moral y Ruiz (2008) definen la dependencia emocional


como: Un patrón crónico de demandas afectivas frustradas sobre una
persona que intenta satisfacer mediante relaciones interpersonales de
apego patológico donde se presentan características como posesividad,
desgaste energético, incapacidad para romper ataduras, voracidad de
cariño, amor y sentimientos negativos (como se citó en De La Cruz &
Luviano, 2013, p.3)

Finalmente, para Castelló (2005), cuya teoría desarrollaremos


ampliamente en el acápite 2.5, este constructo es definido de formas
muy distintas y variadas hoy en día. Así, considera que para algunos es
un duelo tras una pérdida amorosa, para otros es un mal de amores
donde una persona está muy enamorada de otra, pero no es
correspondida, otros profesionales lo consideran como un trastorno de
la personalidad por dependencia, etc. Asimismo, Castelló (2005)
considera que la dependencia emocional es la necesidad extrema de
carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja a lo largo de sus
diferentes relaciones” Antes de continuar, es importante recalcar que
Castelló (2005) propone distintos tipos de dependencia emocional
(Dependencia emocional estándar, dependencia emocional con
oscilación vinculatoria y dependencia emocional dominante).

2.1 Aproximaciones del Termino

Existe escasa literatura científica que nos brinde información sobre la


dependencia emocional. Este constructo no se encuentra dentro de los
manuales de clasificación (DSM-IV, CIE10) ya que no es formalmente
considerado como un trastorno (Castelló, 2005; Sirvent & Moral,
2008). De igual forma, si bien existe literatura de autoayuda respecto al
tema, esta es poco rigurosa o profunda y utiliza términos que no
corresponden con dicha patología, generando así mayor confusión
(Castelló, 2005). A pesar de ello, con el transcurso de los años, Castelló
(2005) afirma que se han desarrollado tres aproximaciones en el ámbito
científico a fin de entender dicho constructo.
 Primera aproximación
Castelló (2005) afirma que la dependencia emocional y la
violencia doméstica son constructos que se relacionan. Así,
distintos estudios como los de Miller (2002) y Bergman y
colaboradores (1998) han demostrado como algunas mujeres,
debido a la dependencia emocional, manifiestan seguir queriendo
a sus parejas a pesar del maltrato psicológico y físico y retiran
las denuncias realizadas o retoman la relación. Igualmente,
estudios como los de Barnett, Martinez y Bluesteinr (1995) y
Murphy, Meye y O´Leary (1994) han demostrado que la pareja
maltratadora presenta también una dependencia emocional lo
cual que es la clave para entender conductas de celos patológicos
y sentimientos de posesión (como se citó en Castelló, 2005).
 Segunda aproximación
Esta aproximación tiene que ver con lo planteado por Heathers
(1995) respecto a la distinción entre la dependencia instrumental
y la emocional. La primera se caracteriza por una incapacidad
para tomar decisiones, falta de seguridad y autonomía y por la
búsqueda de apoyo del entorno social. La segunda se caracteriza
por una gran demanda afectiva hacia la pareja, temor a la
soledad, aislamiento del entorno social para dedicarse a la pareja
y aferramiento (como se citó en Castelló, 2005). Igualmente,
según Bartholomew y Larsen (1992) ambos tipos de dependencia
se relacionan con la teoria del apego: La dependencia
instrumental con el apego de tipo evitativo temeroso y la
emocional con el apego “preocupado”. Ambos se encuentran
dentro del tipo de apego ansioso (como se citó en Castelló,
2005).
 Tercera aproximación
Castelló (2005) afirma que esta última aproximación tiene que
ver con la definición que planteó Sirvent (2001) respecto a las
dependencias relacionales genuinas y las dependencias
relacionales mediatizadas (adicciones). Asimismo, destaca
dentro de las dependencias relacionales mediatizadas la
introducción del término bidependencia como una doble
dependencia tanto a las sustancias como a las personas
Investigando más sobre el tema, encontramos que Sirvent y Moral son
autores que han escrito diversas publicaciones relacionadas al constructo de
dependencia emocional. Para ellos, las dependencias relacionales son
“trastornos caracterizados por la manifestación de comportamientos
adictivos en la relación interpersonal basados en una asimetría de rol y en
una actitud dependiente en relación al sujeto del que se depende”

Asimismo, dentro de estas dependencias relacionales de tipo genuinas se


consideran la adicción al amor y la dependencia emocional. La adicción al
amor es considerada como un rasgo o actitud estable, por lo tanto, la persona
repite ciertos comportamientos con sus distintas parejas a lo largo del tiempo

Por el contrario, la dependencia emocional viene a ser un estado que sólo se


va a producir con el sujeto del cual se depende (Sirvent, s.f). Como estado es
reversible a diferencia de la adicción al amor (C.Sirvent, comunicación
personal, 4 de Diciembre, 2014). Asimismo, Sirvent y Moral (2008) la definen
como “Un patrón crónico de demandas afectivas frustradas sobre una persona
que se intentan satisfacer mediante relaciones interpersonales de apego
patológico”

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