Teoria Pura Del Derecho
Teoria Pura Del Derecho
Teoria Pura Del Derecho
La teoría pura del derecho es el nombre que Hans Kelsen le atribuye a su enfoque
sobre el derecho en general. Kelsen quiso decir que la teoría debería estar enfocada
solamente en el derecho y no mezclada o contaminada por disciplinas ajenas a esta
disciplina, como lo habían hecho otras teorías que incluían a la teología, psicología,
biología y ética.
Este método buscó separar el análisis del derecho de cuestiones políticas para
convertirlo en una ciencia humana, es decir, para que alcance cualidades de
objetividad y exactitud[1].
La teoría pura del derecho procura determinar qué es y cómo se forma el derecho sin
preguntarse cómo debería ser o cómo debería formarse. Debido a esa consideración,
a lo largo del tiempo, su método fue considerado reduccionista, pues excluía
cualquier aspecto moral del análisis.
Sin embargo, Kelsen apuntó a construir una teoría metódica de la ciencia del
derecho, cuya aplicación no dependía de ideologías o juicios morales. Esta mirada
sobre el derecho se sintetiza de manera clara en el siguiente ejemplo[2]:
Si usted, profesor, quiere hacer auténtica ciencia jurídica, describa las normas jurídicas en vigor y
explique de cuántas maneras pueden interpretarse. Pero si lo que a usted le gusta es dictaminar sobre
cuáles son justas e injustas, cuáles deben o no deben ser aplicadas y cómo deben los jueces fallar
exactamente cada caso, reconozca honestamente que usted anda haciendo política e intenta que la
práctica del Derecho pase por el aro de sus personales convicciones. Está en su derecho, pero llame a las
cosas por su nombre y no disfrace de ciencia perfecta su ideología particular. Por eso Kelsen molesta
tanto a toda esa sarta de charlatanes que fingen que sus palabras expresan la verdad objetiva sobre el
Derecho y no la mera opinión personal de individuos que solo quieren más influencia social y mejor
sueldo.
En síntesis, la pureza a la que alude la teoría pura del derecho constituye una teoría
sobre el derecho positivo en general, y no una teoría sobre un orden jurídico
específico. Esta doctrina intenta dar respuesta a la pregunta sobre qué es el derecho
y cómo debería ser, pero no a la pregunta de cómo debería ser o deba ser planteado
el derecho. Es ciencia jurídica; no, en cambio, política jurídica[4].
o Constitución
o Leyes
o Reglamentos
o Normas individualizadas (sentencias judiciales y contratos)
4. Críticas a la teoría pura del derecho
Las críticas contra la teoría pura del derecho y contra su autor se registran desde
numerosas latitudes, sin embargo, estas son las de mayor trascendencia:
La gramática
La matemática
En concordancia con los ejemplos, Kelsen explicó que la justicia es una virtud
humana que tiene un carácter moral y le compete al campo de la ética y no al
derecho, pues este se trata de una teoría general objetiva[7]. En ese sentido, no es
posible considerar a la teoría pura del derecho como peligrosa o inocua.
Lo cierto es que la pretendida desideologización de esta teoría se planteó sobre el
drama de una época que la hizo peligrosa en toda su dimensión, pues el fascismo y
los Estados totalitarios emplearon medios legales para legitimar las violaciones
reiteradas a los principios democráticos. De allí que esta teoría supuso la
santificación teórica de todas aquellas funestas legislaciones nacidas en momentos
convulsos.
4.2. Radicalismo
La teoría fue tildada de radical y reduccionista, pues según sus críticos, Hans Kelsen
pretendía reducir el complejo razonamiento jurídico a la subsunción, es decir, a una
operación lógica en que se estableciera una dependencia del hecho a la ley, dejando
de lado cualquier otro criterio.
5. Conclusiones