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Teoria Pura Del Derecho

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Teoria pura del derecho

Sumario: 1. La teoría pura del derecho; 2. ¿Qué es el derecho positivo y


natural?; 3. Sistematizar normas: pirámide; 4. Críticas a la teoría pura del
derecho; 4.1. La teoría pura del derecho es peligrosa; 4.2. Radicalismo; 4.3. Niega la
juridicidad; 5. Conclusiones.

1. La teoría pura del derecho

La teoría pura del derecho es el nombre que Hans Kelsen le atribuye a su enfoque
sobre el derecho en general. Kelsen quiso decir que la teoría debería estar enfocada
solamente en el derecho y no mezclada o contaminada por disciplinas ajenas a esta
disciplina, como lo habían hecho otras teorías que incluían a la teología, psicología,
biología y ética.

Este método buscó separar el análisis del derecho de cuestiones políticas para
convertirlo en una ciencia humana, es decir, para que alcance cualidades de
objetividad y exactitud[1].

La teoría pura del derecho procura determinar qué es y cómo se forma el derecho sin
preguntarse cómo debería ser o cómo debería formarse. Debido a esa consideración,
a lo largo del tiempo, su método fue considerado reduccionista, pues excluía
cualquier aspecto moral del análisis.

Sin embargo, Kelsen apuntó a construir una teoría metódica de la ciencia del
derecho, cuya aplicación no dependía de ideologías o juicios morales. Esta mirada
sobre el derecho se sintetiza de manera clara en el siguiente ejemplo[2]:

Si usted, profesor, quiere hacer auténtica ciencia jurídica, describa las normas jurídicas en vigor y
explique de cuántas maneras pueden interpretarse. Pero si lo que a usted le gusta es dictaminar sobre
cuáles son justas e injustas, cuáles deben o no deben ser aplicadas y cómo deben los jueces fallar
exactamente cada caso, reconozca honestamente que usted anda haciendo política e intenta que la
práctica del Derecho pase por el aro de sus personales convicciones. Está en su derecho, pero llame a las
cosas por su nombre y no disfrace de ciencia perfecta su ideología particular. Por eso Kelsen molesta
tanto a toda esa sarta de charlatanes que fingen que sus palabras expresan la verdad objetiva sobre el
Derecho y no la mera opinión personal de individuos que solo quieren más influencia social y mejor
sueldo.

El ejemplo ilustra de manera certera el pensamiento de Kelsen en la teoría pura del


derecho. Así, para Kelsen el ordenamiento jurídico solamente se compone del
derecho positivo, es decir, lo que se encuentre plasmado en las normas jurídicas
escritas, de manera que si alguna situación no se encuentra prevista en una norma,
no es derecho[3].

En síntesis, la pureza a la que alude la teoría pura del derecho constituye una teoría
sobre el derecho positivo en general, y no una teoría sobre un orden jurídico
específico. Esta doctrina intenta dar respuesta a la pregunta sobre qué es el derecho
y cómo debería ser, pero no a la pregunta de cómo debería ser o deba ser planteado
el derecho. Es ciencia jurídica; no, en cambio, política jurídica[4].

2. ¿Qué es el derecho positivo y natural?

El derecho natural prescribe conductas que se consideran valiosas y positivas en sí,


mientras el derecho positivo regula conductas que adquieren valor en razón de la
propia calificación que el derecho hace en sí de ellas.

Una de las aclaraciones a estas diferencias se encuentra en la antigua Grecia, cuando


se distinguía entre las normas provenientes de la naturaleza y aquellas que derivaban
de los pactos que los hombres efectúan entre sí.

A la primera categoría se le daba el nombre de physis, mientras que a la segunda el


de nomos.

Derecho natural ⇒ Adquieren valor por sí mismas (justicia, equidad).

Derecho positivo ⇒ Adquieren valor por la calificación jurídica (códigos, etc.).


El positivismo como método es la postura que defiende Hans Kelsen en su teoría
pura del derecho. Esta postura se comprende con la máxima «el derecho es un
fenómeno exclusivamente normativo»[5].

3. Sistematizar normas: pirámide

Hans Kelsen identificó que las normas morales y positivizadas no estaban


organizadas, por ende, adoptó un modelo piramidal con la intención de establecer
criterios alrededor de ellas y jerarquizarlas.

La autoría de las normas jerarquizadas en la pirámide se le atribuye a Hans Kelsen,


sin embargo, es importante aclarar que fue el jurista alemán Georg Friedrich Puchta
quien produjo esa pirámide de conceptos[6].
Esta figura expresa la prelación de normas que debe respetarse para fines de
sometimiento de normas de inferior alcance o referencia, con normas más generales
o de carácter más amplio.


o Constitución
o Leyes
o Reglamentos
o Normas individualizadas (sentencias judiciales y contratos)
4. Críticas a la teoría pura del derecho

Las críticas contra la teoría pura del derecho y contra su autor se registran desde
numerosas latitudes, sin embargo, estas son las de mayor trascendencia:

4.1. La teoría pura del derecho es peligrosa

A lo largo de la historia, diversos sectores de la comunidad jurídica han intentado


explicar las guerras mundiales o genocidios «producidos» por la teoría pura del
derecho.

Al respecto, el jurista Fernando de Trazegnies Granda equipara la teoría pura del


derecho con la gramática, una disciplina que estudia la estructura de las palabras y la
manera en que se combinan para formar oraciones, para aclarar esa equivocada
noción.

La gramática

Una oración con improperios y amenazas, pero gramaticalmente correcta, no es


cuestionada desde la gramática, pues esta disciplina, al ser objetiva, no analiza si el
mensaje es bueno o malo. La validez gramatical es correcta.

La matemática

Los inventos en tecnología aplican fórmulas matemáticas: las computadoras, los


circuitos eléctricos, los teléfonos, pero también el lanzamiento de un misil bélico o
una bomba nuclear.

En concordancia con los ejemplos, Kelsen explicó que la justicia es una virtud
humana que tiene un carácter moral y le compete al campo de la ética y no al
derecho, pues este se trata de una teoría general objetiva[7]. En ese sentido, no es
posible considerar a la teoría pura del derecho como peligrosa o inocua.
Lo cierto es que la pretendida desideologización de esta teoría se planteó sobre el
drama de una época que la hizo peligrosa en toda su dimensión, pues el fascismo y
los Estados totalitarios emplearon medios legales para legitimar las violaciones
reiteradas a los principios democráticos. De allí que esta teoría supuso la
santificación teórica de todas aquellas funestas legislaciones nacidas en momentos
convulsos.

4.2. Radicalismo

La teoría fue tildada de radical y reduccionista, pues según sus críticos, Hans Kelsen
pretendía reducir el complejo razonamiento jurídico a la subsunción, es decir, a una
operación lógica en que se estableciera una dependencia del hecho a la ley, dejando
de lado cualquier otro criterio.

4.3. Niega la juridicidad

De acuerdo a María Valenzuela Chapetón, Kelsen está orientado por su ateísmo,


pues parte de negar que la existencia de Dios sea cognoscible científicamente por la
sola razón natural. Y a partir de ese supuesto afirma que la justicia no es el fin del
derecho y que, si la banda de ladrones pasa a ser más eficaz que el Estado, su
ordenamiento se convierte en derecho. Esto no constituye la explicación, sino la
negación misma de la juridicidad. Es el fracaso de la filosofía del derecho[8].

5. Conclusiones

 La teoría pura del derecho procura determinar qué es y cómo se forma el


derecho, no se pregunta cómo debería ser o cómo debería formarse, pues no le
compete emitir juicios morales que le restan objetividad.
 La justicia es un concepto que dista de la noción de teoría pura del derecho que
centra sus esfuerzos en la aplicación de un método objetivo.
 La teoría pura del derecho no es peligrosa, quienes la hayan invocado para
pretender justificar normativamente decisiones políticas sí lo son.

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