El documento narra la historia de cómo una imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción llegó al Santuario de la Virgen de Caacupé en Paraguay. Un escultor indígena talló la imagen luego de sobrevivir a un ataque enemigo gracias a una promesa hecha a la Virgen. Más tarde, la imagen fue encontrada flotando en el lago Ypacaraí luego de que sus aguas se calmaran milagrosamente. La imagen fue llevada al Santuario de Caacupé, donde se convirtió en el objeto de
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El documento narra la historia de cómo una imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción llegó al Santuario de la Virgen de Caacupé en Paraguay. Un escultor indígena talló la imagen luego de sobrevivir a un ataque enemigo gracias a una promesa hecha a la Virgen. Más tarde, la imagen fue encontrada flotando en el lago Ypacaraí luego de que sus aguas se calmaran milagrosamente. La imagen fue llevada al Santuario de Caacupé, donde se convirtió en el objeto de
Descripción original:
Devoción paraguaya con testimonio de un milagro de Juan Pablo II
El documento narra la historia de cómo una imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción llegó al Santuario de la Virgen de Caacupé en Paraguay. Un escultor indígena talló la imagen luego de sobrevivir a un ataque enemigo gracias a una promesa hecha a la Virgen. Más tarde, la imagen fue encontrada flotando en el lago Ypacaraí luego de que sus aguas se calmaran milagrosamente. La imagen fue llevada al Santuario de Caacupé, donde se convirtió en el objeto de
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"Un día antes del año 1603, un indio
cristiano, escultor de profesión, había
ido al bosque en busca de barro. Unos integrantes de la aldea enemiga del indio cristiano, los Mbayaes, en un momento se toparon con éste y lo persiguieron, con la intención de matarlo. Viéndose nuestro indio en un grave peligro, subió a un frondoso y gran árbol, y casi en la copa, prometió a la Santísima Virgen, que si lo salvaba de aquel peligro, tallaría una imagen de la Virgen con el madero de dicho árbol. Por obra divina, el devoto indio se vio librado de caer en manos enemigas y, fiel a su promesa, hizo poco después una imagen de la Inmaculada Concepción, que se destinó primero al culto privado, pero la Providencia trazó el plan por donde llegase a ser públicamente venerada, para poder auxiliar a los necesitados y enjugar las lágrimas de los afligidos. En el año 1603, se desbordó el pequeño lago Tapaicuá, inundando el valle de Pirayú. Llamaron los habitantes del valle al misionero franciscano Fray Luis de Bolaños, famoso por haber hecho manar una fuente milagrosa con sólo golpear las peñas con un crucifijo.
Éste se presentó en el lugar de la catástrofe y en presencia de la muchedumbre,
atónita, mandó a las aguas que se serenasen. Y así se hizo... Las aguas bajaron, y el valle recobró su aspecto anterior. Entonces aquel lago tomó el nombre de Ypacaraí, al cual se lo conoce de esta manera hasta nuestros días. Mientras el santo varón daba las gracias al cielo, gente del pueblo se había acercado a las orillas del lago, y observaron un objeto flotando sobre las aguas, impelido por una suave brisa hacia la playa. Uno de los presentes se lanzó al agua y recogió el objeto misterioso, trayéndolo hasta la playa. Era un cofre de cuero, de forma cilíndrica. Lo abrieron, y un grito unísono de júbilo resonó por todo el valle: ¡Una imagen milagrosa!, ¡La Santísima Virgen!. En efecto, del pequeño cofre habían sacado una imagen de la Inmaculada Concepción, de madera, artísticamente tallada. Se cree que el piadoso escultor se ahogó en las embravecidas aguas ya que nunca volvió a reclamar la imagen; mientras el cofrecito pudo flotar, y se salvó dicha escultura." Después de haber pasado por varias manos, la Virgencita tuvo por fin su Santuario, que fue construido en 1765, y es el que actualmente existe, varias veces ampliado y transformado. La madre está convencida de que ese gesto del Papa salvó a su hija de morir de hidrocefalia, Los padres de la hoy adolescente Angélica María Bedoya están enfermedad que convencidos de que su hija fue curada por Juan Pablo II cuando el padecía desde su Papa le tocó la cabeza y oró por ella con los ojos cerrados, nacimiento. cuando tenía dos años. Hoy Angélica María cuenta con 19 años El episodio ocurrió en Caacupé, el sitio de peregrinación más y vive en las grande del país, por devoción a la Virgen de los Milagros, más adyacencias de la conocida como la Virgen de Caacupé. basílica. Finalizó su La niña se encontraba en estado grave y fue rescatada de la bachillerato en 2004 multitud por el entonces obispo de la diócesis de Caacupé, y fue mejor alumna. monseñor Demetrio Aquino (ya fallecido). Recibió dos medallas de oro y Era el día de la presencia del pontífice en la basílica de Caacupé, es una devota fiel del el 18 de mayo de 1988, la tercera y última jornada de su presencia Papa amigo Juan en Paraguay. Pablo II. Por intermediación de monseñor Aquino, la niña fue llevada hasta el pontífice en la sacristía, antes de la misa, el Papa "tocó la cabeza de la niña y cerró los ojos para rezar "Santísima Madre de Dios y madre nuestra, desde vuestro Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector a vuestros devotos y a todo el Paraguay. Interceded por nuestros padres y bienhechores, por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia. Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia y alcanzad luz a los magistrados para que hagan justicia y haya paz entre los hombres. Alcanzadnos también la gracia mayor de preservar en nuestra Fe y en vuestro Amor, para así merecer la realización de la promesa que Nuestro Señor Jesucristo nos hiciera cuando dijo: "El que persevere hasta el fin se Salvará." A Vos pues, Madre querida, clamamos para que nos obtengáis tan singular favor. Amén."