Historia Del Voleibol

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Historia del voleibol

El nombre voleibol en español (y sus variantes vóleibol, volibol, balonvolea o


vóley), deriva del inglés “volleyball” y hace referencia a una disciplina de más de
cien años de existencia que fue creada en 1895 por William G. Morgan, director
de educación física en la asociación Young Men’s Christian Association (YMCA)
de Estados Unidos

Originalmente se llamaba “mintonette” pero, durante una demostración, notaron


que el voleo del balón sobre la red describía la esencia del juego y por eso lo
comenzaron a llamar “volley ball”. En 1952, la Asociación Norteamericana de
Voleibol unificó las palabras para denominarlo de manera oficial “volleyball”.

El voleibol es un deporte que se juega en una cancha dividida a la mitad por


una red, donde se enfrentan dos equipos de seis jugadores cada uno.
El objetivo del juego consiste en pasar el balón por encima de la red para que
toque el suelo del campo contrario, sin que el contrincante logre alcanzarlo.

Se juega golpeando o impulsando el balón y cada equipo tiene un máximo de tres


toques para pasarlo al campo contrario. Los jugadores de un mismo equipo rotan
su posición a medida que van ganando puntos.

Creador del voleibol


William G. Morgan era el director de educación física de la YMCA.
En 1870 nació William G. Morgan en Lockport, Nueva York. Durante su
infancia, asistió a la escuela pública y trabajaba en el astillero de su padre, a
orillas del viejo Canal de Erie. Asistiendo a la Mount Hermon Preparatory School
en Massachusetts conoció a James A. Naismith, en ese entonces profesor
de educación física de la YMCA y creador del baloncesto.

Naismith quedó impresionado con las habilidades atléticas de Morgan y lo alentó


para que continúe su educación en la Escuela Internacional de Capacitación de la
Asociación Cristiana de Hombres Jóvenes (actualmente llamada Springfield
College). En 1894 Morgan se graduó, y comenzaría aquí el camino que
La cita bibliográfica Federico Navarro La cita bibliográfica permite introducir otros textos o fuentes
de información en el texto que estamos elaborando. Puede consistir en citas literales entre
comillas, reformulaciones de lo leído, datos numéricos específicos o simplemente la referencia a
otro texto en el que se pueden verificar, ampliar o contrastar los temas que abordamos en nuestro
propio texto. En suma, la cita bibliográfica es la referencia a la fuente textual de la cual extraemos
información. Pero también la cita bibliográfica es fundamental para sostener nuestro aporte a
partir de otros textos previos. Esto se debe a que el conocimiento científico no consiste en
hallazgos inéditos y aislados, sino en una continuidad y negociación entre lo que tenemos para
aportar y lo que los demás han aportado previamente. Nuestro texto debe necesariamente
dialogar con otros textos, tanto para confirmar las propuestas de otros como para ampliarlas o,
incluso, refutarlas. Las referencias a otros textos son tan importantes en la investigación
académica, en particular en las humanidades y las ciencias sociales, que se han codificado en
ciertas secciones. Por ejemplo, en la sección “Referencias bibliográficas” al final de libros, artículos
y ponencias, y en la sección “Estado de la cuestión” al comienzo de monografías y tesis. También,
en géneros específicos, como la “Reseña”, el “Informe de lectura” o el “Artículo de revisión
bibliográfica”. ¿Qué fuentes bibliográficas citar? Las fuentes bibliográficas utilizadas en nuestro
texto deben ser seleccionadas según criterios defendibles. Es importante evitar caer en la mera
yuxtaposición de fuentes o en la tendencia a incluir todo lo que se leyó. Sea el criterio que sea, lo
importante es que ese criterio exista y pueda hacerse explícito. Pero además de criterios teóricos
internos al texto, hay numerosos criterios que tienen que ver con factores disciplinares. En primer
lugar, las fuentes deben estar actualizadas, es decir, ser recientes. Este criterio varía
disciplinarmente: en ciertas disciplinas, como la biología, las fuentes deben ser extremadamente
recientes, mientras que en otras disciplinas, como la filosofía, se puede trabajar sobre fuentes
antiguas. En segundo lugar, las fuentes deben ser reconocidas por la comunidad disciplinar en la
que nos insertemos: autores y libros importantes y prestigiosos en buena medida; citar una fuente
bibliográfica poco aceptada por la comunidad académica puede quitar seriedad o poner en duda
nuestro propio texto. En sentido 180 • UNGS Federico Navarro similar, es conveniente buscar
fuentes ligadas a instituciones (como universidades o centros de investigación) o editoriales
prestigiosas (que publican libros y revistas de investigación) en el mundo académico. En tercer
lugar, es preferible citar fuentes primarias, es decir, el texto donde originalmente se propuso una
hipótesis o se realizó cierto hallazgo, y no manuales u otros textos que se refieren a esa fuente
primaria. En cuarto lugar, sigue siendo más aceptado, al menos por ahora, citar fuentes impresas
en papel (aunque tengan una versión equivalente en formato digital) que fuentes exclusivamente
digitales. En este sentido, resulta interesante el caso de Wikipedia. Se trata de una fuente no
citada por los escritores académicos expertos, aunque sí puede ser utilizada, en algunos casos,
durante la formación de grado. Su atractivo radica en que ofrece en general un enorme,
actualizado y preciso caudal informativo sobre cualquier tema. Sin embargo, no tiene un autor
concreto que firme los contenidos, constituye una fuente secundaria (y a veces errónea) y
exclusivamente digital y los textos están en constante revisión (no hay, en sentido estricto, una
fecha de publicación, aunque sí de consulta). Por tanto, Wikipedia presenta varias falencias
insalvables según la lógica del saber científico: no hay un autor que se haga responsable por sus
contenidos, estos contenidos siempre están referidos a otros textos primarios (y en ocasiones
presentan errores), no existe una edición fechada que citar y esa edición es exclusivamente digital.
¿Cómo se relaciona la cita con nuestro texto? La inclusión de citas debe estar justificada en el

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