Ambitos de Aplicación de La Ley Penal

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AMBITOS DE APLICACIÓN DE LA LEY PENAL

La ley no tiene una validez universal y permanente, quedando su

ámbito de vigencia circunscripto al espacio y al tiempo.

a) Validez espacial de la ley penal

Según el art. 1 del CP “Este Código se aplicará:

1) Por delitos cometidos o cuyos efectos deban producirse en el

territorio de la Nación Argentina, o en los lugares sometidos a su

jurisdicción.

2) Por delitos cometidos en el extranjero por agentes o empleados

de autoridades argentinas en desempeño de su cargo.

El principio fundamental de aplicación de la ley es el territorialidad,

que enseña que todo hecho cometido dentro del territorio nacional, si

tiene relevancia jurídico-penal, es obviamente pasible de regulación

jurisdiccional con la ley local, aplicándose excepcionalmente el de

extraterritorialidad (real o de defensa).

a.1) Principio de territorialidad

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Surge del art. 1 inc. 1 del C.P. en cuanto dispone que el Código se

aplicará “Por delitos cometidos (...) en el territorio de la Nación Argentina,

o en los lugares sometidos a su jurisdicción.”, y por medio del mismo la

ley penal se aplica al autor de hecho, siendo nacional o extranjero,

domiciliado o transeúnte, que haya cometido un delito en territorio de la

Nación.

El fundamento de este principio es que todas las personas deben

respetar la ley del territorio en el que se encuentran.

Además, este principio se complementa con la llamada teoría del

territorio flotante o principio de pabellon según el cual la ley del Estado

es aplicable a los buques o aeronaves que lleven su bandera (art. 1 inc.

1 del C.P. –“lugares sometidos a su jurisdicción”-).

Respecto a los buques, debe distinguirse a los públicos y a los

privados. Los públicos, siempre son considerados territorio del Estado,

con lo cual si se encuentran dentro de aguas jurisdiccionales o

internacionales, siempre receptan el principio del pabellón, sea que se

encuentren en aguas jurisdiccionales o en alta mar. Para los buques

privados, en cambio, rige la ley de su pabellón, mientras no ingresen a

aguas territoriales de otro Estado, ya que en este caso son sometidos a

la ley del lugar.

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Tratándose de aeronaves, si las mismas son públicas rige el

principio del pabellón (art. 201 del Cód. Aeronáut.). Las aeronaves

privadas, quedan sometidas a jurisdicción argentina cuando se infrinjan

leyes de seguridad pública, militares, fiscales, reglamentos de circulación

aérea, etc., o cuando en el país tuviera lugar el aterrizaje posterior al

hecho, sino mediara, en ese caso, extradición (cfr. art. 200 inc. 3 del Cód.

Aeronáut.).

En cuanto a los edificios de embajadas, no quedan comprendidos

en el principio, los edificios de embajadas argentinas que están en el

exterior e inversamente, no se excluyen de la aplicación de la ley del

territorio los edificios de embajadas de potencias extranjeras que se

encuentren en el país.

Asimismo, para aplicación del principio de territorialidad es

importante el lugar de comisión del ilícito, para cuya determinación se

dan tres soluciones distintas:

1) Teoría de la acción: Para los teóricos de esta posición, es

trascendente el lugar y el tiempo de comisión del delito, con lo cual, para

determinar la ley aplicable, consideran que debe estarse al lugar de la

manifestación de la voluntad.

2) Lugar del resultado: Para los que sostienen esta

posición, es importante el lugar en el cual la serie causal en curso alcanza

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el objeto amenazado. Ello es así ya que, el Estado en donde se produce

el resultado del delito, es quien debe sancionarlo pues, vio su orden

alterado.

3) Teoría de la ubicuidad: Para esta posición, el delito se

considera cometido tanto en el lugar donde se ejecutó la acción como en

aquel donde se produjo el resultado (esta es la postura que sigue la

CSJN).

a.2) Principio de extraterritorialidad

A pesar de adherir al principio de territorialidad, el Estado argentino

admite que sus normas sean aplicadas por hechos ocurridos en el

extranjero, a través de la aplicación de tres principios: real o de

defensa; de nacionalidad y universal.

1) Principio real o de defensa:

Está contemplado en el art. 1 incs. 1 y 2 del C.P., y como

consecuencia del mismo la ley argentina se aplica por hechos cometidos

por nacionales o extranjeros fuera del territorio del país o de los lugares

sometidos a su jurisdicción, pero cuyos efectos (del delito) deban

producirse en estos lugares.

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Una de las obligaciones primarias que tiene todo Estado reside en

defender adecuadamente a sus instituciones fundamentales, a la salud

pública, su estructura política, económica, financiera, cultural, etc. y

evidentemente que esos bienes jurídicos poder ser atacados tanto desde

el territorio nacional como desde el extranjero.

En definitiva, por aplicación de éste principio será aplicable la ley

del Estado titular del bien jurídico lesionado o en el que habita la persona

que es titular del mismo.

Se trata de delitos cometidos en el extranjero o cuyos efectos se

producen en el país o en lugares sometidos a su jurisdicción (como por

ejemplo puede ser una falsificación de moneda –art. 283 CP-).

Efectos no debe confundirse con resultado, ya que en el caso de los

resultados, si se producen en el país (ej. correo bomba) se debe estar al

principio de territorialidad y no a éste principio bajo tratamiento.

El caso de los delitos de omisión es problemático. Si se trata

de una omisión propia (quien está en el extranjero, abandona a su suerte

a otro que está en el país –art. 106 del C.P.-), se aplica el principio real o

de defensa. Si se trata de una omisión impropia, si se imputa el resultado

a un omitente que está en el exterior, podría entenderse que la

consumación en territorio nacional torna aplicable la ley argentina por

aplicación del principio de territorialidad. Pero, admitiendo que en todos

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los casos de omisión, prevalece el lugar donde el autor debió obrar,

resulta contradictorio basarlo en un principio de territorialidad ya que se

exige que el autor respete la ley de un lugar en el cual no se encuentra.

Asimismo, la ley argentina alcanza a los hechos cometidos en el

extranjero por agentes del gobierno o empleados en el ejercicio de sus

funciones. Aquí, lo determinante para aplicar la ley nacional es el interés

de proteger la incolumidad en el ejercicio de la función pública.

2) Principio de nacionalidad

De acuerdo a este principio, la ley aplicable a un caso puede estar

determinada por la nacionalidad del autor (principio de nacionalidad

activo) o de la víctima del delito (principio de nacionalidad pasivo).

En nuestro derecho este principio se manifiesta en materia de

extradición a través de un sistema de cooperación internacional en

materia penal (ley 24.767) que está orientado a favorecer el principio de

juzgamiento por tribunales competentes.

3) Principio universal

El principio de jurisdicción universal es una de las herramientas

primordiales para garantizar la prevención de las violaciones graves del

derecho internacional humanitario y –en caso de que ocurran– que se

apliquen las sanciones penales pertinentes.

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De conformidad con los Convenios de Ginebra de 1949, los Estados

partes tienen la obligación de buscar a los infractores sospechosos de

violaciones graves independientemente de su nacionalidad y del lugar

donde tuvo lugar la presunta infracción, y deben hacerlos comparecer

ante los propios tribunales o entregarlos a otro Estado parte para que se

los juzgue. El Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra

extiende esta obligación a las violaciones graves allí definidas.

Otros instrumentos internacionales establecen una obligación

similar para los Estados partes: conferir algún tipo de jurisdicción

universal a sus tribunales ante infracciones graves de las normas

contenidas en estos instrumentos. Por otra parte, la práctica de los

Estados y la opinión jurídica han contribuido a consolidar una norma

consuetudinaria en virtud de la cual los Estados tienen derecho a conferir

a sus tribunales jurisdicción universal en relación con otras violaciones

graves de derechos humanos. Comprenden, en particular, las violaciones

graves del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y

del Protocolo adicional II de 1977, así como de otros crímenes de guerra,

como los enumerados en el artículo 8 del Estatuto de la Corte Penal

Internacional de 1998.

Los Estados tienen la responsabilidad primordial de investigar las

denuncias y enjuiciar a los presuntos autores de violaciones graves a los

derechos humanos. Sin embargo, cuando los Estados no emprenden

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acciones legales, el ejercicio de la jurisdicción universal por otros Estados

puede constituir un mecanismo eficaz para garantizar la rendición de

cuentas y limitar la impunidad.

De este modo, a través de éste principio la ley argentina alcanzará

a hechos cometidos en el extranjero, pues, razones de política criminal y

compromisos internacionales hacen aconsejable la persecución de hechos

reprobados en general o cometidos por organizaciones internacionales.

Ejemplo de ellos son el art. 3 inc. 1 de la Ley 48, o 118 de la C.N. cuando

alude al “derecho de gentes”.

b) Validez temporal de la ley penal

Como ya se ha visto, es indispensable para el funcionamiento del

sistema de responsabilidad penal que el acto que se pretende juzgar se

encuentre definido como ilícito por una ley anterior al comportamiento en

sí mismo. Se trata de una decisión constitucional que pude obtenerse del

art. 18 de nuestro ordenamiento superior, a través del cual se consagra

el axioma de prohibición de retroactividad de las leyes penales. Este

principio, además, aparece consagrado en el art. 11.2 de la Declaración

Universal de Derechos Humanos, en el art. 9 de la Convención

Interamericana de Derechos Humanos.

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Asimismo, se ha encargado del asunto e art. 2 del CP en cuanto

establece “Si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuere distinta

de la que exista al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se

aplicará siempre la más benigna. Si durante la condena se dictare una ley

más benigna, la pena se limitará a la establecida por esa ley. En todos los

casos del presente artículo, los efectos de la nueva ley se operarán de

pleno derecho.”.

Como se puede observar, la norma ofrece varios aspectos qu deben

ser aclarados.

En lo que hace al fundamento de política criminal, aparece claro que

se trata de no separar la consideración social cambiante y más favorable

de los hechos cometidos, luego de la ya cristalizada en la ley vigente, en

perjuicio del imputado o condenado.

Obviamente, como toda garantía, opera sistemáticamente en favor

del imputado o condenado, aunque debe reconocerse que también ha

existido debate sobre el alcance del concepto “ley” al que alude el art. 2

del CP.

En efecto, la discusión gira en torno a dos posturas: una restringida

(ley penal más benigna) y una amplia. En principio, solo la ley penal puede

tener efecto retroactivo modificatorio de la responsabilidad penal o de la

pena en sentido estricto. Las leyes no penales, solo pueden tener efectos

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benéficos en los casos en que posean influencia directa en las definiciones

y alcances de la antijuridicidad y en la culpabilidad, salvo que se trate de

una ley penal en blanco y la norma no penal a la cual se remite ha

cambiado su contenido con influencia directa en el ámbito de lo prohibido

o mandado.

La definición político criminal del art. 2 del CP también plantea el

problema de las llamadas “leyes intermedias”, pues puede que no se trate

solo de un conflicto entre dos normas, sino que pueden sucederse

modificaciones intermedias. También la ley intermedia puede reclamar

legítimamente valoración del hecho anterior. Si la ejecución dilatada del

ilícito acompaña a una modificación legislativa (delitos permanentes) en

perjuicio del autor, entonces, si alguna parte del proceso lesivo se

encuentra regulada por una ley que atenúa la reacción o incluso le quita

antinormatividad, ello debe implicar la prioridad de aquella norma dada

la amplitud regulatoria del art. 2 del CP.

La garantía también alcanza a las consecuencias punitivas del

delito, aunque es discutible que sucede con las medidas de seguridad,

pues, es posible que la misma pierda todos sus efectos al ser sometida a

las consecuencias temporales de esta garantía, aunque, sin embargo, es

difícil pensar que una consecuencia tan lesiva del delito puedas quedar

sometida a modificaciones del hecho.

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Otro problema particular se advierte en las llamadas “leyes

transitorias”, en tanto ellas han nacido para la regulación de una situación

excepcional. Por ejemplo, puede tratarse de una norma que agrave las

penas por delitos contra la vida, la salud o la propiedad, durante la

vigencia de un estado de emergencia sanitaria a causa de una pandemia.

Aquí, la ley vigente al momento de comisión del delito, y

posteriormente sustituida por otra más gravosa, sigue rigiendo para la

regulación del hecho aun después de su derogación. Lo importante, es

seguir aplicando la ley penal más benigna.

Se trata, aquí, del principio de ultractividad de la ley, el cual, como

se dijo, adquiere relevancia en los casos de leyes temporales o

excepcionales. Las primeras se caracterizan por tener fijado, de

antemano, el tiempo de su vigencia, en tanto que las segundas, persisten

mientras duren las circunstancias excepcionales que autorizaron su

dictado.

Estas leyes son dictadas excepcionalmente para reforzar la

protección temporal de bienes jurídicos, por lo que representan aumentos

de penas o incriminaciones excepcionales.

Estas leyes se pueden seguir aplicando aun después de su

derogación, respecto a hechos cometidos durante su vigencia.

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b) Validez personal de la ley penal

Aquí, resulta determinante conocer a quien estará dirigida la norma

penal, es decir saber a quién o a quienes se aplicara la ley penal.

El mismo parte del principio de igualdad ante la ley, consagrado en

el art. 16 de la CN. A través del mismo, nuestro orden jurídico no admite

excepciones o privilegios que permita excluir a unos de lo que, en iguales

circunstancias, se les concede a otros.

Sin perjuicio de ello, como es razonable, en todos los sistemas se

prevén límites al principio e igualdad ante la ley, que en materia penal

están constituidas por la indemnidad y la inmunidad, que constituyen

verdaderas prerrogativas de derecho material y procesal que, por razón

del cargo benefician a ciertas personas, con base en reglas de derecho

interno constitucional y de derecho internacional público.

Cuadro: https://www.terragnijurista.com.ar/lecciones/leccion7_nuevo.htm

Inmunidades Indemnidades

Implica la necesidad de un Implica que ciertos actos quedan


antejuicio a los fines de que una exentos de responsabilidad penal.
persona sea sometida a proceso
penal. Dicho de otro modo, a Indemnidades parlamentarias
ciertas personas antes de (art. 68 C.N.): Ninguno de los
someterlos a juicio penal es miembros del Congreso puede ser
necesario destituirlas de sus acusado, interrogado
cargos, mediante un juicio político judicialmente, ni molestado por las
(antejuicio o juicio de desafuero). opiniones o discursos que emita

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Inmunidades de arresto (art. desempeñando su mandato de
69 C.N.): legislador.

Ningún senador o diputado, desde 1) Debe tratarse de opiniones o


el día de su elección hasta el de su discursos de un legislador: así
cese, puede ser arrestado; excepto quedan incluidos todos aquellos
el caso de ser sorprendido in pensamientos, juicios o
franganti en la ejecución de algún calificaciones emitidos por los
crimen que merezca pena de legisladores a través de sus votos,
muerte, infamante, u otra aflictiva; ponencias (verbales o escritas),
de lo que se dará cuenta a la actitudes (entendidas como las
Cámara respectiva con la señas efectuadas con los miembros,
información sumaria del hecho. cabeza o cuerpo) y toda otra forma
de expresarse.
Desafuero (art. 70 C.N.): Para
poder iniciar un proceso penal 2) Emitidos en el desempeño de
contra un legislador, es necesario su mandato de legislador: ello
que previamente sea suspendido sucederá cuando el pensamiento,
en sus funciones. Para ello habrá juicio o calificación se emita durante
que recurrir al proceso de el desarrollo de las sesiones
desafuero. parlamentarias, de las actividades
propias de las comisiones de la
Juicio político (arts. 53, 59 y 60 Cámara o de las investigaciones
C.N.): para someter a proceso parlamentarias.
penal a los miembros del Poder
Ejecutivo, sus ministros, o los 3) Por ellos no puede ser
integrantes de la Corte Suprema de acusado, interrogado
Justicia, entre otros, es necesario judicialmente ni
que previamente se los destituya a molestado: debe tenerse presente
través del juicio político. que la inaplicabilidad de la norma
penal no se asienta en la calidad
Jurado -o jury- de personal o en la investidura del
enjuiciamiento (art. 115 autor, sino, fundamentalmente, en
C.N.): es el procedimiento la función que desempeña.
necesario para remover y
posibilitar el sometimiento a un Se suele señalar que se trata de una
proceso penal de los jueces de los excusa absolutoria absoluta y
tribunales inferiores de la Nación y permanente.
demás funcionarios designados con
acuerdo del Senado.

Inmunidades diplomáticas.

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