Griego 2º - Tema 10. La Historiografía

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GRIEGO 2º

TEMA 10. LA HISTORIOGRAFÍA

1. INTRODUCCIÓN

Ante las leyendas y mitos heredados de sus antepasados, los griegos


adoptaron otras actitudes: a) la interpretación alegórica o simbólica; b) la
interpretación racionalista: en todo relato fantástico hay un núcleo verdadero. Este
último método de investigación constituye el comienzo de la historiografía.
La palabra “historia” significa etimológicamente la “narración de algo
que se ha visto” y, por tanto, se conoce. Por ello los pioneros de la historiografía,
llamados logógrafos, a comienzos del siglo VI, narraban sus propios viajes, aventuras
y experiencias. Los temas centrales de sus escritos eran la fundación de ciudades, las
historias locales, las genealogías, relatos de viajes…

2. HERÓDOTO (¿485-428? a.C.)

Constituye la culminación de la logografía, es llamado con razón por


Cicerón “padre de la historia”. En 499 a.C. participó en una revuelta contra el tirano
de Halicarnaso; su fracaso le obligó a exiliarse en la isla de Samos. Fue un viajero
incansable, lo que le ofreció datos de primera mano para la redacción de su obra.
Tiene similitudes ideológicas con Sófocles, a quien pudo conocer durante su estancia
en Atenas
Nos relata en sus Historias un hecho contemporáneo, el enfrentamiento
entre griegos y persas, las Guerras Médicas. Como quiere que su obra sea entretenida,
le añade una buena dosis de dramatismo y la ameniza con abundantes digresiones y
cuentos recogidos de la tradición oral. Las Historias narran también sus causas y
precedentes, incluida la historia antigua de Grecia. Es la fuente primordial para
estos hechos, así como para la descripción de los pueblos mediterráneos. Explica la
geografía, etnografía e historia de los pueblos que Persia va invadiendo. Ha tenido
especial éxito el libro II, dedicado a Egipto.
Tiene, no obstante, los defectos de todo pionero: insuficiencia de crítica,
explicaciones simples e ingenuas, excesivo protagonismo de los dioses… Los
alejandrinos las dividieron en nueve libros, cada uno de ellos con el nombre de una
de las nueve musas.
Es considerado por algunos el primer historiador moderno por su
voluntad de escribir una historia de todo el mundo conocido y por su interés en
contrastar y criticar sus fuentes, presentando diferentes versiones, y limitar lo
mítico; sin embargo, se le ha reprochado su falta de rigor, su tendencia a lo
anecdótico y lo novelístico, frente al interés por "la verdad" de Tucídides. Presenta
rasgos arcaicos en todos los niveles, en la lengua, el estilo y las ideas. En él influye la
épica y en su estilo predomina la parataxis.
3. TUCÍDIDES (455 a.C. – 400 a.C.)

La historiografía adquiere su mayoría de edad con la obra de Tucídides,


Historia de la Guerra del Peloponeso, en la que se establecen los principios básicos
de la ciencia política. Era originario de Tracia, donde su familia explotaba unas
minas de oro. Declarado admirador de Pericles y, con algunas reservas, del régimen
democrático instaurado por él. Vivió la guerra entre Esparta y Atenas que tuvo lugar
entre los años 431 - 404 a.C., en la que enfermó en la célebre ‘peste’ acontencida en
este último sitio. En 424 a.C. fue nombrado estratego. En 424/423 a.C., los
espartanos toman Anfípolis mientras Tucícides acudía como refuerzo. Tras estos
acontecimientos, sufrió destierro durante veinte años por haber llegado tarde a la
batalla; regresó a Atenas en el año 404 a.C., al término de la guerra.
La Historia de la Guerra del Peloponeso, (o Historias de Tucídides,
Τυκιδίδου Ἱστορίαι, como fueron nombradas en época alejandrina), narra un
acontecimiento contemporáneo, la Guerra del Peloponeso, desde las causas y
desencadenantes el 431 a.C. hasta el verano de 411 a.C., cuando Alcibíades es
nombrado general en la isla de Samos. Según el mismo Tucídides, la comenzó a
escribir cuando estalló la contienda; quizá murió antes de redactarla de forma
definitiva y llegar al final de la guerra, el año 404 a.C. Ha perdurado la división de
la obra en 8 libros. Las guerras se narran cronológicamente, por años, ditribuidos en
veranos e inviernos.
Tucídides está convencido del valor paradigmático de la historia: el
pasado explica el presente y ayuda a entender el futuro. Por ello, trata de relatar los
hechos (en los que ha participado personalmente como general) con la mayor
objetividad, buscando explicaciones científicas y racionales, y contrastando las
diferentes fuentes de información, ya que no intenta entretener sino descubrir la
verdad. La divinidad ya no es el motor de la historia, aunque hay respeto hacia las
normas morales y religiosas. Además de las narraciones de los hechos, Tucídides
incluye discursos, que sirven para presentar diferentes opiniones de los
protagonistas de la guerra, a la vez que para definir su carácter a través de sus
palabras.
En Tucídides influye toda la literatura anterior, desde Homero hasta
Heródoto, así como la retórica y la sofística de su tiempo, especialmente en los
discursos. Rasgos distintivos de su estilo, de tono elevado y en ocasiones de difícil
lectura, son la constante variedad y la antítesis, así como el alejamiento de la
expresión habitual, la exactitud conceptual y la concisión. Su lengua tiene rasgos
arcaicos, desde la fonética y el léxico a la sintaxis. Pero el ático puro convive con el
nuevo ático que dará lugar a la .

4, JENOFONTE (c.431 a.C. – 354 a.C.)

Nacido en Atenas, es el más joven de los tres grandes historiadores


griegos. Vivió el último tercio del siglo V a.C. y la primera mitad del IV, y los
episodios más significativos de su vida fueron las enseñanzas de Sócrates, su
participación en la expedición de los "Diez Mil" mercenarios griegos en apoyo de las
pretensiones al trono de Persia por parte de Ciro el Joven, su colaboración con los
espartanos en contra de su patria (lo que le valió el destierro de Atenas por unos
años) y su retiro al campo al final de su vida.
Es un escritor polifacético y ameno, con una gran sensibilidad para la
descripción de escenas aisladas y una notable habilidad para los retratos de
personajes destacados. No obstante estas cualidades, como filósofo es un pensador
superficial y como historiador está lejos del rigor histórico de Tucídides. Es un buen
conocedor de las cuestiones militares y, en definitiva, ameno pero poco profundo.
Escribió obras de carácter filosófico sobre los recuerdos de su maestro
Sócrates (Apología de Sócrates, Memorables), didáctico (Económico, Sobre la
equitación) e histórico (Anábasis, sobre la expedición citada, Constitución de los
Lacedemonios, sobre su forma de gobierno, Ciropedia, sobre la educación de Ciro el
Grande, rey de Persia, y Helénicas, en que narra los acontecimientos de la guerra
del Peloponeso en el punto en que la había dejado interrumpida Tucídides).
Las Helénicas, es su principal obra histórica, en la que narra en siete
libros la historia griega desde el año 411 (en plena guerra del Peloponeso, cuando los
atenienses rehabilitan a Alcibiades) al 362 (año en el que se produjo la batalla de
Mantinea, que supuso el fin de la hegemonía espartana en Grecia, y el nacimiento de
la hegemonía tebana). La obra comienza con un  tratando de enlazar
de este modo directamente con el final de la obra de Tucídides.
La Ciropedia es una obra de ocho libros que no puede considerarse
simplemente como obra histórica. Es la historia de la juventud, ascensión al trono y
gobierno de Ciro el Viejo.
La Anábasis, o Expedición de los Diez Mil, ocupa entre sus obras
históricas un lugar principal a causa de la naturalidad con que Jenofonte nos habla
de sus propias experiencias, por la cantidad de pormenores geográficos y
etnográficos y el excelente espíritu militar del conjunto. La obra está dividida en
siete libros.
La Constitución de los Atenienses, en la que escribe en contra de la
situación política de Atenas.
Las Memorables es la obra principal de sus obras filosóficas. Se divide en
cuatro libros repletos de episodios y diálogos socráticos. Jenofonte utiliza escritos
socráticos de otros autores, pero no se le puede discutir el uso de recuerdos
personales del propio Sócrates, así como la influencia de Platón.
La Apología de Sócrates. En esta obra los discursos de Sócrates están
mezclados con noticias sobre su conducta de antes y después del juicio.
Otras obras suyas de carácter filosófico son el Banquete y el Hierón.

5. POLIBIO (200 a.C.-125 a.C.)

Con la expedición a Oriente de Alejandro Magno (333 a.C-323 a.C.) se


ensanchan las fronteras del mundo hasta entonces conocido, con lo cual surge el
deseo de conocer y contar la vida, costumbres y tradiciones de esos pueblos bárbaros.
Por otro lado, la aparición de Roma en el escenario histórico y su triunfo sobre los
cartagineses, invitará al historiador griego Polibio a hacer una reflexión contrastada
sobre las constituciones de estos pueblos y las de otros por ellos sometidos,
estableciendo de esta manera las bases de una historia universal.
Polibio nació en torno a 205 a.C. en Megalópolis y murió ca. 118 a.C. Su
principal obra fueron las Historias, en 40 libros. Escribió, además, otras de las que
no conservamos testimonio alguno. En las Historias, desde el punto de vista de su
contenido, pueden observarse distintas partes, la primera a partir de la Segunda
Guerra Púnica hasta la caída del Reino de Macedonia. Antes de comenzar con la
Segunda Guerra Púnica, explica el origen de los problemas entre romanos y
cartagineses, remontándose al comienzo del conflicto (264 a.C.). Toda esta parte es,
de hecho, la principal de la obra, y su gran objetivo es mostrar cómo los romanos
conquistaron en este breve espacio de cincuenta y tres años la mayor parte del
mundo (entre 220 y 168 a.C). La segunda parte, que formaba una especie de
suplemento, comprende el período que va desde la derrota de Macedonia, hasta la
caída de Corinto en 146 a.C., año en que Grecia pasó a ser provincia romana.

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