Termodinámica
Termodinámica
Prefacio
Estas notas son un repaso de termodinámica en la lı́nea del libro Thermo-
dynamics and an introduction to thermostatistics, de Herbert Callen, que
es el libro en el que se basa la guı́a 1. El enfoque de este libro sobre la ter-
modinámica es muy distinto del usual y, si bien tiene el inconveniente de
ser más abstracto, también tiene la ventaja de ser más ordenado. Además,
es un enfoque que encaja muy bien con la fı́sica estadı́stica, como se verá
más adelante en el curso.
1 Fundamentos
La termodinámica estudia sistemas de muchas partı́culas1 desde un punto de
vista macroscópico, es decir, ignorando todos los detalles microscópicos. Los
estados de interés son los estados de equilibrio, que son aquellos en los que
macroscópicamente nada se mueve (aunque sı́ haya movimiento a nivel mi-
croscópico). Los sistemas cuyos estados de equilibrio son homogéneos e isótropos
se llaman sistemas simples. El primer postulado de la termodinámica nos dice
que basta con tres variables macroscópicas para caracterizar los estados de equi-
librio de un sistema simple.
Postulado 1. Los estados de equilibrio de un sistema simple están comple-
tamente caracterizados por su energı́a U , volumen V y número de partı́culas
N.
Cuando un sistema experimenta un proceso, su incremento de energı́a U no
tiene por qué coincidir con el trabajo W ejercido sobre él, porque puede haber
transferencia de energı́a por medio de procesos microscópicos invisibles al ojo
macroscópico. La diferencia entre ambas cantidades es el calor ,
Q= U W. (1)
idea, la edad del universo es 1017 segundos, ası́ que, si contáramos una partı́cula por segundo,
entre el big bang y hoy habrı́amos tenido tiempo de contar sólo una millonésima de ese número.
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adiabática si no lo permite. Para medir la diferencia de energı́a entre dos estados,
buscamos un proceso adiabático que los una y medimos el trabajo involucrado
en ese proceso. Una vez hemos determinado por este método la energı́a de cada
estado (a menos de una constante), podemos medir el calor absorbido por el
sistema en cualquier proceso aplicando la ecuación (1). Se dice que un sistema
está aislado si está contenido en un recipiente de paredes adiabáticas, rı́gidas e
impermeables, de manera que no es posible el intercambio de energı́a, volumen
o partı́culas con el exterior. El objetivo de la termodinámica es resolver el sigu-
iente problema.
Los estados accesibles al sistema dependen del cambio que haya sufrido la pared
interna. Por ejemplo, si el único cambio es que pasa de adiabática a diaterma,
entonces la única cantidad que puede variar es la energı́a de cada sistema simple
(ambas vinculadas por la conservación de la energı́a total); si además pasa de
rı́gida a móvil entonces también puede variar el volumen, etc. La ecuación
S = S(U, V, N ) que da la entropı́a de un sistema simple en función de su energı́a,
volumen y número de partı́culas se llama la relación fundamental del sistema,
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y determina todas sus propiedades termodinámicas. Los siguientes postulados
ponen restricciones a la forma que puede tener una relación fundamental.
Postulado 3. S es una función creciente de la energı́a, (@S/@U )V,N 0, y es
homogénea de grado 1, S( U, V, N ) = S(U, V, N ).
Postulado 4. Los estados para los que (@S/@U )V,N diverge tienen S = 0.
Tomando el ejemplo = 1/2, la homogeneidad de grado 1 nos dice que la en-
tropı́a de la mitad del sistema es la mitad de la entropı́a del sistema completo,
es decir, que la entropı́a es una variable extensiva. La interpretación de las otras
propiedades será más clara cuando hayamos introducido la noción de temper-
atura. Nótese que la termodinámica no nos da una prescripción para calcular la
relación fundamental: hay que medirla (más adelante veremos cómo). Dar esa
prescripción será la tarea de la fı́sica estadı́stica.
2 Variables intensivas
Consideremos un sistema simple con relación fundamental S = S(U, V, N ), y
despejemos U para reescribir esa relación en la forma U = U (S, V, N ). Se definen
la temperatura T , la presión p y el potencial quı́mico µ por las ecuaciones
✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆
@U @U @U
T = p= µ= , (2)
@S V,N @V S,N @N S,V
que equivalen a
dU = T dS pdV + µdN. (3)
Al ser cocientes de variables extensivas, estas tres variables son intensivas (y por
lo tanto funciones homogéneas de grado 0 de S, V y N , es decir, T ( S, V, N ) =
T (S, V, N ) y análogamente para p y µ). Las ecuaciones que dan cada una de
estas variables en función de S, V, N se llaman las ecuaciones de estado del sis-
tema. Conociendo las tres ecuaciones de estado, podemos determinar la relación
fundamental integrando (2). Uno podrı́a pensar que, en realidad, al hacer eso
va a quedar una constante indeterminada, pero la extensividad de U se encarga
de que no sea ası́. En efecto, como se muestra en el problema 5 de la guı́a 1, la
extensividad de U implica
U = TS pV + µN, (4)
SdT V dp + N dµ = 0, (5)
que, conocidas dos ecuaciones de estado, fija la tercera salvo por una constante.
Ası́ pues, basta con conocer dos ecuaciones de estado para determinar la relación
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fundamental salvo por una constante. Las derivadas de la relación fundamental
en la forma S = S(U, V, N ) también se pueden escribir en términos de T , p y µ.
En efecto, despejando dS de (3) se obtiene
1 p µ
dS = dU + dV dN, (6)
T T T
y por lo tanto
✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆
@S 1 @S p @S µ
= = = . (7)
@U V,N T @V U,N T @N U,V T
La primera de estas ecuaciones permite enunciar de manera más sencilla los dos
últimos postulados de la sección anterior: el postulado 3 dice que la temperatura
es no negativa, y el 4 que la entropı́a se anula a temperatura 0 (es decir, es lo
que se suele llamar la tercera ley de la termodinámica). Como vemos en (7), las
ecuaciones que dan cada variable intensiva en términos de U, V, N determinan
las tres derivadas de la relación fundamental en la forma S = S(U, V, N ), y por
lo tanto también se pueden pensar como ecuaciones de estado.
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En el equilibrio, pues, se igualan las temperaturas y las presiones,
T1 = T2 p1 = p2 . (11)
Nótese que la presión, que hemos definido en (2) sin hacer ninguna referen-
cia a fuerzas, se comporta igual que la presión mecánica. Una restricción
extra que se impone implı́citamente a la relación fundamental es que am-
bas presiones, la mecánica y la termodinámica, coincidan. En realidad,
basta con imponer que coincidan para un sistema en particular y la igual-
dad de presiones en el equilibrio mecánico se encarga de que lo hagan para
todos los sistemas.
• Equilibrio respecto al flujo de partı́culas: la pared pasa a ser di-
aterma y permeable, pero sigue siendo rı́gida. En ese caso,
✓ ◆ ✓ ◆
1 1 µ1 µ2
dS = dU1 dN1 , (12)
T1 T2 T1 T2
3 Procesos
3.1 Procesos reversibles
Se dice que un proceso es reversible si todos sus estados intermedios son de
equilibrio. Dado que en el equilibrio nada se mueve, eso requiere que el proceso
sea infinitamente lento, y por lo tanto los procesos reversibles son idealizaciones
que en la práctica sólo se pueden dar de manera aproximada. Consideremos un
sistema simple dentro de un cilindro con un pistón (todas las paredes imperme-
ables). El trabajo sobre el sistema en cualquier proceso es
dW = pdV. (15)
Comparando con (1) y (3) (esta última ecuación con dN = 0 porque las paredes
son impermeables) vemos que, para procesos reversibles,
dQ = T dS. (16)
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Podemos generalizar esta última conclusión a sistemas compuestos. Con-
sideremos un recipiente de paredes adiabáticas, rı́gidas e impermeables con un
pistón interno adiabático e impermeable. De un lado del pistón colocamos un
sistema cualquiera (no necesariamente simple), que será nuestro sistema de in-
terés, y del otro un sistema simple. Si el estado global está infinitesimalmente
alejado del equilibrio, el sistema experimenta un proceso reversible. En ese
proceso, la entropı́a total y la del sistema simple se mantienen constantes (la
primera porque el sistema global está aislado y por lo tanto dStot = 0 en el
equilibrio, y la segunda por lo que acabamos de ver en el párrafo anterior), ası́
que también lo hace la de nuestro sistema de interés. Concluimos pues que la
entropı́a de un sistema cualquiera encerrado por paredes adiabáticas e imperme-
ables se mantiene constante en todo proceso reversible.
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3.3 Máxima eficiencia de un motor
Un reservorio térmico es un sistema simple encerrado por paredes rı́gidas e im-
permeables y que cumple (@T /@U )V,N = 0 (nótese que, dado que esta derivada
es el cociente entre una variable intensiva y otra extensiva, se puede lograr
que tome un valor arbitrariamente pequeño haciendo el sistema suficientemente
grande). Todos los estados accesibles a un reservorio térmico tienen el mismo
valor de T, V, N , ası́ que, por (6), la diferencia de entropı́a entre dos de ellos es
U
S= . (17)
T
Consideremos ahora un sistema (motor) que, en un proceso cı́clico (es decir,
cuyo estado final es igual al inicial), extrae un calor Q de un reservorio térmico
a temperatura T y cede un calor Q0 a otro reservorio térmico a temperatura
T0 < T . Por conservación de la energı́a, el trabajo entregado por el motor es
W =Q Q0 . (18)
W T0
1 , (19)
Q T
donde la igualdad se da en el caso reversible. El cociente que aparece en el lado
izquierdo de esta desigualdad se llama la eficiencia del motor.
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4 Potenciales termodinámicos
Como hemos visto más arriba, toda la información termodinámica de un sistema
simple está contenida en su relación fundamental, que es una ecuación de la
forma U = U (S, V, N ). ¿Cómo podemos reescribir esta ecuación de manera que
las variables independientes sean T, V, N (sin perder información fı́sica)? La
expresión U = U (T, V, N ) no sirve porque es una ecuación de estado (nótese
que se puede reescribir en la forma T = T (U, V, N )), y por lo tanto tiene menos
información fı́sica que la relación fundamental. Para alcanzar nuestro propósito
debemos introducir una nueva variable, la energı́a libre de Helmholtz
F =U T S. (20)
o, lo que es lo mismo,
✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆
@F @F @F
= S = p = µ. (22)
@T V,N @V T,N @N T,V
donde ui = @y/@xi . Por razones análogas a las que vimos en el párrafo ante-
rior, es natural pensar en v como función de u1 , . . . , uk , xk+1 , . . . , xn ; además,
conocida v en función de estas variables, podemos reconstruir y en función de
sus variables originales. Comparando (20) con (23) vemos que la energı́a libre
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de Helmholtz es la transformada de Legendre de U (S, V, N ) respecto a S. Otras
transformadas de Legendre relevantes son la entalpı́a, la energı́a libre de Gibbs
y el potencial grancanónico,
H = U + pV G=U T S + pV ⌦=U TS µN, (24)
cuyas variables naturales son respectivamente (S, p, N ), (T, p, N ) y (T, V, µ).
La expresión de cualquiera de estas tres cantidades en términos de sus variables
naturales es una relación fundamental. Las funciones U , F , H, G y ⌦ se llaman
los potenciales termodinámicos.
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4.2 Segundas derivadas
Terminamos con dos comentarios acerca de derivadas segundas de potenciales
termodinámicos. El primero es que la igualdad de derivadas cruzadas aplicada
a los potenciales termodinámicos da lugar a relaciones útiles, conocidas como
relaciones de Maxwell . Por ejemplo, de (21) vemos que2
✓ ◆ ✓ ◆
@S @p
= . (27)
@V T,N @T V,N
Se pueden obtener otras relaciones similares a partir del diferencial de los otros
potenciales termodinámicos. Eso lo van a hacer en detalle ustedes mismos en el
problema 7 de la guı́a 1. Nótese que, en toda relación de Maxwell, las variables
independientes son las variables naturales de algún potencial termodinámico.
Esto les sirve de guı́a para saber si una derivada que se encuentren se puede
calcular usando alguna relación de Maxwell. Y el segundo comentario es que
algunas de las derivadas segundas de potenciales termodinámicos tienen nom-
bre propio porque tienen una interpretación fı́sica sencilla: son la capacidad
calorı́fica a volumen constante,
✓ ◆
@S
CV = T , (28)
@T V,N
2 La igualdad de derivadas cruzadas aplicada a (21) da lugar a dos relaciones más que
involucran derivadas respecto a N , que omitimos porque son poco relevantes en la práctica.
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Algunas ideas para llevarse de estas notas
• La relación fundamental es todo.
• No cualquier relación entre cuatro variables es una relación fun-
damental. Lo son U (S, V, N ), F (T, V, N ), H(S, p, N ), G(T, p, N ),
⌦(T, V, µ).
• Con dos ecuaciones de estado (es decir, dos derivadas de una
relación fundamental) basta para determinar la relación fundamen-
tal salvo por una constante.
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