Precauciones y Cuidados en La Aspiracion de Secreciones A Traves de Una Traqueostomia o Tubo Orotraqueal

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Precauciones y cuidados en la aspiración de

secreciones a través de una traqueostomía o tubo


orotraqueal

Cuidados en la aspiración de secreciones


a través de una traqueostomía

Precauciones

 Durante la aspiración se debe observar la aparición de: signos


de hipoxia, broncoespasmo, hemorragia, arritmias, dificultad
en la progresión de la sonda (tapón de moco, mala posición
del tubo o cánula y mordimiento del tubo o sonda) y reflejo
vasovagal.

 No forzar nunca la sonda si se encuentra una obstrucción. En


caso de que el paciente se encuentre monitorizado, vigilar
presión arterial, frecuencia cardiaca, arritmias, bradicardias y
saturación de oxígeno.

 Animar al paciente a que respire profundamente y tosa entre


cada aspiración.

 Si en la misma sesión de aspiraciones es necesario acceder al


tracto respiratorio más de una vez, utilizar una sonda nueva
para cada aspiración.

 Evitar la instilación rutinaria de suero fisiológico a través del


tubo endotraqueal antes de la aspiración de secreciones
bronquiales. En caso de que las secreciones sean espesas y
secas se debe valorar el estado de hidratación del paciente y
proporcionar métodos de humidificación y nebulizadores de
suero fisiológico.

 No se recomienda la rotación de la sonda ni la succión


intermitente al aspirar para evitar lesionar la mucosa.

 Si la cánula interna de la traqueostomía es fenestrada, se debe


cambiar por una no fenestrada antes de aspirar, ya que si no
se corre el riesgo de introducir la sonda por la fenestra y
lesionar la mucosa subglótica.
 Limpiar el frasco contenedor de la bolsa de aspiración entre
pacientes, cuando haya suciedad visible y semanalmente en el
mismo paciente.

 Los fluidos de succión deben desecharse al menos cada 24


horas. Las tabuladoras y recipientes para las secreciones
deben cambiarse entre pacientes, y siempre que exista
suciedad visible.

Cuidados tras la intervención quirúrgica

 Vigilar la permeabilidad de la vía aérea.

 Realizar higiene bucal utilizando clorhexidina (0,12% – 0,2%).

 Mantener un aporte hídrico adecuado para conservar las


secreciones fluidas siempre que no haya contraindicación.

 Vigilar signos y síntomas de aparición de infección.

Observaciones enfermeras

Los signos y síntomas que indican la necesidad de


aspiración en los pacientes no ventilados mecánicamente
son:
 Aumento de la frecuencia respiratoria.

 Hipotensión.

 Intranquilidad y ansiedad.

 Secreciones visibles o audibles


 Estertores y sibilancias a la auscultación.

 Tos ineficaz

En pacientes con ventilación mecánica pueden aparecer los


siguientes síntomas:
 Tos excesiva durante la fase inspiratoria del respirador.

 Aumento de la presión pico.

 Disminución del volumen minuto.

 Desadaptación del enfermo a la ventilación mecánica.

 Disminución de la saturación de oxígeno.

 Presencia de secreciones en el tubo endotraqueal.

La aspiración orofaríngea o nasofaríngea está contraindicada


en:
 Pacientes con fractura de base de cráneo

 Epiglotitis

 Laringoespasmo

 Broncoespasmo

 Obstrucción por cuerpo extraño

La aspiración orofaríngea o nasofaríngea debe realizarse con


extrema precaución en:
 Hemorragia pulmonar masiva

 Alteraciones de la coagulación

 Hemorragias nasofaríngeas

 Varices esofágicas

 Cirugía de tráquea reciente


 Cirugía gástrica con anastomosis alta

 Cirugía de las vías respiratorias superiores

La aspiración oro faríngea y nasofaríngea se asocia con


complicaciones y riesgos como hemorragias, infección,
atelectasia, hipoxemia, inestabilidad cardiovascular (bradicardia e
hipotensión), aumento de la presión intracraneal (valorar el
adecuado nivel de sedación y relajación antes de aspirar a
enfermos con PIC elevada), lesiones en la mucosa, náuseas y
vómitos y favorecer una broncoaspiración, angustia y malestar.

El paciente debe ser informado del procedimiento a realizar, con


el fin de reducir al mínimo el estrés, el malestar, el aumento de la
presión arterial y frecuencia cardíaca.

La presión para la aspiración es generalmente 80-120 mm Hg.


Una presión negativa de 200 mmHg se puede aplicar siempre
que el tamaño del catéter de aspiración utilizado sea el
adecuado.

Las múltiples aspiraciones en la vía aérea inferior contribuyen a


que aparezcan bacterias y su colonización y aumente la
posibilidad de neumonía nosocomial.

La pre-oxigenación con oxígeno al 100%, reduce la aparición de


hipoxemia inducida por la succión hasta en un 32%.
La hiperoxigenación e hiperinsuflación antes de la aspiración
puede reducir el riesgo de hipoxemia.

Para prevenir disminución de la saturación de oxígeno, se


recomienda la pre-oxigenación con oxígeno al 100% por lo
menos durante 30 segundos antes y después de la aspiración.

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