1) La acción petitoria permite que un heredero demande a otro sucesor para concurrir o excluirlo en la herencia, mientras que la acción reivindicatoria la puede iniciar el heredero contra terceros poseedores de bienes hereditarios.
2) Ambas acciones son reales e imprescriptibles. La petitoria se dirige contra sucesores y es universal, mientras que la reivindicatoria es particular contra terceros.
3) Las causales de indignidad que excluyen a herederos o legatarios son el homicidio doloso del caus
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1) La acción petitoria permite que un heredero demande a otro sucesor para concurrir o excluirlo en la herencia, mientras que la acción reivindicatoria la puede iniciar el heredero contra terceros poseedores de bienes hereditarios.
2) Ambas acciones son reales e imprescriptibles. La petitoria se dirige contra sucesores y es universal, mientras que la reivindicatoria es particular contra terceros.
3) Las causales de indignidad que excluyen a herederos o legatarios son el homicidio doloso del caus
1) La acción petitoria permite que un heredero demande a otro sucesor para concurrir o excluirlo en la herencia, mientras que la acción reivindicatoria la puede iniciar el heredero contra terceros poseedores de bienes hereditarios.
2) Ambas acciones son reales e imprescriptibles. La petitoria se dirige contra sucesores y es universal, mientras que la reivindicatoria es particular contra terceros.
3) Las causales de indignidad que excluyen a herederos o legatarios son el homicidio doloso del caus
1) La acción petitoria permite que un heredero demande a otro sucesor para concurrir o excluirlo en la herencia, mientras que la acción reivindicatoria la puede iniciar el heredero contra terceros poseedores de bienes hereditarios.
2) Ambas acciones son reales e imprescriptibles. La petitoria se dirige contra sucesores y es universal, mientras que la reivindicatoria es particular contra terceros.
3) Las causales de indignidad que excluyen a herederos o legatarios son el homicidio doloso del caus
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CAPÍTULO III
ACCIONES PETITORIA Y REIVINDICATORIA
1. CONCEPTO Según lo dispuesto en el artículo 660, los sucesores adquieren los derechos y obligaciones materia de la herencia desde el momento de la muerte del causante, lo cual implica la adquisición jurídica de la propiedad y la posesión de los bienes. No obstante, frecuentemente ocurre que no logran la posesión real y efectiva de los mismos por encontrarse ocupados o en poder de otras persona, quienes pueden poseer: 1. Pro-sucessore, cuando se trata de sucesores, procediendo contra ellos la acción de petición de herencia. 2. Pro-possesore, cuando son adquirientes de los sucesores o simplemente poseedores, y en ese supuesto el heredero debe plantear la acción reivindicatoria de bienes hereditarios. Así, la acción petitoria es la que el heredero dirige contra un sucesor para concurrir con él o para excluirlo, si tiene mejor derecho. En el primer caso, el demandado es un coheredero; en el segundo, un heredero o legatario aparente. La acción reivindicatoria es aquella iniciada por el heredero contra el tercero, adquiriente del coheredero, del heredero o legatario aparente o de un tercero o poseedor sin título. 2. NATURALEZA JURIDICA Tanto la acción petitoria como la reivindicatoria son acciones reales, porque se fundan en los derechos de propiedad y posesión de los bienes, los cuales constituyen su objeto, sin embargo, la acción petitoria rebasa el ámbito de la acción real por su universalidad. Ambas acciones son inherentes a la condición de herederos y, procesalmente, se tramitan en procesos de conocimiento, siendo imprescriptibles. Las diferencias entre ambas son las siguientes: 1. La acción petitoria se dirige contra los sucesores; la reivindicatoria contra terceros. 2. Contra la acción petitoria el demandado opone su título de sucesor; contra la reivindicatoria invoca su título de propiedad o tan sólo la posesión. 3. La acción petitoria es a título universal y se refiere a la totalidad de la herencia; la reivindicatoria es a título particular, dirigiéndose a determinados bienes. 3. SISTEMATIZACION EN NUESTRO ORDENAMIENTO Existen dos corrientes con relación a la forma como debe estar legislada la acción para recuperar bienes hereditarios: la teoría de la unidad, que proclama que existe genéricamente una acción de relvindicación sucesoria, por la cual el heredero pide lo que le corresponde, y la teoría de la dualidad, que reconoce que son dos acciones distintas, con caracteres comunes y diferenciales, como hemos anotado. 4. ACCION PETITORIA Presenta los siguientes elementos; 1. Petición de herencia: A diferencia de la acción reivindicatoria que es res singula, la petitoria se refiere a todos los bienes de la herencia. 2. Corresponde al heredero que no posee los bienes que considera que le pertenecen, contra quien los posea en todo o en parte a título sucesorio. 3. Para excluirlo o para concurrir con él: Se dan dos supuestos: a. Que el actor concurra con el reo en la herencia, por tener igual derecho a suceder, o porque la ley determina su participación conjunta. En este caso, es de aplicación lo dispuesto en el artículo 844, que determina que si hay varios herederos, cada uno de ellos es copropietario de los bienes de la herencia, en proporción a la cuota que tenga derecho a heredar b. Que el demandante tenga mejor derecho para heredar que el demandado, excluyéndolo. En este caso, el primero es el heredero verdadero y el segundo el sucesor aparente. No son, pues coherederos y, por ende, tampoco copropietarios. 4. Acumulación de acciones: el accionante está facultado de demandar acumulativamente que se le declare heredero, en caso que medie una declaración de herederos que no lo incluya. 5. Esta acción es imprescriptible, sin embargo, si bien el poseedor no podrá deducir la prescripción por extinción de la acción, sí podrá oponer, en su caso, la prescripción adquisitiva de determinados bienes que posea. 6. Le es de aplicación a esta acción lo dispuesto en el artículo 666, que se analiza al tratar la acción reivindicatoria, y que a la letra dice: El poseedor de buena fe que hubiese enajenado un bien hereditario está obligado a restituir su precio al heredero y si se le adeudara, se transmitirá a este último el derecho de cobrarlo. En todos los casos, el poseedor de mala fe está obligado a resarcir al heredero el valor del bien y de sus frutos y a indemnizarle el perjuicio que le hubiere ocasionado. 5. ACCION REIVINDICATORIA Está referida a la acción reivindicatoria de bienes hereditarios, siendo tratada en el artículo 665. Esta acción es res singula; por ello es más correcto denominarla de esta forma específica en lugar de referirla genéricamente a la herencia, además, es imprescriptible por su naturaleza Las siguientes reglas le son aplicables: 1. El adquiriente a título oneroso de mala fe queda obligado a entregar al heredero verdadero el bien y los frutos percibidos, así como a indemnizarlo. 2. El adquiriente a título gratuito de buena fe queda obligado sólo a restituir el bien. 3. El adquiriente a título gratuito de mala fe queda obligado a la restitución del bien, a la devolución de los frutos percibidos y a pagar una indemnización. 4. El adquiriente a título oneroso de buena fe mantiene sus derechos, quedando obligado sólo a pagar el saldo del precio, si hubiere, al heredero verdadero. Asimismo, el artículo 665 agrega que, si se trata de bienes registrados, la buena fe del adquiriente se presume si antes de la celebración del contrato hubiera estado debidamente inscrito, en el registro respectivo, el título que amparaba al heredero aparente y la transmisión de dominio en su favor, y no hubiera anotada demanda ni medida precautoria que afecte los derechos inscritos. CAPITULO IV CAUSALES DE EXCLUSION DE LA SUCESION 1. CAUSALES DE INDIGNIDAD La indignidad es in personam, y su carácter personalisimo se pone de manifiesto claramente en el derecho que consagra la ley para que los descendientes del indigno puedan representarlo para recibir lo que éste no puede obtener sucesoralmente debido a su indignidad La indignidad produce efectos contra el heredero y el legatario, debiendo entenderse también contra el donatario, a tenor de lo prescrito en el artículo 1637, que expresa que el donante puede revocar la donación por las mismas causas de indignidad para suceder y de desheredación Las causales de indignidad deben interpretarse restringidamente. La enumeración que hace la ley es taxativa, limitativa. El artículo 667 del Código Civil señala que son excluidos de la sucesión de determinada persona, por indignidad, como herederos o legatarios cuando: a. Los autores y cómplices de homicidio doloso o de su tentativa, cometidos contra la vida del causante, de sus ascendientes, descendientes o cónyuge. Esta causal de indignidad no desaparece por el indulto ni por la prescripción de la pena. b. Los que hubieran sido condenados por delito doloso cometido en agravio del causante o de alguna de las personas a las que se refiere el inciso anterior. c. Los que hubieran denunciado calumniosamente al causante por delito al que la ley sanciona con pena privativa de la libertad. d. Los que hubieran empleado dolo o violencia para impedir al causante que otorgue testamento o para obligarle a hacerlo, o para que revoque total o parcialmente el que hubiera otorgado. e. Los que destruyan, oculten, falsifiquen o alteren el testamento de la persona de cuya sucesión se trata y quienes, a sabiendas, hagan uso de un testamento falsificado. 2. PERDON DE LA INDIGNIDAD El perdón de la indignidad puede ser otorgado por el causante o los demás sucesores. El primero a tenor de lo prescrito en el artículo 669, que señala que el causante puede perdonar al indigno de acuerdo con las normas de desheredación. El segundo, cuando los demás sucesores no ejercitan la acción de exclusión a que se refiere el artículo 668, con el objeto de no apartar al indigno El perdón otorgado por el causante puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando lo manifiesta claramente en el testamento o por escritura pública, en concordancia con lo dispuesto en los artículos 743 y 753. Es tácito cuando instituye heredero o legatario al indigno, en aplicación de las reglas de la desheredación. 3. LA ACCION DE EXCLUSION Y SUS EFECTOS Los herederos y legatarios a quienes les corresponde recibir la parte del indigno pueden pedir su exclusión dentro del año de haber tomado éste posesión de los bienes transmitidos, por mandato expreso del artículo 668. La acción se concede tanto a los llamados a suceder a falta del indigno o en concurrencia con él. Con relación a los legatarios a quienes les corresponde recibir la parte del indigno, encontramos dos supuestos: 1. El legatario sustituto designado conforme al artículo 740 denuncia la indignidad del legatario instituido para recoger su parte. 2. El legatario instituido acciona contra el heredero si el legado no puede cumplirse en su integridad por exceder la cuota de libre disposición. Esto significa que el indigno adquiere, pero su adquisición puede ser impugnada. Recibe la herencia o legado, pero le es retirada por causa de indignidad. Se le excluye de la sucesión. Otro punto importante es que la indignidad no puede interpretarse res singula, sino que recae sobre la totalidad de los derechos sucesorios. De lo expuesto se colige necesariamente que el plazo caduca desde el año de la posesión del indigno de cualquier bien de la herencia. Transcurrido dicho plazo, queda purgada la indignidad, siendo los efectos los mismos que el perdón. Asimismo, se indica también que le está prohibido a los magistrados aceptar de los litigantes o sus abogados, o por cuenta de ellos. donaciones, obsequios o sucesión testamentaria en su favor, en el de su cónyuge, ascendientes o descendientes CAPITULO V ACEPTACION Y RENUNCIA DE LA HERENCIA Y LEGADOS 1. CONCEPTO Con la apertura de la sucesión se produce la delación de la herencia, o sea, la puesta de la herencia a disposición de los llamados; personas que deben existir, no ser indignas, no estar incursas en las incompatibilidades que señala la ley y tener el mejor derecho para suceder. Así, los llamados a suceder tienen que elegir entre recibir la herencia o negarla. Para completar el proceso sucesorial, es necesaria la aceptación. Con ésta, el llamado se convierte propiamente en sucesor. En Roma, se le llamaba aditio o gestio proherede. Por su parte, la renuncia es la figura contraria a la aceptación, y mediante ella, el heredero o legatario hace constar su voluntad de que no se le tenga como tal. Actualmente, los institutos han perdido su importancia, pues, en la práctica, ya nadie acepta expresamente una herencia y, son muy pocos los que renuncian a ella. 2. CARACTERES a. Son actos jurídicos, y, en consecuencia, son aplicables las normas referidas a los actos jurídicos en general. b. Son voluntarias c. Son unilaterales d. Son retroactivas e. Son totales f. Son lisas y llanas, lo que significa que son incondicionales respecto a la persona del heredero o legatario g. Son irrevocables h. Son delegables k. Son actuales, es decir, se refieren a la herencia producida. 3. FORMAS DE ACEPTACION Por su forma, la aceptación puede ser: a. Expresa: El artículo 672 designa específicamente que ésta puede constar en instrumento público o privado b. Tácita: El artículo 672 indica que hay aceptación tácita si el heredero entra en posesión de la herencia o practica otros actos que demuestren de manera indubitable su voluntad de aceptar. c. Legal: Cuando el causahabiente no acepta la herencia expresamente ni se comporta como heredero, pero deja transcurrir el plazo a que se refiere el artículo 673 para renunciar a la herencia. d. Forzosa: Cuando se presenta el caso contemplado en el artículo 662, estamos frente a una aceptación forzosa. Este es el supuesto en el que la persona oculta dolosamente bienes hereditarios, simula deudas o dispone de los bienes dejados por el causante en perjuicio de los derechos de los acreedores de la sucesión, quedando obligada a aceptar la herencia, ultra vires hereditatis. 4. CAPACIDAD PARA ACEPTAR Toda persona con capacidad de goce que puede heredar, puede, naturalmente aceptar la herencia, mientras que los incapaces lo hacen por intermedio de sus representantes legales 5. FORMA DE RENUNCIA La renuncia no puede ser tácita: menos inferida por el silencio. Debe ser necesariamente expresa, y además, solemne, es decir, bajo sanción de nulidad. 6. PLAZO PARA RENUNCIAR Lo determina el artículo 673. Es de tres meses si el heredero está en la República y de seis meses si está en el extranjero, no interrumpiéndose por causa alguna. 7. SUCESION POR TRANSMISION El artículo 679 prevé el caso del fallecimiento del heredero dentro de dicho plazo, expresando que el derecho de aceptar o renunciar a la herencia se transmite a los herederos, pero en tal caso el plazo corre a partir de la fecha de la muerte del primer llamado, denominada en la doctrina como sucesión por transmisión. 8. CAPACIDAD PARA RENUNCIAR Según lo dispuesto en el artículo 674, pueden renunciar a herencias y legados quienes tengan la libre disposición de sus bienes. La única limitación al respecto se encuentra en el artículo 304, que prescribre que ninguno de los cónyuges puede renunciar a una herencia o legado o dejar de aceptar una donación sin el consentimiento del otro. 9. EFECTOS DE LA RENUNCIA 1. El renunciante queda como si no fuera sucesor. 2. La renuncia se retrotrae al momento de la apertura de la sucesión. 3. La renuncia, al igual que la indignidad, es personal. Es decir, no afecta a los descendientes del renunciante, en la medida que exista representación sucesoria. 4. Si el renunciante no tiene descendientes, o si no se da la representación, su parte acrece la de los coherederos o pasa a otros herederos, según el caso. La renuncia del heredero no debe confundirse con la cesión de derechos hereditarios, que implica una aceptación. 5. Si el renunciante es el único heredero y no tiene descendientes, se adjudicará la herencia a las entidades que señala el artículo 830. 6. El renunciante no pierde el derecho de representar al causante en otra herencia. Por ejemplo, si el hijo renuncia a la herencia de su parte, y después fallece su abuelo, podrá heredar a éste en representación de su padre. 7. La renuncia opera retroactivamente sólo hasta el fallecimiento del causante. No comprende las donaciones y los anticipos de herencia. 10. DERECHO DE LOS ACREEDORES El ordenamiento jurídico busca impedir que la recuperación de los créditos sea burlad, por lo cual los acreedores tienen un derecho preferente sobre la herencia en relación a los sucesores, e, igualmente, a fin de impedir que los herederos ejecuten actos en perjuicio de sus acreedores, el legislador faculta a éstos para que reclamen la parte de sus créditos cuando aquellos renuncien a la herencia. Con el nuevo Código, la acción pauliana ha quedado separada de la teoría de la nulidad para entrar en el campo de la ineficacia, por lo que el artículo 195 faculta al acreedor a pedir que se declaren ineficaces respecto de él los actos de disposición del patrimonio por los cuales el deudor origine perjuicio a su derecho. El derecho de los acreedores que analizamos es el de los que tienen esa condición respecto de los hercderos y, en tal virtud, es de su interés el incremento del patrimonio de éstos por via hereditaria para poder ejecutar sus crédito, no obstante, puede existir también un interés diverso en los acreedores del causante, los cuales podrán solicitar que se deje sin efecto una renuncia cuando el heredero oculte bienes hereditarios, simule deudas o disponga de los bienes dejados por el causante en perjuicio de los derechos de los acreedores de la sucesión; casos en los que el artículo 662 obliga al heredero a una aceptación forzosa para que responda por todas las obligaciones del causante.