El Señor de Las Moscas Por Capítulos

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PLAN DE LECTURA

Guía de trabajo en clase por grupo:

Se entrega en hojas, identificando el grupo y sus integrantes.

Instrucciones: Pueden hacer uso de un buscador en internet y detallar los siguientes aspectos que
se le solicitan a mano, trazo de letra carta o molde.

Biografía de William Golding, (datos importantes a considerar: Nombre completo, fecha de


nacimiento y de muerte, obras escritas, título de la obra más importante escrita, títulos de los
capítulos y editorial, premios obtenidos, premio más importante obtenido, género y subgénero
literario al que pertenece su obra más importante.

Extensión de la biografía: como mínimo una página.

Del resumen del Señor de las Moscas, que a continuación se detalla, dar respuesta a los siguientes
aspectos.

Identificar personajes de la lectura y mencionar valores y antivalores que reflejen sus acciones
dentro de la narración.

Identificar el entorno emocional de cada uno de los personajes.

¿Con qué personaje se identifica y por qué?

Personaje que perece a manos de sus compañeros del campamento y cuáles fueron las
circunstancias que lo rodeo.

Redacte una síntesis del resumen por capítulos, la síntesis debe de tener una extensión de
redacción tres páginas.

Elaborar una infografía o un manga con el resumen que se detalla a continuación, lo pueden
entregar a mano o a computadora.

Encontrará un pdf, con la lectura titulada El Señor de las Moscas, deberán de leerlo y por capítulos
redactarán 5 preguntas, pueden ser directas, selección múltiple, falso o verdadero con
justificación, resueltos.

Redactan una conclusión de una página de la lectura asignada.

El señor de las moscas por capítulos

En esta ocasión te hablaremos sobre el señor de las moscas, resumen por capítulos. Se trata de la
primera y más importante novela del novelista y poeta británico William Golding, publicada por la
Editorial Faber and Faber, en 1954.
La novela nos narra la historia de un grupo de estudiantes, cuyo avión en el que viajan se estrella en
una isla desierta debido a una tormenta. Todos los sobrevivientes son niños, quienes se ven
obligados a encontrar la forma de subsistir, aunque en el proceso, la lucha por el poder y la muerte
se harán presentes.

Contenido

• Personajes de El senor de las moscas


o Ralph
o Jack Merridew
o Piggy
o Simon
o Roger
• Resumen por capítulos de El senor de las moscas
o Capítulo 1. El sonido de la caracola
o Capítulo 2. Fuego en la montana
o Capítulo 3. Chozas en la playa
o Capítulo 4. Caras pintadas y pelo largo
o Capítulo 5. La bestia del agua
o Capítulo 6. Bestia del aire
o Capítulo 7. Sombras y arboles altos
o Capítulo 8. Regalo para la oscuridad
o Capítulo 9. Vista a una muerte
o Capítulo 10. La caracola y los espejuelos
o Capítulo 11. Castillo de roca
o Capítulo 12. El grito de los cazadores

Personajes de El señor de las moscas

Ralph
Es el personaje principal del señor de las moscas. Se convierte en el líder del grupo luego del
accidente. Este niño es tranquilo y racional, aunque a menudo se deja influenciar por
comportamientos propios de un niño de su edad.

Jack Merridew

A diferencia de Ralph, Jack es un niño autoritario, cruel, y a menudo demuestra comportamientos


sádicos. Lo único que le preocupa es cazar y matar cerdos. A medida que transcurre la historia, Jack
se vuelve más perverso con los otros niños. El solo respetará las reglas si le permiten ser quien
aplique los castigos.

Piggy

Piggy es el típico niño regordete e inteligente; es el único extranjero en el grupo, aunque


rápidamente es aceptado por los demás. Para Piggy es muy importante que todos se comporten
como personas civilizadas, por lo que constantemente regaña a aquellos que se comportan como
salvajes.

Simón

Simón es el chico que más se identifica con la naturaleza, al grado que muchas veces se le ve
caminando solo por la jungla. Para los otros niños, Simón es un chico que no encaja, y para la mayoría
está loco. Desafortunadamente para él, termina siendo víctima del pánico de todos los demás.

Roger

Al igual que Jack, Roger también es un niño cruel y despiadado. Se caracteriza por ser grosero e
irrespetuoso. Constantemente entra en conflicto con los otros niños, al punto que llega a cometer
uno de los actos más imperdonables.

Resumen por capítulos de El señor de las moscas

La historia inicia cuando un grupo de estudiantes ingleses viajan en un avión sobre el Océano
Pacífico. El avión se estrella en una isla desierta resultado de una tormenta, y el piloto muere. Solo
sobreviven los niños, los cuales quedan sin la supervisión de un adulto.

Uno de los niños llamado Ralph, encuentra una concha en la playa, y cuando la hace sonar, todos los
demás se reúnen. Entre ellos destaca Jack Merridew, el cual es un niño cruel y despiadado. Ralph es
elegido como líder del grupo.

El junto con Jack y otro chico llamado Simón, deciden explorar la isla, descubriendo que se
encuentran en una isla desierta. Debido a esto, toman la decisión de encontrar alimento. Al poco
tiempo encuentran un cerdo que inicialmente tienen la intención de matar, pero Jack no se atreve a
apuñalarlo.

Ralph intenta poner orden en el grupo estableciendo reglas, algo con lo cual Jack está de acuerdo.
Peggy sin embargo considera que debe preocuparles más encontrar alimentos para poder sobrevivir
en el largo plazo.
Poco a poco los niños se organizan, encienden una fogata para señalar su presencia a cualquier barco
que se acerque a la isla. A pesar de ello, Piggy está preocupado porque cree que uno de los niños se
encuentra perdido.

Mientras tanto, Jack sigue intentando cazar cerdos, y Ralph se encarga de construir refugios para los
demás niños. Muy pronto los niños establecen una rutina en la isla, e inicialmente las cosas parecen
funcionar bien.

Sin embargo, la paz y la tranquilidad se rompen cuando ocurre un suceso inesperado que cambia
sus vidas para siempre.

El señor de las moscas; William Golding

1.El toque de caracola

Un chico rubio (Ralph) y otro gordito, con gafas (Piggy), se encontraron el uno al otro en medio
de una espesa selva y se preguntaron por el paradero del hombre del megáfono, después por
el del piloto y finalmente acabaron preguntándose si habría alguna persona mayor en el lugar
dónde se encontraban. Pero pronto, recordando lo que había sucedido antes, en el avión,
comprendieron que las personas mayores no se habían salvado, pero sin embargo si que tenía
que haber más niños en el lugar donde se encontraban.

Ralph avanzó entre los árboles hasta llegar a una playa, y Piggy, se quedó por donde estaba,
buscando fruta. Más tarde se volvieron a encontrar en la playa. Se bañaron en una poza que se
había formado allí, al lado de una plataforma de granito rosa y una laguna. Entonces
comenzaron a plantearse si el lugar donde se encontraban era una isla, si iba a venir alguien a
rescatarles y

pensaron que debían buscar a los otros chicos. Ralph pensaba que, en efecto, el lugar donde
se encontraban era una isla, y que además su padre, un teniente de navío en la Marina, les iba
a rescatar. Piggy, no ponía pegas a lo primero, pero no era tan optimista como su compañero
en cuanto a lo de que les iban a rescatar.

Un poco después el chico rubio vio una caracola en la laguna, entre unas algas y la cogió. Los
dos vieron que podían utilizarla para llamar a los demás y Ralph comenzó a hacerla sonar.
Pronto comenzaron a llegar niños y más niños hasta el lugar donde se encontraban.

Cuando estuvieron todos juntos, decidieron elegir un jefe. Jack quiso imponerse él mismo, pero
la mayoría decidió que era mejor votar. Los del grupo de Jack le votaron a él, pero los demás
decidieron que Ralph era el más indicado. El chico rubio, decidió concederle a Jack el placer de
seguir siendo jefe de los del coro, y que, además, ellos podían ser los cazadores.

Más tarde Ralph, Jack y Simon decidieron ir a comprobar si el lugar donde se encontraban era
o no una isla. Subieron a una montaña y comprobaron que en efecto lo era.

2.Fuego en la montaña
Al día siguiente Ralph hizo sonar la caracola en la plataforma y todos los chicos se despertaron.
Les informó de lo que había visto el día anterior junto con Simon y Jack. Les dijo que en efecto
se encontraban en una isla. Además, confirmó que no había gente mayor en la isla, es decir
que estaban ellos solos.

Dijo que había que comenzar a poner reglas, como levantar la mano para hablar... El chico rubio
daría la caracola al que quisiera hablar y sólo el que la poseyera podría hablar, nadie podría
interrumpirle excepto Ralph. Todos estaban entusiasmados con el tema de poner reglas.
Mientras tanto, Piggy tomó la caracola y recordó a todos que estaban solos en una isla y que
nadie sabía que estaban allí. Ralph tomó la caracola y trató de tranquilizar a los demás diciendo
que, aunque tuvieran que quedarse por mucho tiempo allí tenían comida, bebida suficiente y
todo lo necesario.

Después, Ralph preguntó si alguien tenía algo que decir. Un grupo de chicos comenzó a
murmurar y a empujar a uno de los niños pequeños hacia delante. Este estaba tan asustado
que no pudo decir nada, así que Piggy, tuvo que interpretar lo que el chaval decía para el resto
de los chicos. Piggy contó que el chico decía que había visto una serpiente muy grande la noche
anterior, el niño fue producto de risa para los demás niños al principio, pero luego le tomaron un
poco en cuenta.

Más tarde Ralph tomó la caracola para decirles a todos que si querían que les encontrasen,
tenían que lanzar humo desde la cumbre de la montaña. Entonces Jack empezó a gritar que
había que hacer una hoguera y todos excepto Ralph y Piggy salieron corriendo hacia la
montaña. Estos dos subieron algo después sorprendidos por la actitud de los demás. Una vez
allí buscaron troncos para formar una pila. Después de hacerla se vieron ante el problema de
cómo encender la hoguera puesto que ninguno sabía cómo hacerla. Al rato llegó Piggy, Jack le
quitó las gafas y prendió la llama aprovechándose de ellas y de la luz del Sol. Al rato se formó
una llama considerable, pero de poco sirvió porque se apagó al poco rato.

Piggy tomó la caracola y empezó a reprocharles por los errores que habían cometido, por todo
lo que habían hecho en vano y entonces mientras hablaba se dio cuenta de que no solo no
habían conseguido lo que querían, sino que encima habían incendiado la montaña.

3.Cabañas en la playa

Jack estaba obsesionado con cazar, pero no lo conseguía. Unas veces por los fallos que
cometía debidos a su falta de experiencia y otras porque le faltaba valor para matar a un animal.

Después de una jornada sin obtener resultados en la caza se dirigió a la playa. Allí estaban
Ralph y Simon intentando construir una cabaña a base de tallos y hojas de palmeras que se
sostenía a duras penas. Había ya dos refugios en pie, pero no eran muy firmes.

Ralph y Jack comenzaron a hablar de lo que les estaba sucediendo últimamente. Ralph insistía
en que necesitaban cabañas, pero todo el mundo excepto Simon y él se olvidaba de ello y se
dedicaba a jugar y a comer. A Jack le ocurría algo parecido con sus cazadores que se cansaban
enseguida de cazar y se iban a jugar. Jack se resentía por su infortunio en la caza, pero sin
embargo estaba convencido de que necesitaban carne y por eso debía seguir intentándolo.
Parecía que Ralph quisiera reprocharle a Jack que el cazar no era tan importante y que era
mejor construir los refugios en la playa por si volvía a haber otra tormenta como la que provocó
que ellos fueran a parar a la isla. Había un cierto aire de enfado entre ambos, pero no pasó a
mayores.
Al momento cambiaron de tema, comenzaron a hablar de los demás chicos. Ralph dijo que se
había dado cuenta de que por las noches tenían pesadillas y pasaban miedo. Simon aclaró que
era por lo de la serpiente y Jack un poco avergonzado dijo que él sabía qué era lo que los otros
chicos sentían porque había tenido esa sensación algunas veces mientras estaba cazando.
Ralph añadió que lo que necesitaban eran cabañas y más tarde dijo que lo mejor que podían
hacer era conseguir que les rescataran. Más tarde Ralph y Jack bajaron hasta la orilla y
dirigieron la vista hacia la montaña desde donde salía un hilo de humo. Jack comenzó a gritar
como si hubiese dado con la solución de algo, Ralph creyó que el otro había visto un barco,
pero lo que Jack había visto no era un barco, sino el lugar donde se escondían los cerdos, en
uno de los desfiladeros que descendían desde la montaña a la parte más llana de la isla.

Cuando los otros volvieron a la cabaña, Simon ya no estaba allí, fueron a la poza a darse un
baño, pero tampoco estaba allí. Simon se había adentrado en la selva; llegó hasta un lugar
donde abundaba la fruta y cuando llegó allí se dio cuenta de que unos chiquillos le habían
seguido, les dio los frutos a los que ellos no podían llegar y continuó andando hasta encontró
un lugar en el que había una especie de choza cerrada por una pantalla de hojas.

4.Rostros pintados y melenas largas

Los chicos se acostumbraron a un ritmo de vida. Por la mañana se dedicaban a jugar y se


olvidaban de todas sus preocupaciones. Al mediodía cuando el calor empezaba a hacerse notar,
se resguardaban a la sombra de las palmeras tumbándose e incluso durmiéndose. A veces,
durante el mediodía, se producían fenómenos extraños en el mar, aparentando haber cosas
donde no las había, Piggy explicaba que estos fenómenos eran espejismos. Al llegar la tarde
se acababan estos fenómenos y los chicos salían de nuevo a jugar hasta llegar la noche,
momento en que todos los niños se iban a las cabañas.

Los chicos estaban “divididos” en dos grupos; por un lado, estaban los <<peques>> que tenían
alrededor de seis años y por otro los mayores, entre los que estaban Ralph y Jack. Los
<<peques>> dedicaban la mayor parte de su tiempo a comer y a dormir. Comían todos los frutos
que tenían a su alcance, ya estuvieran maduros o no, lo que les acarreaba dolores de estómago,
a los que ya estaban acostumbrados. Además de comer y dormir, también dedicaban gran parte
de su tiempo a jugar. Jugaban en la playa, al borde de la orilla, donde construían castillos de
arena, señales, caminos, tapias y líneas ferroviarias.

Uno de esos días, Jack, pensando en ir a cazar a aquel lugar donde se escondían los cerdos
se pintó la cara con arcilla blanca, roja y con carbón. Llamó a los otros chicos y se fueron a
cazar.

Mientras los otros se fueron a cazar Rlaph, Simon, Piggy y Maurice se quedaron en la poza.
Más tarde a Ralph se le ocurrió mirar hacia el horizonte y fue entonces cuando vio un barco.
Empezó a gritar: ¡humo!, ¡humo! y los que estaban con él se percataron de lo sucedido. El humo
que salía de la cumbre de la montaña era escaso por lo que era difícil que lo pudiera ver la
tripulación del barco. Ralph salió corriendo hacia la cumbre de la montaña, detrás de él fue
Simon, luego estaba Maurice y por último Piggy hacía lo posible por seguirles.

Al llegar a la cumbre, Ralph vio que el humo estaba apagado. Empezó a gritar: ¡vuelve!, ¡vuelve!,
pero es evidente que la tripulación del barco no le oía. Al momento llegaron Simon y Maurice.
El barco se perdió en el horizonte. Ralph estaba enojado, habían dejado que el fuego se
apagara. Miró hacia abajo y vio a una multitud de chicos que se acercaba, entre los que estaba
Jack. Cuando Jack y los demás llegaron arriba y mostraron entusiasmados a Ralph el cerdo
que habían cazado. Pero a Ralph no le hacía mucha gracia pues estaba enojado porque Jack
se había llevado a los encargados de mantener el fuego y esa había sido la causa de que este
se apagase. Ralph le reprochó a Jack su gran error y Piggy no fue menos. Jack se enojó tanto
que la emprendió a golpes con Piggy, rompiéndole uno de los lados de las gafas. Ralph calificó
esta acción como una jugada sucia y Jack se le enfrentó y se disculpó por lo del fuego. Aunque
quedó un cierto aire de crispación olvidaron momentáneamente lo sucedido y se dedicaron a
comer y hablar del cerdo.

5.El monstruo del mar

Con motivo de lo que había pasado el día anterior y de lo que ya venía sucediendo desde hace
tiempo, Ralph convocó una reunión. Tocó la caracola y todos acudieron a la plataforma. Desde
el principio aclaró que el que iba a hablar en esa reunión era él. Empezó hablando de la iniciativa
de traer agua del arroyo y guardarla en los cocos, que habían tomado hace tiempo y que ahora
nadie cumplía, puesto que preferían ir a beber agua al arroyo. Continuó hablando de lo que
había sucedido al construir las cabañas, que al principio todos ayudaron, pero luego los únicos
que habían trabajado habían sido él, Simon y alguno más. Más tarde les comentó lo que había
sucedido con la propuesta de utilizar las piedras que había al otro lado de la poza como retrete,
una buena idea puesto que con la marea se limpiaban solas, pero ahora nadie se molestaba en
ir hasta allí cuando les daba el apretón. Por fin habló de lo que realmente había sido la gota que
había colmado el vaso, la hoguera. Ralph insistió en recordarles que la hoguera era lo más
importante en la isla y que por encima de todo debían mantenerla encendida, ¿cómo les iban a
rescatar sino? Luego les recordó el suceso del primer día, cuando casi prendieron fuego a la
isla, y que para evitar que esto pudiera volver a repetirse, prohibió que se hicieran más
hogueras. La única hoguera que habría desde ahora sería la de la montaña. Si ahora alguien
quería una hoguera para cocer pescado o cangrejos, no le quedaba más remedio que subir a
la montaña. Esto no les gustó nada a los chicos, que gritaban y levantaban la mano para tomar
la caracola y protestar. Pero como Ralph era el jefe y además era él quién tenía la caracola no
tuvieron más remedio que aceptar lo que este decía. Terminó su discurso recordándoles todo
lo que tenían que mejorar y haciendo una alusión a los temores por lo de la fiera... cosas a las
que no debían tener miedo. Jack tomó la caracola, dijo que lo de la fiera eran tonterías de los
pequeños y criticó todo lo que estos hacían. Pero los pequeños no pensaban que fueran
tonterías, y algunos de ellos, contaron a los demás lo que habían visto. Percival pensaba que
el monstruo salía del mar. Los demás chicos acogieron esta creencia con temor pensando que
podía ser verdad. Jack criticó de nuevo esas creencias, pero lo hacía sin respetar los turnos, ni
ninguna otra de las reglas. Ralph le regañó por lo que hacía y Jack reaccionó mandando al
carajo las reglas y diciendo que lo importante era la caza; cosa que los demás chicos, sobre
todo los mayores, acogieron con felicidad y se dedicaron a celebrar cantando, riendo y bailando.

Ante esta reacción Ralph se cuestionaba si debía seguir como jefe.

6.El monstruo del aire

Esa noche, mientras dormían, se libraba en el cielo a quince kilómetros de altura una batalla
entre dos aviones. Al momento se produjo una explosión y al rato un cuerpo sin vida descendió
lentamente pendido de un paracaídas para ir a posarse a la cumbre de la montaña.

Al aproximarse la mañana Sam y Eric, que hacían su turno junto a la hoguera despertaban.
Habían dejado que la hoguera se apagase por lo que cogieron astillas para volver a encenderla.
Una vez que la encendieron se sentaron junto a ella y comenzaron a hablar. Al momento Eric
vio algo tras unas rocas, algo que a él y a su hermano les pareció horrible, algo que se
desplegaba y se hinchaba. En realidad, no era más que el paracaídas y el cuerpo inerte que
había caído del cielo la noche anterior, pero Sam y Eric pensaron que era un monstruo y salieron
corriendo despavoridamente hacia las cabañas. Allí contaron a todos lo que habían visto. Jack
propuso ir en busca de la fiera y todos los mayores parecieron estar de acuerdo con él, excepto
Piggy que parecía tener miedo. Así que Piggy se quedó con los pequeños mientras los otros
decidieron ir a buscar al monstruo. Ralph preguntó si había algún lugar en la isla donde no
hubieran estado nunca. Jack respondió que el único lugar donde no habían estado era el rabo
donde terminaba la isla. Así que decidieron ir primero allí a ver si estaba la fiera y después, si
la fiera no se encontraba en ese lugar, a la cima de la montaña. En el rabo donde terminaba la
isla había una pantalla de hierba a continuación de esta un terreno pedregoso y tras este las
grandes rocas se amontonaban formando una especie de castillo sobre un arrecife rosado.
Ralph, como jefe se vio obligado a ser el primero en explorar la zona. Avanzó hacia el arrecife,
vio el vacío a ambos lados. A la derecha había una laguna y a la izquierda un acantilado.
Comprendió que el monstruo no podía estar allí, pero aun así decidió escalar por las grandes
rocas que había sobre el arrecife. Mientras trataba de escalar por las rocas Jack llegó a su lado.
Los dos subieron hasta lo más alto.

Cuando los demás chicos vieron que no había peligro salieron de su escondite y cruzaron la
pantalla de hierba y el puente que separaba a esta de la zona pedregosa y el arrecife. Surgió la
idea de crear un fuerte en aquel lugar, pero la escasez de agua hacía poco probable esa idea.

Los chicos querían quedarse en aquel lugar jugando, pero Ralph insistió en que había que ir a
la montaña, para ver si la fiera estaba allí.

7.Sombras y árboles altos

Los chicos hicieron caso a Ralph y se dirigieron hacia la montaña. Subieron por la trocha de los
cerdos. Cuando llegaron a los frutales, el grupo entero se detuvo para comer. Después de
comer, mientras Ralph hablaba con Simon a cerca de las esperanzas de volver a casa, Roger
les llamó para mostrarles un rastro reciente de los cerdos en la trocha. Roger mostró a Ralph
su deseo por comer carne y este le dijo que cazarían siempre que no se salieran del camino.
Siguieron por la trocha hacia la montaña y de pronto un jabalí enfurecido salió de unos arbustos
en dirección a ellos. Los chavales salieron de la trocha de los cerdos a toda prisa. Ralph vio que
el jabalí se dirigía hacia él, pero en vez de correr apuntó con su lanza y le dio en el hocico al
animal. Este dio un chillido y salió corriendo en dirección al sotobosque. Jack salió tras el jabalí,
pero ni él ni los cazadores fueron capaces de cogerle. Los muchachos estaban entusiasmados
por lo sucedido, por la hazaña de Ralph y la herida que Jack tenía en el brazo. Representaron
la escena que acababan de vivir, Robert imitó al jabalí, y los otros “le propinaban golpes”. Esto
lo hacían mientras cantaban: ¡mata al jabalí!, ¡Córtale el cuello!, ¡Mata al jabalí!, ¡Pártele el
cráneo!

Siguieron caminando hacia la cima de la montaña. Se acercaba la noche y no llegaban. Ralph


dijo que alguien debía ir a decir a Piggy que iban a llegar después del anochecer. Simon se
prestó voluntario. Siguieron avanzando hasta llegar un poco más arriba. Los chicos por
cansancio y por algo de miedo no quisieron seguir subiendo. Solo Jack, Ralph y Roger. Llegaron
hasta la zona quemada. Ralph y Roger se quedaron allí por miedo y Jack continuó subiendo. Al
rato, Jack regresó diciendo con voz asustada que había visto algo en la cumbre. Entonces Ralph
decidió ir a verlo y los otros dos fueron con él. Al llegar a la hoguera, que estaba apagada, Ralph
se cegó con la ceniza y un poco por eso otro poco porque tenía algo de miedo se quedó atrás,
mientras los otros dos caminaban en dirección a la fiera. Estos vieron algo que se asemejaba a
un simio enorme sentado y con la cabeza entre las rodillas. En aquel momento se levantó el
viento y a continuación aquel ser levantó su cabeza mostrándoles a los chavales la ruina de su
rostro. Estos se asustaron y salieron corriendo montaña abajo. Ralph que oyó los gritos de sus
compañeros salió corriendo también.
8.Ofrenda a las tinieblas

Un poco después de lo sucedido en la montaña, Ralph hablaba con Piggy en la playa mientras
le contaba lo de la fiera. Jack estaba al lado. Piggy escuchaba asustado. Mientras el monstruo
estuviera en la cumbre no podrían encender el fuego y por lo tanto no les podrían rescatar. Pero
nadie se atrevería a luchar contra la fiera, ni siquiera Jack, ni sus cazadores. Así de claro lo dejó
Ralph. Una afirmación que ofendió a Jack. Este último se dirigió hacia la caracola y la hizo sonar.
Pronto todos los chavales estuvieron allí. Jack les contó lo sucedido en la montaña y además
trató de criticar a Ralph todo lo que pudo. Ralph trataba de defenderse frente a las acusaciones
del otro, pero como era Jack quién tenía la caracola, este no le daba opciones. Jack preguntó a
los chicos si creían que Ralph no debía ser el jefe, pero nadie respondía. Al ver que nadie se
atrevía a rechazar a Ralph como jefe, Jack manifestó que él no estaba dispuesto a seguir con
Ralph y él solo envuelto en lágrimas se dirigió hacia el bosque. Después de este incidente, a
Piggy se le ocurrió la idea de hacer la hoguera allí, en la plataforma. Los demás estuvieron de
acuerdo y comenzaron a llevar palos y troncos. Después de hacer la hoguera Ralph notó que
faltaba gente. Casi todos los mayores se habían ido a escondidas mientras los otros hacían la
hoguera. Solo quedaban en la plataforma Piggy, los gemelos Sam y Eric, Simon, Ralph y todos
los pequeños. Los otros habían ido en busca de Jack; le encontraron y tras las instrucciones de
este se fueron a cazar. Tuvieron suerte y pronto encontraron un jabalí hembra. Le lanzaron sus
lanzas, siguieron el rastro de sangre que esta dejó tras su huida y al final lograron capturarla.
Jack mandó a Roger que afilara un palo por los dos lados. A continuación, le mandó que lo
clavara en el suelo y luego él mismo tomó la cabeza del animal que habían cazado y la clavó
en el palo. Esa sería la ofrenda que dejarían a la bestia para que no les hiciera nada.

Más tarde tomaron el cuerpo del jabalí y lo llevaron a orto lugar para comerlo. Pero les hacía
falta fuego para asarlo, así que Jack y otros cuatro decidieron atacar a los otros para coger
fuego. Así lo hicieron y una vez allí Jack les invitó a que fueran a comer carne con ellos. Tras
decir esto Jack y sus acompañantes se marcharon. Las cosas quedaron un poco confusas en
la plataforma tras este incidente. Mientras, Simon, que estaba en el lugar donde Jack y su tribu
habían dejado la ofrenda a la bestia, sufría una crisis nerviosa. Oía como aquella cabeza le
decía cosas horribles; al momento se desmayó.

9.Una muerte se anuncia

Simon despertó, tenía la boca y la barbilla manchadas de sangre seca. Decidió enfrentarse a
sus miedos y se dirigió hacia la montaña para ver a la fiera. Le faltaban las fuerzas, por lo que
iba prácticamente arrastrándose.

Cuando llegó a la cima vio una cosa encorvada que se incorporaba de repente y le miraba desde
allí. Pero aun viendo aquella cosa horrible siguió adelante. Se acercó lo suficiente para ver con
claridad aquello que tanto miedo les había dado a los otros antes. Entonces vio el paracaídas y
el estado de descomposición del hombre que de él pendía. De pronto sopló el viento y el cuerpo
de aquel hombre se alzó, se inclinó y le arrojó su olor pestilente. Simon no pudo soportar ese
olor y acabó por vomitar. Después agarró los tirantes, los soltó de las rocas y libró al cuerpo del
viento.

Simon pensó que los demás debían saber lo que él acababa de descubrir y, aunque a duras
penas, se dirigió montaña abajo hacia la plataforma.

Ralph y Piggy jugaban mientras se bañaban en la poza. De pronto Ralph notó que faltaba gente.
No estaban ni los gemelos, ni Bill. Piggy le dijo que se habían ido donde estaba Jack a comer
carne. Ralph dijo que le traía sin cuidado, pero más tarde, Piggy manifestó con cierta timidez
que ellos también debían ir. Así lo hicieron. Cuando llegaron hasta donde se hallaban los otros,
tras unos momentos de confusión, Jack les invitó a comer de aquella carne.

Después del festín, Jack preguntó que quién se iba a unir a su tribu. Ralph trató de interrumpirle
diciendo que él era el jefe, pero Jack seguía insistiendo con su pregunta. Varios chicos
respondieron positivamente a esta pregunta.

Era de noche y se estaba preparando una gran tormenta, los truenos asustaban a los pequeños.
Ralph preguntó a Jack que qué pensaba hacer ahora que no tenían refugios. Jack saltó a la
arena y animó a los chavales para que bailaran aquella peculiar danza mientras cantaban: ¡Mata
a la fiera! ¡Córtale el cuello! ¡Derrama su sangre! Los chicos se animaron y comenzaron a bailar.

En aquel momento llegó Simon arrastrándose y diciendo algo sobre un hombre muerto en la
montaña. Los chicos no le reconocieron, le confundieron con la fiera y le apalearon hasta acabar
con él.

10.La caracola y las gafas

A la mañana siguiente, Ralph y Piggy recapacitaban en la plataforma por lo que estaba


sucediendo y más que nada por lo sucedido el día anterior. Sam y Eric eran los únicos mayores
que no se habían ido a vivir con la tribu de Jack. Pero no era eso lo que les preocupaba en este
momento, sino, lo que había sucedido la noche anterior. Ralph y Piggy eran conscientes de que
lo que habían confundido con la fiera era Simon. Estaban asustados por lo que habían hecho y
al igual que Sam y Eric no se atrevían a aceptar que estaban allí cuando sucedió todo.

La tribu de Jack se había instalado en el Peñón del Castillo. Habían diseñado un sistema de
defensa para vigilar la entrada desde la tierra firme hasta el Peñón. Habían empotrado un tronco
bajo una roca y otro bajo aquel haciendo palanca, de tal forma que la roca podía ser despeñada
yendo a caer justo en el istmo que unía el Peñón con la tierra firme.

En la caverna se hallaban Jack y todos los demás. El jefe contaba los planes a su gente.
Pensaba ir a cazar al día siguiente; pero esta vez no irían todos. Unos se quedarían preparando
la cueva y otros defendiendo el Castillo por si venían los otros o la fiera. Jack volvió a mentar lo
de ir a cazar el día siguiente y entonces Bill le recordó que no tenían nada para encender el
fuego. Entonces Jack decidió atacar esa misma noche junto con Maurice y Roger a los otros.

Al otro lado de la isla, Ralph, Piggy y los gemelos buscaban leña para encender la hoguera. Ya
no eran capaces de mantenerla encendida todo el día, pues sólo eran cuatro. Decidieron dejar
que se apagara esa noche y se fueron a uno de los refugios. Mientras hablaban, sintieron un
ruido fuera, al momento alguien entró en el refugio y comenzó una pelea. Cuando todo acabó
vieron como tres individuos corrían en dirección al Peñón. Ralph fue a ver si se habían llevado
la caracola, pero no era esto lo que se habían llevado, sino las gafas de Piggy.

11.El Peñón del Castillo

A la mañana siguiente Ralph, Piggy, Sam y Eric estaban sentados al lado de los restos de la
hoguera. Ralph estaba soplando las cenizas intentando que volviera a prender, pero era inútil.
Necesitaban una hoguera, pero no había forma de conseguirla, pues ni la hoguera apagada iba
a renacer ni tenían las gafas de Piggy para hacer otra. Piggy necesitaba sus gafas, era incapaz
de ver sin ellas, así que pidió a Ralph que tocara la caracola para convocar una asamblea y
este aun sabiendo que era inútil, puesto que los únicos que iban a venir eran los peques, así lo
hizo. Piggy comunicó a todos su problema y conscientes de ello, y de que sin gafas no habría
hoguera, decidieron ir al Castillo a buscarlas.

Decidieron comer algo antes de ir al Castillo. Después marcharon. Piggy que tenía que ser
guiado por sus amigos, llevaba la caracola entre sus manos. Al llegar al Peñón, Ralph tomó la
caracola y la hizo sonar. Al momento varios chicos con las caras pintadas se acercaron hasta
llegar al istmo. Jack no estaba, se había ido a cazar. Ralph les contó lo del fuego y lo de las
gafas de Piggy. Los chicos con las caras pintadas se burlaron de Piggy. Cuando se llevaba a
cabo esta burla llegó Jack acompañado de otros dos chicos. Tras de ellos, en el suelo había un
jabalí muerto. Pronto comenzó una pelea entre Ralph y Jack. Más tarde cesó la pelea y Ralph
les volvió a recordar las razones por las que habían ido hasta allí. Les volvió a recordar lo de
las gafas de Piggy, a lo que respondieron con burlas, y que sin una hoguera nunca les
rescatarían. Jack, sin hacer demasiado caso de lo que Ralph decía, ordenó a su gente que
cogieran a los gemelos. Así lo hicieron, les ataron y les derribaron. Ralph enfureció y de nuevo
comenzó un forcejeo entre él y Jack. Entonces Piggy tomó la caracola y comenzó a criticar a
los de la tribu de Jack. De pronto se oyó el sonido de una enorme piedra. Roger había hecho
palanca sobre aquel tronco que estaba empotrado bajo ella y la había hecho rodar. La gran roca
fue a caer justo encima de Piggy. Este saltó por los aires, al costado de la roca, girando al mismo
tiempo. Piggy cayó a más de doce metros de distancia y quedó tendido boca arriba. Le habían
matado. Y eso era lo que pretendían hacer más tarde con Ralph. Este salió corriendo mientras
la tribu de Jack le perseguía lanzándole sus lanzas. No consiguieron cogerle y al llegar hasta
donde estaba el jabalí muerto Jack ordenó que volvieran al Peñón. Allí obligaron a los gemelos
a formar parte de la tribu.

12.El grito de los cazadores

Después de la huida, de inspeccionar sus heridas y de cerciorarse de que no corría peligro,


Ralph, aprovechó para ir a saciar su hambre a los frutales. Durante toda la mañana no dejó de
preguntarse por lo que iba a pasar entre él y la tribu de Jack. Temía que los salvajes hicieran
con él lo mismo que hicieron con Piggy y con Simon. Pero por otro lado intentaba consolarse
pensando que quizá se olvidasen de él.

Después de comer se dirigió a la playa. Observó la plataforma y las cabañas destrozadas.


Comprendió que allí no tenía nada que hacer y decidió regresar al Peñón del Castillo. Al llegar
la noche llegó al soto que había frente al Peñón. Observó la cima del Peñón y vio como el que
estaba vigilando se retiraba para dar paso a otros dos. Las figuras de estos eran clavadas a las
de los gemelos Sam y Eric. Ralph decidió acercarse para hablar con ellos. Estos le contaron
que les habían obligado a formar parte de la tribu y que al día siguiente iban a salir en su busca.
Ralph preguntó que qué era lo que le iban a hacer si le capturaban. Los gemelos no contestaron
con claridad a esa pregunta, sólo cuando sintieron que alguien se acercaba y Ralph no tuvo
más remedio que marcharse los gemelos le dijeron que Roger había afilado un palo por las dos
puntas. Ralph aprovechó para decirles a los gemelos que se iba a esconder en los matorrales
y que intentaran alejarlos de allí.

Ralph fue hasta donde les había dicho a los otros y allí pasó la noche. Por la mañana le
despertaron las voces de los salvajes. Se escondió bien dentro de un matorral y allí esperó. Más
tarde oyó como uno de los gemelos gemía y era sometido a la burla por parte de los otros
mientras se veía obligado a decirle a uno de los salvajes, que parecía ser Jack, donde se
encontraba Ralph. Este le debió indicar el lugar. Ralph se preparó para luchar, pero los salvajes
regresaron al Peñón. Al rato Jack y su tribu apareció empujando una gran roca en dirección al
lugar donde se encontraba Ralph. Además, habían pendido fuego a la isla y este avanzaba
hacia él. Ralph se sintió en peligro y huyó hacia el bosque; pero antes tubo que acabar con un
salvaje que se interponía en su camino. Los otros vieron al salvaje en el suelo y salieron en
busca de Ralph. Este último ya no sabía que hacer: esconderse, subirse a un árbol o romper la
línea que formaban los salvajes. Se escondió, le descubrieron y cuando parecía que su fin iba
a llegar, se topó con un oficial de marina que había visto el fuego y se había acercado a la isla
para rescatarlos. El oficial se quedó asombrado al ver las pintas de los chicos y al oír la noticia
de las dos trágicas muertes.

Autor:

William Golding

Nació en St Columb Minor, Cornwall, (Gran Bretaña) en 1911.

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