VIH Informe

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

“VIH/SIDA”

DOCENTE:
Mg. Gloria Odilia Torres Alva

INTEGRANTES:
● Capurro Carlos, Ana Lucia
● Echevarria Barrantes, Ingrid Yuriko
● Medina Alvarez, Camila Nicole
● Neciosup Nuñez, Brisa

CURSO:
Cuidado en la Salud de la Mujer

Trujillo - Peru
2023
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN……………………………….……………………………03

II. DEFINICIÓN…………………………………………….……………………04

III. EPIDEMIOLOGÍA……………………………………………………………05

IV. FACTORES DE RIESGO………..………………………….………………...06

V. DIAGNÓSTICOS………………………………………………………………07

VI. FISIOPATOLOGÍA…………………………………………..………………...08

VII. TRATAMIENTO………………………………………………….…………….09

VIII. COMPLICACIONES…………………………………………………………...10

IX. SIGNOS Y SÍNTOMAS…………………………………………..……………..11

X. MANEJO SINDRÓMICO……………………………………………………....12

XI. SÍNDROMES ASOCIADOS AL VIH………………………………………….13

XII. PREVENCIÓN…………………………………………………...…………...…14

XIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………..…..15


INTRODUCCIÓN

La epidemia del VIH/SIDA ha sido uno de los desafíos de salud pública más significativos y
duraderos del siglo pasado y el presente. Desde su aparición en la década de 1980, el Virus de
la Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha afectado a millones de personas en todo el mundo,
transformando la forma en que la sociedad aborda la salud, los derechos humanos y la
igualdad.

En este informe, explicaremos en profundidad la naturaleza de esta enfermedad, su impacto


global, las últimas investigaciones científicas, los avances en el tratamiento y la prevención,
así como los desafíos continuos que enfrentamos en la lucha contra el VIH/SIDA. Nuestro
objetivo es proporcionar una visión integral de esta pandemia, su historia, fisiopatología,
diagnóstico, tratamiento y el contexto social que la rodea.

El VIH/SIDA no solo es un problema médico, sino también un desafío social, ético y de


derechos humanos. En este informe, analizaremos cómo la estigmatización y la
discriminación continúan siendo obstáculos para el acceso a la atención y el apoyo, y cómo la
educación y la concienciación son herramientas cruciales en la prevención y la promoción de
la igualdad.

A medida que avanzamos en esta exploración, recordemos que la lucha contra el VIH/SIDA
es una responsabilidad compartida y un llamado a la solidaridad global. El conocimiento y la
comprensión son las primeras herramientas para abordar esta epidemia de manera efectiva y
trabajar juntos para un mundo sin VIH/SIDA.
I. DEFINICIÓN

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un microorganismo que pertenece a la


familia de los retrovirus. Una característica distintiva del VIH es su capacidad para atacar el
sistema inmunológico del organismo. Al ingresar al cuerpo, el virus se dirige a las células
CD4, que son un tipo de glóbulo blanco esenciales para el funcionamiento adecuado del
sistema inmunológico. Una vez dentro de estas células, el VIH replica su material genético y
utiliza los mecanismos celulares para producir más copias de sí mismo. Este proceso
debilita progresivamente el sistema inmunológico, comprometiendo su capacidad para
defender el cuerpo contra infecciones y enfermedades.

El VIH se transmite principalmente a través de tres vías: relaciones sexuales sin protección,
el intercambio de agujas contaminadas durante el consumo de drogas intravenosas y de
madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia materna. Sin embargo, no se transmite
por contacto casual, como abrazos, besos, apretones de manos o compartir utensilios. Es
importante destacar que el VIH no discrimina por edad, género u orientación sexual, y puede
afectar a cualquier persona, independientemente de su condición social o económica.

Si no se trata adecuadamente, la infección por VIH puede evolucionar hacia el Síndrome de


Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), una etapa avanzada en la que el sistema inmunológico
está gravemente dañado. Esto hace que el cuerpo sea vulnerable a infecciones oportunistas
que normalmente no representan una amenaza para una persona sana. Sin embargo, los
avances en la medicina han llevado al desarrollo de terapias antirretrovirales altamente
efectivas que pueden controlar la replicación del virus y permitir a las personas con VIH
llevar una vida prolongada y relativamente normal.

El diagnóstico temprano del VIH es crucial para iniciar el tratamiento adecuado y prevenir el
progreso de la enfermedad. Las pruebas de detección de VIH están ampliamente
disponibles y confidenciales. Además, la prevención juega un papel fundamental en la lucha
contra la propagación del virus. El uso consistente de preservativos en las relaciones
sexuales, el acceso a programas de intercambio de agujas y la promoción de prácticas
seguras en el consumo de drogas son medidas importantes para reducir la transmisión del
VIH.

A nivel global, la lucha contra el VIH ha sido una prioridad de salud pública durante décadas.
Se han establecido organizaciones, programas y campañas de concienciación para educar
a la población sobre la prevención y el manejo del VIH. La investigación médica también ha
contribuido significativamente a la comprensión y el tratamiento de esta infección. A pesar
de los avances, la lucha contra el VIH continúa, y el acceso equitativo a la prevención y el
tratamiento sigue siendo un objetivo importante en la agenda de salud mundial.

En resumen, el VIH es un virus que afecta al sistema inmunológico del cuerpo humano,
debilitando su capacidad para combatir infecciones y enfermedades. Se transmite
principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, el intercambio de agujas
contaminadas y de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia. Si no se trata
adecuadamente, puede evolucionar hacia el SIDA, una etapa avanzada de la infección. Sin
embargo, gracias a los avances en la medicina, existen tratamientos efectivos que permiten
a las personas con VIH llevar una vida relativamente normal.
II. EPIDEMIOLOGÍA

La epidemiología del VIH abarca el estudio de la distribución, determinantes y control de la


infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana a nivel poblacional. Desde su
identificación en la década de 1980, el VIH ha sido objeto de extensas investigaciones
epidemiológicas para comprender su propagación y desarrollar estrategias de prevención y
tratamiento.

La epidemia de VIH ha tenido un impacto significativo en la salud global, especialmente en


regiones como África subsahariana, donde la prevalencia del VIH es alta. Según datos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 había aproximadamente 37.7 millones de
personas viviendo con VIH en el mundo. Aunque se ha observado una disminución en la
tasa de nuevas infecciones en los últimos años, el VIH sigue siendo una carga importante
para la salud pública.

Las tasas de infección por VIH varían según la edad, el sexo, la orientación sexual y el
acceso a servicios de salud. Los grupos de población con mayor riesgo incluyen a hombres
que tienen relaciones sexuales con hombres, personas que se inyectan drogas y
trabajadores/as sexuales. Además, la transmisión de madre a hijo durante el embarazo,
parto o lactancia sigue siendo una preocupación importante.

La prevención del VIH es esencial para controlar su propagación. Estrategias como la


promoción del uso de preservativos, la expansión de programas de intercambio de
jeringuillas y el acceso a la profilaxis preexposición (PrEP) han demostrado ser efectivas en
reducir la transmisión. Además, las pruebas de detección del VIH son fundamentales para el
diagnóstico temprano y el inicio oportuno del tratamiento antirretroviral.

El tratamiento del VIH ha experimentado avances significativos con la introducción de


terapias antirretrovirales (TAR). Estos medicamentos ayudan a suprimir la replicación del
virus, permitiendo a las personas con VIH llevar vidas saludables y prolongadas. Sin
embargo, el acceso equitativo a estos tratamientos sigue siendo un desafío, especialmente
en áreas con recursos limitados.

La estigmatización y la discriminación siguen siendo barreras significativas en la prevención


y el tratamiento del VIH. Estos factores pueden desincentivar a las personas de buscar
pruebas y tratamiento, lo que contribuye a la propagación del virus. Por tanto, la educación y
la sensibilización son cruciales para combatir el estigma asociado al VIH.

En conclusión, la epidemiología del VIH abarca la investigación y el análisis de la


distribución y determinantes de esta infección a nivel poblacional. A pesar de avances en
prevención y tratamiento, el VIH sigue siendo un importante desafío para la salud global. La
prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos eficaces son esenciales en
la lucha contra el VIH. Además, la educación y la reducción del estigma son fundamentales
para abordar esta epidemia de manera integral.
III. FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo del VIH abarcan una serie de comportamientos y circunstancias que
aumentan la probabilidad de adquirir la infección. Uno de los principales factores es tener
relaciones sexuales sin protección con una pareja que tenga el VIH o cuyo estado de VIH
sea desconocido. Esto incluye relaciones vaginales, anales u orales sin el uso de condones
o barreras de protección.

El intercambio de agujas y jeringuillas durante la inyección de drogas, especialmente en


entornos donde se comparten utensilios sin esterilizar, es otro factor de riesgo importante.
Esta vía de transmisión es una fuente significativa de infecciones por VIH, y es por eso que
los programas de intercambio de jeringuillas son una estrategia clave para reducir la
propagación del virus entre personas que se inyectan drogas.

El sexo anal sin protección se considera de alto riesgo debido a la mayor probabilidad de
desgarros en el tejido rectal, lo que facilita la entrada del virus al torrente sanguíneo.
También existen factores biológicos que pueden aumentar el riesgo, como la presencia de
otras infecciones de transmisión sexual (ITS) que pueden facilitar la transmisión del VIH.

Las personas con múltiples parejas sexuales o aquellas que tienen relaciones con personas
que tienen múltiples parejas tienen un mayor riesgo de exposición al VIH. Además, la
promiscuidad en el contexto de relaciones sexuales sin protección incrementa la
probabilidad de contraer la infección.

La transmisión vertical, de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia, es otro factor
de riesgo importante si la madre está infectada. Sin embargo, con intervenciones médicas y
tratamientos antirretrovirales adecuados, el riesgo de transmisión vertical se reduce
considerablemente.

La falta de acceso a servicios de salud, incluyendo pruebas de detección y tratamiento,


también se considera un factor de riesgo, ya que retrasa el diagnóstico y la intervención
temprana.

En resumen, los factores de riesgo del VIH incluyen tener relaciones sexuales sin protección
con una pareja infectada o cuyo estado de VIH es desconocido, el intercambio de agujas y
jeringuillas al consumir drogas intravenosas, el sexo anal sin protección, la presencia de
otras infecciones de transmisión sexual, la promiscuidad y la transmisión vertical de madre a
hijo. Además, la falta de acceso a servicios de salud también aumenta el riesgo de adquirir
la infección. Es importante comprender estos factores para tomar medidas preventivas y
reducir la propagación del VIH.
IV. DIAGNÓSTICOS

El diagnóstico del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) se realiza mediante pruebas


específicas que detectan la presencia del virus o los anticuerpos producidos en respuesta a la
infección. Aquí hay tres tipos principales de pruebas para diagnosticar el VIH:

1. Prueba de detección de anticuerpos del VIH (ELISA o EIA): Esta es la prueba inicial
que se realiza en la mayoría de los casos. Detecta la presencia de anticuerpos contra el VIH
en la sangre, que el cuerpo produce como respuesta a la infección. Sin embargo, puede llevar
varias semanas o incluso meses después de la infección para que los anticuerpos sean
detectables en cantidades significativas. Por lo tanto, una prueba negativa en las primeras
semanas después de la exposición al VIH no descarta la infección.

2. Prueba de Western blot: Si la prueba de detección de anticuerpos es positiva, se realiza


una prueba de Western blot para confirmar el diagnóstico. Esta prueba busca la presencia de
proteínas específicas del VIH en la sangre. Es más específica que la prueba de detección de
anticuerpos y ayuda a reducir los falsos positivos.

3. Pruebas de ácido nucleico (PCR): Estas pruebas detectan el material genético del VIH
(ARN) en la sangre. Son muy sensibles y pueden detectar la infección temprana, incluso antes
de que los anticuerpos sean detectables. Las pruebas de PCR se utilizan comúnmente en la
detección temprana del VIH en bebés nacidos de madres VIH positivas y en situaciones de
exposición de alto riesgo.

Además de estas pruebas básicas, existen otras pruebas especializadas para evaluar la carga
viral (cantidad de VIH en la sangre) y la cantidad de células CD4 (un tipo de células
inmunitarias) en la sangre. Estas pruebas se utilizan para monitorear la progresión de la
infección y la respuesta al tratamiento.

Es importante recordar que el diagnóstico del VIH es un proceso confidencial, y las pruebas
pueden realizarse en clínicas de salud, hospitales o centros de pruebas de VIH. También se
pueden obtener kits de prueba en el hogar para realizar la prueba por uno mismo, pero es
importante seguir las instrucciones cuidadosamente y buscar atención médica adecuada en
caso de un resultado positivo.
V. FISIOPATOLOGÍA

La fisiopatología del VIH/SIDA (Virus de la Inmunodeficiencia Humana / Síndrome de


Inmunodeficiencia Adquirida) es un proceso complejo que involucra la interacción entre el
virus, el sistema inmunológico y diversos sistemas de órganos en el cuerpo humano. Aquí se
presenta una visión general de la fisiopatología del VIH/SIDA:

1. Infección inicial: La infección por el VIH comienza cuando el virus entra en el cuerpo a
través de la exposición a fluidos corporales infectados, como sangre, semen, secreciones
vaginales o leche materna. El VIH infecta principalmente las células del sistema
inmunológico llamadas células T CD4, que desempeñan un papel crucial en la coordinación
de la respuesta inmunológica.

2. Replicación del VIH: Una vez dentro del organismo, el VIH se une a los receptores en la
superficie de las células T CD4 y penetra en ellas. Luego, el virus utiliza la maquinaria
celular para replicarse y producir copias de sí mismo. A medida que el VIH se reproduce,
destruye gradualmente las células T CD4, lo que debilita el sistema inmunológico.

3. Disminución de células T CD4: Con el tiempo, la infección continúa con el VIH conduce
a una disminución progresiva en el número de células T CD4 en la sangre. Esto debilita la
capacidad del sistema inmunológico para defenderse contra infecciones y enfermedades.
Cuando el número de células T CD4 disminuye por debajo de un cierto umbral (generalmente
alrededor de 200 células/mm³), el paciente se considera tener SIDA.

4. Aumento de la replicación viral: A medida que progresa la infección por VIH, la


replicación viral aumenta y la carga viral (cantidad de VIH en la sangre) se eleva. Esto resulta
en una mayor destrucción de las células T CD4 y una mayor debilitación del sistema
inmunológico.

5. Susceptibilidad a infecciones oportunistas: La reducción del sistema inmunológico hace


que la persona sea susceptible a una variedad de infecciones oportunistas, que son infecciones
graves que normalmente no afectarían a personas con un sistema inmunológico saludable.
Estas infecciones pueden incluir neumonía por Pneumocystis jirovecii, tuberculosis,
infecciones por citomegalovirus, y varios tipos de cáncer, entre otros.

6. Manifestaciones clínicas: A medida que avanza el VIH/SIDA, los pacientes pueden


experimentar una serie de síntomas y complicaciones, incluyendo pérdida de peso
inexplicada, fiebre persistente, diarrea crónica, sudores nocturnos, fatiga extrema y deterioro
cognitivo. Estos síntomas y condiciones médicas son el resultado directo de la
inmunodeficiencia causada por la infección por VIH.

7. Tratamiento: El tratamiento antirretroviral (TAR) es fundamental en el manejo del


VIH/SIDA. Los medicamentos antirretrovirales ayudan a reducir la replicación viral,
mantener la carga viral baja y permiten que las células T CD4 se recuperen. Esto fortalece el
sistema inmunológico y ayuda a prevenir la progresión de la enfermedad y la aparición de
complicaciones graves.

VI. TRATAMIENTO

El tratamiento del VIH/SIDA se basa en el uso de medicamentos antirretrovirales (ARV) para


controlar la replicación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en el cuerpo y
mantener el sistema inmunológico en un estado saludable. El tratamiento no cura el VIH,
pero puede ayudar a las personas que viven con VIH a llevar una vida más larga y saludable,
prevenir la progresión a la etapa avanzada del SIDA y reducir el riesgo de transmitir el virus a
otras personas. Aquí se presentan los aspectos clave del tratamiento del VIH/SIDA:

● Iniciar el tratamiento: La terapia antirretroviral (TAR) generalmente se inicia tan


pronto como se confirma el diagnóstico de VIH. Comenzar el tratamiento temprano es
fundamental para reducir la carga viral y preservar la función inmunológica. No
obstante, el momento preciso de inicio puede variar según la situación individual.

● Selección del régimen ARV: El médico selecciona un régimen de ARV específico


para cada paciente. Estos regímenes incluyen una combinación de medicamentos
ARV de diferentes clases (inhibidores de la transcriptasa inversa, inhibidores de
proteasa, inhibidores de la integrasa, entre otros). La elección depende de factores
como la carga viral, la cantidad de células CD4, la historia médica y los posibles
efectos secundarios.

● Adherencia al tratamiento: Es esencial tomar los medicamentos ARV de manera


regular y según las indicaciones del médico. La falta de adherencia puede llevar a la
resistencia del VIH a los medicamentos y al fracaso del tratamiento. Los pacientes
deben tomar los medicamentos a la misma hora todos los días y comunicarse con su
médico si experimentan efectos secundarios o problemas para tomar los
medicamentos.

● Seguimiento médico: Los pacientes con VIH/SIDA deben someterse a un


seguimiento médico regular para evaluar la efectividad del tratamiento. Esto incluye
pruebas de carga viral para medir la cantidad de VIH en la sangre y análisis de sangre
para monitorear el recuento de células CD4. Los resultados de estas pruebas guían los
ajustes en el tratamiento.

● Manejo de efectos secundarios: Los medicamentos ARV pueden tener efectos


secundarios, como náuseas, diarrea, erupciones cutáneas o cambios en la función
hepática. Los pacientes deben informar a su médico sobre cualquier efecto secundario
para que se puedan tomar medidas adecuadas, como ajustar el régimen ARV o recetar
medicamentos para controlar los síntomas.

● Prevención de infecciones oportunistas: En algunos casos, el médico puede recetar


medicamentos adicionales para prevenir infecciones oportunistas, especialmente en
personas con recuentos de células CD4 bajos. Esto puede incluir profilaxis contra la
neumonía por Pneumocystis jirovecii, la tuberculosis u otras infecciones comunes.

● Estilo de vida saludable: Mantener un estilo de vida saludable es importante para las
personas con VIH/SIDA. Esto incluye llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio
regularmente, evitar el tabaco y el alcohol en exceso, y tomar medidas para prevenir la
transmisión del VIH a otras personas.

● Apoyo psicológico y social: Vivir con VIH/SIDA puede ser emocionalmente


desafiante. El apoyo psicológico y social, que puede incluir terapia, grupos de apoyo y
redes de amigos y familiares, puede ser invaluable para mantener la salud mental y
emocional.

El tratamiento del VIH/SIDA ha avanzado significativamente en las últimas décadas, lo que


ha permitido a muchas personas con VIH llevar una vida prolongada y saludable. Sin
embargo, es crucial seguir las recomendaciones médicas y el tratamiento de manera rigurosa
para lograr los mejores resultados. Además, es importante buscar atención médica temprana
si se sospecha que se ha estado expuesto al VIH para iniciar el tratamiento lo antes posible.

VII. COMPLICACIONES:
Las complicaciones surgen debido a la capacidad del VIH para debilitar el sistema
inmunológico del cuerpo, lo que hace que la persona sea más susceptible a infecciones y
enfermedades que normalmente serían controladas por un sistema inmunológico sano.
Algunas de las complicaciones más comunes asociadas con el VIH incluyen:

● SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida): El SIDA es la etapa avanzada


de la infección por VIH, caracterizada por una inmunodeficiencia severa. En esta
etapa, el sistema inmunológico está gravemente dañado y la persona es vulnerable a
infecciones graves y afecciones oportunistas.
● Infecciones oportunistas: Estas son infecciones que se aprovechan de un sistema
inmunológico debilitado. Pueden ser causadas por microorganismos que normalmente
no causarían enfermedades en personas sanas, como ciertos tipos de bacterias, hongos,
virus y parásitos.
● Enfermedades pulmonares: Las infecciones pulmonares, como la neumonía por
Pneumocystis jirovecii y la tuberculosis, son comunes en personas con VIH avanzado.
● Infecciones del sistema nervioso central: El VIH puede afectar el sistema nervioso
central, dando lugar a afecciones como la encefalitis, la meningitis y la neuropatía.
● Cánceres relacionados con el VIH: Las personas con VIH tienen un mayor riesgo de
desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el sarcoma de Kaposi, el linfoma no Hodgkin
y el cáncer de cuello uterino.
● Problemas gastrointestinales: Esto puede incluir diarrea crónica, úlceras bucales y
esofagitis.
● Problemas cardíacos y vasculares: Las personas con VIH tienen un mayor riesgo de
enfermedad cardíaca y enfermedades relacionadas con los vasos sanguíneos.
● Trastornos hematológicos: El VIH puede afectar la producción y función de las
células sanguíneas, lo que puede dar lugar a anemia y trastornos de la coagulación.
● Problemas renales y hepáticos: El VIH puede afectar el funcionamiento de los
riñones y el hígado.
● Problemas metabólicos y endocrinos: Esto puede incluir alteraciones en el
metabolismo de los lípidos y glucosa, lo que aumenta el riesgo de diabetes y
enfermedad cardiovascular.

El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) puede tener implicaciones significativas


durante el embarazo, tanto para la madre como para el feto. Sin embargo, con un manejo
médico adecuado, el riesgo de transmitir el VIH al bebé y de complicaciones relacionadas con
el VIH se puede reducir considerablemente.
Algunas de estas complicaciones pueden incluir:

● Transmisión vertical del VIH : Si no se toman medidas preventivas, existe un riesgo


de transmitir el VIH de la madre al feto durante el embarazo, el parto o la lactancia. El
tratamiento antirretroviral (TAR) puede reducir significativamente este riesgo.
● Mayor riesgo de infecciones oportunistas : Las mujeres embarazadas con VIH
tienen un sistema inmunológico debilitado, lo que puede aumentar el riesgo de
infecciones oportunistas tanto para la madre como para el feto.
● Mayor riesgo de complicaciones obstétricas : Las mujeres con VIH pueden tener un
mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo, como preeclampsia, parto
prematuro o bajo peso al nacer del bebé.
● Mayor riesgo de parto prematuro : Algunos estudios sugieren que las mujeres con
VIH pueden tener un mayor riesgo de parto prematuro.
● Bajo peso al nacer : Los bebés nacidos de madres con VIH pueden tener un mayor
riesgo de bajo peso al nacer, lo que puede llevar a problemas de salud a corto y largo
plazo.

VIII. SIGNOS Y SÍNTOMAS


Los signos y síntomas del VIH pueden variar de una persona a otra y pueden tardar años en
desarrollarse. Algunas personas pueden ser asintomáticas durante mucho tiempo, mientras
que otras pueden experimentar síntomas poco después de la infección, los síntomas iniciales
de una infección aguda por VIH pueden ser similares a los de la gripe y pueden aparecer entre
2 y 4 semanas después de la exposición al virus. Estos síntomas pueden incluir:
● Fiebre: La fiebre, especialmente en los primeros días o semanas después de la
infección, es un síntoma común del VIH.
● Fatiga: La fatiga extrema o la sensación de debilidad constante pueden ser síntomas
persistentes.
● Ganglios linfáticos inflamados: Los ganglios linfáticos pueden hincharse en varias
áreas del cuerpo, como el cuello, la ingles y las axilas.
● Dolor de garganta: La inflamación de la garganta y la dificultad para tragar pueden
ocurrir en las etapas tempranas de la infección.
● Erupciones cutáneas: Pueden aparecer erupciones en la piel, a menudo rojas, planas
o elevadas, que pueden ser pruriginosas.
● Pérdida de peso inexplicada: La pérdida de peso no explicada por cambios en la
dieta o el ejercicio puede ser un signo de infección por VIH.
● Úlceras bucales o heridas recurrentes: Las úlceras en la boca o las heridas que
tardan en sanar pueden ser síntomas.
● Sudores nocturnos: Sudores excesivos durante la noche, a menudo empapando la
ropa de cama.
● Diarrea crónica: La diarrea persistente durante más de una semana puede ser un
síntoma.
● Tos seca persistente: Una tos crónica que no se resuelve con tratamiento puede ser un
síntoma.
● Infecciones oportunistas: El VIH debilita el sistema inmunológico, lo que puede
aumentar el riesgo de infecciones oportunistas, como la neumonía por Pneumocystis
jirovecii y la tuberculosis, entre otras.

IX. MANEJO SINDRÓMICO:


Se refiere a un enfoque de atención médica que se basa en la identificación y tratamiento de
los síntomas y problemas médicos específicos que presenta una persona, sin necesidad de un
diagnóstico preciso. Este enfoque es especialmente relevante en entornos con recursos
limitados donde no siempre es posible realizar pruebas específicas o donde los resultados de
laboratorio pueden demorar.
Algunas consideraciones clave en el manejo sindrómico del VIH:

● Evaluación de síntomas : El médico evalúa y trata los síntomas y problemas médicos


que presenta el paciente sin necesidad de esperar los resultados de las pruebas de VIH.
Esto puede incluir el tratamiento de infecciones oportunistas, síntomas de
enfermedades de transmisión sexual u otras afecciones médicas.
● Tratamiento preventivo : Se pueden recetar medicamentos preventivos para reducir
el riesgo de ciertas infecciones oportunistas en personas con VIH conocido o
sospechado. Por ejemplo, se pueden administrar profilaxis para la tuberculosis, la
neumonía por Pneumocystis jirovecii y otras infecciones comunes en personas con
VIH.
● Educación y consejería : Se brinda educación y consejería a las personas sobre cómo
prevenir la transmisión del VIH a otras personas y cómo mantener un estilo de vida
saludable.
● Acceso a antirretrovirales : En entornos donde se practica el manejo sindrómico, es
fundamental que las personas con síntomas o condiciones compatibles con el VIH
tengan acceso a medicamentos antirretrovirales (TAR) lo antes posible, incluso antes
de que se realicen pruebas de VIH confirmatorias. Esto puede ayudar a reducir la
carga viral y mejorar la salud general del paciente.
● Seguimiento clínico : Las personas que reciben tratamiento basado en síntomas deben
ser monitoreadas de cerca por un equipo médico para evaluar su respuesta al
tratamiento y realizar pruebas de VIH confirmatorias en el momento adecuado.

X. Síndromes asociados al VIH

● Síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (SIRI): Los pacientes que


empiezan la terapia antirretroviral a veces experimentan deterioro clínico, incluso
aunque las concentraciones de HIV en la sangre se supriman y su recuento de CD4
aumenta, debido a una reacción inmunitaria contra las infecciones oportunistas
subclínicas o contra antígenos microbianos residuales tras el tratamiento exitoso de las
infecciones oportunistas. El SIRI ocurre generalmente en los primeros meses de
tratamiento, pero en ocasiones se retrasa. El SIRI puede complicar prácticamente
cualquier infección oportunista e incluso tumores (p. ej., el sarcoma de Kaposi), pero
suele ser autolimitada o responde a los regímenes breves de corticosteroides.
El SIRI tiene dos formas:

- SIRI paradójico, que se refiere al empeoramiento de los síntomas debido a una


infección previamente diagnosticada
- SIRI desenmascarado, que se refiere a la primera aparición de síntomas de una
infección no diagnosticada previamente.

● Síndrome consuntivo. El VIH/SIDA sin tratar puede provocar una pérdida de peso
significativa, a menudo acompañada de diarrea, debilidad crónica y fiebre.
● Complicaciones neurológicas. El VIH puede provocar síntomas neurológicos, como
desorientación, mala memoria, depresión, ansiedad y dificultad para caminar. Los
trastornos neurocognitivos asociados al VIH pueden variar desde síntomas leves,
como cambios de comportamiento y funcionamiento mental reducido, hasta demencia
grave que causa debilidad e incapacidad para funcionar.
● Enfermedad renal. La nefropatía asociada al VIH consiste en la inflamación de los
pequeños filtros de los riñones que eliminan el exceso de líquidos y de desechos de la
sangre, y los transportan a la orina. Afecta más a menudo a personas de raza negra o
hispanohablantes.
● Enfermedad hepática. La enfermedad hepática también es una complicación
importante, especialmente en las personas que también tienen hepatitis B o hepatitis
C.
XI. PREVENCIÓN
Para ayudar a prevenir la propagación del VIH:

● Hágase pruebas de detección. Las personas que no saben que están infectadas con
VIH y que se ven y se sienten saludables son más propensas a transmitirlo a otras
personas.
● NO use drogas ilícitas y no comparta agujas ni jeringas. Muchas comunidades tienen
programas de intercambio de jeringas donde usted puede desechar las jeringas usadas
y recibir jeringas nuevas y estériles.
● Evite el contacto con la sangre de otra persona. En lo posible, use ropa protectora, una
máscara y gafas de seguridad cuando atienda a personas lesionadas.
● Si usted obtiene un resultado positivo en el examen para VIH, puede transmitirle el
virus a otros. No debe donar sangre, plasma, órganos ni esperma.
● Las mujeres VIH positivas que podrían quedar embarazadas deben hablar con su
proveedor sobre los riesgos para el feto. También deben analizar métodos para evitar
que el bebé resulte infectado, como tomar medicamentos antirretrovirales durante el
embarazo.
● La lactancia materna se debe evitar para prevenir la transmisión del VIH al bebé a
través de la leche materna.
● Considerar la posibilidad de medicarse cada día, lo que se llama profilaxis
pre-exposición (PrEP, por sus siglas en inglés) si hay un riesgo muy alto de infección
(por ejemplo, si se han mantenido relaciones sexuales regulares con una persona
positiva al VIH)
XII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Dunn DT, Newell ML, Ades AE, Peckham CS: Risk of human immunodeficiency
virus type 1 transmission through breastfeeding. Lancet 340(8819):585-588, 1992.
doi:10.1016/0140-6736(92)92115-v
2. Koralnik IJ Neurologic Diseases Caused by HIV tipe 1 and Opportunistic Infections
In Mandell, Douglas and Bennett´s Principles and Practice of Infectious Diseases 7th
edition Philadelphia, PA Churchill Livingstone 2010;1737-1743.
3. Tamási B, Marschalkó M, Kárpáti S. Skin symptoms associated with human
immunodeficiency virus infection. Orv Hetil. 2015;156:10-8
4. Gómez Gómez, J. J., Mayorga Calderón, M., Pérez Moreno, J. O., Rojas Sánchez, L.
Z., Orozco Vargas, L. C., & Camargo Figuera, F. A. (2013). Prevalencia de
diagnósticos de enfermería en personas con VIH/SIDA. Enfermeria global, 12(32),
1-10.
5. Varela Arévalo, M. T., Salazar Torres, I. C., & Correa Sánchez, D. (2008). Adherencia
al tratamiento en la infección por vih/sida: consideraciones teóricas y metodológicas
para su abordaje. Acta colombiana de psicología, 11(2), 101-113.
6. Margulies, S., Barber, N., & Recoder, M. L. (2006). VIH-SIDA y" adherencia" al
tratamiento enfoques y perspectivas. Antípoda. Revista de antropología y arqueología,
(3), 281-300.
7. Soto Ramírez, L. E. (2000). Fisiopatología y tratamiento del síndrome de
inmunodeficiencia adquirida. Rev. invest. clín, 60-71.
8. Del Valle, V. A. L., Moscol, G. B. T., Landivar, N. D. R. V., & Vega, M. B. G. (2018).
Algunas consideraciones sobre el VIH/SIDA. RECIMUNDO: Revista Científica de la
Investigación y el Conocimiento, 2(4), 48-69.

También podría gustarte