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No hay spoilers para contar el desenlace

Laura Katz
“…suspendidos en un tiempo sin tregua, un tiempo que no sabemos bien de qué está
hecho pero que no sigue el ritmo que nos ha conformado hasta ahora, un tiempo
chicloso, viscoso, apelmazado, casi sin aire este tiempo lento y veloz…”1

¿Qué distancia se requiere para poder sacar conclusiones de lo que estamos


atravesando?

1
Gabriela Cabezón Cámara. Episodio 2: El capitalismo está desnudo. Cuento publicado en “El futuro
después del Covid-19. Texto publicado en Argentina Unida. ISBN 978-987-4015-13-6

1
El adelante se acerca más a una conjetura, es difícil anticiparnos a cómo estaremos el
día en que este momento “pase”.
En estos tiempos que corren en donde todos, y cuando digo TODOS, me refiero a la
totalidad del planeta, estamos afectados y atravesados por la misma circunstancia.
Todos estamos frente a un cartel con letras de neón y en mayúscula que dice:

ELVIRUS QUE NOS ATRAVIESA

Este atravesamiento toca nuestros cuerpos, nuestras cotidianidades, nuestros vínculos y


nos pone en cuestión tanto a nosotros mismos como la relación con los otros.
¿Qué efectos trae el estar atravesados por esta circunstancia?
La instalación de una distancia inevitable con los otros.
Lo predecible se volvió incierto porque nuestra continuidad quedó afectada. La idea de
continuidad permite dar consistencia narrativa a nuestra vida, al estar suspendida se
torna difícil contar “la historia”. Aún no sabemos cuales serán los relatos que puedan
dar cuenta de estos tiempos. Como dice el título del trabajo “No hay spoilers para contar
el desenlace”, frase de un paciente al comienzo de la pandemia.
No cabe duda que los avances de la virtualización ocupan un lugar central, llegó para
quedarse y seguramente va a constituir una dimensión insoslayable tanto en lo
individual como en lo colectivo. El efecto que trajo esta expansión ha transformado de
una manera exponencial la relación entre los cuerpos. La distancia se instala con
consecuencias inevitables tanto en el plano psíquico como emocional. Una sociedad en
donde no se produzca el encuentro, en donde no haya registro vivencial entre sus
miembros, será una sociedad sin experiencias de lo colectivo", las marcas de lo
colectivo quedarán arrasadas.
¿Podemos ofrecer un espacio reflexivo para acompañar estos tiempos?
¿Será esa una manera de estar juntos?
Entonces me pregunto
¿Habrá que hacer un pedido a la cordura de la especie humana como lo explica Freud en
una carta fechada el 4 de marzo de 1923 que le envía a Romain Rolland,2.
“…Pertenezco, desde luego, a una raza que en la Edad Media era tenida por responsable
de todas las epidemias y a la que hoy se atribuye la desintegración del Imperio austríaco

2
Correspondencia de Freud. Edición Crítica Establecida por orden Cronológico. Tomo IV (1914-1925).
La Gran Guerra. Consolidación. Traducción Nicolás Caparrós. Editorial Biblioteca Nueva. Madrid, 1999

2
y la derrota alemana. Tales experiencias le quitan a uno la esperanza, y, desde luego, no
dan base para concebir ilusiones. Gran parte del trabajo de mi vida (soy diez años más
viejo que usted) ha transcurrido intentando destruir mis propias esperanzas y las de la
Humanidad. Mas si aquéllas no pueden ser hechas realidad, o lo logran sólo en parte; si
en el curso de nuestra evolución no aprendemos a desviar a los propios instintos de la
senda que conduce a la destrucción de nuestros semejantes; si continuamos odiándonos
por cosas insignificantes y exterminándonos por un ruin ánimo de lucro; si seguimos
explotando los grandes progresos realizados en el control de los recursos naturales para
nuestra eliminación mutua, ¿qué clase de futuro se ofrece a nosotros? Sin duda, es
difícil librar la preservación de nuestra especie del conflicto que existe entre nuestra
naturaleza instintiva y las exigencias de la civilización” ….
Sinceramente suyo, Freud

Es sorprendente la actualidad que tiene esta carta a luz de los acontecimientos.


Resulta imposible obturar el malestar inherente a la vida. No hay recomendaciones ni
protocolos sanitarios que nos brinden garantías.
Teniendo en cuenta las advertencias que Freud le escribe a R. Rolland , ¿qué lugar
puede ocupar el psicoanálisis hoy?
Estoy convencida que el espacio psicoanalítico posibilita la construcción y elaboración
de recursos subjetivos para poder encontrar “un poder hacer “con los malestares . Se
trata de un espacio para que ese “poder hacer” encuentre las vías necesarias para que el
deseo se pueda desplegar. Se trata de sostener las tramas de recuerdos, emociones,
sueños, que se tejen entre la repetición y lo nuevo a través de la palabra para poder
encontrar en las resonancias la capacidad de asombro y de creatividad. Es el momento
de poner en juego nuevos motores narrativos y poder mantener viva la apuesta por el
psicoanálisis.
Así como no hay spoilers para contar el desenlace de lo que estamos atravesando,
tampoco hay spoilers de cómo será nuestra práctica para cuando todo esto termine.
Sabemos como psicoanalistas que la apuesta por el despliegue del deseo y el tránsito por
“el camino de la escucha” seguirán presentes, para nosotros son herramientas certeras,
aunque sabemos también que “ese camino” no tiene marcas precisas, cuando estamos en
ese “tránsito” hay que abandonarse y animarse a deambular, allí tampoco sabemos cuál

3
va a ser el desenlace. Magda Khouri en su trabajo El virus no es una metáfora3 señala
que “el espacio del psicoanálisis siempre se ha encontrado en los intersticios, en las
grietas de la pared, y al devolver la fuerza poética a la palabra, el sujeto puede encontrar
formas de enfrentar el mundo”.
Malestar en la cultura4 (1930), Freud lo escribe inmediatamente posterior a El porvenir
de una ilusión5(1927), otra obra fundamental, es importante mantenerlos vigentes. El
anudamiento entre porvenir, ilusión y malestar es crucial para que el malestar no se
transforme en control o normalización. La apuesta freudiana es, una apuesta por la
construcción íntima y a la vez común de alguna clase de porvenir para el malestar,
dignificándolo como lo propiamente humano.

Freud dice que el sufrimiento nos amenaza por tres lados: desde la fragilidad de
nuestros cuerpos, la supremacía de la naturaleza y la insuficiencia de normas para
regular los vínculos con los otros seres humanos. El modo en que estas tres formas en
que el sufrimiento nos perturba dependerá muchas veces del momento histórico.

3
Magda Khouri “El virus no es una metáfora”. Artículo publicado en la Revista Psicoanálisis.
Publicación de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis N.25.Julio 2020
4
Freud, S (1929) Malestar en la Cultura. Obras Completas. Tomo VIII. Madrid. Biblioteca Nueva
5
Freud, S (1927) El porvenir de una ilusió n Obras Completas. Tomo VIII. Madrid. Biblioteca Nueva

4
¿Entonces me pregunto cuál es el porvenir para el malestar?
El “malestar” que describe Freud “no es un simple diagnóstico, sino que es el soporte
del psicoanálisis, su promesa de éxito”6. El psicoanálisis da respuestas al malestar:
permite leer lo que desborda de las normas, da señales desde el interior del cuerpo y
permite adquirir entidad si algo lo despierta, podríamos decir que se trata de maneras
diferentes en que la angustia encuentra su expresión ante la misteriosa barbarie que
surge de la civilización.
Hagamos de la crisis de la civilización la posibilidad de un tratamiento del “malestar”
contemporáneo poniendo toda la inventiva y la creatividad en movimiento. Apostemos a
la “fertilidad del malestar” como señala Mariano Horenstein 7, para que hoy “nuestras
vidas (puedan ser) más vivibles y nuestros tiempos menos brutales”.

6
J. A. Miller. Conferencia en Comandatuba, Bahía – Brasil. IV Congreso AMP. 2004
7
Horenstein, M. El malestar en la cultura. Artículo publicado en Babelia. Revista Cultural del Diario El
País. 20 de junio 2020

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