Termodinámica
Termodinámica
Historia de la termodinámica
La historia de la termodinámica marca sus inicios en 1824.
En 1824, Sadi Carnot fue el primero en demostrar que se puede obtener trabajo del
intercambio de calor entre dos fuentes a diferentes temperaturas.
En 1848, Lord Kelvin, utilizando la máquina de Carnot, introdujo el concepto de
temperatura termodinámica efectiva y es responsable de una declaración del segundo
principio de la termodinámica
En 1850 James Prescott Joule demostró la igualdad de las dos formas de energía (entonces
se creía que el líquido calórico todavía existía).
Habiendo llegado a esto, se planteó el problema de que, si fuera posible obtener el calor
total del trabajo, no hubiera sido posible obtener el inverso. Clausius llegó a la misma
conclusión en 1855 cuando presenta su desigualdad para reconocer procesos reversibles de
los irreversibles y estado de la función de la entropía.
En 1876 Willard Gibbs publicó el tratado “Sobre el equilibrio de sustancias heterogéneas”
(Sobre el equilibrio de sustancias heterogéneas). En este tratado mostraba cómo un proceso
termodinámico podría representarse gráficamente y cómo estudiar de esta manera la
energía, la entropía, el volumen, la temperatura y la presión podrían preverse la eventual
espontaneidad del proceso considerado.
En 1967 aparecen las primeras máquinas de vapor. En este momento, el estudio de la
termodinámica tenía una aplicación práctica en la industria que más tarde desencadenó la
Revolución Industrial.
Campo de aplicación
La termodinámica se puede aplicar a una amplia variedad de temas de ciencia e ingeniería,
tales como motores, transiciones de fase, reacciones químicas, fenómenos de transporte, e
incluso agujeros negros.
A continuación enumeramos algunos ejemplos de algunas de sus aplicaciones:
Alimentación: La cocina el caliente es un constante ejemplo de transformaciones
químicas a través de procesos termodinámicos.
Ciencia de los materiales. En este caso se utilizan procesos térmicos para obtener
nuevos tipos de materiales que posean propiedades químicas y físicas bien
definidas.
Aplicaciones industriales. En el mundo industrial existen muchos procesos que
transforman materias primas en productos acabados utilizando maquinaria y
energía. Un ejemplo es la industria cerámica donde unos largos hornos túnel cuecen
ladrillos a temperaturas superiores a los 800 grados Celsius.
Arquitectura. En el campo de la construcción es muy importante tener en cuenta las
transferencias térmicas entre el exterior y el interior de la vivienda. En la
arquitectura bioclimática la termodinámica juega un papel fundamental, por lo que
se estudian en detalle todos los aspectos de la energía solar pasiva.
Generación de electricidad. En todas las centrales térmicas (combustibles fósiles,
energía nuclear o centrales solares) se utilizan estos conceptos para conseguir
accionar turbinas de vapor y generadores eléctricos.
El estudio termodinámico resulta de gran importancia en el caso de la energía solar
térmica debido a que este tipo de instalaciones solares se basan en el intercambio de
calor.
En definitiva, los resultados termodinámicos son esenciales para otros campos de la física y
la química, ingeniería química, ingeniería aeroespacial, ingeniería mecánica, biología
celular, ingeniería biomédica, y la ciencia de materiales para nombrar algunos.
Propiedades de la termodinámica
Esta ley se basa en el principio de conservación de la energía y fue formulada por Rudolf
Clausius y William Thomson en el siglo XIX
Es importante destacar que la primera ley de la termodinámica también se conoce como el
principio de conservación de la energía, ya que establece que la energía no puede ser creada
ni destruida, solo puede cambiar de forma
La primera ley de la termodinámica se aplica tanto a sistemas abiertos como a sistemas
cerrados.
En el caso de los sistemas cerrados, la primera ley establece que la energía interna de un
sistema cerrado es igual a la suma del calor neto que se le transfiere y el trabajo neto que se
realiza sobre él. Esta ley se expresa mediante la ecuación:
ΔU = Q - W
Donde:
- ΔU es el cambio en la energía interna del sistema.
- Q es el calor neto transferido al sistema.
- W es el trabajo neto realizado sobre el sistema.
Esta ecuación muestra que la variación de energía interna de un sistema cerrado depende de
la transferencia de calor y del trabajo realizado sobre el sistema.
En el caso de los sistemas abiertos, la primera ley de la termodinámica también se aplica,
pero se tiene en cuenta el flujo de masa que entra y sale del sistema. En estos casos, la
ecuación se modifica para incluir el flujo de masa:
ΔU = Q - W + ΔH
Donde ΔH representa el cambio en la entalpía del sistema debido al flujo de masa.
https://www.ier.unam.mx/Termodinamica/node10.html
https://openstax.org/ADsica-universitaria-volumen-2
https://www.fisicalab.com/apartado/segundo-principio-termo