Vision y Mision de La Iglesia

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CONTENIDO

La estrategia misionera del Apóstol Pablo

INTRODUCCION

I. LA VISION MISIONERA DE PABLO

1. Su objetivo: Que los gentiles lleguen a obedecer a Dios

2. Su Propósito: Predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido

3. Su estrategia: Evangelizar ciudades populosas e importantes

4. Su estrategia: ser encomendado por las Iglesias fundadas hacia


nuevas zonas.

II. LA ACTITUD MISIONERA DE PABLO

1. Identificación en la forma de vida

2. Identificación en la comunicación del mensaje

III. MISIONES - CARLOS PADILLA AGOSTO 20132

1. ¿Qué es una misión?

2. ¿Cuándo una misión es de Dios?

3. ¿Cuál es nuestra misión?

IV. ¿COMO UNA IGLESIA PUEDE HACER MISION?

1. Confiando en Dios

2. Comenzando un ministerio de oración

3. Entrenando a los creyentes en la evangelización personal

4. Desafiando a personas al campo misionero

5. Uniendo iglesias

V. SERVICIO DE APOYO AL MISIONERO

1. Existen dos modelos

2. Propuesta a cada Iglesia

VI. METODOS EFICACES DE EVANGELISMO

VII. CONCLUSION
LA VOCACION DE LA IGLESIA (ELECCION - LLAMAMIENTO)

DIOS NOS ATRE A SI MISMO

Hechos 13:1-4

A. Adorar a Dios y glorificarle en la tierra Ef 1 : 4-6

B. Evangelizar al mundo Mt 28:19-20

Hechos 2; 5:42, 6: 5-8, Ef 3:8, Hechos 15:7

C. Desarrollar a cada cristiano hasta que llegue a la plenitud de Cristo

Ef 4: 11 -15, Heb 10: 25-28; 1 Tesalonicense 5:11,1 Corintios 12

D. Dar testimonio constante de Cristo y de su palabra

Hech 1 :8, Hech 8: 1-4

E. Anunciar la Gloria futura de la iglesia

Ef 3: 10-21, Apoc 7: 9-17

CARACTERISTICAS DEL CRISTIANO

a. Llamamiento divino para este misterio (Colosenses 4.17)

b. Conciencia del Ministerio (Mateo 16:24)

c. Vivir en la llenura del Espíritu Santo.

1. Evidencia frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5: 22-25)

2. Un corazón gozoso, agradecido y un Espíritu sumiso (Efesios 5: 8-21 )

3. EI Espíritu Santo glorifica a Jesucristo (Juan 16: 13-14)

4. Capacidad y deseo de aconsejar.

d. Tiene que comprenderse a sí mismo para poder comprender a los


demás

Antes de la caída:

1. SER : Imagen y semejanza de Dios

2. TENER : Dominio de la creación

3. HACER : Lo bueno

Después de la caída: 1-Jn 2:15-17

1. SER : Independiente de Dios, demás, autosuficiente

2. TENER : Desecho, prisionero de posesiones


3. HACER : Gratificaciones, sediento de agrado

La libertad de Cristo mediante la cruz:

1. SER : Conforme a la imagen de Dios

2. TENER : Perspectiva divina

3. HACER : Lo bueno

EI Cristiano puede evaluar, mejorar y controlar su propia conducta si se conoce


así mismo, esto le va ayudar a ser más receptivo de los sentimientos y
actitudes de aquellos a quienes tratamos de ayudar.

e. Reflexión personal: Áreas fuertes y débiles

f. Debatir mis actitudes con un amigo, quien ve frecuentemente cosas que


uno mismo no llega a ver de sí mismo

g. Examinamos constantemente: Quien mejor que Dios, Él nos ha creado


para hacernos comprender más de nosotros mismo (Salmos 139; 23-24)

¿Qué es la acción misionera? Mr 10: 44-45

LA ACCION MISIONERA ES:

1. El esfuerzo organizado de una iglesia para ministrar y testificar a


personas con necesidades o circunstancias especiales, quienes sin este
esfuerzo no son considerados.

2. Es llevar el amor cristiano a toda situación de necesidad a todos los


lugares donde las personas son víctimas de la complejidad y la
indiferencia de la sociedad.

3. Es el trabajo de cristiano dedicados, que amplían su limitado circulo de


interés y se involucran en llenar necesidades cruciales de personas en el
nombre de cristo.

4. Acción Misionera es el amor en acción Hec 10: 38 como Dios ungió con
el Espíritu Santo y poder a Jesús y como este anduvo haciendo bienes y
sanando a todos los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él.

CONCLUSION:

1. La prisión de Jesús era de servicio

2. La misión de Gestes era predicar el evangelio Luc 4: 18-19


UNIDAD
COMPAÑERISMO Y TRABAJO
EN LA IGLESIA
"En lo que requiere diligencia, no perezosos: fervientes en espíritu, sirviendo al
Señor' (Romanos 12: 11 ).

PREGUNTA 1: ¿QUE ES LA IGLESIA LOCAL PARE EL NUEVO


CREYENTE?

RESPUESTA: La iglesia local es para el nuevo creyente algo así como su


segundo hogar y su familia mayor. Ella representa un nuevo compañerismo en
su vida. En verdad, sus mejores amigos ahora serán sus hermanas en Cristo.
Todos los que forman la iglesia deben ser buenos compañeros entre sí. La
iglesia le presenta un ambiente apropiado para el desarrollo de su vida social.
Es bueno, por tanto, que el nuevo creyente participe hasta donde le sea posible
en las actividades recreativas de su iglesia. Hechos 2:44; Romanos 12:10;
Galatas 2:9,

PREGUNTA 2: ¿ES POSIBLE QUE SURJAN FRICCIONES ENTRE LOS


MIEMBROS DE LA IGLESIA?

RESPUESTA: Si, es posible, y por una sencilla razón, porque somos humanos.
EI problema es siempre el hombre y no exactamente las circunstancias que le
rodean. También, las fricciones surgen por ignorancia, por no tener todos el
mismo grado de cultura, y, en fin de cuentas, por ser cristianos carnales y no
espirituales. En la iglesia hay individuos convertidos y algunos que no lo son.

Ninguna iglesia es perfecta todavía; sin embargo, uno de sus propósitos es el


de ser mejor cada vez, tratando de imitar a su Jefe y Cabeza, Cristo Jesús.
Romanos 12:3; 1 Corintios 3:14; Filipenses 4:2.

PREGUNTA 3: ¿QUÉ SE DEBE HACER ANTE UNA SITUACION ASI?

RESPUESTA: Se pueden hacer varias cosas: 1) Orar a Dios pidiendo luz,


dirección, y una actitud reconciliadora 2) Se puede conversar con el hermano
con quien se tuvo la fricción o el mal entendido, y procurar en buen espíritu
aclarar las cosas. 3) De ser necesario, es bueno conversar con el pastor sobre
el problema y pedir su intervención sabia y espiritual. 4) Si hubo uno que
cometió la falta, él debe reconocerla y en espíritu humilde debe pedir perdón al
hermano que se dio per ofendido 5) Los hermanos deben mostrar la verdadera
amistad cristiana unos con otros. Romanos 12: 16-19; Hebreos 13:17; Mateo
18:15-22.

PREGUNTA 4: ¿QUE COSAS CONTRIBUYEN AL COMPAÑERISMO ENTRE


LOS HERMANOS?

RESPUESTA: El compañerismo es una relación que hay que fomentarla y


desarrollarla. Desde luego, su base y razón de ser es que hemos tenido una
experiencia común de salvación, formamos una familia, Ia del Señor, y
servimos al mismo Dios. Es bueno que después de los cultos los hermanos se
saluden y conversen entre sí sin hacer ninguna distinción. Debemos hacer de
nuestra iglesia un sitio agradable para todos los que concurren a ella.
Interesémonos unos en otros, compartiendo nuestras tristezas y gozándonos
en las bendiciones que los demás han recibido. Cuando un miembro de nuestra
congregación esta enfermo, visitémosle o de alguna otra forma manifestémosle
nuestra simpatía.

Los hermanos en la fe deben orar unos por otros. Este espíritu de amor y de
acercamiento amistoso caracteriza a los que somos verdaderamente hijos de
Dios, Juan 13:34-35; Mateo 25:34-40; Hebreos 10:24.

PREGUNTA 5 ¿QUE CONSECUENCIAS PUEDE HABER CUANDO LOS

HERMANOS SE ENEMISTAN ENTRE SI?

RESPUESTA: La primera consecuencia es la enemistad en sí misma, cosa en


extremo triste, por cierto. Ambas familias o personas van a perder por lo menos
algo de la felicidad y del provecho espiritual de estar presentes en los cultos de
la iglesia. Si la enemistad adquiere cierta proporción, existe el peligro que una o
aun quizá las dos familias se retiren por completo de la iglesia, lo cual vendría a
ser una tragedia para todos. La efectividad en el servicio a Dios y a su iglesia
se puede ver igualmente muy reducida. Y cuando internamente se rompe la
armonía de la congregación, la obra total de la iglesia sufro menoscabo. La paz
y la armonía entre los miembros que forman una congregación son muy
necesarias para la buena marcha de la obra del Señor, asimismo qua para la
comunión individual con Dios. El verdadero espíritu cristiano es de paz y
mansedumbre y siempre tiende a la reconciliación. Efesios 4:2, 3; Colosenses
3:12-15; Salmo 133; Efesios 4:31, 32.

PREGUNTA 6 ¿DEBE EL CRISTIANO TRABAJAR EN SU IGLESIA?

RESPUESTA: La respuesta es un categórico sí. La salvación se desarrolla


mediante el servicio. “No somos salvos por las buenas obras, pero si somos
salvos para buenas obras, las que Dios “preparó para que anduviésemos en
ellas''. La iglesia es nuestra primera esfera de servicio. El nuevo creyente debe
buscar su lugar de servicio en la obra del Señor. No queremos que los de
afuera hagan la obra interna de la iglesia. Los que formamos la iglesia tenemos
la responsabilidad de apoyarla, sostenerla y ayudar a su crecimiento. La fe
genuina siempre se expresa en una actividad de servicio gozoso a Dios. Cada
cristiano sin excepción, debe hacer algo por adelantar la causa del evangelio
en el mundo, Es bueno que demos cualquier colaboración que podamos a las
otras iglesias hermanas, pero primero debemos colaborar en nuestra propia
iglesia. Cuando Saulo de tarso se convirtió a Cristo en el camino a Damasco,
después de preguntar: "¿Quién eres, Señor?", él preguntó: "¿Qué quieres que
yo haga?" un cristiano activo no solamente es útil sino que también se protege
pare vencer las tentaciones de Satanás. Filipenses 2:12,13; Romanos
12:6.8,11: 1 Tesalonicenses 1:3: 1 Corintios 15:58.

PREGUNTA 7: ¿QUE COSAS PUEDE HACER EL CRISTIANO PARA


COLABORAR?

RESPUESTA: Per supuesto el nuevo creyente todavía no tiene experiencia


para desempeñar cualquiera de los cargos que hay en una iglesia, pero entre
más pronto empiece a colaborar será mejor. Es bueno que descubra su talento
o capacidad y que asesorado de su pastor, se disponga a colaborar en lo que
sea necesario. Para el funcionamiento interno de una iglesia hay varias cosas
que se pueden hacer, como ser maestro de una clase de la escuela dominical,
o superintendente de ésta, a secretario de la iglesia, a director de algunas de
las organizaciones de la iglesia, o ser miembro en alguna de las comisiones, o
servir come ujier, recogedor de las ofrendas, repartidor de los boletines,
etcetera. Si tiene buena voz, también puede ayudar en el coro. Sin embargo,
hay que admitir que en una iglesia siempre hay más miembros que el número
de cargos que se pueden ofrecer. De modo que siempre habrá algunos
hermanos que no serán nombrados pare algún trabajo en particular. Esto no
debe enojarlos ni desanimarlos, pues siempre queda la tarea imprescindible de
todo creyente, y esta es invitar a otros a venir a los cultos y hacer la obra del
evangelismo personal. Para esta tarea no hay límites de número de personas,
ni se necesita tampoco de un nombramiento especial; pues ya todos sabemos
que como cristianos tenemos el deber de compartir nuestro testimonio de
salvación con otros, y, además, esta es la obra que Dios quiere que todos
nosotros hagamos. Marcos 5:19, 20; Juan 4:28, 29; 1 Tesalonicenses 1 :8;
Romanos 16:12.

PREGUNTA 8: ¿DE QUE MANERA CAPACITA DIOS A LOS CRISTIANOS


PARA QUE ESTOS HAGAN LA OBRA DEL SEÑOR?

RESPUESTA: Dios nos capacita dotándonos de poder por medio del Espíritu
Santo. Esta fue la promesa que nuestro Señor dio a sus discípulos, según
leemos en Hechos 1:8, La obra del Señor la debemos hacer en el poder y bajo
la dirección y la bendición del Espíritu Santo. Además, Dios imparte, según su
voluntad, los clones espirituales a los cristianos en la iglesia, para ser usados
en la adoración, en el servicio, en el testimonio y en la edificación de los
creyentes. Uno no puede exigir los dones espirituales sino recibirlos según el
Espíritu Santo los dé y ejercerlos en orden y con humildad. De la lista de los
dones espirituales, el más importante en cuanto a la relación y motivación es el
don del amor, y luego, en cuanto a ministerio de enseñanza y edificación el don
de profecía. Nadie puede tener los dones del Espíritu si primero no tiene al
Espíritu de los dones. Debemos pues permitir que el Espíritu Santo nos use
como él quiera. El que dice que tiene al Espíritu Santo debe también poder
decir que el Espíritu Santo lo tiene a él. Y la principal evidencia de esta
reciproca posesión es una vida gozosa de santidad dinamica.1 Corintios 12:1,
7-11; 28-31; 13:1, 8,13; 14:1 3; 39, 40; 1 Tesalonicenses 5:23.

PREGUNTA 9: ¿DE QUIEN SOMOS NOSOTROS SERVIDORES?


RESPUESTA: Un punto importante en el asunto de nuestro trabajo en la iglesia
es saber que es Jesucristo a quien servimos, principalmente, A veces ciertas
actitudes de los hermanos en la fe pudieran desanimarnos en continuar dando
nuestro servicio, pero si sabemos que somos servidores de nuestro Señor
entonces vamos a seguir adelante, en la confianza de que de él, a su debido
tiempo, recibiremos la recompensa. La obra es del señor y no realmente
nuestra, y ella tiene la garantía divina de continuidad y estabilidad, aun a pesar
de nuestros yerros y negligencia. En verdad que es un gran privilegio el que
nosotros podamos ser siervos del Dios Altísimo. Romanos 12:11: Efesios 6:7:
Colosenses 3:24; Apocalipsis 22: 12.

PREGUNTA 10: ¿CUAL DEBE SER LA RELACION ENTRE EL NUEVO


MIERMBRO DE LA IGLESIA Y SU PASTOR?

RESPUESTA: El pastor es el ministro de Dios en la dirección humana de la


iglesia. Sus deberes principales son predicar "todo el consejo de Dios" para la
conversión de los pecadores y la edificación espiritual de los creyentes,
apacentar al rebaño, y presidir todo el trabajo de organización pare que la obra
múltiple de la iglesia sea bien coordinada y efectiva. El creyente miembro de la
iglesia tiene ciertos deberes para con su pastor, los cuales se pueden resumir
en tres: 1) debe obedecerle; 2) debe respetarlo y reconocerlo, y 3) debe darle
su entusiasta colaboración, Esta obediencia debe ser, desde luego en el Señor,
mientras el pastor exhorte con la Palabra de Dios. También el pastor debe ser
respetado principalmente por la posición que ocupa, porque es un siervo
llamado del Señor. Para la buena marcha de la obra es muy conveniente que
los miembros de la iglesia respalden al pastor en su obra, y cooperen con el
con buen espíritu y eficacia. Amemos a nuestros pastores porque entonces nos
sentiremos impulsados a orar por ellos, a estimularlos y a comprenderlos.
Cuando nos sintamos fríos espiritualmente: o nos encontremos en una
situación de problemas y de sufrimiento busquemos su consejo; démosle la
oportunidad de que nos guie con las enseñanzas de la Palabra de Dios. El
pastor puede ser una inmensa bendición en la vida de cada una de sus
"ovejas". Hebreos 13:7, 17,18; 1 Tesalonicenses 5:12,13; 1 Pedro 5:1-4.
La estrategia misionera del apóstol Pablo

Introducción

Antes de conocer al Señor, Pablo había dedicado todas sus energías a la tarea
de perseguir a la Iglesia, pero cuando conoció la gracia de Dios, se produjo en
él un cambio tan radical que desde ese momento canalizó todas sus fuerzas en
servir a la causa de Cristo. En esta tarea se destacó sobre los otros apóstoles,
llegando a producir un volumen de trabajo asombroso.

(1 Co 15:10) “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido
en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo,
sino la gracia de Dios conmigo”

Como él mismo reconoce, la clave de esta obra fue la gracia de Dios que
obraba en él. Así que, antes de que nadie pudiera acusarle de jactancia o de
falta de humildad, se apresuró a dar todo el crédito de su trabajo a Dios.

La vida y el servicio de Pablo constituyen un reto para todos nosotros.


Debemos dejar que el Señor nos hable por este pasaje y ponernos en sus
manos para que la gracia de Dios obre con el mismo poder en cada uno de
nosotros.

Ahora bien, es cierto que Pablo trabajó mucho, pero lo hizo siguiendo cierta
estrategia que el Espíritu Santo le fue clarificando a lo largo de los años.
Veamos en qué consistía.

La visión Misionera de Pablo


(Ro 15: 17-24) “Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios
se refiere. Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de
mí para la obediencia a los gentiles con la palabra y con las obras, con
potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera
que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilirico, todo lo he llenado del
evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no
donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento
ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado
acerca de él, verán; y los que nunca han oído de él, entenderán. Por esta
causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. Pero ahora, no
teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años
ir a vosotros, cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al
pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con
vosotros”.

En este pasaje Pablo les habla a los creyentes en Roma de su ministerio


pasado, presente y futuro. Realmente había sido un ministerio poderoso, pero
una vez más él reconoce que la gloria debe darse a Dios, quien estaba
obrando por medio de él para llevar a cabo esta labor. Por esta misma razón,
consciente de su necesidad, al terminar les pedirá humildemente sus oraciones
a favor de él (Ro 15:30). Nosotros vamos a detenernos a considerar algunas
características sobresalientes de la visión misionera que movía a Pablo y que
podemos apreciar en estos versículos:

1. Su objetivo: que los gentiles lleguen a obedecer a Dios

Al apóstol Pedro le había sido encomendado el evangelio de la circuncisión,


mientras que a Pablo el de la incircuncision (Ga 2:7). De manera mientras
que Pedro y los otros apóstoles se concentraron mayormente en predicar a
los judíos en Jerusalén y otras zonas próximas, Pablo se dirigió al mundo
gentil. Su llamado y don como apóstol de los gentiles le llevó a desarrollar
una amplia tarea pionera desde Jerusalén hasta Ilirico. Sin duda muchos
otros participaron en la evangelización a los gentiles, pero ninguno con un
plan estratégico global como el que Pablo concibió y ejecutó con su
especial energía. Tal energía era fruto de su convicción de ser un agente
clave en la historia de la salvación, un instrumento escogido en manos del
Señor para llevar a los gentiles a la obediencia a la fe.

Ahora bien, aunque era consciente de su llamamiento a servir al evangelio


entre los gentiles, esto no quería decir que no predicara también a los
judíos. De hecho, en el desarrollo de su misión siempre aplicó la misma
norma: “al judío primeramente, y también al griego” (Ro 1:16). Esta orden
era debido a que si bien todos ellos solo podrían encontrar la justificación
por la fe en Cristo, sin embargo, los judíos tenían prioridad en función de los
pactos que Dios había hecho con sus padres.

Por tanto, cuando Pablo llegaba a una nueva ciudad, el primer lugar a
donde se dirigía era a la sinagoga judía, y dada su condición de rabino
procedente de Jerusalen, siempre encontraba las puertas abiertas. Allí
predicaba a los judíos primeramente, pero no solo a ellos, sino también a un
grupo de gentiles temerosos del Dios de Israel que también asistia a las
reuniones de la sinagoga.

Estos gentiles eran temerosos de Dios que estaban familiarizados con las
escrituras del Antiguo Testamento, pero que no podían compartir los
privilegios del pueblo de Dios a no ser que se hicieran prosélitos del
judaísmo. Pero el evangelio que Pablo predicaba les aseguraba que la
esperanza de Israel se había cumplido en Jesus, y que mediante la fe en él
podían recibir la gracia salvadora de Dios en igualdad de condiciones con
los creyentes judíos, y ser miembros de la iglesia, la nueva comunidad
mesiánica del pueblo de Dios, sin distinción alguna con los creyentes judíos.
Muchos de los gentiles temerosos de Dios abrazaban el evangelio, lo que
inmediatamente ocasionaba el rechazo de los judíos y la ruptura de la
sinagoga con Pablo. Esta situación se repitió constantemente en casi todos
los lugares a los que el apóstol llegó predicando, creándole muchas
situaciones conflictivas, pero al mismo tiempo, también es cierto que
rápidamente se formaban grupos de creyentes entre los que había números
gentiles. Estos eran una cabeza de puente preparada providencialmente por
Dios para acceder a un circulo mas amplio de gentiles en cada ciudad.
Claro está, los judíos vieron en Pablo a un peligroso hereje que dividia sus
sinagogas allí a donde llegaba, por lo que le declararon la guerra. Este tipo
de situaciones explica el porque Dios en su sabiduría dividio el campo de
misión entre judíos y gentiles.

2. Su propósito: predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido

Pablo afirma que se esforzó en predicar el evangelio donde Cristo no


hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno. Él sentía
la urgencia de avanzar hacia donde no habían llegado las buenas nuevas
del evangelio.

3. Su estrategia: evangelizar ciudades populosas e influyentes

Ya hemos dicho que no quería edificar sobre fundamentos que habían


puesto otros, sino que constantemente se apresuraba a ir a suelo virgen,
fundando iglesias que posteriormente otros habían de edificar y extender a
otras zonas. Esto también formaba parte de su estrategia misionera; dejar el
cuidado pastoral de las iglesias a otros, especialmente a los ancianos
locales. Explicó esta división de tareas por medio de dos metáforas, una de
la agricultura y otra de la arquitectura.

(1 Co 3:6,10) “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios…


Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire
como sobreedifica.”

Así pues, el apóstol fue desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilirico,
llenándolo todo del evangelio de Cristo. Por supuesto esto no significa que
Pablo había “saturado” toda la región con el evangelio. Su estrategia
consistía en evangelizar ciudades populosas e influyentes, y fundar iglesias
allí, y luego dejar a otros la tarea de irradiar el evangelio hacia las
poblaciones vecinas. De modo que debemos entender su declaración de
haber completado la predicación del evangelio como una afirmación de
haber llevado a cabo esa predicación pionera y precursora que consideraba
como la misión apostólica especial que le correspondía cumplir a él.
Cuando las iglesias habían recibido la enseñanza suficiente para entender
su posición y responsabilidad cristiana, el apóstol se trasladaba a otro lugar
para continuar la misma clase de trabajo. De esta manera Pablo recorrió las
principales vías romanas de comunicación estableciendo iglesias en centros
estratégicos. A partir de tales centros, el mensaje seria esparcido; de este
modo, Tesalónica sirvió de base para la posterior evangelización de
Macedonia; Corinto para la de Acaya, y Éfeso para la de Asia. Y de la
misma forma proyectaba llegar a España, aunque no sabemos si realmente
lo consiguió, ni tampoco cual habría sido la ciudad elegida como su centro
de operaciones en esta parte al oeste del Mediterráneo.

Pablo creía que si encendía la lámpara del evangelio en las ciudades


importantes del mundo antiguo, la luz se extendería de forma natural hacia
las zonas colindantes. Y de hecho, su estrategia dio buenos resultados. Por
ejemplo, durante los años que duró su ministerio en Éfeso el evangelio se
extendió a “todos los que Vivian en Asia, tanto judíos como griegos” (Hch
19: 10). Seguramente Pablo mismo tomó parte en esta labor de extensión,
pero sin duda fue ayudado por varios colaboradores que llegaron a
establecer iglesias en algunas áreas a las que el apóstol no llego
personalmente. Así fue el caso de las iglesias de Colosas, Laodicea e
Hierapolis, que parecen haber sido fundadas por Epafras, un colaborador
local de Pablo (Col 1:7-8) (Col 4: 12-13).

4. Su estrategia: ser encomendado por las iglesias fundadas hacia nuevas


zonas.

Cuando escribe a los creyentes en Roma les dice que deseaba verles al
pasar por allí en su camino hacia España y que esperaba ser encaminado
allá por ellos después de haber gozado de un tiempo de comunión con
ellos. Po lo tanto, Pablo consideraba su visita a Roma como una escala
conveniente en el camino a España, pero al mismo tiempo esperaba que
ellos le ayudaran a continuar el viaje. La palabra que utiliza (“encaminado”)
llegó a ser un termino técnico entre los cristianos para colaborar con los
misioneros en el logro de sus objetivos (Tit 3:13) (3 Jn 1: 6-8). Es indudable
que incluia mas que desearles un buen viaje y ofrecer una oración de
despedida. Comprendia el aporte de provisiones y dinero, y a veces incluso
la provision de alguien que lo acompañase por lo menos parte del camino.
Es posible que Pablo haya alentado la esperanza de establecer una
relación continua con los cristianos de Roma, a fin de que siguieran
apoyándolo, como habían hecho otras iglesias anteriormente (Fil 4:14-16).

Asi se ext6endia el evangelio en aquellos días, y no solo en aquellos sino


también ahora hay creyentes e iglesias que por medio de sus oraciones y
ofrendas envían y sostienen misioneros en otros campos vírgenes.

La actitud misionera de Pablo

Pablo combinaba una extraordinaria visión misionera con una actitud que le
permitía acercarse a las personas. Él mismo da a conocer los métodos que
usaba para ganar a los hombres para Cristo.

1. Identificacion en la forma de vida

(1 Co 9:19-23) “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de


todos para ganar a mayor numero. Me he hecho a los judíos como judío,
para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté
sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la
ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera

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