Política de Precios - Ricardo J Zevada - 1944-1945

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 37

Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Política de Precios
Author(s): RICARDO J. ZEVADA
Source: Investigación Económica, Vol. 5, No. 4 (CUARTO TRIMESTRE 1945), pp. 471-506
Published by: Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/42777682
Accessed: 22-12-2022 07:49 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms

Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) is


collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Investigación Económica

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Política de Precios*

Por RICARDO J. ZEVADA.

Pronunciar una conferencia ante un auditorio que tien


por muchas razones, un conocimiento completo de los problem
económicos de México, sobre un tema que, aunque muy c
piejo, es por el momento el asunto más debatido y examinado
técnicos y profanos y sobre el cual todo el mundo, desde el m
humilde obrero -por ser el más directamente afectado - h
el pensador profesional de asuntos económicos, tienen una
nión formada muy difícil de destruir o modificar, acaso porq
cada uno de éllos tiene una fracción de la verdad en el análisis
de las causas que provocan la carestía y la escasez;, significa para
mí una tarea especialmente pesada, porque, aun cuando en cierto
momento, este problema fué totalmente encomendado a mis dé'
biles espaldas, de eso hace ya bastante tiempo y las circunstancias
han variado, agravándose en los actuales momentos y, por lo que
a mí respecta, hace ya también bastante tiempo que mis propias
actividades me han alejado mucho del examen y cuidadoso estudio
de infinidad de circunstancias, todas ellas concurrentes al cuadro
que debe tenerse presente para intentar soluciones adecuadas e
inmediatas a cuestiones concretas, todas ellas urgentes para ali'
viar - nunca para curar - un mal que es de los tiempos que
vivimos en todos los meridianos de la tierra.
Pero mi confusión ante ustedes aumenta y muy grave se me
reveló al redactar las primeras líneas de esta conferencia, por no
saber atinar el sentido que habría de darle. Me pareció de pronto
ocioso hacer un análisis de las causas y las medidas tomadas, pen'
sé que buena parte de ustedes las conocen; han estudiado y valcK
rado con el cuidado de quien posee la ciencia económica, el sen'
* Conferencia dictada en la Escuela Nacional de Economía, en los Cursos
de Invierno 19444945.

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
472 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

tido y valides de las soluciones nacionales y extranje


nada nuevo tendría que exponer si, partiendo de ese
dedicara el tiempo que la amable atención de ustedes m
pensado, a pasar una revista superficial de los problem
nos de los altos precios, los remedios que en México
dado a los que otras gentes en el mundo, han venido
a situaciones similares, ahora de carácter general, po
de guerra en que nos encontramos. Hay también la cir
de que, ese análisis superficial, fué objeto ya de una pe
nografía que escribí para el Fondo de Cultura Económic
grafía que se publicó bajo el título de EL CONTROL
CIOS, junto con otras, de muy autorizados profesores ex
Consecuentemente mi auditorio tiene que convenir con
que el camino de repetir, aun cuando fuera con otra
lo que entonces dejé escrito, sería defraudar el sano
todos ustedes de oír de mis labios algo nuevo y difer
que se ha dicho y escrito sobre la materia.
Concretar pues el asunto de esta conferencia result
tremo difícil; huyendo de los lugares comunes de ex
problemas generales de los precios, se cae por contra
exposición casuística de asuntos locales o de simple in
nosotros los mexicanos, olvidando que la ciencia econ
tenta llegar a generalizaciones válidas para situaciones u
Pero si mis oyentes convienen conmigo en que mi pres
está muy lejos de llegar a conclusiones generales y me
de hacer ciencia económica abstracta, acaso pueda, c
y caídas, hablar de asuntos estrictamente mexicanos, h
mente presentados, que lleguen a interesar sólo por el
que se refieren a nuestro país, que pasa ahora por la
grave de precios que ha conocido su historia.
Muchos de mis oyentes podrán, al interpretar el se
las frases que van a oír, pensar que no es sólo exposició
mica y, que algunas veces, se deslizan predicados p
mejor dicho, conceptos que derivan de una interpretació
dio social y de las fuerzas vitales que constituyen la re
nómica de México. No pido a ustedes excusas por h
Con toda intención y con el más firme propósito de hac
hecho. Y no porque sea ciencia abstracta y apretada
ría lo que ustedes van a oír, sino porque no es posibl
por lo menos, hablar desde una cátedra de esta Escuela,

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 473

blema actual de los precios en México, sin hace


principal y repetida, que son las clases laborantes
pesinos y obreros, empleados de bajos salarios,
gado en muchos casos al límite de subsistencia y,
estos precisos momentos, como nunca en este pa
aumentado sus ganancias y los mercaderes se exh
ostentando el jugoso resultado de negocios y traf
El contenido posterior de esta plática, me ab
cargo inicial que pueda formarse en la mente
vengo a hacer demagogia de mitin y no porque
ociosa y perjudicial sino, porque nada lograría
un sitio que no es el adecuado. Hablo ante es
ante obreros, como muchas veces he tenido el ho
Si me refiero a los tremendos efectos sociales, d
tual de los precios en México, es porque consid
todo análisis y estudio, debe revelarse que se trat
tión que ha empobrecido a nuestras masas, des
bilidad de rápida recuperación, eliminado todo
en cambio, ha exaltado el poder económico de
momento, supieron usar la oportunidad de enr
los más elevados banqueros, hasta los más peq
del desbarajuste económico de México. Olvida
pasar superficialmente sobre ello, haría de esta p
exposición de hechos y doctrinas y, si tuviera su
saldría de aquí con un aplauso cortés de ustede
haber cumplido con dictar una académica conf
precios, la inflación, la escasea, la demanda y
mercancías; pero muy inconforme conmigo m
dejado de señalar con calor y energía que la gra
padecemos, no repercute en el mismo grado sobr
burgueses profesores y alumnos, sino que agud
sobre los trabajadores y empleados pobres de
ciudad.
Recuerdo que no es la primera ves que, en
cuela, ante otro grupo de personas, pero tamb
estudiantes, hablo de los precios altos de las m
cíales para la vida. Fué el año de mil novecientos
y, revisando mis palabras escritas de entonces,
probar, que lo que entonces nos parecía a todo
vísima e intolerable, se ha convertido en base cal

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
474 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

mal para apreciar las alzas ulteriores. Cuando el índice


especialmente de alimentos, se modificaba desfavorable
uno o dos décimos de punto o, cuando, agravándose
mentaba un punto, nos parecía necesario tomar de i
las medidas más urgentes; ahora, la elevación del índ
duce en varios puntos a la semana y, las medidas tom
casan o resultan de tal manera ineficaces, que se ha per
totalmente la fe y la confianza del pueblo, en ellas.
ticismo absoluto de nuestra gente, agrava el mal, porqu
en una apatía total, las personas más afectadas se ent
defensa alguna, en manos de quienes especulan y med
quier plan nuevo de control, sólo levanta sonrisas; ríen
caderes de buena gana y entristecidos los explotados
su desgracia con una sonrisa de amargura.
Las causas de la carestía de treinta y nueve para
han agravado y multiplicado, sin que se haya atinado a
La magnitud del problema, ha crecido por mil circunst
ustedes conocen y que son recurrentes las unas sobre
para producir unas nuevas y los remedios aplicados
estado a la altura del mal. La estatura de éste habría d eman'
dado una acción revestida de mayor energía, una disciplina de
continuado esfuerzo realizado por los mejores hombres de Mé'
xico, dueños de una autoridad administrativa indisputable y, en
cambio, sólo se produjo la dispersión, la irresponsabilidad de
advenedizos, el tanteo de mediocres o, la suma de una carga más,
a quienes ya tenían sobre sus espaldas que resolver, junto con
el de los precios, los más diversos y variados problemas. Cuando
ocurrió mejor, el control de los precios se entregó a individuos
cargados de responsabilidades administrativas, cuando el asunto
requería el trabajo continuado, nunca suspendido de esos mismos
hombres, de día y de noche, hasta encontrar las soluciones ade'
cuadas; haber dejado en segundas manos, que delegaban en per'
sonas menores a su vez, el problema de llevar maíz a un pueblo
hambriento o frijol a una ciudad sin abastecimientos. Faltó una
aplicación continua al trabajo; se descontinuó lo que inicialmente
se había iniciado y, al volver a hacer lo mismo que desde el prin'
cipio se hizo, hubo necesidad de nuevas experiencias para dar
los mismos tumbos iniciales, porque ya nadie se acordaba lo
que se había hecho. Esto sin que mis palabras lleven el menor
rastro de reproche personal, porque si hay alguien que puede

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 475

hablarles de la dificultad de la tarea y de lo in


sión, soy yo mismo y porque, con mucha frec
que lo que hice, cuando manejé este problema, sig
las líneas de mi Consejo de Administración, ha
ñas variantes, lo menos ineficaz;, de lo que des
como nuevo.

De cualquier manera, lo anterior revela que


de los precios altos o mejor dicho, la carrera de
precios, empegó a manifestarse en México desd
tante tiempo. Al principio el alza fué lenta; cu
volvió a su base de 100, en julio de 1936, se hab
alza notable en los precios y era porque, en ene
el índice general era de 93.4. En diciembre, el í
cansado 4.6 más sobre su base. Todo el año de 1
censo en los precios y, en diciembre, el índice lleg
año de 1938 ganó 6.7 para llegar, al terminar dicie
En resumen puede decirse que, en los tres años
precios subieron 29.8 o sean 0.82 mensualmente, c
Entre las causas de este lento ascenso de los pr
podemos llamar lento lo que entonces nos parecí
siva - se encuentra la iniciación inflacionista cu
tado lamentamos ahora; pero eso que, aunque c
alarmantes empezaba a manifestarse, no fué de seg
casual concurrente con otras que entonces se ma
Comité de las Subsistencias informó a este respect
"El factor más importante probablemente fué
cambiario de marzo de 1938, en virtud del cual
nacional del peso mexicano se perdió en cerca d
relación de 3.60 pesos mexicanos por un dollar
de 5.00 pesos mexicanos por la misma unidad d
tranjera y es indudable que este hecho determin
dida, el alza rápida de los precios durante el pri
del año. Al perder el peso su equivalencia en oro
un nivel más bajo que el que había venido guard
cía tiempo, impulsó el índice de los precios de u
siderable. No es necesario insistir mucho en que
valor internacional del peso influyó en los precios i
que está plenamente demostrado que todos los ar
portación, usados en la producción de artículos
frieron un aumento de cuarenta por ciento y

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
476 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

productos en cuya producción no se requieren artículo


tados, sufrieron el estímulo del alza de los precios de és
a la necesidad de adquirir, para otros fines de la vida o
artículos importados. La pérdida del valor internaci
peso experimentó tiene causas muy complejas y no
lugar de referirlas; para nuestro propósito basta citar
como causante del levantamiento de los precios a pri
año de 1938".
Los propios observadores del Comité de las Subsistencias,
no atribuyen al aumento de la circulación monetaria, el efecto
dominante en el alza de los precios, en ese año de 1938. El monto,
conjunto de la circulación y de los depósitos a la vista en los
bancos, aumentó de 687 millones en enero a 725 millones en
noviembre. Ustedes podrán apreciar, las modestas cifras que en-
tonces se manejaban, comparándolas con las que ahora sirven
para expresar el volumen total de la circulación monetaria. Pue-
de decirse que, aunque la tendencia inflacionaria se marcaba ya
desde entonces, estaba muy lejos de ser un grave e irreparable
mal.
El Gobierno de México se alarmó desde el principio de esa
alza de los precios y solicitó el consejo y auxilio técnico de una
serie de expertos: el Ingeniero don Gonzalo Robles, los licen-
ciados Daniel Cosío Villegas, Luciano Wichers, Manuel Sán-
chez Cuén, Antonio Espinosa de los Monteros, el Ingeniero don
Ernesto Martínez de Alva y el que ahora recuerda a ustedes
esos hechos, fuimos convocados por el Secretario de la Econo-
mía Nacional, señor don Efraín Buenrostro y, en las conferencias
que entonces se tuvieron, se llegó en términos generales a las
siguientes conclusiones:
1. - El aumento de los precios, entre otras causas, proviene
del aumento de la capacidad de compra de algunas de las clases
sociales, que permite presentar una demanda mayor de artículos
de consumo y la citada capacidad de compra, resulta incremen-
tada por la forma en que, con mayor facilidad, se distribuye el
dinero en obras públicas y crédito agrario no recuperado.
2. - La disminución de producción agrícola por calamida-
des, falta de crédito eficaz, mala distribución, acaparamientos in-
tencionados, etc., han disminuido la oferta de productos fun-
damentales para la dieta del pueblo.
3. - Las dificultades de transporte, impiden que la oferta

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 477

se manifieste simultáneamente y franca en muc


República, produciendo alzas locales, sin aparen
4. - Él problema de los precios es de carácte
cualquier solución local que se intente, es sim
bellada.
Con las conclusiones anteriores, aquella primi
propuso al Gobierno, abandonar toda clase de con
de tipo legal o administrativo; en otros términos
fijar los precios legales de los artículos, como de
sado de esta medida, porque no se creyó en la
ganización jurídica mexicana para obligar el re
Por muchos motivos, que a ninguno de ustedes
ridad de la ley en México, no ha llegado a ser
fuerza social. En contra de la ley y de su meca
ción, se levantan con éxito intereses particular
que encuentran la manera de torcer la disposi
alterar, las fórmulas jurídicas de su aplicación. C
te se opinó que no podrían fincarse muchas es
un sistema de control apoyado en una organizaci
ficaz.
Las razones que entonces se tuvieron en cuenta, eran indu'
dablemente exactas. El fracaso constante de las leyes sobre pre
cios, la violación permanente de sus disposiciones, la constante
variación de las propias leyes y, fundamentalmente, la confusión
que al problema de precios introduce el sistema federal mexicano,
con facultades legislativas locales, que fueron expresamente con'
firmadas en materia de precios, a esas autoridades, han sido tan
grandes y tan perjudiciales sus efectos para lograr una solución
de tipo nacional, que jamás se había visto como en los últimos
años, tal variedad de disposiciones, tal superposición de autori'
dades, tan numerosa dispersión de funciones y lo que es peor de
todo, tan completa irresponsabilidad de cuerpos, funcionarios,
empleados y encargados. Los abogados recordamos los viejos
principios de la claridad y precisión, que toda ley debe tener y
las leyes de precios han sufrido siempre, desde que se abusó de
ese sistema antieconómico de corregirlos, de la mayor confusión
y vaguedad, tanto en sus preceptos mismos, como por la juris'
dicción en que iban a ser aplicadas y las autoridades que iban
a ejecutarlas.
La comisión de técnicos que en 1938 examinó este problema,

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
478 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

aconsejó pues, desde entonces, apartarse de solucione


administrativas, usarlas sólo ocasionalmente, pero nunc
toda la solución, en leyes imperativas. La comisión
la teoría oficial no se ha apartado un ápice de ese princ
el único medio de control directo y eficaz; sería oper
nalmente en el mercado de las subsistencias; salir a la c
cia abierta, a las compras y a las ventas, para obligar a l
a seguir el ritmo que al interés del Estado convinier
sido, desde entonces, la teoría mexicana para el con
precios; sobre ella se creó y funcionó el Comité Reg
Mercado de las Subsistencias y sobre ella también se
y ha venido funcionando, la Nacional Distribuidora
dora, S. A.
Pero a pesar de que la teoría de la intervención m
ha servido para encauzar la intervención del Estado
de precios, no se ha hecho, por ningún estudioso ha
un examen cuidadoso, completo y cabal de las condic
ricas y prácticas de funcionamiento de ese principio y
do, falta un análisis de lo que puede esperarse de los
de competencia del poder público en el mercado, pa
de ello una dirección, en uno o en otro sentido, de
de las mercancías.
Creo que vale la pena que yo intente, en este momento,
señalar los trazos de ese análisis, que persona más enterada ac-
tualmente de la experiencia última, puede conducir a sus últi'
mos extremos, variando inclusive, los trazos mismos que yo se-
ñalo, porque si algo ha habido de importancia en los últimos
tiempos, en materia de intervención del Estado en la economía,
es en esta rama especial de dirección de los precios de los artícu-
los fundamentales para el consumo. Lo que ahora voy a decir,
tiene como base mi propia experiencia, durante poco más de dos
años en el Comité Regulador del Mercado de las Subsistencias;
experiencias ya un poco añejas por referirse a situaciones que
aunque graves, no fueron, ni con mucho, tan agudas como las
que el país ha tenido que experimentar posteriormente; de ahí
mi adelantada declaración de que acaso mis frases y conceptos,
confrontados con la realidad actual, resulten viejos y desapro-
piados.
La teoría de la intervención marginal, entregada al gobierno
en 1938, para que sobre ella edificara la filosofía de los órganos

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 479

públicos, que habían de intervenir en los prec


serie de condiciones, sin las cuales, su eficacia m
simo o la bondad de sus efectos se trocará de imp
vísimos y contraproducentes resultados. El des
esas condiciones y, la porfiada actitud de los órg
llamados a resolver el problema, que insiste en
todos de control, sin elementos para suplir esas
en mi concepto la causa fundamental de los má
sos del control. En otros términos: La teoría de la
marginal, como toda obra humana o todo camino
nómica es imperfecta o mejor dicho, tiene lim
necesario reconocer de antemano y no esperar de
universal para todos los casos y para todas las sit
Una de las condiciones que la intervención ma
precios supone y que acaso el Estado no pueda t
facer, a menos que se despoje de su pesado mecan
tico, es la agilidad y desenvoltura en las transacc
les, que sus competidores naturales, los comerciant
fabricantes y especuladores privados, tienen grad
el Estado suele no adoptar si, por fuerza, tiene qu
las de organización administrativa que la jerar
impone en México, aun a los más descentraliza
Gobierno. Cuando hablo de agilidad y desenvol
me estoy refiriendo a una gama considerable d
y la eficacia en la acción; de oportunidades para i
compras y en las ventas, en los almacenamient
pación de los productos en todo el campo del terr
en el que cada carro o tren de mercancías, es
tablero de ajedrez; que impone, a las existenci
baja de los precios, llamada a tener efectos, m
en la misma plaza en que la mercancía se encue
gares de producción y consumo, a cientos de kiló
tancia. Y mis oyentes tendrán que admitir con
tenor, no se logra, ni esa ágil disposición se obtie
plio y profundo conocimiento del comercio de
artículos, de las plazas, de los mercados, de los
dicados por su profesión al comercio y tráfico de
de las vías de comunicación, de los fletes, etc., y
lidad comercial no debe estar carente, sino abu
y maña, para imponer condiciones favorables

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
480 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

dones que permitan surtir los mercados y abastecer


fundamento mismo de toda la acción gubernativa sobr
Mucho se espera y se exige de la acción oportuna
danza en las compras, la seguridad en los precios, la eli
de actitudes indecisas y vacilantes, son también req
los cuales, la intervención marginal en los precios es
a fracasar. Debe tenerse muy presente, al grado de
en elemento mismo de la acción, que la intervención
se desarrolla, dentro de un cuadro constitucional de lib
comercio, garantizado plenamente por las leyes en fa
individuos y que, en esa libre concurrencia, triunfa el
el mejor dotado, no sólo desde el punto de vista económ
también y de manera especial, el más audaz, el especula
atrevido, apoyado en México, por desgracia, por el p
rrompido, que no duda en poner el poder público al
sus intereses personales. El agente del Estado, encar
intervención marginal, para beneficio de la colectivi
que luchar en condiciones harto difíciles y esto hace de
un asunto ingrato y comprometido.
Hay luego una serie no reducida de conocimientos t
de los cuales no se debe carecer. El dominio de la g
económica de México y del extranjero, con relación
duetos que se manejan. Los precios extranjeros de c
tículos y los mercados de ellos, cuando deben impor
completar los abastecimientos o para dominar una si
precios altos, por no tener elementos nacionales, son d
fluencia, que no puede dejarse de considerar. Pero es el
que sin conocer la geografía de México, muy poco pued
Las falsas movilizaciones provocan, no sólo gastos inúti
surdos, lo que ya es muy grave, sino lo que es peor, or
desprestigio de la acción y, por parte de los comerci
petidores, un malicioso sentimiento de superioridad y
Entre los conocimientos técnicos, de los cuales n
desprenderse la acción marginal del Estado, es necesari
uno, a mi modo de ver elemental y es el referente a la
calidades de las mercancías y de los productos; las pr
regionales del público, respecto de las diversas vari
también un asunto que de ninguna manera puede olvid
los competidores del comercio privado conocen y se
memoria. Las variedades sustitutivas pueden ser usad

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 481

diciones especiales, pero lanzarán a las preferida


noble del mercado negro o de los precios incontro
Supuestas estas premisas de carácter muy gene
tenga lugar la acción marginal sobre los precios, e
ocupar la atención de ustedes en un examen de tip
bre la manera de desarrollarla y sobre los medio
ejecución. La intervención marginal, considerad
to de vista total, debe aparecer obrando sobre l
oferta de las mercancías; si no se interviene en lo
del problema y solamente se atiende a uno, se p
tunidad de influir sobre el otro. El abandono de
elemental de la acción marginal, ha llevado a efect
en muchos casos y, en buena parte, al desprestigio
que se ha tildado de ineficaz;. Luego también y
tantísimo, la intervención marginal en los precios,
apoyo o un doble propósito, que no se puede logra
cualquiera de los dos términos de la ley económ
ha justificado su intervención, con la afirmació
propósito que debe necesariamente tratar de satisf
Se ha dicho muchas veces que se regula la dema
a la primera oferta de los productos agrícolas, par
éstos sean vendidos a precios tan bajos que perjudi
cultores, les impida obtener sus costos de producc
taja económica bastante para su subsistencia. Se ha
que se regula la oferta, frente a la demanda de los
para impedir que las mercancías lleguen a estos úl
elevados y mayores de los que se consideran raz
dos tendencias, dominan toda la teoría de la int
ginal del Estado sobre los precios y debe admitirse
to no se logran dichos resultados, no importa
culpa, la acción marginal habrá fracasado. Disti
que ha fracasado el principio teórico que la fundam
como lo hemos visto y, más tarde me propongo d
ejecución del principio exige condiciones que, co
no concurren o se olvida de tomar en cuenta.
El órgano de intervención marginal debe prese
to de todos los productos que maneje, una demand
y continuada. Para precisar el examen de lo ante
ferirme preferentemente a los productos agrícola
a los agropecuarios, por ser los fundamentales par

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
482 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

ción de la población y porque son ofrecidos al mercado,


sector que socialmente interesa proteger y que representa
mento, más numeroso y necesitado de los que demandan p
ción en México, los agricultores y ejidatarios. Sobre es
manda del órgano regulador, el extinto Comité Regulad
Mercado de las Subsistencias, dejó escritas estas palabr
encierran todas las dificultades técnicas del problema:
"La demanda permanente en todos los lugares de la
blica es un ideal difícil de alcanzar de una manera absolu
pecialmente cuando se trata de productos cosechados en lu
apartados de las vías de comunicación, sin posibilidade
macenamiento, sin equipos de deshidratación, etc.; el maíz;
frijol presentan las mayores dificultades de defensa y e
sario confesar que hasta ahora no se han beneficiado to
campesinos con el sistema de los precios rurales de prot
por las causas que después aparecen. En cambio el arro
trigo, ofrecen mayores facilidades, tanto porque las zon
producción están bien demarcadas, como porque se requ
proceso de transformación previo para llegar al merca
trilla del trigo y el beneficio del arroz - . Por esta causa, e
trol se puede operar más eficazmente con la ayuda de la
nizaciones de crédito agrícola y sus industrias de benef
Comité compra los productos que desea proteger, emba
libres a bordo (LAB) en carro de ferrocarril o almacena
bodegas de Almacenes Nacionales de Depósito, S. A. (AN
asociados al Banco de México, S. A., que le permite leva
crédito prendario en los bancos nacionales, según se exp
posteriormente. Las compras LAB originan después alm
mientos en los lugares de destino. La forma en que se es
la demanda está implicando que el campesino que quiere
vechar el precio rural de protección tiene estos camin
barcar un carro completo y consignarlo al Comité o entreg
producto en una bodega autorizada. El Comité no está
nizado, ni es probable que pueda estarlo en mucho tiempo,
comprar al campesino maíz, frijol y otros productos, en e
mo sitio en que éstos se producen; tal cosa supondría ten
sostener apentes compradores en toda la República y corre
gos imposibles de estimar respecto de calidades, movilizaci
fondos, mermas en tránsito, etc. Por esa razón las dos form

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 483

sibles de comprar granos se reducen a recibirl


ferrocarril o en bodegas de almacenes asociados".
Ustedes verán en los párrafos anteriores los g
mas técnicos que encierra la protección de los pr
que, nada definitivamente serio se puede hacer e
si no hay convenientemente localizados, en to
con garantías de seguridad bastantes, una seri
grandes almacenes; bodegas pequeñas, próxima
producción y después, grandes almacenes de c
los productos. Esto, es condición elemental del
también, pero hace mucho tiempo que ha sido
los órganos del Estado encargados de resolverlo
Nacionales de Depósito se han convertido en u
presa de lucro en las grandes ciudades y han aban
po, en donde muchas veces la gestión de almac
duce pérdidas, que el Estado debe reportar, co
mi tarea de protección de los productos agríco
La razón es que el campesino común no pu
mismo, a las grandes ciudades, sus productos par
no puede tampoco, en la mayoría de las ocasio
carro completo para consignarlo al comprador
Estado encargado de la acción marginal. El luga
suele estar alejado de las estaciones de ferrocar
un servicio de transporte primario, por camió
rreos. El campesino, que no tiene elementos de
puede tener camiones y cae necesariamente e
compradores locales, de los comerciantes de los
quieren la cosecha de una serie de agricultores, c
po de un carro y lo consignan a sus corresponsale
de consumo o a la Nacional Distribuidora y R
este proceso, puede observarse que el campesin
el precio rural de protección, sino de una man
precio de garantía lo es en realidad para el com
mera mano, para el que bien localizado y con elem
cos, compra en el lugar de producción para reven
ciantes distribuidores en los lugares de consumo.
se impone, exige su ganancia y ésta es un elemen
timo precio.
Así es como entre el productor y el consumid
nan los intermediarios, los transportadores y los

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
484 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

todos ellos voraces, exigiendo más y más por servicios,


mala organización social les ha permitido prestar. Para
eos de la Escuela Liberal, eso pareció ser una econom
inatacable. Yo pienso de manera diferente, con much
des de seguro. La tarea de alimentar al pueblo, de tene
abastecidos los mercados, de que no falte lo esencial y
equitativos, no debiera estar en manos, de quienes,
sólo están buscando su medro e interés personal. Pe
sale de mis propósitos en la presente conferencia y,
perdón por la disgresión, vuelvo a mi tema.
Con todas las dificultades que tiene la demanda s
por el órgano regulador del Estado, la teoría de los pre
les de protección ha sido una aportación muy valios
rreno de la estabilidad de los precios agrícolas. "Na
más desalentador para el trabajo agrícola, que ignorar l
dos que se van a obtener, aun en el caso en que la c
levante buena; con frecuencia cuando esto ocurre, el re
económico es menor, porque los precios bajan. Impedir
ocurra en grado perjudicial para el agricultor es la p
rea del sistema de precios protectores. El precio rur
objeto de una gran y enorme publicidad, que llegue
mismo, a los lugares más apartados, a los pueblos peque
que todo campesino se entere de él y pueda por lo men
derse de los comerciantes locales".
Si tales son las dificultades para el logro del propós
tedes convendrán conmigo en la necesidad de ahond
posible en el estudio de este problema, a modo de cons
sí mismo un material apasionante de investigación, q
cuela y los profesores y alumnos de ella, pueden empr
gran beneficio para el país.
Me ocurre pensar que ustedes van a desoír mi in
porque en estos momentos, el problema no está precisa
elevar los precios rurales, sino en bajarlos. En efect
chos casos, en los instantes actuales, los precios de las
vienen inflados desde el campo mismo. Por razones mu
así ha ocurrido; las que tengo más próximas son: m
ciencia del agricultor para defender sus intereses, la es
las circunstancias anormales han provocado, el alza g
todos los precios, que levanta al de los productos desde
res mismos en que se cosechan, los márgenes cada dí

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 48?

que imponen a su intermediación los comerciant


ficultades en el movimiento mismo de las merca
timo, la caótica situación que ha impuesto la deso
administrativa sobre precios. Pero aún cuando
diciones actuales, que ha invertido el problema, u
conmigo que, una vez; vueltos a la normalidad, v
tarse los mismos problemas de defensa de los pr
tal como los he señalado. Lo único que significa l
problema en estos momentos, es que la acción
tado debe manifestarse más acuciosa en defen
de consumo, que en defensa de los precios rurale
De las dificultades del momento ha surgido
"topes". Según ella, nadie debe comprar ni ve
el campo o en la ciudad, en las operaciones pa
arriba de ciertos precios rígidos, a los que se ha
de "topes'". Su diferencia con el precio rural d
grande. El "tope" es rígido y teóricamente obl
particulares y al Estado; aun cuando tiene un e
tección, porque se supone fijado con márgenes
nera que el agricultor obtiene un rendimiento ap
camina de preferencia a impedir que el precio
eleve, por las operaciones de primera mano, m
mite admitido, el "tope" de los precios de consum
de los "topes" elimina toda acción marginal,
mercado así controlado, las operaciones deben
zarse dentro de los límites señalados, con una rig
mite modificación. El nombre de "tope" mismo
sugiere la idea de precio máximo y la posibilid
haber precios menores; pero no es así. El llam
gido y la palabra se usó para significar, por e
los precios llevan, que ya no podrían seguir subi
Ustedes perciben lo infantil que resulta est
precios "topes", lanzada sin apoyo científico ning
de economía liberal y de organización jurídica fi
tizada en beneficio de la libre especulación y trá
El resultado ha sido que nadie hace caso de eso
parte de las mercancías se mueven en el mercado
diciones incontroladas.
El precio rural de protección, no es un precio
el de la demanda que mantiene el órgano regulad

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
486 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

que los precios se abatan y garantizar así al campesin


lo menos, tiene un comprador a un precio determin
comerciantes quieren comprar, tendrán que pagar, por
el mismo precio que el que ofrece el Estado. En el pr
de protección hay acción marginal; en cambio en el pr
hay simplemente un mandamiento legal que nadie ha o
En otros términos, la teoría de la intervención mar
desnaturalizado con la adición de ideas que le son ext
Dentro de la confusión actual del problema, las p
no las ideas, han sido las determinantes. Se oye hab
gelación y por ahí se desborda una serie de medidas
decir que los precios han sido congelados y, esta rigide
vida los movimientos estacionales de producción y las d
des del transporte, entre otras cosas, al fracasar, desp
congelación para luego adoptar una nueva palabra, qu
aparejada una nueva idea: los "topes", que apenas se
fracasan también.
La intervención marginal, presentando una demand
nente de los artículos que se manejan, a más de ser el si
apoyar y defender los precios rurales de protección al a
persigue cumplir - con el medio único a la mano -
fensa y apoyo, también marginal, de los precios de con
órgano regulador obtiene, de esta manera, las merca
sarias que después ha de vender en los sitios de con
introducción de esta idea derivada de la necesidad de p
der para regular los precios en beneficio de los cons
obliga a la relatividad de los volúmenes de las comp
funcionara la idea de la defensa de los precios rurale
con comprar en el campo las cantidades de mercancías
para sostenerlos; pero no es éste el único propósito
pras; se quiere conseguir un volumen de mercancías ba
ra intervenir con eficacia en los mercados de consumo
tificación de ésto, depende y varía con circunstancias m
En muchas ocasiones basta con pequeñas cantidades
abiertamente para que los precios desciendan, en otras
sario una intervención marginal mucho más intensa y s
mayores cantidades de mercancías. De ahí deriva la
de estudiar en cada campaña de precios, las condicio
mercados, las existencias en poder de los comerciantes

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 487

lidades que éstos tienen para abastecerse, los cana


ción con que cuentan, etc., etc.
Ustedes pueden observar con estos elementos
las condiciones bajo las cuales deben manifesta
la intervención marginal del Estado, en el otro as
señalado, el de la oferta. A este respecto el an
las Subsistencias indicó:
"El precio de consumo se protege manteniendo una oferta
permanente en las plaças principales que se quiere defender. Ya
en el informe correspondiente al año de 1938 se explicó que la
función del Comité en esta materia se alejaba de todo procedi'
miento coercitivo para el sostenimiento de los precios; se recc
noció entonces la fuerza de los mandamientos legales en materia
de precios, pero se expresó cierto escepticismo respecto de su
eficacia. Ese mismo punto de vista se sostiene ahora también,
después de un año de dura campaña para impedir el alza de los
precios de los artículos de primera necesidad. Se sigue creyendo
que las medidas coercitivas deben ser un auxiliar para evitar la
especulación y las utilidades inmoderadas que ciertos comercian'
tes desean obtener, pero se ha llegado al convencimiento de que
es indispensable atacar también el problema en el campo econó'
mico, fortaleciendo la oferta para hacer desaparecer la escasez
y que sea el juego de la ley económica, el que produzca la baja
que se desea. Lo mismo que respecto de la demanda, el mante'
nimiento de una oferta permanente e ilimitada presenta grandes
dificultades de realización y acaso la más seria consista en la im'
posibilidad material - por lo menos en estos momentos - de ofrc
cer sin límites, al mismo tiempo, en todos los lugares de la Re'
pública, los artículos cuyos precios se quiere defender, si esto,
como ha ocurrido a veces, se complica con un abastecimiento na-
cional insuficiente. Cuando la oferta del Comité concurre con
la oferta particular en volúmenes amplios, el efecto es inmediato
y los precios alcanzan niveles bajos; pero cuando la oferta parti'
cular se abstiene y es sólo el Comité el que se presenta en el mer'
cado, el esfuerzo que hay que hacer para presionar a una baja es
tan considrable que no puede lograrse un éxito absoluto en todo
el país; entonces el beneficio de la acción del Comité se limita
a un número determinado de plazas, aunque cada día se tienda
a ampliarlo. La acción de abaratamiento, aunque limitada a un
número dado de plazas de consumo, tiene efecto en otras por sim'

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
488 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

pie repercusión y aun cuando esos efectos no son inm


definitivos, es justo reconocer que existen y permiten p
mo, mejorar las condiciones de venta de ciertos produc
Los instrumentos para mantener esta oferta, son la
mercancías según ya lo expliqué hace un momento,
pias mercancías adquiridas, no importa a qué precio,
pósito directo de apoyar, al venderlas, los precios de
En efecto, ocurre que los precios reales de compra está
arriba de los precios rurales de protección - caso ahora
frecuente - y el órgano regulador necesita, de mane
contar con mercancías para presionar a la baja ciertos p
en este caso, tendrá que comprar, no importa a qué pr
poder tener éxito en su campaña de precios bajos.
Pero no sólo se hace la oferta con mercancías na
sino que también se mantiene, en ciertos casos, con
extranjeras de importación. Se debe hacer lo anterio
quiera de los dos casos siguientes: primero, cuando l
cías nacionales son insuficientes, por no importa qué c
eia, para abastecer el consumo nacional o segundo, c
productos nacionales están en manos de especulador
libados y es necesario fortalecer la oferta a cualquier c
obligar a los especuladores a ofrecer también sus merc
los dos casos, hay una oferta insuficiente y el órgano
tiene que suplirla con la importación, limitada al fin q
sigue, de las mercancías necesarias.
De este procedimiento se ha echado mano, en gran
en los últimos tiempos. Sin embargo, las dificultades
rra actual, han impedido lograr los mejores resultados.
pras realizadas por el Gobierno Mexicano en la Arge
ejemplo, se han visto bloqueadas por la falta de tran
ahora ocurre el hecho insólito que estamos intervinien
precios argentinos, en vez de hacerlo en los mexican
ventas que hacemos allá de los productos que no pudim
Los procedimientos de la oferta que utiliza el órg
lador, son muy diversos y varían de acuerdo con las co
del mercado y las necesidades de intervención que éste
En principio, pueden ser los siguientes:

1* - Oferta ilimitada al mayoreo;


2* - Oferta ilimitada al medio mayoreo;

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 489

3' - Oferta ilimitada al menudeo;


49 - Oferta ilimitada en todos los lugares de c

Si las primeras tres formas de la oferta, se rea


los lugares de consumo, el éxito de la intervenció
tara asegurado; pero ustedes verán de inmedi
dificultades técnicas y financieras para lograr
ellas he de ocuparme en seguida.
Se ha pensado que la oferta ilimitada al may
ficiente, pues el juego mismo de la competenci
garfa a los comerciantes a mantenerse dentro de
dos y los precios mismos al menudeo, se ajusta
a los niveles deseados. Aunque teóricamente e
la realidad, por circunstancias perturbadoras, se
sentido. En primer lugar resulta muy difícil que
lador cuente con cantidades ilimitadas de mercan
para mantener una oferta de mayoreo ilimitada
en toda la República. Si no tiene esas existenci
el camino único de la oferta ilimitada al mayoreo
en momentos de relativa o grave escasez, bien pr
trará con que los comerciantes en grande, le hab
bodegas y habrán vencido totalmente en la camp
En cambio, cuando la oferta es abundante y sin r
que el producto abunde también o por lo meno
para el consumo, la intervención marginal po
oferta adicional al mayoreo, casi innecesaria, pue
jeto de regular situaciones temporales o de car
interese corregir. Los casos son frecuentes y en
ción marginal produce resultados muy favorab
aclarará esta situación: la plaza de León está si
gano regulador vende diez carros, para decir un
diversos comerciantes de León, insospechables
sus antecedentes o recursos, el arroz bajará en Le
seado. Lo mismo puede ocurrir en una campañ
cional cuando sólo sea de carácter temporal, el ór
puede ofrecer al mayoreo en todo el país el fr
existencia si, en un plazo breve, va a poder tener
cias derivadas de una cosecha ya asegurada y p
entregarse. Esta acción tendrá un doble sentido,
ginalmente a la baja y reconstituir existencias an

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
490 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

vas, en un producto que, como el fríjol, - se demeri


tiempo.
La gran oferta ilimitada al mayoreo en toda la República, no
puede mantenerse siempre, por falta de elementos económicos y
dificultades técnicas de almacenamiento y porque, acaso, en muy
frecuentes ocasiones, haya remedios más eficaces o procedimien'
tos más expeditos para hacer la oferta. Otra consideración podrá
convencer a ustedes de lo anterior y es la dificultad de contar
con elementos, en el comercio del país, resueltos a secundar una
tarea de esta clase. Si se vende al mayorista y puede contarse
con él, habrá todavía que pensar en los medios mayoristas y de'
tallistas, los últimos que llevan las mercancías al público. En esta
gama de intermediarios, los precios sufren aumentos y más au'
mentos y los precios al detalle, los que en último término hay que
defender, resultan incontrolados. Este es un hecho sobre el cual
he de volver. Con frecuencia los precios al mayoreo llevan un
ritmo diferente del de los precios al menudeo; se ha visto mu'
chas veces que, mientras los primeros bajan, los segundos suben
o se mantienen estacionarios. El efecto de una baja de los pre-
cios de gran mayoreo se manifiesta tardíamente sobre los que
paga el pueblo en las compras por kilogramo o litro, para el con'
sumo diario.
La oferta ilimitada al medio mayoreo en toda la República,
encuadra más dentro de las posibilidades del órgano regulador,
aun cuando presenta también dificultades técnicas, muchas veces
insuperables. Se trata de la venta por bultos, hecha directamen'
te por el órgano regulador a los detallistas registrados con la
tendencia a comprender cada ves mayor número de ellos. De
acuerdo con esto, el órgano regulador deberá mantener, en las
plazas principales, existencias suficientes para ofrecer a los deta'
Üistas. Con ello, se logra eliminar a los mayoristas más impor'
tantes o al menos, imponerles condiciones de operación ventajosas
para la campaña. En principio, ningún detallista les comprará
más caro de lo que pueden adquirir en los almacenes o de los
corresponsales del órgano regulador. El efecto de esta campaña
de medio mayoreo es casi inmediato; no sólo se acerca la acción
marginal un grado más al consumidor, sino que de rechazo, los
precios al mayoreo en la plasa y los de compra, en los lugares de
producción, se ven desde luego afectados ventajosamente. En
otros términos, un comerciante de Torreón, por ejemplo, no

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 491

podrá vender más alto de lo que está vendiendo,


reo, el órgano regulador y, por lo mismo, se abs
prar en el lugar de producción a precios difer
paga el propio órgano regulador. La acción ma
entonces con gran eficacia.
Pero lo anterior exige condiciones que luego
y ahí radican las dificultades de que he habla
mantener existencias de cierta importancia, en
placas de consumo, atendiendo al hecho comerc
que no se trata sólo del consumo de la plaza mism
serie de poblaciones comarcanas que son tributar
de la principal, que se está atendiendo. El consum
cularse, no para Torreón o Monterrey, Puebl
sino para docenas de poblados cuyos comercian
estas plazas por sus abastecimientos. Si no se ti
puede llegarse el caso de que las existencias del ór
en Monterrey, se exportan a Linares, Victoria,
do y la plaza, de pronto, quedarse sin existencias
casado la acción reguladora.
Otras condiciones técnicas deben cumplirse
de bodegas adecuadas, de medios aptos de acarr
condiciones de venta, etc., todas ellas, por lo m
y de similar eficacia, a la situación que mantiene
tes mayoristas. Las prácticas comerciales de un
de las de otra y el órgano regulador está oblig
detalle, como el mejor, estas prácticas de man
todas las plazas principales del país. He ahí un
blemas de reclutamiento de personal, difíciles de
mente. El corresponsal o el agente del órgano
neral, pero especialmente cuando se trata de la o
un profundo conocedor de la plaza en que va a
nocimiento, no sólo ha de ser de las prácticas
ferido, sino también de las personas, sus hábitos,
su crédito, su moralidad, etc., etc. para escoger a
encauzarlos y controlarlos. El conocimiento de
adquiere en unos días; es el resultado de una e
trato comercial con las gentes, que los viejos c
lugar tienen siempre y que los burócratas age
reclutados entre políticos muchas veces, no p
dificultades no son insuperables; en cada plaza en

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
492 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

comerciantes indeseables que pueda haber, hay por lo m


con viejo arraigo, honorable, que ha hecho de su pro
actividad decente y noble. Este comerciante puede ser
do; tendrá interés en manejar los artículos del órgano
en volúmenes que antes no manejaba y que, aunque con
nes limitadas, le represente una utilidad que antes no te
manejos privados. Es preferible una solución de este
todos los inconvenientes que pueda tener a mandar bur
recomendados, desconocedores de la plaza e ignorantes
en que van a actuar, a menos que se trate, como puede
sos, de individuos excepcionales y capaces.
La oferta ilimitada al detalle es teóricamente la más
Con ella se pretende combatir los precios mismos de con
que paga el pueblo en las tiendas, los que afectan indire
el costo de la vida. De rechazo, controlando estos precio
teniéndolos dentro de los límites razonables del momen
cial, se controlan y ajustan los precios al medio mayor e
reo y los precios mismos en los lugares de producción.
que el órgano regulador directamente, en todo el pa
enorme cadena de tiendas, ofrezca al pueblo los pro
está manejando. Las dificultades técnicas de ésto son
pero no insuperables y la eficacia de la acción margi
definitiva. Los ensayos hechos con los viejos expendi
del Comité de las Subsistencias y después, reanudad
tiendas de la Nacional Distribuidora, lo han demostrado
lumen, el mayor encarecimiento de los productos, está
tribución menor de las mercancías. Permítanme ustede
ponerlo, citar otros párrafos de los informes del viejo
las Subsistencias:
"A veces se habla de que el comercio detallista no es
imperante en la elevación de los precios de las subsiste
que cuando compra caro de los almacenistas, caro tiene
der después al público. Cuando ésto ocurre nadie obj
ción del comercio detallista al defenderse; pero bueno
cómo se realiza en México esta actividad, para darse
seguida que los detallistas, por su dispersión, por l
de sus operaciones, por lo limitado de su capital, por lo
sus gastos frente al volumen de sus ventas, por el dese
ner un rendimiento crecido, etc., son un factor, ac
serio, de la elevación de los artículos de consumo nec

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 493

desarrollarán algunas de estas rabones para su me


El comercio al detalle se realiza en toda la Rep
pecialmente en la ciudad de México y en otras gr
nes, por medio de millares de pequeñas tiendas u
las demarcaciones de la ciudad que se considere. L
de estos pequeños establecimientos son del tipo
donde se vende arroz, azúcar, frijol en porcion
cien a quinientos gramos. Una población muchas
en un distrito o barriada, está abastecida por
pequeñas tiendas, que no sólo aparecen en la zo
rumbo, sino en cualquier esquina o a la mitad
donde una familia abre una accesoria de la casa
dedicarse al comercio. Es natural que esta abunda
su enorme dispersión sean un factor económico de
vez las autoridades competentes habrán de estudi
ma y darle la solución adecuada. Las operacion
ser limitadas si las compras totales que hace el
que repartirse en cualquier proporción razonable
entre un número tan importante de establecimie
y, si las operaciones son reducidas y los costos de
lizan son superiores, los precios de venta tienden
cubrirlos. Los grandes almacenes, con ventas imp
lie, casi no existen y los que pudiera haber, est
competencia ruinosa de tanta pequeña tienda u
de la casa del consumidor. Para que el comercio
barato, debería realizarse por menor número de
con un gran volumen de ventas, que redujera cos
los productos y diera mejor servicio, tal como
países. Los detallistas menores, no tienen sino
pequeño en giro, no gozan de crédito y sus comp
das y al contado. No pueden aprovechar, pues, pr
compra al mayoreo y son súbditos económicos de
yoristas, un tipo de intermediario que sólo en
antieconómica que priva, tiene alguna utilidad y
mente un factor de carestía. El capital pequeño d
ra que pueda cubrir los gastos y rendir lo suficie
ner a su dueño, se ve forzado a una reductibilida
fantástica. Un capital grande, trabajado en for
bien organizada, podría cumplir su función co
terés bien moderado. Luego también, la falta de

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
494 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

te del detallista y las obligaciones económicas que tie


tisfacer, lo lanzan fácilmente a préstamos usurarios
clase. El estudio que se ha hecho de la situación de muc
llistas que el Comité empleó en sus expendios autori
muestra que hay ocasiones en que se ven obligados a tom
ajeno y pagan un rédito superior al 3% mensual. Los
localizados en los mercados, pagan venticinco pesos p
que tomaron la semana anterior. En estas condicione
cancías se encarecen sin remedio".
Pero los comerciantes detallistas han resultado simp
gobierno; son, se dice, el proletariado del comercio
han organizado instituciones de crédito destinadas a pr
sin pensar que son el factor principal del encarecimien
citado el hecho de que los precios al mayoreo influyen
tardíamente a la baja en el comercio al detalle, en c
efectos al alza son inmediatos. Y la razón es clara. El co
pequeño no baja sus precios, sino hasta cuando ha ag
existencias compradas caras o cuando, por una gran
competidor de enfrente que las agotó antes, se ve oblig
cerio. Pero si conoce los nuevos precios al medio mayo
cubre que son superiores a los que él pagó por sus e
en seguida sube sus mercancías, valorizándolas, para ob
utilidad mayor. Por eso es que muchas veces, la compar
los índices al mayoreo, con los de los precios al menud
tan espectacular.
Ustedes, mis amables oyentes, me perdonarán habe
do su atención, tan largo tiempo con un asunto apar
tan casuístico; pero estoy seguro de su excusa porque c
llevado a su ánimo, que en esta materia, la acción regu
be manifestarse con mayor intensidad y cuidado. Mas,
el asunto debe ser cuidadosamente estudiado, cientí
analizado, para que la autoridad administrativa, en su o
dad, dicte la reglamentación que a gritos está pidiendo
bución antieconómica al detalle, de las mercancías. A
con la libertad constitucional de comercio, los detal
liares, son el factor más serio de la carestía. El error de
cados liberales se manifiesta claramente en este caso y
es urgente la reglamentación de esta activ'dad.
La intervención del órgano regulador ha sido ef
cuando sólo sea con su acción marginal al detalle. Üna t

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 495

localizada, en los mercados, en los barrios popul


directamente a los detallistas del mercado o del ru
sus precios, para hacerlos iguales a los de la tienda
una pequeña vanidad, que no sería sincero con u
de expresarla. Las tiendas del Comité de Subsisten
primidas de una sola plumada por las autoridades ad
sosteniendo que dejaban pérdida y que sus bala
"números rojos". Unos años después, descontinu
cia, perdido el campo que se había ganado y perdid
cho dinero, la Nacional Distribuidora volvió a abri
no ya en número pequeño sino a centenares, en to
dificultades que hubo y que hay todavía para or
tirlas y controlarlas, no son razones para suprimi
quiera influirse realmente sobre los precios, las tien
aun cuando dejen pérdida. Una buena organizaci
de las experiencias habidas, acabarán con esas pérd
ma manera que las grandes cadenas de tiendas en ot
cionan dejando rendimientos apreciables, tiendas e
calidad es uniforme, el peso exacto, las operacion
das y el manejo regulado.
Y si a esta acción se agrega una reglamentación
tiva del comercio detallista para fijar zonas, distan
de capital, demostración previa de solvencia y efic
en las manos las armas más seguras para luchar co
y la escasez. Jurídicamente yo haría este razonamie
ma manera que el Estado puede conceder o negar a
para que los particulares se dediquen a determinad
la banca, entre otras, debería hacer los ajustes leg
para que el Estado pudiera conceder patente de com
a quien llenara determinadas condiciones de solv
económica y se ajustara, de una manera total, a
ción por zonas y distancias que ya se han venido e
reglamentos administrativos y en los bandos m
muchos otros establecimientos. La patente sería re
misma manera que una concesión puede ser dec
cuando el beneficiario no cumpliera con los reg
condiciones bajo las cuales les fué otorgada.
Una recapitulación de lo dicho va a servirnos
tar las ideas anteriores y para abordar nuevos tem
hilvanada conferencia sobre precios. El Gobiern

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
496 INVESTIGACIÓN ECONÓMICA

hecho suya la teoría, de que sólo la acción marginal


resultados eficaces, entre los diferentes sistemas d
que la teoría económica le brinda. La acción margina
fiesta por medio de un órgano descentralizado o una co
de derecho común, en la cual el Estado ha delegado esta
nes. El órgano regulador procede, interviniendo en l
y en la oferta de las mercancías marginalmente, es dec
manera lateral. No pretende substituir a todos los com
ni convertirse en comerciante universal de todos los
y en todos los lugares; considera que, comprando y
mercancías, sin idea de lucro, pero aprovechando los mi
genes, en épocas normales, que se conceden a los com
puede influir eficazmente sobre los precios. Se estima t
el órgano regulador puede y debe sufrir pérdidas, cuan
obligado a vender barato, lo que ha comprado caro. Las
son los subsidios que el Estado paga directa o indirectam
regular, abatir y controlar los precios. La negativa
pérdidas es una posición absurda, que impide en las m
ocasiones, la acción marginal. La crítica del Comité d
sistencias, de que en ocasiones y en el manejo de cierto
tos arrojaba "números rojos", ha sido, de hecho, ab
frente a las pérdidas, verdaderamente cuantiosas, qu
se han producido. Antes que pagar dividendos, está el i
premo del pueblo que, en último término, es el que paga
sidios y también es una clara solución de justicia social.
puestos los pagan los ricos y con los impuestos se pagan
dios, para que puedan comer más barato los pobres. Y
saber, quién tiene, fuera de los ricos, objeción a esto.
No se trata de un problema menor. Técnicamente se
con la organización jurídica y económica del órgano
Con la teoría de que no debía haber pérdidas, se constit
sociedad anónima de carácter mercantil, a la que se l
propios comerciantes a regular los precios en el Consej
cional Distribuidora. Cuando salían de allí ya sabían
paña que iba a iniciarse y tomaban todos ellos p
especulativas; las utilidades fueron desde ese mome
comerciantes y no de la Nacional Distribuidora. El erro
entendido, fué ya corregido, pero se tiene todavía el pu
de presentar un balance con utilidades, cuando el Es
sus presupuestos paga las pérdidas y muchos de los plat

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 497

Lo anterior nos lleva derecho a los problemas f


control marginal de los precios, que es mi dese
guida, pues de esta manera habrá tocado los asun
les relacionados con la intervención oficial en ma
tal como hasta ahora se ha concebido teóricamente
El órgano regulador necesita contar con am
económicos, propios o ajenos, para hacer pros
marginal de intervención. Si los recursos son lim
y el trabajo que puede desarrollar, serán también
explicado que, con frecuencia, varía el grado en q
guiador tiene que intervenir; muchas veces basta
vención modesta, que implica pequeñas inversion
los resultados que se necesitan; en otras, es indis
tervención más poderosa, más sostendida, con m
nes de mercancías y, en estos últimos casos, se ex
de dinero más importante o recursos financieros
la intervención marginal en los precios, el Gobie
timado en los últimos tiempos cantidad ni crédito
que, con anterioridad, hubiera también aportado
necesario, los fondos requeridos.
El órgano regulador ha tenido siempre un am
los bancos nacionales. Este crédito llevado a descu
México ha provocado, en muchos casos, emisione
crementando así la circulación monetaria, con el e
en cierta forma, el mal mismo que se trata de com
que cuando las operaciones del órgano regulador
das y éstas son cubiertas por el Estado de sus pro
consigue el efecto saludable de que los ricos y gan
gan sobre sus utilidades, cubran indirectamente
subsidios para abaratar la vida. Pero este efecto n
el uso de recursos reintegrables, cuando el órgan
del crédito, a menos que para solventarlo, use de
o que sea el propio Estado el que, en determinada
a su cargo las deudas y realmente las cubra. Sin e
tras permanecen insolutas, por efecto del descuen
los procedimientos de crédito del órgano regulad
través de los bancos nacionales, agravan la infl
un remedio inmediato que debe usarse en seguida

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
498 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

a los bancos nacionales, para que no lleven a descuent


raciones de crédito con el órgano regulador. Los bancos
con sus propios recursos, con "dinero viejo" como se
muchas veces, deben ser invitados a apoyar financieram
operaciones de intervención marginal, dándoles, si se q
das las garantías que pueden inclusive consistir en
Gobierno Federal, responsable último de los manejos de
regulador y pagador de sus pérdidas o déficits. De esta
corregirá uno de los aspectos más dañosos que la int
marginal ha tenido en los últimos tiempos.
Sin embargo, los créditos abiertos por los bancos na
para la compra de mercancías en el extranjero no han d
de hecho, a emisiones de moneda. En realidad ha sido
pra de divisas a crédito con moneda nacional; si se prod
descuento una emisión, la compra de las divisas la cance
go que se ha hecho últimamente a la política de contr
sólo ha servido para inflar la circulación en varios
millones de pesos, sería exacto si restara de esa cifra, e
de las compras en el exterior. Lamento no poder, por l
informes oficiales, proporcionar a ustedes cifra autori
respecto.
Los procedimientos financieros con los que trabaja e
regulador son muy simples, aunque implican la com
ción a una serie de cuestiones técnicas, relacionadas c
ques, consignaciones, seguro en tránsito, almacenaje, se
tra incendio, fumigaciones, inspección, laboratorio, etc.
procedimientos, están descritos en los párrafos que sig
Informes Anuales del Comité de las Subsistencias que v
a ustedes, con la seguridad de que no han variado much
do fueron analizados:
"Las compras interiores se operan por un doble mec
de créditos quirografarios y prendarios. Para cubrir el i
las mercancías adquiridas, el Comité subscribe un
corto plazo; con su producto paga también los fletes, m
tos, acarreos y maniobras, hasta localizar la mercancía
macén autorizado. Obtiene entonces el certificado de
que, como colateral, sirve para garantizar un pagaré
Con el importe de este pagaré cubre el préstamo quirog
después, cuando la mercancía se realiza, el precio sirve
ventar el préstamo prendario. El mecanismo es muy si

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 499

bancos están garantizados. El único riesgo sería


dispusiera de los fondos obtenidos por el préstam
para otros fines o que ocultara los certificados de
poniendo de la mercancía; pero ese temor ha sido
los bancos, después de un año en que el Comité de
seriedad financiera. Si no se procediera así, sería t
tarse para el futuro todas las oportunidades de tr
tamo prendario no puede ser mayor del 75% del v
cancía pignorada y, por esa razón el Comité, tie
en su compra, fletes, movilizaciones, etc., el 25
mándolo de sus propios fondos. De aquí deriva
una limitación para el volumen de sus operacio
capital es por ejemplo de cinco millones de pesos,
en mercancías no pueden ser superiores a vein
pesos teóricamente; pero ni las mercancías ni el d
movilizados, al mismo tiempo que se compra se
producto se pagan los préstamos y se reintegra el
ciento invertido y hay oportunidad de hacer nuev
es la razón por la cual el volumen de operacion
un año puede ser superior a esta cifra".
En sus rasgos generales, la teoría de la interve
nal, en momentos no inflacionistas y sólo desde e
ciero, se encontró por la comisión de 1938 a que m
en un libro del profesor Benjamín Graham tit
AND STABILITY. Alguna vez habría que revisa
siones frente a la situación actual. En el libro "se d
problemas del almacenamiento de las mercancí
bilidad de los precios y de los excedentes de prod
ga a la conclusión de que ciertos artículos de prim
pueden ser la base para la emisión de moneda, res
vertible en unidades de mercancías almacenadas. Se sostiene la
idea de que de esta manera puede inyectarse una cantidad muy
importante de moneda en la circulación que estimula la produc
ción, aumenta el poder adquisitivo de la comunidad y el consumo
puede entonces ampliarse para absorber los excedentes almace'
nados. Se dice que de esta manera, la moneda podrá ampliar y
contraer la producción y se logrará una situación monetaria esta'
ble, porque su valor estará garantizado no por la voluntad ofic'al
del Estado sino por el valor impersonal de las mercancías almacc
nadas. El Profesor Keynes, en un artículo publicado en THE

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
500 INVESTIGACIÓN ECONÓMICA

ECONOMIC JOURNAL acoge la idea de Graham y la de


lia con gran amplitud, otorgándole el valor de una posib
ción a los problemas monetarios. . ." Los estudiantes de eco
podrá ver en una solución de esta naturaleza, la vuelta ind
a la época primitiva en la que ciertas mercancías eran la m
circulante; tienen un valor apreciable por el consumo y
demanda constante que de ellas existe, con la diferencia
no es la mercancía materialmente la que circula, con efect
biarios, sino un signo que el Estado emite sobre ella, a
de ciertas unidades monetarias por otras determinadas unid
mercancía, con lo cual se da agilidad al sistema. Estas u
monetarias son en cualquier momento convertibles en l
valentes mercancías almacenadas. Cuando la paz venga
condiciones sean normales o cuando la crisis de la postg
apunte, acaso no sea ocioso examinar las posibilidades qu
idea presenta.
Por razones que yo no puedo exponer, por la parte i
que tuve en la solución de estos problemas, la intervención
ginal en los precios ha fracasado desde 1941, porque no ha
do frenar el alza. Su fracaso ha exasperado a los dirigentes
namentales y al pueblo y, sin análisis de las causas verdade
fracaso para corregirlas y, sin autoridad suficiente para h
- porque muchas son de carácter personal y político - el G
no ha ido de una solución a otra, tomando una medida y
otra diferente, atribuyendo a una jurisdicción administrat
luego a otra, la solución del problema, sin abandonar total
la solución del órgano regulador por medio de interven
marginales. Esto ha creado una dispersión absoluta de func
atribuciones, responsabilidades; una confusión jurídica y a
trativa que no tiene paralelo igual. Aburriría a ustedes con
en orden cronológico todas las disposiciones legales, dec
nes a la prensa, constitución de comités locales y federales
han organizado, todo ello desde el año de 1941 a la fecha
sólo decir, para ligar esto con el desorrollo último de esta
rencia, que la solución de hace seis meses fué atribuir, al Je
Departamento del Distrito Federal, la función de interven
ponderantemente en las cuestiones de precios, olvidando, q
hay algo que debe federalizarse en seguida, abatiendo to
intereses locales, subordinando a la entidad encargada de m
estas cuestiones todas las jerarquías administrativas de l

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 501

blica, es el asunto de los precios de las subsistenci


así ha sido y ésto señala la intervención que, de
tiempo, volví a tener en los problemas de precios
Tres eminentes profesores de esta escuela, los
Rodríguez Adame, Francisco Zamora y Alfonso
dirigente obrero, don Justino Sánchez Madariaga
invitados para formar una comisión consultiva
Jefe del Departamento, en la resolución de los pro
nuevas atribuciones, le obligaban a resolver. Nues
vimiento fué explicar al licenciado Rojo Gómez
podría hacer con su jurisdicción local; que el p
amplio y complejo que el simple abastecimient
que, lo que lograra, después de muchos esfuerzos
ratado por falta de coordinación con las autori
resto de la República. El no podía abandonar la
política que el Gobierno Federal le imponía y se p
mejor, dentro de las circunstancias más desfavor
que dominar una carrera de alza de los precios qu
el costo de la vida en más de ciento cincuenta
nivel promedio de 1939.
La intervención que hemos tenido en la soluci
ma desde el Departamento Central, se ha limitad
opiniones aisladas sobre precios concretos, fijados
vamente y a la emisión de una ponencia que, aun
autorización de mis colegas de Comisión, por trat
nes simplemente técnicas, no creo que haya incon
vulgar. De ella leeré los párrafos más salientes, p
dero el documento más completo que, sobre asu
se ha elaborado últimamente.
Analizando las cuentas del aumento de los pre
dijimos:
"Entre las causas productoras del aumento de los precios se
encuentra en primer término, a nuestro parecer, la demanda cre-
ciente de las mercancías, apoyada por la ascendente capacidad
de compra de ciertos sectores de la población, que resulta de la
mayor distribución de dinero a través de las formas diversas de
ingreso personal: salarios, rentas, ganancias, etc."
"Este mayor volumen de dinero en manos del público se re-
vela en el constante incremento de la circulación monetaria, que
de $ 613.000,000.00 mensuales de promedio de moneda circu-

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
502 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

lante en 1940, ha subido a $ 1.582.000.000.00 en el mes de


del año en curso (1944); esto, sin contar con el alarmant
cimiento de los depósitos bancarios disponibles a la vista o a
plaso que los bancos guardan y que son también pode
compra".
"La Comisión desea expresar de manera categórica, que en
su concepto, mientras esa situación no se corrija, la causa más
activa del alza de los precios subsistirá y todo lo que se haga por
abatirlos tendrá el carácter de simple paliativo, pues dejará inte
cado el más poderoso de los factores que concurren a generar el
fenómeno".
"No desconocemos que al aumento de la circulación mone'
taria contribuyen diversas situaciones y hechos, muchos de los
cuales se encuentran fuera de la acción del Gobierno y, por con'
siguiente, no está en manos de él remediar de inmediato sino to-
mando medidas que traerían consecuencias perjudiciales para la
economía del país. Puede citarse a tal respecto la constante im'
portación de crédito y divisas extranjeras que recibimos en pago
de la exportación de nuestros productos, así como por envíos de
los braceros que trabajan en los Estados Unidos; estos créditos y
divisas no se compensan con la importación, hasta ahora limitada,
de artículos que pudiéramos comprar en el extranjero; por tanto,
cooperan en forma irremediable a incrementar el volumen del
caudal monetario".
"Hay, sin embargo, otras causas del aumento de la circula'
ció n que sí puede frenar el Gobierno, a fin de impedir que sigan
produciendo su efecto sobre la circulación de dinero; nos referí'
mos en concreto a los gastos públicos no controlados, y a las obras
públicas no urgentes, que si ciertamente son productivas a la lar'
ga, de momento sólo acrecientan el poder adquisitivo, al derra'
marse los fondos invertidos en sueldos, salarios, etc.".
"Es obvio que en la medida en que la inflación se deba a
causas no controlables, la única forma de contrarrestarla, sería
la iniciación de una política destinada a incrementar la produc
ción de bienes de consumo, que puestos en el mercado, aumen'
tarán la oferta hasta equilibrarla con la demanda acrecentada
por la ascendente cantidad de signos de cambio de que dispone
el público; de esta manera el juego de la ley económica haría que
los precios bajasen. En el desarrollo de esa política, sería preciso
adoptar, medidas conducentes, por una parte, a favorecer y esti'

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 503

mular la creación de artículos de primera nece


otra, a desalentar y reducir la de artículos no ind
lujo".
"De nada serviría, con todo, la abundancia de productos o
mercancías necesarias, si por algún motivo no pudieran llegar al
consumidor que las demanda; en otros términos, si la política ade
cuada para incrementar la producción y contrarrestar de esa
manera los efectos de la inflación, no se complementa con otra
encaminada a garantizar la llegada de los géneros producidos a
los centros de consumo. En consecuencia, deben también tomarse
medidas eficaces para poner la nueva oferta al alcance de quie-
nes solicitan los artículos. O dicho de otro modo, han de resol'
verse los problemas relativos al transporte y distribución de los
productos - que las respectivas comisiones estudiarán - y tiene
que impedirse los acaparamientos con fines especulativos, por los
medios que sugiera la comisión que se encarga del examen de esta
cuestión importantísima".
"Restaría, no obstante, un punto de indiscutible trascender
eia, al que hasta ahora no se ha concedido la atención que mere'
ce; cómo restringir el uso inmediato de la acrecentada capacidad
adquisitiva de que dispone el público, cuyo impacto evidente
mente impulsa los precios hacia arriba. El efecto de esta causa de
encarecimiento es tanto más digno de tomarse en cuenta, cuanto
que el poder de compra incrementado se distribuye en forma des'
igual entre los diversos grupos de la población, de lo que resulta
que, quienes más sufren a consecuencia del alza de los precios, son
precisamente las capas de consumidores que en menor proporción
lo reciben. Es urgente, por lo tanto, que la intervención oficial
ocurra a contrarrestar, en lo posible, este otro factor de ca'
restia".
"Fundada en las consideraciones que anteceden, la Comi'
sión que suscribo ha llegado a las conclusiones que a continuación
se permite exponer, no sin antes advertir que en modo alguno se
refieren al alza de los precios exclusivamente del Distrito Federal,
puesto que juzga que es muy difícil, casi impracticable, aislarlo
del problema general del encarecimiento en el resto del país".
I9 - Es indispensable suprimir los gastos públicos no contro'
lados y reducir al mínimo las erogaciones en obras materiales de
productividad a largo plazo. Los recursos que a los unos y las

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
504 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

otras se han venido destinando, deben dedicarse al foment


producción de artículos de consumo necesario.
2' - Es preciso gravar considerablemente el ejercicio
actividad productora y del comercio de artículos y de se
no indispensables o de lujo. El rendimiento de los impuest
que se la grave, debe aplicarse a fomentar la producción de
de primera necesidad y de consumo corriente.
y - Hay que favorecer por todos los medios la creac
obtención de estos últimos, concediendo mayores crédit
producción agrícola o industrial de ellos, reduciendo los tr
que pagan, otorgándoles privilegios en el transporte, etc.,
elusive debe contemplar la posibilidad de estimular a los p
tores, en determinados casos, mediante la fijación de prec
adquisición, en compras de primera mano hechas por los ó
de intervención estatal, superiores a los de venta, cubri
diferencia con el producto de las contribuciones que para e
se impusieran a la producción y el comercio de artículos n
pensables o de lujo.
4' - Deben gravarse las ganancias excesivas, sobre to
provenientes de actividades especulativas o no socialmente
con lo que no sólo se desalentará a quienes se dedican a
sino también se allegará recursos al Estado para impulsar l
ducción de bienes de consumo general.
59 - Conviene regular la demanda de estos últimos, mie
no se produzcan en cantidad suficiente para que puedan se
ridos, a precios razonables, por todos los consumidores en
dida de sus posibilidades económicas. Como la implantac
racionamiento presenta dificultades casi insuperables en n
país, es de recomendarse que se adopten medidas conduc
que, quienes reciban ingresos de cierta cuantía, no puedan
ner inmediatamente de la totalidad de ellos. La Comisión q
cribe se permite sugerir que se considere la posibilidad
una parte de los salarios y sueldos, que actualmente se pag
cubran con documentos de crédito, cobrables dentro de un
prudencialmente fijado. Sobra decir que la determinación
parte, se haría a partir de un mínimo de ingreso preestab
y tomando en cuenta las necesidades familiares de quien lo
be, así como que su cobro posterior debería quedar absolut
te garantizado. Las ventajas del sistema parecen evident
primer lugar, la reducción de la demanda de artículos de co

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
POLÍTICA DE PRECIOS 505

necesario que así se lograría, en un descenso


éstos, que favorecería a todos los consumido
distribución de dichos artículos no se hará en
ahora, en detrimento principal de los consumi
recursos; y, tercero, los que reciban sueldos y
cuantía, dispondrían de una reserva que puede
lo porvenir".
La ponencia de la Comisión se extiende aú
instrumentos más apropiados para aumentar l
trolar las cosechas, distribuir el crédito, prop
nica, realizar la distribución de las mercancí
comerciantes, etc., etc.; pero creo que, para
conferencia, los párrafos transcritos precisa
que debe hacerse .
Ustedes podrán apreciar que las proposicion
suponen la adopción de una serie de medidas
trol, junto con las cuales si cabe bien el contro
tervención marginal, no es por cierto la princ
directos casi se abandonan para dar preferenci
llamados a tener mayor eficacia, porque atacan
minantes del mal. Si el Gobierno no ha podido
los controles directos, detener la carrera de lo
obligado tarde o temprano a echar mano de las
tas, por más dolorosas que sean y aquí se plant
política por la que hay que optar de una bue
guir engañándose y no seguir engañando tamp
es posible hacer grandes gastos y grandes ob
dinero en presupuestos inflados, mantener l
más crecidas que nunca, no aumentar los impu
gastos de los ricos se deriven al lujo y al despi
al mismo tiempo los precios bajos. Por una o p
ha llegado el momento de optar. Las grandes o
que no rinden de inmediato; las grandes tareas
tienen resultados económicos en seguida, aca
tos momentos de guerra y desequilibrio econó
automóviles de placer, las residencias, los caba
las carreras de caballos y todo lo que la inflaci
ricos debe atemperarse o simplemente suspend
ello lo paga el pueblo con su miseria. No ver las

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
506 INVESTIGACIÓN ECONOMICA

los ojos a la realidad. Son tan opuestas como el día y la


blanco y lo negro.
Considero que es muy penoso para el gobierno act
donar su política de grandes gastos públicos, de obras d
ción, caminos, puertos, ferrocarriles; de erogaciones en
Zar al pueblo, construir escuelas, edificios públicos, mo
ciudades y dotarlas de agua y drenaje; de inversiones n
tivas de inmediato; de subsidios a corporaciones cultur
etc., pero todo ello aumenta los precios de una mane
no hay modo de evitarlo.
Creo también que es muy difícil para la alta burocr
xicana enriquecida, prescindir de los artículos de lujo y
pilfarro personal y colectivo a que ha llegado. No van a
cierto, los banqueros, los industriales - ahora multimil
los que van a admitir que se graven sus dispendios; p
cerio y mantener las cosas como están, impedirá que lo
bajen.
No creo que esa misma burocracia y los mercaderes, especu'
ladores y traficantes vayan a admitir que se les obligue forzo'
sámente a ahorrar parte de sus ingresos, para impedir que gasten
más de lo que deben gastar; pero si no se hace así, los precios,
mientras las condiciones de inflación subsisten, no bajarán.
La política del gobierno debe definirse claramente para que
sepamos qué hemos de esperar y a dónde vamos porque, de la
misma manera que no puede engañarse ahora a ustedes, los técni'
eos en asuntos económicos, llegará el momento en que el pueblo,
con su fino sentido de las causas de su mal, comprenda en donde
radica éste y exija una inmediata acción y una justiciera inter'
vención por parte de las autoridades.
No es posible, como dice nuestro viejo proverbio criollo, sil'
bar y comer pinole y los técnicos del gobierno mexicano lo saben
muy bien. Se ha usado de muchos paliativos que no han dado nin'
gún resultado, mientras que las causas mismas del mal aparecen
intocadas.

This content downloaded from 54.189.126.232 on Thu, 22 Dec 2022 07:49:29 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms

También podría gustarte