OT 2 Termografia

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REVISIÓN 43

R e v. Soc. Esp. Dolor


8: Supl. II, 43-47, 2001

Aplicación de la termografía en el dolor lumbar crónico


C. Pichot*

luar y controlar los cuadros de dolor lumbar crónico, con o


Pichot C. Use of thermography in chronic lumbar sin irradiación a extremidades inferiores, alteraciones cir-
p a i n . Rev Soc Esp Dolor 2001; 8: 43-47. culatorias, síndromes de dolor miofascial, síndromes de
atrapamiento nervioso, cicatrizaciones, síndromes doloro-
sos psicógenos, y especialmente síndrome de dolor re g i o-
SUMMARY nal complejo tipo I y tipo II (Distrofia Simpático-Refleja y
Causalgia re s p e c t i v a t e n t e ) .
T h e rmography is a diagnostic method for the evaluation Se discute la utilidad de la Te l e t e rmografía en el diag-
and monitoring of the management of patients with chro- nóstico del Síndrome de Dolor Miofascial y Fibro m i a l g i a .
nic pain. Despite the initial studies in a great variety of pa- Su utilidad en el diagnóstico de las radiculopatías pare c e
thologic conditions, thermography is currently used for the clara, aunque no posee mayor valor predictivo que otras
diagnosis, assessment and control of patients with chro n i c exploraciones como electromiografía o RNM. Por último,
low back pain, with or without irradiation to lower limbs, es de especial utilidad para diagnosticar alteraciones del
c a rdiovascular disorders, myofascial pain syndromes, syn- sistema nervioso simpático subyacente en cuadros de dolor
d romes of nerve trapping, healing, psychogenic painful lumbar postquirúrgico irradiado a las extremidades inferio-
s y n d romes and, specially, complex regional pain syndro m e res. © 2001 Sociedad Española del Dolor. Publicado por
type I and type II (Sympathetic-reflexive dystrophy and Arán Ediciones, S. A.
causalgia, re s p e c t i v e l y ) .
The use of telethermography for the diagnosis of Myo- Palabras clave: Termografía. Teletermografía infrarroja.
fascial Pain Syndrome and Fibromialgia is discussed. Its va- Dolor lumbar. Dolor lumbar postquirúrgico. Fibrosis epidural.
lue for the diagnosis of radiculopathies seems to be clearly
established, but its predictive value is not greater than
o ther tests, such as electromyography or NMR. Finally, it
is specially useful for the diagnosis of nervous system disor-
A b reviaturas utilizadas
ders in patients with post-surgical low back pain irradiating
to lower limbs. © 2001 Sociedad Española del Dolor. Pu-
blished by Arán Ediciones, S.A. TRP Punto Tr i g g e r.
EEII Extremidades inferiores.
Key words: T h e rmography. Infrared teletherm o g r a p h y . RNM Resonancia nuclear magnética.
Low back pain. Post-surgical low back pain. Epidural fibro-
sis.
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN
RESUMEN
2. T E R M O G R A F Í A EN EL ESTUDIO DE LOS T R A S-
La termografía es un método diagnóstico que contribu- TORNOS RAQUÍDEOS
ye en la evaluación y la monitorización del tratamiento de 3. T E R M O G R A F Í A EN EL DOLOR LUMBAR
pacientes con dolor crónico. A pesar de los estudios inicia- CRÓNICO DE ORIGEN MIOFA S C I A L
les en una amplia variedad de condiciones patológicas, ac-
4. T E R M O G R A F Í A EN EL DOLOR IRRADIADO A
tualmente la termografía se emplea para diagnosticar, eva-
EEII (RADICULOPAT Í A )
5. T E R M O G R A F Í A EN EL DOLOR LUMBAR POST-
QUIRÚRGICO ( FAILED BACK SYNDROME)
* Clínica del Dolor. Barcelona.
44 C. PICHOT R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, Supl. II, Abril 2001

1. INTRODUCCIÓN

La termografía es un método diagnóstico que con-


tribuye a la evaluación y la monitorización del trata-
miento de pacientes con dolor crónico. Ofrece un
“mapa térmico” del área bajo estudio, revelando de
una forma indirecta las condiciones patofisiológicas
asociadas con los síndromes dolorosos. Al contrario
que la exploración radiológica, que pone de manifies-
to alteraciones estructurales, el termograma muestra
anomalías en la emisión térmica radiante de la super-
ficie del cuerpo, la cual a su vez es índice de altera-
ciones patofisiológicas y neurovasculares entre otras. Fig. 1.—Dolor miofascial cervical y dorsal.
La teletermografía infrarroja computerizada de-
tecta y mide las emisiones infrarrojas que están en
función de la temperatura corporal, transformándolas La región torácica normal presenta una hipertermia
en imágenes electrónicas que pueden ser visualiza- medial correspondiente a las apófisis espinosas, que
das, digitalizadas y registradas. A pesar de los estu- se amplia en forma de triángulo en la zona superior.
dios iniciales en una amplia variedad de condiciones La región lumbar muestra una zona hipertérmica
patológicas, actualmente la termografía se emplea central acompañada o no de puntos hipertérmicos pa-
para diagnosticar, evaluar y controlar los cuadros de ramediales que en ocasiones están en función de cur-
dolor lumbar crónico, con o sin irradiación a extre- vaturas anómalas de la columna dorsolumbar. La zo-
midades inferiores, alteraciones circulatorias, síndro- na de glúteos aparece más fría en personas con
mes de dolor miofascial, síndromes de atrapamiento abundante panículo adiposo. El pliegue interg l ú t e o
nervioso, cicatrizaciones, síndromes dolorosos psi- es siempre hipertérmico (Fig. 2).
cógenos, y especialmente síndrome de dolor regional Los termogramas de extremidades superiores e in-
complejo tipo I y tipo II (Distrofia Simpático-Refleja feriores deben ser simétricos en condiciones norma-
y Causalgia respectivamente). La termografía tiene les, aceptándose como fisiológicas asimetrías de has-
una especial utilidad en aquellos síndromes doloro- ta 0,4 °C.
sos en que se sospeche una implicación del sistema
nervioso simpático.
Los trastornos neuropáticos aparecen como zonas
de hipertermia en la fase aguda, y ofrecen un patrón
hipotérmico en la fase crónica. Los síndromes mio-
fasciales generalmente se caracterizan por zonas de
hipertermia de 1 a 2°C, al contrario de lo que ocurre
con los trastornos neuropáticos.
Los trastornos articulares y periarticulares, en la
fase aguda aparecen como un patrón de hiperemi-
sión, mientras que en la fase crónica el patrón puede
ser de hipoemisión y hacernos sospechar la presencia
de una distrofia simpático-refleja (1).
Fig. 2. Dolor miofascial lumbar.

2. TERMOGRAFÍA EN EL ESTUDIO
DE LOS TRASTORNOS RAQUÍDEOS

En condiciones controladas y en sujetos normales 3. TERMOGRAFÍA EN EL DOLOR LUMBAR


sin patología el patrón termográfico guarda unas ca- CRÓNICO DE ORIGEN MIOFASCIAL
racterísticas constantes que pueden servirnos para
identificar la existencia de alteraciones. Algunos pacientes pueden estar afectos de un sín-
Generalmente la región cervical posterior aparece drome de dolor lumbar crónico de origen miofascial.
hipertérmica en 0,5-1°C respecto al tronco (Fig. 1). Éste se caracteriza por la existencia de puntos
APLICACIÓN DE LA T E R M O G R A F Í A EN EL DOLOR LUMBAR CRÓNICO 45

Tr i gger (TRP) sobre un músculo o su fascia o la de dolor miofascial. No se han documentado, en


unión miotendinosa. Un T R P miofascial se define cambio, cambios paralelos en la fibromialgia. A l g u-
como un área de hiperirritabilidad la cual, al ser pre- nos autores sugieren que ello podría ser útil para di-
sionada, es exquisitamente sensible y puede dar lu- ferenciar estos dos síndromes dolorosos, o bien para
gar a fenómenos referidos como dolor, distorsiones reconocer zonas de dolor miofascial lumbar en pa-
de la propiocepción y fenómenos autonómicos (2). cientes afectas de una fibromialgia (6).
El origen o la causa que convierte a este T R P e n Otros autores niegan la relación de los puntos hi-
persistente puede ser la existencia de una anormali- pertérmicos en el área paramedial raquídea con la lo-
dad estructural, como una dismetría, o una postura calización de T R P activos (7).
incorrecta mantenida en el lugar de trabajo, o bien
problemas articulares, y en el caso de los trastornos
raquídeos se ha visto que los T R P están en función 4. TERMOGRAFÍA EN EL DOLOR IRRADIADO
de alteraciones en las articulaciones zigoapofisarias A EEII (RADICULOPATÍA)
o en los discos intervertebrales principalmente (3).
Algunos autores (4) afirman que el papel de los Durante la década de los 70 la termografía se em-
TRP en el dolor crónico se ha subestimado a causa de pleó en el estudio de la lumbociatalgia. Se considera-
la falta de medios objetivos para documentarlos. Su- ba que un déficit térmico en la región circunscrita a
gieren que la termografía es un método adecuado para un dermatoma cutáneo equivalía a la lesión radicular
documentar la patología de tejidos blandos. Observa- correspondiente. Sin embargo en la actualidad no se
ron la presencia de puntos hipertérmicos coincidentes emplea de forma generalizada. La termografía puede
con la localización de los T R P en un 61%. ser muy útil en la evaluación de dolor lumbar con
Se ha definido termográficamente un T R P c o m o irradiación a las extremidades, pero no debe conside-
un área circunscrita con un incremento térmico res- rarse de ningún modo un test diagnóstico absoluto ni
pecto al contexto o a las áreas contralaterales, supe- debe ser criterio para indicación de terapias invasi-
rior a 1°C. Otros autores consideran patológicos in- vas. El uso indiscriminado de esta técnica ha contri-
crementos por encima de 0,6°C. Para distinguir un buido a disminuir su reputación. Se sabe que la ter-
verdadero T R P de un punto hipertérmico meramente mografía de la columna lumbar o cervical no posee
artefactual, se considerarían T R P aquellos que per- la suficiente sensibilidad y especificidad para diag-
sisten tras una serie de termogramas obtenidos en in- nosticar la presencia de una lesión radicular. Ello se
tervalos de 15 minutos, o bien reaparecen 5 minutos debe a que el patrón de emisión térmico es un reflejo
tras ser rociados con una solución alcohólica (5). del grado de vasoconstrición o vasodilatación de la
En general existe un desacuerdo en cuanto a si la piel, la cual está determinada por procesos fisiológi-
termografía es un método válido para identificar y cos y patofisiológicos de origen mixto, neurógeno y
documentar la existencia de un síndrome de dolor v a s c u l a r. Se cree que el mecanismo que causa déficit
miofascial lumbar. térmico es distinto al que causa el dolor irradiado o
También se ha sugerido su utilidad para distinguir- los déficits neurológicos (Fig. 3).
lo de la fibromialgia. Se cree que el T R P m a n t e n i d o Tampoco se considera a la termografía como buen
establece una retroalimentación positiva con el siste- test para diagnóstico diferencial de condiciones que
ma nervioso central que resulta en cambios sensiti- se asemejan clínicamente a la radiculopatía, tales co-
vos, motores y autonómicos. Por el contrario, los mo la plexopatía, la mononeuropatía o la neuropatía
puntos sensibles en la fibromialgia, los cuales tam- periférica asimétrica. En estos casos la información
bién son dolorosos a la palpación, no parecen resul- nos la proporcionan más adecuadamente los estudios
tar de los mismos mecanismos de retroalimentación. neurofisiológicos (8).
Parecen ser puntos de disminución del umbral de do- Algunos autores sostienen que la termografía po-
l o r. Termográficamente los T R P aparecen como áreas see un alto valor predictivo cuando los resultados son
hipertérmicas coincidentes con el punto donde la negativos, es decir, un paciente con un termograma
presión es dolorosa. Ocasionalmente se ha visto tam- normal probablemente no esté afecto de una radicu-
bién un incremento térmico en el área de dolor refe- lopatía verdadera (9,10). Un meta-análisis concluyó
rido, aunque este hallazgo no es constante. Caracte- con la inefectividad de la termografía para evaluar la
rísticamente tras la aplicación de presión digital radiculopatía lumbar (11). Sin embargo en el mismo
sobre el T R P la zona hipertérmica se convierte en hi- estudio se advierte que la literatura acerca de la utili-
potérmica. Se cree que ello es debido a cambios en el dad de la termografía en la radiculopatía se ha cen-
sistema nervioso simpático en relación al síndrome trado únicamente en la sensibilidad y especificidad
46 C. PICHOT R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, Supl. II, Abril 2001

Fig. 3.—Radioculopatía S 1 izquierda. Fig. 4.—Síndrome de dolor regional complejo tipo I


lumbar y de exremidad inferior iquierda.
de la técnica, dejando aparte otros aspectos de la uti-
lidad clínica, como la necesidad de otros estudios se el dolor, y ello motiva en ocasiones reintervencio-
diagnósticos tras la termografía, o el valor de la ter- nes con objeto de liberar las raíces nerviosas supues-
mografía en la monitorización del paciente tras el tamente implicadas en el dolor irradiado.
tratamiento. En algunos casos, especialmente tras múltiples in-
tervenciones, existen síntomas y signos que recuer-
dan al cuadro clínico del síndrome de dolor regional
5. TERMOGRAFÍA EN EL DOLOR LUMBAR complejo de extremidades inferiores o distrofia sim-
POSTQUIRÚRGICO (FAILED BACK pático-refleja: frialdad de una extremidad, cambios
SYNDROME) en la coloración, hipersudoración, atrofia y espas-
mos. Estos pacientes podrían tener un componente
La persistencia de dolor, irradiado o no a las ex- simpático en el mantenimiento del dolor lumbar y
tremidades inferiores tras la cirugía del raquis sigue del dolor irradiado a las extremidades y ser candida-
siendo relativamente frecuente. La mayoría de pa- tos a un bloqueo simpático lumbar (14). Mediante el
cientes con dolor persistente reúnen criterios clínicos uso de la termografía se puede demostrar una afecta-
de dolor neuropático, el cual puede ser mantenido ción con hipotermia de distribución regional de una o
por el simpático o ser independiente del simpático. ambas extremidades. Se ha intentado sin éxito identi-
Las causas del dolor son diversas y no siempre son ficar a este subgrupo de pacientes mediante la res-
evidentes. En muchos casos existe una fibrosis epi- puesta al test de fentolamina endovenosa (15). La
dural que comprime algunas raíces nerviosas y puede utilidad de la termografía en la evaluación de este ti-
causar dolor radicular. Pero en otros casos parecen po de pacientes y en su monitorización tras el trata-
estar implicadas otras estructuras distintas a la raíz miento merece ser estudiada en profundidad.
como las articulaciones zigoapofisarias, inervadas
por el ramo posterior o bien el disco intervertebral
(12). Recientemente se ha prestado atención de nue-
vo a la inervación del disco intervertebral. Efectiva-
CORRESPONDENCIA:
mente, las fibras externas del anillo fibroso y los pla- Carmen Pichot Pla
tillos vertebrales se encuentran inervados (13) por un Clínica del Dolor de Barcelona
plexo microscópico de fibras nerviosas, procedentes C/ Pau A l c o v e r, 75-77
en la región posterior del nervio sinuvertebral, el 08017 Barcelona
cual contiene fibras somáticas y simpáticas proce-
dentes de la cadena simpática. En la parte más ante-
rior la inervación procede de ramas de ambas cade-
nas simpáticas lumbares (Fig. 4).
Las pruebas de imagen (RNM) muestran cicatrices BIBLIOGRAFÍA
(fibrosis epidural) que engloban o no la raíz o raíces
1. Madrid JL. Técnicas especiales en la valoración del do-
afectas. Las pruebas neurofisiológicas acostumbran a lor y su interpretación. En Estudio y tratamiento del do-
mostrar cambios crónicos, a los cuales suele atribuir- lor agudo y crónico. Madrid: ELAGrupo Arán, 1994.
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