Libro Ollas Comunes en Pandemia

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Carolina Leitao Álvarez-Salamanca

Alcaldesa de Peñalolén
PALABRAS PREVIAS

Carolina Leitao Álvarez-Salamanca

Alcaldesa de Peñalolén

Para esta gestión es un orgullo poder presentar el libro: “Las ollas comunes en pandemia, todo un mundo
y recetas”, que plasma la historia de vecinas y vecinos de Peñalolén que se unieron en tiempos donde la
pandemia no daba respiro, la incertidumbre laboral y el hambre eran parte del escenario no solo a nivel
.comunal, sino que en todo el país

Una labor muy noble y hermosa que vuelve a unir a los y las vecinas de todos los rincones de la Comuna
para dar respuesta a los momentos de crisis. Quiero destacar el trascendental trabajo colaborativo, los
aportes voluntarios de los vecinos, el apoyo fundamental de las delegaciones en terreno, pero lo más
importante, el cariño y amor por el otro, que fue lo que realmente se destacó en estos tiempos difíciles
traducidos en un plato de comida, algo tan esencial y básico que pudo alimentar a niños, niñas, jóvenes,
.adultos y adultos mayores y a todo quien lo necesitara

Agradecemos a quienes colaboraron y fueron parte de este proceso con sus historias, recetas y experien-
cias dentro de una cocina comunitaria, la creatividad de poder elaborar ricos platos con elementos tan
humildes los hacen únicos, formando los lazos a través de la organización vecinal que no solo alimentan
.bocas, sino que el alma

Construir un recetario tiene como objetivo poner en valor el trabajo realizado con amor por cocineras,
.quienes no solo entregaban alimentos si no que afecto y contención, a través de un plato de comida

Peñalolén, al igual que todo Chile tuvimos que reflexionar y dar una mirada renovada hacia el futuro,
donde el trabajando en conjunto y colaborativamente nos demostró que podemos enfrentar cualquier tipo
de adversidad, como bien se ha plasmado en este libro, no solo con recetas sino un trabajo arduo y lleno
.de esperanza para las próximas generaciones

Así, la Municipalidad de Peñalolén a través de su Corporación Cultural y con la ayuda del trabajo en
conjunto con las delegaciones, se pudo evidenciar a través de un relato poético las historias y recetas de
algunas de las ollas comunes que existieron en la comuna, siendo hoy, ya parte de nuestra historia
LAS OLLAS COMUNES, TODO UN MUNDO
De necesidades, organización, participación, lucha,
solidaridad y de historia.

“Yo prefiero poner mis manos a disposición,


a quedarme en la casa a rezar pidiéndole a Dios…
Las manos que ayudan son más nobles que los labios que rezan”.
CRÉDITOS
Ollas Comunes, Todo Un Mundo
Corporación Cultural de Peñalolén

Primera edición 2022


Inscripción en el registro de Propiedad Intelectual N°
ISBN:

Dirección
Gladys Sandoval Campos

Producción General
Nicolas Giacometto Millán
Salvador Salazar Rivas

Texto Narrativo
Amante Eledin Parraguez

Ilustraciones, Diseño y Diagramación


Ayleen Delgado Carrasco

Recopilación de Relatos
Nicolas Giacometto Millán
Salvador Salazar Rivas
Jorge Perez Reinal

Digitación
Enrique Bertrán Aracena
Sonia Borquez Orellana
Katherine Leyton Caaballero

Equipo Revisor
Enrique Bertrán Aracena
Katalina Reyes Díaz
Roberto García Yevenes
Cristian Sottolichio Leighton

Asesor Técnico
Pablo Mellado Espinoza

Difusión y Redes Sociales


Cristian Sottolichio Leighton
ÍNDICE.
Página

I.- PRESENTACIÓN ............................................................................................... 9

II.- RESEÑA POÉTICA


DE LA HISTORIA DE LAS OLLAS COMUNES ................................................ 16

III.- ¿DE QUÉ DAN CUENTA LAS OLLAS COMUNES?.................................. 22


1.-¿Cómo surgen las ollas comunes? ..................................................................... 26
2.- Las motivaciones para formar una olla común ................................................ 28

IV.-EL ROL DE LAS MUJERES EN LAS OLLAS COMUNES ............................ 30


1.- ¿Cómo se organizan las ollas comunes? .......................................................... 32
2.- ¿A quiénes benefician las ollas comunes? ....................................................... 36
3.- ¿Cómo se entregaba la comida? ...................................................................... 40

V.- ALIMENTACIÓN SALUDABLE: Los Menús ................................................ 44


1.- La recepción de la gente ..................................................................................... 46
2.- El ambiente y la convivencia entre los protagonistas .................................... 47
3.- ¿Cuál es el sentimiento al final de la jornada? ................................................ 49

V.- RESEÑA DE LAS OLLAS COMUNES


Y SU PLATO ESTRELLA ................................................................................. 52

Principales platos preparados en las ollas comunes .................................... 54

5
Página

Charquicán .................................................................................................................... 56
Porotos con riendas ...................................................................................................... 57
Porotos con menestrón ................................................................................................ 58
Porotos negros Simón Bolivar ..................................................................................... 59
Garbanzos .................................................................................................................... 60
Pollo al jugo con arroz .................................................................................................. 61
Pollo asado con arroz .................................................................................................... 62
Pollo al horno con papas cocidas ................................................................................. 63
Pantrucas con sopaipillas y pebre................................................................................ 64
Croquetas de jurel con arroz ........................................................................................ 65
Estofado de jurel ............................................................................................................ 66
Hamburguesas de jurel con puré................................................................................ 67
Fritos de zanahoria con papas rústicas y arroz .......................................................... 68
Guiso de Pulled Pork .................................................................................................. 69
Tallarines contundentes .............................................................................................. 70
Pastel de papas ............................................................................................................ 71
Empanadas de pino ..................................................................................................... 72
Panadería comunitaria ................................................................................................ 73

VI.- LAS OLLAS COMUNES, ¿QUÉ SON? .............................................................. 74


Al concluir ................................................................................................................... 75
Poema ............................................................................................................................ 77
Agradecimientos .......................................................................................................... 80

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“El pan para uno mismo es un problema material;
en cambio, el pan para los demás ya es un problema espiritual”

Nikolái Verdiáyev, escritor y filósofo ruso


(1874-1848)

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I.- PRESENTACIÓN

Este libro es el resultado de un proceso que El resurgimiento y organización de las ollas


ha tenido su evolución según el valor y la re- comunes es una evidencia más de la falta de
levancia del resurgimiento de las ollas comu- atención y ayuda de parte del estado y sus au-
nes en el país y, especialmente en Peñalolén, toridades, y del abandono de quienes más lo
a partir de la crisis social, que se agudizó aún necesitan en tiempos de crisis. Es una muestra
más con la crisis sanitaria provocada por la de la inexistencia del derecho a la alimenta-
pandemia. ción, ligado a otros derechos como la salud,
el trabajo, la vivienda, las pensiones, el me-
En su origen, esta obra se visualizó como un dio ambiente, etc. que han sido las demandas
sencillo texto de recetas, con sus característi- centrales expresadas en el estallido social de
cas, sus ingredientes, sus modos de prepara- octubre de 2019.
ción y su valor alimenticio, así como de los
platos más populares entre los beneficiarios. Es importante señalar para el lector, que este
Pero la importancia de estas organizaciones libro es un testimonio parcial; o si se quiere,
solidarias, que además de atender la urgen- una pequeña muestra de lo que fueron las
cia por la falta de comida, realizan una labor ollas comunes en este último tiempo en la
social, de ayuda solidaria, y junto con eso, comuna de Peñalolén. Han existido muchas
una denuncia de la precariedad en que viven otras, en diversos sectores, muy organizadas
muchas familias en los sectores populares de desde el inicio de la crisis. Por lo tanto, el con-
Chile. Lo anterior ha motivado la escritura de tenido expuesto en estas páginas se refiere a
este libro, como testimonio de esta realidad. la experiencia recogida de un número limita-
do de ellas, con las cuales se pudo establecer
contacto y recoger los relatos de las mujeres
organizadoras y participantes. Se estima que
el año 2020 surgieron más de noventa ollas
comunes en toda la comuna.

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Cabe destacar que el motor que ha impulsado Lo más importante de esta publicación, se
el surgimiento de las ollas comunes ha sido la encuentra en los testimonios entregados por
fuerte capacidad de organización de las mu- las protagonistas, que participaron en la orga-
jeres. Ellas le han dado vida y movimiento nización y gestión de las ollas comunes aquí
con su empuje y trabajo conjunto; su entrega citadas. Estos testimonios constituyen la sus-
y creatividad, para instalarlas, mantenerlas tancia que le da vida y significación al libro.
y para cumplir con el objetivo de entregar Por cierto y como antes se señaló, no están
alimentación a las personas sin trabajo, a los todas las ollas comunes que surgieron en Pe-
enfermos; adultos mayores, personas indi- ñalolén, pero son parte del quehacer social, de
gentes, inmigrantes, niños y jóvenes. Más allá las estrategias de apoyo y sobrevivencia que
de la entrega material de un plato de comida, se dan las personas de la comunidad, movi-
hay una entrega espiritual de cuidado y amor das por una necesidad concreta, pero también
a los demás. por valores propios de solidaridad, de preo-
cupación por el otro, de organización y amor
al prójimo. La historia se cuenta por sí misma,
su corazón está en los relatos de sus prota-
gonistas, quienes las impulsaron y le dieron
vida.

El deseo que nos mueve es contribuir de ma-


nera sencilla, con mucha sinceridad a la lec-
tura de nuestra realidad; a la reflexión crítica,
al aprendizaje y el conocimiento, que puede
orientar la organización de futuras iniciativas
solidarias, en beneficio de nuestra comuni-
dad, dando cuenta de nuestra identidad y ne-
cesidad de preservar estos valores humanos
esenciales.

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“… Desde el fondo de las ollas comunes
se están levantando los cimientos de un mundo nuevo”.

(Poeta Raúl Zurita, fragmento de entrevista en PressReader.com 13 de junio 2020)

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II.- RESEÑA POÉTICA SOBRE LA HISTORIA DE LAS OLLAS COMUNES

Las ollas comunes siempre han sido parte de la historia de nuestro pueblo y siempre han surgido
como estrategias de sobrevivencia, para enfrentar los momentos de crisis social, política y econó-
mica, específicamente como recurso de ayuda ante el problema del hambre y la pobreza, porque
cuando el estado y el gobierno no acude “sólo el pueblo ayuda al pueblo”.

La historia dice que…

Están más vivas que nunca, sus raíces son profundas,


como las de los árboles nativos, hundidas en lo profundo de la tierra.

Pero siempre han persistido entre las páginas en blanco,


las que no han sido escritas con propósito olvido,
pero han quedado estampada en las páginas claras de
la memoria.

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Desde tiempos remotos, coloniales y desde antes,
nacieron las ollas para alimentar los sueños del pobre marginado,
en los duros tiempos de siglos anteriores,
en “las porotadas” que alimentaban a campesinos y obreros,
para renovar las fuerzas, para nutrir sus anhelos.

Nacieron vitales del impulso de mentes y manos,


de quienes primero cortaron la leña, de quienes prendieron el fuego,
pusieron la olla, cocinaron el pan y dieron sustento.
Nacieron de quienes pusieron la mesa, alzaron el corazón y llenaron los platos.

A la luz del sol nacieron en pleno desierto, durante la gran depresión,


en las salitreras de los años ’30, contra los abusos de las pulperías.

Surgieron junto a las huelgas de los obreros,


“Las ollas de los pobres” en los socavones y en las galerías.
Como las flores del campo, crecieron en primavera
de los años ’60 para alimentar las tomas poblacionales,
fueron fundamentales para sostener el sueño de la vivienda.
Florecieron naturales para seguir estando vivos,
ante desastres naturales, aluviones, terremotos, tsunamis,
y seguir reunidos; estando juntos, compartiendo,
en el patio común de los cité y conventillos.

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Fueron parte del paisaje humano, de adultos, jóvenes, niñas y niños;
amplia fotografía de aquellos tiempos
de crisis y carencias; de necesidades y abandono.

En los años ’70, a inicios de la dictadura, en un nuevo ciclo,


volvieron las ollas comunes en la rueda de la pobreza.
Fuimos testigos directos, protagonistas, participantes
en los comedores infantiles, surgidos en esa época,
bajo el techo de las capillas, con el apoyo de la Iglesia.

Y nuevamente las mujeres como antes, abuelas, madres, hijas, dirigentes;


gestoras, cocineras, organizadoras, valientes luchadoras en la primera línea.
Siempre constantes, al pie del fogón,
preparando el sustento para el cuerpo y la conciencia,
alimentando la historia con rostros de niños,
y la esperanza en los ojos de los viejos.

Y sigue girando la rueda, el movimiento de pobladores,


la organización popular con brazos abiertos,
con fuerza y convicción, a no darse por vencidos.

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En los años ’80 de nuevo por cientos y miles,
por cada rincón, en sindicatos y campos,
en puertos y fábricas; en campos y desiertos,
más lejos o más cerca, en islas remotas; mares o montañas,
en las grandes ciudades o pueblos pequeños.
En los días oscuros, de persecución y dictadura,
por falta de pan y de trabajo, por el PEM y por el POJH,
el desempleo y la cesantía, el exilio y relegación;
no era sólo falta de comida, también era la represión.
De nuevo se abrieron las puertas de la ollas comunes.

Aquí estamos de nuevo, cumpliendo con la historia,


en un momento distinto, en otro contexto:
estallido social, falta de derechos, demandas ciudadanas,
abusos y abandono, la misma escena, y más encima,
la pandemia como “broche de oro”.
Crisis sanitaria, toque de queda, confinamiento,
falta de recursos, de salud y de alimentos.
Se agrandan las deudas, suben los precios.
Oídos sordos de quienes gobiernan, y llega tarde la ayuda.

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La historia se repite, la rueda nos aplasta,
y los que sufren; siempre los mismos:
vecinos, vecinas, pobladores, inmigrantes;
indigentes, extranjeros, familias completas,
y enfermos de Covid,
son niños y niñas, jóvenes, adultos y viejos.
Ante la crisis total, las ollas comunes,
último recurso para no caer en la miseria.

Las manos se reúnen y se tejen los esfuerzos,


toman la iniciativa, nuevamente las mujeres,
se agrupan y organizan para ir en ayuda.
Son personas preocupadas, generosas,
con conciencia y altruismo,
sienten el deber y la urgencia de hacer algo.
Todo recomienza reuniendo los recursos,
consiguiendo las ollas, el gas y el fogón,
partiendo a la feria y al negocio del barrio,
donde el “vecino que nos conoce” y hace donaciones.
Nunca es suficiente, siempre falta,
pero “con lo que hay se hacen milagros”.
La mejor receta, con amor: plato único.

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El año 2020, tiempo de pandemia y crisis social,
con el azote de virus y la desigualdad,
han revivido las ollas comunes,
natural respuesta a la necesidad de comida,
como un espacio de encuentro y organización,
para la ayuda mutua y la autogestión;
lugar para compartir un poco la vida en sus carencias,
un sitio para juntar los sueños,
y para recuperar la dignidad y la alegría.

Amante Eledin Parraguez, 2021

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III.- ¿DE QUÉ DAN CUENTA LAS OLLAS COMUNES?
La voz de los protagonistas

Sólo el pueblo ayuda al pueblo,


así lo cuenta la historia,
el estado no responde
y el hambre hace memoria.

Y ¡qué linda organización!


tanta solidaridad,
viene del alma chilena
ante tanta adversidad.

(Coplas de Ollas Comunes de Carmen Prieto)

Nos muestran una realidad

Las ollas comunes surgen en un contexto de pobreza y desamparo. Son una respuestas a las nece-
sidades básicas de alimentación que no son atendidas por el estado y los gobiernos.

Hay seres humanos que viven en la precariedad durante toda su vida. Cerca o lejos; ante nuestros
ojos o detrás de las fachadas. Son hombres, mujeres, niños y niñas; jóvenes y ancianos que viven
marginados. Son personas concretas, vecinos, vecinas, amigos, amigas, familiares o pobladores.
Esta pobreza se esconde, se disfraza, pero siempre está presente. A la pobreza no la soluciona ni
el crecimiento económico, ni el libre mercado, ni el desarrollo tecnológico, ni la globalización.

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Como sociedad, nuestro país ha vivido mu- A esta situación política y social en Chile, se
chos momentos de crisis a lo largo de su his- sumó la crisis sanitaria provocada por la Pan-
toria: desastres naturales, crisis económicas, demia del Corona Virus, (Covid 19), que en
crisis políticas, crisis sanitarias, y diversos Chile comenzó en marzo de 2020 y que ha
problemas que han sido difíciles de resolver, afectado a todo el mundo. Una crisis sanitaria
que no han tenido solución definitiva, como global, que trajo como consecuencias concre-
la pobreza y todo lo que ella implica. tas la perdida de fuentes laborales, cesantía,
falta de recursos económicos en las familias
Y llegan momentos en que las crisis se agudi- para cubrir necesidades básicas de alimen-
zan y estallan. Cuando esto sucede, se produ- tación, salud, educación, vivienda, pagos de
cen muchos efectos adversos para la vida de servicios básicos, pago de deudas, etc. Todo
los seres humanos tanto en lo personal como ello como efecto de las medidas sanitarias,
lo familiar, lo comunitario, y en la conviven- con restricciones de desplazamiento, cierre
cia social. Es lo que sucedió en Chile con el de comercios, de oficinas públicas, de escue-
estallido social de octubre de 2019, producto las y colegios, y confinamiento en las casa
de muchas demandas insatisfechas, que se incluyendo toque de queda y prohibición de
venían arrastrando desde mucho antes, en lo salir; medidas tomadas en todos lados, para
económico, social, cultural y políticos. El es- evitar los contagios, la propagación del virus
tallido social en Chile dejó a la luz los graves y para evitar la muerte de personas. Se hacen
problemas que la sociedad esta atravesando, esfuerzos, pero siempre quedan las dudas si
especialmente las dificultades de los más po- son suficientes y correctas, y si se podrían ha-
bres y la clase media. ber aminorado los efectos, si las personas y
las familias hubiesen tenido una mejor situa-
ción económica y de bienestar para afrontar
las crisis.

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Las consecuencias de esta crisis y los proble- En Peñalolén la historia continúa y las ollas
mas sufridos por la población son muchos. comunes resurgieron en diferentes sectores
La alimentación es uno de ellos y es esencial, de la comuna. Los testimonios sobre los cua-
y muy concreto: la comida. Para enfrentar les se ha escrito este libro, se refieren a algu-
este problema surgen las ollas comunes en nas de ellas, que de alguna manera son reflejo
los sectores más pobres y golpeados, como de la forma cómo las ollas comunes volvieron
ha ocurrido siempre, a lo largo de la historia en muchos lugares y rincones de Chile.
en nuestro país, aunque en esta oportunidad
también la crisis ha tocado a sectores un poco En cada territorio las ollas comunes tienen sus
más acomodados, de residentes en condomi- propias características, matices y particulari-
nios y villas, como lo señalan los testimonios. dades, pero siempre hay elementos comunes,
que las hacen universales como recursos de
Las ollas comunes son el hecho que constata sobrevivencia humana. Esto es lo que recoge
una realidad precaria que por mucho tiempo esta historia, esencialmente la importancia y
viven los pobladores. Son la evidencia más el sentido de esta organización, que se levanta
visible de la situación de pobreza y desigual- en momentos de crisis, para proteger la vida
dad social en un país que se jacta de tener un humana de tantas amenazas como el hambre.
importante ingreso per cápita, pero que no re-
presenta a la gran mayoría de las personas y
las familias de Chile; una desigualdad que en
momentos de crisis aflora y se hace patente.

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“Comer solos es muy amargo
pero no comer es profundo,
es hueco, es verde, tiene espinas
como una cadena de anzuelos
que cae desde el corazón
y que te clava por adentro.

Tener hambre es como tenazas,


es como muerden los cangrejos,
quema, quema y no tiene fuego:
el hambre es un incendio frío.”

El gran mantel, (fragmento)

25
Pablo Neruda
¿Cómo surgen las ollas comunes?

Estaba en el aire, a punto de estallar. La ciu-


dadanía lo sentía y lo palpaba en su carne. Se
ampliaban las brechas entre ricos y pobres.
Aumentaban las desigualdades y los abusos.
Las deudas crecían, las medicinas más caras,
las pensiones más míseras y la pobreza, sin
límites. La angustia y el descontento llegó a
su límite. Cada vez muy pocos con mucho y
los muchos con muy poco. La crisis llegó a su
punto más alto y el pueblo hizo escuchar el
estallido de su voz.
¿Cómo surgen las ollas comunes?
En lo cotidiano, del día en la vida de la po-
blación, esas sensaciones comenzaron a mani-
festarse en hechos concretos. Y, como en épo-
cas anteriores, las ollas comunes resurgieron
como respuesta a esos hechos concretos.

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“La crisis que comienza aquí en Santiago con el estallido social, mucha gente quedó cesante y el
broche de oro fue la pandemia... Nosotros nos proyectamos, yo dije, con las chiquillas, que en unos
meses más, ni Dios no lo quiera, mucha gente va a quedar cesante y tenemos que hacer algo...”

(Olla común Unidad Vecinal 20 Sur)

“Junto con la presidenta de la Junta de Vecinos conversamos, porque empezamos a ver las necesi-
dades de nuestros vecinos. Decidimos un día empezar a cocinar con lo que nosotros teníamos…”

(Olla Común Simón Bolivar)

“Lo vimos principalmente, porque mucha gente quedó sin pega, y si tú te pones en el lugar del otro,
empatizas. Es la prioridad aquí. Empatizar con los vecinos…somos todos una familia. Aquí no hay
diferencias; y te pones a pensar en tus vecinos… y también hay niños… hay gente que no tiene
trabajo. En eso pensamos”.

(Olla Común Condominio Nuestra Esperanza, Unidad Vecinal 24)

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Las motivaciones para formar una olla común

Las motivaciones para formar una olla común pueden ser diversas, pero siempre detrás de todo
hay una motivación más profunda: la capacidad de empatía y afecto hacia los demás, especial-
mente hacia los que lo pasan mal.

“Esto no puede ser…ahí empecé…no era la necesidad de una familia, eran varias familias que acu-
dían a mi…”
(Olla Común La Cordillera, Unidad Vecinal Nº 21)

La solidaridad y afecto hacia los demás mueven a las personas, porque tienen conciencia de
que forman parte de una comunidad que vive en las mismas condiciones. Este es un valor muy
enraizado en la identidad popular, sustentado en la sensibilidad y la conciencia de las personas
cuando se enfrentan problemas que afectan el buen vivir. Algunos testimonios ilustran esta con-
ciencia solidaria.

“Esto nació de la necesidad de ver a la gente que lo estaba pasando mal con todos los miedos que se
tenía de la pandemia…era gente que estaba parada por una cuarentena y ver los casos de Covid; ya
la gente no podía trabajar, estaba pasando por un miedo, y la verdad que lo pensamos, pero no ima-
ginamos que iba a llegar acá, porque una enfermedad de tan lejos, no se pensó que iba a llegar acá”

(Olla Común Pasaje 479)

“Yo creo que lo que más nos movió es el cariño que sientes tú por la gente que ves a diario, porque
independiente que este sea tu trabajo, mi trabajo, en el área de deportes con los viejos que solo vie-
nen a la cancha a fumar y a mirar, igual vas formando lazos con ellos”.

(Olla común Comunidad Deportiva, U. V. 28)

28
Las personas que participan en la organiza-
ción de las Ollas Comunes son diversas en sus
experiencias de vida, algunas han sido diri-
gentes o participantes en organizaciones so-
ciales, culturales o deportivas o simplemente
pobladoras y pobladores.

“Llegué a la toma hace 50 años…Aquí esta nuestro pasado. Las vecinas que vivían aquí, la mayoría
no están, pero están sus hijas que son guerreras. La gente de ahora son de buen corazón, cariñosas
atentas. No se les puede describir a ellas por las cosas que hacen por los demás. Son todas buenas
mujeres. Cual de todas apechuga más, a pesar de que tenemos problemas… Son pocas las personas
que tienen el amor que tienen ellas.”

Para muchos, especialmente para las genera- (Olla Común La Abuela Nona)
ciones mayores, la historia se repite. Y de esas
experiencias anteriores quedaron los recuer-
dos y los aprendizajes, tanto como los valores
y motivaciones para seguir trabajando por el
bien común.

“Mi mamá siempre, antes había estado en los antiguos Comedores Populares. Siempre apoyaba todo
lo de la Vicaría, entonces siempre hemos tenido esa base…como familia nos dio esa motivación…
lo conversamos con mi hermana, con mi sobrina, mi hijo y mi marido... Y después dos amigas que
trabajaban conmigo en la Capilla”

(Olla Común Capilla Don Bosco)

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IV.- EL ROL DE LAS MUJERES EN LAS OLLAS COMUNES

Las ollas comunes a través de la historia han


sido organizadas y gestionadas por mujeres
dueñas de casa, trabajadoras y dirigentes so-
ciales, que siempre están presentes en tiem- “Cuando empezó todo este tema de la pande-
pos de crisis, entregando su testimonio de mia, nos juntamos con una amiga y decidimos
esfuerzo y sacrificio, muchas veces teniendo formar la olla; bueno, entre las dos hicimos
que redoblar su trabajo para atender a sus hi- de coordinadoras... Y ahí empezamos con el
jos, a personsonas enfermas a su cuidado, y tema de la olla común... y en eso se sumaron
cumplir con todas las labores del propio ho- tres personas más...”
gar para seguir subsistiendo, con la fuerza de
la mujer que lucha por su familia y su comu- (Olla Común Las Torres 2)
nidad.

El rol histórico de la mujer ha sido fundamental. La participación de la mujer en la organización


de las ollas comunes es mucho más que manejar y cocinar alimentos. Las mujeres organizan la
vida familiar y la defienden. Han sido gestoras y organizadoras de estos espacios de solidaridad
y ayuda mutua. Ellas se encuentran presentes desde el origen, en la búsqueda de los alimentos,
su manejo y cuidado, y la distribución equitativa a los necesitados.

“Esto fue iniciativa propia, gestionada por las familias, por dos o tres personas, mi suegra y mi
cuñada y decidimos un día formar la olla común. Teníamos unos porotos y bueno, hicimos unos
porotitos y pusimos un cartel afuera a ver qué pasaba y llegaron tres personas, al otro día cinco,
y así fuimos aumentando el número de familias”.

(Olla Común El Parque)

30
Sin duda se trata de un arduo trabajo de coci- Pero no sólo se trata del rol tradicional del ser
nar en equipo, aprender juntas, a preparar mi- cocineras, sino también de demostrar sus ca-
nutas, compartir recetas, manejar las medidas pacidades y valores; de su creatividad para
sanitarias de autocuidado, la repartición y el resolver problemas, de sus habilidades para
despacho de las raciones de comida a las per- organizar actividades, para planificar el tra-
sonas confinadas en sus casa, a los enfermos bajo, para acoger a distintas personas e incluir
que reciben la ayuda. a todos sin discriminación. El trabajo y dedi-
cación de las mujeres en las ollas comunes es
un testimonio humano y espiritual.

Sin embargo, en algunas de ellas también se hacen presentes los hombres, en labores de apoyo y
complemento. Así lo testimonian en algunas ollas.

“Yo me dedico a esto, porque ya no tengo que trabajar de manera formal. Yo estaba en otra olla.
Alguien muy cercano me habló de esta olla común que costaba mas armarla que la otra y esta es la
cuarta semana que estoy trabajando…”

(Olla Común “La Abuela Nona”)

De distinta manera se integran los hombres, en la mayoría de los casos cumpliendo un papel de
apoyo y colaboración, realizando diversas tareas, que le dan significancia a su paticipación.

“Vino un vecino que era cheff, y el nos decía las raciones, las cantidades. Nos enseñó algunas téc-
nicas, cómo hacer rendir… cómo hacer para que a nosotras no nos fuera tan pesado…”

31
¿Cómo se organizan las ollas comunes

“Con lo que tuvimos hicimos maravillas…


nosotros empezamos sin tener fogón, sin tener ollas;
con solamente tener el lugar físico”.

“Estuvieron organizando, quien tenía alimen-


La organización es fundamental. En ella se tos no perecibles y nos llegaron cositas y ahí
ponen en juego las iniciativas, la capacidad empezamos a separarlas por categorías: fideos,
de gestión, la creatividad y la ejecución de las aliños, aceite; nos conseguimos las ollas, la
actividades para lograr el objetivo de entregar gente reaccionó muy rápido… nos inscribimos
comida. y empezamos a recibir aportes del municipio, y
teníamos los aportes nuestros.
Parte de la organización es comunicarse con
la comunidad, conversar con los vecinos, con
dirigentes y encargados e impulsar las inicia- (Olla Común Unidad Vecinal Nº 20 Sur)
tivas.

32
Las personas que impulsan y organizan las ollas comunes, realizan un trabajo de autogestión.
Una de las tareas en la organización es buscar y reunir los recursos esenciales que necesitan las
ollas comunes para su funcionamiento.

(Olla Común Altas Cumbres)

“De repente cosas que nos faltaban las conseguíamos; tratábamos de conseguir por fuera. Aparte
de los que nos daba el municipio, porque a veces no alcanzaba por la cantidad de gente que se le
entregaba”.

(Olla Común Las Torres 2)

Conseguir los recursos implica hablar con los vecinos, ir a pedir ayuda a los almacenes y
a las ferias, así como solicitar apoyo de instituciones.

“La olla común siempre fue en comjunto con


el municipio... La municipalidad nos ayuda. “Gracias a Dios no nos ha faltado, porque eso
Ellos vienen una vez a la semana nos traen le- fue con recursos propios, donaciones, y el mu-
gumbres, tallarines, y otro que nosotros hace- nicipio nos ha ayudado bastante y además te-
mos las gestiones... ” nemos una cadena, lo que tú ves acá de unas
familias que nos traen comida preparada. Va-
(Olla Común Esperanza Andina Nº 2)
mos viendo ahí y lo que nos falte lo cocinamos
al fondo y así nos vamos acomodando”.

(Olla Común El Parque)

33
Para echar a andar una olla común primero se echa mano a lo que hay en la propia comunidad;
hablar con los dueños de negocios, carnicerías y almacenes, es decir, realizar gestiones para
conseguir las cosas, tanto los alimentos, como utensilios materiales. Esta gestión también impli-
ca distribuir tareas y tiempos.

“Primero empezamos las profesoras a hacer colectas de mercadería, los mismos funcionarios
traían algunos alimentos no perecibles y empezamos a tomar algunas cajas y sólo faltó el 2019”.

(Olla Común Colegio Santa Marta, Villa El Cobre)

“Hicimos equipos de trabajo para limpiar fondos, no es sólo cocinar. Todas ayudamos a lo que es la
verdura. Pelar (papas y otras verduras), lavar, ese tipo de cosas, como el armado, todas ayudamos
a picar cebollas…”

(Olla Común 479)

Las ollas comunes no son organizaciones pasivas que están a la espera que le lleguen los recursos
y las donaciones de afuera. Cuando les faltan algunos insumos, organizan otras actividades para
obtenerlos.

“Cuando nos regalaban cosas, cuando nos regalaban 10 sacos de papas, quedamos felices, podíamos
hacer papas fritas y generar lucas para poder comprar la carne y las verduras”.

(Olla Común Nuestra Esperanza)

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La preocupación, el esfuerzo y el cariño con que finalmente se realiza el trabajo va dando sus
frutos, se van logrando cosas, consiguiendo objetivos. Van quedando implementos para seguir
realizando otras actividades sociales de solidaridad y apoyo mutuo dentro de la comunidad.

“Con el tiempo nos fuimos armando. Ahora tenemos dos fondos, tenemos un balón de gas, entonces
uno se siente contento, y ya nosotros lo hacemos como habitual”

(Olla Común Altas Cumbres)

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¿A quiénes benefician las ollas comunes?

Las ollas comunes benefician a los distintos grupos que conforman la comunidad de marginados.
Así se cumple el principal objetivo de una olla común: entregar comida a los que no tienen re-
cursos para proveérselas a sí mismos. No discriminan, atienden a la comunidad en su conjunto,
pero a la vez, se prioriza y se distribuyen los recursos entre los que más lo necesitan, aunque haya
que romper temores, prejuicios y la vergüenza.

“El grueso son vecinos de aquí de la misma manzana... Tenemos familias extranjeras, peruanos,
haitianos y colombianos que son familias más numerosas. Entregamos a personas que son de si-
tuación calle. Le llevamos todos los días el almuerzo; calentito se lo entregamos a ellos. Tenemos
personas que están postradas y adultos mayores. Entre medio, hubo varias familias con COVID a
las cuales les llevábamos las comidas”.

(Olla Común El Parque)

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“Hicimos un catastro primero de las familias que más las necesitaban y ellos nos ayudan a preparar
los almuerzos y nosotros los acompañamos”.

(Olla Común Colegio Montahue)

“Ya había un catastro de la gente a quienes se les tenía que entregar, y también se nos fueron
uniendo la gente de la calle. Pasaban en la mañana pidiendo que los anotáramos… La gente que
se contagió de Covid, también se fueron sumando... Se mantuvo la ayuda hasta el final con ellos”.

(Olla Común Galvarino, Capilla San Luis)

Una de esa prioridades fueron los enfermos, afectados por el Corona Virus y otras enfermedades
preexistentes. También los niños y los adultos mayores son parte de las prioridades en la lista de
los beneficiados. Así lo reflejan estos testimonios.

“Repartíamos a las familias con COVID. Eso hacíamos y siempre, tenemo adultos mayores; ellos
siempre pasan primero. Lo tenemos como preferencia. Como en todos lados”.

(Colegio Santa Marta, Villa El Cobre)

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“Queremos que acá los niños y los adultos que participan no sufran. A veces es dar y recibir.
Entonces nosotros estamos apoyando a la gente que así lo requiere y no tener diferencias a lo que
estamos viviendo... Participamos en un principio de un proyecto “Sigamos creciendo juntos en la
esperanza andina”, cuando esto era un campamento y nos mantuvimos ahí 17 años. Si hay un lazo
y un objetivo, es que los niños sean formados en una actitud de servicio”.

(Olla Común Colegio Montahue)

“Se identifica con el adulto mayor y aparte de eso un grupo de extranjeros… allá arriba se aten-
día a familias completas, niños, adultos. Acá es más variado, porque hay más gente sola, abueli-
tas. Atendemos hartos abuelitos”.

(Olla Común Marcelo Astoreca)

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La búsqueda de mejores condiciones de vida es una causa que impulsa a las personas y a las
familias enteras a dejar sus lugares de origen, sus raíces, sus países y costumbres, dejando atrás
a seres queridos y pertenecías, llegando con mucho sacrificio, junto a sus hijos e hijas, a regiones
extranjeras y países como el nuestro, tratando de adaptarse a las exigencias de la nueva comuni-
dad a la que se integran y a las nuevas condiciones de vida. La mayoría de ellos son pobres y sin
recursos, sin la protección social. También viven y sufren la falta de comida.

“Tengo un grupito de extranjeros que llegaron hace poco aquí, a la comuna. Llegaron de allegados,
no tienen trabajo y nosotros le damos almuercitos… Están solitos y los demás son puras familias y
están sin trabajo”.

(Olla Común Calle 19)

Aun existiendo la organización de las ollas comunes en su naturaleza de solidaridad y ayuda,


existen muchos temores y prejuicios que vencer.

“…Aunque uno no lo crea, mucha gente lo necesita. Hay gente que necesita y dice: ¡No gracias! Y
tú sabes que esa gente lo necesita. Porque hay mucha gente que le da vergüenza pedir y prefiere no
comer por no pedir. Es por orgullo”.

(Olla Común Unidad Vecinal 21, Las Torres 2)

“Una cosa que no se imagina uno. Ahí nos dimos cuenta que realmente había gente muy necesita-
da, que realmente necesitaba ayuda, pero no lo dicen por pura vergüenza.”

(Amasandería San Luis La Herradura)

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¿Cómo se entregaba la comida?

Las ollas comunes cumplen su labor solidaria con mucha responsabilidad. En el contexto de cri-
sis sanitaria por la pandemia, se preocuparon también de la salud de las personas, siguiendo los
protocolos, para no provocar nuevos contagios al interior de los quipos ejecutores, ni en los be-
neficiarios. Por lo que la entrega de la comida también se hace a través del despacho a domicilio,
especialmente para los enfermos.

“Hacíamos el “Delivery” (despacho a domicilio). Nadie venía acá a la sede por el tema de los con-
tagios, para que la gente no saliera y que nosotros no nos contagiáramos. Era un tema de autocui-
dado. Se le iba a entregar la comida a la gente a sus casas”.

(Olla común Las Torres, Unidad Vecinal 21)

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En fin, la solidaridad aflora siempre, en todo lugar donde haya necesidad

“Siempre hemos tenido que ser solidarias en esta escuela y me acuerdo que le compramos una silla
de rueda igual a un apoderado, las muletas al Juaco, claro, y cuando empezó esto de la pandemia
a mi se me empezaron a perder muchos niños, y buscando, me dicen que se habían ido a un cam-
pamento. Los salimos a buscar y encontramos distintos campamentos, pero no encontrábamos a
nuestros apoderados... finalmente los encontramos en el campamento Dignidad, que esta en Toba-
laba con Departamental, pero que pertenece a la comuna de la Florida. Ahí nos dimos cuenta que
estaban en precarias condiciones”.

(Olla Común Colegio Santa Marta, Villa El Cobre)

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La olla común del pueblo

Quién le puso un sol al pueblo


entre sus cosas más notables
le dejó también un verso y voy
donde me hable...
Amarilla aquí es mi trilla
y su festejo interminable
cuando el pueblo ayuda al pueblo voy
donde me hable...
Ver a ver que, ven que venceremos
pan y corazón.
Mira la verdad en la olla del pueblo
donde el pueblo puso su razón.
Indesmentible, insuperable,
incorregible, interminable.
Inconfundible, inclaudicale,
inexplorable, inconmensurable.
Invencible, inexpugnable,
puso aroma al universo,
puso aquí lo inexplicable,
es la olla común del pueblo y voy
donde me hable… te acerca a lo que brilla
y brilla el sol qué maravilla.
Donde hay claridad hay pueblo y voy
donde me hable
ven a ver que, ven que venceremos….
Pan y corazón,
mira la verdad en la olla del pueblo.

Luis Lebert, cantautor


Santiago del Nuevo Extremo

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V.- ALIMENTACIÓN SALUDABLE: LOS MENÚS

“... No tenemos todos los ingredientes


que debiera de llevar,
pero lo que más le ponemos es amor”.

(Olla común Comunidad deportiva, Unidad vecinal 28)

El trabajo de las ollas comunes es un aporte a la comunidad que entrega lo más básico y esencial,
que tiene un valor incalculable, que si se le pusiera una cifra, resultaría sorprendente. Pero, más
allá de un valor numérico, el valor del trabajo que realizan las ollas tiene un sentido humanitario
y espiritual, como lo destacan varios testimonios de los protagonistas.

Este valor se expresa en que, en cada una de las ollas comunes, se trata de entregar la mejor ali-
mentación posible, echando mano a los recursos disponibles para preparar el mejor plato, con
los nutrientes necesarios, y equilibrando sus distintos componentes, porque no es sólo cuestión
de dar comida para llenar el estómago, es también preocupación por la salud física, mental y
espiritual de cada persona.

“Todos los días se cocina algo distinto, un día legumbres; sí o sí se cocina legumbre. Ayer se hizo
papas mayo. Mañana vamos hacer tallarines con salsa. Así vamos viendo toda los días que vamos
teniendo para poder cocinar. También podemos decir: ¡Ya! queremos hacer una cazuela, pero no
tenemos el pollo, no tenemos el zapallo; que esta tan caro, entonces vamos viendo lo que tenemos…”

(Olla Común Esperanza Andina Nº 2)

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Los menús ofrecidos consistieron en un plato único para cada día de funcionamiento de la olla,
constituidos por comidas tradicionales chilenas, con los nutrientes adecuados y complementa-
dos con ensaladas de diversas verduras, aliños y especias para darle un apetecible y grato sabor.
Así lo señalan los testimonios.

“Un solo plato cada día, de charquicán, porotos, carbonada, pantruca… papas cocidas con pollo,
tallarines con Jurel. Arroz con pollo al horno, pescado con arroz…con carne vegetal… ”

(Olla Común El Espino Avellano)

“Hicimos muchas comidas ricas, cazuelas, pescado frito, pantrucas, croquetas, un montón de co-
mida… nosotros tratábamos de variar un poco los platos y también de dar postres a los vecinos,
también ensaladas, fruta para ir acompañando; el pancito también en el horario de almuerzo”.

(Olla Común Unidad Vecinal Nº 20 Sur)

“Las chiquillas han hecho empanadas para el 18. Está el día del Niño, donde mandaron a hacer unas
bolsitas para cada niño. Nosotros juntamos hartos dulces, hicimos las bolsitas y salimos a repartir,
caminando por toda la población. También se organizó la semana de las empanadas para adultos
mayores”.

(Olla Común Unidad Vecinal 21, Las Torres 2)

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La recepción de la gente

“La recepción es súper buena.. La gente te da gracias y te tratan bien, súper bien y hay unas seño-
ras que pasan por aquí, y donde te ven te saludan, porque saben que somos las cocineras… de allá
afuera nos gritan ¡qué bien atendida chiquillas, las quiero! y uno igual se pone como contenta que
te saluden. Porque uno hace las cosas sin esperar nada a cambio”.

(Olla Común Comunidad Deportiva, Unidad Vecinal 28)

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El ambiente de trabajo, la convivencia entre los protagonistas.

El ambiente de trabajo, la convivencia hacen más gratificante la labor y entrega energía y moti-
vación extra.

“Uno se siente que importa, o sea el autoestima. Es rico, porque las chiquillas te preguntan que te
pasa, porque estas callada, porque si no, aquí hay que cocinar con amor”

(Olla Común, Unidad Vecinal 21, Las Torres 2)

El impacto de las ollas comunes alcanza más allá de la labor cumplida entregando comida. Tam-
bién afecta a cada persona en su valor como tal, en la convivencia y en la relación con los demás
del equipo.

“Bueno el ambiente acá en la cocina siempre fue un ambiente grato que permitía también que la
gente se desenvolviera en forma más cómoda. Que no hubieran roces, porque en el principio no
nos conocíamos todos… Llegamos, nos unimos las voluntarias y aquí comenzamos a conocernos,
pero gracias a Dios no tuvimos problemas con las chiquillas, siempre todo en armonía”.

(Olla Común Unidad Vecinal Nº 20 Sur)

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La participación de cada persona tiene un impacto relevante en varias dimensiones, como expe-
riencia de convivencia y conocimiento de los demás y de sí mismos, es decir, en la relación con la
comunidad y hacia el interior de la propia organización, en sus aspectos positivos como negati-
vos.

“Nuestra convivencia ha tenido altas y bajas…hemos tenido momentos muy buenos y momentos
fomes también… De partida es que somos personas diferentes, tenemos nuestra manera de cocinar.
Tenemos que aprender a respetar que cada una tiene su manera…”

(Olla Común Nuestra Esperanza, U. V. 24)

“Hemos trabajado súper bien, nos conocemos desde siempre, hemos estado juntos trabajando a la
par en nuestro sector…ha sido una experiencia muy hermosa”.

(Amasandería San Luis La Herradura)

Las Ollas Comunes, además de ser una práctica de solidaridad humana, también son un espacio
para aprender de las otras personas, a convivir y respetar las formas de ser de cada cual, com-
prender sus problemas, ideas y sentimientos.

Nosotros ya tenemos la experiencia de cocinar para hartos. Las chiquillas se manejan en el tema
culinario por cantidades, porque todas sabemos cocinar, pero ellas ya han cocinado en cantidades
grandes. También hemos tenido que ir aprendiendo en el camino”.

(Olla Común Simón Bolívar)

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¿Cuál es el sentimiento al final de la jornada?

Al final de la jornada de trabajo en la olla común los protagonistas experimentan el grato senti-
miento de la labor cumplida, del significado y la importancia del trabajo realizado por las perso-
nas de la comunidad que lo necesitan.

“…Para la mujer, aquí hay un trabajo doble y en eso hay que estar clarísimo…si bien es cierto uno
llegaba (de vuelta), agotadísima a hacer las cosas a su casa, pero también con esa sensación de que
un día más estás viva, pudiste darle comida a la gente. Pudiste hacer feliz a alguien…aquí hay una
cuestión de dignidad”

(Olla Común de la Segunda Comunidad del la Unidad Vecinal Nº 28)

“Yo siempre digo que esto es algo reconfortante. Nosotros pudimos entregar el alimento, pero ellos
nos entregaron muchas cosas… Lleno de valores, de cada vivencia de ellos. Eso a uno lo reconforta;
poder ver a familias felices... Uno trataba de hacer lo mejor…uno le ponía su corazón para cocinar
y que quedara como para alguien nuestro. No cocinar por cocinar”.

(Olla Común Capilla Don Bosco, Unidad Vecinal Nº 22)

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“Cuando uno hace las cosas con responsabilidad, sale todo bien. Responsabilidad y mucho cariño,
porque uno tiene que hacer todas estas cosas como si fueran para la familia… La gente que tenemos
del mundo social, no lo hacemos por dinero, lo hacemos porque nos nace… Hay que entregar la
comida con dignidad…”

(Olla Común, Pasaje 479)

“Ya hay una recompensa, la gente que viene a buscar la comida nos da las gracias. Hay gente que
viene en situación de calle y ha traído bebidas. ¡Una bebida para que tomen chiquillas! Nos manda-
ron una torta un día. Esa recompensa en que tú entregas un plato y la gente te sonríe. Para mí eso
ya me llena. No necesito más recompensa”.

(Olla Común La Abuela Nona)

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MAPA DE LA UBICACIÓN DE LAS OLLAS COMUNES
EN PEÑALOLÉN

LA FAENA

PEÑALOLÉN
ALTO

LO HERMIDA

PEÑALOLÉN
NUEVO

SAN LUIS DE MACUL


SAN LUIS DE MACUL

SIMBOLOGíA

UBICACIÓN DE OLLAS COMUNES

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VI.- RECETARIO DE LAS OLLAS COMUNES Y SU PLATO PREFERIDO

“Hoy nos late la cuchara


de ver llegar la pobreza
la enfermedad, la tristeza
que la peste desatara.
Pero el pueblo da la cara
porque el pueblo vive aún
y transforma el Guillatún
la cuchara en cucharón
con un solo corazón
en una olla común”.

(Ana Baeza, Versos a la Olla Común)

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“Si la comida no se hace con cariño,
aunque tengas el mejor chef, la comida queda mala”

(Olla Común Altas Cumbres)

Las ollas comunes, a pesar de sus limitaciones materiales y económicas, realizan un gran esfuerzo
para entregar la mejor comida posible, bien preparada, que sea apetecible y que responda a las
necesidades alimenticias de toda persona.

Para esto recurren a las comidas tradicionales chilenas, las más conocidas, que son parte de
nuestra cultura y saber popular, como los porotos, las lentejas, los garbanzos, los tallarines, el
arroz, la carne, productos del mar en conservas, acompañadas de las verduras, hortalizas y sus
respectivos condimentos.

En algunas ocasiones también, cuando a la olla común se integra a colaborar algún chef, se pre-
paran platos especiales, como sushi.

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Estos son los principales platos preparados en las ollas comunes que entregaron
sus testimonios

Charquicán
Porotos con riendas
Porotos con menestrón
Pantrucas
Garbanzos
Tallarines
Pollo al jugo con arroz
Pollo asado con arroz
Pollo al horno con papas cocidas
Estofado de jurel
Croquetas de jurel con arroz
Hamburguesas de jurel con puré
Pastel de papas
Porotos negros Simón Bolivar
Pantrucas con sopaipillas y pebre
Fritos de zanahorias con papas rústicas y arroz graneado
Guiso de Pulled Pork
Tallarines contundentes
Empanadas de pino
Pan amasado

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“La papa nos la venden naciones varias
cuando del sur de Chile es originaria”.

Violeta Parra

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CHARQUICÁN

Este es el plato que más ollas comunes lo señalaron como preferido.


Su receta fue preparada en las ollas comunes Marcelo Astoreca, de la “Abuela Nona”,
El Parque, y en la olla común del Condominio Nuestra Esperanza.

Ingredientes para 100 raciones


El charquicán
Carne de vacuno molida
Papas
Es un plato tradicional chileno, originalmente
Zapallo
es un plato mapuche el cual se preparaba con
Poroto Verde
charqui. Actualmente se prepara con carne de
Choclo
vacuno. Si es verano se le agrega porotos verdes,
Zanahoria
arvejas, choclo u otras verduras. Si es invierno
Cebolla
se le pone zapallo y papas. Hay variadas recetas,
Ajo
quizás muchas se diferencian en el tipo de ver-
Pimentón
dura con las cuales cocinan este plato, también
Finas hierbas
en la consistencia: más seco, o más aguado.
(orégano, tomillo, laurel, romero)

Preparación:

1.- Se sofrie la cebollas con todas las verduras, aliños y la carne molida.
2.- Se echan a cocer las papas y el zapallo con agua y sal.
3.-Luego de estar listo el zapallo con las papas, se muele todo y se agregan las verduras.

La carne de vacuno aporta proteínas de calidad, minerales, como


el hierro, y otros, como zinc, magnesio, potasio, fósforo, selenio.
También la carne entrega vitaminas del grupo B, especialmente
B12. Las proteínas de la carne de vacuno son de alto valor bio-
lógico.

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POROTOS CON RIENDAS

Receta preparada en la Olla Común Colegio Montahue

Ingredientes para 100 raciones

8 kilos de porotos
Zapallo
Tallarines
Cebolla
Pimentón

Preparación:

1.- Desde el día anterior se remojan en agua fría la cantidad de porotos que se van a cocinar.
2.-Al día siguiente se cocen los porotos en agua, cuando los porotos estén blandos se le agrega el
zapallo cortado en cubitos, mientras los porotos están en cocción, se prepara un sofrito de ver-
duras en un sartén aparte, cuando estén cocidos se le agrega el sofrito antes hecho y se revuelve.
3.-Esperamos unos minutos para que se mezclan los ingredientes y luego se incorporan los talla-
rines.
4-Se puede agregar longaniza frita encima del plato con ají color. (opcional)

Los Porotos con riendas


Es un plato típico chileno, rico en proteína, fibra, potasio, vitamina B9, ácido fólico y otros nu-
trientes que fortalecen la salud. Pueden reducir los niveles de “malo”, estabilizar el azúcar en la
sangre, controlar el peso, y prevenir algunos defectos congénitos y cáncer.

Las riendas se refieren al acompañamiento de tallarines que llevan estas legumbres.

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POROTOS CON MENESTRÓN

Esta receta fue preparada en la Olla Común de la Comunidad Deportiva

“Es lo que más le ponemos amor, no tenemos todos los ingredientes que debiera de llevar, pero lo
que mas le ponemos es amor”.
La Cebolla
Ingredientes para 400 personas
Es un alimento de gran valor nutricional. Contiene
18 kgs. de porotos azúcar natural, vitaminas A, B6, C y E. También
25 kgs. de papas minerales como el sodio, potasio, hierro y fibra ali-
21 paquetes de tallarines mentaria. Además son un buena fuente de ácido
5 kgs. de zapallo fólico. 100 gramos de cebolla contienen 44 calorías
15 pimientos y 1,4 gramos de fibra.
15 paquetes de acelgas
40 cebollas
20 zanahorias
3 cabezas de ajo
Ají de color
Orégano y bicabonato.

Preparación

1.- Se remojan los porotos. Se echan a cocer con aliños y bicarbonato. Se hace un sofrito en otro
fondo con la zanahoria, la cebolla y el pimentón. Se sazona.

2.- Una vez cocidos los porotos, se agrega el zapallo, las papas y la acelga. Finalmente se incorpo-
ran los tallarines para cocción.

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POROTOS NEGROS SIMÓN BOLÍVAR

Esta receta fue praparada en la Olla Común Simón Bolívar

Ingredientes para 160 raciones

Zapallo Preparación:
Zapallo italiano
Cebollas 1.-Se prepara un sofrito con verduras; ce-
Zanahorias bolla, zanahoria, aliños. Luego se agrega la
Brocoli carne de cerdo y se saltea.
10 coliflor
Pulpa de cerdo 2.-Se agregan los porotos negros (cocidos) se
Perejil, orégano, pimentón, aliño completo. agrega el brócoli, la coliflor y el arroz.

Zapallo Italiano

Es una hortaliza o verdura, mundialmente conocido


como calabacín, zucchini, entre muchos otros. Es ori-
ginario de Centro América. Además de su rico sabor,
sus propiedades nutricionales son muchas, su principal
componente es el agua. Es libre de sodio y buena fuen-
te de vitamina C. Contiene cantidades significativas de
antioxidantes naturales como el betacaroteno y el ácido
fólico.

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GARBANZOS

Esta receta fue preparada en la Olla Común Esperanza Andina 2

Ingredientes para 220 raciones

25 kgs. de garbanzos
20 cebollas
2 zapallos
2 litro. de aceite
4 bolsas de longanizas
1/2 saco de zanahorias

Preparación

1.-Remojar los garbanzos desde el día anterior en agua fría.


2.-Al siguiente día cocinar con abundante agua hasta que estén blandos, mientras están en coc-
ción hacer un sofrito de verduras, añadir cuando los garbanzos estén ya cocidos.
3.-Revolver hasta que se mezclen todos los ingredientes bien para luego incorporar el arroz o
longanizas.
Los garbanzos:

Aportan buenas dosis de fibra, vitaminas y minera-


les, por lo que han de ocupar un lugar destacado en
la dieta. Sabrosos y energéticos,
Como el resto de las legumbres, el garbanzo es una
buena fuente de proteína vegetal, favorece el trán-
sito intestinal, es rico en fibra, bajo en grasas y, se-
gún la comunidad científica, su consumo habitual
disminuye el colesterol.

60
POLLO AL JUGO CON ARROZ

Esta receta fue preprada en la Olla Común Olla Común de la Calle 19

Ingredientes para 68 raciones

7 a 8 kilos de arroz
50 presas de pollo (1 caja de pollo)
Zanahoria
Cebolla
Pimentón paprika
Aliños (orégano, apio, laurel)

El Pollo

Es fuente importante de nutrientes como proteí-


nas, lípidos, vitamina 3 y minerales como calcio,
hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros.
La mayor parte de la grasa corporal del pollo se en-
Preparación del Pollo: cuentra en la piel, por lo que al retirarla se reduce
el consumo de grasa.
1.-Se procede a trozar el pollo, posteriormente
de saltea con un poco de aceite. Es un alimento de fácil digestión.
2.-A parte de hace un sofrito con zanahoria,
cebolla, pimentón paprika, orégano, ajo.
3.-.Después se incorpora este sofrito al pollo y
se deja cocinar

Preparación del arroz:

4.-Se prepara un sofrito con cebolla, zanaho-


ria, pimentón, una ramita de apio y laurel,
posteriormente se agrega el arroz y el agua.

61
POLLO ASADO CON ARROZ

Esta receta fue preparada por las Ollas Comúnes Villa La Cordillera y Capilla Don Bosco

Ingredientes para 170 raciones

170 tutos de pollo El Arroz


15 kg. de arroz
10 cebollas Es un cereal que está compuesto por almi-
10 zanahorias dones, lo cual lo convierte en una potente
2 pimentones fuente de energía. Rico en nutrientes, alto
2 cabezas de ajo contenido en fibra, bajo en grasa, alto con-
1 L. de aceite tenido en hierro, Aporta altos niveles de
Aliño y sal a gusto agua. Es una excelente fuente de vitami-
nas y minerales como niacina, vitamina D,
calcio, fibra, hierro, tiamina y riboflavina.
Estas vitaminas proporcionan la base para
el metabolismo del cuerpo, la salud del
sistema inmunológico y el funcionamien-
to general de los órganos.

Preparación:

1.- Se pone a cocer el pollo en agua hervida,


para que en el momento de agregar el pollo
al horno, no quede crudo.
2.- Luego se hace un sofrito con las verduras.
3.- Se fríe el arroz aparte y se agrega el sofrito
al arroz.
4.- Se agrega el pollo al horno con sal.

62
POLLO AL HORNO CON PAPAS COCIDAS

Esta receta fue preparada en la Olla Común El Espino Avellano

Ingredientes 250 raciones


Preparación:
250 trutos de pollo
Papas 1.-Se troza el pollo, se aliña con orégano, ajo,
Zanahoria se deja reposar con estos condimentos el día
Cebolla anterior.
Pimentón 2.- Al otro día se hace una pre-cocción del po-
Mostaza llo, después de agrega cebolla, la zanahoria
rallada con pimentón y mostaza y al horno
por una hora.
3.- Por último, se pelan y cuecen las papas
para el acompañamiento.

Las papas:

Poseen una cantidad moderada de hierro, pero su


gran contenido de vitamina C fomenta la absorción
de este mineral. Además, cuenta con vitaminas B1,
B3 y B6, y otros como potasio, fósforo y magnesio,
así como folato, ácido pantoténico y riboflavina.

Una papa mediana contiene 164 calorías , 37 gra-


mos de carbohidratos, 4,5 gramos de fibra, 4 gra-
mos de proteína, 1,8 gramos de azúcar.

63
PANTRUCAS CON SOPAIPILLAS Y PEBRE

Esta receta fue preparada en la Olla Común de la Unidad Vecinal 20 Sur

Ingredientes para 170 raciones

30 cebollas
25 zanahorias Las pantrucas:
12 kg.de papas
3kgs. de huesitos Es un plato típico chileno. No se sabe exacta-
2 pimientos mente cuál es su origen, pero se dice que tiene
1 cabeza de ajo sus raíces en algunos caldos preparados por
5 kgs. de harina los incas en la antigüedad.
Levadura, sal, agua a gusto.
Pimentón rojo y verde Un plato de pantrucas o pancutras consiste en
Merkén ahumado y limón. un caldo de carne con verduras y huevo, al
que se le añade la masa de las pantrucas que
está echa con harina, agua y sal.

Nutricionalmente las patrucas aportan calo-


rías, carbohidratos y en menor medida grasas
Preparación:
y proteínas al organismo.
1. Se pica la cebolla, la zanahoria y el ajo y se
hace un sofrito. Se agregan los huesos, la car-
ne molida, el agua, las papas en cuadritos. Se
deja hervir mientras se la masa con sal, agua
y se deja hervir.

2. Se prepara el pebre: se corta todo en cuadri-


tos, se le agrega el limón, el merkén y sal.

3. Se preparan las sopaipillas con sal, levadu-


ra y una pisca de azúcar.

64
CROQUETAS DE JUREL CON ARROZ

Esta receta fue preparada en la Olla Común Américo Vespucio Sur

Ingredientes para 120 raciones

15 tarros de jurel
El Jurel
20 cebollas
28 pimentones
Es un pescado con un valor nutricional im-
4 kgs. de zanahorias
portante por su contenido en ácidos grasos,
4 kgs. de pan rayado casero
vitaminas y minerales. Es fuente de proteínas
20 huevos
de alto valor biológico y posee cantidades in-
10 kgs. de arroz
teresantes de vitaminas y minerales como fós-
foro, silenio, vitamina B12 y vitamina D.

Preparación

1. Se desmenuza el jurel, sin espinas, y se lava.

2. Se mezcla el jurel con las verduras, el pan


rayado, los huevos y un poquito de harina y
se fríe.

3. Se prepara el arroz.

65
ESTOFADO DE JUREL

Esta receta fue preparada en la Olla Común Las Torres 1

Ingredientes para 220 raciones

30 Tarros de jurel
2 sacos de papas
1 malla de zanahorias
1 malla de cebollas
15 unidades de pimentón rojo
3 cabezas de ajo
1 paquete de cilantro
200 gramos de oregano
200 gramos de comino
200 gramos de ají de color
1 litro de aceite
6 caldos de carne, sal y pimienta

Preparación

1.- Pelar y cortar en bastones las papas. Cortar medallones de zanahorias, medallones de cebolla.
Los ajos picarlos finamente. Luego sofreirlos en los fondos con aceite .

2.- Agregar el jurel cuando las verduras y las papas estén doradas y revolver. Agregar el orégano
y el comino.

3.- Agregar agua caliente y dejar cocinar por 20 minutos. Luego agregar los concentrados de car-
ne y una cucharada sopera de sal a cada fondo. Dejar cocinar 10 minutos más. Agregar cilantro
picado junto con al ají de color. Revolver y servir.

66
HAMBURGUESAS DE JUREL CON PURÉ

Esta receta fue preparada en la Olla Común Altas Cumbres

Ingredientes para 200 raciones

26 Tarros de jurel Puré de papas:


15 Cebollas
15 zanahorias El valor nutricional del puré tiene
4 pimentones que ver con el aporte alimenticio de
30 huevos las papas.
5 Kgs. de papas
5 Litros de leche Este tubérculo tiene vitaminas B1,
150 grms. de mantequilla B3 y B6, y otros minerales como po-
tasio, fósforo y magnesio, así como
folato, ácido pantoténico y riboflavi-
Preparación na.

1. Se limpia el jurel: lavado y colado. Se agregan las verduras, los 30 huevos y se mezcla todo.

2. Se hacen las bolitas, se aplastan para freirlas en aceite bien caliente.

3. Se pelan las papas y se cuecen en agua con sal. Luego de estar listas, se cuelan y se agrega la
mantequilla, la leche y una pisca de sal a gusto. Luego se muele con moledor de papas manual.

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FRITOS DE ZANAHORIA CON PAPAS RÚSTICAS Y ARROZ GRANEADO

Esta receta fue preparada en la Olla Común Pasaje 479

Ingredientes para 215 raciones


La zanahoria
2 sacos de papas
25 cebollas Contiene minerales como calcio, hierro, po-
25 kg. de arroz tasio, magnesio, zinc y yodo. Es la hortaliza
5 L. de aceite con más betacaroteno o provitamina A; lo
1 Kg. de pan rayado cual la convierte en una gran aliada de la vis-
Una bandeja de huevos ta y de la salud de la piel y las mucosas. Pero
Una verdura surtida además aporta vitaminas C y E, de efecto
Una cabeza de ajo antioxidante, así como vitamina B9 o ácido
1 kg. de mantequilla fólico.

Preparación:

1.- Se pica la cebolla fina, el ajo con los aliños; todo


incorporado en una olla grande. Se le agregan los hue-
vos y se mezcla todo con un poco de aceite.

2.- Las papas rústicas cortadas en dos, con un poco de


mantequilla, con ciboulette, en un horno de lata.

3.- El arroz se divide en tres ollas. Se le agregan las


verduras surtidas con un poco de sal. Se frie un poco
y luego se le agrega el agua.

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GUISO DE PULLED PORK

Esta receta fue preparada en la Olla Común Colegio Santa Marta, Villa El Cobre

Ingredientes para 150 raciones

4 sacos de papas
2 sacos de cebollas
½ saco de zanahoria
15 kg. de carne de cerdo
5 bolsas de arvejas
Aceite
Orégano, comino, pimienta

Preparación:

1.- Se echan a cocer las papas con las cebollas


a vapor, entre seco y sopeado. Las arvejas

2.- Luego se agregan las verduras, aliño y Aportan potasio, fósforo, calcio, hierro, fibras,
carne, y al último las arvejas con tomate che- azúcares, hidratos de carbono y proteínas,
rry. (acompañadas de sopaipillas donadas) además de vitamina A. Está recomendado
para diabéticos y ayuda a eliminar el coles-
terol. También tiene un efecto tranquilizante,
beneficioso para el sistema nervioso y para
conciliar el sueño.

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LOS TALLARINES CONTUNDENTES

Esta receta fue preparada en la Olla Común Galvarino, Capilla San Luis

Ingredientes para 150 personas

40 paquetes de tallarines
10 tarros de salsa de tomates
2 kg. de carne de soja
5 kg. de papas
2 pimentones
2 cabezas de ajo
3 kg.de zanahorias
10 cebollas
1 L. de aceite
Laurel, comino y sal

Preparación:

1.-Preparación para la salsa: Cortar las verduras en cubos, incluyendo también las papas, agregar-
las en una olla con aceite para hacer un sofrito.

2.- Luego adicionar las especias a gusto, como comino y sal.

3.- En otro recipiente se remoja la carne de soja en agua hervida, hasta que esté blanda, para des-
pués adicionarla al sofrito y mezclar. Finalmente agregar la salsa de tomates.

4.-Preparación de los tallarines: Separar la cocción de los tallarines en dos fondos. En agua hir-
viendo.

5.- Agregar aceite y sal para luego incluir los tallarines con unas hojas de laurel. Finalmente escu-
rrir los tallarines cuando se encuentren al dente.

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PASTEL DE PAPAS

Esta receta fue preparada en la Olla Común, Segunda Comunidad

Ingredientes para 215 raciones

430 papas
100 cebollas
7 kg. de carne
120 huevos
10 L. de leche
1 Kg de mantequilla
— Condimentos

Preparación

1.-Pelar las papas y hervirlas. Luego de estar listas, molerlas tipo puré.

2.-Luego, preparar el pino con la cebollas, carne y aliños (pino de empanadas)

3.-Se echan a cocer los huevos.

4.- Se arma el pastel en bandejas de aluminio, se agrega el pino, luego los huevos, las papas y
listo.

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EMPANADAS DE PINO

Esta receta fue preparada en la Olla Común Las Torres 2

Receta: Empanadas de pino


Las empanadas
Ingredientes para 240 raciones
La empanada es una comida típica, especial-
60 cebollas mente en celebraciones populares de fiestas
90 huevos patrias. Se dice que los árabes dejaron este
10 kgs. de carne molida alimento como herencia en España y de ahí
10 kgs. de carne picada pasó a América durante la conquista.
30 kgs. de harina
3 kgs. de aceitunas Sin embargo, lo que caracteriza y le da todo el
3 litros de aceite sabor a nuestra empanada es el pino. Los ma-
puches llamaron “pirru” a la mezcla de carne
picada y cebolla que se usa como relleno; de
ahí la palabra “pino”.
Preparación
En 1540 Inés de Suárez fue la primera en pre-
1. Se prepara un pino con las cebollas, las parar una empanada chilena.
carnes y se deja reposar de un día para otro.

2. Se prepara la masa para las empanadas.

3. Se cocinan en un horno o se pueden ha-


cer igual fritas.

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PANADERÍA COMUNITARIA

Receta preparada en la Amasandería San Luis La Herradura

Ingredientes para 120 raciones

5 kg. de harina
5 cucharadas de levadura
2 cucharadas de azúcar
600 gr. de manteca de cerdo
Sal a gusto

Preparación:

1.- En una taza de agua tibia agregamos la


levadura y las dos cucharadas de azúcar. Se
deja reposar 10 minutos.

2.- Luego a los 5 kg. de harina se le agrega El pan amasado


agua tibia con sal. Se agrega la levadura re-
posada directo a la harina. El pan amasado chileno es un auténtico man-
jar que puedes preparar en tu casa y disfru-
Se comienza a amasar y preparar los panes, tarlo recién hecho. Infaltable en la mesa para
y luego ponerlos al horno recalentado a 80 untar el pebre o comerlo con mantequilla.
grados.
Es, junto con las marraquetas, las hallullas y
las dobladitas, el pan más popular en Chile.
Contiene calorías, carbohidratos, grasa y pro-
teínas.

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VII.- LAS OLLAS COMUNES, ¿QUÉ SON?

Para qué
la poesía
si no para juntarnos.
Para qué
si no para unir
nuestras miradas
y extender las manos
y aunarlas
compartiendo el pan
y la esperanza.

El país son las manos enlazadas.


Bruno Serrano, Olla Común,
Ediciones Tragaluz, 1985

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Al concluir

Al término de este sencillo documento, el lector podrá concluir que las ollas comunes
son iniciativas de solidaridad, de auto-ayuda y auto-gestión, que surgen para resolver
un problema muy concreto y urgente: el problema de la comida como necesidad básica
impostergable, directamente relacionada con la dignidad humana.

Este problema es la causa que impulsa la organización de la comunidad, puesto que el


problema de la alimentación va más allá de un tiempo específico. La comida es lo que
obliga a toda persona a tener un trabajo para conseguir el recurso económico con el cual
comprarla. El alimento también es un factor de buena salud física y mental, y para el buen
desarrollo, especialmente de los niños y en las edades mayores.

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Las ollas comunes son ejemplo de valores arraigados en los sectores más desposeídos, los
sectores cuya vida persiste en la exclusión y marginación. Son ejemplo de la capacidad
de lucha y sobrevivencia, basada en la colaboración y la preocupación por los que sufren.
Este valor queda expresado en uno de los testimonios citado al inicio:

“Las manos que ayudan son más nobles que los labios que rezan”

Además, las ollas comunes son espacios de convivencia, de aprendizaje mutuo y de ob-
jetivos comunes ante la adversidad. Son experiencias que ayudan a comprender los pro-
blemas sociales y actuar creativamente para solucionarlos, incluyendo a todos y todas las
personas que comparten la misma preocupación y con el mismo espíritu solidario. Pode-
mos decir, que en una olla común se vive una plena democracia, porque todos participan,
cumpliendo diversos roles, donde cada cual aporta lo suyo, sin exclusión ni discrimina-
ción de ningún tipo. Es la democracia de la participación real.

Después de todo el trabajo y dedicación en la ollas comunes, queda todo el sentir de las
personas, que con amor, ayudan de distintas formas a las familias que más lo necesitan.
Motivados y movidos por la empatía y la solidaridad. Contando con estos valores de par-
te de la gente, de las organizaciones e instituciones, como la municipalidad y la iglesia ca-
tólica, se mitigan los problemas críticos, y se facilita el trabajo de las organizaciones y de
quienes coordinan para sacar adelante las tareas y cumplir con los objetivos de las ollas:
Entregar un digno plato de comida.

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Las Ollas Comunes

Las ollas comunes ¿Qué son?


Ellas se abren como una flor en el desierto
bajo el sol de la solidaridad.

Son memoria, raíz, identidad,


historia de amor sin condiciones,
que aflora y se organiza para repartirse.
Son una trama de colores, un tejido de manos
que juntas escriben una historia común.

Son manos que se abren y acogen


las abren personas que ven la pobreza,
los ojos de la conciencia que observa alrededor,
el barrio, la villa, el condominio,
la población, el territorio.

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Iniciativa de algunos pensando en los otros,
en las carencias del vecino,
la soledad mayor del que está solo
del amigo, del niño, del extranjero,
del desconocido, del indigente.

Es una mesa donde todos acuden.


Es un plato repartido en todas partes.
Donde falta, la verdura, la carne, el alimento,
donde se reúnen las manos y los esfuerzos.
la proteína surge del amor, las calorías del corazón.
En este espacio se reúnen necesidades,
urgencias, experiencias, esfuerzos, ideas, valores,
emociones, sueños, imaginación, creatividad.
Un lugar donde llegar, donde encontrar,
solidaridad, afectos, amor.

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Un momento de encuentro,
un instante en la historia, de ser todos uno,
sin requisitos ni costo, sólo la gracia de dar.
Es el impulso humano de sobrevivencia,
cuando no hay trabajo y falta el pan en la mesa.

Es la respuesta a un problema mayor:


el problema del hambre y la pobreza,
la desigualdad, de la exclusión, la indiferencia.
Refleja verdades ocultas
que salen a luz en tiempos de crisis.

Un lugar para compartir la vida,


un tejido social de significados,
identidad, una historia común en la que somos protagonistas.
Un instante de esperanza, un eterno de alegría,
donde encontrar dignidad.

(Amante Eledin Parraguez, 2021)

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79
AGRADECIMIENTOS

A las ollas comunes y a sus dirigentes, que han participado con sus testimonios,
en la creación de este libro:

Olla Común Altas Cumbres


Olla Común Parque Américo Vespucio Sur
Olla Común Pasaje 479
Olla Común de la Calle 19
Olla Común Colegio Montahue
Olla Común El Espino Avellano
Olla Común El Parque
Olla Común Marcelo Astoreca
Olla Común Junta de Vecinos Esperanza Andina 2
Olla Común Simón Bolívar
Olla Común La Abuela Nona
Olla Común Unidad Vecinal 20 Sur
Olla Común Unidad Vecinal 21, Las Torres
Olla Común Unidad Vecinal 21, Villa La Cordillera
Olla Común Junta de Vecinos Las Torres 1 y Club Deportivo Unión Las Torres
Olla Común Unidad Vecinal 22, Capilla Don Bosco
Olla Común Unidad Vecinal 22, Colegio Santa Marta
Olla Común Unidad Vecinal 24, Condominio Nuestra Esperanza
Olla Común Unidad Vecinal 25, San Luis La Herradura
Olla Común Unidad Vecinal 27, Capilla San Luis, Galvarino
Olla Común Unidad Vecinal 28, Comunidad Deportiva
Olla Común Unidad Vecinal 28, Segunda Comunidad

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