2 Aristóteles. Lectura Complementaria

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I - EL COMPORTAMIENTO MORAL DEL HOMBRE EN CUANTO ANIMAL RACIONAL El hombre actúa entonces, a causa de estos tres principios 10 que

a de estos tres principios 10 que tienden


Y SOCIAL cada uno a su modo, hacia el objeto apetecido, sea éste un bien sensible o
a) La génesis de la acción: inmaterial, real o aparente.

Si el hombre accede a su perfeccionamiento mediante un obrar virtuoso, Claro que estos impulsos no siempre están en concordancia: "(el apetito)
habrá que determinar cuál es e! mejor modo de proceder. Pero, para ello, antes vence a veces y mueve a la voluntad; otras por el contrario, la voluntad vence al
será preciso analizar el accionar humano: ¿cuál es la fuente de la. acción? Según apetito".11 Esta oposición entre los deseos y la razón sólo se da en el hombre y no
Aristóteles en los animales, puesto que aquél está dotado de sentido del tiempo: la
concupiscencia impulsa a actuar considerando sólo el presente, mientras que la
El alma de los animales se define por dos facultades: la de discerni- razón ordena resistir en vistas de los proyectos lanzados hacia el futuro.12
miento, que es obra de la intelección y de la sensación; y por la de
moverse con movimiento local.2 Precisamente, de las relaciones que se establezcan entre estos diferentes móviles
resultará la incontinencia o el dominio de sí.
Electivamente, mientras que les vegetales no poseen sensación sino sólo el
movimiento de crecimiento y perecimiento, común a todo ser viviente, la vida No obstante, aun cuando se produzcan apeticiones centrarías entre si. la
animal —y por ende también humana— se diversifica en una función cognoscitiva fuente de la acción sigue siendo la facultad apetitiva en su conjunto, y na-
y una función motriz o apetitiva, generadora de acción, ya que "el movimiento es turalmente, el objeto apetecible en tanto que es captado por la sensibilidad o la
propio del ser que huye o trata de obtener algo".3 inteligencia como un bien.
Ambas funciones o facultades son susceptibles de diferentes grados. En el b) Les acciones propias del hombre:
hombre, el conocimiento progresa en abstracción y complejidad desde la sensación
hasta la intelección pasando por la imaginación y el pensamiento discursivo.
Pero si bien el hombre puede emprender múltiples acciones, no tedas se
También en la facultad motriz o apetitiva existe una progresión, desde el mero
corresponden con su naturaleza propia.
deseo sensible a la voluntad,4 que guarda cierto paralelo con los niveles del
conocimiento. Así, el deseo sensible o pasión3 se halla estrechamente vinculado a Aristóteles ha definido al hombre, por una parte, como "animal racional"
la sensación, "porque donde hay facultad sensitiva, hay dolor y placer; y donde considerando que la racionalidad es el carácter que distingue por excelencia lo
éstos, hay necesariamente apetición".6 que es humano de lo que no lo es; y por otra lo ha caracterizado como "animal
político", como viviente en una organización social: la polís o ciudad que él
El apetito sensible resulta entonces, de la afección que se produce a causa de
mismo realiza.
la sensación. Por ello, apetito y sensación son dos funciones estrechamente
vinculadas. Cuando un objeto es percibido como agradable o desagradable, se lo Acorde con esta definición, las acciones propias del hombre, vale decir,
busca o se lo evita. Así, "la facultad que apetece y que huye no difieren aquellas que atañen a su esencia, sen las racionales que, al par, tienen con-
mutuamente, ni de la sensitiva; sólo son distintos sus conceptos",7 esto es, deseo y secuencias éticas y sociales.
aversión son diferentes funciones de la sensación. A partir de esta íntima unión
entre conocimiento y acción a nivel de la sensación, se establece la Ahora bien, según Aristóteles, en el alma humana pueden distinguirse des
correspondencia en los niveles superiores. partes: una racional, la otra irracional. A su vez, en esta última se diferencian la
función vegetativa —común a todos los vivientes y totalmente ajena a la
En suma, el origen de la acción se encuentra en la facultad apetitita 3 que racionalidad— y la parte apasionada o afectiva, que puede participar de la razón
comprende tres estadios: el apetito sensible o concupiscencia, la ira o impulsión y hasta cierto punto y obedecerla. 13
la voluntad o anhelo razonado, de las cuales, las dos primeras provienen de las
partes no racionales del alma mientras que la última pertenece al ámbito de la Por consiguiente, la actividad de la razón se desarrolla también en tomo a
racionalidad (es el deseo acompañado de razón).3 una doble tarea: por una parte, el conocimiento puramente teorético, y por otra, la
"dirección""del deseo y del obrar mediante la aplicación del conocimiento a los
2
ARISTÓTELES, Tratado del alma, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1943, III, 9, 432 a 15-17, p. fines prácticos. De estos dos modos de ejercer la razón entonces,
233.
3 Ibid-, 432 b 23-29, p. 243. ...' . ..
4 Cfr. ibia., 432 b 5-7, p. 241. ...... 10. Cfr. ibid., 11, 434 a 15, p. 253. ARISTÓTELES, Moral a Nicómaco. Espasa-Calpe, Madrid,
5
El término "pasión" lia de ser entendido en ei sentido antiguo, imperante hasta el 1975, VI, 1 p. 201. Se ha tañido en cuenta la versión bilingüe The Nicomachean Ethics,
siglo XVTI, como sentimientos o estados afectivos. .._ Harvard Üniversity Press, Cambridge-Mass., 1956.
8 Ibid., II. i 413 b 23-24. p. 103. Cfr. 3, 411 a 33, 414 b 3, p. 109. 11. Trat. alma, III, 11, 434 a 14-15, p.'253-253.
12. ibid, 10, 433 b 5-15, p. 247.
1 Ibid., El, 7, 431 a 13-14, p. 229. Cfr. 431 b 10-13, p. 233. 13. Cír. Moral Nic., L 11, pp. 83-S5. ARISTÓTELES. La Política, Espasa-Cápe, Buenos
3
Cfr. Moral, Esnasa-dlpa, Buenos Aires, 1945, La gran moral, I, 11, p. 44. Trat. alma', Aires, 1946. IV, 13, p. 151. Se ha tenido en cuenta la versión bilingüe Politics, Harvard
III, 10. 433 a"31. p. 247. Uaiversitv Press. Combridge-Mass., 1959.
' Cfr. ibid., 9, 432 b 5-6, p. 241.

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