Violencia Escolar

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Violencia Escolar

Tal vez uno de los eventos sociales y mentales que se deben lamentar en la
actualidad, es el fenómeno de la violencia por lo que se debe reconocer y admitir
que ésta es hoy, un componente cotidiano en nuestras vidas.La violencia es una
realidad que ha ido permeando en todos los niveles sociales, económicos y
culturales. Enfrentarla y combatirla implica para las instituciones reconocer su
existencia y efectos, abandonar la opacidad, la negación y el silencio.

Los sistemas educativos en el mundo, de nuestro país y de nuestro Estado, han


experimentado en los últimos tiempos un embate de violencia que viene dañando
a la población más preciada y al mismo tiempo más vulnerable, los niños y
adolescentes.

Pensar en la violencia en la escuela obliga a identificar y comprender sus causas,


límites y direcciones, aunque para ello será necesario primeramente identificar que
entendemos por violencia y violencia escolar:

Violencia es toda acción u omisión intencional de provocar un daño físico,


psicológico y/o sexual de alguien, hacia otro con menor poder. El impacto de la
violencia variará en cada persona según el contexto en que se encuentra,
pudiendo llegar en casos extremos al intento de suicidio, asesinato e incluso la
muerte.

¿Qué formas puede adoptar la violencia escolar?

La violencia escolar se refiere a la violencia física, psicológica y sexual, tal como


se conceptualiza en la figura siguiente. Puede adoptar diversas formas, que
pueden incluir castigos corporales, abusos y agresiones sexuales, acoso escolar o
ciberacoso, comentarios con connotación sexual, riñas físicas y violencia
psicológica por parte de compañeros o adultos, como burlas dañinas, insultos y
exclusión o denegación de recursos.

ACOSO ESCOLAR

¿Qué es Acoso Escolar?

Es un comportamiento prolongado de abuso y maltrato que ejerce una alumna o


un alumno, o bien un grupo de alumnas o alumnos sobre otro u otros, en escuelas
de educación básica con el propósito de intimidar
controlarlo/a, mediante contacto físico o manipulación psicológica. Se produce
dentro de las instalaciones de los centros educativos y en el horario escolar.
Características del acoso

Para que se considere acoso escolar, debe presentar las siguientes


características:
● Abuso de poder: Se refiere a los comportamientos reiterados de: agresión
física, intimidación, amenazas, por parte de una alumna o alumno, o bien un grupo
de alumnas o alumnos para humillar, transgredir emocionalmente, con el propósito
de someter a otro/u a otros/as en condiciones de desventaja.

● Repetición y sistematicidad: Es la actitud que persiste con el propósito de


vulnerar la condición física y emocional que puede involucrar a una alumna o un
alumno, o bien en grupo de alumnas o alumnos, al violar las pautas de conducta y
valores sociales establecidos dentro de la escuela.
Algunos comportamientos pueden ocurrir por única vez y alterar la convivencia
escolar sana y pacífica, a las que se les llama conductas de riesgo, como los
comportamientos desafiantes u hostiles que provocan la ruptura de organización
de las actividades individuales y grupales dentro y fuera del salón de clases
afectando las relaciones interpersonales y el desarrollo sano de las y los
alumnos/as.

Se consideran tres tipos de acoso:

● Acoso verbal. Consiste en expresar de manera directa o indirecta entre las


alumnas y/o entre los alumnos palabras desagradables o agresivas cuya intención
sea humillar, amenazar o intimidar al otro. Se incluyen burlas, insultos,
comentarios sexuales inapropiados, provocaciones.

● Acoso social. Consiste en lesionar emocionalmente las relaciones de una


alumna o un alumno con otro u otros, aislarlo, no tomarlo en cuenta o marginarlo.
Puede ser directo o indirecto, como divulgar rumores acerca de sus actividades
personales y avergonzarlo en público.

● Acoso físico. La acción continúa de una alumna o un alumno o bien de


alumnas y alumnos para lastimar u ocasionar lesiones corporales a otro u otros, o
deteriorar sus pertenencias. Incluye golpear, patear, pellizcar, escupir, hacer
tropezar, empujar, tomar, romper o esconder sus cosas, hacer gestos
desagradables o inadecuados con la cara o las manos.

Bibliografía.

https://www.sev.gob.mx/acoso-escolar/violencia-escolar-acoso-escolar/

https://www.unesco.org/es/health-education/safe-learning-environments
https://www.revistas.unam.mx/index.php/ents/article/viewFile/54048/48108
Tipos de violencia

En México, la violencia en las escuelas es cada vez más grave y se encuentra en


ascenso, por lo que se ha convertido en un tema de interés nacional.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirma


que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de acoso
escolar en educación básica. Asimismo, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) señala que 7 de cada 10 niños han sido víctimas de este
problema.

La violencia escolar se entiende como toda agresión realizada dentro del ambiente
de las instituciones educativas, la cual puede expresarse de distintas formas por
los actores que conforman la comunidad escolar. Es decir, no se reduce a la
cometida entre estudiantes, también involucra otros actores como padres de
familia, maestros, directivos y personal administrativo.

Las principales expresiones de violencia escolar se dan de forma:

verbal, física y psicológica, violencia sexual cibernética, patrimonial, económica y


social.

En muchos casos, la violencia en el ambiente escolar deriva de un entorno que


acepta y legitima las conductas violentas debido a la cultura arraigada de
agresiones que se tiene en la sociedad, aunado a la falta de una cultura de
respeto a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes.

Algunas de las causas asociadas con la violencia escolar son: el predominio de la


violencia entre iguales ante el desconocimiento de formas eficaces para resolver
conflictos, insuficiencia de información sobre los tipos y los efectos de la violencia
en la escuela la ausencia de mecanismos eficaces para prevenirla y erradicarla,
políticas criminalizantes, falta de vinculación de la violencia escolar con el entorno
personal y social, así como la inexistencia de una configuración normativa
adecuada.

Con el fin de atender estos problemas, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y


la Secretaría de Gobernación (SEGOB) llevan a cabo diversas acciones que
comprometen a autoridades federales y locales al combate del acoso escolar y la
violencia en las escuelas, así como la implementación de un diplomado de
mediación escolar en el que participan maestros, psicólogos y directivos de
educación básica.
Los 9 tipos de violencia escolar

En cuanto a los tipos de violencia escolar, estos son los que se dan con mayor
frecuencia en los centros educativos:

1. Violencia física: es el tipo de violencia más habitual. Hace referencia a


aquellas agresiones físicas directas como golpear, empujar, patear, dar
puñetazos o cualquier otra acción que suponga causar daño físico a otra
persona.
2. Violencia verbal: implica el uso de palabras ofensivas, insultos, burlas,
amenazas o comentarios humillantes para dañar emocionalmente a
alguien. Esta puede ser tanto cara a cara como a través de las redes
sociales, WhatsApp, etc.
3. Violencia social o relacional: consiste en excluir, ignorar, aislar o difamar
a alguien. Esto puede tener un impacto emocional significativo en la
víctima, ya que le hace sentir que no cuenta con apoyo social de ningún
tipo.
4. Violencia cibernética o ciberbullying: tiene lugar en el mundo digital y se
refiere al acoso o maltrato repetitivo a través de redes sociales, mensajes
de texto, correos electrónicos u otros medios online.
5. Violencia psicológica: se trata de manipular emocionalmente a la víctima,
generándole miedo, inseguridad o ansiedad. Este tipo de violencia suele
contener chantaje emocional, difamación y manipulación mental.
6. Violencia sexual: incluye tocamientos inapropiados, acoso sexual,
comentarios sexuales ofensivos o cualquier otra forma de agresión sexual
no consentida.
7. Violencia racial o por discriminación: se refiere a la agresión basada en
el origen étnico, religión, raza, nacionalidad o cualquier otra característica
relacionada de la víctima.
8. Violencia de género: este tipo de violencia ocurre cuando una persona es
objeto de acoso debido a su género o identidad de género.
9. Violencia por orientación sexual: se produce cuando alguien es acosado
o maltratado debido a su orientación sexual.

En conclusión, la violencia en las escuelas tiene un grave impacto en el


cumplimiento de los derechos fundamentales de niñas, niños y adolescentes, pues
en lo inmediato genera un bajo rendimiento académico, llegando incluso a limitar
de forma grave su desarrollo pleno; en casos graves, se observa deserción
escolar e incluso suicidios

Por ello, y al no existir una prevención efectiva ni soluciones que atiendan la


problemática a las distintas formas de violencia escolar, no se cumple de forma
interdependiente e indivisible con los derechos humanos de los involucrados y, en
consecuencia, compromete la consolidación del proceso democrático del país.
Bibliografía.

https://www.gob.mx/justiciacotidiana/articulos/violencia-en-las-escuelas?
idiom=es#:~:text=Las%20principales%20expresiones%20de%20violencia,
%2C%20patrimonial%2C%20econ%C3%B3mica%20y%20social.

https://www.sev.gob.mx/acoso-escolar/files/
2017/09/2_Infografias_Definiciones.pdf

Consecuencias de la violencia escolar

¿Cómo afecta la violencia escolar a la educación y la vida de los educandos?

Sabemos que la violencia escolar en todas sus formas puede tener graves
repercusiones y consecuencias duraderas en la salud física y mental de los
educandos, así como en sus rendimientos educativos y, a su vez, en su futuro.

Por ejemplo, el acoso se asocia a dolores de cabeza, trastornos con el sueño,


depresión y pensamientos suicidas, así como a comportamientos de riesgo, como
el consumo de drogas, el tabaquismo, el consumo de alcohol y las relaciones
sexuales de riesgo. La violencia sexual entre adolescentes también puede
conducir a un mayor consumo de sustancias, depresión y problemas de salud
como embarazos no deseados, así como a una mayor probabilidad de sufrir
violencia o de perpetrarla en la edad adulta. Los estudios también han demostrado
una correlación entre el acoso, el ambiente escolar y los resultados más bajos en
las pruebas estandarizadas, y el acoso puede ser uno de los principales
impulsores de un rendimiento académico más bajo.

Debido a su repercusión en el aprendizaje, la violencia escolar no es sólo una


cuestión de derechos de los niños, sino que también conlleva costes significativos
para los sistemas educativos si no se toman las medidas pertinentes.

Las dimensiones de la violencia escolar. Frecuencia y consecuencias

Las manifestaciones de violencia escolar son múltiples y variadas. Las


dimensiones, por su parte, hacen referencia a tres tipos de violencia, sustentadas
en relaciones sociales específicas que involucran de diferente manera a los
miembros de una comunidad escolar:
La violencia entre pares, situaciones lesivas de la integridad personal, que se
dan como consecuencia de la interacción de los alumnos entre sí (Ortega, 2008).
La violencia institucional o de la escuela (Abramovay, 2005, Gómez Nashiki,
1997), condiciones normativas y prácticas de la autoridad escolar (directivos y
maestros) que generan en los alumnos una sensación de injusticia, abuso de
poder o desinterés por su aprendizaje.
La violencia del entorno hacia la escuela, todas las realidades sociales que, desde
el exterior, afectan negativamente y ponen en riesgo la seguridad de la escuela y
de sus integrantes (Conde, 2011).

Consecuencias del bullying


El acoso escolar posee efectos negativos para todos los implicados. Las víctimas
sufren ansiedad y angustia, rechazo y fobia a la escuela, así como un deterioro de
su autoestima e intentos de suicidio (en casos extremos); los agresores/as
aprenden a establecer vínculos de dominio y sumisión que afectan a su desarrollo
interpersonal y social y, los observadores/as desarrollan sentimientos de
culpabilidad o desensibilización ante el sufrimiento ajeno e incrementan el temor
de ser victimizados, entre otros.

La violencia entre pares


De forma casi automática cuando se habla de violencia escolar, se hace referencia
al bullying. Este concepto, que ha pasado a formar parte del lenguaje cotidiano en
ámbitos que van más allá de la escuela, denota las conductas de intimidación y/u
hostigamiento sistemático por medio de las cuales un estudiante o grupo de
estudiantes atentan contra la integridad física, material o emocional de alguno(s)
de sus compañeros (Olweus, 1998).
Esta investigación, sin embargo, abordó una multiplicidad de manifestaciones vio-
lentas que exceden la problemática del bullying, pero al igual que él, lesionan la
integridad de los alumnos y contribuyen a crear un clima escolar de inseguridad y
temor, poco propicio para el desarrollo de actividades académicas y/o de una sana
convivencia.

La violencia institucional
Cuando una serie de prácticas, normas y/o pautas de conducta de las autoridades
(directivos y maestros) estructuran un “orden escolar” que lesiona la integridad de
los alumnos en tanto sujetos de derechos, podemos hablar de violencia
institucional.
Concretamente, en este trabajo medimos la violencia de la escuela a través del
ejercicio punitivo y parcial de la autoridad por parte de docentes y directivos a los
alumnos, pero el espectro de prácticas mediantes las cuales se puede ejercer este
tipo de violencia es más amplio, y va desde la utilización de motes hasta actitudes
de desidia de los docentes y/o autoridades que ponen en riesgo la calidad del
proceso de enseñanza-aprendizaje

La violencia y sus consecuencias


Brevemente se presentan aquí dos análisis que permiten constatar que la
violencia – más allá de las afectaciones relativas a la salud física y emocional de
las víctimas– condiciona negativamente las trayectorias vitales de los estudiantes.
Estas trayectorias tienen una dimensión personal, más íntima, vinculada a la
manera en que los niños y niñas “viven” emocionalmente su paso por las
escuelas. Una segunda dimensión, relacionada con esta última, está vinculada
con el desempeño académico, y en especial, con la posibilidad de que los
alumnos consideren positivamente, su paso por las instituciones escolares como
una condición necesaria para el éxito social en el futuro.

Violencia y bienestar subjetivo


Durante los últimos años ha habido un creciente interés por diseñar e implementar
escalas para medir el bienestar subjetivo, la satisfacción y la felicidad en distintos
contextos, entre los cuales se encuentra el escolar. Konu (et al., 2002), entre ellos,
desarrollaron un estudio donde se exploraba la variación del bienestar subjetivo en
los niveles escolares e individuales, utilizando una muestra importante en
diferentes partes de Finlandia. En su trabajo mostraron, entre otras cosas, que el
bienestar estaba influenciado por las condiciones contextuales y las relaciones
sociales que se desarrollan en la escuela: el clima de la escuela, la seguridad, el
carácter dinámico de los grupos, la relación entre profesores y estudiantes, las
posibles situaciones de acoso, las relaciones con las familias y la convivencia (De
Pablos y González Pérez, 2012).
Asimismo, tal como lo acaba de demostrar un estudio reciente desarrollado por el
INEGI (2013), ser víctima de violencia es uno de los factores (entre muchos otros)
que genera un impacto negativo muy significativo sobre la felicidad de los
individuos en México.

Bibliografía.
https://www.revistas.unam.mx/index.php/ents/article/viewFile/54048/48108
https://www.unesco.org/es/health-education/safe-learning-environments

Participantes del acoso escolar


Bull ying El fenómeno de violencia escolar: (bullying) se puede describir cómo: -
comportamiento agresivo o querer “hacer daño” intencionadamente -llevado a
término de forma repetitiva e incluso fuera del horario escolar - en una relación
interpersonal que se caracteriza por un desequilibrio real o superficial de poder o
fuerza. Encontramos que la definición de Bullying mas citada y aceptada por la
comunidad científica es la de Dan Olweus(1989), pionero en los estudios del
fenómeno bullying. Diciendo: '' un alumno está siendo maltratado o victimizado
cuando él o ella está expuesto repetidamente o a lo largo del tiempo a acciones
negativas de otro o un grupo de estudiantes'’.

Tres actores se ven directamente involucrados en el acoso escolar: los acosados


o víctimas, los acosadores o agresores, y los espectadores.
Las víctimas. Según Dan Olweus, hay distintos tipos de víctimas. “Las típicas,
entre las que se encuentran los estudiantes más ansiosos e inseguros que suelen
ser cautos, sensibles y tranquilos; poseen baja autoestima, tienen una opinión
negativa de sí mismos y de su situación; y frecuentemente son considerados como
fracasados sintiéndose estúpidos y avergonzados. A este tipo de víctimas se le ha
llamado pasivas o sumisas y no responderán al ataque ni al insulto. Otro tipo de
víctimas son las provocadoras que se caracterizan por una combinación de
modelos de ansiedad y reacción agresiva. Estos estudiantes suelen tener
problemas de concentración y se comportan de forma que causan irritación y
tensión a su alrededor. Algunos de ellos pueden ser hiperactivos”. Los agresores o
acosadores. Dan Olweus descubre la existencia de varios tipos de agresores: los
“típicos que se distinguen por su ofensa con sus compañeros y en ocasiones con
los profesores y adultos. Suelen caracterizarse por la impulsividad y una altiva
necesidad de dominar a otros. Pueden ser ansiosos e inseguros. Dan Olweus lo
señala, una conducta de persecución física y psicológica es considerada como
característica importante del acoso escolar. Indica este autor que el acoso se
puede entender como una agresión directa e indirecta a la víctima; “es indirecto
cuando hay aislamiento social y exclusión deliberada de un grupo y directo cuando
hay ataques relativamente abiertos a la víctima”.
Sin embargo, a pesar de que parece existir un acuerdo sobre la definición del
bullying, algunos autores han realizado interesantes contribuciones para la
comprensión del fenómeno. Una gran aportación es la de Ortega (1998), cuando
explica las dos leyes que mantienen el maltrato entre escolares: la ley del silencio
y la ley del dominio-sumisión. Según Ortega, estas dos leyes son las que
posibilitan que el bullying se mantenga. Por un lado, las personas implicadas
directa o indirectamente, tienen a mantener en silencio lo que está sucediendo, lo
que dificulta que deje de ocurrir; y por otro, las personas implicadas directamente
mantienen un vínculo por el cual uno aprende a dominar y otro, a ser sumiso a
esta dominación. Por su parte, Rigby (2002) ha limitado el bullying al abuso
sistemático de poder de uno sobre otro u otros y Smith y Sharp (1994) lo han
resumido como el abuso sistemático de poder: otros autores incluyen en la
definición el daño que el agresor ejerce sobre la victima (Hazler, 1996), incluso
Tattum (1993) lo ha considerado como el deseo de hacer daño o presionar a otro.
Los agresores sienten la necesidad del poder y del dominio, parece que disfrutan
cuando tienen el control y necesitan dominar a los demás” (Olweus, 1998, pp. 52-
54). Puede decirse que los acosadores utilizan distintas formas como los apodos,
mofas, insultos y habladurías (Monclús & Saban, 2006, p. 24), que generan
intimidación, exclusión y en ocasiones serios problemas psicológicos y sociales
que provocan dificultades en la convivencia y en la adaptación social. Puede
afirmarse entonces que “se produce la situación de desigualdad entre el acosador
y la víctima, debido generalmente a que el acosador suele estar apoyado de un
grupo que sigue la conducta violenta, mientras que la principal característica de la
víctima es que está indefensa, no puede salir por sí misma de la situación de
acoso” (Díaz-Aguado, 2006, p. 17).
Características típicas de acosadores y víctimas El tipo más común de víctimas,
víctimas pasivas o sometidas, presentan, normalmente, algunas de las siguientes
características: - son prudentes, sensibles, callados, apartados y tímidos - son
inquietos, inseguros, tristes y tienen baja autoestima - son depresivos y se
embarcan en ideas suicidas mucho más a menudo que sus compañeros -a
menudo no tienen ni un solo buen amigo y se relacionan mejor con los adultos que
con sus compañeros - en el caso de los chicos, a menudo, son más débiles que
sus compañeros. Algunas de las características anotadas, han contribuido, muy
probablemente, a hacerlos víctimas de acoso escolar. Al mismo tiempo es obvio
que el acoso repetitivo por parte de los compañeros tiene que haber aumentado
considerablemente su inseguridad y la propia evaluación negativa. De acuerdo
con esto, parte de estas características son tanto causa como consecuencia del
acoso escolar.

El círculo del acoso Los acosadores y las víctimas Ocupan de forma natural
posiciones clave en la configuración del problema acosador/víctima dentro de la
clase o de la escuela, pero el resto de estudiantes también 23 juegan un papel
importante y muestran diferentes actitudes y reacciones ante una situación aguda
de acoso. El “Círculo de acoso” representa las diferentes maneras en que están
involucrados o afectados la mayoría de los alumnos de una clase o de una
escuela (Olweus,
Los espectadores. Sobre los espectadores, Dan Olweus indica que a los
estudiantes que no participan en las intimidaciones y que generalmente no toman
la iniciativa, se les denomina “agresores pasivos, seguidores o secuaces” (Olweus,
1998, p. 53).

Bibliografía.
https://bibliotecadigital.udea.edu.co/bitstream/10495/23313/1/
CanoAlejandra_2017_ViolenciaEscolarMaestros.pdf

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