A Raisin in The Sun (Traducción ES)
A Raisin in The Sun (Traducción ES)
A Raisin in The Sun (Traducción ES)
Facultad de Filología.
Departamento de Literatura Inglesa y Norteamericana.
Sevilla, 2021.
I
II
ÍNDICE.
AGRADECIMIENTOS………………………………………………………….VII-VIII
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..IX-XXI
2. Biografía de la autora………………………………………………………………..37
4.2. Influencias……………………………………………………………………...87
4.4. Temas…………………………………………………………………………100
4.4.1. El Racismo……………………………………………………………...100
III
4.4.5. Dinámicas de género……………………………………………………110
4.5. Personajes……………………………………………………………………..115
4.6.1. La luz…………………………………………………………………...152
4.6.2. La música……………………………………………………………….153
4.6.3. El lenguaje……………………………………………………………...156
Acto primero…………………………………………………………………..179
Escena I………………………………………………………………….181
Escena II………………………………………………………………...221
Acto segundo………………………………………………………………….249
Escena I………………………………………………………………….251
IV
Escena II………………………………………………………………...277
Escena III………………………………………………………………..295
Acto tercero……………………………………………………………………321
OBRAS CITADAS……………………………………………………………………349
V
VI
Agradecimientos.
Espejo Romero, quien ha dirigido la presente tesis. Creo firmemente que un doctorando
–para asegurar una tesis de calidad y unas técnicas de escritura e investigación que le
acompañen durante toda su carrera–, un buen profesor –para que sepa transmitirle de
forma eficaz tales técnicas– y una gran persona –un ser humano increíblemente
conectar y comunicarse con el doctorando hasta en los momentos más duros de esta
Dr. Espejo Romero reúne de una forma más que sobresaliente todas estas cualidades. A
sobre todo, un amor infinito por su profesión y la literatura. Fue él una de las primeras
Universidad de Sevilla hace ya casi 17 años y a día de hoy sigue siendo un guía, y
referente a quien nunca me alcanzará para dar las gracias. Esta tesis no habría sido
Inglesa y Norteamericana. Gracias por todo el apoyo y ayuda recibidas por parte del
personal administrativo, que siempre se ha mostrado dispuesto a dar un paso más para
especialmente, a todos los profesores que me han enseñado e inspirado y han despertado
Carolina en Chapel Hill (UNC–CH) por acogerme tan cálidamente durante un año.
Gracias por todos los recursos bibliográficos compartidos tan generosamente, gracias
por permitirme unirme a los diferentes cursos que tan importantes fueron para el
y compañeros por tanto. Entre tantos, necesito nombrar a Dra. Glynis Cowell, Dr. Keith
Richotte Jr. y Dr. William L. Andrews por todo lo que sus enseñanzas y ayuda
Sin lugar a dudas, aquellos a los que más debo es a mi familia. A mi madre,
Isabel Rodríguez Pérez, a mi padre, José Luis Santos Valdivia, a mi hermano, José Luis
Santos Rodríguez y a mi sobrino, Luis Santos Iniesta. Gracias por vuestro apoyo y
cariño incondicional, por la comprensión y el amor. Las gracias las extiendo también al
resto de mi familia. No olvido agradecer a la familia que se elige, a mis amigos. Gracias
por las palabras, por los ánimos, el apoyo y los consejos. Sin la red social que tejéis
todos los que sois en este párrafo, ni esta tesis ni nada sería posible.
Para terminar, gracias a Lorraine Vivian Hansberry por haber sido la fuente de la
que tanto aprendizaje he recibido. Sin lugar a dudas, sus enseñanzas me acompañarán
hecho mejor persona. Gracias también a Robert Nemiroff, Imani Perry y Anne Cheney
VIII
Introducción.
Cuando en los años 20 del siglo pasado Gómez de la Serna apareció con la cara
pintada de negro en el Café Pombo1 para unirse a la tertulia sobre la película The Jazz
Singer2 (1927) de Alan Crosland (1894-1936), casi nadie de los presentes dudó por un
instante que su maquillaje, su blackface3, era una muestra de su admiración tanto por el
pueblo afroamericano como por su cultura (Scaramella, 25). Y es que, a pesar de que la
música afroamericana tuvo cierto impacto entre los intelectuales españoles y fueron
bastantes los que se inspiraron en ella para crear sus propias obras literarias, musicales o
artísticas, lo cierto es que la historia real del pueblo afroamericano, su lucha y las
desigualdades a las que se enfrentaban en su día a día se solían conocer de una forma
superficial y un tanto romantizada. Las personas negras, a ojos de los españoles, estaban
tan llenas de exotismo y misterio que se acababa por difuminar su realidad como seres
de admiración lo que en realidad era una ofensa racista. Tener a mano traducciones de
realmente útil para que la sociedad española hubiera aprendido de una forma realista lo
que significaba ser negro en los Estados Unidos. Sin embargo, y aunque volvemos a
1
Antiguo café madrileño situado en el 4 de la calle de Carretas. El café contaba con un sótano donde era
común que grupos de jóvenes intelectuales se reunieran a organizar tertulias. Una de estas reuniones
quedaría inmortalizada por el pintor José Gutiérrez Solana.
2
Esta película musical fue el primer largometraje que no solo tenía música sino también voces
sincronizadas. El protagonista principal, Al Jolson, es un hombre blanco y judío que siente auténtica
fascinación por el jazz y, desafiando a su tradicional padre, se convierte en cantante de jazz. Durante
algunas de sus actuaciones Jolson aparece en escena con la cara pintada de negro.
3
Nombre que se da al acto de pintarse la cara de negro para hacerse pasar por una persona de dicha raza.
IX
mencionar que las artes musicales afroamericanas sí se ganaron un pequeño hueco entre
el público español, en el plano literario muy pocos fueron los autores afroamericanos
que, por aquel entonces, se tradujeron al castellano. Entre los géneros literarios, quizás
el más desatendido haya sido el teatro. En España apenas podemos encontrar obras de
En los últimos años la prensa española se ha ido haciendo cada vez más eco de
las desigualdades sociales que experimentan las personas negras en los Estados Unidos
y muchos han sido los españoles que han alzado su voz oponiéndose a la violencia que
estas experimentan tanto por parte de otros ciudadanos como de la policía. Así, también
se han dado muestras de apoyo a movimientos sociales como el BLM (Black Lives
la violencia y desigualdad racial. Si tenemos en cuenta que estas han ocurrido en mitad
podemos entender cómo España va despertando y entendiendo que hay otra realidad y
otro lado de la historia americana. Esto ha derivado en un aumento del interés de los
series, biografías– sino también por las traducciones de biografías y novelas escritas por
autores afroamericanos y en las que, en gran parte, la represión y la violencia racial son
protagonistas4. Sin embargo, no podemos decir lo mismo, una vez más, del teatro ni de
Con la presente tesis se intenta romper con esta tradición, no solo realizando una
4
A esto hay que sumar las obras creadas por personas españolas de ascendencia africana y migrantes que,
mediante sus textos, literarios o no, denuncian el racismo que también sufren en España.
X
lector a la historia del teatro afroamericano y su presencia en España. La elección de
Lorraine Hansberry y su A Raisin in the Sun (Una pasa al sol) viene dada por diferentes
ganar el premio New York Drama Critics’ Circle, poco o nada se conoce en España de
dramaturgia afroamericanas. Tanto es así que ni Una pasa al sol –su obra más
conocida– ni ninguno de sus otros trabajos han sido traducidos en nuestro país y –
mucho menos– llevados a los escenarios. Tras su estreno en 1959 Una pasa al sol se
convirtió en todo un fenómeno que alcanzó por igual a espectadores blancos y negros y,
aunque también recibió críticas –de las que hablaremos en la tesis–, batió récords y
catapultó a una fama repentina a su joven autora. A día de hoy sigue siendo una obra
emblemática que no solo tiene una gran calidad dramática sino que, además, es un fiel y
sincero retrato de lo que significaba ser afroamericano en el país del sueño americano.
De hecho, podemos ir más allá y asegurar sin riesgo a equivocarnos que algunos de los
problemas que se presentan en Una pasa al sol siguen estando aún vigentes.
afroamericano, gran parte de la historia de las personas negras en los Estados Unidos y
los problemas diarios a los que una familia negra media tenía que hacer frente en su día
a día, se decidió que era necesario que la presente tesis fuera una edición crítica. Si se
hubiera realizado una mera traducción, los lectores habrían pasado por alto el verdadero
valor de la obra al no conseguir entender algunos de los temas básicos que aparecen en
ella: las distinciones entre un “barrio blanco” y un “barrio negro”, los movimientos pro
importancia del peinado son solo algunos ejemplos de aquello que es esencial conocer
XI
para entender Una pasa al sol. Así, esta tesis plantea un posible modelo de
Hansberry como su obra entre el público español, haciendo posible que este no solo
consiga un conocimiento más profundo sobre la obra en sí, sino también sobre el teatro
correspondería con una breve historia del teatro afroamericano. Nuestro recorrido
comenzaría en 1823, cuando se estrena la primera obra conocida –al menos hasta ahora–
escrita por un autor afroamericano, The Drama of King Shotaway, de William Brown, y
terminaría con Alice Childress, tan solo a unos años del estreno de Una pasa al sol. Este
repaso histórico es importante por dos motivos. Por una parte, pone en conocimiento del
lector autores y obras. Además de aprender sobre los diferentes problemas a los que
estos autores se enfrentaban y las diferentes corrientes dentro del teatro afroamericano,
vamos comprobando cuáles eran sus preferencias temáticas. Por otra parte, a la vez que
se realiza el recorrido histórico se van comparando las obras de los diferentes autores
con Una pasa al sol de Lorraine Hansberry. Este paralelismo nos ayuda a demostrar
Así, vamos viendo cómo todas esas obras pasadas resultaron esenciales para que Una
pasa al sol fuera posible. La obra de Hansberry no se crea en un vacío cultural sino que
histórico vemos un claro enfrentamiento entre dos grupos diferentes de intelectuales que
defendían cada uno una forma específica y diferente de hacer teatro. Por una parte,
estaban aquellos que creían que los afroamericanos debían centrarse en escribir un tipo
XII
de teatro panfletario con estrictos intereses socio-políticos que les ayudara a denunciar
la situación que sufrían, sin molestarse demasiado por la vertiente artística y estética. La
otra sección defendía que para lograr su lugar en el mundo literario y teatral los autores
estética y la armonía de la obra, el “arte por el arte” que defendía Oscar Wilde. A lo
largo de este resumen histórico mostramos cómo poco a poco los autores van creando
búsqueda tiene un punto culmen con Una pasa al sol, donde a través de una estructura e
historia en apariencia sencillas se nos van presentando una serie de personajes realistas
y realmente complejos a través de los cuales la autora, con una gran naturalidad,
social con infinitos tentáculos que llegan a afectar y destruir todos y cada uno de los
sol no habría sido posible sin las vivencias de Lorraine Hansberry ni los contactos
culturales a los que la expusieron sus padres. Una de las características que más llamaba
la atención al público era lo fácil que resultaba conectar e identificarse con los
personajes de la obra. Esto se debía al realismo del que Hansberry consiguió dotar a sus
personajes. En más de una ocasión la propia autora defendió que no había una
identificación total entre los personajes de la obra y los miembros de su familia y que la
historia de los Younger no coincidía con la de los Hansberry. Sin embargo, a lo largo de
este apartado demostraremos que las similitudes son tan evidentes que si bien la autora
no mentía cuando defendía que no había una identificación total, los personajes
XIII
racismo y la violencia que experimentan los Younger no era exclusivo de los Hansberry
“de blancos”. Lorraine Hansberry, tanto por su talento como dramaturga como por las
ideas que la convirtieron en un referente como activista social, era una mujer realmente
peculiar. También su familia, por su nivel cultural y económico, distaba mucho de ser la
dignas y orgullosas –como Lena Younger defiende sobre la suya propia– que desafiaron
las normas establecidas para que sus hijos pudieran ocupar un lugar mejor en la
sino con sus antepasados, sin los cuales la vida de la autora hubiera sido muy diferente.
Así, comenzamos con George Perry, abuelo por parte de madre, quien tras escapar de la
esclavitud fue el primer miembro de la familia en entrar en contacto con el mundo del
parte de padre. William era un esclavo de Mississippi que, gracias a un inesperado golpe
gran parte de su dinero en darle una educación superior a cada uno de sus diez hijos.
autora. Por una parte, se analiza la atípica relación y matrimonio de la autora con Robert
Nemiroff, un intelectual blanco y judío cuya madre estaba considerada por el FBI como
una comunista peligrosa. Por otra parte, y a diferencia de la mayoría de biografías sobre
vida. Por supuesto, no nos olvidamos de repasar la recepción que tuvo su obra en vida
XIV
de la autora, ni cómo la crítica y la fama repentina afectaron su salud física y emocional
A pesar de que Lorraine Hansberry solo consiguió ver representadas dos de ellas, la
autora, aunque de forma un tanto caótica, resultaba una escritora bastante productiva.
organización y edición tanto de aquellas obras que nunca consiguió publicar en vida
como de aquellas que quedaron sin terminar. A través del análisis de sus otras obras de
teatro, anteriores y posteriores a Una pasa al sol, descubrimos a una autora con una
gran capacidad de cambiar de registro y estilo, creando obras que, estilísticamente, poco
tienen que ver con la que la catapultó a la fama pero que, sin embargo, siempre tienen la
traducir, Una pasa al sol. El capítulo en cuestión está, a su vez, dividido en siete
Hansberry realmente ve el teatro como una forma de ayudar a su comunidad y crear una
sociedad más justa. Sin embargo, y a la vez, es consciente de que para llegar al mayor
número de público posible es necesario que la obra tenga una buena calidad literaria y
estética. Por ello, decide aunar ambas características bajo la creencia de que diferenciar
entre teatro artístico y teatro político es un grave error. De la misma forma, se intenta
explicar por qué, de entre todas las situaciones de desigualdad sobre las que podría
haber escrito, la autora se decantó por la vida dentro de los apartamentos tipo
XV
kitchenette y por los restrictive covenants5. Además, se adelantan detalles sobre la
anticipó en ella ciertos temas realmente novedosos, que unos años después se
el literario.
dentro de un canon literario muy específico, hubo una serie de obras literarias –no todas
siquiera estadounidenses– que tuvieron una gran influencia sobre Hansberry a la hora de
crear Una pasa al sol. Por ello, en este capítulo dedicado al análisis de la obra se hace
necesario un apartado en el que se examine la influencia que estas obras y/o autores
sobre la obra de Hansberry es que la autora no es, en ningún momento, específica con
las fechas, ni con la fecha en la que ocurre la obra ni con la edad de algunos personajes.
Por ello, en este apartado, y con el fin de entender mejor el contexto histórico y social
que rodea a la obra y que ha acompañado a los personajes, intentamos acotar estas
fechas. Así, también intentamos dar con las razones que pudieron lleva a la autora, tan
específica con otros detalles, a dejar el marco histórico en el aire. Es también en este
apartado donde se realiza un análisis del hogar de los Younger, comparándolo con el
hogar medio en el gueto por aquella época. A pesar de que siempre se ha dicho que el
5
Se dará una explicación detallada de ambos términos a lo largo de las páginas de la tesis.
XVI
hogar de la familia protagonista de Una pasa al sol era una réplica exacta de las
famosas kitchenettes del gueto de Chicago, demostramos que, aunque está fuertemente
inspirado en estas, y la autora nos ofrece un retrato bastante realista, el apartamento que
largo de unas cuantas semanas pero la fracción de la vida de los Younger que se nos
Siempre que se realiza una edición crítica de una obra literaria, se suele incluir
un análisis de los diferentes temas que trata la obra. Sin embargo, debemos tener en
cuenta que estamos trabajando una obra de teatro escrita por una autora afroamericana y
con temática directamente relacionada con los problemas del pueblo afroamericano.
Uniendo esto al hecho de que, como hemos comentado anteriormente, en España no hay
hemos hecho, en el que se explique al lector aquello que la autora intentaba transmitir, a
la vez que se realiza un análisis de cómo era la situación socio-política que afectaba a
cada uno es estos temas. Tras esto, incluimos un quinto apartado, que está fuertemente
ligado al anterior, y en el que analizamos cada uno de los personajes de la obra así como
la forma en la que los diferentes temas de los que hablábamos en el apartado anterior se
los personajes, oponiéndolos por edad, sexo o clase social, mostrando cómo la represión
hace mella en cada uno de ellos, pero expresada de diferente forma. Tras esto, se abre
un apartado dedicado a analizar las diferentes técnicas dramáticas que usó la autora para
características como la luz o la música se usan para crear un ambiente que además
ayude a comunicar los sentimientos de los personajes al espectador de una forma más
XVII
eficiente. Otros, como el lenguaje, demuestra además el compromiso de Hansberry tanto
con el realismo como con la dignidad del pueblo afroamericano. Como muchos de los
expresaran con el dialecto propio del gueto de Chicago o falsearlo hacia un inglés más
plano para así evitar la identificación del personaje afroamericano como una persona sin
Algo que nos ha llamado la atención durante el estudio para realizar esta tesis es
cinematográfica. Hay diferencias más que evidentes entre las diferentes versiones para
cine y/o televisión y también entre las diferentes ediciones publicadas para teatro. Por
ello, se hace necesario dedicar el séptimo y último apartado del epígrafe dedicado al
análisis de la obra a comentar el por qué de estas ediciones y versiones. Así, también
explicamos por qué de entre las diferentes versiones publicadas hemos decidido usar
Como hemos explicado anteriormente, hay muy pocos estudios publicados sobre
el teatro afroamericano en España. Además de esto, son muy pocas la obras –no solo
escritas por afroamericanos, sino incluso aquellas escritas por blancos que tienen como
no significa que esta tarea no se haya realizado nunca. Por ello, el quinto epígrafe de la
tesis está dedicado a este tema. Por una parte, hacemos un recorrido histórico de las
sobre los escenarios. Aquí no solo incluimos obras escritas por afroamericanos, sino
XVIII
también por autores blancos como Harriet Beecher Stowe, pues, como el lector podrá
comprobar, hay ocasiones en las que el espectador creyó estar viendo una obra
lugar. Esto nos ayuda a entender mejor el éxito o falta de este que tuvo cada obra.
Por otra parte, hacemos recuento de las obras de teatro con protagonistas
se trata de obras que están escritas por autores blancos y en otras, tras una exhaustiva
han querido hacer pasar por afroamericanas. También hablamos de alguna obra que en
su origen realmente era creación afroamericana pero que, tras la traducción, resultó en
un texto tan manipulado que poco tenía que ver con el original. En este caso,
analizamos las posibles razones que pudo llevar al traductor a realizar una traducción
tan alejada de la original. En todos estos ejemplos, se ofrece información sobre cuáles
razones por las que no–, no olvidando hacer mención a la acogida que llegaron o
podría limitar enormemente el grado de comprensión del lector español hacia esta obra.
Por ello, en este caso, resultaba totalmente necesaria una traducción anotada. Al tratarse
de una obra tan rica en matices, en el momento de organizar las notas a pie de página se
XIX
podría caer en el error de incluir algunas que mostraran el punto de vista y la
interpretación de la traductora. Por ello, las anotaciones incluidas han sido pensadas
para aclarar conceptos e ideas que pudieran oscurecer el entendimiento por parte del
lector, pero evitando siempre incluir aquellas notas que cercenaran la capacidad
interpretativa del lector. En estas notas se ponen en conocimiento del lector diferentes
uso coloquial que se hace del lenguaje, no ha sido posible una traducción literal de
alguna expresión. En estos casos se ha incluido una nota a pie de página en la que se
importante que quede claro que la función de las notas en todo momento ha sido el de
del siglo XX pueda entender los miedos, las ansias y la frustración de la familia
Younger como un ejemplo del que podían llegar a sentir los paisanos de esta familia de
ficción.
ha tomado en cuanto al uso dialectal del lenguaje de los personajes. Es cierto que en el
todo películas y series– en las que hay un personaje afroamericano, no era raro que este
usara una forma de expresarse y un dialecto muy específico, mezcla, por alguna razón,
del español de Cuba con ciertas características de otras zonas de Latinoamérica. Sin
Por ello, los personajes de Una pasa al sol se expresan en un convencional castellano de
XX
una forma que se ha tratado que sea tan coloquial como natural y sin alejarnos de la
realidad lingüística de los años 50 del siglo XX. Sin embargo, y precisamente porque
una parte, y tratándose de un trabajo en el que se analizan diferentes autores y sus obras,
se ha realizado una cuidada lectura y análisis de las diferentes piezas de teatro que se
mencionan a lo largo de la tesis. Así, también se ha hecho lo propio con las biografías
de los diferentes autores. Por otra parte, debido a la complejidad de Una pasa al sol y la
compleja naturaleza de los temas que trata esta tesis, ha sido necesario el estudio de
manuales sobre teatro e historia del teatro tanto españoles como americanos y
y series de televisión. Tan solo así se puede dar la visión de conjunto realista que
requiere la edición traducida crítica de una obra tan compleja y rica como es Una pasa
al sol y, a la vez, postular que sirva para que el teatro afroamericano, por fin, consiga
hacerse un hueco tanto en los escenarios españoles como en manuales académicos. Esto
nos ayudaría, sin duda, a entender mejor ese lado de la realidad estadounidense que tan
desconocido nos resulta aún: la historia, vida, lucha, cultura y literaturas del pueblo
afroamericano.
XXI
XXII
ESTUDIO CRÍTICO
DE
1
2
1. Breve historia del teatro afroamericano.
Estados Unidos, pues los blancos solían obligar a los esclavos a cantar, realizar bailes y
para que los prisioneros hicieran algo de ejercicio (Jones, 16). El cirujano esclavista
de teatro sigue habiendo mucha oscuridad. Los grandes esfuerzos por sacar a la luz
estos textos y a estos autores a través de la investigación han estado, poco a poco, dando
sus frutos y cada vez podemos disfrutar de más obras que permanecían ocultas, cuyos
autores eran anónimos o incluso que se creían escritas por blancos. Evidentemente, un
mundo en el que la capacidad de leer y escribir suponía a veces una sentencia de muerte
el 90%. En 1880 aproximadamente el 30% podía leer, y para 1890 los números
ascendieron hasta alcanzar la mitad de los afroamericanos, cuota que aumentó hasta los
extrañar que el primer dramaturgo afroamericano del que tenemos, por ahora,
3
constancia, no apareciera hasta comienzos del siglo XIX y que tras esto las obras
escritas por autores negros sean escasas hasta los años 20 del siglo pasado.
como no puede ser de otra forma, en Nueva York, el cual, gracias en parte a su puerto,
era ya en el siglo XVIII una ciudad cosmopolita que recibía constantemente la llegada
afroamericanos libres había aumentado hasta los 10000 y estos habían conseguido
convertirse en una nueva fuerza política. Entre ellos estaba William Alexander Brown6,
dueño del primer teatro afroamericano. Su Tea Garden era uno de los pocos lugares de
esparcimiento y reunión no relacionados con la iglesia a los que las personas de raza
negra podían acudir (Harris, 78). Por cuestiones de espacio, no podemos analizar la
surrealistas, problemas a los que tuvo que enfrentarse por ser negro e intentar prosperar
dramaturgo, así como de la obra que lo convirtió en el primer autor conocido de teatro
teatro de Brown.
muchos programas que el autor, valientemente, repartió por toda la ciudad, sabemos que
6
Como todo lo que rodea a su figura, el nombre de William Brown también resulta más aproximado que
totalmente certero. Aunque la mayoría de los críticos apoyan la idea de que William era el nombre de este
productor teatral, hay otros que se refieren a él como “James” o incluso como “Henry” (Hay, 238).
7
Hill defiende que pudiera estar basada en The Carib Chief de Horace Twiss, una obra de teatro de
venganza sobre los caribes dividida en cinco actos y que se estrenó en Nueva York en noviembre de 1819
(Hill, 33).
4
Vicente contra los colonos8. Aunque, como decimos, no sobrevivió ningún guion para
poder analizar la calidad literaria de la obra, sí sabemos que tuvo bastante éxito. Una de
las razones fue la nota que Brown hizo adjuntar al programa y que aseguraba que estaba
“founded on facts taken from the Insurrection of the Caravs [Caribs] in the Island of St.
Vincent, Written from experience by Mr. Brown” (Hill,Errol, 34). Nadie pareció dudar
de la veracidad de dicha nota, a pesar de que, tal como Hill apunta, es muy poco
probable que Brown, quien, trabajó en un buque inglés, fuese realmente un “caribe”,
sino más bien un negro libre que trabajaba con los soldados ingleses. Y su papel, más
que en una época en la que la esclavitud aún era legal en Estados Unidos un hombre
negro consiguió llenar su propio teatro de espectadores negros y blancos que se sentaron
a ver una obra de teatro seria, escrita, puesta en escena y representada por negros y en la
heroicamente contra los blancos para acabar con el abuso que sufrían. Además, como la
crítica Beth Turner defiende, puso al colectivo afroamericano en contacto con su propia
Escape; or a Leap for Freedom (1858). Brown, de cuyo padre solo se conoce que era
8
Esta insurrección fue provocada por la decisión de los colonos ingleses y franceses de expandir sus
asentamientos hacia tierras donde habitaban los nativos negros, llamados “caribes”. Ante esto, los caribes
se levantaron en armas para defender sus tierras.
9
Es importante no confundirlo con William Alexander Brown, autor de The Drama of King Shotaway y
empresario teatral del que acabamos de hablar.
5
blanco, nació esclavo en Kentucky y, tal como cuenta en su autobiografía, consiguió
sus obras y de las numerosas conferencias que dio, apoyado por la American Anti-
Slavery Society10. Un hecho insólito que caracterizaba las ponencias de Brown es que
no eran discursos tradicionales, sino lecturas de una de las dos obras de teatro que
escribió y que nunca llegó a ver representadas: Experience; or How to Give a Northern
Man a Backbone (1856) y The Escape; or A Leap for Freedom (1858). Al igual que
Lorraine Hansberry defendió en más de una ocasión, Brown parecía pensar que el teatro
era la forma más directa de hacer llegar las necesidades de su pueblo a la gente. Lo
cierto es que, además de un buen escritor, Brown debía ser un gran comunicador ya que,
mismo de dar voz a todos los personajes, el escritor conseguía una atención insólita
entre el público. Hay críticos como William Farrison que han llegado a defender que
dedicando toda su atención a la actuación de Brown durante hasta tres horas seguidas
(Farrison, 118-9).
Aunque hemos dicho anteriormente que Brown escribió dos obras de teatro, la
nunca se llegó a publicar y por ello son pocos los detalles que conocemos. Sabemos que
era una sátira que el autor creó para burlarse del Reverendo Dr. Nehemiah Adams, un
predicador de Boston que en 1854, tras pasar tres meses en el Sur, publicó un libro
10
Asociación que buscaba concienciar a la sociedad sobre la necesidad de abolir la esclavitud. Daban
diferentes paneles de conferencias por todo el país, en las que solían intervenir antiguos esclavos para
conseguir un mayor efecto en el público blanco. Entre los conferenciantes era común encontrar a autores
afroamericanos como William Wells Brown o Frederick Douglass.
6
titulado A South-Side View of Slavery, obra que defendía que la esclavitud era la
situación más beneficiosa para las personas de color. En la obra de Brown, un clérigo es
vendido por error como esclavo, experimentando en sus propias carnes la brutalidad de
la esclavitud. Una vez que recupera su libertad, decide luchar contra el sistema
esclavista. Su segunda obra, The Escape; or A Leap for Freedom, también fue creada
ficticia llamada Muddy Creek. En ella, una pareja de esclavos, Glem y Melinda, deciden
escapar hacia Canadá y son perseguidos por su amo, el Dr. Gaines, quien está basado en
consideraba superior a la primera (Hill, 50), pero ello no evitó que fuera duramente
criticada. Una de las principales críticas era hacia la estructura de la misma; la acusaban
de ser desordenada y un tanto caótica. Sin embargo, Brown, para quien, recordemos, el
teatro no era un fin sino un medio para concienciar sobre los horrores de la esclavitud,
usó estas críticas a su favor asegurando que “as I was born in slavery, and never had a
day’s schooling in my life, I owe the public no apology for errors” (ctd. Hatch and
Shine, Black Theatre, Play, 36). Así, convirtió en una costumbre disculparse por sus
errores estilísticos antes de comenzar la lectura, haciendo pasar por humildad y pudor lo
que realmente era una estrategia que le hacía conectar de forma más directa con los
abolicionistas blancos y que estos se sintieran más afectados por los horrores que
narraba y que, tal como William Alexander Brown hizo en su día, aseguraba que él
Sin embargo, las críticas que, para esta tesis, resultan más interesantes no son
aquellas vertidas hacia la estructura de la obra sino hacia Cato, uno de los personajes
11
La primera producción de la misma no se llevaría a cabo hasta 1971 cuando James Spruill la puso sobre
el escenario del Emerson College, en Boston.
7
principales. Cato responde al prototipo de esclavo negro diseñado por autores blancos y
que se podía observar tanto en narrativa como en los minstrel shows12: hombre negro,
de gran tamaño, mente simple e infantil, manso y que vive para contentar y servir
delatar la fuga de sus compañeros para congraciarse con el Dr. Gaines– lo convierten en
un personaje que a primera vista resulta ofensivo e inaceptable para los intelectuales
usado para no alterar el status quo y ganarse al público blanco (Brown-Guillory, 108).
Sin embargo, estos críticos parecen olvidar que, conforme la obra avanza, el personaje
Gaines para capturar a la pareja fugada, Cato también escapa buscando su propia
libertad, mostrando así al público blanco que ni siquiera los esclavos que a simple vista
parecen más felices soportan vivir en la esclavitud. A pesar de los años que separan The
Escape y A Raisin in the Sun, no dejan de ser curiosas el par de similitudes que
encontramos entre ambas. Por una parte, ambas fueron criticadas por su estructura13
simple y pasada de moda. Por otra, tenemos a los personajes de Cato y Lena/Mama
Younger, que a primera vista eran tan típicos que el público blanco podía reconocer
fácilmente pero que en un momento determinado de la obra dan un giro inesperado que
puede concienciar y alterar el status quo de una forma mucho más eficiente que
cualquier personaje más innovador. Esto nos puede llevar a pensar que Brown, como
Hansberry, hubiera podido incluir un personaje prototípico para que los espectadores
12
Forma de entretenimiento muy popular en los Estados Unidos del silo XIX. Solían consistir en números
de variedades que mezclaban la comedia con la música y el baile. Se trataba de un espectáculo
tremendamente racista en el que se mostraba a las personas afroamericanas -aunque en muchos casos los
actores eran en ralidad personas blancas con la cara pintada de negro- como seres simples, torpes,
supersticiosos, que eran felices sin importar el maltrato constante al que los sometían los blancos.
13
Ya hemos mencionado que Brown usó su anterior estatus de esclavo analfabeto como disculpa. Sin
embargo, esta excusa resulta realmente sospechosa a cualquiera que haya podido leer alguna de sus
narraciones, que distan mucho de ser caóticas o desorganizadas.
8
blancos aceptaran mejor las revolucionarias ideas que presentaban en la obra, ideas que,
de haber sido transmitidas a través de un personaje más atípico, hubieran sido menos
convincentes.
cuando se estrena Star of Ethiopia, del muy reconocido William E.B. DuBois (1868-
revista The Crisis15 llevaba ya algunos años luchando y escribiendo contra el racismo
con ensayos como Suppression of the American Slave Trade (1896) o Philadelphia
Negro (1899); sin embargo, hacía tiempo que se había dado cuenta, al igual que los
autores anteriores y Hansberry, de que el teatro era un buen arma para enseñar a los
vida e historia del afroamericano. Decir que Star of Ethiopia era una obra de teatro
cada una de ellas se mostraba un momento de la historia en el que las personas de color,
llega a su fin cuando el pueblo afroamericano consigue la total libertad e igualdad. Todo
ello estaba acompañado de música y bailes llevados a cabo por un total de 350 personas
entre actores, músicos, cantantes y bailarines. A pesar del rechazo inicial de la NAACP
14
En 1911 DuBois se la había enviado a la American Pageant Association, pero fue rechazada.
15
Revista oficial de la NAACP (National Association for the Advancement of Colored People/
Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color), fundada en 1910 y que sigue activa en
nuestros días. Se trata de una revista politico-cultural que trata de educar en derechos civiles
afroamericanos.
9
–esta desconfió y renegó del proyecto porque les parecía polémico y poco artístico a la
vez– Star of Ethiopia estuvo en escena siete días, durante los cuales fue vista por más de
14000 espectadores (Hill y Hatch, 201). Tras los pases en Nueva York, la obra, para
ridiculizada y a duras penas considerada una obra de teatro en sí, hubo también quien
defendió las intenciones de DuBois –que no su talento artístico– como por ejemplo el
The Washington Bee, que publicó que Star of Ethiopia era lo mejor que Washington
mostraba a las familias blancas como víctimas de los abusos y al Ku Klux Klan como
héroes. Para intentar contrarrestar el efecto que esta película tuvo, la NAACP decidió en
1916 organizar un concurso donde se elegiría la mejor obra de teatro escrita por un
entre todos los concursantes resultó ganadora Angelina Weld Grimké (1880-1958). Esta
Grimké, ya era conocida por sus trabajos como poeta, ensayista y autora de cuentos
10
también en el mundo de la dramaturgia con su obra de tres actos Rachel. La trama está
centrada en una familia afroamericana de clase media, los Loving, y muy especialmente
en la hija, Rachel, y su decisión de no tener hijos por miedo a que estos sean asesinados
como su padre y su hermano o apaleados como su hijo adoptivo: “Why –it would be
more merciful– to strangle the little things at birth” (Grimké, Rachel, 149). Con esta
primera mujer afroamericana en tener una obra de teatro representada públicamente. Sin
rodeada de controversia. Por una parte, se trataba de una crítica social: la acusaron de
esta crítica la autora aseguró que su única intención era conseguir que las madres
blancas empatizaran con el dolor de las madres afroamericanas (Grimké, Rachel, the
play, 51). En la obra, el personaje de Rachel llora que “And so this nation –this white
Christian nation has deliberately set its curse upon the most beautiful– the most holy
thing in life –motherhood” (Grimké, Rachel, 149). Este grito de desesperación por parte
La otra crítica le vino por parte del mundo del teatro. Había una sección de
intelectuales ligado a la NACCP, encabezada por Alain Locke16 (1885-1954), que creía
que lo que realmente ayudaría al afroamericano era crear obras pensando únicamente en
su valor artístico y evitando gran parte de la propaganda. Por ello, se opuso desde el
intelectuales, encabezada por DuBois, que defendían que la principal razón del teatro
16
Filósofo, activista y escritor afroamericano que, durante su vida, tuvo un papel prominente en el mundo
de la cultura y el arte americano.
11
las dos escuelas de teatro que seguirían luchando entre ellas por controlar el panorama
artístico casi hasta la revelación de Hansberry como autora. A pesar de que, ciertamente,
hoy día Rachel nos pueda parecer excesivamente melodramática, incluso un poco cursi
por el uso que hace del lenguaje la protagonista, esta primera obra de la autora, que, tal
como expresan algunos críticos, ha sido “neglected work” que “still awaits its full
época, comenzando con la idea ligada a la trama principal de la obra: una mujer que,
empujada por las circunstancias, decide sobre su cuerpo y sobre la maternidad. Rachel
domineering man is detestable” (Grimké, Rachel, 157) antes de abandonarle. Por otra
parte, Angelina Grimké inicia toda una tendencia en el teatro. Tras la producción de
Rachel surgieron una serie de obras de teatro sobre los linchamientos escritas por
mujeres afroamericanas, tendencia que se extenderá hasta los años 30 del siglo XX.
A pesar de que, como hemos visto, ya podemos encontrar obras de teatro escritas
por afroamericanos en el siglo XIX, no sería hasta los años 20 del siglo XX cuando,
empiezan a hacerse un nombre en el panorama teatral americano. Sin embargo, hay que
tener en cuenta que, si bien esta es una época floreciente, muchos de los nombres de los
autores no vieron la luz hasta que nuevas investigaciones en los años 80 y 90 del siglo
pasado los rescataron del olvido (Hatch, “Introduction”, 9). Uno de estos autores es
Joseph Seamon Cotter Jr. (1895-1919), conocido en el mundo de la poesía y por ser hijo
12
del también poeta Joseph Seamon Cotter. Sin embargo, en junio de 1920 The Crisis, la
revista de DuBois, le publicó una pequeña obra de teatro de un acto llamada On the
Fields of France. En ella dos soldados americanos, uno blanco y otro negro, que están
estos últimos momentos de su vida en los que se hacen compañía mutua, comienzan a
sentir una conexión que les hace darse cuenta, especialmente al blanco, de lo absurdo
del racismo. Después de que ambos comiencen a tener alucinaciones en las que héroes
famosos, tanto blancos como negros, aparecen ante sus ojos agarrados de la mano, al
igual que están ellos, el soldado blanco se pregunta: “They stand hand in hand over
there and we die hand in hand here on the fields of France. Why couldn’t we have lived
like this at home?” (Cotter, 25). A pesar de que, ciertamente, la obra es un tanto simple
y melodramática, no hay duda de que el autor sabe usar muy bien a su favor el
visualizada por los blancos, habría podido muy bien despertar el sentimiento de
Uno de los autores más prolíficos del teatro afroamericano sigue siendo Willis
Richardson (1889-1977). Nació en Carolina del Norte, donde vivió hasta que, tras la ola
de violencia que se desató en 1898 debido a la aprobación de la ley que permitía a los
afroamericanos votar, sus padres decidieron emigrar a Washington. Allí mostró desde
muy joven grandes dotes para la literatura y comenzó a escribir desde muy pronto,
animado, entre otros, por Angelina Grimké, quien fue su profesora en el instituto. El
legado de Richardson se compone de 48 obras de teatro entre las que encontramos tanto
piezas para niños como obras históricas o melodramas familiares. También escribió
ensayos que se publicaron en The Crisis. Si antes decíamos que Angelina Grimké era un
gran ejemplo del tipo de teatro que fomentaba la escuela encabezada por DuBois,
13
Richardson lo es de la escuela de Locke. Los personajes de Willis Richardson son
personas que viven en un mundo difícil, y que por ello tienen que tomar decisiones que
no siempre son acertadas. Richardson nos presenta seres humanos complicados, con
que se ven tentados a tomar el camino más fácil para solventarlos. No son obras
quienes el sistema en el que viven ha corrompido pero que a la vez siempre muestran
una gran dignidad. Es un tipo de trama y de personajes más parecidos a los que
cultural y el lenguaje de sus personajes, tratando de hacerlos lo más realistas posible; los
normativo, mientras que aquellos con un nivel cultural más bajo lo hace en el mismo
dialecto que los personajes del minstrel show. Ante las críticas por usar este tipo de
habla, Richarson defendió que “The lives of the educated with their perfect language
and manners may be shown as well as the lives and problems of the less fortunate who
still use the dialect…we have learned the English language, but the dialect of the slave
days is still the mother tongue of the American negro” (Richardson, Propaganda, 354).
De entre todas sus obras destacaremos The Chip Woman’s Fortune (1923), no
porque nos parezca de mejor calidad que cualquier otra de las que escribió sino porque
fue la que le otorgó más notoriedad y además la que hizo historia en el teatro al ser la
La protagonista es Aunt Nancy, quien vive gratis con la familia Green a cambio de
cuidar de la enfermiza señora Green. Cuando los Green empiezan a tener problemas
económicos, Silas, el señor Green, amenaza con echarla a menos que comparta el dinero
14
que esta tiene escondido para dárselo a su hijo, Jim, una vez que este salga de la cárcel.
Todo termina cuando Jim aparece, reparte el dinero y se lleva a su madre para comenzar
necesidad que parecían tener otros autores afroamericanos de la época de mostrar a sus
personajes como seres incapaces de ningún mal. Jim ha estado en la cárcel por una
Nancy, una pobre anciana, a la calle. Aunt Nancy vive de los Green, sin embargo, y,
aunque ve la situación tan desesperada en la que se encuentran, no les ofrece nada del
dinero. Pero todos acaban tomando las decisiones correctas y mostrando amabilidad y
solidaridad con los otros. Como vemos también, la historia elude mostrar el conflicto
entre Silas y su jefe, quien se siente con el derecho de castigar a su empleado como si
fuera un niño por algo que además no está relacionado con el desempeño de sus
maltrato que el hombre blanco aún ejercía sobre el negro. En vez de eso muestra la
También en 1923 surge la primera obra de teatro de una autora quien, aunque
hoy día permanece bastante desconocida y olvidada, fue crucial para el teatro
la Art Theatre School. Muy activa en Harlem como educadora, voluntaria y artista, no
15
dudó en poner todo de su parte para formar el Kringwa Player17. Fue también en este
grupo donde, muy a su pesar, tuvo un papel relevante que influiría en la historia del
Harlem Renaissance. En 1927, Fool’s Errand, una comedia escrita por Spence, ganó el
premio Samuel French a la mejor obra reciente en un concurso llamado Little Theatre
Tournament. La obra de Spence se había puesto en pie gracias al apoyo del Kringwa
Player, como todas las de los autores pertenecientes al grupo. Por ello, DuBois creyó
que los 200 dólares del premio debía ir de forma íntegra a la agrupación. Esta petición
por parte del escritor hizo que la mayoría de los integrantes del grupo, entre ellos
después provocando la disolución definitiva del Kringwa Player. No era esta la primera
vez que Eulalie Spence se enfrentaba a DuBois: desde el principio la autora se negó a
escribir las obras de propaganda que el autor de Star of Ethiopia intentaba imponerle,
defendiendo que estas no atraerían a los afroamericanos al teatro y que era preferible
escribir sobre gente común y problemas comunes con los que el afroamericano medio
podía identificarse.
En este sentido, y teniendo en cuenta además cómo trata en sus obras los temas
cuales llegó a ver siete sobre los escenarios, muchas más que la mayoría de mujeres
afroamericanas dramaturgas del siglo XX. Sin embargo, y a pesar de ello y de que ganó
hasta cinco premios con diferentes obras, la autora nunca pudo vivir de sus textos; como
ella misma confesó, la única vez que consiguió algo de dinero con su teatro fue cuando
17
Compañía de teatro de Harlem fundada por DuBois con la colaboración de diferentes personalidades
del mundo del teatro en 1926 y que permaneció activa unos tres años. El lugar de reunión era el sótano de
una biblioteca situada en la calle 13 en Nueva York.
16
adaptación al teatro y cine de la novela The Whipping, de Roy Flannagan, en 1934
Una obra que ejemplifica el tipo de teatro que hacía es The Starter (1923), su
primera pieza. En ella vemos a una pareja joven de Harlem, Thomas y Kelly,
laboral a empleos mal remunerados y con peores condiciones y cómo viven, al igual que
Walter Younger en A Raisin in the Sun, soñando con una mejora que sienten que nunca
llegará.
vociferous woman playwright who might one day be credited with initiating feminism
in plays by black women” (Brown-Guillory, 4). Aunque no podemos estar del todo de
acuerdo con esta afirmación –recordemos a Angelina Grimké– es verdad que siguió
Hattie, de la obra Undertow, publicada por primera vez en la revista Carolina Magazine
en 1929. Durante toda la obra vemos en Hattie a una mujer fuerte, especialmente para la
época, que, tras conocer que su marido le es infiel, le deja muy claro que no está
dispuesta a cumplir con lo que se espera de ella como esposa si él no empieza a cumplir
como marido. En una ocasión en la que Dan, su esposo, le increpa que su comida no
esté servida en la mesa, Hattie le responde: “Whar yuh bin, dat you ain’t had nuthin ‘tuh
eat? You kain’t say, kin yuh?... Kep outa mah kitchen! Ah kep yuh supper till eight
o’clock. Yuh didn’t come, and Ah’s throwed it out” (Spence, 195). Esta situación nos
recuerda bastante a la escena en A Raisin in the Sun en la que Ruth, enfadada, le prepara
17
huevos revueltos a Walter a pesar de que este le ha especificado que los quiere de
espíritu didáctico que ya inauguró DuBois con su Star of Ethiopia. Los dos autores que
siguieron fomentando este tipo de teatro fueron Edward J. McCoo con su Ethiopia at
the Bar of Justice (1924) y Frances Gunner con The Light of Women (1924). Poca
información ha trascendido de Edward J. McCoo aparte del hecho de que era reverendo
Bar of Justice gozó de bastante éxito en aquel momento. Mucho más modesta que la
o justicia y diferentes lugares como Etiopía, Liberia o Haití, hace un repaso de todo lo
Su obra The Light of Women –subtitulada “A Ceremonial for the Use of Negro
Groups”– fue creada para ser representada en escuelas y congregaciones, pero acabó
siendo también producida por la YWCA18 en Nueva Jersey en 1927. La obra pageant19,
18
Young Women’s Christian Association. Organización sin ánimo de lucro orientada al desarrollo de la
mujer para que logre alcanzar puestos de liderazgo.
19
Este término hace referencia a espectáculos teatrales en los que lo principal es la música y el baile. No
es necesariamente un minstrel show, pero el minstrel show por su naturaleza entra dentro de las obras
pageant.
18
de Gunner, era parecida a la de DuBois y McCoo pero se centraba en los logros de la
contribuido a la humanidad. Ambos autores, McCoo y Gunner, tal como hizo DuBois
algunos años antes, pretendían con estas obras musicales llegar fácilmente al espectador
orgullo y sentimiento de respeto hacia unas raíces y cultura con las que entonces no se
sentían identificados y de las que muchos se avergonzaban. Aunque este tipo de teatro
espectro amplio de la sociedad. Sea como fuere, Hansberry, bastantes años después, aún
Renaissance ese es George S. Schuyler (1895-1977). Este escritor, crítico y editor que
vivió en las calles de Nueva York entre 1922 y 1923 fue descubierto por Philip
periódico. Uno de los hechos más intrigantes sobre Schuyler es cómo una persona que
19
from his color, which ranges from very dark Brown to Pink, your American Negro is
just plain American” (Schuyler, “The Negro”, 405). Se mostraba además abiertamente
en contra del Harlem Renaissance defendiendo que “[a]ll this hullabaloo about the
Negro Renaissance in art and literature did stimulate the writing of some literature of
because it is literature and not Negro literature” (ctd. Hatch, “The Harlem”, 215) En
respuesta, Langston Hughes, de quien hablaremos más adelante, escribió otro ensayo
llamado “The Negro Artist and the Racial Mountain”, que sería publicado en la revista
Aunque Schuyler es más conocido por sus artículos y su novela Black No More,
en 1925 escribió una bastante desconocida obra de teatro que se publicó en The
Messenger en enero del mismo año y que lleva por título The Yellow Peril. Se trata de
una obra cómica que pretende satirizar la importancia que la sociedad da al tono de piel.
Su protagonista, Corinna, una afroamericana de tonalidad muy clara, vive a todo tren
volumen hasta 1996 y aun así ha seguido pasando bastante desapercibida, quizás debido
a que, tal como defiende Ismael Reed en su introducción para Black No More, incluso
afroamericana.
Johnson (1880–1966), poeta, importante figura del movimiento social y político del
poemas fueron publicados en diferentes periódicos y revistas, entre ellas The Crisis. En
20
Plumes somos testigos de cómo la pobreza y la superstición dominan las decisiones de
Charity, quien elige gastar el poco dinero que tiene en prepararle un extravagante
Esta obra, de la que Espejo Romero asegura que “it is really a prodigy of
simplicity, targeting moral relativism and cultural confrontation” (Espejo Romero, 335),
nos presenta una historia en apariencia simple que muestra la situación trágica pero
complejidad ni el equilibrio que unos años después tendría A Raisin in the Sun, revela
ciertos toques de ese espíritu de denuncia que intenta remover la conciencia del público
una pobreza que les obligaba a tomar decisiones tan terribles como la que tiene que
tomar Charity, quien ni siquiera tiene dinero suficiente para intentar salvar la vida de su
hija y, en caso de que tales intentos salgan mal, enterrarla como le parece oportuno.
30, poco sabemos hoy día. Además de Son-Boy, se le conoce otra obra llamada Help
Wanted (1929), en la que los horrores que el Sur tiene preparado para las personas de
hombre de color que emigró al Norte buscando una mejor vida. Ahora, con el comienzo
de la Gran Depresión, no logra encontrar trabajo y vive con el miedo de verse obligado
a regresar al infierno del que escapó en el Sur. Son-Boy, su primera obra y que, al igual
21
que la segunda, fue publicada por primera vez en el Saturday Evening Quill20, está
forma asustadiza y sumisa –viva imagen del “tío Sam”–, la madre, Dinah –quien nos
recuerda a Lena Younger de A Raisin in the Sun– se une a Joe, fiel amigo de Son-Boy,
Alvira Hazzard (1899-1953), ya que fue esta revista la que publicó las dos obras de
teatro que se le conocen. En la segunda, Little Heads (1929), somos testigos del
desencanto de una mujer negra cuando, tras haberse sentido muy orgullosa de su
amistad con una mujer blanca y rica, descubre que esta la ha invitado a una fiesta con la
(1928), la que nos parece más relevante comentar. Es una farsa cómica dividida en dos
actos en los que vemos a un grupo de jóvenes enredar y desenredar líos amorosos en un
café. La trama, aunque cómica, resulta simple y los personajes –de quienes, salvo por el
supuesto príncipe, poco sabemos– son redichos y un tanto frívolos. Sin embargo, nos
sirve para recordar que, aunque la esencia del teatro afroamericano hasta ahora –y en
cuando alguna obra destinada simplemente al entretenimiento, obra que tenía bastante
éxito y permitía a los espectadores olvidarse por un rato de la realidad que les rodeaba.
20
Revista conservadora publicada por un grupo de intelectuales negros entre 1928 y 1930. Gozó de
bastante popularidad durante la época del Harlem Renaissance.
22
No ocurría lo mismo con las obras de May Miller (1899-1995), la mujer más
publicada del Harlem Renaissance. Durante su vida, Miller escribió 100 obras de teatro
para niños afroamericanos, segura de que “black children needed plays and skits about
their own history and heroes” (Goldfarb/Wilson, 431). Además, creó textos folclóricos,
Etiopia, Haití o Sudán. Si bien es cierto que sus personajes pecan de no ser demasiado
elaborados, la fuerza y claridad con la que la autora hace llegar los mensajes antisexistas
y antirracistas lo compensa. Una de las obras más conocidas y que mejor representa el
espíritu de May Miller es Riding the Goat (1929). En esta comedia, que es también una
oda al respeto por la riqueza cultural del pueblo africano, vemos las contrariedades por
las que pasa Carter, un joven médico recién llegado a un pueblo, cuando sus vecinos le
ofrecen lo que para ellos es un gran honor pero para Carter una horterada: presidir un
desfile disfrazado y montado sobre una cabra. La esposa de Carter, Ruth, intercede,
John Frederick Matheus (1887-1982) no fue, desde luego, el autor más exitoso
importancia que adquirió dentro de los círculos artísticos de la época, así como la
cualquier estudio sobre la historia del teatro afroamericano. Aparte de una ópera sobre
Dessalines, libertador de Haití, Matheus llegó a escribir cinco otras de teatro, todas de
un solo acto. A pesar de que la más alabada –principalmente debido a que la revista
que cuenta la historia de una familia sureña pobre que emigra al Norte para hacerse
23
cargo de uno de esos trabajos que quedaron libres durante la Guerra Mundial, es quizás
más pertinente hablar sobre Black Damp (1929) por la innovadora idea que supone. La
obra cuenta las últimas horas de un grupo de honrados mineros (dos afroamericanos, un
americano blanco, un italiano, un polaco y un español21) quienes, tras una explosión que
los tiene atrapados, recapacitan sobre sus vidas y muestran la hermandad que los une
más allá de razas o nacionalidades. Con ellos está un corrupto policía blanco, el único
que, irónicamente, sobrevive, y que había acudido a inculpar a los dos mineros negros
por un asesinato que él mismo ha cometido. El mensaje esencial de la obra es que todos
y luchar juntos. Esta idea es toda una novedad en un Harlem que se limita,
Si hay algo que caracteriza la escena artística de los Estados Unidos durante la
teatral americana de la primera mitad del siglo XX: Ralph Coleman22 (1898-1976),
apodado y premiado por la Negro History Week Committee de Boston como Mr.
Theatre por todos sus logros como director, organizador y empresario teatral. Su
momento culmen llegaría en 1935 cuando fue nombrado director de la célula del
Federal Theatre Project23 que se fundó en Boston, convirtiéndose en uno de los dos
21
Debido a la confusión que en Estados Unidos había, y sigue habiendo, entre los términos “Hispanic” y
“Spanish” no podemos saber seguro si Matheus había realmente diseñado un migrante de España o de
alguna zona de América latina. De cualquier forma, lo describe como “Spanish motorman”.
22
Es también conocido como Ralf Coleman.
23
En 1935, para combatir el desempleo y la terrible crisis económica, el Congreso de los Estados Unidos,
bajo la orden del presidente Frankin D. Roosevelt, creó un proyecto teatral, el Federal Theatre Project,
para ofrecer un puesto de trabajo al numeroso grupo de gente desempleada relacionada con el mundo del
teatro. La intención era organizar obras de calidad a muy bajo precio para que acudieran el mayor número
24
únicos directores negros a cargo de uno de estos grupos de teatro y el único que
permaneció en su puesto durante los cuatro años que duró el proyecto, a pesar de los
muchos problemas a los que tuvo que enfrentarse por ser negro y tener un puesto de tal
responsabilidad. Sin embargo, Coleman también destacó como autor de teatro, creando
dos obras originales: The Swing Song (1937), y su obra más aplaudida, The Girl from
Back Home (1929), también conocida como The Girl from Bama. Esta última fue
escena, por supuesto, a través del Federal Theatre ese mismo año. La historia se centra
en el fin de la tortuosa relación entre Della, una chica de pueblo que siente que ha
perdido su honradez, y su novio Jazz, quien ha hecho su fortuna moviéndose sin moral
A pesar de que, salvo Jazz, los demás personajes son un tanto simples, esta obra
actúan de una forma terrible porque ellos mismo lo han elegido así. Cuando en obras
contexto en el que fuera evidente que lo hacían así por culpa de la sociedad, o bien
porque se habían corrompido o no habían tenido otra salida; además, lo común era que
el personaje se arrepintiera y volviera “al redil”. Sin embargo, y aunque es lo que ocurre
con el personaje de Della, no es así con Jazz. El joven se dedica al crimen y usa a las
mujeres porque él mismo ha decidido hacerlo y no solo no se arrepiente sino que parece
de espectadores. Los artistas trabajaban por unos 24 dólares a la semana. Se diferenciaban entre
agrupaciones formadas por negros y otras integradas por blancos. A pesar de que llegaron a haber hasta
22 células “de negros”, según Hatch (Hatch, “The Great Deppression”, 315), tan solo dos estaban
dirigidas por personas de color: la de Nueva York, dirigida por Rose McClendon, y la de Boston, dirigida
por Ralph Coleman.
25
sentirse muy satisfecho con su vida. Aun así, Coleman no se olvida de “hacer justicia”
asesinando al personaje para darle el único final que sabe que aplaudirá el espectador.
de mantenerse unidos como una comunidad, también hay alguna extraña gema en la que
más especiales es You Must Be Bo’n Ag’in (1930), de Andrew M. Burris (1898-c.1977).
conoce una novela, Up North, y cuatro obras de teatro: This Is My Destiny, You’re No
Man, Black But Comely y You Mus’ Be Bo’n Ag’in. De todas ellas, tan solo esta última
sede del Harlem Experimental Theatre en 1929, la segunda a manos del grupo Gilpin
de 1931 y la tercera surgió como premio del éxito de las dos anteriores, ya que debido a
ellas fue elegida por el Interracial Committee para el Women’s International League for
Peace and Freedom para ser representada durante sus celebraciones del 14 de marzo de
escena, que estaban a cargo de Ulyses S. Elam, y que fueron considerados de los
mejores de la época, por encima de obras mucho más conocidas como Run Little
church-folk play y es la obra más larga y con estructura más compleja de las que hemos
24
Su sede era el sótano de la misma biblioteca en la que solía reunirse el Krigwa Players. La fundadora
del Harlem Experimental Theatre era Regina Adams, la bibliotecaria del edificio y antigua integrante del
desaparecido Krigwa Players.
26
hablado hasta ahora, contando con tres actos, el primero de los cuales está dividido,
situación económica de ambos. El hecho de que una comunidad que tanto ha dependido
tradicionalmente de la iglesia como la afroamericana aplauda una obra que se cierra con
el héroe triunfalmente clamando “Dis heah house is my church an’my religión is right
heah” (Burris, 199) nos muestra que algo realmente estaba cambiando en su forma de
como dramaturga fue Mercedes Gilbert, quien, a pesar de haber tenido bastante éxito
con sus obras en los años 30 del siglo XX, a día de hoy es más conocida por sus grandes
trabajos como actriz y compositora de jazz. Como escritora publicó una novela, Aunt
Sara’s Wooden God (1938), y se le conocen hasta tres obras de teatro: In Greener
Pastures (¿?), Ma Johnson’s Harlem Boarding Room (1938) y la más aplaudida y que
Tras oír a los personajes de Ralph Coleman en 1929 dejarnos claro que el futuro
de la defensa del individualismo de Burris en You Mus’ Be Bo’n Ag’in (1930), Gilbert
retorna a las pautas de lo que habíamos estado viendo que era la norma en el teatro
afroamericano: una familia afroamericana formada por buenas personas no puede evitar
acaba sufriendo terribles consecuencias. La autora vuelve a defender que la única forma
27
Environment sigue la misma tendencia de Burris de separar la obra en tres actos, el
segundo de los cuales está dividido en dos escenas. A pesar de que la evolución de los
hasta un poco pasteloso, en general se trata de una obra bien escrita, amena y que, por
supuesto, como ha sido tendencia desde el principio del teatro afroamericano y sigue
hasta Hansberry, habla de aquello que podía afectar al afroamericano medio habitante
nacido en Georgia, empezó en el mundo artístico como músico, llegando a alcanzar tal
fama que pudo montar su propio grupo coral, llamado The Hall Johnson Choir, y puso
música a diferentes obras de teatro, como The Green Pastures, de Marc Connelly. Es
considerado uno de los más importantes músicos corales de la época. Sin embargo, su
mayor hito lo alcanza como autor dramático cuando su Run Little Chillun se convierte
personas de color. Logró permanecer cuatro meses sobre los escenarios de Broadway, lo
cual fue un gran logro, teniendo en cuenta no solo que estaba escrita por un
económica que arruinó la vida de tantas familias. Tras esto se estuvo representando a
través del Federal Theatre Project de Los Ángeles desde 1935 hasta 1937 y después en
personas que adoran a dioses paganos y practican rituales religiosos africanos. El lector
es testigo de cómo la comunidad se une más que nunca para conseguir la vuelta de los
28
“hermanos” que han dejado el seno de la iglesia, así como del mensaje desolador del
autor, quien defiende que es imposible reconciliar las nuevas creencias cristianas que
tanto han arraigado en su pueblo con las viejas tradiciones africanas. Sin embargo, no
perdidos y otros como la Lena de A Raisin in the Sun a los que nunca se les agotan las
la “familia”. Sobre esta, Kenneth Burke diría que: “Run, Little Children [sic], written
from within by a Negro, Hall Johnson, brings out an aspect of the Negro symbol with
which our theatre-going public is not theatrically at home: the power side of the Negro”
(Burke, 361-2).
1967). Poco se puede aportar nuevo a la muy conocida biografía de Hughes. A lo largo
de su vida, Hughes fue muy exitoso en casi todos los campos literarios, escribiendo
poesía, novelas y teatro, además de ensayos y artículos periodísticos. El resto del tiempo
lo dedicaba al activismo social y político. Una de las razones por las que Hughes es tan
aplaudido es por las innovaciones que aportó a la literatura. Por ejemplo, fue uno de los
primeros impulsores del “jazz poetry”, género que mezcla poesía con jazz y que fue
realmente popular durante la época. También fue uno de los más destacados
Matheus, creía que los afroamericanos, otras minorías y los blancos pobres estaban en la
misma lucha y no dudaba en usar sus obras para transmitirlo. Sus innovaciones teatrales
29
no se limitan únicamente ni a la forma ni al contenido: también empleó una nueva
escenario para su Suitcase Arena Theatre, el grupo de teatro que fundó (1938-1939) en
Harlem, nunca antes vista en los Estados Unidos. A pesar del clamoroso éxito de
Hughes, apoyado tanto por Locke como por DuBois, no pudo contar con el importante
apoyo del Federal Theatre Project, que durante los años 30 había decidido evitar
promocionar cualquier obra con contenido explícitamente racial (Hay, 26). Sin
embargo, esto no le impidió convertirse en uno de los autores afroamericanos con más
éxito de la historia.
En 1938 su Don’t You Want to be Free? cosechó grandes éxitos. Dado que el
calle 125 de Harlem y lo ponía sobre el escenario con la ayuda del Suitcase Arena
Siguiendo obras precedentes como Star of Ethiopia de DuBois, Ethiopia at the Bar of
Justice de McCoo y The Light of Women de Frances Gunner, Hughes nos propone una
obra histórica. Sin embargo, esta no muestra los logros de las personas de color, sino
que se centra en los abusos y la opresión que han experimentado desde que fueron
diferentes tipos de individuos. Así, el narrador es Young Man, y los demás personajes
responden a nombres como A Girl, A Boy… En toda la obra tan solo hay un actor
blanco, que realiza el papel de todos los personajes blancos. Es una obra interactiva en
30
the Blues to Now- and Then Some! with Singing, Music and Dancing”, que ciertamente
resume muy bien el contenido. Esta incorpora textos, poemas y canciones creados por el
anteriormente publicados en dos volúmenes diferentes: The Weary Blues (1926) y Fine
Clothes to the Jew (1927) y suelen surgir como consecuencia de algún evento para
dramaturgo ya había batido todos los récords en la historia del teatro afroamericano en
los Estados Unidos con su obra Mulatto; y tal como comenta Espejo Romero, la obra
seguiría ocupando ese lugar de privilegio hasta la aparición de A Raisin in the Sun
sobre los escenarios durante un año tras el cual estaría otro más de gira por todo el país.
El personaje que le da título es Robert, un joven mulato quien, tras pasar una temporada
a su padre blanco, el dueño de la plantación, el lugar de “hijo del dueño” que cree que le
pertenece. Sin embargo, se da de bruces con la dura realidad y aprende, tanto él como
los lectores y el público de Hughes, que a pesar de que la esclavitud había sido
desigualdad eran algo con lo que estos tenían que seguir lidiando en su día a día. Se
estrenó en Broadway en 1935 y estuvo en cartel durante 11 meses, llegando a los 373
pases.
31
Si en los últimos años el público se había acostumbrado a la imagen del hombre
afroamericano oprimido, los años 40 aportarán una versión maniquea de este tipo de
historias cortas, poemas y ensayos. La adaptación al teatro de Native Son muestra por
primera vez a un amplio sector del público blanco, que no había leído la novela, un
prototipo de hombre negro que hasta entonces no les había sido mostrado: el hombre
negro furioso y violento. Según Leslie Sanders, el estereotipo del “angry black”
comenzaría con esta obra (Sanders, 16). El protagonista es Bigger Thomas, quien vive
Raisin in the Sun en el South Side de Chicago. Casi por casualidad se inicia en una serie
inculparle porque están convencidos de que todos los hombres afroamericanos son
cambia y se esfuerza por derribar el racismo cada vez irán apareciendo más hombres
ver el germen de Walter Lee Younger en Bigger Thomas. De forma mucho más
enfadado creada por Wright para expresar cómo la vergüenza de no ser tomado en serio
lo que merecen pueden acabar en una rabia difícil de controlar y puede llevar a
25
A los 15 años le publican su primera historia corta en el periódico Southern Register.
32
cualquier ser humano a cometer los más grandes errores. En el teatro de los años 60
reaparecerá en esta figura, que acapararía gran atención en el teatro de Leroi Jones.
Otro de los autores que serían cruciales para abrir el camino a Hansberry es
Theodore Ward (1902-1983), con su obra Our Lan (1946), estrenada en el Henry Street
Entre sus empleos más destacados está su puesto en el Federal Theatre Project, donde
eventualmente comenzó a escribir sus propias obras de teatro. Tenía amistad y trabajó
con los autores afroamericanos más prestigiosos del momento como Richard Wright o
Langston Hughes. En Our Lan, Ward mostraba la traición de los blancos hacia los
gobierno que les asegura 40 acres y una mula por hombre. El grupo se alza en armas y
termina eligiendo la muerte cuando, tras crear una plantación próspera, les comunican
que deben ponerla en manos de un terrateniente blanco para quien deberán trabajar. Our
Lan, que, como la de Hansberry muestra la lucha del afroamericano por conseguir el
sueño americano, tuvo un gran éxito, pero sufrió un duro revés al introducirla en
acercarla a otras obras sobre afroamericanos escritas por blancos como The Green
Pastures o Uncle Tom's Cabin. Entre los cambios más evidentes destaca la eliminación
33
1941 comienza su carrera como actriz y no sería hasta 1946 cuando despegaría como
enorme trabajo como activista social y política. En 1949 estrena Florence, su primera
obra, en St. Mark’s Church, en Harlem. Aunque en un principio pareciera la típica obra
afroamericana nunca antes vista. Childress, sintiéndose frustrada por el papel de típica
madre que siempre le tocaba desempeñar, consiguió escribir en una noche una pieza en
la que la principal protagonista rompería con este tópico en el que incluso muchos
mama, pero estalla y se enfrenta a Mrs. Carter, una norteña blanca y liberal, para
proteger los sueños e ilusiones de su hija. De esta forma, ante el espectador apareció una
de DuBois con los métodos dramáticos de Locke, luchando por primera vez contra unos
aspecto más cotidiano, impidiendo su realización como seres humanos reales. Marcó un
siguientes generaciones sino también en autores que aparecerían poco después como
Lorraine Hansberry, cuya Lena de A Raisin in the Sun no habría resultado igual sin la
Broadway que hoy relacionamos con Hansberry estuvo muy cerca de haber sido para la
obra muestra los problemas que tiene un grupo de teatro afroamericano cuando intenta
34
poner sobre los escenarios una obra sobre linchamiento. Los productores blancos se
niegan a que la representen en sus teatros a no ser que cambien la trama. Es realmente
llevar la obra a Broadway, y sin embargo los productores blancos le pusieron como
condición cambiar la trama para que no diera una imagen demasiado negativa de ellos
mismos. Childress se negó en rotundo. Esta negativa hizo posible que A Raisin in the
Sun de Lorraine Hansberry se convirtiera en la primera obra escrita por una mujer
35
36
2. Biografía de la autora.
de una familia afroamericana de clase media encabezada por Carl Augustus Hansberry y
Nannie Perry Hansberry, ambos nacidos y criados en el Sur del país. En 1959, con tan
gracias a su conocida obra A Raisin in the Sun. Ese mismo año, además, ganó el New
York Drama Critics’ Circle Award, por la misma obra, convirtiéndose así en la primera
persona afroamericana, la tercera mujer y la persona más joven que lo había ganado
hasta ese momento. Para entender el valor de esta hazaña, la importancia literaria de
vivió.
teatral. Siendo un hombre con inquietudes y con claras prioridades, invirtió en un tutor
esposa, Charlotte Organ, una mujer que, según la crítica Susan Sinnott, era medio negra
y medio cherokee (Sinnott, 14). En Columbia George comenzó a trabajar como pastor
entre ellos Nannie Perry, la madre de Lorraine. Para George era de suma importancia
que todos sus hijos fueran a la escuela y recibieran una buena educación. Por ello,
37
Tennessee, logrando adquirir una educación muy poco común para una mujer
Young26. Al parecer, William tenía grandes destrezas como artesano (Sinnott, 10), lo
favores de Mr. Young. Cuando en 1864 Mr. Young advirtió que la derrota del Sur en la
Guerra de Secesión estaba muy próxima, pidió ayuda a William para enterrar todas las
joyas, la plata y el oro de la familia. Con la guerra terminada y Mr. Young muerto,
y a educar a sus seis hijos, entre ellos Carl Hansberry, padre de la autora. Siguiendo los
del padre de la autora coincidió con una de las grandes migraciones de afroamericanos
dentro de los Estados Unidos. En 1914 había estallado la I Guerra Mundial, lo que
26
Profético por su parecido con “Younger”, el apellido de la familia protagonista de A Raisin in the Sun.
27
La crítica Imani Perry asegura que Mender Hansberry, abuelo de Lorraine, llegó a ser profesor de
historia en Alcorn College (Perry,4)
38
afroamericanos vieron la oportunidad de escapar de las terribles condiciones en las que
vivían y optar a un futuro más próspero. De entre todas esas ciudades, Carl Hansberry
eligió Chicago, quizás porque era considerada “benevolente” con los afroamericanos.
de fútbol americano e incluso dos bancos, en uno de los cuales, Binga Bank, Carl
raza y de su país; sin embargo, no ignoraban, porque lo sufrían en sus propias carnes, la
dedicaban al activismo pro derechos civiles de forma muy activa: eran miembros de la
NAACP y Carl se comprometió con la Chicago Urban League, una organización que
intentaba ayudar a los afroamericanos que migraban desde el Sur a adaptarse a la vida
en la ciudad. La cultura de la pareja, junto con la gran visión para los negocios de Carl,
hizo que la familia pronto prosperara y que su nivel de vida estuviera muy por encima
familiar al mundo de los grandes negocios. Habiendo experimentado por sí mismo los
28
Agente que colabora con la seguridad del gobierno. Entre sus obligaciones está la de velar por la
seguridad de miembros del gobierno, trasladar presos o proveer a testigos protegidos de una nueva
identidad.
39
pertenecían al mundo de los negocios, se encontraban atrapados en el gueto donde la
renta era alta y las condiciones insalubres– a Carl Hansberry se le ocurrió la idea de lo
Los apartamentos solían incluir una hornilla, una pequeña nevera y, al menos, una
curiosamente, casi todos los biógrafos de Lorraine Hansberry evitan mencionar a pesar
casi unánime la defensa de los Hansberry basada en que la kitchenette no nació con
ánimo de lucro sino para ayudar a aquellos que no podían permitirse un hogar mejor y
cuidaba muy bien de la propiedad y las necesidades de sus inquilinos. Aquí evitaremos
29
Por “habitación” no nos referimos solo al dormitorio sino también a la sala de estar o la cocina.
40
hablar de la intención con la que nació la kitchenette, puesto que es imposible conocerla
realmente, pero sí nos parece necesario mencionar que la realidad de la vida en estas
viviendas distaba mucho de ser la opción idílica que tantos críticos de la autora, así
Chicago, sus autores, St. Clair Drake y Horace R. Cayton Jr., hablan de la kitchenette
como una amenaza para la salud pública y la acusan de ser inmoral. También el autor
Richard Wright, en su obra Native Son (1940), nos habla de las terribles consecuencias
de vivir hacinados en estas viviendas. Sin embargo, extrañamente, una de las críticas
más duras hacia la kitchenette vendría, años más tarde, de la propia Lorraine Hansberry.
primera obra de la autora, A Raisin in the Sun, donde vemos a la familia Younger
malvivir en un hogar tan ajustado que el miembro más joven, Travis, duerme en el sofá
de la sala-cocina y donde el amanecer va ligado a una lucha entre los vecinos por el uso
del baño que comparten, como adivinamos en esta advertencia de Ruth a su esposo tras
la negativa de este a levantarse de la cama: “All right, you just go ahead and lay there
and next thing you know Travis be finished and Mr. Johnson'll be in there and you'll be
fussing and cussing round here like a madman! And be late too!” (Hansberry, A Raisin,
familia siempre fue algo que la avergonzó desde que comenzó a entender la situación.
gozaban los Hansberry, los padres de nuestra autora nunca olvidaron sus raíces. Por ello,
aunque podían permitirse mandar a sus hijos a una buena escuela privada, decidieron
llevarlos a una pública junto con los niños de su barrio, pertenecientes a familias pobres.
41
Con este gesto pretendían que sus hijos crecieran conscientes de la realidad que rodeaba
capaces de detectar la injusticia y luchar contra ella30. Sin embargo, estas nobles
intenciones no siempre fueron bien guiadas por los padres de la autora, quienes, en
1935, en plena Depresión, cuando la pequeña Lorraine contaba solo con cinco años,
decidieron enviarla al colegio con un abrigo de piel de armiño que le habían regalado
por Navidad. La emoción por el regalo se convirtió en pesadilla cuando sus compañeros
del colegio la recibieron con violentas patadas y puñetazos que le destrozaron dicha
prenda. Este incidente hizo que la relación de Hansberry con sus compañeros, que
nunca la habían llegado a aceptar, empeorara hasta el punto de convertirla en esa niña
silenciosa que vagaba por el colegio sola, observando y escuchando a los demás desde
abandonarle del todo, el de ser una completa “intrusa” incapaz de encajar ni de ser “una
por los afroamericanos por la buena situación económica de su familia. Años después, la
su vida, pues, aunque temía a sus compañeros, asegura, entendió, a través de sus
actitudes, la dignidad, la fuerza y la lucha que había en las almas de los más
una familia como los Younger, muy alejada de la suya propia. Ya convertida en una
30
Es importante conocer, para entender hasta qué punto los Hansberry se tomaban en serio el compromiso
con la comunidad afroamericana, que una escuela “Jim Crow” del South Side de Chicago significaba
malas instalaciones, profesores poco cualificados y un horario escolar que rondaba solo las tres horas al
día. Lorraine Hansberry siempre haría alusión a ello cada vez que necesitaba explicar sus problemas con
los números siendo ya adulta (Sinnott, 23).
42
famosa dramaturga, Lorraine hablaría de aquellos niños que, con la llave de su casa
violentos y gozando de una libertad que a ella le estaba vedada y que más tarde
plasmaría en A Raisin in the Sun a través de Travis, el miembro más joven de la familia
Younger.
sus padres tomaron la decisión de comprar, al igual que Lena Younger en A Raisin in the
South Rhodes Avenue, en un barrio llamado Washington Park, una “isla blanca” en
medio de los barrios negros del South Side y que se encontraba muy cerca de la
mejor a sus hijos, a sabiendas de que sería una dura y peligrosa prueba. Muchos críticos
defienden que lo que movió a los Hansberry a hacerse con la propiedad fueron los
mismos problemas de espacio y salubridad que tienen los Younger en la obra. Sin
embargo, en una carta al editor del New York Times en 1964 la autora asegura que
formaba parte de una estrategia de Carl Hansberry y la NAACP para evidenciar las
A pesar de que este tipo de segregación era ilegal en el Norte, muchos ciudadanos
que se conocía como “restrictive covenant”, que no era más que un acuerdo privado
“indeseables”. Se calcula que en 1920 unos tres cuartos de las propiedades de Chicago
Así, hay al menos dos teorías sobre cómo Carl Hansberry consiguió comprar la
43
propiedad. Una de ellas defiende que tuvo la ayuda de varios blancos que apoyaban la
causa, entre ellos un ejecutivo dedicado al mundo de los seguros y varios agentes
inmobiliarios (Sinnott, 25). La otra defiende que se debió a que el anterior dueño de la
propiedad tuvo problemas con la asociación de vecinos del barrio y decidió “vengarse”
vendiéndole la casa a una familia afroamericana (Perry, 12). Sea como fuere, en el
verano de 1938, la familia acabó instalándose en el que sería, por poco tiempo, su hogar.
Tan pronto como se supo la noticia sobre quiénes habían comprado la propiedad, la
asociación de vecinos, al igual que ocurrirá en A Raisin in the Sun, envió a una
Los vecinos no solo lucharon por la vía legal contra los Hansberry sino que además los
acosaron sin descanso de todas las formas posibles. Uno de los momentos más trágicos
fue cuando una muchedumbre llena de rabia se concentró delante de la casa para asustar
estar, no solo rompiendo los cristales de la misma sino pasando a pocos centímetros de
la cabeza de la joven Lorraine. A sus ocho años la niña no pudo soportar la tensión y
desaparecido. No sería hasta un tiempo después cuando descubrió que aquel amigo de
su padre presente aquel día en la casa y que convivía con ellos durante las temporadas
en las que Carl se encontraba de viaje era en realidad un guardaespaldas armado y que
aquel día se había visto obligado a sacar su arma y amenazar a los vecinos para evitar
noches en vela recorriendo la casa con una pistola en la mano y descubriendo por
primera vez a Lorraine la valentía y ferocidad que habitaba en esa mujer que ella solía
44
aquel mismo año cuando la familia recibió una orden del juzgado que les obligaba a
abandonar la casa. Sin embargo, esta lucha no fue del todo inútil ya que pasó a la
historia como el caso Hansberry v. Lee y, tras ganar en el Tribunal Supremo en 1940,
serviría de precedente y defensa para luchar contra las cláusulas que prohibían a los
hostilidad del mundo exterior y crecería sintiéndose marginada por los demás niños, e
Hansberry tuvo desde muy joven la suerte de estar rodeada de un círculo intelectual y
artístico que, sin duda, tendría un papel decisivo en su futura carrera como dramaturga.
Debido al gusto de su madre, Nannie, por las artes y la cultura, la casa de la familia
músico Duke Ellington, el novelista Walter White o el actor Paul Robeson. Una de las
más asiduas era la del poeta y activista Langston Hughes, quien, como explicaremos
más adelante, tendría una gran influencia tanto en la vida como la obra de la autora. El
republicanismo de Carl no le impedía tener una estrecha amistad con un hombre con
una ideología política tan diferente como Hughes y solían encerrarse solos durante
horas, incluso cuando había otros invitados, a conversar sobre diferentes temas.
Con todos estos antecedentes no es de extrañar que hacia 1940, cuando la autora
contaba solo con diez años, Nannie Hansberry empezara a encontrar por la habitación
de su hija pequeña no solo libros de poemas de Hughes –totalmente fuera del alcance de
la comprensión de una mente de diez años– sino también numerosas cartas firmadas por
31
Sus hermanos, mucho mayores que ella, pasaron de verla como un juguete a verla como un estorbo una
vez que empezó a crecer. Por su parte, sus padres solían estar demasiado ocupados para dedicarle todo el
tiempo y cariño que la autora hubiera deseado: “Of love and my parents there is little to be written: their
relationship to their children was utilitarian. We were fed and housed and dressed and outfitted with more
cash than our associates and that was all” (Hansberry, To Be Young…, 48).
45
respecto a diferentes situaciones sociales. Sin embargo, no sería hasta 1944 cuando la
joven autora escribiría por primera vez una obra de ficción32. Inspirándose en las
historias sobre fútbol americano que le contó uno de los novios de su popular hermana
Mamie, a la que una más que redondeada Lorraine solía admirar a la vez que envidiar
durante la adolescencia, la autora de A Raisin in the Sun escribió una historia sobre un
día de partido. A pesar de que Hansberry jamás había presenciado tal espectáculo ni
sentía el mínimo interés por el deporte, logró captar la poética que rodeaba al evento de
tal forma que, un mes después, el director del instituto Englewood, donde estudiaba,
anunció por megafonía que ella había sido la ganadora del premio literario que
vez que descubría su amor por el teatro y decidía que algún día le gustaría dedicarse a
escribir obras dramáticas. Por entonces la joven Lorraine había comenzado a tener citas
con chicos de su clase; uno de ellos la sorprendió llevándola a ver el musical Dark of
the Moon de William Berney. Fue su primera vez en el teatro. La autora quedó fascinada
Sin embargo, a la familia Hansberry aún le esperaba un duro golpe. Para finales
teoría había ganado definitivamente el juicio Hansberry v. Lee, la realidad era que para
los afroamericanos aún seguía siendo muy peligroso no ya vivir sino también acercarse
a los barrios blancos. A esto se le suma una gran decepción con el mundo que le
rodeaba; tanto Carl como Nannie eran grandes luchadores por la igualdad, pero a la vez
32
Susan Sinnott defiende que un poco antes de esta fecha, con diez años, la autora ya había comenzado a
escribir poemas e incluso historias sobre la gente que habitaba en los apartamentos kitchenette de su padre
(Sinnott, 29); esto supondría el germen de A Raisin in the Sun. Sin embargo, no se han encontrado más
fuentes o pruebas fiables de la época que lo demuestren.
46
prejuicios desaparecerían y tendrían acceso al mismo estilo de vida que los blancos.
Sobre esta época Carl comienza a darse cuenta de que la realidad distaba mucho de esta
idea y a creer que todo el trabajo y la lucha eran en vano. Las Hansberry Enterprises
activismo social, había dejado de lado sus obligaciones como casero. Para intentar
devolver la salud a Carl y animados por la amistad que los unía con un dignatario
período parece que la salud del padre de la autora mejoró hasta tal punto que decidieron
que había llegado el momento de emigrar y comenzar una nueva vida en un país que el
padre de la dramaturga aseguraba que le había dado la oportunidad, por primera vez en
madre preparando la mudanza final, la familia recibió un telegrama desde México. Carl
familiar.
Fue por esta fecha cuando Hansberry empezó a experimentar cierto desapego y
antipatía hacia su madre, a quien, por aquel entonces, consideraba una persona vana y
Quizás fue este sentimiento –que se endulzaría con el tiempo– hacia su madre, unido a
figura familiar adulta a la que aferrarse, empezó a sentir una gran admiración hacia su
47
quien acabaría teniendo una facultad en la Universidad de Nigeria con su nombre– puso
a su alcance conocimientos sobre su herencia africana que la joven autora nunca hubiera
podido soñar. Entre ellos figura la idea, muy controvertida en aquella época, de África
como lugar donde surgió el primer ser humano, y la aún más controvertida idea que
defiende, derivada de la primera, que todos los seres humanos tienen sangre africana.
Este amor por África se puede ver claramente en sus obras, ya sea de modo general,
como ocurre en Les Blancs, o en algún personaje en particular, como Beneatha y Asagai
en A Raisin in the Sun o Candace y Monasse, ambos personajes de una obra que nunca
llegó ni a publicar ni a titular pero que estaba inspirada en una conversación con un
chico africano con el que solía pasar tiempo en la universidad. Estos nuevos
siguiente paso era encontrar una residencia de estudiantes en la que vivir, como es
sitio en ninguna residencia del campus para ella. Ante esto, Catherine Scheader defiende
con antelación en el sistema de hospedaje y que el comunicado no sería más que una
excusa para evitar que una persona afroamericana se alojara dentro del campus
(Scheader, 33). Debido a este percance, y con gran disgusto de su madre, Lorraine no
tuvo más remedio que buscar alojamiento fuera del campus. Finalmente, se hospedaría
33
El curso académico en Estados Unidos consta de dos semestres principales, “fall”, que suele comenzar
en agosto y terminar en diciembre, y “spring”, que suele comenzar en enero y terminar en mayo. En un
principio, febrero no es el mes más común para comenzar el semestre.
48
en Langdon Manor, una residencia que presumía de ser bastante cosmopolita y que
contaba con una estudiante judía y otra hawaiana. Imani Perry defiende que tampoco
aquí se lo pusieron demasiado fácil y que la autora tuvo que pasar por varias entrevistas
e incluso una importante cena donde las propias compañeras decidirían si la aceptaban.
A pesar de esto, es justo decir que, tras ser aceptada, Lorraine disfrutó de su estancia y,
America, la rama del partido progresista de Henry Wallace35 que se formó en el campus
para apoyar la candidatura del político y donde conseguiría llegar a presidenta, un cargo
de liderazgo para el que raramente pensaban en una mujer blanca, cuanto menos en una
nutriendo su fascinación por África, sus raíces y el movimiento panafricano que estaba
aprendiendo a través de libros y clases, sino que además lo hizo a través de las
relaciones de amistad con diferentes estudiantes africanos. Su sed por aprender sobre los
nuevos líderes de África como Jomo Kenyatta o Kwame Nkrumah, antiguo alumno de
su tío Leo, estaba marinada con los ritmos tribales que aprendió a cantar y bailar y que
en el futuro incluiría en alguna de sus obras como A Raisin in the Sun o Les Blancs.
34
Lorraine entabló una gran amistad con una chica blanca llamada JoAnn, hasta el punto de que
decidieron que compartirían habitación durante el segundo curso. Cuando los padres de la chica se
enteraron, se lo prohibieron rotundamente. Según Perry, a pesar de que Lorraine sabía que JoAnn no tenía
nada que ver en el asunto, esta decisión le afectó más de lo que quería mostrar a su amiga y la hizo ser,
por primera vez, consciente de que no todos los blancos que iban de liberales y tolerantes lo eran
realmente (Perry, 33)
35
Henry A. Wallace fue un político estadounidense que ocupó los cargos de Secretario de Agricultura
(1933-1940), vicepresidente de los Estados Unidos (1941-1945) y Secretario de Comercio (1945-1946).
Además, en 1948 se presentó como candidato del Partido Progresista, planteando medidas como mantener
relaciones con la Unión Soviética, terminar con la Guerra Fría, establecer un seguro universal de salud,
combatir la segregación racial y dotar a los afroamericanos del derecho pleno de voto.
49
También acaeció en esta época el despertar real de su talento artístico. La autora,
cumpleaños cuando acudió al teatro de la universidad para ver Juno and the Paycock
(1924), de Sean O'Casey. Mientras veía representadas las injusticias sufridas por los
irlandeses en la obra, la autora comprobó que había gran similitud entre estas y las que
se convertiría en una asidua al teatro. Además, y movida por este despertar literario,
estudiaría a autores como Strindberg o Ibsen y obras como Black Folk Then and Now37
by the theatre. Mine was the same old story –sort of hanging around little acting groups,
and developing the feeling that the theatre embraces everything I like all at one time”
Guadalupe, Méjico, mediante el cual Hansberry, junto con otros estudiantes, pudo pasar
los artistas, escritores, bailarines y actores se encontraba el pintor Carlos Mérida, que
indígena, que representaba en sus obras las costumbres de sus ancestros, pero
una joven afroamericana aspirante a escritora que ya había empezado a sentir una gran
36
Sobre la influencia de Sean O’Casey en la obra de la autora se hablará en la sección en la que se analiza
la influencia de otros autores en la obra de Hansberry.
37
Ensayo sobre la época de la Reconstrucción americana en la que Du Bois lleva a cabo un importante
análisis histórico, político y económico sobre la situación de los afroamericanos.
50
curiosidad por sus propias raíces, el conocer a un artista consagrado que no solo se
sentía orgulloso de unas raíces que tantos intentan simplificar, sino que además las
usaba de base para crear sus obras, supuso toda una revelación que, sin duda, influiría
Sin embargo, y a pesar de todas las experiencias que vivió allí, Lorraine no se
sentía satisfecha con los cursos que la Universidad de Wisconsin le ofrecía. Había
comenzado con una gran ilusión y adquirido conocimientos que cambiarían su vida para
siempre, pero su época académica estuvo también llena de decepciones, en parte debido
numerosas barreras que fue encontrando en el camino. Un ejemplo más que ilustrativo
fue un inmerecido suspenso en una asignatura relacionada con el diseño, asignatura con
la que la autora se sentía realizada. Tras revisar su trabajo con el profesor que la
impartía, este le confesó abiertamente que su trabajo estaba por encima de la media de
los que había recibido pero que no quería animar a una joven negra a dedicarse a un
campo en el que fracasaría, al estar dominado por blancos. Así, en enero de 1950, tan
solo dos años después de haber comenzado, Hansberry dejaría la universidad y volvería
a Chicago con su madre. Pero se llevaría con ella todo lo aprendido y experimentado,
así como el recuerdo de la gente que conoció allí y las circunstancias por las que cada
uno de ellos pasaron. Fruto de todo esto nacería, por ejemplo, una pequeña parte de su
autobiografía To Be Young, Gifted and Black que titularía “All the Dark and Beautiful
Así mismo, también podemos, quizás, ver el esbozo de los que serían Beneatha y
Chicago, Lorraine acabaría decidiendo hacer realidad uno de sus grandes sueños: vivir
51
en Nueva York. Aunque su meta era Harlem, debido a los problemas de espacio en la
zona acabó mudándose al East Side antes de instalarse de forma más estable en
Greenwich Village. Durante esta época seguiría intentando encontrar su lugar dentro de
lo que estaba marcado como aceptable para una joven de buena familia y volvió a
probar suerte tomando clases en la New School for Social Research38, una aventura
académica que duraría dos meses. Sin embargo, aunque no parecía estar hecha para el
ese año tomó un seminario sobre África impartido por el mismísimo DuBois. Además,
consiguió que le publicasen un texto literario por primera vez desde que ganara aquel
premio a los 14 años. Una revista abiertamente de izquierdas llamada Masses and
vemos una conexión tanto con A Raisin in the Sun como con The Sign in Sidney
Brustein’s Window y que nació como una crítica a la frivolidad de las celebraciones por
la libertad durante el Memorial Day en medio de la era del Jim Crow sureño y los
guetos del Norte. Muy acertadamente, Imani Perry señala la influencia en este poema de
controvertida revista Freedom de Paul Robeson. Durante su primer año, los artículos de
que pudiera ser del interés de sus lectores, logró convertirse en editora asociada en un
año. Algunos de sus trabajos más populares fueron acerca de un viaje a Mississippi para
38
Universidad situada en Greenwich Village, fundada por intelectuales progresistas en 1919. En un
principio se especializaba en estudios sociales, filosofía e historia. Entre las celebridades del mundo de la
cultura que se formaron en esta universidad encontramos nombres como Tennessee Williams, Jack
Kerouac o James Baldwin.
52
intentar detener la ejecución de un joven afroamericano llamado Willie McGee39, sobre
los juicios comunistas en Foley Square40, o su viaje en 1952 a Montevideo para ofrecer
marzo –a la misma Hansberry se lo retirarían unos meses después. Durante los cinco
años en los que la autora trabajó para Freedom, escribió más de 22 artículos sobre
África, las mujeres y los problemas sociales tanto de Nueva York como del resto del
país. Además, escribió fuertes críticas a diferentes programas de televisión, como por
ejemplo The Beulah Show, por la denigrante y estereotipada representación que hacían
de los afroamericanos. Sobre este programa escribiría: “The false and vicious
impression… is no accident. The longer the concept of the half idiot, sub-human can be
kept up, the easier to justify economic and every other kind of discrimination, so
de Nueva York, conoció a la única persona con la que se uniría en matrimonio, Robert
Nemiroff. Nemiroff era un estudiante blanco y judío hijo de una pareja de inmigrantes
rusos41 que habían prosperado hasta el punto de contar con varios restaurantes en la
ciudad. Robert había pasado por un breve matrimonio antes de conocer a Hansberry; sin
embargo, parece que esta primera decepción no lo desanimó para entregarse a esta
nueva relación en cuerpo y alma. Por su parte, Hansberry no lo tenía tan claro, o así lo
podemos entender leyendo uno de los mensajes que le escribió a Nemiroff cuando la
39
Willie McGee fue un afroamericano de Mississippi sentenciado a muerte en 1945, acusado de haber
violado a una mujer blanca. Tras solo dos minutos y medio de deliberación, y sin pruebas, el jurado,
compuesto únicamente por blancos, decidió que era culpable. Su caso generó una gran controversia y
McGee fue apoyado y defendido por celebridades del momento como William Faulkner, Paul Robeson o
Albert Einstein, así como por diferentes instituciones internacionales. McGee sería ejecutado ocho años
después, en 1951.
40
Una serie de juicios llevados a cabo entre 1949 y 1958 durante los cuales fueron juzgados más de 144
líderes del Partido Comunista de los Estados Unidos acusados de conspirar contra el gobierno. A pesar de
la falta de pruebas, más de 100 de los acusados fueron condenados.
41
Su madre había sido investigada por el FBI y catalogada como “fanatical communist” (Perry, 65)
53
pareja ya había estado saliendo durante un año: “I have finally admitted to myself, that I
do love you” (Sinnott, 62). Tras estas palabras se esconde una realidad que durante años
tanto la familia de Hansberry como la mayoría de los críticos han intentado evitar:
algunos críticos pasaban de puntillas mientras otros, apoyados por familiares como
información totalmente fehaciente hasta 2018, cuando Imani Perry, a la que han
Nemiroff, Lorraine parece haber estado prometida a otro hombre,42 Perry señala que
instituto por parte de una compañera (Perry, 25). Si bien esta interpretación es bastante
libre y abierta y la nota podría simplemente ser un ejemplo del exagerado dramatismo
con el que tantos adolescentes expresan su cariño por sus amigos, por la vida de
Lorraine pasaron algunas mujeres con las que tuvo –antes, durante y después de
Nemiroff– relaciones importantes. Entre ellas Perry nos habla de Renee Kaplan, la
profesora de escuela Ann Grifalconi, Molly Malone Cook, quien estuvo con Lorraine
durante los años que esta escribió A Raisin in the Sun y con quien terminó seguramente
a finales de los 50, y de Dorothy Secules, una mujer blanca, rubia y de ojos claros que
se dedicaba al mundo de los hoteles y con quien mantuvo una relación desde
42
Este hombre respondía al nombre de Roosvelt Jackson, según Perry, a quien Lorraine admiraba
gratamente por ser el líder de la Labor Youth League pero que era oportunista y no siempre bien
intencionado, un habitante de Harlem cuya adicción a la heroína hizo que Lorraine perdiera el piso en el
que vivía de alquiler (Perry, 61).
54
aproximadamente 1960 hasta el final de la vida de la autora. Además, Perry encontró
una lista “I like/I hate” en una entrada en el diario de la autora fechada el 1 de abril de
1960 y en la que en ambas columnas incluye “My homosexuality” (Perry, 95). También
Bilitis”. Debido a lo peligroso que era ser homosexual en aquella época y la importancia
Hansberry fue miembro de esta asociación. Tan solo podemos asegurar que la
asociación se formó en 1955 y que Perry defiende que Lorraine fue miembro durante los
primeros años.
Wisconsin, podemos entrever que la autora podría no haber estado todo lo ilusionada
que se espera con tal evento. En ella, Lorraine se dedica a contar a su amiga todo tipo de
detalles y nimiedades sobre su vida, para tan solo al final añadir “supposed to get
no aprobaba la vida de una Lorraine soltera y sin nadie que la supervisara en Nueva
para que eligiera entre casarse o volver a la casa familiar. Tan solo dos años después, en
familias a pesar de la diferencia racial y de que el matrimonio interracial aún era ilegal
en 30 estados del país. Tras casarse, la pareja se mudó a Greenwich Village. Hansberry
y utilizando su pluma para luchar contra las injusticias. Por esta época comienza a
publicar diferentes artículos para la revista de temática lesbiana The Ladder bajo las
55
siglas L.H.N. En uno de esos artículos, curiosamente, se lamenta de que el matrimonio
sea la única alternativa que tiene la mujer. Hansberry también usó su talento literario
para poder contar en The Ladder aquellas historias sobre amores y rechazo homosexual
que no se atrevía a publicar bajo su nombre y que aquí firmaba como Emily Jones. Ya
Es curioso que la mayoría de las historias firmadas como Emily Jones evitan
hablar sobre el tema de la raza o incluir personajes negros. Quizás la autora pensaba que
parecerles más exótico, olvidándose en gran parte de que las obras eran principalmente
raza. Además de sus trabajos para The Ladder, Lorraine también comenzó a escribir
obras de teatro. Una de ellas, Flowers for the General, nunca pasó de ser un boceto. Se
enamorada ve marchar a la mujer de su vida porque esta tiene miedo de sufrir los
ataques de una sociedad intolerante y que se acaba casando, sin amor, con su novio. La
otra obra, que corrió mucha mejor suerte, era A Raisin in the Sun, a la que dedicaba el
Cindy, oh, Cindy creada por Nemiroff44 se convirtió en todo un éxito. Esto permitió a
43
Perry asegura que esta historia está completamente basada en la vida de la propia Hansberry, las
presiones e inseguridades que sintió y las conversaciones que mantuvo mientras se alojaba con su prima
favorita, Shauneille, y Dave, el marido de esta (Perry, 86).
44
A pesar de que Mamie Hansberry, la hermana de la autora, ha llegado a comentar en alguna entrevista
que Lorraine compuso dicha canción junto con su esposo, no hay ninguna prueba de que la autora fuera
56
Hansberry quedarse en casa y concentrarse en escribir. A pesar de todo lo anteriormente
papel de Nemiroff en su obra, no solo por el sostén económico sino, incluso más
importante, por el apoyo emocional y creativo que siempre le brindó. Y es que Lorraine,
a pesar de ser una persona dotada de una gran creatividad y sensibilidad literaria, era
capacidades.
hubiera podido pensar al principio y hubo muchas ocasiones en las que se rindió o
incluso intentó destruir lo que había escrito hasta entonces. En todas estas ocasiones,
Nemiroff, cuyas notas y cartas de la época muestran que tenía una confianza ciega en el
talento de su mujer, consiguió salvar los textos y mantenerlos alejados de Lorraine para
luego, unos días o semanas después, volver a ponerlos delante de la autora para que
volviese al trabajo. Finalmente, en 1957, tras ocho intensos meses de dedicación, pocas
Hansberry dio por finalizada A Raisin in the Sun. Oficialmente la carrera como
dramaturga de Hansberry despegaría poco tiempo después cuando aquel mismo otoño,
dramaturga se atrevería a leer parte de su obra al productor musical Philip Rose, quien
suerte de contar con el ya famoso Sidney Poitier para el papel de Walter Lee Younger y
Ruby Dee, amiga de Nemiroff y Hansberry, para el de Ruth. Además, Poitier convenció
más allá de sugerir el nombre de la misma, recayendo la total autoría sobre Robert Nemiroff y Burt
D'Lugoff.
57
a Lloyd Richards para trabajar como director de la obra. Tan solo un mes después de
comenzar con los ensayos se estrenaría, a modo de prueba, en New Haven. A pesar de
que el éxito fue atronador, comenzaron los problemas tras las bambalinas. Poitier, quien
Lena Younger, interpretada por Claudia McNeil, tenía tanto peso o quizás más que su
Poitier y hacerle entender que nunca había intentado hacer de Walter una figura
masculina débil pero que simplemente había fluido así. Poitier en adelante puso empeño
en reforzar el carácter de su personaje de una forma que parecía que, más que actuar
para representar a su personaje, estaba compitiendo contra McNeil. A pesar de que esto
afectó negativamente a la relación entre los miembros del elenco. Algunos críticos
incluso defienden que Hansberry acusó a Poitier de ir de estrella y que ambos dejaron
de dirigirse la palabra (Sinnott, 78). Tras New Haven la obra viajó hasta Filadelfia45,
donde también tuvo un éxito rotundo. Tras las primeras representaciones en Filadelfia
What is relevant here is that I had never in my life seen so many black
people in the theater. And the reason was that never before, in the
entire history of the American theater, had so much of the truth of
black people’s lives been seen on the stage. Black people ignored the
theater because the theater had always ignored them. (Baldwin, Sweet
Lorraine, xii)
A pesar del éxito, seguían sin encontrar un teatro en Broadway en el que
45
Tanto New Haven como Filadelfia eran escenarios donde tradicionalmente se probaban obras antes de
llevarlas hasta Broadway.
58
heredados o incluso tradicionales del minstrel show46. Los dueños de los teatros estaban
seguros de que una obra como la de Hansberry, en la que además tanto la escritora como
el director y casi todos los personajes eran afroamericanos, no podía tener éxito y
temían perder fama y dinero. Por ello, y mientras buscaban la forma de llevar la obra a
Broadway, decidieron hacer unos pases en Chicago. Este anuncio afectó a la salud de
Hansberry, que sintió auténtica ansiedad ante la idea de que sus familiares y la gente que
para conseguir hacer frente a todo lo que se le vendría encima durante los meses
posteriores.
Theatre, en Broadway. Philip Rose había necesitado 15 meses para reunir el dinero
necesario para ello. Tuvo tal éxito que desbancaría a Sweet Bird of Youth del consagrado
Tennessee Williams como obra más popular del momento y además ese mismo año
ganaría el New York Drama Critics Circle Award. De esta forma, Hansberry se convirtió
en ganar ese premio. Gracias al éxito, los productores decidieron convertirla en una
película. Tanto el dinero que había ganado como la popularidad de la autora –se había
Variety, Vogue o el New Yorker– dotaron a Hansberry de cierto poder y control sobre la
producción de la película. Tal como nos recuerda Cheney, en marzo de 1959 Hansberry
declararía que “nobody's going to turn this thing into a minstrel show...If this blocks a
46
Excepciones a esta norma hasta la época fueron el Othello de Paul Robeson y las obras All God’s
Chillun Got Wings y The Emperor Jones, de Eugene O’Neill.
59
sale, then it just won't be sold” (Cheney, 27) Años más tarde, Mamie Hansberry
añadiría:
Nemiroff denunciaría que la autora no llegó a tener un control real sobre la película.
Prueba de ello sería que todos los directores que seleccionó fueron rechazados. Además,
creencia de que no había realmente un mercado para películas sobre gente de color. Aun
así, Hansberry se sentiría orgullosa de esta película, la cual no solo se ganó a la autora
Cannes de 1961.
A pesar de tanto éxito, es importante recordar que esta época fue también
bastante dura para Lorraine. Su matrimonio con Nemiroff hacía aguas, y llevaban años
escrita por la autora mientras pasaba una temporada con su familia, Hansberry se
lamentaba: “Everyone asks about you. I have told them nothing. It is all very difficult”
(Perry, 74). A esto había que sumarle el acoso constante que sufría por parte del FBI,
quienes ya habían descubierto que la autora escribía artículos para el periódico socialista
The Daily Worker bajo el pseudónimo de John Henry. Tanto Hansberry como su obra
relacionarla con el Partido Comunista. A Raisin in the Sun, tan alabada por muchos,
60
sería también objeto de duras críticas por parte de colectivos muy diferentes. Desde el
vista, podía resultar anticuada en un momento en que otros autores habían abrazado la
experimentación. Sin embargo, también fue criticada por razones de lo más variopintas
tanto por críticos conservacionistas como Julian Mayfield, quien la acusó de ser
(Black Arts Movement), quienes criticaban que hablase por el afroamericano medio
premiada fue porque era negra y la situación socio-política del momento lo había creído
oportuno para intentar calmar la situación. Ante esta acusación tan carente de sentido la
autora no pudo más que decir: “If I received the award because I am a negro, then that’s
the first award given to a negro” (ctd. Sinnott, 77). Desde que alcanzó el estrellato
Hansberry tuvo que luchar de forma constante contra los estereotipos en los que
que había nacido y crecido la autora a otros que, debido a su aspecto juvenil y
artículos se dedicaban a resaltar el estilismo de la autora más que a hablar de sus obras o
su lucha por los derechos civiles. Hubo incluso algún crítico que comentó que le había
encantado ver cómo la familia Younger, a pesar de las dificultades a las que se
61
enfrentaban, eran capaces de olvidar todos sus problemas con alegres canciones. No
sabemos si escribió la crítica sin ver la obra o si estaba tan absorbido por los prejuicios
y la idea de que los afroamericanos solo podían crear minstrel shows que, sentado en las
Fue en esta misma época cuando la autora sufrió otro duro golpe que en absoluto
esperaba. Tan solo unos meses después de que A Raisin in the Sun triunfara en
viviendas que no reunían las calidades que aseguraran el bienestar y la salubridad de los
inquilinos. Perry defiende que el alcalde era conocido por su racismo y que sentía un
odio especial hacia la próspera familia Hansberry; además, asegura que, si bien es cierto
que las viviendas que alquilaban los Hansberry dejaban mucho que desear, sus calidades
estaban al mismo nivel que las del resto de las viviendas de los barrios habitados por
afroamericanos en Chicago (Perry, 137). Lo único que podemos asegurar sobre todo
este asunto es que es más que evidente que había un intento de dañar la reputación de la
familia, ya que incluyeron en la denuncia a Lorraine a pesar de que nunca había tenido
nada que ver con el negocio familiar, dato que es evidente que conocían pero que
en todos los medios de comunicación del país. De todo lo que se pudo decir sobre
Hansberry y/o de su obra posiblemente nada le dolió más que ver su foto en el New
York World-Telegram del 6 de junio de 1959 bajo un titular en el que se leía “Slum Play
Sin embargo, Hansberry no se dejó vencer por las críticas y acusaciones, ya que
tenía muy claro que el teatro no era un fin sino un medio para conseguir aquello a lo que
realmente aspiraba: luchar contra la injusticia y denunciar todo lo que atentaba contra la
igualdad y la dignidad humanas. Por ello, Lorraine Hansberry usó su popularidad para
62
hacer campaña sobre diversos asuntos como la protesta ante la crisis de los misiles de
Cuba, la Guerra Fría, la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, oponerse
escribió The Drinking Gourd, una obra de teatro para la televisión sobre la esclavitud
que, en un principio, iba a ser la primera de cinco, creadas cada una por un autor del
momento y que tendrían en común una duración de 90 minutos. Se pretendía con ello
estuvieron de acuerdo en que era un gran trabajo, no llegaron a emitirla ya que pensaron
que era demasiado controvertida y podía herir sensibilidades a la par que crearles
They asked me for it. They paid me for it- and if I may say so, in
contradiction of everything that we have said, Langston, rather well-
and then I read in the newspaper that some studio official- a vice
president had attached a notation to it saying, moreover, that they
thought it was “superb”... and then they put it away in a drawer
(Nemiroff, “A Critical Bacground”, 145)
De haberse llegado a emitir, habría sido el primer programa sobre la esclavitud
en los Estados Unidos que habría llegado a las pantallas de televisión, anticipándose 17
años a la popular Raíces (Roots) (1977), basada en la popular novela de Alex Haley
(1921-1992). El fracaso de este nuevo proyecto fue el golpe final que terminó por herir
siendo uno los pilares emocionales más importantes de su vida, se compraron una casa
63
serenidad y consiguiera salir de la depresión. El cambio funcionó durante un tiempo:
alegrías que le había aportado A Raisin, parecía sentirse feliz de poder empezar otros
nuevos proyectos y de volver a la lucha activa por los derechos civiles. Un punto de
afroamericanos entre los que estaba Lorraine Hansberry. La reunión acabó siendo muy
decepcionante ya que, entre otras cosas, Kennedy describió a sus invitados como
tan solo parecía estar interesado en convencerlos de que debían urgir a los demás
afroamericanos a no hacer demasiado ruido para evitar dar una mala imagen del país.
Sobre esta reunión Hansberry escribiría un discurso llamado “We are One People”, en el
contra el racismo y tuvieran especial cuidado con los liberales blancos. La furia que
anticuada y alejarse de las ideas de Martin Luther King que hasta entonces había
defendido para acercarse más al modelo de lucha defendido por Malcolm X, con quien
en el pasado había tenido alguna discusión. En una ocasión llegó a decir que “until
twenty million black people are completely interwoven into the fabric of our society,
you see, they are under no obligation to behave as if they were” (Perry, 169).
47
Burke Marshall era el jefe de la división del Departamento de Justicia a cargo de los Derechos Civiles.
48
Con este término Kennedy no se estaba refiriendo a que las capacidades creativas o políticas del grupo
fuesen superiores a las de la mayoría de las personas sino a que su inteligencia, forma de vida y su forma
de entender y relacionarse con el mundo era extraña entre los afroamericanos. En un momento en el que
se estaba luchando para romper los prejuicios racistas, “exceptional” para referirse a afroamericanos que
habían triunfado era uno de esos terribles insultos disfrazados de halago que los blancos usaban sin ser
conscientes de lo altamente racistas que resultaban.
64
Sin embargo, esta vuelta a la vida política no duraría mucho. En abril de 1963
Hansberry caería enferma de lo que una operación en junio desvelaría que era cáncer de
necesaria para poner fin a su matrimonio. El divorcio no impediría que ambos siguieran
apasionado y romántico por él, sus múltiples cartas sí desvelan que entre ellos había una
The Sign in Sidney Brustein's Window fue representada por primera vez en el Longacre
Theatre, en Nueva York. La que sería la segunda y última de sus obras que se
representaría en vida de la autora resultó también una de las más complejas. Si bien A
Raisin nos muestra los problemas de un grupo de personas que, a pesar de ser muy
diferentes los unos de los otros, pertenecen al mismo grupo social, en The Sign
encontramos, entre otros, a un matrimonio compuesto por una mujer blanca y un judío,
ama de casa burguesa y conservadora. Todo esto tiene lugar en un contexto y ambiente
de elecciones políticas. Durante la obra se van desgranando los deseos y miedos de cada
“universos”. Si a esto añadimos que la autora mezcla realismo y fantasía y usa un estilo
a veces cómico y otras trágico, se puede llegar a entender que aquel público que tanto
incluso defraudados con The Sign in Sidney Brustein's Window. La mayoría de las
críticas fueron devastadoras. Aun así, la obra se representó 101 veces gracias a la labor
autora y se habían propuesto mantener su obra sobre el escenario mientras siguiera con
65
vida. El 12 de enero de 1965 Hansberry moriría sobre la cama del hospital más cercano
como Malcolm X, quien sería asesinado aproximadamente un mes después y que acudió
literatura hicieron que tuviera fuerzas para escribir hasta el final. Durante sus últimos
meses, postrada en la cama, escribiría textos que nunca han llegado a ver la luz:
La Farge y una novela de temática homosexual llamada Marta Slund (Perry, 182).
Lorraine Hansberry se fue demasiado pronto, pero los seguidores de la autora han
Broadway una adaptación de Les Blancs, que obtuvo un gran éxito y volvería a ver la
luz, esta vez en papel, en 1994, recogida en un libro titulado The Collected Last Plays
junto a The Drinking Gourd y What Use Are Flowers? En 1969 se representaría por
primera vez To Be Young, Gifted and Black, una sofisticada autobiografía de Hansberry
que más tarde se convertiría en libro y que ya en 1967 se había emitido en un maratón
radiofónico que duró siete horas y media. Pero el espíritu de la autora sigue más vivo
que nunca a raíz de los acontecimientos ligados a la violencia racista que han estado
asolando los E.E.U.U. en los últimos años. Por ello, A Raisin in the Sun ha
estudios biográficos con material inédito sobre la vida de la autora, como son la ya
66
de Soyica Diggs Colbert, que saldrá al mercado en junio del 2021. Este “revival”
también se ha visto sobre los escenarios, donde se ha vuelto a poder disfrutar en muchas
Washington, y ha sido recibida como una obra que marca el camino a seguir para el
pacífico entendimiento entre las diferentes razas y culturas que conviven en el país. Tal
y como la misma autora comentó a su madre a través de una carta en enero de 1959:
Mama, it is a play that tells the truth about people, Negroes and life
and I think it will help a lot of people to understand how we are just as
complicated as they are – and just as mixed up – but above all, that we
have among our miserable and downtrodden ranks– people who are
the very essence of human dignity. That is what, after all the laughter
and tears, the play is supposed to say. I hope it will make you very
proud (Hansberry, To Be Young…, 109).
67
68
3. Introducción a la obra de la autora.
más popular de Lorraine Hansberry sino también la primera, ya que se produjo en 1959.
Dado que dicha pieza es el objeto de estudio de la tesis que aquí se presenta, y tanto en
por el momento.
En 1959 la NBC decidió ofrecer a sus televidentes una serie de cinco obras de 90
minutos cada una para celebrar el centenario de la Guerra Civil. Encargaron la primera
de ellas a Lorraine Hansberry, quien, gracias a A Raisin in the Sun se había convertido
en la dramaturga del momento y le concedieron total libertad para crear la que la autora
llamaría The Drinking Gourd. Hansberry la escribió para que fuera la primera obra en
mencionado, Roots de Alex Haley no se publicaría hasta 17 años después y la serie que
nos relataba la vida de Kunta Kinte y su familia no llegaría hasta las pantallas hasta
1977, 18 años después del encargo de la NBC a Hansberry– rompiendo con esa idea de
que los esclavos eran puros y buenos mientras que los esclavistas eran unas simples
venía, por una parte, a reforzar la idea de que todo el sistema esclavista era una
cual tenía un papel del que era muy difícil o imposible liberarse. Por otra parte, tenía
69
sobre cómo eran aquellas mismas personas que defendían la esclavitud las que más
incómodas parecían sentirse con el término real. Hansberry se inspiraría en las historias
que le solía contar su abuela sobre su juventud y que chocaban con lo que tanto
afroamericanos, ya que “[those stories] didn’t sound anything like Gone with the
The Drinking Gourd nos muestra la vida de tres familias sureñas diferentes en
los días previos al estallido de la Guerra de Secesión: una familia de esclavos, otra que
esta su segunda obra, Hansberry ya iría marcando el camino que seguiría en su carrera
Raisin in the Sun, personajes blancos complejos. Si en A Raisin in the Sun el único
personaje blanco, Karl Lindner, no pasa de ser un secundario sin historia ni profundidad
cuyo mecánico papel solo existe para que la trama de la familia Younger se desarrolle,
los personajes blancos de The Drinking Gourd se nos presentan tan humanos y tan
por la forma en la que unos y otros opinan que hay que organizar la plantación.
También asistimos a la novedad de ver, por primera vez, a una familia de blancos
víctima del sistema esclavista. Las grandes plantaciones con esclavos están agotando la
tierra a un ritmo que hace que pequeños granjeros como la familia Dudley pasen hambre
y vean cómo sus hijos enferman sin poder hacer nada por remediarlo. Los papeles de los
49
La cadena de noticias NPR publicaba a través de las redes sociales en noviembre del 2018 una noticia
que anunciaba que para el curso escolar 2019-2020 se introducirían cambios en los libros de texto en
Texas para, por primera vez en la historia, presentar la esclavitud como la primera causa de la Guerra de
Secesión. https://www.npr.org/2018/11/16/668557179/texas-students-will-soon-learn-slavery-played-a-
central-role-in-the-civil-war
70
blancos en la obra están creados con una sensibilidad que, dejando de lado lo horrendas
que son sus acciones, facilitaría que muchas personas, sobre todo blancos, por primera
sido yo capaz de dedicarme, como Dudley al final, a torturar a otros seres humanos
lucha por el sueño americano de los afroamericanos, en The Drinking Gourd los
enfrenta a ellos mismos, les hace ver que los esclavistas y torturadores no eran unos
monstruos salidos de historias épicas, sino gente tan real como ellos, que vivieron en
otro contexto histórico, haciéndoles así, quizá, recapacitar sobre su propio papel en la
Hannibal y su nieto Joshua. Hay, además, otro personaje que aunque, al igual que el
siempre está presente y tiene un papel muy determinante; se trata de Isaiah, el hijo
mayor de Rissa y padre de Joshua, que decidió escapar hacia el Norte después de que
inteligente, digno y orgulloso. Defiende con orgullo el ser “vago” delante de todos
aprovecharse de la inocencia del hijo pequeño de los Sweet para que le enseñe a leer.
Hannibal no es un estereotipo sino un ser humano real y complejo que, al igual que
Walter Younger en A Raisin in the Sun, busca la realización del sueño americano. Si
bien, debido a la distancia temporal, parecería a primera vista que los dos hombres
71
buscan algo distinto –Walter quiere ser rico mientras que Hannibal quiere ser libre– al
fin y al cabo ambos están buscando lo mismo: la oportunidad de ser hombres completos
y sentirse dignos, sin la castración a la que los somete la sociedad en la que viven.
Rissa. Al igual que Lena Younger, Rissa es una auténtica matriarca. Con este personaje
Raisin in the Sun. El aspecto físico de Rissa, al igual que el de Lena Younger, es el
mismo que tantas veces se ha usado a lo largo de la historia para representar a las
mujeres afroamericanas mayores. También coinciden en el trato que dan a su hijo, sobre
el que aún pretenden ejercer autoridad hasta el punto de tomar importantes decisiones
por ellos. Sin embargo, tras esa fachada de típica “mama” afroamericana se esconde una
mujer fuerte y valiente que no duda en saltarse las reglas y enfrentarse sola al orden
establecido para luchar por lo que considera justo. Es aquí donde Rissa va algunos pasos
más allá que Lena, quizá porque la situación de su familia es mucho más aterradora que
conforme avanza la obra y tiene su punto álgido al final de la misma, en dos momentos
malherido hijo mientras escucha a Hiram morir a las puertas de su choza pidiéndole
ayuda. El otro momento llegará después, cuando Rissa roba la pistola reliquia de Hiram
Sweet para ponerla en manos de Sarah, otra mujer esclava, a la que encarga proteger y
llevar a un Hannibal ciego y al pequeño Joshua hacia el Norte. De la misma forma que
Lena desafía a los blancos para llevar a su familia a un lugar mejor, Rissa roba el tesoro
más preciado por el patriarca blanco, la pistola, para que sus seres queridos consigan
72
Es importante recordar que esta obra se encargó en 1959, cuando la revolución
por los derechos civiles aún no se había convertido en ese huracán cultural y humano
que cambiaría por siempre la sociedad norteamericana. Tristemente, nunca llegó a ser
emitida. A pesar de que el guion fue alabado, los ejecutivos de la cadena consideraron
última obra que estrenó en vida: The Sign in Sidney Brustein’s Window. A pesar de que
hoy es considerada por muchos como una gran obra, en aquellos momentos, como
hemos contado anteriormente, fue objeto de duras críticas por parte de un público para
el que el nombre de Hansberry estaba ya fuertemente ligado al tipo de teatro realista que
popularizó con A Raisin in the Sun. The Sign es, tal como defiende Cheney, una obra de
menos comprometerse con uno mismo para sobrevivir y evitar que el mundo nos
evitar comparar la obra con la anterior de la autora, defendían que mientras que la
primera era “warm, simple and direct”, la segunda resultaba “depressing, diffuse and
73
de “crowdfounding” a través de donaciones de los espectadores y el apoyo de diferentes
ocasiones más cruda, Hansberry explora los mismos temas que en A Raisin. Así, nos
volvemos a encontrar con una pareja en crisis, Iris y Sidney, cuyo principal problema,
aceptado un papel de niña ignorante e inocente que debe formarse a través de las
ambos se casaron con una idea, un espejismo, más que con una persona real a la que
Sidney y Iris son blancos y en teoría no deberían tener obstáculos para alcanzar el sueño
americano. Sin embargo, Sidney lleva años intentando crear un exitoso negocio
problema para alcanzar sus sueños no es social, como el de Walter Younger, sino
conocer el mundo y las necesidades de quienes lo habitan, sino que, además, le hace
asumir sus gustos e ideas como verdades y realidades absolutas. Sin embargo, es en la
parte femenina de la pareja donde Hansberry se aleja más de su primera obra. Si bien la
74
autora no ahonda demasiado en los sueños y deseos personales de Ruth Younger, sí que
lo hace con Iris Brustein. Iris quiere ser actriz y, por encima de todo, quiere ser humana
y real, objetivos que no empieza a conseguir hasta que se atreve a ser ella misma y no
un reflejo de los deseos de su esposo. Así, también en The Sign Hansberry vuelve a
tratar el feminismo, pero de una forma más oscura que aquellos modernos alegatos por
En The Sign tenemos tres hermanas, las tres marcadas por la herencia de un
padre, como los Younger, pero en este caso se trata de una herencia de complejos e
inseguridades que, unida a la represión hacia la mujer, las ha convertido en tres mujeres
papel de Iris en su matrimonio y sobre cómo la relación que tiene con su esposo le
impide crecer como persona, es necesario también hablar sobre cómo la mayor de sus
marido le da una vida cómoda y de lujo; ella, a cambio, tiene que fingir una existencia
frívola y centrarse en arreglar la vida de los demás para evitar ver que su matrimonio es
una farsa, que su marido tiene otra familia y que solo sigue casado con ella por guardar
una nueva vida porque, entre otras cosas, “I cannot type” (Hansberry, The Sign, 309).
contrasta con Gloria, la hermana más pequeña de Iris. Él, hombre, puede tener dos
trata de salir del mundo de la prostitución al que le llevó, entre otras cosas, la falta de
autoestima provocada por el padre. Sin embargo, Gloria, como mujer, ya está señalada
75
y, tras ser consciente de que siempre estará socialmente marcada por su pasado como
quiso perder la oportunidad de seguir luchando por la causa en esta segunda obra; y lo
hizo a través del personaje de Alton. Este personaje afroamericano parece proceder de
sofisticado y culto que, entre otras cosas, escribe en el periódico de Sidney, donde ha
recibido alguna llamada de atención por dejar ver su compromiso por los derechos
civiles. Alton está enamorado de Gloria y planea casarse con ella; sin embargo, cuando
racismo, pero un racismo tan arraigado que se ve incapaz de vencer, y la abandona sin
siquiera despedirse. Alton, que creció viendo cómo su familia vivía de “white man’s
leavings” (Hansberry, The Sign, 302) ahora siente que casarse con Gloria sería aceptar
una mujer blanca que no es más que mercancía desechada por los blancos. Por su parte,
Hansberry parece intentar transmitir, a través de esta pareja, que el problema de la raza
y el racismo es mucho más complejo de lo que pareciera a primera vista. Ser racista no
for Godot de Samuel Beckett (Nemiroff, “A Critical”, 223). Sin embargo, la autora tenía
una visión más esperanzadora del ser humano. Por ello, y en respuesta a la obra de
Beckett, en 1961 creó una fábula futurista que en un principio tituló Who Knows
76
Where? como homenaje al personaje de Madre Coraje de Bertolt Brecht50 pero cuyo
años antes de la historia que se nos presenta, se sintió desencantado con la sociedad y
decidió abandonarla. Ahora, al darse cuenta de que pronto morirá, ha decidido volver de
humanidad que consigue encontrar es un grupo de niños de no más de diez años que
viven solos y de una forma primitiva en el bosque. El ermitaño decide intentar civilizar
como de cerámica y alfarería. Más tarde les enseña higiene y les hace llevar ropa;
además, les instruye en el arte y la belleza. Se ha propuesto crear una nueva y mejor
sociedad. Sin embargo, uno de sus alumnos más aventajados, al que llama Charlie, sufre
un ataque de envidia al observar cómo otro niño, Thomas, recibe grandes atenciones por
haber inventado la rueda y esto desencadena ataques violentos entre los niños. Por ello,
convencido de que el ser humano es incapaz de convivir y que, por lo tanto, no merece
sobrevivir, el ermitaño decide dejarse morir. Antes de que esto ocurra, el anciano
aprende, a través de Charlie, que estos niños son los únicos supervivientes de una guerra
nuclear. Tras la muerte del anciano, sin embargo, vemos cómo el terrible mensaje de la
obra da un giro que nos hace pensar que aún hay buenos sentimientos en el ser humano
rueda que rompió Charlie y el resto de niños lo apoyan en silencio, admirando sus
habilidades.
50
La obra de Hansberry comenzó siendo una historia corta. Para crearla, además de en Waiting for Godot
de Beckett se inspiró en Mother Courage and Her Children de Brecht. Las primeras versiones de la
historia de Hansberry están ambientadas en Alemania y comienzan con los niños peleándose entre ellos
por comerse una rata (Perry, 133). La autora fue realizando cambios en la historia y luego aún más en la
versión teatral. Suponemos que tras los diferentes cambios, y a pesar de que la influencia de Brecht seguía
presente, Hansberry pensó que What Use Are Flowers? representaba mejor el espíritu de la obra que Who
Knows Where?
77
Esta pequeña obra es un canto a la esperanza, una defensa de que la raza humana
“Godot”, el ermitaño, que no solo aparece, sino que decide encarar la dura tarea de
pesar de que en estilo y forma es, junto a To Be Young Gifted and Black, la obra más
alejada del realismo y lo “tradicional” de A Raisin, vemos el mismo tipo de final abierto
agridulce en ambas: un final que se supone feliz y esperanzador pero que deja una
los personajes han vencido, pero intuyendo que el camino que les queda por delante
estará lleno de dolor y sinsabores. Hansberry la escribió con la intención de que fuera
emitida por televisión; sin embargo, un tiempo después decidió que volvería a ella para
adaptarla al teatro. Tristemente, murió antes de que pudiera realizar las modificaciones
enorme fascinación por África, que sería alimentada por las explicaciones y libros que
su tío William Leo Hansberry le proporcionaba. Por ello, no es de extrañar que, tras
1960 la autora se decidiera a escribir Les Blancs, obra con la que ilustrar al mundo
occidental sobre la lucha africana por la libertad. Tampoco extraña que fuese capaz de
plasmar tanta mitología y conocimientos sobre la cultura africana en ella. Aunque es una
obra de ficción, la autora se esforzó por mostrar la realidad africana e incluyó a una
persona real, Jomo Kenyatta, político y activista africano que abogaba por la
Amos Kumalo. Sin embargo, también podemos reconocer a Kenyatta en uno de los
78
Matoseh. Se trata de un joven intelectual africano quien, como el Dr. Kenyatta, ha
estado viviendo durante años en Londres, donde tiene una esposa blanca y un hijo.
Tshembe vuelve a casa para asistir al funeral de su padre. Allí, en la misión, se reúne
con sus dos hermanos: Abioseh, quien se está preparando para convertirse en sacerdote
cristiano, y el joven Eric, con quien solo comparten madre, pues luego se nos informa
África, el cual aparece representado por una bailarina que solo él puede ver, lo logra
obligado a matar a Abioseh tras descubrir que este ha denunciado a Peter, otro africano
que trabaja como portor en la misión, a las autoridades inglesas. Otro personaje a
reportaje sobre el Reverendo Neilsen. Morris ejemplifica al típico liberal blanco al que
le gusta defender todo aquello que va en contra de la norma aunque no logre entenderlo
y quien nunca se ve como parte del problema, a pesar de no hacer realmente nada para
asombrará a Tshembe, intenta ganarse la amistad del africano, pero tan solo recibe duras
palabras por parte de este. En la otra cara de la moneda, Hansberry incluyó a dos
personajes blancos que no solo no actúan de forma paternalista, sino quienes además
están convencidos de la causa africana, aunque sepan que pueden ser víctimas de sus
más terribles consecuencias. Una de ellas es Madame Neilsen, esposa del Reverendo y
madre subrogada de Eric. Ama África hasta el punto de reconocer que la muerte de su
79
la causa al precio que sea. El otro es el Dr. Willy DeKoven, quien confiesa no solo que
África le salvó la vida sino que es además consciente de que va a morir y lo acepta
generaron diversas críticas tanto apoyando la obra como condenándola. Quizás Cheney
haya dado en el clavo de por qué hubo tantas personas a las que no agradó. Según la
crítica, la obra no celebra el ideal más defendido por la sociedad americana: la familia.
Gran parte del público no conseguía ni quería entender cómo Tshembe puede matar a su
hermano o Madame Neilsen aceptar y reconocer que es necesario que su marido muera;
Les Blancs no solo sigue mostrando, al igual que las demás obras de la autora, la
necesidad del compromiso por parte del individuo para con ellos mismos o para con la
sociedad sino que además introduce una nueva idea tan revolucionaria como es
por unos hombres para justificar su poder sobre otros. Hansberry pone esta explicación
80
junto a diferentes fotos, formarían la obra The Movement: Documentary of a Struggle
for Equality. Se trata de un libro documental sobre el movimiento pro derechos civiles
que se expandió y popularizó en los Estados Unidos a partir de los años 50. Sus textos y
las fotos que los acompañan, a veces duros, otras esperanzadores, convierten al lector en
testigo directo de una época, de una revolución que modificó la historia de un país y dio
paso a una nueva época y una nueva sociedad más justa e igualitaria.
que la autora había estado escribiendo durante su vida, además de sus recuerdos: fotos,
aquel material, parte de él nunca antes publicado, para crear una obra de teatro que
compilase todos sus trabajos. En 1969 se estrenó así To Be Young, Gifted and Black, una
obra caleidoscópica que mezcla la vida de la autora –explicada al público por una actriz
que la interpreta– con diferentes fragmentos de sus obras tanto publicadas como
inéditas. Además, Hansberry, a veces a traves de la actriz que la interpreta, otras por
medio de grabaciones, habla sobre todo aquello que le preocupa y que forma parte de la
vida diaria no solo de los afroamericanos sino del hombre en general. A través de sus
espectador no solo conoce hechos de la vida personal de la autora sino que consigue
entender de forma clara la filosofía de esta, qué la movió a escribir hasta poco antes de
igualdad. La obra se estenó en Nueva York, en el Cherry Lane Theater, en 1969 y tuvo
la oportunidad, gracias a su gran éxito, de realizar una gira de dos años (1970-1972) que
recorrió gran parte de los Estados Unidos. Tras esto Nemiroff publicó la obra en papel
81
que permite al lector un intenso y profundo acercamiento a la figura de Lorraine
Hansberry.
82
4. Análisis de A Raisin in the Sun.
Lorraine Hansberry decidió sentarse seriamente a crear lo que sería A Raisin in the Sun,
estaba ya muy segura de aquello sobre lo que quería escribir. Habiendo sido educada
por Carl y Nannie Hansberry, Lorraine tenía muy claro que el auténtico propósito de su
arte era el del compromiso con la lucha política y social por la igualdad. A pesar de que
sus ideas políticas hicieron que fuese investigada por el llamado Comité de Actividades
estar más de acuerdo con Brown-Guillory cuando defiende que, pese a los continuos
parecía hablar con la total seguridad de que el cambio a unos Estados Unidos más justos
I am the first to say that ours is a complex and difficult country and
some of our complexities are indeed grotesque […] It is, on the other
hand, also a great nation with certain beautiful and indestructible
traditions and potentials which can be seized by all of us who possess
imagination and love of man. There is, as a certain play suggests, a
great deal to be fought in America- but, at the same time, there is so
much which begs to be but re-affirmed and cherished with sweet
defiance […] There is simply no reason why dreams should dry up
like raisins or prunes or anything else in America. If you will permit
me to say so, I believe that we can impose beauty on our future…
(Hansberry, To be Young…, 129-130)
Hansberry no veía ninguna razón por la cual el arte y la política no pudieran
funcionar juntos. Al contrario, la autora estaba convencida, como muchos otros autores
51
No han trascendido datos sobre el momento preciso en el que Hansberry comenzó formalmente con la
escritura de A Raisin in the Sun. Sin embargo, sí sabemos que le llevó ocho meses de intenso trabajo y
que la terminó en algún momento de 1957. También sabemos que la primera lectura de la obra se realizó
durante una cena que la autora y Nemiroff prepararon en su casa para Philip Rose y que esto ocurrió
durante el otoño de 1957. Suponiendo entonces que una más que emocionada e impaciente Hansberry
organizara la lectura muy poco después de haber dado por terminada la obra, esto situaría el comienzo del
proceso de creación entre enero y marzo de 1957. Sin embargo, también es posible que pasara algo más
de tiempo hasta que la autora reuniera el valor suficiente para atreverse a leer su obra a Rose. En ese caso,
podría haberse sentado a escribirla a finales de 1956.
83
de teatro afroamericano anteriores a ella, de que el teatro, y el arte en general, era una
forma directa, precisa y fácil de hacer llegar el mensaje social y político al pueblo. Por
ello, críticos como Susan Sinnott no pueden estar más acertados cuando reivindican
que, para Hansberry, el compromiso social era el auténtico propósito del arte (Sinnott,
116). Sin embargo, algo que Sinnott parece olvidar mencionar es que, a diferencia de
autores anteriores como DuBois, Hansberry estaba realmente preocupada por el aspecto
“obras poéticas” y “obras sociales” y que consideraban buenas a las primeras mientras
que aseguraban que las segundas carecían de calidad artística (Perry, 108). Hansberry
cometido era “to tell the truth from all its sides, including what is the still bitter epic of
the black man in this most hostile nation (Hansberry, “The Negro Writer…”, 10).
Llegado el momento de decantarse por una temática o ámbito social que representar en
sus obras, Hansberry atendió al llamado de Richard Wright que animaba a los autores
sobre zonas muy específicas de los Estados Unidos, tal como hizo él con su Native Son.
familia Younger. A simple vista, la historia parece sencilla: una familia afroamericana
muerte del cabeza de familia. La viuda, Lena, decide usar la mayor parte de ese dinero
como pago de la entrada de una casa para así poder dejar atrás la insalubridad del
84
la única vivienda digna que puede permitirse se encuentra en un barrio en el que todos
los demás vecinos son blancos. Cuando aún se encuentran en su vivienda habitual, la
apartamento de los Younger para hacerles saber que no serán bienvenidos y ofrecerles
una jugosa cantidad de dinero –una cantidad mayor que el dinero que la familia había
ofendida, rechaza la oferta de Lindner. El hijo de Lena, Walter, que tenía otros planes
para el dinero del seguro, cae en la trampa de un timador de poca monta y pierde el
resto del dinero del que disponían para empezar su nueva vida. Frustrado, y en contra de
los deseos del resto de la familia, llama a Lindner para aceptar su oferta. Sin embargo,
en la que nos instruye sobre una gran variedad de temas que afectaban al afroamericano
medio de la época y los transmite a través de unos personajes sumamente realistas. Cada
uno de ellos tiene tanto un papel específico en la obra como una misión didáctica
determinada y ninguno aparece por casualidad ni como “relleno” de la trama. Tal como
la propia Hansberry refutó a algunos críticos como Nelson Algren o Jonas Mekas, decir
que A Raisin in the Sun es simplemente una obra sobre recibir dinero del seguro o
comprarse una casa es casi tan absurdo como asegurar que Otelo versa sobre un pañuelo
(Hansberry, “Thoughts on Genet,…”, 10) A Raisin in the Sun no solo nos proporciona
una visión realista sobre lo que significaba ser un hombre, una mujer, una anciana o un
niño de color en el Norte de los Estados Unidos de aquella época, sino que además es
una obra profética al introducir una serie de temas que por aquel entonces no eran muy
85
comunes pero que en los años que siguieron al estreno se convertirían en mainstream en
nacionalidad o la clase social, se unieran en pos del bien común. Como Cheney
defiende, A Raisin in the Sun no solo resucitó ideas del Harlem Renaissance sino que
además anticipó la nueva forma de ver el mundo de la década de los 60 (Cheney, 58).
como una única idea, como habían hecho antes los autores de literatura antiesclavista.
también, por lo que en la obra se nos presentan diferentes ideas sobre lo que es la
libertad para cada uno de los diferentes personajes, pero siempre, como acierta a decir
Sinnott, orientadas a conseguir un bien común (Sinnott, xi). Lena quiere libertad para
poder elegir una vivienda más digna para su familia, Walter quiere libertad de
oportunidades para convertirse en el hombre exitoso que sabe que puede ser, Ruth, de
forma parecida a Lena, quiere libertad para poder criar a sus hijos de una forma más
digna, Beneatha quiere estudiar medicina y poder elegir su propio camino y su futuro.
Todos ellos buscan cumplir sus propios sueños, pero, en el camino a conseguirlo, se
darán cuenta de que esto pasa por luchar juntos por el bien común de una familia
individual que no es ni más ni menos que una metáfora de la necesidad de luchar unidos
por el bien de toda la comunidad afroamericana. Porque los Younger no son una familia
ni menos que lo que muchas familias de color experimentaban en su día a día. Esto
incluye los problemas y la violencia racista al querer crear una sociedad igualitaria y
86
libre de segregación racial, ya que las noticias sobre violencia contra los afroamericanos
por acudir a escuelas “blancas” o mudarse a barrios “blancos” estaban a la orden del día.
es capricho, ni casualidad, sino un recurso muy bien pensado y estudiado por parte de la
autora para conseguir el fin político y social al que aspiraba. Es curioso cómo antes de
Hansberry hubo maravillosas obras de teatro escritas por afroamericanos, como puede
ser Trouble in Mind de Alice Childress, que, sin embargo, nunca consiguieron llegar a
Broadway –ni al público blanco– debido a que la denuncia pro derechos civiles que
el público blanco adoraba A Raisin in the Sun, disfrutando las contadas alegrías de la
esperanza por una nueva vida. Fue clave la genialidad de Lorraine Hansberry, quien, en
estructurales las más subversivas y radicales de las ideas. Esto, aunque también creó
ciertos problemas de los que hablaremos pronto, supuso que la autora por primera vez
dejando de lado All God’s Chillun Got Wings o The Emperor Jones, el teatro “de
negros” no era más que una exótica amalgama de bailes, cantos y torpes movimientos y
frases.
4.2 Influencias:
87
Ya hemos demostrado que –al contrario de lo que a veces se ha afirmado– A
Raisin in the Sun bebe de una larga tradición temática de obras afroamericanas. Sin
embargo, hay autores anteriores a Hansberry que también tuvieron una influencia
importante en su primera obra, por lo que se hace necesario pararnos a hablar de ellos.
con la familia Hansberry y a cómo la pequeña Lorraine, con solo diez años, comienza a
leer sus obras y a darse cuenta de quién era ese amigo de sus padres que con toda
naturalidad y familiaridad se sentaba en su mesa a cenar. Una de las cosas que más
admiraba la autora conforme fue creciendo y entendiendo mejor las obras de Hughes era
cómo este conseguía convertir la vida diaria de los afroamericanos en poesía, en teatro,
extrañar que para decidir el título de esta, su primera obra, Hansberry acudiera a la de
Hughes. La primera opción fue “The Crystal Stair”, que es un verso del poema “Mother
to Son”. En esta obra oímos la voz preocupada pero desafiante y fuerte de una madre
que cuenta a su hijo que la vida de un afroamericano es dura, pero le anima e intenta
transmitirle fuerzas para que siempre siga adelante. Leyendo el poema nos damos
88
And reachin’ landin’s,
And turnin’ corners,
And sometimes goin’ in the dark
Where there ain’t been no light.
So boy, don’t you turn back.
Don’t you set down on the steps
‘Cause you finds it’s kinder hard.
Don’t you fall now-
For I’se still goin’, honey,
I’se still climbin’,
And life for me ain’t been no crystal stair.
(Hughes, Collected Works vol.11, 81)
A pesar de que, muy claramente, nos podríamos haber encontrado estas palabras
en A Raisin in the Sun en los labios de Lena y dedicadas a Walter, quizá Hansberry se
dio cuenta de que no era la mejor opción. Para empezar, en su obra hay mucho más que
Lena y Walter e infinitamente mucho más que una madre educando a su hijo sobre la
realidad de ser afroamericano. Además, A Crystal Stair, sobre todo a quien no conociera
la obra de Hughes, podría sugerir que los personajes de la obra llegan a alcanzar sus
sueños sin peligros, riesgos ni sinsabores. Por ello, Hansberry decidió cambiar el título a
A Raisin in the Sun, verso del poema “Dream Deferred” incluido en la obra Harlem del
alcanzar un sueño que a veces parece estar cercano, expresaría mucho mejor los
sentimientos y vivencias no solo de toda la familia Younger sino también de todos los
afroamericanos que esta representa. Sin embargo, sería un error pensar que la influencia
influenciada desde pequeña por la vida y obra del autor, son muchas las huellas de
89
Hughes que encontramos en la producción de Hansberry. Por ejemplo, fácilmente
Shadows”:
Hansberry tomó la forma de crear drama y de representar a sus personajes. Esto, como
hemos visto en un apartado anterior, siempre creó controversia entre los autores, críticos
tradicional carácter político y social del teatro afroamericano, muchos eran quienes
hora de mostrarlos de la forma más humana posible: había personas buenas y malas,
90
muchas otras que no eran ninguna de las dos cosas, nobles, alcohólicos, triunfadores y
personajes que fueran un ejemplo para su raza. Viendo Juno and the Paycock,
emocionado y viera que había belleza en ellos y en su lucha y que todas las personas
merecen que se cuente su historia. A pesar de las diferencias culturales y las enormes
revista Masses and Mainstream en 1950. Sin embargo, está bastante claro que la
influencia del poema de Brooks no se limitó a aquella publicación, pues tiene una gran
influencia en la historia que nos encontramos en A Raisin in the Sun, como muestra, por
ejemplo, el verso “But could a dream send up through onion fumes” (Brooks, 4-5).
Aquello que expresaba Brooks en su poema –junto con la experiencia familiar de las
kitchenettes, por supuesto– impactó e influyó tanto en Hansberry que esta decidió seguir
ahondando en el tema en su primera obra de teatro. Como defiende Imani Perry (Perry,
98), en A Raisin in the Sun Hansberry trata de dar respuesta a aquella pregunta de
Brooks sobre si había lugar para los sueños en una kitchenette, mostrando y ahondando
en el interior de cada una de las personas que habitaban en uno de esos apartamentos en
91
el gueto. A pesar de que, debido al título, al publicar la edición impresa se decantaron
por el poema “Harlem” de Hughes, el “Kitchenette Building” podría haber sido también
hecho de que tan solo un crítico, Gerald Weales, había visto la evidente influencia de
Hansberry quería ahora mostrar los de la típica familia afroamericana y que el público
juzgase el parecido de unos con los otros ¿Estaban también vacíos los valores de la
que ambos personajes son igualmente orgullosos y que muestran un gran resentimiento
por no haber podido llegar a donde ellos querían: “He [Walter] shares with Willy
Loman the acute awareness that something is obstructing some abstract progress that he
feels he should be making; that something is in the way of his ascendancy. It does not
occur to either of them to question the nature of this desired ‘ascendancy’” (Hansberry,
“Willie Loman”, 8). La autora también defendía que la razón por la que el público y los
más ni menos que al racismo; y aseguraba que muy pocos eran los que habían
conseguido ver a Walter sin el disfraz de exotismo que la sociedad americana llevaba
imponiendo en los personajes de color durante siglos (Hansberry, “Willie Loman”, 7)52
52
Para más detalles e información sobre la influencia de Death of a Salesman en A Raisin in the Sun,
consultar mi TFM Versions of Realism in Arthur Miller’s Death of a Salesman and Lorraine Hansberry’s
A Raisin in the Sun.
92
Ya hablamos sobre la influencia de Native Son de Richard Wright en A Raisin in
the Sun. Sin embargo, esto no debe tomarse como muestra de admiración de Hansberry
negros en su obra. En su opinión, compartida por otros autores como James Baldwin,
productos fabricados por la opresión que como seres humanos complejos, ayudando así
a alimentar la idea que tanto había sido defendida por los blancos: los afroamericanos
no sienten ni piensan como ellos. Como forma de equilibrar el mal que ella pensaba que
Wright había hecho a su propia gente, Hansberry hizo diferentes guiños a la obra del
espejo. Imani Perry muestra de forma muy clarificadora algunos de estos casos (Perry,
124). De ellos, el más brillante es sin duda la imagen de la “rata”. En Native Son una de
las primeras tareas de Bigger Thomas es matar una rata. En A Raisin in the Sun son
múltiples las veces en las que las ratas aparecen, de forma física o metafórica. La
primera ocurre en el primer acto, escena uno, cuando Lena cuenta a Ruth que está
pensando en comprar una casa cuando les llegue el dinero y Ruth se refiere al
apartamento en el que viven como “rat trap” (Hansberry, A Raisin, 44). Lena se queda
hablando de sueños, bonitos recuerdos y esperanzas. Más tarde, Travis, como Bigger
Thomas, persigue a una rata junto a sus amigos en la calle. Rápidamente, al darse
cuenta, las mujeres de la familia le ordenan que suba y abandone el brutal juego.
Cuando Travis, entusiasmado con la macabra caza, intenta dar detalles en casa, Ruth le
93
tapa la boca y lo abraza fuertemente, haciendo grandes esfuerzos para no gritar53
(Hansberry, A Raisin, 59). Sin lugar a dudas, la referencia más significativa es cuando
Beneatha describe a Walter como una “toothless rat” (Hansberry, A Raisin, 144). Esto
da pie a uno de los fragmentos más icónicos de la obra, aquel en el que Lena le dice a
fragmento coronado con aquel “measure him right” (Hansberry, A Raisin, 145).
comenta que ocurre “sometime between World War II and the present” (Hansberry, A
Raisin, 22). Al comienzo, Walter, mientras lee el periódico, comparte con Ruth una
noticia que anuncia que el Coronel McCormic54 está enfermo. Esto situaría la obra entre
1945 –final de la II Guerra Mundial– y 1955, fecha en la que murió el coronel. Sobre
Lena, nos dice que está en sus “early sixties” lo cual la situaría entre los 61 años y los
conversación entre Lena y Ruth descubrimos que Lena emigró a Chicago desde el Sur
ya casada con Walter padre y se mudaron al apartamento de Chicago a las dos semanas
de casarse. Por lo tanto, Walter, su hijo mayor, ya es nativo de Chicago. Muchas veces,
por lógica, quizás, se ha imaginado a Lena y su marido como parte de aquella gran masa
53
Esta escena no está presente en todas las ediciones impresas.
54
Abogado, edil por el partido Republicano de Chicago y oficial distinguido durante la I Guerra Mundial,
donde obtuvo el grado de coronel. Tras su muerte, en abril de 1955, se creó una fundación con distintos
fines benéficos.
94
dividida entre dos periodos, el primero de 1916 a 1940 y el segundo de 1940 a 1970.
Incluso en el caso de que Lena tuviera 64 años, hubiera nacido en 1881 y fuese de las
primeras en migrar, esto no sería posible ya que significaría que la matriarca de los
Younger habría llegado a Chicago con un mínimo de 35 años. Si tenemos en cuenta que
Walter, su hijo mayor, tiene 35 años, deducimos que Lena contaba con un mínimo de 26
esto, nos quedan dos opciones: o bien Lena y Walter padre migraron antes de 1916, y
nunca formaron parte de esa gran masa de afroamericanos que llegaron al Norte
cierta incongruencia de fechas. Walter, nacido entre 1910 y 1920, tiene 35 años. Ruth,
nacida entre 1915 y 1925, cuenta con unos 30. Llevan 11 años casados –Walter tenía
unos 24 años cuando se casó y Ruth unos 19. Sin embargo, la autora nos dice que Travis
tiene unos diez u 11 años. Esto significaría que o bien, en el caso de que tuviera diez
años, el embarazo llegó muy pronto tras la boda o bien Ruth y Walter se casaron cuando
especificado mejor la edad del joven Travis, aclarándonos si nació o no dentro del
matrimonio.
de hechos históricos en la pieza –más allá de los puramente relacionados con los
problemas sociales a los que se enfrentaban los afroamericanos. Tanto Lena como su
95
marido eran adultos durante las dos Guerras Mundiales (aunque no sabemos si Walter
padre aún vivía cuando comenzó la II Guerra Mundial) y Walter y Ruth lo eran durante
la II Guerra Mundial; sin embargo, ni siquiera sabemos algo tan importante, básico y
que puede dejar tantas secuelas psicológicas y económicas en una familia como es si
Walter Lee o su padre sirvieron durante alguno de los conflictos. Tampoco hay mención
a la Gran Depresión. Es cierto que Lena comenta que cuando se mudaron al piso de
Chicago lo hicieron con la intención de ahorrar para comprarse una casa al año siguiente
y que, muy a su pesar, jamás pudieron hacerlo. Sin embargo, la Gran Depresión se dio
entre 1929 y 1939. Walter, su primer hijo, nació entre 1910 y 1920, por lo cual, y
aunque más adelante les pudo haber afectado, la mencionada crisis económica no pudo
ser la causa que les impidió mudarse al año de llegar a Chicago. Es lógico preguntarse
por qué Hansberry, tan exacta en su descripción del apartamento de los Younger o en el
aspecto físico de la familia, no fue más específica con la fecha en la que se desarrolla la
trama o las edades de algunos de los personajes. Quizás, así, la autora quería evitar
afroamericanos con los personajes. En este sentido, como defiende Catherine Scheader,
para la autora fue realmente decisivo el comprobar que los espectadores afroamericanos
habían reconocido en los personajes de A Raisin a sus propias abuelas, madres y demás
Sinnott, como algunos otros críticos, defiende que el hogar de esta familia es una
réplica exacta de las famosas kitchenettes creadas por el padre de la autora durante la
Depresión y que tan comunes eran en las zonas deprimidas del Norte de los Estados
Unidos de la época (Sinnott, 6). A pesar de que no se puede decir que la crítica esté
equivocada, existe algún “pero”. Las kitchenettes solían constar de una pieza principal
96
que hacía de sala de estar, comedor, cocina y, en el caso de la obra, también de
dormitorio del joven Travis. En A Raisin in the Sun vemos a la izquierda el dormitorio
encontraba en el rellano y se compartía con los vecinos. Esto haría del hogar de los
del casero, que, como explica Hansberry, considera la zona de la cocina (situada en el
salón, al fondo) otra habitación aparte por encontrarse a diferente altura que el resto
(Hansberry, A Raisin, 24). En cualquier caso, y aun considerando que tuvieran tres
las kitchenettes ya que en muchas ocasiones estas contaban con tan solo dos o incluso
dependiendo de los gustos decorativos de la familia sino para ocultar las zonas más
palabra “tired” (Hansberry, A Raisin, 23) para describir el mobiliario, ya que es también
este adjetivo el más usado para hablar del estado anímico de los habitantes. No podemos
estar más de acuerdo con Brown-Guillory cuando defiende que el estado de los muebles
simbolizan dos cosas: la lucha y los sueños aplazados (Brown-Guillory, 66) El único
punto de luz natural y ventilación en toda la casa –con la claustrofobia que ello
esta ventana y la luz natural procedente o no de ella –junto con el de la planta de Lena
de la que hablaremos más adelante– es uno de los más importantes en la obra y al que
recurre la autora para transmitir los miedos, incertidumbres y sueños de los personajes.
largo de unas semanas que, gracias a Ruth, sabemos que se sitúan en septiembre
97
(Hansberry, A Raisin, 82). Por ello, y teniendo en cuenta el tiempo en Chicago, es más
que realista que los personajes comenten que está empezando a hacer frío por las
mañanas y noches, pero que no digan lo mismo de las primeras horas de la tarde. Sin
embargo, de estas semanas solo vemos cuatro días: dos viernes y dos sábados.
Recordando que estamos tratando con una familia que ni aun habiendo conseguido una
cantidad grande de dinero extra se puede permitir dejar su trabajo o tomar vacaciones55,
es comprensible que la trama tenga lugar alrededor del fin de semana. Esto también
qué ocurre con los domingos y por qué Hansberry no ha desarrollado parte de la trama
trama se requiere que los protagonistas estén, en parte, libres de sus obligaciones pero
que haya gente trabajando (la inmobiliaria, los de la mudanza…) es muy lógico que la
autora haya centrado toda la historia en viernes y sábado. El primer acto comienza un
viernes por la mañana, y así podemos ver a la familia, ajetreada, preparándose para un
consigue tener gente por casa. Sabemos que Walter trabaja los sábados por la mañana,
pero otros personajes están libres. Beneatha y Travis no tienen clases; Lena, quien da la
impresión de no tener un trabajo fijo, sino que acuerda ir a diferentes casas dependiendo
de su propia disponibilidad y las necesidades de los clientes, no trabaja ese día; Ruth ha
podido ir a ver a una doctora, algo que no podría haber hecho durante la semana, por su
ofrecen sus servicios. El que sea sábado por la mañana también es determinante por el
asunto del cheque; es necesario que haya correo, pero también el mayor número de
55
En Estados Unidos ni existía ni existe por lo general el derecho a vacaciones laborales tal como las
entendemos, por ejemplo, en Europa.
98
gente en casa para dotar a este momento del dramatismo y la ceremoniosidad que
merece.
El segundo acto comienza el mismo sábado con el que termina el primero, pero
por la tarde. Esto de nuevo nos permite ver más de los personajes. Por ejemplo,
dispuesta a salir con su pretendiente. Esta vez, siendo sábado por la tarde, también
conocemos mejor a Walter, quien, es evidente, ha tenido incluso tiempo para ir a los
bares a beber y ha vuelto a casa en un más que evidente estado de embriaguez. Lena ha
podido realizar los trámites necesarios con la inmobiliaria y vuelve a casa con las
noticias. Para la segunda escena nos desplazamos a unos viernes más tarde por la noche,
el primer momento de la semana en el que los personajes están libres de sus quehaceres.
La novedad es que empezamos a ver signos de mudanza, que debe de haber sido
organizada por Ruth y Lena, puesto que Walter, deducimos, no está en condiciones y
Beneatha llega de fiesta con George. El que este viernes por la tarde (una semana y un
día antes del acordado para la mudanza) hayan comenzado los preparativos para la
misma nos muestra dos cosas. Por una parte, que ambas mujeres, o al menos una de
ellas, tiene tantas ganas de mudarse que incluso, aunque debía de estar cansada tras
pasar el día trabajando, se ha puesto manos a la obra. Por otro lado, y desde un punto de
vista más práctico, son conscientes de que deben usar cada minuto libre que tengan para
adelantar con la mudanza, ya que les resultará más difícil sacar tiempo durante la
semana. Es en esta escena donde nos damos cuenta de que Walter también trabaja los
sábados, pues su jefe llama y nos hace saber que el padre de familia se ha ausentado de
su trabajo en los últimos tres días y que si no aparece al día siguiente, sábado, puede
considerarse despedido. No obstante, por la escena primera del acto dos, entendemos
99
La tercera escena del acto dos y el acto tres por completo se desarrollan en un
sábado, pero una semana más tarde y con una hora de diferencia entre ambas. En
contraste con lo que ocurre con las otras escenas, no especifican en qué momento del
sábado tiene lugar, pero teniendo en cuenta que incluso Walter se encuentra en casa –y
que todo parece indicar que finalmente no perdió su empleo– deducimos que es sábado
por la tarde, no por la mañana, aunque lo suficientemente temprano en la tarde para que
4.4. Temas.
Una de las características que hacen de A Raisin in the Sun una obra tan rica es
hacer que la obra completa, así como sus personajes, viren a su alrededor. Hansberry no
quería crear personajes; quería personas. Las personas reales tienen que hacer frente a
común. Tal como Perry, muy acertadamente, intuía, la autora sabía muy bien que los
seres humanos viven y aman y desean dentro del régimen económico y racial en el que
viven (Perry, 109). Por ello, a pesar de que se puede identificar el problema de la
vivienda y la práctica del restrictive covenant como espina dorsal de la obra, dentro de
4.4.1. El racismo.
100
Sin lugar a dudas, el racismo es el tema principal de A Raisin in the Sun.
También es el hilo conductor que unifica todos los demás temas y la columna vertebral
de la pieza. Por ello, aunque más tarde, cuando analicemos los personajes de la obra,
volveremos a hablar de este tema y a analizar cómo afecta a cada uno de ellos, es
necesario apuntar ahora algunas pinceladas sobre el racismo como asunto general.
denunciar la segregación racial en el Norte de los Estados Unidos era algo que, según
donde la autora trataba el tema. En uno de ellos, Clarise, una mujer negra embarazada,
pasa las noches sola en su casa de un barrio blanco con una pistola sobre las piernas
mientras su marido trabaja (Perry, 14). En otra, la protagonista, de nuevo una mujer
negra cuya casa ha sido asaltada por sus vecinos blancos, le pide a la policía que se
quede con ella. El policía, blanco, la acusa de estar exagerando un incidente sin
importancia: “Jesus, these people wouldn’t have bothered you no ways if you was in
cuanto al racismo. Entendía que cuando eres negro en un país sistemáticamente racista
el racismo no es un detalle más de tu vida sino un factor que determina todos los demás
“He [Carl Hansberry] died […] of a cerebral hemorrhage, supposedly, but American
racism helped kill him” (Ross). Tanto Lorraine como su hermana, Nannie, aseguraron
racismo al que su padre tuvo que hacer frente durante toda su vida tuvieron mucho que
101
Sin lugar a dudas, la autora supo plasmar la complejidad de lo que significaba
ser víctima de una sociedad racista en su primera obra, donde el racismo no se limita al
hecho de que sus nuevos vecinos han recaudado dinero para convencerlos de que no se
muden. Al igual que años antes hiciera Eulalie Spence en The Starter, Hansberry
denuncia cómo los afroamericanos tan solo tenían acceso a los trabajos peor
Lena ni Walter ni Ruth hayan tenido acceso a una educación que les permita tener un
mejor trabajo, el racismo está en que Ruth tenga que ir a trabajar aun sintiéndose mal, y
también en que se tenga que plantear abortar porque no tiene medios ni espacio para un
nuevo miembro en la familia. El racismo está en que Lena aún tenga que seguir
trabajando a un ritmo tan duro que, al final del día, apenas puede con el peso de sus
piernas. El racismo está en que Travis no disponga de los 50 céntimos que le reclaman
en la escuela a pesar de vivir en una familia en la que hay tres adultos con empleo. Y,
situación a través del personaje de Beneatha. La hija de Lena representa a esa nueva
algún día, poder acceder a un puesto de trabajo que no solo les sirva de forma personal
para salir de la pobreza sino que les prepare para ayudar a su propia comunidad. Aun
cubrir los gastos de la universidad y esto nos deja con la duda sobre cómo conseguirá
Beneatha pagar la universidad. En caso de poder asistir, ¿podrá concluir sus estudios?
La propia Hansberry confesó que la presión racista que sufrió dentro del campus
102
universitario fue tal que finalmente se rindió y no vio otra salida más que abandonar sus
estudios sin haber terminado ¿Le ocurrirá lo mismo a Beneatha? En cualquier caso,
quizá con lo que deba quedarse el espectador es que hay toda una nueva generación de
opresión, como sucedía con generaciones anteriores, sino que además saben identificar
el origen de esta y las múltiples caras del racismo. Es una generación que ya no siente
sociedad; tienen la certeza de que deben tener los mismos derechos y oportunidades que
los blancos en todos los ámbitos de la vida; y están dispuestos a luchar para acceder a
ellos.
africanismo que aún seguía bastante lejos del ciudadano afroamericano medio. En su
obra, la autora, con el humor que le caracterizaba, usa a Lena Younger para poner en
sus habitantes. Cuando Beneatha anuncia a su madre que Asagai viene a visitarle, y
esta, distraída, le dice que cree que nunca ha visto a un africano, Beneatha le pide que
no le haga al chico preguntas ignorantes sobre si los africanos usan ropa. Tras recibir un
pequeño e ilustrativo rapapolvo por parte de su hija, Lena, que quiere hacer que esta se
sienta orgullosa, le repite a Asagai todo lo que su hija le ha echado en cara poco antes,
103
Mama: Well, you are quite welcome. I just hope you understand that
our house don’t always look like this. (Chatterish) You must come
again. I would love to hear all about- (Not sure of the name)- your
country. I think it’s so sad the way our American Negroes don’t know
nothing about Africa ‘cept Tarzan and all that. And all that money
they pour into these churches when they ought to be helping you
people over there drive out them French and Englishmen done taken
away your land. (The mother flashes a slightly superior look at her
daughter upon completion of the recitation). (Hansberry, A Raisin, 64)
Y es que aquel “Why should I know anything about Africa?” que Lena, indignada, soltó
a su hija poco antes, resultaba ser la actitud más común de los afroamericanos hacia
África en aquella época. No entendían ni veían una conexión real con un pueblo que
para ellos no era más que aquel lugar lejano del que en un pasado un tanto remoto
americano. Esto se traducía en una vergüenza general al estar convencidos de que todo
lo que su gente había hecho en la vida había sido servir y obedecer, rodeados de
necesario educar a los afroamericanos sobre su propia historia previa a Estados Unidos
para despertar en ellos el orgullo por sus raíces y dotarlos de más amor propio que les
proporcionara dignidad para luchar contra las injusticias diarias. Susan Sinnott defiende
que Hansberry fue una de las primeras autoras en la historia del teatro en conectar a los
afroamericanos con África (Sinnott, xii). Sin embargo, como mencionamos antes,
algunos autores como Du Bois, McCoo o Gunner ya habían intentado llevar esta tarea a
cabo. Lo que sí es cierto es que no fue hasta Hansberry cuando África se introduce
sobre los escenarios de Broadway de una manera tan formal como natural ante los ojos
104
de una serie de personas, blancas y negras, quienes, como Lena, solo la conocían por
Tarzán y realmente creían que los africanos deambulaban desnudos y con un hueso
atravesándoles la nariz.
Teniendo en cuenta esto, no deja de ser curioso que la primera persona que nos
introduce África en la obra resulte ser, aunque sin consciencia de ello, Lena Younger.
En las acotaciones que acompañan su descripción, Hansberry dice de ella que “Her
bearing is perhaps most like Southwest Africa- rather as if she imagines that as she
walks she still bears a basket or a vessel upon her head” (Hansberry 1, 39). Sin
embargo, tiene sentido si pensamos sobre qué representa Lena, es decir, la matriarca, las
raíces, el pasado que respalda y apoya al presente –Walter, Beneatha y Ruth– y al futuro
–Travis. No es necesario que Lena sepa nada de África porque ella en sí es África, el
hogar.
También hay mucho de África en Walter Lee. A primera vista nunca habríamos
pensado que alguien como el hijo de Lena pudiera tener conocimientos sobre el
continente africano o sus habitantes. Sin embargo, cuando llega a casa tras haber estado
regalado, Walter entra en una especie de trance (“Then his eyes look off –‘back to the
past’– as he lifts both his fists to the roof, screaming” [Hansberry, A Raisin, 77]) y de
Jomo Kenyatta, reconociéndolo como líder a la vez que se refiere a sí mismo como un
guerrero. Durante este fragmento –que nos recuerda bastante a otro que la autora
incluiría en Les Blancs– Walter deja de ser un marginado social que vive maltratado por
la vez lo que es importante para él. En su ensoñación, además, y sin saberlo, sigue la
105
tímidamente empezando a convertirse en un movimiento social en los Estados Unidos y
llama a sus “black brothers” (Hansberry, A Raisin, 81) a unirse y luchar todos juntos.
mujer negra, joven y moderna quien, debido a su contacto con el mundo cosmopolita e
historia y raíces. Beneatha y Asagai no se conocen por casualidad, sino porque la chica
se dirige a él para pedirle que le ayude a encontrar su identidad; es decir, que la ilustre
sobre su propia historia y cultura, aquello que tradicionalmente se le ha negado por ser
descendiente de esclavos en Estados Unidos. Así, durante las dos ocasiones que aparece
revolución.
muestra una gran admiración e imita una cultura ajena y opresiva sino que también
muestra un desprecio hacia la propia, que suele estar oprimida. En el teatro de los años
50 (también en los 60), nos recuerda Brown-Guillory, era muy común que los
106
(Brown-Guillory, 117) y solían hacerlos interactuar especialmente con el personaje
activista –en nuestro caso, Beneatha– para que el contraste entre ambos hiciera más
un hombre, rico, universitario, obsesionado por la moda y todo aquello que suene a
gustos refinados, arrogante, y que muestra un total desprecio por África, las raíces, la
con pasión y orgullo, George, con ese aire de superioridad que siempre muestra sobre
Beneatha, no sabemos si por ser mujer o por ser pobre, se burla: “Let’s face it, baby,
your heritage is nothing but a bunch of raggedy-assed spirituals and some grass huts!”
(Hansberry 1, 81). Es también George la persona que Walter Lee tiene delante cuando
primavera de 1947 (Perry, 23). Los estudiantes blancos del instituto de Lorraine,
recordaría que tanto ella como sus compañeros afroamericanos, todos de familias
comenzó a oírse otro clamor: el de los estudiantes de la Wendell Phillips High School,
estupefacta, e incluso un poco asustada, mientras invadían el espacio con sus gritos,
conocían y con los que poco tenían en común más que el ser negros. En alguna ocasión,
la autora incluso puso voz a lo que debió mover a aquellos estudiantes: “WE BETTER
establecida para no romper el status quo; Walter Lee y George Murchison. Y por ello,
como veremos más detalladamente cuando analicemos estos dos personajes, Hansberry
no duda en enfrentarlos entre sí para ejemplificar por una parte el esnobismo y el miedo
de las élites negras hacia los afroamericanos pobres –imposible ignorar el enorme alivio
violento encuentro con Walter– y por otro la ira de los pobres causada tanto por la
actitud altanera de los ricos como por la vergüenza e incomodidad que sienten al estar
frente a esa minoría que, a primera vista, parece haber alcanzado ese sueño americano a
pesar del color de su piel. La visión de George y la calma –solo aparente– con la que
este contesta a sus ataques enfurecen aún más a Walter, porque le hacen más consciente
de que, tal como le dice Ruth: “There are colored men who do things” (Hansberry, A
Raisin, 34).
108
La vergüenza e incomodidad en este contexto no es exclusiva de Walter y
pretendiente de su cuñada. Durante los escasos momentos en los que Ruth y George
están en escena juntos vemos a una Ruth diferente, que se muestra “embarrassed for the
demonstrate the Civilization of the family” (Hansberry, A Raisin, 82). Para evitar
consigue acabar dirigiendo hacia él mismo para llenar su propio ego a través de la
admiración de la mujer.
Mediante esta dinámica, Hansberry seguramente buscaba dos fines. Por una
los blancos, no era una masa homogénea sino grupos de individuos entre los que había
jerarquías sociales tan complejas como las de los blancos. Por otra parte, intentaba
llamar la atención sobre la necesidad de luchar juntos por una igualdad y bien común
que estaban mucho más lejos de la realidad de lo que las élites económicas
Lorraine Hansberry nunca ocultó que la relación con sus padres, y sobre todo
con su madre, fue bastante complicada. Aunque el carácter reivindicativo y activista del
matrimonio Younger era más que evidente, sus ideas políticas, de las que ya hablamos
anteriormente, eran tan diferentes de las de la propia Lorraine que esta tardó en entender
109
que aquello por lo que ella luchaba no era tan diferente de lo que buscaban sus padres y
que la falta de identificación no era más que el resultado de que “Daddy really belonged
relación de Lena Younger con sus dos hijos, se darán ejemplos concretos sobre cómo en
diferentes generaciones a pesar de que, al fin y al cabo, todos han luchado y/o luchan
por lo mismo. Sin entrar ahora en más detalles, es necesario anunciar que este es uno de
Una de las características de las obras de Hansberry que más han dado que
hablar es el hecho de que, a pesar de tener pruebas de que la autora era una ferviente
feminista, la mayoría de sus protagonistas principales son hombres. Así ocurre en The
Sign in Sidney Brustein’s Window, en What Use are Flowers y en Les Blancs. En gran
parte, también ocurre con The Drinking Gourd y A Raisin in the Sun, ya que en ambas
Centrándonos en esta última obra mencionada, que es la que nos ocupa, sería interesante
afroamericana a través de las tres mujeres tan diferentes que en ella aparecen.
Policy Planning and Research, 12). De acuerdo con E. Franklin Frazier, “at the time of
emancipation Negro women were already accustomed to playing the dominant role in
family and marriage relations, and […] this role persisted in the decades of rural life that
110
followed” (Office of Policy Planning, and Research, 17), para añadir justo después que
esto era aún más común en las familias de zonas urbanas. La familia Younger, habiendo
sido creada para representar fielmente la realidad, no podía salirse de esta estadística.
La primera vez que Lena aparece en escena lo hace reprochando que alguien
esté dando portazos en casa. Lena comienza el día, y la obra, intentando poner paz,
embargo, conforme nos vamos adentrando en la obra nos damos cuenta de que el papel
dominante que Lena ejerce en su familia se debe más a la costumbre de ser la madre, la
adulto responsable, que a un planteamiento feminista. Prueba de ello es que, tras ver
lado y pasarle el testigo a Walter, quien ella misma reconoce que debe ser el cabeza de
familia por ser hombre. Incluso cuando Walter fracasa en su cometido de cuidar de la
familia y acaba perdiendo todo el dinero, es él quien sigue tomando por su cuenta
Tampoco debemos pasar por alto el poder que la fuerza arrolladora de Lena
ejerce sobre todos los personajes de la obra. No hay que olvidar la generación a la que
pertenece Lena y el ambiente en el que ha crecido nos dan una pista sobre el tipo de
educación que recibió a lo largo de su vida. Todo lo que Lena hace es por su familia, y
absolutamente todas sus aspiraciones están orientadas a que disfruten de una vida mejor,
porque eso es lo que aprendió que una mujer, una madre, debe hacer. Sin embargo, lo
lleva a cabo con una fuerza, determinación y seguridad que, quizá sin ella darse cuenta,
la lleva a ocupar un lugar en el mundo tan por derecho propio y tan real que no podemos
evitar ver una simiente feminista que será determinante para la generación de mujeres
111
Beneatha, la joven de los Younger, es una representación de la mujer intelectual
ámbito, se siente dueña de sus propias palabras, pone en duda la existencia de Dios y
desafía los convencionalismos sociales más cimentados. Beneatha es una mujer pobre y
negra que quiere ser médico. Su forma de entender la vida hace que a veces tenga
enfrentamientos con los demás adultos de la familia. Con Walter tiene sus más y sus
entender esa necesidad en una mujer aquello que más les enfrenta. Beneatha no está
dispuesta a aceptar las máximas que se le imponen por su feminidad sin someterlos a su
juicio propio. A diferencia de Lena y Ruth, no organiza su vida mirando hacia el interior
de la vida familiar, el hogar, sino hacia fuera, el mundo. No se conforma con ser esposa
y madre: su prioridad es sentirse realizada y, aunque ella misma reconoce que lo más
seguro es que se case algún día, “first I’m going to be a doctor” (Hansberry, A Raisin,
50).
matrimonio nos recuerda mucho a la angustia que Nannie Hansberry sentía al ver que
los años pasaban y Lorraine no le presentaba a ningún hombre que se postulara como
futuro marido. La inclusión en la obra de dos pretendientes hace que también veamos la
forma en que una mujer como Beneatha entiende las relaciones y lo que está o no
dispuesta a aceptar. Por una parte tenemos a George Murchison, el más conservador de
los dos. Lo primero que llama la atención es la forma en la que trata a Beneatha, más a
modo de complemento que como a un ser humano. A pesar de que ambos estudian en la
universidad, mientras que para George lo que él hace es de suma importancia, las
con la misma seriedad que si la chica le dijera que está haciendo un curso de punto de
112
cruz. También le molestan las ideas políticas de Beneatha, a la que regaña, y en una
ocasión llega a ordenarle que se cambie de ropa y le insiste varias veces en que lo único
de lo que ella debe preocuparse es de estar guapa: “You’re a nice-looking girl…all over.
That’s all you need, honey, forget the atmosphere […] I want a nice –(groping) – simple
saber qué fue lo que, en un principio, hizo que Beneatha se sintiera atraída por George.
entendemos que acabase decidiendo que no quería tener nada más que ver con él. En
de excelente ventana para que el espectador sea más consciente de las presiones y
parece tener toda la atención de Beneatha. Sin embargo, y a pesar de lo interesante que
su relación con Beneatha. Si bien es cierto que Asagai trata a la joven de los Younger
con mucho más respeto que Murchison, no deja de tener en demasiadas ocasiones una
como “Young creature of the New World” (Hansberry, A Raisin, 136). Varias veces
Asagai se comporta como un hombre manipulador que no respeta los límites ni tiempos
de Beneatha e intenta imponerle una relación en la que él marca los términos y de la que
que la chica siente por su pretendiente es más que evidente, aquí también Beneatha se
muestra como una mujer fuerte, decidida y con las ideas mucho más claras de lo que
113
parece creer Asagai y cuando él le dice que tan solo puede existir un tipo de sentimiento
entre un hombre y una mujer, ella le contesta que la única razón por la que él tiene esa
idea de las relaciones es porque lo que sabe lo ha aprendido de novelas escritas por
las mujeres se quedaban apartadas de la lucha por los derechos civiles y que mientras
los hombres afroamericanos luchaban por la igualdad con el hombre blanco, a menudo
muchos de ellos seguían tratando a sus compañeras como simple apoyo, sin escuchar
tener la equivocada idea de que Ruth no es más que una madre y esposa sumisa más
cerca de su suegra que de los clamores feministas de su cuñada. Sin embargo, Ruth nos
sorprende con algo que desmonta totalmente esta teoría: ha tomado la decisión de
nuevo retoño de una vida dura como de, a la vez, no añadir otra boca y razón de estrés a
deshacerse de él. Estas podrían ser las razones más evidentes por las que la mujer
mantiene el secreto. Sin embargo, teniendo en cuenta su relación con Walter y los
miedos que Lena expresa a que Ruth se acabe hartando de su marido, no sería muy
descabellado pensar que está contemplando divorciarse. Ruth, sin llegar a hablar de
revolución o del derecho de la mujer a recibir una educación, como hace Beneatha,
114
maternidad y su propio cuerpo sin pedir permiso a su marido. Se erige así en dueña de sí
misma.
4.5. Personajes.
no era una representación –mucho más modesta– de su familia. A pesar de ello, y como
circunstancias para crear el universo de A Raisin in the Sun. Dejando a un lado el tema
de la mudanza a una casa en un barrio blanco y sus consecuencias –que, como ya hemos
mencionado antes, no era una excentricidad de los Hansberry sino algo que en la época
seguía ocurriendo con cierta frecuencia– hay otras casualidades algo más extrañas. Por
ejemplo, según el abogado y autor Truman Gibson, Carl Hansberry una vez fue víctima
de una estafa muy parecida a la que experimenta Walter Younger. Al parecer, dos
hombres le hicieron creer que podía hacerse rico rápidamente invirtiendo en un negocio
encontró en una situación tan desesperada como Walter, ya que, a pesar de haber
invertido una gran cantidad de dinero, no se trataba de todos los ahorros de los que
disponía y pronto, con su ingenio, consiguió superarlo (Gibson, 48). Imani Perry, por
su parte, cree ver en el cheque de 10.000 dólares que reciben los Younger una referencia
a un recuerdo de la autora, ya que esa es justo la cantidad de dinero que los Hansberry
Chicago durante el siglo XX, en ellos, en sus circunstancias, en sus luchas y en aquella
necesidad que Hansberry clamaba y que hoy siguen defendiendo los Youngers de los
Estados Unidos del siglo XXI: “We must come out of the ghettos of America, because
the ghettos are killing us; not only our dreams…but our very bodies” (Hansberry, To Be
Young, 131-132).
Cuando los espectadores vieron subir por primera vez al personaje de Lena
Younger al escenario poco podían imaginar que estaban siendo testigos del surgimiento
la vez aquel con el que más cómodos se sentían y mejor reconocían. Se trata, pues, de
ideas más radicales en Broadway, despertando, a la vez, una gran ternura en los
espectadores blancos.
estadounidense. Es una mujer que ya ha cumplido los 60 años, tiene el pelo blanco, y el
56
Y fuertemente inspirado por Alice Childress, debemos recordar.
57
El adjetivo que Hansberry usa para describir el color de Lena es “dark-brown”. Con esta descripción no
se está limitando a decir que Lena es negra, característica que el lector ya puede intuir de antes, sino que
no es una “light-skinned”, una mujer de piel marrón claro, sino una mujer con la piel muy oscura dentro
de la gama cromática de piel de las personas afrodescendientes. Este detalle, ligado a la idea de belleza,
también es revolucionario, pues aún hoy socialmente existe la lucha para intentar cambiar el ideal de
116
gran belleza (Hansberry, A Raisin, 39). Esta descripción es mucho más que la definición
determinantes en la obra.
afroamericana, del que ya hemos hablado, nos damos cuenta de que, a través de Lena,
podría parecernos que Lena es la encarnación de la “perfección”: una mujer que, por la
costumbre de cuidar de los demás, parece haberse olvidado de ella misma y tiene una
determinación y unas ganas de luchar que sobrepasan a las de los demás personajes más
jóvenes. Lena es una mujer mayor, trabaja fuera de casa y en su propio hogar, pero aún
tiene energía para velar por su familia. Es Lena la que tras la pérdida del dinero decide
que hay que seguir adelante con sus vidas y se dedica a los quehaceres diarios mientras
Beneatha de que se ponga su albornoz (el albornoz de Lena) ya que hace frío,
privándose así ella misma de la protección que le ofrece su propia prenda de vestir para
delgadez de las mujeres de la familia y les insiste para que coman más. Uno de los
momentos en los que más se muestra la enorme ternura de Lena es en la segunda escena
del primer acto, cuando Ruth se desmaya y Lena la cuida como si estuviera tratando con
belleza que estigmatiza a las personas afroamericanas con la piel oscura y presenta a aquellas con piel
clara como modelo al que aspirar.
117
tranquiliza diciéndole que todo saldrá bien y que para cuando despierte le tendrá
nieto Travis, al que mima sin mesura, Lena tiene cuidados y cariño para todos; incluso
madre con él y pedirle que vaya de vez en cuando a dejar que le prepare una cena
casera. La vida de Lena es lucha y sacrificio por aquellos que tiene a su alrededor, tanto
que en su cabeza la idea de usar el dinero del seguro para su propio beneficio y
diversión, como le sugiere Ruth con su “Forget about the family and have yourself a
ball for once in your life” (Hansberry, A Raisin, 43), le resulta tan extraña que bordea la
ridiculez. Lena es una mujer de valores tradicionales y por ello no cuestiona la idea de
familia, aunque tenga que lidiar con un marido que, según oímos, no fue el mejor de los
compañeros, o tenga que trabajar más horas para poder dar una vida mejor a ese nuevo
nieto que viene en camino y con el que solo ella parece estar ilusionada.
nos dice Cheney (Cheney, 64), lo hace con la de religión58. Uno de los principales
problemas de los que la iglesia se hacía eco era el del alcoholismo en la comunidad:
hombres insatisfechos y/o desempleados que trataban de olvidar sus problemas a través
del alcohol y que acababan siendo el principal quebradero de cabeza para sus familias.
Por ello muestra tanto rechazo cuando Walter le pide invertir el dinero del seguro en
58
Dios y la iglesia han tenido siempre un papel muy importante en la comunidad afroamericana. Es
necesario recordar que el culto religioso del domingo era uno de los pocos momentos libres que se les
concedía a los esclavos en las plantaciones. Durante estos se les permitía estar a todos juntos,
conversando y celebrándose unos a otros. Más tarde, y hasta que en el Norte empezaron a surgir lugares
de esparcimiento como el ya mencionado Tea Garden de William Alexander Brown, la iglesia seguía
siendo prácticamente el único lugar donde los afroamericanos podían reunirse. Cuando pensamos en estas
iglesias debemos tener en cuenta que no solo eran lugares en los que se daba a conocer la palabra de Dios
sino que constituían centros culturales y políticos de los que surgieron tanto algunas de las principales
tendencias musicales que hoy son mundialmente conocidas como ideas sociales y políticas como las
encabezadas por el pastor Martin Luther King Jr. La iglesia era el lugar donde las personas como Lena,
que no habían podido tener acceso a una educación, adquirían conocimiento del mundo; y la Biblia el
código por el que debían regir sus vidas.
118
una licorería59. Lena desconfía de la legitimidad divina de todo aquello que se salga
fuera de lo que entiende como “normal” y “bueno”. Esta también es la razón por la que
se muestra incómoda con el dinero del cheque. Tal como ella reconoce, ese dinero no es
sucio ni fácil (como le parece el de la licorería), sino un regalo de su difunto marido que
este ganó para su familia sacrificando su propia vida. Sin embargo, recrimina a su
familia que no dejen de preguntar por el cheque, ya que hablar de dinero por la mañana
le parece poco cristiano. Es más, su actitud al recibirlo contrasta con la alegría del resto
“sobers into a mask of unhappiness” (Hansberry A Raisin, 69) y le pide a Ruth que lo
guarde en algún sitio como si, en lugar de dinero conseguido legalmente, tuviera entre
manos un objeto pagano. Tras esto, se levanta para dedicarse a la humilde actividad de
limpiar los platos con una energía que nos pudiera hacer pensar que está intentando
pagar una penitencia60. La aversión, o quizá miedo, de Lena hacia el dinero es tal que
(Hansberry, A Raisin, 69) y tan solo se atreve a mencionarlo cuando cree que así podrá
día (Hansberry, A Raisin, 43). Eso es lo único que el dinero realmente significa para
Lena: bienestar para su familia; y es por esto por lo que toma, ella sola, la decisión más
importante de sus vidas: comprarse una casa. A Lena no le importa el dinero, pero le
59
En Estados Unidos, incluso hoy en día, el consumo y distribución de alcohol está muy controlado.
Aunque el grado de control depende del estado en el que nos encontremos, generalmente funciona de la
siguiente forma: en las tiendas y supermercados solo está permitida la venta de cerveza y vino; para
comprar bebidas alcohólicas de mayor graduación hay que acudir a los “liquor stores” (aquí lo hemos
traducido como “licorerías”), sobre los que el gobierno ejerce un gran control y que, generalmente, están
cerrados los domingos. La edad legal para beber se sitúa en los 21 años y las tiendas y bares exigen
comprobar la edad del cliente mediante algún tipo de documento legal.
60
La idea de la penitencia se repetirá más adelante. Cuando la familia pierde el dinero, Lena llega a verlo
como un castigo hacia ellos por ser avariciosos y haberse atrevido a querer adquirir algo que, en teoría,
está tan fuera de su alcance como es una casa con jardín (Hansberry, A Raisin, 139).
119
Walter lo pierde. Walter padre solía decir que Dios solo le había dado sueños a los
hombres negros, pero también les dio hijos para que les mereciera la pena luchar por
esos sueños. Su marido tenía un sueño: sacar a sus hijos del gueto. Para hacerlo
realidad, tuvo que sacrificar su propia vida. Lo hizo conscientemente. Por fin, al parecer
de Lena, su muerte cobraría el sentido que él quiso que tuviera. Sin embargo, la
ansiedad de Walter Lee por cumplir el suyo propio casi termina por transformar el
sido en vano.
una agenda política específica; sin embargo, esto poco o nada tiene que ver con la
decisión de Lena Younger. Es seguro decir que nos podemos fiar de la palabra de Lena
cuando comunica que la razón por la que compró la casa de Clybourne Park es
únicamente porque fue la mejor que pudo encontrar al precio más asequible. El
Ruth le dice asombrada que no hay gente de color en ese área y Lena responde, de una
forma tan lógica que resulta todo un emblema proigualdad: “Well, I guess there’s going
to be some now” (Hansberry, A Raisin, 93). Esta mujer, una anciana con el aspecto más
dulce y amable posible, lanza a los espectadores un mensaje que a través de otros labios
podría haber sonado a amenaza –¿Y qué problema hay con que haya personas de color
en un lugar donde antes no las había? ¿Qué hay de extraordinario en ello? ¿Qué ocurre
en la sociedad para que alguien se ofenda porque una familia decida dónde quiere
comprarse una casa?– pero que en sus labios suena a verdad innegable.
Sin embargo, y a pesar de lo fácil que es encariñarse con ella, Lena, como es
120
cuesta escuchar y aceptar otras voces que no sean la suya propia, otras formas de vivir
que no sean la que ella entiende como correcta. Esto la enfrenta continuamente a los
inmiscuirse en la relación entre Walter y Ruth y decirles cómo tienen que resolver sus
problemas matrimoniales. Tampoco tiene reparos en decirle a Ruth cómo criar a su hijo.
A pesar de que Walter y Beneatha ya son adultos, Lena se sigue refiriendo a ellos como
“boy” y “girl” (esto se extiende también a su nuera, Ruth) y sigue observando de cerca
forma que ella considera adecuada. Uno de los primeros conflictos materno-filiales que
Beneatha, una mujer joven, de ciencias, se atreve a negar una de las premisas más
hija sobre sus creencias, como lo haría casi con cualquier otro adulto. La madre se
dirige hacia su hija, le da una fuerte bofetada en la cara y le hace repetir una frase que
para Beneatha debe quedar a partir de ese día como una rigurosa norma legal: “in my
mother’s house there is still God” (Hansberry, A Raisin ,51). Y se aleja de su hija
dejando muy claro que, independientemente de lo adulto que uno sea, en ese hogar hay
una clara estructura jerárquica: “There are some ideas we ain’t going to have in this
house. Not long as I am at the head of this family” (Hansberry, A Raisin, 51).
Los problemas derivados de esta jerarquía son aún más complicados y crudos
con Walter, un padre ya metido en la treintena, quien cada día sufre en la calle que se le
niegue un papel adulto en la sociedad y que vuelve cansado y abatido a casa para
Mama: (still quietly) Walter Lee- (She waits and he finally turns and
looks at her) Sit down.
121
Walter: I’m a grown man, Mama.
Mama: Ain’t nobody said you wasn’t grown. But you still in my
house and my presence. And as long as you are- you’ll talk to your
wife civil. Now sit down.
(Hansberry , A Raisin, 71)
Tras dar a conocer que ha comprado una casa y, viendo la actitud vencida de Walter,
Lena intenta hacerle ver a su hijo que lo ha hecho todo únicamente pensando en lo que
ella cree que es lo mejor para ellos. Walter, que sigue viendo en el comportamiento de
su madre una muestra más de su poder sobre él y de su “todo para vosotros pero sin
vosotros”, estalla en el diálogo que hará que Lena comience a cambiar su actitud hacia
su familia:
ceder y a aprender. Lena siempre ha pensado que la labor de una madre es cuidar a sus
hijos y enseñarles cómo vivir, transmitirles su sabiduría, como bien indica Sinnott
(Sinnott, 69). Sin embargo, se siente frustrada porque sus hijos son ya adultos y nota
que no ha conseguido convertirlos en el hombre y la mujer que cree que deberían ser: un
hombre y una mujer creados “a su imagen y semejanza”. Se queja a Ruth de que hay
algo que se interpone entre ella y sus hijos y no les deja entenderse, pero no se da cuenta
de que ese algo no es ni más ni menos que su obsesión porque ambos quepan en unos
moldes que ella misma creó para ellos quizá incluso antes de que nacieran. Pero Walter
y Beneatha son dos seres humanos, adultos e individuales, que necesitan que su madre y
la sociedad les permita seguir sus propios sueños y luchar por tener la vida que anhelan.
122
Quizás para entender a Lena haya que viajar un poco al pasado. No sabemos
realmente dónde vivían Lena y su marido antes de mudarse a su piso de Chicago, pero
busca de un futuro mejor, un lugar en el que sus hijos pudieran vivir con dignidad, sin
nadie. Hablando con Ruth, Lena recuerda con una mezcla de melancolía y frustración
cómo ella y el padre de Walter se mudaron al apartamento a las dos semanas de casados
y cómo eligieron los muebles con cariño a pesar de que no planeaban quedarse más de
un año. Tras el año, tenían la intención de comprarse una casa en un barrio mucho más
seguro que ya tenían elegido: “But Lord, child, you should know all the dreams I had
‘bout buying that house…and didn’t none of it happen” (Hansberry, A Raisin, 44).
Lena, al igual que sus hijos, está frustrada y cansada de la vida que llevan; hasta en dos
ocasiones diferentes llega a quejarse de lo que le agota subir los peldaños de la escalera
que la traen de vuelta a casa, en lo que entendemos es una denuncia no tanto por un
cansancio físico sino uno más espiritual, observando cómo el tiempo se le va escapando
y sigue encerrada con su familia en el gueto. Ella y su marido lucharon contra viento y
marea para darle a sus hijos lo que en aquellos momentos se consideraba una buena
vida: una vida en libertad, en la que uno pudiera vivir en su propia casa sin miedo y
cobrar un sueldo digno por su trabajo. Es quizá por todo esto por lo que a Lena le duele
tanto la insatisfacción de sus hijos: siente que les falló de pequeños no pudiendo
sacarlos del gueto, pero a la vez –y una vez aceptada su vida, que podría haber sido
mucho peor si no hubieran emigrado– se ha adaptado a este “status quo” que sus hijos
Cuando Lena le dice a Walter “You ain’t satisfied or proud of nothing we done”
y él le responde “You just don’t understand, Mama, you just don’t understand”
123
(Hansberry, A Raisin, 74) podemos comprender la realidad de la que Walter quiere
hacer partícipe a su madre, pero que ella no consigue entender. Ella se lamenta de que
que ya no estén satisfechos y de que el mundo cambie. Walter no sabe cómo explicar a
por la igualdad de oportunidades. Aquello que Walter y Beneatha quieren es tan solo un
paso más de la misma lucha, del mismo fin. De la misma forma, podríamos imaginar a
la generación anterior a la de Lena preguntándose por qué ella, su marido y tantos más
escapaban del Sur al Norte si ya lo habían conseguido todo, que era no vivir en la
esclavitud.
Beneatha y Walter son dos adultos de mediados del siglo XX y necesitan que el
mundo les escuche y les deje aspirar a lo mismo a lo que aspiran los blancos de su
con sus hijos comienza a relajarse, a convertirse en una relación de mayor respeto
mutuo y equilibrio. Por una parte, reconoce el derecho de Beneatha a elegir la vida que
quiere llevar. Se asegura –aunque los planes acaban fallando luego– de reservar dinero
para que esta pueda cumplir su sueño de ser doctora y, aunque unos días antes había
puesto el grito en el cielo cuando Beneatha insinuó que estaba pensando en no casarse
joven que, a todas luces, parecería el partido perfecto. Por otra parte, se sienta por
primera vez con Walter dispuesta a escucharle. Reitera su amor y confianza en su hijo
de una forma que nos hace darnos cuenta de que, si hasta ahora lo había estado tratando
como a un niño, no había sido por falta de confianza sino por no ser del todo consciente
de que su hijo desde hacía tiempo era un hombre adulto. Lena se lamenta que “I been
124
doing to you what the rest of the world been doing to you” (Hansberry, A Raisin, 106).
Es decir, viven en una sociedad tan profundamente racista que incluso Lena ha sido
incapaz de mantenerse ajena a la opinión que Estados Unidos tiene del hombre
afroamericano. A fuerza de ver cómo la sociedad los trata como eternos niños a los que
cabeza de familia que por ser el hombre adulto de la casa y padre de familia debe
ocupar según las convenciones establecidas de la época. Tras esta conversación, Lena
pone en sus manos el dinero que ha quedado tras comprar la casa para que él lo
deja que sea él quien decida si acepta finalmente o no el trato con Lindner. Lena ama
ahora ha entendido que para no perderlos tiene que dejar el bastón de mando y permitir
que ellos mismos ocupen el papel principal en sus propias vidas. Su rol a partir de ahora
será apoyarlos para que cumplan sus sueños, aunque en el proceso terminen
terriblemente dañados.
De todos los personajes de la obra, Walter Lee Younger era el que más
incomodaba al público de Broadway. También es, quizás, el más complejo y el que más
diseñado con tal realismo que exuda humanidad en cada una de sus intervenciones.
vida: “Mama: I’m looking at you. You a good-looking boy. You got a job, a nice wife, a
fine boy and–” (Hansberry, A Raisin, 73). Sin embargo, toda esta realidad está acabando
con él, lo está matando. El aspecto que ofrece la primera vez que se muestra en escena
es bastante indicativo de cómo se siente Walter: ataviado con un pijama arrugado (como
una pasa al sol) y desparejado. Walter no lleva un pijama completo, y ha tenido que usar
los restos que han quedado de otros pijamas para apañar algo con lo que pasar la noche.
Así como hay una disparidad de estilo y patrones en su arrugado pijama, Walter se
encuentra entre dos mundos que, cuando se unen, rechinan y molestan a los sentidos. En
el tratado elaborado por St. Clair Drake y Horace R. Cayton sobre los afroamericanos de
Chicago, los autores explicaban que dicha comunidad veía a los camareros,
mayordomos o chóferes como personas en una situación más favorable que el resto ya
que el estrecho contacto diario con los blancos ricos les dotaba de una visión de la vida
y unas experiencias que estaban fuera del alcance del resto de afroamericanos (Drake y
Cayton, 232). Walter Lee es un hombre adulto, que vive en el país del “sueño
americano”, el país que repite a sus ciudadanos –especialmente a los hombres– que el
límite lo pones tú, que si trabajas duro podrás conseguirlo todo, y ese “todo”, como no
puede ser de otra forma en un país que lleva el capitalismo por bandera, son riquezas
materiales. Además, Walter trabaja cada día rodeado de lujos, conduce un coche caro,
se rodea de gente con trajes hechos a medida y los acompaña a hoteles, grandes
126
pesar de que su hijo duerme en el salón, no duda en meter en casa a un grupo de amigos
y estar de charla hasta muy tarde impidiendo al pequeño Travis descansar de forma
estudiar Medicina, sino que además se molesta porque su madre quiere destinar parte
del dinero del seguro a los estudios de la chica y la acusa de intentar sacarle dinero a
Se enfada sobremanera cuando Lena hace algo que podría mejorar la vida de toda la
Beneatha y “When you starts measuring somebody, measure him right, child, measure
him right. Make sure you done taken into account what hills and valleys he come
americano, que en apariencia está tan cerca, para él, como hombre de color, está
realmente lejos y lleno de obstáculos. Walter necesita sentirse valorado por la sociedad
más, Walter se siente humillado también por su familia; no solo por su madre, que se
niega a tratarle como un adulto y darle el papel de cabeza de familia que en aquella
época solían tener los hombres, sino por toda la familia, que no le escucha ni se toma en
serio la importancia de la aventura empresarial que quiere comenzar. Cada vez que
Walter grita y exige que le escuchen es un grito desesperado pidiendo que se le respete
y reconozca como adulto. Son sus complejos los que le hacen actuar de forma tan
127
rabiosa que incluso George Murchison reconoce su dolencia al poco de hablar con él:
Hay quienes, como Cheney, han caído en la fácil tentación de ver a Walter como
un hombre sediento de dinero y estatus social (Cheney, 56). A pesar de que esta
acusación tiene parte de razón, a medida que ahondamos en la obra nos damos cuenta de
verlos disfrutar de una vida mejor. Perry resalta cómo Hansberry se sentía frustrada ante
las múltiples malinterpretaciones de las intenciones y metas del hijo de Lena (Perry,
104). Cuando se dice que Walter quiere el dinero para abrir una licorería estamos
cayendo en un gran error: para lo que quiere el dinero es para ser el hombre que cree
que vive le ha dicho que debe ser, un hombre –nos recuerda Brown-Guillory– capaz de
ofrecer a su familia ciertos lujos (Brown-Guillory, 112). Cuando Lena les comunica que
esperanzas de ser un hombre han caído como una pesada losa sobre su espíritu: por una
negocio como tenía planeado. Aquello que realmente duele a Walter de la situación en
la que viven se expresa muy bien cuando, tras la negativa de Lena a invertir en su
Well, you tell that to my boy tonight when you put him to sleep on the
living-room couch…(Turning to MAMA and speaking directly to her)
Yeah- and tell it to my wife, Mama, tomorrow when she has to go out
of here to look after somebody else’s kids. And tell it to me, Mama,
every time we need a new pair of curtains and I have to watch you go
out and work in somebody’s kitchen. Yeah, you tell me then!
(Hansberry, A Raisin, 71).
128
De nuevo podríamos caer en el error de malinterpretar a Walter; sin la capacidad
de empatizar con él podríamos llegar a creer que está intentando hacer que su madre se
sienta culpable por la situación familiar; sin embargo, no olvida mencionar cuánto le
duele verla sirviendo a los demás, lo que demuestra que sus intenciones no son las de
hacer daño; está confesando que cada vez que ve a su familia pasando penurias no
puede evitar sentirlo como un fracaso propio, una incapacidad de cuidarlos. Walter se
siente decepcionado con la vida y consigo mismo y realmente cree que el dinero lo
comprendiendo por primera vez el dolor de su hijo, pone el resto del dinero en sus
emocionado más por la confianza de su madre que por el dinero en sí, se dirige a Travis,
que dormita en el sofá, para hablarle del brillante futuro que le está preparando. Así,
vemos a Walter, quien hacía poco se había quejado de no tener nada que ofrecer a su
hijo salvo historias sobre cómo viven los blancos ricos, fantasear sobre el tipo de
hombre que Travis será en el futuro y hablándole de cómo algún día podrá elegir la
universidad a la que asistir: “You just name it, son…and I hand you the world”
(Hansberry, A Raisin, 109). Ese dinero hace desaparecer el miedo más feroz de Walter:
el que su hijo se sienta decepcionado por él y piense que su padre no tiene medios para
cuidarlo61.
Cuando Ruth le dice abiertamente –a modo de reproche– que la gente con la que se
quiere asociar no es trigo limpio, no es capaz de refutárselo de una forma lógica, porque
61
Ya en la primera escena Walter da a Travis un dinero que no se pueden permitir para que este no crea
que no lo tienen.
129
mujer utilizando un discurso que suena a aprendido pocas horas antes: “That just goes
to show you what women understand about this world…nothing happen for you in this
world 'less you pay somebody off” (Hansberry, A Raisin, 33). Cuando se destapa la
estafa, y ocurre delante de su familia, Walter cae en un pozo más profundo aún que
aquel en el que se encontraba antes de recibir el dinero. Incapaz de creer que realmente
ha sido engañado, se lamenta ante Bobo con una frase simple pero llena de la más
terrible crudeza: “Man, not with that money” (Hansberry, A Raisin, 128). Esta vez lo
hacia él; le han dado la oportunidad de ser el cabeza de familia y les ha traicionado. El
hijo mayor de Lena termina por perder la fe en la humanidad y en todo aquello que
aprendió:
Talking ‘bout life, Mama. You all always telling me to see life like it
is. Well -I laid in there on my back today…and I figured it out. Life
just like it is. Who gets and who don’t get. (He sits down with his coat
on and laughs) Mama, you know it’s all divided up. Life is. Sure
enough. Between the takers and the “tooken”. (He laughs) I’ve
figured it out finally. (He looks around at them) Yeah. Some of us
always getting “tooken”. (He laughs) People like Willy Harris, they
don’t never get “tooken”. And you know why the rest of us do?
‘Cause we all mixed up. Mixed up bad. We get to looking ‘round for
the right and the wrong; and we worry about it and cry about it and
stay up nights trying to figure out ‘bout the wrong and the right of
things all the time… (Hansberry, A Raisin, 142)
Hundido y convencido de que alcanzar el sueño americano para un hombre como él es
realmente espera de él: un aparente Tío Tom que acepta su papel inferior y se pasa la
vida sirviendo y admirando al hombre blanco y todo lo que este consigue. A lo largo de
la obra constatamos que el matrimonio Younger, al igual que el formado por Carl y
Nannie Hansberry, educaron a sus hijos en el orgullo y la dignidad. Sin embargo, ahora
Walter, después de cómo su familia lo ha perdido todo por su culpa, siente que no tiene
130
derecho a ello. Desde el comienzo de la obra Walter ha estado nadando a
contra el sistema establecido. Tras el último golpe, Walter se rinde, se siente vencido
por el sistema y dispuesto a seguir una vida anodina y llena de dificultades dentro de
este status quo en el que el hombre blanco tiene el poder de controlar la vida de las
personas negras y las personas negras modelan sin chistar un comportamiento creado en
la mente de los blancos. Por ello, decide llamar a Lindner, a quien se refiere como “The
Man. Like the guys in the streets say -The Man. Captain Boss-Mistuh Charley…Old
prácticamente solo habla Walter, vemos cómo poco a poco el padre de familia va
evolucionando y cambiando su actitud de una forma tan radical y a la vez tan natural
que sin duda se logra emocionar al espectador. A lo largo de esta conversación, a la vez
vida. Casi como si estuviera hablando consigo mismo y reflexionando sobre la historia
de su familia, Walter hace un repaso por cómo han aguantado con el máximo orgullo y
dignidad durante seis generaciones. Así, se muestra por primera vez orgulloso de
Beneatha, de la que dice “And that’s my sister over there and she’s going to be a
doctor– and we are very proud” (Hansberry, A Raisin, 148). La elección de tiempo
verbal muestra que Walter no alberga ya ninguna duda sobre todo el potencial que hay
en Beneatha para conseguir lo que se ha propuesto y deja ver que la joven cuenta con su
apoyo. El consenso crítico sobre esta escena achaca a Lena y su exigencia de que Travis
131
esté presente durante la conversación con Lindner el que Walter finalmente rechace la
oferta:
Mama: (Opening her eyes and looking into Walter’s) No. Travis, you
stay right here. And you make him understand what you doing, Walter
Lee. You teach him good. Like Willy Harris taught you. You show
where our five generations done come to. (Hansberry, A Raisin, 147)
No conviene minusvalorar la enorme importancia de este fragmento en la obra,
pues realmente el tener de testigo a su hijo y el que le recuerden sus raíces tiene un
efecto en Walter, dándole el valor no solo para rechazar la oferta de Lindner sino
también para informarle de que la decisión de mudarse está tomada. Sin embargo, una
lectura más minuciosa nos muestra el que realmente podría ser el momento en el que
exclama “I tell you I am a man– and I think my wife should wear some pearls in this
intervención antes de que llegue Lindner, Walter se muestra más abatido que nunca,
Hansberry no olvida incluir la acotación “This last line hangs a good while and Walter
begins to move about the room. The word ‘Man’ has penetrated his consciousness; he
herencia cuando decide hacer lo que le apetece con el dinero de su padre, sino en el
ese legando que Walter padre luchó por crear para él (Perry, 139). Y, sin duda, ese
momento ocurre con su “I am a man” (Hansberry, A Raisin, 143). Así, la obra llega a su
fin con Lena y Ruth llenas de orgullo, mostrando su admiración por Walter, y un Walter
asumiendo su nuevo papel de adulto, recordándoles que deben darse prisa con la
132
mudanza pues los del camión cobran por horas. Walter ha crecido y ha aprendido de sus
obra Walter culpa a los demás –a veces a las mujeres negras, otras a los hombres
tenido el dinero en sus manos y haberlo perdido, comienza a hacerse responsable de sus
sí hay mucho del legado del padre de la autora en este personaje representativo del
cuando luchaba fieramente por intentar que todos los hombres tuvieran las mismas
principio, parece tener menos voz. Como bien indica Imani Perry, esto ha derivado en
una falta de acercamientos críticos hacia el personaje (Perry, 141). Sin embargo, sería
un gran error pasar por encima de ella y no pararse a analizar este personaje ni la
Ruth es una mujer de unos 30 años, sobre quien Hansberry dice que en el pasado
fue excepcionalmente guapa, pero cuyo rostro refleja ahora una gran decepción. Quizás
aquí tengamos una de las razones del aparente segundo plano de Ruth. No oímos su voz
hablando de su pasado y de aquello que soñaba con conseguir, como nos ocurre con
Lena. De hecho, no sabemos nada sobre el pasado de Ruth: dónde nació, cómo era su
familia, ni siquiera si tiene padres o hermanos. Tampoco la oímos soñar con un futuro
133
propio como sí oímos a Beneatha hablar sobre la facultad de Medicina o a Walter sobre
negocios. Por no oírla casi ni la oímos quejarse de nada que le afecte a ella de forma
Hansberry, sobre los que afirma que “were well aware of the ways in which women are
often forced to forego their dreams for the sake of others, and how little is expected of
them as they go through life” (Sinnott, xi). Sin embargo, hay mucho más en Ruth y su
Valga como ejemplo cuando, harta de oír a Walter expresar lo insatisfecho que está con
su vida, ella le espeta: “So you would rather be Mr. Arnold than be his chauffeur. So– I
comparación tan alejada de sus posibilidades reales pone de manifiesto dos cosas: la
lo que más nos dice de Ruth; y es que, probablemente, Ruth sea el personaje más
está tan acostumbrada a que nada salga bien que ya simplemente se dedica a realizar su
trabajo en casas ajenas y, en la suya propia, cumplir con el papel que socialmente le
dormitorio que comparte el matrimonio formado por Ruth y Walter. Sin embargo, la
alarma no es para Walter sino para Ruth, que es quien, de forma enérgica, se ocupa de
todo. Acto seguido despierta a su hijo y a su marido calculando que tengan tiempo
suficiente para asearse, desayunar y llegar a tiempo a sus destinos mañaneros. Al salir
134
del dormitorio por primera vez, cierra tras de sí la puerta para evitar despertar a Walter,
veces en las que la vemos preparando u ofreciendo comida a Walter o Travis. Elizabeth
Brown-Guillory tiene una teoría realmente interesante sobre esto. La crítica asegura que
de los sueños. Nos pone como ejemplo la primera escena en la que Walter está
insistiéndole en que se coma los huevos del desayuno (Brown-Guillory, 67). Aunque
estamos totalmente de acuerdo con la teoría de Brown-Guillory, nos parece que hay dos
niveles e intenciones en esta escena. Por una parte, la metáfora más elaborada que
hemos mencionado; por otra, y a nivel más realista, pone de manifiesto el papel que
Ruth ha tenido que adoptar con el paso de los años como consecuencia de estar casada
con un hombre que vive de los sueños: el de mujer que no puede permitirse levantar lo
más mínimo sus pies del suelo, de la realidad, consciente de que, si lo hiciera, si se
hijo. Cuando el niño pide los 50 centavos que le solicita el colegio para unas gorras, la
madre le hace partícipe de la mala situación económica familiar y le dice que no tienen
dinero para ello; sin embargo, cuando Walter se entera del problema, miente a su hijo, le
da los 50 centavos más otros 50 extra para caprichos y, delante del niño, reprocha a su
mujer las palabras hacia su hijo. Imaginamos que la situación de ser la que siempre pone
orden en casa y de ocuparse de la parte más seria de la educación de Travis no debe ser
fácil para Ruth, cansada de notar la diferente actitud que tiene el niño con ella y con
135
La comida también es la forma que tiene Ruth de expresar sus sentimientos
hacia su marido. Durante la escena del desayuno, al comienzo de la obra, cuando Ruth
está de mal humor porque las cosas no andan bien y Walter se comporta más como un
joven inmaduro que como un hombre adulto, Ruth le pregunta cómo quiere que le sirva
los huevos. Walter, no del todo consciente del estado de su esposa, le dice que le da
igual siempre y cuando no sean revueltos. Nada más oír esto, Ruth se los comienza a
cocinar revueltos. Es esta también la forma en la que la paciente Ruth intenta hacer ver
a Walter, desde el principio de la obra, que no está bien y que él tiene mucho que ver en
ello. Extrañamente, Walter ve los huevos sin percatarse de que son lo contrario a lo que
le ha pedido y no parece notar nada hasta que un poco después las contestaciones y
regresa a casa borracho, Ruth se ofrece para prepararle café o calentarle leche. Walter
rechaza ambos: “No. I don’t want no coffee. I don’t want nothing hot to drink. (Almost
plaintively) Why you always trying to give me something to eat?” (Hansberry, A Raisin,
intervenciones, le contesta: “(Standing and looking at him helplessly) What else can I
give you, Walter Lee Younger?” (Hansberry, A Raisin, 88). Ruth siente que dentro de
ella no tiene nada de valor. A fuerza de negarse a sí misma el derecho a contar con
necesidades propias, ha acabado realmente creyendo que lo único que tiene para ofrecer
Una de las principales tramas alrededor de la figura de Ruth son sus problemas
con Walter. El hastío y el tener que estar siempre atendiendo y resolviendo problemas
de índole material ha ido creando un muro entre las dos personas que forman el
matrimonio hasta el punto de que, sin darse cuenta, han perdido la capacidad de
comunicarse. Ruth es una mujer sensata que siente cómo su marido se aleja demasiado
136
de la realidad, hasta el punto de temer que se meta en problemas. Pero no consigue
hablar calmadamente de ello con él. En lugar de conversar, Ruth se dedica a hacerle
reproches y criticar a sus amigos y sus ideas, llegando a ridiculizarlas. Walter, por su
parte, es incapaz de escuchar realmente a su mujer. Sabe que está cansada, pero es él
mismo el que especula sobre las decepciones de esta y se muestra enfadado por su
actitud, en vez de dejar que ella misma exprese las razones de su insatisfacción:
(Rising and coming to her and standing over her) You tired, ain’t
you? Tired of everything. Me, the boy, the way we live- this beat-up
hole-everything. Ain’t you? (She doesn’t look up, doesn’t answer) So
tired- moaning and groaning all the time, but you wouldn’t do nothing
to help, would you? You couldn’t be on my side that long for nothing,
could you? (Hansberry, A Raisin, 32)
La última oración de esta intervención de Walter muestra también otra de las
Ruth, como su mujer, tiene la obligación de apoyarle en todas las decisiones que tome.
Pero Ruth no es su madre. Pertenece a una generación que se encuentra entre la de Lena
y la de Beneatha. Por ello, tiene como misión en la vida servir y cuidar de su familia
incluso aunque esto signifique renunciar a sí misma. Pero por otra parte es una mujer
fuerte, con sus propias ideas y cierta independencia –sin llegar a la de Beneatha. No
duda en llevarle la contraria a su marido si cree que este no tiene razón y por sí misma
cuerpo, aunque estas sean para lograr lo que, en su opinión, resulta un beneficio para la
Sin embargo, hay algo en lo que Walter está muy equivocado: su mujer le apoya
y defiende sus sueños, incluso aunque dude de ellos. A pesar de que le ha dicho
137
su marido como si él fuera una autoridad en el tema, afirma: “Walter Lee say colored
people ain’t never going to start getting ahead till they start gambling on some different
kinds of things in the world– investments and things […] Well –like Walter say– I spec
people going to always be drinking themselves some liquor” (Hansberry, A Raisin, 42).
Ruth sabe que el negocio que quiere montar Walter no es una buena idea y que la gente
ayudarle porque, tal como le confiesa a Lena, hay alguna posibilidad de que a Walter le
salgan bien las cosas y que él se sienta realizado es lo único que puede salvar a Walter y
a su matrimonio.
Si algo se puede decir de Ruth es que quiere a su familia y que, a pesar de los
pesares, sigue enamorada de su marido. Por ello, en el tercer acto, tras la pelea entre
Beneatha y Walter por la terrible situación económica en la que este les ha dejado, Ruth,
tras sentir la forma en la que Walter sale de casa con un portazo, pregunta llena de
la postre, Ruth también está dolida y decepcionada por los últimos acontecimientos,
quizá más que nadie, pues toda su obsesión es sacar a Travis –y al hijo que viene de
camino– del gueto. Pero nada le aterra tanto como la idea de que su marido se termine
de perder. Ruth quiere estar ahí para Walter y le deja claro que en ella no hay rencor
hacia él, que le está esperando: “There ain’t so much between us, Walter… Not when
you come to me and try to talk to me. Try to be with me… a little even” (Hansberry, A
incondicional de su esposa hacia él, cuando se da cuenta de que con ella no tiene que
fingir ser un triunfador ni avergonzarse por sus fracasos pues esta le quiere tal y como
138
es, se destensa y ambos comienzan a hablar y los vínculos entre el matrimonio se
Otro de los papeles que ejerce Ruth dentro del clan familiar es el de mediadora.
Ruth no es familia de los Younger por vía sanguínea sino por matrimonio. Quizá sea
esto lo que le permite tomar cierta distancia, observar la situación desde fuera e
intermediar en los conflictos entre madre, hijos y hermanos. Intercede para que
Beneatha y Walter se traten de una forma más cordial, haciendo lo posible también para
que Lena no sepa de las rivalidades entre los dos hermanos. Así, también ejerce de
mediadora entre Beneatha y Lena tras el altercado entre madre e hija por la negativa de
extraños. En dos ocasiones diferentes la vemos mostrar su cara más amable para que
alguien de fuera tenga una buena impresión de la familia. Una de las veces es cuando
con una sonrisa lleva a Beneatha a empujones hasta su dormitorio para obligarla a
cambiarse de ropa antes de salir con George Murchison; la otra es la primera vez que
Lindner aparece en casa. Sin duda, de toda la familia Ruth es la que se muestra más
complaciente con el representante blanco, pero solo hasta que conoce las verdaderas
como docilidad o sumisión y, para dejarlo claro, Hansberry le otorga a ella una de las
frases más victoriosas y satisfactorias de la obra: “(Looking around and coming to life)
Well, for God’s sake– if the moving men are here– LET’S GET THE HELL OUT OF
139
Si hay un personaje en la obra realmente basado en una persona específica, esa
es Beneatha. Fueron diferentes las ocasiones en las que la autora reconoció que se
trataba de ella misma con 20 años. A su temprana edad, Beneatha ya se siente una mujer
totalmente adulta y preparada para valerse por sí misma. Por ello, el que los demás
miembros de su familia la traten aún como si fuera una niña, riñéndole cuando da su
opinión o cuando hace alguna pregunta que remotamente esté relacionada con el sexo,
entender antes y de forma más profunda diferentes aspectos –fue ella la primera que
apartamento. Sin embargo, esto, junto a sus complejos y enormes deseos de ser tomada
en serio por su familia, también le pueden hacer caer en una actitud prepotente y un
tanto egoísta. Uno de los ejemplos más evidentes es cuando se entera de que Ruth está
esperando un bebé. Después de que le digan que no es asunto suyo, ella, a la defensiva,
espeta que por supuesto que lo es, y carga a Ruth con más angustia aún al recordarle que
el piso ya es demasiado pequeño para los cinco miembros actuales de la familia. Pero
Beneatha no es una persona con malas intenciones y la forma en la que muchas veces se
disculpa tras haber actuado de forma errónea nos hace caer en la cuenta de que, al
menos la mayoría de las veces, no lo hace con la intención de hacer daño sino como
existe una relación más cimentada sobre la competencia que sobre la confianza y el
cariño fraternal. Con esto no estamos defendiendo que no haya amor entre ambos sino
más bien que el papel dominante que Walter, por ser hombre y mayor, ha querido
hermano que está más capacitada que él y que su voz merece ser más oída y respetada
140
que la suya. Por ello, la vemos intentando ridiculizar los sueños de su hermano y
porque él siente que es quien debe tomar las decisiones y ella, acomplejada también, no
va a dejar pasar la oportunidad de intentar recordarle que no está más capacitado que
Cegada por las pequeñas cuitas hacia su hermano, es incapaz de ver que tienen
mucho más en común de lo que ella querría, pues ambos andan perdidos e intentando
va dando tumbos de un hobby a otro sin conseguir que ninguno llegue a satisfacerla lo
suficiente como para esforzarse y centrarse realmente en él. Beneatha, como Walter, se
encuentra entre dos mundos: uno, aquel más común para la mujer afroamericana media,
la vida de mujer pobre del gueto en los años 50, un mundo en el que la mujer debe ser
poco más que el reflejo de su marido y fiel cuidadora de su familia. Por otra parte, es la
mujer joven e inteligente que cada día, al poner sus pies en la universidad, disfruta de un
Walter, es miembro activo de cada uno de estos dos ambientes y su mayor error quizá
sea no entender que ambas realidades forman parte de ella y que necesita permitirse ser
las dos Beneathas –la del gueto y la del mundo académico– sin sentirse avergonzada por
los demás: en su deseo de ser doctora no impera ninguna necesidad de sentirse mejor
que sus vecinos ni ser aclamada como heroína, sino una voluntad genuina de darse a los
demás y ayudar así, de manera altruista, a la comunidad, tal como descubrimos mientras
141
la chica le habla a Asagai del momento en el que, siendo niña, toma la decisión de ser
médico.
Relacionados con Beneatha hay en la obra otros dos personajes a través de los
cuáles no solo conocemos mejor a la hija de Lena sino que, además, sirven a Hansberry
para reflejar los dos tipos de hombre negro y universitario que nos podíamos encontrar
esnob, de familia rica y quien presta especial atención a su indumentaria. Una muy
observadora Brown-Guillory defiende que el interés del chico por la moda nos viene
definido por cómo Hansberry hace especial hincapié en describir sus ropas (Brown-
Guillory, 118). A los ojos de muchas personas, entre ellas Ruth, George, por su aspecto
y su riqueza, encarna al hombre perfecto; sin embargo, Beneatha, una joven idealista y
según ella, “the only people in the wold who are more snobbish than rich white people
are rich colored people” (Hansberry, A Raisin, 49) Ciertamente, el poco tiempo que
Murchison está sobre el escenario es suficiente para que el público corrobore las
de tratar a la chica sino también a detalles como el de mencionar Nueva York y sus
teatros sin venir a cuento para dar la imagen de hombre culto, moderno y cosmopolita e
ver más claramente al chico. Walter le espeta: “And you– ain’t you bitter, man? Ain’t
you just about had it yet? Don’t you see no stars gleaming that you can’t reach out and
grab? You happy?– You contented son-of-a-bich- you happy?” (Hansberry, A Raisin,
142
85). Tristemente, estas palabras de Walter han sido minusvaloradas y se han estado
obviando durante años, sin pararse a analizar lo que realmente significan. Walter ha
conseguido entender las razones por las que George se muestra tan arrogante, las
razones que le llevan a obsesionarse con su aspecto y el de los que vayan a aparecer en
público con él, así como la razón por la que aprovecha cualquier excusa –o él mismo la
crea– para mostrar una exagerada superioridad ante afroamericanos en una situación
peor que la suya y por qué se muestra tan crispado cuando Beneatha, al hablar de las
raíces, explica que para la sociedad ellos nunca serán como los blancos: sabe muy bien
que no importa cuánto dinero tenga, cuánto viaje o cuánto título universitario posea, los
Asagai, que ella misma confesó que era su personaje favorito de toda la obra (Cheney,
de su tío Leo Hansberry. Asagai es un joven intelectual e idealista quien ha ido a los
Estados Unidos únicamente con la idea de formarse, pues su futuro está en África.
Aunque ya hemos hablado bastante del joven tanto en el apartado sobre África y las
llamar la atención sobre una escena en la que este aparece, ya que es quizás de las
entre Asagai y Beneatha –la segunda vez que el chico acude a la residencia de los
Younger y en la que ella le cuenta que Walter ha perdido el dinero– Hansberry conecta
algo individual y familiar (el desastre económico de los Younger) con algo universal: la
revolución por los derechos civiles. Beneatha se lamenta de que no tiene sentido luchar
por lo que es justo ya que en cualquier momento alguien puede llegar y destrozar lo que
143
costó años conseguir. Asagai defiende que lo importante no es luchar pensando en el
futuro sino en el presente. Debe lucharse, en su opinión, para conseguir lo que se quiere,
lo que se necesita ahora; lo que ocurra en el futuro será la lucha de otro momento, pero
no podemos quedarnos quietos sufriendo injusticias por miedo a que vuelvan a aparecer
con otras formas en el futuro. Aunque nos parece que la definición que Sinnott hace de
Beneatha como inconsistente (Sinnott, 69) puede resultar un tanto alejada de la realidad,
hay que admitir que la hija de Lena tiene, al menos hasta que pierden el dinero, una idea
es positivo, hacia adelante, y en el que aquello que se consigue ya perdura para siempre.
Asagai, más realista y políticamente maduro, sabe que no es así. El joven defiende que
la lucha por la igualdad es más una línea infinita de la cuál tan solo ves el pequeño
fragmento que tienes justo delante y que la revolución por la igualdad es una lucha
eterna en la que a veces hay regresión o que hay que redefinir constantemente porque el
Aunque el papel activo de estos tres personajes es bastante limitado y, por tanto,
en la mayoría de los ensayos y análisis se les ha eludido, creemos que los tres tienen
ciertas características que deben ser explicadas, aunque sea escuetamente, para ayudar
al lector poco familiarizado con la obra de Lorraine Hansberry a entender las razones
estudios, Travis Younger no es solo un instrumento usado por la autora para reforzar la
144
idea de herencia y familia en la obra; es más que el elemento que usa Lena Younger
para conseguir que su hijo conecte con su propio padre y madure. Travis tiene
El benjamín de los Younger es el niño del gueto que tanto admiraba y envidiaba
Hansberry de pequeña: aquellos niños que iban al colegio o salían a la calle a jugar
(mientras ella los observaba desde casa) con la llave de casa colgada del cuello. Durante
los pocos momentos en que Travis aparece en la obra, lo vemos jugando a perseguir
ratas en la calle62 o pidiéndole a sus padres que le dejen ir a la puerta del supermercado
a cargar bolsas para extraños con objeto de obtener el dinero que tiene que llevar al
colegio; y lo pide con una seguridad que indica que no es la primera vez que el niño, de
diez u once años, recurre a esta forma de conseguir dinero para sus gastos.
vida sin hacerse preguntas. Ahora, en A Raisin in the Sun lo ven también dentro de casa,
rodeado por una familia que lo adora igual que ellos a sus hijos, y el verlo todavía
refunfuñar como el niño pequeño que sigue siendo, creyéndose ilusionado las fantasías
igual que todos esos niños afroamericanos que en algún momento les han ofrecido su
ayuda en la puerta del supermercado, no son una amenaza: son solo seres humanos
infantiles y, como sus hijos, merecen que se les trate como tales.
62
Este dato no aparece en todas las ediciones de la obra, como luego veremos.
145
Sin embargo, Travis pronto empezará a crecer, se convertirá en un adolescente y
aunque, por ahora, vive aún protegido por su familia y casi ajeno a lo que significa ser
afroamericano en los Estados Unidos, en unos años será visto como alguien de quien
abusar o a quien temer. Cuando Hansberry escribe que “Travis puts down his books
with a great sigh of oppression” (Hansberry, A Raisin, 29) debemos entender que ni el
hecho de que sean libros lo que suelte ni la elección de la palabra “oppression” son
casuales.
acortar la duración del espectáculo, así como de las primeras versiones de la obra y de
alguna otra que aún se puede conseguir hoy día, tiene un papel realmente importante,
que es el de ponernos en antecedentes sobre qué está ocurriendo con los afroamericanos
enfrentarán los Younger y las amenazas de Karl Lindner. Aunque la evidente envidia de
la señora Johnson en algún momento pueda hacernos sentir rabia, también tiene un
segundo papel igualmente importante en la obra: el humor. Debemos entender que, para
cuando aparece, el público ya está bastante sobrecogido con la historia personal de los
Younger y aún no sabe que pronto conocerán a Lindner y algo más adelante la historia
se volverá más angustiosa con la pérdida del dinero. Por ello, Hansberry debió pensar
que este era un buen momento para permitir que el público se riera y destensara un
poco. Así, la vemos anunciando que su intención al pasarse por casa de los Younger es
ayudarlos con la mudanza como buena vecina, aunque lo único que hace es intentarles
cuando le confirman que la razón por la que Beneatha está en la cama no es porque esté
embarazada– y no podemos evitar soltar una carcajada cuando, a pesar de que repite que
no puede quedarse porque tiene mucho que hacer, no deja de acomodarse en casa de los
146
Younger e insinuar que le sirvan café o pastel. Sin embargo, incluso en alguien con una
vida tan aparentemente vacía como la de Johnson también hay espacio para las
la situación de Chicago con la del Mississippi. Se muestra de ese modo que incluso una
tolerarla.
El tercer personaje de este apartado es Karl Lindner, el único de toda la obra que no
hombre ha sido elegido por sus vecinos para ofrecer una considerable suma de dinero a
“improvement” está la de no permitir que personas de color vivan entre ellos. La llegada
curiosidad se vuelve deleite cuando el representante les comunica que en su barrio son
conscientes de que cada vez que gente de color se ha mudado a barrios de blancos han
ocurrido una serie de accidentes y que en su comunidad están intentando hacer todo lo
del otro para vivir a gusto. Lo que no se imaginaban en ese momento era que con esta
última frase, pronunciada casi con timidez y dulzura, Lindner no está hablando de
comprensión mutua sino que está exigiendo a los Younger que entiendan y respeten los
Yet the man, Lindner, explains him/them self, and there is even a hint
147
of compassion for Lindner the man as he bumbles on in outrageous
innocence of all he is actually saying –that “innocence” for which
Americans are famous, which begs you to love and understand me for
hating you, the innocence that kills. (Baraka, 17)
Sin dejar de referirse a Walter, un hombre adulto al que no conoce y con quien
está intentando hacer negocio, como “son” o “hijo”, intenta excusar su petición
asegurando que no tiene nada que ver con la raza y que “our Negro families are happier
when they live in their own communities” (Hansberry, A Raisin, 118). No podemos
dejar de obviar la increíble carga racista que conlleva ese “OUR Negro families” que
nos traslada a tiempos esclavistas o esa costumbre tan de supremacista de decidir por
los afroamericanos qué es lo mejor para ellos y que, si en el pasado defendía que eran
más felices como esclavos ya que no tenían capacidad para vivir de forma
comunidades negras”, aunque esto, como ya vemos, conlleve unas condiciones de vida
racismo se dieran cuenta de que este seguía amenazando la vida de los afroamericanos,
comenta Beneatha a Lena, “they don’t do it like that any more” (Hansberry, A Raisin,
121).
trama gira en torno a él, por lo que es necesario dedicar algunas palabras a este
personaje. Quizás, en vez de decir que gran parte de la trama gira en torno a él, lo más
acertado sería decir que la trama justamente es posible gracias a él: es el dinero que el
seguro ha entregado a la familia tras su muerte lo que crea la historia. Esto es algo que
debemos tener en mente mientras leemos la obra, ya que ese dinero siempre llevará
148
anclado el peso de la muerte del padre. Por ello, el que Walter pierda el dinero supone
una tragedia doblemente dolorosa: Walter no solo ha dejado sin recursos a su familia
sino que también ha perdido aquello que costó la salud a su padre, matándolo
metafóricamente por segunda vez, haciendo que todo el esfuerzo y trabajo de su vida
hayan sido en vano. Así es como debemos entender su grito “THAT MONEY IS
sabemos que Walter padre trabajó sin descanso hasta acelerar su propia muerte, tan solo
de los que solemos rodear a las personas fallecidas a veces crea expectativas irreales
hacia los que quedan. En este caso, afectan de forma muy especial a Walter Lee, por ser
comparando a su hijo con su marido y exigiéndole que sea como él, que sea “your
father’s son” (Hansberry, A Raisin, 75), y a Walter sufriendo al entender en las palabras
memoria. Sin embargo, conforme avanza la obra descubrimos algo más sobre Walter
padre. Es la propia Lena la que confiesa que era un hombre difícil, testarudo y que fue
infiel; son características desagradables que, por ejemplo, no posee Walter Lee. Sin
embargo, algo que sí parecen tener ambos en común es la insatisfacción con su vida y la
marido como “a fine man– just couldn’t never catch up with his dreams, that’s all”
149
(Hansberry, A Raisin, 46) y que “He always said a man’s hands was made to make
things, or to turn the earth with– not to drive nobody’s car for ‘em– or– (she looks at her
own hands) carry they slop jars” (Hansberry, A Raisin, 103), a pesar de que justamente
se enfada con su hijo por ser incapaz de aceptar y ser feliz con su vida. Si miramos la
vida de Walter padre y Walter Lee podemos realmente ver un paralelismo que tan solo
parece romperse con la muerte del primero. Fue Walter padre –según Lena– el que dijo
“Seem like God didn’t see fit to give the black man nothing but dreams– but he did give
us children to make them dreams seem worth while” (Hansberry, A Raisin, 45-46). No
deja de ser paradójico que sea Walter Lee, el hijo con quien comparte nombre, a través
del dinero que costó la vida al padre, el que por fin tenga la capacidad de hacer realidad
un sueño que llevaba retrasándose más de 40 años: sacar a la familia Younger del gueto.
Hansberry tenía razones de peso para diseñar tanto a sus personajes como su
obra de una forma muy realista y tradicional, respetuosa con las convenciones sociales y
teatrales. Esto también afecta a la estructura de la obra, pese a que Hansberry desde el
principio supo que iba a ser criticada por su estructura tradicional, lineal y en apariencia
simple. Así, A Raisin in the Sun está dividida en tres actos, de los cuales, como ya
estructura “anticuada” no era ni más ni menos que una estrategia muy bien ideada por la
autora para conseguir transmitir ideas poco convencionales sin que el público blanco se
sintiera descolocado. En A Raisin in the Sun no hay ensoñaciones –como veremos por
ejemplo en The Sign in Sidney Brustein’s Window–, tampoco elementos mágicos –como
en Les Blancs– y ni siquiera hay flashbacks o voces en off que nos transmitan los
150
pensamientos de los personajes. El realismo con el que la autora creó la obra también se
La obra está diseñada de forma que, como en la vida real, tengamos que estar
sus aspavientos para entender cómo se están sintiendo. Al tratarse de una obra que tiene
mucho que ver con la decepción y la frustración, se nos hace necesario conocer tanto los
sueños y aspiraciones presentes de sus protagonistas como las pasadas. Sin embargo,
esto que en otras obras de la época –e incluso anteriores, caso de Death of a Salesman–
Raisin in the Sun se lleva a cabo mediante la comunicación oral entre los personajes
Anne Cheney se atreve a defender que la autora pretendería así conseguir lo que ella
la obra nos ayuda a centrarnos en los personajes en sí y en sus problemas, dudamos que
la autora conscientemente eligiera este tipo de estructura clásica únicamente con esa
extrapolación por parte del espectador para verlo. Como ya hemos mencionado, la
elección de esta estructura clásica tendría más bien como objeto facilitar al espectador
63
Para mayor información sobre los mal llamados flash-backs en Death of a Salesman, consúltese la
introducción crítica del Dr. Ramón Espejo Romero a esta obra de Miller, donde demuestra que las
ensoñaciones de Willy Loman no son en realidad flashbacks sino escenificaciones del mundo subjetivo
del protagonista.
151
tanto la comprensión de todas las ideas innovadoras que introduce la autora como ese
más innovadoras podría romper la concentración del espectador, evitando que realizara
4.6.1. La luz.
Lorraine Hansberry usa para comunicar mejor los sentimientos y emociones de los
solitaria noche sino una oscuridad matutina, oscuridad que dará comienzo al día, a la
vida, como aquella del Antiguo Testamento, un día que no comienza de la forma más
brillante para los habitantes de este apartamento del South Side de Chicago pero que
trae consigo la esperanza de que un poco más tarde se haga la luz y esta traiga consigo
la calidez.
persiana sin llegar a abrir la ventana, permitiendo así que penetre una luz débil e
indirecta a través de los cristales. También Walter, el segundo personaje que aparece
mano, a ella, el espectador espera lo más lógico: que la abra para expulsar el humo del
tabaco al exterior. Sin embargo, Walter se limita a mirar a través de los cristales
cerrados, viciando aún más la pequeña sala con el humo del cigarrillo. Aun así, la poca
luz indirecta que recibe parece tener una influencia en él, ya que, tras permanecer unos
segundos tras la ventana, de repente se olvida de su mal humor matutino, del estrés y
152
sus desavenencias con su esposa hasta el punto de que comienza a halagarla e intentar
los problemas a pesar de que esa esperanza que la luz representa es lo que más ansía
ventana y que esa luz penetre aún débil pero con un poco más de realidad en el
apartamento. Las referencias a las ventanas y la luz no se limitan al interior del viejo
hogar de los Younger. Cuando en el segundo acto Lena les comunica que ha comprado
casa es muy luminosa. Este gesto, acompañado de las veces que los personajes miran a
través de su pequeña ventana, añade a la obra una triple simbología: por una parte, el
representa esa pequeña porción de esperanza que empuja a los afroamericanos a seguir
luchando por su libertad (Brown-Guillory, 66). Por otra parte, no podemos negar el
simbolismo de esta luz representando la esperanza de que los Younger consigan salir
del gueto en el que viven. Finalmente, nos introduce el papel de Lena, quien abrió la
ventana del apartamento y ha comprado una casa muy luminosa, como la facilitadora de
una vida mejor no solo para ella sino para toda la familia.
4.6.2. La música.
A pesar de que A Raisin in the Sun tenía poco o nada que ver con aquellos
musicales “de negros” a los que estaba acostumbrado el público de Broadway, Lorraine
153
resistirse a incluir música en su obra. Como hemos mencionado anteriormente, la autora
era una de esas personas afroamericanas ligadas al mundo de la cultura que apostaba por
un bien cultural del que los afroamericanos debían sentirse orgullosos; por ello, quizás,
es destacable comentar que toda la música que está presente en la obra es afroamericana
El carácter realista que posee la obra hace que también la inclusión de este
in the Sun como en otras anteriores no es extraña la inclusión de piezas musicales. Sin
melodía, imperceptible muchas veces para los personajes, sabían que algo estaba a
punto de ocurrir. No es este el caso de A Raisin in the Sun. Toda forma musical que
está presente en la pieza procede o bien de algún aparato que uno de los personajes
acciona o de la garganta de uno de ellos. De todas, el blues parece ser el la que más les
gusta escuchar a la familia y son varias las ocasiones en las que los vemos disfrutando
de él. Está presente, por ejemplo, mientras realizan trabajos físicos en el apartamento, y
también durante la limpieza del hogar en la segunda escena del primer acto. A veces se
usa como banda sonora real que añada dramatismo a una determinada escena. Así, en la
segunda escena del segundo acto, Walter se hará acompañar de un blues radiofónico
mientras explica a su familia qué ha estado realmente haciendo durante los días que no
realidad y se sumerge, con ayuda del blues, en un mundo casi onírico, a la vez que
refleja lo mucho que una persona que no necesita trabajar puede disfrutar de los placeres
64
Es el nombre que recibe el tipo de música religiosa típica de las iglesias afroamericanas.
154
de la vida. Esta ensoñación termina a la vez que el blues cuando Lena, que se acaba de
dar cuenta de lo perdido que está su hijo, apaga la radio para, por primera vez, mostrarle
La música o falta de ella es usada por la autora para transmitir mejor el estado
anímico de los personajes. Valga como ejemplo la primera escena del primer acto,
cuando Lena se da cuenta de que algo debe de andar muy mal con Ruth ya que, a
pide que entone un espiritual específico, sin darse cuenta de que su nuera no podrá
cumplir su petición pues yace desmayada en el suelo. Esto contrastaría con la actitud de
Ruth al comienzo de la escena tres del segundo acto, día en el que tienen pensado
mudarse. Antes incluso de que suba el telón ya podemos oírla cantando precisamente y
por propia elección aquella canción espiritual que su suegra le había pedido en el acto
primero y que tiene como parte de su letra la ilustrativa frase “Oh, Lord, I don’t feel no
ways tired!” (Hansberry, A Raisin, 110). No es Ruth la única que entona un espiritual
para mostrar su alegría. También durante la escena tres del segundo acto Walter, que ya
ha asumido su papel de cabeza de familia y se siente más que emocionado por haber
comenzado los trámites para su negocio, entona, o más bien recita, un “I got
wings…You got wings…All God’s children got wings” (Hansberry, A Raisin, 122),
fragmento que repite mientras se acerca alegre a la puerta en la que espera encontrar a
Willy y Bobo, aún sin tener idea de que esas alas de las que presume en su canción
Hansberry era una mujer muy aficionada al humor y que tenía la capacidad de
ponerlo en escena de una forma tan elegante y refinada que no siempre era entendido
por el público. Sabemos que esto fue un problema para la comprensión de The Sign in
65
El momento en el que se apaga o comienza la música puede variar de una edición a otra.
155
Sidney Brustein’s Window; sin embargo, no sabemos si una escena de A Raisin in the
Sun en particular que está relacionada con la música consiguió provocar carcajadas
entre el público o pasó desapercibida. El segundo acto se abre con Ruth escuchando
“good loud blues” (Hansberry, A Raisin, 76) mientras plancha. En esos momentos
grito de “Enough of this assimilationist junk” (Hansberry, A Raisin, 76) cambia el blues
que escuchaba Ruth por el disco de música nigeriana que también le ha regalado su
vez con la cultura nigeriana, se lleva a tal extremo que resulta risible. Tan solo alguien
tan radical y culturalmente ingenua como Beneatha podría considerar el blues como
música asimilacionista y además degradarla para favorecer una música extranjera que
4.6.3. El lenguaje.
Una de las grandes cuestiones a las que los escritores afroamericanos se han
tenido que enfrentar es el uso del lenguaje. Debido a tener que adaptarse a un idioma
desarrollando un dialecto del inglés americano que aún hoy, aunque de forma muy
nombre de dialecto ebónico. Cuando los primeros personajes negros –ya fuesen
infames minstrel shows, estos realizaban una imitación exagerada del “habla de los
mente de los espectadores quedó grabada una relación directa entre este acento y
156
situaciones humillantes disfrazadas de chiste fácil. Más tarde, los autores
representar a sus personajes con acento ebónico y arriesgarse a que los espectadores no
personajes hablaran con acento neutro. Por ello, para autores más recientes y
representar el dialecto de cada personaje no era solo esencial sino también una cuestión
debatir sobre la presencia, influencia y distribución social y/o demográfica del inglés
necesario prestar atención al habla de los personajes por lo que esto nos pueda decir de
ellos.
hablar las características más típicas del ebónico de la época, como la doble negación,
realizar preguntas o usar tiempos compuestos. Estas características son aún más
ha tenido menos exposición formal a la lengua que el resto de la familia y por ello
presenta un dialecto que es “as careless as her carriage is precise –she is inclined to slur
66
Para más información, véase Green 2002.
157
won out in her inflection; but not altogether, because over all of it is a
soft slurring and transformed use of vowels which is the decided
influence of the Southside. (Hansberry, A Raisin, 35)
Así, en su forma de expresarse podemos apreciar la complejidad del mundo en el
que vive Beneatha. Su acento no solo carece de los grandes rasgos del ebónico que
comparten el resto de su familia, sino que tampoco es un dialecto pleno del Medio
Oeste. La chica mezcla ambos dialectos, aunque tiende a favorecer este último. El hecho
de que esté más influenciada por este acento del Medio Oeste se puede deber a la
Sin embargo, lo más seguro es que Beneatha, como muchos de sus compañeros negros,
lo haya ido adoptando por gozar este de un mayor prestigio social que el ebónico. Algo
que resulta de gran interés es que la joven, a diferencia del esnob George Murchison, no
ha abandonado del todo el dialecto ebónico que se deja oír en los momentos en los que
uno de los grandes enigmas sobre la obra que aún no hemos podido resolver. Asagai es
un hombre nigeriano joven y culto. Es cierto que no sabemos cuánto tiempo lleva
viviendo en Estados Unidos, pero sí sabemos que toda su familia vive en Nigeria y que
él los visita cuando tiene ocasión. Por lo tanto, intuimos que el joven ha vivido casi toda
neutro que se suele enseñar en las escuelas y centros de idiomas extranjeros. No deja de
llamarnos la atención por ello que, salvo alguna expresión suelta, el idioma propio de su
país parezca no tener ninguna influencia en la forma de hablar del chico hasta el punto
158
de que no presenta ningún tipo de acento ni características especiales al expresarse, ni la
autora ha incluido ninguna anotación al respecto como ha hecho con otros personajes67.
obtenemos sobre la vida personal de los demás. Hansberry no quiso pasar por alto esta
realidad y la presenta tanto de una forma indirecta cada vez que habla un personaje
como de una forma tan directa como dramática. Son dos las ocasiones en las que Walter
cambia su acento como forma de transmitir variaciones en el nivel social. Una de ellas
es cuando se enoja con George Murchison y lo acusa de creerse mejor que él: “I see you
all all the time –with the books tucked under your arms– going to your (British A–
mimic) ‘clahsses’” (Hansberry, A Raisin, 84). La otra ocurre hacia el final de la obra,
ponerse en contacto con Lindner, a quien se refiere como “the white man”, y a
comportarse como los blancos esperan que se comporte un negro. Acto seguido,
interpreta delante de su familia el papel que piensa imitar delante de Lindner, haciendo
No podemos terminar el análisis sin hacer referencia al que quizá sea el objeto
simbólico más importante de la obra y que, cómo no, está relacionado con la matriarca
de los Younger: la planta. Una de las primeras acciones de Lena al principio del tercer
acto, cuando todo parece perdido, es ir hacia la pequeña ventana y comprobar el estado
67
A pesar de esto, en las versiones cinematográficas, especialmente en la de 1989, el personaje de Asagai
sí que muestra acento extranjero.
159
ventana por donde entran los únicos rayos de luz natural en la casa. Sin embargo, esta
no consigue florecer ni crecer con toda la salud y belleza con la que podría hacerlo.
Es muy fácil ver la relación entre esta planta –que la propia Lena asegura que le
sirve como forma de expresión y cuya obstinación le recuerda a sus propios hijos– y la
comenta a Ruth: “ain’t never had enough sunshine or nothing- and look at it…”
(Hansberry, A Raisin, 52). Y eso mismo es lo que ocurre con su familia –y, por
La propia Lena reconoce también que, aunque todas estas características le han
una representación de los sueños aplazados de los que hablaba James Baldwin en su
gueto (Brown-Guillory, 66). ¿Cuánto tiempo podrá aguantar esa planta sin luz, sin
mejores condiciones, atrapada en un lugar hostil? Por ello, porque la planta representa a
Recordemos que su sueño siempre fue vivir en una casa con jardín, que tras casarse
Walter padre y ella habían planeado mudarse del apartamento al cabo de un año pero
que, a pesar de tener elegido su futuro hogar, tuvieron que ir aplazándolo hasta llegar a
la situación que tenemos en la obra. Podemos imaginar a una Lena vencida, haciéndose
cómo finalmente la espera llega a su fin y Lena consigue sacar a su familia del gueto
para instalarse en una casa con jardín. El jardín, defiende Mary Anderson, es un símbolo
que transmite que la casa es el lugar en el que la familia podrá crecer y florecer y que
por ello resulta perfecto que los Younger regalen a Lena un juego de herramientas de
jardinería y un sombrero, que simbolizan las herramientas que Lena necesitará para
tanto ingenuas –parece implicar que los problemas de los Younger terminan con la
familia, la que tantas veces se ha mostrado molesta por el papel dominante de la madre,
la que le regale las herramientas. Quizás, ahora que Lena ha cambiado su actitud hacia
los suyos, ellos mismos quieran premiarla por ello y recordarle que, aunque los papeles
y las relaciones dentro del núcleo familiar han cambiado, ella, símbolo del amor
mientras ellos eligen su propio camino. A pesar de las diferentes teorías sobre el
angustia cuando la familia sale de casa por última vez dejando la planta olvidada sobre
la mesa, angustia que desaparece cuando Lena vuelve a entrar para recuperarla justo
La versión de A Raisin in the Sun que vamos a traducir y trabajar en esta tesis se
68
Una muy certera Elizabeth Brown-Guillory defiende que el que Lena se obstine con llevarse su planta a
su nuevo hogar significa que el agotamiento que supone para ellos vivir en Estados Unidos no termina
con la mudanza sino que meramente cambia de lugar (Brown-Guillory, 96).
161
Random House en 1994. Esta edición se hace acompañar por una introducción de
Nemiroff fechada en 1988 a través de la cual se promete al lector que tiene la versión
más completa de la obra, tal como la creó Hansberry. Desde que la autora escribiera A
Raisin in the Sun, esta ha sufrido diferentes cambios atendiendo a veces al medio en el
que se mostraba y a otras razones diversas que abordaremos más abajo. Por ello, si el
de las películas que de ella se hicieron, o incluso si ha leído alguna edición diferente, es
posible que encuentre en esta traducción escenas que no existen en aquellas versiones, o
Una de las diferencias que podemos observar entre la edición que trabajamos en
esta tesis y otras, así como el texto representado en 1959, es la escena en la que la
se añadió a partir de la nueva producción que Robert Nemiroff llevó a los escenarios
turbante de la cabeza para mostrar a Ruth y George Murchison que se ha cortado el pelo
y lo lleva natural. Como el propio Nemiroff explicó, en 1959 la moda afro no había
calado aún y la gran mayoría de las mujeres afroamericanas llevaban el pelo alisado. La
intención de Hansberry con esta escena era mostrar la belleza natural de la mujer negra
y transmitir el mensaje de que debían abrazar aquello que las diferenciaba y las hacía
únicas. Sin embargo, según Nemiroff, cuando unos días antes del estreno Diana Sands,
la actriz que interpretaba a Beneatha, apareció con el pelo cortado, todos se dieron
cuenta enseguida de que la actriz había elegido un tipo de afro que no favorecía en
162
absoluto sus facciones, que requerían un afro más voluminoso. El resultado, en vez de
apoyar la belleza natural del pelo de la mujer afroamericana, parecía defender todo lo
quizá por ello, cuando a Hansberry le ofrecieron llevar A Raisin in the Sun al cine y le
permitieron encargarse del guión, tal como hemos comentado anteriormente, Hansberry
de la complejidad de la obra. La autora quería que la película comenzara con una escena
en el gueto en el que vivían los Younger. Además, incluía dos escenas adicionales de
Lena –una en la que se la veía con su jefe y otra en la que, enfadada con la mala calidad
lugar en el que la tratan mal por ser afroamericana. También incluía una escena que
seguiría a la huida de Walter de casa. En ella, el padre de familia deambula por las
calles de Chicago hasta que se para a escuchar a un nacionalista afroamericano que les
habla de política e igualdad (Perry, 115). Sin embargo, los productores no aceptaron
estas escenas y las eliminaron de la película. Así, de la misma forma que nuevos
69
Cuando un texto teatral requiere un corte de pelo, lo normal es que el actor o la actriz tenga ese corte
desde el principio de la obra y anteriormente a esa escena haya estado usando peluca.
163
164
5. Teatro afroamericano en España.
A pesar de que ni A Raisin in the Sun ni ninguna otra obra de Hansberry ha sido
haga repaso por la presencia y el impacto del teatro afroamericano en este país. El lector
podrá comprobar cuán escasa ha sido la presencia de este tipo de teatro en España y
podrá entender mejor una de las razones por las cuales estimamos necesario realizar esta
tesis.
que se caracterizaba por ser negro –normalmente un esclavo– y que, a pesar de ser
adulto, se comportaba como un niño grande, simple y torpe. Según Baltasar Fra
Molinero, este personaje sería, para bien o para mal, de una importancia considerable en
la historia del teatro americano, ya que en él podría encontrarse la semilla que unos 300
años después se desarrollaría hasta convertirse en el famoso e infame minstrel show (Fra
Molinero, 53).
Sin embargo, y aunque bastante más tarde el teatro español también se vería
influido por el teatro de los Estados Unidos, el teatro afroamericano real, aquel escrito
mundo de la investigación literaria en nuestro país. Al hecho de que a día de hoy las
investigaciones sobre este tipo de teatro son terriblemente escasas se le suma que rara
vez se han traducido sus obras o se han llevado a escena. Esto, según la crítica Evelyn
Scaramella, no sería exclusivo del mundo del teatro ya que, a pesar de que muchos
autores y músicos afroamericanos del Harlem Renaissance y se dejaron influir por ellos,
165
muy pocos, sorprendentemente, decidieron traducir literatura afroamericana en España
obras de teatro escritas por afroamericanos que, a través de una traducción a veces
bastante libre, han llegado a nuestro país. Dado que un espectador o lector no siempre es
espectáculos no escritos por afroamericanos pero que los tienen de protagonistas. Así
tendremos una idea más completa sobre la imagen del afroamericano con la que se ha
Como cabría esperar, la primera y más popular obra sobre afroamericanos que
llegó a España fue la célebre y polémica La cabaña del tío Tom (Uncle Tom’s Cabin) de
Harriet Beecher Stowe, o, al menos, tal como Espejo Romero aclara, esto es lo que se
asume (Espejo, 29). En España se dio a conocer bajo el nombre de La cabaña del tío
Tom o la esclavitud de los negros y se estrenó en Madrid en 1911. Se cree que se siguió
todo apunta a que el autor no utilizó la novela de Stowe para su adaptación sino que,
29). Por ello, la primera imagen que el espectador español de teatro moderno tendría del
cierto que vemos a algunos personajes sufriendo ante la tortura e injusticia, la idea
166
En el año 1932 el periodista y escritor Cristóbal de Castro (1874-1953) publica,
llamada Teatro burlesco de los negros. En ella encontraríamos Las praderas verdes
(The Green Pastures) del conocidísimo Marc Connelly y tres obras breves que Cristóbal
Pepper, num.1, Jumbo Jum, y Colgando la ropa. Sin embargo, poca luz arrojarían estas
obras sobre la situación real y la vida de los afroamericanos en los Estados Unidos.
que los afroamericanos se encuentran en su país; sin embargo, lo hace de una forma tan
Además, posiblemente para justificar la elección de Las praderas verdes, así como para
los negros” tiene su origen en los templos baptistas de los Estados Unidos y consiste
sobre todo en farsas bíblicas. Es importante que recordemos que Connelly es un autor
blanco y su obra, por lo tanto, no sería una fiel representación de lo que ocurre en estos
templos, tal como De Castro parece querer hacer creer al lector, sino aquello que un
autor blanco imagina que ocurre en una iglesia negra. De Castro aprovecha también su
papel de editor de su propia obra para ensalzar las aptitudes creativas de Connelly, de
quién dice que, al igual que Eugenio O’Neill [Eugene O’Neill], crea “farsas complejas y
sutiles” (De Castro, 9) llenas de “finura sentimental” (De Castro, 10) que poco tienen
que ver con el “drama llorón y sutil” (De Castro, 9) de Harriet Beecher Stowe. A pesar
de lo dicho, habría, al menos, que agradecer al editor que en ninguna de las obras que
componen Teatro burlesco de los negros trate de hacer una adaptación al castellano del
167
dialecto que los personajes afroamericanos emplean en las obras originales en inglés y
Sobre la autoría de Jumbo Jum no hay datos cien por cien fiables, así como
tampoco los hay sobre su fecha de creación. Según De Castro, la obra pertenece a un
autor llamado Heribert Powell. Lo que sí sabemos, gracias a los apuntes en la obra
hasta, al menos, 1856 y que J. B. Wright, el subdirector del Boston Theatre en aquel
guionista blanco Thomas D. Rice (1808-1860), famoso por dar vida al grotesco
personaje Jim Crow, interpretó el papel de Jumbo Jum al menos en tres ocasiones
Mr. Gobbleton, un señor rico y maduro quien, tras la muerte de su mujer, quiere forzar a
la joven Adelaide, su protegida, a casarse con él. Esta hará todo lo posible por escapar
de las garras de su guardián y así poder casarse con el joven del que está enamorada. La
insistir en que su marido intentó asesinarla, hace las paces con este y le obliga además a
está acompañada por las situaciones absurdas y cómicas creadas por Jumbo Jum. Este
época: un hombre negro, torpe, inocente y simple. La peculiaridad de Jumbo Jum estaría
168
señor al pie de la letra, creando situaciones de lo más absurdas y sacando de quicio al
resto de personajes.
El hecho de que la obra se llame Jumbo Jum, a pesar de que las idas y venidas
del sirviente tan solo son un acompañamiento humorístico con el que destensar de vez
en cuando la trama principal, nos ayuda bastante a hacernos una idea sobre lo popular
que era el minstrel show en la época y el poder de convocatoria que tenía. La versión de
demasiado acertada. Por ello, no solo se pierde algún “chiste”, sino que además se
omiten algunos matices culturales importantes que muestran el papel que se daba al
afroamericano y los prejuicios que tenía que soportar. Como muestra, varias veces en la
obra original Jumbo Jum se refiere a sí mismo como “child” a pesar de que es un
hombre adulto. Sin embargo, De Castro, en vez de elegir palabras como “niño” o el
ropa”, Espejo Romero llegó a la conclusión de que, a pesar de que los De Castro
Anny Buzy Palmer como autoras de la segunda, lo más probable es que fueran
inventadas por los mismos De Castro (Espejo Romero, 322). De hecho, la primera tiene
una trama que guarda cierto parecido con la de Jumbo Jum. Ebenezeer Pepper se
encuentra feliz preparando su boda con la que será su segunda esposa tras haber dado
por muerta a la primera. Sin embargo, su primera esposa se hace pasar por fantasma
se refieren como “Señora Pepper núm.1”, perdona a su esposo por no haber insistido en
169
buscarla y haberla dado por muerta tan fácilmente, y la segunda esposa, Señora Pepper
mujeres afroamericanas, Onyx y Emma, mientras que una de ellas, Onyx, tiende la ropa.
El punto cómico del sketch estaría en que ambas mujeres parecen ser buenas amigas
pero, a la vez que conversan, cada una de ellas hace murmuraciones sobre la otra.
Aunque ninguna de las obras llegó a ser representada, sí hubo conversaciones por parte
del Teatro Popular para representar Las praderas verdes en Madrid al comienzo de la
Guerra Civil (Espejo Romero, 320). Es realmente una pena que habiendo obras escritas
y la lucha de este pueblo, los De Castro se decantaran por piezas que, como comenta
Espejo Romero, no hacen más que expandir en España todos aquellos prejuicios y
estereotipos que los afroamericanos ya sufrían en los Estados Unidos (Espejo Romero,
323).
un volumen que recogía diferentes obras de ficción que, a diferencia del editado por los
por V.F. Calverton en 1929. Entre los textos incluidos en Constelación Negra
traducción fiel de esta obra podría haber aportado mucho al panorama español y haber
expuesto al espectador español medio por primera vez de una forma clara y realista a la
170
nunca se llegó a representar. Es importante recordar que España se encontraba en sus
primeros años de dictadura. Desde el año 1939 el totalitarismo era extremo y toda
traducía en que rara vez se llevaba a escena nada cuya finalidad no fuese alabar al
Movimiento Nacional. Tampoco hay que pasar por alto que, hasta mediados de los años
50, la situación económica del país era peor que terrible y pocas eran las personas que
se podían permitir acudir a una sala de teatro. Así, tristemente, los únicos que pudieron
afroamericana fueron aquellos que consiguieron tener acceso a una copia de la obra
editada en papel.
1949, una época algo menos autárquica, el TEU de Murcia decide llevar a escena la
obra. Para ello, usaron la traducción de 1929 de Ricardo Baeza y se pusieron en las
manos del director Alberto González Vergel. La representación, como Espejo indica,
tuvo tanto éxito que el grupo llegó a viajar a Madrid, financiado por el ayuntamiento de
Murcia para subirse a las tablas del teatro de la Gran Vía (Espejo, 295). En 1950
en la historia del teatro afroamericano en los Estados Unidos con su obra Mulatto; y, tal
como comenta Espejo Romero, la obra seguiría ocupando ese lugar de privilegio hasta
Mulato. En abril de 1963 tendría su debut en Madrid –donde duró menos de una semana
sobre los escenarios– y un mes más tarde en Barcelona. Tras estas representaciones se
171
volvería a producir dos años después de la mano de un grupo de teatro universitario de
Salamanca, y aquí terminaría el triste recorrido de la obra en España. Para ser justos con
el autor, es importante recalcar que, tal como defiende Espejo Romero, la traducción
que de ella hizo Alfonso Sastre resultó en una obra a la que se había restado la parte más
dramática situación de los afroamericanos en los Estados Unidos, Sastre creyó necesario
incluir más ejemplos explícitos de lo que Hughes había usado en la obra original. Así,
para dar a conocer las leyes del Jim Crow, vemos al joven Robert, protagonista de la
obra, siendo expulsado dos veces de distintos lugares públicos; la primera, del vagón
para blancos del tren, y más tarde de un bar en el que ha entrado para tomar una
correos debido a que se han negado a devolverle el dinero de una mercancía que le han
entregado rota. Sastre, sin embargo, decide convertir lo que era una conversación entre
Norwood y su amigo Higgins en una escena en sí. Otro ejemplo más sería la relación
entre el Coronel Norwood y Sally, una de las hijas que el rico terrateniente ha tenido
con Cora, madre de Robert. A pesar de que el Coronel se niega a reconocer que los hijos
de Cora son suyos, vemos cómo los favorece sobre el resto de trabajadores. Aparte de
limpio y paterno hacia Sally. Pero Sastre cambia esta relación e insinúa en Norwood
cierto interés sexual hacia la joven. Quizás pensara que la relación entre Norwood y
172
Además, en la versión española vemos cómo Higgins intenta convencer a
Norwood de que se afilie al Ku Klux Klan y le comenta de manera jocosa que una
práctica común en el Sur es que los señores blancos buscaran tener hijos con sus
esclavas para así criar niños y tener más mano de obra gratis en las plantaciones. Esto es
una afirmación falsa y muy alejada de la realidad, que, por supuesto, Hughes no incluyó
en su obra. Los hijos fruto de los blancos con sus esclavas siempre eran un accidente
derivado de las violaciones y eran considerados una aberración y una vergüenza por
parte de los padres biológicos y sus familias. De hecho, entre las personas de color, los
que peor suerte solían correr eran los mulatos, ya que en muchas ocasiones eran
maltratados y humillados tanto por los blancos como por los negros.
Sastre. En el texto de Hughes, el joven Robert manifiesta que está demasiado cansado y
más allá de un cansancio físico por haber estado horas corriendo por el bosque: es el
que parece no tener fin y que, aún en la época en la que Hughes escribió la obra, parecía
dar poco fruto a pesar de todo el sacrificio invertido. Debemos recordar que en los años
historia reciente, del pueblo afroamericano. Quizás por esta razón Sastre debió pensar
supervivencia.
173
Haciendo un gran esfuerzo, podemos llegar entender las razones que llevaron a
Sastre a modificar abiertamente una obra magistral como la de Hughes. Sin embargo,
resulta una versión un tanto fría y mecánica que ha perdido casi toda la carga dramática
y la humanidad del Mulatto original. El resultado fue tan decepcionante que ni siquiera
el tener entre su elenco al popular actor cubano René Muñoz, quien gozaba del cariño
de los españoles por su interpretación de Fray Escoba, logró salvarla. Dada la enorme
realmente podemos considerar Mulato70 una obra escrita por un autor afroamericano o si
Otra importante figura del teatro y activismo afroamericano que consiguió que
una de sus obras fuese representada en España fue Leroi Jones (1934-2014). Jones,
quien más tarde cambiaría su nombre por el de Amiri Baraka, fue un escritor, poeta,
diciembre de 1964 Jones estrenaría The Slave en St. Mark’s Playhouse, fuera de los
inspirado en el mismo Jones y se puede ver una clara relación entre la vida de ambos.
Walker, como Jones, solía ser un activista que promovía la igualdad y la lucha pacífica
que en la vida real abanderaba Martin Luther King. Sin embargo, poco a poco se fue
sintiendo cada vez más atraído por la nueva corriente más radical de la lucha por los
actividad violenta y el odio hacia los blancos, defendiendo, como Malcolm X durante
buena parte de su vida, que las personas de color eran una raza superior. Walker, al
70
Aquí nos referimos a la obra en español en contraste con Mulatto, que sería la original.
174
igual que Jones, se divorció de su esposa blanca con la que tenía hijos. Durante la obra,
Walker habla de la necesidad de salvar a sus hijos de su madre blanca. El punto más
impactante llegaría cuando el público descubre que la idea que Walker tiene de “salvar a
representarse, tal como Espejo Romero explica, en el teatro Marquina, en Madrid. Con
esta obra se muestra por primera vez en España la lucha más radical por los derechos
civiles de los afroamericanos. Tal como Espejo Romero defiende, debió causar bastante
trama, aunque criticó que no se hubiera usado un escenario de mayor tamaño y que los
una casa acomodada. Sin embargo, ciertos efectos son necesarios puesto que son varias
las veces en las que la casa se ve sacudida por la violencia de las bombas, llegando
incluso, al final, a destruirse parte del salón. También Marqueríe, como Espejo Romero
nos recuerda, tuvo palabras hacia la obra, en su caso bastante negativas. Aparte de
criticar el exceso de violencia, defendió que no era una obra relevante ya que la historia
que contaba no tenía ninguna relación con la realidad española (Espejo Romero, 1170).
(1972), creado por Lornan Grayson y Vicente Romero y dirigido por Antonio Díaz
71
Algunos miembros de los movimientos más radicales, tanto de supremacía blanca como negra, veían en
los mulatos una aberración y un insulto a la pureza de su raza. Jones nunca atentó contra la vida de los
hijos que tuvo con su primera esposa, pero sí se desentendió de ellos cuando dio un giro más radical a su
vida.
72
Traducción de Fernando Herrero y Carmelo Romero.
175
Merat. Se trataba de un espectáculo musical sobre Guinea Ecuatorial en el que llegaron
a actuar el popular grupo Mocedades. A pesar de que en un principio poco tiene que ver
lectura de textos de Langston Hughes y Martin Luther King. Así, termina la corta lista
de obras por y/o sobre afroamericanos que han llegado a España, algunas de las cuales,
sociales que han estado ocurriendo en Estados Unidos han hecho que diferentes
editoriales muestren más interés por traducir y editar novelas escritas por
teatro. Con la elaboración de esta tesis intentamos escribir un nuevo capitulo en esta
historia. El que se sigan realizando investigaciones tanto sobre este tipo de teatro en
general como sobre autores y obras en particular es esencial para que nuevas obras,
tanto antiguas como contemporáneas, lleguen a los teatros españoles. Así, el espectador
de la sociedad estadounidense.
176
Una pasa al sol
177
178
ACTO PRIMERO
179
180
ESCENA UNO
La sala de estar de los YOUNGER podría ser una habitación cómoda y bien
tenido que amoldarse a las vidas de demasiada gente durante demasiados años; y está
cansado73. Aun así, podemos ver que en algún momento, en una época que
de esta habitación fue realmente seleccionado con cuidado, cariño e incluso con
De esto hace mucho. Ahora el estampado del tapizado del sofá, que en otros
tiempos causaba admiración, tiene que luchar por dejarse ver bajo montones de tapetes
de crochet y fundas de sofá que han acabado siendo más importantes que el estampado
en sí. Y aquí o allá vemos una mesa o una silla que han movido para ocultar un trozo
todo ha sido pulido, lavado, usado, restregado demasiado. Toda pretensión, excepto la
73
Palabras como “tired” o “weariness” se usan en esta parte de la obra varias veces para describir los
muebles o la decoración de la casa. La autora hace uso de la personificación para adelantarnos el estado
de ánimo de la familia que habita el apartamento.
74
Más adelante sabremos que Lena y Walter padre fueron los primeros Younger en habitar este
apartamento, y, por lo tanto, fueron ellos los que eligieron los muebles y la decoración. Se establecieron
aquí la semana después de casarse, recién llegados del Sur. Efectivamente, llegaron ilusionados y
esperanzados, pero con la idea de mudarse a una casa con jardín al año. Por lo tanto, debemos entender
esta acotación de Hansberry como una muestra del orgullo que sentían Lena y su marido por haber
escapado del Sur y la esperanza de empezar una nueva vida llena de posibilidades más que por haber
encontrado el hogar de sus sueños. Seguramente se esmeraron en la decoración porque planeaban
llevarse los muebles a esa casa que iban a comprar.
181
Asimismo, una parte de esta habitación, porque no es realmente una habitación
en sí, aunque el contrato del casero así lo considere, se inclina hacia atrás para crear
una pequeña cocina donde la familia prepara la comida que toman en la sala de estar,
que también hace de comedor. La única ventana que hay para estas “dos” habitaciones
familia durante el día es solo la que consigue penetrar a través de esta pequeña
ventana.
BENEATHA. En el lado derecho, enfrente, hay una segunda habitación (que en otra
esposa, RUTH75.
derecha, y justo después RUTH entra desde esa habitación y cierra la puerta tras ella.
75
Como explicamos en la introducción a la obra, a pesar de lo que nos pueda parecer el apartamento, no
era ni de lejos una kitchenette de las más pequeñas ya que, aun sin considerar la zona de la cocina como
habitación, contaría con tres habitaciones. Eran muy comunes las kitchenettes de dos habitaciones o
incluso una sola que hacía de sala de estar, comedor, cocina y dormitorio.
76
En el apartado reservado al análisis de la obra demostramos que el marco temporal de la obra se situaría
entre 1945 y 1955.
77
A pesar de que lo correcto es “South Side”, aquí respetaremos la elección de la autora, quien se decanta
por unir “south” y “side” creando una sola palabra, quizá para transmitir la idea de un lugar físico muy
específico, homogéneo y diferenciado dentro de Chicago.
78
Esta oscuridad matutina lleva asociada la idea de una luz débil. Esta iluminación marca el comienzo de
un día natural, pero a la vez nos transmite la esperanza de que, de una forma metafórica, la luz y la
calidez lleguen pronto a sus vidas.
182
matinal oscura del Southside entra débilmente. Llena de agua una cacerola y la pone a
hervir. Llama al chico, entre bostezos, con un tono de voz ligeramente amortiguado.
RUTH tiene unos 30 años. Podemos ver que en algún momento fue una chica
guapa, podríamos decir incluso que excepcionalmente guapa, pero ahora es evidente
en su rostro. En unos años, incluso antes de que cumpla 35, será considerada por los
RUTH. ¡Venga, muchacho, son las siete y media! (Su hijo finalmente se sienta,
con un estupor somnoliento.) ¡Te digo que te espabiles, Travis! ¡No eres el único en el
mundo que tiene que usar el baño! (El niño, un muchachito fuerte y guapo de diez u
once años, se levanta de la cama a rastras y, casi con los ojos pegados, coge sus toallas
y la “ropa de hoy” de los cajones y el armario y sale hacia el baño, que está fuera, en
el pasillo, y que comparten con la otra familia o familias de la misma planta. RUTH
¡Walter Lee!... ¡Son las siete y media pasadas! ¡Quiero verte espabilando ya! (Espera.)
¡Más te valdría irte levantando, eh! Son más de las siete y media, te aviso. (Espera de
nuevo.) ¡Vale, sigue ahí tumbado y verás cómo Travis terminará, entrará el señor
Johnson y te pondrás a quejarte y a maldecir como un loco! ¡Y, además, llegarás tarde!
(Espera, con la paciencia ya agotada.) Walter Lee, ¡es hora de que te LEVANTES!
vuelve a la zona de la cocina. Se pasa un paño húmedo por la cara y los dedos por el
pelo despeinado, sin grandes resultados, y se ata un delantal sobre la bata de estar por
183
casa. Se abre la puerta del dormitorio de la derecha y su marido aparece en pijama en
crítica.
día). Bueno, ¿entonces a qué venía todo ese griterío, si ni siquiera puedo entrar en el
vayas a poner a hablarme de dinero tan temprano recién levantado, porque de verdad
79
Esta es la primera referencia al dinero de la herencia que tenemos en la obra y no es casualidad que
salga de la boca de Walter. Así, la autora nos muestra la desesperación de este personaje, que realmente
cree que todos sus problemas se solucionarán con dinero.
80
Una de las razones por las que se tildó a A Raisin de inconsistente fue por el cheque de 10000 dólares
de los que la familia Younger fueron beneficiarios tras la muerte del padre ¿Cómo una compañía de
seguros iba a entregar semejante cantidad de dinero a una familia pobre tras la muerte no accidental –
entendemos– de uno de sus miembros? Podemos deducir que, seguramente, las personas que en aquel
momento intentaron poner en duda la consistencia de la obra eran críticos blancos que poco o nada sabían
sobre la planificación familiar en los hogares de los afroamericanos pobres. Imani Perry defiende que,
dado que una gran cantidad de la clase trabajadora negra del Chicago del siglo XX se dedicaba al servicio
doméstico –limpiadoras, cocineras, chófer–, era extraño que sus jefes los tuvieran afiliados a la Seguridad
Social. Por ello, lo más común era que incluso las familias más pobres hicieran un enorme esfuerzo por
contratar y pagar cada mes un seguro privado, tanto para proteger la economía familiar en caso de muerte
como para asegurarse algún sustento una vez que la edad ya no les permitiera seguir trabajando. Según las
investigaciones de Perry, en los años 50 del siglo XX tan sólo en Bronzeville –el barrio de mayoría negra
más grande de Chicago –había al menos media docena de empresas aseguradoras. La empresa de seguros
más popular de Bronzeville era Supreme Liberty and Life, con la que miles de trabajadores
afroamericanos tenían contratada póliza de seguro y cuyo dueño, casualmente, era amigo de la familia
Hansberry (Perry, 113).
184
RUTH. No, pero es que tengo más sueño que el demonio. ¿Cómo quieres los
huevos?
¿Ha llegado el periódico? (RUTH señala impaciente el ejemplar enrollado del Tribune82
que hay sobre la mesa, y él lo coge, lo desenrolla y echa un vistazo a la portada.) Ayer
WALTER. No es para ponerse así. (Ausente de nuevo. Leyendo las noticias del
81
Más que como una falta de atención de Ruth a su marido, nos podemos tomar este gesto como una
muestra más de los problemas de comunicación entre ambos. Cuando Walter le pregunta si le ocurre algo,
ella, en vez de hablar sobre sus problemas, niega que haya ninguno y se inventa alguna excusa. Acto
seguido, se venga de esta forma tan doméstica intentando sabotear el desayuno de Walter.
82
Se refiere al Chicago Tribune. Fundado en 1847, sigue siendo uno de los periódicos más relevantes hoy
día en Estados Unidos.
83
Todo parece indicar que se trata de un ataque racista. En el Norte, donde la segregación era ilegal, los
racistas blancos tenían otros métodos para mantener a los afroamericanos lejos de sus barrios. Cuando
una familia afroamericana que habitaba en un “barrio blanco” ignoraba las continuas amenazas por parte
de sus vecinos blancos, estos podían llegar a utilizar la violencia de la forma más cruenta. Poner una
bomba en casa de familias afroamericanas era un recurso bastante extendido. La pasividad con la que
tanto Walter como Ruth reaccionan a la noticia y el hecho de que Walter no necesita dar más datos a su
mujer sobre el ataque demuestra tanto lo comunes que estos eran como el agotamiento que la situación ya
provocaba en el afroamericano medio. Hansberry nos anticipa así la problemática que pronto afectará a
los Younger y que será el hilo conductor de la obra.
84
Oficial del ejército y político republicano de Chicago. Gracias a este dato que nos lee Walter sobre el
coronel conseguimos situar temporalmente la obra. Para más información sobre McCormick o la
ambientación temporal de A Raisin, consultar el capítulo referente al análisis de la obra.
85
Otra muestra más de los problemas de comunicación entre Ruth y Walter es que Ruth es incapaz de
transmitir de una forma sana a su marido que está demasiado preocupada y emocionalmente agotada
como para interesarse por la vida o desgracias de nadie que no pertenezca al entorno familiar. Con su
respuesta sarcástica, Ruth intenta que Walter se dé cuenta por sí mismo y deje de molestarla con asuntos
que no le importan ni le afectan personalmente.
185
WALTER (Suspirando y mirando el reloj). Ay, ¡madre mía! (Espera.) ¿Qué es lo
que hace ese muchacho en el baño tanto tiempo? Va a tener que empezar a levantarse
antes. No puedo llegar tarde al trabajo porque él se ponga a tontear ahí dentro.
RUTH (Girándose hacia él). ¡Oh, no! ¡Él no va a levantarse más temprano ni
nada por el estilo! No es culpa suya si no puede acostarse antes por las noches porque
hay un puñado de payasos inútiles y tarados que vienen y se sientan a hablar tonterías
WALTER. Por eso estás como las fieras, ¿verdad? Estás segura de que lo que yo
tenga que hablar con mis amigos no puede ser importante, ¿no?
Se levanta y coge un cigarro del bolso de RUTH, que está sobre la mesa. Cruza
RUTH (De una forma mecánica, como una queja que es demasiado habitual
como para merecer mucho énfasis). ¿Por qué siempre tienes que fumar antes de
desayunar?
WALTER (Mirando por la ventana). Mira a todos esos ahí abajo… Corriendo y
trotando para ir al trabajo… (Se vuelve hacia su esposa y la observa trajinando junto a
segundo… se te veía muy joven de nuevo. (Se acerca a ella; ella se aleja. Ahora de
86
Es importante no obviar la importancia que tiene el que Walter haya sacado el cigarro del bolso de
Ruth. Incluso en estos momentos de crisis conyugal, Ruth es, de forma indirecta, quien provee o trata de
proveer a Walter de momentos de paz y tranquilidad. Más adelante veremos más ejemplos de esto.
186
RUTH. Mira, como no te calles y me dejes en paz…
que aprender en esta vida es a no seducir a ninguna mujer de color por la mañana
ya bastante despierto. Lleva las toallas y el pijama sobre los hombros. Abre la puerta y
87
La ventana actúa como un objeto de evasión, permitiendo a los personajes a veces soñar, a veces
olvidar la tensión dentro del hogar. En este caso, Walter, que acaba de ser rechazado por su esposa, mira a
través de ella para coger fuerzas para decirle algo que sabe que podría provocar una reacción negativa. El
estar junto a la ventana, con la vista clavada en el exterior, le permite, a su vez, tomar cierta distancia
tanto con el conflicto como con las propias palabras que va a pronunciar.
88
Walter no olvida especificar que está hablando de las mujeres de color, no de las mujeres en general.
No es la única vez que veremos a Walter haciendo algún comentario racista contra su propia gente y en
especial contra las mujeres afroamericanas. Hansberry muestra así la complejidad del racismo: ni siquiera
los propios afroamericanos consiguen escapar de los prejuicios. El considerar a la mujer afroamericana
como mal encarada, poco cariñosa e incluso áspera tanto con sus parejas como en su forma de moverse
por el mundo es uno de estos prejuicios que además podemos encontrar en bastantes obras de ficción, en
muchas ocasiones con intenciones cómicas. La profundidad y el realismo que Hansberry usa para diseñar
a sus personajes sirve también para romper este estereotipo: Ruth no es una mujer desagradable ni
incapaz de cariño y dulzura. Actúa de esta forma específica por razones de peso. Su vida en las
circunstancias actuales es tan complicada que, como es natural, no está de humor para zalamerías.
89
Hansberry no se olvida de mostrar el estrés cotidiano de vivir en las kitchenettes, que en muchas
ocasionas va ligado a las cosas más pequeñas. Travis acaba de salir del baño y lo vigila desde la puerta del
hogar mientras mete prisa a su padre porque ya, desde tan pequeño, entiende que si un vecino llega antes
su padre tendrá que esperar otro turno y llegará tarde al trabajo, con la consecuente llamada de atención
por parte del jefe.
90
El que el pequeño Travis esté tan al corriente tanto de cuándo llega el cheque como de lo que representa
para el bienestar de la familia muestra cuánto se ha debido hablar en el hogar de ese dinero.
187
TRAVIS (Comiendo). Esta mañana es cuando se supone que tenemos que llevar
Travis.
RUTH. ¡No! Y quiero que dejes de pedirle dinero a tu abuela. ¿Te has enterado?
a veces!
RUTH. ¡Travis Willard Younger! Estoy ya bastante harta esta mañana como para
andar…
RUTH. ¡Travis!
unos segundos.
188
TRAVIS (Inmediatamente). ¿Podría entonces ir a la puerta del supermercado
dobla, más mal que bien, la ropa de cama, haciendo un montón. Después, enfadado,
madre). Me voy.
mecánica). Ven aquí. (Él cruza hacia ella y ella se fija en su cabeza.) ¡Si no coges un
peine y te arreglas esta cabeza, verás! (TRAVIS deja en el suelo los libros con un gran
suspiro que denota opresión y va hasta el espejo. Su madre murmura comentarios sobre
la cabezonería del niño.) ¡Anda que estar a punto de salir de aquí con la cabeza así,
dónde has sacado esa forma de ser tan descuibezona93…Y coge la chaqueta. Parece que
91
Travis, a pesar de su corta edad, es un niño resolutivo con una gran capacidad para resolver por sí
mismo pequeños problemas diarios que le ayuden a subsistir. A través de él Hansberry muestra la
admiración que, desde pequeña, sentía por aquellos niños del gueto a los que veía jugando libremente en
las calles o realizando pequeños trabajos con la llave de su apartamento colgada alrededor del cuello.
92
Dentro del matrimonio queda claro que es Ruth quien se encarga de la educación de Travis
regañándole, poniéndole límites y no cayendo en sus infantiles chantajes emocionales. Este desigual
reparto de roles dentro de la familia pone en un lugar difícil a Ruth con respecto a su más que permisivo
esposo. Y se ve reflejado en la diferente relación que tiene el niño con cada uno de sus progenitores.
93
En el original “slubborn”, palabra creada que probablemente combina “slovenly” (desaliñado o
descuidado) y “stubborn” (cabezón). Aquí también hemos usado un compuesto inventado uniendo estas
dos palabras, respetando la elección de Hansberry en su obra original.
189
RUTH. Coge dinero para el billete y la leche… (moviendo un dedo)… y ni un
se dirige hacia la puerta de forma casi cómica. Cuando ella le hable, su voz sonará
RUTH (burlona; imitando a TRAVIS). Oh, mamá a veces me vuelve loco. ¡No
sé qué hacer! (Espera y prosigue tras él a la vez que él se queda completamente inmóvil
delante de la puerta:) ¡Esta mañana no le daría a esta mujer un beso de despedida por
nada del mundo! (El chico finalmente se gira y pone los ojos en blanco, sabiendo que el
¡Por absolutamente nada del mundo! (Ella finalmente se ríe de forma muy sonora y
alarga los brazos para abrazar al niño y se nota que es una forma de interactuar muy
practicada y antigua entre ambos. Él se acerca y deja que lo abrace con cariño, pero
finalmente, lo mira y le acaricia la cara con los dedos. Con gran ternura:) Y esto, ¿de
94
Hansberry presenta la palabra “masculinidad” no exenta de ciertas connotaciones negativas (frialdad,
rigidez). Esto contrasta con la idea de dignidad, madurez y respeto a uno mismo que observamos en su
uso de la palabra “hombre”.
95
Esta Ruth cariñosa y bromista contrasta con la mujer que hemos visto hasta ahora, mostrándonos la
realidad con la que Hansberry diseñó a sus personajes. A pesar de la dura situación en la que se encuentra
y de sentirse la máxima responsable de preparar a su hijo para la vida, Ruth, madre, no se olvida de dar a
su hijo también este tipo de información que el joven Travis necesita para crecer sano: saber que su madre
le quiere.
190
RUTH (Imitándolo). ¡Joooo, mamá! (Ella lo empuja jugueteando pero con
TRAVIS (A pesar del cariño, vuelve la agresividad). Mamá, por favor, ¿podría
WALTER (llegando del baño y fingiendo sacar una pistola de una funda
clase.
WALTER (A RUTH). ¿Por qué le cuentas esas cosas al niño?97 (Metiéndose las
manos en los bolsillos del pantalón y dándose bastante importancia.) Aquí tienes,
hijo… (Le da la moneda al niño sin quitarle los ojos de encima a su mujer. TRAVIS
96
Como mencionamos anteriormente, se observa un gran contraste entre el papel como progenitor de
Walter y el de Ruth. Mientras Ruth tiende a ser quien pone los límites, Walter consiente, a veces de una
forma irresponsable. En este ejemplo, intenta convencer a su esposa de que deje al chico pasar la tarde-
noche a las puertas del supermercado sin pararse a reflexionar sobre el peligro que puede suponer para la
salud de un niño pasarse unas horas expuesto a las inclemencias del clima chicagüense.
97
Mientras que Ruth intenta educar a Travis siendo consciente de la economía familiar, ayudándole así a
madurar y a valorar las cosas, preparándolo para una madurez responsable, Walter le oculta la realidad y
le da caprichos que no se pueden permitir (como veremos un poco más adelante). La reacción de Walter
viene, en parte, dada por el miedo a que su hijo crezca pensando que su padre es un fracasado y que no es
lo que en la época se consideraba “suficiente hombre”.
191
TRAVIS. Gracias, papi.
Se dirige hacia la salida. RUTH los mira a ambos muy enfadada. WALTER
repente, asaltado por una nueva idea, se vuelve a meter la mano en el bolsillo.
TRAVIS. ¡Tomaaaaaa!
Salta sobre su padre y le abraza la cintura con las piernas. Se miran el uno al
otro con gran cariño; despacio, WALTER LEE echa un vistazo por detrás del chico,
coge al vuelo los violentos rayos que salen de los ojos de su esposa y gira la cabeza
Sale.
chico. (RUTH lo mira con asco y se gira para seguir con lo que estaba haciendo.)
RUTH. No.
192
WALTER. ¿Quieres saber lo que estaba pensando esta mañana en el baño sí o
no?
hablando anoche.
WALTER. Todo el que habla conmigo tiene que ser un bocazas inútil, ¿verdad?
¿Y tú qué sabes de quién es un bocazas inútil? Charlie Atkins era un “bocazas inútil”
ahora… gana 100000 dólares al año. ¡100000 al año! ¡Y tú lo sigues llamando bocazas!
¿verdad? Cansada de todo. De mí, del niño, de la forma en la que vivimos… de este
cansada… quejándote y refunfuñando todo el rato, pero no harías nada para ayudar
98
Tanto esta respuesta de Ruth como su reacción tras oír lo que Walter tiene que decirle nos muestra que
las ideas de grandeza y riqueza de Walter no son algo nuevo sino una ensoñación constante de la que él
suele hablar casi como si siempre estuviera a punto de hacerse realidad.
99
En este caso, a priori nos podría parecer que Walter está tan metido en su propio mundo y siente tanta
necesidad de compartir aquello que le hace ilusión que no se da cuenta, o no quiere darse cuenta, de que
su mujer no está interesada en escucharle. Sin embargo, esta idea está muy lejos de la realidad. Walter
esta vez tiene un plan, una idea nueva y para llevarla a cabo necesita la colaboración de su esposa. No es
que no se dé cuenta de que Ruth no quiere saber nada del tema; la realidad es que elige ignorarla porque
necesita convencerla para que le ayude.
100
Ruth podría estar expresando tanto rencor hacia Walter por seguir echándole en cara algo que pasó ya
hace tiempo como resentimiento hacia sí misma por no haber creído en su marido en aquel momento y
haberle impedido unirse a un fructífero negocio. Aun así, no parece confiar en el criterio de su esposo ni
en su socio en esta nueva aventura.
193
RUTH. Walter, por favor, déjame en paz.
RUTH. Walter…
o a Bennie. Confía más en ti. Lo único que tienes que hacer es cuando te sientes con ella
a tomar café cualquier mañana y a hablar de las cosas que habláis y… (Se sienta junto a
su mujer y le muestra de forma muy gráfica cuál debería ser el tono y la forma que
emplee en ello)… tú simplemente le das sorbos al café y hablas como quien no quiere la
cosa, como si hubieras estado pensando sobre ese trato que Walter Lee tiene tantas
ganas de hacer, sobre la tienda y todo eso, y das otro sorbo de café, como si lo que le
estás contando no fuera tan importante. Y, sin darte cuenta, ella se pondrá a escucharte y
a hacerte preguntas y cuando yo llegue a casa ya le cuento todos los detalles. Esto no ha
sido cosa de una ocurrencia de una noche, nena. Quiero decir, hemos estado haciendo
WALTER. Sí. Verás, esta pequeña licorería que tenemos pensada sale por 75000
y calculamos que la inversión inicial va a ser de unos 30000, ¿vale? Eso son 10000 cada
uno. Por supuesto, hay unos 200 que te toca pagar para no pasarte la vida esperando a
101
Walter demuestra tanto su determinación como su obsesión por conseguir su “sueño americano”. A
pesar de que llevan toda la mañana discutiendo y cualquiera vería que no es el mejor momento para
pedirle a su esposa un favor como que interceda por él delante de Lena, elige seguir con los planes que
había concebido.
194
WALTER (Frunciendo el ceño con impaciencia). No lo llames así. ¿Ves? Eso
demuestra lo que las mujeres entienden del mundo. ¡Nena, en este mundo no ocurre
WALTER (Incorporándose y mirando hacia otro lado). Ya está. Así son las
cosas. El hombre le dice a su mujer: Tengo un sueño. Su mujer dice: Cómete los
huevos. (Triste, pero con más fuerza:) El hombre dice: ¡Tengo que agarrar este mundo,
nena! Y la mujer dirá: Cómete los huevos y vete a trabajar. (Ahora apasionadamente:)
El hombre dice: ¡Tengo que cambiar mi vida, me estoy asfixiando, me estoy muriendo,
nena! Y su mujer dice: (con una angustia profunda que le hace dejar caer los puños
estaba mirando por la ventana103 y dándole vueltas… Tengo 35 años. He estado casado
11 años y tengo un hijo que duerme en la sala de estar… (en voz muy baja)… y todo lo
que puedo ofrecerle son historias sobre cómo viven los blancos ricos…104
102
Es curioso cómo Walter intenta convencer a Ruth de que es él quien entiende cómo funciona el mundo
y los negocios, pero tan solo repite un mensaje que alguien a quien él cree más capaz, Bobo o Willy, le ha
contado poco antes. Ante la desconfianza de su esposa y la crítica indirecta sobre la legalidad y seguridad
del negocio, Walter, que realmente no sabe nada de este complejo mundo, se queda sin argumentos de
peso para defenderlo y la ataca, acusándola de ser incapaz de entender nada del mundo fuera del hogar
porque es mujer. Probablemente Walter está repitiendo lo que Bobo o Willy le han dicho a él para
convencerle de poner el dinero, creyendo que ella quedará tan convencida y entusiasmada como él. De lo
que parece no darse cuenta es de que hay una gran diferencia entre ambos: el sentido común y la
desesperación por triunfar, que hacen que Walter no valore los pasos del proyecto de una forma objetiva y
pausada y lo transforman una víctima fácil.
103
De nuevo se nos muestra la ventana como elemento que les ayuda a tomar distancia con la realidad y a
pensar y analizar la situación.
104
Aquí queda muy claro que Walter, a diferencia de lo que en ocasiones se le ha achacado, no quiere el
dinero únicamente por la satisfacción de ser rico e importante, sino más por garantizar una dignidad y
seguridad a su familia, especialmente a su hijo.
195
RUTH. Cómete los huevos, Walter.
(moviendo la cabeza de forma repetitiva:)… y todo lo que sabes decir es cómete los
RUTH (cansada). Cielo, nunca dices nada nuevo. Te escucho cada día, cada
noche y cada mañana, y nunca dices nada nuevo. (Encogiéndose de hombros.) Que tú
preferirías ser el señor Arnold antes que su chófer. Bueno, y yo preferiría vivir en
Buckingham Palace.
WALTER. Eso es lo malo de las mujeres de color del mundo… No saben apoyar
a sus hombres ni hacerles sentir que son alguien. Que pueden hacer algo.
RUTH (Seca, pero con intención de herir). Es que hay hombres de color que
hacen cosas.105
RUTH. Bueno, como soy una mujer de color, supongo que no puedo evitarlo.
pila de ropa seca áspera. La rocía para prepararla para el planchado y a continuación
105
Ruth no entra en las acusaciones racistas de Walter. Con este comentario y con la ironía de su próximo
comentario nos deja ver que, a diferencia de Walter, no cree que la raza predisponga a una forma de ser o
relacionarse y que quizás lo que cada uno consiga o no dependa más de las propias decisiones
individuales.
196
WALTER (balbuceando). ¡Somos un grupo de hombres atados a una raza de
dinámica como su hermano. No es tan guapa como su cuñada, pero su cara delgada y
casi que diríamos intelectual tiene una belleza propia. Lleva puesto un camisón de
forma de expresarse es una mezcla de muchas cosas; es diferente del resto de la familia
dado que la educación que ha recibido ha calado en su inglés, y quizá el acento del
Medio Oeste ha (finalmente) vencido al acento sureño; pero no es un acento del Medio
Oeste del todo, porque sobre él se puede apreciar un farfulleo y un uso de las vocales
baño. Se da cuenta de que se le han adelantado los Johnson. Cierra la puerta con una
BENEATHA (Con la cara entre las manos, sigue luchando contra las ganas de
periódico?
106
En el original la autora dice sobre el cabello de Beneatha que “her thick hair stands wildly about her
head.” En la traducción se pierden las connotaciones de “stands” y “wildly”, que convierte el pelo de
Beneatha en una metáfora del carácter rebelde y desafiante de la chica. También hace que prestemos
especial atención al pelo del personaje, ya que será un factor importante en la obra y llegaría a causar
cierto impacto en la forma en la que en la época se entendía la belleza de la mujer negra.
197
WALTER (alcanzándole el periódico desde el otro lado de la mesa a la vez que
la observa de forma casi clínica, como si nunca antes la hubiera visto). Vaya chavala
Lo mejor es la biología. (Mirando a Walter:) Ayer diseccioné algo que era clavadito a
ti.
anterior!
WALTER (a la defensiva). Me preocupo por ti. ¿Hay algo malo en eso? No hay
107
De igual forma que Ruth ya conocía las intenciones de su marido cuando comenzó a hablarle de que
había estado ideando algo en el baño, Beneatha sabe que Walter no está en absoluto interesado en su vida
académica y que le pregunta para comenzar de nuevo una conversación que ya han tenido muchas veces y
sobre la que ella tiene un punto de vista muy claro.
108
Walter no se enfada ante el insulto de su hermana. Podría ser porque no quiere calentar la conversación
demasiado rápido o porque está tan concentrado en sí mismo y en lo que quiere decirle y conseguir de ella
que ni siquiera la ha escuchado. Los problemas de comunicación de Walter no son, como podemos ver,
únicamente con su esposa.
198
RUTH. Walter Lee, ¿por qué no dejas a la chica en paz y te largas ya al trabajo?
favor!
mañana.
BENEATHA (girándose hacia él con una agudeza muy propia). Ese dinero es
de Mamá, Walter, y es ella la que tiene que decidir qué hacer con él. Me da igual si
quiere comprarse una casa, un cohete espacial o simplemente clavarlo en algún lugar y
WALTER (amargamente). ¡Qué bonito queda eso! Te tomas muy en serio los
intereses de tu madre, ¿verdad, chica? Eres una chica tan buena… pero si Mamá tiene
ese dinero, siempre puede coger unos pocos miles y ayudarte con la escuela, ¿verdad?
199
WALTER. Lo único que quiero es que dejes de hacerte la santa. Yo y Ruth
hemos hecho algunos sacrificios por ti. ¿Por qué no puedes tú hacer algo por la familia?
WALTER. Ya estás dentro. ¿No te has levantado durante los últimos tres años y
te has ido a trabajar en una cocina de por ahí para ayudar a que tenga ropa que ponerse?
gracias, Ruth: gracias, Mamá… y gracias, Travis, por llevar el mismo par de zapatos
BENEATHA (dejándose caer sobre sus propias rodillas). Vale, lo hago, ¿vale?
WALTER. ¿Quién demonios te dijo que tenías que ser médico? Si tantas ganas
tienes de andar haciendo el tonto con los enfermos, pues métete a enfermera como
Mamá.
110
Es llamativo que sea Walter, quien tanto habla de la necesidad y el derecho de cumplir los sueños de
uno, quien no consiga entender que Beneatha tenga los suyos propios e intente luchar por ellos. Aquí
Hansberry intentaba llamar la atención sobre la doble discriminación a la que se enfrentaba la mujer
afroamericana, quien no solo se veía limitada en la sociedad por su raza sino también dentro de la
comunidad afroamericana por ser mujer. Diversas intelectuales afroamericanas se hicieron eco de esta
problemática y denunciaron que sus compañeros activistas a menudo las menospreciaban y les negaban la
voz y el lugar tal como los hombres blancos hacían con ellos por ser negros. Para Walter el cumplir sus
sueños y que le reconozcan su sitio en la sociedad es una necesidad, cuestión de vida o muerte; el de
Beneatha es un capricho, casi una broma.
200
WALTER. ¡También era mi padre!
dinero del seguro pertenece a Mamá. Meterte conmigo no va a hacer que ella te lo dé
para que lo inviertas en una licorería. (En voz baja, dejándose caer en una silla:) Y yo,
por una vez digo: ¡que Dios bendiga a Mama por ello!
que nos guiarían desde tierras salvajes… (WALTER sale dando un portazo.)… ¡hacia
las ciénagas!
RUTH. Bennie, ¿por qué siempre tienes que andar metiéndote con tu hermano?
¿No puedes ser un poco más amable de vez en cuando? (Se abre la puerta. Entra
201
WALTER (a RUTH). Necesito dinero para el billete.111
RUTH (lo mira y se enternece; bromeando, pero con ternura112). ¿50 céntimos?
Sale WALTER. Entra MAMÁ. Es una mujer de sesenta y poco, rellena y fuerte.
Es una de esas mujeres que poseen cierta elegancia y belleza, pero que la llevan de
forma tan sutil que toma cierto tiempo verla. Su cara marrón oscuro está rodeada por
el blanco intenso de su cabello, y, siendo una mujer que se ha adaptado a muchas cosas
en la vida y que ha superado muchas más, su cara está llena de fuerza. Tiene, se ve, un
tipo de ingenio y fe que hacen que sus ojos se mantengan iluminados y llenos de interés
y expectación. Es, en una palabra, una mujer bella. Su porte es quizá más parecido al
que, cuando camina, aún cargase con una cesta o una vasija sobre su cabeza114. Su
habla, por otra parte, es tan descuidada como preciso es su porte –tiene tendencia a
111
Walter necesita dinero para el billete del transporte porque, en su intento de mantener a Travis
ignorante de la precariedad económica de la familia, le dio el dinero que le quedaba.
112
Es de las pocas ocasiones en las que vemos a Ruth tratar con ternura y buen humor a Walter. Quizá
influya la pelea entre Walter y Beneatha y la tristeza con la que Walter se despidió un momento antes. A
pesar de los problemas y de las discusiones, Ruth ama a Walter y le une a él algo especial que hace que, a
lo largo de la obra, prevea antes que nadie que Walter necesita ayuda o que incluso podría estar en
peligro.
113
Grupo étnico que habita en diferentes zonas del sur de África, especialmente en Namibia, aunque
también en Botsuana y Angola.
114
Hansberry nos introduce por primera vez el tema de África con Mamá. Gran admiradora de la historia
y cultura africana y de la necesidad de enseñarla a los niños afroamericanos en los colegios, Hansberry
identifica el continente “madre” de los afroamericanos con Lena, la madre y abuela de la obra, la persona
que cuida al resto de personajes y del que la mayoría desciende. Además, ya vimos que en la obra de
Hansberry África tiene connotaciones positivas.
115
Lena comparte esta característica con su hijo, Walter.
116
Desde su primera intervención Hansberry ya nos muestra una de las principales características de
Lena, que será también clave para la trama familiar: su estatus de cabeza de familia. Lena entra en escena
poniendo orden, exigiendo que se le informe y a la vez dejando claro que no va a permitir tal
comportamiento en su casa.
202
Cruza la habitación, va hacia la ventana, la abre, y mete dentro una planta
pequeña y débil que crece tercamente en una macetita sobre el alféizar. Palpa la tierra
y la vuelve a sacar.
más sol del que le ha estado llegando, no va a ver otra primavera117. (Se gira, dando la
¿Piensas planchar todas esas cosas? Déjame algunas, que ya les meteré mano esta tarde.
Bennie, cielo, hay demasiada corriente para que estés ahí sentada medio desnuda
BENEATHA. En la lavadora.
117
Nótese cómo la autora vincula a los hijos de Lena con la planta. Los hijos de Lena, como la planta,
tienen fuerza y temperamento; pero también, como la planta, necesitan urgentes cambios, más luz y más
esperanza para no perderse.
118
Como ha ocurrido antes con otros miembros de la familia, el mirar o estar cerca de la ventana permite
a los personajes alejarse de la realidad más inmediata y poder analizar la situación desde fuera. Sin
embargo, como en este caso, esto les lleva a veces a no ver aquello que tienen más cerca. En este caso,
hasta que Lena no ha dado la espalda a la ventana no se ha percatado de que Ruth está enferma o de que
Beneatha lleva poca ropa para el frio que hace.
119
Lena intenta imponer sus creencias y su forma de ver la vida. Durante las próximas conversaciones
con Beneatha y Ruth, se inmiscuirá para decirle a Ruth cómo cuidar de su hijo o aquí intentando que
Beneatha se abrigue a pesar de que la chica le asegura que no tiene frío. El hecho de que lo hace con voz
suave y llena de cariño y buenas intenciones no cambia el que está tratando a dos mujeres adultas como si
fueran niñas pequeñas. Por las respuestas de ambas y la irritabilidad que expresan podemos ver que esto
no es una excepción que está ocurriendo hoy sino que es lo común en esa casa.
203
Se va hacia la cama que TRAVIS ha hecho de mala manera.
RUTH. No, no se esfuerza para nada porque sabe que vas a ir detrás de él
arreglándolo todo. Por eso ya no sabe hacer nada. Has malcriado demasiado a ese chico.
qué saber hacer las faenas de la casa. Mi bebé, eso es lo que es. ¿Qué le has preparado
di cuenta de que toda la semana pasada estuvo desayunando cereales fríos, y cuando
empieza a hacer tanto frío en otoño los niños deben tomar gachas o algo calentito antes
de salir a la calle…
204
MAMÁ (sacudiendo la cabeza). ¿El Hermano120 sigue con una preocupación
MAMÁ. ¿Desayunaste?
MAMÁ. Chica, más te vale que empieces a comer y a cuidarte mejor. Estás casi
RUTH. Lena…
MAMÁ. ¿Hum?
No es cristiano.
MAMÁ. ¿Te refieres a esa licorería en la que Willy Harris quiere que
invierta?121
RUTH. Sí…
120
En el original, Mamá usa “Brother” refiriéndose a Walter, a pesar de que está hablando con Ruth. En
más de una ocasión alguien que no es Beneatha se referirá a Walter con esa misma palabra, que hemos
traducido como “el Hermano” respetando la mayúscula del original. Este uso viene de la forma en la que
en la iglesia se refieren unos a otros, sean o no de la misma familia. En la época de A Raisin también se
usaba el término entre personas perteneciente a ciertas organizaciones o credos políticos.
121
Mientras que Ruth parece querer quitarle importancia al tipo de negocio que es y se refiere a él tan
solo como “tienda”, Mama recalca que es una licorería. Para ella, es un matiz muy importante que lo
cambia todo.
205
RUTH. Nadie es gente de negocio hasta que se mete en negocios. Walter Lee
dice que la gente de color nunca va a progresar hasta que empiece a apostar por
de las inversiones.
RUTH. No. Mamá, está pasando algo entre Walter y yo. No sé lo que es, pero
necesita algo… algo que yo ya no puedo darle. Necesita esta oportunidad, Lena.
beberse…
“¡Mi chica no ha venido hoy, enviad a alguien! ¡Mi chica no ha venido!” Oh, le daría un
ataque…
MAMÁ. Bueno, pues que le dé. Voy a llamar y a decirles que tienes la gripe…
122
Vemos un cambio radical del discurso de Ruth. Si antes, con Walter, rechazaba totalmente la idea de la
licorería, ahora parece defenderla ante Lena. Sin embargo, no debemos interpretar esto como una muestra
de que el discurso de Walter ha convencido a Ruth. Muy pronto nos daremos cuenta de que Ruth
realmente está desesperada por los problemas que tiene con su marido y, a pesar de que sabe que la
licorería es una mala idea, intenta convencer a Lena de que le preste el dinero con la ilusión de que eso,
tal vez, ayudará a Walter a sentirse mejor y salvará su matrimonio.
206
RUTH (riéndose). ¿Por qué la gripe?
MAMÁ. Porque les sonará respetable. Es algo que los blancos también cogen.
Saben lo que es la gripe. Si no, pensarán que te han cosido a cuchilladas o algo así
cualquiera pensaría que os estáis muriendo de hambre. Hija, mañana nos llega un gran
cheque enorme124.
RUTH (de forma sincera, pero también haciéndose la santurrona). Bueno, ese
dinero es tuyo. No tiene nada que ver conmigo. Todos nos sentimos igual… Walter y
RUTH. ¿Sabe qué debería hacer, doña Lena? Debería irse de viaje a algún sitio.
RUTH. En serio. ¡Haz las maletas y vete! Vete lejos y pásatelo bien. Olvídate de
123
A pesar de que Ruth no es hija de Lena, esta la incluye dentro de lo que ella llama “sus hijos”. Su
nuera es una más para ella. Una de las ideas de las que Hansberry quería hablar al mundo era de la fuerte
unión dentro de la familia afroamericana, ejemplificado en la relación de Ruth con Beneatha y, sobre
todo, con Lena.
124
Poco antes Lena se negaba a hablar de dinero e inversiones porque le parecía “poco cristiano”. Sin
embargo, ahora no duda en hablar de forma muy positiva de ello para convencer a Ruth de que se quede
en casa cuidándose. Esto es para lo único que Lena considera decente el dinero, para asegurar una vida
mejor, más saludable y segura a su familia.
207
MAMÁ (seca). Hablas como si estuviera ya a punto de morirme. ¿Quién vendría
RUTH. ¡Leñe! Aquí las mujeres blancas lo hacen siempre. Les parece lo más
normal hacer las maletas y meterse en uno de esos grandes barcos de vapor y ¡Fushhhh!
MAMÁ. No lo he decidido del todo. (Pensativa. Ahora habla con énfasis). Una
parte hay que apartarla para Beneatha y sus estudios, y nadie puede tocarla. Nadie.
poco tentativamente antes de seguir.) He estado pensando que quizá podría dar la
entrada para una casita de dos plantas en algún sitio, con un jardín donde Travis pueda
jugar en verano, si usamos parte del seguro para la entrada y todos echamos una mano.
Yo quizá podría coger trabajo por las mañanas, unos cuantos días a la semana…
ansiosa por animarla a hacerlo pero sin que se note). Bueno, el Señor sabe que hemos
invertido suficiente dinero en esta ratonera125 como para pagar cuatro casas…
Solo llevábamos casados dos semanas y habíamos planeado no vivir aquí más de un
125
En el original “rat trap”. El simbolismo de las ratas está bastante presente en la obra de Hansberry.
Algunos autores como Imani Perry defienden que lo hace como crítica a Richard Wright y la imagen que
da de los afroamericanos en Native Son (Perry, 124).
208
año. (Sacude la cabeza pensando en el sueño fallido)126. Íbamos a ir apartando dinero,
poco a poco, ¿sabes?, y comprarnos algo en Morgan Park127. Hasta habíamos elegido
una casa. (Riéndose un poco). Hoy día está bastante desmejorada. Pero Señor, hija mía,
si supieras todo lo que soñé con comprar esa casa, arreglarla y hacerme un pequeño
RUTH (sin dejar de mirar hacia abajo, planchando). Sí, a veces la vida puede
MAMÁ. Cielo, Walter padre solía llegar por las noches y desplomarse en ese
luego a mí otra vez, y yo entonces ya sabía que estaba mal… muy mal. (Después de una
segunda pausa, muy larga y pensativa; viendo una época pasada que solo ella puede
ver:) Y entonces, Señor, cuando perdí a aquel bebé, el pequeño Claude, llegué a pensar
que también iba a perder a Walter padre. ¡Oh, ese hombre sufrió tanto! Era un hombre
MAMÁ. Supongo que por eso trabajó sin descanso hasta matarse. Como si
estuviera luchando él solo en una guerra contra este mundo, el mundo que se llevó a su
bebé.
RUTH. Sin duda era un buen hombre. Siempre me gustó el señor Younger.
126
En el original “dissolved dream”, el sueño americano que, como en el poema de Hughes que da título a
la obra, se va posponiendo eternamente hasta quedar como “una pasa al sol”.
127
Área situada en el South Side de Chicago. Tradicionalmente, sus vecinos –generalmente de clase
media– han sido mayoritariamente de raza negra.
209
MAMÁ. ¡Estaba loco por sus hijos! Dios sabe que Walter Younger tenía muchas
cosas malas: cabezón, tacaño, un poco suelto con las mujeres… tenía muchas cosas
malas. Pero no hay duda de que quería a sus hijos. Siempre queriendo que tuvieran
algo… que fueran algo. Supongo que de ahí saca el Hermano todas estas ideas. Walter
padre solía decir, y se le humedecían los ojos a veces, echando la cabeza hacia atrás con
las lágrimas amontonadas en sus ojos, y decía: “Parece que lo único que Dios quiso
darle al hombre negro fue sueños, pero nos dio hijos para darle valor a esos sueños.”
RUTH. Sí, claro que sabía. Era un buen hombre, el señor Younger.
MAMÁ. Sí, un buen hombre… solo que nunca pudo cumplir sus sueños, eso es
todo.
BENEATHA. ¿Qué puede haber tan sucio en la moqueta de esa mujer que tiene
RUTH. Ojalá cierta muchachita de por aquí que podría nombrar tomara ejemplo
nombrar.
por Dios?!
MAMÁ (no le gusta que se use el nombre del Señor de esa manera). ¡Bennie!
210
MAMÁ. Si vuelves a usar el nombre del Señor una vez más…
MAMÁ. Ya vale. No voy a dejar que andes por aquí nombrando al Señor en
BENEATHA. ¿Cómo me las he apañado para chocar contra todo el mundo solo
BENEATHA. De guitarra.
128
En el original se acusa a Beneatha de ser “fresh as salt”. Sin embargo, esa expresión no tendría sentido
en castellano, por lo que se ha optado por “más fresca que las lechugas” Ante las palabras de su cuñada,
Beneatha responde “if the salt loses its savor”. La reacción enojada de Mama se debe a que las palabras
de Beneatha coinciden con las de la Biblia: “Ye are the salt of the earth: but if the salt have lost his
savour, wherewith shall it be salted?” (King James Bible, Matthew 5:13)
211
BENEATHA. Me apetece, eso es todo.
MAMÁ (sonriendo). Ay, niña ¿es que ya no sabes qué hacer? ¿Cuánto tiempo
va a pasar hasta que te canses también de esto… como te cansaste de aquel grupito de
teatro al que te apuntaste el año pasado? (Mirando a RUTH.) ¿Y qué fue el año
anterior?
RUTH. ¡El club de montar a caballo para el que se compró aquella ropa que le
MAMÁ (a BENEATHA). ¿Por qué tienes que andar saltando de una cosa a otra,
nena?
de malo?
MAMÁ. Nadie está intentando quitarte la idea. Solo es que a veces me pregunto
por qué estás siempre saltando de una cosa a otra. Nunca has hecho nada con ese equipo
formas de expresarme…129
129
El personaje de Beneatha, al igual que la joven Hansberry –en quien está basado el personaje–
experimenta un vacío y una necesidad de expresarse y sentirse realizada que le hace cambiar
constantemente de hobbies y, en el caso de Hansberry, también de carrera. A la vez, no podemos obviar el
tono irónico y cómico de la conversación, mediante el cual la autora parece reírse de su propia inquietud e
inconstancia juvenil.
212
BENEATHA (enfadada). ¡A mí misma! (MAMÁ y RUTH se miran la una a la
MAMÁ (para cambiar de tema). ¿Con quién vas a salir mañana por la noche?
Se ríen.
MAMÁ. Deja de meterte con ella, Ruth. (Se ríe. Después, mira de forma
BENEATHA (desganada). No sé… que nunca iría en serio con George. Es tan
superficial…
213
RUTH. Bueno, ¿qué otras cualidades necesita tener un hombre para satisfacerte,
pequeña?
RUTH (encantada de añadir leña al fuego). Quiere decir que está loco.
neurótico rematado.
bonito y me lleva a sitios bonitos y, como dice mi cuñada, probablemente sea el chico
más rico que jamás conoceré y a veces me gusta… pero si los Younger están sentados
esperando a ver si su pequeña Bennie va a unir a la familia con los Murchison, están
perdiendo el tiempo.
RUTH. ¿Quieres decir que no te casarías con George Murchison si algún día te
lo pidiera? ¿Esa cosita bonita y rica? Cielo, yo ya sabía que eras rara…
130
Más que como un intento de vengarse de su cuñada por sus burlas o de menospreciar a su hermano,
esta afirmación de Beneatha es seguramente un arrebato de sinceridad, además de una muestra del
complejo de superioridad y arrogancia que la chica a veces muestra. Ruth y su hermano le parecen gente
simple que se conforman con cubrir las necesidades básicas y todo aquello que puede ofrecer el dinero.
Beneatha presume de intelectualidad y de un mundo interior más complejo. De nuevo, Hansberry se ríe
así de ella misma y de otros intelectuales, jóvenes o no, que derrochan esnobismo y arrogancia.
214
BENEATHA. No, no me casaría con él si todo lo que sintiera por él fuese lo que
ricos-de verdad, y los únicos en el mundo más esnob que los blancos ricos son los ricos
de color131. Yo creía que todo el mundo lo sabía. Conozco a la señora Murchison. ¡Es
un espectáculo!
MAMÁ. No puedes sentir desagrado por la gente solo porque les va bien, cielo.
BENEATHA. ¿Por qué no? Tiene el mismo sentido que el que no te guste la
BENEATHA. ¿Se me irán pasando? ¿De qué estás hablando, Ruth? Mira, voy a
ser médico. Por ahora no me preocupa con quién me voy a casar… si es que algún día
me caso.
131
La inclusión de George Murchison en la obra sirve a Hansberry para mostrar las diferentes y
complejas jerarquías que existían en la comunidad afroamericana.
132
La reacción de Mamá y Ruth podría estar basada en la propia vida de la autora. Al parecer, conforme
Hansberry cumplía años, una de las mayores preocupaciones de la madre y hermana de la autora era el
que la joven dramaturga no parecía mostrar ningún interés real en encontrar a un hombre con el que
casarse. Es posible que su fallido matrimonio con Robert Nemiroff estuviera en gran parte motivado por
la presión que Hansberry sintió por parte de su familia para que “sentara la cabeza”.
215
BENEATHA. Bah, seguramente lo haré… pero primero me voy a hacer doctora,
y, por cierto, a George eso le parece bastante gracioso. No me importa. ¡Voy a ser
MAMÁ (amablemente). Por supuesto que vas a ser doctora, cielo, si Dios
quiere.
MAMÁ. ¡Beneatha!
BENEATHA. ¡Es lo que pienso! Es que estoy cansada de oír hablar de Dios
todo el tiempo. ¿Qué tiene él que ver con nada? ¿Es acaso el que me paga la matrícula?
BENEATHA. ¿Por qué? ¿Por qué no puedo decir lo que quiero como hacéis los
demás?
MAMÁ. No es bonito que una chica vaya diciendo esas cosas. No te hemos
cada domingo.
idea que no acepto. No tiene importancia. No voy a salir a hacer cosas inmorales o
cometer crímenes porque no crea en Dios. Ni siquiera pienso en ello. Es solo que me
cansa oír cómo se le adjudica todo lo que la raza humana consigue con su tenacidad y
216
esfuerzo. ¡No existe ningún maldito Dios, lo único que hay es el hombre y él es el que
despacio, se dirige hacia ella y le da una potente bofetada en la cara. Después solo hay
silencio y la hija agacha la mirada ante su madre. MAMÁ parece muy alta ante ella134.
(Hay una pausa larga y BENEATHA mira fijamente al suelo sin decir ni una palabra.
una pose triunfal. Se para y se gira hacia su hija). Hay ciertas ideas que no vamos a
133
El personaje de Beneatha se nos presenta como una mujer joven, atrapada entre dos mundos. Por una
parte, el ambiente universitario con sus ideas nuevas y liberales; por otra parte, el ambiente tradicional de
casa. La chica demuestra en varias ocasiones que no sabe realmente cómo separar uno del otro y acaba
cayendo en gestos que algunos considerarían de pura arrogancia cuando no irrespetuosa, como ocurre en
esta escena. La forma de hablar de Beneatha, junto con el vocabulario que usa, nos hace pensar más en un
debate escolar que en una conversación natural con su anciana madre semianalfabeta y su cuñada.
Beneatha se limita a defender su propio punto de vista, muy segura de su superioridad intelectual y de la
veracidad de sus ideas, sin pararse a pensar en el daño que estas palabras puedan causar a su madre. Pide
constantemente respeto, pero en ocasiones da muestras de falta de empatía; no siempre se para a pensar
en lo que significa el respeto para los demás.
134
De nuevo, observamos un eco de la vida de Hansberry. La autora siempre habló sobre cómo la
seguridad y el porte que solía tener su madre la convencieron de que era una mujer realmente alta, cuando
en realidad tan solo medía alrededor de 1,60 metros. En el momento de ejercer su autoridad, Mamá crece
ante los ojos de Beneatha, quien se siente, a su lado, muy pequeña.
217
RUTH (casi con gentileza y profunda comprensión). Crees que eres una mujer,
Bennie, pero aún eres una niña pequeña. Lo que hiciste fue infantil, así que se te ha
bien que Mamá se comporte como una tirana. ¡Pero ni toda la tiranía del mundo pondrá
un Dios en el cielo!
RUTH. Tienes buenos hijos, Lena. Se les va a veces la olla, pero son buenos.
MAMÁ. No. Hay algo que se ha metido entre nosotros y que no nos deja
entendernos y no sé lo que es. Uno está casi perdiendo la cabeza por andar siempre
RUTH (dulcemente, como si fuera mayor de lo que es). Anda… no te pongas tan
seria. Lo único que pasa es que tienes unos hijos temperamentales y hace falta una
temperamentales, mis hijos. Tengo que admitir que tienen temperamento… Bennie y
135
Esta declaración, como vemos, es completamente falsa. En ningún momento Beneatha ha manifestado
sentirlo. No es la primera vez que Ruth intercede entre los miembros de la familia para intentar calmar los
ánimos entre ellos y mantenerlos unidos. No deja de llamar la atención que sea Ruth, el único miembro
que es parte de la familia por unión política y no de sangre y de cuya familia no sabemos nada, la que
parece tener más mano y la que más se esfuerza para mantener a la familia Younger unida.
218
Walter. Como esta plantita vieja que nunca ha tenido demasiado sol ni nada… y
mírala…
MAMÁ. Bueno, siempre quise tener un jardín como los que solía ver a veces en
la parte de atrás de las casas donde vivía. Esta planta es lo más cerca que he estado de
tener uno. (Mira por la ventana mientras vuelve a poner la planta en su sitio). Señor, no
hay nada tan deprimente como las vistas desde esta ventana en un día deprimente,
¿verdad? ¿Por qué no cantas hoy, Ruth? Canta esa ‘No Ways Tired.’136 Esa canción
siempre me anima tan… (Se gira al fin y ve que RUTH ha ido escurriéndose en silencio
ocurre? ¡Ruth!
Telón.
136
Nótese la ironía del título de esta canción aquí. Se trata de un espiritual tradicional. No debe ser
confundida con aquella del mismo título que más tarde, en 1978, popularizaría el Reverendo James
Cleveland y que, a pesar del parecido con la canción que canta Ruth, es autoría de Cleveland.
219
220
ESCENA DOS
Han movido los muebles de aquí para allá y MAMA está fregando a fondo las paredes
un pañuelo alrededor de la cara, está rociando las grietas de las paredes con
TRAVIS. Abuela, esa cosa que Bennie está usando huele muy mal ¿Puedo bajar,
por favor?
MAMÁ. ¿Ya has hecho todas tus tareas? No te he visto hacer mucho.
137
En el original “dungarees”. A pesar de que esta palabra hoy día la relacionaríamos más con la prenda
conocida como “mono” o “peto”, en los Estados Unidos de la época de A Raisin hacía referencia a un tipo
de pantalones para mujeres confeccionados con tela vaquera. Los que estaban de moda por la época solían
ser más bien anchos y de cintura alta.
138
Es una muestra de la insalubridad de la vida en las kitchenettes. Como parte de la rutina de limpieza, la
familia incluye el uso de insecticida para intentar matar a las cucarachas y demás insectos que aprovechan
la protección que les garantizan las grietas profundas de las paredes para anidar.
139
Esta mirada nos hace pensar que Beneatha es cómplice de algún secreto que comparte con Lena y
Ruth. Sin embargo, más adelante nos damos cuenta de que Beneatha tampoco sabe a dónde ha ido su
cuñada. Por lo tanto, seguramente Lena sospecha ya qué es lo que le sucede realmente a Ruth y tiene
miedo de que su conversación con Travis dé pistas a Beneatha.
221
Suena el teléfono. BENEATHA corre a atenderlo y lo descuelga antes de que
TRAVIS. ¿A dónde?
quita ojo). Hola, Willie. ¿Te dio el abogado los papeles?... No, todavía no. Te dije que
el cartero no llegaba hasta las 10:30…140 No, iré para allá… ¡Sí! Derechito. (Cuelga y
va a por el abrigo).
llega el cartero.
TRAVIS. Síí. (Corre como un rayo hacia la habitación a por una pelota de
por el lateral, apunta y le golpea. Ella grita.) ¡Deja a esas pobres cucarachas en paz, no
140
Es evidente que, a pesar de que Lena le ha dejado claro que no le prestará el dinero, Walter ya ha
informado a Willie de que tendrá el dinero disponible. Parece tener la seguridad de que, de una forma u
otra, logrará convencer a su madre y podrá entrar a formar parte del negocio con Willie y Bobo.
141
Deporte inspirado en el béisbol pero adaptado a la calle y a espacios reducidos. Aunque hay
variaciones, la pelota suele ser más ligera que la de béisbol y, en muchas ocasiones, en vez de un bate se
usa el palo de una escoba.
222
te están molestando! (Corre mientras ella agita el pulverizador hacia él de forma
TRAVIS (a salvo tras el bastión de MAMÁ). ¡Eso, eso! ¡Ten cuidado! (Sale).
BENEATHA (seca). No creo que le pasara nada. A las cucarachas no les pasa.
MAMÁ. ¿Cómo?
que…?
MAMÁ (teatral). No voy a decir lo que pienso. Pero también es verdad que
Suena el teléfono.
cuenta de quién es.) Vaya… ¿Cuándo has vuelto?... ¿Qué tal estuvo?... Pues claro que te
142
A pesar de que Beneatha se esfuerza por mostrarse como una mujer adulta interesada solo en temas
serios, sociales y políticos, en su personalidad aún se observan ciertos rasgos de inmadurez, como esta
forma de responder al teléfono.
223
casa y tal y a Mamá le da rabia que traiga visita cuando la casa está así… ¿De verdad?
Bueno, eso ya es otra cosa… ¿Qué es?... Oh, ¡qué diablos! Ven… Vale, te veo luego.
Arrivederci.
Cuelga.
estás invitando a venir con la casa como está? ¿Dónde está tu dignidad?143
intelectual.
MAMÁ. ¿Quién?
MAMÁ. Oh, el país ese pequeño que fundaron los esclavos hace…
ignorantes sobre los africanos. Me refiero a que si llevan ropa y cosas así…
MAMÁ. Pues mira, si crees que aquí somos tan ignorantes a lo mejor no
143
Cuando Hansberry describía a sus padres, siempre se refería a ellos como personas llenas de dignidad
y orgullo que se esforzaron por inculcar estas dos características en sus hijos. Quizá por ello estos valores
están tan presentes entre los miembros de la familia Younger –especialmente en Lena, quien en más de
una ocasión apelará a ellos ante sus hijos.
224
BENEATHA. Es que… la gente pregunta unas cosas tan locas. Parece que lo
Entra RUTH, triste, y se quita el abrigo con muy abatida. Las otras dos mujeres
RUTH (decaída). Bueno, por vuestras caras felices supongo que… ya lo sabéis.
MAMÁ. Dios bendito, ojalá sea una niñita, de verdad. Travis debería tener una
hermana145.
144
A través de esta conversación llena de humor entre Lena y Beneatha, Hansberry intenta denunciar lo
poco que saben los afroamericanos sobre sus raíces africanas. Al igual que Lena, mucha gente parecía
ignorar que la historia de su pueblo no comienza en los Estados Unidos con la esclavitud sino que se
origina miles de años antes en África. Para Hansberry, así como para otros intelectuales afroamericanos,
resultaba de extrema necesidad que la comunidad reconociera la importancia de sus raíces para que esto
les devolviera la dignidad que durante siglos habían intentado arrebatarles. A día de hoy, siguen haciendo
presión para que se eduque a los niños afroamericanos en la importancia cultural de las mismas, tanto de
una forma más realista a través de la escuela como a través de la cultura popular, caso del personaje de
cómic Black Panther (1966) o la muy exitosa película de ciencia ficción sobre el mismo que se estrenó en
2018.
145
Lena es la representación de lo natural, las raíces, la familia. Para ella, un nuevo bebé –siempre que
sea dentro del matrimonio– es una buena noticia, independientemente de la situación económica y
cualquier otro factor. Un nuevo miembro en la familia significa que las raíces se hacen más fuertes y que
la sangre Younger tiene un futuro más prometedor.
225
BENEATHA y RUTH le lanzan una mirada contrariada ante este entusiasmo
tan de abuela.
accidente?
pregunta va seguida de un profundo silencio, dado que las tres mujeres reaccionan ante
lo que significa.) Joo… no quería decir eso, Ruth, de verdad. Joo, de verdad que no lo
a la ventana a mirar.)146 ¿Qué narices está pasando ahí abajo? ¡Estos niños! (Conforme
abre la ventana se escucha más fuerte el griterío de los niños en la calle. Saca la
146
Toda la escena con la rata y Travis ha sido eliminada de algunas ediciones, donde directamente Ruth
sufre un ataque de nervios provocado por la conversación con su suegra y su cuñada y Lena se la lleva a
descansar.
226
cabeza para ver mejor y grita.) ¡TRAVIS! ¡TRAVIS! ¿¡QUÉ ES LO QUE ESTÁIS
HACIENDO AHÍ ABAJO!? (Lo ve.) Oh, Señor, ¡están persiguiendo una rata!147
MAMÁ (enfadada). Dile a ese jovenzuelo que suba aquí arriba, ¡pero ya!
RUTH mira a MAMÁ como queriendo decir algo y MAMÁ abre la boca para
su madre). Mamá, tendrías que haber visto la rata… tan grande como un gato, ¡de
verdad! (Muestra un tamaño exagerado con las manos). Jooo, la rata se estaba
escapando y Bubber la acorraló con el talón y el portero, el señor Barnett, la cogió con
MAMÁ. Cállate ya… contando todas esas cosas tan horribles… (TRAVIS
147
Los niños jugando en la calle sin supervisión y enredándose en juegos peligrosos, violentos e
inapropiados es un tema recurrente en la ficción cuando se muestra la infancia en el gueto. A Hansberry
los conocimientos sobre este tipo de experiencias le vendrían de segunda mano, observando a los niños de
su barrio jugando en la calle. Durante su vida en el gueto, sus padres le permitían salir a la puerta de casa
a observar los juegos, pero no unirse a ellos.
227
BENEATHA. Sal otra vez a jugar… pero no con ratas. (Lo empuja con cariño
hacia el pasillo mientras el chico sigue intentando ver qué le ocurre a su madre).
¿estás enferma?
RUTH tiene los puños cerrados delante de los muslos y se esfuerza mucho por
MAMÁ (acariciando con sus dedos los hombros de RUTH para relajarla). No
pasa nada. Las mujeres a veces se deprimen cuando están como ella. (Hablando bajito,
con seguridad, prontamente) Ahora, relájate. Eso es… túmbate y ya está. No pienses en
el timbre.
luego te prepararé algo calentito. (Salen. El peso de RUTH recae completamente sobre
hombre joven de aspecto bastante dramático que lleva consigo un paquete grande).
con gran placer). Hola… (Pausa larga.) Bueno… entra. Y, por favor, disculpa el
228
desorden. Mi madre estaba muy disgustada con que dejara a nadie entrar aquí con la
casa así.
algo?
(Sonríe y se acerca a él. Saca un cigarro y se sienta.) Bueno… ¡siéntate! ¡No! ¡Espera!
(Quita el pulverizador de insecticida del sofá donde ella misma lo había dejado antes y
vuelve a colocar los cojines en su sitio. Finalmente, se sienta sobre el brazo del sofá. Él
BENEATHA. Te fuiste.148
ASAGAI. Ahhhhh.
148
La indecisión, cambio de parecer y ese “tira y afloja” con el que Beneatha se relaciona con Asagai
podría estar inspirado en la relación de la propia Hansberry con el que se convertiría en su esposo, Robert
Nemiroff. Como hemos explicado anteriormente, la autora, a pesar de que disfrutaba mucho de la
presencia de Nemiroff, tardaría bastante tanto en aceptar tener una relación seria con él como en
reconocerse enamorada. Por su parte, Nemiroff siempre pareció tenerlo más claro.
229
BENEATHA (frenando esta conversación concreta. Presiona sus manos una
ropa típica de las mujeres nigerianas). ¡Oh, Asagai!... ¡Me lo has comprado! ¡Qué
bonita… y los discos también! (Coge la ropa y corre hacia el espejo con ella. Las
ASAGAI (yendo hacia ella, ante el espejo). Tendré que enseñarte cómo hay que
ponérsela. (Le acomoda las telas durante un momento y se aleja un poco para mirarla).
Yoruba)149. Sabes llevarlo muy bien… muy bien… a pesar del pelo mutilado.150
que no.
149
Idioma propio de la etnia Yoruba, nativa de la zona oeste de África. Tradicionalmente se hablaba en
Nigeria, Benin, Ghana y Togo, pero hoy día tiene presencia también en los Estados Unidos, Canadá,
Brasil y Cuba.
150
A pesar de que Asagai era el personaje favorito de la autora y de que instruye en muchas ocasiones a la
soñadora Beneatha sobre la realidad africana y política, no podemos obviar la actitud paternalista que en
ocasiones muestra hacia ella o algunos mensajes pasivo-agresivos como este último. Mediante un tono
suave y rodeado de halagos, intenta hacer que Beneatha se sienta avergonzada por, al fin y al cabo, llevar
el pelo de la forma en la que la gran mayoría de mujeres afroamericanas lo llevaban en esa época, la única
forma en la que seguramente Beneatha piensa que una mujer puede llevar el pelo. Mediante las ropas
nigerianas, la música y los comentarios sobre el pelo, Asagai está instruyendo a Beneatha sobre África, tal
como ella, oímos más tarde, le solicitó. Pero, a la vez, intenta transformarla en el modelo de mujer negra
que, él opina, es el único aceptable: la de Nigeria.
230
BENEATHA. Lo sabes perfectamente… tan rizado como el tuyo… así.
disculpa) pero es tan difícil de manejar cuando lo llevas, bueno… sin tratar.
ASAGAI. ¿Y para eso, para hacerlo más fácil, lo mutilas cada semana?
estoy tomando el pelo porque siempre te tomas muy serio todas estas cosas. (Se aleja de
ella y cruza los brazos sobre el pecho mientras observa cómo ella se toquetea el pelo y
facultad? (Se ríe.) Viniste hacia mí y dijiste… y pensé que eras la cosita más seria que
había visto nunca… Dijiste: (imitándola) “Señor Asagai… tengo muchas ganas de
hablar con usted. Sobre África. ¿Sabe, Señor Asagai? ¡Estoy buscando mi identidad!”
ASAGAI se ríe.
ASAGAI (sin dejar de bromear, toma la cara de la chica entre sus manos y la
pone de perfil). Bueno… es cierto que este no es tanto el perfil de una reina de
Hollywood como, quizás, el de una reina del Nilo… (Un falso gesto de conclusión para
país…
231
BENEATHA (dándose la vuelta, de forma apasionada y brusca). ¡No soy una
asimilacionista!
chica. La risa va desvaneciéndose). Tan seria… (Pausa). Entonces, ¿te gusta la ropa?
ASAGAI (seductor). Por ti… haría mucho más… Bueno, para esto vine. Debo
irme.
ASAGAI. Sí. Sobre cuánto tiempo necesita uno para saber lo que siente.
BENEATHA. ¡¿Ves?! Nunca has entendido que entre un hombre y una mujer
pueden existir muchos tipos de sentimientos distintos… o, al menos, así debería ser.
ASAGAI (negando con la cabeza, pero con amabilidad). No. Entre un hombre y
una mujer solo se necesita un tipo de sentimiento. Yo lo tengo por ti… incluso ahora…
151
En un intento de volver a ganarse la simpatía de Beneatha, Asagai vuelve de nuevo al regalo y recalca
mediante el pleonasmo “armario personal” lo especial que es el regalo.
232
ASAGAI. Debería ser suficiente para una mujer.
BENEATHA. Lo sé… porque eso es lo que dicen las novelas que escriben los
hombres. Pero no es así. Venga, ríete, pero no estoy interesada en ser la aventura
mismo. Blanca, negra… en esto sois todas iguales. ¡Y también el mismo discursito!
ASAGAI. Así es como te queda claro que las mujeres más liberadas del mundo
presencia de un invitado.
conocerle, señora Younger! Por favor, perdóneme por venir un sábado a una hora tan
mala.
MAMÁ. Bueno, es más que bienvenido. Solo espero que entienda que nuestra
casa no tiene siempre este aspecto. (Con ganas de cháchara:) Debe venir otro día. Me
encantaría oír cosas sobre (no está segura del nombre)… su país. Me parece tan triste
que lo único que nuestros negros americanos sepan de África sea Tarzán y esas cosas. Y
152
Tanto el machismo como la manipulación de Asagai son muy evidentes en esta frase. Intenta jugar la
carta de la liberación de la mujer y del feminismo para convencer a Beneatha de que ceda a aquello que él
quiere. Confunde la liberación de la mujer con que esta esté siempre dispuesta a mantener relaciones
sexuales cada vez que al hombre se le antoja.
233
todo ese dinero que donan a la iglesia, cuando lo que deberían hacer es ayudaros a echar
La madre lanza una mirada de superioridad a su hija una vez que ha terminado
de recitar el discurso.
ASAGAI (de piedra ante esta muestra de apoyo tan repentina como sumamente
inconexa). Sí…sí…
MAMÁ (mirándole de la misma forma que haría con WALTER). Estoy segura
de que no se está cuidando ni la mitad de lo que debería, estando además tan lejos de su
madre. Creo que debería venir por aquí de vez en cuando a comer un buen plato
casero…
tribal.
153
Seguramente esta no es la primera vez que Asagai observa confusión en un estadounidense cuando les
234
BENEATHA. No nos has dicho lo que significa Alaiyo. Hasta donde yo sé, bien
vale eso?
MAMÁ (llevando la mirada del uno a la otra sin entender nada). Bien… es
ASAGAI. A-sa-gai…
Sale.
MAMÁ (tras la salida). Señor, ¡vaya cosa bonita que acaba de salir! (A su hija,
con mordacidad:) Sí, supongo que ahora sé por qué últimamente hemos andado tan
Sale.
habla de su origen.
235
Coge el vestido nigeriano y de nuevo lo sostiene frente a sí ante el espejo. Se
pone el tocado sin mucho cuidado. Entonces se fija de nuevo en el pelo, lo agarra, se
recoloca el tocado y frunce el ceño. Empieza a contonearse frente al espejo tal como
los ojos como imaginando algo. Entonces, de repente, coge el chubasquero y el pañuelo
al lado y pídele a la señora Johnson que, por favor, me dé un poco de detergente. Este
MAMÁ. Haz lo que se te ha dicho. (El niño sale y MAMÁ mira a su hija.) ¿A
dónde vas?
Nilo!
154
Hace referencia a un pasaje de la Biblia en el que una mujer va a un pozo a por agua con la que llenar
su caldero. Se encuentra con Jesús y este le dice que, si cree en Dios, en su vida no solo tendrá agua con
la que saciar su sed física, sino también “agua viva” con la que saciar su espíritu. Como ya hemos
explicado antes, hay bastantes alusiones religiosas en la obra. Durante mucho tiempo, la iglesia era el
único lugar en el que se permitían las reuniones de afroamericanos. Además de ser un lugar religioso,
actuaba como espacio de encuentro, y fue allí donde ser forjaron importantes movimientos políticos y
sociales además de algunos de los géneros musicales más populares. Debido a todo ello, la religión ha
tenido –y en muchos casos aún tiene– una gran importancia dentro de la comunidad afroamericana.
Muchos afroamericanos no sabían leer, pero podían recitar de memoria los textos sagrados.
236
MAMÁ. ¿Quién te ha dicho que te levantes?
Bennie?
RUTH. Las diez y veinte. Y el cartero va a tocar ese timbre esta mañana igual
MAMÁ (enfadada). Señor, ¡algunas que podría nombrar son del puño cerrado!
(A su nieto:) Anota dos botes de detergente en la lista que hay ahí. ¡Si queda tan poco,
MAMÁ (sin escuchar). ¡Con toda la levadura que le he prestado durante estos
distracciones que han surgido a lo largo de la mañana, esto es lo que han estado
237
MAMÁ (con los ojos abiertos de par en par y la mano en el pecho). ¿Quieres
RUTH. Es muy distinto saber que va a venir a poder tenerlo en tus manos… un
trozo de papel que vale 10.000 dólares… (TRAVIS irrumpe en la habitación. Lleva el
sobre agarrado con las manos y elevado sobre la cabeza, como un pequeño bailarín.
Está sin aliento y le resplandece la cara. Va hacia su abuela despacio, con repentino
aire ceremonial, y le deja la carta sobre las manos. Ella la acepta y luego se queda
quieta, mirándola). ¡Venga! ¡Ábrela! ¡Dios bendito, ojalá Walter Lee estuviera aquí!
RUTH. Ábrela…
MAMÁ (sin quitarle la vista). Venga, no hagáis el tonto… Nunca hemos sido el
MAMÁ finalmente rasga el sobre con ganas y saca un trozo muy fino de papel
azul. Lo inspecciona con cuidado. El chico y su madre lo estudian extasiados por detrás
de su hombro.
238
TRAVIS. Sííí… 10.000 dólares. Joooo, abuela, eres rica.
cara se le serena, dando paso a otra de tristeza.) 10.000 dólares. (Se lo da a RUTH.)
Ponlo por ahí, Ruth. (No mira a RUTH. Sus ojos parecen estar viendo algo, en algún
ser rica?
RUTH (ausente). Vete fuera a jugar, nene. (TRAVIS sale. MAMÁ comienza a
secar los platos distraídamente, tarareando una canción, pero solo para sí misma.
RUTH se gira hacia ella y le habla con una exasperación condescendiente). Al final
MAMÁ (sin mirarla). Supongo que si no fuese por vosotros… me libraría de ese
RUTH. Pero bueno, ¡qué forma de hablar es esa! El señor Younger se volvería
MAMÁ (reflexionando, pero sin mirarla). Sí… desde luego que sí.
(Suspirando:) Necesitamos ese dinero para muchas cosas, es cierto. (Se para y se gira
hasta quedarse mirando fijamente a su nuera. RUTH evita su mirada y MAMÁ se seca
las manos, resuelta a zanjar el asunto. Se dirige a RUTH con firmeza.) ¿A dónde fuiste
hoy, chica?
155
A pesar de lo mucho que lo necesitan y de que es dinero que su esposo consiguió trabajando
duramente, Lena actúa como si fuera un pecado haberlo recibido. En la escena anterior regañaba a
Beneatha por mostrar desprecio hacia los ricos simplemente por serlo. Sin embargo, tener en su poder una
gran suma de dinero –aunque nada comparado con lo que tienen los Murchison, por ejemplo– le hace
sentir incómoda, casi podríamos decir que sucia. Esto podría deberse a dos factores: por una parte, sus
profundas creencias religiosas y morales le hacen dudar sobre si es aceptable a ojos de Dios; por otra
parte, no puede olvidar que su marido sacrificó su vida para que ellos pudieran tener esa suma de dinero.
239
RUTH. Al médico.
MAMÁ (con impaciencia). Venga, Ruth… no me vengas con esas. El viejo Dr.
Jones es bastante raro a su manera, pero no hay nada en él que haga que nadie patine y
WALTER. ¿Llegó?
10.000 dólares… (Se gira de forma repentina, se dirige frenético a su madre y saca
algunos papeles del bolsillo de la camisa.) Mamá… mira. El viejo Willy Harris lo ha
MAMÁ. Hijo, creo que debes hablar con tu esposa… Saldré y os dejaré solos si
queréis…
MAMÁ. Hijo…
240
WALTER. ¡¿PUEDE ALGUIEN ESCUCHARME HOY, POR FAVOR?!
MAMÁ (tranquila). No permito que se grite en esta casa, Walter Lee, y lo sabes.
(WALTER las mira frustrado y trata de comenzar a hablar varias veces.) Y no vamos
Pausa larga.
WALTER. ¿Ni siquiera lo has mirado pero dices que no tienes intenciones de
hablar más de ello? Ni siquiera lo has mirado pero tú has decidido… (Triturando los
papeles:) Bueno, pues cuéntaselo esta noche a mi hijo cuando lo mandes a acostarse en
ella.) Sí… y díselo a mi mujer, Mamá, mañana cuando tenga que salir a cuidar de los
hijos de otros. Y dímelo a mí, Mamá, cada vez que necesitemos unas cortinas nuevas y
RUTH. ¿A dónde?
156
Esta intervención de Walter Lee demuestra que, contrariamente a lo que en ocasiones se ha sugerido,
sus deseos de prosperidad no están basados en un ansia de dinero, reconocimiento y poder, sino más bien
en dejar atrás el sentimiento de culpabilidad con el que vive y poder dar a su familia una vida más
agradable y digna.
241
WALTER. ¡No quiero que vengas!
WALTER. Me da igual.
MAMÁ (aún calmada). Walter Lee… (Espera hasta que él finalmente se gira y
la mira.) Siéntate.
siéntate.
RUTH (de pronto). Oh, ¡déjalo que salga y beba hasta reventar! ¡Me da ganas de
MAMÁ. Sí, hay algo. Algo te está devorando y volviéndote loco. Algo que no
tiene que ver con que no te haya dado el dinero. Estos años he ido viendo que algo te
pasaba. Te pones nervioso y parece que se te van a saltar los ojos… (WALTER da un
respingo al oír estas palabras.) ¡He dicho que te sientes ahí! ¡Estoy hablando
contigo!157
157
Una de las características de la obra que más se criticó tras su estreno fue que parecía que no tenía un
protagonista principal, sino que dicho rol estaba repartido entre Lena y Walter. Como ya hemos
mencionado antes, esto creó ciertas tensiones entre McNeil y Poitier, los actores que los interpretaban.
Poitier, ya considerado una estrella, opinaba que Lena le hacía sombra a Walter y para intentar defender
242
WALTER. Mamá… lo último que necesito hoy es que me agobies.
MAMÁ. Está llegando el momento en el que parece que siempre hay algo que te
tiene en un sinvivir. Pero si alguien te pregunta qué te ocurre, te pones a gritarle, huyes
de esta casa y te vas por ahí a beber. Walter Lee, no se puede vivir así. Ruth es una
chica buena y paciente… a su forma, pero lo tuyo pasa de la raya. Chico, no cometas el
MAMÁ. Te quiere.
Se levanta.
WALTER (a modo de súplica). Entonces, ¿por qué no puede haber nunca paz en
su personaje se esforzaba especialmente en añadir intensidad a las escenas en las que ambos estaban
presentes. Por su parte, Hansberry siempre declaró que no era algo que ella hubiera buscado, sino que
surgió así a medida que iba escribiendo. Esto hace que las escenas en las que Lena y Walter discuten sean
algunas de las más desgarradoras y emotivas, ya que, como la propia autora declaraba, “the dual
protagonists provide creative tensión throughout the entire play” (Hansberry, “Willy Loman”, p 7-8).
158
El doble “entonces” o “then” se encuentra en la obra original y se ha respetado.
243
WALTER. ¡No! ¡No hay ninguna mujer! ¿Por qué las mujeres siempre piensan
que hay alguna mujer por ahí cuando un hombre está preocupado? (Coge el cheque.)
¿Sabes lo que este dinero significa para mí? ¿Sabes lo que este dinero puede hacer por
Mamá, ¡mírame!
MAMÁ. Te estoy mirando. Eres un chico guapo. Tienes trabajo, una buena
WALTER. Un trabajo. (La mira.) Mamá, ¿un trabajo? Me paso el día abriendo y
cerrando puertas de coches. Llevo a un hombre en su limusina de aquí para allá y digo:
“sí, señor”, “no, señor”, “muy bien, señor”, “¿quiere que le lleve por el paseo, señor?”
Mamá, eso no es un trabajo en absoluto… no es nada. (En voz muy baja:) Mamá, no sé
WALTER (en voz baja). A veces es como si pudiera ver el futuro desplegándose
delante de mí… tan claro como el agua. El futuro, Mamá. Flotando ahí, al filo de mis
Ahí está, esperándome. Pero no tiene por qué ser así. (Pausa. Se arrodilla junto a su
silla.) Mamá… a veces cuando voy al centro y paso junto a esos restaurantes tan
sensacionales y que parecen tan tranquilos, donde los chicos blancos se sientan a
244
relajarse y charlar de cosas… ahí sentados haciendo tratos que valen millones de
dólares… a veces veo tipos que no parecen mucho más mayores que yo159…
MAMÁ (en voz baja). Oh… (en voz muy baja:) Así que ahora la vida es eso. El
dinero es la vida. Hubo una vez en la que la libertad era la vida; ahora lo es el dinero.
MAMÁ. No… algo ha cambiado. (Lo mira.) Os pasa algo nuevo, chico. En mi
época nuestras preocupaciones eran que no nos lincharan y llegar al Norte, si podíamos.
También cómo sobrevivir y aún mantener una pizca de dignidad… Ahora, ahí estáis tú
y Beneatha… hablando de cosas en las que nosotros casi que ni habíamos pensado, yo y
decir… que teníais un hogar, que os mantuvimos a salvo hasta que fuisteis mayores, que
no tenéis que viajar en la parte trasera de la camioneta de nadie… Sois mis hijos, pero
159
Es la trampa del “sueño americano”. Walter ha crecido en un país que no cesa de repetir a los hombres
que todo el éxito y las riquezas están al alcance de la mano, tal como dice Walter, esperándolos. Lo hacen
parecer tan fácil que cuando alguien no consigue triunfar en los negocios acaba por sentirse un fracasado
ante la falsa idea de que todos los demás que lo han intentado lo han conseguido. En el caso de Walter se
añade la dificultad de que está intentando alcanzar una versión del “sueño americano” para blancos,
siendo él de color.
160
Lena no consigue ver que realmente no ha cambiado nada, o casi nada. Lo que Walter y Beneatha
buscan es seguir mejorando sus vidas, seguir dando pasos hacia una sociedad más igualitaria, más libre,
tal como en su día hicieron ella y su marido cuando huyeron del Sur. Lena y Walter padre lucharon por
salir del sistema opresivo que tanto daño les hacía y lo cambiaron por uno mejor. Walter y Beneatha
nacieron en este sistema “mejor” que, sin embargo, les sigue oprimiendo y por ello luchan por conseguir
romper una nueva barrera, tal como en su día hicieron sus padres. Travis y su futuro hermano heredarán
esta sociedad que gente como Walter y Beneatha están creando, y tendrán que luchar por romper una
nueva barrera en la que quizá la generación anterior ni había pensado.
245
WALTER (un tamborileo largo. Le da una palmadita en la mano y se levanta).
MAMÁ. Hijo, ¿sabes que tu mujer está esperando otro bebé? (WALTER se
pone en pie, petrificado, y asimila lo que su madre ha dicho.) De eso quería hablarte.
(WALTER se sienta en la silla.) No soy quién para decírtelo, pero debes saberlo.
cinco dólares.
su hijo.
que digas algo… (Espera.) Estoy esperando oírte hablar como hijo de tu padre. Sé el
hombre que él era…163 (Pausa. Hay un silencio estridente.) Tu esposa dice que va a
161
Estas frases, junto al gesto cariñoso –a la vez que finalizador– de darle una palmadita en la mano nos
muestran que Walter no está enfadado por la reacción de su madre. Simplemente ahora ve de forma muy
clara que su madre es incapaz de entender aquello que él intenta transmitirle. El gesto y las palabras
marcan que Walter se da por vencido, convencido de que cualquier intento de hacer a Lena entender la
situación es en vano.
162
El personaje de Lena se caracteriza por ser uno de los que más sorprenden y rompen con estereotipos
en la obra. El que una mujer mayor, tradicional y religiosa como ella parezca entender perfectamente lo
que hay detrás de las intenciones de Ruth –a pesar de no estar de acuerdo con la medida– es una muestra
más de lo complejo del personaje.
163
A pesar de que no dudamos de la calidad humana de Walter padre, se observa que es posible que la
246
destruir a tu hijo. Y estoy esperando oírte hablar como lo haría él y decirle que somos el
tipo de gente que da vida a los niños, no de la que los destruyen. (Se levanta.) Estoy
esperando verte levantarte y parecerte a tu padre y decirle que la pobreza ya se nos llevó
MAMÁ. ¡Si eres hijo mío, díselo! (WALTER coge las llaves, el abrigo y se
marcha. Lena le sigue, con rencor.) Eres… eres una desgracia para la memoria de tu
Telón.
familia haya caído en la tan común idealización del ser querido muerto. En un momento de la obra la
misma Lena ha compartido cierta información sobre su difunto marido que nos hace darnos cuenta de que
Walter padre distaba mucho de ser perfecto. Sin embargo, en los momentos difíciles, Lena presiona a
Walter no solo para que se comporte como su padre, sino para que sea su propio padre.
164
Se está refiriendo al pequeño Claude, el hijo que perdieron Lena y su marido. En ningún momento de
la obra se nos informa sobre qué le ocurrió exactamente, pero de esta intervención de Lena deducimos
que su muerte podría haberse evitado si la familia hubiera disfrutado de una mejor situación económica.
247
248
ACTO SEGUNDO
249
250
ESCENA UNO
BENEATHA (cruza el umbral con gran solemnidad para que podamos verla
completamente ataviada con la ropa que le ha traído ASAGAI). Lo que estás viendo es
lo que llevaría una mujer nigeriana que quiera estar muy elegante. (Desfila para RUTH.
cualquier nigeriana que haya existido jamás.) ¿No es bonito? (Desfila hasta la radio y,
con un ademán arrogante, apaga la bella música de blues que estaba sonando.) ¡Basta
165
Este detalle humorístico nos recuerda que la rapidez tan exagerada con la que Beneatha intenta abrazar
sus raíces africanas (que ni tan siquiera sabe si son nigerianas) es tan radical como aquellos fervores que
sentía por los diferentes hobbies que poco después abandonó. Su obsesión por convertirse en una experta
en la cultura africana –sin darse suficiente tiempo para aprender– la hacen caer en errores como este,
mezclando diferentes aspectos de diferentes culturas que lo único que tienen en común es que le parecen
exóticas y misteriosas.
166
Referencia al personaje que popularizó Giacomo Puccini basado en la historia corta Madame Butterfly
(1898), de John Luther Long.
167
Es irónico que tilde de basura asimilacionista al blues, uno de los tipos de música más emblemáticos
creado por los negros estadounidenses y que se estima que data de la década de los 60 del siglo XIX, para
favorecer una música que, aunque pueda estar conectada con sus raíces, no deja de ser extranjera.
251
mientras se dirige al fonógrafo, pone un disco, se gira y espera de forma ceremoniosa a
RUTH (Pearl Bailey)169. ¿Qué tipo de gente popular hace eso, cielo?
Alundi, alundi
Alundi alunya
168
Grito triunfal de batalla. Se cree que puede ser una combinación del yoruba, zulú y swahili.
169
Pearl Mae Bailey (1918-1990) fue una actriz y cantante afroamericana muy popular por su sentido del
humor inteligente y con ciertas notas de picardía. La comparación de Ruth con Bailey nos muestra, una
vez más, que hay mucho más en Ruth de lo que a priori se podría pensar. No es Ruth simplemente una
sufriente esposa abnegada.
170
Beneatha cae en los mismos prejuicios sobre los africanos que hace poco criticaba frente a su madre: el
grupo de hombres que vuelve a la aldea necesariamente ha debido estar haciendo algo “africano”, como
cazar animales salvajes.
252
Jop pu a jeepua
Ang gu soooooooooo
Ai yai yae…
Ayehaye…alundi…171
bebiendo. Apoya todo su peso contra la puerta y observa a su hermana, al principio con
desagrado. Luego aparta la mirada, “de vuelta al pasado”, y alza los puños hacia el
techo, gritando172.
MANOS DE NUEVO!...173
RUTH (seca, mirándolo). Sí… y se ve que África está muy pesadita esta noche.
tambores… ¡Esos tambores me llevan!... (Se dirige en zigzag hasta la cara de su esposa
y se inclina hacia ella.) En lo más hondo de mi corazón… (Se golpea el pecho) ¡Soy
muy guerrero!
RUTH (sin siquiera levantar la vista). En lo más hondo de tu corazón, eres muy
borracho.
171
Canción yoruba para celebrar la cosecha. Alundi significa “feliz fiesta”.
172
El alcohol y la música africana actúan como catalizadores que hacen que África, la “madre tierra”,
invada el espíritu de Walter con una especie de hechizo. No será la última vez que Hansberry use esta
idea de África llamando a sus hijos y reclamándolos. En Les Blancs volverá a recurrir a ella, pero
incluyendo una bailarina que personifica a África y que solo es visible a los ojos de Tshembe, el personaje
que África intenta seducir.
173
Cita religiosa proveniente de la Biblia, en concreto el versículo 31 del salmo 68.
253
WALTER (alejándose de ella y deambulando por la habitación, gritando). Yo y
Jomo…174 (Mira a su hermana con gran intensidad; ella ha parado de bailar para
ARDIENTE! (De repente tiene una lanza imaginaria y ataca con ella a sus enemigos
BENEATHA. ¡OWIMOWEH!
WALTER (sobre la mesa, muy ausente, sus ojos parecen puras láminas de
174
Jomo Kenyatta (1892-1978) fue un político keniano considerado el padre fundador de Kenia y primer
presidente de ese país. La gran admiración que Lorraine Hansberry siempre sintió hacia Kenyatta hizo
que la autora lo incluyera tanto en A Raisin in the Sun (Una pasa al sol) como en Les Blancs, donde,
además de nombrarlo bajo el pseudónimo de Amos Kumalo, lo representa en el personaje de Tshembe.
175
A pesar de que Una pasa al sol es una obra realista, se da este momento de total surrealismo en el que
un personaje como Walter, tras ser “poseído” por el espíritu de África, no solo sabe de política africana
sino que también conoce alguna palabra en un idioma africano.
176
Probablemente Walter esta hablando de sí mismo. El sonido de la música africana le ha hecho volver a
sus raíces, a conectar de una forma mágica (al menos por unos minutos) con la historia del pueblo
africano y afroamericano, con quiénes fueron antes de que el hombre blanco pusiera los pies en África. El
sentirse un guerrero que vive entre iguales y es respetado le hace sentir que recupera la dignidad y la
fuerza que en el mundo real, en su vida de hombre negro que vive en los Estados Unidos, le han robado.
177
Palabra inspirada en la usada en zulú para decir “león”. En este caso no resulta extraño que Walter
conozca esta palabra ya que forma parte de una popular canción que ha tenido diferentes versiones a lo
largo de la historia y que hoy día es más conocida como “The Lion Sleeps Tonight”. Probablemente, la
versión que menciona Walter sea la popularizada por el grupo The Weavers en 1951, llamada “Wimoweh”
Walter cae en una falsa etimología al pensar que “owimoweh” es la palabra correcta para “león” ya que la
“o” que él escucha en la canción no pertenece a la palabra en sí sino que es una expresión de alabanza,
alegría o asombro: “Oh wimoweh”.
178
También conocido como Shaka o Tshaka (c. 1787-1828), fue un jefe zulú y fundador del Imperio Zulú
254
BENEATHA. ¡OCOMOGOSIAY!
BENEATHA. ¡OCOMOGOSIAY!
WALTER. ¿¡Oís el grito de los gallos en aquellas colinas lejanas donde los jefes
BENEATHA. ¡OCOMOGOSIAY!
WALTER. ¡¿Oís el batir de las alas de los pájaros volando a poca altura sobre
BENEATHA. ¡OCOMOGOSIAY!
WALTER. ¿Oís el canto de las mujeres, cantando a los bebés en esas casas
grandes las canciones de guerra de nuestros padres? ¡Cantando las dulces canciones de
WALTER. ¡Nos dicen que nos preparemos para la grandeza de este tiempo! (Las
en el sur de África. Se granjeó fama de poderoso estratega militar y de líder carismático. A pesar de que
no se puden negar sus capacidades como líder, su figura está rodeada de todo tipo de exageraciones y
mistificaciones no aceptadas por los historiadores. Pero ello no ha evitado que su figura siga siendo
relevante y fuente de inspiración hasta nuestros días y que aparezca en diferentes obras de ficción.
255
GEORGE. ¡Hermano Negro, ni de coña!179
pasa? Walter Lee Younger, baja de esa mesa y deja de hacer el tonto…
tocado181. Lleva el pelo muy corto y sin alisar. GEORGE se queda con la palabra en la
¡Mira tu cabeza!
179
No es casualidad que el personaje que rompa esa hermandad entre negros que ha imaginado Walter sea
George Murchison, hombre rico y arrogante que reniega de las raíces africanas y las ridiculiza.
180
La reconversión del Walter líder africano en Walter chófer estadounidense viene marcada por esta
vulgar y poco heroica dosis de realidad: necesita ir al baño con urgencia, probablemente a orinar o
vomitar para desintoxicar su cuerpo de parte del alcohol consumido. Su propio cuerpo le recuerda quién
es en realidad de una forma un tanto humillante.
181
Toda esta parte de la obra en la que Beneatha revela su nuevo peinado fue eliminada de las primeras
producciones. Como se ha explicado anteriormente, por entonces la moda afro aún no había entrado con
fuerza y la mayoría de las mujeres afroamericanas llevaban el pelo “tratado”. Con esta escena Hansberry
quería mostrar la belleza natural del pelo de estas últimas. Sin embargo, el tipo de afro corto que le
hicieron a Diana Sands, la actriz que interpretaba a Beneatha, no le favorecía. Las facciones de la actriz
requerían un afro más voluminoso. Por ello, para evitar dar el mensaje contrario al que se pretendía, se
decidió no incluir esta escena.
182
No es casualidad esta confusión entre cabeza y pelo, ya que podría tener significado a tres niveles
diferentes. Por una parte, el que pronuncia la frase es George, quien nos estaría dando unas pinceladas de
lo que revelará abiertamente más tarde: lo que él considera importante en una mujer es su aspecto físico,
no el intelecto. Por otra parte, revela la importancia cultural que el pelo natural estaba empezando a tener
en ciertos círculos intelectuales de la época y que más adelante –y hasta nuestros días– se convertiría en
un fenómeno. Para terminar, no podemos obviar el chiste. Justo antes Ruth había acusado a Beneatha de
256
BENEATHA. Nada, me lo he cortado.
RUTH. Bueno, eso es verdad… ¡habría que decir qué no le has hecho! ¿De
verdad crees que este chico va a salir contigo con ese aspecto?
de sus raíces…
GEORGE. Oh, no estés tan orgullosa de ti misma, Bennie, solo por haberte
vuelto excéntrica.
RUTH. ¿Por qué tú y tu hermano tenéis que armar tanto lío cada vez que alguien
dice algo?
RUTH. Por favor, ¡¿va alguien a explicarme lo que es un asimila… lo que sea?!
estar perdiendo la cabeza. Ahora George confunde “cabeza” con “pelo”, que es justamente lo que la chica
ha “perdido”.
183
Hansberry critica aquí, con gran ironía, la sociedad estadounidense de la época, que abraza como
aceptable y natural una serie de normas estéticas y de urbanidad que van contra la naturaleza humana. Ser
real, ser natural e intentar vivir con sencillez es considerado una falta de civismo. En la década siguiente a
la obra, los 60, despertará el movimiento hippie, que intentaba derribar estas nociones sociales que son
tan antiguas como el propio país.
184
A pesar de que tan solo han salido en unas cuantas ocasiones, George se ve con derecho a dar órdenes
a Beneatha en su propia casa y delante de su familia. Dado que no vemos a George relacionarse con una
mujer de su propia clase social, no podemos asegurar si este trato hacia la chica está más condicionado
por el machismo o por el clasismo. Sin embargo, no sería muy desacertado decir que, aunque
probablemente es una mezcla de ambas, aquí lo primero seguramente tenga más peso que lo segundo.
185
La palabra usada en el original es “Negroes”, que está cargada de más connotaciones negativas que
“blacks”. A pesar de que hoy “negro” (inglés) es considerada racista y un insulto, en la época en la que
está ambientada la obra aún era socialmente aceptable usarla tanto por parte de personas de color como
blancos y aparecía incluso en documentos oficiales. Sin embargo, ya por entonces había círculos de
intelectuales que la consideraban ofensiva. Por ejemplo, en el certificado de nacimiento de la propia
Lorraine Hansberry la palabra “negro” que aparece junto al nombre de cada uno de sus padres se
encuentra tachada y junto a ella se lee “black”. Este cambio manual fue realizado por Carl Hansberry, que
siempre transmitió a sus hijos que no debían permitir que nadie les llamara “negro”.
257
GEORGE. Oh nada, es como las universitarias llaman Tíos Tom186 a la gente…
GEORGE. ¡Oh, Señor, Señor, Señor! ¡Ya estamos! ¡Una lección sobre el pasado
africano! ¡Sobre nuestra gran herencia del oeste africano! ¡Dentro de un segundo lo
oiremos todo sobre los grandes imperios asantes188; las grandes civilizaciones
186
Hace referencia al personaje de Tío Tom en la obra La cabaña del tío Tom (Uncle Tom’s Cabin), de
Harriet Beecher Stowe. En la cultura popular se usa como insulto para referirse a aquellas personas negras
que se comportan de forma exageradamente complaciente con los blancos hasta el punto de parecer que
realmente se creen inferiores.
187
George da por sentado que Beneatha no sabe qué significa “asimilacionista”. Actúa con una gran
superioridad, menospreciando y subestimando la inteligencia, madurez y cultura de la joven.
188
Los asantes son un importante grupo étnico del centro de Ghana que, gracias al comercio, desarrolló
un imperio realmente próspero en la zona occidental de África. A pesar de ofrecer una gran resistencia
contra los europeos, el imperio asante cayó en 1896 a manos de los británicos.
189
El Imperio songhai fue un estado que ocupaba parte del África occidental. Aunque bien es cierto que,
en mayor o menor medida, existió como estado durante más de mil años, su momento de mayor esplendor
fue desde comienzos del s. XV hasta finales del XVI, cuando se le considera uno de los mayores imperios
islámicos de la historia. Eran grandes exportadores de sal y oro.
190
País ubicado en el oeste de África entre Togo y Nigeria. Beneatha debe referirse a los famosos bronces
de Benín: una colección de más de mil piezas provenientes del palacio real del antiguo Reino de Benín y
que fueron creadas desde el siglo XIII. En 1897 los británicos se apoderaron de la mayor parte de las
esculturas, que aún se encuentran repartidas por museos fuera del continente africano.
191
Poesía escrita en alguna de las lenguas que se encuentran incluidas dentro de lo que se conoce como
“lenguas bantúes”. En la actualidad hay más de 400 grupos étnicos que hablan alguna lengua bantú. Viven
en la franja que se extiende desde Duala (Camerún) hasta Yuba (Somalia).
192
Algunos críticos han puesto en valor que George, al menos, posea lo que parecen profundos
conocimientos sobre la cultura y la historia africana. Sin embargo, y teniendo en cuenta cómo lo expresa,
lo más probable sea que estos conocimientos no hayan sido adquiridos mediante el estudio voluntario sino
a través de diferentes discusiones y discursos oídos en la universidad.
258
BENEATHA. ¡CHOZAS DE PASTO! (RUTH va hasta ella y la empuja a la
hablando de gente que fue la primera en fundir hierro en toda la faz de la tierra! (RUTH
la empuja hacia la puerta.) Los asantes ya realizaban operaciones de cirugía cuando los
RUTH. Siéntate, George. (Ambos se sientan. RUTH dobla las manos sobre el
regazo con bastante delicadeza, decidida a demostrar que hay civismo en la familia.)
Hace calor, ¿verdad?, quiero decir, para ser septiembre. (Pausa.) Es lo que dicen
siempre del tiempo en Chicago: si parece que hace demasiado calor o demasiado frío,
espera un minuto y cambiará. (Sonríe felizmente ante este cliché de clichés.) Dicen que
tiene que ver con las bombas y esas cosas que siguen explotando. (Pausa.) ¿Te apetece
GEORGE. No, gracias. No tengo ganas de cerveza. (Mira el reloj.) Espero que
se aligere.
GEORGE. Es la sesión de las ocho y media. Aunque eso solo pasa en Chicago.
193
Sin duda alguna, este comentario es una burla por parte de Hansberry hacia George. El chico se quiere
hacer el sofisticado apuntando unos datos que no solo nadie le ha pedido sino que además resultan ser
falsos.
259
RUTH. Oh… qué bien. Nunca he estado en Nueva York.
poco de irrealidad.
WALTER. Nueva York no tiene nada que no tenga Chicago. Solo un puñado de
gente con prisas todas apelotonadas… Muy contentos de ser de “la costa Este”194.
en esta casa? ¿Por qué no le ofreces algo que tomar a este hombre? (A GEORGE:)
Mamá?
tiene debajo y la camisa y la corbata que asoman. Luego, observa el pantalón de vestir,
194
Entre los prejuicios que existen en Estados Unidos hacia la gente de las distintas regiones está que la
gente de la costa Este del país se da ciertos aires de superioridad y se sienten más modernos y avanzados
que los de, por ejemplo, el Sur o la costa Oeste.
260
y termina con los zapatos blancos de ante.) ¿Por qué todos los universitarios lleváis
WALTER. ¡No, de ninguna manera! ¿Disculparme por qué? ¡¿Por qué siempre
tienes que estar disculpándote por mí?! ¡Ya me disculparé yo cuando haga falta que me
disculpe! (Pausa.) Son tan raros como esos calcetines negros hasta la rodilla con los que
yo qué sé!
¿Cómo le va a tu viejo? ¿Es verdad que vais a comprar el hotel ese grande que hay en el
sienta en una silla a horcajadas, con el respaldo delante, para hablar con el otro
hombre.) Una jugada inteligente. Tu viejo lo hace bien, macho. (Dándose toquecitos en
195
Seguramente se refiera a Wacker Drive, una avenida que circula junto al río Chicago por la zona del
South Side. Se trata de una zona con bastante tráfico en la que se encuentran diversos hoteles.
261
la cabeza y medio guiñando el ojo para darle más énfasis:) Quiero decir, que sabe
moverse. Quiero decir, piensa a lo grande, ya sabes lo que quiero decir, para ser de los
nuestros196, ¿sabes? Pero creo que ya se le están acabando las ideas. Me gustaría hablar
con él. Mira, macho, tengo algunos planes que podrían poner del revés esta ciudad.
Quiero decir197, que yo soy como él. Pienso a lo grande. Invierte a lo grande, apuesta a
hombre en todo el Southside que entienda mi forma de pensar… ¿lo pillas? (Escudriña
a MURCHISON de nuevo, se bebe la cerveza, entorna los ojos y se le acerca más, para
ocupado que los chicos de color universitarios, con vuestros pines de fraternidad198 y
196
Cuando Walter declara que al padre de George le va bien o que piensa a lo grande “para ser de los
nuestros” está dejando ver una realidad bastante molesta para alguien como George: que para la sociedad
americana su familia está más cerca de los Younger que de cualquier familia adinerada blanca, y que no
importa cuánto se esfuercen, dado que siempre estarán limitados por un techo de cristal.
197
A pesar de que Walter, desesperado por sacar a su familia adelante, quiere aparentar seguridad,
profesionalidad y que lo tiene todo bien pensado y organizado, la continua repetición de ese “quiero
decir” (“I mean”) revela de forma muy evidente la realidad: que no tiene nada, salvo sueños de triunfo.
198
Las fraternidades son asociaciones estudiantiles masculinas que se reparten por los campus de todo el
país. A menudo, una misma fraternidad suele tener diferentes sucursales en diferentes universidades. Los
miembros de una fraternidad específica pertenecientes a la misma universidad suelen vivir juntos en su
propia residencia. Además de un nombre y un emblema, es muy común que tengan objetos distintivos
como pines o anillos. Estas asociaciones también tienen su versión femenina, en cuyo caso reciben el
nombre de “sorority” o sorodidades.
262
WALTER. Os veo siempre… con los libros bajo el brazo… yendo a vuestras
(imitando el acento británico:) clases ¡¿Y para qué?! ¿Qué narices aprendéis ahí? Os
llenan las cabezas con… (contando con los dedos) la sociología y la psicología… ¿pero
os enseñan a ser hombres? ¿A conquistar y dirigir el mundo? ¿Os enseñan a llevar una
plantación de caucho o una planta siderúrgica? ¡No! Sólo a hablar bien y a leer libros y
tú?... ¿no sientes rencor, macho? ¿Aún no estás harto? ¿No has visto estrellas brillantes
que no puedes alcanzar? ¿Eres feliz?... Tú, hijo de puta conformista…200 ¿eres feliz?
¿Lo has conseguido? ¿Rencor? Soy un volcán, macho. ¿Rencor? Mira, ¡soy un
gigante… rodeado de hormigas! Hormigas que ni siquiera entienden de qué les está
hablando el gigante.
RUTH (súbitamente apasionada). Oh, Walter… ¡la tienes tomada con todo el
mundo!
WALTER (agresivo). ¡Sí!... ¡Porque nadie está conmigo! ¡Ni siquiera mi propia
madre!
199
Más adelante, en una conversación con su hijo, descubrimos que Walter considera que ir a una buena
universidad es el máximo al que un chico con posibilidades debe aspirar. Por ello, deducimos que estas
críticas nacen de la envidia que siente hacia George y los de su clase y obedecen únicamente a un intento
de humillarle.
200
A pesar de su estado, y de que George vive en un mundo desconocido para él, Walter es capaz de
entender y ver mucho más de lo que a priori pudiera parecer. Acusa a George de conformarse con un
sueño americano “de segundas”, de fingir que no se da cuenta de que, a pesar del dinero, nunca será
considerado un ciudadano digno de total respeto y admiración como le ocurriría si fuese blanco.
263
BENEATHA entra vestida para salir. Lleva un vestido de cóctel y pendientes.
GEORGE. Bueno… ¡Ey!... (Cruza hasta BENEATHA; cortés, con énfasis, dado
WALTER (ve, por primera vez, el pelo de su hermana). ¿Qué te has hecho en la
cabeza?
chica). Pero bueno, ¡que me aspen! Así que eso es lo que llaman la “mata africana”202…
WALTER. ¡Oh no! Déjate el pelo en paz, nena. ¡¿Qué pasa si resulta que tienes
201
Beneatha se cortó el pelo y, por lo tanto, no tiene otra opción que llevarlo natural. Dado que George la
está esperando para acudir al teatro, tampoco tiene el tiempo necesario para plancharse y alisarse un pelo
que, por su escasa longitud, es difícil de tratar. Por ello, el que la autora, tras describir lo que la chica lleva
puesto, haga hincapié en que lleva el pelo natural nos transmite que esto era especialmente importante
para Hansberry. Beneatha parece haber accedido a la petición de George de abandonar el “excéntrico”
estilo africano –y el orgullo y conexión con sus raíces– pero su pelo nos dice que la rebeldía ya está
plantada en Beneatha, quien no volverá a ser la misma.
202
En el original, “African bush”. Aunque Walter aquí usa la expresión con la clara intención de burlarse
de su hermana comparando su pelo con un arbusto, en los 60 este término sería usado a menudo para
referirse a los peinados afro.
203
Es realmente una pena que, como ya hemos mencionado, toda esta parte en la que Beneatha descubre
su nuevo peinado fuese eliminada de las primeras producciones. El que alguien como George acabe
viendo y apreciando la belleza del pelo natural africano ayuda mucho a transmitir la apreciación de la
belleza africana que tan importante era para Hansberry.
264
BENEATHA. Hasta luego.
WALTER (furioso, señalando el lugar por el que salió GEORGE). ¿Lo ves?
WALTER. ¡Prometeo! ¡Seguro que ni existe! Seguro que ese payaso idiota…
RUTH. Walter…
WALTER. ¡A dar la lata! Dónde he estado, con quién, cuánto dinero he gastado.
204
Según la mitología griega, Prometeo era un Titán que disfrutaba ridiculizando a los Dioses. Además,
era benefactor de los humanos. Su hazaña más conocida es la de robar el fuego del monte Olimpo para
dárselo a los hombres. Por ello fue castigado por Zeus. Cabe la posibilidad de que George, en un ataque
de arrogancia, esté insinuando que Walter es como Prometeo, un Titán arrogante que nada puede sacar de
bueno si intenta burlarse de alguien como él, cuyo superior estatus lo situaría en el papel de Zeus. Sin
embargo, quizás simplemente esté haciendo alusión a los vanos aires de grandeza de Walter.
265
RUTH (con un lamento). Walter Lee… ¿por qué no intentamos hablar con
tranquilidad?
WALTER (sin escucharla). He estado por ahí, hablando con gente que me
WALTER. ¿Por qué? ¿Quieres saber por qué? ¡Porque todos estamos atados a
una raza de gente que no sabe hacer nada más que quejarse, rezar y tener bebés!
Esta última frase lleva demasiada hiel, incluso para él. Mira a RUTH y se
sienta.
RUTH. Oh, Walter… (bajito:) Cielo, ¿por qué no puedes dejar de pelearte
conmigo?
WALTER (sin pensar). ¿Quién está peleándose contigo? ¿A quién te crees que
le importas?
RUTH. Bien… (Espera un rato y luego comienza a recoger las cosas con
resignación.) Supongo que lo mejor será que me vaya a la cama… (más o menos para sí
misma:) No sé cuándo se nos fue… pero se nos fue… (A WALTER:) Siento… siento lo
del bebé, Walter. Supongo que lo mejor es que vaya y termine lo que empecé… A lo
mejor no me he dado cuenta de lo mal que estaban las cosas entre nosotros… Supongo
266
que no me di cuenta… (Inicia el mutis, pero se para:) ¿Quieres un poco de leche
caliente?
RUTH. Porque después de volver a casa tan lleno de alcohol necesitas algo
caliente en el estómago.
RUTH. ¿Y café?
WALTER. No, no quiero café. No quiero nada caliente. (Casi con un lamento:)
RUTH (de pie, y mirándolo con impotencia). ¿Qué más puedo darte, Walter Lee
Younger?
cabeza y, a medida que ella se aleja, la mira con esa nueva actitud que comenzó a
gira. Él sigue hablándole a la espalda.) Supongo que nunca hay tanto entendimiento
entre dos personas como la gente se cree. Quiero decir, como entre tú y yo… (Ella se
gira para mirarlo.) ¿Cómo hemos llegado al punto en el que nos da miedo hablarnos el
205
La leche es el primer alimento que recibimos los humanos y lo hacemos a través de las madres. Incluso
en estos momentos, Ruth se comporta con su marido como ha aprendido que tiene que hacerlo una esposa
de la época: cubriendo sus necesidades básicas y cuidándolo como si fuera su madre, sin importar lo que
él haya hecho.
267
uno al otro con cariño? (Él espera, pensando para sí mismo.) ¿Por qué crees que ha
pasado? (Reflexivo, casi como lo haría un niño:) Ruth, ¿por qué quienes deberían
WALTER. ¿Por lo de nosotros dos, quieres decir? Por cómo están las cosas
RUTH. No hay nada que nos aleje, Walter… si intentas venir a mí y que
hacerlo.
RUTH. Walter…
WALTER. ¿Qué?
RUTH (acercándose a él, poco a poco y con recelo, pero acercándose). Cielo…
la vida no tiene por qué ser así. No sé, a veces se pueden hacer cosas para que todo
mejore… ¿Te acuerdas cómo solíamos hablar cuando nació Travis?… Sobre cómo
íbamos a vivir… el tipo de casa… (Le acaricia la cabeza.) Pero lo estamos perdiendo…
Él la gira hasta tenerla delante. Se miran el uno al otro y se besan, con ganas y
un instante.
MAMÁ. Por Dios, esa escalera es cada vez más larga. ¡Uff! (Se sienta e ignora
268
RUTH se encoge de hombros. Lamenta la interrupción y se queda observando a
su marido.
MAMÁ (sigue ignorándole. Se apoya sobre la mesa para ponerse unos zapatos
WALTER. ¡Mamá!
MAMÁ. Fui al centro a ocuparme de unos asuntos de los que me tenía que
ocupar.
Mamá? (Poniendo los puños sobre la mesa y gritando:) Mamá, ¿no habrás hecho nada
RUTH. ¡Ni “mamá yo” ni gaitas! ¡Te la has cargado, chico! ¡Entra en el
269
TRAVIS. Pero yo…
una cosa. Quiero que él sea el primero en saberlo… Ven aquí, Travis. (El chico obedece
encantado.) Travis… (lo toma de los hombros y le mira a la cara) ¿te acuerdas del
TRAVIS. Sí…
MAMÁ. Bueno… ¿qué te crees que ha hecho tu abuela esta mañana con ese
dinero?
cuello con los brazos mientras ella observa a su hijo por encima del hombro del niño.
Luego, a TRAVIS, tras el abrazo:) Cuando te pongas a rezar esta noche, dale las
270
gracias a Dios y a tu abuelo… porque ha sido él quien nos ha dado esa casa… a su
manera.
(Mira a WALTER por un momento, pero este no dice nada. Cruza rápidamente hasta
donde está su marido.) Por favor, cielo… déjame que me alegre… alégrate tú también.
(Le pone las manos sobre los hombros, pero él se las quita con un movimiento brusco, y
sin girarse a mirarle la cara.) Oh, Walter… un hogar… un hogar. (Va hacia MAMÁ
MAMÁ. Bueno…
MAMÁ (con indecisión. Sigue mirando a su hijo, que aún le da la espalda a ella
y a RUTH). Además… además, es una casa bonita… (No puede evitar dirigirse
271
hablar la hacen ahora parecer casi una niña.)206. Tres dormitorios… uno grande y
bonito para ti y Ruth… Beneatha y yo seguiremos compartiendo uno, pero Travis tiene
uno para él solo… y (con dificultad) supongo que si el… bebé nuevo… es un chico,
podemos comprar una de esas literas…Y hay un patio con un parche de tierra donde
que hay sobre la mesa). Tampoco quiero haceros creer que es más lujosa de lo que es…
solo es una casita vieja, y nada más… pero está bien hecha y es sólida… y será nuestra.
Walter Lee… cambia mucho la cosa cuando un hombre pisa un suelo que le
pertenece…
MAMÁ (con miedo de decirlo). Bueno… bueno… está por Clybourne Park207…
RUTH. ¿Dónde?
206
A pesar de ser la mayor, de ser oficialmente la dueña del dinero y de haberse declarado abiertamente la
cabeza de familia, los cánones de la época le hacen sentir que hay algo malo en haber actuado sin el
beneplácito de su hijo, hombre y adulto. Reconoce así cierta autoridad en él.
207
Clybourne Park no es ningún lugar real de Chicago. Sin embargo, está inspirado en Woodlawn, el
barrio “blanco” al que se mudó la familia Hansberry y, más específicamente, en la zona de Woodlawn a la
que se mudaron, Washington Park. Clybourne Park también sería el lugar elegido por Bruce Norris para
su obra de teatro Clybourne Park (2010), basada en Una pasa al sol.
272
WALTER (amargamente). ¡Así que esa es la paz y la comodidad que has salido
a comprarnos hoy!
MAMÁ (alzando la vista para encontrarse, finalmente, con los ojos de su hijo).
Hijo, lo único que he hecho ha sido intentar encontrar el mejor lugar posible para mi
RUTH (intentando recuperarse del shock). Bueno… bueno… por supuesto que
nunca he sido de las que se asustan de ningún blanquito, Dios me libre, pero… bueno,
MAMÁ. Las casas esas que venden para gente de color en esas zonas de por ahí
parecen costar todas el doble que las otras. Lo he hecho lo mejor que he podido.
RUTH (se sienta un momento, muy afectada por la noticia, tanto por la parte
buena como por la que es más problemática. Se sostiene la barbilla con los puños
mientras piensa. Luego, comienza a levantarse, bajando los puños con vigor. De nuevo,
único que voy a decir es… si ahora es cuando en esta vida me toca… ME TOCA…
que ni es ni ha sido nunca una cocina!... Entonces digo alto y claro, ¡ALELUYA! ¡Y
ADIÓS, MISERIA! ¡NO QUIERO VOLVERTE A VER ESA CARA TAN FEA
NUNCA! (Se ríe feliz, tras haber destruido prácticamente todo el apartamento. Alza los
brazos y los deja caer de nuevo sobre su vientre en señal de felicidad, despacio y
273
reflexionando. Es consciente, quizá por primera vez, de que la vida que hay dentro
Pausa larga.
RUTH (calmándose y yendo hasta la puerta tras la que está TRAVIS.) Bueno,
pues me toca ir a ver qué hago con Travis. (A MAMÁ:) Señor, ¡desde luego hoy no me
Sale.
como estábamos hoy. Íbamos para atrás en vez de adelante… hablando de matar a bebés
y deseándole la muerte al otro… Cuando la vida se pone así… hay que hacer cualquier
otra cosa, mandarlo todo al cuerno y dar la campanada… (Se calla y espera.) Ojalá
dijeras algo, hijo… Ojalá dijeras que en el fondo crees que he hecho lo correcto.
una vez que llega allí y habla despacio). ¿Para qué te hace falta que diga que has hecho
lo correcto? Tú eres la cabeza de familia. Tú diriges nuestras vidas como quieres. Era tu
dinero y has hecho lo que has querido con él. Así que ¿para qué te hace falta que diga
que has hecho lo correcto? (Con rencor, para herirla tan profundamente como sea
274
posible:) Has destrozado mi sueño… tú… que siempre estás hablando de los sueños de
tus hijos…
Telón.
275
276
ESCENA DOS
besarla. Ella lo evita.) Mira, lo hemos pasado bien; no lo estropeemos, ¿vale? (Él le
gira la cara e intenta volverle a hacer arrumacos. Ella se aleja, no con repulsión, sino
con una momentánea falta de interés e intentando volver al tema sobre el que estaban
conversando).
que lo dejes, ¿vale? Me refiero a esa actitud malhumorada. No me gusta. Eres una chica
guapa… toda tú. Eso es lo único que necesitas, cielo. Olvídate de la personalidad. Los
chicos no se te van a acercar por la personalidad… se van a acercar por lo que ven.
208
Es una referencia a la popular actriz Greta Garbo (1905-1990). Una de las características más
representativas de Garbo era su carácter serio, que se evidenciaba en la rigidez de su rostro. Debido a ello,
277
a mí, lo que quiero es una chica… (buscando la palabra) agradable, sencilla
GEORGE (con una paciencia artificial, enumerando con los dedos). Simple.
Leemos libros para aprender cosas, para sacar buenas notas, para pasar de curso, para
obtener un título. ¡Eso es todo! No tiene nada que ver con lo que uno piensa.
Pausa larga.
George. (GEORGE la mira un poco extrañado. Luego se prepara para irse. Antes de
278
GEORGE. Sí, estuvo bien… Buenas noches.
Sale.
MAMÁ (cierra la puerta tras ella). Hola, cielo. ¿Qué haces sentada así?210
BENEATHA. No.
MAMÁ (ajetreada, sacando cosas de las bolsas que ha traído. Se detiene.) ¿Sí,
nena?
BENEATHA. Sí.
BENEATHA. Sí.
210
En el original se adjudica esta frase a George, lo cual, evidentemente, constituye un error. Dicho error
no aparece en otras ediciones, donde sí se adjudica esta frase a Lena.
279
BENEATHA levanta la vista hacia su madre y la observa mientras guarda la
BENEATHA. Mamá…
BENEATHA. Gracias.
MAMÁ. No, solo quiero ordenarlo un poco. ¿El Hermano está aquí?
RUTH. Sí.
211
La escena anterior terminó con Lena reflexionando sobre las palabras de Walter, que la acusaba de
mentir cuando decía que ella apoyaba los sueños de sus hijos. Vemos que el mensaje ha calado hondo en
la matriarca de los Younger, quien, por primera vez, apoya a Beneatha en sus decisiones sentimentales,
incluso tratándose de rechazar a un supuesto buen partido como es George Murchison.
212
Como ya hemos explicado anteriormente, ni este personaje ni la escena en la que visita a los Younger
280
MAMÁ (cambiando de expresión para denotar un goce indescriptible que dé
JOHNSON (es una mujer que hace mucho tiempo decidió que se iba a
Ruth?
revela que está encantada con este comentario tan trillado. Sus ojos se mueven
MAMÁ es un frío lienzo de contención.) ¡Oh! ¡Lo preparados que andamos ya por aquí!
¡Sí, Señor! ¡Míralo! ¡Ya te digo yo que los Younger están preparados para “subir un
nos bendiga.
¡¿verdad?!213
se incluyeron en las primeras producciones, debido a que alargaban mucho la obra. Tampoco está en
algunas ediciones impresas.
213
Como buena cotilla, el discurso de la señora Johnson está lleno de obviedades, frases hechas,
contrariedades y expresiones vacuas para intentar llenar los silencios y poder permanecer más tiempo
dentro de los hogares ajenos y así conseguir más información con la que nutrir su curiosidad.
281
MAMÁ (igual que antes). Sí que lo hace.
enfermedad?... Espero.
JOHNSON. Qué bien. Younger, desde luego tiene unos hijos encantadores.
Isaiah y yo no paramos de hablar de lo mucho que la bendijo Dios con esos hijos tan
buenos. De verdad.
Johnson.
un momento para ver si necesitaban mi ayuda con algo. (Acepta la comida en cuanto se
282
la ofrecen.)214 Supongo que han visto la noticia que no para de salir en nuestro
catástrofe). ¿Quiere decir que no ha leído lo de esa gente de color a los que le pusieron
JOHNSON. ¡Ay que ver lo malos que se están volviendo los blancos estos de
Chicago! ¡Dios, está tan mal la cosa que parece como si estuviéramos por ahí abajo, en
Mississippi! (Con un gran sentido melodramático impostado:) Ni que decir tiene que
yo creo que es genial que nuestra gente siga intentándolo. Oyes a algunos negros por
aquí hablar sobre que ellos no van a donde no se les quiere y todo eso… ¡Pero no yo,
cielo! (Es mentira.) ¡Wilhemenia Othella217 Johnson va a donde quiere, cuando quiere!
(moviendo la cabeza para enfatizar:) ¡Desde luego que sí! Porque si dependiera de
214
Esta acotación resulta un tanto abrupta. El tiempo transcurrido desde que Lena pide a Ruth que traiga a
la señora Johnson tarta y leche hasta que esta recibe la comida es demasiado corto. Por alguna razón,
Hansberry no incluyó ninguna acotación en la que se explicara que Ruth prepara los alimentos para
servirlos. La autora lo deja así en manos del director.
215
Se trata claramente de un periódico pensado para la gente de color. Lo más probable es que se refiera
al Chicago Defender. Fundado por Robert S. Abbott en 1905, se encargaba (y se encarga) de informar a
los afroamericanos sobre las noticias que les afectan más directamente y sobre las cuales muchos
periódicos “blancos” no se pronunciaban. Además, hacía campaña pro derechos civiles luchando contra la
segregación racial o el Ku Klux Klan y apoyando la Gran Migración. El Chicago Defender se estuvo
imprimiendo hasta el 2019. A partir de entonces, se edita solo online. Autores como Langston Hughes o
Gwendolyn Brooks solían escribir columnas para este periódico.
216
Recordemos que es la señora Johnson quien ha traído el periódico a casa de los Younger. Queda
bastante claro que su intención desde el principio era contarles la noticia y, de paso, observar cómo esta
afecta a la familia. Quizás es la razón por la que una de las primeras cosas que pregunta al entrar en el
apartamento es dónde está el resto de la familia.
217
No debe ser casualidad que los nombres de pila de la Señora Johnson estén tomados de William
Shakespeare y su personaje Otelo. Lo más probable es que Hansberry los haya elegido para marcar la
tendencia a la teatralidad y el dramatismo exagerado de la vecina.
283
estos blanquitos, los pobres negratas no tendríamos nada… (Se pone la mano sobre la
boca.) Oh, siempre se me olvida que no permite que se use esa palabra en su casa.
JOHNSON (de nuevo con vigor). ¡Yo tampoco! Se lo decía a Isaiah ayer cuando
se puso a usar esa palabra delante de mí… Le dije: “Isaiah, como dice siempre la señora
Younger…”
JOHNSON. No, no gracias, estaba muy rico. Tengo que irme a casa y tomarme
mi café de medianoche. Oigo a la gente decir que no les deja dormir, pero me he dado
cuenta de que yo no puedo pegar ojo a menos que me haya tomado esa ultimííísima taza
RUTH lanza una mirada antipática a MAMÁ por ser tan amable.
MAMÁ. Tumbado.
Es un hombre guapo. ¡Sí, muy guapo! (Alargando la mano de nuevo para dar una
palmadita en el estómago de RUTH:) Supongo que eso es por lo que seguimos teniendo
bebés por aquí. (Le guiña el ojo a MAMÁ.) Si hay algo que puede decirse del Hermano
Clybourne Park fue idea suya. Dios… apuesto a que por esta fecha el mes que viene
284
(Mantiene las manos alzadas para marcar cada palabra del titular que ve frente a ella.)
MAMÁ (ella y RUTH miran a la mujer atónitas). No nos mudamos para que
JOHNSON. Oh, cielo, ¡que sepa que le rezo a Dios todos los días para que no les
ocurra nada de eso! Pero tienen que entender que la vida es como es… y estos
nadie que no haya ido a la universidad. Oh… no la estoy criticando en absoluto. Solo es
que… ya saben cómo se ponen algunos de nuestros jóvenes en cuanto reciben un poco
Creo que es hora de marcharme. (Sin moverse.) Por supuesto que entiendo que debe
estar orgullosa y todo eso… ser la única de la familia que ha llegado a algo. Sé que el
285
Hermano nunca se ha sentido satisfecho siendo chófer. Aunque no debería sentirse así.
JOHNSON. ¿Qué?
MAMÁ. Mucho218. Mi marido siempre decía que no estaba bien tener que ser el
sirviente de nadie. Siempre decía que las manos de un hombre estaban hechas para crear
cosas, o para trabajar la tierra… no para conducir el coche de nadie… o… (se mira las
manos) vaciar sus orinales. Y mi chico es exactamente como él… no está hecho para
servir a nadie219.
los Younger! (Mira a su alrededor.) Desde luego que sois un puñado de negros
Washington220 dijo aquella vez: “la educación ha echado a perder mucha mano de
obra”…
JOHNSON. Ya lo creo.
218
Vemos en toda plenitud el efecto tan radical que las palabras de Walter han tenido en Lena, quien ha
pasado de defender el trabajo de Walter delante de él a encararse con la vecina porque esta asegura que no
hay nada de malo en ser chófer.
219
Hasta ahora no se había rebelado la opinión de Walter padre sobre el trabajo de asistente o sirviente. Es
curioso cómo Lena, por una parte, insiste a su hijo en que debe sentirse feliz siendo chófer, y, por otra, lo
insta a que sea exactamente igual que su padre. Sin embargo, ahora descubrimos que cuando se rebela
contra su oficio de sirviente e intenta aspirar a más es cuando realmente está honrando la memoria de
Walter padre.
220
Nacido en la esclavitud, Booker T. Washington (1856-1915) fue un educador, escritor y orador que se
convirtió en un importante líder afroamericano. Su figura aún hoy resulta bastante controvertida ya que
defendía que en vez de enfrentarse directamente a las leyes Jim Crow y de intentar aspirar a estudios
superiores, los afroamericanos debían ganarse un mejor lugar en la sociedad estadounidense creando
negocios propios y centrándose en ser los mejores en oficios manuales y agrícolas. Por ello se le acusó de
acomodarse al interés de los blancos. En 1881 se convirtió en el primer director del Instituto Tuskegee
(Alabama) donde los estudiantes afroamericanos adquirían conocimientos sobre ganadería, agricultura,
albañilería y otros oficios manuales. Hoy día Tuskegee es una universidad. Publicó 14 libros, entre ellos
su biografía Up From Slavery (1901), que a día de hoy sigue siendo muy leída y estudiada a nivel
académico.
286
MAMÁ. Bueno, le pega, el muy tonto.
RUTH. Tú lo haces.
BENEATHA (desde la puerta). Mamá, si hay dos cosas que, como pueblo,
tenemos que superar, una es el Ku Klux Klan222… y la otra la señora Johnson. (Sale.)
MAMÁ. Sabelotodo.
221
El uso del tuteo en este parlamento no es un error de traducción. La señora Johnson y Lena, ambas
mujeres mayores, se tratan de “usted”. Sin embargo, aquí, al estar hablando con Ruth, una mujer más
joven, la tutea.
222
El Ku Klux Klan es un grupo terrorista supremacista blanco activo en los Estados Unidos desde 1865.
Surgió por primera vez tras la Guerra Civil como respuesta a la abolición de la esclavitud. Aunque su
objetivo principal son los afroamericanos, también se les conocen ataques hacia los judíos, los hispanos,
los inmigrantes, gente de izquierdas, personas del colectivo LGTBI+, católicos y musulmanes.
287
Suena el teléfono.
RUTH. Yo lo cojo.
señora Arnold. (Espera. Vuelve al teléfono. Tensa:) Hola. Sí, su esposa al teléfono…
Ahora mismo está descansando. Sí… bueno, mañana irá sin falta. Ha estado muy
enfermo. Sí… sé que deberíamos haber llamado, pero estábamos tan seguros de que hoy
podría ir… Sí… sí, lo siento mucho. Sí… Muchas gracias. (Cuelga. WALTER está
apoyado en el quicio de la puerta del dormitorio, detrás de ella.) Era la señora Arnold.
RUTH. Dice que el señor Arnold ha tenido que ir en taxi los últimos tres días…
¡Walter, llevas tres días sin ir a trabajar! (Es toda una revelación para ella.) ¿Dónde has
estado, Walter Lee Younger? (WALTER la mira y comienza a reírse.) Vas a perder tu
trabajo.
RUTH. Oh, Walter, y tu madre trabajando como una mula un día y otro día…
MAMÁ. ¿Qué has estado haciendo estos tres días, hijo mío?
288
WALTER. Mamá, no sabes la de cosas que un hombre con tiempo libre puede
hacer en esta ciudad. ¿Qué es hoy... viernes por la noche? Bueno, el miércoles tomé
prestado el coche de Willy Harris y fui a dar un paseo… solo yo conmigo mismo, y
conduje y conduje… hasta las afueras… mucho más allá de South Chicago. Aparqué el
coche y me senté a mirar las plantas siderúrgicas todo el día. Lo único que hice durante
horas fue estar sentado en el coche y mirar aquellas chimeneas negras tan enormes.
Luego volví y fui al Green Hat223. (Pausa.) Y el jueves… el jueves tomé prestado el
coche otra vez, me metí dentro, apunté en dirección contraria y conduje por esa otra
zona… durante horas… todo, todo, hasta Wisconsin, y estuve mirando las granjas. Lo
único que hice fue conducir y mirar las granjas224. Luego volví y fui al Green Hat.
(Pausa.) Y hoy… hoy no cogí el coche. Hoy solo he estado andando. Por todo el
de la 39 con South Parkway a ver a los negros pasar. Y luego fui al Green Hat. ¿Estáis
223
No parece que haya, ni hubiera por la época, ningún bar llamado Green Hat. Sin embargo, podría estar
inspirado por el famoso Green Mill Cocktail Lounge, un famoso local de jazz que lleva en
funcionamiento desde 1907. Entre su clientela habitual contaban con la de los gánsteres más conocidos
como Al Capone y sobre sus tablas han actuado artistas de la talla de Billie Holiday o Joe E. Lewis. Hoy
día se puede seguir disfrutando de actuaciones de jazz en directo y, desde 1986, también recitales de
poesía.
224
Walter toma los dos caminos y observa desde fuera los dos ámbitos en los que podría haber triunfado
si hubiera tenido oportunidades reales: uno, la industria, y el otro, la agricultura. Sin embargo, tras cada
una de estas visitas la dura realidad se impone y siempre termina en el bar, intentando olvidarse de la
realidad con alcohol y música.
225
Asombra la poesía y belleza de este parlamento, sobre todo teniendo en cuenta que el personaje que lo
emite es Walter. Posee tal liricidad que, al traducirlo dentro de una obra prosáica tan realista, hace que
cueste que suene natural. Es evidente que el hijo de Lena está dotado de una sensibilidad que no
hubiéramos imaginado al principio de la obra. También nos deja pensando cuán diferente podría haber
sido la vida de Walter Lee si hubiera tenido la oportunidad de cultivar estas capacidades que demuestra
tener.
289
WALTER. ¿Sabes lo que me gusta del Green Hat? Me gusta el tipo bajito que
tienen tocando el saxo… Toca, habla conmigo… No mide más de 1’50 o así y tiene el
WALTER. Y también está ese otro tipo que toca el piano… y tienen estilo.
Vaya, que suenan bien… En el Green Hat tienen la mejor orquesta… Puedes sentarte
allí a beber mientras escuchas tocar a esos tres hombres227 y te das cuenta de que nada
equivocado.
he estado haciendo lo mismo que el resto del mundo te ha hecho. (Apaga la radio.)
Walter… (Ella se detiene y él levanta la vista despacio hacia ella. Sus ojos se
poseo nada, nunca he querido realmente nada que no fuese para ti. No hay nada que
para mí valga tanto… No hay nada a lo que merezca la pena agarrarse, dinero, sueños,
nada… si eso significa… si eso significa que voy a destruir a mi chico228. (Saca un
226
En el original, “conked head”. Walter vuelve a utilizar “cabeza” por “pelo”. El estilo “conked” era
muy popular entre los hombres afroamericanos entre los años 20 y 60 del siglo XX. Consistía en alisarse
el pelo, normalmente a base de geles artificiales, hasta dejárselo pegado a la cabeza y cayendo hacia atrás.
227
En sus descripciones, Walter solo nos ha hablado de dos hombres: uno que toca el saxofón y otro que
toca el piano. Sin embargo, ahora habla de tres músicos. No sabemos si es un lapsus de Hansberry o ha
sido intencionado para mostrarnos mejor el grado de sinsentido en el que se encuentra Walter.
228
El sueño de Lena, desde que se casara con Walter padre, siempre fue comprar su propia casa. Ahora se
da cuenta de que lo que más le importa no es la casa física en sí, sino los sueños cumplidos que
simbolizaba y que ella creía que era lo máximo a lo que se podía aspirar: el ofrecer a sus hijos lo que ella
nunca tuvo, una casa en propiedad. Ahora que ha empezado a entender a sus hijos, se da cuenta de que lo
que ella entendía como el mayor sueño no lo es para ellos: el sueño ha mutado. Por ello decide adaptarse:
no todo el dinero irá para la casa. Una parte es para financiar los estudios de Beneatha, otra para que
Walter recobre la dignidad que le ha sido arrebatada.
290
sobre del bolso y lo pone frente a él. Él la observa sin hablar ni moverse.) Le pagué al
hombre 3500 dólares como entrada de la casa. Me quedan 6500 dólares. El lunes por la
mañana quiero que lleves este dinero y apartes 3000 dólares y los pongas en una cuenta
entre o salga de ella. Tú decides229. (Deja caer las manos en un gesto de impotencia.)
No es mucho, pero es todo lo que tengo en el mundo y lo pongo en tus manos. Te pido
que, de ahora en adelante, seas el cabeza de familia, que es lo que debes ser.
dejado de quererte.
Mamá sale. WALTER se sienta, sin dejar de mirar el dinero que hay sobre la
mesa. Finalmente, con un gesto decidido, se levanta y, con una mezcla de alegría y
desesperación, recoge el dinero. En ese momento entra TRAVIS, preparado para irse a
la cama.
WALTER (con dulzura, con más dulzura de la que le hemos conocido hasta
ahora). No, papi no está borracho. Papi nunca volverá a estar borracho…
229
La rapidez con la que Lena hace la cuenta, así como el hecho de que lleva todo el resto del dinero en el
bolso, nos hace pensar que seguramente esta decisión no es algo que haya tomado en este momento. Lo
más probable es que la empezara a idear a finales de la primera escena del segundo acto, cuando, tras una
discusión con Walter, Lena se paraba a reflexionar. La primera vez que Lena aparece en esta segunda
escena del segundo acto viene de la calle y, tras una conversación con Beneatha, lo primero que hace es
preguntar a Ruth por Walter. Quizá esta conversación en la que Lena pone el dinero en manos de Walter y
lo nombra cabeza de familia habría tenido lugar en aquel momento si Walter no hubiera estado
descansando.
291
El PADRE230 se acerca desde detrás del sofá y se inclina para abrazar a su hijo.
WALTER. Oh, sobre muchas cosas. Sobre ti y sobre el hombre que vas a ser
que me refiero231.
pregunta. Y a veces, cuando le digo que lo único que quiero es ser como tú… me dice
que no quiere eso para mí… y otras veces dice que sí.
WALTER (cogiéndolo entre sus brazos). ¿Sabes qué, Travis? Dentro de siete
años vas a tener 17 años. Y las cosas van a ser muy diferentes para nosotros dentro de
siete años, Travis… Un día, cuando tengas 17, volveré a casa… vendré de mi oficina,
230
Por primera vez, Hansberry se refiera a Walter como “padre”. Puede ser que, por primera vez, vemos a
Walter con esperanzas y que, por primera vez, sienta que es el hijo de su padre y que podrá ocuparse de su
propio hijo como merece. En otras ediciones usan Walter.
231
A pesar de que Walter ha sufrido en sus propias carnes el que su madre no le dejase realizarse como
hombre adulto y perseguir sus propios sueños, ahora él se ríe de las ganas de Travis de ser conductor de
autobús y le presiona a que busque algo “más importante”. Aunque Travis es aún muy pequeño y sus
aspiraciones no son algo que haya que tomarse demasiado en serio, pues lo más probable es que no paren
de cambiar, vemos aquí un ciclo que se repite: el progenitor imponiéndole al hijo su propio sueño.
292
WALTER. No, pero después de esta noche… después de lo que tu papi va a
transacción… un negocio que va a cambiar nuestras vidas… Por eso, un día, cuando
tengas 17 años, vendré a casa y estaré bastante cansado, ya sabes de lo que hablo,
más habla, más ausente está.). Y aparcaré el coche en la entrada… un simple Chrysler
negro, creo, de banda blanca… no… llantas negras. Más elegante. Los ricos no deben
ser ostentosos… aunque tendré que hacerme con algo más deportivo para Ruth… quizá
un Cadillac descapotable para que lo use para ir de compras… Y subiré los escalones de
la casa y el jardinero estará recortando los setos y dirá, “Buenas tardes, señor Younger”.
Y diré, “Hola, Jefferson, ¿qué tal estás?”. E iré dentro y Ruth bajará a recibirme en la
veremos sentado en el suelo rodeado de los catálogos de todas las mejores universidades
de America… ¡Todas las mejores universidades del mundo! Y… y te diré, “Bueno, hijo,
cumples 17 años, ¿qué has decidido?... Dime solo a qué universidad quieres ir, y allí
irás. Solo dime qué quieres ser… y lo serás. Lo que tú quieras ser… ¡Sí, señor!” (Abre
los brazos para recibir a TRAVIS.) Tan solo dilo, hijo… (TRAVIS salta a sus brazos.)
232
Esto demuestra que Walter sigue enamorado de Ruth. Lo más probable sea que su incapacidad para
mostrarle afecto sea consecuencia de lo avergonzado que se siente.
293
Fundido negro.
294
ESCENA TRES
Desde antes de que se levante el telón se puede oír la voz de RUTH cortando el
Al alzarse el telón vemos que RUTH está sola en la sala de estar, terminando de
embalar las cosas de la familia. Es el día de la mudanza. Está sellando las cajas con
RUTH. ¡Ey!
RUTH (señalando una bolsa). Cielo… mira en esa bolsa de ahí y echa un ojo a
233
Se trata de la misma canción espiritual que Lena pedía a Ruth que cantara al final de la primera escena
del primer acto y que esta no entonó, pues se hallaba desmayada en el suelo.
234
El South Center era un centro comercial que se inauguró en 1928 y se situaba en el cruce de la 47th
Street con South King Drive, cerca de South Parkway en Chicago. Era uno de los centros comerciales
más grandes del South Side. Este centro comercial hizo historia porque la mayoría de sus empleados eran
afroamericanos. Estos además se encontraban ocupando cualquier puesto, cuando lo común en la época
era encontrar solo una minoría de afroamericanos en este tipo de comercios y realizando únicamente
tareas de limpieza o reparaciones. La cercanía y el respeto con el que trataban a sus clientes y las
prácticas antirracistas lo convirtieron en un centro comercial muy popular entre las personas de color
295
BENEATHA. ¿Cómo sabes el tamaño de las ventanas que hay allí?
RUTH (que no había caído en la cuenta). Oh… Bueno, a la fuerza tiene que
haber algo en toda la casa a lo que le vayan bien235. De todas formas, era una oferta
demasiado buena como para dejarla pasar. (RUTH se da una palmada en la cabeza: ha
recordado algo de repente). Oh, Bennie, quería poner una nota especial en esa caja de
cartón de allí. Es la porcelana buena de tu madre y quiere que la traten con mucho
cuidado.
BENEATHA. Yo lo haré.
grandes.
RUTH. ¿Sabes qué es lo primero que voy a hacer cuando entremos en esa casa?
BENEATHA. ¿Qué?
RUTH. Cielo, me voy a llenar una bañera de agua hasta aquí… (pone los dedos
quedarme toooodo el tiempo que quiera en el agua caliente y al primero que me llame a
RUTH (riendo feliz). ¡Tú lo has dicho, hermana! (Se da cuenta de que
BENEATHA, despistada, ha escrito una nota muy grande.) Cielo, no van a leerlo desde
un avión.
hasta que se declaró en bancarrota en 1968, tras una serie de malas decisiones que incluyeron algunos
casos de discriminación racista.
235
Como podemos comprobar, las ventanas siguen siendo una fuerte obsesión para Ruth.
296
BENEATHA (riéndose de sí misma). Supongo que siempre creo que las cosas,
RUTH (mirándola, sonriendo). Tú y tu hermano parecéis tener eso los dos como
filosofía de vida236. Señor, este hombre… ha cambiado tanto. ¿Sabes… sabes qué
BENEATHA. ¿Qué?
para ver si lo entiende.)237 Fuimos al cine. ¿Sabes cuándo fue la última vez que Walter
BENEATHA. No.
anoche. La película no era muy buena, pero nos dio un poco igual. Fuimos… y nos
cogimos de la mano.
BENEATHA. ¿Qué?
RUTH. Cuando salimos de la película era tarde, y estaba oscuro, y todas las
tiendas y las cosas estaban cerradas… y hacía un poco de frío y no había mucha gente
236
Como hemos mencionado anteriormente, a pesar de lo que pareciera en un principio, Beneatha y
Walter son muy parecidos y, en el fondo, tienen aspiraciones de la misma naturaleza.
237
Es posible que una mujer joven como Beneatha, a pesar de vivir con Walter y Ruth, no entienda la
dinámica de un matrimonio ni lo que significa para dos personas que llevan muchos años casados y cuyo
matrimonio ha estado haciendo aguas el comenzar a hacer cosas solos de nuevo.
238
Con frecuencia se ha atribuido este cambio en la relación entre Ruth y Walter al hecho de que, tras
cederle Lena el dinero, Walter recupera su dignidad y se siente satisfecho consigo mismo. A pesar de que,
297
BENEATHA. ¡Me matas!
Entra WALTER con un paquete grande. Se le nota muy feliz; su nuevo estado
de euforia le impide estarse quieto. Canta, retorciéndose los dedos hasta crujirlos. Deja
bailando, intentando hacer que baile con él. Finalmente, ella cede a su picardía y, en
ella se funde en sus brazos en un jazz lento239 y clásico que los convierte en uno.
BENEATHA (los mira un rato mientras bailan y luego inhala aire para poner
aaaaaaaaaaaantiiiiiiiiiiicuadooooos!
WALTER (para por un momento). ¿Qué tipo de negros? (Lo dice de broma.
Hoy no está enfadado ni con ella ni con nadie. Comienza a bailar de nuevo con su
esposa).
BENEATHA. Anticuados.
WALTER (sin dejar de bailar con RUTH). Sabes, cuando estos “nuevos
¡Raza, raza, raza!... Chica, de verdad creo que eres la primera persona en la historia de
definitivamente, esto ha sido un punto clave para la regeneración del matrimonio, no debemos olvidar que
Walter y Ruth tuvieron ya un acercamiento antes, en el que, por primera vez en mucho tiempo,
consiguieron hablar, comunicarse y hasta mostrar cariño físico por el otro. Si bien es cierto que poco
después, debido a la frustración de Walter, se vuelven a alejar, la semilla ya estaba plantada.
239
En el original “slow drag”. Se trata de una forma musical y un baile dentro del jazz. Se caracteriza por
los movimientos lentos y en pareja.
240
En el original “New Negroes”. Se refiere a la nueva generación de afroamericanos intelectuales e
interesados en política y lucha social de la que Beneatha (y Hansberry) forma parte. El que la palabra
“Negroes” aparezca en mayúscula no es casualidad. Existe incluso hoy día una lucha en los círculos
intelectuales para que se regularice el escribir la raza con mayúscula. A través de A Raisin vemos que
Hansberry lo apoyaba.
298
toda la raza humana que ha conseguido lavarse a sí misma el cerebro con éxito.
(BENEATHA y RUTH se ríen. WALTER baila un poco más con RUTH. Comienza a
reírse para, inmediatamente, detenerse e imitar a alguien que habla ante una mesa de
operaciones.) Me veo a esta chica algún día mirando a algún pobre tipo que esté en una
forma maliciosa:) “Por cierto, ¿qué opinas de la lucha por los derechos civiles?...”
BENEATHA. ¡Con palos y piedras podrán romperme los huesos, pero… las
hombre blanco de mediana edad y aspecto discreto vestido con un traje de chaqueta. El
papel.
HOMBRE. Ehhh… ¿Qué tal, señorita? Estoy buscando a una tal señora… (mira
al trocito de papel) ¿la señora Lena Younger? (Se frena en seco, atónito ante la visión
241
Se refiere a la NAACP, la National Association for the Advancement of Colored People, de la que ya
hemos hablado. Tanto el haber usado la palabra “doble” en vez de incluir dos “A” como el que la autora
haya separado las letras de la sigla contribuyen al tono humorístico que le quiere dar Walter.
242
Es un dicho y una rima popular en la cultura anglosajona. Con ciertas diferencias equivale al “a
palabras necias, oídos sordos” español. Se sospecha que la primera vez que apareció en Estados Unidos
fue en 1862 en el The Christian Recorder, una revista de la Iglesia Metodista Episcopaliana Africana que
aún hoy se publica y que tiene el honor de ser la publicación afroamericana que más años lleva
publicándose ininterrumpidamente.
299
BENEATHA (alisándose el pelo, un poco avergonzada)243. Oh, sí, es mi madre.
Discúlpeme. (Cierra la puerta y se gira para llamar la atención de los otros dos.)
¡Ruth! ¡Hermano! (Les anuncia de forma precisa pero silenciosa: “¡Hay un hombre
la puerta. El hombre les echa una ojeada curiosa a todos.) Mmm, pase, por favor.
Karl Lindner…
apoyando los brazos en las rodillas con interés y mirando al recién llegado a la cara,
243
El que Beneatha se toque el pelo y se siente avergonzada es un acto reflejo y nervioso no directamente
unido a que se sienta avergonzada de su nuevo aspecto. Cuando se da cuenta de que Lindner ha visto a su
hermano y cuñada bailando acaramelados, se pone nerviosa y juguetea con su pelo por no saber cómo
actuar.
244
Durante su estancia en la casa de los Younger, Lindner se mostrará inquieto, nervioso y un tanto
asustado. Evidentemente es en parte por la desagradable naturaleza de los negocios que le han llevado
allí, pero también por la desconfianza que le produce estar en el gueto y ante un hombre negro como
Walter.
300
LINDNER (con algún movimiento nervioso del sombrero y el maletín que
descansan sobre sus rodillas). Bueno… soy el portavoz de la Asociación por la Mejora
de Clybourne Park…
como iba diciendo, soy de la Asociación por la Mejora de Clybourne Park y se nos ha
hecho notar en la última reunión que ustedes, o al menos vuestra madre, ha comprado
Street…
WALTER. Eso es. ¿Le apetece beber algo? Ruth, tráele una cerveza al señor
Lindner.
LINDNER (molesto por alguna razón)245. Oh, no, de verdad. Quiero decir,
245
La amabilidad con la que Walter le trata le hace más difícil su trabajo, y a la vez le ofende el
acercamiento por parte de una persona de color.
246
A pesar de su juventud, Beneatha es la única que ve que la visita de Lindner no trae buenas noticias. El
contacto con compañeros blancos, que no jefes, y el ambiente y conversaciones sobre la lucha social, que
por aquella época ya se comenzaba a discutir en ámbitos universitarios, hace que conozca mejor y de
forma más profunda la realidad de la sociedad estadounidense.
247
Tanto el aspecto como la forma de ser de Lindner son realmente importantes para entender el mensaje
de Hansberry. Si la persona enviada a casa de los Younger hubiera sido un matón maleducado, hubiera
persistido la idea del racista como monstruo, evitando así que los espectadores blancos mirasen a su
alrededor y hacia dentro. Lindner es, probablemente, un hombre y un vecino y ciudadano ejemplar; es
301
asociaciones de vecinos que se forman para cuidar… bueno, ya saben, cosas como el
Quiero decir, ellos… nosotros, soy el presidente del comité, vamos a ver a la gente
nueva que se va a mudar a nuestro barrio y, de alguna manera, les damos información
BENEATHA (valorando los dos significados, cosa que se les escapa a RUTH y
WALTER). Aham.
explicarles todo esto a mi forma. O sea, que os lo quiero explicar de una determinada
forma.
WALTER. Siga.
amable, cortés y seguramente despierte la confianza en los de su alrededor. Sin embargo, esto no quita
que sea profundamente racista hasta el punto de estar en contra de que una familia negra se mude a su
barrio y que seguramente opine que cuando bombardean a una familia afroamericana por vivir en un
“barrio blanco” es porque ellos han provocado a los vecinos. Lindner es producto del sistema racista del
país.
248
Se ha dado cuenta de que Beneatha sabe las razones que le mueven y teme que sea ella la que se lo
comunique de forma brusca a los demás miembros de la familia en vez de dejarle a él adornar la verdad.
302
LINDNER. Sí, bien. Voy a intentar ir directo al grano. Estoy seguro de que a la
BENEATHA. Sí.
LINDNER. Bueno…
LINDNER (más frustrado que molesto). No, muchas gracias. Por favor.
Bueno… yendo al grano, yo… (toma aire, y por fin consigue empezar) Estoy seguro de
que están al corriente de algunos de los incidentes que han ocurrido en varias zonas de
Bueno… dado que tenemos lo que creo que va a ser un tipo de organización única en la
vida de las comunidades americanas, no solo deploramos ese tipo de cosas, sino que
además estamos intentando hacer algo para evitarlas. (BENEATHA deja de lanzar la
Creemos… (va ganando confianza en la misión debido al interés que observa en las
caras de sus interlocutores)… creemos que la mayoría de los problemas que hay en el
mundo, cuando te paras a pensarlo… (se golpea la rodilla para darle énfasis)… la
esforzamos lo suficiente para entender los problemas del otro. El punto de vista del otro.
303
RUTH. Tiene toda la razón.
eligieron para venir aquí a hablar con ustedes esta tarde. De forma amistosa, claro,
resolver esto. Como he dicho, todo esto es una cuestión de pensar en el otro. Cualquiera
puede ver que son una buena familia, trabajadores y honestos, estoy seguro.
poco mientras lo estudia.) Hoy día todo el mundo sabe lo que significa vivir al margen
de algo. Y, por supuesto, siempre hay alguien que intenta aprovecharse de quienes no
siempre lo entienden.
LINDNER. Bueno, verá. Nuestra comunidad está formada por gente que ha
trabajado como diantres durante años para construir dicha comunidad249. No son gente
rica y sofisticada, sólo gente trabajadora y honesta que no tiene mucho más que esas
casitas y el sueño de vivir en el tipo de comunidad en la que quieren criar a sus hijos. A
ver, no digo que seamos perfectos y algunas de las cosas que quieren están muy mal250.
Pero deben admitir que un hombre, esté en lo correcto o no, tiene derecho a mantener el
barrio en el que quiere vivir en las condiciones que quiera251. Y, en este momento, una
249
Se ha respetado el repetitivo uso de la palabra “comunidad” que hace Lindner, por considerarlo
importante para la autora.
250
Llama la atención cómo Lindner juega con el “nosotros” y el “ellos”. Él no es una persona ajena a la
comunidad que ha sido contratada para que haga el negocio sucio por los vecinos, sino un miembro activo
de la comunidad que, a lo largo de sus dos visitas, demuestra estar de acuerdo con las decisiones tomadas
por los habitantes de Clybourne Park. Sin embargo, se desvincula cuando va a comunicar algo polémico
usando el “ellos”, para intentar no perder la simpatía de la familia y que lo sigan viendo como un aliado
que quiere ayudarles. Puede ser que haya también miedo ante la reacción que los Younger puedan tener.
251
Como todos los personajes de A Raisin, Lindner está diseñado con un gran realismo y, aunque parezca
pura ironía, su mensaje de “tienen que respetar nuestro derecho a no aceptarlos en nuestro barrio o de lo
contrario estarán atentando contra nuestra libertad” realmente está basado en los argumentos que los
304
apabullante mayoría de nuestra gente cree que las personas se llevan mejor, colaboran
crean cuando les digo que no tiene nada que ver con prejuicios raciales. Es simplemente
una cuestión de que la gente de Clybourne Park cree, esté bien o mal, como ya
mencioné, que, en pos de la felicidad de todos, nuestras familias negras son más felices
Comité de Bienvenida!
WALTER ¿Sí?
racistas blancos solían usar para defender la segregación racial. El agresor se presenta como víctima.
252
El uso de “nuestras familias negras” y el hecho de que, siendo blanco, se atreve a decir a una familia
afroamericana qué es lo que realmente hace felices a los afroamericanos, marca muy bien la hipocresía,
falsa empatía y paternalismo racista que tanto criticó Hansberry. En la época esclavista había blancos que
defendían la esclavitud clamando que las personas negras no tenían la capacidad de cuidar de sí mismas.
De la misma forma, años después, Lindner y el tipo de ciudadano blanco al que representa defenderían
que los afroamericanos debían limitarse a vivir en sus comunidades, comprar en sus negocios y asistir a
sus escuelas puesto que no podrían adaptarse a la vida fuera de su ambiente y eso les haría muy infelices.
Disfrazan sus propios deseos de gesto amable y de consideración hacia las personas de color.
253
De nuevo, una referencia bíblica: Judas acepta 30 monedas a cambio de señalar a Jesús ante los
romanos.
305
LINDNER (se pone las gafas y saca un impreso del maletín). Nuestra asociación
económico…
que quiero saber es si tiene algo más que contarnos sobre eso de ir todos a una.
WALTER. Da igual lo que yo piense. ¿Tiene algo más que decir sobre cómo la
sombrero y el maletín). Bien, pero no entiendo por qué están reaccionando de esta
forma. ¿Qué creen que van a ganar mudándose a un barrio donde no se les quiere y
donde algunos elementos… bueno, algunas personas pueden reaccionar de una forma
terrible cuando sientan que toda su forma de vida y todo aquello por lo que han luchado
está en peligro?
WALTER. Fuera.
254
Una de las características que más llaman la atención del nuevo Walter es la templanza, psicología y
educación que muestra en esta escena. A pesar de lo enfadado, ofendido y dolido que se siente, deja que
Lindner termine de hablar en vez de simplemente echarlo violentamente de su casa en el instante en el
que se descubrieron sus intenciones.
306
LINDNER (en la puerta, con una tarjetita en la mano). Pues siento que haya ido
así.
WALTER. Fuera.
MAMÁ. Pero bueno… ¿estas son todas las cajas que habéis preparado desde que
salí esta mañana? ¡A Dios pongo por testigo de que mis hijos tienen la energía de un
Sonríe, bromeando.
WALTER (con picardía). Sí, dicen que se mueren de ganas de verte la cara.
Risas.
307
MAMÁ (notando el sarcasmo). ¿Qué os pasa?
WALTER. No nos pasa nada. Solo te estábamos hablando del caballero que vino
bienvenida, cielo.
WALTER. Dicen que están deseándolo. ¡Dicen que lo único que no tienen allí, y
que se mueren de ganas por tener, es una buena familia de gente de color! (A RUTH y
acerca una silla a la mesa en la que ha puesto su planta, algunos palitos y cuerda.
BENEATHA. Oh, Mamá, ya no lo hacen así. Nos habló de hermandad. Dijo que
todo el mundo debía aprender a sentarse y odiarse los unos a los otros en buena
camaradería cristiana.
308
RUTH. Si supieras el dinero que esos tipos han juntado para comprarnos la casa.
¡Bromaaa!
¿qué haces?
MAMÁ. Ahá.
255
Las palabras de Ruth nos podrían hacer creer que Lindner les ha comunicado la cifra exacta que están
dispuestos a ofrecerles. Sin embargo, recordamos que esto nunca llegó a suceder ya que Walter no se lo
permitió. Lo único que saben es que el trato resultará en una ganancia económica para la familia y que,
por tanto, deben haber acordado ofrecerles más dinero del que los Younger ya han depositado por la casa.
256
Esta oración en apariencia tan sencilla de Ruth resume muy bien algunos de los principales rasgos del
racismo en este momento histórico. El miedo no era ya a que las personas de color tuvieran derechos
sobre sus cuerpos o propiedades. Uno de los principales prejuicios era hacia la desegregación, el incluir a
los afroamericanos en sus oficinas, sus colegios, y en sus vidas privadas. Para muchos racistas la
posibilidad de que dejaran de existir la raza blanca y la negra como dos entes separados y bien
delimitados era una pesadilla inaceptable.
257
En el original “that’s the way the crackers crumble”. Se trata de un juego de palabras. “Cracker” es una
galletita salada, pero también es un término despectivo para referirse a los blancos.
258
En el momento en el que las cosas se ponen feas, Lena se concentra en su planta, que simboliza las
raíces, que la convierten en una “madre tierra” que recibe la fuerza de sus ancestros para cuidar de los
suyos en el presente.
259
Con un gran sentido del humor, Lena, que siente que no tiene que dar explicaciones a nadie sobre su
deseo de llevarse consigo su planta, contesta a Beneatha con las mismas palabras que esta usó en el
primer acto para defender sus hobbies.
309
RUTH (deleitándose, a BENEATHA). ¡Ahí te va eso, Doña Perfecta!
abraza con todas sus fuerzas. Ella se muestra abrumada por lo repentino del gesto y,
MAMÁ. ¡Ten cuidado, chico! ¡Vas a hacer que se me caigan las cosas!
WALTER (con la cara iluminada, se arrodilla junto a ella sin dejar de rodearla
Señala al paquete.
got wings… you got wings… All God’s children got wings…261
WALTER. When I get to heaven gonna put on my wings, Gonna fly all over
God’s heaven…262
260
De nuevo, se trata de una referencia bíblica. En el Nuevo Testamento, Libro de los Hechos (8: 27-39),
un eunuco etíope pide a Felipe que monte en su carro y le explique unos versos del libro del profeta Isaías
que no logra entender. Tras la explicación de Felipe, el eunuco siente la llegada del Espíritu Santo y se
convierte al cristianismo. Walter se siente como el eunuco etíope. Siente que Lena, con su comprensión,
paciencia, buena fe y ayuda, ha salvado su alma y le ha abierto las puertas a una nueva y feliz vida.
261
Se trata de nuevo de una canción espiritual: “Yo tengo alas… tú tienes alas… Todos los hijos de Dios
tienen alas” Este verso en particular, “All God’s children got wings”, es una referencia muy clara a la
obra de teatro All God’s Chillun Got Wings (1924) de Eugene O’Neill (1888-1953), una de las primeras
obras en las que un autor blanco denuncia el racismo.
310
BENEATHA (bromeando, desde el otro lado de la habitación). ¡No todos los
WALTER (a RUTH, que se les va acercando con la caja). No sé, ¿crees que
eso?
Se levanta, la mira, se gira para mirar a toda la familia. Luego junta las manos.
No abre la caja.
WALTER (dulcemente). Ábrela, Mamá. Es para ti. (MAMÁ le mira a los ojos.
Es la primera vez en toda su vida que recibe un regalo sin que sea Navidad. Abre la
caja despacio y, uno a uno, empieza a sacar los diferentes enseres de un reluciente
262
Procede de la misma cancion espiritual que antes y significa: “Cuando llegue al cielo me voy a poner
mis alas, voy a volar por todo el cielo de Dios”.
263
En el original “Everybody talking ‘bout heaven ain’t going there”. Se trata de otro espiritual muy
conocido.
311
MAMÁ (tomando la nota y ajustándose las gafas). “Para nuestra propia señora
MAMÁ. Ahora ya no tendré que volver a usar los cuchillos ni los tenedores…
MAMÁ. Dios nos proteja, nene. ¿Has ido a comprarle un sombrero a tu abuela?
Lo hace y saca un gran sombrero de jardinería muy pero que muy recargado, y
Como el que llevan las señoras en las revistas cuando arreglan sus jardines.
264
Personaje principal de la novela Mrs. Miniver (1940) de Jan Struther y de la película del mismo título,
inspirada en la novela y dirigida por William Wyler (1942). Es un drama romántico ambientado en la II
Guerra Mundial. Muestra cómo el conflicto bélico afecta a la vida de una acomodada ama de casa de la
Inglaterra rural. Aunque la actitud de la protagonista hacia la moda y otras frivolidades va cambiando a lo
largo de la película, durante parte de esta Mrs. Miniver suele llevar sombreros realmente elegantes ya que
siente gran deleite por ellos.
265
Protagonista de la novela Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind) (1939) de Margaret Mitchell y
la película del mismo título dirigida por Victor Fleming en 1939. Escarlata es una joven estadounidense
312
MAMÁ (indignada). ¡¿Pero qué es lo que os pasa a todos?! ¡Es un sombrero
muy bonito! (Cómicamente:) ¡Siempre quise tener uno exactamente como este!
más bonito que he tenido nunca. (WALTER, RUTH y BENEATHA meten baza,
felicitando a TRAVIS por su regalo de una forma ruidosa, festiva e insincera.) ¿Qué
Suena el timbre.
malcriada y manipuladora de la alta sociedad sureña cuya vida da un vuelco cuando se declara la Guerra
de Secesión. A pesar del éxito del libro y, sobre todo, la película, ambos han sido duramente criticados por
dulcificar la vida en el sur durante la época de la esclavitud y presentar a los esclavos como felices aliados
de sus amos. Scarlett O’Hara se caracteriza por llevar enormes vestidos y sombreros pomposos.
313
MAMÁ mira a RUTH e intercambian miradas inocentes y tranquilas.
dinero de un plato.
veces es difícil dejar que empiece el futuro! (Inclinándose para estar a la altura de su
cara:) ¡I got wings! ¡You got wings! ¡All God’s children got wings! (Cruza hasta la
puerta y la abre de par en par. Al otro lado hay un hombre muy delgado y bajito que
lleva puesto un traje de chaqueta un tanto desgastado. Sus ojos se muestran asustados y
tiene el sombrero muy encasquetado, con el ala rodeándole la frente. TRAVIS pasa
entre los dos hombres al salir. WALTER, aún lleno de alegría, se inclina y acerca su
cara a la del hombre.) When I get to heaven gonna put on my wings, Gonna fly all over
God’s heaven… (El hombre bajito se limita a observarlo.) Heaven… (De repente, para
y mira por encima del hombro del hombre bajito al pasillo vacío) ¿Dónde está Willy,
macho?
BOBO (quitándose el sombrero sin decir palabra). Sí, ¿qué tal, señora Ruth?
314
RUTH (en voz baja, observando a BOBO y ya con una actitud completamente
WALTER. Llegas a tiempo… ¡Justo a tiempo! ¡Así se hace! (Da a BOBO unas
RUTH permanece rígida y en silencio detrás de ellos, como si, de alguna forma
¿Por favor, podría tomar un poco de agua antes de contártelo, Walter Lee?
BOBO. Deja que te cuente… Walter Lee. (Mira a RUTH y habla dirigiéndose
más a ella que a WALTER.)267 Ya sabes cómo era. Voy a decirte lo que pasó. Bueno,
primero tengo que contarte cómo ha estado siendo… quiero decir, lo del dinero que
WALTER (ahora ya con una tensa agitación). ¿Qué pasa con el dinero que
pusiste?
266
Es curioso cómo es Ruth, a quien su marido acusaba de no saber nada del mundo de los negocios,
quien se da cuenta de que Bobo trae malas noticias.
267
Posiblemente Bobo se siente más intimidado por Ruth que por Walter. Además, quizá confía en la
fuerza e inteligencia de Ruth para ayudarle a hacerle entender a Walter un problema que quizá este se
resista a entender.
315
BOBO. Bueno… no fue exactamente como te dijimos… Willy y yo… (Se
presentimiento…
WALTER. ¿Pero por qué me estás contando estas cosas? Cuéntame qué es lo
BOBO. Springfield.
Willy y yo íbamos a ir a Springfield a soltar dinero aquí y allí para no tener que esperar
tanto para la licencia de la licorería… Eso es lo que íbamos a hacer. Todo el mundo nos
TE PASA?
qué no?
BOBO (dando rodeos por lo difícil que es de contar). Porque no tenía ningún
316
BOBO. Estoy hablando del hecho de que cuando llegué a la estación de tren ayer
por la mañana… a las ocho en punto, como habíamos planeado… Macho… Willy
nunca apareció.
BOBO. Eso es lo que intento decirte… no lo sé. Esperé seis horas, llamé a su
casa, y esperé… seis horas… Esperé durante seis horas en esa estación… (Rompiendo a
llorar:) Ese era todo el dinero que tenía en el mundo… (Mirando a WALTER con la
WALTER. ¿Qué se ha ido? ¿Qué quieres decir que Willy se ha ido? ¿Ido a
dónde? Quieres decir que se ha ido solo. Quieres decir que se ha ido a Springfield
solo… para ocuparse de la licencia… (Se gira y mira a RUTH con ansiedad.) ¿Quieres
decir que quizá no quería tener a demasiada gente allí metida? (Vuelve a mirar a RUTH,
como antes.) Ya sabes que Willy hace las cosas a su manera. (Vuelve a mirar a BOBO.)
Quizá ayer llegaste tarde y se fue sin ti. Quizá… quizá… te ha estado llamando a casa
intentando contarte lo que pasó, no sé. Quizá… quizá… se puso malo y ya está. Está en
algún sitio… tiene que estar en algún sitio. Solo tenemos que encontrarle… tú y yo
que te pasa, Walter?! ¡Cuando un tipo se larga con tu dinero, no suele dejarte un mapa!
WILLY por las habitaciones). ¡Willy!... Willy… no lo hagas. Por favor, no lo hagas…
Macho, no con ese dinero… Por favor, macho, no con ese dinero… ¡Oh, Dios… que no
sea verdad! (Se mueve de forma errante, llamando a gritos a WILLY y buscándolo, o
317
quizá lo que busca es la ayuda de Dios.) ¡Me fie de ti, macho! ¡Puse mi vida en tus
MAMÁ abre la puerta y entra en la habitación con BENEATHA tras ella.) Macho…
(Comienza a golpear el suelo con los puños, a lágrima viva.) ¡ESE DINERO ESTÁ
Sale.
MAMÁ (a WALTER). Hijo… ¿ya no hay nada? Hijo, te di 6.500 dólares… ¿Ya
al banco…
Hay un silencio total. RUTH sigue cubriéndose la cara con las manos.
rojo del regalo de su madre. MAMÁ se queda mirando a su hijo sin verlo y entonces,
268
La desesperación de Walter es extrema. No es solo una cuestión de dinero, sino también de orgullo.
Walter siente que ha defraudado profundamente a toda su familia, viva y muerta. Tal como Lena explicó,
la obsesión de Walter padre por dejar a sus hijos un dinero con el que pudieran tener una mejor vida fue lo
que acabó provocando su temprana muerte. Walter por sí mismo no solo no ha sido capaz de dar una
buena vida a su familia, sino que además ha hecho desaparecer los recursos que les fueron dados.
Dejando que le roben aquello por lo que su padre murió ha hecho que la muerte de Walter padre sea en
vano. La vida de su padre le ha sido arrebatada por partida doble.
318
casi sin pensar en lo que hace, comienza a golpearlo en la cara sin control.
BENEATHA. ¡Mamá!
MAMÁ se queda mirando a sus dos hijos. Se alza despacio y se aleja de ellos,
moqueta… y luego me miraba a mí… con los ojos rojos… las venas moviéndosele en la
cabeza… Le vi quedarse en los huesos y volverse viejo antes de los 40… trabajando y
BENEATHA. Mamá…
MAMÁ. ¡Oh, Dios!... (Levanta la vista hacia él.) Mira aquí abajo… y dame
fuerza.
BENEATHA. Mamá…
MAMÁ. ¡Fuerza!
Telón.
319
320
ACTO TERCERO
321
322
Una hora después.
Al alzarse el telón hay una lúgubre y melancólica luz en la sala de estar, una luz
gris como aquella con la que empezó la primera escena del Acto Primero269. A la
cama, la camisa abierta y los brazos bajo la cabeza. No está fumando, no llora,
simplemente está ahí tumbado, mirando el techo, casi como si estuviera solo en el
mundo271.
rodeada aún por las ahora siniestras cajas de la mudanza. Sigue mirando a la nada. Da
la impresión de que es un estado de ánimo que comenzó hace quizás una hora y que
269
Esto evidencia cómo Hansberry usaba la luz para comunicar los sentimientos y situación de los
Younger. Al principio de la obra podíamos justificar la semioscuridad alegando que apenas había
amanecido. Sin embargo, dado que los de la empresa de mudanza aún no han llegado, deducimos que, al
comienzo de este acto, aún no son las cuatro de la tarde. Teniendo en cuenta que estamos en septiembre,
no hay nada natural que justifique la oscuridad en el apartamento. La autora usa la falta de luz en el hogar
para darle una mayor carga dramática a la situación de los personajes, quienes están tan hundidos por el
revés que no muestran ninguna extrañeza ante la anómala situación.
270
Al comienzo de la obra se especificaba que el dormitorio de Walter y Ruth estaba situado a la derecha
y el de Lena y Beneatha a la izquierda. Sin embargo, ahora se nos informa de que el dormitorio de Walter
se encuentra a la izquierda. Podríamos intentar buscarle excusas rocambolescas a este cambio, aunque
ninguna de ellas podrían realmente justificar que, en una hora, y en la situación en la que se encuentran,
los Younger se hayan detenido y entretenido en decidir y llevar a cabo un cambio de dormitorio por
cualquier razón. Por ello, lo más lógico es pensar que se trata de un error.
271
Este fragmento, por su semejanza, podría estar inspirado en otro que la autora escribió (To Be Young,
95-96) basado en lo que vio y experimentó cuando, con 20 años, fue a cubrir la noticia del entierro de un
joven estudiante afroamericano que había sido asesinado por la policía. La autora recordaría siempre la
oscuridad y el silencio sepulcral que reinaba en la iglesia: “it’s quiet. Nobody is crying. It’s just quiet. And
then we wait” (To be Young, 95). Como en aquella ocasión, el hogar de los Younger está oscurecido, con
gente que no está haciendo nada en particular; solo esperan y nadie llora, todos en silencio. En esta
ocasión, no hay un joven en un ataúd sino un hombre tumbado sobre su cama. Aunque este hombre no ha
sido asesinado por la policía, sus sueños, aquello que le daba voluntad para seguir levantándose cada día,
han sido, una vez más, pisoteados y destrozados por una sociedad controlada por los mismos que
controlan a esos policías.
323
aún merodea en el ambiente, lleno del sonido vacío de la decepción profunda. Vemos
en una línea que la une con el dormitorio de su hermano la semejanza en las actitudes
anhelo ni interés en abrir. Es ASAGAI. Este luce una enorme sonrisa y entra en la
habitación de una zancada con energía y con una expectación y conversación llenas de
felicidad.
ASAGAI. Me he acercado… tenía algo de tiempo libre. Pensé que podría ayudar
con la mudanza. Ah, ¡me encantan las cajas de mudanza! ¡Una familia preparándose
para un viaje! Hay gente a la que le deprime… pero a mí… me despierta otro
sentimiento. Algo que está lleno del fluir de la vida, no sé si me explico. Movimiento,
BENEATHA. ¡África!
ASAGAI. ¿Pero por qué estás así? ¿Te he contado lo mucho que me
conmueves?
ASAGAI. ¿Ventilado?
BENEATHA. ¡Nada!
324
ASAGAI. Lo siento mucho… ¿Y entonces ahora tú…?
BENEATHA. ¿Yo?... ¿Yo?... Yo, yo no soy nada… Yo. Cuando era muy
pequeña, en invierno, sacábamos los trineos. Las únicas pendientes que teníamos eran
rellenarlas de nieve para alisarlas y nos pasábamos el día deslizándonos por ellas… y
era muy peligroso, ¿sabes?... demasiado empinado… Y pasó que un día un niño que se
llamaba Rufus bajó demasiado rápido y se dio un golpe contra la acera y vimos cómo se
le abría la cara, así, allí delante nuestra… Y recuerdo estar allí, mirándole la cara
partida, llena de sangre, y pensando que era el final de Rufus. Pero vino la ambulancia y
siguiente vez que vi a Rufus lo único que tenía era una cicatriz pequeña en mitad de la
BENEATHA. De que eso era lo que las personas pueden hacer por los demás…
arreglarlos, remendar el problema, hacer que se pongan buenos. Era lo más maravilloso
del mundo… Yo quería hacer lo mismo. Siempre pensé que era justo lo que los seres
humanos pueden hacer. Curar a los enfermos, ¿no?... y ponerlos bien. Era realmente
BENEATHA. No, quería curar. Era muy importante para mí. Quería curar. Era
ASAGAI. ¿Y ya no te importa?
325
ASAGAI. ¿Por qué?
ASAGAI. Los niños a veces ven las cosas muy bien… y los idealistas incluso
mejor.
¡Tú, con toda tu palabrería y sueños sobre África! Aún crees que puedes arreglar el
Penicilina de la Independencia!
ASAGAI. ¡Sí!
delincuentes y ladrones y esos idiotas que llegarán al poder y robarán y saquearán igual
que antes, la única diferencia será que ahora serán negros y lo harán en nombre de la
ASAGAI. ¿El final? ¿Quién está hablando de un final? ¿Un final a la vida? ¿Al
hecho de vivir?
que no hay ningún progreso real, Asagai? Lo único que hay es un círculo enorme y
272
Con esto, Beneatha no está declarando que no crea en el progreso sino más bien que no cree en la idea
de progreso implantada en la sociedad. Defiende que para que la humanidad avance realmente se necesita
un cambio de dirección.
326
nosotros marchamos alrededor, dando vueltas y vueltas. Cada uno de nosotros tiene su
propia imagen delante, nuestro pequeño espejismo, y creemos que ese es el futuro.
BENEATHA. ¿Cuál?
una línea larga, como en geometría, ¿sabes?, una línea que llega hasta el infinito. Y
como no vemos el final, tampoco podemos ver cómo cambia. ¡Y es muy raro, pero a los
que ven los cambios, los que sueñan y nunca se rinden, los llaman idealistas… y a los
cambiaron la vida!
BENEATHA. ¿Qué?
ASAGAI. ¿Pero lo ganaste tú? ¿Lo habrías tenido si tu padre no hubiera muerto?
BENEATHA. No.
ASAGAI. Entonces, ¿no hay algo erróneo en una casa, en un mundo, en el que
todos los sueños, buenos o malos, dependen de la muerte de un hombre?273 Nunca pensé
273
La influencia de Muerte de un viajante resulta más que evidente. El parlamento de Asagai nos recuerda
mucho a la famosa cita del segundo acto de la obra de Arthur Miller en la que Willy Loman comenta que
vale más muerto que vivo.
327
que te vería así, Alaiyo. ¡A ti! ¡Tu hermano ha cometido un error y tú le estás
agradecida porque así ahora, a cuenta de eso, puedes renunciar a la enfermiza raza
humana! ¡Hablas de que qué hay de bueno en la lucha, qué hay de bueno en todo!
En mi aldea, en casa, es raro el hombre que sabe hacer algo tan básico como leer el
periódico… o que haya visto un libro en su vida. Iré a casa y muchas de las cosas que
tengo que contar a los de mi aldea les parecerán raras. Pero enseñaré y trabajaré y
ocurrirán cosas, unas despacio y otras con rapidez. Habrá veces en las que parezca que
nada cambia… y otras, sucederán cosas dramáticas y repentinas que harán que la
los que me pregunte si la tranquilidad no era mejor que toda esa muerte y ese odio. Pero
quizá por ello los sirvientes del imperio me descuarticen una noche mientras duermo…
respetado y querido en mi nueva nación… y quizá sea de los que mande y eso es lo que
intento decirte, Alaiyo: quizá las cosas que ahora me parecen buenas para mi país se
vuelvan malas y anticuadas, y no lo entenderé y haré cosas terribles para salirme con la
mía o simplemente para mantenerme en el poder. ¿No te das cuenta de que habrá
328
hombres y mujeres jóvenes –no me refiero a soldados británicos, sino a mis propios
compatriotas negros– que una noche saldrán de entre las sombras y me rajarán la
garganta porque para entonces ya no servirá para nada? ¿No te das cuenta de que
siempre han estado ahí… y siempre lo estarán, y de que mi propia muerte será un
progreso? Los que me maten quizá incluso sigan alimentando todo aquello que fui274.
hacer.
BENEATHA. ¿Hacer?
BENEATHA. ¿Cuál?
ASAGAI (de un modo bastante humilde para tratarse de él). Que cuando todo
Nuevo Mundo, no me refiero a que te vengas a la otra punta de la ciudad, sino al otro
274
A pesar de la pedantería, el machismo y los aires de superioridad, Asagai, quien no en vano era el
personaje favorito de Hansberry, se nos descubre como un hombre de gran moralidad, honradez y que
defiende sus ideales sin endulzarlos. No lucha pensando en sí mismo, sino en el bien común, hasta el
punto en el que admite que él mismo puede convertirse en un enemigo de la justicia y defiende y aplaude
a aquellos que lo asesinarían en el caso de convertirse en un obstáculo para el progreso. Asagai no se ve
como un superhéroe sino como un simple instrumento de la revolución que puede ser totalmente
prescindible y sustituible. De la misma forma que tantos aceptan el sacrificio de otros para que una
minoría cumpla su sueño personal, Asagai acepta su propio sacrificio para el bien común de la gran
mayoría.
329
BENEATHA (entendiéndolo poco a poco y girándose hacia él en un susurro
ASAGAI. ¡Sí!... (sonriendo y alzando los brazos de forma burlona). 300 años
gente… y, con el tiempo, fingiremos que… (muy bajito) solo has estado fuera un día. Di
que vendrás. (La balancea en sus brazos y se funden en un beso, dando pie a la pasión.)
rato. (Se va hasta la puerta y la mira desde allí.) ¿Cuántas veces te he mirado y he
dicho: “Ah… ¿así que esto es realmente lo que ha forjado el Nuevo Mundo?”275
275
En estos momentos el paternalismo y aires de superioridad de Asagai alcanzan tal punto que,
especialmente teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentran, resulta difícil no sentir la ironía con
la que Hansberry se mofa del intelectualismo y forma de interactuar de Asagai y Beneatha.
330
Sale. BENEATHA permanece sentada, sola. Enseguida entra WALTER desde
¡Míralo! (Con un gesto de asco.) ¡Ahí está! ¡Monsieur le petit bourgeois noir277 en
persona! ¡Ahí está… Símbolo de la Clase en Alza! ¡Emprendedor! ¡Titán del sistema!
¿Has soñado con yates en el lago Michigan, Hermano? ¿Te has visto a ti mismo en el
Gran Día sentado en la mesa de reuniones, rodeado por las calvas de todos los grandes
que buscaba, un trocito de papel blanco, y se lo mete en el bolsillo. Tras esto se pone el
abrigo y sale corriendo sin mirarla siquiera. Ella grita tras él:) ¡Te miro y veo el
la habitación de MAMÁ278.
276
Hay quien ha defendido que la reacción de Walter se debe a que ha estado oyendo la conversación
entre Beneatha y Asagai y esto le ha llenado de orgullo por sus raíces africanas y se dispone a llamar a
Lindner para rechazar su oferta (Peterson del Mar, 70). Sin embargo, esta afirmación carece de sentido.
Walter ya ha rechazado la oferta una vez. Cuando, en estos momentos, busca la tarjeta de Lindner lo hace
desesperado, dispuesto, como veremos más adelante, a aceptar el trato. Por lo tanto, la prosa de Asagai, si
es que Walter ha llegado a oírla, no ha podido ser, de ninguna forma, la impulsora de su segundo rechazo
a la oferta de Lindner.
277
Significa “Señor pequeño burgués negro”. Beneatha usa el francés para dar este título a su hermano
con la idea de humillarlo, ridiculizando aún más sus aspiraciones sociales y económicas.
278
Entendemos que Ruth estaba en la habitación en la que no se encontraba Walter. Debemos recordar
que la de Mamá y Beneatha se halla a la izquierda y la de Walter y Ruth a la derecha. Sin embargo,
seguramente por un error, al principio de esta escena se presentan las habitaciones cambiadas.
331
BENEATHA. Tu marido.
BENEATHA. ¡Quién sabe! Puede que tenga una cita con los de la U.S. Steel279.
RUTH (con ansiedad y miedo en los ojos). No le habrás dicho nada malo,
¿verdad?
BENEATHA. ¿Malo? ¿Que si le he dicho algo malo? No, ¡le he dicho que era
un chico dulce, lleno de sueños y que todo está maravillosamente genial, como dicen los
niños blanquitos!
entenderlo todo, intentando entender por qué las cosas se le han ido de las manos, pero
sin conseguirlo. Sus andares parecen hablar de un tiempo perdido. Sobre sus hombros
pesa una necesidad de disculpa280. Va hacia su planta, que aún sigue sobre la mesa, la
mirándola durante un rato. Luego cierra la ventana, hace un esfuerzo para enderezarse
MAMÁ. Bueno… ¡pero vaya desorden tenemos aquí montado! (Con falsa
alegría. El comienzo de algo:) Supongo que ya es hora de que dejemos de andar con
cara mustia y nos pongamos manos a la obra. Tenemos mucho que hacer y muchos
paquetes que deshacer. (RUTH alza la cabeza despacio como consecuencia de lo que
acaba de decir su suegra. BENEATHA, de igual forma, se gira muy despacio hacia su
279
Importante empresa estadounidense dedicada a la producción de acero. Se trata de la segunda más
importante del país y la número 27 del mundo.
280
Más adelante, la propia Lena expresará abiertamente a qué se debe este sentimiento de culpa y
humillación. En cualquier caso, aquí ya observamos un cambio en su actitud. El golpe hace que vea su
dignidad, de la que antaño tan segura se sentía, como soberbia, en definitiva un pecado capital para una
persona religiosa como ella.
332
madre.) Una de vosotras debería llamar a los de la mudanza para decirles que no
vengan.
MAMÁ. Por supuesto, cariño. No tiene sentido que vengan hasta aquí para nada.
Además, por eso también te cobran. (Se sienta, los dedos sobre la frente, pensando.)
Señor, de siempre, desde que era una niña, recuerdo que la gente decía: “Lena, Lena
Eggleston, siempre apuntas demasiado alto. Necesitas ir más despacio y ver la vida un
poco más como es en realidad. Ve un poquito más despacio.” Eso es lo que siempre
solían decirme allí, en casa. “Señor, esa Lena Eggleston es una idealista. ¡Algún día le
va a pasar algo!”
RUTH. ¡Lena, no! Tenemos que irnos. Bennie… ¡díselo! (Se levanta y va hasta
BENEATHA con los brazos extendidos. BENEATHA no responde.) Dile que todavía
podemos mudarnos… las letras solo son de 125 al mes. Hay cuatro adultos en esta
falta y fregaré todos los suelos de América y lavaré todas las sábanas de América si
hace falta… ¡pero tenemos que MUDARNOS! ¡Tenemos que SALIR DE AQUÍ!
333
MAMÁ. No, ahora veo las cosas de otra manera. He estado pensando en las
cosas que podríamos hacer para adecentar este sitio. Justo el otro día vi una cómoda de
segunda mano en Maxwell Street281 que vendría genial ahí. (Señala el lugar en el que
colocaría el mueble. RUTH se aleja de ella, sin saber a dónde ir.) Necesitaría tiradores
nuevos. Con eso y un poco de barniz parecería nueva. Y… podemos poner esas cortinas
nuevas en la cocina… No va a quedar tan mal este sitio. Nos alegrará y nos hará olvidar
por lo que hemos pasado… (A RUTH:) Y tú podrías hacerte con un biombo bonito y
colocarlo en tu dormitorio, alrededor del moisés del bebé… (Mira a las dos mujeres,
suplicante.) A veces hay que saber cuándo rendirse… y agarrarte a lo que tienes…
El Hombre?
281
Calle de Chicago que se encuentra al oeste de la ciudad. Los sábados se solía organizar en ella un
mercadillo al aire libre donde suponemos que es donde Lena ha visto la cómoda. En este popular
mercadillo se podía encontrar casi de todo, nuevo o de segunda mano: ropa, coches, muebles,
herramientas…. A pesar de que en la misma área había bastantes tiendas, el mercado era un lugar muy
popular debido a sus bajos precios. En 1994 se recolocó en otra zona para facilitar la expansión de la
University of Illinois at Chicago.
334
WALTER. El Hombre. Como dicen los tipos en la calle: El Hombre. El Capitán
WALTER. ¡Eso es! Muy bien. Le he dicho que venga ahora mismo.
quieres verle?!
debo ver la vida tal como es. Bueno, pues hoy estaba ahí tumbado… y me di cuenta. La
vida tal como es. Quienes consiguen cosas y quienes no. (Se sienta sin quitarse el
abrigo y se ríe.) Mamá, sabes que todo está dividido. Así es la vida. Desde luego. Entre
los que roban y a los que les roban283. (Se ríe.) Finalmente lo he entendido. (Las mira.)
Sí. A algunos siempre nos toca ser de los que les roban. (Se ríe.) A la gente como Willy
Harris, a ellos nunca les roban nada. ¿Y sabéis por qué al resto de nosotros nos roban?
Porque estamos confundidos. Muy confundidos. Nos preocupamos por lo que está bien
y lo que está mal; y nos preocupamos y lloramos y nos pasamos las noches en vela
intentando saber todo el tiempo qué es lo que está mal y qué es lo que está bien… Y
durante todo ese tiempo, macho, los que roban están ahí afuera, trajinando, robando y
robando. ¿Willy Harris? ¡Anda ya! Willy Harris es un don nadie. No pinta nada en la
282
Walter hace referencia a los típicos nombres con los que los hombres negros han podido dirigirse a lo
largo de su historia en los Estados Unidos a aquellos blancos de los cuales dependía su vida y su porvenir.
Hansberry demuestra así que el hombre blanco específico al que Walter se está refiriendo en este
momento no es más que una alegoría de todos los hombres blancos y poderosos que han aprovechado su
superior estatus para aprovecharse de las personas negras.
283
En esta parte de la obra, la forma de hablar de Walter se vuelve más errática que nunca: parte frases,
las desordena, las interrumpe con otras, etc.
335
gran maquinaria. Pero diré algo a favor del viejo Harris: me ha enseñado algo. Me ha
enseñado a no perder de vista lo que realmente cuenta en este mundo. Sí… (gritando un
WALTER. Le llamé para decirle que se viniera ver el numerito este. Voy a
montar un numerito para que lo vea. Exactamente lo que quiere ver. Mamá, el hombre
vino hoy y nos dijo que la gente esa de donde quieres que nos mudemos, bueno, ¡están
tan disgustados que nos quieren pagar para que no nos mudemos! (Se ríe de nuevo.)
reaccionamos. Le dijimos que se fuera… ¡Que Dios nos ampare! ¡Le dijimos al hombre
que se fuera! Oh, sí, esta tarde éramos unos tipos realmente orgullosos. (Enciende un
WALTER. No solo estoy hablando de ello, nena; ¡te estoy diciendo que eso es lo
que va a pasar!
BENEATHA. ¡Oh, Dios! ¡Dónde está el fondo! ¡¿Dónde está el fondo real de
WALTER. ¿Veis? Esas son las ideas de antes. Tú y ese chico que estuvo hoy
aquí. Queréis que todo el mundo agarre una bandera, una lanza y se ponga a cantar
himnos, ¿verdad?284 Queréis pasaros la vida analizando las cosas y intentando ver lo
bueno y lo malo de cada una, ¿verdad? Sí. ¿Sabes lo que le pasará algún día a ese chico?
284
Esto no prueba que Walter haya oído la última conversación entre Beneatha y Asagai, ya que no hace
ningún comentario específico al respecto. Simplemente habla en general del tipo de ideales que defienden
Beneatha y algunas de sus amistades más cercanas, como es Asagai.
336
Acabará sentado en un calabozo, encerrado para siempre… ¡y los que roban tendrán la
llave! ¡Olvídalo, nena! La única causa que existe en este mundo es la de robar, y el que
MAMÁ. Me estás haciendo llorar por dentro, hijo. Tengo un dolor enorme
dentro.
puerta con el poder de firmar cheques por más dinero del que jamás hemos tenido. Es
nadie de mi familia jamás permitió que nadie pagara un dinero que viniera a decir que
no era digno de existir. Nunca hemos sido tan pobres como eso... (Alzando los ojos para
hemos estado teniendo aquí sobre los sueños y la luz del sol… ahora todo está
muerto285.
WALTER. ¡¿Qué os pasa a todas?! ¡Yo no hice el mundo así! ¡Ya era así
cuando llegué! ¡Diablos! ¡Claro que me gustaría tener unos cuantos yates algún día! Y
sí, me gustaría poder ponerle a mi esposa perlas alrededor del cuello ¿Por qué ella no
puede llevar perlas? Que alguien me lo diga… que me diga quién decide qué mujeres en
este mundo pueden llevar perlas. ¡Te digo que soy un hombre… y que creo que en este
337
La última frase se queda en el ambiente un rato mientras WALTER se mueve
WALTER (acercándosele). Voy a estar bien, Mamá. Voy a mirar a los ojos a
ese hijo de puta y a decirle (titubea) y a decirle: “Vale, señor Lindner… (titubea aún
más) ¡es su barrio! ¡Tiene derecho a tenerlo como quiere! ¡Tiene derecho a tenerlo
mano y no tendréis que vivir al lado de este puñado de negratas apestosos!” (Se estira y
se aleja de su madre, moviéndose por la habitación.) Y quizá… quizá clave mis rodillas
negras en el suelo… (Lo hace. RUTH, BENNIE y MAMÁ lo miran, inmovilizadas por
el horror que las invade.) “Capitán, Amo, Jefe… (servil, sonriente y retorciéndose las
manos en una imitación, profundamente angustiada, del estereotipo del negro simplón
de las películas:) ¡Oh, sí, sí, sí! ¡Oh, sí, señor jefe! ¡Sí, señor! Gran blanco… (Se
esfuerza por seguir a pesar de que se le rompe la voz). Padre, denos el dinero, por Dios,
termina de romper del todo.) ¡Estaré bien! ¡Bien! ¡BIEN! (Se levanta y se va al
dormitorio).
286
En el original, todo este discurso, desde que se arrodilla hasta el superíndice, lo hace con el exagerado
y cruelmente cómico dialecto ebónico que los personajes afroamericanos y negros esclavizados (aun
cuando eran blancos con la cara pintada) solían mostrar en las películas de la época y los minstrel shows.
338
MAMÁ. Sí… la muerte ha entrado en esta casa. (Asiente con la cabeza
despacio, reflexionando.) Entró caminando en esta casa, en los labios de mis hijos. En
vosotros, que se supone que erais un nuevo comienzo287. Vosotros… que se supone que
hermano mío.
MAMÁ. Eso es lo que me parecía que habías dicho. ¿Te crees mejor que él?
(BENEATHA no responde.) ¿Sí? ¿Qué le has dicho hace un minuto? ¿Qué no era un
hombre? ¿Eso? ¿Me lo abandonas así? ¿También has escrito su epitafio… como el resto
BENEATHA. ¡Ponte de mi parte por una vez! ¡Has visto lo que ha hecho,
MAMÁ. Sí, eso te enseñé. Yo y tu papá. Pero creía que te había enseñado algo
287
Lena no ve la vida como algo que comienza y termina en el individuo. Para ella, la vida de una
persona que ha tenido hijos no termina con la muerte, sino que cada vez que nace un niño en la familia la
vida de esa persona se regenera en ese nuevo miembro. Entiende la familia como un todo global, no como
un grupo de individuos independientes. Es como el árbol que pierde sus hojas en otoño, pero vuelve a
brotar en primavera como si el otoño y el invierno nunca hubieran existido. Por ello suponía que cada
generación de Youngers iba a vivir un poco mejor que la anterior e iba a ser un poco mejor que la anterior,
porque heredaría todo lo material, lo espiritual y los conocimientos de todos los Youngers anteriores. Tras
oír cómo Walter renuncia a su dignidad y cómo Beneatha, con tanta inquina, habla de su hermano, siente
que esa tendencia y ese ciclo se han roto completamente. Si lo pensamos bien, la forma de entender las
raíces de Lena se diferencia en poco de la forma en la que Beneatha entendía (o incluso entiende) la
evolución histórica y política de la sociedad y ambas han sufrido la misma conmoción al descubrir que no
tiene por qué ser así.
288
Con estas palabras Lena implica que, moral y espiritualmente, Walter ha muerto hoy.
339
BENEATHA. ¿Quererle? No queda nada por lo que se le pueda querer.
MAMÁ. SIEMPRE queda algo por lo que querer. Y si no has aprendido eso,
entonces no has aprendido nada. (Mirándola:) ¿Has llorado hoy por ese chico? No me
refiero a llorar por ti misma ni por la familia porque hayamos perdido el dinero. Me
refiero a llorar por él: por todo lo que le ha pasado y por lo que todo esto le ha hecho.
Niña, ¿cuándo te crees que hay que querer a alguien más que nunca? ¿Cuándo han
hecho las cosas bien y le han hecho las cosas fáciles a los demás? Bueno, pues entonces
sigue aprendiendo, porque no es así. ¡Es cuando está en su peor momento y es incapaz
de creer en sí mismo porque el resto del mundo lo ha apaleado! Cuando vayas a juzgar a
alguien, júzgalo bien, niña, júzgalo bien. Asegúrate de que has tenido en cuenta las
colinas y valles que ha tenido que atravesar para llegar a donde está.
camión.
interior de la casa y golpea la puerta flojito, para llamar la atención. Luego entra.
RUTH cruza hasta la puerta del dormitorio de forma mecánica. Al llegar allí, la
abre, dejándola después bambolearse libremente. Poco a poco las luces del dormitorio
289
A pesar de que quiere ocultarlo, Lena se encuentra en una difícil encrucijada y, aunque hasta hace poco
se mostraba bastante resolutiva, es evidente que, tras los incidentes con sus hijos, está volviendo a valorar
la opción de mudarse.
340
encuentra sentado en la esquina, al fondo del dormitorio. Alza la vista y entorna los
LINDNER (va, de forma eficiente, hasta la mesa. Pone el maletín sobre ella y
salir del dormitorio. Lo hace despacio y de una forma extraña, casi como si fuera un
mayoría de las veces la gente hace la vida mucho más difícil de lo que en realidad es.
Bueno, ¿con quién debo negociar? ¿Con usted, señora Younger, o con su hijo, aquí
presente? (MAMÁ se sienta con las manos cruzadas sobre el regazo y los ojos cerrados
mientras WALTER se acerca. TRAVIS se acerca más a LINDNER y mira los papeles
quédate donde estás. Y tú, asegúrate de que entiende lo que estás haciendo, Walter Lee.
Enséñale bien. De la misma forma que Willy Harris te enseñó a ti. Muéstrale en qué se
madre al chico, quien le sonríe de forma inocente.) Adelante, hijo… (Cruza las manos y
290
Esta acotación es una traducción literal de la obra original. Sin embargo, a efectos prácticos, es
realmente dudoso que un director de escena respete esta pausa completa.
341
WALTER (finalmente llega hasta LINDNER, quien está repasando el
(en su forma de hablar hay un titubeo simple y profundo) porque, bueno, mi familia y
LINDNER. Ahá…
WALTER. Quiero decir… que llevo casi toda la vida trabajando de chofer… y
mi esposa, ahí donde la ve, trabaja en las cocinas de la gente. También mi madre.
WALTER (totalmente como si fuera un niño pequeño, mira hacia abajo, a los
zapatos. Luego levanta la vista hacia el hombre). Y… eh… bueno, mi padre, no sé,
atención en el contrato).
WALTER (un golpeteo. Lo mira fijamente). Y mi padre… (de repente, con gran
intensidad) mi padre una vez casi le da una paliza de muerte a un hombre porque este
WALTER (un golpeteo. Se crea una tensión que WALTER acaba rompiendo).
Bueno, lo que quiero decir es que venimos de gente muy orgullosa. Quiero decir…
291
Es curioso cómo este comentario en el que se menciona la violencia parece ser lo único que hace que
Lindner despierte, le preste atención y comience a escuchar a Walter de verdad. Conforme Lindner
comienza a callar, a escucharle, a mostrarse más pequeño, Walter gana en voz y fuerza.
342
somos gente muy orgullosa. Y esa de allí es mi hermana y va a ser médico… y estamos
muy orgullosos…292
WALTER. Lo que le estoy diciendo es que le hemos pedido que venga para
decirle que somos muy orgullosos y que este… (señalando a TRAVIS)… Travis, ven
aquí. (TRAVIS se acerca y WALTER lo pone por delante suya, en frente del hombre.)
Este es mi hijo, y con él ya van seis generaciones de nuestra familia en este país. Y
padre… la ganó, ladrillo a ladrillo, para nosotros. (MAMÁ tiene los ojos cerrados y se
marca el sí del Amén.) No queremos darle problemas a nadie ni luchar por ninguna
causa293, e intentaremos ser buenos vecinos. Y eso es todo lo que tenemos que decir
sobre el tema. (Mira de forma clara y fija a los ojos del hombre.) No queremos su
ocupar…
292
Es la primera vez que Walter reconoce estar orgulloso de Beneatha y le muestra su apoyo para que sea
doctora. Si antes veía los logros y los sueños de Beneatha como algo que amenazaba los suyos propios,
ahora los ve como un triunfo de toda la familia, presente y pasada.
293
Por esta época había asociaciones por los derechos civiles que, como forma de luchar contra la
segregación y los restrictive covenants, introducían familias afroamericanas en los barrios blancos. De
hecho, Hansberry confesaría que la mudanza de su familia a la South Rhodes Avenue respondía a una de
estas estrategias.
294
Es la primera vez que Beneatha reconoce a su hermano como “un caballero” con todo lo que ello
implica y da valor a su palabra.
343
LINDNER (a MAMÁ, quien está como soñando). Entonces me gustaría apelar a
usted, señora Younger. Usted es más mayor y más sabia y estoy seguro de que entiende
tengo nada más que decir. (De forma abrupta:) Ya sabe cómo son los jóvenes de hoy
día, señor. ¡No hay nada que hacer con ellos! (Se levanta cuando LINDNER comienza a
LINDNER (recogiendo sus cosas). Bueno, si están tan seguros… no tengo más
que decir. (Termina de recoger mientras es ignorado por la familia, que está
Bueno, por Dios santo, si los de la mudanza están aquí295… ¡SALGAMOS DE AQUÍ
MAMÁ (volviendo a la actividad)296. ¡Es verdad! Mira todo este lío. Ruth, ponle
a Travis una buena chaqueta… Walter Lee, arréglate la corbata y métete la camisa por
dentro, ¡pareces un matón de barrio! Dios mío, ¿dónde está mi planta? (Se apresura a
cogerla, rodeada del ajetreo del resto de la familia, quienes, intencionadamente, están
295
Llama la atención que, a pesar del tiempo transcurrido desde su llegada, los encargados de la mudanza
no se hayan acercado a la puerta de los Younger a avisarles de que los esperan. Sería lo normal dado que,
si han hablado con algún miembro de la familia, cosa que tampoco es segura, ha sido con Travis, un niño
pequeño, y la familia se ha estado demorando bastante debido a la visita de Lindner.
296
La última vez que oímos pronunciarse a Lena nos hizo saber que no estaba de acuerdo con la mudanza
ya que, una vez perdido el dinero, no podían permitirse pagar cada mes la hipoteca. No quería aceptar el
dinero de Lindner, pero tampoco mudarse. A pesar de que no la hemos visto cambiar de idea, sí que
hemos estado observando en ella una serie de cambios que hacen comprensible esta transformación.
También es posible que la arenga de Walter a Lindner la haya terminado de convencer.
344
intentando ignorar la nobleza del momento que acaban de vivir.)297 Venga, id
bajando… Travis, criatura, no vayas con las manos vacías… Ruth, ¿dónde puse la caja
esa que tenía mis sartenes? Quiero tenerla a la vista… Esta noche voy a preparar la
mayor cena que hemos tomado nunca… Beneatha, ¿qué le pasa a esas medias?
Súbetelas, chica…
aparecen y comienzan a cargar los muebles más pesados, tropezándose con la familia
BENEATHA. Mamá, Asagai me pidió hoy que me casara con él, y que nos
fuéramos a África…
MAMÁ (en medio de todo el ajetreo). ¿De verdad? No tienes edad de casarte
con nadie… (Viendo a los de la mudanza levantar una de sus sillas de forma precaria:)
¡Cariño, no es una paca de algodón, por favor, trátala de manera que podamos volver a
297
Los Younger son, al fin y al cabo, gente práctica, acostumbrada a luchar en su día a día y a enfrentarse
a la realidad. Tras lo ocurrido, recordamos, tuvieron un momento para felicitar y agradecer a Walter. Tras
esto, entienden que no pueden permitir que los sentimentalismos les nublen la visión y les impidan
ponerse a la tarea que toca: la mudanza.
345
WALTER. Chica, ¡como no te saques todas esas ideas tontas de la cabeza…! Lo
Adán y yo Eva!
se escucha fuerte y bien hasta que las voces se van apagando. RUTH permanece junto
MAMÁ (finalmente, colocándose el sombrero). Sí, mis hijos son cosa buena…
RUTH. ¿Sí?
WALTER (fuera de escena). ¡Vosotras, vamos! ¡Esta gente cobra por hora,
¿sabéis?!
346
MAMÁ (haciéndole un pequeño gesto con la mano a RUTH). Bueno, cielo… ve
la sala de estar. Su planta está sobre la mesa, delante de ella. Las luces comienzan a
mientras sus hijos la llaman desde abajo, siente crecer dentro una pesada carga y se
pone el puño en la boca para ahogarla. Echa un vistazo final, se pone el abrigo sobre
los hombros, se ajusta el sombrero y sale. Las luces se atenúan más. Se abre la puerta y
Telón.
347
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