Origen de La Literatura

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ORIGEN DE LA LITERATURA

Antonio Palafox Nepomuceno GRUPO: 2IV09


La palabra Literatura aparece aproximadamente en Inglaterra en el siglo XVIII y su
concepto abarcaba un sentido más amplio, no se refería solamente a los escritos de carácter
creativo e imaginativo, sino que comprendía el conjunto de escritos producidos por las
clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la
poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación, y se
cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton (crítico literario y de la
cultura, nacido en Salford, Lancashire, hoy Gran Manchester, Inglaterra, el 22 de febrero de
1943) sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo
XVIII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida. No
se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas.
El concepto de Literatura, hasta esta época, es netamente subjetivo, porque era designado
según los gustos de la clase elitista, sin ninguna razón ideológica. Sin embargo esta
controversia por su significado viene desde los inicios de la humanidad, debido a que los
primeros escritos de los antiguos sumerios no son literatura, ni las primeras inscripciones en
jeroglíficos egipcios. Los textos literarios más antiguos que nos han llegado datan de siglos
después de la invención de la escritura.
Los investigadores están en desacuerdo sobre cuando los registros antiguos se convierten en
algo más semejante a la literatura, ya que la definición de esta es subjetiva. Sin embargo,
debe tenerse en mente que, dada la relevancia o el aislamiento cultural de las culturas
antiguas, el desarrollo histórico de la literatura no ocurrió en forma uniforme en el mundo.
Otro problema al tratar de aproximarse a una historia global de la literatura reside en que
muchos textos han desaparecido, ya sea deliberadamente, por accidente o por la total
extinción de la cultura que los originó. Mucho se ha dicho, por ejemplo, sobre la
destrucción de la Biblioteca de Alejandría creada en el siglo III A.C y sobre los
innumerables textos fundamentales que se cree se hayan perdido entre las llamas en el año
49 A.C Así, la supresión deliberada de textos y frecuentemente incluso de sus autores, por
organizaciones con algún tipo de poder temporal complica el estudio.
La literatura del Antiguo Egipto alcanzó su cenit con la Historia de Sinuhé, un servidor de
Sesostris I, cuyo relato data de mediados del siglo XX a. C. La literatura egipcia no solía
incluirse en las primeras historias de la literatura, porque los escritos no se tradujeron a las
lenguas europeas hasta el siglo XIX, cuando se descifró la Piedra Rosseta.
Muchos textos se transmitieron por tradición oral durante siglos, antes de que fuesen fijados
mediante la escritura, por lo que son difíciles de datar. El núcleo del Rig-veda parece datar
de mediados del II milenio a. C. en la región del actual Pakistán. Los escritos de la India
posteriores al Rig-veda (como los textos Bráhmana y los Upanisad), así como
el Tanakh hebreo y la colección de poemas místicos atribuidos a Lao Tze, Tao te Ching,
que probablemente daten de la Edad de hierro, aunque determinarlo es controvertido.
El Pentateuco (de la Biblia) tradicionalmente se fecha alrededor del siglo XV a. C., aunque
estudios recientes consideran que podría datarse hacia del siglo X a. C. Otras tradiciones
orales fueron fijadas en forma escrita muy tardíamente, como la Edad Poética, escrita en el
siglo XIII.
La sociedad de la antigua Grecia puso énfasis considerable en la literatura. Muchos autores
consideran que la tradición literaria occidental comenzó con los poemas épicos la Ilíada y
la Odisea que siguen siendo grandes figuras en el canon literario por sus descripciones y el
manejo de temáticas como la guerra y paz, honra y deshonra, amor y odio. Entre los poetas
posteriores fue notable Safo, que dio forma a poesía lírica como género.
El dramaturgo Esquilo cambió la literatura occidental por siempre al introducir el diálogo y
la interacción en el teatro. Su obra cumbre fue la trilogía la Orestíada. Otros talentos
dramáticos fueron Sófocles, quien convirtió la ironía en técnica literaria, en su obra Edipo
rey, y Eurípides, que utilizó el teatro para desafiar las normas sociales en Medea, Las
Bacantes y Troyanas, obra aún notable por desafiar la percepción común de nociones como
la propiedad, el género y la guerra. Aristófanes, un comediante, usó esas ideas en un tono
menos trágico en sus obras: Lisístrata y Las ranas.
Aristóteles, alumno de Platón, escribió docenas de trabajos en muchas disciplinas
científicas, pero su contribución más grande a la literatura era probablemente su Arte
Poética, en donde plantea su término del drama y establece parámetros para la crítica
literaria.

TIPOS
La relación entre los diferentes tipos (racionales y pre-racionales) y los diferentes modos
(críticos y acríticos) de saberes literarios origina la Genealogía de la Literatura. Esta se
divide en las cuatro familias que conforman la totalidad de la literatura: Literatura primitiva
o dogmática, Literatura crítica o indicativa, Literatura programática o imperativa y
Literatura sofisticada o reconstructivista.

La Literatura primitiva o dogmática


Que se fundamenta en saberes acríticos e irracionales, se construye en sociedades donde el
Mito, la Técnica y la Magia están presentes como partes activas e incluso profesionales de
las sociedades humanas. Esta familia literaria está formada por textos de carácter
dogmático, que rehúyen toda interpretación crítica (filológica y filosófica), y que solo
pueden ser interpretados desde un poder interior, es decir, una figura legitimada por los
propios grupúsculos que imperan sobre el dogma. Así, los únicos que podrían realizar
interpretaciones válidas y legítimas de “las sagradas escrituras” serían los teólogos
cristianos o los imanes musulmanes.

La Literatura crítica o indicativa


Es aquella que se construye con saberes racionales y críticos. Esta literatura aparece en
sociedades políticas o estatales capaces de racionalismo, desmitificación, Ciencia y
Filosofía. En esta Literatura el protagonismo recae sobre el eje circular, es decir, sobre los
seres humanos, a diferencia de la Literatura primitiva, centrada en divinidades
omnipotentes (eje angular) o en entidades numinosas (eje radial). “La Literatura crítica o
indicativa leemos es una apuesta firme y convicta por el racionalismo humano y por la
crítica que enfrenta el conocimiento de la literatura a la realidad de los hechos
políticamente vividos, cuyos protagonistas operatorios son los autores y agentes literarios
que intervienen en su transmisión e interpretación” . La Literatura crítica nace con La Ilíada
y La Odisea. A partir de aquí se desenvuelve la idea que tenemos de la Literatura en la
sociedad occidental.

La Literatura programática o imperativa


Se configura sobre un tipo de racionalismo acrítico e idealista. Este es el tipo de literatura
que los Estados emplean para sus propios intereses, al hacer un uso acrítico y sofista de
conocimientos racionales. Este tipo de Literatura tiene su base en la sofística, como
argumentación carente de crítica, y en la retórica tendenciosa y sesgada. La Literatura
programática pone a su servicio los materiales literarios (autor, obra, intérprete o
transductor y lector) con el objetivo de reproducir y ensalzar ideologías, las tecnologías y
teologías imperantes en esos Estados. Los materiales literarios monopolizados de este modo
fundamentan las ideologías gremiales.
Genoma literario
Se encuentra la Literatura sofisticada o reconstructivista. Autores tan dispares como
Cervantes, Goethe, Rilke, Borges o Torrente Ballester se enmarcan bajo este tipo de
Literatura basada en conocimientos preracionales (magia, mitología, religión), debidamente
reconstruidos, y saberes críticos. Desde esta perspectiva, lo mágico se aprecia como algo
fantástico (lo sobrenatural no maravilloso). La Literatura sofisticada recupera elementos
propios de la Literatura primitiva para tratarlos desde una perspectiva crítica y dialéctico.

LITERATURA EN LA ACTUALIDAD
Con la literatura contemporánea finalmente llegamos a la historia de la literatura reciente.
Comienza desde el siglo XIX y representa una de las etapas más fructíferas de la literatura.
Partiendo de los movimientos anteriores, se ramifica en muchas vertientes, como la
literatura romántica, el realismo, el modernismo y el naturalismo.

Más adelante, en el transcurso del siglo XX, aparecen otras corrientes, como la vanguardia,
el surrealismo, el realismo mágico, etc.
Con la literatura contemporánea finalmente llegamos a la historia de la literatura reciente.
La globalización y la tecnología, a estas alturas, hacen posible el intercambio cultural a una
escala sin precedentes en la historia de la literatura, por ende, se realizan más obras
literarias.

En la actualidad, la literatura es un arte más relevante que nunca. Solo en el 2021, se han
escrito más de 2.5 millones de libros, de acuerdo al portal de estadísticas woldormeter, y
muchos de ellos son obras literarias. Ahora, con internet, cualquier persona puede descargar
una plantilla para hacer un guion literario o para desarrollar una novela por su cuenta.
Por eso, podríamos decir que estamos viviendo la mejor etapa de la historia de la literatura,
puesto que la digitalización e internet lo han cambiado todo.

IMPORTANCIA DE LA LITERATURA

La literatura, aunque no lo parezca, ha tomado una importancia muy fuerte en la sociedad


contemporánea, porque los lectores se han sentido identificados con los personajes de los
mundos creados por la imaginación de sus autores.

A pesar de que muchos piensen que lo “novelesco” sea sólo una evasión cobarde de la
realidad. La verdad es que imbuirse en el universo de la literatura despierta y enardece en el
hombre sus nobles ideales de belleza, y quizá de bien. Allí la persona puede encontrarse
con un mundo más agradable que en el que vive diariamente, al que está bastante apegado y
al que finalmente siempre retorna.

La sociedad actual ha monopolizado y mercantilizado todo: la comunicación, el arte, la


educación, las relaciones, la producción, el conocimiento, el poder, e incluso el amor. Esta
sociedad, precisamente por esas características, ha generado violencia, inequidad,
desintegración, pobreza, irracionalidad, consumismo, destrucción y odio.

Lo que se debe intentar, “es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente”.
Una sociedad que invite a leer, que estimule a pensar, que favorezca la creación artística,
que respete las diferencias y que viva en paz. Este tipo de mundo se puede encontrar en una
obra literaria, pero el reto consiste en llevar a la realidad ese mundo ideal. El arte, y en
especial la literatura, puede ayudar a que las personas se animen a construir un mundo
como lo imaginan.

La literatura es un arte que ha evolucionado a lo largo del tiempo, tal como ha


evolucionado la civilización humana. De hecho, se podría decir que existe una relación de
reciprocidad entre ellas: la civilización crea a la literatura y la literatura modela a la
civilización.
Por tal motivo, si la literatura va más allá de ser una evasión de la realidad y despierta en
las personas sus ideales de cambio, quizá este mundo pueda convertirse en un lugar mejor
donde se propicie el pensamiento, el arte y la paz. Los libros, en prosa o verso, pueden
marcar la vida de una persona y de toda una generación, pues transmiten ideas que
sobrepasan los límites del tiempo y espacio.

Finalmente, concluyo que la literatura es sumamente importante para la sociedad


contemporánea porque ha afectado la vida de los autores y los lectores de obras literarias
por medio de sus personajes, de sus ambientes y de sus tramas que le han motivado a ser lo
que es y/o hacer lo que hace.

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