Animales Peligrosos
Animales Peligrosos
Animales Peligrosos
TENCIALMENTE PELIGROSOS.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La relación entre los seres humanos y los animales, especialmente domésticos, si bien se vienen produciendo desde tiem-
po inmemorial, no ha sido, sino hace relativamente poco, objeto de reconocimiento expreso y regulación específica, otor-
gándosele la importancia que se merece.
Así nació, como primer paso para el desarrollo de una sensibilidad, hasta entonces latente, para con las otras
especies que habitan nuestro planeta, la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, aprobada por la UNES -
CO el 27 de octubre de 1978 y ratificada por la ONU cuyo Preámbulo establece unos principios que fundamentan la
base de estas relaciones, como son el reconocimiento de derechos propios de los animales, que los mismos han de ser
respetados y que el hombre debe ser educado, desde la infancia, en el reconocimiento y exigencia de esos derechos,
dado que se parte de la base de que el animal es un ser sensible.
En el ámbito de la Unión Europea este principio adquiere Carta de Naturaleza con la Resolución del Parlamen-
te Europeo de 6 de junio de 1996, materializada en el Protocolo anejo al Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea
número 33, sobre protección y bienestar de los animales, introducido por el Tratado de Ámsterdam.
Dentro del Estado Español, la Comunidad Autónoma de Andalucía, en virtud de lo establecido en el artículo
148 de la Constitución y en el propio Estatuto de Autonomía, tiene la competencia para la regulación de este materia, a
cuyo efecto de dictó la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de Protección de los Animales de Andalucía que introdujo un
marco jurídico mínimo para ordenar la convivencia de los seres humanos con los animales conjugando la preservación de
la seguridad y salubridad pública con su respeto, defensa y protección, y dentro de un equilibrio ajustado a los intereses
generales, posteriormente desarrollada por las correspondiente normas reglamentarias, especialmente por el Decreto
92/2005 de 29 de marzo, por el que se regula la identificación y los registros de determinados animales de compañía.
Especial atención se presta a los denominados animales potencialmente peligrosos, a los cuales se les aplica
una normativa más rigurosa respecto de los requisitos para su tenencia, fruto de una especial sensibilidad del legislador
para proteger al ciudadano frente a los ataques y agresiones de las que pueden ser objeto por parte, principalmente, de
perros de potentes características físicas. Por ello se aprobó la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídi -
co de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, (BOE nº 307 de 24/12/1999), y el Real Decreto 287/2002, de
22 de marzo, modificado por el Real Decreto 1570/2007 de 30 de noviembre, que la desarrolla. Siguiendo el mandato
normativo contenido en la misma, la Junta de Andalucía promulgó el Decreto 42/2008, de 12 de febrero, que regula la
tenencia de animales potencialmente peligrosos.
Se hace pues necesario adaptar nuestra anterior Ordenanza Municipal sobre Tenencia y Protección de Animales
promulgada en el año 1997, a las nuevas leyes y normas legislativas, cumpliendo con el actual régimen jurídico conteni -
do tanto en la normativa estatal como en la autonómica mencionada.
La Ordenanza sobre la protección y la tenencia de animales de compañía, además de los calificados como po -
tencialmente peligrosos, otorga una gran relevancia a la consideración de los animales como bien jurídico que debe pro -
tegerse, y se ajusta al actual marco constitucional sobre un medio ambiente adecuado para las personas y sobre el deber
de los poderes públicos de proteger el medio ambiente, tal y como lo define el artículo 45 de la Constitución Española.
En este sentido se contempla que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar desarrolle actividades tendentes a
concienciar a los ciudadanos de la defensa, protección y bienestar de los animales mediante campañas; suscriba conve-
nios de colaboración con asociaciones protectoras y defensoras de los mismos y promueva la utilización de espacios pú-
blicos para el esparcimiento y recreo de los animales de compañía.
Por último, y teniendo en consideración la política preventiva y la mediación, como la vía más adecuada para
hacer prevalecer los valores de la convivencia y el mejor desarrollo de las libertades públicas, y, a su vez, siguiendo el es -
píritu del Real Decreto 515/2005, de 6 de mayo, modificado por el Real Decreto 1849/2009, de 4 de diciembre que esta-
blece las circunstancias de ejecución de las penas de trabajos en beneficio de la comunidad, se establece la posibilidad
de que los infractores puedan, previo consentimiento, sustituir las sanciones pecuniarias leves impuestas por otras medi -
das reeducativas como los trabajos en beneficio de la comunidad.
INDICE
Artículo 3. Definiciones:
A) Animales domésticos: Son los que viven en el entorno humano y dependen del hombre para su alimentación
y mantenimiento.
B) Animales domésticos de compañía: Todos aquellos albergados por los seres humanos, generalmente en su
hogar, principalmente destinados a la compañía, siendo éste el elemento esencial de su tenencia, sin ánimo de lucro o
comercial, así como los de acompañamiento, conducción y ayuda de personas con disfunción visual.
C) Animales silvestres de compañía: Aquellos que, perteneciendo a la fauna autóctona o no autóctona, han
precisado un periodo de adaptación al entorno humano y son mantenidos por el hombre, principalmente en el hogar, por
placer y compañía.
D) Animales salvajes peligrosos, tienen esta consideración los pertenecientes a los siguientes grupos:
1º) Artrópodos, peces y anfibios: Todas las especies cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo para la
integridad física o la salud de las personas.
2º) Reptiles: Todas las especies venenosas, los cocodrilos y los caimanes y todas aquéllas especies que, en esta-
do adulto, alcancen o superen los dos kilogramos de peso.
3º) Mamíferos: Todos los primates, así como las especies salvajes, que en estado adulto, alcancen o superen los
diez kilogramos de peso, salvo en el caso de las especies carnívoras cuyo límite estará en los cinco kilogramos.
E) Animales potencialmente peligrosos: Aquellos que, perteneciendo a la fauna salvaje, sean empleados como
animales de compañía y, con independencia de su agresividad, se encuadren en especies o razas que tengan la capaci -
dad de poner en peligro la vida o la integridad física de las personas, de otros animales o de provocar daños relevantes
en los bienes. Asimismo, tendrán la calificación de animales potencialmente peligrosos los perros incluidos en el aparta -
do siguiente.
F) Perros potencialmente peligrosos:
1º.- Los perros incluidos dentro de una tipología racial que, por su carácter agresivo, tamaño o potencia de
mandíbula, tengan la capacidad de poner en peligro la vida o la integridad física de las personas, de otros animales o de
provocar daños relevantes en los bienes. Deben reunir todas o la mayoría de las siguientes características, (salvo que se
trate de perros-guía o de perros de asistencia acreditados y adiestrados en centros oficialmente reconocidos, conforme a
la legislación autonómica o, en su caso, estatal, así como aquellos perros que se encuentren en fase de instrucción para
adquirir esa condición):
a) Fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia.
b) Marcado carácter y gran valor.
c) Pelo corto.
d) Perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros, altura a la cruz entre 50 y 70 centímetros y peso
superior a 20 kilos.
e) Cabeza voluminosa, cuboides, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas. Man-
díbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda.
f) Cuello ancho, musculoso y corto.
g) Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto.
h) Extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas
relativamente largas formando un ángulo moderado.
En todo caso, se consideran perros potencialmente peligrosos los ejemplares de las razas que figuran a conti -
nuación y sus cruces:
a) Pit Bull Terrier.
b) Staffordshire Bull Terrier.
c) American Staffordshire Terrier.
d) Rottweiler.
e) Dogo Argentino.
f) Fila Brasileiro.
g) Tosa Inu.
h) Akita Inu.
i) Doberman.
2º.- Perros que hayan sido adiestrados para el ataque o guarda y defensa.
3º.- Asimismo, aunque no se encuentren entre los anteriores, serán considerados perros potencialmente peli-
grosos todos aquellos que manifiesten un carácter marcadamente agresivo y hayan sido objeto de, al menos, una denun-
cia por dicha circunstancia o que hayan protagonizado agresiones a personas o ataques a otros animales. En este su-
puesto, la potencial peligrosidad habrá de ser apreciada por la Autoridad Municipal en virtud de resolución dictada en
expediente incoado de oficio o a instancia de parte, previa audiencia del propietario del animal e informe del personal
veterinario oficial.
Artículo 4. Exclusiones.
Se excluyen de la presente Ordenanza, los animales que se relacionan a continuación, por lo que los propieta -
rios y poseedores deberán atenerse a la regulación de la normativa específica que resulte de aplicación:
a) Los pertenecientes a la fauna silvestre y su aprovechamiento.
b) Los animales de renta.
c) Los dedicados a la experimentación.
d) Las reses de lidia y demás ganado taurino.
e) Los perros propiedad de las Fuerzas Armadas, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, Bomberos y Equipos de Res -
cate y Salvamento, y empresas de seguridad autorizadas.
Artículo 5. Obligaciones.
1. El poseedor de un animal será responsable de los daños, perjuicios y molestias que causare, de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 1.905 del Código Civil.
2. Todo poseedor y/o propietario de un animal tiene, respecto del mismo, las siguientes obligaciones:
a) Mantenerlo en buenas condiciones higiénico-sanitarias, realizando cualquier tratamiento que sea obligato-
rio, además de los curativos o preventivos oportunos, suministrándole la atención y asistencia veterinaria necesaria.
b) Mantenerlo en condiciones de alojamiento, habitabilidad, seguridad y bienestar adecuados a su raza o espe-
cie.
c) Proporcionarles agua potable y alimentación suficiente y equilibrada para mantener un estado adecuado de
nutrición y salud.
d) Someter el alojamiento a una limpieza periódica con retirada de los excrementos y desinfección y desinsec -
tación cuando sea necesario.
e) Evitar que el animal agreda o cause cualquier incomodidad y molestia a las personas y a otros animales o
produzcan daños en bienes ajenos.
f) Proteger al animal de cualquier posible agresión o molestia que le puedan causar otros animales o personas.
g) Obtener las autorizaciones, permisos o licencias necesarias, en cada caso, para estar en posesión del animal
de que se trate.
h) Efectuar la inscripción del animal en los registros que, en cada caso, correspondan según lo dispuesto en
esta Ordenanza y en la normativa vigente.
i) Denunciar la pérdida del animal.
j) Los perros destinados a la vigilancia de solares y obras, habrán además,
de ser sometidos a tratamientos antiparasitarios adecuados que garanticen la no proliferación de parásitos a fin de evitar
riesgos para la salud pública.
k) Cumplir en todo momento las medidas de seguridad establecidas en la presente Ordenanza, especialmente
con los animales potencialmente peligrosos, principalmente cuando se encuentren en lugares o espacios públicos.
l) Todos aquellos deberes que, además de los anteriores, se establecen en la presente Ordenanza.
3.- Los facultativos veterinarios, en el ejercicio libre de la profesión o por cuenta ajena, tienen las siguientes
obligaciones:
a) Confeccionar un archivo con las fichas de los animales objeto de cualquier tratamiento, especificando los de
carácter obligatorio y que estarán, en todo momento, a disposición de la autoridad competente.
b) Poner en conocimiento de la autoridad competente en la materia aquellos hechos que pudieran constituir
cualquier incumplimiento de la presente Ordenanza y demás normas de rango superior.
4.- Los profesionales dedicados a la cría, adiestramiento, cuidado temporal o acicalamiento de los animales de
compañía dispensarán a éstos un trato adecuado a sus características etológicas, además de cumplir con los requisitos
que reglamentariamente se establezcan para el ejercicio de su profesión.
Artículo 6. Prohibiciones.
Con independencia de las acciones u omisiones tipificadas como infracciones de tipo penal o administrativo,
recogidas en la legislación vigente de ámbito superior, queda prohibido, y dará lugar a la incoación de expediente admi -
nistrativo y, en su caso, la correspondiente sanción:
1. Maltratar o agredir físicamente a los animales o realizar con ellos cualquier acción que les irrogue sufrimien-
tos o daños injustificados.
2. El abandono de animales.
3. Mantenerlos en lugares o instalaciones indebidas, desde el punto de vista higiénico sanitario, o inadecuadas
para la práctica de los cuidados y la atención necesarios que exijan sus necesidades fisiológicas y etológicas, según raza
o especie.
4. No proporcionarles agua potable ni alimentación suficiente ni equilibrada para mantener un estado adecua-
do de nutrición y salud.
5. Practicarles mutilaciones con fines exclusivamente estéticos o sin utilidad alguna salvo las practicadas por
veterinarios en caso de necesidad.
6. Mantener permanentemente atados o encadenados a los animales, con las especificaciones y excepciones
que se establezcan.
7. Hacer donación de los animales con fines publicitarios o como premio, recompensa o regalo por otras adqui-
siciones de naturaleza distinta a la propia adquisición onerosa de animales.
8. Utilizarlos en procedimientos de experimentación o destinarlos a los mismos sin el cumplimiento de las ga-
rantías establecidas en la normativa aplicable.
9. Venderlos a menores de dieciséis años y a incapacitados sin la autorización de quien tenga la patria potes-
tad, custodia o tutela de los mismos de conformidad, en su caso, con la sentencia de incapacitación.
10. Ejercer su venta ambulante fuera de los mercados o ferias autorizados para ello, así como venderlos a esta-
blecimientos que no posean la licencia o permisos correspondientes.
11. Suministrarles sustancias que puedan causarles sufrimientos o daños innecesarios, así como cualquier tipo
de sustancia no autorizada, aun cuando sea para aumentar el rendimiento en una competición.
12. Manipular artificialmente a los animales con objeto de hacerlos atractivos como diversión o juguete para su
venta.
13. Utilizar animales en espectáculos, filmaciones, actividades publicitarias, culturales, religiosas y cualquier
otra actividad, siempre que les pueda ocasionar daño o sufrimiento o bien degradación, parodias, burlas o tratamientos
antinaturales o que puedan herir la sensibilidad de las personas que los contemplan.
14. Obligar a trabajar a animales de menos de un año de edad, enfermos, desnutridos, fatigados o a desempe-
ñar trabajos en los que el esfuerzo exigido supere su capacidad. Lo anterior es aplicable a las hembras que estén preña-
das.
15. Emplear animales para adiestrar a otros animales en la pelea o el ataque.
16. Emplear animales en exhibiciones, circos, publicidad, fiestas populares y otras actividades si ello supone
para el animal sufrimiento, dolor u objeto de tratamientos antinaturales
17. Mantener a los animales en recintos y lugares donde no puedan ser debidamente controlados y vigilados.
18. Mantener animales en lugares donde ocasionen molestias evidentes a los vecinos.
19. Venderlos a laboratorios o clínicas sin el cumplimiento de las garantías previstas en la normativa vigente.
20. Ejercer la mendicidad valiéndose de ellos o imponerles la realización de comportamientos y actitudes aje-
nas e impropias de su condición, que impliquen trato vejatorio.
21. Administrar, inocular o aplicar sustancias farmacológicas sin la prescripción o supervisión directa de un ve-
terinario.
22. El suministro de alimentos a animales vagabundos o abandonados, cuando de ello puedan derivarse mo-
lestias, daños o focos de insalubridad.
23. La lucha o peleas de perros o de cualquier otro animal y demás prácticas similares, así como las peleas de
gallos no autorizadas.
24. El alojamiento de animales de forma habitual en vehículos, balcones o lugares inapropiados para ello.
25. Que los animales ensucien las vías y espacios públicos.
26. El abandono de cadáveres de cualquier especie animal en vía pública.
27. Con carácter general incitar a los animales a la agresividad por ser un riesgo para las personas o los demás
animales.
28. Las competiciones de tiro de pichón, salvo las debidamente autorizadas por la Consejería competente.
29. La cría doméstica de ganado, de aves de corral, conejos, palomas en domicilios particulares, en suelo urba-
no, tanto si es en terrazas, azoteas o patios.
Artículo 13. Normas de los animales de compañía en las vías y espacios públicos.
1. Los animales sólo podrán acceder a las vías y espacios públicos cuando sean conducidos por sus poseedores
o dueños y no constituyan un peligro para los transeúntes u otros animales, excepto en aquellos lugares que el Ayunta -
miento habilitará en parque y jardines y lugares públicos, en la medida en que éstos lo permitan y tras un estudio de ubi -
cación, instalaciones y espacios adecuados debidamente señalados para el paseo y esparcimiento de los animales. El
Ayuntamiento tendrá en cuenta éstas necesidades en la proyección de los nuevos parques y jardines.
2. Todos los perros irán sujetos por una correa y provistos de la correspondiente identificación. Los de más de
20 kilogramos deberán circular provistos de bozal, de correa resistente y no extensible y conducidos por personas mayo-
res de edad. Los perros guía de personas con disfunciones visuales estarán exentos en cualquier situación de ser condu -
cidos con bozal.
3. La persona que conduzca al animal queda obligada a la recogida inmediata de las defecaciones del mismo
en las vías y espacios públicos. En el caso de que se produzca la infracción de esta norma, el Servicio Municipal compe -
tente podrá requerir al propietario o a la persona que conduzca el perro, a que proceda a retirar las deposiciones del ani-
mal. Caso de no ser atendido su requerimiento podrá imponer la sanción pertinente.
De acuerdo con lo dispuesto en el párrafo anterior, el conductor del animal procederá de la siguiente manera:
h) No haber sido sancionada en los últimos tres años por infracciones graves muy graves con alguna de
las sanciones accesorias de las previstas en el artículo 13.3 de la Ley 50/1999, de 23 de diciembre. No obstante, no será
impedimento para la obtención o, en su caso, renovación de la licencia, haber sido sancionado con la suspensión tempo -
ral de la misma, siempre que, en el momento de la solicitud, la sanción de suspensión anteriormente impuesta haya sido
cumplida íntegramente. Para su acreditación se aportará el certificado expedido por el Registro Central de Animales de
Compañía de Andalucía.
i) Disponer de capacidad física y aptitud psicológica para la tenencia de animales potencialmente peli-
grosos. Este requisito se hará constar mediante la aportación de informe o certificado de aptitud psicofísica expedido por
centro autorizado de reconocimiento de conductores, de acuerdo con la normativa que los regula. El coste de los recono-
cimientos y de la expedición de los informes de aptitud psicofísica correrá a cargo de las personas interesadas.
3. Admitida la solicitud y a la vista de la documentación presentada, el órgano competente para resolver podrá
realizar cuantas diligencias estime necesarias en orden a verificar el cumplimiento de los requisitos por el solicitante, bien
requiriendo al interesado la ampliación, mejora o aclaración de la documentación aportada o bien solicitando informes o
dictámenes a los técnicos u organismos competentes en cada caso.
4. Cuando la tenencia de uno o varios animales potencialmente peligrosos sea compartida por varias personas,
todas tienen la obligación de obtener la preceptiva licencia, para lo que deberán cumplir con los requisitos anteriormente
establecidos, si bien, en el informe expedido por la compañía aseguradora, deberá reflejarse tal circunstancia.
5. Si se denegase la licencia a un solicitante que estuviere en posesión de un animal potencialmente peligroso,
en la misma resolución denegatoria, que será motivada, se acordará la obligación de su tenedor de comunicar, en el pla -
zo de 5 días, de forma expresa, la persona o entidad titular en todo caso de la licencia correspondiente que se hará car-
go del animal. Transcurrido dicho plazo sin que el propietario efectúe comunicación alguna, el Ayuntamiento podrá in -
cautar el animal hasta que se regularice la situación o, en su defecto, aplicar al mismo el tratamiento correspondiente a
un animal abandonado.
6. La licencia municipal para la tenencia de animales potencialmente peligrosos tendrá un período de vigencia
de cinco años desde la fecha de expedición, debiendo ser renovada, a petición de persona interesada, con carácter pre-
vio a su finalización por sucesivos períodos de igual duración. La licencia quedará sin efecto en el momento en que su ti-
tular deje de cumplir cualquiera de los requisitos que, para su obtención, se establecen en el apartado 2.
Cualquier variación de los datos acreditados para la obtención de la licencia deberá ser comunicada por su ti-
tular a los Servicios Municipales en el plazo máximo de quince días desde la fecha en que se produzca o, en su caso, se
tenga conocimiento de la misma.
7. La intervención, suspensión o medida cautelar relativa a la licencia municipal en vigor, acordada judicial o
administrativamente, es causa de denegación de una nueva licencia o renovación de la afectada en tanto que dicha me -
dida no haya sido dejada sin efecto.
8. La exhibición de la licencia para la tenencia de animales potencialmente peligrosos será exigible por el per -
sonal veterinario con carácter previo a la asistencia sanitaria del animal. En caso de que el tenedor del animal carezca de
la preceptiva licencia, dicho personal deberá poner el hecho en conocimiento del Ayuntamiento de Roquetas de Mar
TÍTULO IV: NORMAS SOBRE ABANDONO Y PÉRDIDA, RECOGIDA, ENTREGA Y RETENCIÓN TEMPORAL DE LOS
ANIMALES.
Artículo 22. Cesión de animales abandonados, perdidos o entregados por los propietarios.
1. Los animales entregados por sus propietarios serán puestos a disposición de los ciudadanos para su adop-
ción. Igualmente se procederá con los animales abandonados y perdidos una vez transcurrido el plazo para recuperarlos
establecido en el artículo anterior.
2. Los animales en adopción se entregaran debidamente desparasitados, vacunados, esterilizados e identifica-
dos si procede.
En el caso de que el veterinario autorizado, estime que por su edad o estado físico, no es conveniente la identi -
ficación y/o esterilización, se recogerá en la ficha de adopción del centro, adquiriendo el propietario la obligación, en el
plazo establecido a juicio del veterinario, de efectuar dichos actos y posteriormente presentar la documentación que cer-
tifique los mismos, en el Centro Zoosanitario, en el plazo de quince días siguientes. En caso de no presentar la misma, se
dará traslado a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, la cual podrá proceder a la incoación
del correspondiente expediente sancionador.
3. Los animales abandonados no podrán ser cedidos para experimentación.
4. En el procedimiento de adopción de animales deberán tenerse en cuenta los siguientes extremos:
4.1. Los ciudadanos que soliciten un animal en adopción deberán reunir los siguientes requisitos:
a. Ser mayor de edad.
b. No estar sancionado por resolución firme por la comisión de infracciones graves o muy graves de las regula-
das en las Leyes sobre Protección de Animales de Compañía.
c. Aceptar el cumplimiento de las condiciones sobre la tenencia responsable de animales según se recoge en la
presente Ordenanza.
4.2. En el supuesto de adopción de un animal potencialmente peligroso, además deberán cumplir con los re-
quisitos recogidos en el TÍTULO III de esta norma.
4.3. Los gastos derivados de la adopción serán abonados por los adoptantes.
De conformidad con lo previsto en el art. 131.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, la multa a imponer podrá ser incrementada
en la cuantía del beneficio obtenido mediante la realización de la conducta tipificada como infracción.
Artículo 38. Graduación de las sanciones por el órgano competente.
En la graduación de las sanciones, el órgano competente se atendrá a los siguientes criterios para su imposi-
ción:
a) La trascendencia social o sanitaria y el perjuicio causado por la infracción.
b) El ánimo de lucro y la cuantía del beneficio económico obtenido en la comisión de la infracción.
c) La importancia del daño causado al animal.
d) La reiteración en la comisión de infracciones.
e) Cualquier otra que pueda incidir en el grado de reprochabilidad de la infracción, en un sentido atenuante o
agravante. A tal efecto tendrá una especial significación la violencia en presencia de menores o discapacitados psíquicos.
CAPITULO VII. EJECUCION ALTERNATIVA DE SANCIONES ECONOMICAS A TRAVES DEL TRABAJO EN BENEFICIO DE LA
COMUNIDAD
DISPOSICION ADICIONAL
En lo no previsto en esta Ordenanza se estará a lo dispuesto en la legislación vigente en materia de Régimen Local y de
Procedimiento Administrativo Común, así como a la normativa sectorial, autonómica y estatal, que resulte de aplicación.
DISPOSICION TRANSITORIA
Con respecto a la ejecución alternativa de sanciones económicas a través del trabajo en beneficio de la comunidad, los
procedimientos incoados por infracciones cuya comisión tuvo lugar con anterioridad a la entrada en vigor de la presente
Ordenanza, podrán acogerse a las medidas sustitutorias previstas en ésta, si se cumplieren los requisitos establecidos,
una vez que existiese una sanción que haya devenido firme, y siempre que dichos expedientes no hubiesen pasado a su
cobro en vía ejecutiva.
DISPOSICIÓN DEROGATORIA
Queda derogada la Ordenanza Municipal, reguladora de la tenencia de animales, aprobada por el Excmo. Ayuntamiento
de Roquetas de Mar en fecha 29/07/1997, (B.O.P. nº 166 de 29/08/1997), artículo 9 de la Ordenanza de Creación,
Construcción, Conservación, Protección y Uso de Parques y Jardines, artículo 26.11 de la Ordenanza de la Limpieza y
Gestión Municipal de Residuos Urbanos y cuantas normas de igual o inferior rango se opongan a lo regulado en la pre -
sente Ordenanza.
DISPOSICIÓN FINAL
La presente Ordenanza entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia
de Almería”