SánchezRamos - Alba - Ejercicio 5 (II)

Alba Sánchez Ramos
4º Comunicación Audiovisual
Universidad Rey Juan Carlos
–Formato, estilo y género: Operación Triunfo–
Operación Triunfo (OT) es un programa de televisión originado en España, cuyo formato

comparte características del reality show a la vez que del talent show. El programa se estrenó
en 2001 y tuvo varias ediciones en diferentes cadenas de televisión a lo largo de los años. El
formato combina la convivencia de los concursantes, grabados 24 horas en una academia
-con directo accesible para los espectadores-, con galas en directo que cuentan con
actuaciones musicales que defienden los concursantes que, de uno en uno, cada semana
abandonarán la academia.
Según Saló, el reality show “se caracteriza por hacer realidad un espectáculo televisivo. Una
realidad que se basa en la vida cotidiana de la gente común que traspasa las barreras de la
intimidad para convertirse en un producto catódico que inunda las parrillas de las cadenas de
televisión de medio mundo” (2001), y en lo que respecta al formato escogido, como ya se ha
mencionado previamente, los concursantes son grabados 24 horas, siendo lo que caracteriza
el formato, lo que en general ha provocado, en relación con el texto Formato, estilo y géneros
televisivos que “el tiempo del espectáculo filmado ha tendido a superponerse a la cronología
doméstica de los telespectadores” (Soulages, 2005), lo cual es algo intrínseco de la
telerrealidad como concepto ya que esta tiene como objetivo variar la temporalidad común de
la programación televisiva, dando pie a que la audiencia tenga acceso siempre que quiera a
los participantes, a cualquier hora del día. El formato crea una narrativa fluida que acaba
desenvolviéndose en tiempo real, llegando a difuminar el límite entre la producción televisiva
y la cotidianidad de los concursantes. Esto acaba siendo atractivo para la audiencia ya que da
pie a la rápida valoración y empatización por su parte con los concursantes, lo que también se
transforma en una participación por parte del espectador que hace que el formato pueda
mantenerse debido a la cuestión de “presión económica” mencionada en Formato, estilo y
géneros televisivos (Soulages, 2005). López Vidales, Gómez Rubio y Medina de la Viña
mencionan que esta participación por parte del espectador es la clave del éxito ya que “los
protagonistas no son personajes creados/ficcionados, sino recreados por la audiencia, con la
ayuda de producción, una audiencia que deposita sobre cada uno de ellos su apuesta por el
éxito final” (2019). A pesar de que OT, comenzara como un talent show, entendido como
“una modalidad en la que los concursantes intentan demostrar su talento artístico compitiendo
por un premio” (Maldonado, 2017), la cuestión tratada anteriormente justifica que, a pesar
que el formato tenga características de ambos: talent show y reality show, el factor
“audiencia” hizo que, aún manteniéndose ambos, el peso del programa quedará en el reality
show, a pesar que que la estructura del formato continúe siendo hoy en día una combinación
de directo mostrando el día a día de los concursantes con galas para continuar con la
eliminatoria de concursantes.
El formato de OT ha sufrido una serie de cambios a lo largo de su emisión, debido a que ha

pasado por diferentes cadenas, hasta ahora que forma parte de la plataforma en streaming
Prime Video. Esto guarda relación con los conceptos mencionados en el texto:
“maleabilidad”, “presión económica” y “flujo temático de segunda generación”. La
“maleabilidad del formato” ha sido algo evidente a la hora de tener que adoptar el formato a
diferentes plataformas, que no fueran televisión, ya que cada cambio implica tener que ajustar
la producción de otra manera, pero sin dejar de mantener el formato. Esto es lo que ha
ocurrido en la última temporada de OT ya que, mantiene su formato aún habiendo atravesado
una serie de cambios -ligeros- debido a la necesidades de la audiencia, manteniendo las galas
en directo y la transmisión en directo de su programa 24 horas. Por ello, es relevante
mencionar que la “presión económica” juega un papel crucial en este suceso ya que ha sido
un factor crítico a la hora de la toma de decisiones en cuanto al cambio de cadena a
plataformas de streaming, y esto es algo que puede entenderse como respuestas a las
necesidades económicas del mercado televisivo. A pesar de estos cambios, esta transición ha
tenido ventajas en cuanto a la flexibilidad de la presentación del contenido ya que ahora
permite a sus espectadores el consumo del programa a su propio tiempo, lo que refleja la
suficiencia del programa a la hora de mantenerse destacado dentro de un entorno mediático
en constante cambio y “al rechazar la heterogeneidad y la segmentación inherente de las
parrillas de programación de las cadenas generalistas” (Soulages, 2005), por lo que se “ilustra
el “flujo temático de segunda generación””. (Soulages, 2005).
El formato de OT se inscribe dentro de dos de los géneros de entretenimiento televisivos: la

telerrealidad y “programas musicales y de búsqueda de talentos” (Guerrero y Etayo, 2015).
Según Guerrero “de las tres funciones que, tradicionalmente, se le han adjudicado a la
televisión la de entretener es la que prevalece sobre el resto” (2005). Tal y como se menciona
en el texto de Soulages, la telerrealidad como género ha demostrado ser un fenómeno
televisivo capaz de atraer a la audiencia por ofrecer una ventana de la vida de sus
concursantes ya que esto permite que el espectador conecte con él emocionalmente: “la
telerrealidad ha podido jugar no solamente con mecanismos de empatía o de osmosis con su
audiencia, sino que también ha conservado con gran efectividad, considerando la dispar
geometría de los formatos, una iniciativa de reactividad” (Soulages, 2005). Además, algo
relevante es la combinación de géneros mencionada ya que, el formato ha podido establecerse
como un programa capaz de entretener a la audiencia, al mismo tiempo que logra cubrir el
interés del público por temas musicales y de talento.
Soulages rescata la cita de Steimberg: los espectadores valoran “la diversidad y las
innovaciones estilísticas, contrariamente a la mayoría de los espectadores que prefieren
mantener las características genéricas” (2005). Por ello, en relación con el programa puede
destacarse que a lo largo de su evolución ha conseguido esas innovaciones estilísticas de las
que el autor habla, ya que ha logrado conservar, entre otras características, las cuales también
forman parte de la “cinesintaxis” que menciona el autor en el texto: el dinamismo de la
edición, que favorece al mantenimiento de la atención de los espectadores, basándose en una
narrativa atractiva visualmente; los planos variados, que por las características del formato,
pretenden plasmar todas las emociones, por ello la casa en la que se encuentran posee
cámaras robotizadas incorporadas por los rincones y camufladas tras los espejos. Esto último
puede relacionarse con el concepto de “encuadre-ventana”, que “se despliega como un
orificio-receptáculo abierto a las interacciones comunicativas y expresivas de los actantes de
la escena” (Soulages, 2005), lo cual destaca la importancia de la construcción de un encuadre
apropiado a la hora de la realización de una narrativa televisiva.
BIBLIOGRAFÍA
- Guerrero, E., & Etayo, C. (2015). Percepción de calidad de los programas de

entretenimiento televisivos en España: influencia de los valores de producción.
Profesional de la información, 24(3), 256-264. Recuperado de:
https://revista.profesionaldelainformacion.com/index.php/EPI/article/view/epi.2015.m
- Guerrero, E. (2005). El concurso como género de calidad en la televisión española.

Comunicar. Recuperado de: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2927584
- Maldonado, A. B. (2017). La evolución histórica de los programas musicales en la

televisión española: De los programas de divulgación musical a los talent shows.
Ámbitos. Revista Internacional de Comunicación, (35). [PDF]
https://revistascientificas.us.es/index.php/Ambitos/article/download/9138/8028
- Rubira, T. (Productor ejecutivo). (2001-2023). Operación Triunfo [Programa de

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- Saló, G. (2003). ¿Qué es eso del formato?: Cómo nace y se desarrolla un programa
de televisión. Bookwire GmbH. Recuperado de:
http://brain.urjc.es/permalink/f/1kmui9j/34URJC_ALMA51124039410004216
- Soulages, J. C. (2005). Formato, estilo y géneros televisivos.
- Vidales, N. L., Rubio, L. G., & de la Viña, E. M. (2019). Los formatos de televisión
más consumidos por los jóvenes: telerrealidad y empoderamiento de la audiencia.
Ámbitos. Revista Internacional de Comunicación, (46), 10-27. Recuperado de:
https://revistascientificas.us.es/index.php/Ambitos/article/view/9164

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