TEMA 13 BSlasvanguardias
TEMA 13 BSlasvanguardias
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2.2. FUTURISMO
2.3. CUBISMO
Nace como escuela pictórica (Picasso, Braque, Gris) hacia 1907, pero el
cubismo literario fue creado por el escritor francés Guillaume Apollinaire
en 1913 como derivación del cubismo pictórico. El cubismo literario es de
carácter subjetivo y multidimensional; se concentra en el individuo y su
psique (influencia tomada de las teorías de Freud).
Se basa en los siguientes presupuestos:
Descomposición de la realidad para recomponerla después
libremente mediante la simultaneidad de planos y el collage.
Menor importancia de lo auditivo (especialmente en la poesía) y mayor
atención a la disposición tipográfica visual-espacial de las palabras,
como, por ejemplo, en los famosos caligramas de Apollinaire, cuyos
versos dibujan el objeto del que hablan, o la creación que rompe
esquemas tradicionales como la métrica, la rima y la gramática.
El poema es un objeto autónomo fruto y resultado de una realidad
total.
Supresión de todo lo anecdótico para mejorar la captación de la
realidad.
Presencia de diversos planos espaciales o temporales observable
en el uso simultáneo de los tiempos verbales presente, pasado y futuro.
Sentido lúdico de la vida con gran presencia del humor y sin
concesiones a lo sentimental.
Reformas del lenguaje, la ortografía y la puntuación para ser más
fiel al pensamiento y a sus modos de captación, juegos verbales que
recuerdan un lenguaje más primitivo.
Conexiones con el creacionismo de Vicente Huidobro.
2.4. DADAÍSMO
Realizan también actos teatrales, musicales y artísticos que acaban por dar
lugar al movimiento que bautizan con el término “dadá”.
De esta manera propugnan un arte que suponga la rebeldía pura, contra las
convenciones estéticas y sociales, contra el sentido común.
2.5. SURREALISMO
3.1. CREACIONISMO
Fue iniciado en París por el poeta chileno Vicente Huidobro, quien lo dio a
conocer en España en 1918.
3.2. ULTRAÍSMO
El movimiento surgió como oposición al modernismo.
El ultraísmo puede considerarse como la versión hispana de las vanguardias
europeas.
En él confluyen varias tendencias (especialmente futuristas y dadaístas) que
ya estaba dando fruto en Europa con incrustaciones del cubismo y
creacionismo junto a otras novedades que no se adscriben a ninguna escuela
determinada. Esto explica que su importancia haya sido más instrumental que
creativa.
El impulsor fue Guillermo de Torre (que está considerado el padre del
término que daba nombre a esta corriente o movimiento literario) con su libro
Hélices, pero también el ultraísmo comenzó a desarrollarse en tertulias que se
realizaban en un café madrileño bajo la dirección de Rafael Cansinos Assens.
Autores como Juan Larrea, Pedro Garfias, Lucía Sánchez Saornil y
Gerardo Diego se hicieron habituales de dichas tertulias y protagonistas del
grupo.
Por otro lado, las revistas “Horizonte”, “Ultra”, “Reflector” y “Alfar”, se
transformaron en espacios para la difusión de sus obras ultraístas.
El primer manifiesto ultraísta, que recoge abundantes elementos futuristas,
cubistas y creacionistas, se publicó en 1919. Dicho texto fue suscrito por varios
autores que formaban parte del grupo, entre ellos Pedro Garfias.
Por lo que se refiere a las características, en el propio prefijo del nombre
del movimiento (ultra) se sugiere su pretensión de ir más allá de la estética
dominante que pueden detallarse del siguiente modo:
Toma del futurismo los temas y motivos de la vida moderna (las
máquinas, los grandes inventos, los deportes, etc.); del
creacionismo, la búsqueda de imágenes y metáforas nuevas; del
cubismo, el interés por la disposición tipográfica y visual del
poema.
Otras propuestas del ultraísmo son la supresión de la anécdota y
el sentimentalismo en la poesía (en coincidencia con la
"deshumanización del arte" propugnada por Ortega y Gasset) y la
tendencia al juego y a la evasión.
En la expresión poética destaca la utilización de metáforas, el
uso de neologismos y de términos técnicos, la omisión de los
adjetivos superfluos y la indiferencia hacia la rima.