El Corazón Según La Biodescodificación

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El Corazón según la Biodescodificación

El corazón pertenece a la “tercera etapa embrionaria”, que es la etapa de Movimiento y Valoración.


En cualquier problema en el corazón, y afecciones coronarias, hay que ver qué conflicto hay con el
movimiento y la valoración.
Tengamos en cuenta que pueden ser conflictos reales o simbólicos. El inconsciente no entiende que
puedas tener un conflicto que no sea real.
Si el conflicto estás en tu cabeza, te imaginas que te va a pasar algo, sientes una fuerte emoción con
algún problema de “movimiento o valoración”, la enfermedad vendrá tratando de resolver el conflicto.
El corazón se le considera la “casa”. Todo conflicto relacionado con tu casa, tu hogar, tu familia, está
afectando al corazón. Para que desemboque en una grave enfermedad tienes que sentir fuertes
emociones o pequeños conflictos mantenidos en el tiempo.
El corazón tiene un simbolismo de Amor y Alegría. Es como un motor que hace circular la alegría
en tu vida.
Cuándo en tu vida no hay amor ni alegría el corazón se retrae y se ralentiza, haciendo que la
circulación sea lenta, y provocando todo tipo de enfermedades cardiacas.
Al corazón le afecta sobre manera el “sobre esfuerzo”. Tener que aparentar. Tener que esforzarse
en aparentar lo que no se es. Ese afán por disimular lo que de verdad eres, lo que sientes, querer caer
bien a los demás, que no se enteren de tu verdadero carácter, de tus defectos. Esto cansa al corazón.
Como el corazón está relacionado con la alegría y con el amor, la carencia de estas emociones
hacen enfermar tu corazón.
No me digas que la vida es triste, que no hay amor en la vida, que no hay motivos para estar alegre…
La vida es como es. Tú interpretación, como ves tú la vida es lo que da el color y cualidad. Hay
personas que no tienen nada y están llenas de amor y alegría. A personas que lo tienen todo y no saben
disfrutar de la vida y no tienen alegría ni amor.
Si no eres capaz de disfrutar de la vida (para eso viniste al mundo) tu corazón te pasará factura. Lo
malo de esto es, que la mayoría de las veces, la factura la pagas con la vida.
Al corazón se le estás dañando y él aguanta, aguanta y un día decide que ya no quiere seguir
sufriendo.
Para prevenir el daño que haces al corazón puedes preguntarte sobre los conflictos que estás viviendo.
Conflictos relacionados con el “territorio” (real o simbólico): mi casa, mi trabajo… con la familia,
como te valoras y cómo sientes que te valoran los demás, problema con los hijos, dinero..Conflictos
con el movimiento: no puedo irme de aquí, aquí no estoy a gusto…
Tu corazón se resiente:
 “He perdido a mi trabajo”
 “Mi mujer me ha abandonado”
 “Mis hijos no quieren saber de mi”
 “Voy a perder mi casa”
Resentir Válvula Mitral:
 “No está el macho cundo se le necesita”
 “No hay un “hombre” en esta familia”
 “Tengo que hacer las tareas del hombre”
Resentir para el Endocardio:
 “Lo que me has hecho, dicho me arranca el corazón”
 “Me han roto el corazón”
 “Mi corazón está destrozado”
Problemas de Miocardio:
 “No me siento suficiente mente fuerte”
 “Mi corazón no aguantará ese esfuerzo”
 “Mi corazón fallará”
Problemas de Pericardio:
 “Voy a morir de un infarto porque en mi familia siempre ha sido así”
 “Esto no lo voy a decir, mi madre seguro le da un infarto”
Ataques al Corazón
Un infarto o ataque al corazón nos está diciendo que no vivimos la vida con alegría y disfrute y nos
centramos demasiado en los problemas materiales.
Se perdió el equilibrio, de disfrutar de las pequeñas cosas, de estar en familia y nos centramos en los
problemas económicos.
Puede haber un sentimiento de sentir que eres rechazado, sobre todo por la familia, eso hace que te
enfades y pierdas la alegría de vivir. Son personas que llevan todo al extremo. Se olvidan de sí mismos
en una lucha, un esfuerzo para que los demás les quieran.
Esta necesidad refleja una desvalorización de sí mismo. Esa valoración la buscan fuera haciendo
tareas para los demás que les desgastan físicamente y emocionalmente.
Son personas que han “cerrado”. Su corazón se ha endurecido y sólo se dejan guiar por su mente. Sólo
cuando el corazón se resiente de este “abandono”, se dan cuenta de que se han perdido de vista, que se
han abandonado.
Todas las enfermedades del corazón denuncian una falta de amor por sí mismo.
Las personas con enfermedades cardiacas suelen ser personas que se han visto obligadas por las
circunstancias de su vida a cerrarse a la intimidad y al amor. Han endurecido su corazón. Y un corazón
duro ya no se abre, se rompe simplemente. Estas personas que no escuchan a su corazón, sólo se dejan
llevar por la razón y la mente, y acaban padeciendo alguna enfermedad del corazón.
La emoción biológica oculta puede ser:
 No tengo amor en mi vida
 No me siento merecedor de amor
 No siento seguridad ni amor por mi
Para liberar esas emociones:
 Aprender a conocerte y valorarte
 Dejar de esforzarte para que te quieran
 Sentir que eres digno de amor por el hecho de Ser
 Abrirte al amor por ti y por los demás
 Trabajar la coherencia mente-corazón
 Trabajar afirmaciones: Soy digno de amor…
Cuando hay Arritmia
La angustia, la pena, la tristeza son las principales causas de la arritmia cardiaca. Todo esto vivido en
silencio puede causar una arritmia. No te calles las cosas. Habla de lo que te angustia, de lo que te
preocupa y saca fuera esa energía que daña tu corazón.
Trombosis coronaria
Es la formación de un coágulo en una arteria coronaria. Esto puede desembocar en un infarto de
miocardio.
El simbolismo es un bloqueo en la capacidad de amar. Puede que la persona esté enfadada, resentida,
ha perdido la confianza en los demás y se bloquea al amor.
Tomar consciencia del momento presente, para soltar viejos resentimientos y desconfianzas, puede
ayudar a que todo fluya desde el momento presente, sin recelos ni bloqueos.
Además de una toma de consciencia y una puesta a punto de creencias sobre ti y los demás, puedes
ayudarte con algún producto natural para mejorar tu corazón.
 Vegetales (espinacas, col rizada, rúcula,  Té verde
brócoli)  Frutas
 Queso bajo en grasa  Verduras
 Soja y derivados  Chocolate negro
 Frijoles blanco  Alcachofas
 Almendras  Lentejas
 Higos  Manzana
 Semillas de sésamo  Vegetales y frutas de la temporada
 Salmón  Fuentes de grasa saludables, como el
 Bayas aceite de oliva
 Té y Blanco  Los frutos secos (nueces, almendras..)
 Té Rooibos  Proteína como pescado
 Poca sal  Plátano
 El orégano  Brócoli
 El eneldo fresco  Tomate
 Tomillo  Calabaza
 Romero  Albaricoques
 Menta
Ejercicios para mejorar el corazón
 Yoga
 Natación
 Taichí
 Atletismo
 Estiramientos
 Caminar
Una vida más saludable, un trabajo personal para cambiar hábitos de alimentación, ejercicio, y un
cambio de mentalidad en el que tu seas la persona más importante de tu vida, te va a ayudar a tener un
corazón fuerte, contento y lleno de vida.
Espero que te haya ayudado leer esto y te pongas en marcha para los cambios que necesitas. Cada paso
hacia tu interior te acerca a ti y a los demás.
Hay que tener en cuanta que el inconsciente no entiende de real o simbólico. Así que, si algo lo sientes
como real, será real para tu inconsciente. Él se encarga de compensar, con enfermedad, lo que como
demanda emocional recibe. Así que, despréndete de todo lo que no necesites, vive sin miedo y con
consciencia cualquier proceso en tu vida.

CORAZÓN: PROBLEMAS GENERALES


(y arritmia y palpitaciones)
Este significado se refiere a cualquier problema que afecta al normal funcionamiento del corazón,
como arritmias, infartos, etc.
1. SIGNIFICADO:
Lo más importante:
Los problemas del corazón te indican una dificultad para darte amor a ti mism@, para nutrirte de
alegría y placer en tu vida cotidiana, y te dicen que crees que debes hacer algo para ser amad@, es
decir, te cuesta creer que te mereces amor solo por ser. La arritmia te indica además que tiendes a no
respetar tus propios ritmos.
Puedes consultar también el significado de: CIRCULACIÓN (Problemas).
Tu verdadero deseo:
Deseas apreciarte más y quererte tal y como eres, haciendo solo lo que te place a tu ritmo, y abrazando
a tu niñ@ interior con amor.
Significado en detalle:
El corazón es el órgano que mueve la sangre por el cuerpo, y la sangre representa la alegría de vivir,
por lo que la persona con problemas de corazón tiene dificultad para quererse lo suficiente y
concederse alegrías, placeres y actividades que le satisfagan, por creer que no merece recibir ese amor
de la vida.
Puede que creas que no puedes soportar bien el sufrimiento emocional o las decepciones de la vida
porque no ves tus enormes capacidades y no te permites ver la fuerza de tu amor.
Si tienes ARRITMIA, es probable que hayas dejado de escuchar el ritmo verdadero de tu corazón, es
decir, lo que tu intuición te susurra con voz tranquila, y estés escuchando demasiado el ritmo de los
demás, yendo demasiado deprisa o más despacio de lo que realmente deseas. Te tomas la vida
demasiado en serio y no respetas tus límites.
Cuando sientes PALPITACIONES, es una indicación de que no estás escuchando bien tus verdaderas
necesidades, y tu corazón te dice: “Estoy aquí, recuerda escuchar tu verdad”.
El mensaje de tu corazón es que necesitas cuidar tu autoestima y respetar tus verdaderas necesidades,
confiando en que mereces cariño y amor solo por ser, tal y como eres, aunque no hagas nada por los
demás o no tengas las cualidades o los bienes que otros esperan que tengas.
El mayor aliado para un corazón saludable es un sano amor, respeto y afecto por uno mismo.
Encuentra las creencias que te impiden amarte tal y como eres… y ¡ámate!

SÍNDROME DEL CORAZÓN ROTO: LAS MARCAS DEL DOLOR EMOCIONAL


El síndrome del corazón roto se manifiesta con los mismos síntomas de un infarto de miocardio pero, a
diferencia de éste, suele revertir de forma espontánea, o tras un breve tratamiento. Se considera una
miocardiopatía inducida por el estrés porque ocurre cuando se produce un incremento significativo de
las hormonas del estrés –como adrenalina y cortisol–, y no por un bloqueo de las arterias como en el
caso del infarto, y el factor desencadenante es una emoción negativa como la ansiedad, el estrés, o el
disgusto causados por una experiencia dramática, como la pérdida de un ser querido.
Un estrés intenso y súbito es la causa de este síndrome en alrededor del 90% de los casos y los
estresantes psicológicos vinculados a su aparición con más frecuencia son la muerte de un ser
querido, el diagnóstico de una grave enfermedad, los problemas económicos o sus causas (un despido,
pérdidas de dinero por el juego), el miedo, la ira, o los problemas sentimentales (separaciones y
divorcios). La actual pandemia por COVID-19 también se ha asociado a un aumento de los afectados.
Las marcas físicas del dolor emocional
Se puede considerar al síndrome del corazón roto como la marca física que un profundo dolor
emocional deja en el corazón de los afectados, ya que el lado izquierdo de este órgano se deforma
temporalmente, y por este motivo los médicos japoneses que identificaron este trastorno por primera
vez, en 1991, lo denominaron cardiomiopatía de Takotsubo (CTT), al observar que la forma que
adoptaba el corazón era similar a la de un recipiente –el Tako-Tsubo– que utilizaban en Japón para
capturar pulpos.
Este síndrome también comparte con el infarto otras características que dificultan mucho su
diagnóstico, como una elevación de las enzimas cardíacas y alteraciones electrocardiográficas, por lo
que los expertos estiman que entre el 1 y el 2% de los casos que se consideran y tratan como infarto
agudo de miocardio (IAM) son en realidad una CTT. El hecho de que el paciente no sufriera una
patología coronaria de base, ni factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, sobre todo si ha
experimentado un acontecimiento estresante previo, pueden hacer pensar que lo que tiene es el
síndrome del corazón roto.
Síntomas y tratamiento del
síndrome del corazón roto
El síndrome del corazón roto
afecta especialmente a mujeres
posmenopáusicas; de hecho, el
perfil de paciente con este
trastorno sería una mujer con una
edad comprendida entre los 60 y
los 75 años, relativamente sana
(no fumadora y con niveles de
azúcar, colesterol y tensión
normales), y que ha sufrido un
evento estresante como la
pérdida de un ser querido, el
diagnóstico de una grave
enfermedad, problemas
económicos, una fuerte
discusión, miedo…, que le ha
provocado un aumento repentino
de los niveles de catecolaminas
en la sangre, unas hormonas que
se liberan en situaciones de estrés
físico o emocional, que aceleran
la frecuencia cardíaca y provocan
la deformidad del músculo
cardíaco.
Los principales síntomas del CTT son dolor torácico, dificultad para respirar, arritmias, mareo, y una
fuerte presión en el pecho. Debido a su relación con el estrés o con un impacto emocional para el que
la persona no estaba preparada, el síndrome del corazón roto es un problema de salud que le puede
ocurrir a cualquiera, sin que existan factores de riesgo o enfermedades previas. La buena noticia es que
el daño que sufre el corazón es transitorio y reversible, y el pronóstico suele ser benigno.
El tratamiento a los pacientes diagnosticados de CTT consiste en la administración de fármacos
betabloqueantes, que actúan bloqueando la acción de la adrenalina y otras sustancias similares. Tras
recuperarse del episodio –normalmente en tres o cuatro días– no es necesario que el afectado siga
tomando medicamentos, pero sí es recomendable que evite, en la medida de lo posible, las situaciones
de estrés, porque el síndrome podría recurrir.

Se puede morir de amor? O, mejor dicho, ¿de desamor? ¿Se puede llegar a morir de pena? Si
atendemos a la literatura universal de todos los tiempos, o escuchamos una canción de cualquier
temática, morir con el “corazón partido” suele ser de una frecuencia preocupante.
Incluso puede que conozcamos de primera mano la historia de alguna persona que ha muerto poco
tiempo después de haber perdido a su ser más querido porque no ha podido superar la soledad.
¿Se puede "romper" un corazón?
Pero ¿refrendan las investigaciones médicas estas creencias generalizadas y ancestrales? La respuesta
podría ser afirmativa, ya que cada vez se están hallando más evidencias científicas.
Desde los años noventa en Japón, y más recientemente en Estados Unidos y en Europa, los
investigadores médicos han prestado atención al síndrome de disfunción apical transitoria o
cardiomiopatía inducida por estrés.
En Japón, esta alteración es conocida como cardiomiopatía de Takotsubo, porque el corazón toma la
forma de una vasija que tiene ese nombre y que es utilizada para atrapar pulpos.
Los investigadores ya distinguen el síndrome
de corazón roto del clásico infarto de miocardio,
con el que solía confundirse
Durante siglos y siglos, se ha identificado el corazón como la sede de los sentimientos.
Actualmente sabemos que el desencadenante de las emociones es el sistema límbico, ubicado en la
zona media central de nuestro cerebro. ¿Quién es, entonces, el verdadero culpable de la muerte por
corazón roto? ¿El corazón o la mente?
Se ha demostrado que existe una autovía de doble dirección que conecta ambos órganos, el cerebro
y el corazón. De hecho, todas las emociones conllevan una alteración más o menos intensa en la
presión sanguínea y en el funcionamiento cardiovascular, lo que justifica sobradamente que el corazón
siga siendo, popularmente, la sede de las emociones.
Pero no debemos confundirnos: lo que puede conducir a la muerte por corazón roto es básicamente el
cerebro, la mente.
Artículo relacionado
Cerebro y emociones
Las emociones, según los descubrimientos más recientes de las neurociencias, se originan a partir de
los estímulos que el cerebro instintivo provoca en el cerebro emocional o sistema límbico.
Eso quiere decir que las emociones son,
en realidad, las respuestas fisiológicas al
embate de un impulso instintivo básico
En el caso de las emociones negativas, estas vienen siempre acompañadas de un importante
incremento en los niveles de la adrenalina, y de las restantes hormonas del estrés, en el torrente
circulatorio.
Como consecuencia, tiene lugar un proceso inflamatorio del corazón que, cuando las cantidades de
hormonas son excesivas o el corazón tiene deficiencias físicas anteriores, puede conducir a la muerte.
El síndrome del corazón roto
El doctor Ilan Wittstein, del prestigioso hospital Johns Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos, ha
señalado las principales diferencias entre un infarto clásico y el síndrome del corazón roto.
De hecho, según los datos recogidos por el doctor Wittstein, es muy probable que entre el 1% y el 2%
de las personas que fueron diagnosticadas de un infarto sufrieran, en realidad, un episodio de síndrome
del corazón roto.
 Esta afección se ha evidenciado en pacientes que no presentaban ningún factor de riesgo
cardíaco y que gozaban de buena salud.
 La concentración de hormonas del estrés presentes en la sangre es el doble o el triple que en
los casos de infarto.
 Asimismo, los patrones de los impulsos eléctricos y de las contracciones del corazón son
muy diferentes.
 En el síndrome de corazón roto, si el paciente no muere en el ataque, el funcionamiento
normal del corazón se recupera en cuestión de días –o, como máximo, en el plazo de unas
pocas semanas–, mientras que la recuperación tras padecer un infarto clásico puede alargarse
durante unos cuantos meses.
Los desencadenantes
Y... ¿qué nos rompe el corazón? Entre los pacientes afectados por corazón roto, se han evidenciado
como posibles causas las más variadas situaciones con una fuerte carga emocional:
Pasar por experiencias como la pérdida reciente de un ser querido, haber protagonizado un accidente
fatal, haber sido víctima de un robo a mano armada...;
Pero también causas aparantemente tan inofensivas como el temor a hablar en público, haber sido
citados a comparecer frente a un tribunal o, simplemente, tener el choque emocional de una fiesta
sorpresa.
En definitiva, el síndrome del corazón roto puede estar ocasionado por cualquier experiencia que
pueda provocar una sobrecarga súbita y excesiva de adrenalina y hormonas del estrés que dañen
los vasos capilares y aturdan los músculos del corazón.
La influencia de la personalidad
También parece bastante clara la influencia de la personalidad en el riesgo de afecciones coronarias.
Una personalidad optimista es una buena protección coronaria; por el contrario, una personalidad
melancólica, colérica o irascible tiene el doble de riesgo de padecer un accidente coronario.
Estar sometido de forma continuada a una situación de estrés también puede rompernos el
corazón. El miedo prolongado o la depresión fuerte y persistente, o el agotamiento sin tregua por un
esfuerzo físico o psíquico excesivo...
Cada vez es más evidente que hay que introducir en esta lista el llamado síndrome del “quemado”
por el trabajo o por cualquier situación de exigencia exagerada –en inglés, burn out–, tan frecuente
entre los ejecutivos adictos al trabajo que no descansan ni un minuto de su vida o en los empleados
sometidos a un intenso acoso y derribo laboral –mobbing–.
Especialmente trágico es el caso de los bomberos que sobreviven a las llamas y a los que,
posteriormente, el estrés les pasa factura.
Pautas de prevención
Cuidar nuestras emociones significa moderar el estrés provocado por el agotamiento, el miedo,
la ira e, incluso, el duelo. Perder a un ser muy querido implica, inevitablemente, sufrir el consiguiente
estrés del duelo. No se puede asumir esta pérdida en unas pocas horas, pero tampoco se debe sucumbir
eternamente ante la desgracia. No hasta el punto de poner en riesgo la propia vida.
La mejor protección contra la muerte
por “corazón partido” es, pues,
el cuidado de las emociones
Es imprescindible no dejarse arrastrar por las emociones negativas fuertes. Para ello, podemos
recurrir al control mental y evitar, así, que se desborden las hormonas del estrés. Sea cual sea la causa
de este nerviosismo extremo, debemos recurrir a estrategias antiestrés para reducirlo.
Saber distraernos con las ocupaciones cotidianas, evocar pensamientos positivos, practicar yoga o
técnicas de relajación… Dicho de otra manera, se trata de evitar a toda costa el secuestro emocional,
ese bucle nocivo en el que una emoción se instala de manera obsesiva y permanente, ocasionando que
las hormonas del estrés se acumulen y afecten la salud de nuestro sistema cardiovascular.
Sabemos que solo hay dos puntos que conducen a la salida de un bache emocional: eliminar la
causa externa que lo ha originado -algo que puede resultar muy complicado en ciertos casos- o
sobreponiendo el control del cerebro racional al cerebro emocional.
En cualquier caso, siempre es conveniente recurrir a las medidas preventivas:
 Hay que vigilar la presión sanguínea con regularidad y si se aprecia alguna anomalía,
recurrir sin dilación a la consulta de un facultativo.
 Tenemos que reaccionar pronta y eficazmente ante cualquier episodio depresivo, por pequeño e
inofensivo que parezca.
 Acudir a un psicólogo o terapeuta antes de que el nivel de estrés perjudique nuestro sistema
cardiovascular.
 Conviene que nos replanteemos nuestro estilo de vida si el estrés empieza a asomar.

Padres, madres y su inclinación al estrés


Está demostrado que la actitud positiva frente al estrés se transmite por empatía de padres a
hijos. La madre, en particular, transmite tranquilidad o nerviosismo a su bebé desde la fase intrauterina
y las eventuales depresiones posparto afectan sobremanera al futuro bagaje psíquico del bebé.
La prevención para disfrutar de un corazón sin fisuras empieza entonces en el ámbito familiar y desde
la más tierna infancia.
Es importante tener en cuenta que los estados de ánimo, tanto los positivos como los negativos, se
contagian
No obstante, prevenir no implica huir de todo compromiso emocional para así evitar el dolor de
no ser correspondido o de ser abandonado en un futuro. Son muchas las personas que, probablemente
de manera inconsciente, huyen del placer presente para evitar un posible dolor futuro. Esta opción
representa vivir a medio gas, y no es garantía de buena salud.
Reconstruyendo un corazón deteriorado
Pero vivir con plenitud y alegría, y desarrollar una actitud optimista, comporta arriesgarse. Y será más
fácil hacerlo si pensamos que, por sólidas que parezcan las corazas protectoras, el destino puede
sorprendernos con un dolor inesperado.
Si algo o alguien nos rompe el corazón en un momento determinado, se trata de saber cómo podemos
recomponerlo lo antes posible, contrarrestando las emociones negativas con dosis de emociones
positivas.
Como dice la sabiduría popular, decantada por siglos de praxis, la mejor manera de cubrir el
agujero dejado por un clavo es con otro clavo. ¿Quién puede reprocharle al amante abandonado que
busque rápidamente un nuevo amor? ¿Quién se puede oponer a que unos padres que han perdido a un
hijo vuelvan a desear engendrar otro pequeño en quien depositar su amor?
Es posible sobrevivir a un corazón roto, tanto física como emocionalmente. Se trata de cerrar ese
capítulo doloroso de nuestra vida para abrir uno nuevo lleno de esperanza. Con creciente ilusión, con
el optimismo de que muchas cosas buenas nos están esperando a la vuelta de la esquina.

BIODESCODIFICACIÓN – HIPERTENSIÓN ARTERIAL / PRESIÓN ALTA


La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento
continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias.
3ª Etapa (Movimiento, valoración)
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?
Si yo presento presión alta, significa que he vivido o estoy viviendo un conflicto de desvalorización
con respecto a mi familia. Esto quiere decir que para mi familia no es importante lo que yo hago, lo
que yo soy, cómo soy, etc.
Es una falta de reconocimiento hacia mí, por parte de mi familia.
También puedo estar viviendo una situación en la que debo aguantar que personas que no me agradan
permanezcan en mi casa, lleguen a vivir a mi casa e incluso que mi familia se relacione con personas
que no son de mi agrado, como novias y novios de mis hijos, esposos o esposas de mis hijos, parejas
de mis hermanos e incluso de mis padres.
Puede ser también, una situación emocional en la que yo me he cerrado al amor.
Tal vez me engañaron y ya no creo en el amor, tal vez me siento viejo para encontrar un nuevo amor,
pero añoro que «alguien» entre a mi casa, a mi corazón a mi familia.
O tal vez, llevo arrastrando por un largo tiempo un viejo problema que me he negado a resolver para
no provocar un conflicto. Soy una persona muy aprehensiva y no logro soltar fácilmente conflictos
del pasado. Evito los conflictos.
Resentir:
«Quiero que me respeten y me reconozcan».
«Quiero echar a alguien de mi casa o de mi familia».
«Quiero que alguien entre a la familia».
«El amor ya no es para mí».
«No recibo el reconocimiento que quiero».
«No quiero provocar conflictos»
La hipertensión en general se considera una «hiper-emotividad», por lo general son personas que se
toman todo muy a pecho, se dejan afectar por lo que los demás digan, opinen, ocurra, suceda y demás.
La hipertensión es un sinónimo de ser «aprehensivo», preocupón. Son personas que reviven sin
parar, situaciones que les recuerdan heridas afectivas no sanadas ni resueltas.
También tienen tendencia a dramatizar las situaciones debido a su gran actividad mental, que les hace
sentir muchas emociones. Son personas muy sensibles, que quisieran ver felices a todos los que la
rodean y eso les crea muchísima tensión pues se presionan para lograrlo.
¿Cuál es la emoción biológica oculta?:
Viejo problema emocional no solucionado.
¿Cómo libero esa emoción biológica?:
Soltando el pasado, hablando de lo que nos lastimó o dolió.
Expresando en todo momento lo que nos molesta.
Desapegándome de personas que no me valoren.
Dejando fluir la vida sin permitirme hacerme más daño.

Cardiopatías o enfermedades cardíacas


Suelen aparecer en personas que, por algún motivo, se han cerrado al amor y a la intimidad. La
biodescodificación afirma que el corazón se ha endurecido, y por eso se rompe. Suelen ser personas
que se dejan llevar por la razón y la mente, y olvidan escuchar a su corazón, que termina enfermando.

Bueno, cada uno es cada cual...


Exacto, mi hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de
nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.
¿Eso es para usted la enfermedad?
Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar
oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo
razonable, se produce un shock.
¿Nace el conflicto?
Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una
tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición
atacaría el hígado.
Póngame otro ejemplo.
Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y
aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.
Pero tener prisa es psicológico.
Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior
del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.
¿Y provoca un síntoma?
Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos
afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.
Dígame.
El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de
limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una
zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.
¿Realidad energética?
Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No
hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento,
consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va
acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.
¿Y es irreversible?
Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el
hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera vez estabas sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no
estás sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada". Cuando lo reconoció, el dolor
desapareció.
A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.
Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística,
a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda
impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.
¿Todo conflicto provoca enfermedad?
No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro
criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.
¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una
desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno
y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el
seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.
¿Estómago e intestino?
No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon
corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: "No me respetan y
me dejan de lado". Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de
desvalorización...
¿Lo adecuado para estar sano?
Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La
gente está mucho tiempo en lo emocional pero son emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar
compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida
se multiplica por dos.
La ira y la violencia se expresan a sus anchas.
Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en
contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay
cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar
conciencia de uno mismo.

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