El Brazo, Morfo
El Brazo, Morfo
El Brazo, Morfo
EL BRAZO
Bíceps: se extiende desde el hombro hasta el codo. Es responsable de la flexión
del codo y de la rotación del antebrazo. El bíceps también ayuda a estabilizar la
articulación del hombro.
Tríceps: se encuentra en la parte posterior del brazo, desde el hombro hasta el
codo. Se encarga de la extensión del codo y ayuda a estabilizar la articulación
del hombro.
Braquial: se encuentra en la parte frontal del brazo y se extiende desde
el hombro hasta el codo. Es responsable de su flexión.
Pronador teres: se localiza en la parte inferior del brazo desde el codo
hasta la muñeca. Se ocupa de la pronación del antebrazo (girar la palma
de la mano hacia abajo).
Flexor carpi radialis: se sitúa en la parte inferior del brazo, desde el codo
hasta la muñeca. Es responsable de la flexión de la muñeca y de la
desviación radial (mover la muñeca hacia afuera).
Extensor
Nervio musculocutáneo.
Nervio radial.
Nervio cubital.
Nervio mediano.
Arteria braquial.
Arteria radial.
Arteria cubital.
Vena cefálica.
Vena basílica.
Osteologia (huesos de la región)
Articulación humero-radial
Articulación humero-cubital
Además de esto el cúbito y el radio también crean una articulación cerca del
codo y se conoce con el nombre de "radio-cubital proximal" que permite que los
huesos puedan conectarse entre sí por una red de ligamentos que consiguen
una óptima fijación. Dentro de esta estructura se encuentra el líquido sinovial,
un fluido viscoso que se encuentra en las articulaciones y permite su óptima
movilidad.
La artrología del brazo se refiere al estudio de las articulaciones que componen
esta región del cuerpo humano. El brazo está compuesto por varias
articulaciones importantes que permiten su movimiento y función adecuada.
2. Articulación del codo: Esta articulación está formada por tres huesos: el
húmero, el cúbito y el radio. Permite la flexión y extensión del antebrazo.
MIOLOGÍA
Se denomina miología a la rama de la anatomía centrada en los músculos. La
anatomía, en tanto, es la ciencia dedicada al análisis de la forma y la estructura
de los seres vivientes.
En el caso de la miología, se trata de un área de la denominada anatomía
descriptiva: la especialización de la anatomía que estudia al cuerpo
dividiéndolo en aparatos o sistemas. El objeto de interés de la miología son los
músculos, órganos que se componen de fibras contráctiles.
Objetivos de la miología
La miología se encarga de la identificación y localización de cada músculo,
considerando su origen, su inserción y su inervación. También detalla su
accionar y los movimientos que puede realizar. Cabe resaltar que los músculos
se estiran y se acortan a modo de respuesta frente a un estímulo nervioso.
Esto es posible gracias al tipo de tejidos y de células que lo conforman.
Propiedades funcionales de los músculos
La miología, en este marco, estudia las propiedades funcionales de los
músculos, que son diversas y nos hablan de la forma en la que actúa cada uno.
A grandes rasgos, podemos decir que experimentan un estiramiento y luego
una contracción, como resultado de algún estímulo nervioso. Para ello
aprovechan las fibras contráctiles que los componen. Veamos a continuación
las funciones más importantes:
Aponeurosis:
En anatomía, una aponeurosis es una membrana fibrosa formada
principalmente por fibras de colágeno que tiene la función de servir de inserción
a algunos músculos esqueléticos.1 Debe diferenciarse de la fascia, que es una
formación membranosa que delimita o rodea diferentes estructuras anatómicas,
entre ellas los músculos. Las aponeurosis son desde el punto de vista
histológico semejantes a las de los tendones comunes, pero tienen menor
inervación e irrigación sanguínea.
Función
Las aponeurosis sirven principalmente para unir músculos planos a otras partes
del cuerpo, aunque pueden unirse entre ellas mezclando sus fibras
Localización
En la especie humana se encuentran principalmente en las regiones
abdominal, lumbar, palmar, plantar y en algunos músculos de la cara y el
cráneo.
La arteria radial discurre a lo largo del lado lateral del antebrazo y suministra
sangre a la muñeca y la mano.
Estas dos arterias son vitales para garantizar una adecuada circulación
sanguínea en el brazo y la mano, así como para el correcto funcionamiento de
los tejidos y órganos involucrados. En cuanto a las venas del brazo, las más
relevantes son la vena braquial, la vena cefálica y la vena basílica. La vena
braquial se encuentra en la parte interna del brazo y corre paralela a la arteria
braquial. Es responsable de drenar la sangre desoxigenada de los tejidos del
brazo y llevarla de vuelta al corazón. La vena cefálica, por su parte, se ubica en
la parte externa del brazo y es visible en muchos individuos. Esta vena también
drena la sangre de los tejidos del brazo y se une con la vena axilar. Por último,
la vena basílica se encuentra en la parte posterior del brazo y se une a la vena
braquial.
La inervación del brazo está a cargo de varios nervios que transmiten señales
eléctricas desde el sistema nervioso central hacia los músculos y la piel de esta
región. Los principales nervios involucrados en la inervación del brazo son:
2. Nervio radial: Inerva los músculos extensores del brazo, como el tríceps
braquial, así como los músculos extensores del antebrazo y los músculos de la
mano. También proporciona inervación sensorial a la parte posterior del brazo,
antebrazo y mano.
4. Nervio cubital: Inerva los músculos flexores profundos del antebrazo y los
músculos intrínsecos de la mano. También proporciona inervación sensorial a
la parte medial del antebrazo y a los dedos meñique y anular.