Musser Altekrueger Una Excursion Final Kleine Auflösung

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 206

Ricarda Mu s ser & Peter A ltekrüg er

Una excursión al colorido mundo


de la novela popular española:
LA COLECCIÓN
FERNANDO EGUIDAZU
Ricarda Musser & Peter Altekrüger (eds.)

Una excursión al colorido mundo


de la novela popular española:
la Colección Fernando Eguidazu
Una publicación del Ibero-Amerikanisches Institut Preußischer Kulturbesitz
(Instituto Ibero-Americano de la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano).
Las ilustraciones en el tomo provienen, salvo indicación contraria, de la
Colección Fernando Eguidazu de la novela popular española del Ibero-Amerikanisches Institut (IAI).
Derechos de autor de las imágenes, salvo indicación contraria: IAI.

Concepción: Ricarda Musser & Peter Altekrüger


Redacción: Daniel Cuesta Ágredo
Diseño y composición del tomo: Claudia Bachmann
Traducción del alemán:
Raquel García Borsani (Prólogo, textos de Peter Altekrüger, Thomas Bremer y Ricarda Musser)
Luis Miguel Isava (texto de Susanne Klengel)
Imagen de portada: Collage de objetos de la Colección Fernando Eguidazu

Primera edición: 2021


ISBN: 978-3-935656-79-5
© Ibero-Amerikanisches Institut Preußischer Kulturbesitz,
Potsdamer Str. 37, 10785 Berlin

Con el patrocinio de la Bundesbeauftragte für Kultur und Medien, BKM


(Encargada del Gobierno Federal de Alemania para Cultura y Medios de Comunicación).
ÍNDICE

Prólogo
Ricarda Musser & Peter Altekrüger___________________________________________________ 5

Historia de una colección


Fernando Eguidazu_________________________________________________________________ 8

De un tesoro que quería irse a Berlín


Peter Altekrüger__________________________________________________________________ 13

Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas.


Un paseo por la Colección Fernando Eguidazu
Susanne Klengel__________________________________________________________________ 18

Las estrategias publicitarias y de venta de las novelas


populares en España
Thomas Bremer___________________________________________________________________ 28

Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas


sobre casos criminales como parte del sensacionalismo
periodístico
Ricarda Musser___________________________________________________________________ 35

Literatura infantil y juvenil en la


Colección Fernando Eguidazu
César Sánchez Ortiz_______________________________________________________________ 42

La novela popular argentina en la


Colección Fernando Eguidazu
Gloria Chicote____________________________________________________________________ 50

Imágenes de la Colección Fernando Eguidazu_____________________ 60

Autoras y autores ________________________________________________________ 202


Prólogo
Ricarda Musser & Peter Altekrüger

La relación entre las bibliotecas científicas y la literatura popu-


lar ha sido, por mucho tiempo, distante. Esas revistas baratas, y
encima a veces con imágenes eróticas y en colores chillones, no
tenían por qué ocupar los estantes de las instituciones consagra-
das al arte y al saber, ni siquiera cuando, como en el caso de las
bibliotecas nacionales, mediase una clara orden de coleccionarlas.
Por su parte, las bibliotecas públicas y los círculos de lectores
tuvieron un vínculo más distendido con estas publicaciones. Los
fascículos, adornados frecuentemente con cubiertas llamativas,
pasaban de mano en mano hasta que un día debían dejar el campo
a nuevas publicaciones o estaban tan gastados por el uso, que ya
no valía más la pena conservarlos. Ambas situaciones resultaron
por igual desfavorables para la transmisión de la literatura popu-
lar del siglo XIX y de las primeras décadas del XX.
Muchos de los fascículos, folletos, materiales publicitarios y
anuncios editoriales conservados hasta hoy, sobrevivieron gracias
al empeño coleccionista de particulares que alimentaron sus co-
lecciones privadas en los quioscos o saliendo a la búsqueda de
tesoros por mercados callejeros o librerías de viejo. Felizmente,
algunas de esas colecciones vinieron a dar por un camino u otro El encapuchado n.° 1: Iblis (s.a.)
a la Biblioteca del Instituto Ibero-Americano en Berlín y hacen
parte de los materiales más solicitados a nivel internacional entre
nuestros fondos. La primera, que abrió la serie ya en 1939, fue
la Biblioteca Criolla, reunida por el antropólogo alemán Robert sus aproximadamente 50.000 objetos será esto posible en el futuro.
Lehmann-Nitsche en Argentina y que contiene publicaciones de La colección abarca materiales a partir de la segunda mitad del
cultura popular del Río de La Plata. En la década de 1960 llegó siglo XIX y hasta la década de 1980. En ella se encuentran tanto
a la institución una colección que fue la base para la Colección los antecedentes, así como la historia misma de la literatura po-
Literatura de Cordel de Brasil. En 2016 se adquirió la Colección pular española. ¿De qué se trata realmente?
Osvaldo Molina, de Argentina, que contiene discos de goma laca, En una definición más acotada del fenómeno ‘literatura
discos de larga duración, discos compactos y notas musicales del popular’ hay al menos dos aspectos a considerar. Por un
tango en Argentina. Finalmente, entre 2018 y 2019, se obtuvo la lado, deberán determinarse los criterios formales y de con-
Colección Gérard Borras con rollos para pianolas, discos de goma tenido característicos de los textos de literatura popular. Por
laca, discos de larga duración, notas musicales y revistas de texto el otro, deberá […] adicionalmente a esa determinación del
provenientes del Perú. objeto, concurrir también una determinación de orden prag-
La pasión coleccionista fue contagiosa y llevó al IAI a seguir mático, performativo […]: la literatura popular no se define
completando dichas colecciones y además, a construir nuevas, solamente a partir de sí misma, sino constantemente también
como son los casos de la Colección Revistas teatrales y novelas según cuándo y bajo qué condiciones algo es recibido y ofre-
cortas argentinas y de la Colección de Estampados mexicanos. cido como literatura popular, por lo tanto en cuáles prácticas
¿Y España? Aunque en muchos casos las publicaciones espa- culturales las obras han sido incorporadas. […] Para esta de-
ñolas habían sido el modelo de la producción editorial en Hispano- finición de la literatura popular no será suficiente investigar
américa y si bien existían engranajes muy estrechos entre los sólo la difusión (numérica), dato indudablemente necesario,
mercados libreros a ambos lados del Atlántico, lo cierto es que has- ni tampoco considerar sólo la estructura de los textos. La
ta hace muy poco esas relaciones no se reflejaban en los fondos naturaleza intrínseca del objeto y las formas de su divul-
de la Biblioteca del IAI. Gracias a la adquisición de la Colección gación y recepción, aspectos semánticos, formales y prag-
Fernando Eguidazu de la Novela Popular Española en 2017, con máticos deberán ser observados en forma conjunta. […] Con

5
El Coyote n.° 1: La vuelta del ‘Coyote’ (s.a.) El cuento semanal n.° 247: Los aventureros del gran mundo (1911)

El pirata negro n.° 1: La espada justiciera (1946) La novela de hoy n.° 1: El momento dificil (1922)

6 Prólogo
esta doble definición a través de texto y de praxis, la litera-
tura popular se diferencia tanto de la llamada literatura ’de
entretenimiento’, que (supuestamente) se define solamente
por las infracciones o errores del objeto, como así también de
la literatura de masas, definida exclusivamente por el grado
de su difusión. […] La literatura popular pertenece al pa-
radigma de lo escrito. Busca tener una gran difusión, puede
que se ocupe de temas de interés general, pero es producida
por individuos (o grupos pequeños de individuos) para mu-
chos. La literatura popular, como también otras formas de
cultura popular, es un ‘child of technology’, consecuencia
de una tecnologización de los medios de comunicación que
acompaña los procesos de industrialización y urbanización
(Huck 2011: 44-46).

Según Alberto Álvarez Sánchez-Insúa, la novela popular es-


pañola en formato de serie atravesó tres fases evolutivas. La
primera se abre con La novela ilustrada: publicación periódica
económica a partir de 1884, que dirigía el escritor Vicente Blasco
Ibáñez y cuyos fascículos se vendían a 35 céntimos el ejemplar.
Generalmente contenían obras traducidas. La segunda fase se
inicia con El cuento semanal, a partir de 1907. El editor Eduardo
Zamacois apostó de manera consecuente por obras inéditas de
autores españoles contemporáneos, y con ello incidió notable-
mente tanto en el desarrollo de la literatura de España, como en
el desarrollo de una demanda de literatura nueva del propio país
por parte del público lector. A esta fase corresponde también La
novela corta, que apareció desde 1916 y habría de convertirse
en una de las series de novela corta de mayor tirada del país. La
Novela semanal (1921) y la Novela de hoy (1922) corresponden
al comienzo de la tercera fase, caracterizada por el contrato de La novela semanal n.° 1: Alma gitana (1910)
exclusividad bajo el que pasaron a producir los escritores, lo cual
contribuiría considerablemente a la profesionalización del nego-
cio literario (Sánchez Álvarez-Insúa 2001: 11-13).
Para el coleccionista Fernando Eguidazu “los períodos 1900- pasear por las estanterías de la colección alguien simplemente
1936 y 1940-1950 son los más interesantes y de más valor en toma en su mano un fascículo, un bolsilibro o una hoja suelta y
la historia de nuestra novela popular” (Eguidazu 2008: 13). En la hojea un poco, acá y allá. Los editores desean brindar una pri-
quioscos y librerías, continúa Eguidazu, había en las primeras mera oportunidad de orientación para navegar a través de esta
décadas del siglo XX una cantidad casi infinita de fascículos de colección única y, a su vez, hacer una invitación para emprender
todo tamaño y tapas de colores, esperando a sus lectores para nuevas expediciones.
atraparlos y llevarlos a mundos llenos de aventuras. En los fas-
cículos se unían las tradiciones de las novelas por entrega de la
Europa del siglo XIX, con el nuevo fenómeno de las dime novels Bibliografía
importadas de los EE.UU. (14). En la década de 1940, después del
fin de la Guerra Civil, la literatura por fascículos ofrecía una posi- Eguidazu, Fernando (2008): Del folletín al bolsilibro. 50 años de
bilidad más que bienvenida de evadir la dura realidad. Cobró así novela popular española. Madrid: Silente.
gran importancia y una notable presencia en la sociedad. De esta
época datan también “los pocos mitos que nuestra novela popular Huck, Christian (2011): “Was ist Populärliteratur? Oder doch
ha tenido”: El Coyote, El Pirata negro y El Encapuchado (20-21). eher, wann ist Populärliteratur?“, en: Lüdeke, Roger (ed.): Kom-
La variedad temática de la novela popular es gigantesca. Cubre munikation im Populären. Interdisziplinäre Perspektiven auf ein
desde temas históricos y nacionales, hasta la novela de aventuras, ganzheitliches Phänomen. Bielefeld: transcript, 43-66.
la de amor, la del salvaje Oeste, y también novelas policiales, de
deporte, de piratas y de espías. Sintetiza películas nacionales e Sánchez Álvaro-Insúa, Alberto (2001): “Prólogo“, en: Correa Ra-
internacionales, concediendo un espacio privilegiado al cine po- món, Amelina: El Libro popular. Madrid: CSIC, 11-14.
pular, a la vez que se asegura, a lo largo de decenios, entusiastas
compradores y aficionados para cada uno de sus temas.
El presente volumen se entiende como una aproximación a
la Colección Fernando Eguidazu. Muestra, en forma de primera
guía, cuáles materiales se abren para la investigación cuando al

Ricarda Musser & Peter Altekrüger 7


Historia de una colección
Fer nando Eguidazu

© Fernando Eguidazu

Hace unos años, décadas después de que comenzara a coleccionar de acceso que el coleccionista actual utiliza para conseguir estas
novelas populares, me di cuenta, como tantos otros coleccionistas, novelas. Pregunté en muchas librerías de viejo ’serias’, que eran
de que yo no tenía una colección, sino que la colección me tenía las únicas que entonces frecuentaba, pero en ninguna encontré
a mí. nada ni me dijeron dónde podía encontrarlo. Y experimenté en-
Para entonces había llegado a reunir una enorme cantidad de tonces uno de los sentimientos que eternamente acompañan al
novelas y folletines, decenas de miles de ejemplares. Mi colección coleccionista: la frustración. Esa sensación de contrariedad y
se había convertido en una de las mayores de España, sin lugar disgusto que produce no encontrar la pieza buscada.
a dudas la mayor en cuanto a extensión, pues abarcaba desde Sentiría esta misma sensación muchas otras veces a lo largo
mediados del siglo XIX hasta finales del siglo XX. Había y hay de mi vida de coleccionista. Cuando no conseguía encontrar un
otras de similar tamaño, pero ninguna que cubriese un período ejemplar determinado que me faltaba, cuando oía a otro colec-
tan amplio. cionista alardear de sus posesiones, superiores a las mías, cuando
Mi colección ocupaba centenares de metros de estanterías. otro más afortunado o más veloz se llevaba delante de mis narices
La tenía colocada en doble fila en mi biblioteca, y amontonada una novela que yo también quería … Afortunadamente, con el
en cajas guardadas en armarios por todas partes, en mi casa de tiempo serían mucho más abundantes los momentos de felicidad,
Madrid y en otra casa que tengo a unos kilómetros de la ciudad. esos momentos en que se disfruta el placer de encontrar un ejem-
Era enorme. Pero lo más notable era que crecía casi sin que yo plar largo tiempo buscado.
hiciera nada. Yo seguía comprando en ferias, mercadillos y libre- En la eclosión de mi colección tuvo mucho que ver un amigo.
rías (cada vez menos, porque cada vez era más difícil encontrar Era, de hecho, uno de mis mejores amigos. Con la llegada de la
ejemplares nuevos), pero eran los propios libreros, que ya me co- democracia a España había sido nombrado Ministro, y a mí me
nocían, quienes me llamaban cada vez que les entraba algún lote incorporó a su equipo en el Ministerio como Director General. Él
de novelas, de forma que no tenía ni que molestarme en hacer era un modesto aunque entusiasta coleccionista, pero no tenía
visitas a sus establecimientos. Así pues, mi colección había ad- tiempo para andar rebuscando por las ferias y mercadillos, así que
quirido vida propia. Si la característica esencial de los seres vivos me pedía a mí que le buscase las novelas que le interesaban. Yo lo
es la de reproducirse, mi colección sin duda lo era. hacía, le compraba novelas, y al mismo tiempo compraba también
Mi vida de coleccionista comenzó a muy temprana edad. En- para mí.
tre las lecturas de mi niñez y adolescencia (que incluían a Verne, Recuerdo que la primera gran compra que le hice (y que apro-
Salgari y las historias de Guillermo Brown) figuraban también las veché también para hacer otra similar para mí) fue una valiosa
novelas del Coyote, del Encapuchado, de los Hombres Audaces, y colección de ciencia ficción de los años cincuenta. Se la compré a
de las numerosas colecciones de bolsilibros del Oeste que por en- Luis Esquiró, un importante y conocido vendedor que vivía cerca
tonces se vendían en los quioscos. Luego, cuando me hice mayor, de Madrid. Esquiró era vendedor asiduo en todas las Ferias de
aquel tipo de literatura dejó de interesarme, aunque conservé bas- Libro Antiguo que se celebraban por España (Madrid, Barcelona,
tantes de aquellas novelitas como recuerdo de mis años juveniles. Sevilla, Valencia…), donde su caseta era cita obligada para los
Y aquí se abrió un paréntesis en mi vida en que la literatura coleccionistas, pero la mayor parte de sus ventas las hacía de forma
popular estuvo por completo ausente. Lecturas bastante más ’se- directa. No solía recibir a compradores en su casa, de forma que
rias’ reclamaban mi interés. Pero algo sucedió cuando yo tendría en mi caso hizo una excepción (con el tiempo me convertiría en
unos veintisiete o veintiocho años. Recuerdo que entonces un un muy buen cliente suyo, y estableceríamos una cierta amistad).
día, he olvidado cuándo y porqué, me entró una renovada curio- Su casa se alzaba en un terreno de regulares dimensiones rodea-
sidad por aquellas novelas de los héroes del ’pulp’ (Doc Savage, do de un alto muro. Para llegar al edificio había que atravesar una
La Sombra, Bill Barnes…) de la colección Hombres Audaces que avenida flanqueada por una hilera de jaulas en la que unos perros
había leído de niño y que desgraciadamente no conservaba. Me enormes ladraban furiosamente al visitante y se asomaban a los
puse a buscarlas por las librerías de Madrid. Yo entonces no co- barrotes abriendo las fauces como si quisieran devorarle (Esquiró
nocía a ningún coleccionista, no sabía que los domingos en el Ras- compaginaba su negocio de compraventa de novelas y tebeos con
tro se vendían novelitas populares, no conocía ninguna librería la cría de mastines españoles). En cuanto a la casa, un edificio
especializada, ni existía todavía la Feria del Libro Antiguo. algo destartalado, estaba literalmente inundada de tebeos, re-
Tampoco existía Internet. No tenía, en suma, ninguna de las vías vistas, álbumes de cromos y novelas populares. No en vano era el

8
A hacerme un hueco en ese mundo contribuyeron mis libros
sobre la literatura popular española. En el ámbito de mi profesión,
yo había publicado ya unos cuantos libros y muchos artículos
sobre economía. Y conociendo cada vez mejor el mundo de la
novela popular española, no pude resistir la tentación de escribir
sobre ella también. El resultado fueron unos cuantos libros que
me ayudaron a ser conocido dentro del mundillo de los coleccio-
nistas.
Otra circunstancia me fue también de gran ayuda. Por aquel
tiempo asumí la dirección general de una empresa que tenía dele-
gaciones en todas las principales ciudades de España, y ello me
obligó a viajar con frecuencia. Y aproveché estos viajes para re-
correr las librerías de viejo de cada ciudad que visitaba. Especial-
mente Barcelona, donde llegué a localizar hasta seis librerías que
se dedicaban total o parcialmente a la novela popular, además de
la Feria del Libro Antiguo que se montaba en el Paseo de Gracia
en primavera y otoño, y del mercadillo de San Antonio de los do-
mingos. Pero también otras ciudades: Valencia, Bilbao, Sevilla …
De todos mis lugares de aprovisionamiento, donde más
novelas compré fue en la librería Utopía de Madrid. Estaba es-
pecializada en novela popular, tebeos antiguos, cromos y libros in-
fantiles. Se decía que sus fondos procedían de la compra, tiempo
atrás, de la enorme colección de Antonio Peiró, un coleccionista
ya fallecido (en realidad el comprador fue Luis Esquiró, inicial
socio de la librería). No sé si es cierto, pero el hecho es que Utopía
tenía muchísimo material. Yo me acostumbré a ir allí todos los
© Fernando Eguidazu
meses, y siempre salía con alguna adquisición. Luego, con el
tiempo, el propio dueño de la librería me llamaba cuando con-
seguía alguna novela o colección que sabía que me interesaba. Fui
cliente asiduo de Utopía durante más de veinte años, hasta que
vendedor más importante que en aquel momento había en Espa- cerró.
ña (creo que lo sigue siendo). Pasé allí horas, no solo comprando En Barcelona me convertí también en buen cliente de dos li-
sino, sobre todo, curioseando sus enormes fondos y hablando brerías, La Bola y El Racó del Coleccionista. Tenían muchas cosas,
con él de nuestra pasión común. Compré la citada colección a mi y les compré también mucho, aunque no tanto como a Utopía.
amigo, y me hice yo también con unas cuantas piezas. Y last but not least, estaban las ferias especializadas (Pa-
Mi amigo era tremendamente competitivo, siempre quería ser perantic y Lettera se llamaban) que un par de veces al año se
el primero en todo, y en este caso también pretendía que su co- celebraban en Madrid y Barcelona y que convocaban a libreros
lección fuese mejor que la mía. Ambas colecciones crecían, pero y vendedores de toda España. Yo procuraba ir el primer día a
la mía iba siempre por delante. Eso le desesperaba. Arreciaba en primera hora para que nadie me pudiera pisar la mercancía, pero
sus compras, y ello me obligaba a mí a hacer lo mismo. Así que como otros coleccionistas habían pensado lo mismo, el resultado
con esa cariñosa rivalidad mi colección creció notablemente du- era que corríamos nerviosamente entre los puestos para que no
rante aquellos años. Luego, desgraciadamente, mi amigo murió se nos adelantasen los demás. Allí el más veloz y más despierto
(muy joven), y yo, que para entonces tenía ya una colección res- era el que se llevaba las mejores piezas.
petable y tenía inoculado el virus incurable del coleccionismo, Hacia finales de los años noventa del pasado siglo mi acti-
seguí comprando. vidad de coleccionista se amplió a otros países. Por mi trabajo,
Descubrí que en el mercadillo del Rastro de los domingos se tuve en esta época que viajar con frecuencia a la Argentina. Yo
solían instalar, en una plaza llamada Campillo del Nuevo Mundo, sabía que aquel país había vivido una gran actividad editora de
unos cuantos tenderetes de tebeos y novelas populares, y allí novelas populares en los años veinte, treinta y cuarenta, muy re-
empecé a ir regularmente a rebuscar entre los puestos callejeros. lacionada por cierto con el mundo editorial español (unas cuantas
Por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid instituyó la costumbre editoriales españolas, como Juventud, Molino o Bruguera, habían
de celebrar la Feria del Libro Antiguo, con unas casetas que se editado en la Argentina), así que, aprovechando mis viajes, me
montaban en el Paseo de Recoletos en mayo y septiembre y en dediqué a recorrer las librerías de Buenos Aires. Me sucedió em-
las que se instalaban libreros de viejo de toda España. Y además pero, lo mismo que en mis inicios en Madrid: no encontraba nada
conseguí localizar alguna librería de viejo especializada en novela en ninguna de las librerías de viejo que localizaba. Y así siguió
popular. Y conseguí también entrar en contacto con unos cuantos durante un tiempo con mi natural desánimo hasta que de pronto,
vendedores particulares. Y fui conociendo a otros coleccionistas y de forma casi milagrosa, las puertas se abrieron. A través de un
con los que intercambiar novelas e información. De ese modo, coleccionista amigo pude entrar en contacto con un viejo aficio-
poco a poco, me fui integrando en el cerrado mundo de los colec- nado argentino con el que llegaría a tener buena amistad, y que
cionistas de novela popular. me dio la dirección de dos pequeñas librerías que yo no conocía,

Fernando Eguidazu 9
y que se dedicaban en parte a la novela popular. Y, lo más im-
portante, me puso en contacto con un librero llamado Eduardo
Orenstein que tenía un enorme almacén en el barrio de Flores.
Era espantosamente caro, pero tenía muchísimas cosas.
También en Buenos Aires logré poco después hacer realidad
uno de los sueños de todo coleccionista: encontré una mina. No
recuerdo a través de qué contacto, conocí a una persona (se llama-
ba Hamlet Peluso) que tenía en su casa una buena cantidad de
novelas de la Editorial Molino Argentina. Se las había comprado
a los herederos de un viejo coleccionista y estaban nuevísimas.
Muchas daban la impresión de que ni siquiera se habían leído.
Y entre aquel cúmulo de novelas había unas cuantas joyas: la
colección completa de las “Narraciones Terroríficas”, que era una
colección inencontrable, un auténtico tesoro perseguido por todo
el mundo; la edición argentina completa de los Hombres Audaces,
mucho mayor que la edición española; la colección de La Novela
Deportiva, otra serie inencontrable, escrita por José Mallorquí…
Me costó una fortuna, pero me lo llevé todo. E hice bien, porque
nunca he vuelto a encontrar todo este material reunido, y menos
en tan buen estado. En especial la legendaria colección de las
Narraciones Terroríficas.
Mi amigo argentino me dijo también que en La Cueva, una
de las dos librerías cuya dirección me había dado, tenían muchas
cosas en el sótano, fuera de la vista de los clientes normales. Y en
consecuencia, y haciendo uso del nombre de mi amigo, solicité
y obtuve acceso a aquel lugar reservado. Fue otro gran hallazgo.
© Fernando Eguidazu
Tenían unas cuantas colecciones de la Editorial Molino Argentina,
en excelente estado. Sospecho que tenían la misma procedencia
que el material de Hamlet Peluso. Ambos lo debían haber com-
prado a la misma familia que, por alguna razón, había reunido
todo lo publicado en la Argentina por la citada editorial. lidado ya cierta amistad, y me imagino que Esquiró pensó que,
Este tipo de hallazgos como los que acabo de comentar son si tenía que desprenderse de parte de sus tesoros, en ningunas
los que cimentan el placer del coleccionismo. Los que compensan manos estarían mejor que en las mías. El caso es que no perdí un
tantas horas de búsqueda, tantas frustraciones, tantos recorridos minuto en visitarle (se había mudado a una nueva casa, grande y
estériles por mercados y librerías. bonita, en las afueras de Brunete, un pueblo cercano a Madrid).
Mi colección, como supongo que sucede con todas, creció Le compré algo así como treinta o cuarenta colecciones de folle-
poco a poco, mediante un goteo constante de compras en libre- tines (a precio astronómico, eso sí), y con ello mis fondos expe-
rías, mercadillos y ferias, intercambios con otros coleccionistas rimentaron un salto decisivo. Ahora sí podía afirmar que tenía la
y compras a vendedores particulares, mes a mes, año a año. Pero colección de folletines mayor y mejor del país.
también, como supongo sucede a todos los coleccionistas, de vez Esta compra masiva, junto con los hallazgos en Buenos Ai-
en cuando pude hacer una compra excepcional, de las que supo- res, fueron hitos importantes en la construcción de mi colección.
nen un salto cualitativo y cuantitativo importante. A mí me suce- Pero no fueron los únicos ni los mayores. Aún tendría la fortuna
dió dos veces, ambas en Buenos Aires, que son las que acabo de de vivir, nada menos que dos veces, la materialización del sueño
citar. Pero no fueron las únicas. Habría que añadirles una compra dorado de todo coleccionista.
masiva que hice al comerciante y coleccionista Luis Esquiró al que Todo coleccionista, en efecto, vive con un sueño que sospecha
antes me he referido. imposible pero que le ilusiona: encontrar un día, en algún lugar
Aquello debió suceder hacia el año 2007 o 2008. Esquiró inesperado, en una olvidada librería de provincias, en el desván
tenía una gran cantidad de colecciones de folletines del primer de alguna casa, en el domicilio de otro coleccionista fallecido, una
tercio del siglo XX, similar en tamaño y calidad a la mía. Ambas masa ingente de novelas, un tesoro comparable al de la cueva de
eran, de lejos, las mayores y mejores de España. Y como sucede Alí Babá. Todos hemos fantaseado con ese milagro, aun siendo
en estos casos, él tenía colecciones que a mí me faltaban, y yo conscientes de que nunca sucede, de que no es más que una
tenía otras que le faltaban a él. Hasta entonces nunca las había fantasía, un sueño imposible.
puesto a la venta. Le gustaban mucho, y es lógico, pues estos Pues bien, a mí me sucedió. Y no solo una, sino dos veces.
folletines tienen un encanto especial, y son harto difíciles de en- La primera debió ser hacia 1998 o 1999. Uno de mis provee-
contrar, de forma que se comprende que quien haya formado una dores habituales, Alberto ’el Colorines’, que tenía un puesto de
colección se resista a desprenderse de ella, por muy comerciante venta de novelas y cromos en el Rastro, me dijo que un conocido
que sea. Pero me imagino que en aquel momento Esquiró debía suyo, coleccionista, había fallecido y sus herederos querían des-
necesitar fondos por alguna razón. El caso es que me llamó para prenderse de su biblioteca de novela popular. Fui a su domicilio,
ofrecerme la venta del material que me faltaba. Habíamos conso- una vivienda bastante humilde en un barrio también humilde de

10 Historia de una colección


© Fernando Eguidazu © Fernando Eguidazu

Madrid. La vivienda estaba materialmente abarrotada de novelas. ediciones españolas de Fantômas, Rocambole, y Sherlock Holmes,
Solo verlo daba gloria. Me pasé allí casi un día entero. colecciones casi desconocidas de los años cuarenta… Me pasé un
Luego los resultados no fueron tan fructíferos. Casi todo lo día entero admirando y hurgando aquel tesoro. Las novelas que
que allí había eran cosas que yo ya tenía, y además en no muy compré llenaron cinco cajas de regular tamaño. Hice más viajes a
buen estado. En consecuencia, no fue mucho lo que llegué a com- Barcelona para seguir expurgando aquel increíble hallazgo, y en
prar. Pero lo cierto es que aquel era el tipo de hallazgo mágico al cada uno regresé con varias cajas. En total, me llevé varios miles
que antes me he referido. de ejemplares. No sabría decir cuántos exactamente, pero calculo
Mucho más espectacular sería otro que tuve la suerte de vivir que serían unas treinta cajas de novelas y folletines.
años después. En marzo de 2009 falleció Salvador Vázquez de El precio que pagué por todo aquello fue bastante moderado.
Parga, un conocidísimo coleccionista y erudito. Tenía una fabulo- Me cupo por ello la satisfacción de que pude enriquecer notable-
sa colección de tebeos y novelas, incluyendo la mayor colección mente mi colección a un coste razonable, y además la viuda de
de España de novela policíaca, y había escrito unos cuantos libros Vázquez de Parga obtuvo unos ingresos bastante superiores a los
sobre literatura popular. Al morir, su viuda decidió vender la co- que le hubiera ofrecido cualquier librero.
lección, y de inmediato todos los libreros de Barcelona cayeron Aquella compra fue, en cierto sentido, el canto de cisne de mi
por allí cual manada de lobos. Afortunadamente para mí, Váz- colección. Seguí comprando nuevos ejemplares poco a poco, y la
quez de Parga tenía un ayudante que convenció a su viuda de colección siguió creciendo en cantidad. No mucho, porque cada
que lograría un mejor precio si en lugar de vender la colección vez me resultaba más difícil encontrar ejemplares que no tuviera,
en bloque a un librero, vendía las novelas directamente a otros y por añadidura el material a la venta era cada vez más escaso.
coleccionistas. Y a través de amigos comunes, el soplo me llegó a Y si la colección ya no crecía demasiado en cantidad, menos lo
mí. Salí corriendo a Barcelona, y me planté en la casa de Vázquez hacía en calidad. Para entonces había cubierto ya todo lo que de
de Parga antes de que la viuda pudiese cambiar de opinión. verdadero interés se había publicado.
Lo que encontré en la casa superaba todo lo que me había po- A finales de la década del 2000 mi colección me resultaba ya
dido imaginar. Su colección era enorme. Había novelas en todas inmanejable. Tenía graves problemas de espacio. Y por otra parte,
las habitaciones, no solo en los dos salones (uno convertido en me empezaba a preocupar su futuro. Reunirla me había costado
almacén) y el despacho, sino en los dormitorios, en los pasillos e años de trabajo, y mi ilusión era que el día de mañana me sobre-
incluso en los cuartos de baño y la cocina. Algo increíble. Pero a viviese. El mundo de la novela popular es muy poco conocido en
diferencia de la casa del barrio madrileño, allí había auténticas España, y entre las razones de este desconocimiento, una (y no
joyas. Había miles de folletines, centenares de novelas de colec- la menor) era la ausencia de fondos a disposición de los investi-
ciones rarísimas de las primeras décadas del siglo XX, primeras gadores. Mi ambición era que mi colección sirviese para paliar

Fernando Eguidazu 11
© Fernando Eguidazu

ese problema. Que se convirtiese en un referente, en un lugar de 2018. Fue una lástima, pero al menos sirvió para que ampliase mi
visita obligado para todo aquel que quisiera estudiar la literatura colección hasta cubrir un período total de siglo y medio (1850-
popular española. Por suerte, pude llegar en 2009 a un acuerdo 2000) de literatura popular española.
con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que había creado la La posterior venta de mi colección al Instituto Ibero-Ameri-
Casa del Lector en Madrid, y que en 2011 recibió mi colección en cano de Berlín puso punto final a mi vida de coleccionista. Pero
depósito con el compromiso de catalogarla, escanearla y abrirla fue un final feliz. Me desprendí de mi colección, pero aseguré,
al público. como yo siempre había deseado, su supervivencia. Quedó a salvo
El traslado de mi colección a la Casa del Lector resolvió mis de la disgregación. Conservó su nombre como Colección Fernando
problemas de espacio, y ello me animó a ampliar mis compras a Eguidazu de novela popular. Y quedó en manos de una institu-
las novelas publicadas en los años posteriores a 1960. Era un ma- ción prestigiosa, en manos de quienes la apreciaban y harían
terial menos interesante. A partir de dicho año la novela popular posible su difusión y utilización por los investigadores.
española había iniciado su decadencia. Se publicaron cosas inte- Viene a mi memoria el ex libris de la legendaria biblioteca de
resantes, pero cada vez menos. Aparecieron escritores meritorios, Hernando Colón, el hijo del descubridor de América: “D. Fernando
pero muy pocos. Y por esa razón yo me había desentendido de Colón, hijo de D. Cristóbal Colón, Primer Almirante que descubrió
aquella época. Ahora, libre ya de limitaciones de espacio, y dado la India, dejó este libro para uso y provecho de todos sus prójimos,
que ya no encontraba prácticamente nada de épocas anteriores rogad a Dios por él”. Ese deseo de que su biblioteca sirviese “para
(tenía ya casi todo), me animé a ampliar el ámbito de mi colección uso y provecho” de los demás es el mismo que yo siempre he
al período comprendido entre 1960 y 2000. Peiné a conciencia el tenido para la mía.
Rastro madrileño (lo publicado en ese período era menos difícil
de encontrar), y llegué a comprar varios miles de novelas de esos
años.
Lamentablemente el acuerdo con la Fundación Germán Sán-
chez Ruipérez no tuvo continuidad. Por problemas de la Fun-
dación que no hacen al caso, interrumpieron la catalogación y
cerraron el acceso al público de la colección. Se limitaron a con-
servarla en custodia, al menos por el momento, eso sí, bien pro-
tegida. Pero aquello se había convertido para mí en, simplemente,
un almacén gratuito donde guardar mis novelas, y eso ya no me
interesaba. Así que finalmente dimos por cancelado el acuerdo en

12 Historia de una colección


de un tesoro que quería irse a Berlín
Peter Altekrüger

En el verano de 2017 recibí un correo electrónico de un librero de


Sevilla informándonos de una colección privada que había sido
puesta a la venta. Un coleccionista buscaba una institución que
quisiese adquirir su colección completa, pues deseaba que en lo
posible se mantuviese íntegra.
Ese tipo de ofertas no es raro, sin embargo, el interés que
despiertan en las bibliotecas suele ser discreto. Por lo general,
buena parte de esas colecciones, ya se encuentra disponible en
bibliotecas especializadas o éstas simplemente no se ajustan al
perfil de la institución. Para el Instituto Ibero-Americano (IAI)
son interesantes aquellas colecciones privadas cuyo 20 % no esté
aún en sus fondos; la intención, sin embargo, no es la adquisición
de todo el conjunto, lo cual suele ir en contra de los intereses del
coleccionista o de sus herederos. No obstante, para una biblioteca
especializada es siempre muy valioso poder completar sus fondos
propios. Las personas dedicadas a coleccionar, y también las de-
dicadas a la investigación, cuentan generalmente con redes de
contactos y canales de abastecimiento propios para sus coleccio-
nes privadas a los que las bibliotecas públicas y científicas no
tienen acceso, motivo por el cual esas colecciones privadas suelen
albergar materiales menos conocidos y de mucho interés.
La Biblioteca del IAI se encaminaba justamente a comple-
mentar su acervo de revistas de teatro españolas de la primera
mitad del siglo XX, digamos que para compensar su voluminosa Fundación Sánchez Ruipérez
Colección de revistas teatrales y novelas cortas argentinas1. La
orientación temática de la colección privada ofertada nos fascinó
inmediatamente: la novela popular. Tal fascinación no era casual.
La Biblioteca del IAI puede preciarse de disponer de algunas de de España y de América Latina, así como formas modernas de
las más importantes colecciones de literatura popular latinoame- literatura popular, como cómics, novelas gráficas, obras de ciencia
ricana. Se trata de colecciones en parte adquiridas también a par- ficción y fantasía épica, literatura de horror o fanzines.
ticulares (mencionemos en especial la Biblioteca Criolla de Robert Las primeras informaciones sobre la colección se mantenían
Lehmann-Nitsche de la región del Río de la Plata), o de colecciones bastante generales, pero de todas maneras despertaron nuestro
reunidas a lo largo de muchos años, como la ya mencionada Co- interés. ¿Sería que habíamos dado con una colección casi perfec-
lección de revistas teatrales y novelas cortas argentinas, o también ta para complementar nuestros fondos y constituirse en un con-
la colección brasileña Literatura de Cordel, los impresos mexicanos trapeso a los materiales ya disponibles de literatura popular de
del Taller de Vanegas Arroyo—entre los que destacan las ilus- América Latina y del Caribe? Y ello justamente en un momento
traciones de José Guadalupe Posada—, o libretos de zarzuelas en que el interés de la investigación por estos géneros literarios
crece enormemente.
Siguió un intercambio de mails, nos llegaron más informacio-
1 El IAI ha reunido una colección de aproximadamente 6.500 publica- nes, finalmente una descripción inicial de la colección y el nom-
ciones argentinas en formato fascículo—revistas teatrales y novelas bre del coleccionista. La colección se atribuía ser la mayor colec-
cortas—de comienzos del siglo XX, que generalmente contienen por ción privada conocida de novela popular española, contando con
lo menos una pieza teatral o una novela. Las más conocidas entre aproximadamente 50.000 objetos del período entre 1850 y 1980.
ellas son Bambalinas, Escenas o la Novela Semanal, todas aparecidas
Los materiales iban desde novelas por entregas, así como volantes
en Buenos Aires. Esa colección se halla disponible, entre tanto, tam-
bién en formato digital en: https://digital.iai.spk-berlin.de/viewer/ hasta ahora desconocidos publicitando la suscripción a esas nove-
collections/argentinische-theater-und-romanzeitschriften. las, además de impresos de una página, novelas de más de 4.000

13
Así las cosas, nada nos pareció más sensato que reservar un
vuelo económico a Madrid para ver con nuestros propios ojos la
colección y conocer personalmente al coleccionista. Ello se pro-
dujo finalmente en septiembre de 2017. El objetivo de nuestro
viaje de dos días a la capital española era inspeccionar la colec-
ción. Como director de la Biblioteca del IAI viajé en compañía de
una bibliotecaria de nuestro grupo de trabajo regional especiali-
zado en España, quien estaría en condiciones de buscar en el ca-
tálogo de nuestra biblioteca y eventualmente podría confeccionar
inventarios. Bien provistos del catálogo de la Biblioteca del Insti-
tuto Ibero-Americano en los discos duros de nuestros notebooks,
nos pusimos en camino.

Mágica revelación en cajas


de color blanco …
El librero sevillano había organizado y acordado la reunión, y
también estuvo presente para inspeccionar la colección. La cita
fue en la misma puerta de la Casa del Lector en el Centro Cultural
Matadero. Allí por fin conocimos personalmente al coleccionista:
Fernando Eguidazu Palacios2. A Fernando le brillaban especial-
mente los ojos mientras hablaba de la colección, con ese orgullo
de padre que todo coleccionista siente por sus ‘hijos‘. La colección
se hallaba elegantemente guardada dentro de cajas blancas, a su
vez expuestas en grandes vitrinas en el primer piso de la Casa del
Lector. Sólo una porción reducida de la colección podía ser vista
directamente. Llegó entonces el gran momento. Se abrieron las
vitrinas. Una magia flotaba en el aire. Los coleccionistas y los bi-
bliotecarios tienen, por cierto, mucho en común: comparten una
Casa del Lector misma alegría ante libros fuera de serie, revistas raras y objetos
excepcionales. Una hilera aparentemente infinita de cajas blancas
aguardaba a ser abierta y, del interior de cada una surgía, desple-
gado, el mundo en colores alegres de la novela popular. Yo jamás
páginas, las primeras revistas de novelas cortas—como la llamada había visto una colección de tales dimensiones y tampoco había
Museo de Novelas de 1883—pasando por todas las formas de la considerado que fuese posible. Lo supimos a primera vista: esta
literatura de quiosco, hasta el bolsilibro de las décadas de 1960, colección encajaba perfectamente en la Biblioteca del Instituto
1970 y 1980, así como los fanzines de las últimas décadas. Desde Ibero-Americano y conformaría un notable enriquecimiento de
el punto de vista temático, se encuentra allí todo lo que alguien los fondos de literatura popular de España como contraparte de
pueda llegar a imaginarse, desde las primeras novelas policiales es- las colecciones latinoamericanas. Y sin embargo, increíblemente,
pañolas, historias de aventuras y de amor, novelas de piratas y del faltaba que viésemos todavía algo que incrementaría nuestra
salvaje Oeste, novelas de suspenso en ambiente histórico, novelas euforia interior. En tanto curador responsable de las publicaciones
de guerra y de espionaje, así como un amplio panorama de litera- argentinas en la Biblioteca del IAI, yo estaba naturalmente también
tura de ciencia ficción, fantasy, horror y vampiros, por mencionar muy expectante respecto a la parte de publicaciones argentinas
algunos géneros. Nos pareció una virtud adicional especial que la de la colección. Ya mientras abrían las primeras cajas, creí que mi
colección no se hubiese limitado a España, sino que contara con una corazón dejaba de latir cuando vi las Narraciones Terroríficas, la
sección, si bien más reducida, dedicada a Argentina, México y Cuba. legendaria revista de ciencia ficción de Buenos Aires, completa
La colección estaba alojada en la Casa del Lector del Centro y casi como recién salida de imprenta. Yo había podido reunir,
Cultural Matadero en Madrid, un complejo edificio que antes fue
un matadero y tras una espectacular remodelación fue rehabilitado
en 2007. La colección había sido entregada en forma de préstamo
2 https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Eguidazu_Palacios
por la entidad privada Fundación Sánchez Ruipérez. Fernando Eguidazu es, además de coleccionista, autor de libros, no
Tras el fallecimiento del fundador y la modificación de la sólo de ciencias económicas, sino también de obras de referencia so-
orientación financiera y de contenidos de la Fundación Sánchez bre la literatura popular de España: Del folletín al bolsilibro. 50 años
Ruipérez por parte de los herederos, ésta dejó de tener interés de novela popular española 1900-1950; Biblioteca Oro. Editorial Mo-
en prorrogar el préstamo acordado. Tal situación constituye un lino y la literatura popular 1933-1956; La novela popular en España
(bajo el seudónimo de Fernando Martínez de la Hidalga); La ciencia
verdadero problema para un coleccionista privado, sobre todo si ficción española (bajo el seudónimo de Fernando Martínez de la Hi-
aspira a que la colección se conserve completa en la medida de lo dalga); y su obra magna de 2021: Una historia de la novela popular
posible y accesible al uso público. española (1850-2000).

14 De un tesoro que quería irse a Berlín


a lo largo de muchos años y con gran esfuerzo, tres ejemplares minó que el contrato para la entrega de la colección se pudiese
individuales para la Biblioteca, y ahora se mostraba ante nuestros firmar recién a comienzos de agosto de 2018. Justo a tiempo, pues
ojos un juego completo, hermosísimo. No me fue fácil mantener la colección debía ser retirada de la Casa del Lector antes del fin
una cara de indiferente jugador de póker para no exteriorizar de- de septiembre. Siguió todavía un procedimiento de adjudicación
masiado el júbilo, la euforia interior que me poseía: al fin y al para el embalaje y transporte de la colección a Berlín, una habilidad
cabo tras una inspección tienen lugar las negociaciones para una técnico-administrativa propia del oficio, a fin de cuentas.
posible adquisición. Tuvimos otras conversaciones con Fernando,
todas muy agradables, sobre el origen y la historia de la colección.
Y después nos regresamos a Berlín, por supuesto no sin antes
nuevamente en Madrid
visitar diversas librerías madrileñas y realizar otras adquisiciones Por fin estaba todo listo. Los contratos, firmados; las autoriza-
para el IAI. Lo que quedó de la visita de inspección fue la firme ciones, obtenidas; la empresa de mudanzas, contratada. El 26 de
voluntad de asegurar esa colección para Berlín. septiembre Fernando y yo estábamos en Matadero a la espera
del camión de Berlín, que llegó por fin con mínimo retraso, tres

a través de la jungla personas y muchas cajas de cartón para mudanzas. Fue desagra-
dable la sorpresa que nos dio la administración del Centro Cultu-
administrativa ral Matadero al no permitir el ingreso del camión al recinto del
complejo. Se nos dijo que estaba prohibido el acceso de camio-
Empezó entonces una etapa de mucho trabajo de escritorio, de nes. Nos resultó poco comprensible que camiones matriculados
negociaciones y correspondencia con Fernando, pero sobre todo en España sí tuvieran permiso para ingresar. Tras buscar larga-
de esa ardua, invisible labor en segundo plano, que a menudo de- mente, se pudo hallar un lugar apropiado para estacionar el ca-
manda meses. Convencer de la importancia de la colección a las/ mión, a unos 400 m de distancia de la Casa del Lector. El embalaje
los colegas del IAI fue la parte más sencilla. Más esfuerzo requirió se hizo rápidamente. En ello procuramos conservar el orden de
reunir las fundamentaciones necesarias y los informes de peritaje ubicación que ya tenía la colección y que era según épocas. Nos
sobre la colección. También hubo que obtener las autorizaciones de favoreció que los materiales estuviesen depositados en las cajas
las distintas administraciones para llevar adelante las negociacio- blancas. Cabían 13 de ellas en cada caja de mudanzas sin llegar
nes y la aprobación de la sección jurídica para cerrar el contrato. a pesar demasiado. Embalar todo y cargar las cajas en el camión
Y después estaba todavía la parte de la política. Las elecciones en demandó hasta el mediodía del día siguiente. Cuando la última
Alemania para el Parlamento Federal se acercaban y con ello un caja de mudanzas—fueron en total 407—fue colocada en la caja
período de presupuesto provisorio en la administración pública del camión, Fernando y yo sentimos en enorme alivio. A mí me
que impide que se celebren nuevos contratos. Esa demora deter- tocó entonces enfilar directamente al aeropuerto.

“La colección se hallaba elegantemente guardada dentro de cajas blancas...”

Peter Altekrüger 15
Federal de Alemania para Cultura y Medios de Comunicación
(BKM) haya aprobado un proyecto para la digitalización de los ma-
teriales del siglo XIX. Aproximadamente 175.000 páginas serán
digitalizadas y puestas a disposición del público en forma gratuita
durante 2021 en las colecciones digitales del IAI3. Estamos desa-
rrollando más ideas para solicitar financiación de terceros para la
digitalización de la colección, con especial foco en los materiales
de las primeras décadas del siglo XX. Nos proponemos dar acceso
también digital a todas las secciones de dominio público de esta
colección única. Así, por ejemplo, también en 2021 se digitaliza-
rá la ya mencionada revista Narraciones Terroríficas, con finan-
ciación de la Asociación de Apoyo al IAI Förderkreis des Ibero-
Amerikanischen Institutes Preußischer Kulturbesitz zu Berlin e. V.
En el presente, a las bibliotecas no solamente les compete cla-
sificar y poner a disposición del público sus materiales. También el
marketing tiene una enorme importancia. El desafío es no esperar
más a que las/los investigadoras/es vengan a la biblioteca, sino
La emblemática revista argentina: Narraciones Terroríficas alcanzarles en forma activa las informaciones sobre las coleccio-
nes y los fondos. Para ello nos valemos no solamente de la página
web y de artículos en nuestro blog, sino que nos presentamos en
eventos y en publicaciones como la que tiene usted en sus manos.
Finalmente en Berlín Ya en el Congreso de la Asociación Alemana de Hispanistas que
tuvo lugar en Berlín en 2019, presentamos la colección al público
Después de más de un año transcurrido en negociaciones, lici- especializado a través de visitas guiadas, invitamos expresamente
taciones y autorizaciones, la Colección Fernando Eguidazu de la a quienes investigan en este campo y distribuimos informaciones
Novela Popular Española—ese es ahora su nombre oficial—arri- relevantes en las distintas redes. Estamos preparando además
bó sana y salva el 1° de octubre de 2018 al Instituto Ibero-Ame- nuevas publicaciones y una exposición sobre el tema.
ricano. Descargarla no llevó mucho tiempo: las cajas de mudanza Un aspecto particularmente importante que complace a todo
fueron colocadas sobre plataformas conservando el orden que coleccionista que ha logrado ubicar su colección en forma dura-
tenían las cajas blancas en las vitrinas en Madrid, lo que hizo dera en una biblioteca, es que la Colección Fernando Eguidazu
mucho más sencilla la tarea de colocar los materiales luego en de la Novela Popular Española es considerada ahora no como un
los estantes. Habíamos dispuesto como albergue provisorio para conjunto cerrado, sino como el genial punto de partida para una
la colección una estación transitoria en el depósito. Con ello ampliación y complementación de sus materiales. Ello atañe no
quisimos garantizar que la colección pudiese ser inspeccionada solamente a las obras del siglo XIX en el marco del proyecto de di-
y utilizada inmediatamente por las personas investigadoras, sin gitalización, sino particularmente también a las publicaciones del
obligarles a esperar a que se terminasen las tareas de clasificación siglo XX. Muchas de las coloridas series de novelas de literatura
y catalogación. de quiosco están ya completamente disponibles; otras, solamente
Desempacar y colocar los materiales en los estantes llevó
varios meses. Lamentablemente no pudimos seguir usando los
miles de cajas blancas. Un análisis químico de su lámina plástica,
realizado por el Laboratorio de Investigación Rathgen de nuestra
fundación, arrojó como resultado que las cajas no eran adecuadas
para archivar materiales y que desencadenaban distintos proce-
sos químicos de envejecimiento en el papel.

¿Y cómo sigue esto?


Una vez desempacada la Colección Fernando Eguidazu de la
Novela Popular Española, el trabajo de la Biblioteca no estaba
terminado, sino que recién ahí empezaba. La catalogación e in-
corporación de los materiales a nuestros fondos demandará años
de labor. Téngase en cuenta que el volumen total de la colección
corresponde a la magnitud de trabajo realizado por todo el per-
sonal de nuestra Biblioteca durante un año entero. Pero a partir
del año 2021 una bibliotecaria se encargará mayoritariamente de
este trabajo de registro. Transporte de la colección a Berlín
La catalogación no es más que un aspecto del trabajo por ve-
nir. Ha sido un golpe de suerte que la Encargada del Gobierno 3 www.iaidigital.de

16 De un tesoro que quería irse a Berlín


¡La colección finalmente en Berlín!

representadas por algunos números de la serie. El mercado de La adquisición de la Colección Fernando Eguidazu de la No-
librerías de viejo ya no es tan productivo, pero todavía es posible vela Popular Española ha sido sólo el comienzo del proyecto de
dar con objetos sueltos para ampliar o completar esta colección mejorar en forma sostenible para los próximos decenios las posi-
excepcional, bien sea en las librerías de viejo en Madrid o a través bilidades de investigar la literatura popular española en la Biblio-
de plataformas virtuales como Iberlibro.com o todocoleccion.net. teca del IAI. El desafío es no sólo preservar lo ya existente, sino
Otra sección en la que estamos concentrando nuestra atención, la constante ampliación y desarrollo ulterior de la colección de la
es la increíble diversidad de los bolsilibros de los años 60 y 70 novela popular, así como la mejora continua de las posibilidades
del siglo XX. Solamente Corín Tellado, la gran autora de novela de acceso a los materiales por parte de la investigación y del pú-
rosa y además la escritora en lengua castellana que más libros ha blico interesado.
vendido jamás, publicó más de 5.000 libros y ninguna biblioteca Quisiera terminar con mi agradecimiento a Fernando, quien
dispone de la colección completa. No hay que olvidar la era de las nos ha confiado esta colección y quien, también después de en-
novelas del Oeste, de ciencia ficción o las novelas de espías o po- tregárnosla, sigue apoyándonos siempre. Gracias, Fernando.
liciales; enumerar los temas de la literatura popular es una tarea
sin fin. Pero, si unos años atrás estos bolsilibros se amontonaban
de a cientos en las mesas de las librerías de viejo, lo cierto es que
cada año la oferta es menor y resulta más difícil acceder a estos
para la investigación. La pandemia del coronavirus ha interrum-
pido las posibilidades de comprar los materiales directamente en
España, no obstante, en 2020 la Biblioteca del IAI pudo realizar
notables ampliaciones de sus fondos en el ámbito de la literatura
popular española y en lengua española. Además de una colec-
ción de ciencia ficción que abarca casi 7.000 obras—la Colección
Rafael Esteban Catalán de ciencia ficción—fue posible adquirir
también cientos de diferentes fanzines provenientes de España
en tanto formatos relativamente nuevos de la literatura popular.

Peter Altekrüger 17
Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas
Un paseo por la Colección Fernando Eguidazu
Susanne Klengel

L’œil existe à l’état sauvage. André Breton, Le Surréalisme


et la Peinture (1928/1965)

El último día del 2019 decido hacer un paseo por el Tiergarten, en más profundos de deseos, miedos, sueños. La mágica contigüidad
Berlín, para despedir el año. El paseo me conduce al depósito del de temas exóticos y de potentes tipos de imprenta que toman la
Instituto Ibero-Americano donde me encuentro de pronto en me- forma de títulos sugerentes, de figuras intrépidas, de motivos y
dio de un parque de diversiones rodeada de bandidos y detecti- colores nos promete vislumbrar un paraíso de constelaciones sur-
ves, superhombres y vampiros, cowboys, indios, mujeres depor- reales, que esperan por nuevas lecturas e interpretaciones.
tistas, divas y vampiresas. Autobuses fantasmas atraviesan ese Así pues, mientras la investigación científica se reserva para
espacio, el aire está poblado de islas voladoras, rayos misteriosos, futuros estudios, demos espacio en lo que sigue a esta mirada
águilas de fuego. Cada rincón de este lugar reclama atención. fenomenológica y por momentos surrealista. Deambulando por el
En los estantes del depósito yacen los tesoros de literatura depósito de la biblioteca, a la vez como cazadora y coleccionista
popular de Fernando Eguidazu, un economista español y apasio- o incluso como soñadora, esbozo un primer paisaje fragmentario
nado coleccionista de la literatura en fascículos aparecida desde de impresiones visuales y temáticas que ofrece esta colección de
finales del siglo XIX. Desde hace poco su gigantesca colección fascículos. ¿O es la atención flotante la que de entrada conjura
se conserva en el Instituto Ibero-Americano y aguarda por in- tales escenarios? Estos impulsos alientan en todo caso un pensa-
vestigadoras e investigadores interesados en sus historias y sus miento más analógico que sistemático y se asocian rápidamente
contextos histórico-culturales. En mi breve flânerie de fin de con recuerdos de lecturas, observaciones e investigaciones pasa-
año intento discernir dos posibles vías de acceso a la asombrosa das que van a dirigir mi siguiente excursión.
colección.
Me parece reconocer en el coleccionista una apasionada as-
piración a la completitud, consciente de que el suyo es un campo
extenso e inestable. Los fascículos eran un producto masivo, lo didáctica literaria, amantes,
que significa asimismo que fácilmente fuesen considerados papel
viejo y que, una vez leídos, se los usara quizá para encender el
aventureros
fuego o para cosas semejantes. La acumulación de tantos fascícu- El diseño de la serie La novela corta es lo primero que capta el
los muestra el sello de un coleccionista en extremo constante y ojo. Se trata de un programa literario serio, didáctico en ediciones
comprometido. Su deseo de abarcar en su totalidad estas publi- económicas, publicadas por José de Urquía entre 1916 y 1925 y
caciones en serie, a menudo semanales, y quizá incluso todo el dirigido a un público hasta entonces ajeno a la literatura, como
campo de la literatura popular, constituye un enorme estímulo e una rápida mirada al estudio de Roselyne Mogin-Martins (2000)
interés para una investigación amante de la lectura e inquisitiva. lo confirma. Los retratos de los rostros de los autores, meticu-
Ya en una búsqueda bibliográfica preliminar doy con estudios losamente recortados sobre un fondo iluminado, sobresalen muy
académicos individuales que pueden ayudar a las/los investi- plásticamente en un formato algo mayor al DIN A5 (148 × 210
gadoras/es a continuar echando luz sobre estas publicaciones mm). Los señores miran en su mayoría seriamente – sólo uno ríe
populares: por ejemplo, los trabajos publicados en la Colección en 1916/17– y rápidamente surge el deseo de descifrar nombre
Literatura Breve, editada por el Consejo Superior de Investiga- y obra de los autores. Se siente uno impelido a recordar los foto-
ciones Científicas de Madrid. Incluso el propio coleccionista, montajes de las vanguardias. ¿Entablan esos señores entre sí un
Fernando Eguidazu, publicó en 2008 el ensayo Del folletín al venerable diálogo literario? ¿Conformaban estos fascículos, tan
bolsilibro: 50 años de la novela popular española (1900 -1950), minimalistas como poderosamente efectivos, en los cofres y las
que fue distinguido en 2009 con el Premio Ignotus al mejor libro cómodas de una población apenas educada una biblioteca en es-
de ensayo del año… Pero en tanto flâneuse entre los estantes, pañol de ‘literatura de calidad’? ¿Se conservaban estos fascículos
vuelvo de nuevo la mirada a los fascículos mismos. literarios antes que otros porque parecían tan dignos de respeto?
Otra mirada guiará ahora mi interés: se dirige, de manera ex- Esto nos preguntamos y con seguridad encontraremos en el estu-
clusivamente fenomenológica, a la existencia concreta del mundo dio de Roselyne Mogin-Martins muchas respuestas instructivas.
multicolor y variado de los fascículos. Muy pronto nos conmueve Junto a este notable proyecto de divulgación literaria se en-
su materialidad en papel y nos arrastra la fascinación del mundo cuentran series con obras de la literatura mundial en traducción
de las imágenes de las portadas. Al mirar y hojear surgen fugaces española, por ejemplo, de Julio Verne, Robert Louis Stevenson,
recuerdos de la infancia; imágenes enigmáticas, visiones de amor Arthur Conan Doyle, Émile Zola, Alexandre Dumas, Honoré de
y terror preparan el placer de mirar y nos adentran en territorios Balzac y Harriet Beecher Stowe (con su novela La cabaña del tío

18 Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas 18


La novela corta, números de los años 1916 y 1917

Susanne Klengel 19
Tom). Sin embargo, al mismo nivel que los clásicos, una cantidad
de otros héroes (apenas alguna heroína, sin embargo) pueblan
los estantes: detectives internacionales y bandidos, cowboys y
vampiros, intrépidos aventureros y superhombres. Tienen nom-
bres como Miráculas (“El hombre de las mil y una maravillas”),
Maciste, Pete (“El pintoresco y popularísimo chino compañero del
inolvidable Sheriff Arizona Jim”), Ito Naki (“El genial detective
japonés”, “la encarnación viviente del moderno detectivismo”) o
Dick, el detective más pequeño del mundo. Se llaman Zïngomar
(“El bandido”), Enigmas (“El bandido invisible”), Rifle Certero o
El Coyote. El bien y el mal son aquí claros criterios discriminato-
rios, pero no habría buenas historias sin los geniales y brutales
malhechores. De ese heroísmo contradictorio dan cuenta enig-
mática y drásticamente las ilustraciones de las cubiertas.

Miráculas, número 20 [s.a.] (“Scientific-City” por Henri de Volta)

Pete, número 3 [s.a.] (“Seis Cabezas Cortadas“ por Everet [!] Green,
ilustraciones por Pedraza)

Enigmas. El Bandido invisible, número 5 [s. a.]


(“Enigmas cumple su palabra”)

20 Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas


Sorprende lo escasa que se presenta, al menos a primera Por lo visto el delincuente elegante y astuto hacía también
vista, la literatura sobre viajes cósmicos a los confines del uni- de las suyas entre el público lector en español. En la Colección
verso, lo que quizá obedezca a las preferencias del coleccionista. Eguidazu se encuentran por lo menos dos doppelgänger del ban-
Abundan, por el contrario, novelas rosas –historias de amor cuya dido francés.
presentación visual resulta más bien convencional a la mirada
surrealista–, así como las novelas eróticas, publicadas bajo el
seudónimo El Caballero Audaz, del diligente escritor y periodista
José María Carretero. Además, se encuentran en los estantes una
gran cantidad de novelas del Oeste o westerns.

Logo editorial con el emblema de El Caballero Audaz (José María Carre-


tero), en: Los 13 (publicación semanal literaria), año 1, número 13, 1933

zïngomar y compañía
Fântomas, número 1, 1911 (Wikimedia commons)
En este punto mi flânerie me pone ante una pista transnacional
que me gustaría explorar más intensivamente. Me lleva a los ini-
cios del Surrealismo que, como es sabido, contribuyó mucho y
muy temprano a la valorización de la cultura popular en la mod-
ernidad occidental. Los surrealistas parisinos se sintieron fasci-
nados por una figura de la literatura popular cuya repercusión
mundial también encuentro en esta colección. Se trata del ban-
dido de las novelas policiales de Marcel Allain y Pierre Souvestre,
Fantômas, cuyas huellas aparecen tanto en la poesía como en el
arte del surrealismo. Las novelas de Fantômas aparecieron men-
sualmente de febrero de 1911 a septiembre de 1913, para lo cual
los autores se sirvieron, en vista de los requerimientos de la pub-
licación masiva, de la más reciente técnica del dictáfono, como
lo indica Petr Král en su entrada sobre Fantômas en el Diction-
naire général du Surréalisme et de ses environs (1982: 163). En
2011 la editorial suiza Epoca publicó por primera vez, con motivo
del centenario del personaje, la traducción al alemán de una de
las novelas de Fantômas (Ein Zug verschwindet; original Le train
perdu). Todavía hoy, dice la contratapa del libro, está “lleno de vi-
talidad, el señor del horror, el maestro del terror, el enmascarado
que deambula por los techos de París planeando siempre nuevas
fechorías”. Sin embargo, quizá fue el cine aún más importante
para su éxito internacional: Fantômas se inmortalizó primero en
los cinco filmes de Louis Feuillade (1913/14), que se convirti-
eron en un temprano éxito de taquilla, y luego, más en clave de
comedia, en los años 60 en los filmes con Louis de Funès en el
papel del inspector Juve. Zïngomar, número 1, [s.a.]

Susanne Klengel 21
Enigmas. El bandido invisible, números 1-7, 19 y 21 [s.a. ¿posteriores a 1915?)

22 Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas


El Fantasma de Santhomas, números 1-4, [s.a.]

Susanne Klengel 23
Las novelas policiales que más se asemejan a la apariencia del
modelo francés son las escritas por Gastón Hervert (¿un seudó-
de mujeres deportistas,
nimo, quizá?) con el título Zïngomar (acentuado con la diéresis
como signo de distinción), que no presentan fecha de publica-
vampiresas y mujeres de bien
ción. Como Fantômas, también Zïngomar se cierne amenazante entre la dictadura, la
desde el horizonte, como una figura agigantada, elegantemente
vestida de negro y con antifaz, sobre la ciudad de París (también república y el franquismo
la cubierta de la primera edición española muestra la metrópolis
francesa en una ilustración casi idéntica). Pero el Zïngomar espa- Luego de mis numerosos encuentros con bandidos y detectives
ñol lleva pistola y, aún más elegante que Fantômas, guantes blan- internacionales, hombres heroicos, que buscan el bien y el mal,
cos. Posteriores investigaciones habrán de demostrar la medida me pongo en busca de las mujeres y las encuentro no muy ale-
en que también los contenidos se asemejan. jadas, pero en otros contextos históricos. Observemos, para fi-
Otra serie que parece inspirada en el elegante e inescrupulo- nalizar, la revista semanal de gran formato Lecturas que aparecía
so bandido francés es la colección Enigmas. El bandido invisible. como publicación complementaria de la revista para mujeres El
También aquí se aprecia en segundo plano un paisaje urbano que Hogar y La Moda (ya desde 1917, según recientes constatacio-
sin embargo no remite a la silueta conocida de ciudad alguna. nes). También esta longeva revista, que sobrevivió el siglo XX y
El invisible bandido de Enigmas sostiene como Zïngomar en la hace poco pudo haber celebrado el centenario de su aparición,
mano una pistola, pero en lugar de un antifaz lleva una capucha; merece el interés de los investigadores, sobre todo desde una per-
y sobrepasa por mucho –eso nos dice el texto publicitario de la spectiva tanto de historia de género como de historia de la cultura
contracubierta de uno de los fascículos– a su colega Fantômas y y la lectura. En este punto sigue una breve excursión a través
a otros en genialidad y crueldad: de las ilustraciones de portada para enfatizar la evidente trans-
Ni las espeluznantes hazañas de Rocambole, ni las desco- formación en las imágenes de mujeres dibujadas o fotografiadas
munales de Fantomas, ni los brutales crímenes de Jaime el a partir de la mitad de los años 20. El año 1927 salta a la vista
Destripador, ni toda la larga serie de aventuras que andan es- como el año de la mujer deportista y mundana: es independiente
parcidas por los libros de Europa y América, tienen punto de y consciente de sí, conduce automóviles y viaja, caza, monta a
comparación con las que el autor relata en la obra presente. caballo, hace remo, nada, practica tiro y hace esquí. El año 1929,
(Enigmas 5 [s.a.]: contracubierta) por el contrario, muestra el mundo femenino por su lado coqueto,
juguetón y de flirteo a la luz de la luna, en un columpio al viento
El ilustrador de los fascículos Enigmas fue Ernesto Pérez Donaz, o con un galán. ¿Qué pasó en esos dos años? 1932 parece ser de
un pionero del cómic español homenajeado en 2019 con una ex- nuevo el año de las divas y de las vampiresas, luego de lo cual se
posición en su ciudad natal Cabra (v. Platel / Campos: 2018). pierde la tipificación en favor de una más fuerte diversificación
Al igual que los fascículos de Zïngomar, los de Enigmas tampoco de las imágenes. En España estalla la guerra, los fascículos están
contienen indicación de la fecha de publicación, pero posible- incompletos. Finalmente encontramos en un fascículo del año
mente estos últimos no aparecieron antes del traslado de Donaz a 1942 una Dama con sombrero, de cabello rubio ondulado, que
Barcelona en 1915, como se concluye a partir de las investigacio- mira desde abajo de soslayo, desconfiada –¡qué contraste con la
nes para el homenaje al ilustrador. Covergirl, mundanamente vestida, del año 1935, que lanza una
Finalmente hay una tercera serie de bandidos que atrae la mirada altiva (¿o simplemente aplomada?) desde lo alto a algo
atención durante el paseo: El Fantasma de Santhomas, escrita por que se encuentra a su lado! Con tales poses y regímenes de la
Guillermo Nuñez Prado. Tampoco estos fascículos ofrecen indi- mirada se corresponde aparentemente la tipografía. El tipo del
cación alguna de la fecha de publicación, sin embargo, podrían año 1942 resulta marcial a pesar o en razón de regordeta escri-
ser anteriores a los de las dos colecciones ya mencionadas y por tura en minúsculas –ella invita a una comparación histórica con
tanto anteriores también a Fantômas –los motivos del Jugends- los escritos esbeltos, abiertos de los años 20 y de los primeros 30.
til empleados en ocasiones serían un primer indicio de ello. Por Termina aquí esta flânerie por la colección Eguidazu; no tu-
otra parte, llama la atención la sorprendente semejanza entre los vieron ocasión de intervenir los muchos cowboys y supermanes,
nombres de Fantômas y Santhomas o El Fantasma de Santho- indios y vampiros y otros personajes – ¡ojalá vengan a su en-
mas… quizá posteriores investigaciones podrán aclarar esto. En cuentro interesadas lectoras y lectores, investigadoras e inves-
el caso de Santhomas, se trata de un bandido de Nápoles que lle- tigadores!
va a cabo sus fechorías por todo el mundo y a quien persigue un
aristócrata escocés. Ambos representan una guerra brutal entre el
bien y el mal, incluso en los más recónditos rincones del mundo:
“Desde los Pirineos hasta los Urales, y desde el mar del Norte
hasta el Cabo de Hornos, el heroico y sublime escocés ha perse-
guido sin tregua, durante algunos años, al monstruoso italiano.”
(El Fantasma de Santhomas 1 [s.a]: contracubierta).
Una comparación entre los contenidos de estas tres series de
bandidos y una exacta periodización de las historias españolas
en relación con la versión francesa quedan como una interesan-
te tarea para la investigación histórico-cultural sobre uno de los
grandes mitos de la cultura popular del siglo XX.

24 Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas


Lecturas, julio-noviembre de 1927

Bibliografía Fuentes citadas:

Allain, Marcel / Souvestre, Pierre (2011): Fantômas. Ein Zug Enigmas. El bandido invisible [s. a.]: 5
verschwindet. Berna: Edition Epoca. Colección Literatura Breve El Fantasma de Santhomas [s. a.]: 1
(1996- ). Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Eguidazu, Fernando (2008): Del folletín al bolsilibro: 50 años de


la novela popular española (1900-1950). Madrid: Silente.

Král, Petr (1982): “Fantômas”, en: Dictionnaire général du


Surréalisme et de ses environs. Sous la direction d’Adam Biro
et de René Passeron. Fribourg / París: Office du Livre / Presses
Universitaires de France, 163.

Mogin-Martin, Roselyne (2000): La novela corta. Madrid:


Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Susanne Klengel 25
Lecturas, enero, marzo, abril, mayo de 1932

26 Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas


Lecturas, agosto de 1935

Lecturas, marzo de 1942

Susanne Klengel 27
las estrategias publicitarias y de venta de las
novelas populares en españa
Thomas Bremer

La Colección Fernando Eguidazu contiene gran número de títulos títulos que no se publicaban de una vez en un volumen, sino
individuales asignables a la historia misma –en su sentido más por entregas, o fuese para series de libros que iban siendo edita-
amplio- de la literatura popular española, considerando allí tam- dos en volúmenes sucesivos, series con nombres espectaculares,
bién traducciones de otras lenguas. La importancia del conjunto, como La aventura moderna. Si bien todavía hoy es posible encon-
así como la imprescindible tarea constante de su compleción a lo trar algunos volúmenes o fascículos de esas series en librerías de
largo de años y decenios, radica sobre todo en que alberga series viejo o en mercados de pulgas como El Rastro madrileño, existen
completas de publicaciones a las que vuelve visibles y accesibles a nivel mundial sólo muy pocas colecciones más o menos comple-
para la consulta. Ello se corresponde con una estrategia editorial tas de esas series, conservadas o posteriormente reunidas, capa-
de la primera mitad del siglo XX dirigida no sólo a vender títulos ces de ofrecer una visión general de la producción en su conjunto.
individuales, sino a convencer al mayor público lector posible de Y dentro de esa producción hay un subgrupo particularmente
cerrar con la editorial un contrato de suscripción, ya fuese para infrecuente, por cuanto casi nunca se lo ha conservado, y es el
de los fascículos (en general consistentes de un pliego de im-
prenta de 16 páginas) que servían como ‘señuelo’ y ayudaban
a convencer a posibles lectoras/es a que se suscribiesen a fin de
leer el texto completo, aunque más no fuese que por saber cómo
terminaba el primer capítulo de muestra ya empezado, y en qué
derivaba el enredo argumental planteado. A continuación, nos
proponemos analizar esos fascículos publicitarios y las estrate-
gias de distribución que ellos permiten inferir.

Sobre la materialidad de la
novela popular en serie
En el año 1893 apareció en la editorial de Juan Pons en Barcelona
la novela de costumbres La ambición de una mujer. La pregunta
que aquí nos planteamos es: ¿cómo se podía adquirir esa novela y
otras comparables? ¿Cómo se promocionaba su compra? La
respuesta inmediata es que muy probablemente en un principio
el texto se haya vendido por entregas, por más que las novelas
sobrevivientes de aquel grupo existan hoy generalmente sólo
como volúmenes de tapa dura.1 La Colección Fernando Eguidazu
contiene sin embargo una cantidad relativamente elevada de ma-
teriales publicitarios que permiten comprender más exactamente
el procedimiento de la adquisición. En el caso de La ambición de
una mujer se trata exclusivamente de material publicitario, a saber:
la primera entrega del texto, con carácter de muestra, en dieciséis
páginas incluyendo además un ‘prospecto’. Ese ‘prospecto’ (en
otros volúmenes se le llama también ‘advertencia’) es el instru-

1 Según los catálogos online WorldCat y KVK, públicamente se puede


acceder a un solo ejemplar que se halla en la BNE, sede de Recoletos,
y a una copia del mismo en microficha en la sede de Alcalá. En Ale-
mania no se halla registrado ningún ejemplar, salvo las 16 páginas de
Mignon ó El amor virgen: novela inspirada en una de las más celebres muestra referidas en la Colección Fernando Eguidazu; aparentemen-
obras del inmortal Goethe. Cuadernillo de promoción [1895?] te, tampoco en el resto de Europa ni en los EE.UU.

28
La ambición de una mujer: novela de costumbres. Cuadernillo de promoción: condiciones de subscripción (1893)

mento pensado para animar a potenciales lectoras/es a comprar, en papel vitela”, que a veces todavía hoy –particularmente en
esto es, a suscribirse para recibir el texto que habrá de ser publi- impresiones francesas– puede encontrarse, es un vestigio de esa
cado por entregas. costumbre), así como tipos de imprenta gastados que determinan
Que las primeras 1 ¾ de las tres páginas elogien el espectacu- una impresión borrosa, fatigante para la vista de quien lee. Llama
lar contenido de la anunciada novela, es comprensible (volvere- la atención el formato prometido: el cuarto mayor (aproximada-
mos sobre ello). Más interesante para la pregunta ‘¿cómo puedo mente como el A 4, esto es, 210 × 297 mm) es un formato de im-
adquirir la novela?’, o sea, para el caso de que ya me hubiese presión grande, usado tradicionalmente para la edición de obras
decidido a comprarla, es lo que bajo el título “Condiciones de distinguidas, en el cual la impresión en tipos de tamaño normal
la subscripción“ se lee en la parte inferior de la página 2 y en la concentrará mucho texto en una página; de allí la “abundante
superior de la página 3. lectura” descrita. Además, los volúmenes resultan, a más tardar
Antes que nada, el texto se concentra en promocionar la ma- una vez encuadernados, relativamente pesados y por ello difíciles
terialidad del futuro libro. “La ambición de una mujer constará de transportar, por lo que suelen permanecer en la sala de estar
de dos elegantes tomos tamaño cuarto mayor, y se publicará por o en la biblioteca doméstica. Las novelas ‘baratas’ se imprimen
cuadernos de treinta y dos páginas, impresas en buen papel, con generalmente en formato de la mitad de ese tamaño, en octavo, o
tipos claros y de abundante lectura”. Esas informaciones buscan incluso más pequeño cuando la intención es que funcionen como
refutar eventuales reparos a la calidad de la impresión, problemas ‘libro de bolsillo’ del que se pueda disponer fácilmente también
estándar en la historia de la impresión desde Gutenberg en ade- fuera del hogar, por ejemplo, al salir de viaje.
lante: papel de mala calidad para ahorrar dinero (sobre todo en el Pero esto no es todo. Para aumentar el carácter prestigioso
siglo XVIII, pero todavía en cierta medida también en el XIX, era de la publicación, a las entregas se les añade ilustraciones, una
corriente por ese motivo que se vendiesen impresiones idénticas “multitud de magníficas láminas al cromo, á doce ó más colores”,
en distintos tipos de papel y que por ellos se demandase tam- y no según diseño de alguien cualquiera, sino “dibujadas por el
bién precios diversos; la nota de impresión “más xx ejemplares reputado artista señor Planas”, de manera que al final, además

Thomas Bremer 29
La ambición de una mujer: novela de costumbres. Cuadernillo de promoción: ilustraciones (1893)

del valor artístico que tendrá para el público lector y espectador,


se tendrán 16 páginas completas. Desde el punto de vista finan-
Catálogo de la editorial,
ciero resulta entonces el cálculo de que la obra tendrá un ‘valor’ disponibilidad a nivel
(y no un mero precio) “aproximadamente de unos 50 reales”.
¿Qué significa esto para las personas interesadas en una sus- nacional, contenidos de
cripción? Recibirán cada semana “sin interrupción alguna” un
fascículo, que les costará “un real en toda España”, como anuncia
las novelas
en mayúsculas la página III del prospecto. El precio total se distri-
buye, por lo tanto, a lo largo de casi un año exacto. Tras ese lapso, También es reveladora la lista al final del prospecto, a saber, de las
la novela con todas sus ilustraciones estará completa y los fas- “Obras terminadas y en publicación á las cuales se admiten nue-
cículos podrán llevarse a un taller de encuadernación para que, vas subscripciones”. Ella abre por lo tanto la posibilidad a la per-
en forma de libro, la obra despliegue cabalmente los rasgos de sona suscrita de integrarse a proyectos editoriales ya en curso, así
elegancia y prestigio que le fueron asignados. También es llama- como de adquirir obras ya terminadas. Nos resultan particular-
tivo que rija un mismo precio para toda España; que el prospecto mente interesantes los precios de las distintas obras anunciadas en
insista en ello revela que no era tan corriente la disponibilidad de esa lista. Es notable lo caro que se anuncia, en el primer lugar del
las novelas por suscripción a nivel nacional, esto es, tanto en las catálogo, la Historia de los Papas y los Reyes de M. de La Chatre
ciudades como en las zonas rurales. Parece evidente que Juan en cuatro volúmenes por un total de 272 reales. Sin pretender
Pons podía apoyarse en una estructura de distribución bastante entrar en detalles bibliográficos, nos permitimos señalar un mo-
aceitada. La observación “un real en toda España” significa tam- delo previo: Maurice de La Châtre (1814-1900) había publicado
bién: sin recargo por costos de transporte adicionales en provincia. entre 1842 y 1857 la obra, espectacular por anticlerical, Histoire
Luego se indica para Barcelona que también era posible realizar la des papes. Crimes, meurtres, empoisonnements, parricides, adultè-
suscripción en las “principales librerías”, así como en el “Centro de res, incestes, débauches et turpitudes des pontifes romains, depuis
subscripción” de la editorial; “en Provincias, Ultramar y Extran- Saint-Pierre jusqu‘à nos jours. Crimes des rois, des reines et des em-
jero” lo indicado es dirigirse a los “señores corresponsales” de la pereurs. En 1870 el autor publicó una nueva edición de la obra,
editorial. centrada ahora solamente en el papado, la cual se editó en la dé-

30 Las estrategias publicitarias y de venta de las novelas populares en España


La ambición de una mujer: novela de costumbres. Cuadernillo
de promoción (1893)

La maldición del muerto: novela de costumbres. Cuadernillo de


promoción [1890?]

cada de 1890 en forma paralela en Barcelona y también en tra-


ducción al portugués. Se trata, como a las claras anuncia el sub-
título en francés, de una especie de historia criminal del papado
con sus “atentados, envenenamientos, parricidios, adulterios, in-
cestos”. El segundo lugar en el catálogo lo ocupa Los tribunales
secretos, del conocido escritor de aventuras Paul Feval (1816-
1887), libro aparecido originalmente en París en 1851/52 y que
en su segunda edición, en dos volúmenes, “casi folio” (esto es, de
gran tamaño) y con ilustraciones en blanco y negro, costaba 132
reales, mientras en la tercera edición, en tres volúmenes en forma-
to de cuarto mayor y con ilustraciones a color, se podía comprar
ciertamente por sólo 98 reales. Las diecinueve novelas que a con-
tinuación menciona el catálogo, en su gran mayoría traducciones
del francés, costaban entre 16 reales el volumen (si bien la novela
constaba de cuatro volúmenes) y 40 y 56 reales. Si los libros in-
cluían ilustraciones a color, el precio ascendía a 59 reales o, como
en el caso de la traducción de Les Mystères de Paris, a 72 reales.
Se nota que la editorial tenía experiencia en este tipo de ne-
gocio, por lo cual La Ambición de una mujer se lanzaba al mercado
apoyada en una serie de ediciones de novelas por suscripción,
en curso o terminadas. Ya hemos señalado que Juan Pons ob-
viamente apostaba por una estructura de distribución en buen
funcionamiento.
¡Si yo tuviera madre!: (memorias de una mendiga). Cuadernillo Naturalmente, todos estos esfuerzos sólo se justificaban para
de promoción [1905?] un texto cuyo espectacular contenido y su gran calidad literaria

Thomas Bremer 31
Mignon ó El amor virgen... Cuadernillo de promoción [1895?]

32 Las estrategias publicitarias y de venta de las novelas populares en España


resistiesen, al menos en la publicidad, cualquier comparación.
Pasamos a abreviar las muy abundantes metáforas superlativas
que llenan la página y media que abren el prospecto. El autor
es, por supuesto, “ventajosamente conocido […] en la república
literaria”, por lo que no es necesario elogiar más de la cuenta la
“bellisima novela”. Es por cierto evidente que La ambición de una
mujer, “según revela ya su mismo título”, es en sí una obra “de
pensamiento trascendental” (…) “en cuyas interesantes páginas
se retrata de mano maestra á una de estas peligrosas criaturas
que, no conociendo límites ni freno en sus ambiciosos apetitos,
labran á mansalva, abusando de su aparente debilidad, la des-
ventura de la patria y la de cuantos las rodean”. Todo ello ocurre, na-
turalmente, en una clara “moralidad del pensamiento”, en lenguaje
elegante y cuidada escritura, sin por ello prescindir de pasiones
ni de personajes “tomados del natural” ni de “originales é intere-
santes peripecias”, si bien todo ello presentado en un “verosimil
argumento”.
Huelga que nos ocupemos críticamente de estos aspectos. Se Mignon ó El amor virgen... Cuadernillo de promoción. Papeleta de
promete una lectura llena de sorpresas narrativas (el modelo lo subscripción [1895?]
habían aportado ya las novelas francesas de feuilleton, con los
autores Alexandre Dumas y Eugène Sue a la cabeza), ello no obs-
tante desde una clara perspectiva moral que permitía, dado el tamente á la Casa editorial, Fúcar, 8, Madrid”, y por lo demás de
caso, presentar a manera de escarmiento el merecido fin de aque- manera idéntica se argumenta en varios de los otros materiales
llas protagonistas demasiado ambiciosas, en particular si perjudi- publicitarios conservados.
caban no sólo a su entorno familiar, sino también a la patria. El Pero se evidencia una paulatina transformación en las pre-
contenido y la forma exterior se funden: la editorial no escatimó ferencias de las modalidades de distribución de las novelas. La
costos ni esfuerzos, y sin embargo ha contemplado las posibilida- ‘advertencia’ en el material publicitario para una de las novelas
des económicas “de las familias más modestas” así como también de aventuras (éstas muy extendidas también en Alemania en la
ha velado por que la obra respete la “más acendrada moralidad” segunda mitad del siglo XIX) del escritor inglés-estadounidense
tanto como la promesa de “saludables enseñanzas”. Thomas Mayne Reid (1818-1883), consigna para el mercado de
El sistema de suscripciones funcionaba en forma similar al de novelas una transición desde las secuencias por entrega, a los vo-
un crédito en cuotas: las personas interesadas en un libro no están lúmenes completos: “Con el fin de complacer al público que se ha
obligadas a pagar de una vez todo el precio, y a su vez la casa manifestado partidario de que las obras del Capitán Mayne-Reid
editorial cuenta con una seguridad de pago relativamente grande, es preferible tenerlas en tomos completos y no divididos en tres
un diagnóstico bastante certero de las cifras de ventas obtenibles cuadernos, como hasta hoy se han servido; la empresa editora de
por una determinada obra, y con ello con una base de cálculo dichas obras ha terminado ponerlas á la venta en forma de tomos
confiable. por obras completas en lugar de cuadernos de 48 páginas. Dichos
tomos saldrán todos los días primero de mes y su precio es de

Cambios en el sistema de 60 centimos, que es el valor de tres cuadernos en que se dividian


las obras publicadas anteriormente”.
distribución Bajo las nuevas circunstancias, los volúmenes se venden tam-
bién “en kioscos y librerías”. Ello no había sido usual hasta enton-
El sistema funcionaba también para otros textos. Mignon ó El ces. Las personas que se habían suscrito con la editorial recibían
amor virgen de D. Pedro Huberto de Castrollano, una “novela los fascículos en su domicilio por correo postal, o eventualmente
inspirada en una de las más celebres obras del inmortal Goethe” de la mano de un mensajero de la editorial. Cómo ocurría esto
es una “portentosa creación de origen divino” y al mismo tiempo en un caso preciso, puede inferirse de la carta de presentación,
“la Psychis del mundo moderno”. Apareció en la editorial Ramón conservada hasta hoy, de un vendedor en comisión al servicio de
Espasa, Barcelona, en entregas de ocho páginas a un cuarto de una editorial (la empresa de Mariano Núñez Samper, ‘Edición de
real. Sacaban cuatro secuencias semanales, o sea que se ofrecían Gran Lujo’), quien depositaba fascículos de muestra del producto
32 páginas semanales por un real. Sorprende que se ofreciera ante la puerta de casas y departamentos tras las cuales se podía
acelerar eventualmente el ritmo de aparición de las secuencias, suponer que habría público lector interesado en una suscripción.
en caso de que una mayoría de las personas suscriptoras así lo Se lee allí: “Muy Señor Mío: Tengo el gusto de pasar á manos de V.
reclamasen. En ese caso, podían hacerse incluso entregas dobles. la primera entrega de esta importantísima obra”, la suscripción es
Sobre la forma de pago se establece que se deberá pagar por ade- una invitación del texto para los dueños de casa. Además, se in-
lantado cuarenta secuencias (esto es, diez reales),en estampillas dica que él volverá a pasar al día siguiente para recoger la boleta
postales o en órdenes de pago. Evidentemente las entregas no de suscripción completa, “ó la entrega, si no fuera de su agrado”.
eran siempre tan puntuales como se pensaba, por lo que en otro Una y otra vez se hace referencia a las ilustraciones, como
prospecto se indica la dirección a la cual dirigirse en ese caso: un argumento especial para convencer de la compra de una obra.
“Las reclamaciones por faltas en el servicio deben hacerse direc- Desde el punto de vista técnico, se trataba de cromolitografías

Thomas Bremer 33
La maldición del muerto: novela de costumbres.
Cuadernillo de promoción [1890?]

¡Si yo tuviera madre!: (memorias de una mendiga). Cuadernillo de


promoción [1905?]

que se imprimían sobre una hoja de papel robusto, parecido al El Monte de los Diablos de la serie La aventura moderna, o La
cartón, en varias capas de distintos colores, y se añadían luego a maldición del muerto (“simpático, dramático y ajustado á la ver-
las entregas de texto. Ilustraban por supuesto las peripecias dad”), los volúmenes de la serie La novela emocional o incluso La
dramáticas del texto y lo hacían según el principio hoy llamado ambición de una mujer, todas provistas de ilustraciones y que al
cliffhanger, esto es, una situación narrativa particularmente dra- encuadernarse se veían maravillosamente bien e importantes en
mática con la que se cierra una secuencia, y que habrá de solucio- la estantería de libros de la casa…
narse recién en la secuencia siguiente. Las ilustraciones eran dis-
tribuidas conjuntamente con la entrega correspondiente, y luego
podían ser intercaladas y encuadernadas en el lugar correcto.
Algunos materiales de la colección permiten apreciar claramente
de qué modo las ilustraciones eran empleadas con fines publici-
tarios para ganar clientes suscriptores: casi siempre hay una ilus-
tración de muestra en los prospectos publicitarios que se enviaba
al público interesado o se depositaba en las puertas de las vivien-
das prometedoras. Y por cierto: había que estar realmente saturado
de literatura, para poder resistir y no quererse comprar obras como

34 Las estrategias publicitarias y de venta de las novelas populares en España


Horrendo, inaudito y sin precedentes:
hojas sueltas sobre casos criminales como
parte del sensacionalismo periodístico
Ricarda Musser

Fácil de intuir, difícil de definir. Así sucede con el periodismo


sensacionalista, que no acabamos de delimitar, dudando entre
concebirlo como un modo narrativo en los medios de comunica-
ción o una modalidad de la comunicación de masas. Incluso hay
quien lo tendría por una modalidad de consumo relacionado con
los gustos de las clases populares […]. [T]ambién somos con-
scientes de que, muy antes de[l] […] final de siglo XIX, cuando
el sensacionalismo periodístico eclosiona, existió una narrativa
sensacionalista que apelaba a los mismos temas que luego re-
sultaron recurrentes: toda la literatura de cordel está plagada
de sucesos terribles, crímenes, maravillas, catástrofes, apari-
ciones, obscenidades, milagros, sexo, violencia […]. De hecho,
la literatura de cordel recibió un rotundo empuje de la revo-
lución industrial y durante todo el siglo XIX importantes im-
prentas americanas y europeas consiguieron hacer aumentar
exponencialmente la circulación de tales impresos, hasta con-
vertirlos en consumo masivo […]. A la postre, la prensa indust-
rial de finales del siglo XIX no hizo sino adaptar los temas y las
formas de narrarlos de la literatura de cordel y la literatura fol-
letinesca a las páginas de unos rotativos con ansias de conquis-
tar amplios mercados lectores (Martínez Gallego 2020: 9-10).

En el último cuarto del siglo XIX el periodismo sensacionalista y


las hojas sueltas se influyeron y estimularon recíprocamente. La
explicación de los orígenes de la designación yellow press o ‘prensa
amarilla’, bajo la que también se conocen los productos del perio-
dismo sensacionalista, no está del todo libre de duda, pero pare-
cería que se remonta al cómic The Yellow Kid del diario New York
World de esa ciudad, en el que se publicó a partir de 1895 (v. Nueva relación donde se manifiesta las ocho horrorosas muertes...
Abel/ Klein 2016: 5). Los textos aparecían en parte sobre la camisa [entre 1860 y 1885?]
de dormir color amarillo del personaje principal Mickey Dugan.
La tira cómica tuvo un gran éxito, sobre todo entre las clases menos
privilegiadas, como también lo tuvieron los periódicos orientados sensacionalista, cuanto más si se trataba de tragedias y sucesos
al concepto del sensacionalismo. inesperados sucedidos cerca de donde uno vive, ahí casi enfrente
Los compradores de periódicos sensacionalistas no serían de nuestra propia casa.
personas en trance de degeneración moral, sino que encon- En toda Europa había historias espantosas que en una época
trarían en la dicha prensa una perspectiva que conecta con eran llevadas oralmente de una localidad a otra. Pero ya poco
su propia realidad: habla a las clases populares de las clases después de introducida la imprenta, se empezaron a fabricar hojas
populares, de sus dramas, de sus conflictos, de sus necesi- sueltas conteniendo estas historias impresas, que podían ser leí-
dades, de sus propias tradiciones, de sus emociones com- das individualmente o en voz alta para un auditorio, y que, dado
partidas, de sus esperanzas individuales; en vez de hablarles el breve tiempo de producción que requerían, podían bastante
de élites sociales con las que comparten escasos puntos de rápidamente hacer referencia a sucesos de actualidad. Hacia fi-
vista (Martínez Gallego 2020: 12). nes del siglo XIX las noticias de periódicos fueron una fuente de
inspiración fundamental para las hojas sueltas referidas a homici-
Sin duda la necesidad de chismorreo y de excitaciones estreme- dios y otros incidentes impactantes, como por ejemplo accidentes
cedoras existía también antes de la aparición regular de la prensa y catástrofes naturales.

35
Nueva relación, y curioso romance, en que se refiere un raro suceso... Nueva relación, y curioso romance, que refiere los engaños de un
[entre 1800 y 1819?] principal cavallero natural de la ciudad de Málaga [entre 1820 y 1853?]

Debido a su aparición en los medios impresos, los protagonis- 1819 en Valencia por la Viuda de Agustín Laborda, utiliza como
tas de los crímenes se convertían por algún tiempo en celebrida- ilustración dos xilografías: un sacerdote con báculo episcopal y
des y en muchas hojas impresas se analizaban minuciosamente su una pareja de apariencia acaudalada sobre un caballo. La hoja
origen, vida y comportamiento, así como su apariencia física. El suelta Nueva relación, y curioso romance, que refiere los engaños
componente visual fue tenido muy en cuenta en las hojas sueltas de un principal cavallero natural de la ciudad de Málaga, con una
gracias a sus ilustraciones macabras y detalladas de los críme- principal doncella, llamada Doña Elena, Dase cuenta como la sacó
nes, que ilustraban lo sucedido y, a su vez, se beneficiaban de los de la casa de sus padres, y como la dejó burlada en un desierto, y le
avances en la industria de los periódicos: dió cinco puñaladas, dejándola por muerta, con todo lo demás que
A lo largo del siglo XIX, tuvo lugar el auge de la prensa ilust- verá el curioso letor, impresa entre 1820 y 1853 en Barcelona
rada […]. En lo que respecta a las representaciones iconográ- en la Imprenta de los herederos de la Viuda Pla, ha sido ilustrada
ficas, la xilografía a contrahílo, la litografía y la fotografía con la xilografía de un noble. Ninguno de estos casos da la im-
alteraron la escala de difusión de las imágenes. A partir de presión de que las ilustraciones guardasen verdadera relación con
la tercera década del siglo XIX es posible observar cómo se ese texto, ni que hubiesen sido confeccionadas para él.
multiplicaron las publicaciones periódicas europeas que in- En el último cuarto del siglo XIX esta manera de ilustrar cam-
corporaban material iconográfico (Luca 2019: 14). bia y la litografía, basada generalmente en fotografías, cobra cada
vez mayor importancia. También los títulos de las hojas sueltas
Este proceso puede apreciarse también en las hojas sueltas espa- se transforman en esta época con gran dinamismo y asumen en
ñolas. La hoja suelta Nueva relación, y curioso romance, en que parte ya el formato de breves titulares.
se refiere un raro suceso, y notable tragedia, que en la Ciudad de La Colección Fernando Eguidazu contiene varios ejemplos de
Antequera sucedió con dos Mancebos muy amigos, el uno llamado estas transformaciones del período comprendido entre 1875 y
Diego de Frias, y el otro Antonio Montero, el cual era casado con 1900. Son hojas sueltas en un formato de 22 × 31 cm, impresas por
una hermosa Dama; y como Diego de Frias, habiéndose enamo- ambas caras, referidas a casos criminales en España. Con estos
rado de ella, la sacó de su casa, la llevó á Sevilla, y como despues objetos, la Colección Fernando Eguidazu suma un valioso compo-
Antonio Montero los mató á entrambos, impresa entre 1800 y nente a las colecciones del Instituto Ibero-Americano. Compara-

36 Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas sobre casos criminales como …
Nuevo romance, en que se declara y da cuenta del egemplar castigo...
[entre 1800 y 1819?]

das con hojas sueltas del Viejo y del Nuevo Mundo, estas hojas concedan la fortaleza necesaria para poder narrar los terribles
sueltas permiten investigar el medio en su conformación formal sucesos:
y de contenido. Particularmente interesantes en este sentido son Reina del cielo amorosa,
las hojas sueltas de la imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, que madre del verbo divino,
destacan por las formidables ilustraciones de Manuel Manilla y desde este valle de lágrimas
José Guadalupe Posada, así como la Lira Popular chilena. En el os suplico vuestro auxilio,
análisis de este grupo de hojas sueltas subyacen intereses inter- para narrar fielmente
disciplinarios: tal como ha acontecido,
El criminalista, el psicólogo e incluso el psicoanalista, hallarían el crimen mas horroroso
campo ancho para sus observaciones teniendo a mano una como jamás inaudito (Horrible asesinato, 1877: 1).
colección grande de esta clase de relatos. […] la relación im-
presa refleja, ante todo, una posición popular, colectiva ante el De ese modo los autores se colocan bajo la protección de una auto-
hecho en sí y es más útil para el sociólogo que procure estudiar ridad reconocida y dan a entender que comparten un fundamento
un medio determinado, aquel en que se dio el crimen, que para ético-moral común con el público, las grandes masas populares.
el criminalista o el interesado en la psicopatología (Caro Baroja Además, aseguran con las fuerzas celestes como testigos, que su
1988: 199-200). propósito es narrar una historia verdadera. Suele usarse este modo
de introducción cuando el autor desea asegurar para su historia el
Con ayuda de estas hojas sueltas es posible, además, responder rasgo esencial de la autenticidad. Ello se observa no solamente en
desde las ciencias de la comunicación y de la lingüística a una serie los casos de crímenes, desgracias y catástrofes naturales, sino tam-
de interrogantes y cuestiones del ámbito de los Gender Studies. bién en las de historias que, según el estado alcanzado por la ciencia,
Las hojas sueltas de la Colección Fernando Eguidazu que in- no podrían considerarse verdaderas o que se basan en hechos no
forman sobre crímenes comienzan todas de manera similar con verificables; serían, digamos, las fake news del penúltimo siglo.
una imploración a los poderes celestiales, por parte del autor Desde el punto de vista del contenido, las hojas sueltas de
de turno–en nuestros ejemplos es siempre anónimo–de que le la Colección Fernando Eguidazu abarcan delitos muy variados

Ricarda Musser 37
Veridica relación del terrible asesinato de la calle del Conde del Asalto Guadalupe Bejarano en las bartolinas de Belén [siglo XX]
(1875)

del último cuarto del siglo XIX. Una hoja suelta de 1875 descri- De toda maldad ajeno.
be un crimen motivado por la codicia: la criada de un hombre Ella con hipocresía
mayor que vivía solo le asesinó, con la ayuda de su amante, una Gran solicitud mintiendo
vez que él en su testamento la había nombrado su heredera. Con- Como bondadosa hermana
cisamente se titula: Veridica relación del terrible asesinato de la Cuidaba al infeliz Pedro (Veridica relación, 1875: 1).
calle del Conde del Asalto. La hoja suelta informa sobre el lugar
del crimen, la calle barcelonesa ya mencionada en el título, y su En el desarrollo de la historia no resulta sorprendente que el aman-
fecha, el 12 de octubre. Presenta a los tres protagonistas: la te de Gregoria, quien ha desertado del Ejército para poder estar a
víctima Pedro Batllori, la instigadora Gregoria Foix y su coautor su lado, sea alguien totalmente carente de voluntad y a merced de
Victoriano Ubierna. Se describe brevemente a Pedro como un la mujer. De ahí que, tras resistirse inicialmente y bajo el ‘influjo
hombre rico y por lo tanto despreocupado y satisfecho, al tiempo infernal’ de ésta, acceda a participar en el crimen que le costará a
que totalmente cándido. La caracterización de Gregoria es mucho Pedro la vida. Se expone el desarrollo de los hechos, si bien en de-
más detallada: terminado momento aparentemente la pluma y también la impren-
Una criada tenia ta se niegan a reproducir los hechos sangrientos hasta sus últimos
Para el quehacer doméstico; detalles, por lo que tres líneas aparecen rellenadas con puntos, a
Gregoria Foix se llamaba fin de permitir que para completar el relato los lectores u oyentes
Este reptil carnicero, se valgan de su propia fantasía, o tomen los datos faltantes de la
Cuya astucia refinada prensa del día. En la parte final del texto nos enteramos de que el
Y diabólico talento dúo asesino ha sido atrapado y condenado a muerte.
Fingiendo mucho cariño La descripción de los protagonistas aspira claramente a ge-
Y buen corazon fingiendo nerar emociones. Resulta muy exitosa en el retrato de Gregoria,
Supo ganar poco á poco diseñada como la encarnación misma del mal y cuyo accionar es
El agradecido pecho realmente estremecedor. Dado que las mujeres constituían una
Del pobre Pedro Batllori minoría muy pequeña entre las personas condenadas por asesi-

38 Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas sobre casos criminales como …
nato (si se exceptúan los casos de infanticidio) y que sus delitos
contradicen la posición de la mujer como devota ama de casa y
madre amorosa, puede asumirse que estos casos tenían una in-
cidencia mediática especialmente grande. Eso justamente ocurrió
al otro lado del Atlántico con la cobertura de la primera asesina
en serie mexicana, Guadalupe Bejarano, cuyos delitos y condenas
quedaron registrados a fines del siglo XIX en varias hojas sueltas
ilustradas por José Guadalupe Posada.
La hoja suelta Veridica relación del terrible asesinato contiene
dos ilustraciones: una de ellas se relaciona con el desarrollo de los
hechos, mientras la segunda muestra a dos condenados en el ca-
dalso. Deberá seguirse investigando para determinar si estas ilus-
traciones fueron hechas específicamente para el caso descrito, o
si fueron tomadas de casos y contextos anteriores y reutilizadas.
La hoja suelta Horrible asesinato con circunstancias de mutila-
ción y quemazón del cadáver, perpetrado en el pueblo de Alió
cerca de Valls el dia 13 de Octubre de este año, en la persona de
Lorenzo Plana vecino de la citada localidad, impresa en 1877 en
la Imprenta Económica, describe un crimen ocurrido dentro de
una familia. El padre, Lorenzo Plana, muy bien considerado y
conocido en ese municipio “por sus buenas costumbre[s]” (sin
autor 1877: 1), fue asesinado por dos de sus hijos el día mencio-
nado en el título. Con ambos hijos y un tercero, menor, había
salido al amanecer a trabajar en la labranza y no había regresado.
Después que en un primer momento los tres hijos habían explica-
do con una historia relativamente verosímil la desaparición del
padre, el 16 de octubre intervinieron las autoridades y pronto fue
hallado el cadáver. El hijo de 24 y el de 14 años de edad fueron
entonces detenidos y hallados culpables. La descripción del carácter
de ambos hijos como pervertidos y guiados por los más bajos
instintos, ha sido también en este caso diseñada en oposición a la Horrible asesinato con circunstancias de mutilación y quemazón del
presentación positiva de la víctima. La hoja suelta termina con cadáver (1877)
dos elementos también frecuentes en la prensa sensacionalista.
En primer lugar, hay un cliffhanger: si bien se considera que ambos
detenidos son culpables, no se afirma todavía nada sobre el mo-
tivo del crimen, tema en el cual, presume el autor, el público lector Finalmente algunos cuentan
estará especialmente interesado. Por ello el texto promete seguir Suponiendose enterados
informando sobre nuevas revelaciones en el caso. Que á los pocos días de esto
Los autores estan presos debían tomar estado
de tan atróz atentado de matrimonio un hijo
y el motivo hasta la fecha de aquel padre desdichado (Horrible asesinato, 1877: 2).
no se haya publicado
pues la causa está en sumaria La ilustración de la hoja suelta muestra a dos hombres armados
y por esto está vedado atacando a un tercero, mientras un cuarto, también armado,
que se dén mas pormenores observa el acontecer desde cierta distancia. Si bien, por la cons-
hasta haberse ya elevado telación de personajes, la imagen cuadra bien con el texto, en
á plenario, y para entonces este no se dice que los agresores portasen armas de fuego. Por
prometemos de contado ello es más probable que originalmente la imagen haya ilustrado
dar á todos los lectores un robo.
el exacto resultado (Horrible asesinato, 1877: 2). La tercera hoja suelta, aparecida hacia 1900 en la imprenta
de Antonio Bosch, describe un crimen pasional: Sucinta relacion
Con ello indudablemente se mantiene vivo el interés en seguir de los crimenes y suicidio perpetrados en Barcelona en la calle de la
adquiriendo más hojas sueltas sobre este caso. El texto concluye, y cadena. Tristes efectos de un amor mal correspondido.
esto también es un elemento frecuente en la prensa sensaciona- Los crímenes entre parejas con vínculos amorosos ocasiona-
lista, con una declaración sobre otro acontecimiento en la familia dos por celos, desamor o abandono se convirtieron en el leit-
del asesinado, el cual, en tanto se lo relata casi conjuntamente motiv de la nota roja (…). Más que los reportes sobre robos,
con el homicidio, será interpretado por el público lector como a él estafas, infanticidios u homicidios en riña, las experiencias de
vinculado, y lo conducirá a presunciones que no están explícita- hombres y mujeres ‘enlazadas por el amor‘ que en un momen-
mente dichas en el mismo texto: to de delirio convirtieron sus relaciones en dramas sangrientos,

Ricarda Musser 39
permitieron a las páginas sensacionalistas de la prensa no solo
cautivar más lectores interesados en la ’espectacularidad‘ del
crimen, sino mostrar las vicisitudes de prácticas amorosas, en
ocasiones, atravesadas por la violencia extrema (Núñez Cetina
2016: 30, destacado en el original).

Lo que a lo largo del texto de la hoja suelta se presenta como un


drama sangriento con tres muertos, por supuesto registrado para
el público lector como mera advertencia ejemplarizante—‘para
algunos escarmiento, para todos enseñanza’—comienza de la si-
guiente manera:
En la noble Barcelona
Y en una calle de llaman
De la Cadena, vivia
Un matrimonio con calma;
Juan le llaman al marido,
María á la esposa llaman,
mujer de bien si las hay,
sin ningun pero ni tacha,
pues que todo el vecindario
no puede decir palabra
en contra de esa infeliz
víctima de ruin hazaña;
el marido es un buen hombre,
de familia muy honrada,
y ocupado de portero
la subsistencia se gana.
Iba mucho á visitarlos,
y aun muchos ratos pasaba
con ellos, un asistente
que Sebastian le llamaban. Sucinta relación de los crimenes y suicidió en Barcelona [1900?]
Era el tal un primo hermano
Del esposo, y se trataba
Con una jóven, sobrina pacíficamente en la misma casa mientras se desarrollaron los
De la mujer de la casa; hechos. La hoja suelta ha sido ilustrada con dos imágenes que en-
tiempo habia, segun dicen, cajan muy bien con el texto y posiblemente hayan sido confeccio-
que esos amores duraban, nadas especialmente para él, quizá siguiendo un modelo de la
creciendo mas cada dia prensa.
en el jóven, que ya ansiaba, Las tres hojas sueltas presentadas pueden usarse como puntos
terminado su servicio, de partida para análisis ulteriores muy variados. Desde el punto
unirse á joven tan casta, de vista de la tipología mediática, sería por ejemplo interesante,
mas data, que el vivo fuego valiéndose de las publicaciones sobre los mismos delitos en diarios
del amor no la abrasaba y revistas de entonces, comparar las estrategias de representación
como á su amante, algo esquiva y los detalles, tanto en lo referente a los textos como a las ilus-
á su pasion se mostraba, traciones elegidas. Ello permitiría arribar a conclusiones sobre la
á pesar del juramento función de las hojas sueltas en el concierto polifónico de los medios
en que empeñó su palabra de comunicación del último tercio del siglo XIX en España.
(Sucinta relacion, aprox. 1900: 1). Una investigación de historia de los medios podría partir de
los –más tempranos– productos de la literatura de cordel en
Dado que la muchacha, de quien curiosamente no se dice el nom- España, para preguntarse sobre estrategias de representación y
bre, se mantiene inaccesible a las promesas y también a las súplicas recursos para el diseño típicos para casos criminales durante pe-
y amenazas de Sebastián, la fatalidad se pone en marcha: sintién- ríodos más prolongados.
dose desdeñado en su amor, Sebastián se deja arrastrar más y Un estudio comparativo internacional de hojas sueltas sobre
más por la ira, y mata primero a María, la tía de la muchacha, crímenes en tanto elemento constitutivo del periodismo sensa-
quien había querido intervenir para mediar en el conflicto, con cionalista, sería posible dentro de Europa, pero de igual manera
“una enorme navaja” (sin autor, aprox. 1900: 2), después a la mu- con distintos países de América Latina, sobre todo Chile y Mé-
chacha, quien había intentado huir, y finalmente, a sí mismo. Tam- xico. Y contaría incluso con una base material más extensa si
bién víctima en cierta forma del delito de sangre será el hijo de 13 incorporara también más productos de la cultura popular, como
meses de edad de María, quien resulta medio huérfano y dormía por ejemplo folletos de Argentina, Perú o Brasil.

40 Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas sobre casos criminales como …
Bibliografía

Abel, Julia / Klein, Christian (Eds.) (2016): Comics und Graphic


Novels. Eine Einführung. Stuttgart: Metzler.

Caro Baroja, Julio (1988): Ensayo sobre la literatura de cordel.


Barcelona: Círculo de lectores.

Luca, Tania Regina de (2019): “Tipologías de revistas y sus desafíos”,


en: Fakin, Maruša / Musser, Ricarda / Steinke, Britta (eds.): Inter-
conexiones, transferencias e información: revistas culturales latino-
americanas. Berlín: Ibero-Amerikanisches Institut, 12-19.

Martínez Gallego, Francesc A. (2020): “Introducción: el sensacio-


nalismo periodístico en Iberoamérica: un modo de representar,
un modo de producir, un modo de leer”, en: Martínez Gallego,
Francesc A. et al (eds.): Orígenes y consolidación del sensaciona-
lismo periodístico en Iberoamérica: México, Argentina y Costa Rica.
Madrid: Fragua, 9-12.

Núñez Cetina, Saydi (2016): “Los estragos del amor: Crímenes


pasionales en la prensa sensacionalista de la ciudad de México
durante la posrevolución”, en: Trashumante. Revista americana de
Historia Social, 7, 28-51.

Hojas sueltas

Guadalupe Bejarano en las bartolinas de Belén: careo entre la mujer


verdugo y su hijo [séc. XX]. Méjico: Antonio Vanegas Arroyo.

Horrible asesinato con circunstancias de mutilación y quemazón


del cadáver, perpetrado en el pueblo de Alió cerca de Valls el día
13 de Octubre de este año, en la persona de Lorenzo Plana vecino
de la citada localidad (1877). [Barcelona]: Imprenta Económica
Templarios.

Nueva relación, y curioso romance, en que se refiere un raro su-


ceso, y notable tragedia, que en la Ciudad de Antequera sucedió
con dos Mancebos muy amigos, el uno llamado Diego de Frias,
y el otro Antonio Montero, el cual era casado con una hermosa
Dama; y como Diego de Frias, habiéndose enamorado de ella, la
sacó de su casa, la llevó á Sevilla, y como despues Antonio Montero
los mató á entrambos (entre 1800 y 1819). Valencia: Viuda de
Agustin Laborda.

Nueva relación, y curioso romance, que refiere los engaños de un


principal cavallero natural de la ciudad de Málaga, con una prin-
cipal doncella, llamada Doña Elena, Dase cuenta como la sacó de
la casa de sus padres, y como la dejó burlada en un desierto, y le
dió cinco puñaladas, dejándola por muerta, con todo lo demás que
verá el curioso letor (entre 1820 y 1853). Barcelona: Imprenta de
los Herederos de la Viuda Pla.

Sucinta relacion de los crimenes y suicidio perpetrados en Barcelona


en la calle de la cadena. Tristes efectos de un amor mal correspon-
dido (1900). Barcelona: Antonio Bosch.

Veridica relación del terrible asesinato de la calle del Conde del


Asalto (1875). Barcelona: Imprenta de Narciso Ramírez.

Ricarda Musser 41
literatura infantil y juvenil en
la Colección Fernando Eguidazu
César Sánchez Or tiz

La colección que nos ocupa, recientemente incorporada al


acervo de la Biblioteca del Instituto Ibero-Americano de Berlín,
contiene una considerable cantidad de ejemplares editados para
niños y jóvenes, casi todas de contrastada calidad a pesar de ser,
en muchos casos, ediciones muy populares pensadas para llegar
al mayor número de hogares posible. Junto a ellas, nos deten-
dremos también en otras muchas ediciones que, sin ser en su
momento escritas o editadas para un público infantil o juvenil,
acabaron siendo consumidas por estos debido a sus temáticas,
personajes, modas… o por influencia de seriales radiofónicos o
televisivos. Todos ellos comparten, por lo general, una misma
temática: las aventuras, tanto si participan de la corriente realista
como de la corriente fantástica de la Literatura Infantil y Juvenil.
A continuación, se presenta una selección de las mismas, cla-
sificadas por tipologías y organizadas, en la medida de lo posible,
por fechas de edición, público destinatario y temática abordada.
Los primeros textos narrativos que engrosan los listados de
este fondo provienen del siglo XIX, alrededor de la década de los
80, y forman parte de un subgénero muy popular desde entonces
y hasta nuestros días, que es el conocido como ‘Novela Histórica’.
Una novela histórica acercada a un público juvenil en virtud de
sus adaptaciones y, sobre todo, de las ilustraciones que acompa-
ñan esos textos. El hijo de la obrera, de 1886, es posiblemente el
más antiguo de todos. Junto a él, podemos destacar otros títulos
de editores y editoriales no muy conocidas, como La leyenda de
las reinas (ed. José Tristany, Barcelona), Monarca, bandido y fraile
(Hijos de Cruz Gómez, eds.), Cristóbal Colón: descubrimiento de
las Américas y Los invencibles: el monarca y la hoguera (ambas de
El hijo de la obrera. Cuaderno de propaganda (s. a.) Felipe González Rojas, Ed.), Genoveva de Bramante y Reina y men-
diga (ambas de Antonio Virgil Ed.) o la colección Corazón de León,
el rey aventurero. Históricas hazañas del rey Ricardo I de Inglaterra.
Otro tipo de publicaciones que, sin ser objetivo primero y
Las primeras publicaciones de literatura infantil en castellano, tal principal de la infancia o la juventud, acabaron siendo un pro-
como entendemos hoy esta literatura, podemos encuadrarlas en ducto consumido por los jóvenes fueron los hoy ya considerados
el siglo XIX, si bien ya en el siglo XVIII se editaron libros para clásicos de las novelas de aventuras y de ciencia ficción, como
niños, pero muy de la mano de objetivos extraliterarios relacio- Robert L. Stevenson o Jules Verne.
nados con la educación y la moral. Es en el siglo XIX, con la exten- Del primero, encontramos en esta colección la obra de El se-
sión de la escolaridad, cuando la infancia comienza a considerarse cuestrado, en ese formato tan propio de las ediciones populares
como público lector y, por tanto, aumenta la producción editorial como eran los cuadernos por entregas. Con muy buenas ilus-
de libros para niños, ediciones infantiles cuyo objetivo, de todos traciones, se editó por Publicaciones Económicas, una editorial
modos, fue casi siempre la escuela. Esta realidad, que se dio en catalana con sede en la calle Cerdeña de Barcelona. Este tipo de
muchos países europeos (como Alemania, Francia o Inglaterra) de publicaciones por folletines, con una importante presencia en esta
manera firme y decidida, fue algo más débil en España, donde no colección, supuso uno de los fenómenos socioculturales más in-
encontramos una apuesta tan extendida y generalizada por estas teresantes del siglo XIX, constituyéndose desde su aparición y
ediciones infantiles de calidad hasta finales de ese siglo y, ya de hasta su época de esplendor, ya avanzado el siglo XX, en el prin-
manera muy meritoria, en el primer tercio del siglo XX. cipal instrumento para acercar a las clases más humildes y nume-

42
La novela maestra: El Conde de Montecristo, La novela maestra: Los tres mosqueteros, Los trabucaires de Cataluña n.° 2:
tomo primero (s.a.) tomo primero (s.a.) La venganza de Felip (s.a.)

rosas de nuestras sociedades la literatura de los grandes autores, Zendrera en 1923. Desde entonces, y hasta la actualidad, ha pu-
historias, personajes, aventuras, escenarios, amores y desamores, blicado miles de títulos destinados a este público, algunos tan
misterios… que de otra forma posiblemente no hubiesen llegado importantes como Los cinco, Peter Pan, Tintín, Heidi o Pipi Cal-
a conocer hasta que el cine o la televisión los hubiese llevado, ya zaslargas. Entre los diferentes volúmenes de Juventud de este
adaptados, ante ellos. fondo, merece la pena destacar, por su antigüedad y la dificultad
Del segundo –el genial Verne– encontramos toda una joya de encontrarlos en muchas bibliotecas y centros de documenta-
editorial muy preciada por bibliófilos y coleccionistas: sus obras ción, una serie de títulos agrupados en volúmenes de tres en tres
completas, más de 15 tomos, editadas por los hermanos Saenz –‘serie 3’– con un precio de 90 céntimos, y editados entre 1930
de Jubera en Madrid, en un estado increíblemente bueno para y 1931. Entre ellos, Tres relatos apasionantes –Narraciones rosa
tratarse de una edición de más de un siglo y seguramente muy para la juventud– (que contiene “El salto del Atlántico”, ”Robinson
utilizada. Verne, a consecuencia de un contrato casi vitalicio con Crusoe” y “El sapo prodigioso”), Tres Muchachos Geniales, Tres
su editor, publicaba por entregas, de tal forma que cada año, reu- Narraciones Extraordinarias o Tres Leyendas famosas.
niendo todos los folletines publicados, los lectores tenían una
nueva novela entre sus manos. Saenz de Jubera publicó, en dos
ediciones distintas durante las tres primeras décadas del siglo XX, Un nombre propio en las
esta colección de manera casi fiel a la obra original del francés,
en cuadernillos tamaño folio (aproximadamente) de alrededor de
publicaciones populares
70/80 páginas, en letra pequeña, doble columna e ilustrados con infantiles: el gato negro.
muy buenos grabados.
La novela maestra. Publicación semanal de las mejores obras Juan Bruguera Teixidó fundó en 1919 la editorial El Gato Negro,
de grandes autores es otro ejemplo de esas novelas por entregas un sello que desde entonces y hasta su disolución en el posterior
gracias a las cuales los clásicos contemporáneos llegaban a todas las conglomerado de ediciones Bruguera, creado por los sucesores de
familias, con ediciones orientadas por sus paratextos a un público Juan, fue todo un referente en la España de principios de siglo y
juvenil, en este caso con obras de Alejandro Dumas como Veinte de la Segunda República en la publicación de novelas populares
años después o El Conde de Montecristo. En la misma línea editorial, y, sobre todo, periódicos, revistas, tebeos y libros para niños y
a un precio popular similar y con una propuesta artística pareci- jóvenes. En 1939, siguiendo esa misma línea editorial, pasó a
da, está –por un lado– la Biblioteca de hombres intrépidos, con formar parte del nuevo sello Bruguera, una nueva marca que se
títulos diferentes en cada entrega, dedicadas a protagonistas como convirtió -a pesar de lo que tuvo que lidiar con el complejo entra-
el Pirata negro, Buck Jones o Dick Turpin; y, por otro, El caballero mado de la censura- en la más importante del país en este tipo de
X, aventuras de un patriota irlandés luchando por la indepen- publicaciones.
dencia de la patria, con entregas siempre relacionadas con este De todos los ejemplares conservados en esta colección, po-
personaje. siblemente los más antiguos y raros de encontrar son los cuatro
Una de las grandes editoriales españolas dedicadas al público números que forman la colección completa de Ralph el Pequeño
infantil y juvenil más veteranas es Juventud, fundada por José Detective, una serie de los años veinte, compuesta por ”Un crimen

César Sánchez Ortiz 43


Ralph el pequeño detective n.° 1: Un crimen a bordo (s. a.) Biblioteca de hombres intrépidos n.° 3: El pirata negro (s. a.)

a bordo”, “El monstruo de hierro”, ”Maquinaciones infernales” y cepto el número 2), y que se abre con el titulado ”El Quijote del
”El triunfo del bien”’. Aproximadamente de la misma época es la Mar”. También completa se conserva, aunque solo se editaron
colección de novelas de la serie La novela infantil, encuadernadas cuatro números, la titulada Halker Nove, el pequeño Corsario
en un único volumen con la cubierta de ”El país de los enanos” y compuesta por “El hijo del pirata”, ”La muerte del traidor”, ”La
que contiene: ”El país de los enanos”, ”La maldad de una reina”, captura del osado” y “Una lucha titánica”. En la última página de
”El bosque de los siete peligro”, “Los cuentos de la abuelita”, “Los este último título, la editorial anuncia que “la continuación de
dos hermanos”, ”El muerto agradecido”, ”La cenicienta”, ”La estas aventuras, en la colección titulada: El pequeño aventurero”.
moneda milagrosa”, “La comedia de los animales” y ”En el fondo Y de una temática y un planteamiento diferente, quizá ya
del mar”. Las dos colecciones están editadas en un papel de muy no destinada en exclusiva para el público juvenil, se encuentra
baja calidad y coste, por lo que su conservación, tantos años esta tercera colección que El Gato Negro dedica al escritor áureo
después, aporta aún más valor a unas publicaciones que, por sus Quevedo, con los títulos “Libro de la risa”, ”Los chistes más gra-
textos y por sus ilustraciones, por lo general ya son de por sí ciosos”’, “Las más ingeniosas anécdotas”, ”Vida y graciosos su-
bastante interesantes. En los mismos años, con los mismos mate- cedidos”, ”Graciosas aventuras”, ”Chistes” y ”Aventuras cómicas”.
riales y de igual o mayor rareza, aunque no tan específicamente De unos años más tarde, ya casi a punto de dejar de publicar
infantiles, son los números publicados en la serie José María El bajo el nombre de El Gato Negro encontramos distintas colec-
Tempranillo, rey de Sierra Morena, una serie basada en la vida del ciones de novelas populares muy enfocadas al público juvenil,
popular bandolero, de la cual se conservan varios números. como las agrupadas en la colección Piratas, corsarios y cautivos,
Las publicaciones de esta editorial, posiblemente en su afán las series escritas por Hugo Reyd Aventuras emocionantes de un
de reducir costes para llegar al mayor número de lectores posibles, joven príncipe y Los cinco invencibles, Búffalo Bill, El exterminador
eran tan humildes que en muchas ocasiones no se dedicaba ni el o la titulada Bandidos célebres españoles: los trabucaires de Ca-
requerido espacio a sus créditos legales, por lo que su datación taluña. Esta última forma parte de una colección de cuadernos
para una correcta clasificación y archivo a veces es muy compli- (Bandidos célebres, tanto españoles como de otros países) enor-
cada. Es lo que ocurre con las tres siguientes colecciones, que memente popular a finales de los años 20 y principios de los 30,
suponemos publicadas ya avanzada la década de los años veinte. que combinaron aventuras e historias locales en unas ediciones
La primera, bajo el título de El tesoro de la isla de fuego, es una sencillas de 6 páginas cada una, de pequeño formato (11 × 16 cm),
colección rarísima de tebeos que se conserva casi completa (ex- con la portada editada en color y el interior con textos y una

44 Literatura infantil y juvenil en la Colección Fernando Eguidazu


José María el tempranillo. El rey de Sierra Morena n.° 1: Un viaje al planeta Marte n.° 1 (s. a.)
Temple de acero (s.a.)

ilustración en la cabecera en blanco y negro. Y, también de esos entregas, en este caso con muy buena técnica narrativa, porta-
últimos meses, se conserva en este fondo una interesante revista das llamativas ilustradas en cuatricomía e interesantes ilustra-
–género que tantos éxitos reportará en los años venideros a Bru- ciones. De idénticas características, pero algo posterior, es la
guera– titulada Aventuras. Revista semanal de emoción y misterio, rarísima colección de Un viaje al planeta Marte, formada por 24
de la que se conservan sus primeros números. volúmenes de 12 páginas –que se conservan encuadernados–
de difícil localización en las bibliotecas públicas españolas. Esta

Cómics, revistas y folletines colección de fascículos, creados por W. Barrymore (¿un seudó-
nimo?) e ilustradas por A. Mestre Moragas, comenzó a venderse
Junto a El Gato Negro o Juventud, editoriales a las que ya se ha al asequible precio de 10 céntimos el 8 de abril de 1933. Por
hecho referencia y cuyos títulos son frecuentes en este fondo, último, habría que señalar la serie Aventuras de un Boy-Scout,
hay otras editoriales relacionadas con la literatura infantil y ju- de la que se conservan en el fondo los números 18 a 32, que
venil de principios del siglo anterior que realizaron una magnífica cierra cada número con la leyenda “publicaciones estimulantes
labor editorial. Una de ellas, de la que encontramos los textos para la juventud”.
más antiguos de este apartado, es la catalana Ediciones Sanxo Estas ediciones populares de Sanxo podrían encuadrarse en
que, en el mundo de la infancia, se especializó en colecciones lo que hoy se conoce como género pulp, muy relacionado siempre
populares de tebeos y cuentos ilustrados. Una de las colecciones con los tebeos, pero que en su origen era un término mucho más
más antiguas, difícil de datar por su rareza y singularidad, es la amplio que abarcaba todas esas ediciones baratas, impresas de
colección La aventura infantil semanal, de la que se conservan manera descuidada en un papel muy económico, amarillento y de
en este fondo diferentes números de la serie Centella, el rey del bajísima calidad–de ahí la importancia y dificultad de su conser-
lazo. De la misma época y similares características son las series vación–que se realizaba con pulpa de madera, sin guillotinar y
protagonizadas por el pequeño Tarzán, como Aventuras de El encuadernadas con una o dos grapas.
pequeño Tarzán, el niño mono, de la colección Joyas Infantiles, A este mismo género, y aproximadamente de las mismas
en versión de José Polo Barbero e ilustraciones de Alberto Mestre fechas que las últimas producciones de Sanxo, pertenece la serie
Moragas; Maravillosas aventuras en la India de el pequeño Tarzán Tonny Cow-Boy, aventuras emocionantes de un niño americano,
el niño mono, o, en lugar de en la India, en el Far West. Todas compuesta posiblemente por veinte episodios de 16 páginas cada
ellas son un nuevo ejemplo de las exitosas novelas populares por uno, de los que se conservan tres, y que no ofrece fecha ni editor,

César Sánchez Ortiz 45


Chiquitin n.° 1 (1913) Chiquitin n.° 9 (1913)

tan solo la imprenta de procedencia (Garrofe, Barcelona), y en salvación de Tarzán, números 154 y 156 respectivamente), y que
cuya cubierta trasera ofrece publicidad sobre otra serie (Sherlock forman parte de los conocidos ‘tarzanes apócrifos’, libros de per-
Holmes, aventuras policíacas) y de un almanaque dirigido a niños: sonajes famosos que se siguieron editando, debido a la demanda
“Niños: ya está a la venta el Almanaque de Pilongo. Lo más chis- de los lectores, incluso una vez que sus respectivos autores de-
toso, lo más emocionante, lo más estupendamente bonito. Profu- jaron de escribirlos. Así, nada tienen que ver estos tarzanes con
samente ilustrado. Precio 20 cénts”. De la misma imprenta saldría los escritos por Edgar Rice Burroughs. Pero no es esto lo más
también a la luz El pirata Bocanegra, la historia de un joven pirata curioso de estos dos ejemplares–ya que en los propios créditos se
quinceañero tan popular que cuenta con su propia versión cine- reconoce que es una versión de Alfonso Quintana para una serie
matográfica, y de la que se conservan en este fondo los núme- de novelas apócrifas–sino que ni siquiera la editorial era una em-
ros 4 a 16. Esta estrecha relación entre el cine y las ediciones presa legalmente establecida. Su editor, el mallorquín Juan Carlos
populares juveniles puede comprobarse también en la colección Torrendell, propietario de la Editorial Tor con sede en Buenos Ai-
Biblioteca Film, que editaba obras que habían sido llevadas a la res, se las ingenió para crear esta editorial fantasma, con sus dos
gran pantalla y, posteriormente, editadas en esta colección en iniciales y un apellido inventado, J. C. Rovira, y así publicar este
fascículos, como es el caso de Rob Roy, terror de los foragidos, de tipo de colecciones populares, al borde de la ley de propiedad
Walter Scott o El conflicto chino-japonés. intelectual, y ‘sorteando’ las obligaciones del pago de derechos
Otras editoriales presentes en el fondo y que lanzaron al mer- de autor en muchas ocasiones.
cado ediciones muy parecidas a Sanxo o El Gato Negro fueron En ediciones baratas y muy populares se editaron también los
Vincit (en Barcelona), de la que se conservan algunos números de principales semanarios y revistas infantiles de la primera mitad
Alma Fierro, cuadernos grapados de 8 páginas con ilustraciones de siglo. Entre ellos, destacan títulos como Chiquitín, Marujita,
a una tinta; o Editorial Valenciana, de la que se conservan, por Cocoliche y Tragavientos, Pinocho y Barrilete.
ejemplo, varios números de Los salteadores del mar y el capitán La Biblioteca de Chiquitín: aventuras de Aire, Mar y Tierra, de
Ysol, novela de aventuras de los años cincuenta. la que se conservan pocos números, fue una colección de cuentos
Y una mención aparte, antes de pasar a semanarios y revistas y narraciones infantiles aneja a la publicación semanal Chiquitín,
infantiles, merecen un par de números sueltos protagonizados dedicada al público infantil. En sus dieciséis páginas grapadas e
por Tarzán y editados en Argentina (La misión de Tarzán y La impresas a dos tintas predominaba el tono humorístico que carac-

46 Literatura infantil y juvenil en la Colección Fernando Eguidazu


terizó a su ‘hermana mayor’, En Patufet, un clásico de la infancia donde los lectores de Cocoliche y Tragavientos debían enviar las
catalana que su editor, Josep Baguñá, debido a su éxito, quiso soluciones a un jeroglífico que aparecía en cada número (Putchet,
ampliar al resto del país en esta versión en castellano, una apues- 37 de Barcelona) coincidía con la de este semanario festivo de
ta comercial que solo duraría los ocho primeros meses de 1913. inspiración cinematográfica.
Mariquita fue un personaje muy popular de los tebeos inme- El semanario infantil Pinocho, editado por la afamada e im-
diatamente anteriores a la Guerra Civil Española, más en concreto portantísima Editorial Calleja, vio la luz por primera vez el 22
de Mickey, publicado como muchos otros tebeos por la importan- de febrero de 1925, tras toda una serie de aventuras que surgen
te Editorial Molino. Después de la contienda la editorial dejó de de la traducción, por parte de Rafael Calleja, de la clásica obra
publicar muchos de estos títulos, que pasaron a manos de Bru- homónima de Collodi alrededor de 1917. Así, lo que hubiese sido
guera, pero siguió editando una colección de narraciones, a veces una simple traducción del italiano, adaptada a giros y expresio-
confundidas con un tebeo –ya que tenían varios relatos cortos, nes del español más castizo, y por la debilidad que el traductor
pasatiempos, viñetas–, bajo el título Aventuras de Marujita, que y editor sintió con ese personaje, se convirtió en el germen de
había comenzado a publicar alrededor de 1933 y que llegó a al- nuevas aventuras para un Pinocho que, dibujado por Salvador
canzar casi el medio millar de títulos durante los años cuarenta y Bartolozzi, poco tenía que ver ya con el italiano, y a cuyas aven-
cincuenta. Entre sus páginas escribieron sus relatos grandes es- turas se añadió muy pronto el que sería su eterno compañero de
critores del momento como, por ejemplo, Carmen Kurtz, que los locuras, trastadas y batallas, el famoso Chapete. Aunque su últi-
firmaría bajo el seudónimo de Isabel Marés o Carmen de Rafael. mo número se publicó el 27 de diciembre de 1931, las aventuras
Infancia y juventud de Cocoliche y Tragavientos, episodios de- de este personaje continuaron en México, donde Bartolozzi se
tectivescos es una serie de cuadernillos escritos por el entonces exilió, convirtiéndose en personaje teatral y cinematográfico, y
joven y poco conocido escritor Ramón J. Sender. Poco más se en la propia España de la posguerra, bajo distintos sellos edito-
sabe de esta edición que carece de datos bibliográficos (edito- riales que reeditaron algunas de sus andanzas. La revista, de las
rial, impresión, fechas…) excepto que se publicaron al menos dos más emblemáticas del siglo XX dedicadas a la infancia, se carac-
series, la primera de seis números y, la segunda de veinticinco, terizó por su humor inteligente y vanguardista, y una cuidada
que se conservan casi al completo en este fondo. Y que debió calidad literaria y gráfica conseguida por escritores, ilustradores y
estar muy relacionada con otra publicación seriada de finales de diseñadores de primera línea en el panorama cultural de aquellos
la segunda década del siglo XX, Charlot, pues la dirección postal años.

Aventuras extraordinarias de Buffalo Bill n.° 19: Horrendo suplicio (s. a.) Colección “Marujita” n.° 1: El geniecillo del país de las hadas (s. a.)

César Sánchez Ortiz 47


La última de las revistas infantiles seleccionadas tiene la pe-
culiaridad de haberse editado exclusivamente en Argentina en los
años 30, a pesar de lo cual forma parte de este fondo en el que,
mayoritariamente, los documentos infantiles proceden de Espa-
ña. Barrilete es una de las revistas pioneras en el mundo de la LIJ
periódica argentina, al igual que lo fueron Pololo, Tony o Mustafá,
todas ellas editadas por dos hermanos españoles, los Sillas. En un
humilde papel amarillento, sus páginas, impresas a una tinta des-
de la misma cubierta, contenían predominantemente historietas
cómicas, como puede leerse en la portada de cada ejemplar desde
el primer número, publicado el lunes 5 de noviembre de 1934:
“Barrilete, el rey de la risa. Barullo semanal. Algo formidable y
novedoso”.

Clásicos editoriales liJ


Además de todas estas ediciones de carácter popular y económi-
co, gracias a las cuales en la mayor parte de los hogares españo-
les pudieron conocer a estos personajes y sus aventuras, existió
también –y aquí hay buena muestra de ello– una línea de publi-
caciones editorialmente cuidada, impresa en gramajes de calidad,
con muy buenas encuadernaciones y con textos e ilustraciones
de contrastados autores, traductores e ilustradores. Libros gene-
ralmente publicados por grandes editoras como Araluce, Molino,
Janés o Consuelo Gil (Gilsa).
Con una línea editorial muy alejada de los textos de diver-
sión, aventuras, fantasía y entretenimiento de la mayor parte de
las obras hasta ahora mencionadas, destaca la Editorial Araluce,
fiel al clásico espíritu de una literatura infantil y juvenil que de-
bía instruir deleitando y acercar los grandes autores y las gran-
des obras de la literatura española, y los grandes personajes de Cocoliche y Tragavientos. Los reyes del detectivismo n.° 1 (s. a.)
la historia, a los jóvenes en formación para que les sirvieran de
ejemplo a seguir en sus recién estrenadas vidas. Así, en este fon-
do encontramos colecciones completas, desde principios del siglo
XX y hasta la posguerra, para niños y jóvenes como Los grandes
hombres –Séneca, Quevedo, Fray Luis de León, Cristóbal Colón,
Beethoven…–, Páginas brillantes –Jerusalén libertada, Los vikin-
gos, Los incas, Ricardo Corazón de León…– o Colección Araluce cuatro libros que se conservan en este fondo, todos escritos por
al alcance de los niños, con adaptaciones de Robinson Crusoe, La Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarzán: Piratas en Venus,
Eneida, La Odisea, obras de Ruiz de Alarcón, etc. Huyendo en Venus, Perdido en Venus y Carson en Venus.
Aunque ya se ha hecho referencia a la Editorial Molino en La década de los cuarenta fue también testigo de uno de los
apartados anteriores, también esta casa tuvo una colección que, fenómenos editoriales de la posguerra con la aparición de uno
sin dejar de ser popular, estuvo más cuidada que los tebeos y de los personajes femeninos que quedaría durante generaciones
folletos mencionados, y que estaba orientada a esa misma máxima en la memoria colectiva de la sociedad española, y en especial
de instruir deleitando: la colección Historia y leyenda, de la que del público femenino: Antoñita la Fantástica. Ideado como un
en este fondo se conserva casi completa la serie Conquistadores. personaje radiofónico, el programa y el personaje tuvieron tanta
En ella encontraría su lugar como redactor un joven José Mallorquí, aceptación que aquellos guiones acabaron convirtiéndose en no-
posiblemente uno de los escritores más prolíficos de textos popu- velas infantiles y juveniles de la mano de su autora, Borita Casas.
lares durante la larga posguerra española. En la contracubierta Así, aquella niña arquetipo de las chicas españolas de clase media
de todos los libros, la propia editorial describe su colección como y afín al ideal de mujer del franquismo pasó a protagonizar, entre
una “interesante y amena colección biográfica, donde se alter- otras, estas tres obras: Antoñita la Fantástica (1948), Más histo-
nan los más famosos episodios de la Historia y Leyenda universa- rias de Antoñita la Fantástica (1948) y Antoñita la Fantástica y
les, y cuya lectura brinda solaz y provechosas enseñanzas a Titerris (1950). Estas y todas las demás fueron editadas por Con-
pequeños y a mayores”. suelo Gil Roesset de Franco, una persona muy cercana al régimen,
Gacela para la juventud fue el nombre que el famoso poeta y encargada de la dirección de revistas como Chicos –bajo el aus-
prestigioso editor Josep Janes eligió para recuperar en los años picio y control de la Delegación de Prensa y Propaganda de la
cincuenta, en un formato de considerable calidad editorial, al- Falange Española Tradicionalista– y que a mediados de los años
gunos de los mejores títulos que había publicado en la década 40 creó el sello GILSA para sacar adelante distintos proyectos
anterior, aunque finalmente solo llegó a poner en circulación los editoriales, entre otros esta saga de Antoñita.

48 Literatura infantil y juvenil en la Colección Fernando Eguidazu


efímeros: aleluyas y pliegos de familias, durante muchos años, moverse a otros mundos sin
salir de sus casas o barrios, vivir otras vidas desde sus propias
de cordel vidas, leer en papel –antes de que existieran tabletas ni ordena-
dores– sin tener libros.
‘Efímero’ proviene etimológicamente del griego y significa, en su Si la investigación histórica y crítica de la literatura infantil y
origen, que tiene la duración de un solo día. Poco más solían du- juvenil ha tenido que esperar casi hasta finales del siglo pasado
rar esos materiales que, sin ser libros, transportaban con tinta y para encontrar un espacio incuestionable en los programas aca-
papel la literatura infantil y juvenil que se consumía en millones démicos e investigadores universitarios, dificultando así el acer-
de hogares por todo el mundo. camiento de la filología a estos textos que no siempre eran reco-
Entre todos los libros y revistas que forman este fondo, exis- nocidos como literatura por los estudiosos tan solo por ser
ten también un considerable número de estos materiales, en con- destinados a un público infantil y/o juvenil, la dificultad de su
creto hojas de aleluyas y pliegos de cordel. Aunque no son exclu- conservación y clasificación ha sido el otro gran motivo que ha
sivamente infantiles, ni por su temática ni por sus destinatarios dificultado su análisis y estudio. Esta nueva colección Fernando
naturales, los primeros sí fueron un producto valorado y leído por Eguidazu facilita, sin duda, esta tarea, ofreciendo al investigador la
el público juvenil, sobre todo los de carácter más irónico y crítico. posibilidad de consultar textos de difícil localización en la mayo-
Destacamos, a modo de ejemplo: Historia de un aprendiz za- ría de las bibliotecas, pues no solo se trata de textos de literatura
patero (nº. 11), Impresos de Cristina Segura, Viuda de Antonio infantil y juvenil publicados durante unos años y en un país que
Llorens (Barcelona); Entrada triunfante y entierro del Carnaval; no le daban la importancia que merecían, sino que además, dentro
Vida de la mujer buena y la mala (nº. 10), Madrid, Despacho Mi- del propio subsistema de la literatura para niños, son materiales
guel Servet; Vida de Papa-Moscas (nº. 12), Depósito de aleluyas en su mayoría populares y efímeros, lo cual dificulta su localiza-
u romances, ‘Tabernillas, 2’, Madrid; Percances de Madrid (nº. ción y posterior estudio. Sin embargo, como afirmábamos al prin-
85), Madrid, 1865, Imprenta de Marés y Compañía, Plaza de la cipio, fueron estas las ediciones que sirvieron para llevar a la in-
Cebada, 13; El médico de sí mismo (nº. 25), Madrid, Sucesores de mensa mayoría de los hogares españoles de aquellos momentos
Hernando, Arenal, 11; Corrida bufa de Toros (nº. 109), Madrid, las historias que entretuvieron e hicieron lectores a los niños de
Despacho Sucesores de Hernando, Arenal 11. entonces.
De este grupo de pliegos de aleluyas, el primero, Historia de
un aprendiz zapatero, fue impreso en Barcelona por Cristina Se-
gura, Viuda de Antonio Llorens (última etapa de la serie) en los
últimos años del siglo XIX, antes de la venta del fondo Llorens
en los primeros años del siglo XX a Luis Rynaud. La Vida de Pa-
pa-Moscas corresponde a la colección madrileña de ‘Tabernillas,
2’ y se imprimió en los primeros años 80 del siglo XIX (a partir
de 1880) aunque sus primeras ediciones corresponden a los pri-
meros 70 (Colegiata, 6 y Encomienda, 19). Papa-moscas es un
personaje peculiar (bobalicón) que se relaciona con un autómata
gótico del reloj de la catedral de Burgos desde su creación y hasta
nuestros días, cuando da las horas abre la boca, siendo un recla-
mo para los turistas. El resto de los otros pliegos corresponden,
aunque tienen distinto pie tipográfico, a una misma serie madri-
leña que se denomina Marés-Minuesa-Hernando, ya que esta se
compone de distintas colecciones que fueron imprimiéndose a lo
largo del siglo XIX e incluso en las primeras décadas del XX (has-
ta los primeros años 30). La más antigua es la de 1865, Percances
de Madrid, de José María Marés, con la que se inicia la serie que
llegará hasta los primeros años 70. El pliego de la Vida de la mujer
buena y la mala procede de los años 80 del siglo XIX.
Y, finalmente, El médico de sí mismo y Corrida bufa de Toros
fueron impresos por los Sucesores de Hernando entre 1902 y
1924, manteniendo todavía el fondo original de Marés y Minue-
sa, ya que después de 1926 se incorporarán pliegos de otra co-
lección madrileña, la ya citada de ‘Tabernillas, 2’ sustituyendo
muchos de los antiguos.
En definitiva, se trata de pliegos de las etapas más modernas
de las aleluyas españolas, como muestra, precisamente, el color
de los papeles, que comienza a utilizarse a partir de 1874 y aquí
están ya presentes.
Aunque puedan parecer publicaciones sin mucha importan-
cia editorial, el valor de estas hojas sueltas, en este caso concreto Infancia y juventud de Cocoliche y Tragavientos. Episodios
aleluyas y pliegos de cordel, reside en que permitieron a millones detectivescos por Sendercito n.° 1 (s.a.)

César Sánchez Ortiz 49


la novela popular argentina en la
Colección Fernando Eguidazu
Gloria Chicote

1. la Colección Fernando ofrecen estos materiales para observar cómo se va delineando el


mercado de la lectura popular en el ámbito ibero hablante, desde
eguidazu: nuevos documentos la masividad de los primeros años, la diversidad de temas y gé-
neros que responden a las demandas de un público de gestación
de literatura popular en el heterogénea, hasta la mezcla de procedencia de los autores en la

instituto ibero-americano conformación de un colectivo en el que conviven creadores de


origen letrado con otros de procedencia popular recientemente
alfabetizados. Este primer magma informe que se manifiesta en
En el año 2018 el IAI adquirió la monumental Colección Fernando la aparición de folletines y hojas sueltas se va delimitando en las
Eguidazu de Novela Popular1 en una línea de continuidad con el décadas del 30 y 40 cuando los medios audiovisuales de difusión
interés sostenido que esta institución demuestra por la génesis masiva cada vez adquieren más presencia en los circuitos de
y el desarrollo de la cultura popular iberoamericana, puesto de literatura popular, interactuando e intercambiando temas y per-
manifiesto en la adquisición, catalogación y digitalización de co- sonajes, hasta detentar la madurez de un mercado que ofrece sus
lecciones tales como la Biblioteca Criolla, la Colección de Revistas productos en forma periódica y en el que es posible diferenciar
Teatrales y Novelas Cortas Argentinas, la Colección de Literatura emisores, receptores, circuitos editoriales y comerciales.
de Cordel Brasileña, la Colección de Estampas Mexicanas, o la Co- En este sentido, la Colección Fernando Eguidazu es un magní-
lección de Tango, entre otras. fico complemento de las colecciones existentes en el IAI tantas
La Colección Fernando Eguidazu enriquece el acervo del IAI veces abordadas. Pero a su vez, la importancia de la colección se
con más de 50.000 objetos de los siglos XIX y XX, procedentes debe también a que representa el período de madurez del mercado
fundamentalmente de España pero también de Argentina, México, editorial popular y por lo tanto ofrece una imagen de conjunto
EEUU o Francia, ofreciendo una muestra que permite internarnos de la producción y el consumo en castellano, con los desplaza-
en las redes intelectuales y comerciales de un mercado editorial mientos producidos en el siglo XX en relación con los avatares
en su proceso de constitución y expansión: la literatura popular políticos y económicos acaecidos en España y América, de este y
en lengua castellana. del otro lado del Atlántico.
Asimismo, un aspecto de especial interés de esta colección A pesar de que los primeros títulos coleccionados proceden
para quienes frecuentamos asiduamente los fondos bibliográficos del siglo XIX, su acervo fundamental está constituido por la lite-
del IAI reside en su potencialidad de comparación con coleccio- ratura de ’kiosco’, en referencia a los nuevos espacios de comer-
nes semejantes aunque con delimitaciones temporales y espacia- cialización de estos productos, que se reprodujo exponencial-
les ligeramente diferentes. Los folletos y folletines de la Biblioteca mente en la segunda mitad del siglo XX. En la Colección Fernando
Criolla reunida por Robert Lehmann-Nitsche entre 1880 y 1925, Eguidazu se definen perfectamente los alcances de esta Literatu-
cabal exponente de la gran inmigración que se produjo en las ra B o sub-literatura con sus géneros y subgéneros más represen-
modernas ciudades rioplatenses de las últimas décadas del siglo tativos, requerida por un público que acude periódicamente en
XIX y las primeras del siglo XX, puede ser confrontada con las busca de un desbordante material de lectura. ¿Cómo está consti-
hojas sueltas, folletos y estampas que por la misma época se pu- tuido ese público? Por los nuevos lectores, los hombres y mujeres
blicaban en México, o con el fenómeno de literatura de cordel procedentes de las clases obreras y medias que no están familia-
brasileña, quizás el mejor ejemplo vigente de re-funcionalización rizados con “la gran tradición cultural de occidente”, tal como la
cultural de los pliegos sueltos renacentistas hasta los blogs de denomina Peter Burke (1991: 61) pero que están ávidos por co-
internet. Mediante esa comparación se aprecia la utilidad que nocerla; estas personas no solo serán los protagonistas de la his-
toria fáctica del siglo XX, sino que serán los destinatarios del
mercado de consumo que se está configurando en América del
1 Fernando Eguidazu como autor divulgador de la cultura popular ha Norte, en América del Sur y también en la vieja y empobrecida
publicado los libros Del folletín al bolsilibro. 50 años de novela popu- Europa de posguerra. Un recorrido por las páginas de las publica-
lar española 1900-1950 (Ed. Silente 2008), y Biblioteca Oro. Editorial ciones, sus publicidades, las cartas de lectores y sus respuestas
Molino y la literatura popular 1933-1956 (Ediciones Ulises-CSIC),
ofrecen un panorama fascinante de la conformación del nuevo
este último en colaboración con Antonio González Lejárraga. Ha
efectuado también otras publicaciones bajo el seudónimo de Fernando público que ya no es solo de hombres adultos, sino que también
Martínez de la Hidalga. está constituido por mujeres, estudiantes, jóvenes y niños, las

50
nuevas generaciones que se están formando en estos modelos del
progreso y la modernidad. Por esta razón la Colección Fernando
Eguidazu constituye un eslabón decisivo en la historización del
mercado editorial popular en lengua castellana en la medida en
que nos ofrece la posibilidad de observar el comportamiento de
géneros y mercados constituidos, proyectos editoriales concretos,
la presencia determinante de redes comerciales que trascienden
las fronteras lingüísticas a través de exitosos programas de tra-
ducción del inglés y del francés.
En los documentos de la Colección Fernando Eguidazu se
percibe una profesionalización de las editoriales populares que
estaba ausente, o que encontrábamos en un grado incipiente, en
las colecciones de las primeras décadas del siglo XX. Para realizar
este tipo de análisis son de suma utilidad referencias novedosas,
que estaban ausentes hasta ese momento en las ediciones popula-
res, de colección, número, título, autor, traductor, ilustrador, pu-
blicidad en la contratapa con mención de otras ediciones, etc. En
cuanto al instrumento de difusión, o sea el papel, continúa siendo
muy rústico y el precio muy barato, pero el formato, la tipografía
y la inclusión de ilustraciones y fotografías en colores son cada
vez más cuidados, en consonancia con sus propósitos de difusión
y su finalidad didáctica.
Mientras que en la Colección de Revistas Teatrales y Novelas
Cortas Argentinas del Instituto Ibero-Americano ya habíamos
observado una consolidación del mercado de las revistas y libros
populares en la década de 1930 que se traducía fundamental-
mente en la explicitación de los programas editoriales, en la con-
tinuidad de los proyectos y en la periodicidad y regularidad de
las entregas, en el grueso de la Colección Fernando Eguidazu, que
data de los años 40 y 50, el mercado ya está totalmente delinea-
do en cuanto a los gustos y necesidades de sus receptores. Se ha Imagen 1: Bobby n.° 39: Por la legión extranjera! (1926)
consumado la creación de un espacio editorial y de un público
popular que espera semana a semana el nuevo fascículo de la
colección que está leyendo. En este espacio editorial conviven
propuestas de lectura y entretenimientos, como crucigramas, con-
cursos de filatelia y anuncios de la continuación de las aventuras
que van modelando la sensibilidad del público, junto con la emer- 1926, Bobby [Imagen 1] Nº 39 Por la Legión Extranjera! en la
gencia de otro lenguaje totalmente innovador que dominará el que la imagen de tapa es una colorida ilustración que integra una
consumo en los años siguientes: la publicidad de productos, cur- serie de elementos útiles para su publicidad: el enfrentamiento
sos y servicios destinados a crear las necesidades de los nuevos interétnico ambientado en un contexto exótico de indumentarias
lectores y lectoras. y edificios que invita a la lectura de una novela de aventuras.
Asimismo, la Colección Fernando Eguidazu permite constatar Pero además el texto de retiración de portada en el que se anun-
que se produjo un cambio de preferencias en los temas y perso- cia el próximo número constituye una advertencia a los engaños
najes, en relación con el desarrollo de las artes del espectáculo posibles detrás de los adelantos de la radiofonía:
y los medios de comunicación masivos. Mientras que las colec-
ciones anteriores estaban conectadas con la popularización del La Radiotelefonía
teatro, la música en vivo y luego incipientemente la radio, aho-
ra en estas revistas de los años 40 y 50, el cine aporta nuevos Juega un singularísimo papel en el actual desenvolvimiento de
horizontes, la radiofonía y después la televisión tienen un lugar las relaciones humanas. Asombra y deleita: pero no siempre esto
protagónico, y serán justamente esos medios los que ofrecerán último sucede con los que tienen su
nuevos recursos de ‘traducción’ de lenguajes en productos episó-
dicos de distintos formatos. Tal como se ha señalado en enfoques Conciencia culpable
de literatura popular, una de las marcas predominantes de este
tipo de producción literaria es su competitividad con otros me- Si llegan, presas de abyectas supersticiones a creer que es la voz
dios audiovisuales. En los libros y revistas populares de mediados de ultratumba la que habla y les anonada con un mundo de ame-
del siglo XX el lenguaje, la comunicación lingüística que la cultura nazas sino cumplen sus inspiraciones
del libro había canonizado como la verdadera, debía competir por Lea Ud. la novela completa de aventuras entre los nativos
entonces con los nuevos formatos que ostentaban éxito. Como de la India de los misterios, que hallará en el nº 40 de BOBBY,
ejemplo, cabe destacar una revista publicada en Buenos Aires en siempre ::superior::

Gloria Chicote 51
Tal como se ha anticipado, la Colección Fernando Eguidazu está
constituida por la denominada Literatura B cuyos géneros emble-
máticos son la ciencia ficción (como evolución de la literatura de
terror en relación con la utopía, la ciencia y el mito, en estrecha
conexión con la novela de aventuras), la novela policial, la novela
rosa y la novela erótica. Pero no debemos olvidar que toda co-
lección también responde a una selección programática debida al
gusto y los intereses del coleccionista: en el caso de la Colección
Fernando Eguidazu están ausentes géneros y subgéneros muy
importantes de la literatura popular sencillamente porque no se
les dedicó atención. En este sentido cabe destacar que fueron
excluidos los cancioneros, las historietas y la pornografía, con al-
guna excepción que se menciona más adelante. En las páginas
siguientes se realiza un recorrido analítico por los documentos
procedentes de Argentina con el propósito de contribuir a la
caracterización de conjunto reseñada hasta aquí.

2. Los materiales argentinos


de la Colección Fernando
Eguidazu: centralidad de
editorial Molino
La sección argentina de la colección es reducida en cantidad de tí-
tulos y ejemplares en relación con el total (40.000-50.000) pero es
muy significativa en la medida en que establece los lazos existentes
entre la industria editorial española y la americana en los procesos Imagen 2: El vengador n.° 73: La muerte negra (1946)
de cambios políticos y económicos de mediados del siglo XX.
Quizás una marca fundamental de la Colección Fernando
Eguidazu es la posibilidad que ofrece de transitar los vaivenes
del mercado editorial hispano/americano a partir del desarrollo
de las mismas agencias editoriales en Argentina y/o en España,
que publican los mismos contenidos antes, después y/o simul- cados por editorial Clíper, adaptados a la historieta, a la pantalla
táneamente, debido a los movimientos de la industria editorial y traducidos a distintas lenguas. También fue el responsable de
y sobre todo como consecuencia de la guerra civil española y los la colección de ciencia ficción, Narraciones Terroríficas y en sus
procesos de migración. últimos años se dedicó al radioteatro.
La Editorial Molino es un ejemplo contundente de este fenó- En los primeros tiempos argentinos, Editorial Molino retomó la
meno en cuanto a la difusión concentrada de géneros populares Colección Biblioteca Oro, un instrumento de difusión fundamental
en el universo del castellano. Fundada en España en 1933 por para los diferentes géneros populares en auge, tales como aven-
Pablo del Molino Mateus con ese objeto, ofrece su primera co- turas, policial, suspenso. Paralelamente, Editorial Molino publicita
lección, la Biblioteca Oro dedicada a la novelística policial y de sus colecciones periódicas como Hombres audaces [Imagen 2], con
aventuras. Debido a la guerra civil, en 1938 parte de su equipo muchos títulos de diferentes personajes emblemáticos que apare-
a cargo de Pablo Molino se traslada a Argentina donde toma el cían en entregas semanales, muy cuidadas con todas las referencias
nombre de editorial Molino Argentino, mientras que en España editoriales y publicidad en la contratapa, muchas de ellas con pie
permanece Luis Molino. de imprenta en Barcelona y Buenos Aires. También las series de
Una figura clave en el staff de la editorial fue el prolífico autor Lecturas juveniles, como Mujercitas o Corazón, y otras colecciones,
y traductor José Mallorquí Figuerola (1913-1972). Mallorquí fue en las que se anuncia que los libros incluyen películas, como por
el gran traductor de la editorial desde 1933, con textos volcados ejemplo en la siguiente publicidad de Globito en África:
del inglés y del francés, hasta que incluyó relatos de su autoría en
la Biblioteca Oro. Desde España colaboró activamente con la edi- Cine en miniatura
torial en Buenos Aires. Además de sus traducciones es el creador
de la colección La novela deportiva de aparición quincenal entre Tal es el libro Globito en África que aparte del cuento bellamente
1939 y 1945, cuyas ajetreadas y folletinescas tramas transcu- ilustrado,trae16 películas que se proyectan mediante un aparato
rrían en el mundo del box, el rugby o el tennis. También escribió muy fácil de armar y manejar.
en otras colecciones tales como Tres Hombres buenos (oeste) o
Duke (policial), pero su obra más conocida es El Coyote referida Paralelamente, Editorial Molino cumple también un rol impor-
a un justiciero mexicano del siglo XIX, con 192 números publi- tante en la divulgación de la literatura canónica entre los secto-

52 La novela popular argentina en la Colección Fernando Eguidazu


de construcción de los imaginarios de ficción, de aventuras que
partían de realidades conocidas para incursionar en espacios ig-
notos y en novedosas teorías científicas que inclusive daban la
posibilidad de viajar en diferentes líneas de la temporalidad. Por
esta razón el género de las novelas de aventuras fue especialmen-
te caro a la literatura popular y aportó cuantiosos dividendos al
mercado editorial.
Este proceso está ampliamente representado en las diferentes
colecciones de la Colección Fernando Eguidazu, en especial en las
procedentes de Editorial Molino Argentina que funcionó hasta
su cierre en 1952 debido a la escasez de papel y a las reiteradas
huelgas. Mientras tanto, ya pasados los tiempos difíciles de la
guerra civil y la primera posguerra, la sede española se mantuvo
muy activa editando a Agatha Christie, Emilio Salgari, Julio Ver-
ne, Karl May, y series dedicadas al público infantil.

3. el Coyote: emblema del


western hispánico
En la serie de las novelas de aventuras el producto más emble-
mático de la Colección Fernando Eguidazu es sin lugar a dudas
la colección El Coyote de editorial Clíper, por la originalidad que
representa haber creado un protagonista hispánico en la exitosa
saga de las novelas del Oeste estadounidense, los denominados
westerns. La Colección Fernando Eguidazu cuenta con la colección
completa de El Coyote y su reedición de 2002.3
El Coyote fue una creación de José Mallorquí ya mencionado
Imagen 3: La novela deportiva n.° 44 (1942), contratapa como gran protagonista en el desarrollo de diversas colecciones
de Editorial Molino y como prolífico creador, vendedor de millo-
nes de ejemplares de novelas en todo el mundo y el autor español
más traducido después de Cervantes. Mallorquí fue un cultor de
la novela popular, maestro en su capacidad de ambientación y
credibilidad de acciones y personajes. Sus inicios como traductor
res populares. Su colección Literatura Clásica incluye títulos tales y luego escritor se consignan en la Colección Novelas del oeste en
como Vida del Buscón, de Quevedo o El Romancero del Cid, junto editorial Clíper. En ese contexto creó protagonistas complejos que
con libros clásicos de fábulas y de aventuras. superaban el estereotipo de buenos y malos, con una ambienta-
Entre los géneros de éxito excepcional en la literatura popular ción histórica y geográfica cuidadas a la perfección. En el número
masiva se encuentra sin lugar a dudas, la novela policial. Los Poi- 9 de esa colección, bajo el pseudónimo de Carter Mulford crea
rot, Sherlock Holmes, Parry Mason o padre Brown se volvieron El Coyote, como una de las tantas novelas autoconclusivas que
famosos en ese circuito, pero a su vez tuvieron cientos de réplicas se ofrecían. Mallorquí vio el potencial en esa novela y la misma
en el mercado. Estos policías, detectives profesionales o amateurs editorial Clíper le ofreció desarrollar la saga que resultó un éxito
en el descubrimiento de criminales, conforman las distintas se- descomunal entre 1947 y 1955. [Imagen 4]
ries de Hombres audaces, y se llaman Peter Rice por Austin Gri- Mallorquí creo un género nuevo, en la medida en que su obra
dley, Doc Savage por Kenneth Robeson, La sombra por Maxwell no era una mera imitación de una novela del oeste, sino que daba
Grant,2 o El vengador por Kenneth Robeson. En la contratapa del a luz un protagonista español de la California en el siglo XIX,
Nº 73 La muerte negra (Buenos Aires, 1946) se incluye la publi- cuando el territorio había sido anexado a los Estados Unidos en
cidad de la Colección La novela deportiva, [Imagen 3] que nos 1850, donde vivían españoles, mexicanos y estadounidenses y
conecta con otro género: la novela de aventuras. donde se vivían tensiones sociales, políticas y económicas provo-
Desde los libros de viajes de la antigüedad y la edad media, cadas por la nueva dominación. Si bien los personajes eran espa-
hasta la etapa del colonialismo moderno que llevaron a cabo los ñoles o descendientes directos de españoles (hecho que producía
europeos en América, Asia, África y Oceanía, el contacto con es- una identificación con el público), había matices en su caracte-
pacios y culturas ‘otras’ fue quizás una de las principales fuentes rización que contribuían a la profundidad de la trama. El Coyote
excedió lo local y tuvo éxito internacional que determinó su tra-
ducción a distintas lenguas y sus tiradas fueron millonarias. Esta
‘novela río’ en la que se sucedían sin fin las aventuras del Coyote
2 En la contratapa aparece una publicidad de Aventuras de Guillermo,
libros protagonizados por un niño y dirigidos a los niños, escritos
todos por el mismo autor, Richmal Crompton, Buenos Aires, Editorial
Molino. 3 El Coyote de José Mallorquí, Planeta De Agostini S.A., Madrid, 2002

Gloria Chicote 53
Imagen 4: El Coyote n.° 4: El valle de la muerte (s. a.) Imagen 5: El Coyote n.° 12: Der Sohn des Coyoten (s. a.)

también tuvo la particularidad de manejar magistralmente el pa-


saje del tiempo y de convertir al lector en testigo del devenir de
4. la ciencia ficción: un
la historia: los personajes crecen, envejecen y mueren en una cro-
nología verosímil. La Colección Fernando Eguidazu no solo ofrece
género nuevo y una publi-
la totalidad de los números publicados en España sobre este el cación de culto, Narraciones
encapuchado justiciero, César de Echagüe, el Coyote, que lucha
contra los poderosos en tierras de California, sino que también se terroríficas
puede acceder a ejemplos de traducciones, tales como la edición
en italiano (Casa Editrice Milano 1954), brasileña (O Coyote Rio Apenas instalada la Editorial Molino en Buenos Aires era necesa-
de Janeiro, 1971) alemana (El Coyote Der Sohn des Coyoten von rio relanzar el negocio con las series de aventuras y policiales que
José Mallorqui) [Imagen 5], o ediciones argentinas como El Co- se publicaban en España, pero paralelamente aparecía el desafío
yote Buenos Aires, 1948. En una de las contratapas se publicita de ofrecer nuevos contenidos para renovar el mercado. Con ese
otra novela de bandidos, El encapuchado, “situado en ambiente propósito, se iniciaron distintas series, entre ellas la revista de
moderno” que a su vez tiene en su contratapa una publicidad de ciencia ficción más importante de Argentina, Narraciones terro-
El Coyote, referencia cruzada que resulta interesante para insistir ríficas. [Imagen 6] Para esta tarea fue convocado una vez más
en la red de publicidades en la que se teje el entramado de la como director José Mallorquí Figuerola, quien también resultó
cultura popular masiva. un excelente selector de los contenidos y en la definición del
catálogo. En 1939 el impacto de las lecturas de ciencia ficción
estadounidense lo llevó a proponer la creación de esta revista
que se publicaría en Buenos Aires (pero preparada en Urgel 245,
Barcelona) y durante dos años realizó todas las traducciones de
los textos que se incluirían. Asimismo, fueron publicados 19 re-
latos suyos hasta 1943, fecha en que se supone que concluyó
su dirección. En esta primera etapa la revista se caracterizó por

54 La novela popular argentina en la Colección Fernando Eguidazu


aparecen en venta alcanzan cotizaciones exorbitantes. Tal como
señala Carlos Abraham (2013: 57),5 la revista no tuvo paralelo en
ningún otro país de Latinoamérica en sus contenidos de horror y
literatura fantástica oscura. Asimismo, la calidad y novedad de
sus ilustraciones contribuyeron a su larga y exitosa trayectoria.
Narraciones Terroríficas al principio tuvo periodicidad
quincenal pero luego se volvió mensual o bimestral, hasta que
al final su aparición fue muy espaciada debido posiblemente al
declive de las ventas. La revista se imprimía en papel muy barato
que se volvía amarillo y frágil en poco tiempo, debido a que se
hacía con la pulpa de la madera y tenía un alto contenido de lig-
nina (de ahí viene el nombre inglés de pulp literature). Utilizó el
formato usual de los pulps, 24 cm × 17cm, los primeros números
llegaban a las 96 a 104 pp, después la mayoría se estabilizó en 80
y posteriormente 72, reducción que también muy posiblemente
haya estado relacionada con el descenso de las ventas. El precio
originalmente era de 50 centavos y luego aumentó a 60 y 75 cen-
tavos. Siempre aparecieron en la última página de la revista los
datos de la editorial (nombre, logo y dirección). Una definición
de la misma revista pone en claro la apelación a lo popular - ma-
sivo, a un público de bajos recursos que quería experimentar las
fuertes emociones de los relatos sin preocuparse demasiado por
el origen de los mismos:
Narraciones terroríficas
Los mejores relatos de carácter terrorífico, de autores famosos
dentro de esta modalidad literaria componen esta colección.
El alto valor de las obras que en ella se publican, queda evi-
denciado por el hecho de que todas ellas hayan sido editadas,
hasta hoy, en volúmenes de gran lujo y alto precio.
Imagen 6: Narraciones terroríficas n.° 1 (1939) Ahora Editorial Molino las ofrece en ediciones económicas al
alcance de todos.

La publicación estaba integrada por cuentos, nouvelles o novelas


de terror, casi exclusivamente; todos relatos de carácter conclusi-
vo que no continuaban en los números siguientes, quizás debido
incluir textos de buena calidad, refinados relatos que no caían en a la irregularidad de su aparición. No se incluían poemas ni sec-
detalles truculentos, procedentes de traducciones de las publi- ciones de ensayos, prólogos o correspondencia, con el argumen-
caciones en inglés, un segundo grupo integrado por clásicos del to de que se privilegiaba la ficción de la que estaban ávidos los
terror del siglo XIX (Poe, Hawthorne, Hoffmann) y un tercero lectores. La ausencia de textos complementarios y aparato crítico
por escritores hispánicos desde Mallorquí hasta Bécquer. también se debe al hecho de que las revistas estaban dirigidas
La segunda etapa de la revista, iniciada en el número 40 fue preponderantemente al gran público.
muy diferente de la anterior: aparecieron traducciones de litera- En todas las revistas de circulación masiva y en especial en
tura de terror muy popular con tintes sádicos y morbosos, des- los géneros novedosos, las ilustraciones de las tapas adquieren
aparecieron los grandes autores para ser reemplazados por au- un lugar esencial, en menor medida las internas, debido a la im-
tores menores, hasta que volvieron a aparecer los clásicos para portancia del impacto visual para que el comprador se decida por
llenar baches. Es muy importante destacar que en los números esta o aquella, en un kiosco abarrotado de ofertas. Esa feroz lucha
46 y 47 se incluyeron tres relatos de la Antología de literatura se dirime en las estrategias de presentación con la utilización de
fantástica publicada en 1940 por Borges, Bioy Casares y Silvina colores brillantes e imágenes truculentas. Al decir de Abraham,
Ocampo, aunque aparentemente los editores no tenían los dere- la iconografía de Narraciones Terroríficas fue “una de las más
chos para la reproducción. espectaculares de nuestra narrativa popular” (2013: 76). Dado
Cronológicamente Narraciones terroríficas es la segunda que no había tradición española en este tipo de ilustraciones, los
revista de terror- ciencia ficción publicada en Argentina4 que dibujantes (el español Juan Pablo Bocquet y el argentino Joa-
apareció entre 1939 y 1952, con un total de 76 números, que quín Albistur) imitaron las revistas norteamericanas y sus ilus-
nos llegan completos en la Colección Fernando Eguidazu. Revista traciones se caracterizaron por su manejo del lenguaje corporal
de culto por los seguidores del género, leyenda de coleccionis-
tas y aún hoy un bestseller, ya que los escasos ejemplares que
5 A continuación, se glosa lo desarrollado por Carlos Abraham en Re-
vistas argentinas de Ciencia Ficción, Temperley, Tren en movimiento,
4 La primera fue La novela fantástica en 1937. 2013.

Gloria Chicote 55
y los paisajes de fondo, especialmente edilicios. La primera etapa
carece de ilustraciones interiores y en la segunda en cambio se
ilustran los comienzos de los relatos.6 Una diferencia importante
de los mercados argentino y estadounidense es la autocensura: si
bien en Argentina se copiaban las ilustraciones, no se reproducen
las de mujeres desnudas o semidesnudas. Narraciones Terroríficas
fue un ejemplo de implantación de un género en gran medida
foráneo, pero el hecho de que haya perdurado 76 números signi-
fica que contaba con un público local fiel y que la editorial estaba
interesada en la propuesta, aunque sería interesante indagar qué
huella concreta dejó en nuestro medio literario.
La ciencia ficción también está presente en la Colección Fer-
nando Eguidazu con otros dos títulos: Más allá y Pistas del es-
pacio. Contamos con un número de Más allá Revista mensual de
fantasía científica (1953-57), [Imagen 7] verdadero hito del gé-
nero que interesó a miles de lectores y lo instaló definitivamente
en nuestro país. El mes de Junio de 1957 salía el último número
de la revista Más Allá, y al mismo tiempo comenzaba a publicar-
se una nueva revista en Argentina: Pistas del espacio. Magazine
de novelas y cuentos fantásticos e interplanetarios (1957-59),
producto de un imperio editorial, editorial Acme Argentina, que
publicó toneladas de ciencia ficción y fantasía, a través tanto de
colecciones de géneros afines como de otras especializadas. Uno
de los dueños, Amadeo Bois, fue crucial en favorecer no solo la
difusión de la ciencia ficción, sino también la presencia de auto-
res nacionales. Pistas del espacio, dirigida por Alfredo J. Grassi,
incluía una novela, que ocupaba entre el 90% y el 95% de las
96 páginas, y uno o más cuentos cortos. En algunos ejemplares
también se incursionó en la historieta. Su calidad media era baja,
con aspecto de folletín, y materiales anticuados; las portadas al
parecer pertenecen a artistas locales. Al respecto, el director de Imagen 7: Más allá n.° 15 (1954)
Pistas del espacio, y también autor, Alfredo Julio Grassi, testimo-
nia en una entrevista realizada por Abraham el entramado de la
constitución de un nuevo receptor, ya que comenta la negativa de
la editorial de publicar las cartas de lectores, y renovador de sus contenidos, el estar en una relación conflicti-
Bois me dijo que no valía la pena que empleáramos espacio va con el contexto, el objetivo de animar a nuevos autores, el no
utilizable en PE para incluir correspondencia. A pesar de que contar con equipo especializados sino con un individuo empren-
en las revistas estadounidenses era práctica frecuente. Decía dedor y entusiasta, que debió luchar con los avatares económicos
que el lector no paga para leer cartas sino para leer material del país de un país en constantes crisis. Las revistas de ciencia
literario (2013: 192). ficción fueron, para los aficionados, una ventana a la maravilla y
Grassi incluso recuerda que en una oportunidad recibió un sobre al asombro en tiempos en que resultaba difícil hallar textos del
con dinero y una carta en la que un lector le pedía que matara género (Abraham 2013: 37-38).
más personajes en su novela. Los autores se enfrentaban a un pú-
blico temperamental que estaba construyendo su pacto ficcional.
Otras revistas de ciencia ficción se publicaron en Argentina.7 5. Múltiples géneros y
Todas compartieron el sino de la precariedad, el carácter rupturista
editoriales: una ventana
hacia futuras investigaciones
Mucho queda por descifrar en la Colección Fernando Eguidazu
y en sus documentos argentinos. Junto con Editorial Molino di-
ferentes editoriales aparecen disputando el mercado popular. La
6 Una vez más la red tendida entre las diferentes publicaciones se editorial Tor que había sido fundada en 1916 por el mallorquí
evidencia en la novela Bufalo Bill y el gigante, perteneciente a Serie Juan Torrendel lidera este mercado de ediciones “popularísimas”
Popular Molino (Buenos Aires. El Molino, 1944), en cuya contratapa (Delgado / Espósito 2014: 73) [Imagen 8], no solo en las colec-
aparece una publicidad de Narraciones terroríficas y en el interior la
publicidad de un nuevo género: la historieta.
ciones de libros sino también con publicaciones semanales que
difundieron novelas detectivescas, de acción y relatos pseudo-
7 La Colección Fernando Eguidazu no cuenta con ejemplares de El
péndulo que, en apreciaciones de Abraham, marcó un antes y un científicos imitando las pulp fictions estadounidenses. Además de
después en la difusión de la ciencia ficción en Argentina (2013: 16). la Biblioteca Sexton Blake (muy completa en la Colección Fernan-

56 La novela popular argentina en la Colección Fernando Eguidazu


Imagen 8: Serie Nevada Kid el amoroso n.° 31: Los dos rivales (1960), tapa y contratapa

do Eguidazu con más de 100 números)8, Tor también publica la Tal como fue señalado, la traducción significó un recurso
exitosa serie Tarzán, cuyo protagonista se convertirá en un ícono esencial del mercado editorial popular masivo en castellano, un
de las relaciones cultura-naturaleza en las películas de la época. nuevo universo al que se sumaron varios autores locales en el
Otro personaje retomado por el cine, la televisión y las historie- caso de España y Argentina. Diferentes sellos editoriales están
tas es El Santo, que también llega a Argentina en la Biblioteca El representados con traducciones de éxitos del mercado estadouni-
Santo, Fantásticas aventuras del “Santo” caballero y ladrón, por dense que a su vez se replicaban en la radio, en el cine y des-
Leslie Charteris, Editorial Tor, Buenos Aires 1948, o en El Santo pués en la televisión. Aparecen traducidos el texto del alemán
va al lejano oeste. Terribles aventuras entre bandidos peligrosos Karl May, Traición en oriente (El Molino), o El día de la unión de
y audaces cowboys. Edgar Wallace “El rey del misterio” (Buenos Aires, Tor, 1930).
En 1930, la Editorial Tor lanzó la Colección Misterio Tor con Novelas destinadas al universo femenino como La familia Den-
títulos específicamente policiales en la Nueva serie Wallace-Ree- nison, de Norah Kinnaird (Colección Mundo Femenino Buenos
der, en la que se pueden observar algunos cambios en la cons- Aires, 1948, El Molino) o Flor Silvestre, por Helen Topping Miller
titución del público. En Elena la domadora de John Traben, por (Colección Violetas, Buenos Aires, 1944), tienen pie de imprenta
ejemplo, se explica el origen del texto, el autor y el personaje. Los en Buenos Aires y el precio en pesetas, por lo tanto estaban des-
lectores exigen conocer la genealogía de los textos y tener certe- tinadas a ser comercializadas en España.
zas de la calidad de la traducción, situación que se ha modificado Otro importante sello extranjero de origen estadounidense
con respecto a los años anteriores y que indica una madurez del que establece una sección en Argentina es Acme, que ya fue se-
mercado. Futuros cambios se avecinan en 1942 cuando comienza ñalado en relación con el desarrollo de la ciencia ficción, pero su
a parecer un nuevo rubro publicitario que es la literatura de au- presencia en el mercado nacional fue múltiple y diversa, con un
toayuda. recorrido que marcó contactos e intersecciones con el universo
cinematográfico. Por ejemplo, pueden mencionarse la Colección
Rastros (libros, sin periodicidad), Cara cortada (Scarface) por
8 Resulta muy interesante el anuncio de “El terror de los conventillos”, Armitrage Trail (Buenos Aires, Acme Agency, 1944) y también
novela que transcurre en Londres, con una traducción que interpela la Colección Centauro que estaba destinada a la publicación de
a la situación habitacional del contexto porteño. clásicos junto con autores populares modernos. En la contratapa

Gloria Chicote 57
Imagen 9: Suplemento de Rastros. Magazine de novelas y cuentos
de aventuras n.° 68 (1954), contratapa

Imagen 10: Rocambole n.° 18: El triunfo de Baccarat (1945)

de Vendedores de caballos (Buenos Aires, Acme S.A, 1954), se La novela La dinamita es rubia de Al Bocca (Buenos Aires,
incluye un anuncio de Don quijote de la Mancha en una versión Ediciones Malinca, 1957) ofrece una interesante clasificación de
para niños que conecta con otros puntos del mercado editorial géneros populares que nos permite interiorizarnos en la cons-
popular masivo: la difusión de la literatura clásica y el público trucción del universo de receptores: Colección Debora Novelas
infantil. [Imagen 9] policiales, otras colecciones: Colección nueva Pandora; Colección
Estos y otros sellos9 ponen de manifiesto las redes tendidas Cobalto, Colección nueva Linterna; Colección Bumerang, Colección
entre proyectos editoriales, revistas, colecciones y libros, produc- Apasionada, Colección KIM drama y pasión de la vida real. Otra
tos diversificados dirigidos a un receptor amplio, pero definido: el posible clasificación se encuentra en el Nº 487 de la Colección
nuevo lector recientemente alfabetizado, procedente de las clases Rodeo oeste: Cow boys, anticipación científica, aventuras de gue-
populares que tiene una gran voracidad de lecturas. Pero si bien rra, femeninas. En la contratapa del Nº 487 Oro negro en el in-
ese receptor puede ser tipificado en los términos descriptos, se fierno de Fidel Prado (Folia, Fondo Librero Americano, Buenos
subdivide en distintos colectivos como jóvenes, mujeres, niños, Aires, 1958) se ofrece publicidad y otra posible clasificación de
obreros, etc., y las colecciones se dirigen a cada uno de estos las colecciones populares: Colecciones victoriosas: *Cow-boys: Ro-
segmentos en forma diferenciada. deo - Rodeo extra – Seis tiros – Arizona – Rutas del oeste – Colt;
*Anticipación científica: Espacio (Mundo Futuro) – Luchadores del
Espacio; *Aventuras de guerra: Hazañas bélicas – Comandos;
9 Cabe destacar la importancia de otras editoriales como Bell que pu- *Femeninas: Azucena – Salomé.
blica textos de origen argentino, entre ellos la revista Rojinegro, re- Pero la Colección Fernando Eguidazu es como toda colección
vista de aventuras que tuvo 296 números entre 1935 y 1960. el producto de una selección que transmite el sesgo individual

58 La novela popular argentina en la Colección Fernando Eguidazu


del coleccionista. En este recorte, hay títulos y temas que no Bibliografía
están incluidos porque no responden al gusto o a los intereses
del colector. Un gran ausente es la Literatura Criollista de gran Abraham, Carlos (2013): Revistas argentinas de Ciencia Ficción.
éxito en el área rioplatense en las primeras décadas del siglo XX. Temperley: Tren en movimiento.
Unos pocos títulos de principios de siglo se conectan con los
contenidos criollistas de la Biblioteca Criolla del IAI, género que Burke, Peter (1991): La cultura popular en la Europa moderna.
sin lugar a dudas no era de interés del coleccionista porque era el Madrid: Alianza.
emergente de un momento anterior de la constitución del mer-
cado editorial popular.10 Los contenidos pornográficos tampoco Delgado, Verónica / Espósito, Fabio (2014): “1920-1937. La emer-
se incluyen en la Colección Fernando Eguidazu, con excepción de gencia del editor moderno”, en: Diego, José Luis de (dir.): Edito-
la revista Media noche (Buenos Aires, 1929), de la que tenemos res y políticas editoriales en Argentina, 1880-2010. Buenos Aires:
un solo número. Esta revista subida de tono que recrea el ámbito Fondo de Cultura Económica, 63-96.
de la noche porteña con sus componentes de farándula y vida
“licenciosa”, es una curiosidad que no corresponde al estilo de
esta colección, mientras que, por el contrario, junto con otros tí-
tulos forma parte de la Colección de Teatro y Novelas Cortas Ar-
gentinas del IAI. Asimismo, están prácticamente ausentes en la
Colección Fernando Eguidazu revistas argentinas de extrema po-
pularidad como la infantil Billiken, de la que se registran algunos
de los primeros números, las revistas de humor de gran tradición
en la cultura argentina como Rico Tipo con algunos números de
los años entre 1947 y 1953, o la modernísima, Leoplan (1941),
muy interesante por su diseño, la presencia de fotografías de
lugares exóticos, por haber publicado cuentos famosos y por in-
cluir publicidad novedosa, como por ejemplo la de la universidad
popular de la mujer.
Para concluir con este recorrido por los estantes de la Co-
lección Fernando Eguidazu, quisiera mencionar el impacto que
me causó encontrar también entre los materiales la Serie Las
Hazañas de Rocambole, Ponson du Terrail (Editorial Tor Buenos
Aires 1945), [Imagen 10] ya que ocupa un lugar clave en todo el
complejo proceso de emergencia y consolidación de la literatura
popular masiva, en relación con la literatura canónica y la profe-
sionalización del escritor. El juguete rabioso de Roberto Arlt, una
de las novelas más importantes publicadas en castellano en las
primeras décadas del siglo XX, rinde tributo a través de Rocam-
bole al rol constitutivo que tuvo la literatura masiva en la educa-
ción y la constitución de la sensibilidad las clases populares. La
pasión por la lectura de la literatura folletinesca del protagonista
de la novela de Arlt, Silvio Astier, es la clave la construcción de su
personalidad, quien, como tantos otros millones de personas en
todo el mundo, avizora en el imaginario del folletín su horizonte
de expectativas. Astier, el joven adolescente porteño, modela su
conducta según la de Rocambole, pero, al igual que él, es traicio-
nado por una sociedad que promete ascensos sociales imposibles
y falsas recompensas para las clases populares.

10 Algunos títulos que se reiteran en la Colección Fernando Eguidazu


son El gaucho oriental, El tigre de los llanos, La muerte de un héroe,
tres ediciones de Alfonso Longo Rosario.

Gloria Chicote 59
la ColeCCión
Fernando egUidazU

Kapitel 61
Corazones de oro: abnegación del amor (cuadernillo de promoción)

62 Siglo XIX
Conquista de Méjico, tomo 1

Nueva galería histórica: Aladino ó La lámpara maravillosa

63
Corrida bufa de toros (hoja n.° 109)

64 Siglo XIX
Cristóbal Colón: Descubrimiento de las Américas

Biblioteca moral, científica y literaria n.° 1: De New York a Brest en siete horas

65
Nueva galería histórica: Divertida historia del Rústico Bertoldo, de
Bertoldino (su hijo) y de Cacaseno (su nieto)

Don Jacinto del Castillo y Doña Leonor de la Rosa, segunda parte

66 Siglo XIX
Biblioteca de El Plus Ultra: El capitán Corcorán

67
El general no importa ó Los amores de una inglesa (cuadernillo El monaguillo de las Salesas (cuadernillo de promoción)
de promoción)

El mundo del crimen, tomo 1 >>

68 Siglo XIX
70 Siglo XIX
El médico de si mismo (hoja n.° 25)

71
El naúfrago de Cynthia, cuaderno 1 El mundo por dentro n.° 1: Los celos de una reina

72 Siglo XIX
El secuestro de una hija ó 25 años de martirio. Verídica historia del crimen de Poitiers

73
La ciega del Manzanares, tomo 1

74 Siglo XIX
Historia del esforzado caballero Pierres de Provenza y la hermosa Historia maravillosa de Roberto el Diablo, hijo del Duque de
Magalona Normandia, el cual después fue llamado Hombre de Dios

Nueva galería histórica: La diosa de los mares. Historia maravillosa


La dama blanca (cuadernillo de promoción) ó Aventuras del capitán Gustavo

75
La misa negra ó El tesoro del fantasma (cuadernillo de promoción)

76 Siglo XIX
La misa negra ó El tesoro del fantasma (cuadernillo de promoción)

77
78 Siglo XIX
La misa negra ó El tesoro del fantasma (cuadernillo de promoción)

79
La mujer adúltera (diferentes ediciones del siglo XIX)

80 Siglo XIX
81
La novia de oro ó Los matrimonios por cálculo, tomo 1

82 Siglo XIX
Obras escogidas de Alejandro Dumas (padre): Amores de Salvato y La vanidad de una madre y la perdición de una hija (cuadernillo de
Luisa. La San Felice (cuadernillo de promoción) promoción)

83
Los hijos desgraciados, tomo 1

Los enemigos del pueblo ó Los amores de una obrera (cuadernillo de


promoción)

84 Siglo XIX
Los misterios de la Habana, tomo 1

85
Paris subterráneo (bombardeo de 1871), tomo 1

86 Siglo XIX
Luisa ó El ángel de redención, tomo 1

Luisa la Baccarat: nuevos misterios de Paris, primera parte

87
Biblioteca de viajes y ferro-carriles: Un jovencito de cincuenta años

<< Los indios de la Sonora ó Los tramperos del Arkansas

89
Verídica y maravillosa historia de las célebres aventuras de Anselmo Collet, o sea el doctor en la ciencia de la estafa

90 Siglo XIX
Vida de la mujer buena y la mala (hoja n.° 10)

91
Al Ripper. El terror de Chicago n.° 1: Guerra a muerte

Ángeles en la tormenta n.° 1

92 1900 -1936
Biblioteca novelesco científica: De los Andes al cielo

93
Biblioteca oro n.° 1-23: El pájaro azul

Biblioteca selecta: La casa del pantano

94 1900 -1936
Botafón el pirata fantasma n.° 1: El aprendiz de pirata

El submarino X2 n.° 1: El terror de los mares

Ralph el pequeño detective n.° 1: Un crimen a bordo

95
Colección vidas heróicas: Napoleón

Edgar Wallace-Club n.° 7: La senda del monstruo

96 1900 -1936
El club de los enmascarados: El club de los enmascarados: El club de los enmascarados:
Fanny la libertadora El robo de la joyería real La pared que avanza

97
Dick Navarro el terror de las praderas n.° 1: El juramento de Dick Navarro el terror de las praderas n.° 2: El asesino misterioso
Dick Navarro

98 1900 -1936
El nuevo Buffalo ilustrado n.° 1: Mano de hierro y Buffalo

Historias de aventureros, salteadores y bandidos n.° 2: Gasparone el


héroe de la montaña

99
Rifle Certero ó La esclavitud de los negros

Tex, el rey de las dos pistolas n.° 1

100 1900 -1936


La novela aventura. Revista semanal n.° 99: El valle olvidado

101
Hortensia de Castro ó La mazepa mexicana n.° 1: ¿Quién es el prisionero?

102 1900 -1936


La novela misterio: El fantasma de la torre negra El libro popular n.° 16: El alma inexorable de San Schenudi

103
La aventura semanal ilustrada n.° 3: En el abismo

Cine-skob. Serie Marte ataca n.° 1: El rapto de Jane Swanson

104 1900 -1936


Un viaje al planeta Marte n.° 1

Más allá de las nubes

105
La guerra infernal n.° 1: El planeta á sangre y fuego

106 1900 -1936


El extraño caso de la Sra. Guzmán

Los vampiros del aire n.° 24: Un crimen en el metro

107
Los crímenes del fantasma. Novela policíaca

La película española. Suplemento semanal de la Novela cine


n.° 5: Una extraña aventura de Luis Candelas

108 1900 -1936


Popular n.° 1

109
Misterio n.° 1: El teléfono de la muerte

110 1900 -1936


La gran novela. Revista semanal ilustrada 3.a época n.° 15: La novela policíaca n.° 113: El caballero de la mano roja
Un crimen en la playa

111
El rey del knock-out n.° 1

El domino negro. Semanario detectivesco de actualidad n.° 36 >>

112 1900 -1936


Últimos episodios de Nick Carter n.° 21: Una conspiración
internacional

La novela aventura n.° 1: Seis hombres muertos

114 1900 -1936


Robertson, el as de los detectives n.° 1: La lucha contra los gangsters

115
Infancia e juventud de Cocoliche y Tragavientos n.° 1

La novela cómica. Revista semanal n.° 47

116 1900 -1936


Luisita y Pepito n.° 20: Los piratas de la Costa Brava

La novela del niño n.° 1

117
Gong, el emperador pirata n.° 1

La girafa blanca. Aventuras en el África meridional

118 1900 -1936


Letras regionales n.° 28

119
Gabriela. Historia de una pobre mujer, cuaderno 1

Gabriela. Historia de una pobre mujer, cuaderno 23

Gabriela. Historia de una pobre mujer, cuaderno 25

120 1900 -1936


El cuento y la historia n.° 2

121
El folletín divertido. Número extraordinario n.° 3:
El compadre Mateo

El cuento galante n.° 8: Serafines de retablo

Nuevo siglo n.° 20 >>

122 1900 -1936


124 1900 -1936
Nuevo siglo n.° 20

125
Novelistas de hoy n.° 18: La vida sigue

Lecturas, mayo de 1925

126 1900 -1936


Las novelas del corazón n.° 1: La princesa mendiga

127
La novela ideal n.° 515: El triunfo del amor

La novela ideal n.° 222: El supremo placer de los dioses

128 1900 -1936


La novela ideal n.° 244: La de mi desgracia

129
La novela mundial n.° 19: ¿Eres tu?

La novela Metro-Goldwyn-Mayer n.° 77: Después de medianoche

130 1900 -1936


La novela frivola cinematográfica n.° 5: Recién casados La novela famosa: Un viejo bien

131
La mártir del trabajo, cuaderno 1, foto del autor

La mártir del trabajo, cuaderno 1, foto del autor, parte trasera

132 1900 -1936


La mártir del trabajo, cuaderno 1

133
La novela de hoy n.° 117: La hora del abandono

La novela de la noche n.° 3: La casa de Trini

134 1900 -1936


La novela de la emoción n.° 10: El bandido policía

135
La novela bonita n.° 3: Ráfaga de pasión

La novela del chofer n.° 10: Una mujer muy de hoy

136 1900 -1936


La novela rosa n.° 99: Creo en ti La novela rosa, nueva época n.° 103: Rebeldía

137
La novela chica n.° 22: El misterio de las hayas rojas

La novela corta n.° 16: La vieja canción

138 1900 -1936


Léame, septiembre de 1928

139
Literatura sensacional n.° 2: El crim d’Hampstead

Los bandoleros. Jaime, el Barbudo n.° 2: Venganza y generosidad

140 1900 -1936


Los contemporáneos n.° 109

141
La novela semanal n.° 1: Alma gitana

La novela universal n.° 19: Humo

142 1900 -1936


Los grandes revolucionarios, fas. 1: El general Riego

La novela semanal cinematográfica moderna n.° 533:


Tempestad en Asia

143
Blanca la mecanografa n.° 1

Sacrificio de amor. La novela de una hermosa dependienta n.° 1

144 1936-1939
Diario de una mujer. Novela romántica

145
Colección Detective n.° 2: El valle inhumano Colección Detective n.° 55: Primeras aventuras de Caro - Bibi y Cecilia

Aventuras y Detectives n.° 3: La orza misteriosa de Ali Babá >>

146 1936-1939
147
Las 13 hienas. Novela original La novela de una hora n.° 2: Un cadaver en el comedor

Biblioteca Sexton Blake, nueva serie n.° 1: Crimen de el cenagal Serie popular Molino n.° 119: Nick Carter. Un discípulo del diablo

148 1936-1939
Hazañas del capitán Drummond. El caballero de la aventura n.° 7: Un accidente criminal

149
El espionaje mundial n.° 1: La reina de las espias hermosas

150 1936-1939
Biblioteca aventuras n.° 8: El tesoro de los Mayas

151
La novela aventura n.° 135: Niebla

Letras. Revista literaria popular n.° 16: A las cinco en punto

152 1936-1939
La novela moderna n.° 76: Maniobras de verano

153
Gran album almanaque Coyote 1946

154 1940-1950
El jinete fantasma n.° 2: Las aventuras de Juanito Mendoza

Buffalo Bill: Venganza sangrienta

Colección Bisonte n.° 1: El caballero del oeste Biblioteca X n.° 2: El bandido Doroteo Arango

155
Colección riesgo: Los tramperos del Arkansas

El Sheriff n.° 5: La isla invisible

Biblioteca Oro, azul n.° 123: La senda del oeste Novelas del oeste n.° 40: El rancho del ahorcado

156 1940-1950
Toni. Históricas y emocionantes aventuras de un muchacho español en el país de los pieles rojas n.° 1:
El pequeño esclavo blanco

157
Narraciones n.° 7: Horizontes de sangre

158 1940-1950
Colección para la mujer vol. XI: Mi marido y yo

Jack y Dolly n.° 1

159
Colección Los grandes novelistas españoles, serie aventura. José
María el tempranillo n.° 1: El jefe de la cuadrilla

La novela deportiva n.° 9: Un deporte peligroso

160 1940-1950
Biblioteca de la juventud n.° 1: Aventuras de un joven corsario

161
Audax n.° 1: El gangster solitario

Biblioteca Oro, amarilla n.° 110: El caso del perro aullador

162 1940-1950
Colección riesgo. Serie intriga: El crimen del laberinto

B y P aventuras n.° 4: El secreto del Packard negro

163
Biblioteca Noche: El misterio del “Murciélago”

164 1940-1950
Colección Trebol n.° 1: La máquina de pensar

Serie Wallace n.° 1: El enigma del esqueleto sonoro

165
Serie Policíaca: El asesino fantasma

Fantástica. Magazine quincenal de historias, leyendas y relatos


impresionantes. Extraordinarios n.° 8: La hija del raja

166 1940-1950
Policía y misterio: X el infernal Novela policíaca: La dama blanca

167
Novelas del norte. Extraordinarios n.° 2: Policía montada

La revista Chicas presenta n.° 12: El alféres de las


cién madrinas

168 1940-1950
Colección medianoche n.° 2: El caso de la rata glotona

169
Colección Oasis, serie blanca n.° 1: Ráfaga de otoño

Biblioteca Celeste: Hoy, como ayer

170 1940 -1950


Espartaco cuaderno 1

Historia, tradiciones y leyendas de las calles de Madrid n.° 1

171
Archivo secreto n.° 20: Un muerto llama a la puerta

172 1950-1975
Colección Prisma n.° 2: La herencia

Colección balas y deporte n.° 1: El gol de la traición

173
Archivo secreto n.° 232: La puerta del infierno

174 1950-1975
Selecciones de Biblioteca Oro n.° 192: Berta, la tetera y el gato

175
Coleccion “Jóvenes” n.° 1: Chiribín

176 1950-1975
Blindados n.° 2: Lenguas de fuego 20 años después vol. 1: Un pueblo en pie

177
Alce Bill. El hijo de Alce Blanco n.° 1: Guerra civil Black Boy n.° 1: El cazador de hombres

178 1950-1975
Colección extra-oeste: Casta de forajido

179
Ases del oeste n.° 1: El fantasma del Peñascal

Popular oro n.° 1: La cobardía de Larry >>

180 1950-1975
181
Biblioteca Oro, espionaje n.° 15: El agente X en acción

182 1950–1975
Banda negra n.° 4: Ned el rojo

El Canario n.° 7: La banda de Dick Sonrisas

183
Brigadas Especiales: El mundo tiembla

Colección Proezas n.° 110: Simiente de oro

Colección Finn n.° 5: Claudio Volapié o el nuevo Tarsicio

184 1950-1975
Los “Platillos voladores”

185
Hombres audaces n.° 1: Bill Barnes aventurero del aire. Los halcones del cráter (Argentina, 1938)

186 Extranjero
El Encapuchado: revista quincenal n.° 35: Lucha en el lago
(Argentina, 1950)

Aventuras: magazine policial n.° 21 (Argentina, 1930)

187
Billiken. La revista de los niños n.° 118 (Argentina, 1934)

Arrorró n.° 8 (Argentina, 1927)

188 Extranjero
Colección Marujita n.° 18: El país maravilloso (Argentina, 1939)

189
Colección “El Coyote” n.° 31: Mensajero de paz (Argentina, 1950)

Biblioteca “El Santo” n.°25: El Santo va al lejano oeste


(Argentina, 1948)

190 Extranjero
La novela deportiva n.° 2: Lucha de bólidos (Argentina, 1939)

191
Colección Misterio n.°154: La misión de Tarzan
(Argentina, 1933)

Biblioteca Oro n.° 257: Cita con la muerte (Argentina, 1945)

Novas aventuras de Nick Carter n.° 25: Vingança de mexicana (Brasil, s. a.) >>

192 Extranjero
Coleção “O Coyote” n.° 53: O “Corvo” na pradaria (Brasil, 1960)

194 Extranjero
Novela policial n.° 1: O homem dos trez braços (Portugal, 1931?)

Texas Jack n.° 16: A mala-posta de Farmington (Portugal, s. a.)

195
Colección popular juvenil n.° 3: La patrulla fantasma (Chile, 1948)

196 Extranjero
Sombras. Novelas y cuentos de misterio - intriga - acción n.° 17 (Cuba, 1935)

197
Enigmas n.° 15 (México, 1957)

198 Extranjero
Colección Enigma n.° 3: Treinta y nueve escalones (México, 1949)

Biblioteca valor y aventura. Dick Turpin n.° 1: El fantasma del castillo


(México, s. a.)

Los cuentos fantásticos n.° 27 (México, 1950)

199
200 Kapitel
Kapitel 201
autoras y autores

Pe T e r alT e K rÜ ge r es director de la Biblioteca del Ibero- “Lyra minima” de la voz al papel, Gloria Chicote, Mariana Masera,
Amerikanisches Institut (Instituto Ibero-Americano) y responsa- Verónica Stedile Luna (coords.), México: UNAM, 2018; Transi-
ble de las colecciones de Argentina y Paraguay. Creó la colección ciones inciertas: archivos, conocimientos y transformación digital
„Revistas teatrales y novelas cortas argentinas“ en el IAI y pro- en América Latina, Barbara Göbel y Gloria Chicote, eds., La Plata:
porcionó impulsos esenciales para el desarrollo continuo de las Universidad Nacional de La Plata- Berlín: Ibero-Amerikanisches
colecciones sobre literaturas populares ibero-americanas. Es coedi- Institut, 2017; Voces de tinta. Estudio preliminar y antología co-
tor de los catálogos de exposiciones De amor, crimen y cotidiani- mentada de Folklore Argentino (1905) de Robert Lehmann-Nitsche,
dad. Revistas teatrales y colecciones de novelas cortas argentinas en coautoría con Miguel A. García, Berlín – La Plata, Ibero-
del Instituto Ibero-Americano (IAI, 2014) y Ganoven, Gauchos Amerikanisches Institut-Edulp, 2008.
und Gesänge. Die Biblioteca criolla: eine Geschichte des Sammelns Contacto: [email protected]
und Forschens (IAI, 2015, ambos con Katja Carrillo Zeiter).
Contacto: [email protected]
F er nando egUidazU PalaC ioS es licenciado en De-
recho y en Ciencias Económicas, con una dilatada trayectoria en
T Ho M aS Bre Me r es profesor emérito de Literatura y Cultura el sector privado y en la Administración Pública, donde ha ocupado
Latinoamericanas en la Universidad de Halle-Wittenberg y previo altos cargos en el Ministerio de Economía y Asuntos Exteriores.
director del Instituto de Culturas Románicas de esta universidad. Estas actividades profesionales no le han impedido dedicarse al
Sus áreas de investigación son, sobre todo, las culturas del Caribe, estudio de la literatura popular española, de la que ha reunido
del Perú y de Argentina. Ha publicado varios libros y artículos una de las más importantes colecciones de España (alrededor de
sobre la prensa argentina de finales del siglo XIX y la cultura de 50.000 objetos), que actualmente se encuentra en el Instituto
la inmigración masiva; en el ámbito del análisis de los fondos del Ibero-Americano de Berlín. Es autor de la obra Del folletín al Bolsi-
Ibero-Amerikanisches Institut ha contribuido en la publicación libro. Cincuenta años de la novela popular española.1900-1950
de los catálogos de las Revistas culturales latinoamericanas y de (2010), y coautor de la obra Biblioteca Oro. Editorial Molino y la
la Biblioteca Criolla. Sus últimas publicaciones al respecto son: «El literatura popular, 1933-1956 (Ediciones Ulises y CSIC, 2015). Su
teatro de inmigrantes y las revistas argentinas entre 1890 y 1920» libro más reciente es Una historia de la novela popular española,
(De amor, crimen y cotidianidad. Las revistas teatrales y coleccio- 1850-2000 (Ediciones Ulises y CSIC, 2020).
nes de novelas cortas argentinas, 2014, 27-39), Stichwort argen-
tinische Popularkultur. Zur Bedeutung und Erschliessung des
Nachlasses von Robert Lehmann-Nitsche, Halle: GILCAL 2008; S US anne K lengel es profesora titular de Literaturas y Cul-
Das Bildgedächtnis Lateinamerikas. Beiträge zur Fotografiege- turas latinoamericanas en el Instituto de Estudios Latinoamerica-
schichte Lateinamerikas, Halle: GILCAL 2011. nos de la Freie Universität Berlin; es miembro y actual codirectora
Contacto: [email protected] del Maria Sibylla Merian Centre (MECILA) y del Cluster of Exce-
llence EXC2020 “Temporal Communities”. Sus principales temas
de investigación son los movimientos de vanguardia, literatura
g l o ri a CHi C o Te es doctora en Filosofía y Letras por la Uni- brasileña e hispanoamericana del siglo XXI, discursos de la me-
versidad de Buenos Aires. Es investigadora superior del Conicet moria en la literatura, y las relaciones literarias y culturales Sur/
y profesora de la Universidad Nacional de La Plata. Actualmen- Sur. Últimas publicaciones: Klengel, Susanne (2020): “Pandemic
te es la directora del Conicet La Plata y del Instituto de Investi- Avant-Garde: Urban Coexistence in Mário de Andrade’s Pauliceia
gaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (Conicet-UNLP). Es Desvairada (1922) after the Spanish Flu”. Mecila Working Paper
investigadora principal del Centro Internacional Maria Sybilla Me- Series, No. 30, São Paulo: The Maria Sibylla Merian International
rian (Alemania), dedicado al estudio de la convivialidad en las Centre for Advanced Studies in the Humanities and Social Sci-
sociedades desiguales de América Latina. Se especializa en estu- ences Conviviality-Inequality in Latin America (http://dx.doi.org/
dios de lengua y cultura popular hispanoamericana, tema sobre el 10.46877/klengel.2020.30); Klengel, Susanne (2019): Jünger
que ha publicado más de 80 artículos en español, inglés y alemán Bolaño. Würzburg: Königshausen & Neumann; Fischer, Thomas /
en las principales revistas indexadas de la especialidad y 18 libros Klengel, Susanne y Pastrana Buelvas, Eduardo (eds.) (2017):
en carácter de autora y/ o editora, entre los que cabe destacar Kolumbien heute. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert;

202
Klengel, Susanne y Ortiz Wallner, Alexandra (eds.) (2016): Sur/ Current Perspectives on Literary Reading. Amsterdam: John Ben-
South. Poetics and Politics of Thinking Latin America/India. Ma- jamins Publishing Company. Pp. 120-136; y Sánchez Ortiz, César
drid/Frankfurt: Iberoamericana / Vervuert (Bibliotheca Ibero- y Sanz Tejeda, Aránzazu (2019): “Literatura juvenil y educación
Americana). literaria en el aula de ESO y Bachillerato”, en Cano Vela, A. G. y
Contacto: [email protected] Ortiz Ballesteros, A. M. (coords.): Formar y transformar: Lengua
castellana y Literatura en ESO y Bachillerato. Propuestas para el
aula. Barcelona: Octaedro. Pp. 93-110.
ri C arda M U S S e r es romanista, se doctoró en Culturas Ro- Contacto: [email protected]
mánicas en la Universidad Humboldt de Berlín e hizo un máster
en Ciencias de Información en la misma universidad. Es colabora-
dora del Ibero-Amerikanisches Institut (Instituto Ibero-Ameri-
cano) de Berlín. Ha trabajado en proyectos de investigación sobre
la digitalización como modo de movilización de los objetos, revis-
tas culturales latinoamericanas y culturas populares iberoame-
ricanas. Es responsable de las colecciones lusófonas, chilenas y
mexicanas y directora del departamento de adquisición y catalo-
gación de la Biblioteca del IAI. Aparte de otras publicaciones es
autora del artículo «The José Guadalupe Posada Collection at the
Ibero-American Institute» (The Oxford Research Encyclopedia of
Latin American History, 2018), y coeditora de los libros De la
pluma al internet: literaturas populares iberoamericanas en movi-
miento (siglos XIX-XXI) (Medellín: EAFIT, 2018) y Revistas cultu-
rais no mundo lusófono durante o longo seculo XIX (Lisboa: Colibri,
2019, ambos con Christoph Müller).
Contacto: [email protected]

CÉ S ar S ÁnC Hez orT i z es profesor en la Universidad de


Castilla-La Mancha, donde en la actualidad ejerce además los car-
gos de director académico del Vicerrectorado de Cultura, Deporte
y Responsabilidad Social y dirige su Servicio de Publicaciones
“Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha”. Profesor
del Departamento de Filología Hispánica, imparte docencia en los
grados de Humanidades-Historial Cultural, Educación Primaria y
Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Sus
líneas de investigación están relacionadas con la Historia y Crítica
de la Literatura Infantil y Juvenil, la Educación Literaria y la Lite-
ratura Popular de Tradición Infantil. Entre sus últimas publicacio-
nes destacan: Salido López, J. V. y Sánchez Ortiz, C. (2019):
“Literatura femenina y educación literaria en la escuela del fran-
quismo: presencia, temática y usos”, en Tejuelo. Didáctica de la
Lengua y la Literatura. Vol. 30, pp. 207-232. ISSN: 1988-8430.
DOI: https://doi.org/10.17398/1988-8430.29.11; Cerrillo Torre-
mocha, Pedro C. y Sánchez Ortiz, C. (2019): “Presencias y refe-
rencias del Cancionero Popular Infantil en la poesía y el teatro de
García Lorca”, en Escandell, D. y Rovira-Collado, J. (coords.):

Autoras y autores 203


© Ibero-Amerikanisches Institut Preußischer Kulturbesitz

También podría gustarte