Musser Altekrueger Una Excursion Final Kleine Auflösung
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Prólogo
Ricarda Musser & Peter Altekrüger___________________________________________________ 5
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El Coyote n.° 1: La vuelta del ‘Coyote’ (s.a.) El cuento semanal n.° 247: Los aventureros del gran mundo (1911)
El pirata negro n.° 1: La espada justiciera (1946) La novela de hoy n.° 1: El momento dificil (1922)
6 Prólogo
esta doble definición a través de texto y de praxis, la litera-
tura popular se diferencia tanto de la llamada literatura ’de
entretenimiento’, que (supuestamente) se define solamente
por las infracciones o errores del objeto, como así también de
la literatura de masas, definida exclusivamente por el grado
de su difusión. […] La literatura popular pertenece al pa-
radigma de lo escrito. Busca tener una gran difusión, puede
que se ocupe de temas de interés general, pero es producida
por individuos (o grupos pequeños de individuos) para mu-
chos. La literatura popular, como también otras formas de
cultura popular, es un ‘child of technology’, consecuencia
de una tecnologización de los medios de comunicación que
acompaña los procesos de industrialización y urbanización
(Huck 2011: 44-46).
© Fernando Eguidazu
Hace unos años, décadas después de que comenzara a coleccionar de acceso que el coleccionista actual utiliza para conseguir estas
novelas populares, me di cuenta, como tantos otros coleccionistas, novelas. Pregunté en muchas librerías de viejo ’serias’, que eran
de que yo no tenía una colección, sino que la colección me tenía las únicas que entonces frecuentaba, pero en ninguna encontré
a mí. nada ni me dijeron dónde podía encontrarlo. Y experimenté en-
Para entonces había llegado a reunir una enorme cantidad de tonces uno de los sentimientos que eternamente acompañan al
novelas y folletines, decenas de miles de ejemplares. Mi colección coleccionista: la frustración. Esa sensación de contrariedad y
se había convertido en una de las mayores de España, sin lugar disgusto que produce no encontrar la pieza buscada.
a dudas la mayor en cuanto a extensión, pues abarcaba desde Sentiría esta misma sensación muchas otras veces a lo largo
mediados del siglo XIX hasta finales del siglo XX. Había y hay de mi vida de coleccionista. Cuando no conseguía encontrar un
otras de similar tamaño, pero ninguna que cubriese un período ejemplar determinado que me faltaba, cuando oía a otro colec-
tan amplio. cionista alardear de sus posesiones, superiores a las mías, cuando
Mi colección ocupaba centenares de metros de estanterías. otro más afortunado o más veloz se llevaba delante de mis narices
La tenía colocada en doble fila en mi biblioteca, y amontonada una novela que yo también quería … Afortunadamente, con el
en cajas guardadas en armarios por todas partes, en mi casa de tiempo serían mucho más abundantes los momentos de felicidad,
Madrid y en otra casa que tengo a unos kilómetros de la ciudad. esos momentos en que se disfruta el placer de encontrar un ejem-
Era enorme. Pero lo más notable era que crecía casi sin que yo plar largo tiempo buscado.
hiciera nada. Yo seguía comprando en ferias, mercadillos y libre- En la eclosión de mi colección tuvo mucho que ver un amigo.
rías (cada vez menos, porque cada vez era más difícil encontrar Era, de hecho, uno de mis mejores amigos. Con la llegada de la
ejemplares nuevos), pero eran los propios libreros, que ya me co- democracia a España había sido nombrado Ministro, y a mí me
nocían, quienes me llamaban cada vez que les entraba algún lote incorporó a su equipo en el Ministerio como Director General. Él
de novelas, de forma que no tenía ni que molestarme en hacer era un modesto aunque entusiasta coleccionista, pero no tenía
visitas a sus establecimientos. Así pues, mi colección había ad- tiempo para andar rebuscando por las ferias y mercadillos, así que
quirido vida propia. Si la característica esencial de los seres vivos me pedía a mí que le buscase las novelas que le interesaban. Yo lo
es la de reproducirse, mi colección sin duda lo era. hacía, le compraba novelas, y al mismo tiempo compraba también
Mi vida de coleccionista comenzó a muy temprana edad. En- para mí.
tre las lecturas de mi niñez y adolescencia (que incluían a Verne, Recuerdo que la primera gran compra que le hice (y que apro-
Salgari y las historias de Guillermo Brown) figuraban también las veché también para hacer otra similar para mí) fue una valiosa
novelas del Coyote, del Encapuchado, de los Hombres Audaces, y colección de ciencia ficción de los años cincuenta. Se la compré a
de las numerosas colecciones de bolsilibros del Oeste que por en- Luis Esquiró, un importante y conocido vendedor que vivía cerca
tonces se vendían en los quioscos. Luego, cuando me hice mayor, de Madrid. Esquiró era vendedor asiduo en todas las Ferias de
aquel tipo de literatura dejó de interesarme, aunque conservé bas- Libro Antiguo que se celebraban por España (Madrid, Barcelona,
tantes de aquellas novelitas como recuerdo de mis años juveniles. Sevilla, Valencia…), donde su caseta era cita obligada para los
Y aquí se abrió un paréntesis en mi vida en que la literatura coleccionistas, pero la mayor parte de sus ventas las hacía de forma
popular estuvo por completo ausente. Lecturas bastante más ’se- directa. No solía recibir a compradores en su casa, de forma que
rias’ reclamaban mi interés. Pero algo sucedió cuando yo tendría en mi caso hizo una excepción (con el tiempo me convertiría en
unos veintisiete o veintiocho años. Recuerdo que entonces un un muy buen cliente suyo, y estableceríamos una cierta amistad).
día, he olvidado cuándo y porqué, me entró una renovada curio- Su casa se alzaba en un terreno de regulares dimensiones rodea-
sidad por aquellas novelas de los héroes del ’pulp’ (Doc Savage, do de un alto muro. Para llegar al edificio había que atravesar una
La Sombra, Bill Barnes…) de la colección Hombres Audaces que avenida flanqueada por una hilera de jaulas en la que unos perros
había leído de niño y que desgraciadamente no conservaba. Me enormes ladraban furiosamente al visitante y se asomaban a los
puse a buscarlas por las librerías de Madrid. Yo entonces no co- barrotes abriendo las fauces como si quisieran devorarle (Esquiró
nocía a ningún coleccionista, no sabía que los domingos en el Ras- compaginaba su negocio de compraventa de novelas y tebeos con
tro se vendían novelitas populares, no conocía ninguna librería la cría de mastines españoles). En cuanto a la casa, un edificio
especializada, ni existía todavía la Feria del Libro Antiguo. algo destartalado, estaba literalmente inundada de tebeos, re-
Tampoco existía Internet. No tenía, en suma, ninguna de las vías vistas, álbumes de cromos y novelas populares. No en vano era el
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A hacerme un hueco en ese mundo contribuyeron mis libros
sobre la literatura popular española. En el ámbito de mi profesión,
yo había publicado ya unos cuantos libros y muchos artículos
sobre economía. Y conociendo cada vez mejor el mundo de la
novela popular española, no pude resistir la tentación de escribir
sobre ella también. El resultado fueron unos cuantos libros que
me ayudaron a ser conocido dentro del mundillo de los coleccio-
nistas.
Otra circunstancia me fue también de gran ayuda. Por aquel
tiempo asumí la dirección general de una empresa que tenía dele-
gaciones en todas las principales ciudades de España, y ello me
obligó a viajar con frecuencia. Y aproveché estos viajes para re-
correr las librerías de viejo de cada ciudad que visitaba. Especial-
mente Barcelona, donde llegué a localizar hasta seis librerías que
se dedicaban total o parcialmente a la novela popular, además de
la Feria del Libro Antiguo que se montaba en el Paseo de Gracia
en primavera y otoño, y del mercadillo de San Antonio de los do-
mingos. Pero también otras ciudades: Valencia, Bilbao, Sevilla …
De todos mis lugares de aprovisionamiento, donde más
novelas compré fue en la librería Utopía de Madrid. Estaba es-
pecializada en novela popular, tebeos antiguos, cromos y libros in-
fantiles. Se decía que sus fondos procedían de la compra, tiempo
atrás, de la enorme colección de Antonio Peiró, un coleccionista
ya fallecido (en realidad el comprador fue Luis Esquiró, inicial
socio de la librería). No sé si es cierto, pero el hecho es que Utopía
tenía muchísimo material. Yo me acostumbré a ir allí todos los
© Fernando Eguidazu
meses, y siempre salía con alguna adquisición. Luego, con el
tiempo, el propio dueño de la librería me llamaba cuando con-
seguía alguna novela o colección que sabía que me interesaba. Fui
cliente asiduo de Utopía durante más de veinte años, hasta que
vendedor más importante que en aquel momento había en Espa- cerró.
ña (creo que lo sigue siendo). Pasé allí horas, no solo comprando En Barcelona me convertí también en buen cliente de dos li-
sino, sobre todo, curioseando sus enormes fondos y hablando brerías, La Bola y El Racó del Coleccionista. Tenían muchas cosas,
con él de nuestra pasión común. Compré la citada colección a mi y les compré también mucho, aunque no tanto como a Utopía.
amigo, y me hice yo también con unas cuantas piezas. Y last but not least, estaban las ferias especializadas (Pa-
Mi amigo era tremendamente competitivo, siempre quería ser perantic y Lettera se llamaban) que un par de veces al año se
el primero en todo, y en este caso también pretendía que su co- celebraban en Madrid y Barcelona y que convocaban a libreros
lección fuese mejor que la mía. Ambas colecciones crecían, pero y vendedores de toda España. Yo procuraba ir el primer día a
la mía iba siempre por delante. Eso le desesperaba. Arreciaba en primera hora para que nadie me pudiera pisar la mercancía, pero
sus compras, y ello me obligaba a mí a hacer lo mismo. Así que como otros coleccionistas habían pensado lo mismo, el resultado
con esa cariñosa rivalidad mi colección creció notablemente du- era que corríamos nerviosamente entre los puestos para que no
rante aquellos años. Luego, desgraciadamente, mi amigo murió se nos adelantasen los demás. Allí el más veloz y más despierto
(muy joven), y yo, que para entonces tenía ya una colección res- era el que se llevaba las mejores piezas.
petable y tenía inoculado el virus incurable del coleccionismo, Hacia finales de los años noventa del pasado siglo mi acti-
seguí comprando. vidad de coleccionista se amplió a otros países. Por mi trabajo,
Descubrí que en el mercadillo del Rastro de los domingos se tuve en esta época que viajar con frecuencia a la Argentina. Yo
solían instalar, en una plaza llamada Campillo del Nuevo Mundo, sabía que aquel país había vivido una gran actividad editora de
unos cuantos tenderetes de tebeos y novelas populares, y allí novelas populares en los años veinte, treinta y cuarenta, muy re-
empecé a ir regularmente a rebuscar entre los puestos callejeros. lacionada por cierto con el mundo editorial español (unas cuantas
Por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid instituyó la costumbre editoriales españolas, como Juventud, Molino o Bruguera, habían
de celebrar la Feria del Libro Antiguo, con unas casetas que se editado en la Argentina), así que, aprovechando mis viajes, me
montaban en el Paseo de Recoletos en mayo y septiembre y en dediqué a recorrer las librerías de Buenos Aires. Me sucedió em-
las que se instalaban libreros de viejo de toda España. Y además pero, lo mismo que en mis inicios en Madrid: no encontraba nada
conseguí localizar alguna librería de viejo especializada en novela en ninguna de las librerías de viejo que localizaba. Y así siguió
popular. Y conseguí también entrar en contacto con unos cuantos durante un tiempo con mi natural desánimo hasta que de pronto,
vendedores particulares. Y fui conociendo a otros coleccionistas y de forma casi milagrosa, las puertas se abrieron. A través de un
con los que intercambiar novelas e información. De ese modo, coleccionista amigo pude entrar en contacto con un viejo aficio-
poco a poco, me fui integrando en el cerrado mundo de los colec- nado argentino con el que llegaría a tener buena amistad, y que
cionistas de novela popular. me dio la dirección de dos pequeñas librerías que yo no conocía,
Fernando Eguidazu 9
y que se dedicaban en parte a la novela popular. Y, lo más im-
portante, me puso en contacto con un librero llamado Eduardo
Orenstein que tenía un enorme almacén en el barrio de Flores.
Era espantosamente caro, pero tenía muchísimas cosas.
También en Buenos Aires logré poco después hacer realidad
uno de los sueños de todo coleccionista: encontré una mina. No
recuerdo a través de qué contacto, conocí a una persona (se llama-
ba Hamlet Peluso) que tenía en su casa una buena cantidad de
novelas de la Editorial Molino Argentina. Se las había comprado
a los herederos de un viejo coleccionista y estaban nuevísimas.
Muchas daban la impresión de que ni siquiera se habían leído.
Y entre aquel cúmulo de novelas había unas cuantas joyas: la
colección completa de las “Narraciones Terroríficas”, que era una
colección inencontrable, un auténtico tesoro perseguido por todo
el mundo; la edición argentina completa de los Hombres Audaces,
mucho mayor que la edición española; la colección de La Novela
Deportiva, otra serie inencontrable, escrita por José Mallorquí…
Me costó una fortuna, pero me lo llevé todo. E hice bien, porque
nunca he vuelto a encontrar todo este material reunido, y menos
en tan buen estado. En especial la legendaria colección de las
Narraciones Terroríficas.
Mi amigo argentino me dijo también que en La Cueva, una
de las dos librerías cuya dirección me había dado, tenían muchas
cosas en el sótano, fuera de la vista de los clientes normales. Y en
consecuencia, y haciendo uso del nombre de mi amigo, solicité
y obtuve acceso a aquel lugar reservado. Fue otro gran hallazgo.
© Fernando Eguidazu
Tenían unas cuantas colecciones de la Editorial Molino Argentina,
en excelente estado. Sospecho que tenían la misma procedencia
que el material de Hamlet Peluso. Ambos lo debían haber com-
prado a la misma familia que, por alguna razón, había reunido
todo lo publicado en la Argentina por la citada editorial. lidado ya cierta amistad, y me imagino que Esquiró pensó que,
Este tipo de hallazgos como los que acabo de comentar son si tenía que desprenderse de parte de sus tesoros, en ningunas
los que cimentan el placer del coleccionismo. Los que compensan manos estarían mejor que en las mías. El caso es que no perdí un
tantas horas de búsqueda, tantas frustraciones, tantos recorridos minuto en visitarle (se había mudado a una nueva casa, grande y
estériles por mercados y librerías. bonita, en las afueras de Brunete, un pueblo cercano a Madrid).
Mi colección, como supongo que sucede con todas, creció Le compré algo así como treinta o cuarenta colecciones de folle-
poco a poco, mediante un goteo constante de compras en libre- tines (a precio astronómico, eso sí), y con ello mis fondos expe-
rías, mercadillos y ferias, intercambios con otros coleccionistas rimentaron un salto decisivo. Ahora sí podía afirmar que tenía la
y compras a vendedores particulares, mes a mes, año a año. Pero colección de folletines mayor y mejor del país.
también, como supongo sucede a todos los coleccionistas, de vez Esta compra masiva, junto con los hallazgos en Buenos Ai-
en cuando pude hacer una compra excepcional, de las que supo- res, fueron hitos importantes en la construcción de mi colección.
nen un salto cualitativo y cuantitativo importante. A mí me suce- Pero no fueron los únicos ni los mayores. Aún tendría la fortuna
dió dos veces, ambas en Buenos Aires, que son las que acabo de de vivir, nada menos que dos veces, la materialización del sueño
citar. Pero no fueron las únicas. Habría que añadirles una compra dorado de todo coleccionista.
masiva que hice al comerciante y coleccionista Luis Esquiró al que Todo coleccionista, en efecto, vive con un sueño que sospecha
antes me he referido. imposible pero que le ilusiona: encontrar un día, en algún lugar
Aquello debió suceder hacia el año 2007 o 2008. Esquiró inesperado, en una olvidada librería de provincias, en el desván
tenía una gran cantidad de colecciones de folletines del primer de alguna casa, en el domicilio de otro coleccionista fallecido, una
tercio del siglo XX, similar en tamaño y calidad a la mía. Ambas masa ingente de novelas, un tesoro comparable al de la cueva de
eran, de lejos, las mayores y mejores de España. Y como sucede Alí Babá. Todos hemos fantaseado con ese milagro, aun siendo
en estos casos, él tenía colecciones que a mí me faltaban, y yo conscientes de que nunca sucede, de que no es más que una
tenía otras que le faltaban a él. Hasta entonces nunca las había fantasía, un sueño imposible.
puesto a la venta. Le gustaban mucho, y es lógico, pues estos Pues bien, a mí me sucedió. Y no solo una, sino dos veces.
folletines tienen un encanto especial, y son harto difíciles de en- La primera debió ser hacia 1998 o 1999. Uno de mis provee-
contrar, de forma que se comprende que quien haya formado una dores habituales, Alberto ’el Colorines’, que tenía un puesto de
colección se resista a desprenderse de ella, por muy comerciante venta de novelas y cromos en el Rastro, me dijo que un conocido
que sea. Pero me imagino que en aquel momento Esquiró debía suyo, coleccionista, había fallecido y sus herederos querían des-
necesitar fondos por alguna razón. El caso es que me llamó para prenderse de su biblioteca de novela popular. Fui a su domicilio,
ofrecerme la venta del material que me faltaba. Habíamos conso- una vivienda bastante humilde en un barrio también humilde de
Madrid. La vivienda estaba materialmente abarrotada de novelas. ediciones españolas de Fantômas, Rocambole, y Sherlock Holmes,
Solo verlo daba gloria. Me pasé allí casi un día entero. colecciones casi desconocidas de los años cuarenta… Me pasé un
Luego los resultados no fueron tan fructíferos. Casi todo lo día entero admirando y hurgando aquel tesoro. Las novelas que
que allí había eran cosas que yo ya tenía, y además en no muy compré llenaron cinco cajas de regular tamaño. Hice más viajes a
buen estado. En consecuencia, no fue mucho lo que llegué a com- Barcelona para seguir expurgando aquel increíble hallazgo, y en
prar. Pero lo cierto es que aquel era el tipo de hallazgo mágico al cada uno regresé con varias cajas. En total, me llevé varios miles
que antes me he referido. de ejemplares. No sabría decir cuántos exactamente, pero calculo
Mucho más espectacular sería otro que tuve la suerte de vivir que serían unas treinta cajas de novelas y folletines.
años después. En marzo de 2009 falleció Salvador Vázquez de El precio que pagué por todo aquello fue bastante moderado.
Parga, un conocidísimo coleccionista y erudito. Tenía una fabulo- Me cupo por ello la satisfacción de que pude enriquecer notable-
sa colección de tebeos y novelas, incluyendo la mayor colección mente mi colección a un coste razonable, y además la viuda de
de España de novela policíaca, y había escrito unos cuantos libros Vázquez de Parga obtuvo unos ingresos bastante superiores a los
sobre literatura popular. Al morir, su viuda decidió vender la co- que le hubiera ofrecido cualquier librero.
lección, y de inmediato todos los libreros de Barcelona cayeron Aquella compra fue, en cierto sentido, el canto de cisne de mi
por allí cual manada de lobos. Afortunadamente para mí, Váz- colección. Seguí comprando nuevos ejemplares poco a poco, y la
quez de Parga tenía un ayudante que convenció a su viuda de colección siguió creciendo en cantidad. No mucho, porque cada
que lograría un mejor precio si en lugar de vender la colección vez me resultaba más difícil encontrar ejemplares que no tuviera,
en bloque a un librero, vendía las novelas directamente a otros y por añadidura el material a la venta era cada vez más escaso.
coleccionistas. Y a través de amigos comunes, el soplo me llegó a Y si la colección ya no crecía demasiado en cantidad, menos lo
mí. Salí corriendo a Barcelona, y me planté en la casa de Vázquez hacía en calidad. Para entonces había cubierto ya todo lo que de
de Parga antes de que la viuda pudiese cambiar de opinión. verdadero interés se había publicado.
Lo que encontré en la casa superaba todo lo que me había po- A finales de la década del 2000 mi colección me resultaba ya
dido imaginar. Su colección era enorme. Había novelas en todas inmanejable. Tenía graves problemas de espacio. Y por otra parte,
las habitaciones, no solo en los dos salones (uno convertido en me empezaba a preocupar su futuro. Reunirla me había costado
almacén) y el despacho, sino en los dormitorios, en los pasillos e años de trabajo, y mi ilusión era que el día de mañana me sobre-
incluso en los cuartos de baño y la cocina. Algo increíble. Pero a viviese. El mundo de la novela popular es muy poco conocido en
diferencia de la casa del barrio madrileño, allí había auténticas España, y entre las razones de este desconocimiento, una (y no
joyas. Había miles de folletines, centenares de novelas de colec- la menor) era la ausencia de fondos a disposición de los investi-
ciones rarísimas de las primeras décadas del siglo XX, primeras gadores. Mi ambición era que mi colección sirviese para paliar
Fernando Eguidazu 11
© Fernando Eguidazu
ese problema. Que se convirtiese en un referente, en un lugar de 2018. Fue una lástima, pero al menos sirvió para que ampliase mi
visita obligado para todo aquel que quisiera estudiar la literatura colección hasta cubrir un período total de siglo y medio (1850-
popular española. Por suerte, pude llegar en 2009 a un acuerdo 2000) de literatura popular española.
con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que había creado la La posterior venta de mi colección al Instituto Ibero-Ameri-
Casa del Lector en Madrid, y que en 2011 recibió mi colección en cano de Berlín puso punto final a mi vida de coleccionista. Pero
depósito con el compromiso de catalogarla, escanearla y abrirla fue un final feliz. Me desprendí de mi colección, pero aseguré,
al público. como yo siempre había deseado, su supervivencia. Quedó a salvo
El traslado de mi colección a la Casa del Lector resolvió mis de la disgregación. Conservó su nombre como Colección Fernando
problemas de espacio, y ello me animó a ampliar mis compras a Eguidazu de novela popular. Y quedó en manos de una institu-
las novelas publicadas en los años posteriores a 1960. Era un ma- ción prestigiosa, en manos de quienes la apreciaban y harían
terial menos interesante. A partir de dicho año la novela popular posible su difusión y utilización por los investigadores.
española había iniciado su decadencia. Se publicaron cosas inte- Viene a mi memoria el ex libris de la legendaria biblioteca de
resantes, pero cada vez menos. Aparecieron escritores meritorios, Hernando Colón, el hijo del descubridor de América: “D. Fernando
pero muy pocos. Y por esa razón yo me había desentendido de Colón, hijo de D. Cristóbal Colón, Primer Almirante que descubrió
aquella época. Ahora, libre ya de limitaciones de espacio, y dado la India, dejó este libro para uso y provecho de todos sus prójimos,
que ya no encontraba prácticamente nada de épocas anteriores rogad a Dios por él”. Ese deseo de que su biblioteca sirviese “para
(tenía ya casi todo), me animé a ampliar el ámbito de mi colección uso y provecho” de los demás es el mismo que yo siempre he
al período comprendido entre 1960 y 2000. Peiné a conciencia el tenido para la mía.
Rastro madrileño (lo publicado en ese período era menos difícil
de encontrar), y llegué a comprar varios miles de novelas de esos
años.
Lamentablemente el acuerdo con la Fundación Germán Sán-
chez Ruipérez no tuvo continuidad. Por problemas de la Fun-
dación que no hacen al caso, interrumpieron la catalogación y
cerraron el acceso al público de la colección. Se limitaron a con-
servarla en custodia, al menos por el momento, eso sí, bien pro-
tegida. Pero aquello se había convertido para mí en, simplemente,
un almacén gratuito donde guardar mis novelas, y eso ya no me
interesaba. Así que finalmente dimos por cancelado el acuerdo en
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Así las cosas, nada nos pareció más sensato que reservar un
vuelo económico a Madrid para ver con nuestros propios ojos la
colección y conocer personalmente al coleccionista. Ello se pro-
dujo finalmente en septiembre de 2017. El objetivo de nuestro
viaje de dos días a la capital española era inspeccionar la colec-
ción. Como director de la Biblioteca del IAI viajé en compañía de
una bibliotecaria de nuestro grupo de trabajo regional especiali-
zado en España, quien estaría en condiciones de buscar en el ca-
tálogo de nuestra biblioteca y eventualmente podría confeccionar
inventarios. Bien provistos del catálogo de la Biblioteca del Insti-
tuto Ibero-Americano en los discos duros de nuestros notebooks,
nos pusimos en camino.
a través de la jungla personas y muchas cajas de cartón para mudanzas. Fue desagra-
dable la sorpresa que nos dio la administración del Centro Cultu-
administrativa ral Matadero al no permitir el ingreso del camión al recinto del
complejo. Se nos dijo que estaba prohibido el acceso de camio-
Empezó entonces una etapa de mucho trabajo de escritorio, de nes. Nos resultó poco comprensible que camiones matriculados
negociaciones y correspondencia con Fernando, pero sobre todo en España sí tuvieran permiso para ingresar. Tras buscar larga-
de esa ardua, invisible labor en segundo plano, que a menudo de- mente, se pudo hallar un lugar apropiado para estacionar el ca-
manda meses. Convencer de la importancia de la colección a las/ mión, a unos 400 m de distancia de la Casa del Lector. El embalaje
los colegas del IAI fue la parte más sencilla. Más esfuerzo requirió se hizo rápidamente. En ello procuramos conservar el orden de
reunir las fundamentaciones necesarias y los informes de peritaje ubicación que ya tenía la colección y que era según épocas. Nos
sobre la colección. También hubo que obtener las autorizaciones de favoreció que los materiales estuviesen depositados en las cajas
las distintas administraciones para llevar adelante las negociacio- blancas. Cabían 13 de ellas en cada caja de mudanzas sin llegar
nes y la aprobación de la sección jurídica para cerrar el contrato. a pesar demasiado. Embalar todo y cargar las cajas en el camión
Y después estaba todavía la parte de la política. Las elecciones en demandó hasta el mediodía del día siguiente. Cuando la última
Alemania para el Parlamento Federal se acercaban y con ello un caja de mudanzas—fueron en total 407—fue colocada en la caja
período de presupuesto provisorio en la administración pública del camión, Fernando y yo sentimos en enorme alivio. A mí me
que impide que se celebren nuevos contratos. Esa demora deter- tocó entonces enfilar directamente al aeropuerto.
Peter Altekrüger 15
Federal de Alemania para Cultura y Medios de Comunicación
(BKM) haya aprobado un proyecto para la digitalización de los ma-
teriales del siglo XIX. Aproximadamente 175.000 páginas serán
digitalizadas y puestas a disposición del público en forma gratuita
durante 2021 en las colecciones digitales del IAI3. Estamos desa-
rrollando más ideas para solicitar financiación de terceros para la
digitalización de la colección, con especial foco en los materiales
de las primeras décadas del siglo XX. Nos proponemos dar acceso
también digital a todas las secciones de dominio público de esta
colección única. Así, por ejemplo, también en 2021 se digitaliza-
rá la ya mencionada revista Narraciones Terroríficas, con finan-
ciación de la Asociación de Apoyo al IAI Förderkreis des Ibero-
Amerikanischen Institutes Preußischer Kulturbesitz zu Berlin e. V.
En el presente, a las bibliotecas no solamente les compete cla-
sificar y poner a disposición del público sus materiales. También el
marketing tiene una enorme importancia. El desafío es no esperar
más a que las/los investigadoras/es vengan a la biblioteca, sino
La emblemática revista argentina: Narraciones Terroríficas alcanzarles en forma activa las informaciones sobre las coleccio-
nes y los fondos. Para ello nos valemos no solamente de la página
web y de artículos en nuestro blog, sino que nos presentamos en
eventos y en publicaciones como la que tiene usted en sus manos.
Finalmente en Berlín Ya en el Congreso de la Asociación Alemana de Hispanistas que
tuvo lugar en Berlín en 2019, presentamos la colección al público
Después de más de un año transcurrido en negociaciones, lici- especializado a través de visitas guiadas, invitamos expresamente
taciones y autorizaciones, la Colección Fernando Eguidazu de la a quienes investigan en este campo y distribuimos informaciones
Novela Popular Española—ese es ahora su nombre oficial—arri- relevantes en las distintas redes. Estamos preparando además
bó sana y salva el 1° de octubre de 2018 al Instituto Ibero-Ame- nuevas publicaciones y una exposición sobre el tema.
ricano. Descargarla no llevó mucho tiempo: las cajas de mudanza Un aspecto particularmente importante que complace a todo
fueron colocadas sobre plataformas conservando el orden que coleccionista que ha logrado ubicar su colección en forma dura-
tenían las cajas blancas en las vitrinas en Madrid, lo que hizo dera en una biblioteca, es que la Colección Fernando Eguidazu
mucho más sencilla la tarea de colocar los materiales luego en de la Novela Popular Española es considerada ahora no como un
los estantes. Habíamos dispuesto como albergue provisorio para conjunto cerrado, sino como el genial punto de partida para una
la colección una estación transitoria en el depósito. Con ello ampliación y complementación de sus materiales. Ello atañe no
quisimos garantizar que la colección pudiese ser inspeccionada solamente a las obras del siglo XIX en el marco del proyecto de di-
y utilizada inmediatamente por las personas investigadoras, sin gitalización, sino particularmente también a las publicaciones del
obligarles a esperar a que se terminasen las tareas de clasificación siglo XX. Muchas de las coloridas series de novelas de literatura
y catalogación. de quiosco están ya completamente disponibles; otras, solamente
Desempacar y colocar los materiales en los estantes llevó
varios meses. Lamentablemente no pudimos seguir usando los
miles de cajas blancas. Un análisis químico de su lámina plástica,
realizado por el Laboratorio de Investigación Rathgen de nuestra
fundación, arrojó como resultado que las cajas no eran adecuadas
para archivar materiales y que desencadenaban distintos proce-
sos químicos de envejecimiento en el papel.
representadas por algunos números de la serie. El mercado de La adquisición de la Colección Fernando Eguidazu de la No-
librerías de viejo ya no es tan productivo, pero todavía es posible vela Popular Española ha sido sólo el comienzo del proyecto de
dar con objetos sueltos para ampliar o completar esta colección mejorar en forma sostenible para los próximos decenios las posi-
excepcional, bien sea en las librerías de viejo en Madrid o a través bilidades de investigar la literatura popular española en la Biblio-
de plataformas virtuales como Iberlibro.com o todocoleccion.net. teca del IAI. El desafío es no sólo preservar lo ya existente, sino
Otra sección en la que estamos concentrando nuestra atención, la constante ampliación y desarrollo ulterior de la colección de la
es la increíble diversidad de los bolsilibros de los años 60 y 70 novela popular, así como la mejora continua de las posibilidades
del siglo XX. Solamente Corín Tellado, la gran autora de novela de acceso a los materiales por parte de la investigación y del pú-
rosa y además la escritora en lengua castellana que más libros ha blico interesado.
vendido jamás, publicó más de 5.000 libros y ninguna biblioteca Quisiera terminar con mi agradecimiento a Fernando, quien
dispone de la colección completa. No hay que olvidar la era de las nos ha confiado esta colección y quien, también después de en-
novelas del Oeste, de ciencia ficción o las novelas de espías o po- tregárnosla, sigue apoyándonos siempre. Gracias, Fernando.
liciales; enumerar los temas de la literatura popular es una tarea
sin fin. Pero, si unos años atrás estos bolsilibros se amontonaban
de a cientos en las mesas de las librerías de viejo, lo cierto es que
cada año la oferta es menor y resulta más difícil acceder a estos
para la investigación. La pandemia del coronavirus ha interrum-
pido las posibilidades de comprar los materiales directamente en
España, no obstante, en 2020 la Biblioteca del IAI pudo realizar
notables ampliaciones de sus fondos en el ámbito de la literatura
popular española y en lengua española. Además de una colec-
ción de ciencia ficción que abarca casi 7.000 obras—la Colección
Rafael Esteban Catalán de ciencia ficción—fue posible adquirir
también cientos de diferentes fanzines provenientes de España
en tanto formatos relativamente nuevos de la literatura popular.
Peter Altekrüger 17
Zïngomar, Enigmas y mujeres deportistas
Un paseo por la Colección Fernando Eguidazu
Susanne Klengel
El último día del 2019 decido hacer un paseo por el Tiergarten, en más profundos de deseos, miedos, sueños. La mágica contigüidad
Berlín, para despedir el año. El paseo me conduce al depósito del de temas exóticos y de potentes tipos de imprenta que toman la
Instituto Ibero-Americano donde me encuentro de pronto en me- forma de títulos sugerentes, de figuras intrépidas, de motivos y
dio de un parque de diversiones rodeada de bandidos y detecti- colores nos promete vislumbrar un paraíso de constelaciones sur-
ves, superhombres y vampiros, cowboys, indios, mujeres depor- reales, que esperan por nuevas lecturas e interpretaciones.
tistas, divas y vampiresas. Autobuses fantasmas atraviesan ese Así pues, mientras la investigación científica se reserva para
espacio, el aire está poblado de islas voladoras, rayos misteriosos, futuros estudios, demos espacio en lo que sigue a esta mirada
águilas de fuego. Cada rincón de este lugar reclama atención. fenomenológica y por momentos surrealista. Deambulando por el
En los estantes del depósito yacen los tesoros de literatura depósito de la biblioteca, a la vez como cazadora y coleccionista
popular de Fernando Eguidazu, un economista español y apasio- o incluso como soñadora, esbozo un primer paisaje fragmentario
nado coleccionista de la literatura en fascículos aparecida desde de impresiones visuales y temáticas que ofrece esta colección de
finales del siglo XIX. Desde hace poco su gigantesca colección fascículos. ¿O es la atención flotante la que de entrada conjura
se conserva en el Instituto Ibero-Americano y aguarda por in- tales escenarios? Estos impulsos alientan en todo caso un pensa-
vestigadoras e investigadores interesados en sus historias y sus miento más analógico que sistemático y se asocian rápidamente
contextos histórico-culturales. En mi breve flânerie de fin de con recuerdos de lecturas, observaciones e investigaciones pasa-
año intento discernir dos posibles vías de acceso a la asombrosa das que van a dirigir mi siguiente excursión.
colección.
Me parece reconocer en el coleccionista una apasionada as-
piración a la completitud, consciente de que el suyo es un campo
extenso e inestable. Los fascículos eran un producto masivo, lo didáctica literaria, amantes,
que significa asimismo que fácilmente fuesen considerados papel
viejo y que, una vez leídos, se los usara quizá para encender el
aventureros
fuego o para cosas semejantes. La acumulación de tantos fascícu- El diseño de la serie La novela corta es lo primero que capta el
los muestra el sello de un coleccionista en extremo constante y ojo. Se trata de un programa literario serio, didáctico en ediciones
comprometido. Su deseo de abarcar en su totalidad estas publi- económicas, publicadas por José de Urquía entre 1916 y 1925 y
caciones en serie, a menudo semanales, y quizá incluso todo el dirigido a un público hasta entonces ajeno a la literatura, como
campo de la literatura popular, constituye un enorme estímulo e una rápida mirada al estudio de Roselyne Mogin-Martins (2000)
interés para una investigación amante de la lectura e inquisitiva. lo confirma. Los retratos de los rostros de los autores, meticu-
Ya en una búsqueda bibliográfica preliminar doy con estudios losamente recortados sobre un fondo iluminado, sobresalen muy
académicos individuales que pueden ayudar a las/los investi- plásticamente en un formato algo mayor al DIN A5 (148 × 210
gadoras/es a continuar echando luz sobre estas publicaciones mm). Los señores miran en su mayoría seriamente – sólo uno ríe
populares: por ejemplo, los trabajos publicados en la Colección en 1916/17– y rápidamente surge el deseo de descifrar nombre
Literatura Breve, editada por el Consejo Superior de Investiga- y obra de los autores. Se siente uno impelido a recordar los foto-
ciones Científicas de Madrid. Incluso el propio coleccionista, montajes de las vanguardias. ¿Entablan esos señores entre sí un
Fernando Eguidazu, publicó en 2008 el ensayo Del folletín al venerable diálogo literario? ¿Conformaban estos fascículos, tan
bolsilibro: 50 años de la novela popular española (1900 -1950), minimalistas como poderosamente efectivos, en los cofres y las
que fue distinguido en 2009 con el Premio Ignotus al mejor libro cómodas de una población apenas educada una biblioteca en es-
de ensayo del año… Pero en tanto flâneuse entre los estantes, pañol de ‘literatura de calidad’? ¿Se conservaban estos fascículos
vuelvo de nuevo la mirada a los fascículos mismos. literarios antes que otros porque parecían tan dignos de respeto?
Otra mirada guiará ahora mi interés: se dirige, de manera ex- Esto nos preguntamos y con seguridad encontraremos en el estu-
clusivamente fenomenológica, a la existencia concreta del mundo dio de Roselyne Mogin-Martins muchas respuestas instructivas.
multicolor y variado de los fascículos. Muy pronto nos conmueve Junto a este notable proyecto de divulgación literaria se en-
su materialidad en papel y nos arrastra la fascinación del mundo cuentran series con obras de la literatura mundial en traducción
de las imágenes de las portadas. Al mirar y hojear surgen fugaces española, por ejemplo, de Julio Verne, Robert Louis Stevenson,
recuerdos de la infancia; imágenes enigmáticas, visiones de amor Arthur Conan Doyle, Émile Zola, Alexandre Dumas, Honoré de
y terror preparan el placer de mirar y nos adentran en territorios Balzac y Harriet Beecher Stowe (con su novela La cabaña del tío
Susanne Klengel 19
Tom). Sin embargo, al mismo nivel que los clásicos, una cantidad
de otros héroes (apenas alguna heroína, sin embargo) pueblan
los estantes: detectives internacionales y bandidos, cowboys y
vampiros, intrépidos aventureros y superhombres. Tienen nom-
bres como Miráculas (“El hombre de las mil y una maravillas”),
Maciste, Pete (“El pintoresco y popularísimo chino compañero del
inolvidable Sheriff Arizona Jim”), Ito Naki (“El genial detective
japonés”, “la encarnación viviente del moderno detectivismo”) o
Dick, el detective más pequeño del mundo. Se llaman Zïngomar
(“El bandido”), Enigmas (“El bandido invisible”), Rifle Certero o
El Coyote. El bien y el mal son aquí claros criterios discriminato-
rios, pero no habría buenas historias sin los geniales y brutales
malhechores. De ese heroísmo contradictorio dan cuenta enig-
mática y drásticamente las ilustraciones de las cubiertas.
Pete, número 3 [s.a.] (“Seis Cabezas Cortadas“ por Everet [!] Green,
ilustraciones por Pedraza)
zïngomar y compañía
Fântomas, número 1, 1911 (Wikimedia commons)
En este punto mi flânerie me pone ante una pista transnacional
que me gustaría explorar más intensivamente. Me lleva a los ini-
cios del Surrealismo que, como es sabido, contribuyó mucho y
muy temprano a la valorización de la cultura popular en la mod-
ernidad occidental. Los surrealistas parisinos se sintieron fasci-
nados por una figura de la literatura popular cuya repercusión
mundial también encuentro en esta colección. Se trata del ban-
dido de las novelas policiales de Marcel Allain y Pierre Souvestre,
Fantômas, cuyas huellas aparecen tanto en la poesía como en el
arte del surrealismo. Las novelas de Fantômas aparecieron men-
sualmente de febrero de 1911 a septiembre de 1913, para lo cual
los autores se sirvieron, en vista de los requerimientos de la pub-
licación masiva, de la más reciente técnica del dictáfono, como
lo indica Petr Král en su entrada sobre Fantômas en el Diction-
naire général du Surréalisme et de ses environs (1982: 163). En
2011 la editorial suiza Epoca publicó por primera vez, con motivo
del centenario del personaje, la traducción al alemán de una de
las novelas de Fantômas (Ein Zug verschwindet; original Le train
perdu). Todavía hoy, dice la contratapa del libro, está “lleno de vi-
talidad, el señor del horror, el maestro del terror, el enmascarado
que deambula por los techos de París planeando siempre nuevas
fechorías”. Sin embargo, quizá fue el cine aún más importante
para su éxito internacional: Fantômas se inmortalizó primero en
los cinco filmes de Louis Feuillade (1913/14), que se convirti-
eron en un temprano éxito de taquilla, y luego, más en clave de
comedia, en los años 60 en los filmes con Louis de Funès en el
papel del inspector Juve. Zïngomar, número 1, [s.a.]
Susanne Klengel 21
Enigmas. El bandido invisible, números 1-7, 19 y 21 [s.a. ¿posteriores a 1915?)
Susanne Klengel 23
Las novelas policiales que más se asemejan a la apariencia del
modelo francés son las escritas por Gastón Hervert (¿un seudó-
de mujeres deportistas,
nimo, quizá?) con el título Zïngomar (acentuado con la diéresis
como signo de distinción), que no presentan fecha de publica-
vampiresas y mujeres de bien
ción. Como Fantômas, también Zïngomar se cierne amenazante entre la dictadura, la
desde el horizonte, como una figura agigantada, elegantemente
vestida de negro y con antifaz, sobre la ciudad de París (también república y el franquismo
la cubierta de la primera edición española muestra la metrópolis
francesa en una ilustración casi idéntica). Pero el Zïngomar espa- Luego de mis numerosos encuentros con bandidos y detectives
ñol lleva pistola y, aún más elegante que Fantômas, guantes blan- internacionales, hombres heroicos, que buscan el bien y el mal,
cos. Posteriores investigaciones habrán de demostrar la medida me pongo en busca de las mujeres y las encuentro no muy ale-
en que también los contenidos se asemejan. jadas, pero en otros contextos históricos. Observemos, para fi-
Otra serie que parece inspirada en el elegante e inescrupulo- nalizar, la revista semanal de gran formato Lecturas que aparecía
so bandido francés es la colección Enigmas. El bandido invisible. como publicación complementaria de la revista para mujeres El
También aquí se aprecia en segundo plano un paisaje urbano que Hogar y La Moda (ya desde 1917, según recientes constatacio-
sin embargo no remite a la silueta conocida de ciudad alguna. nes). También esta longeva revista, que sobrevivió el siglo XX y
El invisible bandido de Enigmas sostiene como Zïngomar en la hace poco pudo haber celebrado el centenario de su aparición,
mano una pistola, pero en lugar de un antifaz lleva una capucha; merece el interés de los investigadores, sobre todo desde una per-
y sobrepasa por mucho –eso nos dice el texto publicitario de la spectiva tanto de historia de género como de historia de la cultura
contracubierta de uno de los fascículos– a su colega Fantômas y y la lectura. En este punto sigue una breve excursión a través
a otros en genialidad y crueldad: de las ilustraciones de portada para enfatizar la evidente trans-
Ni las espeluznantes hazañas de Rocambole, ni las desco- formación en las imágenes de mujeres dibujadas o fotografiadas
munales de Fantomas, ni los brutales crímenes de Jaime el a partir de la mitad de los años 20. El año 1927 salta a la vista
Destripador, ni toda la larga serie de aventuras que andan es- como el año de la mujer deportista y mundana: es independiente
parcidas por los libros de Europa y América, tienen punto de y consciente de sí, conduce automóviles y viaja, caza, monta a
comparación con las que el autor relata en la obra presente. caballo, hace remo, nada, practica tiro y hace esquí. El año 1929,
(Enigmas 5 [s.a.]: contracubierta) por el contrario, muestra el mundo femenino por su lado coqueto,
juguetón y de flirteo a la luz de la luna, en un columpio al viento
El ilustrador de los fascículos Enigmas fue Ernesto Pérez Donaz, o con un galán. ¿Qué pasó en esos dos años? 1932 parece ser de
un pionero del cómic español homenajeado en 2019 con una ex- nuevo el año de las divas y de las vampiresas, luego de lo cual se
posición en su ciudad natal Cabra (v. Platel / Campos: 2018). pierde la tipificación en favor de una más fuerte diversificación
Al igual que los fascículos de Zïngomar, los de Enigmas tampoco de las imágenes. En España estalla la guerra, los fascículos están
contienen indicación de la fecha de publicación, pero posible- incompletos. Finalmente encontramos en un fascículo del año
mente estos últimos no aparecieron antes del traslado de Donaz a 1942 una Dama con sombrero, de cabello rubio ondulado, que
Barcelona en 1915, como se concluye a partir de las investigacio- mira desde abajo de soslayo, desconfiada –¡qué contraste con la
nes para el homenaje al ilustrador. Covergirl, mundanamente vestida, del año 1935, que lanza una
Finalmente hay una tercera serie de bandidos que atrae la mirada altiva (¿o simplemente aplomada?) desde lo alto a algo
atención durante el paseo: El Fantasma de Santhomas, escrita por que se encuentra a su lado! Con tales poses y regímenes de la
Guillermo Nuñez Prado. Tampoco estos fascículos ofrecen indi- mirada se corresponde aparentemente la tipografía. El tipo del
cación alguna de la fecha de publicación, sin embargo, podrían año 1942 resulta marcial a pesar o en razón de regordeta escri-
ser anteriores a los de las dos colecciones ya mencionadas y por tura en minúsculas –ella invita a una comparación histórica con
tanto anteriores también a Fantômas –los motivos del Jugends- los escritos esbeltos, abiertos de los años 20 y de los primeros 30.
til empleados en ocasiones serían un primer indicio de ello. Por Termina aquí esta flânerie por la colección Eguidazu; no tu-
otra parte, llama la atención la sorprendente semejanza entre los vieron ocasión de intervenir los muchos cowboys y supermanes,
nombres de Fantômas y Santhomas o El Fantasma de Santho- indios y vampiros y otros personajes – ¡ojalá vengan a su en-
mas… quizá posteriores investigaciones podrán aclarar esto. En cuentro interesadas lectoras y lectores, investigadoras e inves-
el caso de Santhomas, se trata de un bandido de Nápoles que lle- tigadores!
va a cabo sus fechorías por todo el mundo y a quien persigue un
aristócrata escocés. Ambos representan una guerra brutal entre el
bien y el mal, incluso en los más recónditos rincones del mundo:
“Desde los Pirineos hasta los Urales, y desde el mar del Norte
hasta el Cabo de Hornos, el heroico y sublime escocés ha perse-
guido sin tregua, durante algunos años, al monstruoso italiano.”
(El Fantasma de Santhomas 1 [s.a]: contracubierta).
Una comparación entre los contenidos de estas tres series de
bandidos y una exacta periodización de las historias españolas
en relación con la versión francesa quedan como una interesan-
te tarea para la investigación histórico-cultural sobre uno de los
grandes mitos de la cultura popular del siglo XX.
Allain, Marcel / Souvestre, Pierre (2011): Fantômas. Ein Zug Enigmas. El bandido invisible [s. a.]: 5
verschwindet. Berna: Edition Epoca. Colección Literatura Breve El Fantasma de Santhomas [s. a.]: 1
(1996- ). Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Susanne Klengel 25
Lecturas, enero, marzo, abril, mayo de 1932
Susanne Klengel 27
las estrategias publicitarias y de venta de las
novelas populares en españa
Thomas Bremer
La Colección Fernando Eguidazu contiene gran número de títulos títulos que no se publicaban de una vez en un volumen, sino
individuales asignables a la historia misma –en su sentido más por entregas, o fuese para series de libros que iban siendo edita-
amplio- de la literatura popular española, considerando allí tam- dos en volúmenes sucesivos, series con nombres espectaculares,
bién traducciones de otras lenguas. La importancia del conjunto, como La aventura moderna. Si bien todavía hoy es posible encon-
así como la imprescindible tarea constante de su compleción a lo trar algunos volúmenes o fascículos de esas series en librerías de
largo de años y decenios, radica sobre todo en que alberga series viejo o en mercados de pulgas como El Rastro madrileño, existen
completas de publicaciones a las que vuelve visibles y accesibles a nivel mundial sólo muy pocas colecciones más o menos comple-
para la consulta. Ello se corresponde con una estrategia editorial tas de esas series, conservadas o posteriormente reunidas, capa-
de la primera mitad del siglo XX dirigida no sólo a vender títulos ces de ofrecer una visión general de la producción en su conjunto.
individuales, sino a convencer al mayor público lector posible de Y dentro de esa producción hay un subgrupo particularmente
cerrar con la editorial un contrato de suscripción, ya fuese para infrecuente, por cuanto casi nunca se lo ha conservado, y es el
de los fascículos (en general consistentes de un pliego de im-
prenta de 16 páginas) que servían como ‘señuelo’ y ayudaban
a convencer a posibles lectoras/es a que se suscribiesen a fin de
leer el texto completo, aunque más no fuese que por saber cómo
terminaba el primer capítulo de muestra ya empezado, y en qué
derivaba el enredo argumental planteado. A continuación, nos
proponemos analizar esos fascículos publicitarios y las estrate-
gias de distribución que ellos permiten inferir.
Sobre la materialidad de la
novela popular en serie
En el año 1893 apareció en la editorial de Juan Pons en Barcelona
la novela de costumbres La ambición de una mujer. La pregunta
que aquí nos planteamos es: ¿cómo se podía adquirir esa novela y
otras comparables? ¿Cómo se promocionaba su compra? La
respuesta inmediata es que muy probablemente en un principio
el texto se haya vendido por entregas, por más que las novelas
sobrevivientes de aquel grupo existan hoy generalmente sólo
como volúmenes de tapa dura.1 La Colección Fernando Eguidazu
contiene sin embargo una cantidad relativamente elevada de ma-
teriales publicitarios que permiten comprender más exactamente
el procedimiento de la adquisición. En el caso de La ambición de
una mujer se trata exclusivamente de material publicitario, a saber:
la primera entrega del texto, con carácter de muestra, en dieciséis
páginas incluyendo además un ‘prospecto’. Ese ‘prospecto’ (en
otros volúmenes se le llama también ‘advertencia’) es el instru-
28
La ambición de una mujer: novela de costumbres. Cuadernillo de promoción: condiciones de subscripción (1893)
mento pensado para animar a potenciales lectoras/es a comprar, en papel vitela”, que a veces todavía hoy –particularmente en
esto es, a suscribirse para recibir el texto que habrá de ser publi- impresiones francesas– puede encontrarse, es un vestigio de esa
cado por entregas. costumbre), así como tipos de imprenta gastados que determinan
Que las primeras 1 ¾ de las tres páginas elogien el espectacu- una impresión borrosa, fatigante para la vista de quien lee. Llama
lar contenido de la anunciada novela, es comprensible (volvere- la atención el formato prometido: el cuarto mayor (aproximada-
mos sobre ello). Más interesante para la pregunta ‘¿cómo puedo mente como el A 4, esto es, 210 × 297 mm) es un formato de im-
adquirir la novela?’, o sea, para el caso de que ya me hubiese presión grande, usado tradicionalmente para la edición de obras
decidido a comprarla, es lo que bajo el título “Condiciones de distinguidas, en el cual la impresión en tipos de tamaño normal
la subscripción“ se lee en la parte inferior de la página 2 y en la concentrará mucho texto en una página; de allí la “abundante
superior de la página 3. lectura” descrita. Además, los volúmenes resultan, a más tardar
Antes que nada, el texto se concentra en promocionar la ma- una vez encuadernados, relativamente pesados y por ello difíciles
terialidad del futuro libro. “La ambición de una mujer constará de transportar, por lo que suelen permanecer en la sala de estar
de dos elegantes tomos tamaño cuarto mayor, y se publicará por o en la biblioteca doméstica. Las novelas ‘baratas’ se imprimen
cuadernos de treinta y dos páginas, impresas en buen papel, con generalmente en formato de la mitad de ese tamaño, en octavo, o
tipos claros y de abundante lectura”. Esas informaciones buscan incluso más pequeño cuando la intención es que funcionen como
refutar eventuales reparos a la calidad de la impresión, problemas ‘libro de bolsillo’ del que se pueda disponer fácilmente también
estándar en la historia de la impresión desde Gutenberg en ade- fuera del hogar, por ejemplo, al salir de viaje.
lante: papel de mala calidad para ahorrar dinero (sobre todo en el Pero esto no es todo. Para aumentar el carácter prestigioso
siglo XVIII, pero todavía en cierta medida también en el XIX, era de la publicación, a las entregas se les añade ilustraciones, una
corriente por ese motivo que se vendiesen impresiones idénticas “multitud de magníficas láminas al cromo, á doce ó más colores”,
en distintos tipos de papel y que por ellos se demandase tam- y no según diseño de alguien cualquiera, sino “dibujadas por el
bién precios diversos; la nota de impresión “más xx ejemplares reputado artista señor Planas”, de manera que al final, además
Thomas Bremer 29
La ambición de una mujer: novela de costumbres. Cuadernillo de promoción: ilustraciones (1893)
Thomas Bremer 31
Mignon ó El amor virgen... Cuadernillo de promoción [1895?]
Thomas Bremer 33
La maldición del muerto: novela de costumbres.
Cuadernillo de promoción [1890?]
que se imprimían sobre una hoja de papel robusto, parecido al El Monte de los Diablos de la serie La aventura moderna, o La
cartón, en varias capas de distintos colores, y se añadían luego a maldición del muerto (“simpático, dramático y ajustado á la ver-
las entregas de texto. Ilustraban por supuesto las peripecias dad”), los volúmenes de la serie La novela emocional o incluso La
dramáticas del texto y lo hacían según el principio hoy llamado ambición de una mujer, todas provistas de ilustraciones y que al
cliffhanger, esto es, una situación narrativa particularmente dra- encuadernarse se veían maravillosamente bien e importantes en
mática con la que se cierra una secuencia, y que habrá de solucio- la estantería de libros de la casa…
narse recién en la secuencia siguiente. Las ilustraciones eran dis-
tribuidas conjuntamente con la entrega correspondiente, y luego
podían ser intercaladas y encuadernadas en el lugar correcto.
Algunos materiales de la colección permiten apreciar claramente
de qué modo las ilustraciones eran empleadas con fines publici-
tarios para ganar clientes suscriptores: casi siempre hay una ilus-
tración de muestra en los prospectos publicitarios que se enviaba
al público interesado o se depositaba en las puertas de las vivien-
das prometedoras. Y por cierto: había que estar realmente saturado
de literatura, para poder resistir y no quererse comprar obras como
35
Nueva relación, y curioso romance, en que se refiere un raro suceso... Nueva relación, y curioso romance, que refiere los engaños de un
[entre 1800 y 1819?] principal cavallero natural de la ciudad de Málaga [entre 1820 y 1853?]
Debido a su aparición en los medios impresos, los protagonis- 1819 en Valencia por la Viuda de Agustín Laborda, utiliza como
tas de los crímenes se convertían por algún tiempo en celebrida- ilustración dos xilografías: un sacerdote con báculo episcopal y
des y en muchas hojas impresas se analizaban minuciosamente su una pareja de apariencia acaudalada sobre un caballo. La hoja
origen, vida y comportamiento, así como su apariencia física. El suelta Nueva relación, y curioso romance, que refiere los engaños
componente visual fue tenido muy en cuenta en las hojas sueltas de un principal cavallero natural de la ciudad de Málaga, con una
gracias a sus ilustraciones macabras y detalladas de los críme- principal doncella, llamada Doña Elena, Dase cuenta como la sacó
nes, que ilustraban lo sucedido y, a su vez, se beneficiaban de los de la casa de sus padres, y como la dejó burlada en un desierto, y le
avances en la industria de los periódicos: dió cinco puñaladas, dejándola por muerta, con todo lo demás que
A lo largo del siglo XIX, tuvo lugar el auge de la prensa ilust- verá el curioso letor, impresa entre 1820 y 1853 en Barcelona
rada […]. En lo que respecta a las representaciones iconográ- en la Imprenta de los herederos de la Viuda Pla, ha sido ilustrada
ficas, la xilografía a contrahílo, la litografía y la fotografía con la xilografía de un noble. Ninguno de estos casos da la im-
alteraron la escala de difusión de las imágenes. A partir de presión de que las ilustraciones guardasen verdadera relación con
la tercera década del siglo XIX es posible observar cómo se ese texto, ni que hubiesen sido confeccionadas para él.
multiplicaron las publicaciones periódicas europeas que in- En el último cuarto del siglo XIX esta manera de ilustrar cam-
corporaban material iconográfico (Luca 2019: 14). bia y la litografía, basada generalmente en fotografías, cobra cada
vez mayor importancia. También los títulos de las hojas sueltas
Este proceso puede apreciarse también en las hojas sueltas espa- se transforman en esta época con gran dinamismo y asumen en
ñolas. La hoja suelta Nueva relación, y curioso romance, en que parte ya el formato de breves titulares.
se refiere un raro suceso, y notable tragedia, que en la Ciudad de La Colección Fernando Eguidazu contiene varios ejemplos de
Antequera sucedió con dos Mancebos muy amigos, el uno llamado estas transformaciones del período comprendido entre 1875 y
Diego de Frias, y el otro Antonio Montero, el cual era casado con 1900. Son hojas sueltas en un formato de 22 × 31 cm, impresas por
una hermosa Dama; y como Diego de Frias, habiéndose enamo- ambas caras, referidas a casos criminales en España. Con estos
rado de ella, la sacó de su casa, la llevó á Sevilla, y como despues objetos, la Colección Fernando Eguidazu suma un valioso compo-
Antonio Montero los mató á entrambos, impresa entre 1800 y nente a las colecciones del Instituto Ibero-Americano. Compara-
36 Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas sobre casos criminales como …
Nuevo romance, en que se declara y da cuenta del egemplar castigo...
[entre 1800 y 1819?]
das con hojas sueltas del Viejo y del Nuevo Mundo, estas hojas concedan la fortaleza necesaria para poder narrar los terribles
sueltas permiten investigar el medio en su conformación formal sucesos:
y de contenido. Particularmente interesantes en este sentido son Reina del cielo amorosa,
las hojas sueltas de la imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, que madre del verbo divino,
destacan por las formidables ilustraciones de Manuel Manilla y desde este valle de lágrimas
José Guadalupe Posada, así como la Lira Popular chilena. En el os suplico vuestro auxilio,
análisis de este grupo de hojas sueltas subyacen intereses inter- para narrar fielmente
disciplinarios: tal como ha acontecido,
El criminalista, el psicólogo e incluso el psicoanalista, hallarían el crimen mas horroroso
campo ancho para sus observaciones teniendo a mano una como jamás inaudito (Horrible asesinato, 1877: 1).
colección grande de esta clase de relatos. […] la relación im-
presa refleja, ante todo, una posición popular, colectiva ante el De ese modo los autores se colocan bajo la protección de una auto-
hecho en sí y es más útil para el sociólogo que procure estudiar ridad reconocida y dan a entender que comparten un fundamento
un medio determinado, aquel en que se dio el crimen, que para ético-moral común con el público, las grandes masas populares.
el criminalista o el interesado en la psicopatología (Caro Baroja Además, aseguran con las fuerzas celestes como testigos, que su
1988: 199-200). propósito es narrar una historia verdadera. Suele usarse este modo
de introducción cuando el autor desea asegurar para su historia el
Con ayuda de estas hojas sueltas es posible, además, responder rasgo esencial de la autenticidad. Ello se observa no solamente en
desde las ciencias de la comunicación y de la lingüística a una serie los casos de crímenes, desgracias y catástrofes naturales, sino tam-
de interrogantes y cuestiones del ámbito de los Gender Studies. bién en las de historias que, según el estado alcanzado por la ciencia,
Las hojas sueltas de la Colección Fernando Eguidazu que in- no podrían considerarse verdaderas o que se basan en hechos no
forman sobre crímenes comienzan todas de manera similar con verificables; serían, digamos, las fake news del penúltimo siglo.
una imploración a los poderes celestiales, por parte del autor Desde el punto de vista del contenido, las hojas sueltas de
de turno–en nuestros ejemplos es siempre anónimo–de que le la Colección Fernando Eguidazu abarcan delitos muy variados
Ricarda Musser 37
Veridica relación del terrible asesinato de la calle del Conde del Asalto Guadalupe Bejarano en las bartolinas de Belén [siglo XX]
(1875)
del último cuarto del siglo XIX. Una hoja suelta de 1875 descri- De toda maldad ajeno.
be un crimen motivado por la codicia: la criada de un hombre Ella con hipocresía
mayor que vivía solo le asesinó, con la ayuda de su amante, una Gran solicitud mintiendo
vez que él en su testamento la había nombrado su heredera. Con- Como bondadosa hermana
cisamente se titula: Veridica relación del terrible asesinato de la Cuidaba al infeliz Pedro (Veridica relación, 1875: 1).
calle del Conde del Asalto. La hoja suelta informa sobre el lugar
del crimen, la calle barcelonesa ya mencionada en el título, y su En el desarrollo de la historia no resulta sorprendente que el aman-
fecha, el 12 de octubre. Presenta a los tres protagonistas: la te de Gregoria, quien ha desertado del Ejército para poder estar a
víctima Pedro Batllori, la instigadora Gregoria Foix y su coautor su lado, sea alguien totalmente carente de voluntad y a merced de
Victoriano Ubierna. Se describe brevemente a Pedro como un la mujer. De ahí que, tras resistirse inicialmente y bajo el ‘influjo
hombre rico y por lo tanto despreocupado y satisfecho, al tiempo infernal’ de ésta, acceda a participar en el crimen que le costará a
que totalmente cándido. La caracterización de Gregoria es mucho Pedro la vida. Se expone el desarrollo de los hechos, si bien en de-
más detallada: terminado momento aparentemente la pluma y también la impren-
Una criada tenia ta se niegan a reproducir los hechos sangrientos hasta sus últimos
Para el quehacer doméstico; detalles, por lo que tres líneas aparecen rellenadas con puntos, a
Gregoria Foix se llamaba fin de permitir que para completar el relato los lectores u oyentes
Este reptil carnicero, se valgan de su propia fantasía, o tomen los datos faltantes de la
Cuya astucia refinada prensa del día. En la parte final del texto nos enteramos de que el
Y diabólico talento dúo asesino ha sido atrapado y condenado a muerte.
Fingiendo mucho cariño La descripción de los protagonistas aspira claramente a ge-
Y buen corazon fingiendo nerar emociones. Resulta muy exitosa en el retrato de Gregoria,
Supo ganar poco á poco diseñada como la encarnación misma del mal y cuyo accionar es
El agradecido pecho realmente estremecedor. Dado que las mujeres constituían una
Del pobre Pedro Batllori minoría muy pequeña entre las personas condenadas por asesi-
38 Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas sobre casos criminales como …
nato (si se exceptúan los casos de infanticidio) y que sus delitos
contradicen la posición de la mujer como devota ama de casa y
madre amorosa, puede asumirse que estos casos tenían una in-
cidencia mediática especialmente grande. Eso justamente ocurrió
al otro lado del Atlántico con la cobertura de la primera asesina
en serie mexicana, Guadalupe Bejarano, cuyos delitos y condenas
quedaron registrados a fines del siglo XIX en varias hojas sueltas
ilustradas por José Guadalupe Posada.
La hoja suelta Veridica relación del terrible asesinato contiene
dos ilustraciones: una de ellas se relaciona con el desarrollo de los
hechos, mientras la segunda muestra a dos condenados en el ca-
dalso. Deberá seguirse investigando para determinar si estas ilus-
traciones fueron hechas específicamente para el caso descrito, o
si fueron tomadas de casos y contextos anteriores y reutilizadas.
La hoja suelta Horrible asesinato con circunstancias de mutila-
ción y quemazón del cadáver, perpetrado en el pueblo de Alió
cerca de Valls el dia 13 de Octubre de este año, en la persona de
Lorenzo Plana vecino de la citada localidad, impresa en 1877 en
la Imprenta Económica, describe un crimen ocurrido dentro de
una familia. El padre, Lorenzo Plana, muy bien considerado y
conocido en ese municipio “por sus buenas costumbre[s]” (sin
autor 1877: 1), fue asesinado por dos de sus hijos el día mencio-
nado en el título. Con ambos hijos y un tercero, menor, había
salido al amanecer a trabajar en la labranza y no había regresado.
Después que en un primer momento los tres hijos habían explica-
do con una historia relativamente verosímil la desaparición del
padre, el 16 de octubre intervinieron las autoridades y pronto fue
hallado el cadáver. El hijo de 24 y el de 14 años de edad fueron
entonces detenidos y hallados culpables. La descripción del carácter
de ambos hijos como pervertidos y guiados por los más bajos
instintos, ha sido también en este caso diseñada en oposición a la Horrible asesinato con circunstancias de mutilación y quemazón del
presentación positiva de la víctima. La hoja suelta termina con cadáver (1877)
dos elementos también frecuentes en la prensa sensacionalista.
En primer lugar, hay un cliffhanger: si bien se considera que ambos
detenidos son culpables, no se afirma todavía nada sobre el mo-
tivo del crimen, tema en el cual, presume el autor, el público lector Finalmente algunos cuentan
estará especialmente interesado. Por ello el texto promete seguir Suponiendose enterados
informando sobre nuevas revelaciones en el caso. Que á los pocos días de esto
Los autores estan presos debían tomar estado
de tan atróz atentado de matrimonio un hijo
y el motivo hasta la fecha de aquel padre desdichado (Horrible asesinato, 1877: 2).
no se haya publicado
pues la causa está en sumaria La ilustración de la hoja suelta muestra a dos hombres armados
y por esto está vedado atacando a un tercero, mientras un cuarto, también armado,
que se dén mas pormenores observa el acontecer desde cierta distancia. Si bien, por la cons-
hasta haberse ya elevado telación de personajes, la imagen cuadra bien con el texto, en
á plenario, y para entonces este no se dice que los agresores portasen armas de fuego. Por
prometemos de contado ello es más probable que originalmente la imagen haya ilustrado
dar á todos los lectores un robo.
el exacto resultado (Horrible asesinato, 1877: 2). La tercera hoja suelta, aparecida hacia 1900 en la imprenta
de Antonio Bosch, describe un crimen pasional: Sucinta relacion
Con ello indudablemente se mantiene vivo el interés en seguir de los crimenes y suicidio perpetrados en Barcelona en la calle de la
adquiriendo más hojas sueltas sobre este caso. El texto concluye, y cadena. Tristes efectos de un amor mal correspondido.
esto también es un elemento frecuente en la prensa sensaciona- Los crímenes entre parejas con vínculos amorosos ocasiona-
lista, con una declaración sobre otro acontecimiento en la familia dos por celos, desamor o abandono se convirtieron en el leit-
del asesinado, el cual, en tanto se lo relata casi conjuntamente motiv de la nota roja (…). Más que los reportes sobre robos,
con el homicidio, será interpretado por el público lector como a él estafas, infanticidios u homicidios en riña, las experiencias de
vinculado, y lo conducirá a presunciones que no están explícita- hombres y mujeres ‘enlazadas por el amor‘ que en un momen-
mente dichas en el mismo texto: to de delirio convirtieron sus relaciones en dramas sangrientos,
Ricarda Musser 39
permitieron a las páginas sensacionalistas de la prensa no solo
cautivar más lectores interesados en la ’espectacularidad‘ del
crimen, sino mostrar las vicisitudes de prácticas amorosas, en
ocasiones, atravesadas por la violencia extrema (Núñez Cetina
2016: 30, destacado en el original).
40 Horrendo, inaudito y sin precedentes: hojas sueltas sobre casos criminales como …
Bibliografía
Hojas sueltas
Ricarda Musser 41
literatura infantil y juvenil en
la Colección Fernando Eguidazu
César Sánchez Or tiz
42
La novela maestra: El Conde de Montecristo, La novela maestra: Los tres mosqueteros, Los trabucaires de Cataluña n.° 2:
tomo primero (s.a.) tomo primero (s.a.) La venganza de Felip (s.a.)
rosas de nuestras sociedades la literatura de los grandes autores, Zendrera en 1923. Desde entonces, y hasta la actualidad, ha pu-
historias, personajes, aventuras, escenarios, amores y desamores, blicado miles de títulos destinados a este público, algunos tan
misterios… que de otra forma posiblemente no hubiesen llegado importantes como Los cinco, Peter Pan, Tintín, Heidi o Pipi Cal-
a conocer hasta que el cine o la televisión los hubiese llevado, ya zaslargas. Entre los diferentes volúmenes de Juventud de este
adaptados, ante ellos. fondo, merece la pena destacar, por su antigüedad y la dificultad
Del segundo –el genial Verne– encontramos toda una joya de encontrarlos en muchas bibliotecas y centros de documenta-
editorial muy preciada por bibliófilos y coleccionistas: sus obras ción, una serie de títulos agrupados en volúmenes de tres en tres
completas, más de 15 tomos, editadas por los hermanos Saenz –‘serie 3’– con un precio de 90 céntimos, y editados entre 1930
de Jubera en Madrid, en un estado increíblemente bueno para y 1931. Entre ellos, Tres relatos apasionantes –Narraciones rosa
tratarse de una edición de más de un siglo y seguramente muy para la juventud– (que contiene “El salto del Atlántico”, ”Robinson
utilizada. Verne, a consecuencia de un contrato casi vitalicio con Crusoe” y “El sapo prodigioso”), Tres Muchachos Geniales, Tres
su editor, publicaba por entregas, de tal forma que cada año, reu- Narraciones Extraordinarias o Tres Leyendas famosas.
niendo todos los folletines publicados, los lectores tenían una
nueva novela entre sus manos. Saenz de Jubera publicó, en dos
ediciones distintas durante las tres primeras décadas del siglo XX, Un nombre propio en las
esta colección de manera casi fiel a la obra original del francés,
en cuadernillos tamaño folio (aproximadamente) de alrededor de
publicaciones populares
70/80 páginas, en letra pequeña, doble columna e ilustrados con infantiles: el gato negro.
muy buenos grabados.
La novela maestra. Publicación semanal de las mejores obras Juan Bruguera Teixidó fundó en 1919 la editorial El Gato Negro,
de grandes autores es otro ejemplo de esas novelas por entregas un sello que desde entonces y hasta su disolución en el posterior
gracias a las cuales los clásicos contemporáneos llegaban a todas las conglomerado de ediciones Bruguera, creado por los sucesores de
familias, con ediciones orientadas por sus paratextos a un público Juan, fue todo un referente en la España de principios de siglo y
juvenil, en este caso con obras de Alejandro Dumas como Veinte de la Segunda República en la publicación de novelas populares
años después o El Conde de Montecristo. En la misma línea editorial, y, sobre todo, periódicos, revistas, tebeos y libros para niños y
a un precio popular similar y con una propuesta artística pareci- jóvenes. En 1939, siguiendo esa misma línea editorial, pasó a
da, está –por un lado– la Biblioteca de hombres intrépidos, con formar parte del nuevo sello Bruguera, una nueva marca que se
títulos diferentes en cada entrega, dedicadas a protagonistas como convirtió -a pesar de lo que tuvo que lidiar con el complejo entra-
el Pirata negro, Buck Jones o Dick Turpin; y, por otro, El caballero mado de la censura- en la más importante del país en este tipo de
X, aventuras de un patriota irlandés luchando por la indepen- publicaciones.
dencia de la patria, con entregas siempre relacionadas con este De todos los ejemplares conservados en esta colección, po-
personaje. siblemente los más antiguos y raros de encontrar son los cuatro
Una de las grandes editoriales españolas dedicadas al público números que forman la colección completa de Ralph el Pequeño
infantil y juvenil más veteranas es Juventud, fundada por José Detective, una serie de los años veinte, compuesta por ”Un crimen
a bordo”, “El monstruo de hierro”, ”Maquinaciones infernales” y cepto el número 2), y que se abre con el titulado ”El Quijote del
”El triunfo del bien”’. Aproximadamente de la misma época es la Mar”. También completa se conserva, aunque solo se editaron
colección de novelas de la serie La novela infantil, encuadernadas cuatro números, la titulada Halker Nove, el pequeño Corsario
en un único volumen con la cubierta de ”El país de los enanos” y compuesta por “El hijo del pirata”, ”La muerte del traidor”, ”La
que contiene: ”El país de los enanos”, ”La maldad de una reina”, captura del osado” y “Una lucha titánica”. En la última página de
”El bosque de los siete peligro”, “Los cuentos de la abuelita”, “Los este último título, la editorial anuncia que “la continuación de
dos hermanos”, ”El muerto agradecido”, ”La cenicienta”, ”La estas aventuras, en la colección titulada: El pequeño aventurero”.
moneda milagrosa”, “La comedia de los animales” y ”En el fondo Y de una temática y un planteamiento diferente, quizá ya
del mar”. Las dos colecciones están editadas en un papel de muy no destinada en exclusiva para el público juvenil, se encuentra
baja calidad y coste, por lo que su conservación, tantos años esta tercera colección que El Gato Negro dedica al escritor áureo
después, aporta aún más valor a unas publicaciones que, por sus Quevedo, con los títulos “Libro de la risa”, ”Los chistes más gra-
textos y por sus ilustraciones, por lo general ya son de por sí ciosos”’, “Las más ingeniosas anécdotas”, ”Vida y graciosos su-
bastante interesantes. En los mismos años, con los mismos mate- cedidos”, ”Graciosas aventuras”, ”Chistes” y ”Aventuras cómicas”.
riales y de igual o mayor rareza, aunque no tan específicamente De unos años más tarde, ya casi a punto de dejar de publicar
infantiles, son los números publicados en la serie José María El bajo el nombre de El Gato Negro encontramos distintas colec-
Tempranillo, rey de Sierra Morena, una serie basada en la vida del ciones de novelas populares muy enfocadas al público juvenil,
popular bandolero, de la cual se conservan varios números. como las agrupadas en la colección Piratas, corsarios y cautivos,
Las publicaciones de esta editorial, posiblemente en su afán las series escritas por Hugo Reyd Aventuras emocionantes de un
de reducir costes para llegar al mayor número de lectores posibles, joven príncipe y Los cinco invencibles, Búffalo Bill, El exterminador
eran tan humildes que en muchas ocasiones no se dedicaba ni el o la titulada Bandidos célebres españoles: los trabucaires de Ca-
requerido espacio a sus créditos legales, por lo que su datación taluña. Esta última forma parte de una colección de cuadernos
para una correcta clasificación y archivo a veces es muy compli- (Bandidos célebres, tanto españoles como de otros países) enor-
cada. Es lo que ocurre con las tres siguientes colecciones, que memente popular a finales de los años 20 y principios de los 30,
suponemos publicadas ya avanzada la década de los años veinte. que combinaron aventuras e historias locales en unas ediciones
La primera, bajo el título de El tesoro de la isla de fuego, es una sencillas de 6 páginas cada una, de pequeño formato (11 × 16 cm),
colección rarísima de tebeos que se conserva casi completa (ex- con la portada editada en color y el interior con textos y una
ilustración en la cabecera en blanco y negro. Y, también de esos entregas, en este caso con muy buena técnica narrativa, porta-
últimos meses, se conserva en este fondo una interesante revista das llamativas ilustradas en cuatricomía e interesantes ilustra-
–género que tantos éxitos reportará en los años venideros a Bru- ciones. De idénticas características, pero algo posterior, es la
guera– titulada Aventuras. Revista semanal de emoción y misterio, rarísima colección de Un viaje al planeta Marte, formada por 24
de la que se conservan sus primeros números. volúmenes de 12 páginas –que se conservan encuadernados–
de difícil localización en las bibliotecas públicas españolas. Esta
Cómics, revistas y folletines colección de fascículos, creados por W. Barrymore (¿un seudó-
nimo?) e ilustradas por A. Mestre Moragas, comenzó a venderse
Junto a El Gato Negro o Juventud, editoriales a las que ya se ha al asequible precio de 10 céntimos el 8 de abril de 1933. Por
hecho referencia y cuyos títulos son frecuentes en este fondo, último, habría que señalar la serie Aventuras de un Boy-Scout,
hay otras editoriales relacionadas con la literatura infantil y ju- de la que se conservan en el fondo los números 18 a 32, que
venil de principios del siglo anterior que realizaron una magnífica cierra cada número con la leyenda “publicaciones estimulantes
labor editorial. Una de ellas, de la que encontramos los textos para la juventud”.
más antiguos de este apartado, es la catalana Ediciones Sanxo Estas ediciones populares de Sanxo podrían encuadrarse en
que, en el mundo de la infancia, se especializó en colecciones lo que hoy se conoce como género pulp, muy relacionado siempre
populares de tebeos y cuentos ilustrados. Una de las colecciones con los tebeos, pero que en su origen era un término mucho más
más antiguas, difícil de datar por su rareza y singularidad, es la amplio que abarcaba todas esas ediciones baratas, impresas de
colección La aventura infantil semanal, de la que se conservan manera descuidada en un papel muy económico, amarillento y de
en este fondo diferentes números de la serie Centella, el rey del bajísima calidad–de ahí la importancia y dificultad de su conser-
lazo. De la misma época y similares características son las series vación–que se realizaba con pulpa de madera, sin guillotinar y
protagonizadas por el pequeño Tarzán, como Aventuras de El encuadernadas con una o dos grapas.
pequeño Tarzán, el niño mono, de la colección Joyas Infantiles, A este mismo género, y aproximadamente de las mismas
en versión de José Polo Barbero e ilustraciones de Alberto Mestre fechas que las últimas producciones de Sanxo, pertenece la serie
Moragas; Maravillosas aventuras en la India de el pequeño Tarzán Tonny Cow-Boy, aventuras emocionantes de un niño americano,
el niño mono, o, en lugar de en la India, en el Far West. Todas compuesta posiblemente por veinte episodios de 16 páginas cada
ellas son un nuevo ejemplo de las exitosas novelas populares por uno, de los que se conservan tres, y que no ofrece fecha ni editor,
tan solo la imprenta de procedencia (Garrofe, Barcelona), y en salvación de Tarzán, números 154 y 156 respectivamente), y que
cuya cubierta trasera ofrece publicidad sobre otra serie (Sherlock forman parte de los conocidos ‘tarzanes apócrifos’, libros de per-
Holmes, aventuras policíacas) y de un almanaque dirigido a niños: sonajes famosos que se siguieron editando, debido a la demanda
“Niños: ya está a la venta el Almanaque de Pilongo. Lo más chis- de los lectores, incluso una vez que sus respectivos autores de-
toso, lo más emocionante, lo más estupendamente bonito. Profu- jaron de escribirlos. Así, nada tienen que ver estos tarzanes con
samente ilustrado. Precio 20 cénts”. De la misma imprenta saldría los escritos por Edgar Rice Burroughs. Pero no es esto lo más
también a la luz El pirata Bocanegra, la historia de un joven pirata curioso de estos dos ejemplares–ya que en los propios créditos se
quinceañero tan popular que cuenta con su propia versión cine- reconoce que es una versión de Alfonso Quintana para una serie
matográfica, y de la que se conservan en este fondo los núme- de novelas apócrifas–sino que ni siquiera la editorial era una em-
ros 4 a 16. Esta estrecha relación entre el cine y las ediciones presa legalmente establecida. Su editor, el mallorquín Juan Carlos
populares juveniles puede comprobarse también en la colección Torrendell, propietario de la Editorial Tor con sede en Buenos Ai-
Biblioteca Film, que editaba obras que habían sido llevadas a la res, se las ingenió para crear esta editorial fantasma, con sus dos
gran pantalla y, posteriormente, editadas en esta colección en iniciales y un apellido inventado, J. C. Rovira, y así publicar este
fascículos, como es el caso de Rob Roy, terror de los foragidos, de tipo de colecciones populares, al borde de la ley de propiedad
Walter Scott o El conflicto chino-japonés. intelectual, y ‘sorteando’ las obligaciones del pago de derechos
Otras editoriales presentes en el fondo y que lanzaron al mer- de autor en muchas ocasiones.
cado ediciones muy parecidas a Sanxo o El Gato Negro fueron En ediciones baratas y muy populares se editaron también los
Vincit (en Barcelona), de la que se conservan algunos números de principales semanarios y revistas infantiles de la primera mitad
Alma Fierro, cuadernos grapados de 8 páginas con ilustraciones de siglo. Entre ellos, destacan títulos como Chiquitín, Marujita,
a una tinta; o Editorial Valenciana, de la que se conservan, por Cocoliche y Tragavientos, Pinocho y Barrilete.
ejemplo, varios números de Los salteadores del mar y el capitán La Biblioteca de Chiquitín: aventuras de Aire, Mar y Tierra, de
Ysol, novela de aventuras de los años cincuenta. la que se conservan pocos números, fue una colección de cuentos
Y una mención aparte, antes de pasar a semanarios y revistas y narraciones infantiles aneja a la publicación semanal Chiquitín,
infantiles, merecen un par de números sueltos protagonizados dedicada al público infantil. En sus dieciséis páginas grapadas e
por Tarzán y editados en Argentina (La misión de Tarzán y La impresas a dos tintas predominaba el tono humorístico que carac-
Aventuras extraordinarias de Buffalo Bill n.° 19: Horrendo suplicio (s. a.) Colección “Marujita” n.° 1: El geniecillo del país de las hadas (s. a.)
50
nuevas generaciones que se están formando en estos modelos del
progreso y la modernidad. Por esta razón la Colección Fernando
Eguidazu constituye un eslabón decisivo en la historización del
mercado editorial popular en lengua castellana en la medida en
que nos ofrece la posibilidad de observar el comportamiento de
géneros y mercados constituidos, proyectos editoriales concretos,
la presencia determinante de redes comerciales que trascienden
las fronteras lingüísticas a través de exitosos programas de tra-
ducción del inglés y del francés.
En los documentos de la Colección Fernando Eguidazu se
percibe una profesionalización de las editoriales populares que
estaba ausente, o que encontrábamos en un grado incipiente, en
las colecciones de las primeras décadas del siglo XX. Para realizar
este tipo de análisis son de suma utilidad referencias novedosas,
que estaban ausentes hasta ese momento en las ediciones popula-
res, de colección, número, título, autor, traductor, ilustrador, pu-
blicidad en la contratapa con mención de otras ediciones, etc. En
cuanto al instrumento de difusión, o sea el papel, continúa siendo
muy rústico y el precio muy barato, pero el formato, la tipografía
y la inclusión de ilustraciones y fotografías en colores son cada
vez más cuidados, en consonancia con sus propósitos de difusión
y su finalidad didáctica.
Mientras que en la Colección de Revistas Teatrales y Novelas
Cortas Argentinas del Instituto Ibero-Americano ya habíamos
observado una consolidación del mercado de las revistas y libros
populares en la década de 1930 que se traducía fundamental-
mente en la explicitación de los programas editoriales, en la con-
tinuidad de los proyectos y en la periodicidad y regularidad de
las entregas, en el grueso de la Colección Fernando Eguidazu, que
data de los años 40 y 50, el mercado ya está totalmente delinea-
do en cuanto a los gustos y necesidades de sus receptores. Se ha Imagen 1: Bobby n.° 39: Por la legión extranjera! (1926)
consumado la creación de un espacio editorial y de un público
popular que espera semana a semana el nuevo fascículo de la
colección que está leyendo. En este espacio editorial conviven
propuestas de lectura y entretenimientos, como crucigramas, con-
cursos de filatelia y anuncios de la continuación de las aventuras
que van modelando la sensibilidad del público, junto con la emer- 1926, Bobby [Imagen 1] Nº 39 Por la Legión Extranjera! en la
gencia de otro lenguaje totalmente innovador que dominará el que la imagen de tapa es una colorida ilustración que integra una
consumo en los años siguientes: la publicidad de productos, cur- serie de elementos útiles para su publicidad: el enfrentamiento
sos y servicios destinados a crear las necesidades de los nuevos interétnico ambientado en un contexto exótico de indumentarias
lectores y lectoras. y edificios que invita a la lectura de una novela de aventuras.
Asimismo, la Colección Fernando Eguidazu permite constatar Pero además el texto de retiración de portada en el que se anun-
que se produjo un cambio de preferencias en los temas y perso- cia el próximo número constituye una advertencia a los engaños
najes, en relación con el desarrollo de las artes del espectáculo posibles detrás de los adelantos de la radiofonía:
y los medios de comunicación masivos. Mientras que las colec-
ciones anteriores estaban conectadas con la popularización del La Radiotelefonía
teatro, la música en vivo y luego incipientemente la radio, aho-
ra en estas revistas de los años 40 y 50, el cine aporta nuevos Juega un singularísimo papel en el actual desenvolvimiento de
horizontes, la radiofonía y después la televisión tienen un lugar las relaciones humanas. Asombra y deleita: pero no siempre esto
protagónico, y serán justamente esos medios los que ofrecerán último sucede con los que tienen su
nuevos recursos de ‘traducción’ de lenguajes en productos episó-
dicos de distintos formatos. Tal como se ha señalado en enfoques Conciencia culpable
de literatura popular, una de las marcas predominantes de este
tipo de producción literaria es su competitividad con otros me- Si llegan, presas de abyectas supersticiones a creer que es la voz
dios audiovisuales. En los libros y revistas populares de mediados de ultratumba la que habla y les anonada con un mundo de ame-
del siglo XX el lenguaje, la comunicación lingüística que la cultura nazas sino cumplen sus inspiraciones
del libro había canonizado como la verdadera, debía competir por Lea Ud. la novela completa de aventuras entre los nativos
entonces con los nuevos formatos que ostentaban éxito. Como de la India de los misterios, que hallará en el nº 40 de BOBBY,
ejemplo, cabe destacar una revista publicada en Buenos Aires en siempre ::superior::
Gloria Chicote 51
Tal como se ha anticipado, la Colección Fernando Eguidazu está
constituida por la denominada Literatura B cuyos géneros emble-
máticos son la ciencia ficción (como evolución de la literatura de
terror en relación con la utopía, la ciencia y el mito, en estrecha
conexión con la novela de aventuras), la novela policial, la novela
rosa y la novela erótica. Pero no debemos olvidar que toda co-
lección también responde a una selección programática debida al
gusto y los intereses del coleccionista: en el caso de la Colección
Fernando Eguidazu están ausentes géneros y subgéneros muy
importantes de la literatura popular sencillamente porque no se
les dedicó atención. En este sentido cabe destacar que fueron
excluidos los cancioneros, las historietas y la pornografía, con al-
guna excepción que se menciona más adelante. En las páginas
siguientes se realiza un recorrido analítico por los documentos
procedentes de Argentina con el propósito de contribuir a la
caracterización de conjunto reseñada hasta aquí.
Gloria Chicote 53
Imagen 4: El Coyote n.° 4: El valle de la muerte (s. a.) Imagen 5: El Coyote n.° 12: Der Sohn des Coyoten (s. a.)
Gloria Chicote 55
y los paisajes de fondo, especialmente edilicios. La primera etapa
carece de ilustraciones interiores y en la segunda en cambio se
ilustran los comienzos de los relatos.6 Una diferencia importante
de los mercados argentino y estadounidense es la autocensura: si
bien en Argentina se copiaban las ilustraciones, no se reproducen
las de mujeres desnudas o semidesnudas. Narraciones Terroríficas
fue un ejemplo de implantación de un género en gran medida
foráneo, pero el hecho de que haya perdurado 76 números signi-
fica que contaba con un público local fiel y que la editorial estaba
interesada en la propuesta, aunque sería interesante indagar qué
huella concreta dejó en nuestro medio literario.
La ciencia ficción también está presente en la Colección Fer-
nando Eguidazu con otros dos títulos: Más allá y Pistas del es-
pacio. Contamos con un número de Más allá Revista mensual de
fantasía científica (1953-57), [Imagen 7] verdadero hito del gé-
nero que interesó a miles de lectores y lo instaló definitivamente
en nuestro país. El mes de Junio de 1957 salía el último número
de la revista Más Allá, y al mismo tiempo comenzaba a publicar-
se una nueva revista en Argentina: Pistas del espacio. Magazine
de novelas y cuentos fantásticos e interplanetarios (1957-59),
producto de un imperio editorial, editorial Acme Argentina, que
publicó toneladas de ciencia ficción y fantasía, a través tanto de
colecciones de géneros afines como de otras especializadas. Uno
de los dueños, Amadeo Bois, fue crucial en favorecer no solo la
difusión de la ciencia ficción, sino también la presencia de auto-
res nacionales. Pistas del espacio, dirigida por Alfredo J. Grassi,
incluía una novela, que ocupaba entre el 90% y el 95% de las
96 páginas, y uno o más cuentos cortos. En algunos ejemplares
también se incursionó en la historieta. Su calidad media era baja,
con aspecto de folletín, y materiales anticuados; las portadas al
parecer pertenecen a artistas locales. Al respecto, el director de Imagen 7: Más allá n.° 15 (1954)
Pistas del espacio, y también autor, Alfredo Julio Grassi, testimo-
nia en una entrevista realizada por Abraham el entramado de la
constitución de un nuevo receptor, ya que comenta la negativa de
la editorial de publicar las cartas de lectores, y renovador de sus contenidos, el estar en una relación conflicti-
Bois me dijo que no valía la pena que empleáramos espacio va con el contexto, el objetivo de animar a nuevos autores, el no
utilizable en PE para incluir correspondencia. A pesar de que contar con equipo especializados sino con un individuo empren-
en las revistas estadounidenses era práctica frecuente. Decía dedor y entusiasta, que debió luchar con los avatares económicos
que el lector no paga para leer cartas sino para leer material del país de un país en constantes crisis. Las revistas de ciencia
literario (2013: 192). ficción fueron, para los aficionados, una ventana a la maravilla y
Grassi incluso recuerda que en una oportunidad recibió un sobre al asombro en tiempos en que resultaba difícil hallar textos del
con dinero y una carta en la que un lector le pedía que matara género (Abraham 2013: 37-38).
más personajes en su novela. Los autores se enfrentaban a un pú-
blico temperamental que estaba construyendo su pacto ficcional.
Otras revistas de ciencia ficción se publicaron en Argentina.7 5. Múltiples géneros y
Todas compartieron el sino de la precariedad, el carácter rupturista
editoriales: una ventana
hacia futuras investigaciones
Mucho queda por descifrar en la Colección Fernando Eguidazu
y en sus documentos argentinos. Junto con Editorial Molino di-
ferentes editoriales aparecen disputando el mercado popular. La
6 Una vez más la red tendida entre las diferentes publicaciones se editorial Tor que había sido fundada en 1916 por el mallorquí
evidencia en la novela Bufalo Bill y el gigante, perteneciente a Serie Juan Torrendel lidera este mercado de ediciones “popularísimas”
Popular Molino (Buenos Aires. El Molino, 1944), en cuya contratapa (Delgado / Espósito 2014: 73) [Imagen 8], no solo en las colec-
aparece una publicidad de Narraciones terroríficas y en el interior la
publicidad de un nuevo género: la historieta.
ciones de libros sino también con publicaciones semanales que
difundieron novelas detectivescas, de acción y relatos pseudo-
7 La Colección Fernando Eguidazu no cuenta con ejemplares de El
péndulo que, en apreciaciones de Abraham, marcó un antes y un científicos imitando las pulp fictions estadounidenses. Además de
después en la difusión de la ciencia ficción en Argentina (2013: 16). la Biblioteca Sexton Blake (muy completa en la Colección Fernan-
do Eguidazu con más de 100 números)8, Tor también publica la Tal como fue señalado, la traducción significó un recurso
exitosa serie Tarzán, cuyo protagonista se convertirá en un ícono esencial del mercado editorial popular masivo en castellano, un
de las relaciones cultura-naturaleza en las películas de la época. nuevo universo al que se sumaron varios autores locales en el
Otro personaje retomado por el cine, la televisión y las historie- caso de España y Argentina. Diferentes sellos editoriales están
tas es El Santo, que también llega a Argentina en la Biblioteca El representados con traducciones de éxitos del mercado estadouni-
Santo, Fantásticas aventuras del “Santo” caballero y ladrón, por dense que a su vez se replicaban en la radio, en el cine y des-
Leslie Charteris, Editorial Tor, Buenos Aires 1948, o en El Santo pués en la televisión. Aparecen traducidos el texto del alemán
va al lejano oeste. Terribles aventuras entre bandidos peligrosos Karl May, Traición en oriente (El Molino), o El día de la unión de
y audaces cowboys. Edgar Wallace “El rey del misterio” (Buenos Aires, Tor, 1930).
En 1930, la Editorial Tor lanzó la Colección Misterio Tor con Novelas destinadas al universo femenino como La familia Den-
títulos específicamente policiales en la Nueva serie Wallace-Ree- nison, de Norah Kinnaird (Colección Mundo Femenino Buenos
der, en la que se pueden observar algunos cambios en la cons- Aires, 1948, El Molino) o Flor Silvestre, por Helen Topping Miller
titución del público. En Elena la domadora de John Traben, por (Colección Violetas, Buenos Aires, 1944), tienen pie de imprenta
ejemplo, se explica el origen del texto, el autor y el personaje. Los en Buenos Aires y el precio en pesetas, por lo tanto estaban des-
lectores exigen conocer la genealogía de los textos y tener certe- tinadas a ser comercializadas en España.
zas de la calidad de la traducción, situación que se ha modificado Otro importante sello extranjero de origen estadounidense
con respecto a los años anteriores y que indica una madurez del que establece una sección en Argentina es Acme, que ya fue se-
mercado. Futuros cambios se avecinan en 1942 cuando comienza ñalado en relación con el desarrollo de la ciencia ficción, pero su
a parecer un nuevo rubro publicitario que es la literatura de au- presencia en el mercado nacional fue múltiple y diversa, con un
toayuda. recorrido que marcó contactos e intersecciones con el universo
cinematográfico. Por ejemplo, pueden mencionarse la Colección
Rastros (libros, sin periodicidad), Cara cortada (Scarface) por
8 Resulta muy interesante el anuncio de “El terror de los conventillos”, Armitrage Trail (Buenos Aires, Acme Agency, 1944) y también
novela que transcurre en Londres, con una traducción que interpela la Colección Centauro que estaba destinada a la publicación de
a la situación habitacional del contexto porteño. clásicos junto con autores populares modernos. En la contratapa
Gloria Chicote 57
Imagen 9: Suplemento de Rastros. Magazine de novelas y cuentos
de aventuras n.° 68 (1954), contratapa
de Vendedores de caballos (Buenos Aires, Acme S.A, 1954), se La novela La dinamita es rubia de Al Bocca (Buenos Aires,
incluye un anuncio de Don quijote de la Mancha en una versión Ediciones Malinca, 1957) ofrece una interesante clasificación de
para niños que conecta con otros puntos del mercado editorial géneros populares que nos permite interiorizarnos en la cons-
popular masivo: la difusión de la literatura clásica y el público trucción del universo de receptores: Colección Debora Novelas
infantil. [Imagen 9] policiales, otras colecciones: Colección nueva Pandora; Colección
Estos y otros sellos9 ponen de manifiesto las redes tendidas Cobalto, Colección nueva Linterna; Colección Bumerang, Colección
entre proyectos editoriales, revistas, colecciones y libros, produc- Apasionada, Colección KIM drama y pasión de la vida real. Otra
tos diversificados dirigidos a un receptor amplio, pero definido: el posible clasificación se encuentra en el Nº 487 de la Colección
nuevo lector recientemente alfabetizado, procedente de las clases Rodeo oeste: Cow boys, anticipación científica, aventuras de gue-
populares que tiene una gran voracidad de lecturas. Pero si bien rra, femeninas. En la contratapa del Nº 487 Oro negro en el in-
ese receptor puede ser tipificado en los términos descriptos, se fierno de Fidel Prado (Folia, Fondo Librero Americano, Buenos
subdivide en distintos colectivos como jóvenes, mujeres, niños, Aires, 1958) se ofrece publicidad y otra posible clasificación de
obreros, etc., y las colecciones se dirigen a cada uno de estos las colecciones populares: Colecciones victoriosas: *Cow-boys: Ro-
segmentos en forma diferenciada. deo - Rodeo extra – Seis tiros – Arizona – Rutas del oeste – Colt;
*Anticipación científica: Espacio (Mundo Futuro) – Luchadores del
Espacio; *Aventuras de guerra: Hazañas bélicas – Comandos;
9 Cabe destacar la importancia de otras editoriales como Bell que pu- *Femeninas: Azucena – Salomé.
blica textos de origen argentino, entre ellos la revista Rojinegro, re- Pero la Colección Fernando Eguidazu es como toda colección
vista de aventuras que tuvo 296 números entre 1935 y 1960. el producto de una selección que transmite el sesgo individual
Gloria Chicote 59
la ColeCCión
Fernando egUidazU
Kapitel 61
Corazones de oro: abnegación del amor (cuadernillo de promoción)
62 Siglo XIX
Conquista de Méjico, tomo 1
63
Corrida bufa de toros (hoja n.° 109)
64 Siglo XIX
Cristóbal Colón: Descubrimiento de las Américas
Biblioteca moral, científica y literaria n.° 1: De New York a Brest en siete horas
65
Nueva galería histórica: Divertida historia del Rústico Bertoldo, de
Bertoldino (su hijo) y de Cacaseno (su nieto)
66 Siglo XIX
Biblioteca de El Plus Ultra: El capitán Corcorán
67
El general no importa ó Los amores de una inglesa (cuadernillo El monaguillo de las Salesas (cuadernillo de promoción)
de promoción)
68 Siglo XIX
70 Siglo XIX
El médico de si mismo (hoja n.° 25)
71
El naúfrago de Cynthia, cuaderno 1 El mundo por dentro n.° 1: Los celos de una reina
72 Siglo XIX
El secuestro de una hija ó 25 años de martirio. Verídica historia del crimen de Poitiers
73
La ciega del Manzanares, tomo 1
74 Siglo XIX
Historia del esforzado caballero Pierres de Provenza y la hermosa Historia maravillosa de Roberto el Diablo, hijo del Duque de
Magalona Normandia, el cual después fue llamado Hombre de Dios
75
La misa negra ó El tesoro del fantasma (cuadernillo de promoción)
76 Siglo XIX
La misa negra ó El tesoro del fantasma (cuadernillo de promoción)
77
78 Siglo XIX
La misa negra ó El tesoro del fantasma (cuadernillo de promoción)
79
La mujer adúltera (diferentes ediciones del siglo XIX)
80 Siglo XIX
81
La novia de oro ó Los matrimonios por cálculo, tomo 1
82 Siglo XIX
Obras escogidas de Alejandro Dumas (padre): Amores de Salvato y La vanidad de una madre y la perdición de una hija (cuadernillo de
Luisa. La San Felice (cuadernillo de promoción) promoción)
83
Los hijos desgraciados, tomo 1
84 Siglo XIX
Los misterios de la Habana, tomo 1
85
Paris subterráneo (bombardeo de 1871), tomo 1
86 Siglo XIX
Luisa ó El ángel de redención, tomo 1
87
Biblioteca de viajes y ferro-carriles: Un jovencito de cincuenta años
89
Verídica y maravillosa historia de las célebres aventuras de Anselmo Collet, o sea el doctor en la ciencia de la estafa
90 Siglo XIX
Vida de la mujer buena y la mala (hoja n.° 10)
91
Al Ripper. El terror de Chicago n.° 1: Guerra a muerte
92 1900 -1936
Biblioteca novelesco científica: De los Andes al cielo
93
Biblioteca oro n.° 1-23: El pájaro azul
94 1900 -1936
Botafón el pirata fantasma n.° 1: El aprendiz de pirata
95
Colección vidas heróicas: Napoleón
96 1900 -1936
El club de los enmascarados: El club de los enmascarados: El club de los enmascarados:
Fanny la libertadora El robo de la joyería real La pared que avanza
97
Dick Navarro el terror de las praderas n.° 1: El juramento de Dick Navarro el terror de las praderas n.° 2: El asesino misterioso
Dick Navarro
98 1900 -1936
El nuevo Buffalo ilustrado n.° 1: Mano de hierro y Buffalo
99
Rifle Certero ó La esclavitud de los negros
101
Hortensia de Castro ó La mazepa mexicana n.° 1: ¿Quién es el prisionero?
103
La aventura semanal ilustrada n.° 3: En el abismo
105
La guerra infernal n.° 1: El planeta á sangre y fuego
107
Los crímenes del fantasma. Novela policíaca
109
Misterio n.° 1: El teléfono de la muerte
111
El rey del knock-out n.° 1
115
Infancia e juventud de Cocoliche y Tragavientos n.° 1
117
Gong, el emperador pirata n.° 1
119
Gabriela. Historia de una pobre mujer, cuaderno 1
121
El folletín divertido. Número extraordinario n.° 3:
El compadre Mateo
125
Novelistas de hoy n.° 18: La vida sigue
127
La novela ideal n.° 515: El triunfo del amor
129
La novela mundial n.° 19: ¿Eres tu?
131
La mártir del trabajo, cuaderno 1, foto del autor
133
La novela de hoy n.° 117: La hora del abandono
135
La novela bonita n.° 3: Ráfaga de pasión
137
La novela chica n.° 22: El misterio de las hayas rojas
139
Literatura sensacional n.° 2: El crim d’Hampstead
141
La novela semanal n.° 1: Alma gitana
143
Blanca la mecanografa n.° 1
144 1936-1939
Diario de una mujer. Novela romántica
145
Colección Detective n.° 2: El valle inhumano Colección Detective n.° 55: Primeras aventuras de Caro - Bibi y Cecilia
146 1936-1939
147
Las 13 hienas. Novela original La novela de una hora n.° 2: Un cadaver en el comedor
Biblioteca Sexton Blake, nueva serie n.° 1: Crimen de el cenagal Serie popular Molino n.° 119: Nick Carter. Un discípulo del diablo
148 1936-1939
Hazañas del capitán Drummond. El caballero de la aventura n.° 7: Un accidente criminal
149
El espionaje mundial n.° 1: La reina de las espias hermosas
150 1936-1939
Biblioteca aventuras n.° 8: El tesoro de los Mayas
151
La novela aventura n.° 135: Niebla
152 1936-1939
La novela moderna n.° 76: Maniobras de verano
153
Gran album almanaque Coyote 1946
154 1940-1950
El jinete fantasma n.° 2: Las aventuras de Juanito Mendoza
Colección Bisonte n.° 1: El caballero del oeste Biblioteca X n.° 2: El bandido Doroteo Arango
155
Colección riesgo: Los tramperos del Arkansas
Biblioteca Oro, azul n.° 123: La senda del oeste Novelas del oeste n.° 40: El rancho del ahorcado
156 1940-1950
Toni. Históricas y emocionantes aventuras de un muchacho español en el país de los pieles rojas n.° 1:
El pequeño esclavo blanco
157
Narraciones n.° 7: Horizontes de sangre
158 1940-1950
Colección para la mujer vol. XI: Mi marido y yo
159
Colección Los grandes novelistas españoles, serie aventura. José
María el tempranillo n.° 1: El jefe de la cuadrilla
160 1940-1950
Biblioteca de la juventud n.° 1: Aventuras de un joven corsario
161
Audax n.° 1: El gangster solitario
162 1940-1950
Colección riesgo. Serie intriga: El crimen del laberinto
163
Biblioteca Noche: El misterio del “Murciélago”
164 1940-1950
Colección Trebol n.° 1: La máquina de pensar
165
Serie Policíaca: El asesino fantasma
166 1940-1950
Policía y misterio: X el infernal Novela policíaca: La dama blanca
167
Novelas del norte. Extraordinarios n.° 2: Policía montada
168 1940-1950
Colección medianoche n.° 2: El caso de la rata glotona
169
Colección Oasis, serie blanca n.° 1: Ráfaga de otoño
171
Archivo secreto n.° 20: Un muerto llama a la puerta
172 1950-1975
Colección Prisma n.° 2: La herencia
173
Archivo secreto n.° 232: La puerta del infierno
174 1950-1975
Selecciones de Biblioteca Oro n.° 192: Berta, la tetera y el gato
175
Coleccion “Jóvenes” n.° 1: Chiribín
176 1950-1975
Blindados n.° 2: Lenguas de fuego 20 años después vol. 1: Un pueblo en pie
177
Alce Bill. El hijo de Alce Blanco n.° 1: Guerra civil Black Boy n.° 1: El cazador de hombres
178 1950-1975
Colección extra-oeste: Casta de forajido
179
Ases del oeste n.° 1: El fantasma del Peñascal
180 1950-1975
181
Biblioteca Oro, espionaje n.° 15: El agente X en acción
182 1950–1975
Banda negra n.° 4: Ned el rojo
183
Brigadas Especiales: El mundo tiembla
184 1950-1975
Los “Platillos voladores”
185
Hombres audaces n.° 1: Bill Barnes aventurero del aire. Los halcones del cráter (Argentina, 1938)
186 Extranjero
El Encapuchado: revista quincenal n.° 35: Lucha en el lago
(Argentina, 1950)
187
Billiken. La revista de los niños n.° 118 (Argentina, 1934)
188 Extranjero
Colección Marujita n.° 18: El país maravilloso (Argentina, 1939)
189
Colección “El Coyote” n.° 31: Mensajero de paz (Argentina, 1950)
190 Extranjero
La novela deportiva n.° 2: Lucha de bólidos (Argentina, 1939)
191
Colección Misterio n.°154: La misión de Tarzan
(Argentina, 1933)
Novas aventuras de Nick Carter n.° 25: Vingança de mexicana (Brasil, s. a.) >>
192 Extranjero
Coleção “O Coyote” n.° 53: O “Corvo” na pradaria (Brasil, 1960)
194 Extranjero
Novela policial n.° 1: O homem dos trez braços (Portugal, 1931?)
195
Colección popular juvenil n.° 3: La patrulla fantasma (Chile, 1948)
196 Extranjero
Sombras. Novelas y cuentos de misterio - intriga - acción n.° 17 (Cuba, 1935)
197
Enigmas n.° 15 (México, 1957)
198 Extranjero
Colección Enigma n.° 3: Treinta y nueve escalones (México, 1949)
199
200 Kapitel
Kapitel 201
autoras y autores
Pe T e r alT e K rÜ ge r es director de la Biblioteca del Ibero- “Lyra minima” de la voz al papel, Gloria Chicote, Mariana Masera,
Amerikanisches Institut (Instituto Ibero-Americano) y responsa- Verónica Stedile Luna (coords.), México: UNAM, 2018; Transi-
ble de las colecciones de Argentina y Paraguay. Creó la colección ciones inciertas: archivos, conocimientos y transformación digital
„Revistas teatrales y novelas cortas argentinas“ en el IAI y pro- en América Latina, Barbara Göbel y Gloria Chicote, eds., La Plata:
porcionó impulsos esenciales para el desarrollo continuo de las Universidad Nacional de La Plata- Berlín: Ibero-Amerikanisches
colecciones sobre literaturas populares ibero-americanas. Es coedi- Institut, 2017; Voces de tinta. Estudio preliminar y antología co-
tor de los catálogos de exposiciones De amor, crimen y cotidiani- mentada de Folklore Argentino (1905) de Robert Lehmann-Nitsche,
dad. Revistas teatrales y colecciones de novelas cortas argentinas en coautoría con Miguel A. García, Berlín – La Plata, Ibero-
del Instituto Ibero-Americano (IAI, 2014) y Ganoven, Gauchos Amerikanisches Institut-Edulp, 2008.
und Gesänge. Die Biblioteca criolla: eine Geschichte des Sammelns Contacto: [email protected]
und Forschens (IAI, 2015, ambos con Katja Carrillo Zeiter).
Contacto: [email protected]
F er nando egUidazU PalaC ioS es licenciado en De-
recho y en Ciencias Económicas, con una dilatada trayectoria en
T Ho M aS Bre Me r es profesor emérito de Literatura y Cultura el sector privado y en la Administración Pública, donde ha ocupado
Latinoamericanas en la Universidad de Halle-Wittenberg y previo altos cargos en el Ministerio de Economía y Asuntos Exteriores.
director del Instituto de Culturas Románicas de esta universidad. Estas actividades profesionales no le han impedido dedicarse al
Sus áreas de investigación son, sobre todo, las culturas del Caribe, estudio de la literatura popular española, de la que ha reunido
del Perú y de Argentina. Ha publicado varios libros y artículos una de las más importantes colecciones de España (alrededor de
sobre la prensa argentina de finales del siglo XIX y la cultura de 50.000 objetos), que actualmente se encuentra en el Instituto
la inmigración masiva; en el ámbito del análisis de los fondos del Ibero-Americano de Berlín. Es autor de la obra Del folletín al Bolsi-
Ibero-Amerikanisches Institut ha contribuido en la publicación libro. Cincuenta años de la novela popular española.1900-1950
de los catálogos de las Revistas culturales latinoamericanas y de (2010), y coautor de la obra Biblioteca Oro. Editorial Molino y la
la Biblioteca Criolla. Sus últimas publicaciones al respecto son: «El literatura popular, 1933-1956 (Ediciones Ulises y CSIC, 2015). Su
teatro de inmigrantes y las revistas argentinas entre 1890 y 1920» libro más reciente es Una historia de la novela popular española,
(De amor, crimen y cotidianidad. Las revistas teatrales y coleccio- 1850-2000 (Ediciones Ulises y CSIC, 2020).
nes de novelas cortas argentinas, 2014, 27-39), Stichwort argen-
tinische Popularkultur. Zur Bedeutung und Erschliessung des
Nachlasses von Robert Lehmann-Nitsche, Halle: GILCAL 2008; S US anne K lengel es profesora titular de Literaturas y Cul-
Das Bildgedächtnis Lateinamerikas. Beiträge zur Fotografiege- turas latinoamericanas en el Instituto de Estudios Latinoamerica-
schichte Lateinamerikas, Halle: GILCAL 2011. nos de la Freie Universität Berlin; es miembro y actual codirectora
Contacto: [email protected] del Maria Sibylla Merian Centre (MECILA) y del Cluster of Exce-
llence EXC2020 “Temporal Communities”. Sus principales temas
de investigación son los movimientos de vanguardia, literatura
g l o ri a CHi C o Te es doctora en Filosofía y Letras por la Uni- brasileña e hispanoamericana del siglo XXI, discursos de la me-
versidad de Buenos Aires. Es investigadora superior del Conicet moria en la literatura, y las relaciones literarias y culturales Sur/
y profesora de la Universidad Nacional de La Plata. Actualmen- Sur. Últimas publicaciones: Klengel, Susanne (2020): “Pandemic
te es la directora del Conicet La Plata y del Instituto de Investi- Avant-Garde: Urban Coexistence in Mário de Andrade’s Pauliceia
gaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (Conicet-UNLP). Es Desvairada (1922) after the Spanish Flu”. Mecila Working Paper
investigadora principal del Centro Internacional Maria Sybilla Me- Series, No. 30, São Paulo: The Maria Sibylla Merian International
rian (Alemania), dedicado al estudio de la convivialidad en las Centre for Advanced Studies in the Humanities and Social Sci-
sociedades desiguales de América Latina. Se especializa en estu- ences Conviviality-Inequality in Latin America (http://dx.doi.org/
dios de lengua y cultura popular hispanoamericana, tema sobre el 10.46877/klengel.2020.30); Klengel, Susanne (2019): Jünger
que ha publicado más de 80 artículos en español, inglés y alemán Bolaño. Würzburg: Königshausen & Neumann; Fischer, Thomas /
en las principales revistas indexadas de la especialidad y 18 libros Klengel, Susanne y Pastrana Buelvas, Eduardo (eds.) (2017):
en carácter de autora y/ o editora, entre los que cabe destacar Kolumbien heute. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert;
202
Klengel, Susanne y Ortiz Wallner, Alexandra (eds.) (2016): Sur/ Current Perspectives on Literary Reading. Amsterdam: John Ben-
South. Poetics and Politics of Thinking Latin America/India. Ma- jamins Publishing Company. Pp. 120-136; y Sánchez Ortiz, César
drid/Frankfurt: Iberoamericana / Vervuert (Bibliotheca Ibero- y Sanz Tejeda, Aránzazu (2019): “Literatura juvenil y educación
Americana). literaria en el aula de ESO y Bachillerato”, en Cano Vela, A. G. y
Contacto: [email protected] Ortiz Ballesteros, A. M. (coords.): Formar y transformar: Lengua
castellana y Literatura en ESO y Bachillerato. Propuestas para el
aula. Barcelona: Octaedro. Pp. 93-110.
ri C arda M U S S e r es romanista, se doctoró en Culturas Ro- Contacto: [email protected]
mánicas en la Universidad Humboldt de Berlín e hizo un máster
en Ciencias de Información en la misma universidad. Es colabora-
dora del Ibero-Amerikanisches Institut (Instituto Ibero-Ameri-
cano) de Berlín. Ha trabajado en proyectos de investigación sobre
la digitalización como modo de movilización de los objetos, revis-
tas culturales latinoamericanas y culturas populares iberoame-
ricanas. Es responsable de las colecciones lusófonas, chilenas y
mexicanas y directora del departamento de adquisición y catalo-
gación de la Biblioteca del IAI. Aparte de otras publicaciones es
autora del artículo «The José Guadalupe Posada Collection at the
Ibero-American Institute» (The Oxford Research Encyclopedia of
Latin American History, 2018), y coeditora de los libros De la
pluma al internet: literaturas populares iberoamericanas en movi-
miento (siglos XIX-XXI) (Medellín: EAFIT, 2018) y Revistas cultu-
rais no mundo lusófono durante o longo seculo XIX (Lisboa: Colibri,
2019, ambos con Christoph Müller).
Contacto: [email protected]