Amparo Vs Multa 384-2017

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ASUNTO: SE PRESENTA DEMANDA DE GARANTIAS.

C. JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA DE AMPARO CIVIL,


ADMINISTRATIVO, LABORAL Y DE JUICIOS FEDERALES
EN EL ESTADO DE NAYARIT, EN TURNO.
P R E S E N T E.

MARÍA TERESA VALDEZ SOTOMAYOR, mexicana, mayor de edad;


señalando desde este momento como domicilio para oír y recibir todo tipo de
notificaciones el ubicado en el inmueble denominado Plaza Galerías del Valle, en
avenida Universidad número dos, primer piso, local doce, del fraccionamiento
Ciudad del Valle, en Tepic, Nayarit, y nombrando como mis autorizadas para oír y
recibir todo tipo de notificaciones en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo,
a los licenciados en derecho Manuel Alexandro Lamas Corona; Carlos Noe López
Escobedo y Elton Ramos Ramírez, así como para únicamente recibir
notificaciones e imponerse en autos a Paloma Romero Solís; Esmeralda Isabel
Arteaga Valenzuela; Jesús Alain Robles Martínez y María Leonor Solís Ramírez,
con el debido respeto comparezco para:

E X P O N E R:

Por medio del presente escrito, con fundamento en los artículos 103 y 107
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como los
numerales 1, 5, 107, 108 y demás relativos aplicables de la Ley de Amparo y EN
CALIDAD DE TERCERO EXTRAÑO A JUICIO, vengo a demandar el AMPARO Y
PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en contra de los actos de las
autoridades que más adelante se mencionarán y que considero violan en mi
perjuicio, las Garantías Individuales previstas en los artículos 14, 16 y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Para dar cumplimiento a lo preceptuado por el artículo 108 de la Ley de


Amparo, me permito manifestar lo siguiente:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO EN CALIDAD DE TERCERO


EXTRAÑO A JUICIO: Quedaron debidamente mencionados en el proemio de
este documento.

II. NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO INTERESADO: Se desconoce por la


suscrita quejosa.

III. AUTORIDADES RESPONSABLES: Tienen tal carácter:


a) Instituto de Justicia Laboral Burocrática del Estado de Nayarit, con
domicilio en calle Magnolia número cuarenta y dos, de la colonia San Juan,
en Tepic, Nayarit;

b) Presidenta de la Sala de Jurisdicción Mixta del Instituto de Justicia Laboral


Burocrática del Estado de Nayarit, con domicilio en calle Magnolia número
cuarenta y dos, de la colonia San Juan, en Tepic, Nayarit;

c) Dirección de Ingresos de Gobierno del Estado de Nayarit, en su carácter


de autoridad ejecutora del acto reclamado.

d) Dirección de Planeación y Política Recaudadora del Departamento de


Notificación y Ejecución Fiscal de la Secretaría de Administración y
Finanzas del Estado de Nayarit, en su carácter de autoridad ejecutora del
acto reclamado.

IV. ACTOS RECLAMADOS.- Bajo este punto en forma enunciativa más no


limitativa, reclamo de la autoridad señalada como responsable, los siguientes
actos:

 El acuerdo de fecha uno de agosto del dos mil veintidós dentro del
expediente 384/2017 del índice del Instituto de Justicia Laboral Burocrática
del Estado de Nayarit, a través del cual se ordena girar oficio, para que
mediante el procedimiento coactivo se realicen el cobro de las multas que
en su momento fueron impuestas mediante acuerdos del 19 de noviembre
del 2021 y 2 de febrero del dos mil veintidós, por las cantidades de
$5,000.00 (cinco mil pesos 00/100 moneda nacional), y $10,000.00 (diez
mil pesos 00/100 moneda nacional) respectivamente, a quien ostentaba el
cargo de Síndico Municipal del Ayuntamiento Constitucional de Tecuala,
Nayarit.

 La ejecución del acto reclamado a través del procedimiento administrativo


de ejecución en contra del ayuntamiento de Tecuala, Nayarit, por conducto
de la suscrita.

V.- FECHA DE NOTIFICACION DEL ACTO RECLAMADO.- Bajo protesta de


decir verdad, manifiesto a este H. Juzgado De Distrito, que me enteré de dicho
proveído, el cual constituye el acto aquí reclamado, el día dieciséis de agosto de
dos mil veintidós, del cual se entregó una copia fotostática en esa misma fecha en
vía de notificación.
VI.- GARANTÍAS CONSTITUCIONALES VIOLADAS.- Se viola en perjuicio de la
parte quejosa como persona física y del ayuntamiento de Tecuala, Nayarit, las
Garantías Individuales Constitucionales contenidas en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; los dos patrocinadores de
las Garantías de Audiencia, Seguridad y Legalidad Jurídica.

VII.- BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD, manifiesto que los hechos y


abstenciones que a continuación se mencionan me constan, constituyen los
antecedentes del acto reclamado y fundamentan los conceptos de violación.

A N T E C E D E N T E S:

1. Tal como lo he manifestado, el día primero de agosto de dos mil veintidós,


la autoridad responsable, Instituto de Justicia Laboral Burocrática del Estado de
Nayarit, a través de su Sala de Jurisdicción Mixta, emitió el acto reclamado
consistente en un proveído a través del cual precisó:

“…se advierte que a la fecha no se han hecho efectivos los apercibimientos


realizados a la parte demandada Ayuntamiento Constitucional de Tecuala,
Nayarit… en consecuencia a ello, gírese atento oficio al Director de Ingresos de
Gobierno del Estado, para que mediante el procedimiento coactivo realice el cobro
de las multas que en su momento fueron impuestas a las personas físicas que
ostentaban el cargo de Síndico Municipal, por la cantidad de $5,000.00 (Cinco mil
pesos 00/100 Moneda Nacional), la cual se estableció mediante auto de fecha
diecinueve de noviembre del año dos mil veintiuno; asimismo el cobro de la multa
a la persona física que ostentaba el cargo de Síndico Municipal del Ayuntamiento
Constitucional de Tecuala, Nayarit; por la cantidad de $10,000.00 (Diez mil pesos
00/100 Moneda Nacional), misma que se estableció en proveído de fecha dos de
febrero del año dos mil veintidós…”

Lo anterior violentando las garantías constitucionales de la suscrita


quejosa, ya que NO SOY PARTE DEMANDADA EN EL JUICIO LABORAL
BUROCRÁTICO 384/2017 YA MENCIONADO, NI TAMPOCO HE SIDO
LLAMADA A DICHO JUICIO, NI MUCHO MENOS HE SIDO APERCIBIDA DE
IMPOSICIÓN DE MULTA ALGUNA COMO PERSONA FÍSICA, COMO
PRETENDE REFERIRLO LA AUTORIDAD RESPONSABLE; no obstante de ello,
la autoridad responsable pretende hacerme cumplir una determinación a través de
la las autoridades ejecutoras del acto reclamado, sin haber sido oída y ni vencida
en el juicio del cual emana el acto que ahora reclamo.
Más aun, de la lectura íntegra del proveído al que hace referencia el
Instituto de Justicia Laboral Burocrática del Estado de Nayarit, es decir el de fecha
uno de agosto de dos mil veintidós y a través del cual pretende hacer efectivos
unos supuestos apercibimientos hacia la suscrita se desprende lo siguiente:

“… se requiere al Ayuntamiento Constitucional de Tecuala, Nayarit,. Y sis


autoridades vinculadas para que el día y hora que se encuentra señalado cuente
con el numerario suficiente a efecto de hacerle entrega del pago a la aludida
beneficiaria legal del trabajador, apercibiéndolo que de hacer caso omiso se le
impondrá una multa por la cantidad de $15,000.00 (quince mil pesos 00/1’’
Moneda Nacional), misma que se realizará mediante el procedimiento coactivo a
través de la Dirección General de Ingresos de Gobierno del Estado de Nayarit, sin
perjuicio de que en caso que s eoponga a cumplir con el presente requerimiento
se seguirán con los medios de apremio que prevé la norma legal de conformidad
con lo establecido en los artículos 158, 160, 161, 162 y 163 del Estatuto Jurídico
para los Trabajadores del Servicio del Estado, Municipios e Instituciones
Descentralizadas de Carácter Estatal …”

De esa manera se advierte que en citado acuerdo del primero de agosto del
dos mil veintidós efectivamente existe un apercibimiento de multa, sin embargo
dicho apercibimiento no es hecho a la impetrante a título personal, por lo que no
es dable hacer efectivo en mi contra un apercibimiento del cual la suscrita no fui
objeto.

Aunado a lo anterior, considero importante destacar que en el citado


proveído, se omite motivar y fundamentar la razón o circunstancia, o bien bajo qué
parámetro fijó la cantidad por concepto de multa que se me pretende hacer
efectiva, para el caso de que no se cumple con sus requerimientos, pues fijó de
manera arbitraria y discrecional una cantidad por concepto de multa sin
previamente evaluar la capacidad económica de a quien se le impone.

VIII. CONCEPTOS DE VIOLACION

PRIMERO. Se viola en mi perjuicio las garantías individuales de audiencia,


legalidad y seguridad jurídica, consagradas en los artículos 14 y 16
constitucionales, puesto que los actos reclamados, no se encuentran debidamente
fundamentados, ni motivados, y su posterior ejecución se encontraría viciada de
origen, para lo cual considero conveniente precisar lo establecido en dichos
preceptos, únicamente en lo que interesa:

“Artículo 14.… Nadie podrá ser privado de la libertad o de su propiedades,


posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho;

Artículo 16… Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio,


papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito por autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento...”.

Artículo 17 .... Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por
tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que
fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas
las costas judiciales.”.

De esto deriva la fragante violación a los derechos de audiencia, legalidad,


seguridad jurídica, posesión y propiedad, consagradas en los artículos 14 y 16
constitucionales, ya que la autoridad responsable no funda, ni motiva, el acto
reclamado, ya que nunca he sido llamada o emplazada al juicio como persona
física, carácter con el que se pretende hacer efectivo un apercibimiento y en
consecuencia imponerme una multa, y no obstante ello, la autoridad responsable
pretende imponerme una multa por supuestamente no haber dado cumplimiento a
un laudo, destacado que si bien se hace referencia a la figura de síndico municipal
de Tecuala, Nayarit, en autos no consta que se identifique a la persona de María
Teresa Valdez Sotomayor en los apercibimientos hechos por la responsable.

Lo anterior debe de entenderse, como una multa y una prevención, a mi


persona física, que en mi actuar como funcionario, omita cumplir con un laudo, la
cual es desconocida por la suscrita, dado que en dicho proveído se hace efectivo
un apercibimiento que no me fue hecho a mi persona, y por ende, es como
persona física, que sufriría el daño en mi propio peculio, y no con el patrimonio de
la institución a la que pertenezco; en tal virtud, su requerimiento al igual que la
ejecución del acto reclamado del cual ahora me duelo, es susceptible de afectar
mis derechos fundamentales como persona física, afectando así mi esfera jurídica
y no el interés patrimonial de la autoridad.

Por lo anterior, es que me veo en la necesidad de promover la presente


demanda, solicitando se me conceda el amparo y protección de la justicia federal
para efectos de que se le ordene a las autoridades responsables dejen sin efectos
los actos reclamados y no se ejecuten, respetando mi garantía de audiencia y
seguridad jurídica.

Cobra aplicación con lo anterior, por analogía, lo establecido en la


jurisprudencia VI.2o. J/5, emitida por el Segundo Tribunal Colegiado Del Sexto
Circuito, de la Novena Época, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Tomo I, Junio de 1995, Página: 304, de rubro y texto siguientes:

“EMPLAZAMIENTO, FALTA DE. COMO ACTO RECLAMADO NO HAY


OBLIGACION DE AGOTAR LOS RECURSOS ORDINARIOS. Cuando el
acto reclamado en esta instancia constitucional lo hizo consistir la quejosa
en todo lo actuado por falta de emplazamiento al juicio natural, es decir,
que no fue oída, es incuestionable que se le equipara a una persona
extraña al mismo y por consiguiente de acuerdo con lo dispuesto por el
artículo 107, fracción VII, de la Constitución General de la República y 114,
fracción V, de la Ley de Amparo, la vía procedente para reclamar tal acto lo
constituye el amparo indirecto; sin que deba acatar el principio de
definitividad, ya que por ser precisamente tercera extraña al juicio, la
peticionaria de garantías no está obligada a intentar los recursos ordinarios
que establece la ley, en caso de que existieran.”.

SEGUNDO. A su vez, la autoridad responsable señalada en el inciso a) viola


en mi perjuicio los derechos de legalidad y seguridad jurídica puesto que como es
de explorado derecho, la garantía de legalidad contenida en el artículo 16 de la
Constitución General de la República condiciona a todo acto de molestia a la
reunión de los requisitos de fundamentación y motivación de la causa legal del
procedimiento, por el que se entiende el acto o la serie de actos que provocan la
molestia realizados por la autoridad competente y deben no sólo tener una causa
o elemento determinante, sino que éste sea legal, es decir, que se encuentre
fundado y motivado en una ley en su aspecto material, esto es, una disposición
normativa general e impersonal, creadora y reguladora de situaciones abstractas,
lo que no acontece en la especie, pues no se colman los requisitos de
fundamentación y motivación a los que se encuentra ceñida como autoridad,
máxime que el Instituto de Justicia Laboral Burocrática del Estado de Nayarit, por
conducto de la Sala de Jurisdicción Mixta es omiso en emitir las razones que le
llevaron a estimar como adecuada la imposición de un par de multas, la primera
por la cantidad de cinco mil pesos, y la segunda por la diversa de diez mil pesos,
así como el apercibimientos de una diversa por quince mil pesos, y simplemente lo
realiza de manera discrecional, sin fundamento ni mucho menos haber analizado
la capacidad económica de a quién debe imponérsele la multa.

Asevero lo anterior, toda vez que, en apego a lo dispuesto por el artículo 16


de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las autoridades sólo
pueden actuar dentro del ámbito de su competencia, debiendo fundar y motivar
todos sus actos. Cobra aplicación con lo anteriormente expuesto lo resuelto por el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, en la tesis
jurisprudencia I.3º.C.J/47, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, tomo XXVII, febrero de 2008, página 1964, cuyo rubro y texto a la letra
dice:

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. LA DIFERENCIA ENTRE LA FALTA


Y LA INDEBIDA SATISFACCIÓN DE AMBOS REQUISITOS
CONSTITUCIONALES TRASCIENDE AL ORDEN EN QUE DEBEN
ESTUDIARSE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN Y A LOS EFECTOS DEL
FALLO PROTECTOR. La falta de fundamentación y motivación es una
violación formal diversa a la indebida o incorrecta fundamentación y
motivación, que es una violación material o de fondo, siendo distintos los
efectos que genera la existencia de una u otra, por lo que el estudio de
aquella omisión debe hacerse de manera previa. En efecto, el artículo 16
constitucional establece, en su primer párrafo, el imperativo para las
autoridades de fundar y motivar sus actos que incidan en la esfera de los
gobernados, pero la contravención al mandato constitucional que exige la
expresión de ambas en los actos de autoridad puede revestir dos formas
distintas, a saber: la derivada de su falta, y la correspondiente a su
incorrección. Se produce la falta de fundamentación y motivación, cuando se
omite expresar el dispositivo legal aplicable al asunto y las razones que se
hayan considerado para estimar que el caso puede subsumirse en la hipótesis
prevista en esa norma jurídica. En cambio, hay una indebida fundamentación
cuando en el acto de autoridad sí se invoca el precepto legal, sin embargo,
resulta inaplicable al asunto por las características específicas de éste que
impiden su adecuación o encuadre en la hipótesis normativa; y una incorrecta
motivación, en el supuesto en que sí se indican las razones que tiene en
consideración la autoridad para emitir el acto, pero aquéllas están en
disonancia con el contenido de la norma legal que se aplica en el caso. De
manera que la falta de fundamentación y motivación significa la carencia o
ausencia de tales requisitos, mientras que la indebida o incorrecta
fundamentación y motivación entraña la presencia de ambos requisitos
constitucionales, pero con un desajuste entre la aplicación de normas y los
razonamientos formulados por la autoridad con el caso concreto. La diferencia
apuntada permite advertir que en el primer supuesto se trata de una violación
formal dado que el acto de autoridad carece de elementos ínsitos,
connaturales, al mismo por virtud de un imperativo constitucional, por lo que,
advertida su ausencia mediante la simple lectura del acto reclamado,
procederá conceder el amparo solicitado; y en el segundo caso consiste en
una violación material o de fondo porque se ha cumplido con la forma
mediante la expresión de fundamentos y motivos, pero unos y otros son
incorrectos, lo cual, por regla general, también dará lugar a un fallo protector,
sin embargo, será menester un previo análisis del contenido del asunto para
llegar a concluir la mencionada incorrección. Por virtud de esa nota distintiva,
los efectos de la concesión del amparo, tratándose de una resolución
jurisdiccional, son igualmente diversos en uno y otro caso, pues aunque existe
un elemento común, o sea, que la autoridad deje insubsistente el acto
inconstitucional, en el primer supuesto será para que subsane la irregularidad
expresando la fundamentación y motivación antes ausente, y en el segundo
para que aporte fundamentos y motivos diferentes a los que formuló
previamente. La apuntada diferencia trasciende, igualmente, al orden en que
se deberán estudiar los argumentos que hagan valer los quejosos, ya que si
en un caso se advierte la carencia de los requisitos constitucionales de que se
trata, es decir, una violación formal, se concederá el amparo para los efectos
indicados, con exclusión del análisis de los motivos de disenso que,
concurriendo con los atinentes al defecto, versen sobre la incorrección de
ambos elementos inherentes al acto de autoridad; empero, si han sido
satisfechos aquéllos, será factible el estudio de la indebida fundamentación y
motivación, esto es, de la violación material o de fondo.”.

Finalmente, de la misma manera actualiza lo antes señalado el criterio


jurisdiccional emitido por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
contenido en la jurisprudencia de rubro y texto siguiente:

“FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.


De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto de autoridad debe estar
suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de
expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y por lo segundo,
que también deben señalarse con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración
para la emisión del acto, siendo necesario además, que exista adecuación entre
los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto
se configure la hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en
comento previene que nadie puede ser molestado en su persona, propiedades
o derechos sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente que
funde y motive la causa legal del procedimiento, está exigiendo a todas las
autoridades que apeguen sus actos a la ley, expresando de que ley se trata y
los preceptos de ella que sirvan de apoyo al mandamiento relativo. En materia
administrativa, específicamente, para poder considerar un acto autoritario como
correctamente fundado, es necesario que en él se citen: a).- Los cuerpos
legales y preceptos que se estén aplicando al caso concreto, es decir, los
supuestos normativos en que se encuadra la conducta del gobernado
para que esté obligado al pago, que serán señalados con toda exactitud,
precisándose los incisos, subincisos, fracciones y preceptos aplicables, y
b).- Los cuerpos legales, y preceptos que otorgan competencia o facultades a
las autoridades para emitir el acto en agravio del gobernado.”.

TERCERO. Existe una violación al principio de seguridad jurídica,


tanto en mi persona como en contra del ayuntamiento que represento, al
ordenarse el procedimiento coactivo para el cobro de las multas antes
señaladas, refiriendo el acto reclamado, que se realice el cobro de las
multas “que en su momento fueron impuestas ”, con base en los
acuerdos de fechas diecinueve de noviembre del dos mil veintiuno y dos
de febrero del dos mil veintidós dentro del expediente 384/20217. No
obstante, de la lectura de dichos proveídos no se advierte la imposición de
multa alguna.

En efecto, en primero de los proveídos señalados al despachar auto


de ejecución y requerimiento de pago, señalando para ello cualquier día y
hora hábil, dispuso:

“… Lo anterior con el debido apercibimiento que de no cumplir con lo


ordenado, se harán acreedor a una multa por la cantidad de $5,000.00
(CINCO MIL PESOS 00/100 M.N.) que se hará efectiva por conducto de
la Secretaría de Administración y Finanzas del Estado de Nayarit…”.

Por su parte, el diverso proveído de fecha dos de febrero del dos mi


veintidós que señaló fecha y hora para la celebración de diligencia de
requerimiento de pago señaló:

“… Lo anterior con el debido apercibimiento que de no cumplir con lo


ordenado, se harán acreedor a una multa por la cantidad de $10,000.00
(DIEZ MIL PESOS 00/100 M.N.) que se hará efectiva por conducto de la
Secretaría de Administración y Finanzas del Estado de Nayarit…”.

En esa tesitura, de ambos proveídos se colige que lo que estableció


la autoridad responsable fueron dos apercibimientos de imposición de
multas. Sin embrago, posterior a ello no existe determinación que haya
ordenado la imposición de ambas multas, para después ordenar hacerlas
efectivas. Es decir, el acto reclamado adolece de vicios de origen pues
considero que previo a ordenar girarse oficios a quien corresponda para
hacer el cobro de multas, debió determinar fundada y motivadamente,
hacer efectivos los apercibimientos de fechas diecinueve de noviembre del
dos mil veintiuno y dos de febrero del dos mil veintidós a través de
proveído que decretara la imposición de las multas, posteriormente
notificar los acuerdos y después, en su caso, ordenar la materialización de
los apercibimientos; lo cual no ocurrió en la especie, pues la autoridad
responsable pasó de los apercibimientos directamente a ordenar al cobro,
aduciendo que las multas ya habían sido impuestas, lo que es incorrecto,
pues en los autos que integran el expediente laboral burocrático 384/2017
no existe proveído que así lo ordene, por lo que el acto reclamado y su
posible ejecución vulneran en perjuicio de la signante como persona física
y del ayuntamiento de Tecuala, Nayarit, los principios de seguridad jurídica
consagrados en los artículos 14 y 16 constitucionales, que refieren la
obligación de que todo acto de autoridad esté debidamente fundado y
motivado, pues se reitera, si bien existen sendos apercibimientos, no
existe sustento de donde haya emanado legalmente ordenar el cobro de
multas.

CUARTO. De igual forma existe una violación a los principios de


debida fundamentación y motivación del acto reclamado, acuerdo de fecha
uno de agosto del dos mil veintidós y de sus antecedentes, es decir, los
proveídos de fechas diecinueve de noviembre del dos mil veintiuno y dos
de febrero del dos mil veintidós dentro del expediente 384/2017.

Se asevera lo anterior en razón de que la autoridad responsable


fundamenta dichos proveídos, el del diecinueve de noviembre del dos mil
veintiuno, en los en los numerales 158; 160 al 163 del Estatuto Jurídico
para los Trabajadores del Servicio del Estado, Municipios e Instituciones
Descentralizadas de Carácter Estatal, y 946; 950; 951; 953; 955; 956; 95 y
demás relativos aplicables de la Ley Federal del Trabajo, de aplicación
supletoria al Estatuto Jurídico de la materia; mientras que del del dos de
febrero y el consistente en el acto reclamado, del uno de agosto, ambos
del dos mil veintidós, en los diversos arábigos 158; 160; 161; 162 y 163
del referido Estatuto.

En atención a ello, se desprende que, para lo que aquí interesa, el


artículo que prevé lo relativo a la imposición de multas, así como de los
montos para si fijación, es el numeral 160 del citado Estatuto, el cual
dispone:

“Artículo 160.- El Tribunal, para hacer cumplir sus determinaciones podrá


imponer multas hasta por quince días de sueldo tratándose de
trabajadores y hasta por veinte mil pesos, tratándose de
funcionarios.”

Así pues, dicho numeral establece el monto máximo que la autoridad


responsable puede imponer para la aplicación de multas, tanto de trabajadores
como de funcionarios, sin que exista expresamente un monto mínimo, por lo que,
para estar en condiciones de establecer cuál es el monto mínimo para la
imposición de multas que puede imponer la autoridad responsable, tampoco en la
Ley Federal del Trabajo, de aplicación supletoria al Estatuto de la Materia se
advierte un monto mínimo; sin embrago ello no impide deducir que el mínimo
pueda establecerse a partir de un salario mínimo o una Unidad de Medida y
Actualización.
Con independencia de la forma en que se pueda establecer el monto
mínimo para la imposición de multas por parte de la autoridad responsable, para
su la fijación de la cantidad por concepto de multas, la responsable debió allegarse
de los elementos necesarios que permitieran establecer, con meridiana claridad,
cuál es el monto idóneo y proporcional para la fijación de la multa, y en caso de
que éstas excedieran el mínimo previsto en la norma aplicable, justificar las
razones que la llevaron a establecer tales montos, respetando con ello el principio
de legalidad en su vertiente de una debida y correcta motivación de sus
determinaciones, pues no puede dejarse al libre arbitrio de la autoridad la cantidad
que pueda imponer por concepto de multas; razón por la cual, al no haber actuado
de esa manera, considero que la responsable se apartó del cumplimiento de la
fundar y motivar debidamente su actuar al momento de emitir el acto reclamado, el
cual como ya lo referí, tiene sustento en diversas actuaciones que también
vulneran el mismo principio, por lo que el acto reclamado adolece de vicios de
origen.

En relación con lo expuesto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha


determinado que la prohibición constitucional del establecimiento de multas
excesivas conlleva implícito un mandato de instituir multas proporcionales. En este
sentido, una sanción no es excesiva consigo misma, sino que se entiende que
tiene este carácter solamente cuando sobrepasa una medida.

Por otra parte, en tratándose de multas, el artículo 22 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, contiene los principios rectores de las
sanciones que cualquier órgano del Estado puede decretar, entre los cuales se
encuentra la prohibición expresa de establecer multas excesivas,

Al respecto, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


al resolver el amparo directo en revisión 3202/2014, determinó que: el adjetivo
"excesivo" es un referente relativo que se encuentra determinado por el caso
concreto, es decir, una multa puede ser o no excesiva dependiendo de la
gravedad de la falta, las condiciones económicas del infractor, la premeditación y
la reincidencia.

Asevero lo anterior, puesto que para imponer cualquier multa es necesario


que la autoridad razone el uso de su arbitrio, debiendo para ello exponer los
razonamientos y las circunstancias que conllevan a imponerla en esa medida,
situación que no aconteció en la especie. Así pues, es claro que en la especie se
transgredió la garantía de motivación con lo cual se dejó en estado de
indefensión, al no brindarse elementos para hacer alguna defensa, ni para
desvirtuar la sanción concreta impuesta en su caso individual, todo ello en
contravención a lo establecido en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.

Sustenta lo anteriormente expuesto, lo resuelto en la jurisprudencia emitida


por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, de
la Séptima Época, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Volumen
145-150, Sexta Parte, Página: 372, de rubro y texto siguientes:

“MULTAS. ARBITRIO EN SU CUANTIFICACION ARRIBA DEL MINIMO.

Para imponer una multa fiscal en cuantía superior al mínimo (pues es evidente
que al imponer el mínimo no hace falta razonamiento alguno, ya que no hubo
agravación en uso del arbitrio), es necesario que las autoridades fiscales
razonen el uso de su arbitrio, y que expongan los razonamientos y las
circunstancias de hecho y de derecho que hacen que en el caso particular se
deba agraviar en alguna forma la sanción. Pero esos razonamientos deben
ser razonamientos aplicados al caso concreto y a las circunstancias del caso
concreto, sin que sea suficiente hacer afirmaciones abstractas e imprecisas.
De lo contrario se violaría la garantía de motivación, y se dejaría además a la
afectada en estado de indefensión, pues no se le darían elementos para hacer
su defensa, ni para desvirtuar la sanción concreta impuesta en su caso
individual, con violación de los artículo 14 y 16 constitucionales. En esas
condiciones, la simple afirmación de que un gran volumen de negocios hace
que la situación sea buena, es demasiado imprecisa para justificar por sí sola
una elevación de la multa, pues puede haber gran volumen de operaciones
con una utilidad mínima, o aun con pérdida, como es claramente el caso de
empresas que tienen grandes endeudamientos y gran volumen de
operaciones. Por otra parte, el que la infracción haya causado perjuicios al
fisco, no es elemento para agravar la sanción, pues el elemento perjuicio será
siempre la base misma de la tipificación de la infracción, pero insuficiente para
mover el arbitrio entre los extremos de la multa. También resulta falso que los
causantes morosos obtengan ventaja respecto de los causantes puntuales,
pues los daños y perjuicios que se cobran en materia fiscal (además de las
multas) como intereses moratorios son extraordinariamente elevados (24%
anual, contra el 9% en materia civil y el 6% en materia mercantil). Y la
afirmación de que hay que evitar prácticas viciosas tendientes a evadir las
prestaciones fiscales, también es un elemento determinante de la creación de
la infracción, pero insuficiente para mover la cuantía entre los extremos
legales: para esto habría que referirse a las prácticas individuales de la
afectada, o a su habitualidad, etcétera.”.

Señalo lo anterior, puesto que la existencia del H. municipio de Tecuala,


Nayarit; deriva del Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, por lo que, efectivamente cuenta con un patrimonio propio, sin
embargo, ese patrimonio está destinado a brindar servicios públicos a la
ciudadanía, es decir, ese patrimonio es necesario para que el municipio pueda
llevar a cabo el debido cumplimiento de los derechos humanos de los habitantes
del Municipio de que se trata, debiendo garantizarse primero el intereses colectivo
sobre el particular.

En este sentido, es preciso destacar que, si bien es facultad y obligación de


la autoridad responsable; el hacer cumplir las determinaciones que dicte, es
igualmente cierto que en dicho proceso debe evitar que con sus actos se
transgredan garantías colectivas o particulares, es decir, su actuación debe
consistir en, sí conseguir la ejecución de la sentencia, pero cerciorándose que ello
se dé dentro de las posibilidades de la autoridad responsable de ello, sin que
ocasione un daño colateral mayor con dicha ejecución, como lo sería la
imposibilidad de brindar los servicios públicos responsabilidad del ayuntamiento,
tales como drenaje, agua potable, alumbrado público, seguridad público, ello ante
la insolvencia repentina ocasionada por el pago total en cumplimiento a la
sentencia condenada dentro del expediente 384/2017, importe el cual, además, no
se encuentra previsto o presupuestado dentro del Presupuesto de Egresos para el
ejercicio fiscal en curso.

Por otro lado, destaco que la autoridad responsable no consideró ni ponderó las
condiciones socioeconómicas del H. ayuntamiento de Tecuala, Nayarit, ni las
particulares de la síndica municipal; para individualizar las multas, puesto que
no verificó la capacidad económica de éste, así como el patrimonio de la moral
que represento ni el mío a título personal. En este sentido, la referida autoridad
debió establecer la cantidad relativa al patrimonio del ayuntamiento, así como de
la persona en concreto a quien fueran dirigidas las multas, y a partir de ello
razonar por qué era aplicable el monto de la multas, al no ser así, el acto
reclamado y los que constituyen sus antecedentes carecen de la debida
fundamentación y motivación y, en consecuencia, vulneran el principio de
legalidad. Se reitera que la responsable fue omisa en allegarse de los elementos
necesarios para analizar la capacidad de pago del ayuntamiento que represento y
de la signante en mi carácter de persona física.

En este sentido, es importante destacar que, por capacidad económica


debe entenderse al conjunto de sus bienes, derechos, cargas y obligaciones,
susceptibles de ser considerados pecuniariamente al momento de individualizar la
sanción; elementos de los cuales se debe allegar la autoridad previo a la
imposición de alguna sanción, a fin de contar con datos que le permitan
individualizar debidamente la sanción, considerando todas las circunstancias
legalmente previstas para ello.
En concordancia con lo expuesto, si la capacidad económica constituye una
condición necesaria a considerar para la individualización de la sanción, en
ejercicio de la potestad punitiva del Estado, resulta inconcuso que la autoridad
está facultada para allegarse de los elementos o medios de convicción necesarios,
a fin de conocer la situación económica de la autoridad correspondiente, aun de
oficio, a efecto de garantizar el mayor grado de objetividad en la determinación de
la sanción a aplicar, pues de ello depende, la proporcionalidad de la sanción que
se imponga. Ello es así, puesto que no sería válido imponer una multa elevada, a
quien goce de mayor capacidad económica por esa sola circunstancia, para
disuadirlo de la comisión de esa u otras infracciones en el futuro; en tanto que, un
parámetro que únicamente atendiera a ese aspecto, o a los montos mínimos y
máximos de la multa que se puede imponer o el que el infractor haya recibido un
pago, también resultaría injusto y desproporcionado; en consecuencia,
necesariamente se debe tomar en cuenta la capacidad económica del sujeto al
que se le impondrá la sanción, los montos de la multa que se puede imponer y
las razones que justifiquen su imposición, para que la sanción cumpla con su
función inhibitoria.

En consecuencia, en el presente caso resultaba necesario que la autoridad


aquí recurrida motivara adecuadamente las circunstancias socioeconómicas del
Ayuntamiento y de la suscrita como persona física, para lo cual debió allegarse de
los elementos idóneos para ello y así estar en condiciones de justificar el monto de
las multas y cumplir todos los parámetros necesarios para imponer una medida de
apremio.

De lo anterior, se arriba a la conclusión de que la autoridad responsable


pretende que se lleve a cabo el procedimiento de ejecución, a través de actos
administrativos con los cuales se pone en riesgo de que se rompa el orden
público, esto con la imposición de multas. Ello es así, puesto que se trata de una
institución dedicada al servicio público, por lo que, con su actuar, se afectaría
inmediata y directamente los derechos humanos de los habitantes del referido
municipio, al poner en riesgo la prestación de los servicios públicos de los cuales
son destinatarios y por ende le asiste primordial derecho. Lo anterior evidencia la
franca violación a estas garantías individuales y los derechos humanos más
fundamentales consagrada en nuestra carta fundamental y Tratados
Internacionales.

De esto deriva la fragante violación de las garantías individuales de


audiencia, legalidad, debido proceso y seguridad jurídica, entre otras, consagradas
en los artículos 14, 16, 17, 27 y 115 contenidas en el Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ya que de ejecutarse el acto de autoridad que hoy se
reclama, se pone en riesgo la posesión, propiedad y seguridad jurídica, así como
el correcto cumplimiento de los derechos humanos de los habitantes del municipio.

Al respecto, cobra aplicación por analogía la jurisprudencia 9/1995 del Pleno


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, Julio de 1995, página 5, en
su rubro y texto establece:

“MULTA EXCESIVA. CONCEPTO DE.

De la acepción gramatical del vocablo "excesivo", así como de las


interpretaciones dadas por la doctrina y por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, para definir el concepto de multa excesiva, contenido en el
artículo 22 constitucional, se pueden obtener los siguientes elementos: a)
Una multa es excesiva cuando es desproporcionada a las posibilidades
económicas del infractor en relación a la gravedad del ilícito; b) Cuando se
propasa, va más adelante de lo lícito y lo razonable; y c) Una multa puede
ser excesiva para unos, moderada para otros y leve para muchos. Por lo
tanto, para que una multa no sea contraria al texto constitucional, debe
establecerse en la ley que la autoridad facultada para imponerla, tenga
posibilidad, en cada caso, de determinar su monto o cuantía, tomando en
cuenta la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la
reincidencia, en su caso, de éste en la comisión del hecho que la motiva, o
cualquier otro elemento del que pueda inferirse la gravedad o levedad del
hecho infractor, para así determinar individualizadamente la multa que
corresponda.”.

En este sentido, el criterio jurisdiccional antes transcrito establece como


multa resulta excesiva, cuando está desproporcionada a las posibilidades
económicas del infractor en relación a la gravedad del ilícito; cuando se propasa,
va más adelante de lo lícito y lo razonable; y cuando puede ser excesiva para
unos, moderada para otros y leve para muchos.

En efecto, como es de explorado derecho, la garantía de legalidad contenida


en el artículo 16 de la Constitución General de la República condiciona a todo acto
de molestia a la reunión de los requisitos de fundamentación y motivación de la
causa legal del procedimiento, por el que se entiende el acto o la serie de actos
que provocan la molestia realizados por la autoridad competente y deben no sólo
tener una causa o elemento determinante, sino que éste sea legal, es decir, que
se encuentre fundado y motivado en una ley en su aspecto material, esto es, una
disposición normativa general e impersonal, creadora y reguladora de situaciones
abstractas
Asevero lo anterior, toda vez que, en apego a lo dispuesto por el artículo 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las autoridades sólo
pueden actuar dentro del ámbito de su competencia, debiendo fundar y motivar
todos sus actos. Cobra aplicación con lo anteriormente expuesto lo resuelto por el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, en la tesis
jurisprudencia I.3º.C.J/47, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, tomo XXVII, febrero de 2008, página 1964, cuyo rubro y texto a la letra
dice:

“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. LA DIFERENCIA ENTRE LA FALTA Y LA


INDEBIDA SATISFACCIÓN DE AMBOS REQUISITOS CONSTITUCIONALES
TRASCIENDE AL ORDEN EN QUE DEBEN ESTUDIARSE LOS CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN Y A LOS EFECTOS DEL FALLO PROTECTOR.

La falta de fundamentación y motivación es una violación formal diversa a la indebida


o incorrecta fundamentación y motivación, que es una violación material o de fondo,
siendo distintos los efectos que genera la existencia de una u otra, por lo que el
estudio de aquella omisión debe hacerse de manera previa. En efecto, el artículo 16
constitucional establece, en su primer párrafo, el imperativo para las autoridades de
fundar y motivar sus actos que incidan en la esfera de los gobernados, pero la
contravención al mandato constitucional que exige la expresión de ambas en los actos
de autoridad puede revestir dos formas distintas, a saber: la derivada de su falta, y la
correspondiente a su incorrección. Se produce la falta de fundamentación y
motivación, cuando se omite expresar el dispositivo legal aplicable al asunto y las
razones que se hayan considerado para estimar que el caso puede subsumirse en la
hipótesis prevista en esa norma jurídica. En cambio, hay una indebida
fundamentación cuando en el acto de autoridad sí se invoca el precepto legal, sin
embargo, resulta inaplicable al asunto por las características específicas de éste que
impiden su adecuación o encuadre en la hipótesis normativa; y una incorrecta
motivación, en el supuesto en que sí se indican las razones que tiene en
consideración la autoridad para emitir el acto, pero aquéllas están en disonancia con
el contenido de la norma legal que se aplica en el caso. De manera que la falta de
fundamentación y motivación significa la carencia o ausencia de tales requisitos,
mientras que la indebida o incorrecta fundamentación y motivación entraña la
presencia de ambos requisitos constitucionales, pero con un desajuste entre la
aplicación de normas y los razonamientos formulados por la autoridad con el caso
concreto. La diferencia apuntada permite advertir que en el primer supuesto se trata
de una violación formal dado que el acto de autoridad carece de elementos ínsitos,
connaturales, al mismo por virtud de un imperativo constitucional, por lo que, advertida
su ausencia mediante la simple lectura del acto reclamado, procederá conceder el
amparo solicitado; y en el segundo caso consiste en una violación material o de fondo
porque se ha cumplido con la forma mediante la expresión de fundamentos y motivos,
pero unos y otros son incorrectos, lo cual, por regla general, también dará lugar a un
fallo protector, sin embargo, será menester un previo análisis del contenido del asunto
para llegar a concluir la mencionada incorrección. Por virtud de esa nota distintiva, los
efectos de la concesión del amparo, tratándose de una resolución jurisdiccional, son
igualmente diversos en uno y otro caso, pues aunque existe un elemento común, o
sea, que la autoridad deje insubsistente el acto inconstitucional, en el primer supuesto
será para que subsane la irregularidad expresando la fundamentación y motivación
antes ausente, y en el segundo para que aporte fundamentos y motivos diferentes a
los que formuló previamente. La apuntada diferencia trasciende, igualmente, al orden
en que se deberán estudiar los argumentos que hagan valer los quejosos, ya que si
en un caso se advierte la carencia de los requisitos constitucionales de que se trata,
es decir, una violación formal, se concederá el amparo para los efectos indicados, con
exclusión del análisis de los motivos de disenso que, concurriendo con los atinentes al
defecto, versen sobre la incorrección de ambos elementos inherentes al acto de
autoridad; empero, si han sido satisfechos aquéllos, será factible el estudio de la
indebida fundamentación y motivación, esto es, de la violación material o de fondo.”.

Finalmente, de la misma manera actualiza lo antes señalado el criterio


jurisdiccional emitido por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
contenido en la jurisprudencia de rubro y texto siguiente:

“FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.

De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto de autoridad debe estar


suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de
expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y por lo segundo, que
también deben señalarse con precisión, las circunstancias especiales, razones
particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión
del acto, siendo necesario además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y
las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configure la hipótesis
normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento previene que nadie puede ser
molestado en su persona, propiedades o derechos sino en virtud de mandamiento
escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento,
está exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la ley, expresando de
que ley se trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al mandamiento relativo. En
materia administrativa, específicamente, para poder considerar un acto autoritario como
correctamente fundado, es necesario que en él se citen: a).- Los cuerpos legales y
preceptos que se estén aplicando al caso concreto, es decir, los supuestos
normativos en que se encuadra la conducta del gobernado para que esté
obligado al pago, que serán señalados con toda exactitud, precisándose los
incisos, subincisos, fracciones y preceptos aplicables, y b).- Los cuerpos legales, y
preceptos que otorgan competencia o facultades a las autoridades para emitir el acto en
agravio del gobernado.”.

A su vez, el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Mexicanos,


en su parte conducente, literalmente regula:

“Art. 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones, sino en virtud de andamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento....”.

Consecuentemente, es indiscutible que la fundamentación y motivación de


un acto de autoridad resulta requisito sine qua non de su propia existencia. Por lo
que la inobservancia de tales imperativos da lugar a que el acto de autoridad
adolezca de encontrarse confeccionado con sustento en derecho.
De esa manera, con el acto reclamado, se contraviene lo dispuesto en los
dispositivos legales antes invocados así como se vulneran los derechos del
ayuntamiento de Tecuala, Nayarit, y los de la quejosa a título personal.

SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO.

Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 125, 128, y demás


relativos y aplicables de la Ley de Amparo, solicito la suspensión provisional de los
actos reclamados, y en su momento la suspensión definitiva, para efectos de que
se le ordene a las autoridades señaladas como responsables que mantenga las
cosas en el estado que actualmente guardan, esto es, que suspendan la ejecución
de la de hacer efectiva la multa, misma que ya mencioné con anterioridad, dentro
del expediente 384/2017 del índice del Instituto de Justicia Laboral Burocrática del
Estado de Nayarit; esto es, para que no ejecuten o materialicen los actos de los
cual aquí se reclama su legalidad y constitucionalidad, hasta en tanto se resuelva
en lo principal y en definitiva el presente juicio de garantías, ya que de no
concederse esta suspensión acarrearía como consecuencia jurídica inevitable la
privación de mis garantías constitucionales de audiencia, debido proceso y
seguridad jurídica, ocasionando un daño irreparable al no poderse ordenar que las
cosas vuelva a su estado en que se encontraban antes de esta violación de mis
derechos, mismo que afectaría mi patrimonio personal, pues nacería un nuevo
acto jurídico que aunque doloso, tendría efectos jurídicos, por eso, para evitar que
al amparo de actos nugatorios nazcan derechos controvertidos.

P R U E B A S:

PRIMERA.- DOCUMENTAL. Consistente en el acuerdo de fecha uno de


agosto del dos mil veintidós, emitido por la citada Sala de Jurisdicción
Mixta del Instituto de Justicia Laboral Burocrática del Estado de Nayarit,
dentro del expediente 384/2017.

SEGUNDA.- INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES. Consistentes en


todas las Constancias y actuaciones que realicen en el presente juicio y
las que se deriven del dentro del expediente 384/2017 supra citado,
expediente del cual las autoridades señaladas como responsables
deberán remitir copia a su insigne autoridad.

TERCERA.- PRESUNCIONAL EN SU DOBLE ASPECTO. Consistentes


en las presunciones que legal y humanamente se deriven del presente
juicio, siempre y cuando favorezcan a mis intereses.
Pruebas que ofrezco y relaciono con todos y cada uno de los
antecedentes y conceptos de este escrito de demanda.

Por todo lo anteriormente expuesto y fundado, solícitamente


requiero se sirva:

PRIMERO: Se me tenga demandando el amparo y protección de la Justicia


Federal en contra de los actos reclamados de las autoridades señaladas como
responsables, acordar de conformidad y dar entrada a la demanda en los términos
de ley.

SEGUNDO: Se me tenga por señalado como domicilio para oír y recibir


notificaciones el precisado en el proemio de la presente demanda, así como por
autorizados en los términos descritos a las personas referidas en el mismo.

TERCERO. Se conceda la suspensión provisional y en su caso la definitiva de los


actos reclamados, en los términos solicitados en el capítulo respectivo de esta
demanda, expidiéndome a mi favor y a mi costa copias certificadas del auto de
suspensión provisional y en su momento de la definitiva, autorizando para que
sean entregadas de forma indistinta a cualquiera de mis autorizados.

CUARTO. En su oportunidad y posterior a los trámites procesales


correspondientes, resolver el presente juicio de amparo, restituyéndome en el
pleno goce de mis garantías individuales.

PROTESTO LO NECESARIO.
Tecuala, Nayarit; a la fecha de su presentación.

MARÍA TERESA VALDEZ SOTOMAYOR.

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