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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1267/2016-S2

Sucre, 5 de diciembre de 2016

SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional

Expediente: 16921-2016-34-AAC
Departamento: Chuquisaca

En revisión la Resolución 04/2016 de 21 de octubre, cursante de fs. 1255 vta. a


1259 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por William Herrera Añez, Ernesto Vargas Padilla e Ingrid
Alejandra Sánchez Cardozo en representación legal de Sergio Néstor
Garnero, Nancy Griselda Rasmusen de Garnero e Integral
Agropecuaria S.A contra Rita Susana Nava Durán y Rómulo Calle
Mamani Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 5 de octubre de 2016, cursante de fs. 101 a 108


vta., los accionantes a través de sus representantes, manifestaron lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

A raíz del proceso ejecutivo incoado por Omar Alejandro Spechar Jordán,
fueron conminados a cancelar $us1 310 000,00.- (un millón trescientos diez mil
dólares estadounidenses), sin haberse desembolsado dinero alguno en su
favor; ante las limitaciones de la vía ejecutiva, se ordinarizó el proceso
emitiéndose Sentencia 102/15 de 3 de noviembre de 2015, que declaró
improbada la demanda sin considerar la prueba aportada e incumplimiento de
los arts. 1283.II del Código Civil (CC) y 1136.II y III del Código Procesal Civil
(CPC), por parte del demandado; recurrida en apelación, se pronunció el Auto
de Vista 27/2016 de 28 de enero, revocando la Sentencia 102/15, y declarando
probada la demanda; consecuentemente anulan los testimonios 65/2010 de 23
de enero 275/2010 de 15 de marzo. Ante esta determinación el demandado
recurrió en casación sin exponer los supuestos agravios sufridos y sin

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individualizar el recurso en la forma y en el fondo, aspectos que fueron puestos
en conocimiento de las autoridades demandadas a objeto de la revisión y
valoración de los datos del proceso; sin embargo, se limitaron a copiar los
argumentos del demandado resolviendo casar el Auto de Vista 27/2016, en
perjuicio de sus derechos y en contrasentido de la administración de justicia.

Añaden que dentro del proceso, se tramitaron los extractos bancarios de los
Bancos Económico S.A. y Bisa S.A., evidenciándose que Omar Alejandro
Spechar Jordán, no realizó ningún desembolso en favor de los accionantes
desde 2007 al 2012, pruebas valoradas en el Auto de Vista 27/2016, empero
desestimadas en el Auto Supremo 1072/2016 de 6 de septiembre; asimismo,
en la contestación al recurso de casación se hizo notar que el recurrente
fundamentó su recurso en normas diferentes a los hechos controvertidos,
citando normas civiles que no son inherentes a la litis; y, que el proceso versa
sobre la nulidad de los documentos por ilicitud de la causa e ilicitud de los
documentos cuyo objeto nunca se produjo, además del error sobre el objeto
del contrato, máxime si no existe contrato o relación comercial con el
demandado.

Las autoridades demandadas, refieren que no se demostró los extremos de la


demanda y, en el fondo dan por hecho que el recurrente acusó la vulneración
de un cúmulo de preceptos jurídicos que no formaron parte del debate,
inobservando los arts. 253, 271 y 274 del CPC, que señalan que la resolución
en el fondo debe fundarse en la violación, infracción o error en la aplicación o
interpretación de la ley o en la valoración de la prueba, debiendo explicarse en
qué consisten estas violaciones; otra lesión constituye la afirmación de que los
testimonios objeto del proceso de nulidad, fueron suscritos por los accionantes
cuando se demostró que jamás se pactó contrato alguno con Omar Alejandro
Spechar Jordán, no habiéndose dado lugar a derecho alguno; de igual manera,
pese a la transcripción de jurisprudencia y doctrina sobre los efectos del art.
549 inc. 3) del CC, dejan de lado sus propias conclusiones y señalan que las
certificación de los referidos Bancos serían del 2007 y 2008, sin percatarse que
son del 2007 a febrero de 2012; asimismo, manifestaron que se incumplió con
la carga de la prueba sin considerar que en su declaración confesoria el
demandado no respondió si dio o no dinero en efectivo a sus supuestos
deudores, tampoco refieren las pruebas con las cuales se destruyó las
pretensiones de los accionantes conforme prevé el art. 1283.II del CC, y 136.II
y III del CPC, lesionando los derechos al debido proceso en su elemento tutela
judicial efectiva, igualdad de las partes, derecho a la propiedad privada, al
trabajo y los principios de verdad material proporcionalidad y favorabilidad,
equidad, legalidad y probidad apartándose del ordenamiento jurídico
convirtiendo sus acciones en ilegítimas al omitir valorar las pruebas producidas
en el proceso, señalando que no se indicaron las fojas en las que se
encontraban dichas pruebas y que supuestamente se tratarían de otras
gestiones, resolviendo sobre supuestos errores fuera de lugar y sin considerar
las razones expuestas en el Auto de Vista impugnado, lo cual generará el
remate de los bienes de la empresa Integral Agropecuaria S.A., con el

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consecuente atentado a los salarios y empleo de los trabajadores.

Para el sustento de sus argumentos, los accionantes citan y transcriben parte


de las “SSCC 1492/2011-R, 1888/2011-R, y SCP 0177/2013 y 918/2016-S3”.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

Los accionantes alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus


elementos valoración de la prueba, tutela judicial efectiva, derecho a la
igualdad, a la propiedad privada, al trabajo, comercio e industria y los principios
de verdad material, favorabilidad, proporcionalidad, equidad, legalidad y
probidad, citando al efecto los arts. 8.II, 14.III, 46, 47, 48, 54, 56, 115.II,
119.I, 117.I, 178, 180.I, de la Constitution Política del Estado (CPE); arts. 17 y
28 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

I.1.3. Petitorio

Solicitan se conceda la tutela impetrada, disponiendo dejar sin efecto el Auto


Supremo 1072/2016 de 6 de septiembre, y se emita nueva resolución
“…declarando INFUNDADO el recurso de Casación en el Fondo y en la Forma”
(sic.)

I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías

Efectuada la audiencia pública el 21 de octubre de 2016; conforme consta en


acta cursante de fs. 1253 a 1255, se produjeron los siguientes hechos:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

Los accionantes, a través de sus abogados, reiteraron en su integridad los


términos expuestos en el memorial de acción de amparo constitucional y
ampliando lo siguiente: a) En 2010, se suscribió un contrato de venta
anticipada de granos de soya con la empresa “Granos” de Hugo Spechar
Gonzales; al momento de la suscripción del documento, por razones
desconocidas se colocaron otros documentos de supuesto reconocimiento de
deuda a favor de Omar Alejandro Spechar Jordán; cuando se procedió al pago
por la venta de granos se solicitó la entrega del documento, incumpliéndose se
devolución bajo el argumento de que no lo tenían; sin embargo, se inició
demanda ejecutiva como si se tratase de dos obligaciones, debiendo
considerarse que los accionantes nunca conocieron al Omar Alejandro Spechar
Jordán, como tampoco suscribieron contrato alguno con él; b) El juez de la
causa, impedido de observar cuestiones de la manera cómo se produjo la
obligación, concluyó que el documento tenía fuerza ejecutiva, razón por la cual
se ordinarizó el proceso emitiéndose la Sentencia 102/15, que fue apelada; en
dicha instancia, se contemplaron las pruebas aportadas extrañándose las
pruebas del demandado, valorándose los extractos bancarios y declaraciones
testificales que no fueron evaluadas en dicha Sentencia; c) En el Auto Supremo

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1072/2016, se efectuó una apreciación genérica de los citados extractos
manifestando que referían en 2007 y 2008, cuando la certificación del Banco
Económico S.A., señala en la parte superior que la información data del 2007 a
febrero de 2012, donde se demuestra que no se realizó desembolso alguno por
parte del Omar Alejandro Spechar Jordán, a favor de Integral Agropecuaria
S.A., Sergio Néstor Garnero o Griselda Rasmusen; tampoco consideraron las
declaraciones testificales y la declaración de confesión del Omar Alejandro
Spechar Jordán, pese a que fue realizada por un apoderado, se manifestó que
el dinero se desembolsó en efectivo cuando la suscripción del documento fue
por la promesa de venta de grano de soya; d) El Tribunal de casación, incluyó
otras figuras como la promesa unilateral al excluir la prueba que demostró la
inexistencia de algún desembolso o entrega de bienes que acredite la
generación de una obligación; e) Las autoridades demandadas causaron
indefensión en los accionantes y emitieron una resolución de hecho y no de
derecho por incumplir con la debida fundamentación; f) El confesante no pudo
establecer el momento en el cual se desembolsó el dinero; y, g) El Auto
Supremo 1072/2016, es incongruente, limitándose a transcribir el recurso de
casación llegando a conclusiones sin razonamiento, sin pronunciarse sobre la
valoración de los extractos bancarios que incumbe la fundamentación; con esta
omisión se lesiona también la verdad material.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Rita Susana Nava Durán y Rómulo Calle Mamani, Magistrados de la Sala Civil
del Tribunal Supremo de Justicia, pese a su legal notificación cursante a fs. 112
y vta., no presentaron informe respectivo, como tampoco se hicieron presentes
en la audiencia de acción de amparo constitucional.

I.2.3. Intervención de los terceros interesados

Hugo Espechar Gonzales y Omar Alejandro Spechar Jordán, a través de su


representante legal, por memoriales cursantes de fs. 1244 a 1245 vta., y 1248
a 1250, respectivamente, refirió lo siguiente: 1) Respecto a la vulneración del
debido proceso alegada por los accionantes, se tiene que el recurso de casación
fue interpuesto cumpliendo los requisitos exigidos por el art. 274 del CPC,
siendo concedido de acuerdo con el art. 276.II donde se consideraron las
causales previstas por el 271 ambos del CPC; 2) El Auto Supremo 1072/2016,
refirió que en el caso de autos, Integral Agropecuaria S.A a través de los
instrumentos 65/2010 y 275/2010, objeto de la litis, reconoció adeudar la suma
de $us310 000,00.- (trescientos diez mil dólares estadounidenses) y $us1 000
000,00.- ( un millón de dólares estadounidenses); ello porque los accionantes
no probaron la nulidad de los referidos documentos; 3) La valoración
probatoria es competencia de la jurisdicción ordinaria; 4) Los documentos
públicos 65/2010 y 275/2010, constituyen títulos ejecutivos en el cual se
reconoce la deuda al amparo de lo previsto por el art. 956 del CC, por cuanto
las autoridades demandadas emitieron su resolución en observancia del art.
519 del CC, referido a la eficacia del contrato; 5) Sobre los derechos

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lesionados, los accionantes no fundamentan la forma en la cual supuestamente
se habrían vulnerado los mismos; 6) Se omitió la notificación de Mario Javier
Cabrera Garnia que formó parte del proceso ordinario; y, 7) Transcurrieron seis
años, para el cobro de la deuda, la cual fue cancelada parcialmente a través de
depósito judicial, demostrando tácitamente su aceptación de la deuda; en
audiencia sostuvo: i) Los accionantes concurrieron a la notaría de fe pública, a
suscribir los documentos de reconocimiento de deuda en diferentes fechas y,
en la confesión de la Notaria ésta señaló que dio fe de que existió unidad de
acto en la firma de ambos contratos otorgando garantía a favor de Omar
Alejandro Spechar Jordán; ii) Respecto a la solicitud de entrega del documento
suscrito con Hugo Spechar Gonzales, los accionantes podían recabar un
segundo testimonio en la notaría; asimismo, hacen mención a un documento
de comprobación de pago a un contrato de reconocimiento de deuda,
desconociendo materia civil debido a que el contrato de reconocimiento de
deuda está previsto por el art. 956 del CC; iii) En la fundamentación del Auto
Supremo 1072/2016, se hace referencia a los efectos que producen los arts.
474, 475 y 476 del CC, emitiéndose el mismo con la debida fundamentación y
en mérito a los arts. 274 y 276 del CPC; iv) La Resolución cuestionada no
vulnera el debido proceso ni garantías constitucionales, las cuales se hicieron
valer para ambas partes.

1.2.4. Resolución

La Jueza Pública Civil y Comercial Sexta del departamento de Chuquisaca,


constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 04/2016 de 21 de octubre,
cursante de fs. 1255 vta. a 1259 vta., previa exposición de los antecedentes del
proceso ordinario de nulidad, la doctrina atinente a la acción de amparo y
jurisprudencia aplicada al caso, concedió la tutela solicitada dejando sin efecto el
Auto Supremo 1072/2016, emitido por los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo, disponiendo que dciten nueva resolución subsanando la omisión
incurrida y compulsando la totalidad de la prueba, determinación asumida en base
a los siguientes fundamentos: a) La problemática planteada se circunscribe en el
hecho que los accionantes consideran lesionado el debido proceso en su elemento
tutela judicial efectiva, en razón a que en el Auto Supremo impugnado, se
aplicaron normas que nunca fueron parte del proceso; asimismo, consideraron
cuestiones no comprendidas en la demanda y la contestación sin que se
demostrara que los testimonios 65/2010 y 275/2010 sean reales, dando por hecho
que los mismos fueron suscritos por los entonces demandantes cuando éstos no
los conocen, no teniendo pacto con ellos; además, que los Magistrados afirmaron
que las certificaciones serían del 2007 a 2008 cuando son del 2007 a febrero de
2012, prueba que demuestra que no existió relación con el supuesto acreedor que
origine esa obligación; b) El Auto Supremo 1072/2016, consideró que el error
esencial acusado por los demandados no fue demostrado, incumpliendo con la
carga de la prueba dispuesta por el art. 375 del CPC; c) De acuerdo con el fallo
analizado, las pruebas referidas por el tribunal de alzada como la testifical de Tito
Livio Suarez Calata corroborada supuestamente por lo expuesto por Omar
Alejandro Spechar Jordán, en su contestación al recurso, así como los extractos

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bancarios habrían sido apreciados de forma genérica, mencionándolos el Tribunal
de apelación sin citar la foja en la que se encuentran, ni el origen de su
procedencia pero que estarían referidos a los cursantes de “fs. 147-151 y 152-
452” datan del 2007 a 2008, siendo que los contratos son del 2010, y la citada
declaración no es concluyente para demostrar el error esencial en que incurrieron
los demandados, concluyendo que dichas pruebas no son suficientes para
determinar la existencia de error esencial por falta de objeto en la licitud de la
causa y del motivo que amerite la nulidad de los contratos; d) Las autoridades
demandadas concluyeron que en los testimonios 65/2010 y 275/2010, no concurre
causa ilícita ni error esencial, por el contrario tendrían causa lícita debido a que no
perseguían una finalidad económica contraria a normas imperativas (contrato
ilegal), a principios de orden público (contrato prohibido), o a las buenas
costumbres (contrato inmoral), considerando acreditada la legalidad, validez y
eficacia de los citados instrumentos públicos; e) Los Magistrados demandados,
sostuvieron que no se acreditó con prueba idónea y suficiente las causales de
nulidad invocadas, ni el error esencial; es decir, la ilicitud de la causa y del motivo
de los contratos; f) La afirmación de que los extractos bancarios corresponden a
las gestiones 2007 a 2008, no es evidente ya que la documental cursante de “fs.
404 a 408 y de fs. 409 a 712”, presentada por los accionantes, evidencia que
corresponden al 2007 y 2012, advirtiéndose error en su apreciación y exclusión en
su valoración; g) Sobre los principios invocados como lesionados, los mismos no
son objeto de tutela; y, h) No se evidencia lesión a los derechos a la propiedad
privada, al trabajo, comercio e industria debido a que el Auto Supremo 1072/2016,
emerge de una demanda de nulidad de contratos suscritos en el marco de la
libertad contractual regida prevista por el Código Civil.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


concluye lo siguiente:

II.1. Cursa Sentencia 102/15 de 3 de noviembre de 2015, emitida por el Juez


Décimo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Santa
Cruz, por la cual declara improbada la demanda de ordinarización de
proceso ejecutivo sobre nulidad de documentos y entrega de testimonio
274/2010, interpuesta por Sergio Néstor Garnero, Nancy Griselda
Rasmusen de Garnero e Integral Agropecuaria S.A; y, declara probada
en parte la demanda reconvencional planteada por uno de los
codemandados sólo respecto a la legalidad, validez y eficacia jurídica de
los instrumentos 65/2010 y 275/2010 y ratificación del proceso
ejecutivo objeto de la ordinarización (fs. 82 a 85 vta.).

II.2. Mediante Auto de Vista 27/2016 de 28 de enero, la Sala Civil y


Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz, revocó la Sentencia 102/15 y, resolviendo en el fondo, declaró
probada la demanda interpuesta por los ahora accionantes y nulos los
testimonios 65/2010 y 275/2010 objeto del proceso; e improbada la

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demanda reconvencional (fs. 86 a 90).

II.3. Por Auto Supremo 1072/2016 de 6 de septiembre, los Magistrados de la


Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, declararon infundado el
recurso de casación en la forma interpuesto por Omar Alejandro
Spechar Jordán, y en aplicación del art. 220.IV del adjetivo Civil casaron
el Auto de Vista 27/2016, deliberando en el fondo mantener firme y
subsistente la Sentencia 102/15 (fs. 92 a 99 vta.).
II.4. Consta extracto bancario emitido por el Banco Económico en cuyo tenor
superior refiere “extracto de cuenta corriente en bolivianos del
09/08/2007 al 2/02/2012 N.Cta.:1041-247805 a nombre de
Omar Alejandro Spechar Jordán”; reporte que registra los estados
de cuenta y movimientos bancarios efectuados durante el 9 de agosto
de 2007 con un saldo de Bs7 730 00.- (siete mil setecientos treinta mil
bolivianos), al 14 de enero de 2008, con un saldo actual de 0.00,
fondos reservados 0.00 y disponible 0.00; asimismo, en la parte in fine
de la certificación señala textualmente: “Adjuntamos extracto de la
cuenta anteriormente mencionada, desde su apertura hasta el
cierre de la misma” (sic); como fecha de apertura de la cuenta
corriente señalan el “09/08/2007”; asimismo, certifican que Sergio
Néstor Garnero, Nancy Griselda Rasmusen de Garnero y la empresa
Integral Agropecuaria S.A., no registran cuentas u operaciones (fs. 390
a 394).

II.5. Cursan extractos bancarios de cuenta corriente 134004-001-1 a nombre


de Integral Agropecuaria S.A. emitido por el Banco Bisa S.A., con
periodo de inicio diciembre de 2007 a 31 de diciembre de 2011
(fs. 395 a 447); de cuenta corriente 134004-201-4 a nombre de Integral
Agropecuaria S.A., emitido por el mismo Banco desde de diciembre
de 2007 a diciembre de 2011 (fs. 448 a 525); extracto de la cuenta
de ahorro 89747-401-8 a nombre de Omar Alejandro Spechar Jordan
desde enero de 2007 a abril de 2007 (fs. 526 a 529); de la cuenta
corriente 89747-201-5 a nombre de Omar Alejandro Spechar Jordán
correspondientes a abril de 2007 a marzo de 2008 (fs. 530 a 636);
extracto de cuenta corriente 89747-001-2 a nombre de Omar Alejandro
Spechar Jordán, del periodo de abril de 2007 a enero de 2008 (fs. 637 a
694); asimismo, consta nota de certificación de la citada entidad
bancaria de 7 de febrero de 2012, dirigida al Juez Séptimo de Partido
en lo Civil Comercial, mediante el cual refieren las cuentas existentes a
nombre de Omar Alejandro Spechar Jordán (897474018, 897470012,
897472015); de la empresa Integral Agropecuaria (1340040011 y
1340042014) de las cuales se adjuntan los extractos de estado de
cuentas, e informa que Sergio Néstor Garnero tenía dos cuentas
corrientes en bolivianos y dólares (1810030018 – 1810032011) ambas
aperturadas el 26 de enero de 2009, y cerradas en la misma fecha,
solicitando que se especifique la fecha y gestión de las copias por
resultar inoperable su búsqueda manual, por la extensión del

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movimiento (fs. 695).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes consideran lesionados sus derechos a la tutela judicial efectiva


y debido proceso en sus elementos valoración de la prueba y fundamentación,
derechos a la igualdad, trabajo, propiedad privada, empleo, comercio e
industria así como los principios invocados en razón a que las autoridades
demandadas dieron por hecho la vulneración de un cúmulo de normas jurídicas
que no formaron parte del debate en el proceso de nulidad de los testimonios
65/2010 y 275/2010, y de devolución de testimonio 274/2010; asimismo,
afirmaron que no fue probada la inducción en error para la firma de los
documentos; y, que las pruebas referidas por el Tribunal de alzada
corresponderían a los extractos bancarios del 2007 y 2008, sin considerar que
los documentos se suscribieron el 2010; excluyendo estas pruebas sin
percatarse que dichas certificaciones pertenecen a al 2007 a 2012, y
demostrarían que los demandados en el proceso ordinario nunca efectuaron
algún desembolso en su favor, otorgando derechos inexistentes al acreedor y
limitando su fundamentación a la copia de lo manifestado en el recurso de
casación.

Corresponde en consecuencia, determinar en revisión si los hechos


demandados son evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. El debido proceso en sus elementos fundamentación y


motivación de las resoluciones

La SCP 0558/2016-S2 de 27 de mayo, refiriéndose a la debida


fundamentación que debe cumplir toda resolución judicial o
administrativa, manifestó: “La fundamentación es una exigencia
contenida dentro del debido proceso, siendo que una decisión es
arbitraria cuando carece de razones, es antojadiza o producto
de conocimientos insuficientes que no pueden sostener un
mínimo análisis jurídico legal; al contrario, la decisión tiene
fundamento en la medida en que se afirmen circunstancias de
hecho y de derecho, sustentada en pruebas y normas
aplicables que visualicen la base sobre la cual se apoya la
decisión; estas afirmaciones no pueden ser frases trilladas o
rutinarias, sino razones coherentes y claras referidas al caso
concreto. Quien emita una resolución, sea administrativa o judicial,
está en el deber de fundamentarla, porque solo así el administrado
tendrá la posibilidad de analizar la decisión y de impugnarla; ante la
omisión de una suficiente fundamentación se coarta su derecho a la
defensa por estar imposibilitado de ponerla en duda. En ese sentido no
debe limitarse la motivación como un mero requisito formal, al
contrario, este requisito tiene por finalidad permitir la defensa del
administrado.

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Así, el derecho a una debida fundamentación y motivación de las
resoluciones, se constituye en la garantía del sujeto procesal de que el
juzgador al momento de emitir una decisión, explicará de manera clara,
sustentada en derecho, los motivos que lo llevaron a tomar una
decisión; argumentación que deberá seguir un orden coherente
respecto a los hechos demandados y exponer con puntualidad los
elementos jurídico-legales que determinaron su posición.
Dicho de otra forma, toda autoridad que dicte una resolución,
debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustentan la parte
dispositiva de la misma, por cuanto la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de
acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que la decisión está regida por los principios y
valores supremos rectores que orientan al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al
administrado el pleno convencimiento de que no había otra
forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió (SSCC 0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre
otras).

En cuanto a la motivación, la SC 1365/2005-R de 31 de octubre,


determinó lo siguiente: ´…la motivación no implicará la exposición
ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una
estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la
motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones
determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso
las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En
sentido contrario, cuando la resolución aun siendo extensa no traduce
las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas
normas se tendrán por vulneradas´, coligiéndose que toda resolución
emitida dentro de un proceso judicial o administrativo, debe
inexcusablemente contener una adecuada motivación respecto a los
hechos en los que se base, a las pruebas que se aportaron y a las
disposiciones legales en las que se sustente su decisión, puesto que el
relacionamiento de éstas con los hechos que le dieron origen,
constituye la fundamentación y motivación a la que el debido proceso
se refiere (el resaltado es añadido).

III.2. De la valoración de la prueba

La SCP 0530/2016-S2 de 23 de mayo citando la SCP 0340/2016-S2 de 8


de abril efectuando una integración jurisprudencial respecto a la
doctrina de las auto restricciones, con relación a la valoración

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probatoria efectuada en sede ordinaria, refirió: “… respecto a la
valoración de la prueba ´…la jurisdicción constitucional se abrirá
a la revisión de la labor valorativa de la prueba, únicamente
cuando el accionante especifique:

1) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas


apartándose de los marcos legales de razonabilidad y equidad
previsibles para decidir;
2) Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron
producidas o compulsadas (…);

3) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente


señale en qué medida, en lo conducente, dicha valoración
cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a
practicarse, no obstante haber sido oportunamente solicitada,
tiene incidencia en la Resolución final´.

Entendimientos que mediante la indica Sentencia Constitucional


Plurinacional, fueron complementados respecto a la exigencia de
revisión de la fundamentación, motivación y congruencia de los fallos
judiciales o administrativos, impugnados en instancia constitucional, en
los cuales se hubiera incurrido en errónea interpretación de la ley o
indebida valoración de la prueba, estableciéndose que: ´…en los casos
en los cuales se impugnen resoluciones judiciales o administrativas,
denunciando la falta de fundamentación, motivación y congruencia de
un fallo y acusando errónea interpretación y/o aplicación de la legalidad
ordinaria o, defectuosa valoración de la prueba; la jurisdicción
constitucional, se verá impedida de ingresar a analizar el fondo de la
problemática; por cuanto, si la parte accionante no cumple con la carga
argumentativa y los presupuestos exigidos por la doctrina de las auto
restricciones para que esta instancia revise la labor de la justicia
ordinaria, menos podrá emitir pronunciamiento, cuando de aquellas
causas emane una decisión, cuya fundamentación, motivación y
congruencia se reclame de deficiente.

(…)

No obstante lo expresado precedentemente, se hace preciso


complementar esta doctrina de las auto restricciones, estableciendo
que, en los casos en los cuales no se hayan observado y cumplido los
presupuestos para que esta jurisdicción ingrese a la revisión de la
interpretación de la legalidad ordinaria; de la valoración de la prueba y
de la fundamentación, motivación y congruencia vinculada con ambas,
y cuando de la revisión de antecedentes se advierta que la lesión a los
derechos y garantías fundamentales sea grosera y evidente, el Tribunal
Constitucional Plurinacional, dados los fines propios de la justicia
constitucional, traducidos en el control de constitucionalidad y el

10
resguardo y vigencia de los derechos y garantías constitucionales,
podrá en revisión ingresar al análisis de la problemática planteada,
aclarándose expresamente que esta, es una facultad potestativa y
exclusiva del Tribunal Constitucional Plurinacional, y que por lo mismo,
no podrá ser esgrimida por el accionante, para quien, en párrafos
precedentes, conforme establece la jurisprudencia emanada de esta
instancia, se han establecido determinados presupuestos que deben
cumplir a objeto de que la jurisdicción constitucional pueda revisar la
interpretación de la legalidad ordinaria, la valoración de la prueba, y la
fundamentación, motivación y congruencia´ ” (el resaltado es
agregado).

III.3. De la relación de causalidad entre los hechos, derechos y


petitorio como requisitos de admisibilidad de la acción de
amparo constitucional
La SCP 1693/2013 de 10 de octubre, al referirse a los requisitos de
admisibilidad de la acción de amparo constitucional, señaló que: “En
función a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico precedente, resulta
que para activar la protección que brinda este mecanismo constitucional
de defensa, se deberán cumplir u observar ciertas formalidades que el
Código Procesal Constitucional, resumió en el art. 33 al señalar que la
acción deberá contener al menos: ‘1. Nombre, apellido y generales de
quien interpone la acción o de su representante legal, acompañando en
este último caso, la documentación que acredite su personería. En el
caso de terceras personas que tengan interés legítimo, deberán
acreditar el interés alegado. Además, deberá indicarse la dirección de
un correo electrónico u otro medio alternativo de comunicación
inmediata. 2. Nombre y domicilio contra quien se dirige la acción, o los
datos básicos para identificarla o identificarlo, así como, en el caso de
que se conozca, el lugar dónde pueda ser notificada o notificado. 3.
Patrocinio de abogado cuando corresponda, o en su caso la solicitud de
defensor público. 4. Relación de los hechos. 5. Identificación de los
derechos o garantías que se consideren vulnerados. 6. Solicitud, en su
caso, de medidas cautelares. 7. Las pruebas que tenga en su poder o
señalamiento del lugar donde se encuentren. 8. Petición’. Al disponer
dicho texto legal que ‘deberá contener al menos’, implica que no se
trata de requisitos ante cuya inobservancia la acción deba ser
rechazada, sino que podrán ser subsanados con la finalidad de
garantizar un real acceso a la justicia constitucional. Es así que el art.
30.I.1 del mismo instrumento normativo, prevé que en caso de
incumplirse lo enunciado en el art. 33 del CPCo, se dispondrá su
subsanación en el plazo de tres días a partir de su notificación y en caso
de no corregirse lo observado la acción será rechazada.

En ese entendido, la finalidad de la precisión o identificación de los


derechos o garantías que se consideren vulnerados y la exactitud en la

11
formulación del petitorio, obedece a que permite establecer la relación
de causalidad entre los hechos y derechos fundamentales o garantías
constitucionales denunciados como infringidos y la exactitud en el
petitorio delimita el marco en función al cual la justicia constitucional
deberá resolver; es decir, cómo los actos u omisiones en que hubiere
incurrido el servidor público o persona particular lesionaron los
derechos cuya tutela constitucional se invoca. Al respecto, la SC
0365/2005-R de 13 de abril, sostuvo: «Como quedó precisado en el
punto anterior, la causa de pedir contiene dos elementos: 1) el
elemento fáctico que está referido a los hechos que sirven de
fundamento al recurso; 2) el elemento normativo, es decir, los
derechos o garantías invocados como lesionados por esos
hechos, que deben ser precisados por el recurrente; sin
embargo, como en los hechos debe acreditarse el derecho
vulnerado, es preciso que exista una relación de causalidad
entre el hecho que sirve de fundamento y la lesión causada al
derecho o garantía. De ahí que el cumplimiento de esta
exigencia no se reduce a enumerar artículos, sino a explicar
desde el punto de vista causal, cómo esos hechos han
lesionado el derecho en cuestión». Más adelante, la misma
Sentencia Constitucional, señaló: ‘Por principio general, el Juez de
tutela está obligado a conferir solamente lo que se le ha pedido; esto
muestra la enorme importancia que tiene el petitium de la causa, pues,
el Juez está vinculado a la misma; esto es, deberá conceder o negar el
petitorio formulado; sólo excepcionalmente, dada la naturaleza de los
derechos protegidos es posible que el Juez constitucional pueda
conceder una tutela ultra petita, de cara a dar efectividad e inmediatez
a la protección del derecho o la garantía vulnerada, cuando advierta
que existió error a tiempo de formular el petitorio. Extremo que deberá
ser ponderado en cada caso concreto, al tratarse de una excepción”’ (El
resaltado es añadido).

III.4. Análisis del caso concreto

Con carácter previo, resulta pertinente aclarar respecto a la violación de


los principios de proporcionalidad, favorabilidad, justicia material,
equidad, legalidad y probidad, que la acción de amparo constitucional
tiene por finalidad proteger derechos fundamentales y garantías
reconocidos por la Constitución Política del Estado y las normas
internacionales de derechos humanos de las cuales nuestro país es
signatario o fueron ratificadas por el Estado y que conforman el bloque
de constitucionalidad; en consecuencia, de acuerdo a lo sostenido por
este Tribunal en reiteradas Sentencias y Autos Constitucionales, no
corresponde efectuar un análisis sobre los mismos en virtud a que los
principios no se tutelan a través de este medio de defensa.

12
Sobre la lesión de los derechos a la propiedad privada, al trabajo, al
empleo, comercio e industria, los accionantes limitan su exposición
argumentativa al simple fundamento de que estarían siendo ilegalmente
desposeídos de su propiedad privada a raíz de una obligación inventada
por el demandado en el proceso de nulidad de documentos, aspecto
que a su vez afectaría los demás derechos mencionados ello en
consideración que sus propiedades están destinadas a los fines de
comercio e industria, otorgando trabajo a muchas personas. De acuerdo
con la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional, existen ciertos requisitos que deben
ser cumplidos por quien recurre en amparo constitucional; así, el
accionante debe establecer la relación de causalidad entre los hechos y
derechos fundamentales o garantías constitucionales denunciados como
infringidos con los actos u omisiones en las que hubiese incurrido la
persona o autoridad demandada explicando cómo esos hechos
lesionaron el derecho o garantía invocados, aspecto que no se advierte
en el caso en análisis y, ante la imposibilidad de suplir estas falencias,
este Tribunal se ve impedido de pronunciarse respecto de estos
derechos.

Ahora bien, de acuerdo con los argumentos esgrimidos por la parte


accionante, la génesis del problema radica en la falta de valoración de
los extractos bancarios presentados como pruebas en el proceso
ordinarizado de nulidad de documentos de reconocimiento de deuda,
que acreditarían que los demandados nunca efectuaron desembolso
alguno en su favor, por cuanto correspondería declarar la nulidad de los
testimonios 65/2010 y 275/2010; sin embargo, los Magistrados de la
Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, -demandados-, en sus
fundamentos concluyeron que los mismos correspondían a las gestiones
2007 a 2008, por cuanto no se habría cumplido con la carga de la
prueba y por ende no se hubiera acreditado los extremos de su
demanda, cuando estos extractos en realidad informan sobre los
movimientos económicos efectuados durante el 2007 a 2012. A objeto
de reflejar objetivamente los fundamentos expuestos en el Auto
Supremo 1072/2016, compulsados con los motivos del recurso de
casación y los argumentos de la presente acción de amparo, resulta
pertinente realizar una síntesis de los mismos.

De los antecedentes que informan el caso, se tiene que Omar Alejandro


Spechar Jordán, inició una demanda ejecutiva contra los accionantes
para el cobro de $us1 310 000.-, en base a los testimonios 65/2010 y
275/2010, proceso que fue ordinarizado por los accionantes
demandando la nulidad de los citados documentos; tramitada la causa,
mereció el pronunciamiento de la Sentencia 102/15, que declaró
improbada la demanda y probada en parte la demanda reconvencional;
fallo impugnado por la Sociedad Integral Agropecuaria S.A., mereciendo

13
el Auto de Vista 27/2016, que revocó la Sentencia 102/15, y en el
fondo, declaró probada la demanda y nulos los testimonios citados.

Contra esta determinación, el entonces demandado Omar Alejandro


Spechar Jordán, planteó recurso de casación exponiendo como
antecedentes que los demandantes del proceso ordinario -accionantes-
en su memorial de demanda reconocieron haber firmado los
documentos en cuestión, argumentando inducción ilegal para su firma;
añadió que se interpuso excepción de impersonería porque los
demandados Hugo Spechar Gonzales y Mario Javier Cabrera Garnica no
fueron parte en los testimonios 65/2010 y 275/2010, siendo ajenos al
litigio, razón por la cual se resolvió su exclusión del proceso; empero,
con la emisión del Auto de Vista que resolvió la apelación reingresaron
en el proceso, lesionándose sus derechos por estar impedidos de
presentar pruebas, reconvenir o ejercer sus derechos; posteriormente
se emitió un tercer Auto de Vista que nuevamente los excluyó. En
cuanto concierne a los motivos de apelación, denunció: 1) Error de
hecho y de derecho en el Auto impugnado debido a que omitieron
considerar que en la demanda también se demandó la entrega del
testimonio 274/2010 donde fueron demandados las personas excluidas
del proceso; 2) El Auto de Vista contiene imprecisiones, contradicciones
al interpretar y copiar textualmente lo expresado en la demanda; 3) La
resolución cuestionada señaló que no se valoró una declaración
testifical como tampoco se valoró adecuadamente los extractos
bancarios; sin embargo, a fs. “810” se evidencia la declaración de Tito
Livio Suárez Catala quien sostuvo ser trabajador dependiente de la
empresa Integral Agropecuaria S.A., refirió que dicha empresa no
cumplió con la empresa “Granos” y que no vio comprobante que
acredite alguna transacción; 4) Respecto a los extractos bancarios del
Banco Económico S.A., éstos comprenden periodos del 9 de agosto de
2007 a 14 de enero de 2008, mientras que los del Banco Bisa S.A., la
mayoría datan de diciembre de 2007 a 2008, sin considerar que las
obligaciones surgieron el 2010, por cuanto no aportarían información al
proceso; 5) Sobre la falta de apreciación de su declaración, pese a
haber sido absuelta por su abogado, fue clara y contundente, sin poder
expresar aspectos que desconoce; 6) La afirmación en el Auto de Vista
de que se indujo en error al Juez de instancia en relación a la valoración
de la prueba, resulta una apreciación ligera al igual que señalar que los
instrumentos 65/2010 y 275/2010, necesitan de otros medios para
valerse por sí mismos, vulnerando los arts. 519, 955 y 1287 del CC,
referidos a la eficacia del contrato y que se entiende por éste; 7) Otro
error constituye la aseveración de no poder valorarse la actuación del
juez del proceso ejecutivo, cuando a través del proceso ordinario se
pretende su modificación, aplicando errónea e indebidamente los arts.
490 del CPC y la Ley 1760 de 28 de febrero de 1997; 8) Los alegatos
sobre la inexistencia del desembolso que deviene en error esencial
sobre el objeto del contrato (art. 549 inc. 3) y 4) del CC) a su vez

14
conlleva a la ilicitud de la causa, al citar el Auto de Vista el error
esencial y sustancial confunden los vicios del consentimiento, por
cuanto debió demandarse la anulabilidad y no la nulidad, lo que implica
la interpretación errónea y aplicación indebida de los arts. 173, 474 y
475 del CC; 9) El Auto de Vista refiere que para la validez y eficacia de
los instrumentos 64/2010 y 275/2010 debería tenerse un comprobante
de desembolso de dinero, violentando los arts. 955 y 956 del CC debido
a que cuando se hace un reconocimiento de deuda queda dispensada
de probarse, siendo reconocidos por ley como títulos ejecutivos
perfectos al tenor de los arts. 487-19 del CPC; 10) Los testimonios
65/2010 y 275/2010, son autónomos y gozan de credibilidad asignada
por ley, siguiendo el trámite solemne correspondiente, siendo leídos por
los abogados de los suscribientes, en consideración a que se trata de
$us1 310 000.-, luego se elaboró el protocolo por Notaria de Fe Pública
y posteriormente a su lectura y revisión, se procedió a la firma,
extendiéndose el testimonio inherente, trámite que fue declarado por la
Notaria quien además manifestó que los documentos fueron firmados
por las partes intervinientes ante su presencia; 11) La Resolución
impugnada también lesiona los arts. 450, 452 y 453 del CC, en razón a
que existió acuerdo de partes, expresando su consentimiento, contando
con objeto lícito y posible, así como una causa lícita, sin ser contrario al
orden público y las buenas costumbres; 12) El Tribunal de alzada no
consideró que las partes pueden convenir libremente los contratos,
incluso pueden diferir de los descritos en el Código Civil, subordinados
únicamente al imperio de la ley; 13) También se lesionaron los arts.
483 y 485 del CC porque basta ser capaz para contratar y debe
cumplirse con los requisitos de formación de un contrato; 14) En la
confesión del abogado y representante de los demandantes, éste
manifestó que sus mandantes concurrieron a la notaría a firmar los
cuestionados documentos y, respondiendo la cuarta pregunta, dijo que
era evidente que recibieron los préstamos; y, 15) Llama la atención
que el recurso de apelación fue resuelto rápidamente, notificándose a
las partes de forma irregular y dudosa.

En análisis y respuesta a estos motivos, los Magistrados de la Sala Civil


del Tribunal Supremo de Justicia, previa cita de la doctrina legal
aplicable, determinó declarar infundado el recurso de casación en
la forma, manifestando que: i) Al cuestionarse la pertinencia de la
resolución de alzada, correspondía al recurrente precisar los motivos de
la apelación que no fueron resueltos y no limitarse a una referencia
general y abstracta, sin realizar petitorio alguno; además que, la
finalidad del recurso en la forma es la nulidad procesal, debió solicitar
explicación y complementación para subsanar cualquier deficiencia, al
no hacerlo se allanó a las formas y condiciones de la resolución; ii)
Sobre el objetivo del proceso ordinario de modificar el proceso
ejecutivo, el art. 490 del CPC, modificado por el art. 28 de la Ley 1760,
no refiere los casos en los que es viable la ordinarización; en el caso,

15
resulta permisible interponer acciones relativas a la validez de los actos
jurídicos, por cuanto la afirmación del tribunal de alzada al sostener la
ordinarizacion no implica que deba valorarse la actuación de la
autoridad que tramitó el proceso ejecutivo, no violenta, aplica errónea o
indebidamente la norma citada; iii) El art. 549 incs. 2) y 3) del CC,
presuntamente faltos de análisis, se tiene que los mismos no fueron
motivo de nulidad en la demanda, ni comprendidos dentro de los
hechos a probar, en tal sentido no podían ser considerados en alzada;
y, iv) Sobre la prisa en la emisión del Auto de Vista y la notificación del
mismo, no se sanciona la celeridad y justicia pronta y oportuna,
tampoco se advierte haberse causado indefensión que amerite la
nulidad.

Respecto al recurso de casación en el fondo, las autoridades


demandadas resolvieron casar el Auto de Vista 27/2016, determinando
mantener firme y subsistente la Sentencia 102/15, previa síntesis de los
antecedentes del caso, manifestando que de acuerdo con los
testimonios 65/2010 y 275/2010, la empresa Integral Agropecuaria
S.A., Sergio Néstor Garnero y Nancy Griselda Rasmusen de Garnero
como deudor y garantes, suscribieron documentos sobre
reconocimiento de deuda, compromiso de pago y constitución de
garantía por el monto de $us310 000.- y $us1 000 000.- a favor de
Omar Alejandro Spechar Jordán como acreedor; ante el incumplimiento
en el pago, se demandó en la vía ejecutiva emitiéndose sentencia a
favor de la parte demandante; posteriormente a la conclusión de este
proceso en todas sus instancias, los deudores demandaron la nulidad
de los citados documentos y entrega del testimonio 274/2010,
argumentando que se anticipó la venta de soya por producir a la
empresa de servicio agroindustrial “Granos” y, al momento de firmar
fueron inducidos en error haciéndoles creer que se trataban de simples
formalidades de contabilidad requeridas por su empresa ya que los
montos señalados en los documentos nunca fueron desembolsados
firmándose paralelamente otros documentos de compromiso de venta
de grano de soya que corresponden a los Testimonios 64/2010 y
274/2010 desembolsándose a la firma y entregándose el grano
comprometido, por cuanto existió error esencial en el objeto del
contrato.

Ingresando en resolución señalaron que: a) Sobre la existencia o no del


error esencial, ilicitud de la causa o motivo, sintetizados en los puntos
2, 3, 5, 6, 7, 8, 10 y 11 donde se acusa la lesión de los arts. 955, 519,
1287, 173, 475, 956, 452, 453, 485, 490 y 519 del CC, 490 y 400 del
CPC corresponde su tratamiento en conjunto; así, por error se entiende
que es el concepto equivocado de la realidad, creyendo verdadero lo
que es falso y viceversa; los arts. 474, 475 y 476 del CC, lo clasifican en
esencial, sustancial y de cálculo, así el error como vicio del
consentimiento afecta su función cognitiva, formándose su voluntad

16
interna con ausencia de conocimiento o conocimiento equivocado; hay
error esencial cuando el concepto equivocado o la ignorancia recae
sobre la naturaleza u objeto del contrato el mismo debe ser
involuntario, de ser provocado por la otra parte existiría dolo previsto
por el art. 482 del CC invalidando el consentimiento; en el caso, dicho
error involuntario o producido no fue demostrado, incumpliendo la
carga de la prueba prevista por el art. 375 del CPC; b) Sobre los
extractos bancarios, el Tribunal de alzada refirió que no fueron tomados
en cuenta en la Sentencia 102/15, y según su criterio, habrían
permitido establecer la validez o no de los contratos, sobre los mismos,
los Vocales efectúan una apreciación genérica sin especificar el folio en
el que se encuentran y su procedencia; en su caso, si consideraron los
cursantes de fs. “147 a 151” del Banco Económico S.A., y de fs. “152 a
452” del Banco Bisa S.A., no tomaron en cuenta que datan de las del
2007 y 2008, cuando los contratos cuestionados corresponden a la
gestión 2010; c) Las pruebas testificales como la de Tito Livio Suárez
Catala que el Tribunal ad quem, consideró corroborada por lo
expresado en el memorial de contestación de Omar Alejandro Spechar
Jordán; es decir, firmar los documentos de reconocimiento de deuda
creyendo que se trataba de compromiso de venta de granos de soya; la
supuesta corroboración de esta declaración testifical no resulta evidente
ya que en el memorial de contestación se transcribió entre comillas lo
mencionado por el testigo, infiriéndose que no es concluyente para
demostrar error esencial; d) Sobre la omisión valorativa de la
declaración confesoria de Omar Alejandro Spechar Jordán, el Auto de
Vista mencionó dicha prueba; empero, debe considerarse que esta
Resolución se funda en la valoración de los extractos bancarios,
testifical de Tito Livio Suarez Catala y memorial de contestación; e) De
acuerdo con los Testimonios 65/2010 y 275/2010, Integral
Agropecuaria S.A reconoce adeudar la sumas de $us310 000.- y $us1
000 000.-obligándose a devolverlos a Omar Alejandro Spechar Jordán,
según las cláusulas contenidas en dichos documentos; f) De lo
expuesto se advierte que no concurre causa ilícita ni error esencial, por
el contrario existía licitud en la causa debido a que no perseguía una
finalidad económica contraria a normas imperativas (contrato ilegal), o
a los principios de orden público (contrato prohibido) o a las buenas
costumbres (contrato inmoral); asimismo, el motivo que originó la
obligación no era contrario al orden público o buenas costumbres, por
cuanto el motivo era lícito teniéndose acreditada la legalidad, validez y
eficacia de los referidos instrumentos, conforme también estableció de
manera clara y precisa el Juez a quo en su punto 2) del Tercer
considerando de la Sentencia 102/15, individualizando cada elemento
mencionado; g) En cuanto a la falta de acreditación de la causa lícita, el
motivo o el objeto mencionado por el ad quem, no correspondía revocar
la Sentencia, más aún si se tiene que los demandantes no han probado
las causales de nulidad prevista por el art. 549 inc. 2) y 3) del CC,
punto que fue dispuesto específicamente como hecho a probar en el

17
Auto de relación procesal; sin embargo, el Tribunal de alzada, con
criterio restringido y contrario a lo razonado por el juez de la causa
revocó la Sentencia 102/15, declarando probada la demanda principal e
improbada la demanda reconvencional, interpretando y aplicando de
manera incorrecta los alcances del citado artículo, concluyéndose que
no se realizó una adecuada valoración de los elementos
probatorios, como tampoco comprendió la verdadera dimensión de la
problemática suscitada, interpretando incorrectamente el alcance de los
contratos sometidos a la demanda de nulidad; y, h) Con relación al
argumento de la improcedencia del recurso de casación por mezclar la
casación en la forma como en el fondo señalada en el memorial de
respuesta, de acuerdo con el principio de accesibilidad no se exige
mayor formalidad.

Expuestos los fundamentos tanto del recurso de casación como del


Auto Supremo 1072/2016, se advierte que la citada Resolución se
pronunció sobre todos los motivos llevados en casación, separando
aquellos agravios que correspondían al recurso de casación en la forma
y los que recaían en el fondo; concluyendo sobre el primer aspecto que
el recurrente no precisó qué cuestiones no fueron resueltas por el
Tribunal de alzada, además de no haber hecho uso de la solicitud de
enmienda y explicación a objeto de subsanar alguna deficiencia formal
en el fallo; de igual manera, no se habría violentado el art. 490 del CPC
respecto a la ordinarización del proceso ejecutivo y la implicancia de la
valoración de la actuación del juez del proceso ejecutivo; tampoco se
pronunció el ad quem sobre el art. 549 inc. 3) y 4) del CC, porque no
fueron motivo de nulidad en la demanda principal; y, emitir un fallo con
celeridad como la forma de su notificación no generaba indefensión
alguna a las partes. En el fondo, de la misma manera resolvió los
motivos de casación sintetizando las denuncias sobre la existencia de
error esencial e ilicitud de la causa o motivo, señalando que en el caso
no fueron demostrados, incumpliendo la carga de la prueba prevista por
el art. 375 del CPC.

Respecto a los extractos bancarios, los accionantes sostienen que los


mismos fueron excluidos por los Magistrados de la Sala Civil del
Tribunal Supremo de Justicia, bajo el fundamento de correspondían a
2007 y 2008, y los documentos demandados de nulidad son de la
gestión 2010, compulsados estos argumentos con los razonamientos
expuestos en el Auto Supremo 1072/2016 se tiene que las autoridades
demandadas concluyeron que el Tribunal de alzada efectuó una
valoración genérica de los mismos sin considerar que databan del 2007
a 2008, omitiendo tener en cuenta que los documentos cuestionados
corresponden al 2010. De acuerdo con la jurisprudencia desarrollada en
el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, cuando se alega indebida valoración de la prueba debe
cumplirse con los requisitos detallados a objeto de que la jurisdicción

18
constitucional ingrese en su revisión; en el caso en concreto, los
accionantes señalan de manera específica las pruebas que consideran
valoradas de manera defectuosa como son los extractos bancarios que
a criterio suyo demostrarían que nunca se efectuó desembolso alguno
en su favor; refiriendo que la irrazonabilidad del fundamento valorativo
residiría en afirmar que tales certificaciones corresponden al 2007 a
2008, cuando en realidad reflejan los estados de cuentas de los
demandados en el proceso ordinario efectuados desde el 2007 a
febrero de 2012; razón por la cual, esta Sala considera cumplidos los
presupuestos exigibles para la revisión de la labor de la justicia
ordinaria respecto de la valoración de la prueba y su fundamentación.

Verificados los contenidos de los extractos bancarios, conforme consta


en la Conclusión II.4 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se advierte que el reporte emitido por el Banco
Económico S.A., registra movimientos bancarios de la cuenta 1041-
247805 a nombre de Omar Alejandro Spechar Jordán desde el 9 de
agosto de 2007 al 14 de enero de 2008, a cuya fecha final contaba con
un saldo de Bs0.00.-, ahora bien la valoración de dicha prueba
efectuada por las autoridades demandadas evidentemente resulta
limitada, en razón a que el reporte refleja todos los movimientos
económicos efectuados desde su apertura hasta su cierre como
señala la certificación, entendiéndose que la cuenta corriente 1041-
247805 a nombre de Omar Alejandro Spechar Jordán fue abierta el 9 de
agosto de 2007, concluyendo sus movimientos económicos el 14 de
enero de 2008 con un saldo de Bs0.00.- por ello refiere la certificación
“Adjuntamos extracto de la cuenta anteriormente mencionada,
desde su apertura hasta el cierre de la misma”, por lo expuesto
dicha prueba debió ser analizada desde su real dimensión a efecto de
establecer si la misma constituye un elemento probatorio trascendente
en la decisión asumida en la vía ordinaria, examinando por qué el
reporte refiere en la parte superior “Extracto de Cuenta Corriente en
Bolivianos del 09/08/2007 al 02/02/2012” y la certificación señala que
se adjuntó el extracto desde la apertura hasta el cierre de la cuenta y
no limitar su fundamento a señalar que: “…no ha tomado en cuenta
que los mismos datan de los períodos 2007 a 2008, siendo que los
contratos cuestionados son del año 2010…” (sic); fundamento del cual
se infiere que sólo se presentaron extractos bancarios parciales de dos
gestiones cuando los mismos señalan que se reportan los movimientos
hasta el cierre de dicha cuenta; de igual manera, correspondía
establecer la implicancia de la citada certificación que refiere que Sergio
Néstor Garnero, Nancy Griselda Rasmusen de Garnero y la empresa
Integral Agropecuaria S.A., no registran cuentas u operaciones y en qué
medida inciden en la probanza de los argumentos expuestos por las
partes.

19
Por otro lado, de la revisión de los extractos bancarios emitidos por
el Banco Bisa S.A., se advierte la existencia de dos cuentas a
nombre de Integral Agropecuaria, la cuenta corriente 134004-
001-1 con reportes de sus estados de cuenta desde diciembre
de 2007 al 31 de diciembre de 2011, de los cuales algunos meses
no reportan actividad; similar situación se advierte de la cuenta 134004-
201-4; también existen tres cuentas a nombre de Omar Alejandro
Spechar Jordán, así la cuenta 89747-401-8 cuyos extractos datan de los
meses de enero de 2007 a abril del citado año, refiere que no contaba
con un saldo inicial y al final de su reporte señala que la cuenta se
encontraría cerrada; es decir que nunca tuvo movimiento bancario; la
cuenta N° 89747 reporta extractos de abril de 2007 a marzo de 2008,
mes en que la cuenta se encontraría cerrada; igual situación acontece
con la cuenta 89747-001-2 con reportes de abril de 2007 a enero de
2008, fecha final en la cual se encontraría cerrada la cuenta; finalmente
la certificación de la referida entidad bancaria informa que Sergio
Néstor Garnero tenía dos cuentas corrientes en bolivianos y dólares
(1810030018–1810032011) ambas aperturadas el 26 de enero de 2009,
y cerradas en la misma fecha, documentos que se encuentran
detallados en el acápite de las Conclusiones II.5 de este fallo
constitucional; en tal sentido, resulta evidente que no se efectuó una
adecuada compulsa de dichos elementos probatorios, puesto que
correspondía establecer que aspectos se denotaban de dichos
extractos, si en alguno se evidenció algún movimiento económico que
establezca una relación entre los montos adeudados descritos en los
Testimonios 65/2010 y 275/2010, qué conclusión puede establecerse
sobre el cierre de las cuentas, etc., lo cual no se advierte en los
fundamentos expuesto por el Tribunal de casación, habiendo incurrido
los Magistrados demandados en la misma falencia observada al Tribunal
de alzada; en ese contexto, corresponde conceder la tutela impetrada,
respecto de este motivo.

Sobre la valoración de la declaración de Tito Livio Suarez Catala, el Auto


Supremo 1072/2016 expone como fundamento que tal declaración no
resulta ser concluyente para demostrar el error esencial en que
hubieran incurrido los demandantes (ahora accionantes); es decir,
demostrar que se suscribieron los documentos sobre reconocimiento de
deuda creyendo que se trataba de un compromiso de compra venta de
granos de soya; de otro lado, el razonamiento del Tribunal de alzada
que sostuvo que dicha declaración fue corroborada por lo manifestado
en el memorial de contestación de Omar Alejandro Spechar Jordán,
conforme manifestaron las autoridades demandadas, en dicho memorial
se transcribieron entre comillas lo referido en su declaración por el
testigo; entendiéndose que se trataría de una transcripción y no de una
afirmación, aspecto que evidentemente se corrobora a fs. 1101 vta.,
correspondiente al memorial de contestación a la apelación presentada
por Omar Alejandro Spechar Jordán, que en su punto II copia parte de

20
la declaración del mencionado testigo, entendiéndose que se trata de
una transcripción y no así de una afirmación, no advirtiéndose
irrazonabilidad en los fundamentos respecto a la valoración de dicha
prueba.

Debe tenerse presente que en un proceso judicial, el conflicto


intersubjetivo sometido a conocimiento del órgano jurisdiccional, se
pone en conocimiento del juzgador a través de la narración de los
hechos que hacen las partes, los cuales deben ser confrontados con las
pruebas que se proporcionen al juzgador a objeto de lograr obtener
algún grado de convicción que debe ser compulsado con las normas
jurídicas pertinentes al caso, por ello el momento probatorio es de
extrema importancia; en ese sentido, la actividad probatoria requiere de
medios que posibiliten la aclaración de las controversias, dependiendo
la solución del conflicto en la adecuada y prolija valoración de cada
elemento probatorio que efectúa la autoridad jurisdiccional.

Por todo lo ampliamente expresado, la denuncia alegada por la parte accionante,


en relación a la falta de fundamentación y motivación sobre la prueba aportada
consistente en los extractos bancarios, se encuentra dentro de las previsiones y
alcances de la acción de amparo constitucional, por lo que la Jueza de garantías al
haber concedido la tutela y dejar sin efecto el Auto Supremo 1072/2016 de 6 de
septiembre, disponiendo la emisión de una nueva resolución subsanando la
omisión incurrida en la compulsa de la prueba, efectuó un adecuado análisis de los
antecedentes del proceso y las normas aplicables al caso.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 44.1 del
Código Procesal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR en parte la Resolución 04/2016 de 21 de octubre, cursante de
fs. 1255 vta. a 1259 vta., pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial
Sexta del departamento de Chuquisaca; y en consecuencia: CONCEDER la
tutela solicitada disponiendo que las autoridades demandadas emitan nuevo
fallo considerando únicamente la valoración efectuada sobre los extractos
bancarios, y su incidencia en la resolución de la controversia, de acuerdo a los
Fundamentos Jurídicos precedentemente expuestos.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

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