Alaska. Pasaron Cordova Por Varios Centenares de Kilómetros y Luego Giraron Hacia El Oeste A Lo Largo Del Golfo de
Alaska. Pasaron Cordova Por Varios Centenares de Kilómetros y Luego Giraron Hacia El Oeste A Lo Largo Del Golfo de
Pasaron Cordova por varios centenares de kilómetros y luego giraron hacia el oeste a lo largo del golfo de
Alaska. Con el tiempo, su vuelo los llevaría hacia la península de Alaska y hacia el mar de Bering. Cappy y sus
amigos habían estado volando durante casi tres meses en dirección a su casa de verano, por la costa norte de
Norton Sound, en el Ártico. La ban- dada estaba impaciente por irse. Había pasado varios días descansando en
playas arenosas y se había quedado retenida ahí por causa de un viento norte muy fuerte. Así que, cuando el viento
desapareció, inocentemente emprendieron su viaje, sin darse cuenta de que una enorme tormenta ártica venía
detrás de ese viento del norte.
Esta era la cuarta migración de Cappy, así que, ya tenía unos ciento treinta mil kilómetros acumulados en el aire. A fines de
septiembre del año anterior, él y miles de gaviotas del Ártico habían dejado el mismo lugar de anidación del Ártico norte por el
viaje a la Antártida y a su casa de invierno. ¿Puedes imaginártelo? Las gaviotas árticas tienen la mitad del tamaño de una gaviota
común y, aun así, a veces vuelan más de veintidós mil quinientos kilómetros en cada viaje, dos veces al año.
Cappy y sus amigos habían pasado el largo invierno en el lado este de la isla Elefante
en la Antártida, pero como está en el lado opuesto de la Tierra, era verano ahí. Cappy
había estado calentito y bien alimentado durante todo el gélido invierno del Ártico, y
después, en marzo, abandonó repentinamente la Antártida junto con bandadas de miles de
otros ga- viotines árticos. Un día, sin previo aviso ni fecha marcada en el
calendario, simplemente se escurrieron el hielo antártico y se dirigieron hacia el
norte.
Cappy y sus amigos habían volado en una sinuosa trayectoria: primero, desde la isla Elefante en la punta de Sudamérica; luego, a
lo largo de la costa del Pacífico, en el intento de alcanzar los cálidos vientos alisios que los ayudarían a volar hacia el norte.
Volaron por la costa sudamericana del Pacífico hasta pasar la isla Galápagos sin detenerse. No había mucha comida allí, así que
continuaron hasta pasar las costas arenosas e inhós- pitas de América Central. Finalmente, a las afueras de la costa sur de
California, pararon para descansar y alimentarse en las ricas aguas. Había muchos percebes, cangrejos, peces y piojos de mar,
entre otros