Preguntas Bloque IV
Preguntas Bloque IV
Preguntas Bloque IV
Los objetivos principales del golpe eran acabar con el sistema parlamentario, que para
Primo de Rivera era inmoral y corrupto, garantizar el orden público acabando con la
conflictividad social, terminar con el separatismo catalán y solucionar el problema marroquí.
En realidad, la dictadura fue el último recurso disponible para mantener en pie una
monarquía en crisis y conservar el poder de la oligarquía frente al crecimiento de la
oposición (republicanos, socialistas y anarquistas). De hecho, apenas hubo resistencia real
al golpe; con un claro apoyo en la oligarquía rural e industrial, los católicos, el ejército y
buena parte de las clases medias, sólo anarquistas y comunistas (rama desgajada hacía
poco del PSOE) se opusieron con firmeza mediante manifestaciones y huelgas que fueron
duramente reprimidas y condujeron a su posterior ilegalización. El PSOE, por el contrario,
manifestó una extraña indiferencia hacia el golpe que durante la Dictadura llegaría a
convertirse en colaboracionismo.
Annual.
- Uso de la represión para restablecer la paz social y el orden público (desaparece
el pistolerismo en Barcelona).
- En 1925 se suprime la Mancomunidad Catalana, se prohíbe el uso de la senyera y
del catalán, lo que radicaliza el regionalismo catalán.
2. La Asamblea Nacional Consultiva ̧ creada en 1926 con la misión de redactar una nueva
Constitución; compuesta por 400 miembros, la mitad elegidos por municipios, provincias y la
UP y la otra mitad por la Corona, en 1929 el propio dictador tuvo que reconocer su inutilidad
y ordenó su disolución.
3. El Proyecto constitucional, presentado por la Asamblea en 1929, establecía un régimen
autoritario en el que el poder legislativo recaía en el Parlamento con el Rey, el 50% de los
diputados serían elegidos por sufragio universal (también femenino) y el otro 50% por el rey.
Entre los éxitos del régimen destacan los logros en política económica y social;
en economía, con el ministro José Calvo Sotelo, el gobierno aprovechó la favorable
coyuntura internacional (los llamados Felices Años Veinte) para realizar diversas reformas,
teniendo como principios rectores la nacionalización y el intervencionismo estatal.
El Gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional con el fin de conceder
ayudas a las empresas para poder competir en el exterior; también se crearon monopolios
en sectores clave como el de las telecomunicaciones (Compañía Telefónica Nacional de
España) y el del petróleo (CAMPSA). Todo ello se financió con presupuesto estatal, lo que
generó déficit y una elevada deuda pública. El sector agrario recibió escasa atención,
aunque se pusieron en marcha proyectos como la promoción del regadío a través de la
creación de las Confederaciones Hidrográficas, la construcción de pantanos (también para
producir electricidad) y un plan de repoblación forestal.
En el terreno social, la dictadura puso en marcha un sistema de regulación con el fin de
eliminar los conflictos laborales; para ello se creó la Organización Corporativa Nacional, que
agrupaba a patronos y obreros en sindicatos verticales y regulaba los conflictos mediante
comités paritarios de empresarios y trabajadores. Para ello el gobierno contó con la
colaboración de parte del PSOE, dirigido por Francisco Largo Caballero, persiguiendo por el
contrario a anarquistas y comunistas.
3 La caída de la Dictadura: a partir de 1928 empezó a hacerse patente que el régimen
dictatorial estaba empezando a naufragar. La oposición a la dictadura fue creciendo y
organizándose, estando integrada por miembros de los partidos dinásticos, republicanos,
nacionalistas, comunistas, anarquistas e intelectuales (algunos duramente represaliados
como Unamuno o Blasco Ibáñez). A ello hay que unir la deuda creciente del Estado,
agravada por los enormes gastos que supuso la Exposición Universal de Barcelona y la
Iberoamericana de Sevilla, ambas en 1929, y por los efectos de la crisis económica
internacional que empezó con el Crack de la Bolsa de Nueva York, también en 1929, que
provocaron el resurgimiento de los conflictos sociales. Y el descontento de parte del ejército,
provocado de nuevo por el asunto de los ascensos.
En este contexto, el PSOE dejó de apoyar el régimen e inició conversaciones con el resto
de la oposición, en las que surgió la República como única salida posible. El temor a la
caída de la monarquía llevó al Rey y su camarilla al convencimiento de que el
mantenimiento de la dictadura provocaría la caída de la propia Corona, por lo que Alfonso
XIII retiró su confianza a Primo de Rivera, que dimitió el 30 de enero de 1930.
Durante este primer bienio, el nuevo presidente del gobierno de la República, Manuel
Azaña, con el apoyo de los partidos de izquierdas y republicanos triunfadores en las
elecciones (coalición republicano-socialista), inició numerosas reformas de gran importancia
en diversas materias:
En política religiosa desarrolló los artículos de la constitución que versaban sobre este
asunto.
● Se suprimió el “presupuesto de clero y culto” que el Estado había pagado hasta
entonces para mantener económicamente a la iglesia
● Se disolvió la compañía de Jesús y se confiscó sus bienes
● Se hizo efectiva la orden que prohibía a la iglesia ejercer la enseñanza
● Se reconoció el matrimonio civil y el divorcio
Estas medidas, además de las quemas de iglesias y conventos en Madrid durante el año
1931, conmocionaron a la opinión pública católica, de manera que desde ese momento
comenzaron a organizarse para defender sus intereses. Numerosos autores indican que
esta fue la causa principal de la rápida reorganización de la derecha durante el primer bienio
en torno al nuevo partido de Gil Robles, la CEDA, que tenía una clara orientación católica.
● Se estableció también para los jornaleros agrícolas la jornada laboral de ocho horas
que ya disfrutaban los obreros de las industrias.
● Se estableció la obligación de contratar a jornaleros de la población a la que
pertenecía la finca.
● Se exigía a los propietarios que explotasen las tierras bajo amenaza de confiscación.
Se trataba de evitar que los terratenientes hostiles boicotearan a la República
mediante el abandono de los cultivos. Además de todas estas medidas se elaboró la
llamada Ley de Reforma Agraria que consistía en lo siguiente:
En el País Vasco el PNV (Partido Nacionalista Vasco) y los carlistas aprobaron en 1931 el
llamado Estatuto de Estella, al que se opuso el republicanismo de izquierda y los socialistas
debido a su carácter confesional y poco democrático, incompatible con la legalidad
democrática republicana. Se mantuvieron intensas negociaciones hasta que en octubre de
1936, iniciada ya la guerra, fue aprobado un estatuto vasco de carácter democrático, siendo
elegido José Antonio Aguirre (PNV) Lehendakari.
6. Las causas de la formación del Frente Popular y las actuaciones tras su triunfo
electoral, hasta el comienzo de la guerra.
El final del bienio se produjo por el hundimiento del Partido Radical de Lerroux a partir de
algunos escándalos políticos que salpicaron a miembros destacados de dicho grupo político.
Nos referimos sobre todo al llamado escándalo del estraperlo. Ante la convocatoria de
nuevas elecciones, las fuerzas de izquierdas decidieron ir en coalición en el llamado Frente
Popular, por el temor a que una victoria de la derecha pudiera llevar a la implantación de
una dictadura de corte fascista y para evitar la desunión que les había llevado a la derrota
en las anteriores elecciones. Por lo tanto, el Frente Popular agrupaba a toda la izquierda
desde los republicanos de Azaña, pasando por los Comunistas y llegando incluso hasta los
Anarquistas.
El Frente Popular obtuvo la victoria en las elecciones por un estrecho margen que, en virtud
del sistema electoral vigente, le otorgó la mayoría absoluta. Tanto desde el punto de vista
territorial como desde el punto de vista social comenzaba a vislumbrarse la división
existente en España. El Frente Popular ganó en las regiones obreras y latifundistas mientras
que la derecha obtuvo la victoria en el centro peninsular.
Tras la victoria del Frente Popular se formó un gobierno en el que únicamente estaban
republicanos de izquierdas. Las medidas adoptadas fueron las siguientes:
- Se procedió con la concesión de la amnistía a unos 30.000 presos políticos y se forzó a los
patrones a readmitir a los obreros despedidos como consecuencia de las huelgas de 1934,
se restauró el Estatuto de Cataluña.
- Se retomó de forma impetuosa la ley de Reforma Agraria. En cuatro meses se expropiaron
medio millón de hectáreas.
- Se destituyó como Presidente de la República al moderado derechista Alcalá Zamora y fue
sustituido por Manuel Azaña, siendo presidente del gobierno Casares Quiroga. El gobierno
del Frente Popular tuvo que manejar una situación muy difícil por la progresiva
radicalización de la política española:
- Las reformas iniciadas en 1931 fueron reemprendidas. Para evitar un posible golpe
de Estado el gobierno decidió enviar a los generales que menos confianza ofrecían
al régimen a lugares periféricos: Franco a Canarias; Mola a Navarra; Sanjurjo por su
parte se encontraba exiliado en Portugal desde su fracasado golpe de estado de
Sevilla de 1932.
- Volvieron a sucederse quemas de edificios religiosos.
- Comenzaron a producirse ocupaciones ilegales de fincas que el gobierno se veía
obligado a legalizar mediante el posterior proceso de expropiación.
- Se recrudeció el pistolerismo ejercido sobre todo por Falange Española, que en
ocasiones era respondido por ciertos grupos de izquierdas. El gobierno optó por
ilegalizar Falange Española y encarcelar a sus principales dirigentes.
- Se produjeron importantes enfrentamientos dialécticos en el parlamento, en el que
incluso se llegaban a proferir amenazas de muerte. Ante esta situación el partido
socialista dominado por su sector más radical (Largo Caballero) se inclinaba cada
vez más por una revolución que diese paso a un Estado Socialista. Por su parte
algunos militares, los partidos monárquicos de derechas y Falange Española
conspiraban para dar un Golpe de Estado.
El golpe de Estado venía gestándose desde hacía tiempo. De hecho, ya en abril de 1936
hubo un primer intento de golpe que fracasó debido a la falta de organización. El mando de
la conspiración pasó al general Mola, llamado el Director, que comenzó a preparar
minuciosamente el golpe. Para organizar la sublevación militar no tuvo demasiadas
dificultades, ya que contaba con el apoyo de una parte importante del generalato; sin
embargo sí encontró algunas dificultades a la hora de organizar el apoyo civil, ya que cada
sector de la derecha aspiraba a un modelo de gobierno distinto después de ejecutado el
golpe. El general Mola, director de la conspiración, pretendía crear una Dictadura
Republicana de carácter militar, con el objeto de eliminar los gérmenes de la revolución para
después regresar a la legalidad, aunque no tenía claro si se volvería a la República o la
Monarquía.
Las posturas de los distintos apoyos al golpe eran muy diversas: la CEDA defendía la
restauración de la monarquía Alfonsina; fascistas y falangistas aspiraban a la construcción
de un régimen semejante al de la Italia de Mussolini. Los carlistas también defendían una
Monarquía Tradicional.
La jefatura suprema del golpe se reservó al general Sanjurjo, militar muy respetado dentro
del estamento militar que se encontraba exiliado en Portugal como consecuencia de su
frustrado golpe de 1932 en Sevilla. El plan consistía en conseguir que el máximo número
cuarteles se pronunciaran simultáneamente por toda España, considerándose claves para el
triunfo los de Madrid y Barcelona, así como el ejército africano, el mejor preparado de todos
en la guerra, cuyo mando se reservaba al general Franco.
Las distintas fuerzas derechistas fueron creando una red de enlaces y apoyos militares y
civiles que se extendía fuera de España, a Italia y Alemania.
El golpe se precipitó debido al encadenamiento de una serie de acontecimientos. El 12 de
julio de 1936 el teniente Castillo, de la Guardia de Asalto, de tendencias izquierdistas, fue
asesinado. El 14 del mismo mes, y como represalia, algunos de sus compañeros
secuestraron y asesinaron al líder del Bloque nacional, José Calvo Sotelo. El día 17 de julio
las tropas de Marruecos se sublevaron. Al día siguiente hicieron lo mismo numerosos
cuarteles españoles, sin embargo el alzamiento no logró imponerse en las dos ciudades
más importantes, es decir, en Madrid y Barcelona, quedando España dividida en dos zonas
de prácticamente el mismo tamaño. Esto desembocó en una guerra civil que duraría tres
largos años.
8. Las grandes fases de la guerra, desde el punto de vista militar.
Tras los momentos iniciales, que ayudaron a definir el territorio de cada bando, se produjo
un hecho esencial en el desarrollo de la guerra. Con la ayuda de aviones alemanes el
general Franco, que había viajado desde Canarias hasta Marruecos, consiguió trasladar las
tropas del norte de África a la Península. Dichas tropas pudieron avanzar de manera
imparable por el oeste de Andalucía, por Extremadura, por la provincia de Toledo, hasta
llegar a Madrid. Este espectacular avance hizo posible la unión de las dos zonas
controladas por los sublevados, además la liberación del Alcázar supuso un triunfo político y
propagandístico para Franco, que poco después fue designado generalísimo. Sin embargo,
la columna de las tropas franquistas no consiguió conquistar la capital, a pesar de intentarlo
en varias ocasiones.
Tras comprobar Franco que era imposible la conquista de Madrid, decidió abandonar
el proyecto para conquistar la cornisa cantábrica, debido a su interés económico y
estratégico. La ofensiva de los sublevados contra Vizcaya al mando de Mola, comenzó con
la ayuda de la aviación alemana. Con el fin de minar la resistencia, los aviones de la Legión
Cóndor bombardearon ciudades como Durango o Guernica.
Los republicanos para detener esta ofensiva, utilizaron la estrategia de acciones de
distracción en Brunete y Belchite. Estas ofensivas republicanas no consiguieron evitar que a
lo largo de 1937 los sublevados consiguieran ocupar la cornisa cantábrica (País Vasco,
Santander y Asturias). Desde este momento, el Gobierno Republicano de Negrín, se percató
de que la única forma de ganar la guerra era alargar el conflicto para que
coincidiese en el tiempo con el posible enfrentamiento europeo que en aquellos momentos
se estaba gestando.
Los sublevados avanzan hacia Castellón y dividen en dos la zona republicana: Tras este
triunfo, los republicanos lanzaron una ofensiva sobre Teruel, que fue respondida por las
tropas del bando nacionalista. Esta victoria fue aprovechada por los generales alzados para
continuar su ofensiva hasta Castellón. Quedaba así dividida en dos la zona Republicana.
En julio de 1938 los republicanos intentaron unir de nuevo las dos zonas en su poder
mediante una ofensiva en el Ebro. Se trató de la batalla más sangrienta de todo el conflicto.
La derrota de los republicanos supuso la destrucción de buena parte de su ejército. 5. La
toma de Cataluña y el final de la guerra. (diciembre de 1938 a
abril de 1939)
Tras la victoria en el Ebro, las tropas del bando nacionalista se dirigieron hacia Cataluña. Allí
la resistencia fue mínima. Barcelona cayó en enero de 1939 y el resto del territorio fue
controlado un mes después. Tras la toma de Cataluña, Madrid era el único objetivo
importante para las tropas nacionalistas. Tal era el desánimo de las tropas republicanas, que
en marzo de 1939 el coronel republicano Casado, apoyado por una parte importante de
socialistas y anarquistas, se rebeló contra el gobierno comunista de Negrín, con la intención
de negociar la paz. Tras este hecho las tropas franquistas entraron en la zona controlada
por los republicanos sin necesidad de luchar. El conflicto terminó el 1 de abril de 1939.