Preguntas Bloque IV

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PREGUNTAS BLOQUE IV

3. La dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio Militar al Directorio Civil


y su final.

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930).

1 El Golpe de Estado: el 13 de septiembre de 1923 Miguel Primo de Rivera, Capitán


General de Cataluña, declaró en su territorio el estado de guerra y a continuación publicó un
manifiesto en el que declaraba los motivos de su golpe y sus intenciones. Tras unas horas
de espera, el golpe contó con el apoyo del rey Alfonso XIII, que encargó a Primo de Rivera
la formación de gobierno, con lo que al legalizar un acto claramente anticonstitucional
España dejaba de ser un sistema parlamentario y se convertía en un régimen autoritario.

Los objetivos principales del golpe eran acabar con el sistema parlamentario, que para
Primo de Rivera era inmoral y corrupto, garantizar el orden público acabando con la
conflictividad social, terminar con el separatismo catalán y solucionar el problema marroquí.
En realidad, la dictadura fue el último recurso disponible para mantener en pie una
monarquía en crisis y conservar el poder de la oligarquía frente al crecimiento de la
oposición (republicanos, socialistas y anarquistas). De hecho, apenas hubo resistencia real
al golpe; con un claro apoyo en la oligarquía rural e industrial, los católicos, el ejército y
buena parte de las clases medias, sólo anarquistas y comunistas (rama desgajada hacía
poco del PSOE) se opusieron con firmeza mediante manifestaciones y huelgas que fueron
duramente reprimidas y condujeron a su posterior ilegalización. El PSOE, por el contrario,
manifestó una extraña indiferencia hacia el golpe que durante la Dictadura llegaría a
convertirse en colaboracionismo.

2 La Dictadura (1923-1930): la dictadura va a atravesar por dos fases sucesivas; hasta


1925 gobierna un Directorio Militar compuesto exclusivamente por miembros del ejército, y
desde ese año se incorporan ministros civiles, con lo que se pasa al llamado Directorio Civil.

2.1 El Directorio Militar (1923-1925): Primo de Rivera establece en España una


dictadura autoritaria. El Real Decreto de 15 de septiembre de 1923 fijaba la organización del
Directorio Militar (presidido por el propio Primo de Rivera y compuesto por ocho generales y
un contraalmirante), y otorgaba al dictador, y por extensión al ejército, todos los poderes del
estado. Entre las medidas tomadas destacaron:
- Clausura de las Cortes
- La Constitución de 1876 fue suspendida y se mantuvo el estado de guerra hasta
1925.
- Sustitución de los gobernadores civiles por militares.
- Disolución de ayuntamientos y diputaciones provinciales; los ayuntamientos fueron
sustituidos por Juntas de Vocales formadas por los mayores contribuyentes de cada
municipio. En 1924 se aprueba el Estatuto Municipal, que dotaba a los
ayuntamientos de gran autonomía económica pero que quedó en nada porque no se
convocaron elecciones municipales hasta 1931.
- Lucha contra la corrupción del período anterior.
- Se detuvo el proceso de búsqueda de responsabilidades por el Desastre de

Annual.
- Uso de la represión para restablecer la paz social y el orden público (desaparece
el pistolerismo en Barcelona).
- En 1925 se suprime la Mancomunidad Catalana, se prohíbe el uso de la senyera y
del catalán, lo que radicaliza el regionalismo catalán.

A pesar de todos estos cambios, la dictadura primorriverista supuso en realidad la


sustitución de un sistema político corrupto por otro; como prueba de ello, en 1924 Primo de
Rivera funda la Unión Patriótica (UP) con la intención de convertirlo en el único partido del
país, a imitación del régimen fascista establecido al mismo tiempo por Mussolini en Italia; la
UP se llenó muy pronto de antiguos caciques, oportunistas, tradicionalistas católicos y
adeptos al régimen, deseosos de aprovecharse del poder en su beneficio, pero nunca tuvo
una ideología clara ni una existencia política normal y dependió de manera absoluta del
dictador.
No obstante, esta primera etapa de la Dictadura dio grandes cotas de popularidad a Primo
de Rivera gracias al éxito del desembarco de Alhucemas, una operación conjunta con el
ejército francés que puso fin a la guerra en Marruecos

2.2 El Directorio Civil (1925-1930): a finales de 1925 el Directorio Militar fue


sustituido por un gabinete o Directorio Civil, presidido también por Primo de Rivera pero
compuesto mayoritariamente por tecnócratas ajenos a la política, y que supuso el intento del
régimen por institucionalizarse, usando para ello un nuevo partido, un nuevo Parlamento y
una nueva Constitución.
1. La Unión Patriótica (UP), de la que ya hemos hablado, carecía de un programa ideológico
claro, aunque definía como principios básicos la defensa de la unidad de España, de la
religión y de un modelo económico corporativista. Gracias a su unión con el régimen, llegó a
tener dos millones de afiliados, procedentes del partido conservador, del carlismo y de los
partidos católicos. Además, como órgano auxiliar se creó el Somatén, una milicia inspirada
en la Cataluña medieval y formada por voluntarios del partido, que tenía como finalidad
luchar contra los sindicalistas y mantener el orden público.

2. La Asamblea Nacional Consultiva ̧ creada en 1926 con la misión de redactar una nueva
Constitución; compuesta por 400 miembros, la mitad elegidos por municipios, provincias y la
UP y la otra mitad por la Corona, en 1929 el propio dictador tuvo que reconocer su inutilidad
y ordenó su disolución.
3. El Proyecto constitucional, presentado por la Asamblea en 1929, establecía un régimen
autoritario en el que el poder legislativo recaía en el Parlamento con el Rey, el 50% de los
diputados serían elegidos por sufragio universal (también femenino) y el otro 50% por el rey.

El Estado sería aconfesional e intervencionista en economía. El proyecto tuvo muy mala


acogida y tuvo el mismo fin que la Asamblea que lo redactó.

Entre los éxitos del régimen destacan los logros en política económica y social;
en economía, con el ministro José Calvo Sotelo, el gobierno aprovechó la favorable
coyuntura internacional (los llamados Felices Años Veinte) para realizar diversas reformas,
teniendo como principios rectores la nacionalización y el intervencionismo estatal.
El Gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional con el fin de conceder
ayudas a las empresas para poder competir en el exterior; también se crearon monopolios
en sectores clave como el de las telecomunicaciones (Compañía Telefónica Nacional de
España) y el del petróleo (CAMPSA). Todo ello se financió con presupuesto estatal, lo que
generó déficit y una elevada deuda pública. El sector agrario recibió escasa atención,
aunque se pusieron en marcha proyectos como la promoción del regadío a través de la
creación de las Confederaciones Hidrográficas, la construcción de pantanos (también para
producir electricidad) y un plan de repoblación forestal.
En el terreno social, la dictadura puso en marcha un sistema de regulación con el fin de
eliminar los conflictos laborales; para ello se creó la Organización Corporativa Nacional, que
agrupaba a patronos y obreros en sindicatos verticales y regulaba los conflictos mediante
comités paritarios de empresarios y trabajadores. Para ello el gobierno contó con la
colaboración de parte del PSOE, dirigido por Francisco Largo Caballero, persiguiendo por el
contrario a anarquistas y comunistas.
3 La caída de la Dictadura: a partir de 1928 empezó a hacerse patente que el régimen
dictatorial estaba empezando a naufragar. La oposición a la dictadura fue creciendo y
organizándose, estando integrada por miembros de los partidos dinásticos, republicanos,
nacionalistas, comunistas, anarquistas e intelectuales (algunos duramente represaliados
como Unamuno o Blasco Ibáñez). A ello hay que unir la deuda creciente del Estado,
agravada por los enormes gastos que supuso la Exposición Universal de Barcelona y la
Iberoamericana de Sevilla, ambas en 1929, y por los efectos de la crisis económica
internacional que empezó con el Crack de la Bolsa de Nueva York, también en 1929, que
provocaron el resurgimiento de los conflictos sociales. Y el descontento de parte del ejército,
provocado de nuevo por el asunto de los ascensos.
En este contexto, el PSOE dejó de apoyar el régimen e inició conversaciones con el resto
de la oposición, en las que surgió la República como única salida posible. El temor a la
caída de la monarquía llevó al Rey y su camarilla al convencimiento de que el
mantenimiento de la dictadura provocaría la caída de la propia Corona, por lo que Alfonso
XIII retiró su confianza a Primo de Rivera, que dimitió el 30 de enero de 1930.

4. Características esenciales de la Constitución de 1931.

Las elecciones convocadas por el gobierno provisional se celebraron de forma limpia y


plenamente democrática el día 28 de junio de 1931. En dichas elecciones hubo una alta
participación y los resultados arrojaron una clara victoria de los partidos de izquierda (279
escaños), frente a la derecha (160 escaños). El partido más votado había sido el Partido
Socialista Obrero Español, que consiguió 115 escaños. Estos resultados van a marcar las
características de la nueva constitución, ya que en ella se va a plasmar la ideología de los
partidos triunfadores, es decir, del PSOE y de algunos partidos republicanos de Centro
Izquierda, como el liderado por Azaña.
Se va a tratar de un texto democrático, pero en el que se van a incluir algunos elementos
polémicos en diversas materias. Las características esenciales de la nueva constitución son
las siguientes:
- Se trataba de una constitución de carácter democrático que definía a España como “una
república democrática y de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de
libertad y justicia”.
- Como era de esperar en una constitución democrática, la soberanía residía en el pueblo.
Eso explica que las Cortes, adquirieron un enorme poder para la elaboración de leyes y el
control del gobierno.
- Además se establecía el sufragio universal con inclusión, por primera vez, del voto
femenino.
- Incluía como elemento esencial la división de poderes. Como ya hemos comentado las
Cortes asumían el poder legislativo, el gobierno el poder ejecutivo y los tribunales
independientes el poder judicial. También se establecía un presidente de la República con
diversas atribuciones.
- Contenía una amplísima declaración de derechos ciudadanos que superaba incluso a las
constituciones más progresistas del siglo XIX
- Mencionaba expresamente la unidad del Estado, aunque aceptaba la existencia de
autonomías regionales. Este elemento se introdujo sobre todo por la presión de los
regionalistas y nacionalistas catalanes.
Debe considerarse que en el momento en que se instauró la república Francesc Maciá, líder
de Ezquerra Republicana de Cataluña, proclamó en Barcelona la República catalana
independiente. Fue un acto unilateral que hacía peligrar la instauración del nuevo régimen
político, y por este motivo rectificaron a cambio de que se tuviesen en cuenta sus
pretensiones en la nueva constitución. Fruto de este derecho reconocido en la constitución,
se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña el cual creaba un gobierno autónomo en
Cataluña con algunas competencias en cultura, obras públicas y orden público. Este es uno
de los aspectos de la constitución que creó una fuerte polémica y una insistente oposición
por parte de los partidos de derecha.
- Respetaba la propiedad privada, pero la posesión de los bienes de producción quedaban
subordinados a los intereses de la economía nacional, con lo cual se abría la puerta a la
nacionalización de empresas o sectores económicos, previo pago del justiprecio.
- En materia religiosa, se declaraba un estado laico, pero reconociendo la libertad de
conciencia y la práctica de cualquier religión. No obstante introducía un artículo polémico, en
el que prohibía a la Iglesia ejercer la industria, el comercio y, lo más conflictivo, la
enseñanza. Se trata, como puede comprenderse, del otro punto que obtuvo la oposición
frontal de los partidos de derecha, algunos de ellos muy vinculados con la Iglesia Católica.
Esta oposición se veía reforzada por otro artículo igualmente polémico, el que disolvía e
incautaba los bienes de la Compañía de Jesús.
- En relación con la enseñanza, se concedía al estado la obligación de extender la cultura a
toda la población sin discriminaciones de tipo económico.
5. Reformas impulsadas durante el bienio reformista de la República.

Durante este primer bienio, el nuevo presidente del gobierno de la República, Manuel
Azaña, con el apoyo de los partidos de izquierdas y republicanos triunfadores en las
elecciones (coalición republicano-socialista), inició numerosas reformas de gran importancia
en diversas materias:
En política religiosa desarrolló los artículos de la constitución que versaban sobre este
asunto.
● Se suprimió el “presupuesto de clero y culto” que el Estado había pagado hasta
entonces para mantener económicamente a la iglesia
● Se disolvió la compañía de Jesús y se confiscó sus bienes
● Se hizo efectiva la orden que prohibía a la iglesia ejercer la enseñanza
● Se reconoció el matrimonio civil y el divorcio
Estas medidas, además de las quemas de iglesias y conventos en Madrid durante el año
1931, conmocionaron a la opinión pública católica, de manera que desde ese momento
comenzaron a organizarse para defender sus intereses. Numerosos autores indican que
esta fue la causa principal de la rápida reorganización de la derecha durante el primer bienio
en torno al nuevo partido de Gil Robles, la CEDA, que tenía una clara orientación católica.

- En el ámbito de la cultura los esfuerzos se centraron en establecer una educación


primaria gratuita, laica y obligatoria. Se crearon 10000 escuelas, se incorporaron a 7000
nuevos maestros y se les incrementó el sueldo. No obstante se trató de una inversión que
resultó insuficiente, pues resultó imposible sustituir, en un periodo de tiempo tan corto, las
numerosas escuelas católicas recién cerradas.
- Manuel Azaña impulsó personalmente una profunda reforma del ejército que pretendía
modernizar su estructura y, sobre todo, conseguir que el estamento militar fuese fiel a la
república (debe considerarse que en estos momentos la mayor parte de los mandos eran de
orientación monárquica). Aplicó las siguientes medidas: Se anularon los ascensos por
méritos de guerra durante la dictadura de Primo de Rivera, intentando que sólo se
produjeran por antigüedad y formación. Esto perjudicó a una parte importante de los
militares africanistas, incluido Franco.
- Se abolió la Ley de Jurisdicciones, de manera que los conflictos en el ejército se
resolverían en adelante en la nueva Sala de lo Militar del Tribunal Supremo.
- Se creó una Comisión de Responsabilidades para exigir cuentas a los colaboradores
políticos y militares de Primo de Rivera, y se creó un decreto que permitía a los oficiales que
quisieran, jubilarse con el sueldo íntegro.
- Se creó la Guardia de Asalto, un cuerpo de orden público adicto a la República. Se colocó
al frente de las principales capitanías generales a militares de confianza política.

La reforma de Azaña no consiguió la modernización del ejército y además fue interpretada


por algunos militares de derechas como una agresión, de manera que, en adelante, el
enfrentamiento entre los partidos de izquierdas y una parte sustancial de los oficiales fue
evidente e influyó en el clima de confrontación que se fue gestando a lo largo de la II
República.
El entonces ministro de trabajo, Francisco Largo Caballero, introdujo importantes reformas
sociales como por ejemplo la jornada laboral de 40 horas semanales, la ley de contratos de
trabajo y de jurados mixtos, el aumento de los salarios, o el impulso de los seguros sociales.
- En cuanto a la reforma agraria, en la España de la República, el 50% de la población
trabajaba en el sector primario y la mayoría eran jornaleros agrícolas, es decir, campesinos
sin tierras. El problema se agravaba en aquellas zonas de estructura latifundista situados en
el sur de España, donde una minoría era propietaria de la mayor parte del territorio. Por lo
tanto parecía esencial resolver esta cuestión, cuya solución podía chocar con los intereses
de la oligarquía rural. Para solucionar el problema del jornalerismo se tomaron las siguientes
medidas durante el bienio reformista:
● Se prohibió a los propietarios de tierras que las tuvieran en arrendamiento que,
mediante cancelación del contrato, expulsaran de ellas a los campesinos.

● Se estableció también para los jornaleros agrícolas la jornada laboral de ocho horas
que ya disfrutaban los obreros de las industrias.
● Se estableció la obligación de contratar a jornaleros de la población a la que
pertenecía la finca.

● Se exigía a los propietarios que explotasen las tierras bajo amenaza de confiscación.
Se trataba de evitar que los terratenientes hostiles boicotearan a la República
mediante el abandono de los cultivos. Además de todas estas medidas se elaboró la
llamada Ley de Reforma Agraria que consistía en lo siguiente:

● Se procedió a expropiar latifundios previo pago del justo precio a sus


propietarios

● Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA) encargado de confeccionar el inventario


de las tierras expropiadas para proceder a su posterior reparto El proceso fue
demasiado lento y esto creó una gran frustración en el campesinado, sin evitar,
además, los recelos de los terratenientes. Por este motivo, los campesinos,
impulsados por el movimiento anarquista, recurrieron en muchos casos a la habitual
práctica de la ocupación ilegal de tierras, o a la realización de actos violentos. En
este contexto se produjeron importantes incidentes, como el de Casas Viejas, que
provocaron la caída del gobierno Azaña.
- Por lo que respecta a las reformas autonómicas, la Constitución de 1931 había abierto la
posibilidad de constituir un estado de regiones autónomas que satisficiera las aspiraciones
nacionalistas de determinadas regiones.
En Cataluña, el 14 de abril de 1931, Francesc Macià, presidente de Ezquerra Republicana
de Catalunya, proclamó la República Catalana dentro de la Federación Ibérica. El gobierno
provisional de la República Española reconoció este gobierno autónomo, la Generalitat. Se
encargó a una comisión la elaboración de un Estatuto de Autonomía, el Estatuto de Nuria,
que fue aprobado en referéndum con un 99% de votos afirmativos. A pesar de la oposición
de algunos sectores en el parlamento, finalmente fue aprobado, aunque eso sí, con algunas
modificaciones. Cataluña pasaba a tener gobierno y parlamento propio, pero carente de
competencias en materia económica, social, educativa y cultural.

En el País Vasco el PNV (Partido Nacionalista Vasco) y los carlistas aprobaron en 1931 el
llamado Estatuto de Estella, al que se opuso el republicanismo de izquierda y los socialistas
debido a su carácter confesional y poco democrático, incompatible con la legalidad
democrática republicana. Se mantuvieron intensas negociaciones hasta que en octubre de
1936, iniciada ya la guerra, fue aprobado un estatuto vasco de carácter democrático, siendo
elegido José Antonio Aguirre (PNV) Lehendakari.

6. Las causas de la formación del Frente Popular y las actuaciones tras su triunfo
electoral, hasta el comienzo de la guerra.

El final del bienio se produjo por el hundimiento del Partido Radical de Lerroux a partir de
algunos escándalos políticos que salpicaron a miembros destacados de dicho grupo político.
Nos referimos sobre todo al llamado escándalo del estraperlo. Ante la convocatoria de
nuevas elecciones, las fuerzas de izquierdas decidieron ir en coalición en el llamado Frente
Popular, por el temor a que una victoria de la derecha pudiera llevar a la implantación de
una dictadura de corte fascista y para evitar la desunión que les había llevado a la derrota
en las anteriores elecciones. Por lo tanto, el Frente Popular agrupaba a toda la izquierda
desde los republicanos de Azaña, pasando por los Comunistas y llegando incluso hasta los
Anarquistas.

El Frente Popular obtuvo la victoria en las elecciones por un estrecho margen que, en virtud
del sistema electoral vigente, le otorgó la mayoría absoluta. Tanto desde el punto de vista
territorial como desde el punto de vista social comenzaba a vislumbrarse la división
existente en España. El Frente Popular ganó en las regiones obreras y latifundistas mientras
que la derecha obtuvo la victoria en el centro peninsular.
Tras la victoria del Frente Popular se formó un gobierno en el que únicamente estaban
republicanos de izquierdas. Las medidas adoptadas fueron las siguientes:
- Se procedió con la concesión de la amnistía a unos 30.000 presos políticos y se forzó a los
patrones a readmitir a los obreros despedidos como consecuencia de las huelgas de 1934,
se restauró el Estatuto de Cataluña.
- Se retomó de forma impetuosa la ley de Reforma Agraria. En cuatro meses se expropiaron
medio millón de hectáreas.
- Se destituyó como Presidente de la República al moderado derechista Alcalá Zamora y fue
sustituido por Manuel Azaña, siendo presidente del gobierno Casares Quiroga. El gobierno
del Frente Popular tuvo que manejar una situación muy difícil por la progresiva
radicalización de la política española:

- Las reformas iniciadas en 1931 fueron reemprendidas. Para evitar un posible golpe
de Estado el gobierno decidió enviar a los generales que menos confianza ofrecían
al régimen a lugares periféricos: Franco a Canarias; Mola a Navarra; Sanjurjo por su
parte se encontraba exiliado en Portugal desde su fracasado golpe de estado de
Sevilla de 1932.
- Volvieron a sucederse quemas de edificios religiosos.
- Comenzaron a producirse ocupaciones ilegales de fincas que el gobierno se veía
obligado a legalizar mediante el posterior proceso de expropiación.
- Se recrudeció el pistolerismo ejercido sobre todo por Falange Española, que en
ocasiones era respondido por ciertos grupos de izquierdas. El gobierno optó por
ilegalizar Falange Española y encarcelar a sus principales dirigentes.
- Se produjeron importantes enfrentamientos dialécticos en el parlamento, en el que
incluso se llegaban a proferir amenazas de muerte. Ante esta situación el partido
socialista dominado por su sector más radical (Largo Caballero) se inclinaba cada
vez más por una revolución que diese paso a un Estado Socialista. Por su parte
algunos militares, los partidos monárquicos de derechas y Falange Española
conspiraban para dar un Golpe de Estado.
El golpe de Estado venía gestándose desde hacía tiempo. De hecho, ya en abril de 1936
hubo un primer intento de golpe que fracasó debido a la falta de organización. El mando de
la conspiración pasó al general Mola, llamado el Director, que comenzó a preparar
minuciosamente el golpe. Para organizar la sublevación militar no tuvo demasiadas
dificultades, ya que contaba con el apoyo de una parte importante del generalato; sin
embargo sí encontró algunas dificultades a la hora de organizar el apoyo civil, ya que cada
sector de la derecha aspiraba a un modelo de gobierno distinto después de ejecutado el
golpe. El general Mola, director de la conspiración, pretendía crear una Dictadura
Republicana de carácter militar, con el objeto de eliminar los gérmenes de la revolución para
después regresar a la legalidad, aunque no tenía claro si se volvería a la República o la
Monarquía.
Las posturas de los distintos apoyos al golpe eran muy diversas: la CEDA defendía la
restauración de la monarquía Alfonsina; fascistas y falangistas aspiraban a la construcción
de un régimen semejante al de la Italia de Mussolini. Los carlistas también defendían una
Monarquía Tradicional.
La jefatura suprema del golpe se reservó al general Sanjurjo, militar muy respetado dentro
del estamento militar que se encontraba exiliado en Portugal como consecuencia de su
frustrado golpe de 1932 en Sevilla. El plan consistía en conseguir que el máximo número
cuarteles se pronunciaran simultáneamente por toda España, considerándose claves para el
triunfo los de Madrid y Barcelona, así como el ejército africano, el mejor preparado de todos
en la guerra, cuyo mando se reservaba al general Franco.
Las distintas fuerzas derechistas fueron creando una red de enlaces y apoyos militares y
civiles que se extendía fuera de España, a Italia y Alemania.
El golpe se precipitó debido al encadenamiento de una serie de acontecimientos. El 12 de
julio de 1936 el teniente Castillo, de la Guardia de Asalto, de tendencias izquierdistas, fue
asesinado. El 14 del mismo mes, y como represalia, algunos de sus compañeros
secuestraron y asesinaron al líder del Bloque nacional, José Calvo Sotelo. El día 17 de julio
las tropas de Marruecos se sublevaron. Al día siguiente hicieron lo mismo numerosos
cuarteles españoles, sin embargo el alzamiento no logró imponerse en las dos ciudades
más importantes, es decir, en Madrid y Barcelona, quedando España dividida en dos zonas
de prácticamente el mismo tamaño. Esto desembocó en una guerra civil que duraría tres
largos años.
8. Las grandes fases de la guerra, desde el punto de vista militar.

La Guerra Civil Española se puede dividir en varias fases que exponemos a


continuación:

1. Los momentos iniciales del conflicto.

Un grupo de generales monárquicos y conservadores, con la adhesión de ciertos partidos


de derechas (Falange Española, monárquicos alfonsinos y monárquicos carlistas)
preparaban un Golpe de Estado contra la República desde el momento del triunfo del Frente
Popular. Los acontecimientos se precipitaron tras el asesinato del republicano Guardia de
Asalto Castillo y el posterior fusilamiento del diputado derechista Calvo Sotelo. Este hecho
sirvió como pretexto para el inicio de la sublevación, que dirigía desde Portugal el exiliado
Sanjurjo, y desde España el general Mola. Dicha sublevación se produjo en varios días. El
17 de julio se alzaron Ceuta, Melilla y Marruecos bajo la dirección del general Franco. Al día
siguiente (18 de julio) la sublevación se extendió al resto de la península. En algunos
puntos, incluso, el alzamiento se produjo el día 19. El golpe de Estado triunfó en algunas
zonas. Fundamentalmente en dos franjas: una al norte que ocupaba Galicia, Castilla León,
Cáceres, Navarra y parte de Aragón; y otra franja al sur que ocupaba una parte de
Andalucía Occidental y que se prolongaba hacia Marruecos y Canarias. Pero el alzamiento
militar fracasó en una parte importantísima del territorio español. El ejército republicano, con
el apoyo de los movimientos obreros y sindicales, consiguieron frenar a los militares en toda
la cornisa cantábrica, Cataluña, parte de Aragón, Madrid, sur de Extremadura, Castilla la
Mancha, Valencia y casi toda Andalucía. Este fracaso parcial de los militares sublevados fue
el origen de una larga guerra entre los dos bandos en conflicto. En principio los republicanos
contaban con la mayor parte de las zonas industriales de España, así como con casi toda la
flota y la aviación. Los sublevados poseían buena parte de las áreas cultivables del país, así
como el ejército de elite del norte de África.
2. El avance de los sublevados y la batalla de Madrid (Julio de
1936-Marzo de 1937)

Tras los momentos iniciales, que ayudaron a definir el territorio de cada bando, se produjo
un hecho esencial en el desarrollo de la guerra. Con la ayuda de aviones alemanes el
general Franco, que había viajado desde Canarias hasta Marruecos, consiguió trasladar las
tropas del norte de África a la Península. Dichas tropas pudieron avanzar de manera
imparable por el oeste de Andalucía, por Extremadura, por la provincia de Toledo, hasta
llegar a Madrid. Este espectacular avance hizo posible la unión de las dos zonas
controladas por los sublevados, además la liberación del Alcázar supuso un triunfo político y
propagandístico para Franco, que poco después fue designado generalísimo. Sin embargo,
la columna de las tropas franquistas no consiguió conquistar la capital, a pesar de intentarlo
en varias ocasiones.

3. La caída del Norte entre abril de 1937 y noviembre de 1937.

Tras comprobar Franco que era imposible la conquista de Madrid, decidió abandonar
el proyecto para conquistar la cornisa cantábrica, debido a su interés económico y
estratégico. La ofensiva de los sublevados contra Vizcaya al mando de Mola, comenzó con
la ayuda de la aviación alemana. Con el fin de minar la resistencia, los aviones de la Legión
Cóndor bombardearon ciudades como Durango o Guernica.
Los republicanos para detener esta ofensiva, utilizaron la estrategia de acciones de
distracción en Brunete y Belchite. Estas ofensivas republicanas no consiguieron evitar que a
lo largo de 1937 los sublevados consiguieran ocupar la cornisa cantábrica (País Vasco,
Santander y Asturias). Desde este momento, el Gobierno Republicano de Negrín, se percató
de que la única forma de ganar la guerra era alargar el conflicto para que
coincidiese en el tiempo con el posible enfrentamiento europeo que en aquellos momentos
se estaba gestando.

4. De la ofensiva de Teruel a la batalla del Ebro. (diciembre del 1937 a noviembre de


1938)

Los sublevados avanzan hacia Castellón y dividen en dos la zona republicana: Tras este
triunfo, los republicanos lanzaron una ofensiva sobre Teruel, que fue respondida por las
tropas del bando nacionalista. Esta victoria fue aprovechada por los generales alzados para
continuar su ofensiva hasta Castellón. Quedaba así dividida en dos la zona Republicana.
En julio de 1938 los republicanos intentaron unir de nuevo las dos zonas en su poder
mediante una ofensiva en el Ebro. Se trató de la batalla más sangrienta de todo el conflicto.
La derrota de los republicanos supuso la destrucción de buena parte de su ejército. 5. La
toma de Cataluña y el final de la guerra. (diciembre de 1938 a
abril de 1939)

Tras la victoria en el Ebro, las tropas del bando nacionalista se dirigieron hacia Cataluña. Allí
la resistencia fue mínima. Barcelona cayó en enero de 1939 y el resto del territorio fue
controlado un mes después. Tras la toma de Cataluña, Madrid era el único objetivo
importante para las tropas nacionalistas. Tal era el desánimo de las tropas republicanas, que
en marzo de 1939 el coronel republicano Casado, apoyado por una parte importante de
socialistas y anarquistas, se rebeló contra el gobierno comunista de Negrín, con la intención
de negociar la paz. Tras este hecho las tropas franquistas entraron en la zona controlada
por los republicanos sin necesidad de luchar. El conflicto terminó el 1 de abril de 1939.

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